EL CINE PRADO DE LA MATANZA.
UN PROYECTO DE REHABILITACI~N ARQUITECT~NICA
Hablar de rehabilitación de edificios históricos siempre trae consigo
entrar en determinadas poiémicas sobre ia adecuación y Íinaiidaci dei pro-yecto
en sí, así como sobre los resultados finales; en el caso de los ci-nematógrafos
digamos que la problemática atiende, también, a otra se-rie
de agravantes, como la no consideración de éstos como bienes de
interés cultural, los denominados B.I.C.; de la misma manera no se en-tienden,
por haber sido levantados durante este siglo, como patrimonio
histórico ': edificaciones significativas dignas de ser conservadas y trans-mitidas
a generaciones futuras. Por tanto, es difícil intentar llevar a cabo
una valoración objetiva y justa de estas cuestiones, cuando desde los
estamentos implicados ni siquiera son atendidas de la forma que re-quieren.
En el caso que nos ocupa es curioso observar como dos municipios
del norte de la isla de Tenenfe recurren a la rehabilitación de sus viejos
cines para convertirlos en algo similar a centros culturales polivalentes,
multiusos, donde las proyecciones cinematográficas seguirían formando
parte importante de la programación que en ellos se llevara a cabo. Estos
dos municipios, Tacoronte y La Matanza de Acentejo, ponen en marcha
sus proyectos entre finales de la década pasada y comienzos de la ac-tual,
cuando ambas corporaciones presentaban gobierno del P.S.O.E., y
atendiendo a sus dos salas más importantes, El Cine Prado en la Ma-tanza,
y el Cine Teatro Capitol en Tacoronte 3.
El caso del Capitol, que obviaremos en este trabajo, es bastante
conflictivo puesto que tras el arrendamiento firmado por el ayuntamien-to
-3.04.90 a 2.04.95- con los herederos de Tarsis Morales, cons-tructor
y propietario del inmueble, se estaba a la espera de realizar la
compra del edificio, que también incluiría parte de los terrenos poste-
466 Domingo Sola Antequera
riores colindantes que se destinarían a completar, probablemente como
área de aparcamientos, las obras, que aún continúan, del nuevo merca-do
municipal. Este acuerdo abarcaría, de la misma forma, varías fincas
circundantes propiedad de otros miembros de la familia, que debían de
estar conformes con el acuerdo global que se tomara. Finalmente y por
desavenencias entre ambas partes se pospone la firma, que queda defi-nitivamente
en dique seco cuando tras las elecciones municipales del 95
cambia de signo político el nuevo ejecutivo -A.T.I.-, que prefiere la
construcción de un emblemático auditorio, a semejanza de los que otros
municipios del mismo signo político ya habían hecho, caso de El Sauzal
o Arafo que poner en marcha, una vez adecuado el espacio a las nue-vas
necesidades, el Capitol.
El Cine Prado es un proyecto del empresario José González Hernán-dez
encargado al arquitecto José E. Marrero Regalado, quién trabaja en
la obra junto con su sobrino Félix Sáenz Marrero 6, como harán en al-güim
viras salas de 1a isla por ayüeiios años, terminándose ei edificio
en 1958. Las trazas del cine están en la línea, aunque entendiendo que
hablamos de un proyecto de menor envergadura y para un entorno ru-ral,
del racionalismo que despliega de manera efectiva en el Teatro
Baudet de Santa Cruz de Tenerife ', tanto en el empleo de algunos
materiales fundamentales para el diseño, caso del hormigón, que será
también el utilizado para elaborar el cimentado y las estructuras del
nuevo proyecto-, así como en la planificación bastante funcional del
espacio interior, incluyendo, gracias al material citado, alguna pantalla
elíptica en el piso inferior, los sugestivos voladizos de los palcos o
el cielorraso de la sala, hoy bastante deteriorado, realizado en el mis-mo
forjado. Este edificio posee, además, la .particularidad de tener el
acceso directo desde la calle a los palcos, puesto que el inmueble se
adapta al desnivel del solar hacia la calle Limeras, teniendo que des-cender
por sendas escaleras laterales al vestíbulo inferior que ya sí da-ría
paso a la sala de butacas, de esta manera se consigue que el número
de filtros hasta llegar a la mágica oscuridad de la sala aumenten nota-blemente.
La fachada sigue, también, un diseño bastante racional en la distri-bución
de los vanos y paramentos, delimitados verticalmente, en su parte
superior, por pilastras adosadas que sostienen una pequeña cornisa volada
sobre el cuerpo central, mientras que el izquierdo y el derecho, respec-tivamente,
aparecen retranqueados, continuando el perfil del Camino
Real, a través de mantener el juego del voladizo central simulando un
falso espacio pergolado. La planta inferior dispone simétricamente, bajo
una recta visera desde donde arrancaban las pilastras superiores, la bo-
El «Cine Prodos de Iu Mufuri:a. Un proyecto cle rehubilirucirin ... 467
letería y las vitrinas para el anuncia-do
de las películas, y entre ellas
sendas puertas de entrada de triple
hoja.
Bicromía -gris y crema-, 1;-
neas rectas y una ajustada simetría
en la distribución de los diferentes
espacios. Toda una gama de para-mentos
planos que denotan la
pervívencia tardía del racionalismo.
para una fachada que no quiebra la
alineación con el resto de edificacio- W nes de la calle, perdiendo, de esta z
manera, el efecto simulador, por el J
cual, al igual que las iglesias dcl O-= m barroco. sc invitaba al transeunte a -
O
6 acceder a su interior, lo que algunos 5
autores Ilanian edificio pirerrll 2
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Esta tipología de fachada" aun- r
que con algunas variantes, es la que 3
Sienz Marrero aplica a dos salas por 61 construidas durante aquellas fe- B - -n
chas: El Cine Vera del Puerto de la Cruz, en 1957, y el Cine Noveda- m
r
6
des de Charco del Pino, Granadilla, en 1959; si bien las soluciones que =
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en ambas aporta resultan más arriesgadas e innovadoras. Todo ello nos 3?
lleva a pensar que el plan de fachada del edificio de La Matanza, pudo I
corresponder en gran medida a su pluma, más que a la de su tío. - m
1
J
El Cine Prado es adquirido por el ayuntamiento en 1988, tras varios
años en los que había estado cerrado sin tener ocasión de llevar a cabo
ninguna actividad cultural, y con la intención de volverlo a poner en
funcionamiento después de que hubiera sido modernizado y rehabilita-do,
con toda una serie de reformas que posteriormente. en 1989, encar-garían
al arquitecto Maximiliano Crespo Naón ID.
Para realizar el proyecto, la corporación decide acogerse, con la in-tenci6n
de sufragar las obras, al Real Decreto 988182 de 30 de abril,
que facultaba para financiar inversiones de tipo cultural ' l . En esta nor-mativa
se establecía que los proyectos que podían optar al fondo debe-rían
consistir en la cr~ación.c zmpliacicin, rcji~nnao mejora de instala-ciones
destinadas a la conservación, difusión y creación de culr~tra
españolu, tales como museos, archivos, bibliotecas, edificios con valor
El ((Cine Prado» de la Matanza. Un proyecto de rehabilitación ... 469
histórico o artístico, teatros, salas de conciertos, exposiciones y confe-rencias
o centros análogos. Y dentro de las propuestas se otorgaría prio-ridad
a la hora de subvencionar a aquellos proyectos de instalaciones
que supongan la restauración, rehabilitación u ocupación de edificios,
como los ya citados 12.
Paradójicamente en el proyecto que se redactó y que serviría de base
para pedir la subvención, Crespo y con él, el ayuntamiento, se acogían
a reconvertir la sala cinematográfica en un auditorio municipal que al-bergaría
actividades culturales diversas: teatro, música, conferencias,
exposiciones e incluso se habilitaría una biblioteca, quedando restringi-da
la función cinematográfica a la creación de una videoteca y un
microcine -a parte de la sala principal-, que creemos que se trata de
una denominación particular del arquitecto para designar un pequeño
espacio destinado a la proyección en diferentes formatos audiovisuales,
ya que tal término no se ajusta a ningún tipo de sala cinematográfica.
Y decíamos paradójicamente porque en vez de optar por la reconversión,
aunque ésta estaba en las intenciones municipales, se podía haber aco-gido
a la categoría de edificio histórico-artístico, y mantener el cine como
tal. Pero el proyecto no contemplaba en ningún momento que La Ma-tanza
poseyera ningún edificio de valor artístico o histórico, salvo algu-nas
casonas rústicas; y acaba incluyendo, casi con calzador y teniendo
que encontrar un justificación válida, al Cine Prado, puesto que éste se
había configurado, dice el texto, en el centro de reunión social, junto
con la iglesia, durante gran parte de la década de los sesenta. Creemos,
incluso, que se podría afirmar, sin temor a equivocamos, que jugaría,
como otros tantos, el papel de transmisor de todas las formas nuevas de
conocimiento hasta que la televisión se terminó implantando en los ho-gares
del medio rural como sustitutiva del espectáculo cinematográfico.
Con esta justificación, el cine podría entrar sin más entre los requisitos
de la convocatoria. Pero es lamentable que en la redacción del proyecto
se ignore al autor de la obra, lo que conlleva no valorar el edificio en
su justa medida, como un trabajo dentro de una trayectoria profesional,
la de Mmero Regalado, fundamental para entender la arquitectura ca-naria
del segundo tercio de este siglo 13. Parece como si el análisis pre-vio
a la rehabilitación hubiera tenido que ver únicamente con los cálcu-los
de estructuras y las modificaciones interiores, sin haber encargado
la memoria histórica del edificio, habiendo eliminado así el primer paso,
que debemos tener por absolutamente imprescindible, antes de presen-tlr
13s gjrnpesras ~ ^ g ~ r p t2l1s nrnvertn 14. r-- J -- --
a) Modificaciones internas: La intención no es simplemente reha-bilitar
el edificio, sino que se plantea su ampliación, para que de esta
470 Domingo Sola Antequera
forma se rentabilice un espacio que tuvo que cerrar al no serlo. Una
inver.sicín de este tipo dehe asegurar su rentabilidad no necesariamente
monetaria. pero obligatoriamente social 15. Así, la justificación de la
intervención se basa en la nececidad de dar un uso continuado a dicho
espacio, cuestión que no se conseguiría con la dedicación exclusiva de
la sala a la exhibición cinematográfica. Por ello, para mantener una
ocupaci6n si no continua cí periddica, ce propone la dilatacih del es-cenario
para poder utilizarlo en funciones teatrales, así como la
reutilizaciún de pequeños espacios para destinarlos a actividades diver-sas,
afines a las ya citadas.
Teniindolo en cuenta, las reformas interiores atenderán a tres ríreas
diferenciadas:
- La sala principal: Destinada ahora a actos teatrales y cineniato-gráficos.
- Espacios para actividades complementarias: En la planta cuperior.
Videoteca, hemeroteca, biblioteca, sala de exposiciones y confe-rencias,
y sala de proyección en video.
- Zona de servicios: vivienda para encargado permanente de las
instalaciones.
! 1 \ 1 PRADO. PI rqccto de rclinbilitación. Secciori
472 Domingo Sola Antequera
pendiente y permita una mejor visión de la pantalla y el escenario. El
vestíbulo también se desarrollará ahora con un ligero desnivel, jugando
ópticamente con el espacio, para sobredimensionarlo, a partir de la eli-minación
de algunos escalones y de la colocación de dos espejos que
ocuparían la totalidad de la pared. La sala se mantendrá tal cual está,
únicamente habría que cambiar butacas, alfombrado e incluir equipo de
climatización, del que se carecía; la mayor transformación corresponde-rá
al cielonaso de hormigón, que debido a su deterioro, deberá ser sus-tituido.
La pieza situada hacia la calle Limeras, ocupada por el bar, ser-virá
para habilitarla como sala de exposiciones, después de colocarle
acceso por dicha calle. Sobre ésta se ubicaría la vivienda del encarga-do.
Por último, se modificaría el espacio ocupado por la pantalla, para
convertirlo en escenario, con lo que habría que tirar el muro del fondo
y levantar uno circular sobre el solar colindante, a la vez que se susti-tuiría
el forjado de hormigón por una cubierta de estructura metálica,
que siendo más liviana aguantaría el peso de la tramoya: decorados, luces
y maquinaria; y bajo ella una serie de cabinas para guardar todo el
material tendrían que ser descubiertas.
Por todo ello, el diseño de Marrero sufre pocas modificaciones, li-geras
ampliaciones en el hall y el vestíbulo, mejor aprovechamiento de
espacios, y las más notables: la nueva exedra del escenario, la ocupa-ción
de las terrazas superiores, habilitadas ahora como piezas auxiliares
y la construcción de la vivienda sobre la nueva sala de exposiciones.
De resto todo consistiría, básicamente, en la modernización de las ins-talaciones.
b) Modificaciones externas: A nivel global, exteriormente, se po-drían
observar cuatro volúmenes diferenciados: El primero, con forma
de paralelepípedo, sería el ocupado por la zona de entrada, los distri-buidores
y las estancias auxiliares. El segundo, corresponde a la sala
central, con cubierta a dos aguas, que permite el acceso a su interior.
El tercero, al semicírculo del escenario, que sobresale ligeramente en
altura. Y, por último, el cuarto, u.n . volumen má. s. pequeño, que interior- mente acegeria !a saja de expsiclofies y !a uivienda de! encargado, y
cuya fachada pretendería alinearse con el resto de viviendas de la man-zana.
Donde mayores modificaciones se producen será en la fachada prin-cipal,
la que abre al Camino Real. El proyecto propone su modificación
porque entiende que la actual es anodina, sin ninguna jerarquía ni ca-rúcier,
[...j inieniundo que el eúijício reveie su función, que constituya
un hito o mojón, que sirva como punto de referencia a un pueblo cuya
trama homogénea carece de ellos 19. Lo cierto es que tras la remodelación
E! .Cinc Prrtdr7n dr In Murati:~. Un proyecto de rehnhilitncirin ...
474 Domingo Sola Antequera
que se propone se perderá la primitiva articulación racionalista que ha-bían
plasmado los Marrero. La simetría del acceso desaparecerá al des-plazar
lateralmente la cabina de venta de entradas, para dejar lugar a un
portal de mayor tamaño que el ya existente. De la misma forma queda-rá
oculto todo el juego de las pilastras adosadas que delimitaban verti-calmente
los elementos de la fachada, y que acababan en el comisamento
ligeramente saliente, contrastando con los espacios vacíos de los falsos
pergolados. El proyecto propone, por el contrario, colocar una marque-sina
que cubra los vanos de la planta alta, para así disimularlos, utili-zando
como materiales hierro, para los tubos, y policarbonato traslúci-do
para las láminas que taparían ese espacio y que conformarían la
visera, que ahora soportaría un letrero con el nuevo nombre de la sala,
Cine Teatro Municipal; proponiendo pintar estas superficies con rayas
diagonales bicolores. Diagonales que se mantendrán en el diseño de las
nuevas ventanas, ubicadas a ambos lados del cuerpo central, en positivo
y negativo. El trazado diagonal se extendería así a toda ia superficie
exterior a través de la pintura. En conclusión, las propuestas del arqui-tecto,
Maximiliano Crespo, para convertir al cine en un hito significati-vo
y diferenciado de la arquitectura popular consisten en: la multiplica-ción
exterior de volúmenes y la reiteración del elemento diagonal como
principal leitmotiv de toda la decoración. Aunque creemos que, realmente,
lo que se consigue es levantar una fachada pantalla que unifica los di-ferentes
elementos, estructurales y decorativos, anulando las posibilida-des
de articulación de los mismos, y a cambio se ofrecen mayores di-mensiones
y una total falta de armonía con el entorno de viviendas
rurales. De todas formas somos conscientes de que toda transformación
supone llevar aparejada una nueva interpretación, pero en este caso se-ría
radicalmente distinta a la del original.
ESTADO ACTUAL DEL PROYECTO
El presupuesto de la obra se presenta en noviembre de 1993, por el
equipo técnico que debe ejecutarla, y éste asciende a 45.163.587 ptas.
Gastos que se ven aumentados en un 22 % en el que es propuesto por
la contrata 20, y en el que aparecen incluidos desde las cuestiones de
demolición y nueva cimentación, hasta el equipamiento de la sala cine-matográfica,
junto con todo el amueblamiento general.
El proyecto es presentado al Cabildo Insular de Tenerife por prime-ra
vez en 1994, puesto que se hace necesario un mayor apoyo financie-ro
para poder emprender la obra. Petición que se reitera a lo largo del
El «Cine Prado» de la Matanza. Un proyecto de rehabilitación ... 475
siguiente año, accediéndose a un estudio pormenorizado, para lo que les
es enviado por la Oficina técnica del ayuntamiento toda la documenta-ción
gráfica junto con la memoria explicativa del proyecto.
A octubre de 1996, fecha en la que nos encontramos 2', todavía no
se han puesto en marcha las obras por falta de solvencia económica; pero
ni siquiera la evaluación del proyecto ha pasado por la Unidad de Patri-monio
Histórico Artístico del Cabildo 22, quienes deberán atender la
petición del permiso de ejecución de las modificaciones para el edificio
de Marrero Regalado.
Concluyendo, estamos ante un proyecto que parece negado a echar
a andar, donde se vuelve a dar vida a un espacio carente de ella, reno-vando
la capacidad lúdica y catártica de una sala de cine, y ofertando
toda una gama de actividades afines, como hemos visto, a la villa
norteña, pero perdiendo, en cierta medida, un ejemplo más de la arqui-tectura
histórica del cinematógrafo en nuestras islas.
Domingo Sola Antequera
NOTAS
1. La Ley de Patrimonio de 1985 considera que un edificio posee valor histórico
y, por tanto, es de interés su conservación, cuando supera los cien años de antigüedad.
De todas formas siendo justos, hay determinadas actuaciones que aparentemente inten-tan
paliar dicho error, interesándose por estos, y otros, inmuebles contemporáneos. Un
claro ejemplo lo tenemos en la defensa, siendo Director General de Patrimonio Histó-rico,
Celso Martín de Guzmán, del Cine Avenida de Las Palmas .de Gran Canaria, con
la polémica y el apoyo mostrado por el mismo y por la prensa, frente a las especulacio-nes
económicas sobre su derribo.
2. Sería adecuado recordar algunas de las salas que en los últimos años han caído
en Canarias, en aras de la especulación económica, sin atender a su valor como espacios
cultuales, como mojones significativos en la construcción de la ciudad contemporánea o
como, en muchas ocasiones, magníficas arquitecturas. El vaciado del Rex en Santa Cruz,
la reconversión en biblioteca del Medina en Aguagarcía, en bingo del Teatro Baudet o,
primero en gimnasio y después en plató televisivo, del Numancia, también en Santa Cruz;
o las más grave desaparición del antiguo Hollywood Cinema, más tarde Cine Avenida, en
Las Palmas; por citar solamente algunos de los últimos ejemplos más sangrantes.
3. Por otra parte, en 1993 el Ayuntamiento de Tacoronte aprobaba la compra del
Cine Medina, hecho que todavía en 1995 no era efectivo pues se estaba a la espera de
una subvención pedida al Cabildo Insular para hacer frente al pago. El acuerdo entre
ambas partes era definitivo, y el cine de Aguagarcía pasaría a convertirse en la segunda
h i h ! i ~ t ~m~czfi jcinril r-*'
Archivo Municipal de Tacoronte (AMTC). Secretaría. Inventario de bienes n." 177.
Legajo 1, n." 20. 12.1 1.93.
AMTC. Secretaría. Legajo 111995 referente Cabildo Insular. 27.09.95.
4. AMTC. Secretaría. Expediente no 111991. Legajo 1. 19.02.1990.
AMTC. Secretaría. Registro de entrada no 1487. 27.02.1995.
Arrendamiento y fin de contrato del Cine Capitol por parte del Ayuntamiento a Pilar
Morales Izquierdo. heredera de Tarsis Morales. La razón que se expone en el documen-to
para finalizar tal relación contractual es el desinterés de los propietarios. Efectiva-mente,
y tras conversación mantenida el 17 de marzo pasado con la propietaria, se re-
El «Cine Prado* de la Matanza. Un proyecto de rehabilitación ... 477
fiere al cierre de dicho contrato aludiendo a un preacuerdo de venta entre ambas partes
que estaban a punto de firmar.
5. Datos ofrecidos por Pilar Izquierdo en conversación mantenida el 17 de marzo
de 1996. En lo referente a otros miembros de la familia afectados por la venta de terre-nos
colindantes al edificio, nos ofreció su punto de vista Paulino Izquierdo, propietario
de la finca situada al oeste del cinematógrafo y al norte del que será el nuevo mercado,
en conversación mantenida el 2 de julio de este año. Por otra parte, y como dato anec-dótico,
Paulino Izquierdo resultó ser primo hermano de uno de los grandes de la plásti-ca
canaria contemporánea, ,Oscar Domínguez.
6. Rtiiz RODR~GUEAZlv, aro: El Templo oscuro. La Arquitectura del Cine. Tenerife
1897/1992, Viceconsejería de Cultura y Deportes, Gobierno de Canarias, Santa Cruz de
Tenerife 1993, pp. 20 1-202;
7. Rurz RODR~GUEAZl,v aro: Op. cit., pp. 160-166.
8. Este término es utilizado por DE LA IGLESIAF, .; MORENOJ,. R.; PÉREZ,M . y
RUIZ, A., en «Habitar la frontera», Arquitectura teatral y cinematográfica. Andalucia
1800-1990, Consejería de Cultura y Medio Ambiente, Dirección General de Fomento y
Promoción cultural, Junta de Andalucía, Sevilla 1990, pp. 26-27.
9. Hablar de estilo y tipología para determinados espacios arquitectónicos supone,
de a!gUna mane;a, in:eanbs:;ate;a ; ..-:"--- .':-l.- A- -r-- o : - . . . I : F : ~ ~ ~ +,.A-"
U L L L I I b L L L , U L C l l U UI V L I a L V I I I I a , J l l l l p l l l l b L 1 1 , L V U V J
los datos de carácter formal que el edificio nos ofrece, eliminando lo que la Gestalt
denominaba fisonomía de la obra: aquel rasgo esencial que denota su carácter, y que
tiene que ver con la experiencia física que sólo se obtiene apropiándose de su espacio,
viviéndolo. Quizá, por ello, creo que siempre deben matizarse todas las asépticas des-cripciones
que se producen al intentar verbalizar una práctica meramente perceptiva.
10. Archivo Municipal de La Matanza de Acentejo (AMMA). Oficina Técnica. Pro-yecto
básico de remodebción de sala y anexos del Cine Prado. Octubre 1991.
11. R.D. 988/82. 30 de abril de 1982. B.O.E. 19.05.82. Ministerio de Cultura. Sub-venciones
a corporaciones locales para financiar inversiones de carácter cultural, con
motivo de V Centenario de la Unidad de España.
12. R.D. 988/82. Ministerio de Cultura. Artículo 2.".
13. AMMA. Oficina Técnica. Proyecto básico de remodelación de sala y anexos
del Cine Prado. Octubre 1991. Antecedentes, pp. 1-2.
14. Rehabilitar es enfrentarse a dos textos que deben dialogar: la propia obia y quien la analiza
En esta labor no puede haber un antes y un después, análisis y propuestas deben ir unidos
indisolublemente. DE LA IGLESIA, F.; MORENOJ,. R.; F'ÉRFZ, M.; y RUIZ,A .: Op. cit., p. 13.
15. AMMA. Oficina Técnica. Proyecto básico de remodelación de sala y anexos
del Cine Prado. Memoria descriptiva. Noviembre 1993, p. 1.
16. Ley del Suelo. Artículo 81.
17. Ley Y1987 de 7 de abril. Ordenación Urbanística del Suelo Rústico de la
Comunidad Autónoma de Canarias, Artículos referidos: 8.2 y 12.2.
18. Toda la Memoria descriptiva, así como las justificativas del cumplimiento de
las N.B.E (Normativa básica de la edificación) y las N.T.E. (Normativa técnica de la edi-ficación),
aparecen cumplimentadas a lo largo de todo el documento, regulando siempre
el proyecto y la posterior ejecución a tenor de la aplicación de la norma de referencia.
19. AMMA. Oficina Técnica. Proyecto básico de remodelación de sala y anexos
del Cine Prado. Memoria descriptiva. Noviembre 1993, p. 4.
20. 16 % de gastos generales: 7.226.174 ptas. 6 % de beneficio industrial: 2.709.576 ptas.
21. Según nos informan desde la Secretaría del ayuntamiento norteño.
22. Dato ofrecido por la profesora Clementina Calero Ruiz, miembro de dicha co-misión
evaluadora.