CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 269
ramente literaria como en el lado
ideológico de los temas que aborda.
El debate decimonónico de la mu-jer
como ser inteligente y de su «ca-pacidad
» y «derecho» a la cultura es-crita
e intelectual abre nuevos pasos
en suelo canario con la publicación
de El instructor, pero no cabe duda
de que en cierta forma sigue mante-niendo
actitudes mentales que mu-cho
le deben aún al poder ejercido
por el hombre sobre el qué y el có-mo
se enseña a la mujer.
VÍCTOR J. HERNÁNDEZ CORREA
FESTEJOS públicos que tuvie-ron
lugar en la ciudad de La Pal-ma,
con motivo de la bajada de
Nuestra Señora de las Nieves ve-rificada
el 1.º de febrero de 1845.
Edición de Pilar Rey y Antonio
Abdo; prólogo de Pilar Rey y An-tonio
Abdo; textos de Manuel Lo-bo
Cabrera et al. Ed. facs. Islas
Canarias: [Ayuntamiento de San-ta
Cruz de La Palma; Patronato
Municipal de la Bajada de la Vir-gen;
Escuela Municipal de Teatro;
Julio Castro Editor], 2005. 128
p., [2] h. pleg. de plan.: il.; 30 cm.
Las 2 h. corresponden a los reco-rridos
procesionales de 1765.
ISBN: 84-932608-3-5.
No creo posible comprender en
todo su alcance la labor desarrollada
por la Escuela Municipal de Teatro
de Santa Cruz de La Palma en lo re-ferente
a la docencia y difusión del
arte dramático dentro y fuera del
archipiélago si obviamos el trabajo
paralelo de su anexo Departamento
de Investigación y Archivo, luego
nominado Centro de Investigación
y Archivo. Y es que sus directores,
Antonio Abdo Pérez (Los Realejos,
1937) y Pilar Rey Brito (Santa Cruz
de Tenerife, 1944) supieron conce-bir
desde la fundación escolar en
1981 la doble dimensión del teatro:
por un lado, su naturaleza como es-pectáculo
y, por otro, su lugar en el
ámbito de los géneros literarios. No
en vano, han sido precisamente el
rescate y divulgación de determina-dos
tejidos textuales de autoría lo-cal
los que han ocupado la mayor
parte de los esfuerzos del citado de-partamento.
Por ejemplo, cuando
hoy en día la obra dramática de
Juan Bautista Poggio Monteverde
(Santa Cruz de La Palma, 1632-
1707) cuenta ya con tres ediciones
a cargo del profesor Fernández Her-nández,
mucho le debemos aún a
aquellas pesquisas preliminares lle-vadas
a cabo en archivos de las islas
—especialmente, en el de la Familia
Poggio— por Abdo Pérez y Rey Bri-
270 RESEÑAS
to, pesquisas que muy pronto se ve-rían
respaldadas por encargos ex
profeso de distintos organismos, tan-to
para su representación como pa-ra
su edición moderna. Y qué decir
de la cartelería con la que cuentan
los fondos de la Biblioteca o de la
colección de libretos originales o en
copia que vienen a llenar las lagunas
existentes en otros centros archivís-ticos
y bibliográficos. No cabe duda
de que con todos ellos va comple-tándose
en parte el rico mapa tea-tral
de las islas y, en particular, el
concerniente a la isla de La Palma.
Pero tal y como indica su propio
nombre, el departamento no sólo se
ha esforzado por actualizar el in-ventario
de obras que se daban por
perdidas o simplemente eran desco-nocidas
para la crítica, sino que el
mismo estudio de algunas piezas
emblemáticas como el Auto de los
reyes magos o el género del diálogo
del castillo y la nave, por sólo citar
dos ejemplos, han recibido de su
mano nueva atención, despejando
algunas dudas o aportando nuevas
hipótesis y líneas de trabajo. Así, en
relación al primero, contábamos
hasta 1990 con las teorías vertidas
por Navarro Artiles en su libro El te-atro
de Navidad en Canarias
(1966); el autor exponía entonces
las primeras bases interpretativas
acerca del origen del texto y su des-arrollo
en copias y versiones poste-riores.
En el citado año de 1990, sa-lía
a la luz un breve pero revelador
artículo1 en el que Abdo Pérez y
Rey Brito identificaban al drama-turgo
Antonio Rodríguez López
(Santa Cruz de La Palma, 1836-
1901) como probable autor de las
piezas conservadas y representadas
en la noche del 5 de enero en varias
iglesias de La Palma, extendidas
luego por el resto del archipiélago.
Esta nueva entrega bibliográfica
contó en su presentación, el día 11
julio de 2005 en el Teatro Chico
Municipal de Santa Cruz de La Pal-ma,
con los editores literarios, los
colaboradores Manuel Lobo Cabre-ra,
Maximiano Trapero y J. Manuel
Lorenzo Arrocha y la concejal de
Cultura del ayuntamiento, Maeve
Sanjuán Duque, haciéndose coinci-dir
con la programación prevista
dentro de la Bajada de la Virgen de
1. Véase: ABDO, Antonio y REY, Pilar. «El Auto de los Reyes Magos (el problema
de su autoría) y una tradición recuperada: Santa Cruz de La Palma». La graja: re-vista
cultural palmera, n. 6 (1990), pp. 21-23.
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 271
las Nieves2. Se trata de una obra
conjunta en la que además de la
transcripción de la crónica de feste-jos
de la Bajada de la Virgen del año
1845, se incorpora su edición facsí-mil
y varios estudios a cargo de los
especialistas Lobo Cabrera,Trapero,
Fernández Hernández, Pérez More-ra
y Lorenzo Arrocha. Desde luego
no es ésta la primera vez que, a tra-vés
del Departamento de Investiga-ción
y Archivo, Abdo Pérez y Rey
Brito abordan la edición de una des-cripción
de las fiestas lustrales pal-meras.
Ya en 1989 dieron a la luz un
manuscrito conservado en el Archi-vo
de la Familia Poggio que descri-bía
los distintos espectáculos del
programa religioso y profano de la
Bajada de la Virgen de 1765, con-tando
en aquella ocasión con la co-laboración
de Jesús Pérez Morera,
años más tarde, doctor y profesor en
historia del arte por la Universidad
de La Laguna3. Casi una década des-pués,
en 1997, el mismo departa-mento
era responsable de la publi-cación
de la Descripción de todo lo
que pasó en la Bajada de Nieves en
La Palma, texto cronístico incom-pleto
de los festejos lustrales de
1815, cuyo original obraba en el ar-chivo
particular de Jaime Pérez
García, cronista oficial de Santa
Cruz de La Palma y colaborador asi-mismo
de aquella entrega, junto a
los profesores Antonio de Béthen-court
Massieu y Manuel Lobo Ca-brera,
y a los investigadores palme-
2. Véanse: Bajada de la Virgen. Santa Cruz de La Palma. LXVI edición. [Santa
Cruz de La Palma: Patronato Municipal de la Bajada de la Virgen], 2005, p. 74;
SANZ, D[avid]. «Editado un manuscrito que describe la Bajada en el XIX». Diario de
avisos (12 de julio de 2005), p. 23; y [LA REDACCIÓN]. «Libro sobre festejos públi-cos
». El día (12 de julio de 2005), p. 18.
3. Véase: ABDO PÉREZ, Antonio, REY BRITO, Pilar y PÉREZ MORERA, Jesús. Des-cripción
Verdadera de los solemnes Cultos y célebres funciones que la mui noble y leal
Ciudad de Sta Cruz en la ysla del Señor San Miguel de la Palma consagró a María
Santísima de las Nieves en su vaxada a dicha Ciudad en el quinquennio de este año
de 1765. Edición de Antonio Abdo y Pilar Rey. [Santa Cruz de La Palma]:Ayunta-miento
de Santa Cruz de La Palma. Escuela Municipal de Teatro, 1989.
El texto de la presentación de esta obra, por Jaime Pérez García, fue publicado
con el título «Presentación del libro [Descripción de la Bajada de 1765]» en La gra-ja:
revista cultural palmera, n. 5 (1990), pp. 14-19. Desde entonces, ha sido traba-jada
por distintos especialistas interesados por las fiestas, la literatura y el arte en
La Palma.
272 RESEÑAS
ros José Feliciano Reyes y Jesús Ma-nuel
Lorenzo Arrocha4.
A partir de estas primeras apor-taciones
de la Escuela Municipal de
Teatro de la capital palmera, otros
investigadores se han sumado a la
difusión de estas muestras que na-rran
los acontecimientos, espectá-culos
y rasgos devocionales que han
venido definiendo, desde su prime-ra
edición en 1680 hasta hoy, el ca-rácter
festivo que inunda la ciudad
de Santa Cruz de La Palma durante
la bajada quinquenal de la Virgen
de las Nieves. Ya en sus Noticias pa-ra
la historia de La Palma, el políti-co
y estudioso Juan Bautista Loren-zo
Rodríguez (Santa Cruz de La
Palma, 1841-1908) daba a conocer
parcialmente el texto que el notario
eclesiástico José Antonio Mamparle
(Santa Cruz de La Palma, 1711-
1793) trazó sobre la Bajada de
1770, principalmente a consecuen-cia
de un incendio acaecido durante
el viaje de retorno de la imagen ma-riana
a su ermita del campo. En fe-cha
reciente, Jaime Pérez García y
Manuel Garrido Abolafia lo trans-cribían
en una edición acompañada
de notas históricas a partir del
ejemplar conservado en la Bibliote-ca
Cervantes de la Sociedad Cos-mológica,
incluyendo un Croquis de
las casas afectadas por el fuego del
Archivo de Indias5. El artículo fue
publicado en una sección especial
que con el título La Bajada de la
Virgen incluía la Revista de estudios
generales de la isla de La Palma en
4. Véase: PÉREZ GARCÍA, Jaime. Descripción de todo lo que pasó en la Bajada de
Nieves en La Palma. Año de 1815. Edición de Antonio Abdo y Pilar Rey. [Notas de
Antonio Abdo Pérez, Antonio de Béthencourt Massieu, José Feliciano Reyes, Ma-nuel
Lobo Cabrera, Jesús Manuel Lorenzo Arrocha, Jaime Pérez García y Pilar Rey
Brito]. [La Laguna]: Julio Castro, Editor, D.L. 1997.
La obra fue reseñada y comentada por mí en Mandala: revista de arte y litera-tura,
n. 1 (marzo de 1998), p. 22 y con menos fortuna en Zoras: revista del Centro
Asociado de la UNED, n. 7 (mayo de 2001), pp. 87-93, especialmente pp. 90-91. Asi-mismo,
fue aprovechada para aportar materiales léxicos de La Palma por CORRA-LES,
Cristóbal y CORBELLA, Dolores. Diccionario histórico del español de Canarias.
[La Laguna]: Instituto de Estudios Canarios, 2001. Mucho se ha servido también
de esta Descripción, entre otros investigadores, Mª Victoria Hernández Pérez en sus
análisis sobre fiestas y tradiciones insulares.
5. PÉREZ GARCÍA, Jaime y GARRIDO ABOLAFIA, Manuel. «Noticias curiosas escri-tas
de puño y letra del notario ecco. Dn José Mamparle, las que se han copiado del
original en la misma forma en que las dejó escritas. Año de 1770». Revista de estu-dios
generales de la isla de La Palma, n. 1 (2005), pp. 13-23.
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 273
su número 1, correspondiente al
año lustral de 2005. En la misma
sección aparecieron también una
crónica de la Bajada de 18806 y otra
de 1895 que los mismos investiga-dores
transcribieron con abundan-tes
notas históricas y un apéndice
de ilustraciones de dos cubiertas y
cuatro planos-guía de los itinerarios
de la Danza de las Mariposas (lám.
I), Danza de Enanos (lám. II), Carro
(lám. III) y Danza de Gimnastas
(lám. IV), todas ellas piezas repre-sentadas
en aquella ocasión7. Un
año antes, el mismo Pérez García
daba a la luz, con estudio prelimi-nar
y notas de interés histórico, una
crónica redactada por el sedero, pe-riodista
y político palmero José Mª
Fernández Díaz sobre la Bajada de
1860, cuyo texto había sido hallado
hacía tiempo en el fondo Lorenzo
Mendoza (Archivo Municipal de
Los Llanos de Aridane)8.
La publicación que ahora nos
brinda el Centro de Investigación y
Archivo de la Escuela Municipal de
Teatro de Santa Cruz de La Palma
se inicia con el hallazgo por Jaime
Pérez García del manuscrito que,
con el título Festejos públicos que tu-vieron
lugar en la ciudad de La Pal-ma,
con motivo de la bajada de
Nuestra Señora de las Nieves verifi-cada
el 1.º de febrero de 1845, forma
parte de un legajo del fondo Anto-nino
Pestana que custodia el archi-vo
de El Museo Canario (Las Pal-mas
de Gran Canaria). En el
«Prólogo», los editores cuentan los
6. ANÓNIMO. «Bajada de la Virgen. Año 1880». Revista de estudios generales de
la isla de La Palma, n. 1 (2005), pp. 25-32.
7. PÉREZ GARCÍA, Jaime y GARRIDO ABOLAFIA, Manuel. «Año de 1895. Noticias
referentes a la Bajada de Nuestra Señora de las Nieves en el presente lustro». Revis-ta
de estudios generales de la isla de La Palma, n. 1 (2005), pp. 33-41.
8. PÉREZ GARCÍA, Jaime. «La Bajada de la Virgen de 1860, de José María Fer-nández
Díaz». Revista de estudios generales de la isla de La Palma, n. 0 (2004), pp.
397-419. Aparte de los datos aportados en el estudio preliminar, Pérez García se
había ocupado con anterioridad de Fernández Díaz en sus Fastos biográficos de La
Palma. [Santa Cruz de La Palma: Caja General de Ahorros de Canarias], 1990, v.
II, p. 77. Sobre el Fondo Lorenzo Mendoza, véanse como aproximación: SANTIAGO
PÉREZ, Miguel. «Descripción del Fondo Lorenzo Mendoza, perteneciente al Archi-vo
Municipal de Los Llanos de Aridane, según la norma ISAD-G». Cartas diferentes:
revista canaria de patrimonio documental, n. 1 (2005), pp. 221-226, y en la misma
revista «El Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane adquiere el “Archivo familiar
Lorenzo Mendoza” con destino a enriquecer los fondos documentales del Archivo
Histórico Municipal», pp. 306-307.
274 RESEÑAS
pormenores de cómo llegó a sus
manos una copia facilitada por el
propio Pérez García y del proceso
que siguió hasta la edición actual:
transcripción del original, contacto
con el resto de colaboradores, etc.
Se describe el contenido del resto
del mencionado legajo —n. 2160—
, del que quiero destacar los Versos
en La Palma con ocasión de haber ce-dido
el cólera, que se fijaron en la igle-sia
de El Salvador el 6 de junio de
1852, ofrecidos a la Virgen de las
Nieves para que nos libertara del
cruel cólera morbo que afligió a Gran
Canaria en 1851. Una conocida co-pia
de estos mismos emblemas
obraba suelta en la Biblioteca Cer-vantes
de la Sociedad Cosmológica
(SC 6-C-84)9; la novedad de la ver-sión
de El Museo Canario viene da-da
porque en ella se da a conocer
por primera vez al autor de los ver-sos:
el marqués de Villanueva del
Prado. Cotejada la fecha de compo-sición
(1852), me inclino a pensar
que se trate muy probablemente
del VII marqués de este título, To-más
Antonio José de Nava Grimón
y Pérez de Barradas (La Laguna,
1788-1866). De su biografía, oscu-recida
en parte por la fama de su
padre, el culto Alonso de Nava y
Grimón (La Laguna, 1756-1832),
poco sabemos y, mucho menos, de
sus aficiones literarias, no recogidas,
por ejemplo, en repertorios al uso
como la magna Biobibliografía de es-critores
canarios (siglos XVI, XVII y
XVIII) de Millares Carlo y Hernán-dez
Suárez, pese a haber sido autor
nacido en el Setecientos. Aun con
estos silencios, la consulta de algu-nos
fondos archivísticos y bibliográ-ficos,
como el de Rodríguez Moure
(Sociedad Económica de Amigos
del País de Tenerife, La Laguna),
permite al lector adentrarse en la
escritura de documentos de carác-ter
administrativo y seudo historio-
9. Me he ocupado parcialmente de ellos en: «Sobre fondo azul: lecturas de La
Reina de La Paz, carro alegórico para la Bajada de 1940». En: El carro: historia y es-pectáculo.
[Coordinador de la edición Miguel Ángel Aguilar Rancel]. [Santa Cruz
de La Palma: Patronato Municipal de la Bajada de la Virgen; La Laguna: Artemisa,
2005], pp. 73-85.
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 275
gráfico que se deban quizás a su au-toría10.
No obstante, hay que tener
en cuenta cómo se contrapone el
perfil de los citados Versos con la
aversión que le tenían en vida a To-más
de Nava otros escritores y el tó-pico
de hombre ignorante que se le
aplicó en alguna ocasión. José de
Olivera y Acosta (La Laguna, 1806-
1863), por ejemplo, le dedicó algu-nas
diatribas en su diario Mi álbum
(1858-1862). Una de ellas fue pu-blicada
en el periódico tinerfeño El
atlante (1837-1839) e incluida años
más tarde en su Historia de la músi-ca
en Tenerife y con especialidad en
La Laguna, incorporada al citado
diario (27 de julio de 1859):
[…]
y aunque nunca su torpeza
sacar pudo algún partido
de lo que decir oyera
a sus tertulios condignos,
ni menos comprender
el provechoso destino
del embudo, la retorta,
matrás y otros utensilios,
con todo gustaba mucho
de verse allí reunido […]11.
Por otro lado, tampoco parece
improbable que tras estos Versos se
encuentre el hijo primogénito de
Tomás de Nava, Alonso Francisco
Pedro Tomás de Nava Grimón y
Llarena Calderón (La Laguna,
1810-1892), VIII marqués de Villa-nueva
del Prado, cuya producción
literaria, como en el caso de su pa-dre,
no debió de desenvolverse, a la
luz de los datos aportados hasta
ahora por la crítica, más allá de la
letra ocasional12. En el futuro, in-
10. Véanse las entradas Nava Grimón y Barradas, Tomás de y Villanueva del
Prado, marqués de que aparecen en: RODRÍGUEZ MESA, M. y MACÍAS MARTÍN, Fran-cisco
J. Rodríguez Moure y su tiempo: su legado documental y bibliográfico a la Real
Sociedad Económica de Tenerife. [La Laguna]: Real Sociedad Económica de Amigos
del País de Tenerife;Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna, 2000, pp. 639-
640 y 812-845 respectivamente; asimismo, VIZCAYA CÁRPENTER, Antonio. Tipogra-fía
canaria. Santa Cruz de Tenerife: [Instituto de Estudios Canarios], 1964, pp. 71-
72, 112 y 116-117. A pesar de que hasta ahora la historiografía ha señalado el año
de la muerte de su padre (1832) como fecha inicial de su marquesado, lo cierto es
que ya en la década de los años 20 hace uso del título.
11. OLIVERA, José. Mi álbum (1858-1862). La Laguna de Tenerife: [Instituto de
Estudios Canarios], 1969, p. 158.
12. Además de los datos biográficos consignados por Francisco Fernández de
Béthencourt en el Nobiliario de Canarias (1952, t. I), véase VIZCAYA CÁRPENTER,
Antonio. Op. cit., pp. 71-72 y 116-117.
276 RESEÑAS
vestigaciones más solventes habrán
de dar luz sobre estos apuntes, con-firmando
o no estas primeras atri-buciones
de partida.
Es una pena que Rey Brito y Ab-do
Pérez no hayan dejado constan-cia
de la existencia al menos de
otras dos versiones del manuscrito.
Una de ellas se encuentra en la Bi-blioteca
Cervantes de la Sociedad
Cosmológica. En la cubierta consta
el nombre de José de Guisla y Pin-to,
no sabemos si como mero pro-pietario
de la obra o como autor de
la misma. José de Santa Ana de
Guisla-Pinto Díaz Payva Vandewa-lle
Corona y Palavicino (Caracas, ?-
Santa Cruz de La Palma, 1865) o
José Pinto Díaz —como también lo
llama Pérez García— se traslada de
Venezuela a La Palma en 1822 co-mo
heredero de su tío Antonio Ig-nacio
Pinto de Guisla, sucediéndole
«en los derechos de primogenitura y
demas pertenencias de su casa»13. La
obra forma parte de los fondos de la
Biblioteca Cervantes (SC 6-D-89)
desde que fuera donada por Miguel
Joaquín Matías Agustín de Valcárcel
y Pinto (Santa Cruz de La Palma,
1873-1945) o «M. Valcárcel y Pin-to
», según se dejó escrito en el mis-mo
manuscrito. Esta versión fue
empleada en su momento, entre
otros investigadores, por Fernández
Felipe para la elaboración de su tra-bajo
Baja la Virgen (1995).
La otra versión que conozco se
halla en la Biblioteca de la Universi-dad
de La Laguna. Quedó consigna-da
en el Catálogo de manuscritos
que en 2002 terminaron de escribir
Paz Fernández Palomeque y Mª
Luisa Morales Ayala. Forma parte
del legajo nombrado Poesías varias
de autores canarios (ms 83, tomo I),
recogiéndose en este caso con el tí-tulo
Diálogos y representaciones en
obsequio y celebracion [sic] de nues-tra
Señora de las Nieves correspon-dientes
á este año de 1845 en que ba-jó
á esta ciudad esta Santa Imágen
[sic]. La obra perteneció al clérigo
Victorino Acosta Pérez († 1892),
que ejerció su ministerio en las pa-rroquias
de Las Nieves (Santa Cruz
de La Palma) y San Pedro (Breña
Alta).
No cabe duda de que el autor de
este texto se nos revela como un
modelo apto de ese protoperiodista
palmero (o escritor que trabajaba
13. PÉREZ GARCÍA, Jaime. Casas y familias de una ciudad histórica: la Calle Re-al
de Santa Cruz de La Palma. [Santa Cruz de La Palma: Cabildo Insular de La Pal-ma;
Colegio de Arquitectos de Canarias (Demarcación de La Palma)], D.L. 1995,
p. 223.
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 277
sobre materiales noticiables proce-dentes
de La Palma) anterior a la
aparición del primer rotativo insu-lar,
El Time, en julio de 1863, a par-tir
de cuya fecha comienza a decaer
la crónica de sucesos divulgada por
copias múltiples manuscritas o im-presa
como texto independiente, a
favor de crónicas algo más breves y
adaptadas al formato impuesto por
el nuevo medio. Desde esta pers-pectiva,
habría sido de interés el co-tejo
de estas versiones o multicopias
a fin de determinar qué aspectos
formales son los que funcionan en
estas variantes de divulgación que
precedieron al periodismo impreso
y cómo aún después de estabilizar-se
éste continuaron su andadura
hasta fecha relativamente reciente.
No en vano, Rey Brito y Abdo Pérez
ponen de manifiesto en el «Prólogo»
que se conocen crónicas manuscri-tas
de la Bajada de la Virgen de
1935.
Otro importante punto sobre el
que hacen hincapié los prologuistas
tiene que ver con la historia literaria
interna del teatro de la Bajada de la
Virgen. Se trata, en concreto, del gé-nero
del diálogo entre el castillo y na-ve,
cuyo devenir se mueve a caballo
entre variaciones textuales de la loa
La nave (1705) de Juan Bautista
Poggio Monteverde y las batallas y
desembarcos de moros y cristianos,
de tan honda tradición hispánica.
En esta edición de 1845, las puestas
en escena del diálogo se multiplican,
aportando no sólo nuevos contextos
y espacios para su representación
inéditos hasta ahora, sino también
un breve elenco de autores: uno de
ellos, José Fernández Herrera (San-ta
Cruz de La Palma, 1783-1857),
ya conocido como dramaturgo con-sagrado,
y otro, José María Lorenzo
Ferrer (Santa Cruz de La Palma,
1819-?), sobre cuya trayectoria pe-saban
—y pesan todavía, me te-mo—
ciertas lagunas. Como poeta
en lengua castellana, la crónica con-firma
la estabilidad de la produc-ción
del clérigo Francisco Torres Lu-ján
(Santa Cruz de La Palma,
1793-1852), a quien conocíamos
fundamentalmente como latinista,
revelándose en este caso —según ya
hiciera en 1833 con motivo de las
fiestas celebradas en Santa Cruz de
La Palma para la proclamación real
de Isabel II— como compositor de
poemas emblemáticos.
Tras el «Prólogo», se recoge el
texto, primero en edición facsímil y
a continuación en transcripción
acompañada de notas históricas, se-guida
de un «Glosario» en el que los
editores relacionan 23 voces sin
aparente criterio y sin indicación de
278 RESEÑAS
fuente lexicográfica alguna, aunque
varias definiciones delaten una evi-dente
deuda con el DRAE-92. De lo
mucho que habría que comentar
sobre estos apartados, sólo me de-tendré
en ciertos aspectos léxicos
no descritos por ninguno de los es-tudios
que siguen al «Glosario» y
que luego nombraré. Hay que decir
que ni el texto cronístico ni las pie-zas
dramáticas y poéticas insertadas
abundan en canarismos. Entre ellos,
destaca la alternancia del gentilicio
‘de la isla de La Palma’ con los sig-nificantes
palmense, usado indistin-tamente
como adjetivo y sustantivo,
y en una ocasión palmesano, en cali-dad
de sustantivo. El primero ya
aparece documentado a finales del
siglo XVIII por el Diccionario históri-co
del español de Canarias (2001).
Su presencia en el manuscrito con-firma
lo dicho por Corrales y Cor-bella
sobre su empleo, «restringido al
lenguaje escrito». Más rara, según los
mismos autores, es la forma palme-sano,
que en el DHECan documen-tan
por primera vez en 1916, ade-lantándose
aquí su cronología en
algo más de medio siglo. Otras vo-ces
de interés para la lexicografía
histórica son bajada en su acepción
‘traslado de una imagen religiosa de
una iglesia, habitualmente una er-mita,
a otra, lo que da lugar a la ce-lebración
de fiestas’, no documenta-da
hasta 1862 —si bien su datación
para el caso de la Virgen de las Nie-ves
corre más atrás que este tardío
1845—, o risco ‘gran elevación de
piedra’, término del que el DHECan
no recogía ejemplos para la isla de
La Palma. Difícil de interpretar re-sulta
falucho, que en el «Glosario»
consta con la acepción ‘embarca-ción
costanera con una vela latina’
del DRAE-92 y que, no obstante, aquí
parece más cercana a la definición
dada por José Agustín Álvarez Rixo
(Puerto de la Cruz, 1796-1883) en
sus Voces, frases y proverbios provin-ciales
de nuestras islas Canarias (c.
1865): «Así nombran nuestros mari-neros
costeros a ciertos barquichuelos
angostos, y de proa levantada, que
usan los moros en la vecina berbería»
(vid. también lo apuntado en el
DHECan). En uno de los diálogos, de
Lorenzo Ferrer, dice el personaje
del Castillo:
De esta altura descubro a la dis-tancia
Un Falucho que con muestras de
arrogancia
Su derrota dirige hacia esta es-tancia,
Pabellón Musulmán enarbolado,
Y al parecer armado su costado.
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 279
Un caso singular por el contexto
en que aparece es el del término
medianera. Fernández Herrera jue-ga
semánticamente con él en una
loa representada al final de la calle
de los Molinos (hoy, Baltasar Mar-tín),
aplicándolo a la imagen de la
Virgen en un equívoco entre la sig-nificación
‘persona que va a medias
con el propietario en la explotación
de tierras’ (que encontramos en
Aragón, Andalucía, Canarias y
América) y mediadora, atributo ma-riano
apropiado a la advocación de
la Divina Pastora que ha gozado de
éxito en la tradición literaria y en la
historia devocional mariana de La
Palma:
Son arcanos ocultos, y a ti toca
Callar y respetar esos portentos,
Sólo podré decirte que aunque
es Madre
Del increado ser Omnipotente,
También es madre de los peca-dores
Abogada tutora y medianera,
Y como tal bajando apresurada
Desprendida de todas sus gran-dezas
[…]
Tras los textos, el libro nos pre-senta
cuatro estudios. El primero de
la mano del Dr. Manuel Lobo Ca-brera,
catedrático de historia mo-derna
en la Universidad de Las Pal-mas
de Gran Canaria, quien ya ha-bía
participado —según adelanté
más arriba— como anotador en la
edición del manuscrito Descripción
de todo lo que pasó en la Bajada de
Nieves (1815). Es una lástima que
la investigación de Lobo Cabrera se
haya limitado a transliterar en gran
parte el «Prólogo» de Maximiano
Trapero para Las orillas de Dios
(1992) de L. Cobiella Cuevas, sin
aportar nada nuevo a lo dicho hasta
ahora sobre la tradición mariana en
La Palma y su repercusión en el
acervo literario de la Bajada de la
Virgen como texto y contexto festi-vo.
Por su parte, el Dr. Maximiano
Trapero, catedrático de filología
también de la universidad grancana-ria,
vuelve a insistir en los aspectos
que tratara en el citado «Prólogo»
para Cobiella y pone el teatro y es-pectáculos
de la Bajada en relación
con la tradición de autos y represen-taciones
religiosas del resto del ar-chipiélago.
Desentraña los géneros
dramáticos cultivados durante los
ya tres siglos cumplidos de historia
de las Fiestas Lustrales y comenta
los ejemplos encontrados en las de
1845. A continuación, el Dr. Rafael
Fernández Hernández, profesor de
lieratura epañola de la Universidad
de La Laguna, retoma su contacto
280 RESEÑAS
con Rey Brito y Abdo Pérez desde
que comenzara con ellos sus inda-gaciones
sobre la obra de Poggio
Monteverde en la década de 1980.
Abre su artículo «Bajada de la Vir-gen
de 1845: en la huella de una
tradición» con alusiones a la triple
expresión dramática de la Bajada de
la Virgen, a saber, carro, loa y diálo-go
del castillo y la nave, centrándose
en los orígenes del último, para pa-sar
luego a describir con detalle las
características tópicas y espectacu-lares
presentes en esta edición de
1845, poniendo en relación sus ob-servaciones
con autores anteriores
al XIX como Bartolomé Cairasco de
Figueroa o el ya nombrado Poggio
Monteverde. El Dr. Jesús Pérez Mo-rera
sigue con un trabajo histórico
sobre el capítulo que el grancanario
fray Diego Henríquez (1643-
1733?) dedica a La Palma en su ma-nuscrito
Verdadera fortuna de las
Canarias. Breue noticia de la mila-grosa
imagen de Nuestra Señora del
Pino (1714)14, editando los milagros
atribuidos a la Virgen de las Nieves
por la tradición recogida por el fran-ciscano
y comentando en generosas
notas aspectos biográficos de los
personajes citados en el texto y cier-tas
cuestiones vinculadas con otras
noticias devocionales y milagrosas
de la imagen palmera. En la línea en
que viene trabajando en los últimos
años, remata el conjunto J. Manuel
Lorenzo Arrocha, director del Ga-binete
Numismático de Canarias,
con «Circulante monetario de la is-la
de La Palma en la Bajada de la
Virgen de las Nieves de 1845», que
acompaña con imágenes de mone-das
y dos apéndices con documen-tación
procedente del Archivo Mu-nicipal
de Santa Cruz de La Palma.
Con sus aciertos, de lo que no
cabe duda es de que este nuevo li-bro
viene a llenar un vacío en el to-davía
insuficiente corpus bibliográfi-co
de fuentes de primera mano.
Fuentes necesarias para la historia
de la palmera Bajada de la Virgen
de las Nieves, fiesta de corte urbano
y heredera de los diseños espectacu-lares
de los festejos sacramentales,
que en durante el XIX cobra un nue-vo
rumbo que va adecuándose a las
14. Sobre el autor, el trabajo más reciente es el de ÁLAMO [HERNÁNDEZ], Nés-tor.
«Notas sobre el franciscano fray Diego Henríquez y su obra». En: Homenaje a
don Agustín Millares Carlo. Las Palmas de Gran Canaria: Caja Insular de Ahorros de
Gran Canaria, 1975, v. II, pp. 269-279, donde el autor recoge las referencias anterio-res
a esa fecha, a lo que habría que añadir el capítulo que le dedican Millares y Her-nández
en la reedición de la Biobibliografía (1979, v. III).
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 281
modas imperantes en el siglo en tor-no
al teatro y otros géneros afines.
Su interés para la historia lingüísti-ca
no es menos atractivo por conte-ner
materiales léxicos que adelan-tan
y complementan dataciones
dadas por aportaciones lexicográfi-cas
anteriores.
VÍCTOR J. HERNÁNDEZ CORREA
ZURITA MOLINA, Rafael. Tene-rife
con olor a tinta: rudimentos
de las artes gráficas: de la tipo-grafía
al offset. Prólogo, Luis Co-la
Benítez. Santa Cruz de Teneri-fe:
Gráficas Tenerife, 2003. 303 p.
Entre un ensayo de memorias,
un trabajo de investigación y una
síntesis de divulgación se encuentra
la monografía que nos ofrece Zurita
Molina sobre la imprenta en Teneri-fe.
Hijo de Víctor Zurita Soler, fun-dador
y director del diario vesperti-no
La tarde (Santa Cruz de
Tenerife), la obra que reseñamos
muestra a grandes rasgos los princi-pales
hitos evolutivos de la indus-tria
de las artes tipográficas en dicha
isla.
Cabe matizar que el libro apare-ce
divido en dos bloques: «Rudi-mentos
de las artes gráficas» y
«Apuntes sobre la evolución tecno-lógica
de la imprenta en Tenerife».
Sin embargo, desde nuestro punto
de vista, es conveniente subrayar
que el segundo de los citados epí-grafes
es el que más nos interesa. En
el mismo (pp. 77-299) se propor-ciona
testimonio de muchas de las
particularidades de la historia de la
imprenta y del periodismo en aque-lla
isla. Casi desde una visión ínti-ma,
familiar cuando no de trato cor-dial,
comercial o fraternal con los
diferentes establecimientos que han
manchado a lo largo del tiempo las
páginas insulares, es como Zurita se
adentra en numerosos pormenores
que de otra manera hubiese sido ca-si
imposible conocer. El contacto di-recto
con las prensas, con sus opera-rios
o con la propia redacción y
equipo humano del rotativo que
conducía su progenitor le propor-cionó
la base y curiosidad a partir
de las cuales decidió fijar también
bajo tinta un panorama general so-bre
este asunto. Así, partiendo de
una breve descripción de los primi-genios
talleres se van desgranado los
principales establecimientos tipo-gráficos,
a través de los que se anali-zan
los progresos que poco a poco
se van introduciendo (con sus prin-cipales
características); los centros
de formación; los responsables de