LA CASA DE MACHADO, RAYMOND DE MEDINA
Y DIEGO NICOLAS EDUARDO
ANGEL V. GONZALERZ ODRIGUEZ
8
P
Por los años de 1919-20, y mientras se realizaban labores de ade- S
centamiento en el frontis de la casa sita en la trasera de la Catedral,
B-
=
-m
en el paso de la Plaza del Pilar Nuevo a la de las Gradas y calle de O
la Herrería, aparecieron, sobre esta última fachada, dos inscripciones :
escritas con caracteres de pendolista del siglo xvrrr. Una de ellas quedó
destruida en el intento de recuperarla, por lo que se optó por dejar
intacta la segunda, blanqueando encima '. -
m9
3 0 Ángel V. González Rodríguez
Cuando, a comienzos de la década de los cincuenta, el Cabildo
Insular, tras adquirir la manzana de casas, llevó a cabo el proceso de
mixtificación histórica que dejó los edificios en su actual estado, la
inscripción salvada volvió a ser descubierta y, esta vez, restaurada por
D. Santiago Santana Díaz. La fecha se encontraba intacta, y el vítor,
las palmas y el bonete, son igualmente originales *. Recientemente,
volvió a cobrar notoriedad, cuando un vandálico atentado hizo nece-saria
una nueva labor restauradora.
Sirvan estas páginas para esclarecer el origen, tanto de la inscrip-ción
como de la casa.
LOS MACHADO
D. Pabio de ia Cruz Xacbado fue recibido como Procurador, por -=m la Audiencia, en 1729, sustituyendo a José Merino Machado por re- o E
nuncia de este 3. Como Escribano Público ejerció en la Ciudad de Las SE Palmas desde 1737 a 1768, año este último de su fallecimiento. Fue =E
Escribano Mayor del Cabildo y Ayuntamiento y Contador General
Real de la Isla. 3
De su matrimonio con Sebastiana de Medina Villavicencio 4, tuvo
- -
0m
cuatro hijos: Micaela María, Miguel Gregorio, Miguel Tomás y Mi- E
caela Teresa. O
Quedan dudas sobre su apellido, de la Cruz al parecer pero sus
n cuatro hijos utilizan únicamente el de Machado. -E
Su origen no parece estar relacionado con los Machado Fiesco de a
Tenerife 6. Consta que un pariente suyo, Agustín Francisco Machado 2
n
tenía beneficios en dos capellanías de La Palma, lo que justificaría la 0
notoria devoción familiar a San Miguel 7. 3
D. Diego de Castro, cura del Sagrario de la Iglesia-Catedral de O
Canarias, falleció el 16 de marzo de 1766; el Cabildo decidió, en su
sesión del 23 del mismo mes, que su compañero en el cargo: D. José
Ventura Reyes, sirviese el curato por sí solo, en tanto no se proveye-se
definitivamente, para lo cual se acordó poner edictos en El Sagra-rio,
en Tenerife y en La Palma con el término de tres meses *. Pero
los exámenes se posponen, y cuando, en el mes de julio, D. José
Ventura es elegido Canónigo, el proceso se suspende hasta tanto tome
nnc~ciCín& C ~ q ~ n j r9.l rIf~itp yinimpntp $e g~mbylr ervill_~ye$ r-"------
los Curatos del Sagrario a D. Pedro Hernández Zumbado y a
D. Gaspar Vázquez 'O, que en octubre pasan a ejercer sus funciones ".
En cinco de mayo de 1767, el Cabildo, a la vista de los acuerdos de
La casa de Machado, Raymond de Medina y Diego Nicolás Eduardo 3 1
marzo de 1680 y de noviembre de 1719, fijó normas para los exá-menes
y decidió que diesen comienzo el sábado de esa misma sema-na
12: los ocho candidatos son examinados en mayo de 1767, y que-dan
elegidos Zumbado y el cura del Lugx de Tejeda, D. Domingo
Ortega 1 3 .
Corto va a ser el período de provisión de ambos: Zumbado falle-ce
en agosto de 1770, y Ortega el siguiente mes, mientras se reponía
en Teror de unos achaques. D. Blas Fernández Casañas es nombrado
Cura servidor l4 y, nuevamente, se publican edictos de provisión, en
la Parroquia de La Palma, en la de Los Remedios de La Laguna y
en la propia del Sagrario 15. Se vota comenzar los exámenes el lunes
17 de junio de 1771, ante los examinadores Deán Francisco Do-mínguez,
Prior Lorenzo Viña y los Canónigos Doctoral Arvelo y
Mafrén, y Magistral Falcón, asistiendo para suplencias el Canónigo
Reyes y e! Racionero Jerónimo Roo.
En ese momento (12 de junio), el Cabildo da por recibidos los
memoriales de siete aspirantes: los de D. Miguel Francisco Machado
y León, D. Agustín García Vélez, D. Domingo Curras y Cabrera, y
D. Blas Fernández Casañas, de Las Palmas; D. José Pablo Dávila,
Beneficiado del Realejo de Arriba; D. Francisco Antonio Cabrera, cura
del lugar de La Vega, y D. Vicente Antonio de Armas, cura de
Arucas 16. Todos ellos son examinados entre el 17 de junio y el
6 de julio, en el Aula Capitular, sorteándoles un Capítulo del Conci-lio
de Trento, que hubieron de leer, construir y explicar en presencia
de todo el Cabildo, contestando a continuación a preguntas de los exa-minadores
sobre materias morales. Dos días más tarde, el 8 de julio,
se va a examinar a un aspirante de última hora, el único del que se
menciona Título 17: el Bachiller D. Miguel Tomás Machado, hijo del
Escribano, Abogado de la Real Audiencia de Sevilla y Cura de San
Bartolomé de Tirajana, que anteriormente lo había sido de Castilblan-co,
en la Diócesis Sevillana.
En su siguiente sesión, el Cabildo procede a votar por bolillas
secretas: Miguel Tomás Machadu, Nmas, CaSrera, Düda, C-mi:. y
Miguel Francisco Machado, aprueban nemine discrepante; Casañas
y Curras, tantum discrepantes. A continuación, se pasó a votar por
cedulillas, siendo elegidos Casañas y el Bachiller Miguel Tomás Ma-chado,
el cual, en una segunda votación por cedulillas, es nombrado
Primer Cura del Sagrario. Es el día 10 de julio de 1771 18.
Escasas las iioiiciaS de los &qos sigüieíites: eii agos t~M, acha(jo
recibe el encargo de cumplir en su Parroquia las obras pías de los
Jesuitas expulsados, y antes de finalizar el año se le concede una li-
32 Ángel V. González Rodríguez
cencia por enfermedad. Falleció el 29 de enero de 1774, habiendo
testado el anterior día 17 con el añadido de un codicilo el día 25: entre
otras disposiciones pide ser enterrado en el Sagrario o, en su defecto,
en San Antonio Abad.
En cuanto a su pariente, Miguel Francisco, aparece, a partir de
1782, como Maestro de Ceremonias de la Catedral y encargado
de confeccionar la Tabla de Rezos del Obispado 19.
«Machado ya está servido», y nos queda preguntarnos por la ra-zón
de la ubicación del letrero: en cultos versos, con grafía elegante
y cuidados adornos, sus proporciones y su situación a más de dos
metros sobre la calzada, nos indican que tuvo que ser trabajo deteni-do
y ayudado de escalera o andamio. Trabajo, pues, que debió ser
efectuado con el beneplácito de los dueños del edificio, si no por ellos
mismos. Suponiéndolo así, ¿podríamos deducir que era esta la casa
de los Machado?: Cazorla, Tarquis, Dorta y Benítez Inglott afirman
que la llamada casa de Machado fue derribada, ello es en parte cierto
-y tiene razón Rumeu 20 al decir que sólo lo fue parcialmente-, y
añadimos que en forma tal que ha podido conservarse hasta el pre-sente.
Veamos:
En 1749, comienza el Escribano la adquisición de un grupo de
casas situadas en la trasera de la Catedral:
La primera, en el mes de octubre de ese año, es «...una casa de
alto y bajo, en la parte de Vegueta de esta Ciudad, que hace esquina
en la Calle que baja de las Gradas, y va a dar en la Carnicería, y
está delante de la placeta de la Iglesia del Sagrario de la Sta. Iglesia
Catedral, cuya placeta y la referida calle que nombran de los Balco-nes
son las que lindan por delante de la referida casa...»21. Abona por
ella 6.883 reales de vellón y seis cuartos.
Antes de finalizar ese mismo mes, adquiere, lindando con la an-terior,
«unas casas altas y sobradas en la parte de Vegueta de esta
Ciudad situadas en la placeta del Sagrario de dicha Sta. Iglesia que
nombran de los Álamos con que lindan por delante por un lado ... >>*l.
Su va!m, de 2000 redes, !e paga entrega& cr.2 czsa terera, edifi-cada
por él mismo, en la Calle de los Genoveses, en Triana.
Pasarán seis años hasta que, en 1755, se produzca la tercera com-pra,
colindante con las anteriores: «casa de alto y bajo en esta Ciu-dad,
en la placeta de las Gradas, frontera a la Pilar nueva que linda
por delante con dicha placeta...»23. Abona 5.793 reales de vellón y
i?n Ci?ZirtY.
Una vez adquiridas las tres, Pablo de la Cruz procederá a su de-rribo,
así como a la edificación, en el solar resultante, de la casa que
La casa de Machado, Rayrnond de Medina y Diego Nicolás Eduardo 3 3
va a ser la de su residencia; sus linderos serán la Plazuela del Sagra-no
(de las Gradas) y la del Pilar Nuevo, y la casa de Ambrosia de
Niz y la de Pedro José Linzaga (la de la Capellanía, en dirección a
la Calle de la Herrería) 24.
Edificada en tomo a un amplio patio central trapezoidal del que
parte la escalera de acceso a la planta alta, combina eclécticamente
elementos barrocos y neoclásicos, llegando a situar en el patio colum-nas
de tres diferentes órdenes, denotando así Ia procedencia más
artesanal que académica del Alarife.
Cuando sus hijos venden la nueva casa al Cabildo, lo hacen por
el importe de 47.683 rs y 17 mrs, que es el aprecio que hacen José
de Sta. Ana y Juan de Mesa, peritos de carpintería, y José Rai-mond
de Medina y Manuel Fco. Rodríguez, peritos de mampostería.
LA CASA DE RAYMOND DE MEDINA
Escasas son las noticias que sobre José Raimón nos proporciona
Tarquis 25, y la única concreta es la que da sobre su examen de maestro
de cantería, que pasó el 14 de septiembre de 1745 26.
Su padre, Francisco Raymon, también maestro cantero, aparece
ejerciendo su actividad en Agüimes, a comienzos del siglo XVIII, como
perito apreciador de terrenos 27, al servicio de la familia Matos.
José va a continuar con esa actividad de peritación, realizada nor-malmente
al servicio de las familias más influyentes de la Isla. Tras
su examen de oficial, aparece usualmente nombrado como José
Raymond de Medina, y, al menos desde 1761, ya es veedor y exami-nador
de los oficios de albañilería y cantería 28; en 1766, consta ya
que es Alcalde de dichos oficios 29.
En 1770, y en cumplimiento del Real Decreto de 27 de feb. de
1767, por el que se decretaba la expulsión de los Jesuitas, comenzó
en Gran Canaria la venta de sus propiedades: Raymond interviene
como medidor y agrimensor en la evaluación de las primeras fincas
de la Compañía que se venden 30: las de Pozo Izquierdo, junto a Sar-dina
del Sur 31.
Al siguiente año, es nombrado, por su protector, el Alférez
Mayor Fernando del Castillo Ruiz de Vergara, apreciador de pedrería
y cantería para el avalúo de las casas de la Compañía en Las
Palmas 32.
A lo largo de ese año y en el siguiente de 1772, va siendo nom-brado
sucesivamente para el avalúo de la práctica totalidad de los
34 Angel V. González Rodríguez
bienes de los Jesuitas: fincas en la Vega y Guía, cortijo de Jinámar,
tierras de Sardina, cortijo de Tamaraceite, etc. 33, en buena parte ad-quiridos
por la familia Castillo.
A su condición de mampostero, cantero y agrimensor, une
Raymond ahora la de caporal de Artillería.
En 1778, lo encontramos inspeccionando las defensas de la Isla,
y en tal cometido emite un informe sobre el estado de la Torre de
Gando 34.
Raymond trabaja también para la familia Machado: en 1768, se
desplaza a Tenerife para apreciar una casa sita en la calle del Conde,
de Garachico, propiedad del Guarda Mayor de la Audiencia, Miguel
Machado Mellínez: es titulado «Maestro Alarife, el más inteligente ,, -
perito que nombramos»35. Cuando la casa de las Gradas sea vendida E
al cabildo, en 1783, Raymond será también el primer perito apreciador, O
secundado por ivíanuei Francisco Kodríguez. -- m Habían transcurrido tan sólo 27 años desde la fecha en que, a O E
comienzos de 1756, pudo comenzar la construcción del edificio: en E
2
ese momento, Raymond tenía ya más de 10 años de experiencia como -E
maestro de cantería. El elogiado concepto que como Alarife tienen de
él los Machado, y la lógica de no poderse encontrar mejor apreciador 3
que el propio constructor, nos llevan a atribuir a José Raymond de - -
0
Medina la fábrica de la casa de los Machado. m
E
O
En 1781, las obras de la Catedral cobran nuevo impulso, al co-menzarse
a trabajar en la cabecera y a derribar el Sagrario viejo 36;
debido a ello se produce un peligroso estrechamiento en el paso de
la Plaza del Pilar Nuevo a la de San Martín, que quedó ocupado por
la obra, y, en junio de 1782, el Regidor Isidoro Romero se dirige al
Cabildo' solicitando que «...en atención a lo mucho que se ha estre-chado
el tránsito público entre la nueva fábrica de esta Sta. Iglesia y
la casa de los herederos de D. Pablo Machado, con peligro de des-gracia
por el frecuente tráfico de bestias cargadas y sueltas que tran-sitan
a todas horas por aquel paraje, lo que precisa a que se derribe
parte de dicha casa para darle más ensanche y desahogo...^^^. Pero,
aunque e! Cahild_o está p s t o a rnmprl la casa entera, el T.dol Mi-guel
Gregono Machado se resiste y recurre a la Audiencia en demanda
de una regalía de dos años de alquiler sobre el justiprecio, que le
compense de lo forzado de la venta: ello supone 100 pesos, que, para
La casa de Machado, Raymond de Medina y Diego Nicolás Eduardo 35
Desarrollo de la fachada de Diego Nicolás Eduardo, en la actualidad.
Fuenre: Cabildo Insular de G.C.
la Canóliigo Ruo ofrece proveer de ro!Untud, y-que
finalmente acuerda abonar el Cabildo 38.
La escritura se otorga el 24 de marzo de 1783; cuando Roo infor-ma,
tres días más tarde, plantea que M.G. Machado se niega a pagar
su mitad de los 102 reales del costo de aprecios: el Cabildo vota abo-narlos.
En la misma sesión, el Racionero Eduardo expuso que había prin-cipiado
ya el derribo de la «parte de la casan de los Machado, «y que
quedando en ver la mejor parte de dicha casa que es obra nueva y en
disposición de poderse habitar por una familia regular con algunos re-paros
que se le hagan, estando dicha casa en sitio proporcionado para
dominar toda la nueva obra de ésta Sta. Iglesia, de modo que de sus
ventanas se podían dar las órdenes correspondientes a los oficiales que
trabajen en ella: habia pensado dicho Sr. Eduardo para mejor desem-peño
de su encargo, el suplicar al Cabildo, como lo hacía, el que se
le prefiriese en la locación de la expresada casa, compuesta que
fuese 39». El Cabildo, agradecido por el celo de Eduardo acuerda
concederle de por vida el uso del «pedazo de casa», y le encarga que,
a cuenta de la Fábrica de la catedral, le haga todas las reparaciones
precisas.
Las obras debieron de hacerse rápidamente, puesto que Eduardo
habita en la casa, al menos, desde enero de 1785; en ese mes solicita
del Cabildo permiso para abrir dos lumbreras necesarias para ven-ti!=
ur?~h& itaciSn pincip!; parz d e e ra preciso obtener autoriza-ción
de la Vicaría General, o comprar 2 6 3 varas del patio de la
vecina Casa de la Capellanía, disfrutada por D. Juan Mateo de Ca-brera,
Beneficiado de la Parroquia Matriz de Fuerteventura. Como al-
36 Angel V. González Rodríguez
temativa de más amplias miras propone la compra de toda la casa que,
reparada, podría dedicarse a habitación de los Capitulares no residen-tes
en la Ciudad 4'.
Estamos, por tanto, ante una obra hasta ahora desconocida de
Diego Nicolás Eduardo, ejecutada entre 1773 y 1774, consistente en
el cerramiento de la esquina derribada de la casa de Machado entre
las plazas de San Martín y del Pilar Nuevo, que resuelve mediante
cuatro paños de tamaño y alineación variable; la longitud total es de
20 metros y su anchura de unos 60 cms. La rapidez de la ejecución y
la inmediatez al testero de la Catedral -que limita notablemente el
,..,d.. ..;n..nl .4,+,,;,n, ,..a ,n+n I.. r i r , Cn,hnAn ,..,#.,,+a nn,nn*n
~ a u 1 y uv 1 3 u a ~ - , U G L G L I I U L I ~~~ U G IIUG v a ~aulaua~ LGJ L I I LG b n b a a u a
y reducidos huecos: en su estado actual no parece tener muchas alte-raciones,
a excepción de la elevación de los alféizares de las venta-nas
inferiores, producida en 1950.
La casa de Machado, Raymond de Medina y Diego Nicolás Eduardo 37
Además, habrían de añadirse las reformas ejecutadas en el inte-rior
del edificio, como es el caso de las proyectadas ventanas; para
su estudio sería necesario disponer de los planos anteriores a la re-forma
de 1950.
EL VITOR
Resta por explicar la osadía que supone el letrero: en el centro de
la ciudad, frontero a la Catedral, las alabanzas a Machado no debían
de sentar muy bien a otros clérigos de mayor categoría: ya del
proceso de las dos oposiciones se puede deducir una cierta tendencia
a conceder la interinidad del Curato a aquellos a quienes iban a con-tar
con el favor del Cabildo a la hora de los exámenes, y más aún
1i1i,-a,. iiia !a ,a+v.z-.i.i.b,.:luAi.i e! ,y..u--ba , l i-u. l ihi üu:end~ üpr~badcC asafias cm t ~ d e s!e s
votos, sea preferido a otros que lo han logrado por unanimidad. Aho-ra
bien: Machado también debía de tener buenas relaciones en el Ca-bildo:
de hecho, el Curato de Tiraxana, que ya ostentaba, era Ayuda
de Parroquia del Sagrario-Catedral 42 y era el mismo Cabildo el que
la proveía. Además, en el proceso de compra de la casa, queda refle-jada
una gran amistad entre los Machado, Roo, y Eduardo, primos her-manos
estos últimos.
«Carácter inventor de gallardías y de vistosas fanfarronadam, son
las palabras que utiliza Manuel Verdugo y Alviturría para referirse a
Roo 43, que no duda en enfrentarse a la Inquisición 44, y que, en 1771,
ya debía de tener sus más y sus menos con algún colega del Cabildo.
En febrero de 1783, un grave suceso conmociona al Cabildo 45: SU
Presidente ha encontrado las arcas casi vacías, y un recuento detalla-do
sólo da un monto de 79.894 pesos. Roo solicita que se exhiban
los libros de cuentas, y el Cabildo, que ya ha encargado un memorial
a Verdugo, lo prohibe bajo multa; Roo protesta por la «repugnancia
que contiene tal acuerdo».
En abril se da a conocer su propio memoriai, presentado días an-tes:
faltan de las arcas unos 250.000 pesos, buena parte de ellos en
poder de los Capitulares por una u otra causa, y lo que es peor: pre-sume
«haber de ser indefectible que hubiese habido algún robo de
mucha consideración, que quizá habrá de pasar de cien mil pesos».
El Dictamen con el que contesta Verdugo es feroz: a lo largo de las
22 páginas que, junto a los testimonios documentales, ocupa en ei ii-bro
de actas, se suceden las acusaciones, entre la que no es la última
su desmedido afán de medrar: «el hombre deseoso de ascensos no se
3 8 Ángel V. Gonrález Rodríguez
atemoriza de que le sirvan de escalones las ruinas de sus Hermanos»,
y siguen pretensiones de lucro inmoral, lance con el Racionero Fal-cón,
conflictos de preeminencias, invención de acusación criminal (el
robo) contra el Presidente, Deán y Llaveros ...
El incidente del 25 de'febrero de 1783 retrata una vez más su
carácter: tras haber hablado durante una hora, dice Verdugo, Roo ha
de esperar fuera de la sala mientras los demás Capitulares deliberan:
cuando vuelve «venía con el reloj en la mano y dijo al secretario le
certificase como se le había detenido media hora»46.
Estos graves conflictos no se gestaron en un día, antes bien, de-notan
un largo proceso de incubación en el que podría situarse el
"2 episodio del letrero, del que Roo o alguien de su círculo serían
instigadores. E
O
n
-
m
CONCLUSI~N O
E
E
S
La casa, una vez comprada por el Cabildo, queda adscrita a la E
Fábrica del Sagrario, y en tal situación permanece hasta que, en 1866, 3
durante el proceso desamortizador, es tasada en 5.400 reales y vendi-da
por 12.100 a D. Santiago Verdugo: es descrita entonces como casa -
0
m
alta y sobrada en calle de las Gradas 21, lindando al Sur con la Pla- e
za del Pilar Nuevo 47.
O
A comienzos del presente siglo, pertenecía al Ingeniero D. José n
Hidalgo Navarro 48, de cuyo apellido pluralizado se tomó el falso nom- aE bre «Casa de los Hidalgos», que hoy ostenta el edificio, en un afán
desmesurado de proporcionarle una cierta pátina histórica a una casa n
n que no lo necesitaba, por ser la de Machado, Raymond de Medina y
Diego Nicolás Eduardo. O3
La casa de Machado, Raymond de Medina y Diego Nicolás Eduardo 39
1. JIMÉNEZS ÁNCHEZS,e bastián: en Falange de 12-2-1957, p. 7. La atribuye a Fe-lipe
Machado de Spinola y Lugo, Canónigo de la Catedral a comienzos del xvrri, y cita
también a un José Antonio Machado, médico del Hospital de S. Martín entre 1743 y 1759.
2. Datos amablemente facilitados por D. Santiago Santana Díaz, Restaurador de
las Casas.
3. AHPLP. Audiencia. Tomo 111. Libro de Títulos, fol. 5, 5-10-1729.
4. En algunas escrituras, el apellido es Medina (AHPLP. Ebno. Reyes Cabrera,
leg. 1862, fol. 119 r, 22-3-1783).
5. En tal manera está catalogado en el AHPLP.
6. PERAZADE AYALAJ,o sé: Historia de las Casas de Machado y Monteverde.
Madrid, 1930.
7. AHPLP. Ebno. Juan Agustín Herrera, fol. 153, 28-4-1768.
8. Archivo de la Catedral de Canarias (A.C.C.). Acta Capitular de 23-3-1766.
9. A.C.C. Acta Capitular de 23-7-1766.
10. A.C.C. Acta Capitular de 8-8-1776.
11. A.C.C. Acta Capitular de 7-10-1766.
12. A.C.C. Acta Capitular de 5-5-1767.
13. A.C.C. Acta Capitular de 4-6-1767.
14. A.C.C. Acta Capitular de 21-8-1770 y 18-9-1770.
15. A.C.C. Acta Capitular de 3-9-1770.
16. A.C.C. Acta Capitular de 12-6-1771.
17. A.C.C. Acta Capitular de 8-7-1771.
18. A.C.C. Acta Capitular de 10-7-1771.
19. A.C.C. Acta Capitular de 21-7-1784. Miguel Tomás Machado fallece en Las
Palmas el 29-1-1776. Hace testamento el 17-1-1776 con un codicilo del día 21 siguiente,
ante el Esbno. Juan Reyes Cabrera (AHPLP leg. 1855). En ausencias de Miguel Tomás,
sus parientes Agustín Nicolás y Miguel Fco. Machado le sustituyen en sus funciones a
partir de nov. de 1771 y dic. de 1772. Libros de Bautismos de la Parroquia.
20. RUMEUDE ARMASA, ntonio: Canarias y El Atlántico. Madrid 1991. Tomo 111-
1.". p. 332.
21. AHPLP. Ebno. Fco. Gómez Gaviria, leg. 1670. 1-10-1749. Linda además con
la casa de Margarita Ximenes y con la de herederos de Anna Carrillo, y por los co-rrales,
con las casas de la Capellanía que fue del Deán Pedro José de Cabrera, Canóni-
40 Angel V. González Rodríguez
go y provisor del Obispado. Consta que la casa fue vendida en 1664 por Martín
Ramírez a Pedro Ramos.
22. AHPLP. Ebno. Fco. Gómez Gaviría, leg. 1670, fol. 173 r, 14-10-1749.
Linda con casas del Alférez Pedro Valentín Hernández, y con la de la Capellanía fun-dada
por Bartolomé López.
23. AHPLP. Ebno. Antonio de Santa Fé Mendoza, leg. 2298. 12-11-1755. Linda
con la de la Capellanía antedicha, y con la de herederos de Alonso Román.
24. AHPLP. Ebno. José Agustín Alvarado, leg. 1733, fol. 100r. 24-3-1783.
25. TARQUIRSO DR~GUEP.Z: , «Diccionario de arquitectos, alarifes y canteros»,
en Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 12, 1966, p. 504.
26. AHPLP. Ebno. Juan Guerra de Quintana, leg. 1659, fol. 136 v.
27. AHPLP. Ebno. Fuente Dieppa, leg. 2519, fol. 372 c. Compulsa de escritura
de 19-7-1702 ante el Ebno. Pedro Alejandro de Medina.
28. AHPLP. Ebno. Juan Agustín de Herrera, leg. 1649, fol. 304 v. 22-6-1761 m
Junto con Juan Navarro examina a Antonio Cherinos, de Las Palmas. D
29. AHPLP. Ebno. Juan Agustín de Herrera, leg. 1651. 24-11-1766. Acompaña- E
do de Antonio Cherinos examina a Miguel González, de Arucas. O
n
30. AHPLP. Ebno. Fco. Javier FernBnd-z de Vilrhes, !~g. !?89. fe!. !30 v. 19- -
-
m
12-1770. O E
31. El topónimo Pozo Izquierdo designaba una superficie mayor que hoy en día. E
2 Las fincas estaban situadas en lo que actualmente es Doctoral.
32. AHPLP. Ebno. Fco. ~a v i eFi ernández de Vilches, leg. 1790, fol. 9 r. 24-1-
1771. Raymond es titulado maestro de mampostería, categoría superior a la de alba-ñilería.
33. AHPLP. Ebno. Fco. Javier Fernández de Vilches, leg. 1790-91.
34. CULLÉND EL CASTILLOP,e dro: La Torre de Gando, notas históricas. Imp.
Pérez Galdós, L.P., 1980. Informe de 6-4-1778 conservado en el Archivo del Conde
de la Vega Grande.
35. AHPLP. Ebno. Juan Agustín Herrera, leg. 1653, fol. 36 v. 28-1-1768.
36. A.C.C. Acta Capitular de 1-12-1780.
37. A.C.C. Acta Capitular de 22-6-1782.
38. A.C.C. Acta Capitular de 17-3-1783.
39. A.C.C. Acta Capitular de 27-3-1783.
40. A.C.C. Acta Capitular de 13-1-1785.
41. Entre los planos de Eduardo conservados en la Catedral de Canarias, figura
un croquis titulado por Dorta «Fragmento de la planta de una casa de esquina*, núm.
78 de su inventario, que requeriría un detallado estudio de su posible corresponden-cia
con la Casa de la Capellanía. (La escalera trazada en él está en dirección perpen-dicular
a la actual, pero coincidente con la existente hasta 1950).
42. CAZORLLAE ~NS,a ntiago: Historia de la Catedral de Canarias. 1992, p. 16.
43. A.C.C. Acta Capitular de 7-4-1783.
44. PADR ~ANCO STAS, ebastián: «El Deán D. Jerónimo de Róo», Revista de His-toria,
núms. 90-91, La Laguna, 1950, pp. 178-198.
45. A.C.C. Acta Capitular de 1-2-1783.
46. A.C.C. Acta Capitular de 7-4-83.
47. OJEDAQ UINTANJAo,s é Juan: La Desamortización en Canarias. Las Palmas
1977, p. 332. Tiene una superficie de 273 m'.
48. Su Viuda vende la casa al Cabildo Insular. Notario J. M." Bloch Rodríguez.
Escritura de 30-8-1957. Consta una superficie de 215 m2 61 cm2.