INSTANTÁNEAS DE GRAN CANARIA EN EL ÚLTIMO
TERCIO DEL SIGLO XIX.
BOCETOS DE VIAJE DE FELIPE VERDUGO
Felipe Verdugo Barlett (1860-95), natural de Tenerife, miembro
de una familia de artistas-militares de la pasada centuria, viajó en
varias ocasiones a Las Palmas por motivos profesionales y familiares
al residir en esta urbe sus tios Nicolás Massieu y Bethencour y M.=
de los Reyes Falcón y Quintana '.
De sus aspectos biográficos nos hemos ocupado en otros trabajos 2,
por lo que no vamos a hacer hincapié en ellos en esta ocasión, salvo
resaltar que aunque la profesión de Verdugo fuera la de militar, sen-tía
una gran atracción por el mundo de las artes, cultivando el dibu-jo,
la pintura o la fotografía. También le llegó a interesar enormemente
cuestiones relacionadas con la electricidad, llegando a instalar un foco
eléctrico en la plaza de Cairasco de Las Palmas de Gran Canaria 3.
Viajero impenitente, visitó diversos lugares de la península y del ex-tranjero
(Madrid, Barcelona, Marruecos, Chicago, Italia...), así como
las islas Canarias, muriendo en La Habana (Cuba) a temprana edad 4.
Como si se tratase de un reportero fotográfico reflejaba, a modo
de crónicas de los distintos viajes, en una serie de dibujos, sus re-cuerdos
e iqresiunes de las disiinias ¿Oiias qUe %"?iSii&.f&ul,i iiaiido
pequeños albumes dedicados, por ejemplo a Guadalajara, Consuegra,
Fuerteventura, Manila, Gomera y Hierro, el de los Macacafunes
-ambientado en La Palma- 5, o el dedicado a Gran Canaria, objeto
del presente estudio.
Los dibujos dedicados a esta isla fueron realizados en el año 1886,
siendo teniente de artiiieria destacado en ia ciuaaa de ¿as Paimas.
Originariamente estaban unidos formando uno de sus ya citados cua-dernos
de viaje, plasmando en distintas hojas de 12,5 x 20,7 cms.
aproximadamente, de modo ágil y desdibujado, a lápiz o a plumilla,
246 M." de los Reyes Herndndez Socorro
y en dos ocasiones a la acuarela, parajes y núcleos rurales y antropo-lógicos,
o escenas costumbristas, trazadas con ingenuidad y en oca-siones
ciertas dosis de fina ironía 6.
Fuera de este album, se había ocupado un poco antes en el tiem-po
de la capital grancanaria en la Ilustración Española Americana,
representando el puerto del refugio en 1883 y el emblemático graba-do
rotulado, como «Apuntes de Las Palmas» (1884) 7, en donde nos
da una imagen sintetizada de la ciudad presentándonos la plaza y fuen-te
del Espíritu Santo, la portada de la Alameda, el Teatro y una pers-pectiva
del barrio de Triana y del muelle antiguo 8.
El marco general del viaje de Felipe Verdugo debe de inscribirse
en el momento en que afluyen a Canarias viajeros extranjeros, cientí-ficos,
naturalistas, artistas, en los momentos en que el clima se con-vierte
en un valor económico que se traduce en la construcción de
hoteles, llegada dc iuiisias y se í-evaiorizaii iüs vaiures médicos de las
islas como estaciones sanitarias en competencia con Madeira. En el
caso grancanario, hay que añadir, la importancia que supuso además,
la constmcción del Puerto de La Luz y el impulso económico de esta
isla a partir de 1880. Si bien es verdad que en el último tercio de
siglo no ocurría lo mismo con el turismo procedente de la península,
a tenor de lo que Saturnino Jiménez -corresponsal del periódico
El Día de Madrid-. escribía a comienzos de 1884.
«¿Pero dónde están los viajeros españoles de Canarias? Arró-jaseme
que, fuera de los funcionarios públicos y de los deporta-dos
políticos, escasos son los españoles que han ido a las afor-tunadas
con el solo fin de conocerlas de estudiarlas o siquiera
por simple paseo. En España no se viaja por afición, ni por gus-to,
ni por estudio: Se viaja por necesidad o moda» 9.
Los dibujos del cuaderno dedicado por Felipe Verdugo a Gran
Canaria presentan, en ocasiones, ángulos de visión o instantáneas de
carácter fotográfico, aspecto que no nos extraña dado su condición
de fotógrafo. Sabemos que realizó en su taller fotos de Las Palmas
que posteriormente vendía, indicando detrás de cada una de ellas
lo que representaban.
«....remito por este correo un certificado con fotografias de
mi taller de las que se venden a cinco reales vellón una y que
produce una entradita regular en mi bolsa. Van sus letreros de-trás
al lápiz. Las de Las Palmas las hice ahora, hace pocos días
Instantáneas de Gran Canaria en el último tercio del siglo xrx ... 247
que estuve allí para asistir a dos concejos de guerra como
vocal* 'O.
La excursión realizada a Gran Canaria que ilustran estos abo- .
cetados dibujos tuvo lugar entre los meses de enero y agosto de 1886.
Se refieren a dos zonas: la costa norte (Bañaderos, Guía, Galdar
y Agaete); y la sureste: Agüimes (Arinaga), El Ingenio (Carrizal) y
Gando en el mucicipio de Telde.
En cuanto a la carretera que discurre por la costa norte de la isla
también fue recorrida por otros viajeros, llegándola uno de ellos a
idealizar:
«La costa Norte de la isla que puede recorrerse por magnífi-ca
carretera es un paseo encantador a que pocos paseos en el
mundo igualan» ".
A continuación pasamos al análisis de cada uno de los dibujos que
conforman el album dedicado a Las Palmas de Gran Canaria.
1. «VISTA DE GUÍA TOMADA DESDE LA MONTANETAB
Se trata de la representación paisajística más elaborada de todo el
conjunto que nos ocupa. Asimismo, es la de mayores dimensiones, al
estar formada por la unión de dos láminas (42 x 12,5 cms.). Muestra
un amplio panorama con cultivos, en primer término; el pueblo de
Guía con su iglesia de espaldas y al fondo, la montaña de Amagro
(aunque el dibujante indique que es la de «Almagro» no teniendo en
cuenta el topónimo prehispánico: «Amagro»). A un lado se observa
la montaña de Guía.
Diseño elaborado a plumilla que nos muestra la costa Lairaga entre
San Andrés y San Felipe. Cerca del espectador se nos muestran mu-ros
de piedra -restos de una construcción- y una sencilla y rústica
edificación más al fondo. Al artista le ha interesado mucho más el
paisaje, en donde aplica un delicado sombreado, que los abocetados
lugareños que nos encontramos en el dibujo. Según el cronista de la
ciudad de Arucas, el topónimo Bañaderos data «desde muchos años
antes de la conquista» 12.
Insranrdneas de Gran Canaria en el último tercio del siglo xtx ... 249
Inauguración del nuevo cuartel (Guía).
entusiasmo, agolpándose delante del inmueble, levantando las manos r
o el sombrero. También se encuentran, entre la multitud, los re- U
presentantes del orden. Esta construcción se localiza en el número 7 U
de la calle Marqués de Muni, muy cerca de la esquina de la calle m
2
Cuartel. t
1
B
m
m
E
5. «PARRANDA CLERICAL EL DÍA DE SAN VICENTE» e
i l
De la contemplación de los dibujos que tratan sobre Guía,
se desprende el humorismo y la sátira caricaturesca de Felipe
Verdugo. Estas características pueden apreciarse en la viñeta que
nos ocupa, que debe de aludir a la fiesta que tuvo lugar en el
pueblo con motivo de la onomástica del párroco. Al frente
de la parroquia1 de Guía se encontraba, desde 1880, el Dr. en
Sagrada Teología don Vicente Matamala y Farrés, prolongán-dose
su ministerio al frente de esta iglesia hasta finales de la cen-turia
j3.
El baile del dinámico clérigo, que nos muestra la tonsura de la
250 M." de los Reyes Herndndez Socorro
cabeza, llamó la atención de Verdugo. ¿Puede ser el artista el acom-pañante
del alegre don Vicente? ... La «parranda» podría haber tenido
lugar en la sacristía o casa parroquial, ya que otro personaje que tam-bién
se nos antoja sacerdote, interrumpe su lectura ante la contem-plación
del danzante clérigo.
6. «MI BRINDIS EN EL BANQUETE DE GUÍAD
Felipe Verdugo se autorretrata realizando un torpe y poco elo-cuente
discurso en un banquete que tuvo lugar en Guía. El ar- i!
tista nos escribe S
el texto de su S
poco locuaz brin- D-=
dis al lado del -
O
6 satírico dibujo: 5
«Señores: iEjem! 7z
señores ...... ......L a . . .... $
ejem!. La, (repi- -f- 0
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to) ...... ejem! ...... >,. -
Realmente, no lle- 5
gamos a enterar- 5 d
nos de cual era el E
motivo de este sin- B
gular brindis. En A
8
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esta ocasión, le m5
interesa más al di- S
bujante las som- <31
breadas siluetas de
los personajes que
el marco arquitec-tónico
donde acon-tece
el convite,
apenas definido
por una puerta y
una colgante guir-nalda.
Instantáneas de Gran Canaria en el último tercio del siglo XIX ... 25 1
Otro sacerdote -no nos parece el anterior-, canta por soleares,
levantándose sin rubor la sotana. Restos del festín se situan al fondo
del diseño, sirviendo de contrapunto al personaje (botellas, copa, tar-ta
de pisos ...... ).
8. <<EL PRIMER TENOR DE LA ZARZUELA DE GUÍA. LA SE-RENATA
MURGA»
Viñeta doble realizada con fino humor e ironía, a base de trazos
abocetados. Nos presenta, en un lado, a cinco hombres -no descar-tamos
que uno de ellos sea el propio dibujante-, dando una serena-
* * +~-,,,,:l,," ,,.. La, b a l i r a u u u y mnmtr\n miin;nnln" " nllr\cni., Ir\ LU~LULUUu i a r i u i l i b i i r u a i i luniba ibu. ~ u i i r uu uiivo, uri i v
que parece querer ser una solitaria esquina callejera, aparece un per-sonaje
con las manos en los bolsillos, tocado con sombrero y con una
bufanda cubriéndole la boca. Según la leyenda que el artista escribe
a plumilla debajo del enigmático personaje, viene a ser «el primer te-nor
de la Zarzuela de Guía». $e trata de un cantante del género chi-co
perteneciente a una de esas compañias ambulantes que arribaban a
la isla y cantaban en diversos lugares de la misma? ... Guía utilizaba
y aún sigue utilizando, la antigua iglesia del hospicio franciscano como
teatro. No obstante, tampoco sería descabellado dado el carácter hu-morístico
del artista, que Felipe Verdugo se mofase de algún lugare-ño
de buena voz y que cantase en serenatas nocturnas, pero que en
esos momentos, se encontrase afónico, y de ahí el estar con bufanda
y apartado del grupo.
Retrato caricaturesco, de cuerpo entero, de un amigo, vecino de
Guía, llamado Benedicto. El artista ha puesto especial énfasis en el
rostro, en donde destaca la enorme nariz y la franca sonrisa del re-presentado.
Montados en sus respectivos jumentos dibuja a tres jinetes rese-ñando
los nombres de dos de ellos: «Don Matías Ramos. Don Ma-nuel
Duarte. Don ...... D. Este último personaje, que el artista no des-
252 M." de los Reyes Herndndez Socorro
vela su identidad y que debe de tratarse del que nos da la espalda,
puede representar al propio pintor, a quién le gustaba autoretratarse
en sus expediciones. Recordemos, a este respecto, el apunte de Gran
Tarajal en al album de Fuerteventura, del que nos hemos ocupado en
otro trabajo. En el fondo del dibujo, entre las siluetas montañosas, se
percibe la iglesia de Santiago de Gáldar, en un paisaje y emplazamien-to
bastante impreciso. Tres caballeros, quizás clérigos, contemplan a
los jinetes.
Apunte de la vega de Gáldar, recortándose sobre el promontorio O
de la ciudad la majestuosa iglesia de Santiago. Observamos una serie
, O
=
P= -1
I: r r
3
- 0
m
r
O
U
2
P
I
m
m 2
de casitas aisladas de medianeros, campesinas. Presidiendo la com-posición
la montaña de Amagro y sus estribaciones. Dibujo no tan
preciso como el de Guía. Es difícil buscar el punto exacto de d6nde
tomó el apunte. La vista que nos muestra Verdugo de Gáldar es algo
256 M." de los Reyes Hernández Socorro
Amplia visión del casco de Agaete con casas pequeñas y dos ca-lles
principales que suben ladera arriba, en torno a las cuales se
estructuran el resto de las vias. La vista pudo ser tomada en un pun-to
intermedio del camino entre el Puerto de las Nieves y el desvío
hacia la Aldéa de San Nicolás. Cerca del ángulo derecho del especta-dor,
observamos una construcción a modo de fortaleza que bien pu-diera
tratarse de la Casa Fuerte de Agaete, una antigua casa de la-branza
19. Verdugo reseña en el dibujo que en esas fechas Agaete tenía
a3.385 almas». Trece años antes, en 1873, Manrique y Saavedra, in-dicaba
que dicho lugar tenía 2.500 habitantes 20. No se aprecia la ac-tual
iglesia de la Concepción, que trás un incendio se había comen-zado
a realizar de nueva planta en 1875 y que más tarde se convertiría
en el elemento más importante de la identificación del paisaje urbano
de la villa 21. A falta de ese elemento, es perfectamente reconocible
el lugar por su disposición longitudinal paralela al barranco y en la-dera
de montaña.
18. «AGAETE. AL TOQUE DE ORACIÓN EN EL CHORRO»
Se trata del manantial ubicado cerca del casco de Agaete, conoci-do
por el nombre del «Chorro». Nos dibuja una bucólica estampa
costumbrista, con aires morunos, que muestra a ocho mujeres con ta-llas
en la cabeza, transportando agua, trazadas con simplicidad de 1í-neas.
19. ((DESDE EL PICO DE GÁLDAR (ATALAYA) 26 DE ENERO
1885~
Estamos ante un apunte que representa una vista costera, que nos
revela el interés por la topografía de su autor, derivado quizás de su
condición militar. Ante los ojos del espectador aparecen las Isletas,
el Puerto de la Luz, Bañaderos, San Andrés, San Felipe, Arucas y
Llano Alegre. Hoy, esta visión ha cambiado algo, debido a la cons-trficcidfi
& ~ ~ q e t e r r2 ~1,11 s p!zntz~iefie~d f: p!ztz~i,erzy~ 3
cios de la playa de Las Canteras. Observamos la costa recortada con
algunas prominencias de acantilados, en primer término. Después se
Instantdneas de Gran Canaria en el último rercio del siglo xrx ... 257
vé el desnivel que produce la playa de San Felipe. El paisaje se pre- - -D m
senta poco humanizado, aunque en esos momentos existían pequeños r
caserios de pescadores, Verdugo no los refleja. U
U
3
20. «AGuIMEs. EL INGENIO. ARINAGA» 2
1
4
m
Con estos tres nombres escritos decorativamente -a modo de m
portada-, y el dibujo apresurado de una pequeña hoja al lado 3
de aquellos en dónde Felipe Verdugo escribió: «Recuerdos de los días
23 al 25 julio 18869, el artista da paso a los dibujos que realizó de
la costa sureste grancanaria.
Bella acuarela que lleva estampada la firma del pintor y en donde
aparece la siguiente indicación: «Vapor Alfonso XII sumergido el 13
de febrero de 1 8 8 5 ~A. modo de cronista, Verdugo refleja la catás-trofe
del naufrágio del trasatlántico Alfonso XII que hacia la ruta
Cádiz-Las Antillas. utilizándose como correo, haciendo escala en Gran
Instantáneas de Gran Canaria en el último tercio del siglo xrx... 259
Pignatelli, quien encargó su construcción a los ingenieros Antonio
La Riviere y Francisco La Pierre. Se empezó a reconstruir en la dé-cada
de los años setenta de nuestro siglo, destinándose a museo
AeronAutico de Canarias desde 1982 24.
23. KLA FACTORÍAC ANARIO - CATALANA DE LA PESCA
AFRICANA*
Apresurado dibujo de la antigua factoría levantada en la costa de
Gando. Observamos una construcción simple, barcos, pescadores en
sus faenas, redes, nasas ......
24. «¿SE DESPIDEN A LA FRANCESA?»
Aparecen representados dos dibujos. En un lado, un retrato carica-turesco
de perfil de un individuo con poblados bigotes y gran nariz.
A su lado, enmarcado en un recuadro, otro personaje nos da la espal-da
portando un paraguas sobre los hombros. ¿Podría identificarse con
un autoretrato del artista? De manera similar se representó en el
<<album de los Macacafunesm 2s.
260 M." de los Reyes Hernández Socorro
25. «EL CARRIZAL. AGOSTO 1 8 8 6 ~
A caballo entre Agüimes e Ingenio, nos encontramos con El
Carrizal. Observamos en este dibujo un poblamiento disperso, sin pla-nificación,
en donde las casas se adaptan a la topografía del terreno
sin estructura de ordenamiento previo. Se trata de viviendas con huerto
familiar. En el margen derecho puede percibirse una construcción prin-cipal,
que destaca respecto al resto; y en la parte superior la iglesia,
que debe de tratarse de Nuestra Señora del Buen Suceso.
26. «ARINAGA. LAS SALINAS»
El dueño de estas salinas había sido Juan Nepomuceno Verdugo,
abuelo del pintor 26. Delante de la extensa zona salinosa aparece un
lugareño que sirve para darnos idea de la amplitud de aquéllas. Al
fondo, la costa del actual polígono de Arinaga (Pozo Izquierdo). Pre-cisamente,
las salinas desaparecieron en la década de los sesenta, a
raiz de la construcción del mencionado recinto industrial. El cabo que
se divisa al fondo es el muelle de Arinaga.
27. «ARINAGA. LA CASA DE LAS SALINAS»
Se nos muestra una casa típica canaria con balcón corrido de
madera y recinto almenado, que no hemos podido localizarla en la
actualidad. Al fondo, destacándose en la llanura, nos dibuja el perfil
de la montaña de Arinaga.
«El viajero en Canarias no necesita libros de memoria ni lle-var
apuntes, ni trazar croquis; necesita tan s6lo saber observar
y saber sentir la naturaleza. Con estas condiciones no se le ol-vidará
nada porque todas las impresiones que allí reciban serán
profundas todos los recuerdos que de allí guarde serán indele-bles
» 27.
Así se expresaba en i884 un viajero. Menos mai que Ver-dugo
pensaba de otra manera y si decidió tomar apuntes en forma
de dibujos de sus viajes, que afortunadamente, han llegado hasta
hoy día.
Instantáneas de Gran Canaria en el último tercio del siglo xrx ... 26 1
Tentados estamos de pensar que, estos diarios dibujados de sus
periplos, de haber reunido otras condíciones tales como: mayor for-mato
-como los cuadros-; haberse reproducido en revistas, perió-dicos,
etc.; o si se hubieran publicado en forma de libro reuniendo
todos los dibujos dedicados a las distintas islas, podrían haber tenido
una mayor trascendencia en el discurso de conformación de la identi-dad
canaria del siglo XIX. Sin embargo, se quedaron en la condición
de diarios íntimos que probablemente sólo conocieron sus más alle-gados.
Recalcando la idea anterior, en los más conocidos fragmentos
de la vena poética de este artista, escritos en Cuba, se muestra
integrador del conjunto del archipiélago canario que, como ya hemos
reseñado, tuvo ocasión de conocer y de dibujar:
,v.. *- ..-,. o..-..-:..-
%% I u LG aluu, Lallailab.
Te amo aunque estuvieras envuelta en andrajos, eres mi ma-dre,
quién me di6 el ser y la conciencia del ser.
Como tú imagen la veo siempre orlada con las luces más
brillantes que concebir alcanza el pensamiento, tu recuerdo no
puede oscurecerse jamás. Y cuando deje de existir, cuando no
concíhan la ce!di!!i dp mi cpr&rg eras ri!u~tar & &rq-tas
montañas, cuando se extingan las palpitaciones de mi vida,
cuando no se agite mi corazón por tí, que me cubran tus arenas
para besarlas eternamente»
M.Q de los Reyes Hernández Socorro
1. Vide ROMEUP ALAZUELOES.: , Felipe Verdugo Barlett y su familia, Santa Cruz
de Tenerife, 1986, pp. 129-131.
2. HERNÁNDESZO CORROM, .' de los R. y LUXÁNM ELÉNDEZS,. de.: «Una vi-sión
de la ciudad de Guadalajara en el último tercio del siglo XIX a través del cua-derno
de dibujo de un pintor canario* en Actas del II encuentro de historiadores del
Valle del Henares, Alcalá de Henares, 1990, pp. 703-719; HERNÁNDESZO CORROM, .'
de los R.: «Un viaje por Fuerteventura a través del Album del pintor santacrucero
Felipe Verdugo Barlett, noviembre de I887» en Tebeto, núm. 4 (1991), pp. 165-177;
HERNÁNDESZO CORROM, .a de los R.: «Dibujos realizados en La Palma por el pintor
decimonónimo Felipe Verdugo Barlett. Breve ensayo de introspección de "Soledadesn»,
en Vegueta, núm. 2 (en prensa).
3. El Telégrafo, 14-X-1886; El Liberal, núm. 4-11-1887.
4. Ibídem supra notas 1 y 2
5. Ibídem.
6. Estos dibujos se encuentran deposifados en los fondos del Museo Regional
Militar de Santa Cruz de Tenerife, adonde llegaron por donación de Don Rafael Ri-vera
Tocino. Desde aquí, agradecemos la amable colaboración, que siempre, tanto con
este trabajo como con los tres anteriores que hemos realizado sobre los dibujos de
Verdugo, hemos tenido con el museo Militar. Vaya nuestro especial agradecimiento
al responsable del mismo, el Sr. Sargento Soto.
7. !b!Ye, vuprz X?k? 1.
8. El liberal, 22-11-1884.
9. El liberal, 22-1-1884,
10. Museo Militar Regional de Santa Cruz de Tenerife. Carta de Felipe Verdu-go
a su padre y familia, del 24-XII-1891, con motivo del nuevo año.
1 1. Ibídem supra nota 8.
12. Diario de Las Palmas, magazine del sábado 17-VII-1982, p. 5.
13. Ha sido el Dr. don J. Sehastihn Lbpez Garcla quien nnr ha f~ri!itade z ~ a -
blemente estos datos referido al ministerio de don Vicente Matamala.
14. Vide al respecto, la obra del profesor MART~DNE GUZMÁNC, .: Las Culturas
Prehispánicas de Gran Canaria, Las Palmas de G.C., 1984.
Instantáneas de Gran Canaria en el último tercio del siglo x ~..x.
15. Ibídem, p. 449.
16. fdem, p. 446.
17. OLIVEP, . de: Diccionario Estadístico-Administrativo de las Islas Canarias,
Establecimiento tipográfico de Jaime Jepús, Barcelona, 1865.
18. STONE, O.: Tenerife and its six satellites or the Canary Island. Past and
present, London, Marcus Ward and Co Limited, 1887, 2'. (nueva edición 1889).
19. Vide al respecto la publicación del resumen de la comunicación presentada
por MART~DNE GUZMÁNC, .: «La Casa Fuerte de Agaete (arqueología histórica)», al
XI Coloquio de Historia Canario-Americana, octubre de 1994, (en prensa)
20. MANRIQUYE SAAVEDRAEl:e mentos de Geografía e Historia Natural de las
Islas Canarias, 1873, (l." parte), p. 30.
21. El dato relacionado con la iglesia de la Concepción, me lo ha proporciona-do,
amablemente, el Dr. don J. Sebastián López García.
22. Sobre el hundimiento de este trasatlántico, vide: El Liberal: 14-20 y 27 del
11-1885.
23. El Liberal: 14-11-1885,
24. La Torre de Gando 1740. Museo Aeronáutico, 1982, Las Palmas de Gran
Canaria, 1982, imprenta San Nicolás, S.A. pp. 43-47; y pp. 51-54.
25. HERNANDESZO CORROM, .a de los R.: Dibujos realizados en .....
26. ROMEUP ALAZUELOES.:, Felipe Verdugo. ..... p. 131
27. El Liberal: 22-1-1884,
28. Las Afortunadas (La Habana): 7-IV-1895; Genre Nueva (Santa Cruz de
Tenerife): 6-IV-1901; artículo de TARQUISE,. , en La Prensa: 1-V-1929, reproducido
por ROMEUP ALAZUELOES.,, ob. cit., pp. 203-204.