EL ASOCIACIONISMO COMO ORGANIZADOR
DE LAS DIFERENCIAS: UN ENFOQUE ANTROPOL~GICO
DE LA RECIENTE EMIGRACI~N CANARIA
A VENEZUELA
«El emigrar es una tragedia. El irse a
un país exirañu es uiiü gi-üii iiugediü. Lrr,o
rompe con todo lo conocido y tiene que
adaptarse a todo lo desconocido, a todo lo
nuevo. En ese ínterin es muy fuerte la ne-cesidad
de compartir con otra gente ... con
otros isleños» (emigrante canario en Vene-zuela,
llegado en 1954)
La línea de investigación sobre las históricas relaciones Canarias-
América, ha sido una de las más prolíficas de la historiografía canaria,
atravesando diversos períodos en los que se ha pasado de estudios bre-ves
y referidos a aspectos puntuales de la diáspora, a análisis más pro-fundos
sobre el proceso migratorio canario. La mayor parte de estos
estudios han estado protagonizados por la disciplina histórica, aunque
en los últimos años han comenzado a surgir enfoques desde la eco-nomía,
la antropología social ..., así como trabajos interdisciplinares y
de reflexión teórica sobre las estrategias de análisis predominantes
hasta el momento (Ascanio Sánchez, C. 1992; Macías, A., 1992; Mar-pdim,
L., 1992; Martín Ruiz, J. F. 1992).
El enfoque antropológico del proceso migratorio canario tiene un
doble interés: por una parte, respecto a los ámbitos y temas de estu-dio,
si bien la migración ha sido el centro de numerosas investi-gaciones,
que abarcan desde la colonización al siglo xx, es patente la
falta de trabajos referidos a la reciente emigración canaria que, sin
rmhqn, rerdta ser aiintitativa y cualitativamente importante. Por
otro lado, desde el punto de vista teórico-metodológico, la mayoría
de los estudios utilizan fuentes de tipo cuantitativo y documental,
138 Carmen Ascanio Sánchez
descuidando el acercamiento a dicha realidad desde una metodología
cualitativa. Por dicho motivo, un estudio desde esta disciplina abre un
vía de análisis de enorme interés para conocer aspectos tanto etnohis-tóricos
como actuales de la migración (emigraciónlretorno) y, al mis-mo
tiempo, de la formación social canaria.
Por todo lo expuesto, en 1990-91 comenzamos una investigación
antropológica ' cuyo objetivo era conocer y analizar los patrones
migratorios y la situación actual del emigrante canario en Venezuela:
asociacionismo, distribución espacial, asentarnientos y actividad eco-nómica,
así como el proceso de adaptación. El estudio abarca la
emigración de mediados de este siglo y la fuente principal ha sido
la obtenida en el trabajo de campo, que se realizó por diversos Esta-dos
venezolanos durante un año, y del que forman parte numerosas
entrevistas e historias de vida a emigrantes canarios 2.
LJna parte de dicha investigación abordaba el as~c.íacionismoc a-nario
en Venezuela, analizando tanto los aspectos generales como un
estudio intensivo realizado en varias asociaciones del país, elegidas
por su ubicación espacial (urbana, semirural/capital del país-interior
del país), tipo de asociación, el origen y evolución de las mismas, así
como por su diferente composición étnica. Por motivos de espacio,
nn n c t n or t<r i i i ln ciXln n f r n r i n r nmn r i i i n ~ci: ntnci;ci r ln l o n l r i k n v r iAAn n r ; n L
bII kOLb LULIbUIW UVlW VLIUbbIbIIIVO UllU OIIILbOlO UC- IU UIIIVWIUbIWII W1161-
nal omitiendo los ejemplos asociativos, pero intentando integrar su
análisis en el presente texto.
ASOCIACIONISMO Y EMIGRACI~N: REPRODUCCI~N Y
CAMBIO
Desde los años 40, el asociacionismo y su papel como vehículo o
agente de cambio ha sido un tema de interés entre los antropólogos
sociales (Kerri, J. N., 1976). En muchos trabajos (Del Olmo, M. y
Quijada, M. 1992; Little, 1970), se menciona como el asociacionis-mo
voluntario ' contribuye al proceso de adaptación de los individuos
migrantes, ya que suministra una nueva base para la organización
social. Lo cierto es que en situaciones de cambio (espacial, económi-co,
social, tecnológico) surgen necesidades que requieren de un siste-ma
de relaciones diferente, que ponga en contacto la nueva y antigua
situación. El asociacionismo sería una de las formas de conseguir una
más rápida y mejor adaptación, sirviendo como canal informativo y
mediador entre ambas culturas.
Ciertamente, toda migración lleva consigo un fenómeno de desor-
El asociacionismo como organizador de las diferencias: Un enfoque ... 139
ganización cultural. Generalmente han sido utilizados conceptos como
«adaptación» y/o «integración» para analizar la forma en que se
reorganizan estas diferencias culturales entre el grupo que emigra y
la cultura receptora. Esta adaptación depende del universo simbólico
(códigos de conducta, sistema de valores) de ambos afectados; por
dicho motivo, no es comparable la migración canaria a Europa, a
España o a Latinoamérica, ya que los lazos histórico-culturales entre
Canarias-América hace que la recomposición de este universo simbó-lico
sea un proceso enclavado en la evolución histórica de ambas
culturas y, por tanto, prolongado, de aprendizaje cultural.
En el caso canario, diríamos que si bien las asociaciones pueden
ayudar a este proceso de adaptación no son la vía única ya que, como
veremos más adelante, existe un número importante de emigrantes no
asociaciados; en estos casos, la tradición migratoria (relación históri-co-
ciiltural con el criollo); las redes establecidas. la pertenencia insu-lar
y familiar (el parentesco) han sido los factores relevantes de la
integración en el país.
Pero,por otra parte, en las asociaciones esta función mediadora
entre ambas culturas y del proceso de adaptación no conlleva el aban-dono
de funciones tradicionales, como pueden ser el control social o
reproducir las diferencias sociales y sexuales: las mismas se readap-tan
a las transformaciones producidas por el fenómeno migratorio. En
este caso, a las diferencias mencionadas se añadirá otra de enorme
importancia en todo proceso de intercambio cultural: la diferenciación
étnica.
Respecto al asociacionismo canario en América, nuestra expe-riencia
sobre el de esta mitad de siglo nos lleva a considerar la
importancia de analizar no s610 el asociacionismo canario sino el his-pano.
En muchos casos, bajo ia cienominación ae nispano encon-tramos
una mayoría de socios canarios. Las asociaciones canarias e
hispanas históricamente conocidas son 4:
- 1860 Centro de la Colonia Española de Cárdenas (Matanzas,
Cuba) 5.
- 1861 Junta de Beneficencia Canaria (Cubal6.
- 1869 Casino Español de La Habana (Cuba).
- 1871 Casino Español de Sagua la Grande (Matanzas, Cuba).
140 Carmen Ascanio Sánchez
- 1872 Asociación Canaria de Beneficencia y Protección Agrí-cola
(La Habana, Cuba).
- 1878 Asociación Protectora de la Inmigración Canaria y de
Beneficencia en Matanzas (Cuba).
- 1881 Casino Español de Colón (Matanzas, Cuba).
- 1887 Centro Canario(Cuba).
- 1889 Asociación Benéfica canaria(Cuba) '.
- 1896 Sociedad Benéfica de Luz de Guía (Venezuela).
- 1899 Casino Español de Matanzas (Cuba).
- 1906 Asociación Canaria de Beneficencia, Instrucción y Recreo
(Cuba) (6).
- 1917 Beneficencia Canaria (Cuba). m
D
La primera asociación canaria conocida se creó en 1861, a ins- E
tancias del Gobernador Civil de Canarias y parece que la finalidad O
n -
(iieríiández, J., iY8i j fue ia de reunir fondos para ia construcción de -
m
O
un hospital Provincial de desamparados y otros tipos de ayudas. Cuan- E
E
do cumplió sus objetivos se disolvió. SE
En 1872 se creó en Cuba la Asociación Canaria de Beneficencia =
y Protección Agrícola: primero en la Habana y, posteriormente, tuvo 3
filiales en otros lugares. Su objetivo era evitar los abusos de las «con- --
tratas» y establecer mejores condiciones laborales para los inmi- 0m
E
grantes canarios. Ya a principios del siglo xx continúa la creación y O
pujanza de algunas asociaciones. En 1906 se funda la Asociación
Canaria de Beneficencia, instrucción y recreo que deja dos realizacio- n
E nes de importancia como una Casa de Salud y la Quinta Canaria. En -
a
su labor destaca todo lo relacionado con la beneficencia y asistencia
nl a enfermos. Muchas de estas asociaciones estaban vinculadas a deter- n
0
minados órganos de expresión. Entre 1882 y 1897 la colonia canaria
sostenía nueve publicaciones periódicas. Entre 1906 y 1930 aumenta- 3
O
ron a diez (Macias, 1992). Los editores eran periodistas emigrantes
que debatían problemas de la colonia y, en otros muchos casos, el
futuro de las islas entre el debate regionalista y nacionalista. Uno de
los principales órganos de expresión, «El Guanche~, fue creado en
1897 por Secundino Delgado en Venezuela, aunque su existencia fue
corta hasta quese reanudó en 1924 en Cuba, junto a la creación del
Partido Nacionalista Canario. En esta segunda época se publicaron 19
números hasta 1925.
La historia y evolución del asociacionismo canario en América está
aún por hacer. Numerosos autores abordan el tema de modo colateral
o citan datos que han encontrado en sus investigaciones, pero el
El asociacionismo como organizador de las diferencias: Un enfoque ... 141
asociacionismo como tal no ha sido objeto central de ningún estudio
histórico. De hecho, cuando se mencionan estas asociaciones se deja
entrever la falta de numerosos datos como el año de creación, estatutos
o no, número de socios, evolución, disolución etc. (Medina Rodríguez
y Martínez Gálvez, 199 1 ; Hernández, J., 198 1; Macías Hernández,
1992). En muchos casos, queda claro que las fuentes son imprecisas
y por ello no puede profundizase en este tema. Por lo tanto, el lista-do
ofrecido es aproximativo y siempre utilizando fuentes secundarias.
Respecto a estas asociaciones del siglo XIX y principios del xx, consi-deramos
importante que desde investigaciones históricas se conozcan
al menos estos elementos: Estatutos y sus objetivos (a ser posible
explícitos e implícitos), socios-delegaciones y la evolución de la aso-ciación.
Ello nos daría algunas claves para comprender la funcio-nalidad
y evolución del asociacionismo.
ASOCIACIONISMO RECIENTE EN VENEZUELA
Una de las primeras tareas realizadas en nuestra investigación fue
censar las asociaciones canarias e hispanas actualmente existentes en
Venezuela. Los resultados fueron sorprendentes, tanto por su cantidad
como por la amplia distribución espacial en casi todos los Estados
venezolanos, ya que, como apuntábamos anteriormente, el asociacionis-mo
histórico canario en Venezuela ha sido muy localizado (Caracas)
y sin continuidad.
En total, y referido al año 1991, tenemos censadas ochenta y cin-co
asociaciones relacionados con lo canario y/o hispano (véase gráfi-cos
1 al V) . Las fuentes han sido la Embajada de España en Cara-cas,
FECEVE (Federación de Centros españoles en Venezuela), CECE
(Consejo de Entidades Canarias en el Exterior) y el trabajo de campo
que realizamos. De hecho, algunas asociaciones de nuestro censo no
se encuentran en las fuentes institucionales citadas, ya que la vía
utilizada por estas es la inscripción en sus oficinas.
A partir del censo realizamos una clasificación inicial, basándo-nos
en la misma denominación de las asociaciones y en los primeros
datos sobre las mismas. Grosso modo serían: canarias, hispanas, otras
autonomías y varias.
Clasificamos como asociaciones canarias a aquellas que tienen en
si? nnmhre t d dencminzciSn n que en e! mismo se sobrentiende 1-
procedencia (Hermandad de Nuestra Señora de las Nieves, Asociación
Hijos y Amigos del Tanque etc ...); serían treinta y una, de las cuales
142 Carmen Ascanio Sánchez
diecinueve están en el Distrito Federal, mayoritariamente en Caracas
(véase gráfico 111 y V) '. De las existentes en la capital, catorce no
tienen local propio sino que desarrollan sus actividades en otras
asociaciones, destacando las que tienen su sede en el Hogar Canario-
Venezolano de Caracas.
Por hispanas entendemos todas aquellas que en su denominación
contienen la palabra «hispano», «español» o incluso «latino», o que
se sobrentiende su procedencia por el mismo título, como podría ser
la «Fundación Albeniz». Muchos de estos clubes o asociaciones son
de mayoría de socios canarios y10 gallegos y serían treinta 9.
Aparte de las canarias, existen en Venezuela una serie de asocia-ciones
representativas de zonas/ Comunidades autónomas del Estado
español, si bien su número es sensiblemente inferior (véase gráfi-co
IV). Son, en total, diecinueve centros predominando la procedencia
gallega, ampliamente distribuida por las principales capitales venezo-ianas
(Contiña, i982; Sixirei Paredes, i988j; en Caracas existen seis
asociaciones gallegas de las que sólo tenemos constancia de que ten-ga
local propio la Hermandad gallega. Como en el caso canario, el
resto de asociaciones son delocalidades/comarcas concretas o de tipo
cultural, que tienen su sede en la misma Hermandad.
Por último, clasificamos como varias a todas aquellas que en su
denominación no incluyen datos que puedan identificarlas como cana-rias
y10 hispanas, pero que a raíz del trabajo de campo u otras fuen-tes
(inscripción en FECEVE, CECE, Embajada) conocemos que su
origen y socios son de mayoría canaria y10 hispana; estas son sólo
cinco y se encuentran en el interior del país.
Además de la anterior división de las asociaciones por la proce-dencia
de sus miembros y su denominación, existiría otra a partir de
su finalidad explícita. Tendríamos tres tipos de asociaciones: las
recreativas, las benéfico-religioso-culturales y las Federaciones o Aso-ciaciones
supra-locales. Las primeras son mayoritarias y se distingui-rían
porque casi todas tienen local propio o alquilado en los que
desarrollan actividades de tipo lúdico-recreativo; en sus objetivos pue-den
incluir frases que remiten a lo social-benéfico pero este aspecto
suele ser poco relevante en sus actividades cotidianas. Los Estatutos
suelen ser similares entre este tipo de asociaciones. Veamos dos ejem-plos
de sus objetivos declarados:
«Artículo 2." Los objetivos del Hogar Canario-Venezolano
son en general, crear, organizar y mantener centro o centros de
esparcimiento para sus asociaciados en los cuales practicar, de-
El asociacionismo como organizador de las diferencias: Un enfoque ... 143
sarrollar y divulgar los valores autóctonos canarios, sus danzas,
sus juegos típicos etc., y realizar y promover todo aquello que
mediante el cultivo de los espíritus o los deportes y las dis-tracciones,
coadyuge al forjamiento de los más puros valores
humanitarios para el bienestar de la colectividad y para mejor
integración de las naciones, y a tal efecto podrá establecer rela-ciones
con organizaciones similares nacionales e internacionales
que correspondan con reciprocidad de beneficios*.
(Hogar Canario-Venezolano de Caracas)
«Artículo lo) .... siendo su ideal, defender y divulgar los va-lores
autóctonos, espirituales e históricos de las Islas canarias,
así como la convivencia de protección recíproca de todos sus
hijos, pudiendo crear filiales en cualquier parte del territorio de
la República de Venezuela».
(Club Archipiélago Canario de Caracas)
En el segundo tipo, incluimos a una serie de asociaciones que entre
su objetivos mencionan como prioritario lo benéfico, lo religioso
(fiestas y cultos a las patronas insulares), así como la reproducción
de la identidad cultural de determinadas islas y10 zonas. Veamos un
ejemplo:
«El objeto principal de la Hermandad consiste en el culto y
veneración a Nuestra Señora de Las Nieves, con el fin de fo-mentar
la confraternidad de todos sus hermanos en torno a la
Institución, igualmente velar por el enaltecimiento de los valo-res
religiosos, civiles, culturales, deportivos y sociales de la
misma .... »
(Hermandad Nuestra Señora de Las Nieves)
Aunque la anterior asociación tiene local propio es una excepción,
ya que la mayor parte de las mismas no tienen local en propiedad y
desarrollan sus actividades (fiestas insulares generalmente) en espa-cies
cedidctu per et_rírs asicixin~les.E n este tipo de a~~c i a c i~n i s r n o
incluimos a las varias sociedades religiosas existentes, así como a otra
serie de agrupaciones creadas en los últimos años, y en cierto modo
«híbridas», entre cuyos objetivos principales están los benéficos y de
reproducción de identidades insulares y10 locales-comarcales. La ma-yoría
de estas últimas tienen su sede en el Hogar Canario-Venezola-r
, d~e Caracas.
En cuanto a las Federaciones o Asociaciones supra-comunales te-nemos
cuatro: la Cámara de Comercio, FECEVE (Federación de Cen-
144 Carmen Ascanio Sánchez
tros españoles en Venezuela) y doscanarias (ONCAVE Y FEDECA-NARIAS)
con un desarrollo desigual y que no serán analizadas en este
artículo.
La cuestión inicial ante el numeroso asociacionismo y su amplia
distribución espacial es evidente: ¿por qué este auge en la segunda
mitad del siglo xx?, jcuáles son los factores que inciden en la crea-ción
de asociaciones?, ¿cómo evolucionan las mismas?, ¿existe rela-ción
directa entre la importancia de asentamientos y la creación de
asociaciones? Estas cuestiones son de interés tanto para conocer la
importancia de la emigración canaria en el siglo xx, como para aproxi-marnos
a la incidencia del asociacionismo canario en Venezuela. Se-gún
datos del Instituto Español de Emigración (1988), el asociacio- m - nismo hispano en Venezuela apenas supone el 10 % de la población E
emigrada. ¿Sigue el asociacionismo canario esta pauta? A partir de O
un sondeo inicial y del trabajo de campo realizado, podemos apuntar ---
algunos datos. Por ejemplo, el nivel de asociacionismo seria similar m
O
E al que apunta el Instituto Español de Emigración; en el Distrito Fe- £
2 deral habría unas 3.000-4.000 familias asociadas lo, ya que a pesar de E
que en teoría existen numerosas asociaciones, en la realidad muchas
-
personas son socias de varios clubes al mismo tiempo. En el Estado 3
Aragua existirían entre 2.000 y 3.000 familias asociadas, ya que ocu- - -
0
rre algo similar: es decir, que socios de clubes de tipo religioso lo m
E
son también de asociaciones de tipo recreativo. En total, en el país O
podrían existir unas 12.000 a 18.000 familias asociadas, lo que su-pondría,
aproximadamente, un diez por ciento de la población cana- -
E ria emigrante que, según datos que hemos obtenido, viviría en Vene- -
a
zuela. 2 -
En cuanto a la distribución espacial de la emigración canaria en --
Venezuela, existen escasos datos históricos (Fernández, W. D., 1981; 3
1986; 1987) aunque el trabajo de campo apunta elementos de interés. O
Muchas asociaciones son un claro ejemplo de la concentración de
«isleños» en determinados espacios y su evolución ha ido íntimamente
unida a la de los asentamientos (historia, evolución. composiciónétnica
de los mismos, especialización económica), a pesar de que estemos
de acuerdo en que sólo son representativas de un tanto por ciento de
la emigración y, según los casos, de determinados grupos sociales y
económicos. Habría que aclarar que entendemos por «concentración
de isleños», ya que el intercambio poblacional (biológico y cultural)
entre Canarias y Venezuela nos remite a 109 primeros siglos de la
Conquista; no es igual hablar de zonas de poblarniento tradicional y
renovado constantemente (integración con el criollo, población cana-
El asociacionismo como organizador de las diferencias: Un enfoque ... 145
ria de segunda y tercera generación), a zonas con poblamiento reciente
o con antecedentes remotos de población isleña. Es en la segunda
mitad del siglo xx cuando surgen los numerosos centros, clubes y
hogares que hoy encontramos en Venezuela, en zonas donde la con-centración
ha sido mayoritaria o donde siendo menor había una base
histórica de poblamiento canario. Esto no equivale a afirmar que
«cuantitativamente» las zonas de mayor número de asociacionismo o
de asociados se corresponda con mayor población de origen canario.
Simplemente, creemos que la concentración de la segunda mitad del
siglo XX y la renovación biológica se corresponden con la cantidad
y auge de las asociaciones: que la denominación sea de canarias o
hispanas(de mayoría casi siempre canaria), dependerá de una evolu-ción
histórica y cultural que tiene rasgos propios según las zonas.
EL ASOCIACIONISMO COMO ORGANIZADOR DE LAS DIFE-RENCIAS
A modo de hipótesis, hemos señalado cómo los asentamientos
canarios en Venezuela han atravesado por una serie de etapas en las
que la dispersión-concentración ha dependido de la época, el tipo de
migración, la importancia de la misma, el lugar de asentamiento y
adaptación étnico-social del emigrante canario. Es en la segunda mi-tad
del siglo xx cuando la importancia cuantitativa de la diáspora,
junto a la renovación de asentamientos, provoca una concentración y/
o proceso de diferenciación mayor.
El asociacionismo canario se ha visto influido por los mismos fac-tores
citados y, refiriéndonos al más reciente, podemos diferenciar
períodos claros en su surgimiento y evolución.
Finales de los 40 y principios de los 50.-Surgen las primeras
asociaciones, muchas con antecedentes claros que no tuvieron conti-nuidad,
coincidiendo con la oleada emigratoria masiva de finales de
los 40 y 50. Las asociaciones más antiguas de las que tenemos
constancia son la denominada «Casa Canaria» (1949-50) en Caracas,
e! rIUh Sn~iu!j r nep~fiix;&~ cagvu (en e! Estudo de LA,ruguu)q ue,
según algunas informaciones, se fundaría en 1951 y el «Centro cana-rio
de Punto Fijo» (Estado Falcón), creado en 1953 pero que pronto
146 Carmen Ascanio Sánchez
cambió su denominación por la de «Club Hispano de Punto Fijo»,
mostrando un proceso similar al de determinadas zonas en las cuales
la influencia hispana se acercó o superó a la canaria.
En este caso las informaciones son aproximativas, ya que no siem-pre
tenemos constancia de la inscripción como asociación. Habría que
decir que este trámite no era tan importante en esta época y tenemos
constancia de la existencia de asociaciones formales aunque no «for-malizadas
», ya que el registro se ha realizado con posterioridad.
En las primeras asociaciones de los años 50 varios aspectos se
repiten. En primer lugar, existe la constancia del asociacionismo in-formal
y parece que es éste el que, bajo determinadas circunstancias,
conduce a un asociacionismo formal. Las circunstancias a las que
hacemos alusión son variadas: cierta concentración de canarios, inte-rés
de los miembros, recursos básicos (dinero, local...), o el empuje
de algunas familias con mayores posibilidades económicas. La evolu-ción
también dependerá de estos factores.
Los objetivos comunes a todos estos clubes son los recreativos y
culturales. Esto queda reflejado en sus estatutos, aunque dichos ob-jetivos
se afianzarán o ampliarán a otros con el paso del tiempo.
Años 60.-Ampliación del asociacionismo, en especial al interior
del país. Es la etapa de afianzamiento de la oleada migratoria de
los 50 y de su distribución por los Estados del centro y sur del país.
Estas asociaciones del interior suelen coincidir con zonas de importan-tes
asentamientos agrícolas canarios. Dependiendo de las zonas/Estados
y del potencial «étnico» y/o económico de los canarios surgirán aso-ciaciones
netamente canarias o hispanas.
En los años 60 asistimos a importantes reestructuraciones espacia-les
en Venezuela, dependiendo de las nuevas actividades económicas
y su readaptación espacial (Berglund, S. 1985; Castillo, O., 1978;
Lombardi, J. 1985; Portocarreño de Guzmán, B., 1985). Debido a la
especialización económica de muchos emigrantes canarios (agricultura,
distribución, mercados, transportes ...) apreciamos importantes procesos
migrrrtorim internm que siempre siguen la línea del avance agrícola.
Este es el caso de algunas zonas del Estado Falcón, donde importan-tes
contingentes de canarios pasan a Estados aledaños. La asociación
canaria de Punto Fijo pronto pasará a denominarse Hispana, al pare-cer
por el fuerte contingente hispano que entró en la agrupación. En
otros casos fue el potencial económico lo que determinó estos cambios.
A@: e! Estade Gu&-icc~ ~ piemnlcn camb~io 4- ~ ~ 1101, -J ---r--
denominación debido a que la adquisición de la infraestructura básica
dependía de la aportación hispana. El asociacionismo como organiza-
El asociacionismo como organizador de las diferencias: Un enfoque ... 147
dor de las diferencias étnicas (en este caso lo canario frente a lo espa-ñol-
peninsular) y de clase, queda patente en estas luchas que tienen
continuidad en la situación de los años 90.
En los años 60 se crean algunas asociaciones siempre en zonas
de asentamiento tradicional, o en zonas donde la diáspora de media-dos
del xx ha producido importantes concentraciones de emigrantes
isleños. Como hemos dicho, esto último se produce en zonas agríco-las
ya conocidas por los canarios pero donde se introducen nuevos
cultivos, o en zonas de nueva explotación. Así, se crea el «Club So-cial
y Deportivo Palo Negro» (1965) en una de las zonas más fértiles
de Aragua. También la «Unión Canaria de Venezuela» en Macuto-La
Guaira, otra zona del litoral de poblamiento antiguo y renovado cons-tantemente.
El «Centro Hispano de El Sombrero» y La «Casa Canaria»
desan Juan de Los Morros, ambos en el Estado Guárico y creados en
los 60; está última es la que pronto pasó a denominarse» Centro
Hispano San Juan de los Morros»,ya que al surgir la posibilidad de
compra de local los peninsulares de la zona prometieron fuertes aporta-ciones
si se cambiaba su denominación. Algo diferente sucedería en
el Valle de Pascua (Guárico) donde había un «Club Hispano» en 1960
que desapareció y que dejaría paso en 1987, y tras numerosos inci-dentes
internos, al» Hogar canario».
Años 70.-Reestructuración del asociacionismo existente: desapari-cion
de asociaciones y cambios de nombre. Es en esta década cuando
se fundan la mayoría de las asociaciones canarias e hispanas del país
y también las que actualmente tienen mayor poder social y económico.
No olvidemos que es la época de la ascensión económica de deter-minados
grupos de isleños, y que la acumulación de capital del emigran-te
canario sólo la encontraremos a finales de los 60. En esta década se
funda el «Centro Hispano de Maracayn (1973), la «Hermandad de Nues-tra
señora de las Nieves» (Cagua, 1976) y la «Sociedad Nuestra Seño-ra
de Candelaria» (Cagua, 1978) que convierten al Estado Aragua en el
de mayor número de asociaciones del país, después del Distrito Fede-ral
(Caracas). También se f c n d ~ i n «Hogar Cinifio-Venemlan~
Caracas» (1970), el «Club Archipielago Canario» (1972), y en otros
Estados más alejados también habrá importantes aportaciones.
En cuanto a las reestructuraciones se dan tanto entre asociaciones
canarias e hispanas como dentro de las mismas canarias existentes.
El asociacionismo de esta época tiene un claro componente clasista y
COc&CiYnO-n- r El'a-r-" qi &i r z ~ i ~YcQ C~~ ,~ !~P , ~ &tprmic&r ao-r i- inrn"c- T- -a
formación de los mismos deja patente su función de organizador de
las diferencias de clase.
148 Carmen Ascanio Sánchez
Años 80.-Reestructuraciones internas: estatutos y objetivos.
En los años 80 se crean asociaciones en zonas rezagadas del país
que coinciden con los Estados más alejados del centro (Caracas y lito-ral),
como puedan ser Portuguesa y Bolívar. Al mismo tiempo, co-mienzan
a verse ciertas reestructuraciones en los objetivos-fines ex-plícitos
de las asociaciones existentes: es el comienzo de determinados
discursos sobre la necesidad de enfocar estas asociaciones hacia fines
benéficos y sociales. No olvidemos que esta década es la de la crisis
venezolana, acentuada en el año 1989 con el denominado «caracazo»
y que acaba con la euforia de la bonanza económica. Desde varios
frentes se comienza a discutir el mito del «emigrante rico» y se apunta
la necesidad de evaluar la emigración canaria y su problemática so-cial.
Se menciona la realidad de canarios en situación penosa: ancia-nos
abandonados, enfermos sin asistencia médica etc. Esta década es
también la del auge económico en España y los proyectos más ambi-ciosos
del gobierno español y canario de contactar con los emigran-tes
españoles/canarios en diversos países de latinoamérica. Así, en
1985 se crea la Dirección General del Instituto Español de Emigra-ción
(Ministerio de Trabajo) y se promulgan diversos decretos y Reales
decretos concernientes a la emigración española. Desde el Gobierno
Canario se crea en 1986 el Consejo de Entidades Canarias del Exte-rior
(CECE), adscrito a la Presidencia del Gobierno. En todos estos
organismos se deja entrever el interés por tomar contacto con los gru-pos
emigrantes en el extranjero y por ampliar el censo de residentes,
que es el censo de posibles votantes.
Años 90.-Fuerte protagonismo de las asociaciones canarias en
Venezuela con frecuentes contactos de sus dirigentes con el Gobier-no
Canario. Surgen numerosas declaraciones de principios sobre
colaboración cultural y ayuda social.
En estos años presenciamos fuertes conatos reivindicativos de tipo
asociativo de los emigrantes canarios en Venezuela. En este sentido,
asistimos a los inicios del proyecto de la Organización Nacional de
Canarios en Venezuela (ONCAVE), y a la de la Federacibn de Entida-des
Canarias en Venezuela» (FEDECANARIAS). Es importante seña-lar
que el enfrentamiento entre la Federación Española (FECEVE) y
los proyectos de federaciones canarias se ha agudizado en estos pri-meros
años de los 90, hasta llegar a la casi total ruptura entre los
centros canarios y la Federación Española. Estas luchas tienen dife-refite
intrrpretacibfi se@ !es pre?ugvnis?us, p-9 &Y& 19s &SCI&TSC\L.
de los dirigentes canarios pareciera que existe una base étnico-econó-mica
basada en la diferente integración del canario y del peninsular
El asociacionismo como organizador de las diferencias: Un enfoque ... 149
en Venezuela («ellos son diferentes (...) nosotros somos «isleños») y
del reparto desigual ". Dentro de las asociaciones canarias parece te-nerse
claro esta marginalidad hacia lo canario en un país donde la
emigración isleña es mayoritaria; sin embargo, también existen divi-siones
respecto a los proyectos de Federaciones canarias desligadas
de la Federación española y, especialmente, de recibir «represalias»
económicas(subvenciones, ayudas anuales etc.) desde el gobierno cen-tral.
Lo cierto es que el surgimiento de estas Federaciones no puede
analizarse sin tener en cuenta determinados liderazgos asociativos y
grupos de poder ligados, a su vez, con partidos políticos tanto espa-ñoles
como canarios.
Aparte de la evolución anterior, es de interés referirnos a otros tres
aspectos asociativos: la estructura general y la participación de los
socios, la sede como base del asociacionismo y, finalmente, la parti-cipación
femenina. La mayor parte de las asociaciones canarias e
hispanas en Venezuela son por acción. Es decir, que su creación está
íntimamente unida a una sede-espacio para su interacción social. El
origen fue la compra o alquiler de una casona y10 terreno que debie-ron
costear determinadas personas, que conformarían lo que se suele
denominar socios fundadores. Posteriormente, se ampliaron el nú-mero
de acciones dependiendo del espacio y posibilidades de la aso-ciación.
Los miembros quedan sujetos a diversas clasificaciones, predomi-nando
la siguiente:
- Miembros propietarios: los que compran la acción. Aparte de
los fundadores, deberán ser apoyados por dos miembros pro-pietarios
y aceptados por la Junta directiva.
- Miembros honorarios: Es un nombramiento por algún tipo de
mérito personal, siempre y cuando lo ratifique la mayoría ab-soluta
de la Asamblea General.
- Miembros afiliados: suele restringirse a los hijos varones con
mayoría de edad.
- Otras categorías: determinados clubes incluyen la posibilidad
de miembro4 transeúntes y afiliados de cualquier tipo.
En esta clasificación existen algunas excepciones: un club en Ca-
150 Carmen Ascanio Sánchez
racas que no tiene sede propia sino alquilada y cuya entrada es por
simple afiliación; también las sociedades religiosas y todas las aso-ciaciones
de reciente creación (fines de los 80 y 90) que hemos
denominado «híbridas» y ninguna de las cuales tiene local propio,
desarrollando sus actividades en el Hogar Canario-Venezolano de
Caracas.
La importancia de la sede como base inicial del asociacionismo,
es pues condicionante de la evolución y restricción participativa. La
mayor parte de las asociaciones tienen en su sede algunos espacios
básicos: bar-restaurante, biblioteca, zonas al aire libre,salón de baile,
aseos y oficinas. El tamaño, amplitud y cantidad de los mismos de-penderá
del poder económico del club y de la posibilidad de sus miem-bros
de admitir lo que se denominan «cuotas especiales» (o sea fuera
de la cuota mensual) dedicadas a la construcción o ampliación de
determinados espacios. Como es lógico, las asociaciones más podero-sas
del país tienen las instalaciones más lujosas, pero no siempre las
más amplias, ya que en el interior del país existen menos problemas
de ubicación. En muchos casos, el poder económico de los socios
propietarios puede deducirse por las cuotas mensuales a pagar y las
cuotas especiales. Algunos clubes del interior tienen cuotas de 300 a
600 bolivares como el «Centro Hispano de Maracay» o al» Hogar
Canario-Venezolano de Caracas*, y otros cuotas más asequibles (de
100 a 200 bolívares) como ocurre con las asociaciones por simple
afiliación o la mayor parte de las asociaciones canarias del interior
del país.
Pero también la sede de las asociaciones son centro de interac-ción
y control social. El asociacionismo como organizador de las
diferencias queda patente en los objetivos tanto explícitos como
implícitos de las asociaciones canarias: reproducción de identidad
que organiza una diferencia de modo horizontal, pero en otras tam-bién
lo hace con las diferencias de clase entre los mismos emi-grantes.
Un aspecto de enorme importancia para la reproducción cul-tural,
biológica y de clase es el control social que los emigrantes ca-narios
tienen sobre sus hijos, y que se acentúa en zonas donde las
diferencias económicas con la población criolla son más fuertes.
En algunos lugares, el club o asociación es de los pocos espa-cios
donde los padres permiten a sus hijos cierta libertad. El con-trol
es especialmente fuerte con las mujeres; ya que a pesar de
la «adapción» que muchos dicen tener en el país, lo cierto es que
no en todas las zonas se ve con buenos ojos que los hijos se em-
El asociacionismo como organizador de las diferencias: Un enfoque ... 151
parejen o tengan amistades criollas. Sin embargo, el control es infe-rior
o la acepción aumenta cuando estas amistades o parejas son eu-ropeas
(italianos, peninsulares) y, por supuesto, canarias. La partici-pación
juvenil en las asociaciones suele restringirse a dos activida-des:
lo deportivo-lúdico y agrupaciones de tipo folclórico-teatral o
musical.
En cuanto a la participación femenina habría que decir que siem-pre
que hemos hablado de socios nos referimos a hombres, ya que al
ser la acción nominativa, pero extensible a toda la familia, suele ser
éste el propietario nominal de la misma. Sólo en casos de viudas o
canarias casadas con no canarios existen socios femeninos.
La consideración y función de la mujer canaria en la sociedad
emigrante parece haber sufrido pocos cambios respecto a la tradicio-nal
(Ascanio Sánchez, C., 1992). La asociaciones reproducen este
papel tradicional y queda patente en los mismos Estatutos y la afilia-ción
de sus socios. En la mayoría de clubes se admite la existencia
de miembros afiliados, aclarando que los mismos son los solteros-varones
hijos de miembros propietarios y mayores de 21 años. Sin
embargo, el uso y disfrute de las instalaciones y facilidades de la
asociación se extenderán a: el/la cónyuge del socio nominal (que ya
dijimos suele ser el hombre), descendientes menores de edad y «sus
hijas y hermanas solteras mayores de edad (...) su madre, cualquiera
que fuera su edad». Como vemos la «protección» de la mujer queda
asegurada a cualquier edad siempre y cuando esté soltera, es decir esté
adscrita al grupo doméstico.
La participación de la mujer en la dirección de las asociaciones
es un dato aún más claro, ya que no conocemos ninguna mujer en la
directiva de clubes. Sin embargo,existe una posibilidad de cierta in-fluencia
en algunas asociaciones: el Comité de damas. Este Comité
está formado exclusivamente por mujeres y sus funciones explícitas
serán las de organizar determinados actos socio-culturales (decoración,
organización, relaciones públicas ....) y, en algunos casos, de orga-r,
izu: actos benéficos: tmto !os qUe son an~a!es (Cem de Reyes y
ayuda a instituciones-asociaciones por Navidad etc.) como otros co-yunturales
de ayuda a canarios enfermos o que han muerto y su fa-milia
no tienen posibilidades de costear el entierro. Ejemplo de la
actividad y preocupaciones de grupos de mujeres es la 11 Convención
Nacional de Damas de Centros Españoles de Venezuela celebrada en
I ~ Q QIC CPCT~C i n o ,0,+ c, ,m\ ,...,,, ,,,,,, :,, ,,,,, ,,,,, ..,, :,,
L 700 ( 1 . uv ~b,~ 17 00-071, GL ~ L IC~ u aya p ui ici ibiaa ci ibui iuai l iuo v a i a a
de tipo reivindicativo respecto al papel de la mujer en las asocia-ciones.
152 Carmen Ascanio Sánchez
En la actualidad, el asociacionismo canario en Venezuela parece
asentarse y comenzar un proceso de participación social y política
desde su Federación. La realidad actual de cada una de estas asociacio-nes
es diferente, tanto por su evolución como por la realidad de las
zonas y Estados donde se asientan. Lo cierto es que determinadas
características parecen condicionantes del papel que puedan jugar en
un futuro. Como resumen a lo anterior podríamos señalar diferencias
tales como:
a) Asociaciones hispanas, pero que comienzan como canarias y
de mayoría canaria y evolucionan a un cambio de denominación
(«hispanas»), que coincide con la entrada mayoritaria de peninsulares.
La mayoría de estas asociaciones son las más poderosas del país so-cial
y económicamente, y coinciden con las más beneficiadas de
subvenciones y ayudas en una primera etapa de contactos entre Espa-ña
y los emigrantes en Venezuela.
En este tipo de asociaciones, actualmente, no se percibe fuertes
tensiones de tipo étnico o de clase, ya que la mayoría de sus socios
pertenecen a clases medias altas y su finalidad principal es la recrea-tiva
y cultural. Una finalidad latente en todas estas asociaciones es la
de afianzación económica y poder político que suele conseguirse a
partir de los contactos que estas poderosas asociaciones mantienen con
grupos económicos y de poder de Venezuela y España.
Las excepciones a lo anterior son escasas y coinciden con asocia-ciones
denominadas «hispanas» con escaso desarrollo (socios, poder
económico, infraestructuras), con mayoría canaria y cierta diversidad
social. En estos casos, se perciben fuertes rivalidades internas y lu-chas
de poder entre grupos representativos de diferentes nacionalidades
del Estado español.
b) .drncincinner qi?e c~mienz1nG tienen ndgezes c n m n cnznrins
y cambian a denominaciones más amplias. Algunas ya se crearon con
denominaciones amplias, aunque con mayoría canaria. Es el ejemplo
de algunas asociaciones en zonas de poblamiento tradicional. El ori-gen
o cambio parece integrador y adaptativo por parte de la colonia
canaria hacia la población preferentemente venezolana (criollos), y
suele darse e:: z=nas la integraci& y u&ptari& cunx,.iQ es
elevada. Ratificando esto, vemos que en las mismas existe un fuerte
componente de miembros latinoamericanos (venezolanos especialmen-
El asociacionismo como organizador de las diferencias: Un enfoque ... 153
te, pero también colombianos) y escasos peninsulares. Socialmente se
aprecia un predominio de clases medias con base agraria. Predomi-nan
en el interior del país y coinciden con las que admiten mayor
número de afiliados y realizan actividades donde los no socios pue-den
asistir.
c) Asociaciones con denominación y mayoría canaria sin restric-ciones
de entrada. Los casos son contados: el «Club Archipiélago
canario», la «Hermandad Nuestra Señora de las Nieves» y la «So-ciedad
Nuestra Señora de Candelaria». También se encuentran las
asociaciones «híbridas» pero serían un caso aparte ya que, en nuestra
opinión, están íntimamente relacionadas con el «Hogar Canario-Ve-nezolano
de Caracas». La mayoría canaria de estas asociaciones (98 %
en el Club Archipiélago, y similar en la Hermandad y Sociedad de
tipo religioso-benéfico) sólo se explica por factores étnicos y de re-producción
cultural. La mayor parte no tienen local propio y las ins-talaciones
y recursos que poseen son escasos. Un ejempio es ei Ciub
mencionado que desarrolla susactividades en una quinta alquilada y
cuyas instalaciones de tipo lúdico son escasas, al menos comparadas
con el cercano Hogar Canario-Venezolano de Caracas.
Con estos condicionantes, el asociacionismo canario tiene como
objetivo principal la reunión de paisanos, familias y amigos para char-lar,
jugar o pasar un rato los fines de semana. A pocos venezolanos o
personas de otras nacionalidades les atrae la posible inscripción en un
club de este tipo y sólo el factor étnico y de reproducción cultural, e
incluso biológica, justifica tal asociacionismo. En las hermandades
ocurre algo similar: sus instalaciones son, caso de existir, netamente
religiosas y no lúdicas; sus objetivos siguen la misma línea. Por lo tanto,
sólo factores religiosos y étnicos originan su existencia.
d) Asociaciones con denominación canaria y con restricción de
entrada. Son la mayoría con tal denominación censadas y la adscrip-ción
es a través de acciones, cuyo precio y cantidad dependen de sus
instalaciones. Algunas tienen más acciones que socios y en pocos
casos ocurre al contrario. Suelen admitirse miembros afiliados, pero
restringiéndolos a los hijos de socios mayores de 18 años. En las aso-ciaciones
que continúan con la denominación de canarias suelen
restringirse la entrada de socios no canarios, a un tanto por ciento que
varia según las zonas del país. Esta restricción suelen disculparse por
sus objetivos de desarrollar y reproducir la identidad y cultura ca-naria.
Si bien esto es cierto, habría que tener en cuenta determinados
aspectos económicos y de status social que nos acerquen a los objeti-vos
implícitos de este tipo de clubes.
154 Carmen Ascanio Sánchez
De todas formas, es patente ciertas diferencias entre las dos o tres
asociaciones más poderosas del país y el resto. En las primeras, la
diferenciación social es predominante y no suele haber problemas res-pecto
a los socios sean o no canarios. En las segundas, existe un fuerte
componente canario entre los socios y en algunos casos han surgido
problemas entre los peninsulares y canarios. Estos problemas se sue-len
solucionar asegurando la mayoría canaria, sea de sus socios o,
incluso, como ocurre en una asociación del Estado Guárico, obligan-do
estatutariarnente a que su presidente sea de origen canario.
A MODO DE CONCLUSI~N m
Es cierto que desde la conquista existen algunos elementos repe- E
titivos, que han conformado una actitud receptiva de la sociedad criolla O
n
hacia ei isleño: sociedades piuri-érnicas con mezcla de razas y cuitu- -
m
O
ras, la conflictividad con el peninsular, el papel del canario -junto EE
al criollo- en determinados procesos de luchas sociales, la simbio- S
E
sis biológica y cultural etc. (Hernández G., M., 1992) Pero, al mismo
tiempo, no debemos olvidar que este proceso de adaptación histórico, 3
continuamente renovado, se transforma en proceso de diferenciación -
dependiendo de determinados condicionantes: ascenso económico del 0m
E
inmigrante y marginación del criollo, expectativas de ascenso social, O
fuerza (cuantitativa o de poder) del grupo etc. Por dicho motivo, la
integración del isleño, la actitud de la sociedad venezolana, el conti- n
E nuo intercambio cultural ..., debe analizarse no de modo global sino a
dependiendo de zonas y grupos concretos. n
La diversidad y complejidad del asociacionismo canario en Vene- n
zuela es, en nuestra opinión, un buen ejemplo del proceso de adapta-
3 ción-integración del isleño en este país. La tipología asociativa aludi- O
da, los cambios del asociacionismo canario desde los años 50, así
como determinadas diferencias dependiendo del potencial étnico (ca-narios,
peninsulares y criollos), nos ofrecen las claves económicas y
culturales del proceso de integración. El asociacionismo tiene un im-portante
papel en la organización de estas'diferencias (étnicas y de
clase) aunque dependerá de las zonas, de la importancia del asenta-mientos
(el peso específico del grupo «canario» frente a otros) y de
la diferenciación económica.
El asociacionismo como organizador de las diferencias: Un enfoque ... 155
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El asociacionismo como organizador de las dqerencias: Un enfoque ... 157
1. Esta investigación se realizó gracias a una Beca, para trabajos de Investiga-ción
Científica y Técnica, del Convenio de Colaboración entre la Caja General de Aho-rros
y el Gobierno de Canarias.
2- ASCANIOSÁ NCHEZC, armen (1994): «Trayectorias migratorias, asociacionismo
y adaptación. Un estudio de antropología social sobre la reciente emigración canaria
a Venezuela*. Sin publicar.
3. Kerri (1976) define el asociacionismo voluntario como todo grupo privado que
voluntariamente, y de una forma más o menos organizada, es mantenido por miem-bros
con intereses comunes, usualmente para compartir el tiempo libre y determina-das
actividades.
4. Se excluyen del listado las asociaciones españolas de otras zonas del Estado
(Galicia, Cataluña etc.), aunque la primera conocida sea, precisamente, la Sociedad
de Beneficencia de Naturales de Cataluña, fundada en la Habana en 1840.
5. GUANCHEJe,s ús (1992): El resto de las informaciones, mientras no se diga lo
contrario, son del mismo autor.
6. Hernández, J. (1981).
7. Medina Rodríguez y Martínez Gálvez, 1991.
8. Mientras no aclaremos lo contrario incluimos en las Asociaciones del Distrito
Federal a las Federaciones existentes, ya que tienen sus sedes en Caracas.
9. En La Memoria y Cuenta de FECEVE de 1988 encontramos referencia a dos
asociaciones más: Centro Hispano Venezolano de Mérida, del que se cita su necesi-dad
de reactivación, y un documento para promover una Casa de España en Táchira.
De la primera ningún organismo tenía referencia y nadie ha confirmado su existen-cia,
por lo que parece que de haber existido ha cesado en sus actividades.
10. Hablamos de familias porque el socio es nominal, pero incluye a toda su fa-milia.
11. Discurso que, por otra parte, no está alejado de la opinión de muchos emi-grantes
canarios sobre el peninsular.
Carmen Ascanio Sánchez
ASOCIACIONES ESPAÑOLAS EN VENEZUELA
1991
CANARIAS
3 1
VARIAS
5
Fuente: TRABAJO DE CAMPO 1991.
Total: 85 asociaciones.
GRÁFICO1
ASOCIACIONES ESPAÑOLAS EN VENEZUELA
DISTRIBUCI~N POR ESTADOS
D. FEDERAL 44 % 1
ARAGUA 8 % - -
-YARACUY 2 %
PORTUGUESA 3 %
CARABOBO 6 %
FALCON 6 % %
Fuente: TRABAJO DE CAMPO, 1991
GRÁF~CO 11
El asociacionismo como organizador de las diferencias: Un enfoque. .. 159
ASOCIACIONES CANARIAS EN VENEZUELA
DISTRIBUCI~N POR ESTADOS
RESTO ESTADOS 19 %
FEDERACIONES 6 %
EDO. GUÁTICO 6 %
EDO AGUARAS 6 %
r DISTRITO FEDERAL 16 %
Tuente: TRABAJO DE CAMPO, 1991
ASOCIACIONES ESPANOLAS EN VENEZUELA
POR C. AUT~NOMAS
DISTRITO FEDERAL
CANARIAS 55 W
Fuente: TRABAJO DE CAMPO. 1991.
Total: 38 asociaciones
GRÁFICO IV
160 Carmen Ascanio Sánchez
ASOCIACIONES CANARIAS EN VENEZUELA
DISTRITO FEDERAL
RESTO DISTRITO F
3
EN CARACAS
. . - 2
FEDERACIONES . - 2
hente: TRABAJO DE CAMPO, 1991
Total: 21 asociaciones