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LA PIEDRA, LA Luz FUNDAR y CONOCER
IVÁN CABRERA CARTAYA
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piedra, la luz
deJuan Vene__
.... ~ zuela, 1980) -merecedor de!
e! e! siendo,
e! deluniverso;
múltiples
aquÍ, la imaginación, y mediante (L\[)!RSn\ )1, A .'\111 «
IZ
en
A PIEDRA, LA Luz [2001-2003]:
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poemario La piedra. La Luz
(2001-2003) de Juan Francisco
Rodríguez Rosales (Vene,
J...._~ del
Premio de poesía Pedro García Cabrera
en el año 2003- parece responder al designio
según el cual la isla sigue iendo,
como para los antiguos, un punto en
el que convergen las fuerzas del universo;
convergen, así lo entiendo, para inmediatamente
expandirse en mLdtiples
direcciones. Aunque aquí, debo aclararlo,
se trata, para mí, de una isla de
la imaginación, de una ínsula extraña
creada conocida mediante la imagen,
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la fanopeia y la intuición poética; no de una
tierra, una piedra oceánica, geográfica o política,
por ejemplo, Tenerife. Escribir es aquí,
como en otros lugares favoritos de nuestra
tradición, una forma, en el sentido más creador
y material del término, de fundir y poner
en relación los espacios vitales e invisibles de
la experiencia, las escenas reales e irreales del
lenguaje.
Es inevitable, desde el título, pensar en
el posible sentido simbólico del libro: La
piedra tiene aquí, o parece tener, un valor
fundacional, la piedra o las piedras que sirven
para lindar un lugar propio, acotar un
espacio singular en una tierra nueva o virgen,
esto es, no interpretada aún por el hombre,
no mediatizada y explotada por poderes económicos
e industriales. La piedra es aquí la
metáfora de la isla, o parece serlo; pero de
una isla del origen, del principio, que acaba
de nacer en la visión original del mundo
que nos ofrece el autor. La piedra es una isla
recién descubierta, creada y vislumbrada mediante
un lenguaje que examina el paisaje y
se pone a prueba a sí mismo. La luz, por otro
lado, ya pesar de la gran amplitud semántica
de este símbolo, no deja de ser un valor de
conocimiento y un emblema de la memoria,
además de una imagen de la vida humana
-pensemos en la llama de la vela de nuestro
barroco-o Ambos elementos conceptuales están
muy presentes en algunos poemas.
La autoconciencia de la escritura que escribe
sobre sí misma desde sí misma -desconocida
o ignorada por la mayor parte de
la más conocida poesía española actual- es
uno de los legados más obvios y lúcidos de la
modernidad lírica europea que cae al lenguaje,
que es consciente de sus crisis, ya desde la
aquÍ,
favoriros esro y 1<
obra de Mallarmé, y desarrollada, de forma
tan brillante, en los poemas, por ejemplo, de
a sí mismo, sino de un espacio visual y
lingüístico que es signo de escritura, a la vez
que ha crecido bajo su augurio: La casa, la
arena, los pájaros, los árboles, las gaviotas,
los dioses -la luz está llena de ellos- cuerpos
existen por la palabra, y como escribía el
semiólogo francés Roland Barthes: La mitoLogía
había consistido en La imposición de un
La mucho de ello en otros sitios, consistente en
Un proyecto valiente que, como en el de José
Lezama Lima en Cuba, como el de Agustín
Espinosa en Lanzarote o de Andrés de Lorenzo-
Cáceres, pretende sembrar las islas de
convirtiendo la escritura en un centro
de irradiación, donde converjan y dialoguen
tradiciones se ganan con su conocimiento y
con su renovación, si no se conocen, se cae
en sus más trillados tópicos, pero ¿se puede
de un territorio? Esta parece una de las propuestas,
una más de este poemario, como lo
Agus-obra
Giuseppe Ungarerri. Pero no sólo es apreciable
la autociencia de un lenguaje que se interroga
que cartografía de un espacio físico, el insular,
como una cifra a descubrir, mistérica, de
mundo. La luz descubre y describe aquello
de una concreta realización mítica, en cuanto
ya amplio sistema semántico sobre fa naturaLeza.
Hay un proyecto insular, se ha hablado
hacer habitable nuestro territorio -esto se
consigue, sobre todo, mediante la metáfora-o
Lanzarore el las alusiones, de hacer mito. Esto se consigue
las más diversas culturas, las múltiples tradiciones
que conforman la modernidad. Las
en su duplicación y en sus lugares comunes,
definir una escritura a través de la definición
propusieron en su momento, por poner dos
ejemplos fundamentales, LanceLot, de Agus-
tín Diario de 11/1 sol de vemllO,
Torres. Entrar microtrad ición" sus miras, como con otras tradiciones, puede
propicia irir perspectiva distinta tarea la
poesía.
Contemplar, rituales nacimiento
IlIZ IlIZ. tierra el través consciente tiempo anterior O solamente, el ntoxicado
método totalitario del
interpretaciones fos ilizadas
nuestra castiza trad ición. contemplación entre poeta y
otro el poeta generado. poeta suficientemente transparente e! e! interior, y permita existencia
otro, heterogeneidad. y afrontar estas este proyecto, La piedra, la IlIz, doblemente valiente territorio acotado y topografiado tan creativamente
Otros poetas lares. este autor entender insular poesía.
202 Ü~I)rR\"\IlU AI1",')
rín Espinosa; y Di/1rio so/ VeI'llIlO,
de Domingo López Torres, Enrrar en un
diálogo con la "microrradición" insular, con
rradiciones, ser la manera prop icia para adqu iri r una
perspecnva nueva, y proponer una Imagen
disrinta de la real idad: Esencial rarea de poesía,
Conremplar, acceder a los espacios de!
sol. Aprender de los riruales de nacimienro
y resurrección de la luz y en la luz, Ascuas
de una rierra incendiada que lee, en libro
de! mundo y pasa a rravés de él, para ser
conscienre de un riempo anrerior O quizá,
solamenre, para e! logro de un espacio desi nrox
icado de cualquier mérodo roralirario de!
yo y las inrerpreraciones aprendidas, fosilizadas
de nuesrra más casriza y pergaminosa
tradición. Un descubrimiento mutuo, una
recíproca conremplación enrre el poera e! orro de sí que e! poera ha generado, La
voz de! poera debiera ser, como lo es aquí,
lo suficienremenre rransparenre con el fin de
que no podamos saber nada de él: Como e!
dios, el demiurgo que, para crear algo que no
sea su propio ser, se exilia a su imerior, así
genera un espacio que permira la exisrencia
de lo orro, de la hererogeneidad, Reconocer
afronrar la complejidad de esras búsquedas,
asumir la inserción de esre proyecro, es
quizá una de las apuestas más arriesgadas de
L/1 piedm, //1 doblemenre valieme en un
rerrirorio más o menos acorado como lo es
Canarias, ya ropografiado ran crearivamenre
por orros poeras insu lares, En esre libro
su auror parece enrender y partir de su condición
insu lar para proponer una específica
realización de la poesía,