LOS CONFLICTOS ENTRE COMITENTE Y ARTISTA:
MARTIN DE ANDUJAR, SEVILLA, CANARIAS Y AMERICA
Los contactos artísticos entre el archipiélago canario y el Nuevo
Mundo se corresponden con los importantes lazos demográficos exis-tentes
entre una y otra orilla del océano. Muchas serán las piezas
americanas arribadas a nuestro suelo1, así como relevante fue igualmen-te
el influjo que el modo de hacer insular tuvo en aquel continente2.
TÍi sitiiíiriSn, sin emhzgn, nn qiieda z!i, pues hiihn iina extensa
nómina de artistas insulares que decidieron tomar la ruta de "las Indias",
a la búsqueda de nuevos horizontes, no sólo en los siglos XVI y x v ~ sri no
ya en el Setecientos, como lo demuestran los trabajos de las doctoras
Fraga González, y Calero Ruiz3.
No resultó extraño el archipiélago, sin embargo, como singladura
para aquellos artistas continentales que marchaban a América, lo que
corroboraría la conocida frase "por ser las Canarias camino para In-diasV4.
Señero resulta al respecto el caso de Juan González miga,
ensamblador natural de Bayona, en Galicia, quien arriba a las islas en el
segundo cuarto del siglo xvn, pasando a residir en Garachico, La Lagu-na
y la capital grancanaria, y del que, según testamento, se deduce que
acudió a Américas.
Igualmente significativo lo es Martín de Andújar Cantos, nacido en
la localidad de Almadén hacia 1602. Estante primero en Gran Canaria,
pasó luego a Tenerife y de allí a Indias, donde fallece6.
El siglo XVIII ve la presencia en la última isla reseñada de José de
S l = , phter de !I CeTtP, ~ ~ i _ hI ~Tean^en fe en !a rl6crrla de 1780. Sii
actividad aquí estuvo en relación directa con la correspondiente Real
Sociedad Económica de Amigos del País7.
Es sin embargo, al maestro de Almadén a quién ahora traemos a
colación. Un extenso estudio sobre su vida y obra fue publicado hace
95 8 José Concepción Rodríguez
algo más de tres décadas por el doctor Martínez de la Peña8. Con
posterioridad, en 1985, la doctora Rodríguez González dio a conocer su
estancia y trabajos en Gran Canariag. Sobre la permanencia del maestro
en América existen diversas publicaciones, destacando entre ellas la de
Don Jorge Luján Muñoz, aparecida en 19771°.
A pesar de su formación andaluza -fue discípulo de Martínez de
Montañés-, no es reseñado Martín de Andújar por el profesor Martín
González en su obra sobre la escultura barroca en España más que en su
relación con las Islas1I. Tampoco hace tratamiento sobre su vida y obra
el profesor Hernández Díaz en un documentado Fabajo sobre el arte '
andaluz12. Don Diego Angulo lo menciona en algunos estudios ya cono-cido~'~.
,,
Pretendemos ahora aportar algo más de luz sobre este artista señero, D
de significativa importancia para las Islas, así como en lo que se relacio-na
con el arte hispanoamericano. n--
Tres fueron las singladuras importantes en la vida del maestro: Sevi- m
O
E lla, Canarias y América. En todas quedaron trabajos de su mano, y en E
2 las tres no dejó de mantener conflictos con sus comitentes por una razón E
u otra. La pro~ocolización de un contrato previo a la reafirmación de una -
=br:, & pvx~k~$edr &~ imp@ac~izy 8 e! cioln wm-, 3 -*e-- *- - -
signado bor el encargante y el artista o sus representantes, suponía un O- -
concierto que precisaba con mayor o menor exactitud la fecha de cul- m
E
minación de la obra, su traza, materiales, precio, así como la responsabilidad O
a que se obligaba cada una de sus partes en caso de inclumplimiento. Es
obvio que el artista carecía de los medios suficientes para realizar un n
E trabajo sin destino previo, y que el comitente requería de aquel una -
a
pieza con determinadas características, de modo que controlaba su pro- 2
n
ducción 14. n
n
La situación descrita se inserta y queda explicada por la estructura 3
gremial del trabajo, de gran fuerza aún en el siglo XMI, pero que declina O
ya como se ha indicado, en el Setecientosls.
Martín de Andújar no escapó a esta situación, y tras su aprendizaje
con Martínez de Montañés, quien le dispensaba amistad y confianza16,
recibió el encargo en 1629, un año después de abrir obrador, de unas
tallas con destino al retablo mayor de San Pedro de Carmona. El contra-to
sena firmado el día 9 de diciembre de ese año". Las condiciones no
Uebi-:! de ser c ~ ~ p lpi rd!c s~ r~ep resentantes de 1- reseiiada iglesia,
pues en 30 de octubre de 1631 otorga el maestro un poder a Cristóbal de
Salcedo para que cobrase lo que el recinto carmonense le adeudabala.
La situación parece no haber cambiado cuando Andújar se encuentra
en Tenerife, pues en el mes de febrero de 1637 otorga de nuevo poder,
Los conflictos entre comitente y artista: ... 959
ahora al cirujano de Sevilla Juan Martín Camacho, para que obligue al
mayordomo de fábrica a pagarle lo que aún se le adeudaba. De la
cantidad requerida, el mismo Juan Martín debía entregar a la madre y
hermana del artista lo que de ella necesitasen19.
A pesar de este débito, en 1632 se ofreció, Andújar a confeccionar
un Cristo de las Animas para la capilla correspondiente del recinto
carmonense, quizá con destino al retablo del que él mismo había actua-do
como tasado9O.
El mismo año se le presenta a Martín una posible situación de inca-pacidad
para cumplir contrato, pues encarga a su amigo Alonso Cano
confeccione una talla de San Antonio de Padua. El origen de esta corni-sión
pudiera estar en la imposibilidad que se presentó a Andújar de
hacer dicha pieza en el plazo que se le había requerido2'.
Estante aún en Sevilla. el 30 de agosto de 1633 contrató con fray
Francisco de la Resurrección, agustino descalzo y prior del convento de
la Santa Cruz de Nuestra Señora de la Ropa, Cartagena de Indias, la
relación de varias imágenes, siete, para su iglesia. Aparte tales piezas, el
citado fraile llevó consigo a América unas pinturas de la mano de
Andújar Cantos. El valor de las tallas ascendió a 600 pesos y los lienzos
a 2 .W ide s . Para e! flete pmce h&i pieskid~e! EaWiG d pdie
Francisco cierto dinero. Nada debió de rendir el religioso de tales canti-dades,
pues el 12 de julio de 1638, Sebastián de los Santos recibió poder
de Andújar para cobrar en la indicada ciudad de la actual Colombia la
suma adeudada por los agustinos, de modo que, de no obtener la satis-facción
debida, se acudiera a la justiciaz2.
La cantidad que se indicaba en relación con el flete ascendía a 4.840
reales, la que prestó a los religiosos agustinos no directamente el artista,
sino doña Isabel Granillo de Villavicencio, doncella sevillana vecina de
la colación de San Ildefonso. Andújar había actuado, pues, sólo como
fiador del padre Francisco de la Resurrecciónz3.
Resulta significativo. además. encontrar al maestro reseñado como
pintor. En la escritura de fianza anterior se indicaba que el artista era
vecino de la colación de San Vicente. De la misma demarcación lo era
igualmente Fernando de Andújar, "maestro de pintor", quien junto con
su mujer Ana de Vargas en el mes de febrero de 1640 se obligaba a
pagar 500 reales a Arnao de Alfaro por la renta de unas casasz4. Es posible,
AnAa 1.. ,.Anr;Ann,.;.. Anl ..-11;rtn ., 1.i..nr A* rsn;Aa..,i:n m i i r n, -6.. ,n*,
uPurr 1 4 W 1 1 1 ~ 1 U ~ l I W 1UUU 1 UpUlUV L U s c l J UG L W I U G l l C . 1 ~ q UG S UQLCi GJLC
Fernando de algún pariente del autor del retablo de Santa Ana de Garachico,
lo que podría aportar alguna luz sobre la actividad de éste como pintor.
El año de 1634 supone la estancia de Andújar en el archipiélago
canario. Se sabe que en idéntica fecha se encontraba ya casado, pues en
960 José Concepción Rodríguez
9 de febrero hace escritura de cesión junto con María del Piñar y Aguilar,
su consortez5.
Desconocemos si el artista se trasladó a las islas con su esposa o bien
falleció ésta en Sevilla. No se conservan los libros de defunciones de la
capilla del Sagrario Catedral correspondientes a las fechas en las que el
maestro se encontraba en Gran Canaria. Tampoco hay rastro de ella en
los correspondientes a la Isla Baja. Residente ya en Garachico, las
comidas de Andújar las preparaba una tal María Francisca, pues en 6 de
mayo de 1639 le hace carta de pago por tales menesteresz6, de lo que se
infiere su estancia en solitario. Puede también resultar esclarecedor al
respecto el hecho de que Andújar apadrine en dos ocasiones en la villa
y puerto citada a sendos niños hijos de padres no conocidos27, situación
que podría indicar su paternidad. Se tiene constancia, por otro lado, de .u. iia a-.u.+u..a.-u..v.:iAi . Cii id ~ e i i t i dz~ri d b a ~ t l ~deo h a y , !I+ de h f i d e
Herrera y su mujer Margarita de Jesús, sacramento que recibió aquél en
la grancanaria capilla del Sagrario el 23 de marzo de 1635z8.
Parece lo más probable, por tanto, que Martín de Andújar acudiese a
las islas una vez fallecida su esposa. Su situación en Sevilla no debió de
ser holgada, habida cuenta del elevado número de escultores que a la
sazón allí obraban, de modo que, como estamos viendo, tendría dificul-tades
para la subsistenciaz9.A sí las cosas, y tras el óbio de aquélla, el
artista decidiría trasladarse a Canarias, quizá como vía en el camino a
Indias. Ilustrativo al respecto resulta la existencia en la urbe hispalense
en 1642 de una persona de su mismo apellido, don Francisco, capitán de
una de las compañías del tercio de la Guardia de Indias30.
En cualquier caso, lo cierto es que está ya en Gran Canaria en 1634.
Para esta isla había hecho en 1632 una talla de San Sebastián, pieza que
fue contratada por el sacerdote Don Juan Bautista Espino, natural de
Agüimes, para la parroquia de esta localidad31.
En la capital grancanaria comienza pronto la búsqueda de clientes,
especiaimente entre OS miembros dei Giiicio Catecirai. A éste se pre-senta
de hecho ofreciendo su mano para la realización de un retablo con
destino a la capilla mayor de su sede, a lo que el Capítulo responde con
un "se difiera por ahora"32.
Tras un cierto interés por parte de Don Francisco Sánchez Villanueva,
quien ocupaba ñ la sazhn la silla episcopal, planteado en junio de 1636:
se establecen los contactos entre prelado y artista. Las conversaciones
no llegaron a buen puerto, de modo que el día 16 del mismo mes se
resolvió no hacer la obra lignaria, quizá por razones
Si bien Andújar no pudo realizar el trabajo que pretendía, su queha-cer
quedó plasmado en la "máquina" que hoy preside la capilla de San
LOS conflictos entre comitente y artista: ... 96 1
Pedro de la misma sede de Santa Ana34. No se ha podido localizar el
contrato para el retablo, pero sabemos por documento de escribanía que
se hace carta de pago al artista en octubre de 193635. NO tuvo .pues
Andújar problemas en el cobro de sus honorarios por esta obra, en la
que se incluía igualmente la talla del santo titular. Retablo e imagen han
sido ya analizados3'j.
La calidad del conjunto llevaría en 1635 a Bernabé Pérez, vecino de
Telde, a encargarle una representación en talla de Santa Lucía, la que el
artista vería terminada a finales de ese año. Ahora vuelve a plantearse
situación similar a las anteriores, pues el comitente no satisfacía el
precio acordado. El día 9 de diciembre hace Pérez carta de pago com-prometiéndose
con efectividad a rendir los 300 reales que costaba la
imagen en el plazo de dos meses3'. El mencionado Pérez era a la sazón
mayordomo de la cofradía de la santa ubicada en el convento francisca-no
de Ntra. Sra. de la Antigua en la ciudad de Telde, y a él en 1638 se
le pide relacione las cuentas correspondientes a su administración. Por
ella sabemos, según descargo, que la cofradía había encargado a Andújar
una talla de candelero, habida cuenta de que la siguiente data se relacio-na
con unas varas de tafetán que se habían adquirido para la mencionada
imagen3*. La obligación de Bernabé Pérez no sería pues personal, sino
en nombre de la reseñada cofradía.
Dos meses más tarde, en febrero de 1637, se encuentra Andújar en
Tenerife. Ya en mayo del mismo año se comprometía con los vecinos
de Icod de los Vinos a la talla de un Nazareno, que debía ser igual a otra
homónima que el artista había cincelado para el convento franciscano
de Santa Lucía, comunidad seráfica de los RealejosSg. En idéntica fecha
y documento, los vecinos de Icod, entregaban también sendas imágenes
a Ntra. Sra. de los Dolores, San Juan y la Verónica40. Las localidades de
Garachico4' y Buenavi~ta~G~ra.n adilla y Chío poseen igualmente dos
tallas de su mano43.
Toda una producción importante salida de la gubia de Andújar. No
obstante, su obra cumbre fue sin duda el retablo mayor de la parroquia
de Santa Ana de Garachico, perdido tras la erupción volcánica de 1706,
fenómeno geológico que aceleró el declive del puerto garachiquense,
trasladándose el epicentro económico a la vecina zona portuaria del
Püertv de La Oroíava y más tardíamente a ia de Santa Cruz. Perdió con
ello Garachico el rango de primer puerto tinerfeño y quizá de todas las
islas44.
Surgido ya desde los albores de la conquista, el centro demográfico
de aquel paraje donde obró Martín de Andújar parece haber sido prime-ramente
la zona alta de San Pedro de Daute; algo más tarde, el núcleo
962 José Concepción Rodríguez
de decisión se traslada d ámbito costero. La zona en conjunto se contaba
entre las más ricas de la isla, de modo que fue pronto objeto de datas y
poblada rápidamente por genoveses -entre otras procedencias-, tales como
Mateo Viña, Cristóbal de Ponte y Agustín de Interián. La importancia que
pronto adquiere el lugar se mostró en las construciones religiosas y civiles
que comenzaron a elevarse: don Cristóbal de Ponte promovió la fundación y
construcción del cenobio de Ntra. Sra. de los Angeles, construido a finales
del primer tercio del siglo xvi; en la última década de la centuria, y bajo
patronato de los Ponte, se alzan'a el convento de San Diego, constituido por
religiosas de Santa Clara. Posteriores ya lo fueron los de San Pedro y San
Cristóbal (franciscano) y San Julián (agustino), ya en pleno Seiscientos4j.
Las ermitas del lugar fueron asimismo nurnerosa~~~. m
D
E r í ~ i i iqiü~e idhiii celiira iiüCSii¿i LtleiiciSii ~ i ieií 11;4igü ia fibii-ca
parroquid de Santa Ana. La construcción existía ya en los albores O
del siglo XVIp, ues el libro de fábrica es estrenado en ocasión de la visita n-- m
de Don Bartolomé López de Tribaldos, maestrescuela de la catedral O
E
canariense, el día 20 de noviembre de 152147.L a construcción existente E
2
en aquellas fechas debía de ser muy simple, a juzgar por la visita que en -E
3 de mayo de 1530 giró Don Pedro de Payba, quien instaba entonces a
que se hiciese cuerpo de iglesia del mismo tamaño o mayor que la 3
-
capilla existente a la sazón48. En ocasión de la visita del obispo Rueda -
0
m
en febrero de 1584, las obras aún continuaban, de modo que la capilla E
mayor debió de culminarse en los años del tránsito a la centuria siguien- O
te, pues se sabe que lució un retablo de pintura con posterioridad a n
1605, fecha en la que el obispo Martínez de Ceniceros, en visita pastoral, -E
manda se hiciese "un retablo en el altar mayor, de pincel, grande y a
2
bueno, en la proporción que fuese menester conforme a la capacidad del n
sitio que ha de ocupar:'49. n
El doctor Martínez de la Peña nos ha proporcionado una descripción O3
de este retablo - c o n anterioridad sólo existía un nicho ocupado por la
Virgen de la Luz-, compuesto por tablas pintadas que bordeaban el
hueco presidido por la mencionada imagen. Ante él, dos ángeles de gran
porte, a modo de blandones, conservados luego en la "máquina" que
trazara Martín de Andújarso. Las piezas pintadas estarían colocadas allí
d menos desde ióV9, pues ei dia Cuaiiü de diciembre de tiii afiü, ei
visitador doctor don Gaspar Rodríguez del Castillo mandó se dijesen
tres misas cantadas, a seis reales cada una, en memoria de Agustín
Coello, en razón de "un retablo q. está en el altar maior que lo dio con
esta carga y c~ndicion"~~.
En 1637, proyectado ya un segundo retablo de mayor porte, se pro-cedió
a la tasación del que había donado Coello. Juan Iscrote evaluó el
LOS conflictos entre comitente y artista: ... 963
costo de su pintura y Andújar la parte que se relacionaba con su oficio52.
El estado de conservación de la primitiva pieza debía de ser aceptable
en la fecha indicada, pues se adjudicó a don Juan del Hoyo para colo-carlo
en su capilla del Sagrario -hoy no se conserva el conjunto-, por
un precio de 400 ducadoss3.
En este momento entra ya en acción el artista de Almadén, cuya
presencia en Garachico tenía por motivo expreso la confección de la
obra lignaria. El mismo indicaba que había "venido a este lugar a Hacer
el retablo que avia contratado pa. la capilla Mayor del"54, de lo que se
puede inferir que quizá los contactos en relación con la pieza se realiza-rían
cuando aún se encontraba en la capital grancanaria. Hemos
mencionado ya las buenas relaciones entre el obispo Sánchez Villanueva
y el artista en las fechas en que se hallaba en la mencionada ciudad. El
prelado, por otra parte, residió temporalmente en Garachico, donde vi-vían
dos sobrinos suyos, Don Martín, regidor de la Palma, y don Juan
de Urtusá~stegui~~.
La nueva obra se comenzó concertada en 21.000 reales, pagados,
como era harto frecuente en la época, en tercios, el último de los cuales
habría de satisfacerse una vez concluido el trabajo. La obligación al
respecto se protocolizó el día 30 de marzo de 1637 ante Hernán Yánez
Machado, si bien el documento ha desaparecido de la escribanía corres-pondiente
a corte de cuchilla56.
El conjunto lignario se acabó en un tiempo inferior a dos años. En
relación de entradas de inventario de la iglesia, relatadas como apéndice
a la descripción que se hace con motivo de la visita del obispo Villanueva
en 23 de abril de 1637, consta un añadido en el que se indica: "Ytem un
Retablo de madera, en la frontera del altar Mayor, que se hiso siendo
mayordomo el alférez José Femández
En el libro de fábrica de la parroquia de Sta. Ana consta, en nota de
primero de marzo de 1641, que se pagó a Andújar 3.300 reales por
acabar el retablo nuevo, cantidad que debió de ser la última que éste
recibe58. Tres años antes, en junio de 1638, el costo del retablo ascendía
ya a 25.000 reales, según testificación, de la parte de Don Luis Prieto,
hecha por Manuel Barreros, vecino de Garachico, quien indicaba asi-mismo
que el vecindario estaba ya con ánimo de proceder a su dorado59.
Es evidente que en ei plazo de aigo menos de dos dos no podla eeí
artista de Almadén emprender y culminar la obra en solitario. Hubo sin
duda ayudantes, aparte los aprendices que eran de rigor. Se mencionan a
Francisco Perera, autor de los pedestales, Juan González miga, quien
talló un Espíritu Santo, así como Luis González, Antonio Díaz, Felipe
Artacho y Amaro Jordánd0. Blas García Ravelo y Francisco Alonso de la
964 José Concepción Rodríguez
Raya, escultores, recibieron 1.460 reales en razón de doce esculturas de
santos que se hicieron para el retablo mayor, cantidad en que las habían
concertado los, arti'fices y el licenciado Don Gaspar Pérez de Yilada,
vicario de la zona6'. No se descarta igualmente la participación de Pedro
Díaz y Gabriel Hernández, quienes, en un pleito de los Prieto sobre
asientos y animo en Santa Ana testificaron de la parte de esta familia6=,
directamente relacionada con la obra, como se verá.
Las imágenes que constituían este retablo eran un Santo Cristo, colo-cado
en el remate, dos virtudes ubicadas a los lados de éste, Nra. Sra. de
la Concepción en el nicho central del segundo cuerpo, flanqueada en los
huecos laterales por San Pedro y San Pablo, y San Joaquín y Santa Ana
en los laterales del primer tramo; la talla de Ntra. Sra. de la Luz presidía
este ukiIo bajo. Estas eran iods de ia & Andújar, salvo ia
última, que ya estaba en la iglesia antes de la llegada del artista6'. En las
entrecalles se colocarían las imágenes del apostolado, ya mencionada^^^.
Se desconocen las trazas de este retablo mayor. En ocasiones se ha
pretendido ponerlo en relación con otros del noroeste de Tenerife, espe-cialmente
con el correspondiente a Ntra. Sra. del Rosario de la misma
parroquia; ha sido resaltado ya cómo este retablo ya se construía a
principios del año 1636, cuando aún Martín de Andújar estaba en la
capital grancanaria, por lo que su diseño no debe relacionarse totalmen-te
con las pautas del artista de Alrnad~5n"~5~ D e cualquier modo, el
retablo mayor garachiquense, siguiendo la factura de Martínez de Mon-tañés,
destacaría por sus columnas entorchadas que limitaban los nichos,
coronamientos con ángeles o virtudes, calle central rematada por ático y
nichos a modo de cajas para la advocación titulaPmSc, ualidades que se
observan en el correspondiente a San Pedro de la capital grancanaria, de
una sobriedad, por otro lado, ausente en aquellos tinerfeños.
Puesta la arquitectura lignaria en blanco, como se dijo, en enero de
1639, no se emprendería su dorado hasta al menos 1648, año del con-cierto
para tal menester. En efecto, en 22 de febrero de esta fecha, visita
la parroquia garachiquense el licenciado Don Pablo Gutiérrez de
Sotomayor, canónigo provisor y vicario general de la catedral canariense.
En ella afirma que:
"he allado ser muy necesario así para el adorno de la iglesia
parroquia1 de que se dore y ponga en perfección el retablo ...
porque no se malogre obra de tanta perfección y que tantos
dineros ha costado y aunque el caudal de la dicha iglesia no es
mucho, de la cuentas que su merced ha tomado en esta visita al
licenciado Pedro González Miñol mayordomo de la dicha iglesia
ha sido alcanzado en 16.453 reales y cinco cuartos, por no tener
LOS conflictos entre comitente y artista: ... 965
la dicha iglesia de presente cosa más preciosa que la del dicho
retablo porque esta su merced informado que se esta perdiendo
y mensocabando por el momento de no estar dorado ... (manda al
mayordomo que concierte la escritura para tal labor con Juan
Iscrote) ... dando por fiador el dicho Juan Iscrote a Diego de
Santa(roto) Orea SalinaPS
El documento resulta altamente significativo. De una parte, muesra
el aprecio que se tenía en aquellas fechas a la obra lignaria de Martín de
Andújar; de otra, es extraño que sea el propio visitador, en su mandato,
quien proponga al pintor y dorador que debía emprender el trabajo, Juan
Iscrote, situación harto infrecuente. Desconocemos el motivo de esta
última decisión. La profesora Fraga González ha estudiado en artículo
reciente el linaje Scrote en Canarias en relación con los trabajos artísti-cos.
Por esta obra sabemos que Juan, nacido probablemente fuera de las
islas, casó en Garachico con Isabel Agustín en 1627, y que mantuvo
contactos personales con otros artistas directamente relacionados con el
trabajo de Andújar, así como con las familias más señeras del lugar,
especialmente los Ponte y los Hoyo". Tales relaciones podrían haber
1i1i -~-v.i--i1u - ua un. nr a-u~iju -un i.ir ierrtz a eiegir a iscruie para ei dorado. Di artista
cobraría por este trabajo 22.000 reales6'.
Para la confección del conjunto lignario carecía la fábrica de recursos,
por lo que hubo de acudirse al concurso de los vecinos. El acopio de
caudales comenzó en 1629, fecha en la que aún no había Uegado Andújar
Cantos a las Islas. El obispo Don Cristóbal de la Cámara, en escritura de
obligación de 14 de agosto de 1629, indicaba que puesto que la iglesia de
Santa Ana no podía emprender la construcción de un nuevo retablo, habría
de acudirse a "pedir socorro y mandas a los vecinos y parroquianos de la
dicha parroquia y nos mismo". Por ello, concede el prelado, para animar así
a los garachiquenses, "diez fanegas de higo, diez de cebada, docientos reales
,-;-m íJ1,~~IJnPf n 1- ~ 4 - a - -a .rn,-.n-"68
J w1-11 UUwUwi. wll IU yIIII&wILL plli.lVII YUu LLIb V - C U b .
Pronto se animaron los lugareños; en memoria de 1629 se relacionan
los parroquianos que contribuían para la nueva obra. Es de destacar que
la mayor parte de ellos aportaron vino. El primero en la relación lo fue
el licenciado Don Sancho Núñez de Aguilar, juez de Indias, y su suegro
Miguel Fonte, quienes aportaron dos pipas. Con igual cantidad contribu-yeron
el maestre de campo Don Luis Interián, Don Melchor Prieto de
Sáa, Don Luis Prieto y Don Nicoloso de Ponte. Don Martín, Don Juan y
Don Alonso del Hoyo aportaron una pipa cada uno, cantidad igual a la
que entre otros, cedieron Don Bartolomé y Don Alonso de Ponte, el
capitán Babosa, Don Bartolomé Benítez del Hoyo, el capitán Jorba y
Don Salvador gallego^^^.
966 José Concepción Rodríguez
En 1635 vuelve a procederse al acopio de caudales con el mismo
efecto, aunque el número y cuantía de las aportaciones fue ahora menor.
Destaca al respecto la correspondiente al licenciado Don Gaspar Pérez
de Zllada, quien dona 30 ducados, aparte los 330 reales que había conce-dido
en la subscripción primera de 162g70.
Pasan los años y llegamos a 1637, fecha del inicio de la ansiada
obra. El propio Martín de Andújar indicaba en 1639 que, por no haber
en la isla madera a propósito para ello, pidió en escrito a Don Luis
Prieto de Sáa, señor en parte de la Gomera, que mandase cortar en ella
la que fuese necesaria para el conjunto lignario. Se aserraron entonces
25 losas por orden del mencionado señor, "las cuales se mandaron por
la cuente y riesgo de este vecino en un barco que para el efecto envió el ,, -
licenciado Yllada, beneficiado y vicario del lugar"71. E
A pesar de los acopios mencionados de 1629 y 1635, los recursos O
escaseaban cuando se realizaba el retablo, de modo que, una vez acaba- n -
=m
do, aún se le debía dinero a Andújar. La situación llegó a tal punto que O E
el artífice amenazaba con marcharse de la isla llevando consigo las E
2
esculturas correspondientes al retablo. Dado que, según Don Luis Prie- =E
to, no se podía encontrar a otra persona que hiciese con igual primor las
piezas de bulto, se ofrece entonces a pagar los 2.500 reales que la iglesia 3
debía a Andújar. Aparte esa contribución, ya se había desprendido para
- -
0m
tal efecto de 200 reales y la madera traída de la Gomera, lo que ascendía E
a un total de 25 ducados72. O
Con este interés, el capitán Don Luis Prieto no hacía más que seguir n la liberalidad de su padre Don Melchor López, quien había dado a la -E
iglesia una custodia, un relicario y una representación de Cristo, todo a
2 ello en plata, dádiva por la cual, en remuneración, se le dieron asientos, n
sepulturas y arrimo junto al pilar de la capilla de Ntra. Sra. de la Sole- 0
dad, así como otro enterramiento y escaño en el presbiterio, del lado del 3
E~angel ioL~o~s. d ocumentos de Audiencia que nos han permitido cono- O
cer gran parte de la nueva documentación que aquí se aporta sobre el
retablo y sus avatares se centra precisamente en los autos que don Luis,
su mujer Doña María Ana de la Peña y su hija Doña Luisa mantuvieron
con Don Cristóbal de Ponte sobre dichos a~ientos'~.
Don Luis Prieto, regidor perpetuo de Tenerife, era hijo efectivamen-te
de Uun ivíeichür López Prieto de S8a y Doña María Luisa Fernánciez,
quienes debieron de casar en 1582, fecha en que se hace la correspon-diente
carta de dote. Su hijo Don Luis contrajo matrimonio en dos
ocasiones, la primera con Doña Agueda de Castilla y Monteverde, hija
de Don Diego de Ayala Herrera y Rojas, conde de la Gomera y señor de
la del Hierro, y de Doña Ana Monteverde; la segunda con la menciona-
LOS conflictos entre comitente y artista: ... 967
da Doña Ana de la Peña Saavedra, señora en parte de la Gomera, en
sucesión a su tía Doña Leonor de la Peña, condesa de la Isla. Del primer
enlace no hubo descendencia, y del segundo vio la luz Doña Luisa
Leonor, quien falleció antes que sus padres sin dejar de~cendencia~~.
Las relaciones de este linaje con la vida religiosa garachiquense son
notables. La devoción a Santa Ana llevó a Doña María, progenitora de
Don Luis, a fundar su fiesta, impuesta sobre un tributo de 300 ducados
en bienes propios. El día 9 de agosto de 1629, éste señala otro tributo de
250 reales más de pensión para la susodicha fiesta76.
Don Melchor López, hermano de Don Luis, participó también acti-vamente
en la vida religiosa de su pueblo. Fue fundador de la capilla de
San Amaro en el convento dominico de la villa y bis y reedificó
la ermita de Ntra. Sra. de la Consolación en el G~incho'"'?~ Intervino
igualmente en el ornato del convento agustino de San JuliánT7d, e cuyos
fundadores era sobrino, para el que adquirió las imágenes de San Juan
Evangelista y Ntra. Sra. de la Soledad. Para el trono de la procesión de
la Humildad y Paciencia del mismo recinto adquirió dos ángeles, estan-dartes
y otros objetos78.
De las imágenes que Andújar talló para el retablo, que tanto debe a
lec; S&, P , ~ ~ ~ "h'J~ n v ~ dun-"~c r--~*n*.- m~n c"."pEo-Q-i"i"r nsc. p ! C f i g ~nY-i 'i P
ocupa el remate del tabernáculo que hoy preside la capilla mayor de
Santa Ana y una representación de la Inmaculada Concepción. La pri-mera
es una talla que está inspirada, como señala el profesor Martínez
de la Peña, en los modelos montañesin~s~L~a .o tra estaba ubicada en
1738 sobre el cajón de los ornamentos. En inventario de 12 de marzo de
tal año se indica "que era del retablo que se quemó"80. La imagen, de
dos metros de altura, se encuentra hoy en una dependencia alta de la
parroquia. Presenta pérdida parcial del estofado, debido a un proceso de
raspado reciente, que permite ver en algunas zonas la madera limpia.
Está tallada sólo por sus zonas frontal y laterales, permaneciendo el
resto hueco. Por tratarse de una pieza para ser vista "sotto in su" y a
cierta distancia, presenta unos rasgos algo exagerados, cualidad que
resulta especialmente destacada en el caso del San Pedro de la capilla
homónima de la catedral canariense.
A los dos años de estar asentado el retablo mayor de Santa Ana en su
lugar, Martín de Andújar Cantos pone rumbo hacia tierras americanas,
111s n i iP n n c ~ í mig ga!mpfit~ gfia &a Suya, p! C+$6h! cl,p !a cztp- Y-- r-------
dral de La Habana, fechado lo mismo que el San Sebastián de Agüimes
y el Cristo de las Animas de Carmona, en 163SS1.
Se desconoce el paradero y la actividad desarrollada por el artista
entre 1639 y la fecha de su partida. No hay noticia alguna de su estancia
LOS c o n j ~ t o sen tre comitente y artista: ... 969
mantuvieron agrias discusiones sobre el tema, lo que conllevó la parali-zación
de los trabajos y finalmente el despido del artista castellano. Los
errores de éste provocaron el desmonte de algunos tramos, si bien la
planta apenas sufriría alteracióng0.E n cualquier caso, no quedan planos
de su trabajo. La portada de la catedral de Santiago de Guatemala,
conservada hoy sin excesivos cambios, a pesar de sus muchas recons-trucciones,
parece deber sus trazas al arquitecto José de Porres y no a
Martín de Andújargob is.
Aun participaría éste en otras obras en Guatemala. Por documenta-ción
de 1667, en la que se declara "arquitecto, político y militar" y
"capitán ... que lo he sido de la Armada real", se sabe que dictaminó
sobre la fortificación y defensa del río San Juan en Nicaragua, actividad
para la que había sido nombrado por el propio D. Sebastián Alvarez
Afonso, capitán general". Algo más tarde, en 1673 se materializo el
primer proyecto de fortificación. Su habilidad también se resentía en
esta obra, pues tras su inicio fue relevado de su cargo por encontrarse
ciertos defectos en la planimetría.
Inaugurada en 1679, la nueva capilla de la Universidad de San Car-los
había visto la participación de Andújar y el alarife Bemabé Carlos
en los reparos de la Casa de esta Universidad. El encargo se remontaba
a dos años antes, 1677, fecha que coincide con la del informe de
Betanzos que habla de los defectos de los trabajos de aquél en la cate-dral,
lo que ha llevado a Emesto Lemoine a ver cierta parcialidad en el
mencionado informeg3.
Como se ha reseñado a lo largo de esta comunicación, no acompañó
la suerte a Martín de Andújar en sus trabajos. Tras una vida de cierta
holgura, pues había desempeñado uno de los cargos más remunerados y
apetecidos de la administración colonial en Guatemala, el de juez repar-tidor
en el valle de Sacatepéquez, fallecía hacia principios del año de
1680g4.
José Concepción Rodríguez
1. Domingo MARTINEZ DE LA PENA: "Pinturas mejicanas del siglo xviii
en Tenerife". Anuario de Estudios Atlánticos, n." 23 (1977), Madrid-Las Palmas, págs.
213 a 224.
Id-: "Y-.c~!?~:us ume:icunus e: Canafias". ,4c:~s de! !! CO!O~Ud!Oe .H~s:oT!G
Canario-Americana (1977), Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, 1979, tomo 11,
págs. 477 a 493.
Carmen FRAGA GONZALEZ: "Nueva relación de pinturas mexicanas del siglo
xvrrr en Canarias". Actas del V Coloquio de Historia Canario-Americana (1982),
Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, 1986, tomo 1, 2.' parte, págs. 889 a 902.
D. MARTINEZ DE LA PENA: "Esculturas y pinturas americanas en Canarias", en
Canarias y América, Madrid, 1988, págs. 213 a 224.
2. C. FRAGA GONZALEZ: "Canarias y América a través del fenómeno
arquitectónico". Actas de las 111, IV y V Jornadas de Estudios Canarias-América.
Santa Cruz de Tenerife, 1984, págs. 117 a 127.
Idem: "Los modelos arquitectónicos". En Canarias y América, Madrid, 1988,
págs. 129 a 140.
3. Idem:. "Los modelos...", op. cif.
Margarita RODRIGUEZ GONZALEZ: La pintura en Canarias duranre el siglo
XVIII. Excmo. Cabildo Insular de Gran Canada, 1986.
Clementina CALERO RUIZ: La escultura barroca en Canarias: 1650-1750. Aula
de Cultura de Tenerife, 1987. En esta obra, como en la anterior, se hace constante
mención de artífices que emigraron a Indias.
4. Francisco MORALES PADRON: "Las Islas Canarias y América", en His-fn.
ria &nora! de !as Idnr Cnnnrinr, por Agustín Millares Torres, Santa Cmz de
Tenerife, t. 1 (1977), p. 231.
5. Alfonso TRUJILLO RODRIGUEZ: El retablo barroco en Canarias.
Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, 1977, t. 11, pigs. 27-28 y 74-75.
Idem: "Interrelaciones histórico-artísticas canario-americanas". Actas de las Pri-meras
Jornadas de Estudios Canarias-América. Santa Cruz de Tenerife, 1984, p. 102.
6. Ibídem, p. 103.
Los conflictos entre comitente y artista: ... 97 1
7. M. RODRIGUEZ GONZALEZ: op. cit., págs. 17 y 33.
Idem: Panorama artístico de Santa Cruz de Tenerife. Santa Cruz de Tenerife a
través de las escribanías. Aula de Cultura de Tenerife, 1983, p. 146.
8. D. MARTINEZ DE LA PENA: "El escultor Martín de Andújar Cantos".
Archivo Español de Arte. Madrid, n." 135 (1961), págs. 215 a 240.
9. M. RODRIGEZ GONZALEZ: "El escultor Martín de Andújar en Gran Cana-ria".
Anuario de Estudios Atlánticos, Madrid-Las Palmas, n." 31 (1985), págs. 553 a 563.
10. Jorge LUJAN MUÑOZ: "Sebastiano Serlio, Martín de Andújar y Joseph
de Porres, y las catedrales de Santiago de Guatemala y Ciudad Real de Chiapas".
Anales de la Sociedad de Geografía e Hisioria de Guatemala. Tomo L (enero-diciem-bre
de 1977), págs. 35 a 60.
11. Juan José MARTIN GONZALEZ: Escultura barroca en España (1600-
1750). Madrid, 1983, p. 235.
12. José HERNANDEZ DIAZ: "Arte", en Andalucía. Madrid, tomo 1, págs. m
109-359. D
13. Diego ANGULO IÑIGUEZ: Historia del Arte Hispanoamericano. Barce- E
lona, 1950, t. 11, págs. 266-267. O
14. Francis Haskell señala, sin embargo, que en Italia muchos artistas tenían n -
=
con frecuencia en su taller obras sin terminar, las cuales mostraban a posibles compra- m
O
E dores como ejemplos de su trabajo; si se aceptaba la oferta, se finalizaba el trabajo; E
vid. Francis HASKELL: Patronos y Pintores, Madrid, 1984, p. 32. 2
15. María del Carmen HEREDIA MORENO: Estudio de los contratos de aprendi- E
=
%j2 =&;iv 2z = Cc,FiepJcS si& p,I!!I Excma. DjpUedcióc ,9ci&-i J de
Sevilla, 1974. Véase el capítulo primero de esta obra, sobre el origen, evolución y rasgos 3
principales de los gremios en relación con las actividades artísticas, págs. 9 a 20. - - 0
16. D. MARTINEZ DE LA PERA: op. cit., p. 216. m
E
17. Ibídem.
O 18. Ibídem, p. 221. Andújar y su maestro habían actuado en 22 de agosto de
1630 como tasadores del retablo de la capilla de Animas de la misma fábrica n
cannonense, realizado por el entallador Luis de Figueroa. Habían sido nombrados para -E
el efecto por el autor de la pieza y el mayordomo de la cofradía, quien no es otro que a
el reseñado Cristóbal de Salcedo; véase Documentos para la Historia del Arte de 2
n Andalcía, vol. 11 (1930), Universidad de Sevilla, pigs. 300-301. n
0
19. D. MARTINEZ DE LA PERA: "El escultor...", op. cit., p. 218. Era su
madre María de Cantos y su hermana Isabel de Cantos. 3
O
20. Véase nota n." 18.
21. Ibídem, p. 220.
22. Ibidem, págs. 216-218. Poder de Andújar en 12 de julio de 1638 ante Yánez
Machado.
23. Celestino LOPEZ MARTINEZ: Retablos y esculturas de traza sevillana.
Sevilla, 1928, p. 141.
24. Idem: Arquitectos, escultores y pintores vecinos de Sevilla. Sevilla, 1928,
^A-" 1 P 10 pp. 10-11.
25. D. MARTINEZ DE LA PENA: op. cit., p. 217.
26. Ibídem, p. 219.
27. ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTA ANA DE GARACHICO
(A.P.S.A.G.): Libro 4." de Bautismos, fols. 199v y 213r. respectivamente. El día 13
de mayo de 1637 lo fue Domingo, y el 4 de marzo de 1638 una niña de nombre
Luisa.
972 José Concepción Rodríguez
28. Archivo Diocesano de Las Palmas (A.D.L.P.): libro 8." de bautismos co-rrespondiente
a la Parroquia del Sagrario (1633-1643), f. 288.
29. D. MARTINEZ DE LA PENA: op. cit., p. 217.
30. Docwnenrospara la Historia-del Arte en Andalucía. Sevilla, t. X (1946), p. 86.
31. D. MARTINEZ DE LA PENA: "El San Sebastián del gran escultor Martín
de Andújar es el de la Villa de Agüimes". Diario El Eco de Canarias, Las Palmas de
Gran Canaria, 2 de mayo de 1964.
32. M. RODRIGUEZ GONZALEZ, op. cit., p. 554.
33. Ibídem.
34. Ibídem, p. 557.
35. Ibídem. Firman como testigos Próspero Casola, Juan Díaz y Esteban García
(Archivo Histórico Provincial de Las Palmas (A.H.P.L.P.), P.N. 962, Andrés Rosales,
escribano público, fols. 137-138.
36. Ibídem, págs. 556-559. m
37. Ibídem, p. 560. -
38. A.D.L.P.: Legajo de Privilegios religiosos, estado de capellanías de la E
Di6cesis, limpieza de sangre, etc. Se trata de un expediente sobre la cofradía de Santa O
Lucía en el reseñado cenobio teldense. n -
39. D. MARTINEZ DE LA PENA: op. cit., p. 225. =m
O
40. Ibídem, págs. 227-228. E
41. Ibídem. E
2
42. Ibídem, págs. 230. =E
43. Ibídem, págs. 230-231.
44. Alejandro CIORANESCU: Garachico. Aula de Cultura de Tenerife, 3
1966, p. 7. --
45. Ibídem, p. 30-33. 0m
46. Ibídem, p. 34-35. E
47. A.H.P.L.P.: Audiencia, expdte. 8.020, f. 531. O
48. Idem, f. 532.
49. P. TARQUIS RODRIGUEZ: op. cit., p. 58. n
E 50. D. MARTINEZ DE LA PERA: op. cit., p. 232. -
a
51. A.H.P.L.P.: Audiencia, expte. 8.020, foliación perdida. Copia del libro de l
cuentas de fábrica de 1605 a 1637. n
52. P. TARQUIS RODRIGUEZ: Antigüedades de Garachico. Aula de Cultura 0
de Tenerife, 1974, p. 59. 3
53. D. MARTINEZ DE LA PEÑA: op. cit., p. 232. O
54. Expediente citado en nota n." 47, f. 331v. La testificación, de la parte de
Don Luis Prieto, la hace el artista el 4 de febrero de 1639.
55. José de VIERA Y CLAVIJO: Historia de Canarias. Santa Cruz de Tenerife,
1982, Goya Ediciones, t. 11, p. 546.
Melchor DE LA TORRE CACERES. "El convento de San Agustín y Colegio de San
Julián". Revista de Historia, Universidad de La Laguna, núms. 39 y 40 (1933), p. 223.
56. A. CIORANESCU, op. cit.. p. 24. La desaparici6n del documento ya la
hacía saber en 1977 el profesor Alfonso Trujillo Rodríguez; véase A. TRUJILLO
RODRIGUEZ. El rerablo barroco en Canarias, op. cii., t. 11, p. 78.
57. P. TARQUIS RODRIGUEZ, op. cit., p. 253.
58. A. TRUJILLO RODRIGUEZ, op. cit., t. 11, p. 79.
A.P.S.A.G.: Libro primero de inventarios y cuentas, f. 163.
59. A.H.P.L.P.: Audiencia, expte., citado.
Los conflictos entre comitente y artista: ... 973
60. D. MARTINEZ DE LA PENA, op. cit., p. 233-234. El pago a Juan Gonzá-lez
Puga consta en descargo de primero de marzo de 1641, en ocasión de la visita de
Don Diego Vázquez Romero, chantre de la catedral canariense (A.P.S.A.G.: Libro
primero de inventarios y cuentas, f. 166 v.).
61. A.P.S.A.G.: Libro primero de inventarios y cuentas, f. 190. Descargo de
cuentas realizado con motivo de la visita de Don Juan Bautista Pérez de Medina, prior
de la catedral de Canarias.
62. A.H.P.L.P.: Audiencia, exp-. citado, fosl. 204, 327v y 468v.
63. D. MARTINEZ DE LA PENA: op. cit.. p. ...
64. A. TRUJILLO RODRIGUEZ: op. cit.. t. 1, p. 50.
64 bis. M. RODRIGUEZ GONZALEZ: op. cit., p. 558.
64 tris. D. MARTINEZ DE LA PENA: op. cit., págs. 235-236.
65. A.P.S.A.G.: Libro primero de inventarios y cuentas, fols. 2 0 3 y~ 2 04.
66. C. FRAGA GONZALEZ. "Los Scrote y sus trabajos artísticos durante el
siglo xvrI". Ycoden, Revista de Ciencias y Humanidades, n." 2 (1992). Icod de los
Vinos, págs. 95-97.
67. A. TRUKLLC) RODP,TGUEE e. ci:., p. 46.
68. A.H.P.L.P.: Audiencia, expte. 8.020, f. 537.
69. Ibídem.
70. Ibídem.
71. Ibídem, f. 331v. Don Melchor López Prieto obtuvo, según su testamento
de 1617, el privilegio de albergar en su casa, durante la Semana Santa, al Cristo de la
Misericordia y Ntra. Sra. de los Dolores, prerrogativa que continúa hoy la familia
n. .L. ..L. -. n 'C. ,,T\,,T" nfi,-.nrn.7,?17. runie; vease r. lnnyuia nvuniuucL. üp. cit., p. 132.
72. Ibídem, foliación perdida.
73. Ibídem, fols. 134v-135. Escrito presentado por Don Francisco Déniz, en
nombre de Don Luis Ferngndez Prieto, a la Real Audiencia en 20 de agosto de 1638.
74. Ibidem. El expediente consta de tres piezas, con un total de 649 folios.
75. V.V.A.A.: Nobiliario de Canarias. Régulo Editores, La Laguna, t. 111
(1959), p. 55.
76. A.P.S.A.G.: Protocolos de escrituras y fundaciones de misas (1604-1805),
protocolo n." 4, f. 118.
76 bis. A. CIORANESCU: op. cit., p. 30.
76 tris. Ibídem, p. 34.
77. D. MARTINEZ DE LA PENA: "El colegio de San Julián de Garachico".
A. E. A. Madrid-Las Palmas, n." 33 (1987), págs. 533-534.
78. D. MARTINEZ DE LA PENA: op. cit., p. 533.
79. Idem: "El escultor...", op. cit., págs. 237-238.
80. A.P.S.A.G.: Libro 2." de visitas e inventarios, f. 29. Teníamos ya noticia
de la procedencia de esta imagen por información que agradecemos al rector de la
parroquia de Santa Ana.
8 1. D. MARTINEZ DE LA PENA: op. cit., p. 216.
82. Gloria RODRIGUEZ: La iglesia de El Salvador de Santa Cruz de La
Palma. Excmo. Cabildo Insular de La Palpa, 1981, págs. 151, 156 y 197.
83. Ernesto LEMOINE VILLICANA: "Historia sucinta de la construcción de
la catedral de Guatemala, escrita en 1677 por don Gerónimo de Betanzos y Quiñonez".
Boletín del Archivo General de la Nación, México, t. 11, n." 3 (19611, p. 419.
84. Jorge LUJAN MUNOZ: 9.ci t., p. 57.
85. E. LEMOINE VILLICANA: op. cit., p. 410-41 1.
974 José Concepción Rodríguez
86. Francisco Javier MANCOS: "Arquitectos de la época colonial en Guate-mala".
Anuario de Estudios Americanos, Sevilla, t. 11 (1950), p. 171.
87. J. LUJAN MUÑOZ: op. cit., p. 37.
88. E. LEMOINE VILLICAÑA: op. cit., p. 422.
88 bis. Ibídem, p. 422.
88 tris. Ibídem.
89. Ibídem, p. 423.
89 bis. F. J. MANCOS: op. cit., p. 171.
90. J. LUJAN MUNOZ: op. cit., p. 37.
90 bis. Ibídem, p. 48.
91. Ibídem, págs. 35-36.
92. Ibídem.
93. Ibídem.
94. Ibídem, p. 36.
Los <,onf l icro.r~n rrc cotnirrnrc n r t i ~ r n.:.. 97.5
Los conflictos entre comirentr y artista: ... 977
Visra posterior.