CATHARUM
LA CONG, REGACIÓN DEL CORAZÓN
DE MARIA Y EL PADRE DE LA VEGA
EN EL PUERTO DE LA CRUZ
1 origen histórico de la Congregación
de Misioneros Hijos del
Ido. Corazón de María, data de
1849, y la fundó el P Antonio
•-• María Claret en la ciudad levítica
de Vich (Barcelona) para " salvar las almas de
todo el mundo".
En la segunda década del siglo XX, perseverante
en la difusión de esta gran obra para
gloria de Dios, abre casa en el Puerto de la Cruz
el 5 de mayo de 1918, siendo Provincial de la
Bética el entonces M.R.P Nicolás García. Fue
primer superior el R.P Antolín S. Fernández
Martínez de Azagra (uno de los orad<? res más
elocuentes que han ocupado la cátedra sagrada
en Canarias), secundado por un pequeño grupo
de padres y hermanos que unidos a los que se
incorporaron más · tarde y, pese al tief!1Pº
transcurrido, aún viven en la memoria colectiva
del Puerto nombres como Esteban Belascoaín,
Ignacio Muro, Ceferino, Eugenio, Cipriano
Sanmartín, Antonio Ibáñez, Fidel Dartilán, De
la Vega y otros.
f
Desde su asentamiento en la localidad, la
C ongregación ocupa un primer plano
socioreligioso manifiesto a largo de su
Melecio H ernández Pérez
memorable y fructífera etapa misionera y educativa
que alcanza a las estructuras sociales más
humildes por su entrega fervorosa y solidaria en
la formación espiritual, pedagógica y física de una
juventud favorecida por la trascendente labor de
apostolado que prendió en el corazón del pueblo
tan lleno de carencias y ávido de saberes.
Estos religiosos fundaron un colegio de Primera
Enseñanza pa,r a alumnos pobres y gra-tuitos,
que precisaba del alumnado de pago.
Cada domingo o día festivo los escolares en
hileras de dos en fondo, separados pudientes y
pobres, acudían a misa de San Francisco.
También realizaban excursiones y llevaban a los
alumnos al "Thermal Palace" en determinadas
solemnidades, a finales de curso o en sus
festividades votivas.
La regencia de la iglesia de San Francisco por
parte de los " padritos", como popularmente
eran conocidos, marcó un hito en la trayectoria
del templo conventual, tan necesitado de
sacerdotes y sus ministerios, mantenimiento y
conservación del sagrado recinto. El 17 de abril de
1918 la Congregación se hizo cargo de la iglesia; y
fueron capellanes del Colegio de las Hermanas
de la Pureza Santísima y del Hospital, servido por
0$,stituto de {f;~tudios 0/(;~pá11icos de 'tfanarias J 7
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
CATHARUM
las Amantes de Jesús. En 1938 los Hijos del
Corazón de María levantan la casa del Puerto
después de veinte años , por motivos ,
curiosamente muy similares a los que movieron
a su fundador el VP.Claret a separarse de su obra
predilecta: los juicios humanos y las pasiones
políticas. El acto de entrega de la iglesia de San
Francisco a don Federico Afonso González,
como cura párroco propio de este Puerto, tuvo
lugar el 29 de diciembre de 1938. También se
clausuró el colegio que había sido inaugurado el
19 de octubre de 1918, habiendo pasado por sus
aulas hasta 1924 quinientos siete alumnos. La
matrícula de dicho año fue de ciento ochenta y
cuatro.
La Comunidad durante su permanencia en el
la Asamblea Local de la Cruz Roja) no tenía
habitaciones suficientes para instalar colegio, se
trasladó a otra más amplia en la calle Blanco,
número 17, el día 23 de agosto del mismo año. Se
trata de la casona del siglo XVIII, primer
establecimiento del colegio de la Congregación
en la localidad, y lugar de nacimiento de don José
A. Alvarez Rix.o; y, posteriormente, el 5 de enero
de 1921, a la antigua casa "Cárpenter", en la calle
Pérez Zamora, número 36, adquirida en compra
para la Congregación, y actualmente prevista
para Casa de Cultura. También la Congregación
compró la casa contigua, con miras a construir
una iglesia adosada a la casa-colegio.
Puerto estuvo ubicada, sucesivamente, en los Semblanza bio~ráfica del Padre de
inmuebles de calle Agustín de Betancourt, la Ve~a
número 5; pero como aquella casa (hoy sede de
Casa natal de Álvarez Rixo
J (~ ~J/( <!l'ista de Yfif!ncia., \' <' J{;,manidudes
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
De la vida y obra del R.P. Optaciano de la Vega
del Río ( 1892-1973) trazaré el perfil de la personalidad
humana, religiosa e intelectual de este
soldado de Cristo, mariano y mítico misionero
que durante su estancia en el Puerto de la Cruz
(1930-1938), sembró caridad, amor y cultura en
las gentes del Puerto consagrado en cuerpo y
alma como sacerdote y maestro, con sabiduría y
abnegación. Pero además, el padre de la Vega fue
inspirado y laureado poeta que legó lo mejor de
su lírica a la posteridad.
Envuelto en la atmósfera enrarecida por la
caída de la Dictadura en 1930 que encabezaba
Primo de Rivera y por la proclamación de la II
República instaurada en 1931 -inicio de una
década fratricida de difícil andadura-, llegó a
Canarias por primera vez el padre de la Vega
destinado al Puerto de la Cruz.
En aquella época, dada la inactividad mercantil
CATHARUM
y portuaria que marcaba la paupérrima Casa de la Cultura, Pérez Zamora.
e_conomía local y la conflictividad política de
España, el destino de un sacerdote a este pueblo
norteño era considerado poco menos que castigo
o destierro, no ya sólo por el difícil periodo
socioeconómico y político, sino por su
acentuada tradición izquierdista que abanderaba
el socialismo desde 1922, asociándolo,
indefectiblemente, aunque incorrectamente,
con el ateísmo. Por otra parte había miseria en
Tenerife y el Puerto de la Cruz no eia,
precisamente, la excepción de la regla; por el
contrario, la pobreza era muy ostensible.
Mientras la Iglesia trataba de desplegar una
acción evangelizadora para neutralizar la
supuesta amenaza; mas con la predicación de la
ley dictada por Dios en las sagradas tablas hechas
públicas por Moisés al pie del monte Sinaí los
estómagos vacíos no se llenaban; el proletariado
extremaba su ideología sumándose al
comunismo, como si en la nueva doctrina
política estuviera la panacea a sus múltiples
carencias. De ahí qu ~ l9s misioneros del Corazón
de María desarrollaran una piadosa acción social
en los sectores menos favorecidos.
El padre De la Vega llegó al Puerto cuando
contaba 38 años de edad y 13 de vida sacerdotal,
pues su ordenación tuvo lugar en 1917, año éste
epidémico y preludio de la famosa "gripe
española" de los años 1918-19 de tan elevado índice
de mortandad que al extenderse por todo el
mundo alcanzó la terrorífica cifra de un millón
de muertos. Curiosamente, él, que era
·enfermizo y de débil constitución física, no se vio
afectado por el virus de la infecciosa enfermedad.
Pero volvamos al sonoro mar norteño que
tantas veces contemplara su horizonte para orar y
reflexionar en soledad. Era un catequista, pero
otro tanto le importaba la preparación educativa
de los jóvenes. A los alumnos pobres del colegio,
C'Jf.s1i11110 de 'fs111dios cYGpá11icos de Yfa11arias 3 9
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
CATHARUM
que a veces sólo acudían por la merienda que les
proporcionaban, se les enseñaba gratuitamente;
pero al poco tiempo muchos abandonaban las
clases. Y era la necesidad. Los hijos se veían
forzados a ayudar a sus padres en las tareas
cotidianas para obtener el sustento familiar. Esta
grave situación se venía arrastrando a través de
los tiempos. Ya a finales del XIX el Dr. Eduardo
Dolkowsky narra esa cruda realidad: "Es muy
triste a la verdad contemplar en el Puerto de la
Cruz ... infinidad de niños hijos de arrieros y de
otros servidores de los extranjeros, que jamás
han pisado las escuelas, acostumbrándose a la
haraganería y al servilismo, importunando a los
extranjeros con súplicas encaminadas a obtener
alguna moneda, y animados muchas veces por
sus mismos padres ... Esos seres que no aprenden
a leer ni escribir y que carecen de nociones de
moral, casi son disculpables en sus extravíos,
Padre Optaciano de la Vega.
4 {) .tJ/?.evista de Y{;encias y cfl't/manidades
que deben imputarse en su mayor parte a los
directores de una sociedad mal organizada ... ".
Sabía consolar al prójimo con la palabra y el
consejo adecuados; giraba visitas domiciliarias a
los enfermos y alegraba la soledad de los sin fe
poniendo un hálito de esperanza en sus vidas. Al
sacerdote el cargo o función de despacho y
administrativo le deprimía; sabía que en la calle
su apostolado era más efectivo. Por su gran
dedicación a los jóvenes merece recordársele con
el apelativo de" apóstol de la juventud". Todo se
lo gastaba en ellos. Nunca tenía ni quería dinero
para sí. Acostumbraba decir que en sus manos el
dinero se multiplicaba; tal era el arte que se daba
para adquirir con escasas monedas pan para los
muchachos que en su cesta "milagrosa" portaba
convertido en bocadillos. Las excursiones eran
edificantes. A él le servía el camino para meditar
filosóficamente, mientras los entretenía en el
andar con cuentos y canciones. Así, con esa
habilidad tan suya llevaba la ilusión y el contento
a aquellos tiernos corazones y entre cuento y
canto introducía materias de provecho, con lo
cual los pequeños excursionistas se sentían
encantados y queridos. Era un auténtico
doctrinario. Tenía potestad y facultades para
alternar con todas las clases sociales.
Entre las actividades de proyección cultural
que desarrolló, destacan la música y el arte
escénico: en el seno de la Juventud Católica se
formó un Orfeón, Lo Divino; un grupo teatral
que representaba, incluso, obras escritas por el
propio cura. El Portal de Navidad, cada año con
afán renovador, se realizaba con esmero y era
admirado por numerosos visitantes.
Pero lo que he dado en llamar década
fratricida aún estaba por padecer los desgarros
de la Guerra Civil del 36. Ahí también estuvo
presente el P. de la Vega. Tanto él como el resto de
la Comunidad abogaron por los presos políticos
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
CATHARUM
El Padre de la Vega en el centro, flanqueado por Benjamín Afonso Padrón y Marcos Estévez Yanes, y detrás
Miguel Sotomayor y Olwaldo Reverón.
y se esforzaron por socorrer a esta tierra y sus
gentes; pero esas intromisiones no fueron bien
vistas por el Régimen; y ésta, principalmente,
debió de ser la causa de la apresurada salida de
nuestro solar.
Cuando estalla el Movimiento, el Colegio de
Segunda Enseñanza que se encontraba en la
calle de San Felipe (hoy Museo Arqueológico)
se paralizó; no obstante, la voluntad yel tesón del
"padrito" que promovió la reapertura del mismo,
el colegio, aunque remedo de aquel otro,
continuó impartiendo la enseñanza hasta el
curso36/37.
Estas y otras circunstancias dieron origen al
nuevo destino del P. de la Vega a Las Palmas de
Gran Canaria, que dejaba atrás, entre los
pliegues de la historia del pueblo, jirones .de su
corazón. Este obrero de Dios, a pesar de haber
nacido en un pueblecito de León, se había pasado
gran parte de su vida en capitales donde se
encontraba confortable, pues lejos de molestarle
el bullicio, le parecía beneficioso para su
temperamento y salud. Por eso es comprensible
que en su segundo destino en las Islas, se
encontrara a gusto: Y Es natural -dice- esta es una
' capital, campo mucho más vasto apropiado a mis
actividades y más en consonancia con mis gustos
e inclinaciones artísticas y literarias". Su ritmo de
vida había cambiado notoriamente:" Mis
múltiples y variadísimas ocupaciones no me
dejan tiempo libre. El trabajo que pesaba sobre
mí en el Puerto eran tortitas y pan pintados en
comparación con el que tengo que desarrollar
, 11 aqu1 ....
Ni el tiempo ni la distancia harían olvidar al P.
de la Vega el Puerto de la Cruz que no fue
precisamente para él ese "paraíso terrenal" que
nos canta en su popular poema; pues sufrió de
incomprensiones; el benigno clima no era
apropiado a su naturaleza; se fatigaba cuando
apretaba el trabajo hasta el punto que su salud se
debilitó considerablemente ya que el aire marino
r ;/,,sriruru de <fsrudiv.1 r_/(,pá11icos de Yia11111·111s 41
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
CATHARUM
no iba bien a sus bronquios de consumado
fumador, y padeció de frecuentes dolencias
estomacales. Posteriormente volvió al Puerto el
sacerdote en tres ocasiones, casi de forma
accidental y por breve tiempo; en la última, en
1960, para recibir un homenaje entrañable y que
fue una especie de ratificación de aquel otro de
1937 celebrado en la ya desaparecida casona del
muelle situada en la confluencia de las calles de
La Marina y Santo Domingo donde estuvo la
sede de la Juventud Católica.
Dado lo íntimo del homenaje, apenas
trascendió a los medios de comunicación, si se
exceptúa la breve crónica escrita (El Día,24/8/60)
y la retransmitida por Radio Club Tenerife por
don Benjamín Afonso Padrón, de la cual ofrezco
un resumen :" El pasado domingo, día 21, tuvo
lugar, en el Puerto de la Cruz, el homenaje al
Rvdo. P. Optaciano de la Vega del Río ... que
residió en el Puerto hasta el año 1938, consagrado
a las funciones propias de su Ministerio
sacerdotal, y a la enseñanza en el Colegio que la
Congregación tuvo en dicha ciudad ... En el
Hotel Bélgica tuvo lugar un banquete en su
honor, organizado por don Antonio Castro Díaz
y un grupo de antiguos alumnos, concurriendo
al mismo nutridas representaciones de las
distintas esferas de la vida portuense, leyéndose
numerosas adhesiones al mismo. A los postres,
don Benjamín Afonso Padrón y don Marcos
Estévez Yanes, pronunciaron sendos discursos y
recitaciones dedicados al homenajeado ... Por
último, el R.P. Optaciano de la Vega, visiblemente
emocionado, agradeció dichas
muestras de afecto .. ., recordando la época de
estancia en la ciudad con evocadoras frases para
sus hermanos de Comunidad, que con él
compartieron el apostólico quehacer ... recitando
a continuación su poesía titulada "Mi testamento".
Una prolongada ovación subrayó este
acto de homenaje que será siempre recordado en
el ámbito de los aconteceres portuenses."
El misionero seguiría la ruta por las casas de la
Congregación: Sevilla, Málaga, Córdoba, Jaén,
etc. En cada lugar anclaba su nave de la que no
quiso ser capitán ni marinero: quería ser
únicamente uno más de la tripulación a pesar de
sus dotes de almirante.
Y ello, aparte de su modestia, era una
consecuencia de una secuela congénita. Aunque
las personas consultadas le recuerdan alegre,
jovial y locuaz, era dado a la depresión como
hombre de extremada sensibilidad. Indudablemente
había ciertos rasgos en su personalidad
que caracterizaban escepticismo e instinto pesimista;
mas este aspecto de su carácter fue un
hecho inconstante a lo largo de su vida.
Quizá fuera ésta la única verdad de sí que no
reveló en vida. Era su secreto y más íntima
dolencia que bien disimulaba para no contagiar
nostálgicamente a cuantos le rodeaban, poniendo
alegría donde sólo había tristeza.
De niño fue travieso y vivaracho. Una
simpática anécdota es fiel reflejo de lo antedicho,
si bien denota voluntad de libertad y generosidad
que, efectivamente, prodigó a raudales durante
su sacerdocio.
Ocurrió un día lluvioso de Navidad que en el
corral de la casa donde había aves y otros
animales, faltaba la hierba del día para los conejos
de crianza. Contaba entonces ocho años.
"Optaciano, vete al huerto y coge un haz de
hierba para los conejos que hoy es día grande y es
bueno que no les falte la comida". El muchacho,
en lugar de atender solícito el ruego de su madre
abrió la conejera y los echó al campo para que
pastaran libremente. Pasado un tiempo no muy
largo, su madre lo descubrió sentado y perplejo
contemplando la vacía conejera."¿ Y los conejos?
¿Dónde están los animales?". "Pues los solté para
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
CATHARUM
que fueran ellos mismos a por la hierba", Autonecrolo~ía
contestó satisfecho de su hazaña.
Nace Optaciano de la Vega en el seno de una No puedo resistirme a la inserción de su
familia profundamente religiosa, en un pequeño . · a'.utonecrología redactada con evidente humildad
pueblo de León situado en un valle donde en 1966, por cuanto tiene de biografía, obviando
residió una reina mora, de donde tomó el
nombre de ''Valle de la Mora" o 'Valdemora",
como actualmente se llama. Fue bautizado en la
iglesia del pueblo el día 16 de julio de 1892 y
figura inscrito en el libro de bautismos al tomo
5º, folio 61. Fueron sus progenitores don
Mauricio de la Vega, maestro nacional, y doña
Similiana del Río, mujer piadosa.
La enseñanza primaria la recibió de su padre,
hasta su ingreso en la Congregación. Hizo su
primera profesión en 1909 y se ordenó sacerdote
en 1917.
Al año de terminada la carrera fue destinado a
Jerez de los Caballeros como profesor de
metafísica. U nos años después como profesor de
teología en Zaragoza. Allí, ayudó mucho a la
Comunidad en la predicación; que, a pesar de su
poca y mala voz, gustaba por su forma y fondo,
siendo grande su fama como orador sagrado. Sin
proponérselo, él dio ocasión para que se le
dedicara a este ministerio, que no era
precisamente lo que deseaba, aunque fuera un
gran bien para la feligresía, ya que desde el
púlpito también pregonó el amor a la cruz y a
María Santísima.
Triunfaba en cuanto se le encomendaba.
Convencido de la influencia paterna, se sentía
educador vocacional. Le gustaba y sobresalió en
literatura y, más que literato, se sentía filósofo y
teólogo. En esto soñaba cuando enseñaba de
joven estas asignaturas y pensaba jubilarse ...
enseñando. Pero llegó la sorpresa con el destino a
Córdoba, y como buen religioso calló y
obedeció. Tal vez tuvo que ir toda la vida contra
corriente ...
cuanto ya se ha referido del mismo para no pecar
de reiterativo."Cumplidos los 74 años, edad en
que ya nada puede esperar el mundo de mí, ni yo
del mundo; cuando me preparo a celebrar
próximamente mis Bodas de Oro Sacerdotales,
con un pie casi en la sepultura, como suele
decirse, me decido a escribir esta mi necrología
con el solo y exclusivo fin de evitar a otro el
trabajo de hacerla, si es que cuando me muera
existe todavía la costumbre de recordar la vida de
nuestros muertos( ... ).
Nunca me ha gustado molestar a nadie y lo
quiero evitar hasta después de muerto.
Nací en Valdemora, pueblecito insignificante
de la provincia de León el día 13 de julio de 1892,
de padres muy cristianos.
Por medios del todo providenciales, y contra
toda previsión hum~ná, ingresé en el Postulando
de Valmaseda y allí cursé Humanidades.
Terminadas éstas me destinaron al N aviciado de
Jerez de los Caballeros Casa de S. Agustín , en la
recién fundada provincia bética profesando el 25
de julio de 1909.
En el mismo Noviciado cursé los tres años de
filosofía, pasando después al Colegio de Aguas
Santas, en el mismo Jerez de los Caballeros, para
estudiar teología que hube de interrumpir al final
del tercer año para incorporarme a filas en
Madrid. Sólo tres meses serví en el Ejército, al
terminar los cuales pasé, por orden de los
Superiores, al Colegio Mayor de Santo Domingo
de la Calzada, en donde me ordené sacerdote el
día dos de junio de 1917, pasando seguidamente
para Aranda de Duero a cursar el año de
Preparación, como entonces se llamaba.
0Xisri11110 de 'fs11u/ios 0..J(;~pánicos de "fi:t111arias 4 3
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
CATHARUM
Mi primer destino fue la Casa de Aguas
Santas con el cargo de profesor de filosofía que
desempeñé tres años, pasando después a Zafra
como profesor de teología.
A los tres años me destinaron a la Casa de
Ciudad Real para dedicarme al ministerio
apostólico, destino que torció por completo el
rumbo de mi vida y me hizo enfilar por bien
distintos derroteros la nave de mi destino, que
navegaba hacia muy distintos puertos. Sin
embargo, y a pesar de mi pobre salud, mi voz
escasa y de timbre desagradabilísimo, y de mi
nula preparación para ello, Dios ha estado
ninguno. Y a mis 74 años, edad a la que por mi
débil constitución física nunca creí llegar, aún
sigo en la brecha y con fuerzas que Dios me
conserve, para seguir trabajando, casi como en
mis buenos tiempos; voluntad no me falta.
De mi vida espiritual mejor fuera no decir
nada para decir algo bueno. A propósito he roto y
quemado todos mis apuntes, notas, resoluciones
de ejercicios, diario, etc., etc., y cuanto a mi vida
espiritual pudiera referirme por ser cosas tan
íntimas que a nadie interesa más que al
interesado.
conmigo y no he sido nunca obrero de brazos Únicamente quiero dejar aquí un Pentágono,
cruzados en la viña del Señor. He recorrido casi como síntesis y resumen de toda ella:
todas las Casas de la provincia y, fuera de las
Misiones entre infieles, creo que me he 1°. Quoniam nihil fui, nihil sum et nihilero,
ejercitado en todos los ministerios de la cupiam pro ni hilo reputari.
Congregación, aunque sin sobresalir en 2°. Nec petere necrejicere quidquam.
•'
\~~-
El Padre de la Vega y Benjamín Afonso Padrón en el Hotel Bélgica, año 1960, con motivo del Homenaje en su Honor.
44 ~11vista de YÍJie11cias r 0Yf':t~11a11idades
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
3°. Agere et pati silens.
4°. Omnium me circunstantium felicitatem
satagore.
5°. Ora et labora. Omnia possum in eo qui
me confortat.( ... )
Diré, parodiando lo que de Santa Teresa se
cuenta: De mi bondad, que Dios lo sabe; de mi
talento, que no soy tonto; y de mi físico, que soy
pequeño, flaco, enfermizo, de mala voz y pocas
fue rzas, una completa vulgaridad en todo.
De mis defectos, que son innumerables, dos
tengo por capitales, que conozco y conocerán
todos cuantos me conocen, porque saltan a la
vista.
El primero, que soy un charlatán desatado( ... )
De ese defecto que nació conmigo y se desarrolló
con los años, no me he corregido nunca. De niño
porque no me lo reconocía; y de mayor porque ví
en él una válvula de escape para disipar o neutralizar
los negros vapores de la melancolía y
tristeza que de siempre han fermentado en los
bajos fondos de mi carácter y han amargado toda
mi existencia, sobre todo en los años mozos.
( ... )
Eran para mí las fiestas días aciagos, un
verdadero tormento. Las esperaba con ansias;
pero como nunca llegaban a ser lo que yo había
soñado, no me satisfacían y se tomaban en
desengaño tristísimo. iHasta el día felicísimo de
mi ordenación sacerdotal me pasó lo mismo! i Y
cuidado que soñaba en ello! ...
De bastantes años a esta parte, esta garrulería
mía se ha cambiado tomando un tinte de
marcado humorismo. Quizá porque el humor es
el fruto agridulce que produce el árbol de la vida,
cuando los vientos de la adversidad le han
s~cudido y la carcoma del dolor ha reducido a
yesca el corazón de su tronco; o quizá porque la
experiencia, los desengaños, y mi espíritu
observador y crítico por naturaleza, me hacen
CATHARUM
caer en la cuenta, casi por instinto, de la parte
cómica y ridícula de las personas y circunstancias
que me rodean. Algo también quizá, por el
. ·empeño mío en cumplir el cuarto mandamiento
de mi Pentágono.
Mi segundo defecto, que juzgo capitalísimo, y
del cual tendré que dar estrecha cuenta a Dios,
porque hizo infructuoso en mí, los pocos
talentos que me concediera, es, lo que por decirlo
de algún modo, llamaría yo" pereza mecánica" o
mejor dicho, para la mecánica. Es decir: inacción,
desgana, apatía para todo lo que implica Úabajo
mecánico. En esto he sido siempre un perezoso,
un vago, un holgazán completo.
Creo y me da vergüenza consignarlo, porque
dice muy poco en favor de mi hombría, que sólo
cuando me obligaban o la necesidad me ponía en
apuros hacía algo de provecho; sin eso, nada.
Todas las energías de mi vida espiritual
quedaban completamente anuladas ante el
menor esfuerzo mecánico que hubiera de hacer.
Y digo esfuerzo o trabajo mecánico, porque el
estudio, la lectura y c'.u;ilquier trabajo intelectual
eran para mí un placer que me obsesionaba. He
sido un lector insaciable y empedernido. No he
escrito nada y debiera haberlo hecho sólo por el
trabajo físico que suponía mover la pluma; ni
llevé a término muchas obras empezadas, por la
misma razón.
Sinceramente debo confesar que s1 me
hubiesen obligado, tal vez hubiese producido
algo de provecho que nunca hice. Decir esto,
repito, me humilla, pero es verdad. Virtudes no
me reconozco ninguna, ni creo que las tenga. Si,
acaso, esto que debo agradecer del todo a Dios,
pues de mi parte poco o nada he puesto para
conseguirlo; que, fuera de los disgustos
ocasionados a mis padres en la niñez, que fui
travieso y desobediente, porque habiendo sido el
mayor y por muchos años el único hijo de mis
o_yr,s1i1u10 de ~·1111/ios c Yt.;pá11icus de Yf:a11arias 4 5
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
CATHARUM
padres y nieto de mis abuelos, me mimaron en
demasía. Fuera de esos, digo, no me acuerdo, ni
creo que a sabiendas haya hecho mal a nadie ni
causándole disgusto adrede. Aun para los que
sabiendo o sin saber me hicieron algún dafío fue
mi comportamiento bondadoso; pues no se lo
eché en cara, ni guardo para ellos rencor alguno.
Aun después de muertos podrían agradecerme
algunos los buenos oficios y benévolas ausencias
que tuve para su memoria. Esto, como acabo de
decir, se lo debo todo a Dios que me dotó de un
carácter naturalmente bondadoso.
Esto no quiere decir que a muchos y de mil
maneras no haya molestado y herido con mis
palabras, malos ejemplos y modo de conducirme;
pero nunca lo hice adrede; y aprovecho
esta última ocasión para pedir humildemente y
con toda mi alma perdón a todos y cada uno. Que
me dispensen, que no fue mala voluntad para
nadie. Esto es lo único bueno que reconozco en
mí y por lo que confío en la infinita misericordia
de Dios que perdonará mis innumerables El Padre de la Vega con la Juventud Católica en el año 1936
pecados y olvidará mis graves ofensas .
Últimamente ruego a todos que, como buenos los 81 afíos, cuando la primavera se inunda de
hermanos, se acuerden de rogar por mi pobre trinos y flores, como pronosticara en su poema
alma; pues yo en el cielo que espero alcanzar por "Mi testamento"
la misericordia de Dios y la intercesión del
Inmaculado Corazón de María nuestra Madre, Obra literaria.
no me olvidaré de ninguno. Doy gracias a Dios
por mi vocación y muero contento y confiado en
el Instituto de Hijos del Corazón de María".
El padre de la Vega fue Superior de la Orden
en Jaén, y en los afíos postreros de su vida,
agotado el cuerpo y colmado el intelecto de sabiduría;
sangrante el corazón por amor a Dios, al
enfermar de consideración y presintiendo el
final de sus días, como si no quisiera presentarse
al Supremo investido de graduación, quiso
morir como había vivido: misionero y siervo de
Dios. Y así entregó su alma el 5 de abril de 1973, a
La obra literaria del P. de la Vega permanece
manuscrita y muy dispersa, si no olvidada y
perdida; tal era el desinterés del autor por su
propia creación. El principal caudal fue puro
lirismo: poesía reflexiva y musical cargada de
hondos sentires humanos y divinos y de variada
temática iba quedando desperdigada en el
camino como hojas otofíales. Manos benévolas
supieron recoger y conservar, un tanto rotas por
el tiempo, algunas de esas páginas que hoy, al
menos aquí, es cuanto conocemos de la filosofía,
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
CATHARU~I
pensamiento y quehacer poético de ésta su todos los demás, lo hacía en sobre cerrado bajo
predilecta faceta de la Literatura. lema. El jurado premió a la de mayores méritos
Pero el poeta, por exigencia estatuaria de la titulada "A mi patria"; pero al comprobar que el
Congregación, ya que nada de lo suyo era de su ·autor de obras como la recién publicada "Romeo
pertenencia sino que se debía en obediencia y Julieta"( 1936) había participado sin premiar tan
absoluta al voto religioso, cuando intentó
publicar había de hacerlo cediendo la. autoría o
con nombre supuesto, y, aunque era muy
humilde, le dolía renunciar a la identidad
legítima. El sacrificio era mayúsculo y cruel, y no
cedió. Pero así y todo, a pesar de su
extraordinaria condición de hombre de letras
nunca se valoró. Tuvo, posteriormente,
oportunidad para sacar a luz sus producciones,
pero pretextaba una y otra vez que tenía que
corregir y perfeccionar el original; siempre un
poco más pulido, un poco mejor. Y así,
insatisfecho de sí mismo, no llegaría a editar.
Sus poemas pasaron a poder de sus hermanas
y del Instituto, incluso aquellos que participaron
en concursos y certámenes literarios de ámbito
internacional. Tenía varios libros manuscritos:
uno de historia relativo a los coyantinos y a la
descripción glosada de Valencia de Don Juan
porque también fue historiador.
La Diputación Provincial de León le encargó
un trabajo de historia que realizó con ánimo de
ser publicado, pero tampoco se llevó a la imprenta
y debe estar olvidado en algún rincón
castellano ... o andaluz. Parecía su smo no
publicar.
En 1937, el P de la Vega concurrió a los Juegos
Florales hispanolusitanos celebrados en Lisboa
el 30 de mayo con un poema que obtuvo el
premio de la Rosa de Oro.
Aquí sucedió una curiosa anécdota. Entre los
numerosos participantes figuraba el escritor
gaditano don José María Pemán, a la sazón
presidente de la Comisión de cultura y
enseñanza de la Junta de Burgos que, como
gloriosa pluma, tratando de enmendar la plana,
invitaron al Sr. Pemán a que fuera el mantenedor
de los referidos Juegos Florales. Adivinando la
intención de los organizadores, le pareció poco
ético aceptar y, negándose, les dijo: "Señores: He
leído la composición premiada y han hecho
justicia. Les felicito a Vds. y al autor que tan
merecidamente se ha hecho acreedor al máximo
1 d , 11 ga ar on .
Una vez fallecido el P de la Vega, hubo un
serio intento de editar sus trabajos. Se informó a
las hermanas que tenían una copia de la obra
manuscrita, pero siempre surgían reparos para la
pretendida edición. Posteriormente a la muerte
de su hermana Rita, se volvió sobre la importancia
de recuperar las poesías pero Simi, la que
quedaba , contestó que "su hermana difunta era
quien andaba en el as~nto".
En sus composiciones se aprecia la preferencia
por los poemas largos, con versos alejandrinos y
dodecasílabos, componiendo odas extensas, procedimiento
que parece mantener el poeta para
una mejor expresión de sus sentimientos y
pensamientos poéticos.
A través de sus versos, se adivina un tremendo
esteta. Cuando canta a la Naturaleza el paisaje
juega un factor principal, ya que centra el
realismo con el dominio de su arte diáfano y
armónico. Vigoriza su estro para reflejar
episodios y momentos heroicos de la historia de
Espafla y, lo hace, con orgullo patriótico.
En su composición al ''Valle de la Orotava" se
llama a sí mismo poeta errabundo que arrastra la
lira por los sitios donde pasa para cantar sus
hermosuras, y que el destino lo trajo a este valle
rJ(~·1iw10 de ?f-s1mlius r Y(;spúmcus c1e ~C111aria.~ 4 7
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
CATHARUM
que él llama vergel, jardín de delicias.
Hace un encendido elogio a las maravillas del
valle con su mar, su cielo azul, sus aves, sus
flores ... Dado la gran extensión de ésta y
siguientes, sólo me es dable ofrecer algunas
estrofas por razones de espacio.
Ante tanta maravilla/ Humboldt dobló la
rodilla/ y bendijo al Hacedor j infatigable viajero/
no encontró en el mundo entero/ un paisaje
mejor/.
"A mi patria", es un espléndido poema donde
" deplora el abatimiento de la nación que había
dictado leyes al mundo, y en cuyas posesiones
nunca descendía el sol a su ocaso."
¿Es ésta aquella célebre matrona/ que,
después de alumbrar un nuevo inundo/ y, a su
pecho fecundo/ para las ciencias y la fe criarle/
convertirse en intrépida amazona/ que extendiendo
el dominio/ de su inmenso poder de zona
a zona/ hizo su esclavo al sol, para engarzarle/
como una perla más en su corona? .. ./.
De su creación magistral "Al Teide", entresaco.
... tú también viste/ pasar brillantes sus
heroicas velas/ al fulgor de tus ardientes
fu marolas; a las tres carabelas/.
El poeta en un derroche de lirismo, de amor y
pasión, se embriaga con los aromas del valle, la
espuma del mar, la brisa, el sol...para culminar
situando al Puerto como rincón del "paraíso
terrenal", en inspiradas décimas bajo el título
"El Puerto de la Cruz".
Siempre hay sol y por la calma/ de su
atmósfera radiante/ es un bálsamo sedante/ para
Notas
el cuerpo y para el alma/ toda enfermedad se
calma/ en este clima ideal/ que Dios por gracia
especial/ dejó en el Puerto escondido/ como un
rincón del perdido/ Paraíso Terrenal .
"Mi testamento", impresionante y conmovedor
documento poético.
¿Acaso es la muerte ni el postrer fracaso/ como
el vulgo siente/ ni la gran desgracia? ... Cuando en
el ocaso/ decimos que muere el sol de occidente/
no muere, tan solo traslada al oriente/ su luz
encendida/ más clara y más bella; y así es nuestra
vida/ que al dejar el suelo/ no muere, tan solo se
traslada al cielo./
El inventario en mí archivo de creaciones de este
poeta sacerdote, es como sigue: " El Nazareno"
, "!Perdóname,Jesúsi"(l928)," A la Virgen", premiada
en el certamen literario de la J. C.F. en 19 37, "¿Qué es la
vida"(/931)," Himno a la Juventud
Católica"(1933),"Cantos a la Misión"( lo que se
cantaba en el rosario de la aurora cuando la Misión
extraordinaria de 1944 ), "A mi patria", premiada en los
Juegos Florales hispanolusitanos con la Rosa de Oro en
1937, "El Puerto de la Cruz" (1937), ''Al Teide", "Mí
testamento", "Santa Isabel de Portugal", recitada por el
autor en los Juegos Florales en el Teatro Cuimerá en
1937, "Sin novedad en el frente" (1937), "iCristiano!
Conserva ese recuerdo, y medítalo ... "(1937), "A
Francisco Bonnín y Cuerrín", leído por el autor en el
Círculo de Bellas Artes de Madrid en homenaje al ilustre
acuarelista en 1945, "Candelaria, la lechera del Tosca[",
''Al Uille de la Orotava", "Míster yes", ''A la mezquita
de Córdoba", ''A la Virgen", de igual título que la
anterior de l937 y " Perdón", oración breve.
Jordán, Vicente.-En forma de carta: los fantasmas del pasado.- Revista Local ( 1984).
La Congregación de Misiones Hijos del Inmaculado Corazón de María, 75 aniversario de su
fundación. Revista "Iris de de Paz" (1924) .
4 8 ':}/t,evista de Yi?ie11cias y ~C:manidades
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
CATHARUM
Dolkowsky, Eduardo.-Males y Remedios. Imp. Vicente Bonnet ( 1891)
Afonso Padrón, Benjamín.- Homenaje al R. P. Optaciano de la Vega del Río, C.M.F.-Periódico El
Día(24/8/1960) . . ,
De la Vega del Río, Optaciano.- Necrología ( 1966)
Personas entrevistadas: Nieves Bethencourt Pessoz, R.P. Serafín del Río, C.M.F., Jesús
Hernández Martín y Andrés Carballo Real.
rY,,stit11to de 'fsnulios (]/'tf'spá11icos de Yfa11urias 4 9
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015