LANZAROTE Y PORTUGAL CONTINENTAL 1600- 1640
La Historia de Canarias y Portugal resulta ser relativamente conoci-da,
según a qué niveles. Tenemos, por una parte, la obra del profesor
Pérez Vidal1 que atiende más bien a cuestiones de tipo lingüistico o
etnológico. Con respecto a la historia, además de la obra de Viera y
Clavijo que apunta cuestiones sueltasz, tenemos una serie de aportacio-nes
más recientes que estudian temas de orden general como el
comercio3, que nos ofrecen una serie de retazos, pero que continúan sin
ofrecemos un panorama global.
Recientemente gracias a los coloquios de Historia Canario-Ameri-cana
donde se han presentado algunos trabajos al respecto4 y a los de
Historia de la Madeira5, se ha avanzado algo en la historia común,
sobre todo en lo que respecta a los archipiélagos atlánticos. Sin embar-go,
aspectos tales como el día a día de la actuación de los lusitanos en
Canarias, su comportamiento mercantil, sus actividades profesionales y
privadas, continúan, en buena medida, inéditos.
Estudiaremos este tema con una fuente documental que nos parece
fundamental, la notarial; fuente cualitativa por excelencia, que nos va a
permitir adentrarnos sobre todo en cuestiones sociales, sin desdeñar las
económicas, que también pueden ser abordadas, pero haciendo la salve-dad
de que las series estadísticas obtenidas no serán completas, sino
aproximadas.
Los protocolos notariales constituyen la fuente idónea para el estu-dio
del "día a día", tal como nos lo refiere Ravina Martín6.
"el protocolo en consecuencia, más que ningún otro fondo do-cumental
evocaría de una manera clara y directa la sociedad
que lo produce".
300 Elisa Torres Sanrana
Nos parece además necesario profundizar en las relaciones de Por-tugal
con Canarias, porque éstas han sido continuas, aunque con sus
períodos de baja, y nunca se han interrumpido, cómo no podía ser de
otra manera dada la pertenencia de: Azores, Madeira, Canarias y Cabo
Verde, al área archipielágica atlántica, con todo lo que ello conlleva
desde el punto de vista: geográfico, botánico y climático y cultural.
Esta posición e interrelación les ha permitido desarrollar una economía
de complementariedad7 que ha funcionado durante el Antiguo Régimen.
Portugal continental, tampoco ha sido ajena a esta situación y ha
mantenido unas relaciones intensas que se remontan al momento mismo
de la conquista de Canarias, cuando con sus hombres, marinos y artesa-nos8
contribuyó de manera decisiva al poblamiento y a la puesta en
marcha del archipiélago canario. La relación de Portugal con Canarias
respondía a varios factores como ya ha sido señalado: la prox~rnidad de
ambos temtorios archipielágicos, lo cual servía a Portugal que utilizaba
Canarias como cabeza de puente hacia sus temtorios africanos, y asi-mismo
la posibilidad añadida de entrar en contacto con el tráfico
americano. Por otra parte Canarias era un mercado esclavista lo cual
-i n- - t-e - r- e-s -a -h- a- t-a -m- - h -i -é -n - - a -I n- -s -lu .--s i- t.a.. -n - n- -s 9,
Así pues los contactos canarios-portugueses fueron importantes en
particular en las tres islas de realengo: Gran Canaría, Tenerife y La
Palma, que mantuvieron una relación más intensa; lo cual resulta lógico
porque estas islas gozaban de una primacía econ6mica en el archipiéla-go
canario; sin embargo la isla de Lanzarote, no se quedó a la zaga y
desde fechas muy tempranas inicia su relación con Portugal.
Nos interesa profundizar en las relaciones de Lanzarote con el Por-tugal
continental por varias razones: en primer lugar porque en fechas
recientes hemos realizado un trabajo desde la misma perspectiva, pero
atendiendo s610 a Lanzarote y Madeiralo, y por consiguiente nos intere-sa
abarcar todo el espectro para ofrecer una visión más global. En
segundo lugar porque ambos temtorios mantuvieron unas relaciones
internas que es necesario desentrañar; y en tercer lugar porque creemos
conveniente abrir una línea de investigación sobre las mal llamadas
"islas menores", o no capitalinas, para avanzar en el conocimiento
hisioriográfico y objetivizar su contribución a la historia de Canariasi1.
Desde de vis-a cronoj~gico CSiü&SoE ce~iia üii
período bastante amplio, 1600-1640, referente al período de unión de
los dos reinos, en el transcurso del siglo XVII, pues el reinado de Felipe
11 no lo estudiamos.
En relación a la documentación podemos decir que hemos realizado
un vaciado exhaustivo de los protocolos notariales correspondientes a
Lanzarote y Portugal continental 1600-1640 301
la fecha, con la salvedad de que la documentación notarial de Lanzarote
se inicia en el año 1618, pues con anterioridad a esa fecha quedó
destruida por los ataques a la isla, en particular los de, los maeces:
Tabán y Solimán, que en ese mismo año azotaron a la isla y quemaron
su capital, Teguiselz. Ello nos ha permitido disponer de una amplia
tipología documental con un total de 90 documentos repartidos de la
siguiente forma:
CUADRO 1
Relación de La tipología documental
- - - - - - -- i l I Tipología
obligaciones
voderes
N."
ventas
fieiamentos
cartas de D.
1 Total 1 90 1 r
1 I
3 1
19
14
9
6 6.6
A la vista del cuadro anterior podemos extraer una primera conclu-sión
referente a la mayor incidencia de los documentos que tienen una
orientación económica, caso de: las ventas, obligaciones, cartas de pago
etc ... que por si solos constituyen un total de 66 documentos, el 73,3%
de la documentación encontrada, lo cual ya nos está manifestando un
claro indicio sobre cuáles eran las relaciones que primaban entre los
portugueses del continente y los lanzaroteños. Es más dicho porcentaje
se incrementaría al añadirle los 19 poderes, que a veces también tienen
una marcada orientación económica, pues se pueden otorgar, por ejem-plo,
para el cobro de una deuda ya fenecidaL3.
Debemos de añadir que la documentación encontrada no es unifor-me
en el sentido de que hay años en los cuales no hemos encontrado un
22
2,2
22
2 2
2.2
créditos
testamentos
soldadas
, letras de c.
fianzas
344
20,8
2
2
2
2
2
1
302 Elisa Torres Santona
sólo dato, como 1630, frente a otros en los que hay una relativa abun-dancia,
como 1639, del que hemos hallado 7. En líneas generales hemos
apreciado cómo a medida que avanzan los años el número de documen-tos
se incrementa, lo cual puede significar, por una parte un incremento
de las relaciones, como también una normalizaci6n en la situación de la
documentación, que en los primeros años del siglo XVII aparece bastante
esquilmada.
Hemos de añadir que incluimos en nuestra selección a dos persona-jes
avecindados en Cabo Verde, que aparecen como apoderados del
gobernador de la isla de Lanzarote, el capitán Diego de Brito y Lugo,
porque si no quedarían descolgados y porque además tienen una rela-ción
directa con la mencionada isla, dado que son los encargados de ,, -
cobrar una deuda del gobernador en Cabo Verde 14. También hacemos E
ío mismo con un vecino de Sto. Tome, Manuel Correa, que en una O
estancia en Lanzarote en el año 1640 decide fundar una capellanía15. n -
=m
O
El poblamiento
Los datos de poblamiento que hemos obtenido resultan ser bastante 3
fragmentarios, ya que proceden de una serie de'noticias sueltas que nos - - 0
ofrecen los distintos tipos de documentos notariales; tanto pueden ilus- m
E
trarnos al respecto los poderes, como las ventas o los mismos O
testamentos, por no seguir citando. En todos estos casos nos ofrecen n datos acerca de los portugueses estacionados en la isla de Lanzarote, -E
por ejemplo el caso de Gómez Yánez, un vecino de Távila en Portu- a
gal que comparece ante el escribano vendiendo 15 arrobas de 2
n
aceite16. 0
Tenemos que aclarar que para este estudio sólo hemos contabilizado 3
aquellos lusitanos cuyo testimonio nos ilustra acerca de su origen portu- O
gués, en unos casos especifican con más precisión la procedencia, como
en el anterior, y en otros, simplemente nos hablan de Portugal, en
general. Otra precisión también resulta fundamental, con respecto al
tipo de estancia que los portugueses tienen en la isla de Lanzarote, para
ello nos encontramos con tres tipos de categorías: estantes, residentes y
..--: -- r.---:z- A- 1- --*:1:--- -ll-- -2 -a-- -:L.----- -L..--
VOLII~cU:nS i,u ~iciuriU G la yuc: uui i~cici iiub iiubiiius para suuarst: uuit:ii-dremos
un resultado u otro, pues los estantes, son los que parecen
mostrar una tendencia a estar muy poco tiempo en la isla, los residentes
ya muestran una mayor ubicación y finalmente los vecinos, ya se han
instalado de forma, más o menos definitiva en la isla, o al menos por
unos cuanto años.
Lanzarote y Portugal continental 1600-1 640 303
No hay estudios exactos sobre el censo poblacional de la isla de
Lanzarote en los primeros cuarenta años del siglo m, por lo cual para
establecer una cifra aproximada de población, nos hemos hecho eco de los
datos aportados por los historiadores recientes que apuntan en la dirección
de que en torno a 1590, la isla contaba con mil almas, más de la mitad en la
villa de Teguise, mientras que en tomo a 1610, según datos aportados por
Lobo Cabrera, se cifraba en 300 vecinos, la mitad de ellos moriscos17.
Si pensamos en un posible incremento poblacional, no demasiado
elevado a causa de los turcos que en 1618, suponen el cautiverio y
posterior liberación de 200 lanzaroteños18, y con un cómputo total de
hasta 800 cautivos, la población de la isla se recuperaría posteriormente
y pudo llegar a alcanzar los 1400 6 1500 habitantes a finales del perío-do
estudiado. Ello significa que si sumamos 137 madeirenses
contabilizados en un trabajo anterior y 50 portugueses del continente,
nos da un total de 187 lusitanos, un 12,4% del total. Resulta ser una
cifra bastante significativa, dado que posiblemente pudiese incre-mentarse
pues no todos los lusitanos residentes en Lanzarote acudirían
al notario, bien por falta de medios o porque utilizaban contratos priva-do-.
Además estimamos. que la cifra & p&]acidn ofertada puede
resultar algo elevada, a pesar de que hay testimonios de que posterior-mente
a la invasión de 1618 .hubo una recuperación de la población y
de la economía lanzaroteñalg.
En definitiva sopesando unas razones y otras podemos aventurar
que quizás un 15% de la población insular fuera de origen portugués,
máxime cuando no hemos contabilizado los lusitanos provenientes de
Azores, de los que también poseemos noticias.
Ahora bien ¿cuál era su grado de estacionalidad en la isla canaria?
La respuesta nos la ofrece el cuadro siguiente:
CUADRO 11
Estacionalidad de los portugueses continentales en Lunzarote
Situación
l 1 1 1
Vecinos .I 8
No se sabe 1 1
Estantes
Residentes
1 1
Total 1 50 1 100
25
16 32
304 Elisa Torres Sanrana
La movilidad de los portugueses del continente en Lanzarote se
muestra bastante elevada, como se puede observar en el cuadro ante-rior,
pues un 50% de ellos tiene una estancia ocasional en la isla,
posiblemente por muy poco tiempo, en función de una gestión concreta,
o de un negocio determinado. Es éste un dato que sólo se nos presenta-rá
especialmente revelador cuando lo contrastemos, en su momento con
el de la situación socioprofesional de la isla. Los estantes no pueden ser
catalogados pues como tales emigrantes, a no ser que hablemos de
migraciones estacionales, lo cual tampoco nos parece del todo correcto.
Mas bien podríamos decir que su estancia en la isla se debe a situacio-nes
muy concretas, como las ya mencionadas o qué hicieran escala en
ella debido a que estaba dentro de las rutas portuguesas, caso del navío m
D
"Santiago", que salió de Portugal para ir a Cabo Verde a hacer Pesque- E
ría desde allí al Brasil, pero "viniendo de viaje en el camino a esta isla O
se le abrió un agua y les fue forzoso arribar"20. n-- m
Por lo tanto resulta providencial para estos navegantes la situación O
E
de Lanzarote, pues de otra manera hubieran perecido. Cómo asimismo SE
en circunstancias dramáticas, si bien por otros motivos, los dueños de -E
lar mm-ranrCac de1 "qan P~drn", r&&n nnr niratac pn p l r l 2 .U" .XA"..,U..".U" .."L u.-.. -"..s., r -- r-----
Pernambuco (Brasil), que se apoderaron de 35 esclavos, otorgan un 3
poder para que "si Dios mediante y su misericordia, los piratas los
- -
0
m
echen en tierras de cristianos en esta isla de Canarias", poderlos ellos E
recupera?'. O
El grupo de los residentes estana compuesto por aquellos que mues- n
tran un mayor grado de estacionalidad pero sin llegar al avecindarniento. -E
Su estancia puede ser incluso reiterada y en algunos casos supone el a
2 paso previo para el avecindarniento. Tal es el caso, por ejemplo, del n
mercader Manuel Díaz Tavira oriundo de Portugal que pasa por todas n
las situaciones posibles, en 1624 aparece como residente2*, en 1628 O3
aparece como estante23. Ello nos induce a pensar que entre Julio de
1627 en que figura para residente24 y el año siguiente ha abandonado la
isla. No obstante no deja de llamar la atención el hecho de que a un
personaje que se proclama estante se le nombre tesorero de la Bula de
la Sta. Cruzada. Finalmente en el año 1629 ya aparece como vecino25..
Este flujo y reflujo de portugueses a Lanzarote nos habla de tareas
ocasionaies, y áe una gran moviiidad de estos personajes posi'biemente
ocupados en trabajos que reunían estas características: el mar o el co-mercio.
Los portugueses del continente afincados en Lanzarote de una for-ma
estable puesto que llegan a avecindarse constituyen el 16% del
total, el porcentaje menor de todos los estudiados. Es sabido que en las
Lanzarore y Portugal continental 1600-1640 305
fechas analizadas no había restricciones para el avecindamiento, por
parte de la corona española, ya que los lusitanos eran considerados
como súbditos, por lo tanto si a pesar de las facilidades ellos no adqui-rían
el estatuto de vecinos, sería porque como ya hemos indicado por
sus profesiones no lo necesitaban y además porque debido al régimen
señorial imperante en Lanzarote, no fuese el destino idóneo para esta-blecerse
indefinidamente.
En definitiva tanto los madeirenses, según el trabajo mencionado,
como los portugueses en general, muestran el mismo comportamiento
con respecto a su situación como vecinos, un predominio de los estan-tes,
seguido por los residentes y en última instancia los avecindados.
La procedencia de los lusitanos registrados en la isla canaria, parece
confirmar la tendencia mostrada en el siglo xvlz6, pues lugares como:
Lisboa, Oporto y la región del Algarbe continúan apareciendo.
En el siglo XVII la afluencia de portugueses del continente continúa y
cómo nos relata Pérez Vidal era tan intensa que la Inquisición manda
efectuar una información sobre ellosz7. El mismo autor confecciona una
relación de lusitanos en Tenerife y en Las Palmas, destacando su ori-gen28.
Gracias a ella podemos detectar que la situación resulta ser
básicamente semejante a la registrada en la isla de Lanzarote, donde
hemos podido llegar a efectuar la siguiente sistematización:
CUADRO III
Origen de íos porrugueses
-
18%
20%
4%
6%
4%
4%
2%
42%
100%
9
10
2
3
2
2
1
21
50
Alentejo
Estremadura
Beira
Douro -- -
Algarbe
Cabo Verde
No consta
portugueses
Total
Setúbal, Sesimbra, Tomar, Alcacer do Sar.
Lisboa, Santarem, Peniche
Leira y Aveiro
Oporto, Esposende
Tavila
Santiago
-
306 Elisa Torres Sanrana
Hemos realizado un agrupamiento de las distintas villas y ciudades
en regiones, para que el fenómeno resulte m& comprensible. De esta
forma nos encontramos con que se sitúa en primer lugar la región de la
Estremadura portuguesa, que resulta ser Lisboa y sus alrededores con
un 20%. Inmediatamente después el Alentejo, alto, medio y bajo, que
alcanza un 18%. En tercera posición la región del Douro, más al norte
con sólo un 6%. Luego ya en posiciones menos significativas, las de
Beira y el Algarbe, con un porcentaje similar.
Si pues, el centro y norte de Portugal desplazan al sur de donde la
afluencia era mayor, tradicionalmente. Asimismo -hemos de destacar
que el Portugal litoral es el que se desplaza a Lanzarote, pues todas las
poblaciones son costeras y cuando están un poco más hacia el interior,
caso de Alcacer do Sar, que se encuentra en la ribera del río Sado, tiene
por lo tanto fácil acceso a la bahh de SetúPaí y por consiguiente ai mar.
No obstante si establecemos una comparación con la cifra obtenida
en otro trabajo referente a los isleños, éstos, los madeirenses superan
con mucho, casi llegan a triplicar, a los portugueses del continente, en
suelo lanzaroteño. Ello no nos puede resultar extraño dada la proximi-dad
de !os archipiélagos atlánticos: lusitanos y castellano: y las
conexiones que tenían ya desde el momento de la conquista29.
En definitiva los contactos de los lusitanos con Lanzarote tienen un
carácter marcadamente litoral, por parte portuguesa, pues en Lanzarote
al ser una isla de pequeñas dimensiones, el factor costahterior queda
bastante más diluido.
Cualijkación profesional
Resulta interesante analizar la cualificación profesional de los lusi-tanos
en la isla canaria, porque de esta manera podemos observar no
sólo cuál era su dedicación y modo de vida, sino también en la medida
que ellos desempeñaban su actividad en la isla, y por consiguiente
ahondar en algunos aspectos de su economía.
Sabido es de todos la enorme dificultad que entraña realizar una
cuaiificación suciopruksioñai en ei Antiguo Xégimeii, pies las condi-ciones
de vida, imponían que un individuo tuviese que dedicarse a
varios oficios o tareas al mismo tiempo para poder sobrevivir; pero era
frecuente sobre todo entre los campesinos. Sin embargo, la situación
que nos hemos encontrado respecto a los portugueses del continente
nos ha facilitado bastante las cosas, pues la orientación es muy definida:
Lnnzarote y Portugal continental 1600-1640
CUADRO IV
Situación profesional
Mercaderes
Pilotos
Mareantes 2%
I l Labrador 1 1 ( 2%
No consta 1 22 1 44%
Total 1 SO 1 100%
Se observa un predominio muy claro de la actividad mercantil con
un 26% del total, seguido de los maestres de navío, que en tanto son
ellos los que contratan el avituallamiento y la carga de las embarcacio-nes,
de forma indirecta también están ejerciendo la actividad mercantil;
a continuación se sitúan otras dos profesiones relacionadas con el mar:
mqrnnntno .r 4 l n t n n C; n~iA;áanmno r r n n t o r r r n n m1 nl<mnrn Ac. l n a mor;nn-
I I I ~ " U I I C " 0 J y ' I V L V U . "1 yUVI"I>".II"U VVIICLU VV.. U I ll"lll"lV U" 'V., IIIUIII."-
ros de las embarcaciones, éste porcentaje se incrementan'a bastante, si
como el de los estantes, pero no es posible dado que sólo alguno de
ellos pasaba por el notario, normalmente el responsable del navío.
Es por 10 tanto un cuadro muy claro donde la actividad comercial
prima de forma relevante.
Sólo tenemos el caso de un labrador que pensamos no resulta en
absoluto representativo de la situación, sino que posiblemente no pudie-sen
acudir al escribano por sus circunstancias económicas; al margen
de que en el gran porcentaje de los que no consta su profesión pudiesen
estar incluidos los labradores o los que ejercían otra profesión menos
relevante desde el punto de vista socioeconómico, y de ahí su anonimato.
Este mismo labrador, Lázaro Furtado coloca a su hijo de 18 años a
soldada con otro labrador, Luis Martín, para que le sirva como mozo
durante un año, al término del cual le debe pagar 100 reales y 1 fanega
y media de trigo sembrado libre de costo30.
El predominio absoluto de los hombres del comercio y del mar refleja la
misma situaci6n que cuando anaíizábamos a ios iusitanos insuiaresji, aí
mismo tiempo resulta un factor asimilable a la capacidad de movimiento
bastante elevada, ya que cómo analizábamos en el apartado anterior la
mayoría de los portugueses en Lanzarote son estantes en un 50%, conse-cuencia
de la actividad económica que desempeñan: el comercio y el mar,
que les obliga continuamente a trasladarse de un lugar a otro.
308 Elisa Torres Santana
Destaca asimismo la ausencia de otras profesiones relacionadas con
actividades artesanales, cosa que en el caso de los madeirenses no se
producía, pues trabajos como los de: zapateros, sastres, carpinteros,
estaban representados en su organización3*.
Algunos portugueses en función de su capacidad económica y de la
posición social que habían alcanzado llegaron a desempeñar puestos de
confianza en las instituciones insulares, es el caso del ya mencionado,
Manuel Díaz Tavira, mercader procedente del Algarbe que llega a ser
Tesorero General de la Bula de la Sta. Cruzada, nombrado por la Justi-cia
y Regimiento de la isla33. A este mismo personaje, el capitán Juan
de Quintana alcalde mayor de la isla de Lanzarote y Padre de Huérfa- ,,
nos, le entrega a soldada a un chico de 16 años, Cristóbal, huérfano de -
p&o y mg&p, pzrz q g !~e sirviese h r ~ q ? ~&ñ .g; x&&r !p E
debía de pagar 96 reales, además de cuidarle, vestirle y alimentarle O
n
mientras duraba el contrato34.
-- m
O
E
E
2
E Las finanzas y el comercio -
3
Dada la importancia económica de estas actividades, no sólo para --
sus actores que las desempeñaban, sino también para la isla en general, 0
m
E hemos creído conveniente dedicarles un apartado específico. O El crédito constituía una fórmula habitual de trabajo de los portu-gueses,
ya en anteriores estudios hemos precisado como Lisboa n
constituía una plaza fundamental para el comercio y las finanzas del E a-archipiélago
canario35h, asta el punto de que un 91,6% de las letras expedi- l
das en Tenerife con destino a Gran Canaria se cambiaban en Lisboa36. n
n
Prueba de la existencia de ese tipo de transacciones es el
apoderamiento que el marqués de Lanzarote hace a dos mercaderes de 3
O
Lisboa: Fernán Rodriguez Pinto y Alvaro de Solís para que cobrasen en
dicha ciudad de Francisco Díaz Méndez de Brito, 1000 ducados de a 11
reales, que sobre él había librado Tomás Perera de Castro mercader de
Tenerife3', avecindado en la Laguna desde hacía 15 años en 1526,
casado y con una tienda a medias con Francisco Nuñez, según nos
refiere Pérez VidaP8. No será ésta la única ocasión en que este wersona-je
avale con su crédito operaciones que se realizan en la isla de
Lan~arote~~.
Ejemplo asimismo de la participación lisboeta en el crddito
lanzaroteño es el poder otorgado a Bartolomé de la Escalera por el
capitán Andrés de.,. sargento mayor de la isla canaria, para que pudiese
tomar a crédito en Lisboa 5500 reales a cambio, con su ganan~ia"~.
Lanzarote y Portugal continental 1600-1640 309
Los portugueses afincados en Lanzarote también trabajaban otros
préstamos de carácter más doméstico, destinado si no a financiar gran-des
negocios, si a sacar del apuro a los tomadores, son los que se
otorgan en algunas ocasiones entre ellos mismos, para resolver sus
asunto o arreglar sus cuentas4]. Unas veces aparecen como los dadores
de los préstamos4*, y otras como tomadores de pequeñas cantidades
destinadas a resolver un apuro concreto43, O para financiar una opera-ción
de importancia. Tal es el caso de Juan Masiel un vecino de Avero,
residente en Lanzarote, que se compromete a pagar a Antón Días 121 1
reales que le había prestado para pagar el derecho de quintos del gana-do
y frutos de la tierra que había llevado a Tenerife el año anteno?.
Observamos como de una forma o de otra los portugueses están
presentes en las operaciones de crédito que se generan en la isla de
Lanzarote y que en buena medida están orientadas a financiar ias ope-raciones
comerciales.
El comercio junto con la actividad financiera son las dos actividades
principales de los portugueses en la isla de Lanzarote desde el punto de
vista económico. Ya de por sí resulta bastante significativo que un 26%
de ellos fuesen mercaderes, pero además son frecuentes las huellas de
su actividad comercial en las escrituras notariales.
La tradición del comercio de Canarias con Portugal se remonta a la
Edad Media y en el siglo XVI, tras la conquista se intensifica para llegar
a su punto más álgido durante la Unión Ibérica. Era un comercio basa-do
tradicionalmente en la exportación de cereal y vino4s, mientras que
de los mercados portugueses se importaban las formas para el envasado
del azúcar y los recipientes y maderas para la fabricación de las pipas
de vino46.
Durante el siglo XVII la situación no se altera demasiado, pues Cana-rias
continúa enviando vinos, aprovechando la coyuntura ya que los
caldos madeirenses tenían una producción demasiado incipiente para
abastecer el mercado por tug~é s~D~e. la misma manera el producto
bgsico de importación desde las Canarias continuaban siendo las lozas
de A v e r ~ ~ ~ .
La isla de Lanzarote mantenía un contacto comercial directo con
Portugal continental. Era un comercio basado enteramente en la expor-isiCihnd
e ceisaji:es, pües la isla caiiai-;a coíisiUiiii Uaüt&i2t:,z o gia2erG49,
al tiempo que Portugal era deficitario en panes50.
Encontramos una serie de fletamentos de trigo, en navíos portugue-ses,
destinados a Lisboas'. Mientras que otros dos fletamentos en el año
1639, nos hablan del envío de 600 fanegas de trigo a SetAbaP2. Así
pues son los propios lusitanos los que transportan las mercancías, en
310 Elisa Torres Santana
sus navíos y las tratan directamente, con lo cual parece mantenerse la
tesis, ya esbozada, para la centuria anterior, de que ellos no utilizan
intermediario^^^.
También las embarcaciones y los comerciantes portugueses operan
en las aguas del archipiélago canario. Así por ejemplo los encontramos,
en virtud de dos cartas de fletamento, operando en Garachicos4 y tam-bién
en la isla de La Palmas5, en ambos se transporta trigo. Es posible a
su vez, que estos puertos isleños fuesen una escala previa antes de
tomar la derrota definitiva a Portugal. No sería nada extraño dada las
intensas relaciones que mantenía la isla de la Palma con Portugals6.
El interés de los lusitanos por el cereal lanzaroteño se pone de
manifiesto asimismo en otra operaciones de tinte comercial; por ejem-plo
" "1 liUe pieserlía el & ia cw.'oeia
"Santiago", Diego Nieto Pinsao, vecino de Sesimbra, para comprar el
trigo necesario para cargar su embarcación y pagar los quintos5'.
En el comercio interno de la isla continúan interesados en el mismo
producto, el cereal, pues en las operaciones de: ventas, obligaciones, y
cartas de pago, el objetivo es el. mismo, el trigo o la cebada. Así tene-mos
el caso de un vecino de Lanzarote, obligado a pagarle a un mercader
portugués, Diego Núñez 610 reales de plata por un ajuste de cuentas de
las mercancías que le había dado a vender, entre ellas trigo y cebadas8.
En el caso contrario y desde la distancia, son los vecinos de las islas los
que se ven obligados a apoderar a otros, para cobrar deudas de vecinos
portugueses, caso de Francisco Pegado vecino de Santarem que se ha-bía
llevado 50 fanegas de trigo para Setúbal y no había pagado su
importes9.
Aunque el cereal constituye su ocupación fundamental en el comer-cio
local de la isla participan en otras operaciones con mercancías
destinadas al consumo local. Es el caso de Manuel Díaz Tavira, merca-der
portugués 'con tienda propia, en la que vende: cueros vacunos,
curtidos60 y lienzos6'; con él aparecen endeudados los vecinos que les
había hecho compras.
Ocasionalmente los mercaderes portugueses de Lanzarote aparecen
implicados en otras operaciones de importación de azúcares de Brasilb2,
apmvec~im~siüñ bu& fa püsici&, de las -arias en la de Amé+
ca, o de Cabo Verde a donde envían cereales, si bien elaborados, como
el es caso de la harina, vino y brea63.
El comercio de importación con Portugal les ocupa menos, pues en
$610 una ocasi6n hemos encontrado referencias directas con él", y no
se nos especifica que tipo de mercancías traían en el navío "El Valien-te",
cuyo maestre era un inglés Ransel Morson.
Lanzarote y Portugal continental 1600-1640 31 1
Los mercaderes y hombres de mar portugueses en la isla de
Lanzarote participan asimismo en función de su cualificación el comer-cio
exterior de la isla, que no son propiamente lusitanos, caso de Cádif5,
si bien de forma indirecta, en este caso, pues la nave que nos ocupa se
vio obligada a ambar a Lanzarote por una tempestad.
El negocio de la venta de barcos no escapaba tampoco a su campo
de acción; así tenemos a Felipe Martos Franco, natural de Setúbal ven-diendo
la carabela "Ntra. Sra. de la Piedad a un vecino de la isla de
Gran Canaria; el precio fue de 3.070 reales de plata66. También los
navegantes portugueses prestaban sus servicios a los vecinos de
Lanzarote, tal como hace Baltasar González Pallano, que recibe de los
señores Marqueses, a través de su apoderado, Diego de Bnto y Lugo, la
carabela de 20 tn. "Los Fieles de Dios" para administrarla como piloto
y maestre". Esta misma embarcación será la que meses después se
dirija a Cabo Verde con el cargamento que antes mencionábamos de:
harina, vino y brea.
El próximo cuadro nos sirve para ilustramos sobre la procedencia de
los maestres y capitanes, la tipología de los navíos y sus destinos; sin
erihiirtrg~ c;ueremes hace: hinca,-iC en e! hechc de que pensames que
era una serie incompleta, pues hay muchos años en que teóricamente no
se produce ninguna expedición, lo cual nos resulta muy difícil de creer,
dada la dinamicidad que se muestra en las relaciones comerciales de
unas islas con otras a través del crédito. Pensamos que más bien, se
debe a una inasistencia de los mercaderes implicados y de los comer-ciantes,
al registro notarial.
En el capítulo de la actividad comercial debemos destacar también
la existencia de un comercio de esclavos, en el cual los portugueses se
muestran particularmente interesados. Esta es una cuestión suficiente-mente
conocida ya68, en la cual no vamos a incidir en demasía, sino
simplemente nos limitaremos a exponer el número de intervenciones
registradas. En total hemos contabilizado 8 operaciones de compraven-ta
de esclavos en las cuales los portugueses procedentes del Portugal
continental, aparecen implicados, unas veces vendiendo69 y en otras
aduiriéndolos, como el ya mencionado mercader Manuel Días Tavira70.
Quizás lo más sobresaliente de estas operaciones sea que el merca-der
Manuei Díaz lavira demuestra ser poseedor de 4 esciavos, todos
varones, a los que unas veces adquiere y otras vende; así sucede con un
mulato, Mateos de 20 años, que remitió desde Lanzarote a Francisco
Manito regidor de la ciudad de Cádiz en la saetía de Lucas Fabián7'. De
esta forma se demuestra que la isla canaria no era sólo un mercado receptor
de esclavos, sino que en ocasiones podía actuar como redistribuidor.
3 12 Elisa Torres Santana
CUADRO V
Relación de las embarcaciones utilizadas por los portugueses
en el comercio de Lunzarote
Bait. Díaz
Fco. Montero
st. Roc a
Bal. Gómez
Pallano.
Tomé Pérez
Fco. Rdquez.
Branco
Feli. Martín
Fc. Alvarez
Colleras
Ant. María
D. Nieto
Pinsao
Mel. Dguez.
Total
Vecino
1 Bautista 1
II 1 N. S. de la 1 , -
Esposende
Oporto
Lisboa
Portugal
Setúbal
Peniche
Lisboa
Setúbal
1 1 Piedad 1 1
Portugal 1 1 N. S. del - 1 Brasil
Profesión
1 1 Libramento 1 1 11 1 capitán 1 S. Juan 1 nao 1 Setúbal
maestre
"
maestre
y piloto
maestre
VI
I
18
Nombre nav.
N. S. de la
Piedad
Santiago
N. S. del
Rosario
San Juan
San José
Los Fieles
de Dios
N. S. de la
Piedad
San Juan
Sesimbra
Curioso resulta asimismo el caso de una negra, Isabel de 15 años
Tipo
Sesirnbra
cuyo pago sirve para amortizar dos deudas contraídas para pagar sen-dos
entierros, el de Antonia León y el de Pascual de L~go'~.
TL u,,a y,AuAir .u.-g.u., ca"c,a, u,*:,.:,:,i igiiiaiiua uA-611 r~,,*:,,,u+, i iui i c i i,p,A~:a,:,,, ~ir iupaii m , 1, :n1, A, 611 la ixa u6
Lanzarote en todo tipo de operaciones comerciales, que tienen por su
ámbito los distintos niveles del comercio: insular, local y exterior; lo
hacen tanto en las operaciones que implican una inversión corta y un
riesgo mínimo, como en las grandes operaciones del comercio exterior,
que supone un riesgo mayor y sobre todo una inversión más considera-
Dest.
navío
,
-
carabela
,
navío
maestre
Cádiz
Cabo
Verde
Tenerife
Lisboa
Cádiz
Cabo
Verde
Tenerife
II
N. S. de la
Piedad
1'3
Evangelista
Santiago
"
carabela
La Palma
Portugal
Lanzarote y Portugal continental 1600-1640 3 13
ble. También demuestran un alto grado de implicación en las mismas
ya que son ellos directamente los que ejecutan las operaciones.
El objeto con el cual ellos mercadean es fundamentalmente el ce-real,
pero sin desdeñar la oportunidad de hacer negocio con otros
productos, como los esclavos, cueros y la sal, pero en menor medida.
Otros aspectos de la vida de los portugueses en Lanzarote
El comportamiento colectivo de los madeirenses en la isla de
Lanzarote no resultaba diferente del resto de los isleños, como ya indi-cábamos
en un trabajo anteri~r'~s,i bien apuntábamos la posible
existencia de una diferenciación socioeconómica posibilitada por las
vcup~cior?esY e !^S ~YIP~OESPS.
En el caso de los portugueses continentales vemos que nuestra hipó-tesis
se refuerza dada la ocupación mercantil de la mayoría de ellos y
su cualificación profesional que les orienta hacia las actividades rela-cionadas
con el mar, lo cual les permitía un salario más alto y por
consiguiente una elevación del nivel de vida.
NO se aprecian mayores variaciones dada su formación catóiica, io
cual les beneficia para no ser considerados extranjeros, poder
avecindarse con facilidad y no sufrir las inspecciones de la Inquisición,
que recibían los demás comerciantes que no profesaban esta religión74.
No obstante dado el período cronológico que abarca nuestro estudio,
tampoco debieron tener mayores problemas en este sentido, ya que
funcionaba la unión política entre ambos reinos.
Como tales mercaderes que eran en su mayoría se veían inmersos,
en ocasiones, en conflictos que tenían su origen en el desempeño de su
profesión; así por ejemplo el pleito del mercader portugués Manuel de
Sosa contra María Díaz, una vendedora de Lanzarote por el valor de
~ f i nrz jYn -a de vinn niip ~ f i ? r ~ onahra c ~ ive n?^, y ne !z h&f ~C &rde75. -- Y-- o- r-- u-
Aunque podía suceder que su encuentro con la justicia no estuviese
siempre marcado por intereses profesionales, como le sucedió a Juan
Báez marido de Catalina Gamorra, que se querelló por adulterio contra
ella, por el delito de deshonra y luego la perdona76. Es éste un problema
propio de la condición humana, y por lo tanto no marca ningún rasgo
diferenciatior.
Las relaciones entre Lanzarote y Portugal también aparecen
enmarcadas en otros contextos, como por ejemplo el sanitario, pues los
vecinos de la isla que tenían medios económicos se trasladaban a Portu-gal
a curarse de sus enfermedades. Es el caso de Tomás Marín de
3 14 EIisa Torres Santana
Cubas, beneficiado de Lanzarote, que tenía llagas en la pierna y necesi-taba
buenos cirujanos que en la isla no había77. Asimismo quiere
aprovechar su estancia para graduarse de licenciado.
Resulta también significativo el caso de los portugueses que
afincados en Lanzarote necesitan apoderar a alguién para cobrar las
deudas y bienes que han dejado atrás; en estos casos se trata de heren-cias
que tienen que percibir en sus puntos de origen, su vecindad en
Lanzarote, implica ya una estancia si no definitiva, al menos duradera y
por ello se apresuran a recuperar sus bienes portugueses. Así le sucede
a Cosmo Díaz natural de Tomar y a María de León su mujer,
avecindados en Lanzarote, que apoderan a su hija.
Luis de Leh, asimismo avecindado en la dicha isla, para que cobra- ,,
D
se los bienes heredados de sus padres en Portugal: tierras, casas, viñas E
,- 1- ,,,,,,, 2, C: ,., .,#.7R
GII la LUIIIOIL~ UG I I ~ U G I U ~ . u
Esa misma tendencia a instalarse definitivamente es la que muestran n-- m
otros, con la suficiente capacidad adquisitiva para ello, que compran O
E
sus casas en la isla canaria. Así Manuel Díaz Tavira adquiere en E
2
Teguise, en la calle Real unas casas bajas terreras, con sus palacios, -E
cocinas, y corral, por el precio de 100 ducados de a 11 reales79.
En definitiva podemos concluir afirmando que la presencia de por- 3
-
tugueses procedentes del continente en la isla de Lanzarote fue constante -
0
m
y continua durante el período que nos ocupa. Su origen estaba situado E
en toda la franja costera del litoral portugués, desde donde marchaban a O
Canarias. Llegan a constituir un 15% de la población insular. n
Su importancia no será sólo numérica sino también cualitativa, dado -E
que el desempeño el comercio será la principal ocupación que ejerzan a
2
en la Isla. También las profesiones relacionadas con la actividad marí- n
tima, ocuparan su vida activa. La actividad comercial, a sus tres niveles: n
interna, interinsular y exterior, les permitirá participar en todo tipo de O3
operaciones financieras y mercantiles. Es más destacan también porque
-11,- -l..-,, ..lL,,+,,,,+, ,,+,, ,i,.t:.i:,4nAao :i.ta.irrraA:n4nn
CJCILCII Cl lU3 ~ 1 1 1 3 1 1 1U~I~I c u a u t c u w G ~ L aQu I~v l u a u G a , al11 IIILGLLIIGULCULUJ.
El comercio y las finanzas les permitirá establecer unas redes de
crédito que tienen su origen en el exterior del archipiélago, caso de
Lisboa, de las que ellos participan abiertamente.
Las actividades que mayoritariamente desempeñan les obligan a
un continuo trasiego de un puerto a otro y ello incide en que no
muestran una tendencia a establecerse definitivamente en la isla ca-naria.
Es más el régimen señorial de ésta, posiblemente les
determinaría actuar así.
Finalmente su comportamiento no va a mostrar excesivas diferen-ciaciones
con el resto de los habitantes de la Isla, a no ser porque
íauarote y Porrugal continental 1600-1640 315
debían de tener un régimen de vida más elevado, dado la actividad
económica que ejercían.
1. PÉREZ VIDAL, J.: Esbozo de un estudio de la influencia portuguesa en la
cultura tradicional canaria. "Homenaje a Elías Sena Rafols" T. I., Laguna, 1970, pp.
371-390. Y los portugueses en Canarias. Portuguesismos. Las Palmas, 1991.
2. VIERA Y CLAVIJO, J. de: Noticias de la Historia General de las Islas Cana-rias,
2 T., Santa Cmz de Tenerife, 1967.
3. LOBO CABRERA, M. y MART~N SOCAS, M.: Emigración y comercio entre
Madeira y Las Canarias en el siglo xvr, "Boletim do Instituto Histórico da Ilha Terceira",
T. XLI, Angra, 1983, pp. 679-701.
TORRES SANTANA, E.: Las relaciones comerciales entre Madeira y las Canarias
orientales en el primer cuarto del siglo xvrr. Una aproximación a su realidad histórica,
"1 coloquio de Historia internacional de la Madeira", (1986), Funchal, 1989, pp. 846-877.
4. GENTIL DA SILVA, J.: Les canariens compagnons des portugueis, "V Colo-quio
de historia Canario-Americana" (1982), Las Palmas, 1985, T. 1. pp. 9-21.
MATOS, A.T.: Las relaciones de las Azores con la América española y las Cana-rias
durante los siglos XVI Y XVU, "V Coloquio de historia Canario-Americana", (1982),
T. 1, 2: parte, Las Palmas, 1985, pp. 723. 744.
LOBO CARRERA, M.: "Gran Canaria y los contactos con las islas portuguesas
atlánticas: Azores, Madeira, Cabo Verde y Sto. Tome", "V Coloquio de historia Cana-no-
Americana" (1982), T. IV, Las Palmas, 1985, pp. 311-334.
VIEIRA, A.: "El comercio dos cereais das Canarias para a Madeira os sechlos xvi-xvi~
I", "VI Coloquio de Historia Canario-Americana", (1984). T. 1. Las Palmas, 1988
pp. 325-352.
VIEIRA, A.: As conexoes canarios-madeirenses nos seculos xvi-xvii ''Vil1 Colo-quio
de Historia Canario-Americana" (1988), Las Palmas, 1991, pp. 865.
5. Dónde además de los articulas mencionados en la cita tres. tenemos: LOBO
CÁBiZoiiA, M.: %a nistoria de ias isias Canarias Madeira", "ii Zoioquio de Kisiona
internacional de la Madeira" (1989), Funchal, 1990, pp. 531-546.
LUXAN MEL~NDEZ, S. de: Islas adyacentes (Madeira y Azores) y plazas pomi-guesas
del N. de Africa, Canarias y la Baja Andalucía ante la Restauración portuguesa,
"il Coloquio de Historia Internacional de la Madeira" (1989), Funchal, 1990, pp. 621-636.
FAJARDO ESP~NOLA, F.: Azores y Madeira en el Archivo de la Inquisición
canaria (Nuevas aportaciones) "Ii Coloquio de Historia Internacional de la Madeira"
(1989), Funchal, 1990 pp. 663-684.
316 Elisa Torres Santana
ANAYA HERNÁNDEZ, A.: "Una comunidad judeoconversa de origen portugués
a comienzos del siglo xvi", "11 Coloquio de Historia Internacional de la Madeira"
(1 989), Funchal, 1990, pp. 684-7 1 1.
TORRES SANTANA, E.: el comercio de Gran Canaria con Cabo Verde a princi-pios
del siglo xvri. "11 coloquio de Historia Internacional de la Madeira" (1989),
Funchal, 1990, pp. 761-778.
6. RAVINA MART~NM, .: Riesgos marítimos en la Carrera de Indias, "Docu-mentos
y Archivos de la Colonización española", La Rábida, 1979, pág. 105.
7. TORRES SANTANA, E.: El comercio de las Canarias orientales en tiempos de
Felipe 111, Las Palmas, 1991, pág. 356.
8. LOBO CABRERA, M.: Grupos humanos en la sociedad canaria del siglo xvr,
Las Palmas, 1978, pág. 25.
9. LOBO CABRERA, M.: La esclavitud en las Canarias orientales en el siglo XVI
(negros, moros y mariscos), Las Palmas, 1982, pág. 102 y SS.
10. TORRES SANTANA, E.: Lanzarote y Madeira durante el Unión Ibérica, a
través de la documentación notarial, "111 Coloquio de Historia Internacional de la
Madeira" (1992). En prensa.
11. En esta misma línea de actuación en estos momentos estamos dirigiendo una
tesinas sobre: la esclavitud en Lanzarote 1600-1650 y dos tesis doctorales: Lanzarote
en el siglo xvii y El clero en Lanzarote durante el Antiguo Régimen.
12. ANAYA HERNÁNDEZ A.: "La invasión de 1618 en Lanzarote y sus repercu-siones
socieconómicas", "IV Coloquio de Historia Canario-americana", (1984), Las
Palmas, 1987, pp. 191-224.
13. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Alberto, n." 2726, f. 190 rto.-191 rto. "Es un
poder de Mateo Pallano a Francisco Montero, ambos portugueses, residentes en
Lanzarote, para cobrar a un vecino de La Palma, Gaspar Pérez, 596 reales que le debe
de trigo.
14. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Albertos, n." 2727, f. 433 rto.-434 vto.
15. A.H.P.L.P., Juan de Ascanio, n." 2740, f. 30 vto. Su estancia en Lanzarote es
producto de una escala en el viaje que desde Sto. Tomé realiza a Portugal. Otorga a
tributo perpetuo para la mencionada capellanía 2.000 reales con la condición de que
no se vendiera, traspasara o enajenara.
16. A.H.P.L.P., Salvador de Quintana, n.O271, f. 234 no.-vto.
17. LOBO CABRERA, M.: Lanzarote en el siglo xvi. Noticias históricas. "11 Jor-nadas
de Historia de Lanzarote y Fuerteventura" pág. 293.
18. ANAYA HERNANDEZ, A.: La invasión de 1618 ... art. cit. pág. 202.
19. ANAYA HERNÁNDEZ, A.: La invasión de 1618 ... art. cit. pág. 211.
20. A.H.P.L.P., Francisco Amado, n." 2.722, f. 459 rto.-460 rto.
21. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Albertos, n." 2.730, f. 457 vto.-459 vto. El
apoderado es uno de los principales personajes de la isla, el capitán Diego de Brito y
Lugo, familiar del Sto. Oficio de la Inquisición y apoderado de los señores de la isla.
22. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Albertos, n." 2.724 f. 22 vto.-23 vto. Recibe
un poder de Francisco Sufía otro mercader también residente en Lanzarote.
23. A.H.P.L.P., Tomás de Ganzo, n." 2.725 f. 588 no.-589 rto. Nombramiento que
le hace la Justicia de la isla como Tesorero de la Bula de la Sta. Cruzada.
24. A.H.P.L.P., Tomás de Ganzo, n." 2.725 f. 308 rto.-vto. Es una obligación que
tiene contraída con él, Gaspar Peraza Bermúdez.
25. A.H.P.L.P. Francisco Amado, n." 2.724, f. 700 rto.vto. Firma un contrato de
soldada para recoger en su casa un mozo de 16 años.
Lanzarote y Portugal continental 1600-1640
26. LOBO CABRERA, M.: Grupos humanos ... op. cit., pág. 27.
27. PÉREZ VIDAL, J.: Los portugueses ... op: cit., pág. 5 1.
28. Idem. pág. 51 y ss.
29. Ibídem, pág. 20.
30. A.H.P.L.P. Juan de Ascanio, n." 2.739, f. 251 vto.-252 rto.
31. TORRES SANTANA, E.: Lanzarote y Madeira ... art. cit. En prensa.
32. Idem. En prensa.
33. A.H.P.L.P., Tomás de Ganzo, n." 2.725, f. 588 rto.-589 rto.
34. A.H.P.L.P., Francisco Amado, n." 2.724, f. 700 rto.-701 rto.
35. TORRES SANTANA, E.: Sevilla motor financiero del comercio canario. 1600-
1625. "11 Jornadas de Historia de Andalucía", en prensa.
36. TORRES SANTANA, E.: El comercio de las Canarias ... op. cit., pág. 68.
37. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Albertos, n." 2.726,f. 187 rto.-188 rto.
38. PÉREZ VIDAL, J.: Los portugueses en ... op. cit., pág. 51.
39. A.H.P.L.P., Juan de Figueroa, n." 2.721, f. 241 no.-243 rto. En esta ocasión lo
hace con otro mercader portugués Juan Masiel, que recibe 1.645 reales de plata caste-llanos
del lugarteniente del marqués, D. Diego de Brito y Lugo, en 117 fanegas y
media de trigo avaladas por Tomás Perera a razón de 14 reales fanega. El dinero se lo
entregó para pagar los derechos de quintos y sacar el trigo de la isla.
40. A.H.P.L.P., Juan de Ascanio, n." 2.740, f. 59 no.-60 rto.
41. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes alberto, n." 2.727, f. 51 rto.-52 vto. Dos
portugueses, uno de la villa de Peniche (Portugual) Luis Gonzilez Pallano, y el otro
residente en Lanzarote, Juan Fernández Potalegre, se conciertan en 339 reales de plata
castellanos que el primero debía de unas cuentas que habían tenido.
42. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes albertos, n." 2.730, f. 412 rte.-vto. Baltasar
Correa debe a un portugués residente en Lanzarote, Andrés Gómez 450 reales que le
había prestado; hipoteca para la seguridad de la operación un ganado de 50 cabras y 3
camellos.
43. A.H.P.L.P., Luis rodríguez Fleitas n.' 2.724, f. 244 rto.-246 vto. Son 500 reales
los adecuados por Melchor de Sosa Perera, mercader de origen portugués, a María
Robaina viuda de Gaspar Barreto.
44. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Albertos, n.' 2.730 f. 283 vto.-284 vto. Hipo-teca
las 120 reses que lleva en el navío y se obliga a pagar en 8 dias a 2 reales y 112
por cada res "cabruna" como "ovejuna", más 100 reales.
45. LOBO CABRERA, M.: El comercio canario-europeo bajo Felipe 11, Funchal,
1988, pág. 169.
A L TAa- -Ln 717.
.TU. lUU11, Y-6. LII r
47. TORRES SANTANA, E.: El comercio de las Canarias ... op. cit., pág. 366.
48. Idem, pág. 366.
49. LOBO CABRERA, M.: Lanzarote en el siglo XVI. Noticias históricas. "11 Jor-nadas
de Historia de Lanzarote y Fuerteventura", pág. 294.
50. LOBO CABRERA, M.: El comercio canario-europeo ... op. cit.. pág. 169.
51. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Albertos, n." 2.726 f. 188 vto.-189 vto. La
nao "San han" de Mateo Paiiano y Francisco Montero, maesne y piioto respectiva-mente,
ambos portugueses, lleva trigo y cebada a Lisboa.
52. A.H.P.L.P., Luis Rodríguez Fleitas, n." 2.741, f. 36 no.-39 vto. Uno de ellos es
el de "San Juan" por cuenta del capitán Antonio de María.
A.H.P.L.P., Luis Rodríguez Fleitas, n." 2.741, f. 46 rto.40 vto. También en la
misma embarcación y con el mismo personaje van otras 300 fanegas más.
318 EIisa Torres Santana
53. LOBO CABRERA, M.: El comercio canario-europeo ... op. cit., pág. 198.
54. A.H.P.L.P. Gaspar de los Reyes Albertos, n." 2.727, f. 248 no.-249 rto. En el
"Ntra. Sra. de la Piedad", el maestre Tomé Pírez natural de Lisboa fleta su navío a
Juan Cabrera Sanabria familiar del Sto. Oficio, para que cargase todo el trigo que
pudiere para Garachico (isla de Tenerife).
55. A.H.P.L.P. Luis Rodriguez Fleitas, n." 2.742, f. 106 rto.-108 rto. Melchor
Rodríguez Nieves maestre del "Ntra. Sra. de la Piedad.2, se la fleta a Domingo de
Figueredo mercader portugués para llevarlo con 500 fanegas de trigo.
56. PÉREZ VIDAL, J.: Los Portugueses ... op. cit., pág. 47 y 48.
57. A.H.P.L.P., Juan de Ascanio, n." 2.740, f. 62 rto. 63 rto.
58. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Albertos, n." 2.727, f.45 170.-46 rto.
59. A.H.P.L.P., Juan de Ascanio, n." 2.740, f. 55 vto.-57 no.
60. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Albertos, n." 2.727, f. 35 vto.-36 vto. Salvador
Gonzáiez un zapatero de Lanzarote le debe 950 reales por la compra de los citados materiales.
61. A.H.P.L.P., Tomás de Ganzo n." 2.725, f. 308 no.-vto. Gaspar Peraza Bermúdez
le debe 27 reales de plata por 6 varas de lienzo.
62. A.H.P.L.P., Juan Tomás Ganzo, n." 2.733, f. 450 rto. 451 vto.
63. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Albertos, n." 2.727, f. 434 rto.-436 rto.
Bartolomé González Pallano de Peniche recibe del gobernador de la isla Diego de
Brito y Lugo, lugarteniente de los marqueses, 101 sacas de harina, 11 pipas de vino y
40 cajones de 1/2 de brea.
64. A.H.P.L.P., Bernardo de Balbuena, n." 2.738, f. 90 rto.-vto.
65. A.H.P.L.P.; Gaspar de los Reyes Albertos, n." 2.724; f. roto.
66. A.H.P.L.P., Juan Tomás de Ganzo, n." 2.733, f. 454 rto.-455 vto.
67. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Albertos, n." 2.726, f. 34 vto.-36 rto.
68. LOBO CABRERA, M.: La esclavitud en las Canarias ... op. cit., VIEIRA. A.:
Os escravos'no arquipi6lago da Madeira. Séculos xv a xvrr. Funchal, 1991.
69. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Albertos, n." 2.730, f. 532 rto.-vto. Se vende
al escribano Francisco Amado una negra llamada Angela, de 18 años por el precio de
1 .O00 reales.
70. A.H.P.L.P., Tomás de Ganzo, n." 2.725 f. 89 vto.-90 vto. Le compra a Gaspar
Perdomo un negro de 26 años, Antón. quién a su vez había sido adquirido en La
Madeira a Manuel Díaz Araña, mercader; lo compra por 600 reales.
71. A.H.P.L.P., Juan Tomás de Ganzo n." 2.731, f. 234 rto.-vto. Apodera al regidor
de Lanzarote, Salvador Clavijo para que pueda cobrarlo.
72. A.H.P.L.P.; Francisco Amado n." 2.724 f. 481 rto.482 rto. La negra era ladrona,
borracha, huidora, lo cual nos explica el bajo precio alcanzado en la venta, s61o 552 redes.
73. TORRES SANTANA, E.: Lanzarote y Madeira ... art. cit. En prensa.
74. PÉREZ VIDAL, J.: Los portugueses en ... op. cit., pág. 47 y 48.
75. A.H.P.L.P., Juan de Ascanio n." 2.739, f. 284 rto.-285 vto. Juan Perdomo
Pascua1 un labrador avecindado en Lanzarote se hace cargo de la deuda.
76. A.H.P.L.P., Juan de la Higuera n." 2.726, f. 212 rto.-vto. Garantiza que "ni
ahora ni nunca procederá contra ella por ese delito".
77. A.H.P.L.P., Gaspar de los Reyes Albertos n." 2.726, f. 440 rto.-vto. Apodera a
Francisco Hidalgo, Francisco déniz y a Cristóbal Martín de Aguiar, para que en su
nombre soliciten permiso al Obispo de las Islas por dos años y medio, y para que
nombre otro beneficiado en su ausencia.
78. A.H.P.L.P., Francisco Amado n." 2.724 f. 499 rto. 502 vto.
79. A.H.P.L.P., Amado Francisco n." 1.724, f. 444 vto.445 rto.