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OLANDO SOBRE VOLCANES:
l J~ PERFORMANCE PARA SOÑAR
ELENA MORALES
e• Q ién no ha soñado alguna vez con poder volar' ¿Quién durante su ni- ñez no aprendió a hacer una pajarita de papel' ¿Quién no ha estallado
de enfado, impotencia o, también, de aleg ría como un volcán en erupción'
¿Quién no se ha sentido aturdido por un humo gris que le impide distinguir
la realidad con claridad' ¿o quién no ha vacilado entre dos pensamientos como si se
balanceara en un columpio ... ?
Volando sobre volcanes, bajo la dirección de Gottharr Kuppcl, elbO/ó éstOs)' otros
interrogantes durante una única representación, el viern es 18 de marlO de 2005,
entre las 21 :40 y las 22:20 horas, en las instalaciones de la imprenta Producciones
Gráficas (Polígono 1, Los Majuelos, el Tijarafe, p. 2° La Laguna), para rendir homenaje
al grupo ca nario de la pasada centuria Pajariws de papel, en su setenta y cinco
aniversario, y a la llegada del surrealismo a Tenerife hace setenta afíos.
• .1, 103
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Tal vez lo más original del espectáculo
fue el entorno donde cobró
vida, pues ¿alguien había visto antes,
en algún otro lugar, un performance
en una fábrica? La generosidad de
los dueños de Producciones Gráficas,
Antonio Delgado y Berta Hernández
permitió enlazar un tipo de actividad
técnica, monótona e industrial con la
faceta más creativa e imaginativa del
ser humano. Y no era la primera vez
que estos propietarios acaparaban un
proyecto de esta Índole. Ya en julio
de 2002 inauguraron su exposición
permanente de pinturas de grandes
formatos pertenecientes a los artistas
tinerfeños Hugo Pitti y Gervasio Arturo,
la alemana nacida en Tanzania
Eve-Maria Zimmermann yel madrileño
Luis Mayo y, justamente, para celebrarlo
ofrecieron otro performance de
Gotthart Kuppel, titulado Exposición
corporal, consistente en un grotesco
homenaje-parodia a los personajes de
dos de los cuadros de la misma colección.
I 1 -\ le I I - \ -I \"( )" ~) _ ~. :- :- L I
El significado de la expresión arte de
performance es tan abierto y extenso
que difícilmente puede referirse a una
forma concreta o específica de arte. No
obstante, Rose Lee Goldberg, en su libro
Performance: Live Art Since 1960
(1998), lo define como "Arte en vivo
por artistas", enunciado afín con la
visión de este tipo de espectáculo por
parte de Gotthart KuppeL Y es que el
director de Volando sobre volcanes es un
creador polifacético con notable experiencia
en el terreno, como lo demuestran
su multitud de actuaciones en
eventos de esta índole así como la dirección
de obras de teatro en Alemania,
España, Hungría, Austria, Polonia, Suiza,
Japón y Ecuador. Además, Kuppel
es autor del libro bilingüe de relatos La
naturaleza es chistosa, ilustrado por EveMaria
Zimmermann (Producciones
Gráficas y Sala Conca, Tenerife, 2003)
y del libreto para la ópera de Giorgio
Battistelli El otoño del patriarca adaptación
de la novela del mismo título de
Garda Márquez, estrenada en Bremen
en junio de 2004.
·\T\l()Sn RA.I-i -1 C\( : ") -IC'"
¿Es posible transformar el choque
de unos bidones, el roce enrre unos
papeles y unas láminas de aluminio o
el monótono ruido de los motores de
las máquinas de una imprenta en una
placentera melodía? Sí, es posible. Así
lo demostró el grupo Multílab, creado
expresamenre para Volando sobre
volcanes: Alexis (guitarrista de Las
Ratas), Javi (con su bajo) y Dedo (y
sus sintetizadores) -tres músicos canarios
y compañeros de Producciones
Gráficas- junto con OIga Alemán (cantante)
y los percusionistas Juan Luis y
ani, todos ellos distinguidos por sus
vestimentas rojas como símbolo de su
unión, fuerza y pasión.
Multifab-ayudado de soportes digitales-
deleitó al público con sus atmósferas
tecnológicas uniformes, asaltadas, cuando
la situación lo requería, por extraños efec-
tos sonoros. Además, un particular sonido
agudo, como una línea recta, vinculó
entre sí a cada una de las "acciones", sirviendo
de hilo de conexión y símbolo del
vuelo de una pajarita de papel. Mientras
tanto, una proyección en una gran pantalla
desvelaba los entresijos de su misteriosa
manera de componer música, y César,
al control, se ocupaba de que cada sonido
llegara al espectador con su propia pureza
y textura.
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Intercalada con la música y creatIVIdad
de Multilab, y a modo de juego de
contrastes, irrumpía la voz, tan tierna
como pujante, de la niña de ocho años
Marina Z. Q. con la lectura de deliciosos
textos del poeta Arturo Maccanti,
como: Vida -"Sólo he tenido un libro/
y un pedazo de cielo/ en este patio de
murallas altas" (Viajero insomne, Producciones
Gráficas, 2001)- o Amor
o Nada: "Os hablo de la luz de esta
jornada; / de una mano de amor sobre
este hombro; / del corto corazón
ante el asombro / de verse la tristeza
derrotada .... " (Maccanti, A. El eco de
un eco de un eco del resplandor, 1989,
Socaem). Este último poema, impreso
en grandes dimensiones a modo de
cartel-decorado (con la dedicatoria del
escritor para los dueños de la imprenta),
no sólo fue recitado por la niña,
sino también leído, palabra a palabra,
por la luz de la linterna de Christian
Küllmann, uno de los colaboradores
altruistas del espectáculo.
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El poema-cartel de Maccanti y las
obras plásticas de grandes dimensiones
de Fernando Bellver, Néstor Torrens,
Hartmut Riederer y Tahiche Díaz -un
volcán anttopomorfo, otto colonizado,
blancos personajes adormecidos por el
arrullo de un columpio o un hombre
volando sobre un relieve- constituyeron
los atractivos escenarios de Volando
sobre volcanes y, desde esa noche,
quedaron añadidos a la colección yexposición
permanente de Producciones
Gráficas.
l. Un volcán antropomorfo. Del proyecto
interdisciplinario El volcán y la
isla. Estudios gráficos: Bellver. Poemas:
Maccanti -una carpeta de once láminas
con imágenes y textos, editada
por Producciones Gráficas y la Sala
Conca, 2003- proviene el collage
(miscelánea de fotografías y dibujos)
de Fernando Bellver, digitalizado
e impreso en plóter en grandes dimensiones
y expuesto en la fábrica.
Collage en el que el director de la
Sala Conca, Gonzalo Díaz, se está
transformando en el humo de un
volcán o en el humo del propio puro
que fuma con ahínco, o quizás ¿es la
montaña quien se humaniza ... ?
2. Un volcán colonizado. El volcán de
Néstor Torrens no es otro que el majestuoso
Teide, peligrosamente amenazado
por la colonización inmadura
y de consecuencias imprevisibles de
una cadena de adosados multiplica-
Cl"'IlIIt!\(l~ PI¡ AII'\IO 205
dos y sobredimensionados. Valiéndose
de la alta tecnología aplicada
al ordenador, el arrista combina )'
transforma varias instantáneas de la
realidad tratándolas, estéticamente,
como una postal para el turismo; )'
así, dispara su crítica tajante al actual
arrebato constructor)' aniquilador
de la naturaleza de Canarias. Es, en
definitiva, un paisaje imaginado.
como tamos arras de Néstor Torrens
-yen palabras de Clara Muñol- "resultado
de la yuxtaposición, de la
simultaneidad, del simulacro y de la
interferencia; características propias
de una región metropolitana dislocada)'
sincopada fruto de la nueva
relación existente en [re arqu i rec[U fa
)' producción del territorio".
206 ( :.; I ¡.\
3. Volando. Menos irónico que Bellver
)' menos crítico que Néstor pero más
lírico)' metafísico que los anteriores
arristas se descubre Harrmut Riederer
en sus dos pinturas monocromas
(ambas tituladas Volnl/do), sumergidas
en un existenciali<'lTIo de tintes
kafkianos )' realizadas con técnicas
mixtas: acrílico, carbón )' tiza. La
poética de Maccanti inspiró una de
estas piezas de carácter narrativo:
en tres secuencias, cuenta cómo un
hombre solitario, sentado en una
escueta mesa y apenas acompañado
por un libro )' el ciclo atisbado a
través de la ventana. logra volar, literalmente,
gracias a la imaginación
recién desperrada por medio de la
ficción leída. En cambio, su segunda
imagen incluye los distintos pasos de
un personaje alado circulando veloz
con su bicicleta para, finalmente, lograr
alzar el vuelo sobre el volcán.
4. Un sueño placentero. El Columpio
de Tahiche Díaz evoca los inventos
de Leonardo da Vinci, al reromar y
entrelazar los temas de la máquina, el
tiempo, el arte y la naturaleza en una
obra objetual circular, originada en
una reflexión del artista sobre cómo
el sueño y el inconsciente captan y
controlan la realidad y cómo el ser
humano se inventa y utiliza apéndices
inspirados en su propio cuerpo,
con nuevas escalas y proporciones,
para adaptarse al entorno.
ACCIONES
Si la música, las narraciones en la voz
de Marina y las obras plásticas-escenarios
consiguieron trasladarnos a un pIano
onírico y fantasioso, no fue menos
importante la peculiar trama absurdasurreal
o "no-rrama" del performance de
Kuppel. Esra urdimbre se dividió en varios
"actos" o "happenings", todos ellos
presididos por el "hombre-pajariras",
encarnado por Bearriz Ponte y ubicado
sobre un andamio móvil de meral.
Cada vez que esre personaje híbrido
-con cuerpo humano y una cabeza-jaula-
lanzaba al aire una de sus pajariras
daba paso a una breve y nueva intervención.
Y mientras la acción comenzaba,
la figura antropomorfa se desplazaba
hacia otro lugar, gracias a la propulsión
y fuerza del artisra plásrico Gervasio
Arruro, con su elegante atuendo, en
blanco y negro, para la ocasión.
Una de las apariciones de índole más
mágica fue el vuelo de un rimple por
las alturas de la fábrica, viajando, en
diagonal, desde la fotografía de Néstor
Torrens hasra el orro lado de la nave; un
viaje por los hilos invisibles llevado a la
realidad gracias a la valiosa aponación
de Esteban Hernández, quien se ocupó,
desde las sombras, de cada deralle récnico
y artesanal del espectáculo.
Dos de los arristas plásricos que
exhibieron sus obras como escenarios
intervinieron rambién en este performance.
Así, inesperadamente, Tahiche
Díaz giró y giró la manivela de su
máquina de los sueños para hacerla
vivir, y el columpio rotÓ sobre sí mismo
originando ranro el movimiento
de sus personajes como una música
placentera, lúdica, delicada e infantil,
radicalmente opuesra a la simulránea
"melodía-alarma" de la imprenta y a
los sucesivos ritmos libres de Multilab.
Igual de imprevisra fue la aparición de
Harrmut Riederer: vesrido de blanco
y con unas cómicas alas -ral y como
uno de sus personajes pinrados (¿se habría
escapado de su propio cuadro ... ?)
recorrió la fábrica sobre una biciclera,
advirriendo de su presencia y pidiendo
paso, entre la gran masa de público,
con el reiterado sonido de la bocina.
Después, posó gesticulando delante
de su obra, mientras se escuchaban
las instrucciones para volar de Arturo
Maccanti en la voz de la jovencísima
locutora: "Siempre es alegre arerrizar,
pero a nosotros nos alegra más alzar
CUJJt-R"'(l~ P[ An'\w 207
lIt, \ \h1Jl\ t
el vuelo. / En consecuencia, si encuentras por las islas un llano
repentino, conviene ejecutar el vuelo como a renglón seguido se
señala: / l. - Correr acelerando el ritmo de las piernas. /2. - Bracear
fuertemente -arriba, abajo- sin temor y sin pausa. / 3. - Casi al
final del llano, dar un salto valiente y remontarse - / sorprenderá
qué fácil- por el aire, siempre subiendo, siempre. /4. - Ganada una
considerable altura, quietos los brazos rígidos -alas de la gaviota
de las playas- planear evitando la insidia de las ráfagas. / 5. - Volver
los ojos hacia abajo, a la tierra, a las islas, y contemplarlas /
reducidas en el mar ya infinito por la gracia del vuelo. / 6. - En esa
posición, comprobar cómo invade una inmensa ternura por su tierra
tan madre, tan hermosa. /7. - descender tras el éxtasis" (en: EL
volcán y La isLa. Estudios gráficos: BeLLver. Poemas: Maccanti, carpeta
de once láminas con imágenes y textos, editada por Producciones
Gráficas y la Sala Conca, 2003).
La ironía destacó en e! happening protagonizado por Gonzalo
Díaz, convertido, por unos minutos, en e! personaje "viviente" de la
obra de Bellver que no era otro sino él mismo. Subido en el montacargas
de la imprenta y colocado frente al cuadro-espejo fumó su
puro tranquilo, mientras la voz de Kuppe!, con cierto acento alemán,
repetía insistentemente: "La dirección ruega a los fumadores
presentes en la sala que se concentren urgentemente debajo de! volcán
para fumar. La dirección ruega a los fumadores presentes en
la sala que se concentren urgentemente debajo de! volcán para fumar.
.. ". y no fueron pocos los espectadores que se acercaron para
encender sus cigarrillos. Tras una música de erupción y un silencio,
arribó, de nuevo, la dulce voz de la niña leyendo otro texto de Maccanti:
"Ciertos hombres sueñan que construyen volcanes. Van a un
lugar de sol, amontonan arenas, se hieren las manos, sudan, arbitran
modos de crear fumarolas, lavas que se deslicen. Miran al cielo, a los
relojes, cuentan los minutos de la tardanza. El simulacro permanece
mudo. No les sirve la inteligencia. Ni la técnica. Hablan. Ante e!
misterio se sienten impotentes. El misterio es el fuego, o más bien,
la raíz del fuego, o más bien, el centro incandescente de donde todo
prodigio fluye, ya hecho luz, iluminando al hombre, a los hombres
que sueñan que construyen volcanes imposibles".
El performance contó también con la presencia de! mismo Premio
Canarias de Literatura Arturo Maccanti, quien -ataviado de
blanco, cual ser celestial y desde lo alto de un inestable rincón de
208 CUA[)J-R~ll\ D! 1 A 1!~Hl
la imprenta, jus to al final de unas escaleras, leyó su prosa poética
Instante: "Si todo un día, entre la luz del cielo, la bóveda celeste y el
jardín de rosas, viene a cantarte el pájaro del sueño, alza con convicción
tus ojos a la altura del fondo de tu vida, como recién naciendo
al prodigio imprevisto de su canto, la libertad de vuelo que te ofrece
desde la rama verde y alta. / Sábete un centro en que la acción de
la existencia toma raíz humana, cabal sentido de cuánta realidad
hay en ti y en el mundo. / Instante del crepúsculo, oh dimensión
sin nombre, sinfonía perfecta del entero universo ese rumor entre
el follaje del jardín movido tan sólo por un pájaro, por su gorjeo
inasible ... " (EL eco de un eco de un eco deL respLandor. Islas Canarias,
Socaem, 1989). Finalizada su cálida lectura, la niña Marina, al fin
visible, fue al encuentro del poeta, y junto a él volvió a recitar Vida,
los primeros versos escuchados en el espectáculo, cerrando así, con
una estructura cíclica, la surrealista trama de VoLando sobre volcanes.
Como colofón, y cuando todo parecía haber terminado, irrumpió
en la imprenta la malabarista María Mela con sus zancos y esferas,
bailando con variados ritmos posibles e imposibles y acompañada
por una música emocionante. La iluminación general de la sala y los
aplausos pusieron fin al espectáculo.
V(J/l \DO ~()HRI l (JI( 1 \n \ J> 1¡1R! n 'l/)/ /> lJ>lf
VoLando sobre volcanes fue un perfomance lúdico, con grandes dosis
de azar e improvisación y claros tintes surrealistas, estructurado en
varias ficciones dispares enlazadas entre sí por dos finos hilos conductores:
una melodía repetitiva en una música minimalista y unas
frágiles "pajaritas de papel", un directo y claro homenaje al grupo
de artistas que así se hizo llamar entre 1930 y 1932, Y formado,
entre otros, por Eduardo Westerdahl, Pedro Carcía Cabrera o Domingo
López Torre. Estas personalidades hicieron posible -junto
con la indiscutible aportación de Óscar Domínguez y sus contactos
parisinos- la inauguración de la primera exposición surrealista en
España, segunda en el mundo, en las salas del Ateneo de Santa Cruz
de Tenerife en mayo de 1935, justamente el otro evento conmemorado
por Kuppel, después de setenta años.
No son pocos los aspectos compartidos por el grupo de creadores
de Volando sobre voLcanes y aquella "sociedad limitada, sin constitución
legal, ni formal reglamentación", que -según Westerdahl- vulneraban
"los principios escolásticos, las fórmulas académicas, los
Cl \1l!R:'..:\h 1111 An\;HI 209
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profesionalismos artísticos". El ranking
de ambos lo constituyeron profesionales
y aficionados de la música, las artes
plásticas o la literatura, e igualmente,
unos y otros llevaron a cabo -tal y como
contó el mismo crítico (y fundador de
Gaceta de Arte) sobre las pajaritas- "una
novísima manera de arte, una interpretación
moderna de la vida, una tolerancia
ecléctica donde cada época se valora
sinceramente [ ... ] cogiendo siempre de
la historia los valores olvidados para su
reconstrucción moderna". Por eso, aSÍ,
identificados con la filosofía de las pajaritas,
los participantes de Volando sobre
volcanes celebraron el 18 de marzo de
2005 su propio y primer espectáculo,
un espectáculo para soñar, pero, sobre
todo, para rendirles tributo y rescatarlas
del olvido, al menos, por una noche. A
ellas, a las Pajaritas de Papel.