their fellows they are a powerful and perhaps vital tool for convivial society and
?he dt-me of plenitiide Riit the attitude of mind which these men have is neit-her
a prerequisite for, nor a necessary consequence of the use of the tools they
are forging. Without that proper attitude those in power can and will enlarge
their power. The only serious reservation 1 have to make about this philosophi-cally
profound and technically potent hook is that it fails to raise and confront
the political issue implied in this moving and radical statement: <'...we need not
hope that we can enforce an environment by planning. It has to be built. We can-not
assume that it will be built witlh any common unity of ideas. It is more
!ik+ tn rprn!t frim diffeont inter~sts 2nd rhnires Tt will nnt nll he heaiitifiil.
but people have to be free to shape it, to make their own decisions and to learn
fiom their actions. The environment will then be educational in the widest sense,
through the experience that al1 of us share in building it." (Page 267.)
John F. C. Turner
J. PITARD & L. PROUST: Les lles Canaries. Flore de I'Archipel.
Paris 1908, reprint by a t o Koeltz Antiquariat, 624 Koenigstein 1973. 503
pp., 19 pis. - DM. 150,OO.
Re-impreso de una obra ya clásica y muy apreciada: el Carálogo de Planras
Canarias, o simplemente el "Pitard y Proust". Como la edicih original, hace
tiempo ya es una rareza bibliográfica; estudiantes y nuevas bibliotecas agradece-rán
al Antiquariat Otto Koeltz sus esfuerzos en ofrecernos este re-impreso, tan
perfectamente realizado. Y, quizas, algun dia tambien tendremos ei re-impreso
del Webb & Berthelot; pero cuando, y cuanto (!).
Nuestro "Pitard & Proust" contiene una introducción general, con datos biblio-gráficos,
y un prefacio sobre la geografía de las islas, tratando también factores
como temperatura, precipitación, vientos y la naturaleza geológica como enton-ces
conocida. Siguen notas fitogeográficas (localidades selectas, listas de especies)
y listas de las especies endhmicas; se trata, además, las afinidades florísticas y
se presenta una estadística comparativa, Finaliza la parte introductiva con listas
de nuevas especies y variedades tal como presentadas en el libro.
La parte principal del libro contiene el "Catálogo" propio, o la enumeración
de las especies y variedades, con datos bibliográficos y citas de localidades. Las
fanerdgamas y criptógamas vasculares wn LrdldClds po1 10s autores mismos (J.
Pitard y L. Proust), los musgos por Pitard y Négri, y las hepáticas por Pitard y
Corbikre. Como apéndice de la obra se presenta una en~umeración de exsiccatae,
el índice general de nombres y sinónimos, y 27 fotografías sobre 19 láminas. Su-marizando:
una Obra aun muy vaiiosa, cuyo re-impreso (aunque digo LU~~USU)
queda agradecido.
G. K.
W. J. BEAN: Trees & Shrubs hardy in the British Ides. Vol. 11 D-M.
Eighth edition resived, ed. by Sir Geurge Tayloi, conipiled by D. Ciarke
et all. in collaboration witli The Roya1 Horticultural Society. John Murray;
XVI + 784 pp., 106 pls. London 1973; 9.-
Con este segundo tomo dc "Arboles y Arbustos, resistentes en las Islas Bri-tánicas",
los autores y colaboradores cubren un gran núm. de especies de unos 200
géneros, desde Daboecia hasta Myrtus (s. auct.). Como acostumbrado, se produce
una descripción genérica, denunciando los caracteres principales, y las desripcio-ner
esycífiras rnn tnrlos siis detalles, datos snhre la distrilhiici~ín y nrigen del mate.
rial asimismo como datas de interés horticultor. Se mencionan, además, sinónimos y
nombres vernáculares si son conocidos; 96 de las especies tratadas son ilustradas
por dibujos a pluma. También se mencionan la variedades y 'cultivars' más inte-resantes,
aunque algunas de estas (incl algunas especies) se conocen (en el R U.)
solamente en Kew Gardens. Las descripciones incluyen también Dryas octopetala
(2-3 in.!), Fuchsia procumbens, Hedera y otras, no precisamente a~bustivas.
Erica arborea, nativa también en Macaronesia (!), alcanza en Tenerife a 15
metros de altura y tiene un tronco de hasta 50 cm. de diámetro. Feijoa sellowiana
se considera como sinónimo de Acca sellowiana (Berg) Burret, y Genista monos-perma
podemos retener como Retama monosperma. Y nos extraña el tratamiento
de Mvrtus tal como presentado en el libro, incluyendo aquí Myrceugenella, Amo-myrtus
y Ugni, géneros perfectamente separables; además "Myrtus" luma y Myr-ceugenella
apiculata son dos cosas diferentes.
Fuera de las descripciones tan importantes contiene el libro una enumeración
de colaboradores, listas de dibujos y totografias, una tabla metrica, y el indice de
las especies tratadas, con sus nombres válidos, sinónimos y vernáculos. Este libro
presenta una gran ayuda para trabajos de identificación de plantas de jardín, y
una adición valerosa para nuestras bibliotecas. Uno espera -inquieto- la apari-ción
del próximo tomo de la edición.
G. K.
K. HUECK (3 & P. SEIBERT: Vegetutionskarte vori Siidarnerika / Mapa de la
Vegetación de América del Sur.
Vegetationsmonographien der einzelnen Grossraume, Band ITa (Herausge-geben
von H. Walter). Erlauterungen Karte / Explicaciones mapa
1:8.000.000. Gustav Fisoher Verlag. Texto VI1 + 71 pp.; Stuttgart 1972;
DM 28,OO
Ei Mapa Üe ia Vegelación ae América dei Sur (en aiemán y eslpañoij, fran-camente
no urge presentación alguna; basta mencionar su título y datos biblio-gráficos.
El profesor Hueck ha dejado su libro "Los bosques sudamericanos" co-mo
obra magna de su vida dedicada a la ciencia, en especiad del continente sud-americano.
El mapa de la vegetación resultó de su herencia documentaria, dejada
en el momento de su muerte en 1965, y es el merecimiento tanto del Prof. Sei-bert
como de la casa editora que publica el mapa, como supleniento de la obra
de Hueck.
El mapa (1:s millones) se presenta en multicolor, con sus explicaciones en
el márgen del mismo. Creemos este mapa el más completo presentado hasta la
fecha, en cuanto a Sudamérica. Y el pequeño libro acompañante se basa directa-mente
en nota$ dejadas por el prof. Hueck. Se explica para cada zona y forma-ción,
su distribución, condiciones climáticas, nivel sobre el mar, y se mencionan
las especies (económicamente) más importantes; en varios casos se refiere a la
obra arriba mencionada ("bosques sudamericanos). En cuanto al texto presente,
tenemos la edición bilingüe que, sin embargo, no abarca todos los tErminos en
español. Sin saber que existe una edición separada, más completa, creemos que
la edición presente ya ayudará mucho a cualquier botánico, forestal, agrónomo,
geógrafo etc. trabajando en Sudamérica. Creemos que esta abra puede dar
comienzo a varios nuevos estudios iegionales, y creemos que esta obra tan Útil
es un homenaje póstumo para su autor fallecido.
G. K.
T. G. TUTIN, V. H. HEYWOOD, N. A. BURGES, D. M. MOORE, D. H. VA-LI3N'IiINE.
S. L[. \xaTEl?, E. A. Y333 & cu!!.: F!oi.ü Eüi.opaea. '~~01.
3. Diapensiaceae to Myoporaceae. Cambridge University Press. XXIX +
370 pp.; London 1972. £12.
Continuando el mismo modelo como aplicado en los primeros dos tomos,
los editores y Cambridge University Press presentan el tercer tomo de esta gran
Flora Europea. Este tomo abarca las familias Diapensiáceas hasta las Mioporá-ceas,
y contiene familias tan iniportantes como Piimuláceds, Plumbagináceas,
Convolvuláceas. Lahiadas y Escrnfiilariáccni 1 oc editores asictentec editnrilies
y colaboradores tratan un total de 247 géneros perteneciendo a 32 familias. Se
tiata de un gran número de especies y, además, muchas subespecies, forman in-termedias
y taxa algo críticas. Las Rubiáceas, según una nota incluída, serán pu-blicadas
en el próximo tomo
También continúa el aumento del precio. Los primeros dos tomos, con casi
mil páginas (juntos), cuestan lo mismo que el tomo tres que contiene, al otro la-do,
sólo la tercera parte del volumen. Resulta costosa, esta "Flora Europea", y no
todos los que tienen interés pueden adquirirla.
En cuanto a los textos de nuestros libros, estos siguen exactos, correctos y
abreviados como acostumbrado. Sin embargo, no todos los tratamientos son tan
senciiios y concisos como en Soianáceas y Buaüieiáceas, por ejempio; tomando
otras familias nos encontramos invadidos por subespecies y otras formas no
(oficialmente) enumeradas que hacen la distinción difícil. Y en Boragináceas, es-pecialmente
en Litlzospermum s. lat., tenemos que corregir nuestras listas, con-siderando
también géneros como Neatosrema y Buglossoides. El genero Sideritis,
en el libro, nos parece como "nacido con dificultades", y el tratamiento de Lip-pia,
seguramente no ha llegado a su punto final. La "Flora" de las "Floras Euro-peas''
seguramente no es fácil de digerir. Y nos faltan dos tomos más, como mí-nimo.
G. K.
F. v. WETTSTEIN (fundador); H. ELLENBEKG, K. ESSER, H. MERXMUL-LER,
E. SCHNEPF & H. ZIEGLER (edis.) en colaboración con las So-ciedades
Botánicas de Dinamarca, Israel, Holanda, Suiza y Alemania:
Fortschritte der Boranik, 34. Band.
Springer-Verlag; XV + 500 pp., 24 figs.; Berlin - Heidelberg - New
York; DM 68,OO Ó US $ ca. 21,60.
1 - - - - 6 - A A A l + p g c G s 1 D ' ' vi, i i u c v u r v i i i u \JT, U* '.U\.,",LL"J ,u uvruiii.'. , CYSi iii-dispensable
ya para la información sobre novedades y publicaciones sobre temas
fitológicas; tanto para investigadores en institutos establecidos como para cien-tíficos
menos afortunados. Se sumarizan acontecimientos publicados en las va-rias
revistas (disponibles a los autores?), tratando los varios ramos de la botáni-ca.
Tcnemos 4 reseñas sobre "Anatomía y hforfología", por P. Sitte, L. Geitler
& E. Tschermak-Woess, G. Drews, y W. Troll, tratando sus disciplinas respec-tivas.
Sobre Fisiología reportan F. Wanka, O. L. Lange, H. Marschner, H. Metz-nsi,
E. =e&, T. IIaí.:meiiii, H. R Schüttc, Y-. r?5rff!lng, G le!!ei.herg, R Kai.
deber y W. Haupt. El campo de la Genética es sumarizado ¡por W. Stratling, R.
Hausmann, H J. Rhaese, F. Herzfeld y R. Huetter. En Sistemática tenemos las
contribuciones por B Schussnig (Algas), E. Muller (Hongos), J. Poelt (Líque-nes),
W. Schultze-Motel (Musgos) y D. Mcycr (Helechos); faltan esta vez gim-nospermas
y fanerógamas. Y la Geabotánica es tratada por E. Jager, R. Knapp,
M. Runge, S. Vogel, J. H. Becking y F. H. Meyer.
Interesante, sobre todo son los capítulos geobotánicos que informan so-bre
nuevas "Floras". revisiones monográficas. estudios fitosociológicos, y snho
trabajos ecológicos realizados. Como siempre, depende del interés especial del
autor particular: algún capítulo se trata con más énfasis que el otro o es muy
difícil satisfacer a todos. Nadie puede cumplir con tal exigencia, y por eso da-mos
la bienvenida al tomo correspondiente tal como preqentado.
J. POKORNY: Baurne in Mitteleuropa.
Aus der Reihe "Natur in Fanbe", 192 pp. con ca. 320 figs. (en color).
Bertelsmann Ratgebervedag; München 1973. DM 9,80
Con Arboles en Europa Central la casaeditora Bertelsmann continúa su
serie sabre "Naturaleza en color", libros de tamaño "bolsillo", instructivos, bien
ilustrados y a precio económico. En el caso del tomo presente se trata de una
cUil6ii i i~r i~i d i i(dA r~id,P r a ~ di 972). ei rexro es de J. Poirorny, las ilustraciones
de la pluma de Jirina Kaplická; el texto ha sido traducido por V. Cifková. El
libro consta de 192 páginas en total incluyendo 64 láminas en color y varias ilus-traciones
en blanco y negro.
El libro se introduce #por el capítulo sobre estructura y ciclo ecológico y vital
de los árboles en general, explicando términos técnicos, alimentación, la made-ra,
crecimiento y propagacih de tales vegetales. Esta "introducción" es muy
exp~,!ica&uY, las .2 .U.-t..--:--U-- LLawLVq1u.v!e~n c! eiitciider de i6iiiiiiiüs i i ic~l~iundi le~ns
el texto. Los textos que acomipañan a las láminas en color contienen datos su-plementando
las ilustraciones asímismo como datos de interés general, como so-bre
la distribución (u origen) de las especies, su crecimiento, su uso y su impor-tancia
dentro del bosquc o de la comunidad como destinada. Se tratan 64 espe-cies
principales y, en algunos casos, se mencionan especies relacionadas; incluí-das
hay ciertas especies originalmente introducidas y que se han establecido en
los paisajes del centro de Europa, como Pseudotsuga, Juglans, Liriodendron, Mo-r
US, Rüblr&, ALkiríd~üa, c í ~ .
Im~portante, además, es el capítulo final, dedicado a las áreas de los árboles
tratados, a su exigencia en cuanto a las condiciones climáticas, al aprovechamien-to
de los bosques, y a su papel como miembros del paisaje y de un ambiente na-tural.
Las breves notas bibliográficas y el registro cierran las páginas de un pe-queño
libro que se recomienda con facilidad y placer; los autores sabían bien
qué tratar.
G. K.
ILELMUT CAMS (edit.): Kleirte Kryptogarrtertflora. Band IV. Die Muus - und
Farnpflanzen (Archegoniaten), von HELMUT GAMS.
Gustav Fischer Verlag; VI11 + 248 pp.; 5, erweiterte Auflage; Stuttgart
1973. DM 30,OO
Esta Pequeña Flora Criptogámica, un libro ya bien recibido desde hace tiem-po,
nuevamente llama nuestra atención: El Prof. Gams presenta la 5a. edición del
tomo tratando "Musgos y Helechos", edición revisada y aumentada. Con claves,
descripciones y 116 ilustraciones, generalmente complejüs; con glosario, clave
de especies o grulpos mayores según formas y tamaño de esporas y con el regis-tro
general.
En orden sistemático el autor trata las clases siguientes: Hepaticae, Andreaea-les,
Mirsci, Psilotopsida, Lycopsida y Pteridopsida, con sus fmiilias respectivas (2s
decir hepaticas, musgos y helechos), probablcmentc de todo el área europeo. To-dos
los grupos y todas las especies están bien enclavadas; su descripción es bre-ve
pero contiene lo esencial, y se menciona su distribución; sinánimos son pre-sentados
sn!n en c-sos neosxias. En ciianto 2 !os helechcs ;I he!echc a!indan,
grupo de nuestro interés especial, se sigue un sistema conservativo y racional,
tratando las especies conocidas sobre todo de Europa central; lo que quiere decir
que la enumeración no es tan completa como presentada en la "Flora Europea".
Pnr rjem,pln en T.yrnpndinm c 12t 1i FF presentl !n especies, -6s x.rari?i~ s-~b
especies, mientras que nuestro libro se limita a 6 especies, solamente. El trata-miento
de los géneros Notholaena y Cheilantlles es ejemplo modelo, excelpto en
el caso de Cheilanthes fragraris donde se cita (L.) Webb & Berth. como autores.
En casos como Pteris vittotn vs. lnngifnlia, en Thelypteris vs. Phegopteris +
Stegnogruminu + Oreopteris etc. se nota cierta discordancia entre FE y el trata-do
presente. Pero en talcs casos, los autores quizás nunca se pondrán de acuerdo.
Quienes seguimos sufriendo somos los que tenemos que usar estos libros. Con re-ferenris
a n'iestrn libro. en resumen, un lihro práctice qle, indiid~b!exente en-cuentra
su clientela acostumbrada.
G. K.
GERWA ROB: Kanarische Inseliz.
Bertelsmann Reiseführer. Kartographisches Institut Bertelsmann; 128 pp.,
10 mapa? y 17 dibujos (por Friedl Rasp'l Giiteriloh 1977 nM 4 80
También la Casa Bertelsmann informa sobre Canarias. Sin embargo, aquí
se trata de una "Guía Turística" propiamente dicha, con todos sus buenos as-pectos
y -también parece natural- sus defectos. 1.0 que más me gusta del li-bro
es su estilo claro y sencillo, y son los dibujos que acompañan el texto. Las
inforniaciones generales son defectuosas o incompletas (precio de gasolina p. ej.
corresponde al de la Península; auxilio en carreteras existe, y no solamente desde
ayer; para coches de alquiler se menciona una sola agencia, y para aficionados
a la vida nocturna tenemos innumerables discotecas!). En cuanto a las descrip-ciones
de las islas en particular los datos son más exactos, y útiles son las ru-tas
propuestas para excursiones, con datos correspondientes que pueden interesar
al excursionista.
Con el 'permiso (?) de la autora algunas correcciones: p. 56 Valle d~ Arj-dane;
p. 99 Isla de Lobos (y que mide 6 qkm); p. 123 el vino es del país, y
;por qué "Meeresfrüohte" cuando se puede hablar de "Schalentiere"?. Pág. 83:
~Dbnde está el "bosque fósil", de Artenara?, y p. 89 estas ''iiesig~ kaiidzlabei-formige
Disteln" se llaman aquí "cardones" y en alemán "Kaildelabrr-Wolfs-milch".
Pág. 90: Maspalomas nunca se encontraba dentro de las dunas, y el char-co
de Maspalomas apenas es de agua dulce. Pág. 95: la segunda ciudad de Gran
Caliaria (Uespüés de Las Fahas) es Te/&. y iiü Aiucas. i'ard .Tadía (p 161)
existe una discriminación en cuanto a hoteles mencionados; el mapa (p. 107) ha-brá
que corregir (Lobo = Lobos). Desde Orzola (p. 110) son más que 2 kms.
hasta el Mirador del Río y (p. 113): ¿qué diferencia existe entre el "Botani-
Gai:ci, La ~iuiai.u" Y e! Tiirdfn zo:.&ico de rüiitv de lü Ciiizl
Lo que má3 nos molesta es la declaración de la autora que "die Kana-rischen
Inseln sind keine Kunstregion". A ver si Alemania, sobre 7.500 qkm. ha
producido más poetas, historiadores, pintores, arquitectos, cantantes, etc. El exa-gcrar
cs un caso, la información objctiva cs otra. Son rccomendaeiones de un
reseñista, en caso que se haga una nueva edición.
G. K.
HENRY MYHILL: The Canary Islands.
Faher RL Fnhr (Pzper Ccierrd Yditi~m); 205 pp., 34 fotügi., 9 irrapas,
London 1973. £ 1,35.
No es Guía turística sino un libro de viajes, una descripción viva de las
Islas Canarias. presentado en el estilo clásicn qiil emhnrgo, !os textos nc CU-recen
de informaciones útiles como: sitios recomendados a visitar, conexiones
entre las islas, hoteles y restaurantes, y datos geográficos e históricos de inte-rés
general. Son impresiones personales, redactadas como textos continuos, y so-lamente
flora y fauna de las islas han sido algn neplertas. Perc nu se p;e& e-.-
perar perfección, porque el autor ya ha escrito varlos otros libros, sobre Portu-gal,
los Pirineos Españoles, y sobre regiones boreales.
Comenzando con la descripción de su viaje hacia las islas. el autor ofre-ce
introducciones generales, personales e históricas, 1ing;iísticas y otras, a veces al-go
erráticas como por ejemplo se hace constar que no existen fósiles vegetales en
Canarias. Muy interesantes, al otro lado, son citas bibliográficas, sobre los bos-ques
en las islas orientales, sobre visitantzs tem~ranos en las islas. y sobre las
consecuencias de la esclavitud como practicada durante los primero? año9 de
la Conquista.
En la parte principal del libro el autor trata a cada isla en particular, o
aescribe sus impresiones en cada ida. Pobre Gran 'l'arajal, ¿ ~ L Ih&an hecho al
autor para que éste lleve una opinión tan desilusionada?. Al otro lado el auto]
hace sus comentarios sobre los engarios PIZ 10s zonas turísticas, sobre precios ar
bitrarios, sobre la destrucción d~ la belleza de los puisaies, y sólo falla en su de
ciaración q~ic los dias áe ia cspcculacion de los suelos pertenecen a1 pasado (de,
seamos que pronto sea así). Es una pena que las ilustraciones del libro, esta vez
verdad, pertenezcan a tiempos pasados.
B. SLAVIK: Wildpflanzen in Feld und Wald.
Aus der Reihe "Natur in Farbe", 192 pp. con ca. 140 ilustraciones (en
color por V. Choc; traducido por L. Wichs. Bertelsmann R'ttgeberveilag,
München 1973. DM. 9,80.
Con Plantas silvestres en bosque y campo tenemos otro libro popular que
indudablemente encuentra sus admiradores. También esta obra había aparecido
anteriormente, en su versión original, en Checoslovaquia (Artia, Praga). Y tam-bién
esta obra está claramente dividida en tres partes principales: notas introduc-tivas.
parte descriptiva, y un apéndice práctico Solamente no pudo encontrar nin-gún
orden en la presentación de las especies. Pero -ya tenemos un registro ...
Las especies tratadas en nuestro Iibro (con dibujos niuy buenos) se nos pre-senta
con breves descripciones botánicas, datos sobre su distribución, datos eco-lógicos
y notas sobre el carácter generlil de las especies en particular Un cierto
númcro de plantas tratadas se encueiltrnn bastd cn eslda Isl'tb Canarias. Muy in-teresante,
además, es la parte introductiva donde el autor explica "la planta y su
ambiente", mencionando que no solamente orquídeas, cactáceas y otras plantas exó-ticas
son plantas admirables: "Las plantas aparentemente más comunes de nuestros
bosques, praderas y campos son extiaoidiiiaii~ia, hnio en wlor como en la belleza
de sus formas que cada uno -siendo abierto a esta belleza- simplemente debe
entusiasmar".
Volviendo a la parte técnica, el autor explica las condiciones eco1ógica.s que
hacen estz vida vegetal pnsih!~, y nos hnh!. de la impnrtanriz d? ciertas ?isrpcies
como elementos indicadores en cuanto a los suelos o una comunidad especial. Y
nos enseña la distribución de las plantas en general, mencionando sus agentes de
dispersión, y nos explica como coleccionarlas y guardarlas. Hay referencias y los
registros finales, y cinco líneas en las cuales el autor llama la atención de los lec-tores:
La Naturaleza no nos ha sido entregada solamente para gozarla y explotar-la;
tenemos una obligación hacia las futuras generaciones.
H. E. HESS, E. LANDOLT & ROShlARIE HIRZEL: Flora der Sclzweiz und un-grenzender
Gebiete. Band 3: Plumbaginaceae bis Compositae.
Mit Literaturverzeichnis und Generalregister für die Bande 1 - 3
Birkhauser Verlag, Basel & Stuttgart; 876 pp., ca. 1200 figs.
Basel 1972; sfr. 188,OO o DM 170,OO
Con este tomo concluye la "Flora de Suiza y regiones adyacentes" (véase
también "Cuadernos" 13:53), obra monumental, hasta en su tamaño tan criti-cado
(29 x 23 cm.).E n el tomo 3 se incluye familias tan numerosas e importan-tes
taies como iabiadas, soianáceas, esirofuiariaceas, rubiáceas, campanuiaceas,
y, como ya mencionado, las comtpuestas; esta última familia se trata sobre casi
300 (!) páginas. Repitiendo de la reseña anterior: la "Flora de Suiza" es una
obra "moderna", excelentemente ilustrada por dibujos a plumilla, con claves y
descripciones, y muchos datos adicionales como por ejemplo sobre la ecologia,
citología y distribución geográfica de las especies". En este tercer y ultimo tomo
se trata un total de 30 familias, con (a~proximadamente) 220 géneros y más de
mil especies. Se mencion,an innumerables híbridos asimismo como unos complejos
críticos que nece5itan aun revisión.
En cuanto a tratamientos nomenclatóricos, en acrofulariáceas Cymbalaria
y Kickvia quedan hundidas en Linaria; en p. 165 nos quedamos con Xicandra
plzysaloides (sic.), cn p. 522 crecmos conveniente mantcncr Pallenis (no "Pallcn-sis")
separado de A~teriscus. El coinplejo de Turaxacum (v. Soeat 235 sperie~
para Suiza solamente!) ha sido reducido a 9 especies, y también el com~plejo de
Hieracium se toma racionalmente. Para Sonchus (p. 636) se recomienda citar su
multitud extraordinaria cn Canarias.
En pp. 685-777 se publican adiciones y correcciones, y (p. 778) algunas com-binaciones
nuevas. Siguen dos páginas de agradecimientos, cuatro páginas de
-o.ln- c- .a. .ri. n- , cmentn y do3 páginns de referencinij y treintn piiginni de regiptrn (con- - . - - - -. . .
siderando los tres tomos). El tomo 1 se publicó en 1967 (858 pp.),, por DM 130,-;
el tomo 2 en 1970 (956 pp.) por D8M. 170.-: vamos subiendo como todos los
artículos, Fuera de esto creemos que esta Flora de Suiza como presentada tiene
mucha importancia, y no solamente para hotánicns en el área concernida.