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1538 JUAN PULIDO Y DALIA ÍÑIGUEZ EN LA VIDA Y EN EL ARTE A AMBOS LADOS DEL ATLÁNTICO Isidoro Santana Gil Juan Pulido Rodríguez (Las Palmas de Gran Canaria, 1891- México, 1972) Juan Pulido Rodríguez nació en Las Palmas de Gran Canaria el 18 de junio de 18911 en un ambiente familiar propio de la época. Desde muy joven él y sus hermanos sintieron vocación hacia todo lo artístico. Sus estudios musicales comenzaron en su ciudad natal en la Academia de la Sociedad Filarmónica con el maestro Bernardino Valle,2 aunque creemos que su participación en otras sociedades de la época como fue la extinta Sociedad Los Doce a la que perteneció desde sus orígenes, hizo que también pudiera adquirir algunos conocimientos musicales con Agustín Hernández Sánchez o Andrés García de la Torre. Es en estas sociedades donde tuvieron lugar sus primeras actuaciones, debutando en un concierto organizado por la Sociedad Filarmónica y celebrado con motivo de la festividad de Santa Cecilia en la noche del 22 de noviembre de 1912 (fig. 1), en donde interpretó el bolero de Buzzi-Peccia titulado Lucía y la Trova gitana de F. Alonso.3 La prensa destacó de Juan Pulido su agradable voz y que se podría esperar más y bueno de él en un futuro próximo.4 También para mediados de diciembre de ese mismo año se anuncia un nuevo concierto de la Filarmónica en el que tomarán parte, entre otros, María Suárez Fiol, Adela Súnico y Navarro, Pedro Raventós y Juan Pulido.5 De nuevo la crítica aparecida en la prensa del momento destacó las facultades que para el canto tenía el joven Pulido.6 Pero no sólo participó en las actividades de la Filarmónica sino que también lo hizo en otras asociaciones afines o en actos culturales y artísticos a los que se le invitaba. Entre estos destaca la celebración de la fiesta a beneficio del actor Leandro Martín, que se encontraba enfermo y sin recursos en nuestra ciudad. El programa constaba de la puesta en escena de la zarzuela La banda de trompetas con texto de Arniches, varias romanzas por el barítono Isidro Brito y el entremés La pitanza. La orquesta estaba dirigida por Agustín Hernández. Juan Pulido interpretó el personaje de “Cara bonita” en la zarzuela de Arniches y la prensa se deshace en elogio para nuestro barítono,del que no sólo destacan su voz sino también su desenvoltura y gracia en el escenario.7 Días más tarde, el 29 de octubre de 1914, la sociedad Nuevo Fomento organizó a su beneficio en el teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria una velada músico teatral a cargo del cuadro de declamación de la sociedad Círculo de Amistad, en donde se pondrá en escena el entremés El truqui y la zarzuela La banda de trompetas. Además, el programa se completa con la interpretación de varias canciones cantadas por Juan Pulido, que aparece acompañado al piano por Agustín Hernández.8 De nuevo, el 24 de enero de 1915, figura en el programa del concierto que la Sociedad Filarmónica de Las Palmas preparaba en el Teatro Pérez Galdós, en donde interpretó en la primera parte la Trova de Lindajara con letra de Cristóbal de Castro y música de Francisco Alonso y en la segunda la canción española de F. M. Álvarez El canto del presidiario. El numeroso público asistente premió al intérprete con fuertes aplausos, ya que la ejecución de estas piezas fue de su agrado. La crítica del momento alabó la voz de nuestro barítono.9 Algo Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1539 parecido ocurrió en la velada organizada por la sociedad Los Doce de la capital grancanaria en abril de 1916, en donde el barítono Pulido interpretó la romanza de Puck de la zarzuela Las golondrinas de Amadeo Vives y el dúo de Maruxa del mismo autor junto a la joven Ana Ferrera, que debutaba en esa ocasión.10 Durante los próximos tres años, el joven Juan Pulido tiene que cumplir con el servicio militar obligatorio, licenciándose con el grado de sargento del cuerpo de sanidad militar.11 Reaparece el 4 de marzo de 1920 interviniendo en la puesta en escena de la zarzuela de costumbres canarias Folías tristes del compositor canario Santiago Tejera Ossavarry (fig.2),12 que se venía ensayando desde principios de año,13 en donde interpreta el papel del criado del Sr. Antonio, padre de Elvira la protagonista, junto a otros conocidos intérpretes isleños como Ana Suárez Quesada, María Santaella, Néstor Doreste, Manuel del Toro, José Rodríguez Iglesia e Isidro Brito.14 El éxito de la representación fue enorme tal, y como lo resalta la prensa del momento,15 llegándose a programar nuevamente días después a beneficio de la Cruz Roja y otras instituciones de caridad.16 Una tercera representación tuvo lugar el 13 de mayo de ese mismo año17 y la crítica destaca nuevamente a nuestro barítono en el papel de campesino local.18 El éxito de esta representación hace que se comience a ensayar la zarzuela La hija del Mestre del mismo autor y por el mismo elenco artístico, estando previsto su estreno para fines de junio próximo.19 Por diversos motivos se fue atrasando su estreno y en julio de ese año la prensa señala que los ensayos se han reanudado,20 pero no tenemos constancia de su puesta en escena. Entre tanto Juan Pulido continúa actuando en recitales varios, como el celebrado en el Circo Cuyás la noche del 7 de mayo de 1920 a beneficio de la cantante teldense Maruca Santaella para recaudar fondos para que pueda proseguir sus estudios musicales en el Conservatorio de Madrid.21 En el programa interpretó la romanza de Las Golondrinas de Usandizaga y el dúo de Maruxa de Vives en unión de la homenajeada, y en ambas estuvo acompañado por el pianista Federico Quevedo.22 La prensa destacó todo el programa y en especial estos dos números.23 En el celebrado en el Hotel Metropol a beneficio de los Centros Católicos obreros el 9 de ese mismo mes y volvió a interpretar el dúo de Maruxa con Maruca Santaella, esta vez acompañado al piano por Agustín Hernández, y la canción de J. Tabuyo Mi pobre reja, que abrió el programa.24 Como siempre, la crítica no escatimó elogios para todos los participantes.25 También participó en el concierto a beneficio de la cantante Micaela Rodríguez para ayudarla a completar sus estudios musicales, en la noche del 17 de junio en el salón de actos del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, en el que interpretó el monólogo de La tempestad, que fue muy aplaudido por el público al cantar con perfecta afinación y sentimiento.26 Nuevamente junto a Maruca Santaella dio dos recitales en Tenerife, en el Teatro Leal de La Laguna, el 23 de septiembre de 1920 acompañados por Federico Quevedo y el tinerfeño Luis de Armas. Los dos cantantes grancanarios fueron recibidos con grandes muestras de cariño y aplausos que se repitieron al finalizar el dúo de Aida de Verdi, que se vieron obligados a visar varias veces ante la insistencia del público. Pulido cerró su actuación con la romanza “Caminar, caminar” de la zarzuela Las golondrinas de Usandizaga, que era su gran XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1540 éxito popular. La prensa de Las Palmas se hace eco de la tinerfeña afirmando que es una artista sin adjetivos, un maestro de la escena lírica.27 Este concierto se repitió con igual éxito en Las Palmas de Gran Canaria en la fiesta de las regatas de octubre organizadas por el Real Club Náutico de esta capital en su local social.28 Los últimos conciertos de Juan Pulido en Las Palmas de Gran Canaria antes de marcharse para América se celebraron en el Teatro Circo del Puerto junto a Micaela Rodríguez, Isidro Brito, Juan Arencibia y Federico Quevedo en la noche del 30 de octubre de 1920, y fueron organizados por la sociedad Los Doce y la sociedad de Arte del Teatro 1º de Mayo. Nuestro barítono interpretó en su concierto de despedida varios números como fueron la canción andaluza de J. Tabuyo Mi pobre reja y “Caminar, caminar” de Las golondrinas de Usandizaga, ambos números fueron acompañados al piano por Federico Quevedo.29 Días más tarde, el 5 de noviembre, se volvió a repetir este programa en el Teatro Circo de Arucas.30 Al finalizar el concierto los artistas y sus amistades fueron al Casino de dicha localidad norteña, donde Juan Pulido interpretó algunas canciones, al igual que el Sr. Bellini.31 El último de ellos tuvo lugar días después en los salones de la Sociedad Fomento y Turismo de la capital grancanaria en la que tomó parte el barítono Néstor de la Torre.32 Juan Pulido abandona Las Palmas de Gran Canaria a finales de 1920 y, como muchos canarios, pone rumbo a Cuba en busca de mejoras. Allí se establece como empleado en una casa comercial de La Habana, trabajo que alterna con sus estudios musicales en la capital caribeña.33 El 18 de noviembre de 1920 embarcó para la capital cubana el también barítono grancanario Néstor de la Torre,34 quien rápidamente entra en contacto con los canarios allí residentes.35 Juan Pulido, conocedor de las excelentes dotes de Néstor, no sólo como cantante sino como profesor, entraría a formar parte como alumno suyo en la academia que éste instaló allí (fig.3).36 Fueron tantos sus progresos como cantante, que pronto famosos compositores cubanos como Gonzalo Roig, Falcón o Mauri entre otros, lo animan y estimulan para que continúe con sus estudios y dándose a conocer lo antes posible a la sociedad habanera. Estos compositores lo ponen en contacto con algunas sociedades culturales y artísticas del momento que lo incluyen en los programas de actuaciones.37 Poco a poco va entrando en los ambientes artísticos de La Habana y conoce al director de cine Ramón Peón, que lo incluye en dos películas mudas, Aves de paso y Casados de veras. Con ellas obtiene un gran éxito como actor y animado por su ya amigo el director Ramón Peón da el salto a los Estados Unidos.38 Juan Pulido se establece en Nueva York y alterna su trabajo en una empresa como contable con su oficio de cantante.39 A las pocas semanas de llegar se presenta como cantante en el teatro Rialto de la capital neoyorkina el 7 de octubre de 1923, obteniendo un gran éxito entre la colonia hispana residente allí. Ante este éxito es contratado para la zarzuela La cara de Dios, que se estrena el 25 de noviembre de 1923 en el Daly’s Theater, con la que también obtiene un gran triunfo. A esta zarzuela le seguirán otras como El gazpacho andaluz, El príncipe bohemio, o Las corsarias, entre otras.40 De esta época son sus primeras grabaciones para la casa discográfica Columbia,41 entre las que destacan las canciones O sole mio y Maria Mari, a dúo con Pilar Arcos. También en 1923 es contratado en Tampa (Florida) para una temporada de zarzuela, donde pone en escena Benamor, Molinos de Viento, La canción del olvido, La viuda alegre y La montería, entre otras. Pero, por lo que más se recuerda esta temporada en Florida, es por Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1541 su representación de Marina, junto al tenor Hipólito Lázaro, ya que es reputado por ser uno de los mejores “Jorge” de la historia de este título.42 De regreso a Nueva York continuó representando zarzuelas y operetas vienesas traducidas al castellano y repite Marina, esta vez con Rodolfo Hoyos, Carlos Mejía y Margarita Cueto.43 En 1927 firma un contrato en exclusiva para la casa de discos R.C.A. Víctor y sus primeras grabaciones para este sello son Ya sin tu amor y Yo mismo no comprendo del compositor mexicano Manuel M. Ponce.44 En enero de 1928 viaja a La Habana, en donde es contratado para dar tres recitales en el Teatro Nacional (fig.4), y en uno de ellos conocería a la que tiempos después sería su esposa, la gran recitadora Dalia Íñiguez. Meses más tarde embarcaría Juan Pulido rumbo a Nueva York donde comenzaría una carrera plagada de éxitos, compatibilizando actuaciones en público con grabaciones discográficas, rodajes de películas, como la titulada Galas de la Paramount al lado de figuras como Ernesto Vilches, Encarnación López “La Argentinita” y Rosita Moreno, y recitales en numerosas emisoras de radio norteamericanas, obteniendo grandes éxitos en todas estas facetas.45 En noviembre de 1929 se encuentra nuestro barítono en las Islas Canarias y la prensa da cuenta de ello con entrevistas y fotos.46 Durante su estancia de varios meses dio dos recitales en Las Palmas de Gran Canaria, que fueron organizados por la Sociedad Los Doce, de la que Pulido fue socio en sus años de juventud. El primer concierto tuvo lugar el 7 de diciembre de 1929 en el Teatro Pérez Galdós, y en él intervinieron un septimino dirigido por Agustín Hernández que interpretó los Cantos canarios de Bernardino Valle, a los que siguieron las canciones ¿Dónde estás corazón de L. M. Serrano, Boquita linda de R. Tarralba y ¡Vida mía! de E. S. Fuentes a cargo de Juan Pulido. La segunda parte comenzó con el Preludio y Fuga en La menor de Bach-Lizst interpretadas al piano por Cástor Gómez, seguida por Córdoba de Albéniz, y las canciones No fies mucho en la enmienda y Bendita sea mi tierra de Julio Osma, El platerito de Kurt Schindler y la Canción del botero del Volga en la versión que el propio Juan Pulido había traducido. En la tercera parte el septimino interpretó la serenata de Albéniz Córdoba, a la que siguieron el tango La cieguita de Kepler-Lais, Júrame de M. Grever, La Gayola de R. Fuegols, ¿Por qué no has venido? De P. M. Maffia y el recitativo y la romanza Ríe, payaso ríe de Leoncavallo. La prensa señaló el gran éxito de este concierto, destacando la interpretación que nuestro barítono hizo en la Canción del botero del Volga, en ¿Dónde estás corazón?, La cieguita y La gayola. De los otros intérpretes destaca el pianista Cástor Gómez en la Rapsodia nº 12 de Liszt, ejecutándola de modo impecable. El público disfrutó del espectáculo y aplaudió mucho todas las interpretaciones.47 Para el segundo concierto el programa fue el siguiente: en la primera parte el septimino dirigido por Agustín Hernández interpretó una canción rusa de Laló, a la que siguieron las canciones Te odio de F. B. Caignet, Ojos tapaitos de F. B. Velázquez, Norteña de E. Vigil y Robles interpretadas por Juan Pulido. Luego la Pastoral y Capricho de Scarlatti, a continuación Granada de Palacios, Sueñe o vele no hay respiro de J. Osma, Jota de M. Falla, y Trigueña de J. Ll. Sierra. Después de una breve pausa la segunda parte dio comienzo con la intervención del septimino de Agustín Hernández, que ejecutó la Polonesa de Mendelssohn, a la que siguieron Soy un cobarde de Crever, Noche de Reyes de P. M. Maffia, Griseta de E. Delfino, A la luz del candil de C.V.G. Flores; la Polonesa de Penderewsky fue interpretada al piano por Cástor Gómez, para salir a continuación Juan Pulido a intepretar Por eso te quiero de Lecuona, Cierra esa puerta, y Chau, chau de E. Clara. La crítica del momento alabó al XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1542 intérprete, no sólo por su voz, que era bastante extensiva, pero no voluminosa y poseyendo un timbre agradable, sino también por la elección del programa y por el alma que ponía en la interpretación. De entre todas las canciones destaca Cieguita, Noche de reyes, y en Chau, chau. Además tuvo que bisar ante los aplausos del público la Canción del botero del volga.48 Una vez finalizados los conciertos Pulido prepara nuevamente viaje a América, y como despedida la Asociación de la Prensa, el Ateneo Popular y la Sociedad Los Doce preparan un almuerzo homenaje que sirva de despedida al barítono grancanario. Este homenaje se celebró en el hotel Los Frailes de Tafira, al que asistieron entre otros los recitadores Suárez León y Luis Marrero, el tenor Marcos Redondo, la señorita Ladevese, etc., que intervinieron recitando, cantando o contando la historia de la Sociedad de Los Doce, en donde empezó la singladura artística del homenajeado.49 Pero antes de partir Juan Pulido tuvo un rasgo de generosidad y, en unión de la Sociedad de Los Doce, hicieron entrega al Asilo de Ancianos Desamparados de nuestra ciudad la cantidad que recaudaron en las dos veladas artísticas en las que participó.50 También cantó el Ave María en el ofertorio de la función religiosa en honor de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre en la Catedral de Las Palmas.51 Así como en las emisiones de Radio Club Canarias donde interpretó varias canciones acompañadas al piano por Braulio Pérez.52 Regresó a Cuba en marzo de 1930, y a principios de ese mes dio un recital en el Teatro Nacional de La Habana, que fue acompañado al piano por Dalia Íñiguez, con la que contraería matrimonio el 20 de marzo de ese mismo año.53 De nuevo los compromisos artísticos de Juan Pulido en Nueva York hicieron que la joven pareja fijara su residencia en la ciudad de los rascacielos durante dos largos años, en donde grabaría más discos con las más prestigiosas casas discográficas del momento, como la Víctor, la Columbia, o la Regal. Y durante dos años realiza representaciones por los distintos escenarios de América con las dramatizaciones de sus más famosas canciones grabadas en disco, como la titulada A la luz de un candil. También es por estas fechas cuando comienza a despuntar en otra de sus grandes aficiones, como es la fotografía. Con algunas de ellas se presenta a varios concursos, obteniendo algunos galardones. Las fotografías las firma con el seudónimo de Toro N.Y. En 1933 regresa a Europa, donde su joven esposa comienza una serie de recitales por los principales teatros de España y Portugal. Llegaron en 1934 a Las Palmas de Gran Canaria, donde participaron de la vida social y cultural, de lo que más adelante daremos cuenta. El matrimonio Pulido-Íñiguez regresó a Cuba en 1935, donde ambos continuaron con sus giras artísticas tanto por el interior de la república como por el continente americano. Así, en mayo de 1937 se presentaron en el teatro San Martín de Buenos Aires. En la capital argentina fueron recibidos por una representación de la Asociación Canaria de dicha ciudad.54 Posteriormente se trasladaron al Uruguay donde habían sido contratados para actuar en Montevideo y en otras ciudades. Posteriormente regresarán a Buenos Aires para dar una serie de ocho audiciones especiales para la emisora L.R. 2, Radio Prieto, donde Juan Pulido interpretará su gran repertorio de canciones. Después partirán para Centroamérica. Esta turné se interrumpió con motivo de la llegada de su único hijo, Juan Carlos, el 5 de abril de 1940. En 1944 Juan Pulido y su familia abandonan Cuba y se afincan en México, en donde se reencuentra con su amigo el director cinematográfico cubano Ramón Peón, con quien filma Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1543 una serie de películas, dando como resultado más de setenta películas en la capital mejicana.55 También en estos momentos inicia los trámites de su separación matrimonial con la gran recitadora cubana y comienza a desempeñar las funciones de asesor musical del Auditorio de la capital azteca. En 1954 regresa a Las Palmas de Gran Canaria a visitar a su familia y amigos para intentar superar el mal trance de su separación. De esta época datan sus discos de cuentos infantiles para la casa Peerless S.A. de México, como el titulado El pez de oro. Poco a poco se va retirando hasta que abandona por completo toda actividad artística, dedicándose a los negocios. Murió en México el 22 de noviembre de 1972 a los 81 años de edad (fig.5).56 Dalia Íñiguez (La Habana, 1911- México, 1995)57 Dalia Íñiguez nació en La Habana el 1 de mayo de 1911 (fig.6). Estudió en el colegio María Corominas de dicha capital en donde se preparó para sus estudios de magisterio, que terminó a los dieciocho años. También estudió música, culminando sus estudios de piano en 1925. El 20 de marzo de 1930 contrajo matrimonio con el barítono grancanario Juan Pulido, con el que se trasladó a vivir a Nueva York debido a los compromisos que tenía por aquel entonces el famoso cantante. Es en la ciudad de los rascacielos donde debuta profesionalmente como recitadora en el Roerich Hall el 9 de abril de 1932, y meses más tarde, en junio de ese mismo año, inicia su primera gira artística que la llevará a los principales teatros del centro y sur de América. De regreso a Cuba, a principios de 1933 es contratada por Pro-Arte Musical, sociedad para la que dio numerosos recitales. A finales de ese mismo año embarcó junto a su marido para Europa y debutó el 9 de febrero de 1934 en el Teatro de la Comedia de Madrid, en donde obtuvo un gran triunfo, llegando incluso a grabarse en discos algunas de sus actuaciones en el Centro de Estudios Históricos para el Archivo del Lenguaje. También dio algunos recitales en Portugal en el Teatro Nacional de Lisboa. Después de esta apoteósica turné por la Península Ibérica embarcaron rumbo a Las Palmas de Gran Canaria, ciudad natal de su marido, en donde ambos darán una serie de conciertos y recitales junto a las primeras figuras locales de aquel tiempo, lo que trataremos más adelante. En 1935 regresan nuevamente a Cuba en donde dio una serie de recitales. En alguno de ellos el numeroso público llegó a la cifra de diez mil espectadores. Ante los méritos artísticos y las aclamaciones populares, el gobierno cubano le otorgó la condecoración Carlos Manuel de Céspedes en el grado de oficial, y con tal motivo se celebró un homenaje nacional en el que participaron los poetas más representativos del país. La artista, en agradecimiento, llevó su espectáculo al interior de la república, actuando en teatros, plazas públicas y escuelas superiores. Después de un año de actuaciones por toda la geografía cubana inició en mayo de 1936 una gira de varios años por toda América, en la que cosechó grandes éxitos, tanto de crítica como de público. En algunos de los países que visitó fue condecorada por sus méritos artísticos. Además, durante su estancia en Santiago de Chile en 1936 publica su libro de poemas en prosa y verso titulado Ofrenda al hijo amado. También comienza a escribir las impresiones que siente por todos los lugares por los que pasa y que se traduce en un nuevo XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1544 libro titulado Itinerarios de ausencia. Recuerdos de un viaje que publicó en La Habana en 1944. Al finalizar esta extensa gira llega de nuevo a La Habana el 25 de julio de 1939, en donde se prepara para su próxima maternidad el 5 de abril de 1940. Después del nacimiento de su hijo Juan Carlos deja los escenarios durante un corto periodo de tiempo, y el 10 de marzo de 1941 actúa como solista con la Orquesta Filarmónica de la capital caribeña bajo la dirección del maestro Massimo Freccia estrenando en Cuba el poema de Prokofieff Pedro y el lobo, también ocupa la cátedra de declamación en el Instituto Cívico Militar de Ceiba del Agua y comienzan las emisiones de recitales poéticos a través de la Radio Cultura del Ministerio de Educación. Estas actividades la mantendrá ocupada hasta los años cincuenta, en que se establece en México, en donde seguirá dando recitales y comenzará su andadura cinematográfica al lado de las grandes figuras del celuloide azteca y español (fig.7). Es en estas fechas cuando se separa del barítono Juan Pulido para contraer segundas nupcias tiempo más tarde con el galán mexicano Rafael Bertrand Se retiró de los escenarios en 1976 con unos recitales en la ciudad de Miami, y fallece en la ciudad de México en octubre de 1995. Juan Pulido y Dalia Íñiguez en Canarias Después de cautivar al público por toda la geografía americana, el joven matrimonio formado por Juan Pulido y Dalia Íñiguez deciden embarcar para Europa. Antes de ir al viejo continente la joven pareja hizo una pequeña escala en la isla de Gran Canaria para que la familia del cantante en Las Palmas conociese a su joven esposa. Después de descansar de tan largo viaje, vuelven a emprender el salto a la península, llegando a Madrid en febrero de 1934. En la capital de España, Dalia Íñiguez dio una serie de recitales en el teatro de la Comedia, en donde con su peculiar interpretación y saber hacer cautivó al público, que aplaudió con insistencia los versos de Eduardo Marquina, Fernando Villalón, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Gabriela Mistral (fig.8), Juana de Ibarbourou, Pedro Salinas, Sabart Ercasty, Luis de Góngora, Menédez Pidal y Rabindranath Tagore. Entre el numeroso público asistente a los recitales destaca la presencia de famosos poetas y escritores de la época, como Jacinto Benavente.58 A estos recitales siguieron otros en Portugal que también fueron seguido por numeroso público. A finales de verano de ese año, y finalizado su periplo por varias ciudades españolas y portuguesas embarcan rumbo a Las Palmas de Gran Canaria, patria chica del barítono Juan Pulido, para dar una serie de recitales. Es tal la popularidad del matrimonio que la prensa nacional se hace eco de este viaje.59 Después de descansar del largo trayecto marítimo, el matrimonio Pulido-Íñiguez marcha rumbo a la isla de Tenerife, en donde ha sido contratado para dar varios recitales en la ciudad de La Laguna con motivo de las fiestas del Cristo, así como en la Villa de La Orotava.60 Los recitales en La Laguna se iniciaron en el Teatro Leal el 7 de septiembre de 1934, y el programa se abrió con la interpretación de una sinfonía a cargo de una orquesta formada por treinta profesores bajo la dirección del maestro Estany. Seguidamente hubo unas palabras de Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1545 presentación a cargo del periodista de La Gaceta de Tenerife, Francisco J. Centurión, que elogió a los dos artistas61 y que fue largamente ovacionado por los presentes. El periodista dio paso a la recitadora cubana Dalia Íñiguez, que interpretó con su arte poemas en prosa y verso, entre otros poetas a los Hermanos Machado, Federico García Lorca, José Martí, Lope de Vega, F. Villaaespesa, Rubén Darío, etc. La segunda parte comenzó con una sinfonía a cargo de la orquesta, a la que siguió la interpretación del Himno de Valencia del maestro Serrano, cantado por el Orfeón de la Juventud Católica de la ciudad de los Adelantados, integrados por cien voces mixtas y acompañado por la orquesta. A ésta siguió de nuevo la voz de Dalia Íñiguez. La tercera y última parte se inició, como era habitual en estos programas, con una “sinfonía” a cargo de la orquesta, a la que siguió la actuación del barítono Juan Pulido, que interpretó obras del cancionero ruso, de Ernesto Lecuona, E. Sánchez de Fuentes, F. Palacios y K. Schindler. Finalizó el espectáculo con la puesta en escena de la pantomima dramática de ambiente oriental titulada Opio, original del maestro Juan Estany, que fué interpretada por un grupo de jóvenes de la localidad, entre los que destacaron Ángel Álvarez, Francisco Alonso o Mercedes Miranda Beautell.62 Todos los participantes fueron largamente ovacionados y se vieron obligados a bisar algunos números, recibiendo palabras de elogio por parte de la crítica.63 Ante el éxito, días más tarde, el 10 de septiembre se celebró un concierto extraordinario con un programa muy similar al anteriormente citado.64 Una vez finalizada esta pequeña gira artística por la isla de Tenerife, regresaron a Las Palmas y se presentaron ante el público grancanario la noche del 28 de septiembre de 1934 en el Cine Cuyás. Dalia Íñiguez eligió para su presentación los poemas Vendimia de Ángel Lázaro, Casera de Vicente Medina, Castilla de Manuel Machado, A un olmo seco de Antonio Machado, Prendimiento de Antoñito el Camborio de Federico García Lorca, Vida-Garfino de Juana de Ibarbourou, Tu me quieres blanca de Alfonsina Storni, Encanto de luna y agua de Alejandro Casona y Canto de esperanza de Rubén Darío. Después de una breve pausa, la segunda parte comenzó con poemas como El niño negro de William Blake en una traducción de Juan Ramón Jiménez, Platero y yo de Juan Ramón Jiménez, Navidad, La niña a quien dijo el ángel y Pues andais con las palmas de Lope de Vega, y los romances La muerte ocultada y La loba parda de la colección de Menéndez Pidal. Tras otro descanso comienza la actuación del barítono Juan Pulido con las canciones El rosario de E. Nevin, No te me rompas en el aire de E. Sánchez Fuentes, Noche feliz de G. Posadas, Cantos de mi tierra de Julio Osma, Granada de C. Palacios y Saetas de F. Longás.65 La prensa insular destacó el gran talento que poseían ambos artistas, destacando en la recitadora Dalia Íñiguez los matices de su voz para con el recitado de los poemas, la plasticidad de su figura, el gesto y la expresión sobre el escenario, es decir, “es la más perfecta recitadora en lengua castellana y la más genial intérprete de los poetas clásicos y modernos”. Del programa, la crítica alabó su decir en los poemas de García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Lope de Vega y William Blake. De Juan Pulido dijo la prensa que sigue poseyendo una voz bien timbrada, además de tener un gusto depurado en la elaboración de su programa, en donde destacó la Granada y Saetas, que fueron largamente ovacionadas por el numeroso público presente. También, XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1546 destaca la prensa de la época, que Dalia Íñiguez es una gran pianista colaborando con su marido en el acompañamiento de su actuación. Ambos artistas tuvieron que regalar a los presentes algunas piezas extras ante el clamor de los que llenaban la sala.66 Después de este apoteósico triunfo de Dalia y Juan en Las Palmas de Gran Canaria, la pareja fue llamada para actuar en el municipio de Teror en la noche del 30 de septiembre de ese mismo año, en donde con un programa similar al anterior volvieron a congregar a un numerosísimo público en la villa mariana, que supo entender los versos y las canciones de los geniales artistas.67 Todavía resonaban los ecos del anterior recital cuando la prensa local anuncia un nuevo espectáculo protagonizado por nuestros dos artistas de la música y la palabra para la noche del 10 de 0ctubre de 1934, en el mismo escenario del Cine Cuyás. El programa, dividido en tres partes como era habitual constaba de una primera en donde Dalia Íñiguez recitaba los versos de La tierra de Alvargonzález de Antonio Machado, Romance de la pena negra de Federico García Lorca, Cantares de Manuel Machado, El ruego de Gabriela Mistral, Despecho de Juana de Ibarbourou, Noche lúgubre de Alfonsina Storni y los estrenos absolutos de Criatura afortunada de Juan Ramón Jiménez y Si pudieras, original de la gran poetisa grancanaria Josefina de la Torre. Después de un breve descanso dio comienzo la segunda parte del programa que se inició con los estrenos de Serranillas III y IV del Marqués de Santillana, la versión asturiana del romance anónimo de Delgadina, el “Natalicio gatuno” de La dama boba de Lope de Vega y el romance de Góngora El español brioso. A éstas siguieron los poemas en prosa Mala fama, El cartero Malo, La flor de la champaca, La escuela de las flores y El mercader del Rabindranath Tagore, traducidos por Zenobia Camprubí, La infanzona de Medinica de Valle Inclán y la Marcha triunfal de Rubén Darío. Finalizó la actuación con las canciones de Juan Pulido que interpretó, Norteña de Vigil y Robles, La ingrata de Esparza Oteo, ¡Espera! de I. Tabuyo, La piel de mi amada de F. Longás y el jibarito Lamento borricano de R. Hernández.68 La prensa grancanaria no escatima elogios y parabienes para la gran recitadora cubana, resaltando que más que recitar los poemas, éstos son interpretados, dándoles vida en el escenario, pasando de lo ingenuo a lo dramático, de lo heróico a lo cómico, sin violentas transiciones. Por lo que respecta a las obras que interpretó la prensa destaca sobre toda la segunda parte del recital dedicada a los clásicos, a los que la recitadora supo darle una “adecuada pátina de oro viejo”, sobresaliendo como vibrante y sublime la ejecución de la Marcha triunfal de Rubén Darío. El público aplaudió incesantemente todo el programa, y la genial recitadora regaló a los presentes fuera de programa Dulce milagro de Juana Ibarbourou y los romances de la colección de Menéndez Pidal La loba parda y Misa de amor. De la interpretación de Juan Pulido la prensa destaca que lo hizo muy bien, derrochando simpatía con el numeroso público presente y ayudando al grandioso éxito de la velada, por lo que recibió grandes aplausos e interpretaron un número fuera de programa.69 A partir de este momento la presencia de Juan Pulido y de Dalia Íñiguez en los programas de cualquier recital o actuación en Las Palmas era habitual y sinónimo de éxito. Además comienza la colaboración con una de las sociedades punteras de los años treinta en Las Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1547 Palmas de Gran Canaria, como lo fue la Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre”, y el comienzo de tal fructífera colaboración fue la fiesta que conmemoraba la celebración del “Día de la Raza” el 12 de octubre de 1934. Dalia Íñiguez ponía el bello ejemplo de la raza hispanoamericana, interpretando Velas épicas del poeta portorriqueño Luis Llorens Torres y Castilla de Antonio Machado, y fuera de programa interpretó otro poema.70 El público, como siempre, acogió con grandes aplausos su intervención, y en los días siguientes aparecieron en la prensa insular artículos de agradecimiento.71 Los siguientes recitales de nuestros biografiados tuvieron lugar en el cine Wood de Tafira en la noche del domingo 14 de octubre de 1934. La prensa no señala el programa, sino que da fe del arrollador éxito de estos afamados artistas, pero nos imaginamos que debía seguir el modelo de programa habitual. Lo que sí destaca la prensa fue el hecho de tener que recitar algunos poemas fuera de programa, como uno de Valle Inclán en el que satiriza a la mujer. La última parte del recital estuvo a cargo del barítono Juan Pulido que cantó un selecto repertorio de canciones españolas y de tangos argentinos, muchos de ellos desconocidos por el público, por lo que éste, agradecido, premió la interpretación con grandes aplausos.72 Debido a que numeroso público se quedó sin poder asistir al anterior recital, ya que las localidades se agotaron rápidamente, se organizó otro para la semana siguiente. Así, en la noche del domingo 21 de octubre de 1934 y de nuevo en el cine Wood de Tafira Alta, Juan Pulido y Dalia Íñiguez ofrecieron un nuevo recital en donde el programa de nuestros artistas tenía importantes novedades. Una de ellas era la inclusión en una de las partes de los poetas canarios de vanguardia, entre los que destacan Platito de porcelana de la poetisa grancanaria Josefina de la Torre, Invocación de Luis Doreste, la Canción del marinero enmorado del teldense Saulo Torón o la Balada del niño arquero de Tomás Morales. El éxito estaba asegurado, el público respondió agotando de nuevo las localidades y aplaudiendo insistentemente todos los números del programa ya que, como destacan los periódicos de la época, Dalia Íñiguez decía los versos con gran sencillez y emoción y con una clara expresión del sentimiento poético. Por lo que respecta al barítono Pulido, que fue acompañado al piano por su joven esposa, e interpretó canciones de Dolipu, Palacios, Longás y Tabuyo, resalta la prensa que como siempre muy bien y muy artista sobre el escenario, con una voz llena y limpia, ejemplo de su gran escuela. Tuvo que interpretar algunos bises a petición del público.73 Pero sin lugar a duda lo mejor estaría por llegar. A finales de octubre de 1934 la sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre” de Las Palmas de Gran Canaria está organizando una velada como agasajo a los oficiales y marineros de la fragata militar argentina “Presidente Sarmiento”, que se encuentra por varios días atracada en la dársena militar de la capital grancanaria, para la noche del 4 de noviembre. El plato fuerte de la velada va a estar centrado en el duelo interpretativo entre una joven soprano del país, Isabel Macario, que cantará O del mio dolce ardor de Gluck, O cessate di piagarmi, el aria “suicidio” de la ópera La Gioconda de Ponchielli, las tonadillas de Enrique Granados La maja dolorosa y El mirar de la maja, y la “Muerte de Margherita” del Mefistófeles de Arrigo Boito, frente la gran intérprete de la palabra, la cubana Dalia Íñiguez, que recitará poemas de Antonio y Manuel Machado, García Lorca, Alejandro Casona, Luis Llorens Torres, de la colección Menéndez Pidal, Juana de Ibarbourou, Juan Ramón Jiménez, Valle Inclán y Tomás Morales, en el teatro Pérez Galdós de Las Palmas (fig.9). Además, actuarán otras artistas y aficionadas de la ciudad como la soprano Maruja Rodríguez Lisón, que acompañada al piano por Alicia de Loma cantará de L’Amico Fritz de Mascagni, el “Non mi resta che il pianto de il dolore” y “O Roland” de Esclarmonde de Massenet; la alumna de Cástor Gómez, Carmen Martínez Gómez, que XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1548 interpretará el vals de Chopin y la Pastoral y un capricho de Scarlatti; las hermanas Carmen y Victoria Abreu al piano y violín y la violonchelista Mª Rosa Valdivieso Torrent ejecutarán a trío Le Cygne de Saint-Saens. También habrá un coro formado por la solista Pino Calvo acompañada por Mª Teresa Morales del Castillo, Pino Cabrera, Mercedes Arocena, Encarna León, Pilar Cuartero, Mª Luisa Beltrán, Nita Moníz, Margarita Carló, Maruja del Castillo, Nancy Pavillard, Teresa Soraluce, Mª Teresa de Castro y Blanca Quevedo, que interpretarán el “Pasacalle de las mantillas” de la zarzuela El último romántico de Soutullo y Vert. La espectación levantada fue tan grande que semanas antes de la velada la prensa local se hace eco de esta actuación publicando reportajes y anuncios de la convocatoria.74 La velada fue todo un acontecimiento artístico. La prensa se deshizo en elogios hacia la organización y hacia el espectáculo, tachándolo de “arte exquisito encuadrado en un maravilloso marco de espectacularidad, de escena y público”75 vibrando el público que llenaba el coliseo capitalino ante cada actuación de los artistas. La primera parte del programa fue el descubrimiento artístico de numerosas jóvenes pertenecientes a lo más granado de la sociedad grancanaria, elegantemente vestidas con mantillas de blonda y peinetas de concha. La segunda parte estuvo a cargo de la recitadora Dalia Íñiguez, que oyó fervorosos aplausos al finalizar cada uno de los poemas que dijo con su voz de aterciopelados matices e irreprochable dicción. Finalizó el espectáculo con la más grande de nuestras artistas, Isabel Macario, que “ratificó sus notables cualidades, su presentación airosa y sus gestos adecuados” y que junto a su voz de potentes agudos fue ovacionada larga e intensamente obligándola a repetir la “Morte di Margherita” de la ópera Mefistófeles, que junto con el aria de la Gioconda “Suicidio” fue lo mejor de la noche. Fue acompañada al piano por la gran Dalia Íñiguez, que se presentó como una consumada concertista, ya que solía acompañar a su marido Juan Pulido en sus actuaciones.76 La Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre” hizo constar en el libro de actas de la sociedad el agradecimiento por haber participado voluntariamente en este gran espectáculo que todavía aún hoy se recuerda en nuestra ciudad.77 Aún con los ecos de este recital, la Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre” comienza a preparar una nueva velada para celebrar la festividad de la patrona de la música Santa Cecilia en la noche del 22 de noviembre de 1934. El programa que baraja es muy parecido al anterior, al que se añadirá como plato fuerte la interpretación del “Raconto” de Caballeria rusticana de Mascagni a cargo de la soprano grancanaria Isabel Macario acompañada en el escenario por Dalia Íñiguez. Además se preparan algunas sorpresas, como la repetición del “pasacalle de las mantillas” que tanto gustó en la anterior representación.78 El programa finalmente quedó de la siguiente manera. Una primera parte dedicada al recitado en el que Dalia Íñiguez dirá los versos de autores contemporáneos españoles e hispanoamericanos, entre ellos destaca el poema Platito de porcelana de nuestra paisana Josefina de la Torre. La segunda parte fue musical, y una orquesta dirigida para la ocasión por el maestro Luis Prieto interpretó el Vecchio Minuetto de G. Sgambati y la “danza” de La vida breve de Manuel de Falla. A continuación la soprano dramática Isabel Macario cantó las canciones Yo te amo de E. Grieg, Que es matarme confieso de Julio Osma y Quisiera de E. Lecuona, Amore, amor de Tirindelli y “Pace, pace, mio Dio” de La forza del destino de Verdi. Al finalizar esta aria, y a petición del público se repitió el “pasacalle de las mantillas” interpretados por un coro de quince jóvenes canarias encabezado por la solista Pino Calvo, que tanto gustó en el anterior concierto de la sociedad. Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1549 La tercera y última parte se abrió con la fantasía para orquesta de Caballeria rusticana dirigida por Luis Prieto y el “Raconto” de la misma ópera interpretado en carácter por Isabel Macario y Dalia Íñiguez, con acompañamiento de orquesta. Los decorados para esta escena fueron realizados por Felo Monzón. La prensa del momento se deshizo en elogios hacia todos los participantes del programa y para la sociedad organizadora del evento, los Amigos de Arte “Néstor de la Torre”. De los intérpretes destacaron la inspiración y la transformación que sufre Dalia Íñiguez en el escenario, mereciendo especial atención los poemas de Federico García Lorca con Romance de la luna y Reyerta, con los que abrió el espectáculo y a los que supo darles el énfasis que el autor imprime a sus versos. El sabor canario del Platito de porcelana de Josefina de la Torre fue dicho con el mimo y la femineidad que la recitadora imprime a este tipo de poemas. También destaca la prensa la inteligencia a la hora de seleccionar el programa, ya que su parte la cierra con Habrá guerra de nuevo de Regino Pedroso y Marcha triunfal de Rubén Darío, poemas épicos y vibrantes que hace arrancar al público los más enérgicos aplausos. Es más, la prensa la compara con la gran diva de la recitación de esa época como era Berta Singerman. Ante los insistentes aplausos de los presentes fue llamada de nuevo a escena y regaló al público Tu me quieres blanca de Alfonsina Storni, que fue dicha de modo impecable y fue largamente aplaudida. De la otra intérprete de la velada, Isabel Macario, también la prensa no escatima elogios, destacando todas sus intervenciones, desde las canciones de Lecuona, Julio Osma y Grieg, que fueron cantadas con pasión y temperamento, a las arias de ópera a las que sabe imprimir el sello necesario, como el “Pace, pace, mio Dio...” de La forza del destino de Verdi atacando los agudos más difíciles con gran limpieza y sin ningún tipo de esfuerzo y en donde su voz lucía voluminosa y cálida. Fue acompañada al piano magistralmente por su gran amiga Dalia Íñiguez. Una vez finalizada la parte del recital se escenificó el “Coro de las mantillas” por un grupo de diecisiete jóvenes locales encabezadas por la más aventajada alumna de Isabel Macario, Pino Calvo, que tenía una bien timbrada y grata voz y que actuó de solista. El público agradeció este número con una larga y fuerte ovación. De la orquesta, que fue organizada y dirigida para esta ocasión por el maestro Luis Prieto, los periódicos locales señalaron la buena selección de sus componentes, que aunque reducida en número, supieron estar a la altura del evento, ya que ante los aplausos del público presente se vieron obligados a repetir la fantasía de Cavalleria rusticana. Pero lo que más llamó la atención de toda la velada fue la interpretación y escenificación de la romanza “Voi lo sapete o mamma” de Cavalleria rusticana de Mascagni, que fue acompañada en el escenario por Dalia Íñiguez, que hizo el papel de madre (fig.10). Su interpretación fue de las que marcaron época en el escenario del Pérez Galdós de la capital grancanaria, pues Isabel Macario supo darle el carácter y la interpretación necesaria para que el numeroso público que llenaba todos los asientos del teatro estallaran en una cálida e interminable ovación que hizo que se repitiera la escena entre los vítores de los presentes, y a su finalización, de nuevo, otra larga ovación. La opinión unánime de la noche era que Isabel Macario debía presentarse ante otros públicos, extranjeros quizás, para demostrar que poseía una de las mejores voces del mundo. XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1550 También, palabras de elogio para el joven pintor Felo Monzón, que realizó el decorado para la romanza de la “caballería”, en donde se percibió ya una nueva orientación pictórica y escenográfica, destacando su simpleza de proporciones y sobriedad de líneas y colorido.79 Este espectáculo se repitió días más tarde, en la noche del 25 de noviembre, en el mismo escenario y con el mismo éxito que el anterior y deshaciéndose la prensa en elogios para todos los intérpretes, desde las dos protagonistas, Dalia Íñiguez e Isabel Macario, a las jóvenes del “Coro de las mantillas”, en especial para Pino Calvo, a Luis Prieto por formar rápidamente una orquesta y al pintor Felo Monzón por la elaboración del escenario.80 Para ratificar este éxito la emisora local Inter-Radio Las Palmas emitió una velada la noche del 30 de noviembre de 1934 para que Juan Pulido, Dalia Íñiguez e Isabel Macario contaran a los radioyentes sus impresiones y triunfos en el escenario. Además, interpretaron algunas piezas de su escogido repertorio. El primero que tomó la palabra fue Juan Pulido, que habló de sus triunfos por América e intepretó la canción cubana Por eso te quiero y la mejicana El jibarito. Continuó Isabel Macario que cantó impecablemente la canción cubana ¡Quisiera!, y por último, Dalia Íñiguez que recitó El olmo viejo y Dulce milagro.81 Los ecos del éxito de nuestras artistas llegaron a Tenerife y desde allí son requeridas para que actúen, y para ello la empresa Baudet les organiza varios recitales. La presentación tuvo lugar la noche del 8 de diciembre de 1934 en el Teatro Guimerá. A la capital tinerfeña fueron las artista acompañadas por sus repectivos maridos, Juan Pulido y el poeta teldense Saulo Torón, que fue agasajado en éste su primer viaje a Tenerife. El programa constaba de tres partes. En la primera Dalia Íñiguez recitaba los poemas Romance de la luna, luna de García Lorca, Castilla y Cantares de Manuel Machado, L’infanzona de Medinica de Valle-Inclán, Fuga de J. Santos Chocano, Despecho de Juana de Ibarbourou, Tu me quieres blanca de Alfonsina Storni y Habrá guerra de nuevo de Regino Pedroso. En la segunda parte Dalia Íñiguez comenzaba con una selección del poema en prosa de Juan Ramón Jiménez Platero y yo, al que le seguían los romances La muerte ocultada y Una fatal ocasión de la colección de romances de Menéndez Pidal, y para finalizar su actuación la Marcha triunfal de Rubén Dario. La tercera y última parte le correspondía a la soprano Isabel Macario que interpretaba la canción de Gluck O del mio dolce ardor, de Tirindelli Sei tu ... amore, el aria “Suicidio” de La Gioconda de Ponchielli, el Lamento gitano de A. Lara, Quisiera de E. Lecuona y el raconto “voi lo sapete o mamma” de Cavalleria rusticana de Mascagni. Estas obras serán acompañadas al piano por Dalia Íñiguez. La prensa tinerfeña, como no, se deshace en elogios para las intérpretes, destacando en Dalia Íñiguez su depurada técnica a la hora de recitar, siendo muy aplaudida en Habrá guerra de nuevo del poesta cubano Regino Pedroso y en la Marcha triunfal de Rubén Darío. De Isabel Macario la crítica dijo que su difícil repertorio es superado por su buen timbre y extensa voz, su depurada escuela y su gusto interpretativo, destacado el “Raconto” de Cavalleria rusticana que la sitúa al nivel de las grandes cantantes nacionales y extranjeras. Además, le aconsejan que vaya buscando nuevos escenarios fuera de la fronteras insulares donde destacar para orgullo de su patria chica. Sólo una nota discordante, el escaso público presente.82 Al día siguiente, 9 de diciembre, se programaron dos recitales, una matiné a las 18 horas, en el que se repitió el programa de la noche anterior, y otro a las 21’30 horas en el que Dalia Íñiguez recitó Vendimia de Ángel Lázaro, Reyerta de García Lorca, Cansera de Vicente Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1551 Medina, Encanto de Luna y agua de Alejandro Casona, Los maderos de San Juan de José A. Silv, Cosas del Cid de Rubén Darío, Plegaria por el nido de Gabriela Mistral y El dulce milagro de Juana de Ibarbourou. En la segunda parte Dalia Íñiguez comenzó con las Serranillas III y IX del Marqués de Santillana, la versión asturiana del romance anónimo Delgadina, el romance pastoril de la colección de romances de Menéndez Pidal La loba parda, los poemas en prosa de Rabindranath Tagore, traducidos por Zenobia Camprubí, Mala fama, El cartero malo, la flor de champaca, y El mercader de Tagore, y El niño arquero de Tomás Morales. La tercera y última parte estará a cargo de la soprano Isabel Macario que interpretará Yo te amo de Grieg, Que es matarme, confieso de Julio Osma, el aria “Pace, pace mio Dio” de la ópera La forza del destino de Verdi, O cessate di piagarmi de A. Scarlatti, Amore, amor de Tirindelli y la “Morte di Margherita” de la ópera de Boito Mefistófeles.83 La prensa volvió a elogiar a las dos intérpretes señalando la superación y la maestría que cada vez hace gala la recitadora Dalia Íñiguez y de Isabel Macario que cada vez que canta añade nuevos matices a su agradable voz. También la prensa critica, como en el día anterior, la escasa asistencia de público ya que estas veladas eran dignas de cualquier ciudad del mundo.84 Después de estos recitales en Tenerife, la empresa Baudet las contrató para celebrar dos conciertos-recitales en la isla de La Palma a mediados de diciembre de 1934. En Santa Cruz de la Palma esperan con impaciencia la actuación de estas dos celebradas artistas, ya que todavía se recuerda en dicha ciudad los recitales que Juan Pulido y Dalia Íñiguez habían protagonizado un año antes en esta localidad.85 El programa que presentaron en el Teatro Circo de Marte de la capital palmera en la noche del 14 de diciembre de 1934 fue idéntico a los realizados en Santa Cruz de Tenerife. Para el primer concierto-recital Dalia Íñiguez interpretó poemas de García Lorca, Manuel Machado, Valle Inclán, Santos Chocano, Juana de Ibarbourou, Alfonsina Storni, Regino Pedroso, Juan Ramón Jiménez, Menéndez Pidal, Rubén Darío, entre otros. La prensa palmera no podía ser menos y no escatima elogios para la gran recitadora cubana, aunque cree que ha ganado en perfección pero ha perdido en espontaneidad y frescura. La soprano Isabel Macario cantó obras de Gluck, Tirindelli, Ponchielli, A. Lara, Ernesto Lecuona y Mascagni. La prensa insular dijo que el programa plagado de dificultad fue vencido sin esfuerzo, ya que su voz dominaba todos los registros. Además, se cree que no ha pasado por la isla ninguna cantante como ésta, con tan grandes facultades. Por todo ello el público tributó largas ovaciones en todos los números del espectáculo, e hizo repetir algunos.86 El segundo recital tuvo lugar la noche del 17 de diciembre en el Teatro Circo de Marte de Santa Cruz de La Palma ante un numeroso público, que aplaudió entusiasmado las interpretaciones de las artistas. Destacaron de Dalia Íñiguez las interpretaciones de Reyerta y Prendimiento de Antoñito el Camborio de Federico García Lorca, los cuatro poemas del Tagore y el dulce milagro de Juana de Ibarbourou. Por lo que respecta a la soprano Isabel Macario cantó como siempre, destacando el “Pace, pace dio mio” de Verdi y la “Morte di Margherita” de Boito, que fueron aplaudidos por el público presente con gran entusiasmo.87 Después de estas actuaciones las artistas, acompañadas por sus respectivas parejas, embarcaron para Las Palmas de Gran Canaria donde el matrimonio Pulido Íñiguez esperaba XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1552 terminar su larga estancia entre nosotros para comenzar otra gran turné por toda latinoamérica. Pero antes de partir Dalia Íñiguez tenía en mente un programa cultural para los niños y niñas de Gran Canaria, y así se lo ofreció al consejo local de primera enseñanza de Las Palmas, que aceptó la propuesta de la artista por unanimidad.88 El proyecto consistía no sólo en escuchar a la gran recitadora sino que previamente ésta explicaría el contenido de las composiciones poéticas que iba a escenificar en el escenario. De entre todos ellos destacamos el primer recital educativo que tuvo lugar el viernes 11 de enero de 1935 en el grupo escolar de San José, en donde se dieron cita alrededor de cien niños de las escuelas de la zona. El programa comenzó con un trabajo de preparación para enseñar a oír teatro y cada poesía era precedida de una explicación sobre la misma. Merecieron estar en el programa poemas como Diga mi niño su antojo de la salvadoreña Claudia Las, Los dos príncipes de José Martí, El nido de la chilena Gabriela Mistral, Huida de Santos Chocano, Castilla de Manuel Machado o los poemas en prosa de Juan Ramón Jiménez y de Rabindranath Tagore. También la Banda Municipal no quiso perderse el acto y amenizó el breve descanso que la recitadora hizo para reponer fuerzas. El público infantil pareció dividirse entre la lírica de los poemas de Juan Ramón Jiménez y Tagore y lo dramático del Huida de Santos Chocano. La prensa señala como dato curioso cómo nuestros niños y niñas no estaban acostumbrados a ser espectadores, y al comienzo de la sesión todo eran gritos y risas, pero que según fue transcurriendo el espectáculo fueron mostrando más interés. También presenciaron el recital poético el alcalde de la ciudad Jacinto Artiles Fabelo, la inspectora de primera enseñanza, el presidente del Consejo local de primera enseñanza, Manuel Suárez Guerra, periodistas, y otras muchas personas que no quisieron perderse la oportunidad de escuchar a la insigne recitadora cubana. Todas ellas fueron invitadas al finalizar el acto a un aperitivo en donde Dalia Íñiguez compartió algunos momentos con los más jóvenes espectadores, a los que preguntó sobre el desarrollo de su actuación, siendo obsequiada con un gran ramo de flores.89 También destaca el que semanas más tarde se realizó ante otros escolares de la ciudad. Así, el 25 y el 26 de enero de 1935, las representaciones tuvieron lugar en el grupo escolar Guillén de Tafira Alta y en la plaza de Marzagán, donde asistieron los escolares de la zona, Lomo Blanco, Pico Viento, El Fondillo, La Calzada y San Francisco de Paula. Dalia Íñiguez fue obsequiada con algunos regalos dedicados y realizados por los propios niños.90 Para los escolares del Puerto y de la Isleta se tuvo que organizar dos recitales, un primero en el Teatro Hermanos Millares a finales de febrero de 1935 y un segundo en el grupo escolar Franchy Roca que se prefirió organizarlo pasadas las fiestas de carnaval, a los que Dalia Íñiguez varió el programa, y añadió varios estrenos como los poemas Los maderos de San Juan del poeta uruguayo Carlos María de Vallejo y La Rocaperucita roja de Gabriela Mistral. Este último recital se celebró en la tarde del 13 de marzo de 1935 y asistieron las doce secciones que la integran, congregando a más de seiscientos alumnos que supieron agradecer con fuertes aplausos la labor educativa de Dalia. Al finalizar el acto, como de costumbre, la recitadora departió con los presentes, entre los que se encontraban, aparte de las personalidades políticas y educativas de la ciudad, numeroso público invitado que no quiso perderse esta actuación.91 Debido al gran éxito de estos recitales en las escuelas públicas de la ciudad, la Escuela Normal de Magisterio de Las Palmas pidió un recital extraordinario que pudiera satisfacer a Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1553 todo su alumnado. El acto tuvo lugar el 18 de marzo de 1935. La presentación corrió a cargo del catedrático Sr. Carrasco al que siguió Dalia Íñiguez, que leyó unas palabras sobre la educación de los niños. Posteriormente comenzó con el programa de escogidos poemas de García Lorca, Rubén Darío, Santos Chocano, los clásicos españoles, entre otros. Los profesores y alumnos se rindieron ante la recitadora, a la que tributaron grandes aplausos y que, agradecida, posó con grupos de profesores y alumnos para la posteridad.92 Tal fue el éxito de estos recitales escolares que la prensa nacional se hizo eco de este hecho.93 Y además comienza a pedirse desde varios sectores de la población que el Ayuntamiento la nombre hija adoptiva de la ciudad por la gran labor social y cultural que había realizado en estos casi dos años que llevaba entre nosotros. La prensa de la época realizó una gran campaña a favor de este nombramiento, que no se materializó.94 A finales de marzo de 1935 el matrimonio Juan Pulido y Dalia Íñiguez pidieron el Teatro Pérez Galdós para realizar una velada que sirviera de despedida, pues embarcarían próximamente para México, donde emprenderían una gran gira artística por todo el continente americano. El ayuntamiento acordó por unanimidad concederles el teatro, ya que no podían negarse ante quien había realizado una gran labor cultural en esta población.95 Así, para la noche del 21 de abril de 1935 se prepara el teatro Pérez Galdós para despedir a Dalia Íñiguez con un grandioso homenaje organizado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el Gabinete Literario, Club Náutico, Círculo Mercantil y la Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre”. Este recital constaba de tres partes. En las dos primeras la gran recitadora cubana interpretó los poemas a los que ya nos tenía acostumbrados: Pemán, Lorca, Regino Pedroso, Tennyson, Daniel de la Vega, Rubén Darío, Tagore, entre otros, que fueron largamente ovacionados por todos los presentes entre una lluvia de flores rojas que dejó el escenario cubierto de una gruesa alfombra de pétalos. A continuación se le hizo entrega a nuestra homenajeada de una serie de regalos de particulares, entre los que destacaron Saulo Torón e Isabel Macario, Antonio Grondona, Ignacio Cantero y familia, Luis Castroverde y familia, Lolita Carló, Manolo de la Torre y familia, etc. y de sociedades culturales de nuestra ciudad como El Gabinete Literario, el Club Náutico, el Círculo Mercantil o la Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre”. Mientras esto sucedía el público seguía ovacionando a la artista, que agradecida correspondió con el recitado del poema Cantares, de Machado. En los intermedios, la Banda Municipal capitalina interpretó una fantasía de la ópera Sansón y Dalila de Saint-Saens y el intermedio de Goyescas de Enrique Granados. Pero fue en la tercera parte, dedicada a los poetas canarios, donde la apoteosis fue mayor. Comenzó con el poema de Francisco de Armas titulado El camino de Guayedra, al que siguió Óyeme padre de Luis Doreste, la Balada de los labriegos de Luis Benítez Inglott, y para finalizar la Balada del niño arquero de Tomás Morales, que arrancó los vítores del público. La ovación se prolongó durante varios minutos y obligó a Dalia Íñiguez a salir al escenario varias veces, regalando al auditorio La canción del marinero enamorado de Saulo Torón (fig.11). Emocionada ante tantos aplausos habló para agradecer a todos los presentes la calurosa acogida que tanto ella como su marido, el cantante Juan Pulido, habían tenido entre nosotros y que siempre recordará. Además, invitó a salir al escenario a los poetas canarios que contribuyeron al éxito de la noche y a los que a partir de ahora incluiría en sus recitales por todo el mundo.96 XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1554 A los pocos días, Juan Pulido y Dalia Íñiguez embarcaron para México, donde comenzarían otra de sus grandes giras artísticas. Algunos años más tarde, el matrimonio se deshizo y emprendieron rumbos diferentes en la capital azteca, pero las amistades canarias las siguieron conservando hasta el fin de sus vidas a pesar del paso del tiempo. Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1555 ANEXO GRÁFICO Fig. 1. Juan Pulido en la época de su debut en 1912. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Fig. 2. Juan Pulido caracterizado para su papel en la zarzuela “Folías Tristes” de Santiago Tejera en 1920. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1556 Fig. 3. Juan Pulido con el barítono Néstor de la Torre y su familia en La Habana. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Fig. 4. Juan Pulido a las puertas del Teatro Nacional de La Habana y ante el cartel anunciador de una de sus actuaciones. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1557 Fig. 5. Juan Pulido en la década de los 70, próximo a su muerte. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Fig. 6. La recitadora cubana Dalia Íñiguez en su juventud. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1558 Fig. 7. Dalia Íñiguez junto a la actriz Sara Montiel. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Fig. 8. El matrimonio Pulido-Íñiguez junto a la poetisa Gabriela Mistral. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1559 Fig. 9. Dalia Íñiguez junto a la soprano grancanaria Isabel Macario. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Fig. 10. Dalia Íñiguez e Isabel Macario en el Teatro Pérez Galdós durante la interpretación de Cavallería Rusticana. Los decorados son de Felo Monzón. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1560 Fig. 11. Dalia Íñiguez en el Teatro Pérez Galdós junto a los poetas Saulo Torón, Prudencio Morales y Tomás Morales. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1561 NOTAS 1 Este dato nos ha sido proporcionado fuentes familiares. También Hernán Restrepo D. en Aquellas canciones vol.II de Juan Pulido. RCA VÍCTOR, México, sin fecha. 2 Diario de Las Palmas, En la Filarmónica, 20 de noviembre de 1912. – Hernán Restrepo D. en Aquellas ... 3 Diario de Las Palmas y El Tribuno, 22 de noviembre de 1912 4 Diario de Las Palmas, La Filarmónica, 25 de noviembre de 1912 5 Diario de Las Palmas, 13 de diciembre de 1912 6 El Tribuno, En la Filarmónica, 18 de diciembre de 1912 7 Florilegio, De espectáculos, nº 58 de 18 de octubre de 1914 8 Diario de Las Palmas, 28 de octubre de 1914. – El Tribuno 29 de octubre de 1914 9 El Tribuno, El concierto de anoche. En la “Sociedad Filarmónica”, 25 de enero de 1915 10 Florilegio, En el “Pérez Galdós”.La velada de “Los Doce”, nº 126, 25 de abril de 1916 11 Hernán Restrepo D. en Aquellos ... 12 Diario de Las Palmas, Espectáculos, 3 de marzo de 1920 13 Diario de Las Palmas, Teatrales, 8 de enero de 1920 14 Diario de Las Palmas, Espectáculos, 28 de febrero y 3 de marzo de 1920 15 Diario de Las Palmas, Teatrales. “Folías Tristes”, 5 de marzo de 1920 16 Diario de Las Palmas, 6, 8, 13 y 15 de marzo de 1920 17 Diario de Las Palmas, 12 de mayo de 1920 18 Diario de Las Palmas, Teatrales. “Folías tristes”, 14 de mayo de 1920 19 Diario de Las Palmas, 17 y 20 de marzo y 22 de abril de 1920 20 Diario de Las Palmas, 2 de julio de 1920 y La Provincia, 3 de julio de 1920 21 Diario de Las Palmas, 3 de mayo de 1920 y en Fiesta de arte y homenaje merecido, 5 de mayo de 1920 22 Diario de Las Palmas, Una velada, 6 de mayo de 1920 23 Diario de Las Palmas, En el Circo, 8 de mayo de 1920 24 Diario de Las Palmas, En el Metropole, 8 de mayo de 1920 25 Diario de Las Palmas, La obra social católica. La fiesta de ayer, 10 de mayo de 1920 26 Diario de Las Palmas, Espectáculos, 5 de junio de 1920; Una velada, 8 de junio de 1920 y El concierto de anoche, 18 de junio de 1920 27 Diario de Las Palmas, Canarios que triunfan, 24 de septiembre de 1920; La Laguna. Un concierto, 28 de septiembre de 1920 y DE ARTE. Los conciertos en el “Leal” de La Laguna, 2 de octubre de 1920 XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1562 28 Diario de Las Palmas, En el “Club Náutico”. Las regatas, 2, 11 y 13 de octubre de 1920 29 Diario de Las Palmas, Espectáculos, 29 de octubre de 1920; La Provincia, De teatros. Conciertos, 27 de octubre de 1920 y Teatro-Circo del Puerto, 30 de octubre de 1920 30 El Tribuno, De Arte. Conciertos en el Teatro Circo de Arucas, 4 de noviembre de 1920 y 5 de noviembre de 1920 31 El Tribuno, De Arte. El concierto de Arucas, 7 de noviembre de 1920 32 El Tribuno, De Arte. Concierto, 9 de noviembre de 1920 33 Hernán Restrepo D. en Aquellas ... 34 Diario de Las Palmas, 16 de noviembre de 1920 y Néstor de la Torre, 19 de noviembre de 1920 35 Leopoldo Rojas-O’Donell Martín en “Néstor de la Torre y la enseñanza del canto en Canarias” en la revista de El Museo Canario. Homenaje a Lola de la Torre Champsaur. LIV-II,1999, p. 607 36 Hernán Restrepo D. en Aquellas... y Diario de Las Palmas, De Cuba. Un artista canario, 4 de junio de 1921 37 Ibídem 38 Ibídem. 39 Revista Canarias, abril de 1929, Buenos Aires 40 Hernán Restrepo D. en Aquellas ... 41 Inmaculada Sanabria Rodríguez en “Catálogo de los discos de pizarra de temas, autores e intérpretes canarios que se conservan en la fonoteca del Museo Canario” en la Revista El Museo Canario. Homenaje a Lola de la Torre Champasaur. LIV-II, 1999, pp.739-757 42 Hernán Restrepo D. en Aquellas ... 43 Ibídem 44 Ibídem, vid nota 41 45 Ibídem. – Revista Canarias, enero, abril y septiembre de 1929, Buenos Aires 46 La Provincia, 17 de noviembre de 1929 47 El Tribuno, 12, 20, 27y 29 de noviembre y 4, 5 y 8 de diciembre de 1929 48 El Tribuno, 5, 10 y 11 de diciembre de 1929 49 El Tribuno, 14 y 17 de diciembre de 1929 50 El Tribuno, 29 de diciembre de 1929 51 La Provincia, 10 de diciembre de 1929 52 La Provincia, 19 de diciembre de 1929 53 El Tribuno, 25 de abril de 1930. – Programa Un siglo de poesía cubana. Recital poético de Dalia Íñiguez en el Teatro Auditorium de La Habana el 16 de abril de 1942 Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1563 54 Revista Canarias, marzo y mayo-junio de 1937, Buenos Aires 55 Hernán Restrepo D. en Aquellos ... 56 La Provincia, 14 y 15 de diciembre de 1972 57 Sus datos biográficos han sido extraídos del programa Un siglo de poesía cubana. Recital poético de Dalia Íñiguez en el Teatro Auditorium de La Habana el 16 de abril de 1942 58ABC, 17 de febrero-1934 Siglo Futuro, 17 de febrero1934 Luz, 17 de febrero1934 La Época, 17 de febrero de1934 Ahora, 17 de febrero de1934 59ABC, 20 de septiembre de 1934 60Hoy, 8 de septiembre de 1934 61Gaceta de Tenerife, 12 de septiembre de 1934 62Programa de “Fiestas de septiembre”. Imprenta Pacheco, La Laguna. 1934. - La Gaceta de Tenerife, 9 de septiembre de 1934 63Ibídem 64Programa “Fiestas de Septiembre”. Concierto extraordinario a precios populares. 65Programa del Extraordinario recital de poesía y música por los afamados artistas Dalia Íñiguez recitadora - Juan Pulido Barítono. - La Provincia, 28 de septiembre de 1934. - Hoy, 28 de septiembre de 1934 66El Tribuno, 29 de septiembre de 1934. - Diario de Las Palmas, 29 de septiembre de 1934. - La Crónica, 29 de septiembre de 1934. - La Provincia, 30 de septiembre de 1934 67Hoy, 2 de octubre de 1934 68Programa del Segundo y último recital de Poesía y Música por los afamados artistas Dalia Íñiguez y Juan Pulido. 69Hoy, 11 de octubre de 1934. - La Provincia, 11 de octubre de 1934. - La Crónica, 11 de octubre de 1934. - El Tribuno, 11 de octubre de 1934. - El Defensor de Canarias, 11 de octubre de 1934 70La Provincia, 14 de octubre de 1934 71La Provincia, 13 de octubre de 1934 72Hoy, 16 de octubre de 1934. - La Provincia, 16 de octubre de 1934 73Hoy, 20 y 23 de octubre de 1934. - La Provincia, 23 y 24 de octubre de 1934 74 Programa de la Gran velada de poesía y música en honor de los jefes, oficiales, cadetes y tripulación de la fragata escuela argentina “Presidente Sarmiento” por las eminentes artistas Dalia Íñiguez e Isabel Macario con la cooperación de la Sociedad de Amigos del Arte. - La Provincia, 25 y 30 de octubre y 3 de noviembre de 1934.- Hoy, 25 y 31 de octubre y 3 y 4 de noviembre de 1934. - El Radical, 30 de octubre y 1 de noviembre de 1934. - El Defensor de Canarias, 30 de octubre y 2 de noviembre de 1934. - La Crónica, 1 de noviembre de 1934.- Diario de Las Palmas, 31 de octubre de 1934 75El Tribuno, 5 de noviembre de 1934 XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1564 76Ibídem. - La Crónica, 5 de noviembre de 1934. - El Defensor de Canarias, 5 de noviembre de 1934. - La Provincia, 6 de noviembre de 1934 77 Oficio de la Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre” dirigido a Dalia Íñiguez y firmado por el presidente y el secretario con fecha de 6 de noviembre de 1934 78 La Provincia, 16 y 20 de noviembre de 1934. - Hoy, 15 de noviembre de 1934. - El Tribuno, 17 de noviembre de 1934. - El Radical, 17 de noviembre de 1934. - El Defensor de Canaria, 17 y 21 de noviembre de 1934, - La Crónica, 19 de noviembre de 1934. - Diario de Las Palmas, 21 de noviembre de 1934 79 Hoy, 23 de noviembre de 1934. - El Defensor de Canarias, 23 de noviembre de 1934. - La Provincia, 24 de noviembre de 1934 80 Programa de la Grandiosa matiné de poesía y música patrocinada por la Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre”. Última presentación de Dalia Íñiguez e Isabel macario en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria el domingo 25 de noviembre de 1934 a las 6 de la tarde. - El Tribuno 26 de noviembre de 1934. - La Provincia, 27 de noviembre de 1934. - Hoy, 27 de noviembre de 1934 81 Inter-Radio Las Palmas, 8 de diciembre de 1934, año I, nº 5 82 Programa del Grandioso acontecimiento de arte. Dos únicos recitales de poesía y música por las eminentes artistas Dalia Íñiguez e Isabel Macario en el Teatro Guimerá el sábado 8 y el domingo 9 de diciembre de 1934 a las 9 y media. - La Prensa, 9 de diciembre de 1934. - Hoy, 7 y 8 de diciembre de 1934. - La Tarde, 6 y 8 de diciembre de 1934. - Gaceta de Tenerife, 8 y 9 de diciembre de 1934 83 Programa del ..., op.cit. 84 La Tarde, 10 de diciembre de 1934. - La Prensa, 11 de diciembre de 1934. - Gaceta de Tenerife, 11 de diciembre de 1934 85 Diario de Avisos de La Palma, 3 y 7 de diciembre de 1934 86 Diario de Avisos de La Palma, 13 y 15 de diciembre de 1934. - Acción Social, 14 y 15 de diciembre de 1934. - El Tiempo 15 de diciembre de 1934 87 Acción Social, 18 de diciembre de 1934. - El Tiempo, 18 de diciembre de 1934 88 Oficio del Consejo Local de 1ª Enseñanza de Las Palmas. Firmado por el presidente M. Suárez Guerra el 27 de noviembre de 1934 89 La Provincia, 11 y 12 de enero de 1935. – Hoy, 13 de enero de 1935. – El Radical, sin fecha (ca. enero de 1935). – Diario de Las Palmas, 12 de enero de 1935 90 La Provincia, 26 de enero de 1935. – Diario de Las Palmas, 26 y 29 de enero de 1935. – Hoy, 28 de enero de 1935 91 Hoy, 23 de febrero y 14 de marzo de 1935. – El Radical, 27 de febrero de 1935. - La Provincia, 14 de marzo de 1935. – Diario de Las Palmas, 14 de marzo de 1935 92 Hoy, 17 y 22 de marzo de 1935 93 ABC, 21 de febrero de 1935 94 La Provincia, 24 de febrero de 1935. – El Tribuno, 27 de febrero de 1935. – Diario de Las Palmas, 2 de marzo de 1935. – El Tribuno, 14 de marzo de 1935 95 La Provincia, 30 de marzo de 1935. – Hoy, 30 de marzo de 1935. – El Radical, 30 de marzo de 1935 Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1565 96 La Provincia, 9 de abril de 1935. - Programa del grandioso homenaje despedida a la eminente recitadora Dalia Íñiguez en el Teatro Pérez Galdós el 21 de abril de 1935 a las 21’30 horas. – Diario de Las Palmas, 22 de abril de 1935. – La Provincia, 23 de abril de 1935. – Hoy, 23 de abril de 1935. – Acción, 23 de abril de 1935
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Título y subtítulo | Juan Pulido y Dalia Íniguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico |
Autor principal | Santana Gil, Isidoro |
Publicación fuente | XIV Coloquio de historia canario - americano |
Numeración | Coloquio 14 |
Sección | Arte |
Tipo de documento | Congreso y conferencia |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 2000 |
Páginas | P. 1538-1565 |
Materias | Congresos ; Historia ; Canarias ; América |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 473520 Bytes |
Texto | 1538 JUAN PULIDO Y DALIA ÍÑIGUEZ EN LA VIDA Y EN EL ARTE A AMBOS LADOS DEL ATLÁNTICO Isidoro Santana Gil Juan Pulido Rodríguez (Las Palmas de Gran Canaria, 1891- México, 1972) Juan Pulido Rodríguez nació en Las Palmas de Gran Canaria el 18 de junio de 18911 en un ambiente familiar propio de la época. Desde muy joven él y sus hermanos sintieron vocación hacia todo lo artístico. Sus estudios musicales comenzaron en su ciudad natal en la Academia de la Sociedad Filarmónica con el maestro Bernardino Valle,2 aunque creemos que su participación en otras sociedades de la época como fue la extinta Sociedad Los Doce a la que perteneció desde sus orígenes, hizo que también pudiera adquirir algunos conocimientos musicales con Agustín Hernández Sánchez o Andrés García de la Torre. Es en estas sociedades donde tuvieron lugar sus primeras actuaciones, debutando en un concierto organizado por la Sociedad Filarmónica y celebrado con motivo de la festividad de Santa Cecilia en la noche del 22 de noviembre de 1912 (fig. 1), en donde interpretó el bolero de Buzzi-Peccia titulado Lucía y la Trova gitana de F. Alonso.3 La prensa destacó de Juan Pulido su agradable voz y que se podría esperar más y bueno de él en un futuro próximo.4 También para mediados de diciembre de ese mismo año se anuncia un nuevo concierto de la Filarmónica en el que tomarán parte, entre otros, María Suárez Fiol, Adela Súnico y Navarro, Pedro Raventós y Juan Pulido.5 De nuevo la crítica aparecida en la prensa del momento destacó las facultades que para el canto tenía el joven Pulido.6 Pero no sólo participó en las actividades de la Filarmónica sino que también lo hizo en otras asociaciones afines o en actos culturales y artísticos a los que se le invitaba. Entre estos destaca la celebración de la fiesta a beneficio del actor Leandro Martín, que se encontraba enfermo y sin recursos en nuestra ciudad. El programa constaba de la puesta en escena de la zarzuela La banda de trompetas con texto de Arniches, varias romanzas por el barítono Isidro Brito y el entremés La pitanza. La orquesta estaba dirigida por Agustín Hernández. Juan Pulido interpretó el personaje de “Cara bonita” en la zarzuela de Arniches y la prensa se deshace en elogio para nuestro barítono,del que no sólo destacan su voz sino también su desenvoltura y gracia en el escenario.7 Días más tarde, el 29 de octubre de 1914, la sociedad Nuevo Fomento organizó a su beneficio en el teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria una velada músico teatral a cargo del cuadro de declamación de la sociedad Círculo de Amistad, en donde se pondrá en escena el entremés El truqui y la zarzuela La banda de trompetas. Además, el programa se completa con la interpretación de varias canciones cantadas por Juan Pulido, que aparece acompañado al piano por Agustín Hernández.8 De nuevo, el 24 de enero de 1915, figura en el programa del concierto que la Sociedad Filarmónica de Las Palmas preparaba en el Teatro Pérez Galdós, en donde interpretó en la primera parte la Trova de Lindajara con letra de Cristóbal de Castro y música de Francisco Alonso y en la segunda la canción española de F. M. Álvarez El canto del presidiario. El numeroso público asistente premió al intérprete con fuertes aplausos, ya que la ejecución de estas piezas fue de su agrado. La crítica del momento alabó la voz de nuestro barítono.9 Algo Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1539 parecido ocurrió en la velada organizada por la sociedad Los Doce de la capital grancanaria en abril de 1916, en donde el barítono Pulido interpretó la romanza de Puck de la zarzuela Las golondrinas de Amadeo Vives y el dúo de Maruxa del mismo autor junto a la joven Ana Ferrera, que debutaba en esa ocasión.10 Durante los próximos tres años, el joven Juan Pulido tiene que cumplir con el servicio militar obligatorio, licenciándose con el grado de sargento del cuerpo de sanidad militar.11 Reaparece el 4 de marzo de 1920 interviniendo en la puesta en escena de la zarzuela de costumbres canarias Folías tristes del compositor canario Santiago Tejera Ossavarry (fig.2),12 que se venía ensayando desde principios de año,13 en donde interpreta el papel del criado del Sr. Antonio, padre de Elvira la protagonista, junto a otros conocidos intérpretes isleños como Ana Suárez Quesada, María Santaella, Néstor Doreste, Manuel del Toro, José Rodríguez Iglesia e Isidro Brito.14 El éxito de la representación fue enorme tal, y como lo resalta la prensa del momento,15 llegándose a programar nuevamente días después a beneficio de la Cruz Roja y otras instituciones de caridad.16 Una tercera representación tuvo lugar el 13 de mayo de ese mismo año17 y la crítica destaca nuevamente a nuestro barítono en el papel de campesino local.18 El éxito de esta representación hace que se comience a ensayar la zarzuela La hija del Mestre del mismo autor y por el mismo elenco artístico, estando previsto su estreno para fines de junio próximo.19 Por diversos motivos se fue atrasando su estreno y en julio de ese año la prensa señala que los ensayos se han reanudado,20 pero no tenemos constancia de su puesta en escena. Entre tanto Juan Pulido continúa actuando en recitales varios, como el celebrado en el Circo Cuyás la noche del 7 de mayo de 1920 a beneficio de la cantante teldense Maruca Santaella para recaudar fondos para que pueda proseguir sus estudios musicales en el Conservatorio de Madrid.21 En el programa interpretó la romanza de Las Golondrinas de Usandizaga y el dúo de Maruxa de Vives en unión de la homenajeada, y en ambas estuvo acompañado por el pianista Federico Quevedo.22 La prensa destacó todo el programa y en especial estos dos números.23 En el celebrado en el Hotel Metropol a beneficio de los Centros Católicos obreros el 9 de ese mismo mes y volvió a interpretar el dúo de Maruxa con Maruca Santaella, esta vez acompañado al piano por Agustín Hernández, y la canción de J. Tabuyo Mi pobre reja, que abrió el programa.24 Como siempre, la crítica no escatimó elogios para todos los participantes.25 También participó en el concierto a beneficio de la cantante Micaela Rodríguez para ayudarla a completar sus estudios musicales, en la noche del 17 de junio en el salón de actos del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, en el que interpretó el monólogo de La tempestad, que fue muy aplaudido por el público al cantar con perfecta afinación y sentimiento.26 Nuevamente junto a Maruca Santaella dio dos recitales en Tenerife, en el Teatro Leal de La Laguna, el 23 de septiembre de 1920 acompañados por Federico Quevedo y el tinerfeño Luis de Armas. Los dos cantantes grancanarios fueron recibidos con grandes muestras de cariño y aplausos que se repitieron al finalizar el dúo de Aida de Verdi, que se vieron obligados a visar varias veces ante la insistencia del público. Pulido cerró su actuación con la romanza “Caminar, caminar” de la zarzuela Las golondrinas de Usandizaga, que era su gran XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1540 éxito popular. La prensa de Las Palmas se hace eco de la tinerfeña afirmando que es una artista sin adjetivos, un maestro de la escena lírica.27 Este concierto se repitió con igual éxito en Las Palmas de Gran Canaria en la fiesta de las regatas de octubre organizadas por el Real Club Náutico de esta capital en su local social.28 Los últimos conciertos de Juan Pulido en Las Palmas de Gran Canaria antes de marcharse para América se celebraron en el Teatro Circo del Puerto junto a Micaela Rodríguez, Isidro Brito, Juan Arencibia y Federico Quevedo en la noche del 30 de octubre de 1920, y fueron organizados por la sociedad Los Doce y la sociedad de Arte del Teatro 1º de Mayo. Nuestro barítono interpretó en su concierto de despedida varios números como fueron la canción andaluza de J. Tabuyo Mi pobre reja y “Caminar, caminar” de Las golondrinas de Usandizaga, ambos números fueron acompañados al piano por Federico Quevedo.29 Días más tarde, el 5 de noviembre, se volvió a repetir este programa en el Teatro Circo de Arucas.30 Al finalizar el concierto los artistas y sus amistades fueron al Casino de dicha localidad norteña, donde Juan Pulido interpretó algunas canciones, al igual que el Sr. Bellini.31 El último de ellos tuvo lugar días después en los salones de la Sociedad Fomento y Turismo de la capital grancanaria en la que tomó parte el barítono Néstor de la Torre.32 Juan Pulido abandona Las Palmas de Gran Canaria a finales de 1920 y, como muchos canarios, pone rumbo a Cuba en busca de mejoras. Allí se establece como empleado en una casa comercial de La Habana, trabajo que alterna con sus estudios musicales en la capital caribeña.33 El 18 de noviembre de 1920 embarcó para la capital cubana el también barítono grancanario Néstor de la Torre,34 quien rápidamente entra en contacto con los canarios allí residentes.35 Juan Pulido, conocedor de las excelentes dotes de Néstor, no sólo como cantante sino como profesor, entraría a formar parte como alumno suyo en la academia que éste instaló allí (fig.3).36 Fueron tantos sus progresos como cantante, que pronto famosos compositores cubanos como Gonzalo Roig, Falcón o Mauri entre otros, lo animan y estimulan para que continúe con sus estudios y dándose a conocer lo antes posible a la sociedad habanera. Estos compositores lo ponen en contacto con algunas sociedades culturales y artísticas del momento que lo incluyen en los programas de actuaciones.37 Poco a poco va entrando en los ambientes artísticos de La Habana y conoce al director de cine Ramón Peón, que lo incluye en dos películas mudas, Aves de paso y Casados de veras. Con ellas obtiene un gran éxito como actor y animado por su ya amigo el director Ramón Peón da el salto a los Estados Unidos.38 Juan Pulido se establece en Nueva York y alterna su trabajo en una empresa como contable con su oficio de cantante.39 A las pocas semanas de llegar se presenta como cantante en el teatro Rialto de la capital neoyorkina el 7 de octubre de 1923, obteniendo un gran éxito entre la colonia hispana residente allí. Ante este éxito es contratado para la zarzuela La cara de Dios, que se estrena el 25 de noviembre de 1923 en el Daly’s Theater, con la que también obtiene un gran triunfo. A esta zarzuela le seguirán otras como El gazpacho andaluz, El príncipe bohemio, o Las corsarias, entre otras.40 De esta época son sus primeras grabaciones para la casa discográfica Columbia,41 entre las que destacan las canciones O sole mio y Maria Mari, a dúo con Pilar Arcos. También en 1923 es contratado en Tampa (Florida) para una temporada de zarzuela, donde pone en escena Benamor, Molinos de Viento, La canción del olvido, La viuda alegre y La montería, entre otras. Pero, por lo que más se recuerda esta temporada en Florida, es por Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1541 su representación de Marina, junto al tenor Hipólito Lázaro, ya que es reputado por ser uno de los mejores “Jorge” de la historia de este título.42 De regreso a Nueva York continuó representando zarzuelas y operetas vienesas traducidas al castellano y repite Marina, esta vez con Rodolfo Hoyos, Carlos Mejía y Margarita Cueto.43 En 1927 firma un contrato en exclusiva para la casa de discos R.C.A. Víctor y sus primeras grabaciones para este sello son Ya sin tu amor y Yo mismo no comprendo del compositor mexicano Manuel M. Ponce.44 En enero de 1928 viaja a La Habana, en donde es contratado para dar tres recitales en el Teatro Nacional (fig.4), y en uno de ellos conocería a la que tiempos después sería su esposa, la gran recitadora Dalia Íñiguez. Meses más tarde embarcaría Juan Pulido rumbo a Nueva York donde comenzaría una carrera plagada de éxitos, compatibilizando actuaciones en público con grabaciones discográficas, rodajes de películas, como la titulada Galas de la Paramount al lado de figuras como Ernesto Vilches, Encarnación López “La Argentinita” y Rosita Moreno, y recitales en numerosas emisoras de radio norteamericanas, obteniendo grandes éxitos en todas estas facetas.45 En noviembre de 1929 se encuentra nuestro barítono en las Islas Canarias y la prensa da cuenta de ello con entrevistas y fotos.46 Durante su estancia de varios meses dio dos recitales en Las Palmas de Gran Canaria, que fueron organizados por la Sociedad Los Doce, de la que Pulido fue socio en sus años de juventud. El primer concierto tuvo lugar el 7 de diciembre de 1929 en el Teatro Pérez Galdós, y en él intervinieron un septimino dirigido por Agustín Hernández que interpretó los Cantos canarios de Bernardino Valle, a los que siguieron las canciones ¿Dónde estás corazón de L. M. Serrano, Boquita linda de R. Tarralba y ¡Vida mía! de E. S. Fuentes a cargo de Juan Pulido. La segunda parte comenzó con el Preludio y Fuga en La menor de Bach-Lizst interpretadas al piano por Cástor Gómez, seguida por Córdoba de Albéniz, y las canciones No fies mucho en la enmienda y Bendita sea mi tierra de Julio Osma, El platerito de Kurt Schindler y la Canción del botero del Volga en la versión que el propio Juan Pulido había traducido. En la tercera parte el septimino interpretó la serenata de Albéniz Córdoba, a la que siguieron el tango La cieguita de Kepler-Lais, Júrame de M. Grever, La Gayola de R. Fuegols, ¿Por qué no has venido? De P. M. Maffia y el recitativo y la romanza Ríe, payaso ríe de Leoncavallo. La prensa señaló el gran éxito de este concierto, destacando la interpretación que nuestro barítono hizo en la Canción del botero del Volga, en ¿Dónde estás corazón?, La cieguita y La gayola. De los otros intérpretes destaca el pianista Cástor Gómez en la Rapsodia nº 12 de Liszt, ejecutándola de modo impecable. El público disfrutó del espectáculo y aplaudió mucho todas las interpretaciones.47 Para el segundo concierto el programa fue el siguiente: en la primera parte el septimino dirigido por Agustín Hernández interpretó una canción rusa de Laló, a la que siguieron las canciones Te odio de F. B. Caignet, Ojos tapaitos de F. B. Velázquez, Norteña de E. Vigil y Robles interpretadas por Juan Pulido. Luego la Pastoral y Capricho de Scarlatti, a continuación Granada de Palacios, Sueñe o vele no hay respiro de J. Osma, Jota de M. Falla, y Trigueña de J. Ll. Sierra. Después de una breve pausa la segunda parte dio comienzo con la intervención del septimino de Agustín Hernández, que ejecutó la Polonesa de Mendelssohn, a la que siguieron Soy un cobarde de Crever, Noche de Reyes de P. M. Maffia, Griseta de E. Delfino, A la luz del candil de C.V.G. Flores; la Polonesa de Penderewsky fue interpretada al piano por Cástor Gómez, para salir a continuación Juan Pulido a intepretar Por eso te quiero de Lecuona, Cierra esa puerta, y Chau, chau de E. Clara. La crítica del momento alabó al XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1542 intérprete, no sólo por su voz, que era bastante extensiva, pero no voluminosa y poseyendo un timbre agradable, sino también por la elección del programa y por el alma que ponía en la interpretación. De entre todas las canciones destaca Cieguita, Noche de reyes, y en Chau, chau. Además tuvo que bisar ante los aplausos del público la Canción del botero del volga.48 Una vez finalizados los conciertos Pulido prepara nuevamente viaje a América, y como despedida la Asociación de la Prensa, el Ateneo Popular y la Sociedad Los Doce preparan un almuerzo homenaje que sirva de despedida al barítono grancanario. Este homenaje se celebró en el hotel Los Frailes de Tafira, al que asistieron entre otros los recitadores Suárez León y Luis Marrero, el tenor Marcos Redondo, la señorita Ladevese, etc., que intervinieron recitando, cantando o contando la historia de la Sociedad de Los Doce, en donde empezó la singladura artística del homenajeado.49 Pero antes de partir Juan Pulido tuvo un rasgo de generosidad y, en unión de la Sociedad de Los Doce, hicieron entrega al Asilo de Ancianos Desamparados de nuestra ciudad la cantidad que recaudaron en las dos veladas artísticas en las que participó.50 También cantó el Ave María en el ofertorio de la función religiosa en honor de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre en la Catedral de Las Palmas.51 Así como en las emisiones de Radio Club Canarias donde interpretó varias canciones acompañadas al piano por Braulio Pérez.52 Regresó a Cuba en marzo de 1930, y a principios de ese mes dio un recital en el Teatro Nacional de La Habana, que fue acompañado al piano por Dalia Íñiguez, con la que contraería matrimonio el 20 de marzo de ese mismo año.53 De nuevo los compromisos artísticos de Juan Pulido en Nueva York hicieron que la joven pareja fijara su residencia en la ciudad de los rascacielos durante dos largos años, en donde grabaría más discos con las más prestigiosas casas discográficas del momento, como la Víctor, la Columbia, o la Regal. Y durante dos años realiza representaciones por los distintos escenarios de América con las dramatizaciones de sus más famosas canciones grabadas en disco, como la titulada A la luz de un candil. También es por estas fechas cuando comienza a despuntar en otra de sus grandes aficiones, como es la fotografía. Con algunas de ellas se presenta a varios concursos, obteniendo algunos galardones. Las fotografías las firma con el seudónimo de Toro N.Y. En 1933 regresa a Europa, donde su joven esposa comienza una serie de recitales por los principales teatros de España y Portugal. Llegaron en 1934 a Las Palmas de Gran Canaria, donde participaron de la vida social y cultural, de lo que más adelante daremos cuenta. El matrimonio Pulido-Íñiguez regresó a Cuba en 1935, donde ambos continuaron con sus giras artísticas tanto por el interior de la república como por el continente americano. Así, en mayo de 1937 se presentaron en el teatro San Martín de Buenos Aires. En la capital argentina fueron recibidos por una representación de la Asociación Canaria de dicha ciudad.54 Posteriormente se trasladaron al Uruguay donde habían sido contratados para actuar en Montevideo y en otras ciudades. Posteriormente regresarán a Buenos Aires para dar una serie de ocho audiciones especiales para la emisora L.R. 2, Radio Prieto, donde Juan Pulido interpretará su gran repertorio de canciones. Después partirán para Centroamérica. Esta turné se interrumpió con motivo de la llegada de su único hijo, Juan Carlos, el 5 de abril de 1940. En 1944 Juan Pulido y su familia abandonan Cuba y se afincan en México, en donde se reencuentra con su amigo el director cinematográfico cubano Ramón Peón, con quien filma Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1543 una serie de películas, dando como resultado más de setenta películas en la capital mejicana.55 También en estos momentos inicia los trámites de su separación matrimonial con la gran recitadora cubana y comienza a desempeñar las funciones de asesor musical del Auditorio de la capital azteca. En 1954 regresa a Las Palmas de Gran Canaria a visitar a su familia y amigos para intentar superar el mal trance de su separación. De esta época datan sus discos de cuentos infantiles para la casa Peerless S.A. de México, como el titulado El pez de oro. Poco a poco se va retirando hasta que abandona por completo toda actividad artística, dedicándose a los negocios. Murió en México el 22 de noviembre de 1972 a los 81 años de edad (fig.5).56 Dalia Íñiguez (La Habana, 1911- México, 1995)57 Dalia Íñiguez nació en La Habana el 1 de mayo de 1911 (fig.6). Estudió en el colegio María Corominas de dicha capital en donde se preparó para sus estudios de magisterio, que terminó a los dieciocho años. También estudió música, culminando sus estudios de piano en 1925. El 20 de marzo de 1930 contrajo matrimonio con el barítono grancanario Juan Pulido, con el que se trasladó a vivir a Nueva York debido a los compromisos que tenía por aquel entonces el famoso cantante. Es en la ciudad de los rascacielos donde debuta profesionalmente como recitadora en el Roerich Hall el 9 de abril de 1932, y meses más tarde, en junio de ese mismo año, inicia su primera gira artística que la llevará a los principales teatros del centro y sur de América. De regreso a Cuba, a principios de 1933 es contratada por Pro-Arte Musical, sociedad para la que dio numerosos recitales. A finales de ese mismo año embarcó junto a su marido para Europa y debutó el 9 de febrero de 1934 en el Teatro de la Comedia de Madrid, en donde obtuvo un gran triunfo, llegando incluso a grabarse en discos algunas de sus actuaciones en el Centro de Estudios Históricos para el Archivo del Lenguaje. También dio algunos recitales en Portugal en el Teatro Nacional de Lisboa. Después de esta apoteósica turné por la Península Ibérica embarcaron rumbo a Las Palmas de Gran Canaria, ciudad natal de su marido, en donde ambos darán una serie de conciertos y recitales junto a las primeras figuras locales de aquel tiempo, lo que trataremos más adelante. En 1935 regresan nuevamente a Cuba en donde dio una serie de recitales. En alguno de ellos el numeroso público llegó a la cifra de diez mil espectadores. Ante los méritos artísticos y las aclamaciones populares, el gobierno cubano le otorgó la condecoración Carlos Manuel de Céspedes en el grado de oficial, y con tal motivo se celebró un homenaje nacional en el que participaron los poetas más representativos del país. La artista, en agradecimiento, llevó su espectáculo al interior de la república, actuando en teatros, plazas públicas y escuelas superiores. Después de un año de actuaciones por toda la geografía cubana inició en mayo de 1936 una gira de varios años por toda América, en la que cosechó grandes éxitos, tanto de crítica como de público. En algunos de los países que visitó fue condecorada por sus méritos artísticos. Además, durante su estancia en Santiago de Chile en 1936 publica su libro de poemas en prosa y verso titulado Ofrenda al hijo amado. También comienza a escribir las impresiones que siente por todos los lugares por los que pasa y que se traduce en un nuevo XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1544 libro titulado Itinerarios de ausencia. Recuerdos de un viaje que publicó en La Habana en 1944. Al finalizar esta extensa gira llega de nuevo a La Habana el 25 de julio de 1939, en donde se prepara para su próxima maternidad el 5 de abril de 1940. Después del nacimiento de su hijo Juan Carlos deja los escenarios durante un corto periodo de tiempo, y el 10 de marzo de 1941 actúa como solista con la Orquesta Filarmónica de la capital caribeña bajo la dirección del maestro Massimo Freccia estrenando en Cuba el poema de Prokofieff Pedro y el lobo, también ocupa la cátedra de declamación en el Instituto Cívico Militar de Ceiba del Agua y comienzan las emisiones de recitales poéticos a través de la Radio Cultura del Ministerio de Educación. Estas actividades la mantendrá ocupada hasta los años cincuenta, en que se establece en México, en donde seguirá dando recitales y comenzará su andadura cinematográfica al lado de las grandes figuras del celuloide azteca y español (fig.7). Es en estas fechas cuando se separa del barítono Juan Pulido para contraer segundas nupcias tiempo más tarde con el galán mexicano Rafael Bertrand Se retiró de los escenarios en 1976 con unos recitales en la ciudad de Miami, y fallece en la ciudad de México en octubre de 1995. Juan Pulido y Dalia Íñiguez en Canarias Después de cautivar al público por toda la geografía americana, el joven matrimonio formado por Juan Pulido y Dalia Íñiguez deciden embarcar para Europa. Antes de ir al viejo continente la joven pareja hizo una pequeña escala en la isla de Gran Canaria para que la familia del cantante en Las Palmas conociese a su joven esposa. Después de descansar de tan largo viaje, vuelven a emprender el salto a la península, llegando a Madrid en febrero de 1934. En la capital de España, Dalia Íñiguez dio una serie de recitales en el teatro de la Comedia, en donde con su peculiar interpretación y saber hacer cautivó al público, que aplaudió con insistencia los versos de Eduardo Marquina, Fernando Villalón, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Gabriela Mistral (fig.8), Juana de Ibarbourou, Pedro Salinas, Sabart Ercasty, Luis de Góngora, Menédez Pidal y Rabindranath Tagore. Entre el numeroso público asistente a los recitales destaca la presencia de famosos poetas y escritores de la época, como Jacinto Benavente.58 A estos recitales siguieron otros en Portugal que también fueron seguido por numeroso público. A finales de verano de ese año, y finalizado su periplo por varias ciudades españolas y portuguesas embarcan rumbo a Las Palmas de Gran Canaria, patria chica del barítono Juan Pulido, para dar una serie de recitales. Es tal la popularidad del matrimonio que la prensa nacional se hace eco de este viaje.59 Después de descansar del largo trayecto marítimo, el matrimonio Pulido-Íñiguez marcha rumbo a la isla de Tenerife, en donde ha sido contratado para dar varios recitales en la ciudad de La Laguna con motivo de las fiestas del Cristo, así como en la Villa de La Orotava.60 Los recitales en La Laguna se iniciaron en el Teatro Leal el 7 de septiembre de 1934, y el programa se abrió con la interpretación de una sinfonía a cargo de una orquesta formada por treinta profesores bajo la dirección del maestro Estany. Seguidamente hubo unas palabras de Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1545 presentación a cargo del periodista de La Gaceta de Tenerife, Francisco J. Centurión, que elogió a los dos artistas61 y que fue largamente ovacionado por los presentes. El periodista dio paso a la recitadora cubana Dalia Íñiguez, que interpretó con su arte poemas en prosa y verso, entre otros poetas a los Hermanos Machado, Federico García Lorca, José Martí, Lope de Vega, F. Villaaespesa, Rubén Darío, etc. La segunda parte comenzó con una sinfonía a cargo de la orquesta, a la que siguió la interpretación del Himno de Valencia del maestro Serrano, cantado por el Orfeón de la Juventud Católica de la ciudad de los Adelantados, integrados por cien voces mixtas y acompañado por la orquesta. A ésta siguió de nuevo la voz de Dalia Íñiguez. La tercera y última parte se inició, como era habitual en estos programas, con una “sinfonía” a cargo de la orquesta, a la que siguió la actuación del barítono Juan Pulido, que interpretó obras del cancionero ruso, de Ernesto Lecuona, E. Sánchez de Fuentes, F. Palacios y K. Schindler. Finalizó el espectáculo con la puesta en escena de la pantomima dramática de ambiente oriental titulada Opio, original del maestro Juan Estany, que fué interpretada por un grupo de jóvenes de la localidad, entre los que destacaron Ángel Álvarez, Francisco Alonso o Mercedes Miranda Beautell.62 Todos los participantes fueron largamente ovacionados y se vieron obligados a bisar algunos números, recibiendo palabras de elogio por parte de la crítica.63 Ante el éxito, días más tarde, el 10 de septiembre se celebró un concierto extraordinario con un programa muy similar al anteriormente citado.64 Una vez finalizada esta pequeña gira artística por la isla de Tenerife, regresaron a Las Palmas y se presentaron ante el público grancanario la noche del 28 de septiembre de 1934 en el Cine Cuyás. Dalia Íñiguez eligió para su presentación los poemas Vendimia de Ángel Lázaro, Casera de Vicente Medina, Castilla de Manuel Machado, A un olmo seco de Antonio Machado, Prendimiento de Antoñito el Camborio de Federico García Lorca, Vida-Garfino de Juana de Ibarbourou, Tu me quieres blanca de Alfonsina Storni, Encanto de luna y agua de Alejandro Casona y Canto de esperanza de Rubén Darío. Después de una breve pausa, la segunda parte comenzó con poemas como El niño negro de William Blake en una traducción de Juan Ramón Jiménez, Platero y yo de Juan Ramón Jiménez, Navidad, La niña a quien dijo el ángel y Pues andais con las palmas de Lope de Vega, y los romances La muerte ocultada y La loba parda de la colección de Menéndez Pidal. Tras otro descanso comienza la actuación del barítono Juan Pulido con las canciones El rosario de E. Nevin, No te me rompas en el aire de E. Sánchez Fuentes, Noche feliz de G. Posadas, Cantos de mi tierra de Julio Osma, Granada de C. Palacios y Saetas de F. Longás.65 La prensa insular destacó el gran talento que poseían ambos artistas, destacando en la recitadora Dalia Íñiguez los matices de su voz para con el recitado de los poemas, la plasticidad de su figura, el gesto y la expresión sobre el escenario, es decir, “es la más perfecta recitadora en lengua castellana y la más genial intérprete de los poetas clásicos y modernos”. Del programa, la crítica alabó su decir en los poemas de García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Lope de Vega y William Blake. De Juan Pulido dijo la prensa que sigue poseyendo una voz bien timbrada, además de tener un gusto depurado en la elaboración de su programa, en donde destacó la Granada y Saetas, que fueron largamente ovacionadas por el numeroso público presente. También, XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1546 destaca la prensa de la época, que Dalia Íñiguez es una gran pianista colaborando con su marido en el acompañamiento de su actuación. Ambos artistas tuvieron que regalar a los presentes algunas piezas extras ante el clamor de los que llenaban la sala.66 Después de este apoteósico triunfo de Dalia y Juan en Las Palmas de Gran Canaria, la pareja fue llamada para actuar en el municipio de Teror en la noche del 30 de septiembre de ese mismo año, en donde con un programa similar al anterior volvieron a congregar a un numerosísimo público en la villa mariana, que supo entender los versos y las canciones de los geniales artistas.67 Todavía resonaban los ecos del anterior recital cuando la prensa local anuncia un nuevo espectáculo protagonizado por nuestros dos artistas de la música y la palabra para la noche del 10 de 0ctubre de 1934, en el mismo escenario del Cine Cuyás. El programa, dividido en tres partes como era habitual constaba de una primera en donde Dalia Íñiguez recitaba los versos de La tierra de Alvargonzález de Antonio Machado, Romance de la pena negra de Federico García Lorca, Cantares de Manuel Machado, El ruego de Gabriela Mistral, Despecho de Juana de Ibarbourou, Noche lúgubre de Alfonsina Storni y los estrenos absolutos de Criatura afortunada de Juan Ramón Jiménez y Si pudieras, original de la gran poetisa grancanaria Josefina de la Torre. Después de un breve descanso dio comienzo la segunda parte del programa que se inició con los estrenos de Serranillas III y IV del Marqués de Santillana, la versión asturiana del romance anónimo de Delgadina, el “Natalicio gatuno” de La dama boba de Lope de Vega y el romance de Góngora El español brioso. A éstas siguieron los poemas en prosa Mala fama, El cartero Malo, La flor de la champaca, La escuela de las flores y El mercader del Rabindranath Tagore, traducidos por Zenobia Camprubí, La infanzona de Medinica de Valle Inclán y la Marcha triunfal de Rubén Darío. Finalizó la actuación con las canciones de Juan Pulido que interpretó, Norteña de Vigil y Robles, La ingrata de Esparza Oteo, ¡Espera! de I. Tabuyo, La piel de mi amada de F. Longás y el jibarito Lamento borricano de R. Hernández.68 La prensa grancanaria no escatima elogios y parabienes para la gran recitadora cubana, resaltando que más que recitar los poemas, éstos son interpretados, dándoles vida en el escenario, pasando de lo ingenuo a lo dramático, de lo heróico a lo cómico, sin violentas transiciones. Por lo que respecta a las obras que interpretó la prensa destaca sobre toda la segunda parte del recital dedicada a los clásicos, a los que la recitadora supo darle una “adecuada pátina de oro viejo”, sobresaliendo como vibrante y sublime la ejecución de la Marcha triunfal de Rubén Darío. El público aplaudió incesantemente todo el programa, y la genial recitadora regaló a los presentes fuera de programa Dulce milagro de Juana Ibarbourou y los romances de la colección de Menéndez Pidal La loba parda y Misa de amor. De la interpretación de Juan Pulido la prensa destaca que lo hizo muy bien, derrochando simpatía con el numeroso público presente y ayudando al grandioso éxito de la velada, por lo que recibió grandes aplausos e interpretaron un número fuera de programa.69 A partir de este momento la presencia de Juan Pulido y de Dalia Íñiguez en los programas de cualquier recital o actuación en Las Palmas era habitual y sinónimo de éxito. Además comienza la colaboración con una de las sociedades punteras de los años treinta en Las Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1547 Palmas de Gran Canaria, como lo fue la Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre”, y el comienzo de tal fructífera colaboración fue la fiesta que conmemoraba la celebración del “Día de la Raza” el 12 de octubre de 1934. Dalia Íñiguez ponía el bello ejemplo de la raza hispanoamericana, interpretando Velas épicas del poeta portorriqueño Luis Llorens Torres y Castilla de Antonio Machado, y fuera de programa interpretó otro poema.70 El público, como siempre, acogió con grandes aplausos su intervención, y en los días siguientes aparecieron en la prensa insular artículos de agradecimiento.71 Los siguientes recitales de nuestros biografiados tuvieron lugar en el cine Wood de Tafira en la noche del domingo 14 de octubre de 1934. La prensa no señala el programa, sino que da fe del arrollador éxito de estos afamados artistas, pero nos imaginamos que debía seguir el modelo de programa habitual. Lo que sí destaca la prensa fue el hecho de tener que recitar algunos poemas fuera de programa, como uno de Valle Inclán en el que satiriza a la mujer. La última parte del recital estuvo a cargo del barítono Juan Pulido que cantó un selecto repertorio de canciones españolas y de tangos argentinos, muchos de ellos desconocidos por el público, por lo que éste, agradecido, premió la interpretación con grandes aplausos.72 Debido a que numeroso público se quedó sin poder asistir al anterior recital, ya que las localidades se agotaron rápidamente, se organizó otro para la semana siguiente. Así, en la noche del domingo 21 de octubre de 1934 y de nuevo en el cine Wood de Tafira Alta, Juan Pulido y Dalia Íñiguez ofrecieron un nuevo recital en donde el programa de nuestros artistas tenía importantes novedades. Una de ellas era la inclusión en una de las partes de los poetas canarios de vanguardia, entre los que destacan Platito de porcelana de la poetisa grancanaria Josefina de la Torre, Invocación de Luis Doreste, la Canción del marinero enmorado del teldense Saulo Torón o la Balada del niño arquero de Tomás Morales. El éxito estaba asegurado, el público respondió agotando de nuevo las localidades y aplaudiendo insistentemente todos los números del programa ya que, como destacan los periódicos de la época, Dalia Íñiguez decía los versos con gran sencillez y emoción y con una clara expresión del sentimiento poético. Por lo que respecta al barítono Pulido, que fue acompañado al piano por su joven esposa, e interpretó canciones de Dolipu, Palacios, Longás y Tabuyo, resalta la prensa que como siempre muy bien y muy artista sobre el escenario, con una voz llena y limpia, ejemplo de su gran escuela. Tuvo que interpretar algunos bises a petición del público.73 Pero sin lugar a duda lo mejor estaría por llegar. A finales de octubre de 1934 la sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre” de Las Palmas de Gran Canaria está organizando una velada como agasajo a los oficiales y marineros de la fragata militar argentina “Presidente Sarmiento”, que se encuentra por varios días atracada en la dársena militar de la capital grancanaria, para la noche del 4 de noviembre. El plato fuerte de la velada va a estar centrado en el duelo interpretativo entre una joven soprano del país, Isabel Macario, que cantará O del mio dolce ardor de Gluck, O cessate di piagarmi, el aria “suicidio” de la ópera La Gioconda de Ponchielli, las tonadillas de Enrique Granados La maja dolorosa y El mirar de la maja, y la “Muerte de Margherita” del Mefistófeles de Arrigo Boito, frente la gran intérprete de la palabra, la cubana Dalia Íñiguez, que recitará poemas de Antonio y Manuel Machado, García Lorca, Alejandro Casona, Luis Llorens Torres, de la colección Menéndez Pidal, Juana de Ibarbourou, Juan Ramón Jiménez, Valle Inclán y Tomás Morales, en el teatro Pérez Galdós de Las Palmas (fig.9). Además, actuarán otras artistas y aficionadas de la ciudad como la soprano Maruja Rodríguez Lisón, que acompañada al piano por Alicia de Loma cantará de L’Amico Fritz de Mascagni, el “Non mi resta che il pianto de il dolore” y “O Roland” de Esclarmonde de Massenet; la alumna de Cástor Gómez, Carmen Martínez Gómez, que XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1548 interpretará el vals de Chopin y la Pastoral y un capricho de Scarlatti; las hermanas Carmen y Victoria Abreu al piano y violín y la violonchelista Mª Rosa Valdivieso Torrent ejecutarán a trío Le Cygne de Saint-Saens. También habrá un coro formado por la solista Pino Calvo acompañada por Mª Teresa Morales del Castillo, Pino Cabrera, Mercedes Arocena, Encarna León, Pilar Cuartero, Mª Luisa Beltrán, Nita Moníz, Margarita Carló, Maruja del Castillo, Nancy Pavillard, Teresa Soraluce, Mª Teresa de Castro y Blanca Quevedo, que interpretarán el “Pasacalle de las mantillas” de la zarzuela El último romántico de Soutullo y Vert. La espectación levantada fue tan grande que semanas antes de la velada la prensa local se hace eco de esta actuación publicando reportajes y anuncios de la convocatoria.74 La velada fue todo un acontecimiento artístico. La prensa se deshizo en elogios hacia la organización y hacia el espectáculo, tachándolo de “arte exquisito encuadrado en un maravilloso marco de espectacularidad, de escena y público”75 vibrando el público que llenaba el coliseo capitalino ante cada actuación de los artistas. La primera parte del programa fue el descubrimiento artístico de numerosas jóvenes pertenecientes a lo más granado de la sociedad grancanaria, elegantemente vestidas con mantillas de blonda y peinetas de concha. La segunda parte estuvo a cargo de la recitadora Dalia Íñiguez, que oyó fervorosos aplausos al finalizar cada uno de los poemas que dijo con su voz de aterciopelados matices e irreprochable dicción. Finalizó el espectáculo con la más grande de nuestras artistas, Isabel Macario, que “ratificó sus notables cualidades, su presentación airosa y sus gestos adecuados” y que junto a su voz de potentes agudos fue ovacionada larga e intensamente obligándola a repetir la “Morte di Margherita” de la ópera Mefistófeles, que junto con el aria de la Gioconda “Suicidio” fue lo mejor de la noche. Fue acompañada al piano por la gran Dalia Íñiguez, que se presentó como una consumada concertista, ya que solía acompañar a su marido Juan Pulido en sus actuaciones.76 La Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre” hizo constar en el libro de actas de la sociedad el agradecimiento por haber participado voluntariamente en este gran espectáculo que todavía aún hoy se recuerda en nuestra ciudad.77 Aún con los ecos de este recital, la Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre” comienza a preparar una nueva velada para celebrar la festividad de la patrona de la música Santa Cecilia en la noche del 22 de noviembre de 1934. El programa que baraja es muy parecido al anterior, al que se añadirá como plato fuerte la interpretación del “Raconto” de Caballeria rusticana de Mascagni a cargo de la soprano grancanaria Isabel Macario acompañada en el escenario por Dalia Íñiguez. Además se preparan algunas sorpresas, como la repetición del “pasacalle de las mantillas” que tanto gustó en la anterior representación.78 El programa finalmente quedó de la siguiente manera. Una primera parte dedicada al recitado en el que Dalia Íñiguez dirá los versos de autores contemporáneos españoles e hispanoamericanos, entre ellos destaca el poema Platito de porcelana de nuestra paisana Josefina de la Torre. La segunda parte fue musical, y una orquesta dirigida para la ocasión por el maestro Luis Prieto interpretó el Vecchio Minuetto de G. Sgambati y la “danza” de La vida breve de Manuel de Falla. A continuación la soprano dramática Isabel Macario cantó las canciones Yo te amo de E. Grieg, Que es matarme confieso de Julio Osma y Quisiera de E. Lecuona, Amore, amor de Tirindelli y “Pace, pace, mio Dio” de La forza del destino de Verdi. Al finalizar esta aria, y a petición del público se repitió el “pasacalle de las mantillas” interpretados por un coro de quince jóvenes canarias encabezado por la solista Pino Calvo, que tanto gustó en el anterior concierto de la sociedad. Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1549 La tercera y última parte se abrió con la fantasía para orquesta de Caballeria rusticana dirigida por Luis Prieto y el “Raconto” de la misma ópera interpretado en carácter por Isabel Macario y Dalia Íñiguez, con acompañamiento de orquesta. Los decorados para esta escena fueron realizados por Felo Monzón. La prensa del momento se deshizo en elogios hacia todos los participantes del programa y para la sociedad organizadora del evento, los Amigos de Arte “Néstor de la Torre”. De los intérpretes destacaron la inspiración y la transformación que sufre Dalia Íñiguez en el escenario, mereciendo especial atención los poemas de Federico García Lorca con Romance de la luna y Reyerta, con los que abrió el espectáculo y a los que supo darles el énfasis que el autor imprime a sus versos. El sabor canario del Platito de porcelana de Josefina de la Torre fue dicho con el mimo y la femineidad que la recitadora imprime a este tipo de poemas. También destaca la prensa la inteligencia a la hora de seleccionar el programa, ya que su parte la cierra con Habrá guerra de nuevo de Regino Pedroso y Marcha triunfal de Rubén Darío, poemas épicos y vibrantes que hace arrancar al público los más enérgicos aplausos. Es más, la prensa la compara con la gran diva de la recitación de esa época como era Berta Singerman. Ante los insistentes aplausos de los presentes fue llamada de nuevo a escena y regaló al público Tu me quieres blanca de Alfonsina Storni, que fue dicha de modo impecable y fue largamente aplaudida. De la otra intérprete de la velada, Isabel Macario, también la prensa no escatima elogios, destacando todas sus intervenciones, desde las canciones de Lecuona, Julio Osma y Grieg, que fueron cantadas con pasión y temperamento, a las arias de ópera a las que sabe imprimir el sello necesario, como el “Pace, pace, mio Dio...” de La forza del destino de Verdi atacando los agudos más difíciles con gran limpieza y sin ningún tipo de esfuerzo y en donde su voz lucía voluminosa y cálida. Fue acompañada al piano magistralmente por su gran amiga Dalia Íñiguez. Una vez finalizada la parte del recital se escenificó el “Coro de las mantillas” por un grupo de diecisiete jóvenes locales encabezadas por la más aventajada alumna de Isabel Macario, Pino Calvo, que tenía una bien timbrada y grata voz y que actuó de solista. El público agradeció este número con una larga y fuerte ovación. De la orquesta, que fue organizada y dirigida para esta ocasión por el maestro Luis Prieto, los periódicos locales señalaron la buena selección de sus componentes, que aunque reducida en número, supieron estar a la altura del evento, ya que ante los aplausos del público presente se vieron obligados a repetir la fantasía de Cavalleria rusticana. Pero lo que más llamó la atención de toda la velada fue la interpretación y escenificación de la romanza “Voi lo sapete o mamma” de Cavalleria rusticana de Mascagni, que fue acompañada en el escenario por Dalia Íñiguez, que hizo el papel de madre (fig.10). Su interpretación fue de las que marcaron época en el escenario del Pérez Galdós de la capital grancanaria, pues Isabel Macario supo darle el carácter y la interpretación necesaria para que el numeroso público que llenaba todos los asientos del teatro estallaran en una cálida e interminable ovación que hizo que se repitiera la escena entre los vítores de los presentes, y a su finalización, de nuevo, otra larga ovación. La opinión unánime de la noche era que Isabel Macario debía presentarse ante otros públicos, extranjeros quizás, para demostrar que poseía una de las mejores voces del mundo. XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1550 También, palabras de elogio para el joven pintor Felo Monzón, que realizó el decorado para la romanza de la “caballería”, en donde se percibió ya una nueva orientación pictórica y escenográfica, destacando su simpleza de proporciones y sobriedad de líneas y colorido.79 Este espectáculo se repitió días más tarde, en la noche del 25 de noviembre, en el mismo escenario y con el mismo éxito que el anterior y deshaciéndose la prensa en elogios para todos los intérpretes, desde las dos protagonistas, Dalia Íñiguez e Isabel Macario, a las jóvenes del “Coro de las mantillas”, en especial para Pino Calvo, a Luis Prieto por formar rápidamente una orquesta y al pintor Felo Monzón por la elaboración del escenario.80 Para ratificar este éxito la emisora local Inter-Radio Las Palmas emitió una velada la noche del 30 de noviembre de 1934 para que Juan Pulido, Dalia Íñiguez e Isabel Macario contaran a los radioyentes sus impresiones y triunfos en el escenario. Además, interpretaron algunas piezas de su escogido repertorio. El primero que tomó la palabra fue Juan Pulido, que habló de sus triunfos por América e intepretó la canción cubana Por eso te quiero y la mejicana El jibarito. Continuó Isabel Macario que cantó impecablemente la canción cubana ¡Quisiera!, y por último, Dalia Íñiguez que recitó El olmo viejo y Dulce milagro.81 Los ecos del éxito de nuestras artistas llegaron a Tenerife y desde allí son requeridas para que actúen, y para ello la empresa Baudet les organiza varios recitales. La presentación tuvo lugar la noche del 8 de diciembre de 1934 en el Teatro Guimerá. A la capital tinerfeña fueron las artista acompañadas por sus repectivos maridos, Juan Pulido y el poeta teldense Saulo Torón, que fue agasajado en éste su primer viaje a Tenerife. El programa constaba de tres partes. En la primera Dalia Íñiguez recitaba los poemas Romance de la luna, luna de García Lorca, Castilla y Cantares de Manuel Machado, L’infanzona de Medinica de Valle-Inclán, Fuga de J. Santos Chocano, Despecho de Juana de Ibarbourou, Tu me quieres blanca de Alfonsina Storni y Habrá guerra de nuevo de Regino Pedroso. En la segunda parte Dalia Íñiguez comenzaba con una selección del poema en prosa de Juan Ramón Jiménez Platero y yo, al que le seguían los romances La muerte ocultada y Una fatal ocasión de la colección de romances de Menéndez Pidal, y para finalizar su actuación la Marcha triunfal de Rubén Dario. La tercera y última parte le correspondía a la soprano Isabel Macario que interpretaba la canción de Gluck O del mio dolce ardor, de Tirindelli Sei tu ... amore, el aria “Suicidio” de La Gioconda de Ponchielli, el Lamento gitano de A. Lara, Quisiera de E. Lecuona y el raconto “voi lo sapete o mamma” de Cavalleria rusticana de Mascagni. Estas obras serán acompañadas al piano por Dalia Íñiguez. La prensa tinerfeña, como no, se deshace en elogios para las intérpretes, destacando en Dalia Íñiguez su depurada técnica a la hora de recitar, siendo muy aplaudida en Habrá guerra de nuevo del poesta cubano Regino Pedroso y en la Marcha triunfal de Rubén Darío. De Isabel Macario la crítica dijo que su difícil repertorio es superado por su buen timbre y extensa voz, su depurada escuela y su gusto interpretativo, destacado el “Raconto” de Cavalleria rusticana que la sitúa al nivel de las grandes cantantes nacionales y extranjeras. Además, le aconsejan que vaya buscando nuevos escenarios fuera de la fronteras insulares donde destacar para orgullo de su patria chica. Sólo una nota discordante, el escaso público presente.82 Al día siguiente, 9 de diciembre, se programaron dos recitales, una matiné a las 18 horas, en el que se repitió el programa de la noche anterior, y otro a las 21’30 horas en el que Dalia Íñiguez recitó Vendimia de Ángel Lázaro, Reyerta de García Lorca, Cansera de Vicente Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1551 Medina, Encanto de Luna y agua de Alejandro Casona, Los maderos de San Juan de José A. Silv, Cosas del Cid de Rubén Darío, Plegaria por el nido de Gabriela Mistral y El dulce milagro de Juana de Ibarbourou. En la segunda parte Dalia Íñiguez comenzó con las Serranillas III y IX del Marqués de Santillana, la versión asturiana del romance anónimo Delgadina, el romance pastoril de la colección de romances de Menéndez Pidal La loba parda, los poemas en prosa de Rabindranath Tagore, traducidos por Zenobia Camprubí, Mala fama, El cartero malo, la flor de champaca, y El mercader de Tagore, y El niño arquero de Tomás Morales. La tercera y última parte estará a cargo de la soprano Isabel Macario que interpretará Yo te amo de Grieg, Que es matarme, confieso de Julio Osma, el aria “Pace, pace mio Dio” de la ópera La forza del destino de Verdi, O cessate di piagarmi de A. Scarlatti, Amore, amor de Tirindelli y la “Morte di Margherita” de la ópera de Boito Mefistófeles.83 La prensa volvió a elogiar a las dos intérpretes señalando la superación y la maestría que cada vez hace gala la recitadora Dalia Íñiguez y de Isabel Macario que cada vez que canta añade nuevos matices a su agradable voz. También la prensa critica, como en el día anterior, la escasa asistencia de público ya que estas veladas eran dignas de cualquier ciudad del mundo.84 Después de estos recitales en Tenerife, la empresa Baudet las contrató para celebrar dos conciertos-recitales en la isla de La Palma a mediados de diciembre de 1934. En Santa Cruz de la Palma esperan con impaciencia la actuación de estas dos celebradas artistas, ya que todavía se recuerda en dicha ciudad los recitales que Juan Pulido y Dalia Íñiguez habían protagonizado un año antes en esta localidad.85 El programa que presentaron en el Teatro Circo de Marte de la capital palmera en la noche del 14 de diciembre de 1934 fue idéntico a los realizados en Santa Cruz de Tenerife. Para el primer concierto-recital Dalia Íñiguez interpretó poemas de García Lorca, Manuel Machado, Valle Inclán, Santos Chocano, Juana de Ibarbourou, Alfonsina Storni, Regino Pedroso, Juan Ramón Jiménez, Menéndez Pidal, Rubén Darío, entre otros. La prensa palmera no podía ser menos y no escatima elogios para la gran recitadora cubana, aunque cree que ha ganado en perfección pero ha perdido en espontaneidad y frescura. La soprano Isabel Macario cantó obras de Gluck, Tirindelli, Ponchielli, A. Lara, Ernesto Lecuona y Mascagni. La prensa insular dijo que el programa plagado de dificultad fue vencido sin esfuerzo, ya que su voz dominaba todos los registros. Además, se cree que no ha pasado por la isla ninguna cantante como ésta, con tan grandes facultades. Por todo ello el público tributó largas ovaciones en todos los números del espectáculo, e hizo repetir algunos.86 El segundo recital tuvo lugar la noche del 17 de diciembre en el Teatro Circo de Marte de Santa Cruz de La Palma ante un numeroso público, que aplaudió entusiasmado las interpretaciones de las artistas. Destacaron de Dalia Íñiguez las interpretaciones de Reyerta y Prendimiento de Antoñito el Camborio de Federico García Lorca, los cuatro poemas del Tagore y el dulce milagro de Juana de Ibarbourou. Por lo que respecta a la soprano Isabel Macario cantó como siempre, destacando el “Pace, pace dio mio” de Verdi y la “Morte di Margherita” de Boito, que fueron aplaudidos por el público presente con gran entusiasmo.87 Después de estas actuaciones las artistas, acompañadas por sus respectivas parejas, embarcaron para Las Palmas de Gran Canaria donde el matrimonio Pulido Íñiguez esperaba XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1552 terminar su larga estancia entre nosotros para comenzar otra gran turné por toda latinoamérica. Pero antes de partir Dalia Íñiguez tenía en mente un programa cultural para los niños y niñas de Gran Canaria, y así se lo ofreció al consejo local de primera enseñanza de Las Palmas, que aceptó la propuesta de la artista por unanimidad.88 El proyecto consistía no sólo en escuchar a la gran recitadora sino que previamente ésta explicaría el contenido de las composiciones poéticas que iba a escenificar en el escenario. De entre todos ellos destacamos el primer recital educativo que tuvo lugar el viernes 11 de enero de 1935 en el grupo escolar de San José, en donde se dieron cita alrededor de cien niños de las escuelas de la zona. El programa comenzó con un trabajo de preparación para enseñar a oír teatro y cada poesía era precedida de una explicación sobre la misma. Merecieron estar en el programa poemas como Diga mi niño su antojo de la salvadoreña Claudia Las, Los dos príncipes de José Martí, El nido de la chilena Gabriela Mistral, Huida de Santos Chocano, Castilla de Manuel Machado o los poemas en prosa de Juan Ramón Jiménez y de Rabindranath Tagore. También la Banda Municipal no quiso perderse el acto y amenizó el breve descanso que la recitadora hizo para reponer fuerzas. El público infantil pareció dividirse entre la lírica de los poemas de Juan Ramón Jiménez y Tagore y lo dramático del Huida de Santos Chocano. La prensa señala como dato curioso cómo nuestros niños y niñas no estaban acostumbrados a ser espectadores, y al comienzo de la sesión todo eran gritos y risas, pero que según fue transcurriendo el espectáculo fueron mostrando más interés. También presenciaron el recital poético el alcalde de la ciudad Jacinto Artiles Fabelo, la inspectora de primera enseñanza, el presidente del Consejo local de primera enseñanza, Manuel Suárez Guerra, periodistas, y otras muchas personas que no quisieron perderse la oportunidad de escuchar a la insigne recitadora cubana. Todas ellas fueron invitadas al finalizar el acto a un aperitivo en donde Dalia Íñiguez compartió algunos momentos con los más jóvenes espectadores, a los que preguntó sobre el desarrollo de su actuación, siendo obsequiada con un gran ramo de flores.89 También destaca el que semanas más tarde se realizó ante otros escolares de la ciudad. Así, el 25 y el 26 de enero de 1935, las representaciones tuvieron lugar en el grupo escolar Guillén de Tafira Alta y en la plaza de Marzagán, donde asistieron los escolares de la zona, Lomo Blanco, Pico Viento, El Fondillo, La Calzada y San Francisco de Paula. Dalia Íñiguez fue obsequiada con algunos regalos dedicados y realizados por los propios niños.90 Para los escolares del Puerto y de la Isleta se tuvo que organizar dos recitales, un primero en el Teatro Hermanos Millares a finales de febrero de 1935 y un segundo en el grupo escolar Franchy Roca que se prefirió organizarlo pasadas las fiestas de carnaval, a los que Dalia Íñiguez varió el programa, y añadió varios estrenos como los poemas Los maderos de San Juan del poeta uruguayo Carlos María de Vallejo y La Rocaperucita roja de Gabriela Mistral. Este último recital se celebró en la tarde del 13 de marzo de 1935 y asistieron las doce secciones que la integran, congregando a más de seiscientos alumnos que supieron agradecer con fuertes aplausos la labor educativa de Dalia. Al finalizar el acto, como de costumbre, la recitadora departió con los presentes, entre los que se encontraban, aparte de las personalidades políticas y educativas de la ciudad, numeroso público invitado que no quiso perderse esta actuación.91 Debido al gran éxito de estos recitales en las escuelas públicas de la ciudad, la Escuela Normal de Magisterio de Las Palmas pidió un recital extraordinario que pudiera satisfacer a Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1553 todo su alumnado. El acto tuvo lugar el 18 de marzo de 1935. La presentación corrió a cargo del catedrático Sr. Carrasco al que siguió Dalia Íñiguez, que leyó unas palabras sobre la educación de los niños. Posteriormente comenzó con el programa de escogidos poemas de García Lorca, Rubén Darío, Santos Chocano, los clásicos españoles, entre otros. Los profesores y alumnos se rindieron ante la recitadora, a la que tributaron grandes aplausos y que, agradecida, posó con grupos de profesores y alumnos para la posteridad.92 Tal fue el éxito de estos recitales escolares que la prensa nacional se hizo eco de este hecho.93 Y además comienza a pedirse desde varios sectores de la población que el Ayuntamiento la nombre hija adoptiva de la ciudad por la gran labor social y cultural que había realizado en estos casi dos años que llevaba entre nosotros. La prensa de la época realizó una gran campaña a favor de este nombramiento, que no se materializó.94 A finales de marzo de 1935 el matrimonio Juan Pulido y Dalia Íñiguez pidieron el Teatro Pérez Galdós para realizar una velada que sirviera de despedida, pues embarcarían próximamente para México, donde emprenderían una gran gira artística por todo el continente americano. El ayuntamiento acordó por unanimidad concederles el teatro, ya que no podían negarse ante quien había realizado una gran labor cultural en esta población.95 Así, para la noche del 21 de abril de 1935 se prepara el teatro Pérez Galdós para despedir a Dalia Íñiguez con un grandioso homenaje organizado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el Gabinete Literario, Club Náutico, Círculo Mercantil y la Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre”. Este recital constaba de tres partes. En las dos primeras la gran recitadora cubana interpretó los poemas a los que ya nos tenía acostumbrados: Pemán, Lorca, Regino Pedroso, Tennyson, Daniel de la Vega, Rubén Darío, Tagore, entre otros, que fueron largamente ovacionados por todos los presentes entre una lluvia de flores rojas que dejó el escenario cubierto de una gruesa alfombra de pétalos. A continuación se le hizo entrega a nuestra homenajeada de una serie de regalos de particulares, entre los que destacaron Saulo Torón e Isabel Macario, Antonio Grondona, Ignacio Cantero y familia, Luis Castroverde y familia, Lolita Carló, Manolo de la Torre y familia, etc. y de sociedades culturales de nuestra ciudad como El Gabinete Literario, el Club Náutico, el Círculo Mercantil o la Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre”. Mientras esto sucedía el público seguía ovacionando a la artista, que agradecida correspondió con el recitado del poema Cantares, de Machado. En los intermedios, la Banda Municipal capitalina interpretó una fantasía de la ópera Sansón y Dalila de Saint-Saens y el intermedio de Goyescas de Enrique Granados. Pero fue en la tercera parte, dedicada a los poetas canarios, donde la apoteosis fue mayor. Comenzó con el poema de Francisco de Armas titulado El camino de Guayedra, al que siguió Óyeme padre de Luis Doreste, la Balada de los labriegos de Luis Benítez Inglott, y para finalizar la Balada del niño arquero de Tomás Morales, que arrancó los vítores del público. La ovación se prolongó durante varios minutos y obligó a Dalia Íñiguez a salir al escenario varias veces, regalando al auditorio La canción del marinero enamorado de Saulo Torón (fig.11). Emocionada ante tantos aplausos habló para agradecer a todos los presentes la calurosa acogida que tanto ella como su marido, el cantante Juan Pulido, habían tenido entre nosotros y que siempre recordará. Además, invitó a salir al escenario a los poetas canarios que contribuyeron al éxito de la noche y a los que a partir de ahora incluiría en sus recitales por todo el mundo.96 XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1554 A los pocos días, Juan Pulido y Dalia Íñiguez embarcaron para México, donde comenzarían otra de sus grandes giras artísticas. Algunos años más tarde, el matrimonio se deshizo y emprendieron rumbos diferentes en la capital azteca, pero las amistades canarias las siguieron conservando hasta el fin de sus vidas a pesar del paso del tiempo. Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1555 ANEXO GRÁFICO Fig. 1. Juan Pulido en la época de su debut en 1912. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Fig. 2. Juan Pulido caracterizado para su papel en la zarzuela “Folías Tristes” de Santiago Tejera en 1920. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1556 Fig. 3. Juan Pulido con el barítono Néstor de la Torre y su familia en La Habana. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Fig. 4. Juan Pulido a las puertas del Teatro Nacional de La Habana y ante el cartel anunciador de una de sus actuaciones. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1557 Fig. 5. Juan Pulido en la década de los 70, próximo a su muerte. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Fig. 6. La recitadora cubana Dalia Íñiguez en su juventud. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1558 Fig. 7. Dalia Íñiguez junto a la actriz Sara Montiel. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Fig. 8. El matrimonio Pulido-Íñiguez junto a la poetisa Gabriela Mistral. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1559 Fig. 9. Dalia Íñiguez junto a la soprano grancanaria Isabel Macario. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Fig. 10. Dalia Íñiguez e Isabel Macario en el Teatro Pérez Galdós durante la interpretación de Cavallería Rusticana. Los decorados son de Felo Monzón. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1560 Fig. 11. Dalia Íñiguez en el Teatro Pérez Galdós junto a los poetas Saulo Torón, Prudencio Morales y Tomás Morales. (Diapositiva de Fernando A. Pérez). Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1561 NOTAS 1 Este dato nos ha sido proporcionado fuentes familiares. También Hernán Restrepo D. en Aquellas canciones vol.II de Juan Pulido. RCA VÍCTOR, México, sin fecha. 2 Diario de Las Palmas, En la Filarmónica, 20 de noviembre de 1912. – Hernán Restrepo D. en Aquellas ... 3 Diario de Las Palmas y El Tribuno, 22 de noviembre de 1912 4 Diario de Las Palmas, La Filarmónica, 25 de noviembre de 1912 5 Diario de Las Palmas, 13 de diciembre de 1912 6 El Tribuno, En la Filarmónica, 18 de diciembre de 1912 7 Florilegio, De espectáculos, nº 58 de 18 de octubre de 1914 8 Diario de Las Palmas, 28 de octubre de 1914. – El Tribuno 29 de octubre de 1914 9 El Tribuno, El concierto de anoche. En la “Sociedad Filarmónica”, 25 de enero de 1915 10 Florilegio, En el “Pérez Galdós”.La velada de “Los Doce”, nº 126, 25 de abril de 1916 11 Hernán Restrepo D. en Aquellos ... 12 Diario de Las Palmas, Espectáculos, 3 de marzo de 1920 13 Diario de Las Palmas, Teatrales, 8 de enero de 1920 14 Diario de Las Palmas, Espectáculos, 28 de febrero y 3 de marzo de 1920 15 Diario de Las Palmas, Teatrales. “Folías Tristes”, 5 de marzo de 1920 16 Diario de Las Palmas, 6, 8, 13 y 15 de marzo de 1920 17 Diario de Las Palmas, 12 de mayo de 1920 18 Diario de Las Palmas, Teatrales. “Folías tristes”, 14 de mayo de 1920 19 Diario de Las Palmas, 17 y 20 de marzo y 22 de abril de 1920 20 Diario de Las Palmas, 2 de julio de 1920 y La Provincia, 3 de julio de 1920 21 Diario de Las Palmas, 3 de mayo de 1920 y en Fiesta de arte y homenaje merecido, 5 de mayo de 1920 22 Diario de Las Palmas, Una velada, 6 de mayo de 1920 23 Diario de Las Palmas, En el Circo, 8 de mayo de 1920 24 Diario de Las Palmas, En el Metropole, 8 de mayo de 1920 25 Diario de Las Palmas, La obra social católica. La fiesta de ayer, 10 de mayo de 1920 26 Diario de Las Palmas, Espectáculos, 5 de junio de 1920; Una velada, 8 de junio de 1920 y El concierto de anoche, 18 de junio de 1920 27 Diario de Las Palmas, Canarios que triunfan, 24 de septiembre de 1920; La Laguna. Un concierto, 28 de septiembre de 1920 y DE ARTE. Los conciertos en el “Leal” de La Laguna, 2 de octubre de 1920 XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1562 28 Diario de Las Palmas, En el “Club Náutico”. Las regatas, 2, 11 y 13 de octubre de 1920 29 Diario de Las Palmas, Espectáculos, 29 de octubre de 1920; La Provincia, De teatros. Conciertos, 27 de octubre de 1920 y Teatro-Circo del Puerto, 30 de octubre de 1920 30 El Tribuno, De Arte. Conciertos en el Teatro Circo de Arucas, 4 de noviembre de 1920 y 5 de noviembre de 1920 31 El Tribuno, De Arte. El concierto de Arucas, 7 de noviembre de 1920 32 El Tribuno, De Arte. Concierto, 9 de noviembre de 1920 33 Hernán Restrepo D. en Aquellas ... 34 Diario de Las Palmas, 16 de noviembre de 1920 y Néstor de la Torre, 19 de noviembre de 1920 35 Leopoldo Rojas-O’Donell Martín en “Néstor de la Torre y la enseñanza del canto en Canarias” en la revista de El Museo Canario. Homenaje a Lola de la Torre Champsaur. LIV-II,1999, p. 607 36 Hernán Restrepo D. en Aquellas... y Diario de Las Palmas, De Cuba. Un artista canario, 4 de junio de 1921 37 Ibídem 38 Ibídem. 39 Revista Canarias, abril de 1929, Buenos Aires 40 Hernán Restrepo D. en Aquellas ... 41 Inmaculada Sanabria Rodríguez en “Catálogo de los discos de pizarra de temas, autores e intérpretes canarios que se conservan en la fonoteca del Museo Canario” en la Revista El Museo Canario. Homenaje a Lola de la Torre Champasaur. LIV-II, 1999, pp.739-757 42 Hernán Restrepo D. en Aquellas ... 43 Ibídem 44 Ibídem, vid nota 41 45 Ibídem. – Revista Canarias, enero, abril y septiembre de 1929, Buenos Aires 46 La Provincia, 17 de noviembre de 1929 47 El Tribuno, 12, 20, 27y 29 de noviembre y 4, 5 y 8 de diciembre de 1929 48 El Tribuno, 5, 10 y 11 de diciembre de 1929 49 El Tribuno, 14 y 17 de diciembre de 1929 50 El Tribuno, 29 de diciembre de 1929 51 La Provincia, 10 de diciembre de 1929 52 La Provincia, 19 de diciembre de 1929 53 El Tribuno, 25 de abril de 1930. – Programa Un siglo de poesía cubana. Recital poético de Dalia Íñiguez en el Teatro Auditorium de La Habana el 16 de abril de 1942 Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1563 54 Revista Canarias, marzo y mayo-junio de 1937, Buenos Aires 55 Hernán Restrepo D. en Aquellos ... 56 La Provincia, 14 y 15 de diciembre de 1972 57 Sus datos biográficos han sido extraídos del programa Un siglo de poesía cubana. Recital poético de Dalia Íñiguez en el Teatro Auditorium de La Habana el 16 de abril de 1942 58ABC, 17 de febrero-1934 Siglo Futuro, 17 de febrero1934 Luz, 17 de febrero1934 La Época, 17 de febrero de1934 Ahora, 17 de febrero de1934 59ABC, 20 de septiembre de 1934 60Hoy, 8 de septiembre de 1934 61Gaceta de Tenerife, 12 de septiembre de 1934 62Programa de “Fiestas de septiembre”. Imprenta Pacheco, La Laguna. 1934. - La Gaceta de Tenerife, 9 de septiembre de 1934 63Ibídem 64Programa “Fiestas de Septiembre”. Concierto extraordinario a precios populares. 65Programa del Extraordinario recital de poesía y música por los afamados artistas Dalia Íñiguez recitadora - Juan Pulido Barítono. - La Provincia, 28 de septiembre de 1934. - Hoy, 28 de septiembre de 1934 66El Tribuno, 29 de septiembre de 1934. - Diario de Las Palmas, 29 de septiembre de 1934. - La Crónica, 29 de septiembre de 1934. - La Provincia, 30 de septiembre de 1934 67Hoy, 2 de octubre de 1934 68Programa del Segundo y último recital de Poesía y Música por los afamados artistas Dalia Íñiguez y Juan Pulido. 69Hoy, 11 de octubre de 1934. - La Provincia, 11 de octubre de 1934. - La Crónica, 11 de octubre de 1934. - El Tribuno, 11 de octubre de 1934. - El Defensor de Canarias, 11 de octubre de 1934 70La Provincia, 14 de octubre de 1934 71La Provincia, 13 de octubre de 1934 72Hoy, 16 de octubre de 1934. - La Provincia, 16 de octubre de 1934 73Hoy, 20 y 23 de octubre de 1934. - La Provincia, 23 y 24 de octubre de 1934 74 Programa de la Gran velada de poesía y música en honor de los jefes, oficiales, cadetes y tripulación de la fragata escuela argentina “Presidente Sarmiento” por las eminentes artistas Dalia Íñiguez e Isabel Macario con la cooperación de la Sociedad de Amigos del Arte. - La Provincia, 25 y 30 de octubre y 3 de noviembre de 1934.- Hoy, 25 y 31 de octubre y 3 y 4 de noviembre de 1934. - El Radical, 30 de octubre y 1 de noviembre de 1934. - El Defensor de Canarias, 30 de octubre y 2 de noviembre de 1934. - La Crónica, 1 de noviembre de 1934.- Diario de Las Palmas, 31 de octubre de 1934 75El Tribuno, 5 de noviembre de 1934 XIV Coloquio de Historia Canario Americana 1564 76Ibídem. - La Crónica, 5 de noviembre de 1934. - El Defensor de Canarias, 5 de noviembre de 1934. - La Provincia, 6 de noviembre de 1934 77 Oficio de la Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre” dirigido a Dalia Íñiguez y firmado por el presidente y el secretario con fecha de 6 de noviembre de 1934 78 La Provincia, 16 y 20 de noviembre de 1934. - Hoy, 15 de noviembre de 1934. - El Tribuno, 17 de noviembre de 1934. - El Radical, 17 de noviembre de 1934. - El Defensor de Canaria, 17 y 21 de noviembre de 1934, - La Crónica, 19 de noviembre de 1934. - Diario de Las Palmas, 21 de noviembre de 1934 79 Hoy, 23 de noviembre de 1934. - El Defensor de Canarias, 23 de noviembre de 1934. - La Provincia, 24 de noviembre de 1934 80 Programa de la Grandiosa matiné de poesía y música patrocinada por la Sociedad Amigos del Arte “Néstor de la Torre”. Última presentación de Dalia Íñiguez e Isabel macario en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria el domingo 25 de noviembre de 1934 a las 6 de la tarde. - El Tribuno 26 de noviembre de 1934. - La Provincia, 27 de noviembre de 1934. - Hoy, 27 de noviembre de 1934 81 Inter-Radio Las Palmas, 8 de diciembre de 1934, año I, nº 5 82 Programa del Grandioso acontecimiento de arte. Dos únicos recitales de poesía y música por las eminentes artistas Dalia Íñiguez e Isabel Macario en el Teatro Guimerá el sábado 8 y el domingo 9 de diciembre de 1934 a las 9 y media. - La Prensa, 9 de diciembre de 1934. - Hoy, 7 y 8 de diciembre de 1934. - La Tarde, 6 y 8 de diciembre de 1934. - Gaceta de Tenerife, 8 y 9 de diciembre de 1934 83 Programa del ..., op.cit. 84 La Tarde, 10 de diciembre de 1934. - La Prensa, 11 de diciembre de 1934. - Gaceta de Tenerife, 11 de diciembre de 1934 85 Diario de Avisos de La Palma, 3 y 7 de diciembre de 1934 86 Diario de Avisos de La Palma, 13 y 15 de diciembre de 1934. - Acción Social, 14 y 15 de diciembre de 1934. - El Tiempo 15 de diciembre de 1934 87 Acción Social, 18 de diciembre de 1934. - El Tiempo, 18 de diciembre de 1934 88 Oficio del Consejo Local de 1ª Enseñanza de Las Palmas. Firmado por el presidente M. Suárez Guerra el 27 de noviembre de 1934 89 La Provincia, 11 y 12 de enero de 1935. – Hoy, 13 de enero de 1935. – El Radical, sin fecha (ca. enero de 1935). – Diario de Las Palmas, 12 de enero de 1935 90 La Provincia, 26 de enero de 1935. – Diario de Las Palmas, 26 y 29 de enero de 1935. – Hoy, 28 de enero de 1935 91 Hoy, 23 de febrero y 14 de marzo de 1935. – El Radical, 27 de febrero de 1935. - La Provincia, 14 de marzo de 1935. – Diario de Las Palmas, 14 de marzo de 1935 92 Hoy, 17 y 22 de marzo de 1935 93 ABC, 21 de febrero de 1935 94 La Provincia, 24 de febrero de 1935. – El Tribuno, 27 de febrero de 1935. – Diario de Las Palmas, 2 de marzo de 1935. – El Tribuno, 14 de marzo de 1935 95 La Provincia, 30 de marzo de 1935. – Hoy, 30 de marzo de 1935. – El Radical, 30 de marzo de 1935 Juan Pulido y Dalia Íñiguez en la vida y en el arte a ambos lados del Atlántico 1565 96 La Provincia, 9 de abril de 1935. - Programa del grandioso homenaje despedida a la eminente recitadora Dalia Íñiguez en el Teatro Pérez Galdós el 21 de abril de 1935 a las 21’30 horas. – Diario de Las Palmas, 22 de abril de 1935. – La Provincia, 23 de abril de 1935. – Hoy, 23 de abril de 1935. – Acción, 23 de abril de 1935 |
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