Cartas diferentes. Revista canaria de patrimonio documental, n.o 5 (2009), pp. 263-280.
NOTICIAS SOBRE LA VIDA Y OBRA
DE DÁMASO QUESADA Y CHAVES
(1728-1805), ESCRITOR CANARIO*
JOSÉ ANTONIO CEBRIÁN LATASA**
Fecha de recepción: 18 de diciembre de 2008
Fecha de aceptación: 21 de enero de 2009
1 DATOS BIOGRÁFICOS Y GENEALÓGICOS
Nacido en el Realejo de Taoro el 10 de febrero de 1728;
bautizado el 14 de febrero de 1728 en la Concepción del Realejo
de Abajo1; muerto en Roma, donde había vivido muchos años,
en 1805, dejando otorgado testamento. De familias castellano-lusitanas
de tierras taorinas, asociadas al cultivo y producción de
vino. Debió de viajar a Indias y por la península, de donde pa-saría
a Italia, que también recorrió, y que será su residencia final.
Hijo del alférez Agustín Hernández de Quesada, natural de
Gran Canaria, y de Beatriz Josefa de Chaves, natural del Realejo
* Este artículo ha sido entregado a la redacción de Cartas diferentes por
Carlos Gaviño de Franchy como parte del legado de su autor. Con posterio-ridad
a su redacción se han publicado algunos artículos sobre este mismo
tema: CORBELLA DÍAZ, Dolores. «Textos históricos e historia de la lengua en
el siglo XVIII: el Compendio de Quezada y Chaves». Revista de historia cana-ria,
n. 187 (2005), pp. 69-78; PADRÓN FERNÁNDEZ, Rafael. «Noticia biográ-fica
». En: QUESADA Y CHAVES, Dámaso de. Canaria ilustrada y puente ame-ricano.
La Laguna: Instituto de Estudios Canarios, 2007, pp. XV-XVIII.
** Zaragoza, 1942 – Santa Cruz de Tenerife, 2006.
1. Libro 6 de bautismos de la Concepción del Realejo de Abajo, asiento 10,
f. 46.
264 JOSÉ ANTONIO CEBRIÁN LATASA
de Taoro2, matrimonio celebrado, el 13 de diciembre de 1716, en
la iglesia de Nuestra Señora de Concepción del Realejo de Abajo.
Fueron sus abuelos paternos los grancanarios Joseph Hernández
de Quesada y María Francisca Pérez de Acevedo; los maternos,
los realejeros Francisco Martín de Chaves3 y su esposa, Ana Fran-cisca
Sepúlveda4, con la que había casado el 7 de octubre de 1673.
Fueron sus bisabuelos maternos-paternos Tomás Martín de
Chaves, hijo de Blas Martín de la Guarda y de Fabiana Marquesa5,
y María Díaz, hija de Cristóbal González y de Luisa González6.
Tomás y María habían casado el 4 de noviembre de 16207.
Sus tatarabuelos maternos-paternos, Domingo Martín, portu-gués,
y Beatriz Hernández, casados en 1534, padres de Blas Martín;
y Marcos Hernández8 y María Hernández, padres de Fabiana
Márquez; Juan de la Guardia9 y Leonor García10, padres de Beatriz
Hernández; Francisco de Chaves11 y Catalina Hernández, padres
de María Hernández; y Simón Fernández12 y Juana González13,
2. Libro 5 de bautismos de la Concepción del Realejo de Abajo, bautizada
el 4 de agosto de 1686 y fallecida el 7 de diciembre de 1757 (Vid. Libro
de defunciones). A partir de esta nota no damos más reseñas de libros
sacramentales para no alargar innecesariamente, ya que todas las que se dan
corresponden a los libros sacramentales de la parroquia de Nuestra Señora
de la Concepción del Realejo de Abajo.
3. Bautizado el 27 de enero de 1636. Sus hermanos: fray Felipe (OFM),
Tomás Martín, clérigo, Juan Márquez, Marcos Hernández, Matías Hernández,
Antonio y Domingo Martín, en Indias.
4. Bautizada el 22 de noviembre de 1643.
5. Casados el 8 de octubre de 1584. Tomás otorgó su testamento ante
Miguel de Melo en 1673, ff. 64 y ss.
6. Casados 14 de septiembre de 1569. María testó ante Juan Carlos de
los Santos, año 1696, ff. 1 y ss.
7. Carta dotal ante el escribano público de Taoro, Romero, en 1620, f. 344.
8. Domingo Martín y Marcos Hernández eran hermanos, hijos de Mar-tín
Pérez y Catalina Báez, portugueses.
9. Hijo de los portugueses Hernán Yanes y Beatriz Afonso.
10. Hija de Francisco Romero y de Juana Ruiz.
11. Hijo de Juan Fernández de Chaves y de Margarita Yanes.
12. Hijo de Hernán Martín y de María Báez.
13. Hija de Pedro Álvarez y de Beatriz González.
NOTICIAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DE DÁMASO QUESADA Y CHAVES ... 265
padres de Cristóbal González; y los padres de Luisa González,
no encontrados.
Fueron sus bisabuelos maternos-maternos Diego González de
la Torre o Fuentes14, hijo de Andrés González y de su segunda
mujer María Fuentes, e Inés González15, hija de Francisco González
y de María Pérez, casados en 1604. Todos ellos hijos de Andrés
Yanes y Catalina González; Arias Pinto16 y Felipa Díaz17; Jorge
González18 y María Pérez; y de los últimos no se ha encontra-do
rastro.
Para completar sus orígenes familiares taorinos faltaría investigar
los libros sacramentales del Realejo de Arriba, en la iglesia de
Santiago, que no se conservan en los primeros años.
2 CIRCUNSTANCIAS ESPECIALES DE SU VIDA Y RAZÓN DE SER DE
SU OBRA
Fue coterráneo y coetáneo, aunque un poco mayor de edad,
de José Viera y Clavijo. Se diferencia de éste en que, mientras
Viera se sumerge en la Ilustración impulsada desde Francia, aquél,
aunque hombre de su tiempo en muchos aspectos, no puede dejar
de ser culturalmente afecto al Renacimiento italiano, impulsor
del pensamiento de los clásicos. No existe duda alguna, ni si-quiera
posibilidad, sobre que no llegaran a conocerse en Tenerife.
Tampoco de que Viera no se sirviera de los trabajos históricos,
económicos y estadísticos de Quesada, así de los manuscritos
dejados en Tenerife como de los que tenía en Roma, donde ambos
también coincidieron19. Sin embargo, Viera ni lo citó directamente
14. Bautizado en 1603.
15. Bautizada el 23 de enero de 1607.
16. Hijo de Gonzalo Pinto y de Inés Iseo.
17. Hija de Diego López y de Isabel Hernández.
18. Hijo de Antón Jorge y de Catalina Afonso, portugueses.
19. Tenemos la sospecha de que Dámaso debió de dejar un ejemplar de
su trabajo manuscrito a Juan de Iriarte. Éste, en su condición de bibliote-
266 JOSÉ ANTONIO CEBRIÁN LATASA
en sus capítulos históricos de sus Noticias ni en el «Diccionario
de autores canarios»20. Sirva, pues, este artículo de justo home-naje
a Dámaso de Quesada y para su inclusión en la relación
de escritores insulares.
Hay que considerar que el primer manuscrito o trabajo ini-cial
de Dámaso se hace, no como obra histórica, sino como alegato
de encargo para conseguir del rey derechos de exención sobre
las producciones insulares, dado el calamitoso estado económi-co
de las islas. Así se contiene en su manuscrito:
[...] si ya en estos tiempos les dan a estas desafortunadas el
nombre de Indias, con perjuicio de sus habitadores que reputa-dos
por ricos les precipitan sus caudales en las Aduanas y [en]
otras partes de Europa, ¿quién podrá dudar que en lo futuro
tome más cuerpo este perjuicio? [Por lo] que para obviarlo, ins-truyendo
a la mayor parte de europeos en el incógnito paupé-rrimo
sitio en que se hallan las Canarias, ha sido el principal
objeto de esta mi tarea.
Otra causa será: «Cuyo nombre de indianas, que pretendo des-terrar
por lo perjudicial a sus habitadores que llegan de cualquier
parte de Europa, es lo que me ha movido a tomar esta fatigosa tarea
de ilustrar lo que otros ya han escrito». Hay, incluso, reivindica-ciones
socioeconómicas que se muestran para que la Corona de
Castilla arbitre soluciones:
Por lo que con la nueva Pragmática le faltan los privilegios a
los labradores. Y, éstos retirados, no habrá quien cultive. Los usu-reros
introducirán las grandes carestías y ellos solos vivirán, que-cario
regio, debió de darle a conocer bibliografía sobre Canarias, entre ella
los manuscritos inéditos e inacabados de Gonzalo Argote de Molina.
20. No hizo lo mismo Dámaso, que sí mencionó a Viera antes de darse
a conocer con su obra editada, cuando sólo era presbítero en la isla de Tenerife.
NOTICIAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DE DÁMASO QUESADA Y CHAVES ... 267
riendo por este medio despoblar las islas como cuando el papel
sellado arriba notado. Y por esta causa entrarán los enemigos del
Catolicismo. Y hacer verosímil la razón que dieron a Su Majes-tad,
que ya no hay hombres que cultivaran las tierras en estas
islas, porque todos se iban a las Indias. Callando la causa que
por el suprimido comercio con la nación británica (notada don-de
se dijo de vinos) los hombres desnudos por el ningún valor ni
salida de vinos, cortaron las viñas para hacer huertos y poder
comer yerbas. Y viéndose sin sustento para poder trabajar, abo-rrecidos
de sí mismo, mejor es que se vayan, que no morir en una
desesperación y poder vivir con algún desahogo temporal ayuda[d]o
de lo espiritual.
Es una reivindicación de supervivencia para que se garantice
el poblamiento de las islas.
Dámaso llega hasta la queja por el devenir histórico de Es-paña:
«Y no hallando razones que satisfagan a mi pregunta, que-da
sentado que fueron robadas a España, a quien todas las Coro-nas
le han usurpado lo que han podido». O el lamento por las
distintas plagas que sufren las islas (actividad de sus volcanes,
alternancia de temporales con escaso régimen de lluvias, arriba-da
de la langosta africana, la competencia comercial marroquí
y la interrupción del comercio de vinos con Inglaterra). Ni las
Canarias justificaban el tardío tratamiento de «islas afortunadas»,
ni eran las Indias, sino unas tierras con pocos medios naturales
y económicos, que precisaban de especial atención por la Co-rona.
3 SU OBRA ESCRITA: VALORACIÓN Y RESEÑA BIBLIOGRÁFICA
No busque el lector en este autor y obra conocer, a través
de sus manuscritos, la real historia de Canarias hasta el momento
de sus conquistas respectivas, ni de los siglos XVI y XVII, condi-ción
que nos impone reducir nuestro aparato crítico rectificador
268 JOSÉ ANTONIO CEBRIÁN LATASA
de cada error histórico que comete Dámaso y que nos hace
concluir que no debe ser considerado como fuente para esa parcela
histórica; pero sí es de una enorme ayuda para la historia local,
social y económica durante el siglo XVIII. Sirve para valorar el
estado cultural de la isla de Tenerife, regida entonces por lo que
podemos simbolizar en la tertulia de Nava.
No obstante, en su favor, respecto a la valoración como his-toriador,
hay que recordar que nunca tuvo pretensiones de ser
tenido como tal. Ya hemos dicho que se limitó a forjar un ale-gato
para obtener una solución económica, cuyo original debió
de llegar a su destino; mientras que Dámaso se reservaba sus
manuscritos e, incluso, los iba completando con lo que él en-tendía
como noticias eruditas recogidas en lo que vino a ser su
memorial personal o íntimo. En una ocasión llama a su trabajo
«anales». Efectivamente nos escribe: «como lo manifiesta el plan
que se ve al principio de estos anales»21.
No podía ser un historiador a la manera del investigador de
fondos documentales, aunque se esforzó por dar a conocer do-cumentos
aislados, a los que él dio un extraordinario valor, sino
esencialmente lo fue desde su formación cultural adquirida a través
de lecturas de obras impresas22. Asimismo su formación cultu-ral
dicha está regida o dirigida principalmente por sus estudios
religiosos ortodoxos de seminario y lecturas pías. Además, esta-mos
ante un hombre en el que prevalecen los conocimientos
económicos y ligados a los cálculos aritméticos y náuticos.
Inmerso en su actividad eclesiástica debió de ser un eficaz y
laborioso administrativo religioso que acompañaba a los obispos
en sus visitas generales y los asistía en la compilación y valora-ción
de datos, composición de los diversos libros o documenta-ción
propia de aquel acto, en otros sinodales, censo-diezmales
21. Cfr. «Noticias en general de estas siete islas Canarias», capítulo 2, f. 106v.
22. Comete numerosos errores históricos y en la reproducción de elementos
de sus propias fuentes, porque, muchas veces, escribe de memoria aunque
se refiera a determinada fuente como si la tuviera delante.
NOTICIAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DE DÁMASO QUESADA Y CHAVES ... 269
y similares23. Era hombre, pues, de su tiempo, pero enmarcado
en una formación religiosa común. Criado, inmerso e integrado
en cierto grupo económico local e interesado por la economía
vinícola del valle de Taoro24. Son matices que lo diferencian de
Viera, en el que prevalece el hacer y la influencia aristocrática
tinerfeña.
Por esas razones familiares y vocacionales estará al corriente
de producciones, precios, costos, beneficios, censos, demografías,
diezmos, tributaciones, etcétera, afectas con los centros pobla-dos
de las islas. En lugares de sus manuscritos nos hace revela-ción
de sus fuentes al respecto:
[...] en el lugar del Realejo de Abajo, poco antes del año 1690,
se recogieron 999½ botas de a 12 barriles, como lo justifican las
cuentas de su administrador el Marmaduque Raudor25 y libro
Ministro de los mercaderes. Y por la cuenta de su diezmo en toda
la isla se le regula por quinquenio desde 20 a 22000 pipas cada
año y compuestos los barriles de a 4 arrobas y cada arroba de
10 cuartillos, que hacen lo mismo que los 36 de la arroba an-daluza.
o
[...] (sin las que nacieron del 44 al 46, como se ve en cada isla
en particular, de las cuales no tuve más noticia que de su ma-trícula
hecha por la visita de dicho tiempo). Se ve el exceso que
hay de la otra cuenta tomada en la visita, año 1733.
23. En su manuscrito acredita su condición de eclesiástico taorino y, par-ticularmente,
nos descubre que se ganó la animadversión de la familia Cas-tro
por su oposición, en calidad de cura colector de la parroquial del Realejo
de Abajo, al uso de silla.
24. No desarrollamos esta característica porque en el texto el autor la explica
suficientemente bien. Nos gustan más sus palabras que las que podríamos
nosotros improvisar. Véase: «Noticias en general de estas siete islas Canarias»,
capítulo 4, epígrafe «Vinos»», ff. 114-115v.
25. Marmaduke Rawdon of York, mercader británico asentado en la Ha-cienda
de los Príncipes.
270 JOSÉ ANTONIO CEBRIÁN LATASA
A esa formación básica se unió su condición de asiduo lec-tor
y estudioso de obras de geografía, viajes, historia, patrística
y de religión.
Y, por otra parte, sus aficiones, gustos, perspectivas, inclina-ciones
y habilidades se verán enriquecidas por haber sido un
empedernido viajero, tanto por tierra como por mar. Esta cos-tumbre
le permitirá hacerse un buen políglota que domina la
lengua materna, el latín, el italiano y el francés, de seguro, y el
portugués y el inglés con mucha probabilidad.
El lector, ante los manuscritos originales, se va a encontrar con
un mal prosista y embarullado, que se pierde en largas cadenas
de oraciones que derivan del tema principal a través de argu-mentaciones
colaterales y que incluso le llevan a cortar lo que
narra con sendos etcéteras. Quesada escribe sus manuscritos en
un castellano con arcaísmos y con los elementos propios de fi-nales
del siglo XVII. Además introduce lapsus calami que repre-sentan
pérdidas de sílabas y de palabras o cambios de tiempo o
género, errores gramaticales a la hora de construir las frases y
falta de puntuación, aunque él efectúa sus propias correcciones
de los errores que se descubre, testando palabras, sobreescribién-dolas,
interlineándolas, al margen o con notas manuscritas en
fragmentos de papel que adhiere al folio en cuestión.
Es nuestra convicción que el trabajo, adjudicado a autor anó-nimo
y conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid, signa-tura
antigua J-127 y moderna 3182, copiado por Luis Maffiotte
en 1890, conservado en su archivo particular y publicado por
Miguel de Santiago de Rodríguez en la revista El Museo Cana-rio
(año IV, n. 8, enero-abril 1936, pp. 60-100), es de su autoría.
El estudio que ya hizo entonces Miguel de Santiago habría al-canzado
una solución definitiva si hubiera estado, entonces, en
la pista de Quesada, pero contiene un número de elementos
acertados que, con los materiales que ahora tenemos, permiten
una exégesis concluyente. Basamos nuestra opinión en que, sin
ninguna duda, el propio contenido literal lo acredita, conside-rando
que estamos ante un primer trabajo de juventud que
NOTICIAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DE DÁMASO QUESADA Y CHAVES ... 271
presenta una forma abreviada o reducida de la materia de su
interés, donde sus fuentes eran las mismas, pero en menor nú-mero,
y sólo alcanzaba los años de la década de 1720, aunque
se debía sustentar en el material reunido durante la visita ge-neral
de 1733, efectuada por Dávila.
Efectivamente, una a una coinciden fuentes, estructura y tra-tamiento
del asunto. No se precisa aquí mostrar la exégesis de-tallada
que así lo prueba; basta que el lector haga lectura de ese
primer trabajo reducido y de cualquiera de los manuscritos
posteriores, aunque aquí introduciremos varios ejemplos.
Así, quien escribe, por ejemplo:
En el año de 1291, Doria y Bilbao, genoveses, emprendieron,
en compañía de otros aventureros, una navegación a las Costas
de África, en la que descubrieron estas Yslas, y llegando esta noticia
a la Corte Romana que entonces estava en Aviñón.
Es el mismo que, unos cuarenta años después, redactó:
Los genoveses quieren gloriarse que sus patriotas fueron los pri-meros
que las descubrieron, año de Cristo 1291, afirmando que
en el mismo salió un nave aventurera, gobernada de dos patro-nes
su nacionales, llamados Doria y Vilbao y navegando el océano
las hallaron y dieron parte a la Santa Sede, gobernando enton-ces
el santísimo padre Nicolás IV.
O el que escribía en los años 1730:
[...] Monsiur de Betancur, pidiendo éste ayuda al rey don
Henrique, el que se la dio, con omenaje que Betancur le hizo de
las Yslas; y, pasando a ellas, conquistó, en los años 1404 o 1405,
las dos Yslas de Lanzarote y Fuerte Ventura; y el Rey de Lanzarote
se bauptizó por el capellán de Betancur, Juan Vasier, instruido por
el padre frai Pedro Bencisca, del Orden de San Francisco.
272 JOSÉ ANTONIO CEBRIÁN LATASA
Era la misma mano que lo hacía en 1770:
Embarcado Betancurt [...] Anclaron en el año 1404 [...] dijo
la oración monsiur Baciers [...] Siendo presidente el reverendo padre
fray Pedro Bensica [...] catequizados por el padre presidente los
bautizó monsiur Baciers.
Pero que era capaz entonces de introducir la rectificación en
función de la nueva fuente que había venido a conocer:
La historia de la conquista la imprimieron en París el año 1630
con el título Conquete des Canaries par monsiur Joham de
Betencourt. Escrita por fray Pedro Bontier e Johan le Barrier, sus
capellanes, que parece error el Bensica y el Baciers sobredichos.
Etcétera.
Pasado el tiempo, bajo la motivación que hemos indicado, será
autor de una obra manuscrita mayor, que se conservaba en la
Biblioteca y Archivo de la Embajada de España cerca de la Santa
Sede, en Roma.
Wangüemert y Poggio lo debió de haber leído, porque hace
uso de información que contiene Dámaso. También fue conoci-da
la obra por Dominik J. Wölfel, que la incluye y comenta en
el tomo I de sus Monumenta linguae canariae, aunque había hecho
avances en trabajos menores editados con anterioridad, tales como
su Informe de 1930 de la Anthropos (XXV, pp. 711-724).
El título del tomo 1º: Las Canarias Ylustradas / y / Puente
Isleña Americana / fixa en el primer y General Meridiano / Des-cubrimientos,
conquista / y anales / De las siete Yslas Afortuna-das
en el Obispado / antes dicho de Rubicón nombrado hoy / de
las Canarias. En tres partes o tomos divididos. / Compuesto en Roma
/ por el sacerdote don Dámaso de Quezada y Cha / ves hijo de
la misma Diócesis. Año de 1770 / Parte y tomo primero / Y con
sus mapas y varias escalas para la ma / yor claridad del mesmo
autor, adornada y nuevamente enriquecida con Bulas, corregida y
aña / dida de varias cosas, / en la misma Roma.
NOTICIAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DE DÁMASO QUESADA Y CHAVES ... 273
El del tomo 2º: Las Canarias Ylustradas / y / Puente Isleña
Americana / fixa en el primer y General Meridiano / Descubri-mientos,
conquistas / De las siete Yslas Afortunadas en el Obis-pado
/ que antes dicho de Rubicón se nombra hoy / de las Cana-rias.
En tres tomos o partes divididos / Compuestos en Roma / por
el sacerdote don Dámaso de Quezada y Cha / ves hijo de la mis-ma
Diócesis. Año de 1770 / Parte y tomo segundo / con sus ma-pas
y varias escalas para la may / or claridad adornado y con
Bulas y otros / documentos enriquecido, corregido y aña / dido de
varias cosas del proprio autor, / en la misma Roma, / este año de
1784.
Señala Wölfel la falta del tomo 3º, pero añade lo que él es-tima
un resumen, inspirado en la expresión Compedio que usa
el autor. Su título: Canaria illustrada / y / puente americhano /
situado en las Afortunadas 7 yslas / de Canaria. / Compendio /
del Descubrimiento, Conquista, Situación, / y Dominio de ellas /
Según las noticias que dan las Coronicas de don / Bartolomé
Cairasco, Canónigo de Canaria, Francisco Viana, don Juan / Núñez
de la Peña y el R.P. Fr. Bartolomé de Candelaria, historiador / de
la Aparición y Milagros de N. Sra. de Candelaria; todos natura-les
de / estas Yslas: Los R.R. P.P. Monte-Mar26; y Quirós; estrangeros;
etcétera y mu / chos manuscritos que notan los sobredichos coronistas,
y otros más / Aumentada ahora / con los Breves Apostólicos, Mapas,
y varias escalas, para mayor claridad / Compuesta por D. Dámaso
de Quezada y Chaves / Diácono natural de Tenerife quien la /
dedica y consagra.
La reseña bibliográfica que daría Miguel de Santiago Rodríguez,
a partir de un catálogo de las existencias de la biblioteca de la
embajada española en Roma, nos puso en contacto con una obra
que tituló: Las Canarias Ylustradas / y / Puente Isleña America-na
/ fixa en el primer y General Meridiano / Descubrimientos,
conquista / y anales / De las siete Yslas Afortunadas en el Obis-
26. Aquí un doble lapsus de memoria de Dámaso, ya que está citando de
nuevo a fray Alonso de Espinosa por su segundo apellido, que era Montemayor.
274 JOSÉ ANTONIO CEBRIÁN LATASA
pado / que antes dicho de Rubicón se nombra hoy / de las Cana-rias.
En tres tomos o partes divididos / Compuestos en Roma / por
el sacerdote don Dámaso de Quezada y Cha / ves hijo de la mis-ma
Diócesis. Año de 1770 / Parte y tomo segundo / con sus ma-pas
y varias escalas para la may / or claridad adornado y con
Bulas y otros / documentos enriquecido, corregido y aña / dido de
varias cosas del proprio autor, / en la misma Roma / este año de
1784. De Santiago mencionó los tres tomos y dio la informa-ción
en Revista de historia canaria del año 1942.
Emilio Hardisson Pizarroso avanzó contenido y fragmentos de
la obra de Dámaso en «El Garoé» y la «Historia inédita de Quesada
y Chaves» (Revista de historia, IX, 1943, pp. 30-41); en «Santa
Cruz de Tenerife y su puerto» (Revista de historia, n. 76, octu-bre-
diciembre de 1946, apéndice número 5, pp. 386-390); y en
«El descubrimiento precolombino de América, el padre Gumilla
y don Dámaso de Quesada y Chaves» (El Museo Canario, n. 16,
1945, pp. 13-33).
Da como título del manuscrito romano: Las Canarias Ylustra-das
y Puente Isleña Americana fixa en el primer y general Meri-diano.
Descubrimientos, Conquista y Anales de las siete Islas, di-chas
Afortunadas, en el Obispado antes de Rubycón, nombrado hoy
de las Canarias. En tres partes o tomos divididos. Compuestos en
Roma por el sacerdote don Dámaso de Quesada y Chaves, de la
misma diócesis, año 1770. Parte y tomo primero y con sus mapas
y varias escalas para la mayor claridad del mismo auctor ador-nados
y nuevamente enriquecidos i con bulas corregidos y añadi-dos
de varios cosas en la misma Roma. Año 178427. De la que
hizo una copia fotográfica el referido Hardisson.
De dicha obra hay otro manuscrito en la Biblioteca Nacio-nal
de Madrid, signatura 22520, que es una versión reducida de
la anterior. Esto último nos hace pensar que se trata del primer
27. Observamos que en la versión final ha suprimido la mención de la
fuente principal que ha empleado para reconstruir la historia de las conquistas
de las siete islas Canarias.
NOTICIAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DE DÁMASO QUESADA Y CHAVES ... 275
borrador, al que siguió el original romano, corregido y amplia-do.
Título del manuscrito matritense: Canaria illustrada / y /
puente americhano / situado en las Afortunadas 7 yslas / de Canaria
/ compendio / del Descubrimiento, Conquista, Situación, / y Do-minio
de ellas / Según las noticias que dan las Coronicas de don
/ Bartolomé Cairasco, Canónigo de Canaria, Francisco [sic por
Antonio] Viana, don Juan / Núñez de la Peña y el R.P. Fr. Bartolomé
de Candelaria, historiador / de la Aparición y Milagros de N. Sra.
de Candelaria [sic por fray Alonso de Espinosa, OP]; todos na-turales
de / estas Yslas: Los R.R. P.P. Monte-Mar28; y Quirós;
estrangeros; etcétera y mu / chos manuscritos que notan los
sobredichos coronistas, y otros más / Aumentada ahora / con los
Breves Apostólicos, Mapas, y varias escalas, para mayor claridad
/ Compuesta por D. Dámaso de Quezada y Chaves / Diácono
natural de Tenerife que la / dedica y consagra. / 1784 [escrita
posteriormente con otra tinta]. Con 155 folios. Obra acabada
de redactar en 1770.
4 RELACIÓN DE FUENTES
Por muchas de sus citas, particularmente las obras que forman
nuestros relatos tradicionales, viene a demostrar que lo hace de
memoria con lapsus comprensibles en quien no las tiene a mano.
Su estancia en Roma le pone al alcance de muchos autores religio-sos
y de los llamados clásicos, tanto historiadores como geógrafos,
así como de geógrafos y relatores de viajes y tiempos modernos.
Estas fuentes serían:
—Cayo Plinio Segundo: Historia natural.
—Cayo Julio Solino: Colección de hechos memorables.
28. De nuevo aquí un doble lapsus de memoria de Dámaso, ya que está
citando de nuevo a fray Alonso de Espinosa por su segundo apellido, que
era Montemayor.
276 JOSÉ ANTONIO CEBRIÁN LATASA
—Estrabón de Amasía: Geografía.
—Claudio Tolomeo: Guía de geografía.
—«Y otros Cronológicos y Geográficos» o «Los escritores geográfi-cos
» o «Algunos geógrafos (entre ellos Murillo)». Tres expresio-nes
genéricas que utiliza en la obra.
—Bulas papales y breves apostólicos.
—Cédulas reales
—Censos de las visitas generales de 1733, 1742 y 1760.
—Fray Alonso de Espinosa (OP): Del origen y milagros de la santa
imagen de nuestra señora de Candelaria que apareció en la isla
de Tenerife, con descripción de esta isla. No lo menciona direc-tamente
Dámaso sino que confunde su nombre y lo bautiza
como fray Bartolomé de Candelaria, en una ocasión, y reve-rendo
padre Monte-Mar, en otra. Pudo leer al dominico, pero
lo recoge a través de las obras de Antonio de Viana y de Juan
Núñez de la Peña. En nota tardía, recogida en su folio 149,
lo recupera como su fuente: «El padre fray Alonso de Espino-sa,
dominicano, año 1591 escribió los milagros de Nuestra Se-ñora
de Candelaria».
—Alonso García, jesuita cordobés, año 1518 (sic por 1618),
escribió: Historia moral y natural de las islas de Canaria. No
lo había citado en el texto, pero lo añadió en nota tardía, en
el folio 149.
—Antonio de Viana: Antigüedades de las islas afortunadas de la
Gran Canaria, conquista de Tenerife y aparición de la santa
imagen de Candelaria, en verso suelto y octava rima.
—Juan Núñez de la Peña: Conquista y antigüedades de las islas
de Gran canaria y su descripción, con muchas advertencias de
sus privilegios, conquistadores, pobladores y otras particularida-des
en la muy poderosa isla de Tenerife.
—Bartolomé Cairasco: Templo militante, triunphos de virtudes.
Festividades y vidas de santos. Flos Sanctorum.
—Cristóbal Pérez del Cristo: Excelencias y antigüedades de las
siete islas de Canaria, parte 1ª.
NOTICIAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DE DÁMASO QUESADA Y CHAVES ... 277
—«fray Juan de Abréu Galindo», pseudónimo de Gonzalo Argote
de Molina29, que, como indica Dámaso en su manuscrito, dejó
una obra inacabada por la muerte de su autor «quedaron sin
imprimir lo que de estas islas y genealogía de su suegro había
escrito y se ven sus manuscritos en la Real Biblioteca de Ma-drid
». Manuscrito completado en 1632 con elementos de la
pseudocrónica Lagunense que portaba Juan Quintana, al tiempo
que ejercía como gobernador de Lanzarote, del que en 1639
haría una copia el entonces alférez Alonso de Jerez Cardo-na,
vecino y natural de Lanzarote, que ha sido editada por
Francisco Morales Padrón con el nombre de Ovetense. Su tí-tulo:
Historia de la conquista de las siete islas de Gran Canaria.
—Gonzalo Argote de Molina: Nobleza del Andalucía.
—José de Pellicer: Memorial de la calidad y servicios de los se-ñores
de Fuerteventura en las Canarias, del apellido de Saavedra.
—Sagrada Escritura y Nuevo Testamento.
—Platón: Opera omnia.
—San Agustín: Omnium operum primus (De civitate Dei libri XXII,
etcétera).
—Juan Doménico Musancio: Cronología de las sietes edades del
mundo. Se trata de Giovanni Domenico Musanzio y su obra
Tabulae chronologicae, quae sacra, politica, bellica, fortuita, li-teras
et artes ad omnigenam historiam complectuntur, 1750.
—Fray Francisco González: Genealogías sagradas. Asimismo
podríamos aceptar que utilizó, directa o indirectamente, a fray
Juan Márquez (OSA), autor de Origen de los padres ermita-ños
de la orden de San Agustín y su verdadera institución, antes
del concilio lateranense, 1658.
—Juan Tamayo de Salazar: Martirologio hispánico.
—Jerónimo Román de la Higuera (SJ): Repúblicas del mundo
(República gentílica, etcétera), 1619.
—Lucio Flavio Dextro, pseudónimo del anterior: Chronicon.
29. Lo tenemos probado en nuestro Corpus de historia de Canarias, en
su sección 3ª.
278 JOSÉ ANTONIO CEBRIÁN LATASA
—Luitprando, otro de los pseudónimos de Jerónimo Román: Cró-nica.
—Maestro Ruiz Puertas.
—Martirologio romano.
—Colector de los padres agustinos: Martirologio.
—Fray Francisco Gonzaga (OFM): Del origen de la seráfica reli-gión
franciscana y sus hechos progresivos.
—Juan Bolando (SJ): Acta sanctorum o Historia santoral, 1643-
1665.
—Borgomense
—Diego de Valera: Crónica abreviada de España.
—Luis Moréri: El gran diccionario histórico-geográfico (Le grand
dictionnaire historique, ou Le mélange curieux de l’histoire sacreé
et profane, 1674).
—Juan de Rivarola: Monarquía española y Nobiliario de Anda-lucía.
—Carlos (Caron) Coquelines: Bulario Romano (continuación de
Reynaldo).
—Oderico Rinaldi (Reynaldo): Annales ecclesiasticae ab anno 1198
ubi desinit Baronius (alcanza el año 1344).
—Luis Sebastián le Nain de Tillemont: Cartas geográficas fran-cesas,
impresas en Paris, año de 1703.
—Fray Julián del Castillo: Historia de los reyes godos.
—Pedro Mártir de Anglería: Historia de Cádiz.
—Sebastián Beretano: Vida del padre José de Anchieta.
—La historia de la conquista, impresa en París el año 1630 con
el título Conquete des Canaries par monsiur Joham de Betencourt.
Escrita por fray Pedro Bontier e Johan le Verrier, sus capellanes.
Se trata de la edición de Pierre Bergeron.
—Diego Ortiz de Zúñiga: Anales de Sevilla.
—Alonso López de Haro: Nobiliario.
—Gil González Dávila: Teatro eclesiástico de las ciudades e igle-sias
catedrales de España.
—Cristóbal de la Cámara y Murga: Constituciones sinodales del
obispado de la Gran Canaria y su santa iglesia, con su prime-
NOTICIAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DE DÁMASO QUESADA Y CHAVES ... 279
ra fundación y traslación, vidas sumarias de sus obispos y bre-ve
relación de todas las siete islas (sínodo de 1629).
—Burio.
—Oficio de san Andrés Avelino, del orden de San Cayetano.
—Ignacio Bompiano (SJ): Historia rerum christianarum ab ortu
Christi, 1665.
—Vida de san Marcial.
—Fray Onofrio Panvinio (OSA): Chronicom ecclesiasticum, 1568.
—Fray Remigio Florentino (OP): Exposición y consideraciones de
todas las dominicas del año.
—Jacob Felipe Cepolino: Sacrum chronicum.
—Jacob Tirino: Cronologías.
—Agustín Calmet: Cronología (Dictionnaire historique, critique,
chronologique, géographique, et literal de la Bible, 1720).
—Francisco Petronio: Cronología.
—Auriema: Cronología.
—Salmón.
—Cornejo: Corónica de la religión OFM.
—Fray Luis de Quirós (OFM): Breve sumario de los milagros que
el santo crucifijo de San Miguel de las Victorias de la ciudad
de La Laguna de la isla de Tenerife ha obrado hasta el año de
1590 y de los primeros predicadores de la fe en las islas Cana-rias.
—San Isidoro, arzobispo de Sevilla: Las sentencias (Originum libri
vigenti o Etimológicas).
—Pedro Dávila: Visita general y Sínodo en el obispado canariense,
años 1733 y 1735.
—Antonio Agustín Bruñen de la Martiniere: Diccionario geográfico,
histórico y crítico, 1726.
—Francisco López de Gómara: Historia de Indias.
—Fray Enrique Flórez (OSA): España sagrada.
—Florián de Ocampo: Crónica general de España.
—Ambrosio Calepino: Dictionnarium ex optimus quibusquam
authoribus studiose collectum.
—Willem Janszoom y Jan Blaeu: Atlas major (Theatrum mundi).
280 JOSÉ ANTONIO CEBRIÁN LATASA
—Juan de Mariana (SJ): Historia de España.
—Alonso de Andrade (SJ): Itinerario que debe guardar el hom-bre
para caminar al cielo, 1648.
—Antonio de Herrera: Décadas o Historia general de los hechos
de los castellanos en las islas y tierra firme del mar Océano.
—Quintana, siguiendo a Ptolomeo, libro 9, capítulo. Tal vez sea
Jerónimo de Quintana, autor de Historia de la antigüedad, no-bleza
y grandeza de la coronada villa de Madrid, 1629.
—Benito J. Feijoo (OB): Teatro crítico universal.
—Luis Feuillet «Feuillée»: Historia antigua y moderna de las is-las
Canarias.
—César Francisco Cassini: Description géométrique de la terre, 1775.
—Juan Bautista Ramucio: Raccolta de navigazioni e viaggi, 1550-
1559.
—Francisco de la Mothe le Vayer: Escuela de Príncipes (Geographie,
rhetorique, morale, economique, politique, logique et physique du
Prince, 1651-1656).
—Fray Antonio de la Calancha: Crónica del orden de San Agustín
en el Perú, 1639.
—Cartilla moral.
—Viajes de los ingleses: puede que se refiera a The principal
navigations, voyages, trafiques and discoveries of the English nation,
editado por Richard Hakluyt.
—Fray Rafael de San Juan, trinitario descalzo, que trae el caso
del canario Alejandro, cautivo en Mequinez.
—Bustamante.
—Pedro Rivadeneira (SJ): Flox sanctorum.