LA OBRA PUBLICITARIA
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DE MANUEL MARTíN GONZÁLEZ
o:
ALEJANDRO KRAWIETZ
El trabajo de Martín González
al qu~ hace referencia es ta
exposlclon es, en su Inayor
parte, el que componen los
dibujos y bocetos realizados para La
Casa Grande, unos muy conocidos
almacenes de La Habana para los que
había comenzado a trabaja r, en 1929.
En es tos momentos parte de esos trabajos
publicitarios sobre los que, lamentablemente,
ha actuado con fuerza el
paso de los años, están en proceso de
catalogación en la Biblioteca Municipal
de Guía de [so ra. De los aproximadamente
cien que componen la colección
del Ayuntamiento hemos seleccionado,
para esta primera muestra de la obra, las
trei nta y ocho piezas que de un modo
más rotundo muestran los trabajos de
Martín GonzáJez para esa casa de modas.
Los hemos agrupado, además, por
espacios temáticos, de tal manera que
se han establecido cinco categorías: "La
Casa Grande", "Los niños", "La nueva
línea", "Los complementos" y "Las promociones",
que componen, a su vez, la
estructura de los propios almacenes.
La década de los veinte, a pesar de
las convulsiones y las complej idades a
las que se enfrentó fue, en genera l, un
década de recuperación social y económica
que culmina, precisamente, CO Il
el que a día de hoy conti núa siendo el
C rack más determinante de la historia
del liberali smo occidental. JuntO a
los nuevos modelos femen inos que se
crean en esos momentos - pensemos
en Lily Álvarez, en la Residencia para
señoritas, en la creac ión de los primeros
mitos cinematográficos COmO Greta
Garbo, etc ... -, la moda comienza a
convertirse en un imperativo indusnial,
el deporte adquiere una importancia
que no conocía desde los tiempos de la
Grecia clásica, los medios de comunicación
comienzan a se rlo de las masas
y las técnicas industrial es de impres ión
sufren revoluciones verdad eramente in usitadas.
Quizás sea esa necesidad de ser moderno,
de ser muy siglo XX, lo que determina
el carácter principal de los dibujos
publicitarios de Martín González para
La Casa Grande. Se trata de diseños que
en todo momento responden a las querencias
de una época en la que el fútbol ,
el charleston y el ejercicio físico son actividades
prestigiadas por las clases más
( \IlIM',.p.,l A 1-'1" 213
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cultas. Recordemos que, por ejemplo, en Canarias, uno de los
primeros "Polioramas" de Ernesto Pestana Nóbrega llevaba por
título "Feminismo, feminidad y deporte", y que en las páginas
del periódico EL Progreso de! 10 de noviembre de 1927 se escribía,
en un artículo titulado "Nuestra juventud", que "Ciertamente
que vivimos en e! reinado de la fuerza, símbolo de juventud. El
culto al desarrollo físico absorbe e! tiempo y las preocupaciones
de nuestros jóvenes, consagrados por entero al charleston y el
foot-ball." Así pues, y al margen de verse en la obl igación de
promocionar objetos a la moda, Martín González va a elegir unos
tipos masculinos y, sobre todo, femeninos, muy del guSto de la
época: rostros hombrunos, angulosos, de labios bien dibujados y
ojos bien contrastados, que recuerdan a las imágenes que poseemos
de las musas de la vanguardia de la época, desde Jacque!ine
Lamba hasta Gala o Denise René.
Pero además, la década de 1920 asistirá a un desarrollo tipográfico
sin precedentes, cuyo foco está en Alemania y la Bauhaus,
pero que tendrá, fuera de aquella escuela, otros espacios de germinación
como Londres o los Estados Unidos (donde diseñan
tipos especialistas como Arrhur Eric Rownton Gill o Ed Benguiat).
Se trata de un fenómeno asociado al de la vanguardia de
un modo muy poderoso, puesto que fueron autores vanguardistas
los que lo promovieron y desarrollaron - pensemos en Moholy-
Nagy y su "Typo-photo" o, incluso, en Juan Ramón ]iménez,
que al mismo tiempo que planteó revisiones ortográficas renovó
el arte de la tipografía a través de la depuración de la tradición tipográfica
española. Así pues, la responsable de la nueva dignidad
artística de la tipografía es la Bauhaus bajo la dirección de Walter
Gropius. Antes el futurismo italiano había tenido también una
vertiente tipográfica esceni ficada por la revista JI Risorgimento
Grafico (1921-1922), y antes aún había sido precisamente un
poeta, Stéphane Mallarmé, quien había ofrecido esa dignidad a
la página impresa en su Coup de dés. Pero lo cierro es que e! esfuerzo
mayor va a venir de! grupo de Gropius, que ya en 1923 ha
definido el nuevo lenguaje tipográfico, de la mano de MoholyNagy
como un "lenguaje que combina elasticidad, variedad y
una nueva concepción del empleo de! material de imprimir. [ ... ]
La claridad debe ser especialmente enfatizada, pues la claridad es
la esencia de la tipografía moderna."
•
No será necesario recoger aquí la historia
tipográfica de la vanguardia canaria
que tanto debió a la Bauhaus y, sobre
todo, al "Elementare Typographie" de
Jan Tschichold, que podría resumirse
en un diseño gráfico funcional, simple,
no decorativo, normalizado, urgente,
1,
constructivo, óptico, etc. En ese artículo
de 1925 Tschichold recomienda el
uso exclusivo de los tipos de palo seco
y la eliminación de las letras mayúsculas
(que adoptaría la Caceta de Arte de
Westerdahl). Horacio Fernández se ha
encargado de este tema en "Tipo-foto y
gaceta de arte" (en Gaceta de Arte y su
época. 1932-1936, Las Palmas de Gran
Canaria, 1997), y a él remitimos para
un comentario más pormenorizado de la
nueva concepción tipográfica.
Lo que nos interesa destacar aquí es
que tanto en el dibujo como en la rotulación
-Martín González utiliza preferentemente
algún derivado del Broadway
americano- sus compOSICiones para
"La Casa Grande" van a encontrar un
acomodo natural en esa vanguardia que
. .
comIenza a asentar sus pnmeros pasos, y
ello a pesar de que sus rótulos no vienen
dados por la máquina, sino que se pintan
en un ejercicio realmente irónico. En sus
diseños podemos encontrar referencias y
relecturas de los principales movimientos
de vanguardia. Desde el nlturismo y su
gusto por la máquina en la utilización de
aviones o engranajes hasta el cubismo,
en la deformación facetada de edificios y
formas geométricas, pasando por la abstracción
en el diseño de grecas o estampados
para telas o el expresionismo en los
encuadres y las perspectivas de muchos de
los fondos que componen la muestra. Del
mismo modo hay una gran inAuencia del
Art Nouveau que tanto éxito tuvo en florida
y, por extensión, en Cuba.
Un capítu lo aparte merecería el cuidado
disefio de las mercancías que se
muestran, sobre todo en la sección que
hemos denominado como "La nueva
línea" en la que aparecen, en efecto, disciios
de moda absolutamente contemporáneos
y en un grafismo muy actual en
el que se mezclan los escena rios geométricos
con una línea absolutamente esti-lizada,
que en algunos casos no desdeña
el hieratismo como elemento expresivo.
y lo mismo cabe decir del apartado de
"Los complementos", en los que bolsos
y zapatos reciben un tratamiento de gran
contemporaneidad.
Martín González se revela, en estos
trabajos, así pues, C0l110 un gran conocedor
de los lenguajes y las estéticas más
avanzados de su tiempo, como un fenomenal
trabajador de las aguadas y como
un dibujante de trazo firme y enorme seguridad
resolutiva. Su obra gráfica para
la Casa Gtande lo sitúa en los lenguajes
modernos que iban hallando su espacio
en la sociedad de la época, tanto en Canarias
C0l110 en Cuba, y, sobre rodo, a la
cabeza de los criterios publicitarios de su
época. Ese trabajo, el de ubicar la obra
publicitaria de Martín González en el
contexto en el que se desarrolló queda
aún por hacer, y desde aquí invitamos a
los investigadores a emprenderlo con un
conocimiento y un rigor que lamentablemente
nosotros estamos lejos de poseer
en este campo. Hemos tratado de establecer,
simplemente, algunas reAexiones
en torno a una parte de la obra de Martín
González injustamente desplazada hasta
ahora. Un puntO de contacto entre su
obra pictórica y la modernidad. Ni más
ni menos. Creemos que, en rodo caso, la
exposición y las imágenes que hemos podido
reun ir en este catálogo serán lo suficientemente
elocuentes a la hora de ofrecer
un coeficiente de modernidad para
esta obra. Para nosotros ha supuesto, sin
duda, una agradable sorpresa primero y
una fiesta para la mirada después.