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MUTUA GUANARTEME: APROXIMACIÓN
A LA HISTORIA DE LAS MUTUALIDADES Y LAS
COMPAÑÍAS DE SEGUROS EN CANARIAS.
AVANCE DE UNA HISTORIA EN CURSO
Milagrosa Caubín Martín
1. Historiografía
1.1. Aspectos generales.
La historiografía sobre empresas de seguros y mutualidades es bastante reciente. De las
obras que hemos localizado ninguna es anterior a la segunda mitad del siglo XIX y, no es
hasta bien entrado el siglo XX, cuando los historiadores comienzan a ocuparse, de una
forma más asidua, de este tema.
Nos encontramos con dos tipos de historia, una historia narrativa, limitada a la mera
copia de acontecimientos y otra más interesada en ver el por qué y el cómo.
La línea seguida por la primera es la tradicionalista, son obras conmemorativas, encar-gadas
por las compañías de seguros para celebrar cualquier tipo de acontecimientos, por
tanto tienen, la mayoría de las veces, un interés propagandístico y no son el resultado de
una indagación propiamente histórica. Las de esta línea, seguida por todos los países,1 no
siempre son de la misma calidad e interés pero, en definitiva no aportan nada nuevo a la
investigación histórica.
La segunda se caracteriza por analizar el por qué de esta actividad y la forma en que se
desarrolla o sus efectos sobre la economía y la sociedad. Ejemplo de uno y otro análisis
son el trabajo de Bennet sobre el desarrollo de las mutualidades a través de siete siglos,2 el
de Chaufion sobre el pasado y el futuro de los seguros 3 o el de Gibaud sobre cómo se llega
de la seguridad privada a la pública4 y la obra de Halperin “Los seguros en el régimen
capitalista” o la de Laurent “La mutualidad en el mundo del trabajo”.
A pesar de estar centrada en partes concretas de la realidad histórica no se reduce, al
menos, no siempre, a una historia sectorial, en algunos casos está inmersa dentro de una
historia más total que incluye aspectos económicos, sociales, políticos etc. Si en las obras
narrativas, por lo general, la acción estaba ligada a sujetos individuales, ahora nos encon-tramos
con una historia totalmente impersonal.
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1.2. Historias de seguros y mutualidades en España y otros países.
En España, el trabajo más interesante sobre los antecedentes históricos de mutualida-des
y seguros, es la obra de Rumeu de Armas, “Historia de la Previsión Social en España
(Cofradías - Gremios - Hermandades - Montepíos)”, que muchos autores españoles utili-zan
como obra de referencia.
El resto de la historiografía española está copado por diversas obras y artículos de
carácter general, la mayoría sobre mutualidades y previsión social y, unas pocas, sobre el
seguro como actividad empresarial, a excepción de las historias de empresas particulares.
Las historias hechas en nuestro país adoptan, generalmente, dos enfoques. Por supues-to
en primer lugar el económico-social y en segundo el legal, motivo por el que, muchas
veces, los encargados de elaborar estas historias son licenciados en derecho o economis-tas.
Esto también se hace patente en las tesis doctorales publicadas en España, sobre todo
en el tema de las mutualidades, elaboradas por alumnos de distintas universidades de
derecho del país.
Existe otra historia a escala local, que en algunas ocasiones da una visión más exacta de
las transformaciones acaecidas, a la que pretendemos contribuir con una tesis doctoral.
Los trabajos de este tipo los encontramos en Valencia, Santiago de Compostela, Salamanca,
o Cataluña.5
En la historiografía del resto de los países, de características similares a la española, la
francesa es la que, hasta el momento actual, más interés ha demostrado por el tema, pero
no es la única, hemos localizado obras de autores ingleses, italianos, portugueses y, en
menor cuantía, de otros países europeos. El continente americano también se ha ocupado
de seguros y mutualidades, cabe destacar la historia que, promovida por la Asociación
Mejicana de Instituciones de Seguros, se ha hecho sobre el seguro mejicano de 1900 a
1988.
2. Líneas de la historia
2.1. Introducción
La mutualidad según Garrido y Comas, que haciendo acopio de las definiciones de
otros autores logra una muy completa, es: “Una asociación, que sin perseguir fines lucra-tivos
y utilizando técnicas propias del seguro, tiene como objetivo social, la compensa-ción
recíproca de los riesgos que los socios aportaron al fondo común, con objeto de
indemnizar de este modo a los perjudicados”.6
Un recorrido histórico por los antecedentes de las mutualidades, nos lleva desde la
asociación mutua de asistencia más antigua, la corporación romana, cuya finalidad era
administrar los bienes para la previsión de riesgos que afecten a las personas, hasta el siglo
XIX, en que aparecen las mutualidades tal y como las conocemos hoy en día.
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Pero en este largo camino existen diversos pasos intermedios: las gildas, asociaciones
de asistencia mutua o religiosa característica de los germanos que se remontan al siglo IX
y que no son otra cosa que corporaciones romanas impregnadas de cristianismo; las co-fradías,
creadas por el espíritu cooperativo de los hombres de un mismo oficio, que mu-chas
veces presentan todas las características de una sociedad religiosa de socorros mu-tuos,
en las que eran corrientes las prácticas de auxilio mutuo en caso de enfermedad y
muerte (Cofradía de Atienza); los gremios, que desde el siglo XV absorben los fines bené-ficos
de auxilio mutuo y protección separándolas de las cofradías y cuyo régimen admi-nistrativo
y económico adoptan muchas de las formas de nuestras actuales sociedades de
socorros mutuos; las hermandades, ya verdaderas sociedades de socorro plenamente or-ganizadas
que se convierten , por excelencia, en el pasado histórico de nuestras mutuali-dades,
pues en ellas la relación entre cuota y prestación es real, algo que no existía en las
anteriores, donde la prestación dependía, generalmente, del grado de pobreza del asocia-do;
los montepíos, que nacen con la finalidad de estar sometidos a la autoridad civil y de
cubrir riesgos de vejez e invalidez, al contrario que los anteriores que centraban su cober-tura
en los casos de enfermedad y muerte.
Tenemos que llegar al siglo XIX para que, ante la desaparición de la protección que
hasta ahora habían dispensado las organizaciones gremiales y la agresividad del capitalis-mo
que defiende la idea de un obrero libre y autosuficiente sin ningún tipo de protección,
en un medio lleno de riesgos, surja la idea de previsión social. Esta nace como respuesta a
la absoluta falta de protección del obrero ante los accidentes, las enfermedades o la muerte
y con ella aparecen una serie de garantías jurídicas en defensa de este colectivo indefenso,
que ponen en marcha el mutualismo moderno
La ley de accidentes de trabajo aprobada el 30 de enero de 1900 firmada por la reina
Regente, siendo ministro Eduardo Dato, (que en su articulo cuarto determina: todos los
obreros tendrán derecho a una indemnización por cualquier accidente de trabajo que lo
incapacite temporal o perpetuamente y que en el doce especifíca: los patronos podrán
sustituir estas obligaciones por el seguro hecho a su costa en la cabeza del obrero), es el
origen de las asociaciones de patronos en mutualidades en España
Pero fue el Decreto-ley del 12 de junio de 1931, que establecía la ampliación a toda la
agricultura de la responsabilidad de los patronos agrícolas en los accidentes de trabajo que
sufrieran los obreros a su cargo, imponiendo la obligatoriedad de asegurarlos, lo que mo-tivó
la creación de la Mutualidad Agrícola del Norte de Gran Canaria.
A partir de este momento vamos a plantear , a través de la historia de Mutua Guanarteme,
la necesidad de adaptación de estas mutualidades a los cambios económicos acaecidos
entre 1930 y 1990, adaptación a la que se ven obligadas si no quieren desaparecer.
2.2 Una mutualidad agrícola
La mutualidad Agrícola del Norte (luego Mutua Guanarteme), como toda mutualidad
agrícola, surge en el seno de una asociación de agricultores, en este caso de agricultores
plataneros de la zona norte de Gran Canaria, cuyo objetivo era el de hacer frente a los
problemas que les afectaban colectivamente
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El 9 de marzo de 1933 los representantes de la Asociación Agrícola de Arucas, Guía y
Gáldar, obedeciendo al citado Decreto-ley, que exige a los patronos asegurarse, se reúnen
en la Heredad de Aguas de Arucas y fundan La Mutualidad Agrícola del Norte de Gran
Canaria, cuyos estatutos habían sido aprobados el año anterior. Esta nace como una mu-tualidad
netamente canaria sin fines lucrativos de ninguna clase, estableciendo su domici-lio
social en Arucas y delegaciones en las ciudades de Guía y Gáldar.
La finalidad, de la mutualidad de la que nos estamos ocupando, era, en un primer mo-mento,
el hacerse cargo de la asistencia médico-farmacéutica y de las indemnizaciones
pertinentes a todos los obreros accidentados y asegurados por sus patronos en la misma (al
hablar de patronos nos estamos refiriendo al particular o compañía, propietarios de una
explotación agrícola, de una industria o de cualquier otro tipo de empresa).
Como cualquier asociación mutua de seguro, todos los socios ejercen a la vez de asegu-rador
y asegurado, todos son iguales en derecho y obligaciones, todos, en la proporción
que corresponda, son propietarios del patrimonio de la entidad, los excedentes se distribu-yen
por igual entre todos ellos y serán ellos los encargados de dirigirla y administrarla.
Su soberanía reside en el conjunto de sus socios, cuyo órgano supremo de expresión es
la junta general. Esta junta general está integrada por la suma de los asociados debida-mente
convocados que tienen el derecho a participar en la misma con voz y voto.
Es la junta general la que toma las decisiones pero para ejecutar su mandato existe un
órgano de constitución y funcionamiento más rápido. Este órgano en los primeros años era
una Junta de Gobierno formada por un presidente, un secretario, un tesorero y unos voca-les
cuyo número fue variando dependiendo de las distintas competencias que se van ad-quiriendo.
En un primer momento la administración la componían un asesor jurídico, que ejercía
como gerente, un jefe de oficinas y un auxiliar de segunda. A esto hay que añadir otro
personal que no es de carácter fijo, formado por cobradores y facultativos que se repartían
por el territorio de actuación de la mutualidad.
A todos estos servicios se hacia frente mediante la cuota de sus socios y las rentas de
sus fianzas, de sus fondos de reserva y demás capitales. Al funcionar en régimen de mu-tualidad
repartía el sobrante entre sus mutualistas, mediante el extorno (devolución de
dinero), que se efectuaba disminuyendo la cantidad a pagar por primas, pues como asocia-ción
sin afán de lucro, el extorno, que suele producirse a final de año, no es otra cosa que
la devolución de la prima percibida en exceso, no existe capital social y están exentas de
impuestos pero obligadas a depositar una fianza para garantizar el cumplimiento de sus
obligaciones.
Desde 1940, la mutualidad idea ampliar sus actividades y extender su radio de acción a
toda la isla de Gran Canaria, siendo los motivos, primero el estancamiento y después el
descenso de socios, causado, como ellos mismos reconocen por la competitividad de otras
empresas, pues este sector está saturado. El número de obreros agrícolas no aumenta, no
hay nuevas explotaciones y empieza la mecanización del campo, motivo por el que la
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producción de pólizas queda estancada.
Otra de las soluciones planteadas a este anqullosamiento es la fusión con otras mutuas.
Ya el 29 de mayo de 1934, se había celebrado una reunión con el fin de fusionar todas las
mutuas agrícolas En 1937 esta mutualidad desecha este proyecto, pero de nuevo, en 1942
se vuelve a plantear la fusión, en esta ocasión con una mutualidad concreta, Atildana,
fundada por Matías Vega, en los mismos años en que nace la mutualidad y, que finalmen-te,
acaba por desaparecer. La fusión va a ser una constante cada vez que surja un nuevo
problema y será la solución final, no sólo para esta mutualidad sino para otras muchas,
como La Patronal de Consignatarios de Buques que termina siendo absorbida por Mutua
Guanarteme.
2.3 Una mutualidad de accidentes de trabajo
La autorización del 23 de agosto de 1942, que aprueba su actuación en todo tipo de
accidentes de trabajo, es lo que le permitió seguir actuando y creciendo. Deja de ser una
mutualidad netamente agrícola y localista, cambiando, entonces, su nombre por el de Mutua
Guanarteme. Las pólizas contratadas son tanto del sector industrial como del de servicios,
siendo las más numerosas las primeras, entre las que destacan las de las industrias de
alimentación lo cual no es de extrañar debido a la existencias de varias de ellas en Arucas.
En el sector servicios las pólizas suscritas incluyen desde trabajadores de hostelería a los
empleados de un cine . Esta primera ampliación hace que Mutua Guanarteme inicie un
crecimiento bastante moderado.
2.4 Una mutualidad de seguros en general
Posteriormente, en 1958, el Ministerio de Hacienda aprueba los reglamentos de los
ramos de responsabilidad civil e incendios, Mutua Guanarteme, amplía así, la naturaleza y
cantidad de sus contingencias, extiende el número de ramos en los que opera y comienza
a dispensar cobertura y riesgos diferentes al de sus inicios, rompiendo los límites, tanto de
sus objetivos como de su ámbito geográfico, pues a partir de ahora, puede actuar a nivel
provincial.
Pasa, de ser una mutua de accidentes de trabajo, a convertirse en una mutua de seguros
en general. Esto significa que se convierte en una asociación, de carácter voluntario, don-de
se pueden asegurar toda clase de bienes y cuyo objetivo es el indemnizar al asegurado
de la cuantía que se viera obligado a satisfacer como responsable de daños materiales
involuntariamente causados a terceros o a cosas.
Al coincidir estos cambios, entre los que están el inicio del seguro del automóvil dentro
del ramo de responsabilidad civil, con el desarrollo económico de los años sesenta, es
cuando comienza una verdadera etapa de crecimiento y expansión, que será la tónica se-guida
en años posteriores.
Al aplicar sus garantías a todo tipo de bienes materiales y patrimonios, la dirección se
profesionaliza. Se nombra un director gerente y dos asesores jurídicos, se crean distintos
departamentos y junto al director aparecen apoderados y directivos, que le asisten en sus
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funciones. Se crean juntas de gobierno para cada uno de los ramos que deberán dar cuenta
al consejo de administración, entre cuyos componentes siempre había algún personaje
importante de la vida social, política y económica de la isla (empresarios, alcalde, presi-dentes
del cabildo, directores de bancos etc.). Es también, entonces, cuando aparece la
figura del agente como mediador para la captación de nuevas operaciones de seguros,
estos agentes perciben sus correspondientes comisiones y muchas veces, incentivos de
otro tipo como viajes etc.
Pero es sobre todo a partir de 1966, cuando Mutua Guanarteme crece económica y
territorialmente, debido, a la implantación del seguro obligatorio de automóviles, que se
convierte en el motor de la mutualidad y les impulsa a emplear nuevas técnicas organizativas
y financieras. La importancia de este sector fue tanta que se diferencia, a partir de ahora, lo
que es el ramo del automóvil que incluye el SOA (seguro obligatorio, para riesgos a perso-nas)
y el SVA(seguro voluntario, para daños materiales), del resto de los ramos.
Durante estos años las oticinas centrales pasan de Arucas a Las Palmas de Gran Cana-ria,
se abren agencias en las ciudades y pueblos más importantes de la isla, se crea un
ambulatorio para así atender más directamente a los asegurado y que al mismo tiempo
sirva para asesorarles en la previsión de accidentes, se compran inmuebles, en definitiva,
la Mutualidad crece y se moderniza.
Otro acontecimiento importante de este momento es la aprobación de la nueva Ley de
la Seguridad Social de 1967, que obliga a las Mutuas Patronales de Accidentes de Trabajo
a ocuparse exclusivamente de colaborar en la gestión de las contingencias de accidentes
del trabajo y enfermedades profesionales. Atendiendo a esta ley, el ramo de accidentes de
trabajo que había sido el origen de esta mutualidad, debe desligarse de ella y crear una
entidad nueva. Nace, entonces, una patronal que se ocupa exclusivamente de los acciden-tes
de trabajo, con el nombre, primero, de Benartemi y posteriormente de Guanarteme
Mutua Patronal, la cual se lleva consigo los orígenes de la mutua pero a la que de una u
otra manera va a seguir ligada.
Evolución comparativa de los dos nuevos ramos
PRIMAS EMITIDAS
Años
Responsabilidad
Civil
Incendios
1960 201.422 pesetas 62.757 pesetas
1966 11.731.869 pesetas l.69l.0l6pesetas
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2.5. Una entidad canaria de seguros
Si el planteamiento inicial fue el de asegurar los accidentes de trabajo, al ser aprobados
en 1958, los nuevos ramos de incendios y responsabilidad civil, posteriormente en 1967
los de robos, cristales, individuales de accidentes y responsabilidad civil en general, en
1973 el de transportes y por último el de vida, la Mutua abarcó los distintos campos en los
que se desenvuelven las compañías de seguro, pero siguió siendo una mutualidad.
La crisis energética, de los años 70, la afectó al igual que a otras empresas. Es el seguro
del automóvil el ramo más afectado. El crecimiento del parque de automóviles unido a
una falta de estudios técnicos de riesgos y produjo cierta crisis en muchas entidades aun-que
ninguna llegó a desaparecer. Los primeros problemas aparecen en el SVA, el rápido
aumento de vehículos, hace que nuestras carreteras sean unas de las de mayor densidad
del país, esto se ve agravado porque en Canarias, debido al sistema de puertos francos, la
compra de coches extranjeros de mucha potencia, era lo habitual. El número de siniestros
aumentó y las aseguradoras tuvieron que hacer grandes desembolsos de dinero, los arre-glos
eran muy caros debido a que el coste de los repuestos de esto coches era muy alto.
La crisis energética que dio lugar a la crisis económica y a la que Canarias no fue ajena,
afecta al SOA. Desciende el turismo, por tanto las inversiones en la construcción y, como
consecuencia de ello, los obreros, que habían sido estos últimos años los que habían dispa-rado
las ventas de automóviles, pierden su poder adquisitivo. A las aseguradoras como
Mutua Guanarteme no sólo le perjudica por la disminución de la contratación sino, sobre
todo, por la cancelación de los cobros. El aumento en la tasa de parados, que no pueden
hacer frente a los pagos y el hecho de que muchos coches antiguos y de alto consumo, al
subir el coste de los carburantes son retirados de la circulación, da lugar a un gran número
de impagados.
Mutua Guanarteme como previsión a la crisis que se avecinaba, desde 1974, había
empezado a reducir gastos y a prestar más interés al resto de los ramos, por eso, cuando en
1976 los resultados en el ramo del automóvil fueron negativos, las ganancias de los otros
ramos permitió cubrir estas pérdidas.
Todo esto hizo que algunos años crezca menos de lo previsto, pero a pesar de todo,
continuó abriendo oficinas, ampliando las actividades a otros ramos, aumentando la plan-tilla
y la emisión de primas, alcanzan, entonces, los doscientos millones de pesetas.
En1973, el cargo de director gerente, adquiere categoría de director general y al mismo
tiempo se convierte en delegado del Consejo de Administración. Bajo su control directo
está el resto de la plantilla y cada uno de los distintos departamentos con los que entonces
cuenta la organización (contratación, contabilidad, siniestro, emisión y cobranza y perso-nal)
En cuanto a la red comercial cuenta con distintas oficinas en Las Palmas de Gran Cana-ria,
en el resto de la isla (Arucas, Gáldar, Guía, Playa del Inglés, Telde y Vecindario), en
otras islas (Lanzarote y Fuerteventura) y en Villa Cisneros.
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En 1980, Mutua Guanarteme se implantó en todo el archipiélago y obtuvo autorización
para actuar a nivel nacional, comenzó sus actuaciones de reaseguro aceptado, ocupó el
primer lugar como aseguradora en la provincia de Las Palmas y creó, con una serie de
empresas afines de las que poseía la mayoría de sus acciones, el Grupo Grica, pasando a
ocupar el primer puesto entre las aseguradoras de la provincia. Poco a poco va adquirien-do,
en cierta manera, el carácter de empresa en su forma de operar, los mutualistas van
perdiendo contacto directo entre ellos, se utilizan técnicas del marketing para lograr el
crecimiento de la entidad y así, poder crear una gran organización que le permita adaptar-se
a las nuevas circunstancias.
Su organigrama es en este momento el siguiente:
CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN
CONSEJERO DELEGADO
COMITÉ ASESOR
DIRECCIÓN GENERAL
DIRECCIÓN DE PERSONAL
SECRETARIA GENERAL
ÁREA
ADMINISTRATIVA
ÁREA DE
SERVICIOS
ÁREA
CONTROL
DIRECCIÓN
VIDA
ÁREA DE
PRODUCCIÓN
Y MARKETING
SUBDIRECCIÓN
GENERAL
SUBDIRECCIÓN
GENERAL
DPTO FINANCIERO
Y CONTABLE
SECCIÓN
ACTUARIAL
DEPARTAMENTO
DE
CONTRATACIÓN
DPTO. DE
REASEGURO
CONTABILIDAD
Y GESTIÓN
RED COMERCIAL
DIRECCIÓN
ADMINISTRATIVA
OFICINAS Y
LOCALES
SECCIÓN
FORMACIÓN
DPTO. SINIESTROS
SECCIÓN
PREVENCIÓN
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Pero la entrada de España en el Mercado Común Europeo y por tanto la aplicación de la
normativa europea en nuestro país(la libre circulación de vehículos y por tanto ampliación
del ámbito territorial de cobertura de la póliza, los intentos de homologación de las distin-tas
coberturas) unido a la nueva Ley del Seguro que sólo permite sobrevivir a las grandes
empresas, al aumentar las garantías hasta ahora vigentes, y cuya normativa les obliga,
entre otras cosas, a deshacerse de su Grupo, pone a Mutua Guanarteme en un gran aprieto.
Debe buscar solución a los problemas que ahora se le plantean y después de estudiar
distintas opciones, se decide unirse a Mapfre con la que ya colaboraba desde 1962, para
crear una gran aseguradora canaria, Mapfre Guanarteme Compañía de Seguros y Reaseguros
S.A.
Cuando en 1988 se llega a un acuerdo con Mapfre, para crear la nueva aseguradora,
Mapfre Guanarteme, Mutua Guanarteme conservó el derecho de operar en el ramo de
vida, actividad que no llevó a la práctica, pues, en menos de dos años, dejó de existir la
mutualidad.
Concluimos este apunte sobre la historia de Mutua Guanarteme diciendo que, como
cualquier empresa estuvo sometida a los avatares de la economía y de ella dependió su
desarrollo.
Señalando, finalmente que nuestra intención es profundizar no sólo en este aspecto,
sino en todos los que sea posible, más concretamente sobre esta mutualidad, pero también
sobre el resto de mutualidades y compañías de seguros que, por estos años, desempeñaron
su actividad en las islas.
Primas totales recaudadas en los años más representativos:
AÑOS PRIMAS RECAUDADAS
1942 127.236 pesetas
1958 9.750.780 pesetas
1966 2.234.323 pesetas
1977 127.363.219 pesetas
1986 1.045.500.000 pesetas
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3. Fuentes documentales
Las fuentes documentales utilizadas en la elaboración de esta ponencia fueron, además
de las bibliográficas, documentos del “Archivo Mutua Guanarteme”.
Esta ponencia tiene su fundamento en que, como dice Pedro López: “el archivero es
investigador por oficio pero no de cualquier tema. Es investigador de las instituciones
cuyos documentos tiene bajo su custodia”. El trabajar en la creación del Archivo Mutua
Guanarteme, testimonio de la actividad de esta empresa, nos supuso conocer lo que fue la
mutualidad, su evolución, a las personas que trabajaron en ella, como se vio condicionada
por el contexto económico y social en el que se desenvolvió, su relación con otros organis-mos
y empresas etc. y por tanto tener una visión de conjunto que nos facilitó la elabora-ción
de esta comunicación.
3.1. El archivo
La creación de un archivo con la documentación de Mutua Guanarteme, con el objetivo
de salvaguardarla y hacerla útil, entre otras cosas para la investigación histórica, surgió
dentro del Servicio de Recuperación, Catalogación y Conservación de Archivos de Em-presas
Canarias y otras Instituciones Económicas (Servicio de Historia de la Empresa), de
la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Las Palmas de
Gran Canaria, bajo el patrocinio de la Fundación Mapfre Guanarteme que actualmente
tiene la custodia de estos documentos.
Los pasos previos a la creación del archivo, encaminados a localizar y reunir los docu-mentos
son los que más problemas plantearon por los siguientes motivos: El escaso inte-rés
que hasta este momento ha existido por parte de las empresas en conservar sus docu-mentos
desde que éstos dejan de ser operativos, olvidando su finalidad cultural y de inves-tigación;
la dispersión de documentos provocada por el rápido crecimiento y expansión de
la mutualidad que obligó al traslado de esta documentación con el consiguiente expurgo,
muchas veces de forma indiscriminada; y por último, los cambios legislativos que motiva-ron
transformaciones en la estructura de la entidad, provocando su división en dos entida-des
diferentes.
Mutua Guanarteme había conservado sus documentos históricos, pero no había sido
una excepción en cuanto a la atención prestada a los mismos, pues, éstos, estuvieron olvi-dados
y depositados en distintos emplazamientos sin recibir ningún tipo de atención.
Este es un problema que afecta prácticamente a la totalidad de las empresas, de ahí, la
importancia del proyecto del Servicio de Historia de la Empresa intentando crear una
nueva cultura empresarial que permita conservar esta valiosa riqueza patrimonial de gran
interés para la historia económica de nuestra comunidad, pues, estos documentos, serán
instrumentos indispensables a la hora de elaborar cualquier historia económica.
Hoy en día, los documentos de Mutua Guanarteme se encuentran depositados en un
archivo situado en la segunda planta del edificio del la calle de León y Castillo n0 27 de la
ciudad de Arucas, durante muchos años domicilio social de Mutua Guanarteme y propie-
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dad, actualmente, de la Fundación Mapfre Guanarteme. Han sido clasificados de acuerdo
al procedimiento administrativo de la institución que los generó, recibió o reunió, Mutua
Guanarteme, de forma que transmiten una visión de conjunto de las actividades de esta
entidad, facilitando la investigación científica. Están ordenados siguiendo un criterio
cronológico, tomando como fecha de referencia las fechas extremas (año, mes, día). Se
han descrito ajustándose a la técnica de descripción a varios niveles, partiendo de una
descripción del fondo como un todo y continuando con la descripción de cada una de las
partes, relacionándolas jerárquicamente, yendo desde el nivel más amplio (fondo) al más
específico (unidad documental). En total son tres los niveles de descripción: fondo, serie y
unidad documental. Todo este trabajo ha dado como resultado una guía y un inventario de
las series documentales. Actualmente se está trabajando en un catálogo, con el que se
pretende dar una información lo más completa posible y en una serie de índices que faci-liten
la localización de la información.
9,3,1932. - 3,3,1990, son las fechas que datan el documento más antiguo y el más
nuevo de todos los originados por esta mutualidad y se reparten en cinco secciones que
comprenden un total de cincuenta y cinco series. También cuenta el archivo con una pe-queña
biblioteca auxiliar con las publicaciones, que a lo largo de los años ha ido recibien-do
de otras empresas, de organizaciones públicas o privadas y otras de adquisición propia.
3.2. Las fuentes
En la elaboración de la ponencia se han utilizado los documentos que, estando a nuestra
disposición, pues todavía queda mucha documentación sin localizar y por tanto muchas
series incompletas, hemos considerado las más apropiadas, tanto por la información espe-cífica
en ellos contenida como por la que nos permitió suplir, de alguna manera, las lagu-nas
de las series inconclusas. Estos documentos son los siguientes:
De la serie de “Correspondencia”, hemos utilizado la mantenida con la aseguradora
Mapfre, de la que sólo se conserva la correspondiente a los años 1961, 1965, 1960-1980 y
todo tipo de correspondencia de la década que va de 1980 a 1990. En la primera están las
claves de la conexión de Mutua Guanarteme con Mapfre, pues aunque es una serie incom-pleta
contiene los inicios de los contactos en 1961 y una larga trayectoria de los mismos.
El resto de la correspondencia analizada nos permitió tener una visión de conjunto de las
relaciones de la mutualidad con todo tipo de estamentos y de personas de la misma entidad
o ajenas a ella y los motivos de su fusión con Mapfre.
Los documentos de la serie “Libros de Actas de Reuniones de Directores de Oficinas”,
1976 -1984, nos dio algunas claves de la expansión, de los problemas y de las soluciones
que se fueron adoptando.
El estudio de los balances, cuya serie está casi completa, pues comprende desde 1942 a
1989, nos permitió conocer la situación de la empresa, determinar los resultados obteni-dos
y explicar las causas de esos resultados, acudiendo para completar esta información a
los libros donde han sido anotados todos los datos de las operaciones efectuadas, libros de
diario, mayor etc., series que también están bastante completas por formar parte de la
documentación obligatoria de las mutualidades.
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De la serie “Nueva Producción”, los libros de nueva producción de automóviles 1959 -
1970 (serie incompleta) han sido básicos para conocer las variaciones de uno de los ramos
que más influyó, en determinado momento, en el desarrollo de Mutua Guanarteme.
Por último señalar, que la documentación vital para esta exposición han sido los libros
de actas, memorias, estatutos y reglamentos, series prácticamente completas, en la que se
incluye la información más importante, a los que añadimos los datos obtenidos con el
estudio de la serie “Informes a Los Consejeros” y “Convocatorias”, que constituyen un
perfecto complemento al resto de la información conseguida.
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NOTAS
1 Azevedo, Lino y Mesquitas e Dias Afonso, Carlos: Tidelidade Grupo Asegurador: 150 años de su histo-ria.
Tidetidade Grupo Asegurador 1985
- Rojas Gaona, Ernesto: Seguros la Equidad: Una historia de solidaridad cooperativa. Fondo Editorial
Cooperativo [1985]
- Walter Tompson, J: Ciento Veinticinco años de Catalana Occidente. Catalana Occidente 1989.
2 Bennet, J., La Mutualitè française à travres sept siècles d’historie, París, 1975.
3 Chaufton, A., Les Assurances. Leur passè. Leur avenir, París 1884, 2vols.
4 Gibaud, B., De la mutualitè a la Securitè Sociale, París 1986, I vol., 262 páginas.
5 Moreta I Amat, M., Entorn de Mutualisme de Previsió Social a Catalunya, Barcelona, s.f. y Cataluña en
el movimiento mutualista de previsión social en España, Barcelona 1991.
6 J.J. Garrido y Comas, El mutualismo privado en la Europa del siglo XX, 1994, p.56.
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BIBLIOGRAFÍA
A grandes rasgos hemos intentado dar una visión de lo que creemos es, hoy en día, esta
historiografía, pero como en cualquier esbozo siempre quedan aspectos sin mencionar y
hay excepciones a las generalidades que en algún caso pueden quedar aclaradas con el
estudio de la bibliografía aportada. En la medida de lo posible, viéndonos limitados por la
extensión de esta ponencia, hemos seleccionado una serie de obras con la intención de dar
una idea lo más aproximada posible a lo que, hasta el momento actual, se ha publicado
sobre el tema.
Historias generales:
ARNABAT MATA, R. Las sociedades de socorro mutuos en la Cataluña rural 1879 -1939. El ejemplo de la
comarca del Alto Penedés. Comunicación presentada al Primer ESSM.
ESTEBAN DE VEGA, M., Las sociedades de socorros mutuos de la provincia de Salamanca en el último
cuarto del siglo XIX, Comunicación presentada en el Primer ESSM.
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