ARTISTAS CANARIOS EMIGRADOS A VENEZUELA
DESPUÉS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA *
Las Islas Canarias se incorporaron a la Corona de Castilla en pleno
siglo x v . Los primitivos habitantes de las islas y su cultura fueron ab-sorbidos
por los colonizadores españoles.
La ocupación extranjera, trajo consigo una nueva cultura occidental,
cristiana, entre señorial y humanista, sepultando aquel sustrato propio,
hasta tal punto que habría que aguardar al siglo xx para que fuera res-catada.
Económicamente en el Archipiélago vivían del monocultivo; azúcar
y vino en el XVI-XVIII, cochinilla xvrir-xrx. La comercialización con el
exterior estaba muy restringida debido a la rígida reglamentación de la
Casa de Contratación y el Consejo de Indias.
«Sólo a comienzos del siglo XIX se advierte en las Islas el pau-latino
ascenso de una clase dirigente ilustrada que, quizá por vez
primera, logró audiencia en el Gobierno Central. La promulgación
de la ley de puertos Francos (1852), es un dato manqiesto de la
relativa atención que se estaba concediendo por el Gobierno de
Madrid a los problemas de Canarias. También por esas fechas,
ingleses y alemanes comienzan a establecerse en las islas (prin-cipalmente
en Gran Canaria), proporcionando con sus activida-des
mercantiles e industriales unos medios de producción y desa-rrollo
a la incipiente economía insular»'.
Las rutas de la expansión colonial europea aportaron al archipiéla-go,
desde la segunda mitad del siglo XIV, además de las referidas ven-tajas
económicas, una serie de referencias culturales.
Estos contactos se acrecientan en los períodos de entreguerras, y no
344 Violeta Izquierdo Expósito
calaron por igual en todas las capas de población, siendo por lo general
su influjo bastante restringido.
Por otro lado la cercanía del este y del norte de África y el flujo
cultural continuado en doble dirección entre Canarias y Latinoamérica,
han contribuido a configurar una realidad artística en la que se amalga-man
manifestaciones tradicionales, investigaciones etnográficas, referen-cias
vanguardistas europeas e incluso americanas, toques neocoloniales,
etc.
El proceso de las artes insulares del siglo xx puede analizarse des-de
el estudio de la interacción de tan variadas componentes, de la ac-tuación
armónica o disociada de los mismos, del protagonismo, y den-sidad
de algunos de los factores, todo ello al hilo de las circunstancias e
históricas del conjunto del país y su incidencia en el mundo insular y
regional. o
En tales circunstancias tanto Tenerife como Gran Canaria despunta- n
m ron en el mundo cultural insular, con propuestas para acercarse a Espa- O
E
ña y Europa. E 2
La Revista de Canarias (1878), la Revista Isleiia (1842), LA Aurora - E
(1848) y el Museo Canario, en las Palmas son los ejemplos más impor- ' %
tantes. 3
-
0m
((El trabajo realizado entonces tuvo un éxito parcial; su inci- E
dencia fue mayor en el terreno de la política que en el de la cul- o
tura, y desde luego, apenas si afectó a las artes plásticas; Pero
n fue precisamente gracias a este trabajo previo como se instaló en E
las islas un cierto ambiente de liberalidad ideológica que iba a a
acoger de buen grado las innovaciones vanguardistas que trae-n
rían consigo las primeras décadas del siglo xx facilitando su
arraigo y desarrollo en Gran Canaria y Tenerife*'. 3
O
El primer acontecimiento claramente artístico del siglo xx en Cana-rias
es la creación de la Escuela de Artes Decorativas Luján Pérez en
¡as Paimas de Gran Canaria (i9i8j.
Los fundadores de la escuela son: Dámaso Doreste «Fray Lesco»,
director y padre espiritual de la idea y los pintores Enrique García Ca-ñas,
Nicolás Massieu y Juan Carló como profesores de la misma.
A pesar del entusiasmo que gestó la idea para crear la escuela, los
frutos de esta singular iniciativa tardarán más de una década en madu-rar,
debido a las dificultades económicas que atravesaron.
Los jóvenes artistas dedicaron su aprendizaje práctico en una doble
dirección: conocimiento de los tipos étnicos y el paisaje de la isla y por
Artistas canarios emigrados a Venezuela ... 345
otro lado el descubrimiento de la pintura a través de las colecciones de
cerámica y las pintaderas.
En 1929 se celebró la exposición inaugural de la Escuela Luján Pérez
y en 1931 se presentaron en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz
de Tenerife.
Partiendo de un aprendizaje común en la Escuela es lógico que cada
artista buscara posteriormente su estilo propio y personal . Nos interesa
resaltar aquí esas bases comunes de partida para todos ellos, fruto de la
enseñanza recibida.
a) Recuperar el bagaje cultural de la población aborigen, prehis-pánica,
analizarla y aplicarla de una forma actualizada.
b) Llamar la atención sobre la realidad social del pueblo canario,
en los comienzos del siglo xx, superando los anteriores enfoques román-ticos
e idíiicos.
c) Acceder a los lenguajes de las vanguardias artísticas de finales
áei sigio xix y principios dei sigio xx, para situarse a la par con ei resto
de la comunidad internacional.
d) Interés por la cultura africana, cuya proximidad no había gene-rado
hasta ahora un acercamiento.
e) A nivel escultórico, apreciar las calidades de los materiales de
la tierra (basalto, granitos, lavas).
El segundo momento revelador del marco cultural canario, viene
marcado desde Tenerife con Gaceta de Arte (1932-1936), publicación
ecléctica dirigida por Eduardo Westerdahl.
«Pretendió ser una revista occidentalista de arte y literatura,
más crítica que de creación, fuera de los tópicos regionalistas y
que tratara los temas contemporáneos. Desde el principio le pre-ocuparon
las colaboraciones internacionales y fruto de ello tuvie-ron
las firmas de Cassou, Kandinsky, Baumeisler, Ozenfant,
Valery, Ferrant, Guillermo de Torre, Breton, Eluard, Picasso ...»4.
Se le asocia a menudo a la estética del surrealismo, debido a la or-ganización
de la exposición surrealista de 1935 en Santa Cruz de
Tenenfe. Pero esta es una más entre las manifestaciones artísticas que
reflejan sus escritos.
Entre «Gaceta de Arte» y la Escuela Luján Pérez, no existían riva-lidades
ni recelos, es más entre los miembros de una y otra se estable-ció
un intercambio fructífero de ideas y en más de una ocasión se apo-yaron
mutuamente.
La guerra civil española (18 Julio 1936) supuso una parálisis para
346 Violeta Izquierdo Expósito
las artes plásticas, que con las iniciativas anteriores habían alcanzado ya
una cierta madurez. Para los artistas las consecuencias del alza-miento
militar, fueron nefastas: detenciones (Pedro García Cabrera)
confinamientos en campos de concentración, fusilamientos (López
Torres), o desapariciones. En las Islas se respiraba la sensación desde
los primeros momentos de que nada de lo que anteriormente se había
emprendido con tanta ilusión iba a quedar en pie. La Escuela Luján
Pérez, germen del arte contemporáneo de Gran Canaria, fue asaltada,
sus medios destruidos y el principal valedor del grupo Felo Monzón, re-cluido.
El resultado de estos cambios políticos y sociales acarreó una evi-dente
escasez de cultura artística, la cual unida a las dificultades econó-micas
y geográficas, impidieron contar con los artistas que con anterio-ridad
habían elaborado propuestas de interés.
E! n ü e a re,g i. mea pulfiico puteíicia a artistas cüyos íj!ai;teamiefitos
estéticos estaban más próximos a su ideología. Artistas simbolistas y
regionalistas encontraron en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz
de Tenerife (dirigido por D. Francisco Bonnin) el lugar idóneo para
exponer su arte.
Aquellos otros que no comulgaban con el franquismo o que presen-tían
la censura optaron por la emigración, como vía de escape y como
necesidad para poder continuar con la labor emprendida antes de la
contienda.
La emigración, fenómeno no desconocido en Canarias, ya que en
otras ocasiones había sido el camino escogido para salir de la penuria,
en esta ocasión estaba motivada por el factor político y por la necesi-dad
de una auto afirmación cultural y de modernidad.
Esta salida de Canarias estuvo polarizada en una doble vertiente
(exceptuando algunas individualidades como Oscar Domínguez en París):
a) Madrid: Martín Chirino, Manolo Millares, César Manrique,
Cristino de Vera, Juan Guillermo etc.
b) Venezuela:
Arrisras canarios emigrados a Venezuela ... 347
Tanto en Madrid como en Venezuela (dictadura de Pérez Jiménez)
se vivía bajo un régimen dictatorial, con todas las restricciones que eso
conlleva. En Madrid la apertura hacia nuevas ideas se hacía muy lenta-mente,
y en Venezuela , a pesar de toda la pompa , el ambiente cultural
no distaba mucho del madrileño. No obstante se pueden reseñar algu-nos
hechos significativos:
- En el museo de Artes Plásticas de Caracas se celebraron enton-ces
grandes exposiciones antológicas de arte contemporáneo (Miró,
Picasso, Klee, Juan Gris ...)
- Caracas contaba también con una serie de galerías comerciales
en las que se podía contemplar obras de artistas representativos de la
escena internacional.
- Había grandes coleccionistas particulares de arte: Vallenilla,
Echevmía, Planchart y Palacios.
A pesar de este aparente respiandor y fiorecimienio cuiturai vene-zolano,
la realidad aclaraba que eran los círculos minoritarios quienes
disfrutaban de la situación , mientras que el resto del país seguía sumi-do
en el subdesarrollo cultural.
Nos centraremos ahora en el estudio de la labor realizada por aque-llos
artistas canarios que decidieron emigrar a Venezuela después de la
contienda civil española.
Nace en 1901 en Santa Cruz de Tenerife. Pintor, dibujante y escul-tor.
Desde la temprana edad de 7 años asiste a las clases de dibujo ar-tístico
en la Escuela de Artes y oficios de su ciudad natal.
En 1920 se halla en Madrid, como único alumno en el taller de
Victorio Macho, al tiempo que estudia en la Escuela de Grabado ma-drileña.
Hacia 1925, liberado de sus obligaciones militares, marcha a París
admitido como alumno único en el taller de Emile Antoine Bourdella,
hasta la muerte de este en 1929, ocasión en la que decide volver a la
isla, aceptando el nombramiento de profesor auxiliar de dibujo en la
Escuela de Artes Gráficas de Tenerife.
En 1937 por intereses políticos es destituido de su empleo docente,
conden6ndolo a un nstraci~mn,q ue rimpe en 1941 a! decidir nlzchmr
a Venezuela, donde permanecerá hasta 1962.
348 Violeta Izquierdo Expósito
Aquí continua desarrollando su múltiple y polifacética actividad,
alcanzando entre otros galardones el premio, en concurso internacional
(1950), para decorar con cinco grandes cuadros al óleo el Salón de Actos
de la Academia Militar de Caracas.
En los últimos años americanos, una grave dolencia ocular le obliga
a volver a Tenerife, pero antes de hacerlo, su constante insatisfacción y
visión pesimista de la vida, y un conjunto de desilusiones, le lleva a
destruir gran parte de su obra.
Como ejemplos de su escultura citar «La Tierra» y «El Mar», en el
Casino de Santa Cruz de Tenerife o el Monumento a la Fecundidad en
el centro del Parque Municipal García Sanabría de la misma ciudad.
Trabajó el yeso, madera y bronce. Su obra escultórica conservada
es muy escasa.
En cuanto a su labor como pintor, parece ser que Borges Salas al
llegar a Venezuela había recibido ya suficiente formación y no se em-papó
mucho del nuevo ambiente. Dominaba el dibujo en tal medida que
algunos lo comparan en la técnica con Durero o Gustavo Doré y en
cuanto a los temas «su planteamiento historicista (a la manera de Mi-guel
Ángel y Durero), empeñado en prolongar sin demasiado éxito los
principios de una estética nestoriana» 5.
«Parecen amalgamarse los eclecticismos fin de siglo, con una
suerte de toques de simbolismo intemporal a lo Puvis de Chavan-nes,
con toques de modernismo tardío, ciertas interpretaciones
cubistas y el realismo fantástico centro europeo no exento de gotas
de onirismo surreal» 6.
En Venezuela realizó una pintura de inspiración folklorista, quizá
buscando una mejor integración a través de la colonia canaria que era,
por esas fechas, ya numerosa.
Practicó también el grabado.
Nace en Las Palmas de Gran Canaria en 1929. Frecuenta desde niño
las Academias Municipales de Dibujo y Escultura de su ciudad natal.
Interesado por la escultura, se decide a realizar los estudios en la
Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, becado
por la Universidad Central en 1949.
Eii 1951 abandona SUS estUdim y iae!ve u Gran Car?&ria, cenectan-do
con los artistas más inquietos.
Artistas canarios emigrados a Venezuela ... 349
El ambiente insular no era el más apropiado para vanguardismos y
experimentaciones, lo que unido a una situación económica difícil, in-fluirá
para que de 1956 a 1961, tras casarse con Mela Campos, decida
marchar a Venezuela, buscando mejores oportunidades. Allí tiene oca-sión
de relacionarse con arquitectos, ingenieros, decoradores y pintores
que están iniciando por estos años una aventura vanguardista.
Por estos años inicia una amplia labor docente, siendo profesor de
talla, modelado y composición en la Escuela Nacional de Artes Plásti-cas
Julio Arriaga; profesor de modelado en la Escuela de Artes y Ofi-cios
Neftalí Rincón; profesor de Educación Artística de los Liceos Barra1
y Volón Pérez y de Historia del Arte en el Liceo nocturno Elías Sánchez
Rubio, todos ellos en la ciudad de Maracaibo.
En los cinco años que Tony Gallardo estuvo en Venezuela, su pro-ducción
fue más bien escasa, teniendo mayor valor el aprendizaje y la
experimentación, además de su formación ideológica, en contacto con
emigrantes comunistas españoles, de modo que a su regreso se acrecienta
en Gallardo un afán de cambio, que le hace participar en campañas e
iniciativas que intentan cambiar el gobierno y sus orientaciones.
En 1961, tras su regreso a Canarias militó activamente en grupos de
izquierda (Partido Comunista de España), por lo que es detenido y pro-cesado,
pasando parte de su condena en la cárcel de Segovia.
Pocos de los proyectos planificados por Gallardo en Caracas llega-rían
a realizarse, esculturas para emplazamientos arquitectónicos o dise-ños
de interiorismo. Contacta allí con escultores canarios Juan Jaén y
Eduardo Gregorio y el pintor Juan Ismael que le habían precedido en la
emigración.
Conoció el movimiento informalista venezolano iniciándose en el
aprendizaje de la soldadura autógena ( o soldadura de arco) y realiza la
primera serie de esculturas de pequeño formato, «Las Torres de Petró-leo
», realizadas con varilla metálica y estaño derretido de acentuada
concepción constructivista.
En los años ochenta, cuando Gallardo toma como referente para sus
esculturas las piedras encontradas, las lavas, magmas y lapillis le hacen
un artista reconocido y reconocible.
Nació en Valle de Guerra (Tenerife) en 1927. Tras cursar sus estu-dios
de Bachillerato se ma~icil!S en !I F SC~Xd!e~ ! ngenieres de A h =
drid y de regreso a Tenerife en 1949 se matriculó en la facultad de
350 Violeta Izquierdo Expósito
Ciencias Químicas de la Universidad de La Laguna. En 1954 termina
su licenciatura en Ciencias Químicas y a los 28 años (1955) parte para
Venezuela contratado por el Ministerio de Educación como profesor de
matemáticas del Liceo Lisandro Alvarado, de Barquisimeto, estado
de Lara.
«Desde 1955 hasta 1957 impartió clases en el Instituto y en
la Escuela de Bellas Artes de Barquisimeto, al tiempo que reali-zaba
una obra denominada por él mismo postacadémica. Luego
se trasladó a Caracas, donde pudo contactar con el movimiento
informalista venezolano, cuyo inspirador era el crítico Juan
Calzadilla. Fue este un momento decisivo en su evolución pictó-rica,
pues cobró conciencia y asimiló plenamente los principios
estéticos de la abstracción» '. a N
E
En Venezuela se vio libre para ejercer los dos trabajos para los que O
sentía inclinado vocacionalmente: dar clases y pintar. -- m
La evolución de la pintura de Pedro ~onz á l e ze stuvo determinada, 0
E
sin duda favorablemente, por la información que recibió en sus años de E
2
estancia en este país. El arte abstracto que pudo conocer a través de las E
exposiciones organizadas por el museo de Caracas le ayudaron a ir su- =
perando las convenciones figurativas que constituían el bagaje académi-co
que había adquirido en Canarias. -
0
m
Desgraciadamente es muy poca la obra que de esta época conserva E
el pintor, pero en ella destacan dos notas: O
- El sentido humano de sus creaciones, es decir, la figura humana
como centro de su obra.
- La ruptura con la perfección de la técnica aprendida en la Es- -
cuela, para experimentar con los modelos de Cezanne y del Cubismo.
- Venezuela como circunstancia varía también su concepción del O3
color y el tratamiento de la luz (grises, amarillos ...).
En 1959, presentó una exposición en Tenerife y luego en Caracas,
donde si Vier. !a figurz hi?m.n. sigiie siendn predmninank, aparece de
una forma estilizada y etérea. Una pintura más libre, cuya subjetividad
augura en su obra el camino de la abstracción.
En la exposición en el Salón Julio T. Arce, en 1956 donde recibió
el premio Lisandro Alvarado, presentó un mural, pintado al óleo, de seis
metros de largo por dos de alto, titulado el Baile de Tamunangue que
-a------+- ii-a c:antn hri;ln rrnnovnllinn e! tomononoiie IGplG3GlIL4 UllQ IIbULLL V V L U I b VUIIULIVAUIIV, uiiiuiiuii~ur.
Artistas canarios emigrados a Venezuela ...
«El tema de este cuadro es el campo venezolano. En él, con
un fondo de casitas y de colinas, cantadores, tocadores de guita-rra,
bailadores alrededor de un palo en el cual se van enredan-do
las cintas de colores de este bordón o árbol de fiesta, lo mis-mo
que destacaban los pétalos encarnados de la dalia en el jardín
del museo. Una y otra vez, durante la mañana, llegaron los fotó-grafos
a estallar sus luces a estos motivos tan popularmente ve-nezolanos
» '.
Durante cuatro años consecutivos, acude al Salón Nacional de Arte
Venezolano; escaparate cultural del régimen dictatorial de Pérez Jiménez.
En 1961, vuelve a Tenerife, consciente de que su estancia en Vene-zuela
le había sido favorable. Justamente cuando se le abrían las puer-tas
de !OS circu!os culturales más elitistas de Caracasj decide volver a
las islas. Se encontraba en el punto de arranque de su nueva pintura,
que poco después daría sus mejores frutos en Canarias, al crear su pri-mera
obra abstracta: la serie ICERSE.
Nace en 1903 en Las Palmas de Gran Canaria. En sus años de estu-diante
de Náutica, comienza a tener inclinaciones artísticas hacía la ta-lla
de madera. Entró como estudiante a la Escuela Luján Pérez y a la
muerte de Juan Carló, le sucedió como director en la misma, a pesar de
contar con apenas años.
Por estos años trabajó con Néstor de la Torre en la ornamentación
del teatro Pérez Galdós, tras el incendio que parcialmente lo destruyó
unos años antes, y donde el artista desarrolla un amplio repertorio de
motivos florales, frutales y otros que causan admiración como com-plemento
a la brillante labor de Néstor.
Hacia 1927 vuelve a colaborar con Néstor Martín Fernández de la
Torre en el mausoleo de Fernando de León y Castillo en la catedral de
Las Palmas, donde demuestra su habilidad con el cincel
Su reconocimiento público se logra en 1929 cuando se haga un gran
exposición de su obra. Con la llegada de la guerra civil se advierten
r n r n l n o h n r í - 61 m40 n n ~ n nnr oni m i l i t o n r i o n n l í t i c o nnr o i i o m ; r t o A cnn
IU~CIIULIL l u r l u -1, LUUD Y U P~UL u u LLLLLLU.UL~AU ~ U I I L I U U , y u ~LI U UII~IOCUU UVI.
algún dirigente izquierdista, lo que le lleva a partir a Barcelona (1947),
donde participa activamente en la vida cultural, y donde es designado
en 1951, por la Dirección General de Relaciones Culturales para repre-sentar
a la escultura española en la Semana Internacional de Tánger.
352 Violeta Izquierdo Expósito
«Su estancia en África le hizo reparar en las líneas estilizadas
de la estatuaria negra, creando sus parejas de moros donde la
figuración aparece sutilizada al máximo»9.
En esta época inicia su actividad ceramista, técnica que conoce en
Cataluña en contacto con uno de los grandes maestros, Lloréns Artigas
«Los gres de Gregorio alcanzan, como sus esculturas, un rit-mo
formal simple, elegante; los colores de la vitrificación reite-ran
principalmente una gama amplia de tonos mates, con predo-minio
del gris y el marrón»'O.
En 1957 decide emigrar a Venezuela donde de dedicó a la cerámica z
más que a esculpir y donde llevó a cabo una gran labor como docente. E
De 1957 a 1960 fue profesor de Escultura en la Escuela Nacional de O
Re!!zs CristShd ?.gjzs & C I ~ ~ C&~~SP;c ?CG1,e ~12 f&n ~ a& ~ e ~ á - n - m
mica de Carabobo. Consiguió un gran número de premios en tierras O
E
venezolanas como la medalla de oro en el 18 Salón Anual Arturo E
2
Michaelena de Maracay (1958); Premio Ateneo de Valencia (1958 y E
1961); Medalla de plata individual en la Exposición Internacional de
cerámica contemporánea de Praga (1962), a donde asiste en representa- 3
ción de Venezuela; logrando la Medalla de oro en unión de sus alum- Om-nos
en la Exposición Internacional de cerámica de Buenos Aires tam- E
bién en 1962. O
De los primeros contactos que Gregorio realiza en Venezuela son n
los grupos constructivo-cinetistas (Cruz-Díez, Francisco Narváez ...) y de E
cuyas relaciones son sus «Construcciones», incorporando a sus obras el a
color, que estaba ausente en su anterior producción. n
A pesar de estos contactos su producción escultórica en estos años n
es menor, y su labor como hemos señalado se centra en /a alfarería y la 3
O
enseñanza. 1 En 1963, regresa a Las Palmas donde se repliega aún mis en la cerámica. De sus ultimas obras escultóricas cabría señaI a r una serie de
pequeños alabastros y objetos escultóricos en gres, inspirados en anti-guas
obras suyas, pero ya de gran significación formal, como «Paloma»
y «Murciélago».
Nació en La Oliva (Fuerteventura) en 1909. Pintor y poeta ingresó
en la Escuela Luján Pérez en 1927. Estudió cerámica en Segovia con
,
Artistas canarios emigrados a Venezuela ... 353
Juan Zuloaga y pintura con Vázquez Díaz. Cofundador de varios gru-pos
de vanguardia en Canarias como el PIC (Pintores Independientes
Canarios) en Tenerife, y LADAC (Los Arqueros del arte Contemporá-neo)
en Las Palmas.
Ismael realizó dos viajes a Venezuela que comprenden casi 10 años
de su vida y su obra.
El primero de 1957 a 1961 y el segundo de 1962 a 1967, con lo
cual fue de todos los artistas mencionados el que más tiempo estuvo por
tierras latinoamericanas. La obra de Ismael experimentó determinadas
variaciones, pero manteniendo sus fidelidad a las propuestas surrealistas,
junto con Oscar Domínguez los máximos representantes de este movi-miento
en Canarias. Aunque a diferencia de este su visión es más poé-tica,
lleno de sugerencias espontáneas, con alusiones a sus sueños y
fantasías pero sin violencia.
A diferencia de Oscar Domínguez que representa la versión más
ur \nanb. iurn~ auA nb nbnact na t~nbmiiAunbmiiAbni aI\ nalin~r,\uhririlu l,fr .i.acm1inb@z:. i @irab"~.."ul ai. , lnm,,."\ J ivbuirij.
«De la calcinada inquietud de sus paisajes, pasando por la
emblemática aparición de los peces y el rigor constructivo de toros
y guitarras, al críptico magicismo de las tentaciones, este com-plejo
período matérico se cerrará en abstracción. Lo que diez años
antes iniciaba el desapego de lo lineal y se arriesgaba en recur-sos
de mancha y calidades superjiciales, desvelando grafismos,
concluye en composiciones abstractas, puras y equilibradas, rea-lizadas
con la economía de medios y absoluta sobriedad de ele-mentos
formales en las que desemboca Juan Ismael al acabar sus
ciclos pictóricos» 'l.
En Caracas contactó con grupos de artistas e intelectuales republi-canos
en los locales de Libertad para España. Pero era propio de su
carácter la búsqueda de la intimidad.
A su vuelta a las islas, y en la última época de su pintura se aleja
de aquellas investigaciones matéricas, solo utilizadas en algunas ocasio-nes,
volviendo a la poesía:
Nace en Las Palmas en 1909. Cuando tiene quince años ingresa en
la Escuela Luján Pérez donde tiene como maestro a Eduardo Gregorio
que lo inicia en el trabajo de la madera. Amplia estudios en Barcelona,
becado por el Cabildo Insular.
354 Violeta Izquierdo Expósito
El escultor Juan Jaén fue uno de los primeros, que tras pasar la gue-rra
civil en Cataluña emprendió la aventura ultramarina.
En 1949 decide marchar a Iberoamérica en busca de nuevos hori-zontes
económicos y artísticos, primero en Brasil (Río de Janeiro) y cinco
años después en 1954 a Venezuela donde ocupará más tarde la plaza de
profesor de modelado de la Escuela Central de Bellas Artes de Caracas,
vacante dejada por su compatriota Eduardo Gregorio.
El artista refleja por esta época los desastres de la guerra, el éxodo
de los pueblos, niños con caras tristes, maternidades, etc, plasma siem-pre
el dolor. Desgraciadamente se desconoce el paradero de dicha obra.
Juan Jaén se convierte en un digno reflejo de aquellos grandes pro-fesores
y compañeros de los años treinta de la Escuela de Luján Pérez.
Este artista, a diferencia de los otros citados, fijará su residencia
definitiva en tierras americanas, volviendo a las islas fe forma esporádi-ca
para presentar sus obras escultóncas en exposiciones como la de 1967
en !a Cara de C I ! ~de Las Plmas. Esa misma seria exp~esta,m n
pequeñas variaciones, en el Castillo de Garachico en 1970.
Se le encargan varios monumentos en Canarias y América en me-moria
de personalidades canarias y venezolanas, como Bolívar, Francis-co
de Miranda o Pérez Galdós.
Pero su principal pasión y dedicación es la talla de madera, con la
que interpreta al hombre y la naturaleza a partir de una concepción figu-rativa
estilizada. Figuras femeninas, trabajadas a bisel, donde no existen
las aristas y sus formas sinuosas inducen al tacto.
Nació en Santa Cruz de Tenerife en 1910. Fue discípulo de Nicolas
Granados. Al igual que Juan Jaén se fue a Venezuela en el año 1956 y
se estableció allí definitivamente montando una academia de arte en
Caracas de nombre «VAN GOGHn que le permitirá subsistir econórni-camente,
así como aportar algo a la vida cultural venezolana.
L T , . ~ ,. 3...~-<. 3.1- r urres erriigru a veriezueia uespues ue ia guerra civii hüye~ido de 'ia
censura política, debido a que él era claramente contrario al régimen
impuesto.
El trabajo desarrollado en Canarias era una tímida mezcla de van-guardia
y tradicionalismo y en Venezuela continuó con su trabajo en una
serie de «Borrachos» que no produjo el éxito esperado y que parecía
agotar su vena creativa. Será ia enseñanza ia vía de escape asumida por
el pintor para continuar su trabajo por aquellas tierras.
Artistas canarios emigrados a Venezuela ... 355
Llegados a este punto y conociendo la labor realizada por estos ar-tistas
que podríamos denominar de vanguardia, ya que eran los pri-meros
que despuntaban en Canarias con propuestas novedosas y experi-mentales,
convendría resumir en unas características comunes a todos
ellos.
1) Este grupo de artistas pertenece a lo que se ha denominado
emigración culta (intelectuales y artistas), que parten de su tierra por
razones políticas o aspiraciones culturales individuales, más que por mo-tivos
meramente económicos.
2) Es importante constatar que además de su coincidencia en fe-chas
de partida a tierras americanas, su estancia allí es relativamente
corta (5 años en la mayoría de los casos) a excepción de Juan Jaén y
Antonio Torres que fijaron su residencia definitiva en Venezuela.
3) Si bien no todos estudiaron en La Escuela Luján Pérez de Las
Palmas, algunos de ellos si que tuvieron el privilegio de hacerlo como
juañ isrñaei o Juan Jaen. Eduardo Gregorio además de estudiar en ia
misma, ocupó el cargo de director a la muerte de Juan Carló.
4) A pesar de la contemporaneidad de todos ellos y el común ori-gen
(Islas Canarias), a su llegada a Venezuela tenían una distinta for-mación
y un concepto del arte diferenciado. Unos marcharon ya forma-dos
y no variaron sus formas estilísticas como Borges, Juan Jaén o
Antonio Torres y, otros con una formación incipiente se beneficiaron de
la muestras de pintura y escultura que se celebraron en Caracas por
aquellos años, modificando así su estilo.
5) La labor artística de estos artistas es complementada con una
labor pedagógica y educativa importante (Eduardo Gregorio, Pedro
González y Tony Gallardo) y el caso más evidente es el de Antonio
Torres que montará su propia academia de arte.
6) En general, no obtuvieron en su estancia en Venezuela un éxito
fulgurante y reconocido (excepto Eduardo Gregorio que triunfó a nivel
oficial) por lo que la aventura americana se zanja en casi todos los ca-sos
con la vuelta a Canarias, prosiguiendo aquí su carrera artística por
diversos derroteros y en ningún caso formando escuela común.
Paralela a esta emigración de artistas punteros existe otro tipo de
emigración a Venezuela formada por artistas costumbristas y paisajistas.
Su interés por América venía mediatizado por el interés económico, eran
conscientes de que la emigración había creado una importante colonia
canaria en Venezuela y que este foco suponía un potencial comprador
de imágenes nostálgicas evocadoras de las tierras dejadas.
El balcón con buganvilla, las marinas o acantilados serían adquiri-dos
sin distinción, porque todos por igual representaban al paisaje cana-
356 Violeta Izquierdo Expósito
rio. Además hay que añadir que esta corriente de emigración no tuvo
presiones políticas de ningún tipo debido a la inocuidad de sus pro-puestas.
El contacto de los acuarelistas canarios con Venezuela, no ha deja-do
de producirse desde aquellos días, algunos cambiaron su residencia
habitual a aquellas tierras, o pasan largas temporadas, y otros realizan
viajes periódicos con motivo de exposiciones o muestras. Por citar al-gunos
nombres: Dimas Coello, Manolo Sánchez, Raúl Tabares, Ruano ...
etc.
Si el aislamiento geográfico había sido un handicap evidente para el
mundo cultural canario a principios de siglo, el retroceso evidente que
supuso la guerra civil lo fue más aún. Las vías de escape de los artis-tas,
ya fuera la península, ya Venezuela sumieron a las islas en un va-cío
vanguardista que se irá subsanando con la vuelta de algunos de ellos
y con las leves licencias que el régimen ofrecía. Tentativas de recupe-ración
fueron el PIC (Pintores Independientes Canarios) de 1947,
LADAC (Los Arqueros del Arte Contemporáneo) de 1951; el Grupo
Espacio o La 1 Exposición Internacional de Escultura en la calle de Santa
Cruz de Tenerife. Todo ello vigilado y en cierta manera auspiciado por
el franquismo, al ser consciente de la de necesidad de mostrar al mun-do
una visión moderna de la sociedad española.
Artistas canarios emigrados a Venezuela ...
NOTAS
* Este trabajo fue expuesto en el XI Coloquio de Historia Canario-Américana. Por
causas ajenas a la autora no fue publicado en las Actas de 1994, por lo que se incluye
en las Actas de 1996 del XII Coloquio, junto a otro texto de la misma investigadora.
1. SANTANAL,á zaro: «Notas sobre arte canario* (en el volumen colectivo Cana-rias,
siglo XX), 1983, p. 154.
2. Opus cita nota 2, p. 154.
3. José Luján Pérez (1756-1815). Imaginero, de Guía de Gran Canaria.
4. PÉREZ REYES, Carlos: Escultura canaria contemporánea, Excmo. Cabildo In-sular
de Gran Canaria, 1984, p. 46.
5. CASTROF, ernando: «Canarias y Latinoamérica. Relaciones artísticas durante el
siglo XX y problemas de una alternativa cultural», I Jornadas de Estudios Canarias-
América, Tenerife, 1980, p. 146.
6. Opus cit. nota 4, p. 161.
7. Opus cit., nota 5, p. 149.
8. GARCÍA, Sergio: «Pedro González, joven pintor canario», La Tarde, Caracas,
1957.
9. Opus cit., nota 2, p. 158.
10. Opus cit. nota 3, p. 159.
11. PINTO, Carlos E.: «Invitación enigmática a un punto de vistan (sobre la pintura
de Juan Ismael). 1991, p. 19.