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FILMOTECA CANARIA DIGITALIZA MATERIAL FÍLMICO DEL POLÍTICO REPUBLICANO CANARIO JUAN NEGRÍN Las vivencias familiares y de viajes del único político canario que fue presidente del Gobierno español, durante 1937, además de ocupar con anterioridad el Ministerio de Hacienda con Largo Caballero, han sido digitalizadas por Filmoteca Canaria, departamento dependiente de la empresa pública del Gobierno autónomo Canarias Cultura en Red. Las películas, filmadas la gran mayoría de ellas por el propio Juan Negrín (Las Palmas de Gran Canaria, 1982-París, 1956) hacen un repaso a la vida familiar y a los incontables viajes que realizó el político canario durante los años cincuenta a México, Cuba, Estados Unidos, Inglaterra, norte de África y Francia. Realizados en 8 y 16 mm, Filmoteca Canaria ha conta-bilizado unos cincuenta rollos. Parte de estas películas las custodiaba su nieta Carmen Negrín en su domicilio de París, y también su nieto Juan Negrín conservaba otra parte de ellas en su casa de California. Estas películas, a pesar de haberse filmado hace más de cincuenta años, se conservaban en bastante buen estado. Las que conservaba su nieto en California estuvieron muchos años guardadas en el domicilio familiar en México y las bobinas presentaban gran contaminación microbiológica debido al calor y a la humedad ambiente, por lo que en un principio se pensó que las películas estarían también muy afectadas por estos microorganismos. En contra de lo esperado, la emulsión se encontraba en buen estado. Sólo dos bobinas de las que se conservaban en París tenían «síndrome de vi-nagre » y presentaban contracturas. Hombre comprometido con su tiempo, Negrín defendió convicciones ideológicas democráticas, republicanas y socialistas. Esta triple inclinación le llevaría, como adelanta Enrique Moradiellos, profesor de Historia Con-temporánea en la Universidad de Extremadura y autor del último libro sobre Negrín, «a abandonar su brillante carrera como investigador científi- Cartas diferentes. Revista canaria de patrimonio documental, n.o 4 (2008), pp. 329-398. 330 NOTICIAS co para ostentar crecientes responsabilidades políticas durante la Segunda República y la Guerra Civil Española». Activo diputado socialista durante las tres legislaturas republicanas, cuando se inicia la contienda fratricida se convierte en eficaz ministro de Hacienda, y desde mayo de 1937 hasta la derrota final en marzo de 1939 ejerce como enérgico e infatigable presidente del Gobierno. Para Moradiellos, «el doctor Negrín se convirtió en el máximo antagonista del general Franco y llegó a personificar el espíritu de resistencia de la Re-pública con tanto fervor e intensidad como el Caudillo llegó a representar al enemigo vencedor. Su posterior caída en el olvido y el silencio fue tanto resultado de la derrota como de las amargas divisiones que fracturaron al bando republicano durante el conflicto y el posterior exilio». Filmoteca Canaria, en su campaña de recuperación de material fílmico, testimonio de la historia de las islas Canarias, apuesta por la salvaguarda de todos aquellos elementos fílmicos que forman la historia del patrimonio cinematográfico, recuperando a figuras elementales que sirvan para des-entrañar la evolución del audiovisual como se ha hecho con muchos cineastas canarios y ahora con Juan Negrín. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 331 El fondo audiovisual de este departamento del Gobierno de Canarias comprende la conservación y catalogación de películas. Hoy en día Filmoteca Canaria posee alrededor de 3.500 títulos de películas, de los que 1.233 están en formato digital y videográfico y el resto en cine. Los investigadores y el público en general pueden consultar estos fondos que se están recuperando y digitalizando, dando especial prioridad a los cineastas canarios de las décadas anteriores a los años ochenta. Además, su fondo documental, dividido en gráfico, bibliográfico y hemerográfico, ha incrementado su espacio y cuenta con 115 metros cuadrados habilitados para su consulta. Compuesta principalmente por carteles, programas de mano, fotografías, rodajes y guías publicitarias, Filmoteca posee una co-lección de 8.500 programas de mano, unos mil carteles y en torno a 1.500 fotografías. Respecto a su fondo bibliográfico y hemerográfico, conserva revistas y prensa catalogada. Continuando con su línea de investigación, actualmente Filmoteca Ca-naria acomete la elaboración del catálogo Rodajes en Canarias, 1951-1980. FILMOTECA CANARIA 332 NOTICIAS II ENCUENTRO DE ARCHIVEROS DE CANARIAS: DEFINIENDO OBJETIVOS Celebrado en el municipio de La Frontera, isla de El Hierro, en el mes de abril de 2007, en el II Encuentro de Archiveros de Canarias, organi-zado por ASARCA, se debatió ampliamente para definir aquellos aspectos prioritarios sobre los que, a juicio de los profesionales, es necesario pro-fundizar en el marco de la archivística en Canarias. A tal efecto, se constituyó un conjunto de grupos de trabajo que ex-pusieron sus líneas de actuación: a) Formación superior en archivística en el seno de las universidades canarias Los motivos son evidentes: Canarias no tiene una formación archivística universitaria adecuada. Son además de índole oportunista debido a la adaptación que la universidad española está haciendo a los sistemas uni-versitarios europeos, y, además al movimiento que desde la Coordinado-ra de Asociaciones de Archiveros de España se lleva a efecto en este sentido. Las conclusiones a las que, hasta el momento, se ha llegado no son demasiado alentadoras. En tal sentido, y pese al interés mostrado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, no nos permite pensar que se vaya a resolver este grave problema a corto plazo, lo que no descarta que este grupo de trabajo haya logrado de dicha universidad la creación de una comisión conjunta que, hasta el momento, no se ha reunido. b) Acceso a la documentación Este es otro de los puntos que esta asociación ha considerado funda-mental, dado que es un tema en el que, por su falta de adecuación a los derechos constitucionales que los ciudadanos tienen a la información, la transparencia administrativa o la documentación electrónica, se hace necesario un replanteamiento del mismo. Tras un estudio preliminar se ve con claridad la inexistencia de una normativa legal eficiente y concreta que regule el acceso a la documen- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 333 tación como base de la información y, además, resalta la escasa concien-ciación por parte de las administraciones públicas en la resolución del problema. Además existen dos grupos de trabajo más cuyos esfuerzos están en-caminados a las políticas archivísticas de la administración local y cuyos trabajos se encuentran en estos momentos en puntos desiguales: c) Archivos de cabildos insulares La ausencia de planificación y coordinación entre cabildos está laten-te. El grupo ve claro que se debe desembocar en la creación de una co-misión que englobe a todos ellos y que procure solucionar las diferen-cias abismales que los separan, con especial insistencia en una reglamen-tación común y normalización de un cuadro de clasificación. d) Archivos municipales La archivística municipal ha pasado ya esta fase y ya se plasma la necesidad de establecer un puente de comunicación más directo entre la administración y el ciudadano, para lo que el archivero debe invertir los procedimientos de actuación desarrollados hasta ahora para que sea el ciudadano quien demande el servicio, lo que será posible mediante un documento que los guíe a la hora de conseguir información de las ad-ministraciones (la guía del ciudadano). Las primeras conclusiones obtenidas por estos grupos, serán expues-tas públicamente en el III Encuentro de Archiveros de Canarias, a cele-brarse en noviembre de 2008 en Tías, Lanzarote. CARLOS SANTANA JUBÉLLS 334 NOTICIAS ÚLTIMAS PUBLICACIONES DEL CABILDO DE FUERTEVENTURA El Servicio de Publicaciones del Cabildo de Fuerteventura ha edita-do recientemente las siguientes obras: Diccionario histórico-etimológico del habla canaria, que recoge un ex-tenso trabajo de D. Marcial Morera Pérez. Esta obra no tiene parangón en la lexicografía canaria; es, sin duda, el mejor diccionario del habla canaria que hoy se puede consultar, y, con toda probabilidad, el mejor dicciona-rio de las hablas españolas. No se trata sólo de un mero registro de pa-labras, sino de un cuidadoso y laborioso estudio de investigación sobre las palabras que contiene, basado tanto en fuentes escritas como orales. El hambre de Fuerteventura (1600-1800), reimpresión de la edición realizada en el año 2002. Esta obra, cuyo autor es Roberto Roldán Verdejo, recoge uno de los capítulos más dramáticos de la historia de Fuerteventura: las hambrunas que asolaron la isla entre 1600 y 1800. Ha sido una de las publicaciones más solicitadas por los lectores, razón por la que se agotó rápidamente la edición de 2002 y se ha realizado esta primera reimpresión de 1.000 ejemplares. La verdad no importa, de Pedro Flores. Obra ganadora de la sexta edición del Premio de Creación Literaria Poeta Domingo Velázquez. Esta obra contiene un total de 25 relatos cortos, presentados por su autor al refe-rido certamen, cuyo jurado estuvo compuesto por la escritora Ángeles Caso, la filóloga Genoveva Torres y el escritor Juan Manuel García Ramos. El Palacio de Zonzamas: recuerdos de Fuerteventura, relatos de Anto-nio María Manrique. Además, el volumen contiene un interesante estu-dio sobre el autor majorero y su obra realizado por D. Zebensuy Rodríguez Álvarez. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 335 Colección “Letras de la isla”. Nueva colección creada por el Servicio de Publicaciones con la intención de apoyar la edición de trabajos creativos de escritores noveles residentes en la isla. La colección consta de dos series: —Serie Poesía, en la que se han publicado dos títulos: —De greguerías y haikus, de Andrés González Francés. —Diario de un chico de Teruel, de David Galindo Castaño. —Serie Narrativa, en la que se ha publicado la novela: —La vida no da para más, de Manuel Hernández Hierro. Coediciones El Servicio de Publicaciones del Cabildo de Fuerteventura, dentro de su línea de coediciones, ha participado en la publicación de las siguien-tes obras: 336 NOTICIAS Le Canarien: retrato de dos mundos. II, contextos. Obra de varios auto-res impulsada por el Instituto de Estudios Canarios y financiada conjun-tamente por el referido Instituto, el Parlamento de Canarias, la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Gobierno de Canarias, el Cabildo de Lanzarote y el Servicio de Publicaciones del Cabildo de Fuerteventura. Reflexiones de un poeta, de Ambrosio Hernández. Obra de poesía po-pular realizada en coedición con el Ayuntamiento de Tuineje y la Fun-dación Manuel Velázquez Cabrera. Los majalulos, de Andrés Rodríguez Berriel. Novela ambientada en Fuerteventura cuya edición ha sido impulsada por el Centro de la Cul-tura Popular Canaria y cofinanciada por la referida entidad, los ayunta-mientos de Fuerteventura, la Fundación Manuel Velázquez Cabrera y el Servicio de Publicaciones del Cabildo. CABILDO DE FUERTEVENTURA. CONSEJERÍA DE CULTURA Y PATRIMONIO HISTÓRICO CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 337 MEDIATECA CASA ÁFRICA: UN NUEVO ESPACIO PARA EL DIÁLOGO INTERCULTURAL El pasado mes de abril abrió sus puertas en Casa África la Mediateca, un espacio concebido como instrumento para la dinamización y difusión del amplio patrimonio cultural, social y científico del complejo y hete-rogéneo continente africano. La Mediateca Casa África pretende convertirse, progresivamente, en un centro documental multimedia de referencia sobre temática africana, integrado, en un sentido bidireccional, por aquella documentación gene-rada desde el continente africano, así como por la producción intelectual de occidente sobre dicho territorio. Aborda, entre otras, las siguientes disciplinas del saber: Historia, Filosofía, Arte, Cooperación al Desarrollo, Gobernabilidad, Derechos Humanos, Política, Legislación, Economía, Ciencias de la Salud, Recursos Naturales, Medio ambiente, Literatura y una vasta colección de diccionarios de lenguas africanas. Constituye, también, una parte fundamental y característica de su acervo un amplio fondo audiovisual, en soporte digital, formado por coleccio-nes sobre música y cine documental y de ficción, de todos los tiempos y de todos los géneros. Las actividades programadas para la inauguración de la Mediateca reflejan el carácter multidisciplinar de este nuevo espacio y su voluntad de potenciar las relaciones culturales entre África y España. Desde Casa África se diseñó una extensa programación que favoreciera la participa-ción de público diverso. Así, para fomentar entre la población escolar y la juventud valores como la solidaridad, la no discriminación y hacer vivir la diversidad cultural como un elemento enriquecedor, se programaron actividades de cuentacuentos con oradores de Guinea Ecuatorial, Camerún y Benín y visitas guiadas a la exposición Desvelos de la artista camerunesa Angèle Etoundi Essamba. También, tuvo lugar el taller Musiqueando: sonidos para un encuentro, un taller interactivo que reunió, mediante una videoconferencia, a residentes de centros de acogida y estudiantes cana-rios con estudiantes guineanos para que pudieran compartir su afición por 338 NOTICIAS la música. Este encuentro fue posible gracias a la colaboración de los Centros Culturales Españoles de Malabo y Bata, en Guinea Ecuatorial. El otro ámbito de actividades que se desarrollaron en Casa África se plasmó en un ciclo de conferencias orientado a un público más adulto, con afán de acercarse a las diversas disciplinas abordadas y así reflexio-nar sobre las convergencias y divergencias entre las realidades culturales africanas y española. De este modo, se pudieron intercambiar y contras-tar las experiencias de los distintos especialistas invitados. La temática del ciclo intentó dar protagonismo a varias materias que constituirán líneas de trabajo para la Mediateca y parte fundamental en su fondo bibliográ-fico, como son: la tradición oral, la literatura, el cine y la situación ac-tual de las bibliotecas y archivos africanos. Todas las ponencias de este ciclo constituyen un valioso testimonio documental, ya que nos acerca-mos a estas realidades a través de voces tan prestigiosas a nivel interna-cional como Lilyan Kesteloot, máximo referente en la investigación so-bre literatura africana; Lluis Mallart, antropólogo y etnólogo africanista; los escritores Fatou Diome, Moussá Konate y Antonio Lozano; el crítico de cine Clemént Tapsoba o Francis Zogo, director de la Biblioteca Na-cional de Benín. Las grabaciones de estas ponencias están disponibles como material de consulta para los usuarios de la Mediateca. Pocas veces, un bibliotecario se encuentra con la magnífica oportunidad de crear un centro de esta trascendencia desde sus inicios. Es una tarea muy compleja, que requiere predeterminar una política de actuación específica en la que se estipulan como estrategias prioritarias: establecer vínculos con otros centros de estudios africanos de universidades nacionales e internacio-nales, crear una estrecha colaboración con universidades y archivos nacionales africanos como centros que aúnan gran parte del patrimonio documental de esos países para contribuir a su conservación y difusión, e interaccionar con distribuidoras y editoriales en países africanos. Por otro lado, para facilitar la difusión internacional de la Mediateca, se ha creado un tesauro cuatrilingüe español, francés, inglés y portugués. Esta propuesta pretende optimizar las búsquedas de los recursos documen-tales de nuestro fondo y favorecer su acceso, que puede ser objeto de consulta on-line, de forma libre y gratuita, desde cualquier punto geográfico. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 339 Afortunadamente, el equipo de esta mediateca cuenta con el apoyo y la colaboración de todas las áreas de actuación de Casa África: Área de Dirección, Administración, Cultura, Cooperación, Economía y Mece-nazgo, Comunicación, así como de investigadores y africanistas de nues-tro entorno. Este trabajo conjunto tiene la finalidad de poner en valor y difundir un patrimonio apenas visible hasta ahora. Mediateca Casa África C/ Alfonso XIII, n. 5 35003, Las Palmas de Gran Canaria Teléfono: 928 432 800 Fax: 928 433 884 Página web: www.casafrica.es Correo electrónico: mediateca@casafrica.es Horario: Lunes a viernes, de 10:00 a 20:00 Horario de verano (1 de julio a 15 de septiembre): Lunes a viernes, de 10:00 a 15:00 ESTEFANÍA CALCINES PÉREZ 340 NOTICIAS EL RINCÓN DEL LECTOR: LIBROS SOLIDARIOS EN LA OBRA SOCIAL DE ACOGIDA Y DESARROLLO El libro, durante sus más de quinientos años de existencia cotidiana, ha ido representando cada vez más un papel de embajador de la cultura y, por tanto, de la comprensión y la solidaridad. Actualmente es inevita-ble vincular el desarrollo librario de un país con su nivel de desarrollo social y cultural, y la experiencia demuestra que este desarrollo incide directa e indefectiblemente en el progreso económico de los pueblos, tal y como defendía José de Viera y Clavijo en su famoso periódico manus-crito El síndico personero general, allá por el año 1764. Tanto prestigio social ha acabado adquiriendo el libro en nuestra sociedad que los aficionados a la lectura consideran muchas veces un acto casi inmoral deshacerse de sus colecciones, por más que se trate de volúmenes que hayan perdido el interés para ellos o que incluso no lo hayan tenido nunca. Pero un libro siempre tiene un lector, aunque sea difícil encontrarlo, y por eso nacen iniciativas empresariales enca-minadas a hacer de puente entre el poseedor de un libro no deseado y el lector ávido de nuevos textos. Las librerías de segunda mano o librerías de viejo son las encargadas de hacer esta labor, y normalmen-te se dedican a la compra de colecciones completas o de ejemplares sueltos con el fin de venderlos a lectores y coleccionistas obteniendo así el máximo beneficio. Sin embargo, también hay iniciativas que no tienen un objetivo em-presarial tan crematístico. Es el caso, por ejemplo de las redes imperso-nales de intercambio de libros, conocidas como bookcrossing, que se han convertido en un movimiento de ámbito mundial y que consisten en abandonar libros en lugares públicos para que cualquiera los recoja, los lea y los vuelva a abandonar. Y también es el caso de una asociación de beneficencia, radicada en Las Palmas de Gran Canaria, que se financia en parte mediante la venta de libros que previamente han sido genero-samente donados por particulares e instituciones. Se trata de la Obra Social de Acogida y Desarrollo (OSDAD). CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 341 La OSDAD es una asociación sin ánimo de lucro, con personalidad jurí-dica propia y declarada de Utilidad Pública. Sus actividades se centran en la atención a personas abandonadas y marginadas, especialmente a aqué-llas desatendidas por los recursos públicos, alcohólicos, drogadictos, enfermos mentales, inadaptados sociales, personas sin hogar o en grave situación de precariedad económica, discapacitados, etc. Fue fundada en 1988 por don Jesús García Barriga como respuesta a la creciente necesidad de ofrecer apoyo efectivo a estas personas desfavorecidas. Nació con un modesto taller de tapicería para discapacitados, y se sirvió del apoyo del Obispado de Ca-narias hasta que adquirió recursos y autonomía suficientes para gestionarse por sí misma. Actualmente cuenta con recursos que le permiten ofrecer alojamiento a los necesitados y procurarles el aprendizaje de profesiones que les faciliten su integración social y su independencia económica. 342 NOTICIAS La OSDAD es independiente de cualquier ideología política o religio-sa, aunque sus responsables y la mayor parte de sus miembros están vin-culados a la Iglesia Católica y mantiene vigente el convenio que firmó con el Obispado de Canarias en 1989. Por tanto, en su ideario prevale-cen los motivos religiosos y el código moral cristiano como justificación de los servicios que ofrece, pero en ningún caso se imponen estas creen-cias a las personas beneficiadas por sus programas de inserción social. Como medios de comunicación para darse a conocer a la sociedad, la OSDAD cuenta con una página web y con la revista trimestral Punto de encuen-tro, que además de dar a conocer sus actividades publica artículos dedi-cados a la concienciación social con respecto a los problemas de marginación y exclusión de enfermos, discapacitados, ancianos, inmigrantes, etc. La financiación de la OSDAD procede en un 28 % de convenios con diferentes organismos públicos, subvenciones y programas de distinto tipo, y en un 72 % de fondos propios, como son las donaciones particulares, los beneficios de la actividad laboral y los diferentes mercadillos que gestiona, entre los que se encuentra uno especializado en libros que se conoce como Rincón del Lector. Es el Rincón del Lector un lugar mágico en el que son muchos los que pasan horas y horas curioseando las estanterías, y resulta extraño ver salir de allí a alguien sin comprar algún ejemplar, dada la enorme varie-dad de libros disponibles y, sobre todo, los bajos precios a los que se ofrecen. El hecho de que los ejemplares en venta provengan de donaciones faci-lita la existencia de unos precios más que competitivos, y por un dona-tivo mínimo de 0’20 e es posible hacerse con libros antiguos y descatalo-gados, publicaciones infantiles, novelas, obras de investigación, ejempla-res de coleccionista, revistas, cómics... e incluso best sellers que aún si-guen dando beneficios en las librerías tradicionales. Una importante sección del Rincón del Lector es la dedicada a las ediciones de autores y temas canarios, donde, entre otras muchas lectu-ras apetecibles, hallaremos ejemplares de Viera, Galdós o Cioranescu, o incluso algunos ejemplares de la Biobibliografía de autores canarios de Millares Carlo o la Contribución a la historia de la imprenta de Hernández Suárez, todo ello, casi siempre, en perfecto estado de conservación y a precios muy ventajosos. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 343 Aunque pasear por las dos plantas de la librería y fisgar entre los miles de ejemplares es siempre un placer absorbente, aquellos que no quieran invertir mucho tiempo en la visita pueden preguntar directa-mente a los amables encargados de la librería, que con la ayuda de una completa base de datos informática o con sus propios conocimien-tos facilitarán el hallazgo de la obra buscada o asesorarán amablemente sobre los intereses del comprador, por lo que no es raro, como en las antiguas tiendas de los libreros de antaño, que se entablen amenas conversaciones sobre literatura que derivarán, seguro, en improvisadas tertulias entre los clientes. Rincón del Lector C/ San Marcial, n. 1 35001, Las Palmas de Gran Canaria Teléfono: 928 33 47 83 www.osdad.org Horario: Lunes a viernes, de 9:00 a 13:00 y de 16:30 a 20:00 Sábados, de 9:30 a 13:00 y de 17:00 a 20:00 Domingos, de 9:30 a 13:00. LUIS REGUEIRA BENÍTEZ 344 NOTICIAS LAS ANALÍTICAS EN LA BIBLIOTECA JOSÉ PÉREZ VIDAL: UNA RESPUESTA A LA DEMANDA DE INFORMACIÓN La Biblioteca «José Pérez Vidal» (BJPV) —dependiente del Cabildo Insular de La Palma— se inauguró el 16 de mayo de 1994 con un fondo fundacional de inestimable valor bibliográfico donado por el filólogo y etnógrafo José Pérez Vidal (1907-1990). Antonio Cabrera Perera —director de la Biblioteca Pública del Estado de Las Palmas entre 1961 y 1991— había procedido, conforme al encargo de la primera corporación local, a la catalogación y clasificación de parte de los fondos donados por este prolífico investigador palmense. Para ello se sirvió de un equipo informático —Macintosh Classic II— que, con una base de datos de factura casera, permitía recuperar la información por autor, título, editor, lugar y año de edición y materia. La biblioteca donada por Pérez Vidal se había volca-do a este equipo. No obstante, el trabajo se hizo de forma somera —los registros en muchos casos no contenían todos los datos que requerían los campos— y tampoco la totalidad de monografías y revistas legadas, como ya se ha expresado, fue objeto de iguales procesos. Además, pronto se pusieron en evidencia las deficiencias de este programa y del referido equipo informático. Finalmente, para las labores de clasificación y catalogación de obras de nuevo ingreso se contaba con una máquina de escribir —AEG Olimpia Carrera Word Processor II—. El hecho de que dispusiera de memoria permitía obtener asientos secundarios para el fichero manual sin necesidad de repetir la tediosa hechura de asientos catalográficos de factura «eléctrica». Esta situación, que no distaba mucho de la de otras bibliotecas de Canarias, se ha solventado con la puesta en funcionamiento del pro-yecto Bibliotecas 2000 de la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias. En concierto con otras administraciones locales, obligadas a dotar a sus bibliotecas del correspondiente hardware, se ha instalado en este servicio público, tradicionalmente olvidado, un pro- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 345 grama de gestión bibliotecaria denominado Absys 1 al que se ha suma-do la BJPV. Con nuevos equipos informáticos y con el recién instalado sistema de gestión bibliotecaria se procedió, una vez más, al volcado de la bibliote-ca primigenia. Igual proceso se siguió con los nuevos títulos que se iban incorporando por adquisición, donación e intercambio. Llegados a este punto, y avanzados los procesos de catalogación y clasificación de monografías y seriadas, se planteó la posibilidad de proceder al vaciado de este tipo de documentos al que nos hemos venido refiriendo —la versión 6.1 de Absys permite crear analíticas a partir de los números de serie recibidos—. Se estableció contacto con Gloria Fuentes —de la Vicecon-sejería de Cultura y Deportes—, responsable de la formación inicial en el uso de este programa de gestión bibliotecaria, que nos remitió a Ro-sario Serral Montore, dependiente de igual administración, que nos orientó en el proceso a seguir. Un asiento analítico «describe parte de una publicación, especialmente de colecciones, y de publicaciones seriadas que ya tienen su propio asiento»2. Coloquios, jornadas y congresos, homenajes y publicaciones seriadas en- 1. La BJPV pronto manifestó su interés por sumarse a este proyecto. Se remite carta al viceconsejero de Educación y Cultura solicitando la posibili-dad de instalar este software —BJPV. Libro de registro de salida, n. 2008 (11 de junio de 1997)—. Posteriormente, ante la falta de respuesta a la primera comunicación, se trasladó otra con igual propósito —BJPV. Libro de registro de salida, n. 2088 (2 de septiembre de 1997)— siendo ahora atendida con la remisión de un informe que da cuenta de las previsiones para la informati-zación de la Pérez Vidal y del borrador del protocolo a suscribir por las administraciones implicadas —BJPV. Libro de registro de entrada, n. 1599 (16 de octubre de 1997)—. A partir de aquí, se inician los trámites oportunos para la adquisición del hardware —HP Brio 8012— y los derivados de la instalación de la línea RDSI, para la captura de registros de las bases de da-tos externas que aportaba la Viceconsejería, etc. Primeramente, se dotó a la biblioteca de un sistema de gestión bibliotecaria para Windows. Sin embar-go, debido al incremento de la plantilla laboral y al ingreso continuo de fondos, se migró al entorno Linux —BJPV. Libro de registro de salida, n. 2426 (12 de febrero de 1999)—. 2. REGLAS de catalogación. Madrid: Ministerio de Educación y Cultura [etc.], 1999, p. 565. 346 NOTICIAS cierran una ingente masa informativa que tradicionalmente ha escapado de las labores catalográficas en las bibliotecas. La recuperación de esta batería de información sólo era posible gracias a la prodigiosa memoria de al-gún atinado bibliotecario o acudiendo a algunos repertorios bibliográfi-cos publicados de los que dan cuenta recientemente Regueira Benítez y Poggio Capote. El asiento analítico consta de dos partes: 1. Descripción de la parte analizada. Se hacen constar los elementos del área de título, de mención de responsabilidad y las notas. En el caso de la BJPV se omiten algunos de los elementos que contie-ne esta parte. 2. Identificación del documento fuente. En esta segunda parte, pre-cedida de la preposición «En» seguida de dos puntos, se consigna el documento fuente, el número normalizado, los datos del área de publicación, su ubicación y localización. Biblioteca «José Pérez Vidal». Foto: Mauel Díaz Febles e Isabel Acarreta Echevarría. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 347 En los registros de analíticas en la BJPV los campos y subcampos de uso más frecuente, así como las variables más habituales en algunos de los campos, son los que citamos a continuación: Cabecera a) Estado del registro (aumentado el nivel de codificación, corregido o revisado, suprimido, nuevo y aumentado el nivel de codificación utili-zado antes de la publicación) en la posición LD05. b) Tipo de registro (material textual, música impresa, música manus-crita, material cartográfico, etc.) en la posición LD06. c) Nivel bibliográfico (parte componente monográfica, parte compo-nente seriada, colección, subunidad, monografía, publicación seriada) en la posición LD07. d) Forma de catalogación (no es ISBD, AACR2, RC, ISBD, desconocido) en la posición LD18. T008 Datos codificados en longitud fija a) Fecha de entrada b) Tipo de fecha c) Primera fecha d) Lugar de publicación e) Publicación oficial f) Congresos g) Lengua h) Fuente de catalogación T040 Centro catalogador Subcampos «a» Centro catalogador de origen T1XX Encabezamiento principal —con variables más frecuentes— 348 NOTICIAS a) T100 Nombre de persona Subcampos «a» Nombre de persona «b» Títulos y otros términos asociados al nombre «d» Fechas asociadas al nombre «q» Forma desarrollada del nombre b) T110 Nombre de entidad Subcampos «a» Nombre de entidad o nombre de jurisdicción como elemento inicial «b» Unidad subordinada T245 Mención de título Subcampos «a» Título «b» Resto de título «c» Mención de responsabilidad, etc. «n» Número de parte o sección de la obra «p» Nombre de parte o sección de la obra T773 Asiento de documento fuente «Se suministra este campo para que el usuario pueda localizar la pieza física que contiene la parte componente o la subunidad que se describe»3. Subcampos «a» Encabezamiento principal «d» Lugar, editor y fecha de publicación «g» Parte(s) relacionada(s) «t» Título «x» Número Internacional Normalizado para Publicaciones Seriadas 3 FORMATO Ibermarc para registros bibliográficos. [Madrid]: Biblioteca Nacional, D.L. 1996, p. 836. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 349 Null Etiquetas MARC no asignadas Veamos algún ejemplo, aclarando que no se hacen constar los indica-dores: Campos Cabecera nab b T008 050726s2004 esp o spa d T040 «a»BJPV T100 «a»Pérez Hernández, José Eduardo«d» (1968-) T245 «a»Solidarios ante una crisis humanitaria “Prensa palmera” por Fuerteventura«c» / José Eduardo Pérez Hernández T520 «a»Sobre la colaboración de varios medios de información impresa (Diario de avisos, Germinal, El porvenir del obre-ro, El presente, El látigo, Isla de La Palma, La razón, Tierra palmera) que bajo el título Prensa palmera, número único dedicado a Fuerteventura (julio 1909) reunió a Elías San-tos Abreu (1856-1937), Gumersindo Galván de las Casas (1885-1981) y otras personalidades y escritores de La Pal-ma que contribuyeron, con su generosa pluma, a auxiliar a los hermanos de Fuerteventura, presos del hambre y la sed. T534 «a»La Biblioteca “José Pérez Vidal” gracias a la generosa do-nación de María Victoria Hernández, cronista oficial de Los Llanos de Aridane, cuenta con un ejemplar del citado número. El autor de este artículo señala que no se sabe de su existencia en colecciones particulares, ni se conser-va en las hemerotecas canarias. T773 «a»En:«t» «LK_»Tebeto : anuario del Archivo Histórico In-sular de Fuerteventura (islas Canarias)«LK=’15129’.TITN.» «x». — ISSN 1134-430-X«d». — Puerto del Rosario : Ar-chivo Histórico Insular, Servicio de Publicaciones, 2004«g». — N. 16 (2003), p. 157-184. NULL Canarias. La Palma En definitiva, las pautas que se han seguido responden a la realiza-ción de una descripción somera que nos permita recuperar la informa-ción. Se excluyen los campos T6XX —Encabezamiento secundario de 350 NOTICIAS materia— para agilizar el proceso de descripción. El título resulta en la mayoría de los casos bastante indicativo de su contenido. En el caso de no ser lo suficientemente explícito se procede a concretar el mismo en el campo T520 —Nota de sumario, etc.—. Por igual circunstancia se excluye el T080 —Número de Clasificación Decimal Universal—. En los casos que así lo demande la lengua del texto se especifica el código de lengua en el T041. Por lo demás, los campos de notas —T5XX— se usan con bastante frecuencia. Así, el campo T522 —Nota de ámbito geográfico— se utiliza para recoger las posibles referencias a La Palma, ya sean de carácter general o con indicación de epígrafes en el caso de que consten en el texto. Finalmente, en el NULL, como en el caso del ejemplo que nos ocupa, al tratarse de un artículo referido a nuestra isla se introduce «Canarias. La Palma». Los resultados de esta iniciativa individual acometida por la BJPV han sido enormemente satisfactorios. El número de registros de analíticas en la base de datos de la citada biblioteca es copioso. Numerosos títulos de publicaciones seriadas canarias han sido objeto de vaciado; las de impre-sión más madura —Revista de historia canaria, El Museo Canario, Anua-rio de estudios atlánticos, etc.—; cabeceras más recientes —Tebeto, Noti-cias El Museo Canario, El Pajar, etc.—; otras que se centran en los temas de estudio de Pérez Vidal —Revista de dialectología y tradiciones popula-res, Anales del Museo del Pueblo Español, Revista de etnografía, Narria, etc.— ; coloquios, reuniones, simposios, etc. que sobre temas dispares tienen lugar en las islas; y las monografías que rinden tributo a destacadas personali-dades pueden consultarse en REBICANARIAS4. En la pasada centuria arrancó el proyecto de catalogación comparti-da de REBECA en línea, que ha puesto en marcha la descripción analítica de revistas de interés cultural tanto de su producción en curso como retrospectiva y que implica a la mayoría de Bibliotecas Públicas del Es-tado. Una propuesta de vaciado cooperativo de revistas para la Comuni-dad Autónoma de Canarias ya se ha lanzado con anterioridad. Insistimos nuevamente en lo provechoso que resultaría para los usuarios de nues-tros centros este esfuerzo conjunto. 4 http://bibliotecas2000.culturacanaria.com. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 351 Bibliografía: ABSYSNET.COM. ¿Sabía que en Absys puedes crear una analítica a partir de un número de revista recibido? [En línea]. Disponible en: http://www.absysnet.com/usuabsys/ usuabsys23.html. (Consultado el 2 de noviembre de 2007); ARENCIBIA SANTANA, Yolanda. «Antonio Cabrera Perera en su jubilación». En: STUDIA humanitatis in honorem Antonio Cabrera Perera. Las Palmas de Gran Canaria: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 2002; CÁCERES, Mariano. «Saavedra inauguró la Biblioteca y Archivo Insular José Pérez Vidal: los 4.000 volúmenes estarán en el Convento de San Francisco». Diario de avisos (18 de mayo de 1994) [noticia]; CANARIAS. Gobierno. Viceconsejería de Cultura y Deportes. Red de bibliotecas de Canarias [En línea]. Disponible en: http://bibliotecas2000.culturacanaria.com/ biblio/. (Consultado el 20 de septiembre de 2007); ESPAÑA. Gobierno. Ministerio de Cultura. Registros bibliográficos para bibliotecas públicas españolas: estructura de los registros de ana-líticas en REBECA [En línea]. Disponible en: http://www.mcu.es/bibliotecas/MC/Rebeca/ RevistasCultBiblio/EstructuraRegistros.html. (Consultado el 20 de septiembre de 2007); GONZÁLEZ BRITO, María Remedios. «Las bibliotecas en La Palma: algunas reflexiones y propuestas» [en prensa]; HOMENAJE a José Pérez Vidal. Edición al cuidado de Carmen Díaz Alayón. La Laguna: Cabildo Insular de La Palma [etc.], 1993; «NOVEDADES del proyecto “REBECA en línea”». Correo bibliotecario: boletín informativo de la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria [En línea]. Disponible en: http://www.bcl.jcyl.es/CORREO/ plantilla_seccion.php?id_articulo=592&id_seccion=... (Consultado el 20 de septiembre de 2007); REGUEIRA BENÍTEZ, Luis, POGGIO CAPOTE, Manuel. «Bibliografía de bibliografías canarias». Cartas diferentes: revista canaria de patrimonio documental, n. 1 (2005), pp. 27-116. MARÍA REMEDIOS GONZÁLEZ BRITO (Biblioteca José Pérez Vidal) 352 NOTICIAS INGRESOS RECIENTES EN LA «BIBLIOTECA JOSÉ PÉREZ VIDAL» De algunas adquisiciones de interés para la biblioteca que nos ocupa ya dimos cuenta con anterioridad en los números 1 y 3 (pp. 301-305; y pp. 197-214 respectivamente) de esta misma cabecera. También, de las donaciones de particulares se ha informado cuando ha sido oportuno en esta revista de patrimonio documental (n. 1, pp. 312-313; y 314-317), o más extensamente cuando nos hemos referido a la efectuada por el po-lifacético Roberto Rodríguez Castillo. La intención de estas líneas no es otra que seguir participando del incremento del rico patrimonio biblio-gráfico que atesora la Biblioteca José Pérez Vidal (BJPV) de Santa Cruz de La Palma. La política de adquisiciones, como ya se ha dicho en anteriores oca-siones, viene marcada por el fondo fundacional donado por el prolífico investigador José Pérez Vidal (1907-1990) —FJPV—. Asimismo, la pro-ducción científica y literaria de otros palmeros preclaros, canarios, monografías de temática local y regional, etc., orientan además las com-pras de esta biblioteca. Monografías de interés etnográfico y folclórico conforman la biblio-teca del prestigioso humanista palmero; su producción científica no es-capó a estas disciplinas. La vestimenta tradicional de su isla natal fue objeto de un estudio somero por el fecundo profesor. Por ello, se ha procedido a la compra de varios títulos que versan sobre la vestimenta, el traje y la moda: Monografía histórica e iconográfica del traje (Barcelona: Librería Juan y Antonio Bastinos, 1886) de José Puiggarí (1821-1903); una primera edición española adaptada del alemán y notablemente aumentada de La moda (Barcelona: Salvat, 1928-1947), de Max von Boehn; España: tipos y trajes (Madrid; Barcelona: Espasa-Calpe, 1930), de uno de los máximos representantes del tardopictoralismo fotográfico, José Ortiz Echagüe (1886- 1980), cuya obra la pudimos contemplar con motivo de la muestra que nos acercó a los 150 años de este arte en España —Casa Principal de Salazar, del 20 de febrero al 10 de marzo de 2003—; y una segunda edición de CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 353 La mujer, la casa y la moda (en la España del rey poeta) (Madrid: Espasa Calpe, 1954), de José Deleito y Piñuela (1879-1957). Igual propósito justifica la adquisición de La familia en las diferentes sociedades (Madrid: La España Moderna, ca. 1900), de Carl Nicolai Starcke (1858-1926); Fisiología de la noche de bodas (Barcelona: Establecimiento Tipográfico- Editorial de José Miret, 1875), de Amancio Peratoner; Las supersticiones de la humanidad (Barcelona: Jaime Seix, 1880-1881), del historiador y literato José Coroleu é Inglada (1839-1895); y Reseña histórico-descripti-va de antiguas y modernas supersticiones del Río de la Plata (Montevideo: A. Barreiro y Ramos, 1896), de Daniel Granada (1847-1929). Tampoco el interés por el cultivo del tabaco escapa a sus estudios. La importancia de esta planta para la economía palmera tuvo mucho que ver en su nutrida producción y en los numerosos títulos que sobre este tema encontramos en su legado bibliográfico. En este sentido, han sido numerosas las adquisiciones: Nociones generales del tabaco (Santander: Imprenta de Bernardo Rueda, 1871), por J.M. Santos y J.I. Campoy; Cultivo del tabaco en México (México: Oficina Tip. de la Secretaría de Fomento, 1885), de Louis Lejeune; Nueva fuente de riqueza para la agricultura es-pañola (Vitoria: Imp. de la Ilustración de Álava, 1889), de Mariano Ortiz de Urbina; y Tratado del tabaco (Málaga: Tip. de Poch y Creixell, 1891), de Vicente Bocanegra y Jiménez. A estos títulos se suman otros ítems de la centuria pasada que se excluyen para evitar extendernos en exceso. Junto al tabaco, la seda ocupa un lugar predominante en la tradición artesana insular. Tenemos constancia de un escarceo del humanista palmero en este oficio tradicional que sobrevive en el Taller de Seda Las Hilan-deras (El Paso) en la conocida obra de María Ángeles Sánchez. Igualmente, la presencia de algunos títulos de este asunto en la donación primigenia justifican la compra de Manual de sericicultura (Madrid: Tip. de G. Estrada, 1880), de José Galante y Villaranda; y Guía del criador de gusanos de seda en la huerta de Murcia (Barcelona: Imprenta de los Sucesores de Ramírez y C.ª, 1881), de Luis Escribano y Pérez. Por igual circunstancia enume-ramos únicamente los impresos del XIX. La literatura popular fue otra constante en sus pesquisas. El FJPV contaba ya con al menos una decena de títulos de la producción del abogado, escritor, investigador, profesor y periodista Francisco Rodríguez Marín (1855- 354 NOTICIAS 1943). Ello propició la adquisición de una segunda edición anotada de Cien refranes andaluces de meteorología, cronología, agricultura y economía rural (Sevilla: Imp. de E. Rasco, 1894). A este registro se suman: Refra-nes de medicina o relacionados con ella por el pueblo (Madrid: Imp. Yagües, 1936), seleccionados de las colecciones paremiológicas más conocidas por el médico Antonio Castillo de Lucas (1898-1972); y Refranero apícola (Barcelona: Gráficas Condal, 1955), de Joaquín P. Serra Fábregas. Junto a la producción de Rodríguez Marín y Castillo de Lucas, la de Ramón Mesonero Romanos (1803-1882) —fundador del Semanario pintoresco (1836)—, la de otras figuras destacadas del costumbrismo decimonónico como Mariano José de Larra (1809-1837) y Serafín Estébanez Calderón (1799-1867), y la de otros nombres más olvidados de esta manifestación de la prosa romántica como Antonio Flores (1821-1866). Ello orientó la compra de una tercera edición corregida y aumentada de Escenas matritenses (Madrid: Imprenta de Yenes, 1842), del citado Mesonero Romanos, y de Las españolas pintadas por los españoles (Madrid: Imprenta de J.E. Morete, 1871-1872), ideada y dirigida por Roberto Robert (1830-1873). También Joan Amades (1890-1959), destacado etnólogo y folclorista catalán, estaba presente en este fondo con su nutrida obra. Otros ítems han venido a incorporarse a los existentes: Costums populars de Barcelo-na (Barcelona: Centre Excursionista de Catalunya, Club Alpí Catala, 1931); y los 42 volúmenes de una de sus tantas empresas etnográficas, Bibliote-ca de Tradicions Populars (Barcelona: La Neotípia, 1933-1939). Del mismo modo, la obra de Benito Pérez Galdós (1843-1920) fue objeto de estudio por parte de Pérez Vidal. A los estudios críticos y la producción literaria del grancanario en el FJPV han venido a sumarse: una segunda edición de Zaragoza (Madrid: Imprenta de José María Pérez, 1876); una sexta edición esmeradamente corregida de El Grande Oriente (Ma-drid: Obras de Pérez Galdós, 1898); La vuelta al mundo en la Numancia (Madrid: Perlado, Páez y Compañía, 1906); La loca de la casa (Madrid: La Novela Corta, 1918); y Madrid (Madrid: Afrodisio Aguado, cop. 1957). La donación inicial contaba con un sólo ejemplar de esta obra reseñada por Ventura Doreste (1923-1987) en El Museo Canario (año 17-18, n. 57-64, pp. 190-192) y por Ricardo Gullón en Cuadernos hispanoameri-canos (94, pp. 108-112) y que recoge un ensayo a manera de prólogo del CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 355 galdosiano palmero. Asimismo, se ha enriquecido el fondo con otros de sus trabajos: Poesías, 1632-1707 (Las Palmas de Gran Canaria: Imprenta Minerva, 1944), de Juan Bautista Poggio y Monteverde (1632-1707), con introducción del mismo y con posterioridad reseñada por María Rosa Alonso en Revista de historia (año 17, t. 10, n. 67, pp. 301-302), en el periódico La provincia (11 de noviembre de 1944) y por Josefina Zamora Lloret en El Museo Canario (año 5, n. 12, pp. 99-100); y Actas del V Congreso Internacional de Estudios Lingüísticos del Mediterráneo (Málaga: Universi-dad, D.L. 1977), que recoge el estudio «Doña Cuaresma y su mesnada del mar» (pp. 331-367). A los intereses del fondo fundacional se unen los que derivan de otros ya apuntados: producción literaria y científica de palmeros destacados, monografías de temática local, etc. En este punto citamos la adquisición de varias monografías del entomólogo aridanense Elías Santos Abréu (1856- 1937) editadas por la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona: Tendipedidos (1918); Fungivoridos (1920); Phoridos (1921); Melusinidos (1922); Syrphidos (1924); Tipulidos y Bombylidos (1926); Dolichopodidos (1929); y Psychodidos (1930). También Esquema de geografía física de las islas Canarias (La Laguna de Tenerife: J. Régulo, 1953), del breñusco Leoncio Afonso Pérez, que ha sido reeditada en el año 2004. En último lugar, Informe hidrogeológico sobre los manantiales de la Caldera de Taburiente y de Marcos y Cordero en la isla de La Palma (Madrid: Dossat, 1955), por Enrique Becerril. Pero a las adquisiciones de la obra de palmeros y sobre La Palma se suma un interés por la de canarios y Canarias. Incorporamos títulos fun-damentales para reconstruir las historia de las devociones del pueblo canario; El Santísimo Cristo de La Laguna y su culto (La Laguna: Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna, 1952), de Buenaventura Bonnet y Reverón (1883-1951), que cuenta con una reedición del año 1985 patrocinada por el Cabildo de Tenerife; Sucinta historia de la devoción del pueblo canario a Nuestra Señora del Pino, pa-trona de Gran Canaria (Las Palmas de Gran Canaria: Alzola, 1955), de Sebastián Jiménez Sánchez (1904-1983); y La Virgen del Pino en la his-toria de Gran Canaria (Las Palmas de Gran Canaria: [s.n.], 1971), de Ignacio Quintana Marrero (1909-1983) y Santiago Cazorla León. Los 356 NOTICIAS propios de la historia política de estas islas con La Junta Suprema de Canarias (La Laguna de Tenerife: Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, 1948), de Buenaventura Bonnet y Reverón (1883- 1951), editada nuevamente en el año 1980; de la naval con Ataque y derrota de Nelson en Santa Cruz de Tenerife de Francisco Lanuza Cano (Madrid: Talleres del Servicio Geográfico del Ejército, 1955); de la volcánica con Las erupciones de fecha histórica (Madrid: Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1919) de Lucas Fernández Navarro; y otros como Las hereda-des de aguas de Gran Canaria (Madrid: Imprenta Sáez, 1954) de Juan Hernández Ramos, con «un conjunto de artículos que salieron a la luz en los meses de abril y octubre de 1951 en la revista madrileña Agricultura [...] de gran interés por tratarse de un acertado análisis histórico del deve-nir del agua» (véase HERNÁNDEZ RAMOS, Juan. Las heredades de aguas de Gran Canaria. Santa Cruz de Tenerife; Las Palmas de Gran Canaria: Idea, 2003). Finalmente, la producción de otros escritores canarios —ya hemos dado cuenta de algunos títulos del grancanario Pérez Galdós— también se ha tenido en cuenta. Agregamos ahora: Agua que corre (Ma-drid: Prensa Popular, 1920) del dramaturgo Angel Guimerá (1849-1924); Brisas del Teide (poesías) (Madrid: Imprenta de Juan Pueyo, 1924) de la periodista y educadora Mercedes Pinto (1883-1976); El volcado silencio (Las Palmas de Gran Canaria: Imprenta Minerva, 1944) de la poeta grancanaria Chona Madera (1894-1980); y Teatro (Madrid: Editora Na-cional, 1950) del dramaturgo y novelista Claudio de la Torre (1895-1973). En un capítulo aparte hemos agrupado los trabajos de viajeros, cien-tíficos, etc. que arribaron a estas islas con intereses bien dispares. La li-teratura de viajes nos depara una ingente nómina de escritores, entre los que citamos al viajero belga Jules Leclerq (1848-1928). Una primera edición de Voyage aux iles Fortunées, le Pic de Ténériffe et les Canaries (Paris: E. Plon et Cie., 1880) —la segunda edición se imprimió también en la ca-pital francesa en el año 1898— ha pasado a incorporarse a los fondos de la BJPV. Antonio Rumeu de Armas apunta que llegó a Canarias «atraído por la fama de su belleza y sin otro objetivo que peregrinar por la isla de punta a cabo, para gozar de sus encantos y atractivos, recorriendo los cam-pos y las ciudades, tomado buena nota de los paisajes ubérrimos, los hospi-talarios habitantes, la riqueza, las costumbres, el arte, el pasado histórico y, CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 357 como nota sobresaliente de este devenir, las supervivencias indígenas»1. De ahí que su prosa resulte entusiasta. Tres ejemplares de este título se en-cuentran en El Museo Canario. Se ha procedido también a la compra de una primera edición de Diccionario de historia natural de las islas Canarias o Índice alfabético descriptivo de sus tres reinos animal, mineral y vegetal (Gran Canaria: Imprenta de la Verdad, 1866-1869), de José Viera y Clavijo (1731-1813). Victoria Galván González da cuenta de las vicisitudes de las ediciones posteriores: la segunda es del año 1942 y otra posterior del año 1982. La obra comprende la «descripción de ejemplares de los tres reinos de la naturaleza: rocas y minerales, plantas y especies animales del Archipiélago Canario, endémicas o no de estas islas. Es el primer compendio descriptivo de la naturaleza insular»2. Sin embargo el botánico canario tampoco en-cubre su faceta de escritor. Su prosa emula la de aquellos viajeros que se acercaron a estas tierras con parecido propósito al expresado por Rumeu de Armas. El capítulo que dedica a nuestro parque nacional es un buen ejemplo de lo apuntado. Pero ésta no es la única referencia a La Palma. Da cuenta de otros caprichos de la naturaleza, como el que hasta no hace tantos años avistábamos en el Barranco Jurado en Tijarafe; de los callaos que conforman la «playa marítima» en la Pared de Roberto; de la Fuen-te Santa y sus virtudes medicinales, instando a que se proceda a su re-cuperación. Abundan asimismo las que apuntan costumbres religiosas —enrame de las iglesias con girdana— y alimenticias —utilización de cen-teno y helechos para hacer pan—; las que refieren noticias de los pro-ductos más reconocidos —miel de abeja, malvasía, azúcar, etc.—; las que hablan de los aprovechamientos forestales —brea, velas con aceite extraído del laurel—; y las que documentan el almacenamiento del agua en es-tanques de madera calafateados. Finalmente, todavía las anécdotas, como la de una burra de parto doble —poco habitual— en Mazo; o la de la ballena que encalló también en este lugar; o la de la pesada batata 1. LECLERQ, Jules. Viaje a las islas Afortunadas: cartas desde las Canarias en 1879. Santa Cruz de Tenerife; Las Palmas de Gran Canaria: Idea, 2006, p. 16. 2. HERRERA PIQUÉ, Alfredo. Las islas Canarias, escala científica en el Atlánti-co: viajeros y naturalistas en el siglo XVIII. Madrid: Rueda [etc.], D.L. 1987, p. 146. 358 NOTICIAS —boniato— que se embarcó para Caracas en el navío La Paloma. Este título se ha localizado en varias bibliotecas de Gran Canaria: más de una veintena en el Museo Canario; cuatro en la Biblioteca Insular; dos en la Biblioteca del Instituto Superior de Teología; igual número en la Biblio-teca Simón Benítez Padilla; y uno en la biblioteca de la ULPGC. También la biblioteca de ULL es depositaria de dos ejemplares. A este registro sumamos otro de gran interés para la historia botánica de Canarias, Ca-tálogo de las plantas existentes en el Jardín de Aclimatación de la Orotava (Canarias) (Madrid: Ministerio de Fomento, Dirección General de Agri-cultura y Montes, 1923). De igual forma Cinq années de séjour aux îles Canaries (Paris: A. Hennuyer, 1891), de René Verneau (1852-1938), está ahora presente en la BJPV. La primera edición en español es del año 1981, a la que han sucedido otras con posterioridad. Verneau realiza estudios de antropolo-gía y, en misión científica encomendada por el Ministerio de Instrucción Pública francés, arriba a las islas en el año 1876. Al científico parece que no embriaga igual la emoción que al viajero, como apuntábamos ante-riormente. Quizá por esta razón, Julio Hernández García prefiere titu-larla Cinco años de soledad en las islas Canarias. Una paleta monocroma dibuja un paisaje que no tiene nada que ver con la belleza a que tantos han cantado. Tampoco sus comentarios sobre las mujeres de la isla esca-pan a esta prosa gris. Aún así, sus apreciaciones resultan de interés para conocer también aspectos de la alimentación de nuestros ancestros —uti-lización de helechos para hacer gofio—; sobre los cultivos predominan-tes; sobre los ingenios de azúcar de Argual y Tazacorte y de San Andrés y Sauces; sobre algunos elementos de la arquitectura popular —aljibes—; sobre la Fuente Santa; de nuestras leyendas más conocidas —el Alma de Tacande—; de los enclaves arqueológicos más conocidos —Cueva de Belmaco—; de los centros de devoción insulares —Pino de la Virgen y Las Nieves—; del Parque Nacional de La Caldera, etc. Seis ejemplares de este título se encuentran en el citado Museo Canario y uno en la biblio-teca de la ULL. El capítulo de donaciones lo iniciamos con el de organismos e insti-tuciones. El Museo Canario, dentro de su política de expurgo de dupli-cados y con gestiones de Luis Regueira Benítez, donó Lecciones elemen- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 359 tales de agricultura teorica, practica y económica (La Laguna de Tenerife: Imprenta de Bazzanti, 1816), del gaditano Juan Bautista Bandini, médi-co de la Real Armada, de la Cámara Episcopal. El buen gusto de la miel de La Palma, la importancia de la producción de seda y algodón, las re-ferencias a la cabaña ganadera, etc. abundan en la obra. Importante ha sido también la donación de particulares: la de la fa-milia De la Rosa Fernández —FDRF—, de la que hemos dado cuenta someramente en las páginas del número 3 de esta misma revista; la de la antropóloga Carmen Luisa Ferris Ochoa, que ha donado Gaceta de Caracas (Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1983-1986), fuen-te hemerográfica de indudable valor para reconstruir la historia de la independencia de este país. Se trata de una edición facsímil que incor-pora todos los números conocidos de este primer periódico venezolano impreso en el taller de James Lamb y Matteo Gallagher y que salió a la calle el 24 de octubre de 1808 contando entre sus colaboradores con Andrés Bello (1781-1865) como redactor en sus inicios. A Cecilia Hernández Hernández, a quien tanto debe el romancero de nuestra isla, agradecemos la donación de varios números de la revista Hespérides (1926-1929). El FJPV contaba ya con varios números de este semanario gráfico rico en colaboraciones de destacados escritores, fotó-grafos y dibujantes canarios y que ha sido objeto de estudio en varias ocasiones. Con todo, vamos a detenernos en lo concerniente a La Palma, ya que resulta interesante para seguir reconstruyendo la historia de la fotografía en esta isla. Entresacamos la fotografía del gobernador civil Buenaventura Benito en su visita a El Paso acompañado de autoridades y «damas de la buena sociedad» (año 3, n. 122) e instantáneas de diver-sos rincones de la isla (año 3, n. 126). Respecto a las colaboraciones de escritores palmeros, citamos la de Félix Duarte Pérez (1885-1990) con «El beso que yo anhelo» (año 3, n. 136). A su generosa cesión se suma Drago: revista mensual de cultura (1953), de la que existe edición facsímil (1995). Se reproducen en esta ocasión las valiosísimas contribuciones de escritores, historiadores, folcloristas, botánicos, etc. a que aludíamos anteriormente. Confluyen trabajos de temática variada; así, uno sobre «La enseñanza primaria en Tenerife» de Ginés de Pasamonte (año 1, n. 6-7, pp. 9-10); otro sobre las aguas de 360 NOTICIAS Tenerife de Joaquín Amigó de Lara (año 1, n. 1, pp. 5-7). Otros de dis-ciplinas más afines como el estudio botánico de «La platanera» de Máxi-mo Martín Aguado (año 1, n. 2, pp. 6-7); «Los bosques de Canarias» de Francisco Ortuño (año 1, n. 6-7, pp. 8-9); y «Vertebrados extinguidos de la fauna canaria» (año 1, n. 5, p. 11) de Telesforo Bravo (1913-2002). Pero esta publicación nos revela también las múltiples facetas de Luis Diego Cuscoy (1907-1987): la de escritor con el cuento «Ramón, el pastor» (año 1, n. 1, p. 10; y 3), la de folclorista con «El día de San Bartolomé anda suelta la “diablita”» (año 1, n. 2, p. 9), y la de etnólogo con su trabajo sobre los aborígenes de Tenerife (año 1, n. 6-7, p. 2). También se ocupa Elías Serra Ràfols (1898-1972) del estudio de los primitivos canarios (año 1, n. 2, p. 2), y aún se interesa por otros capítulos de la historia de estas islas, como de los canarios que intervinieron en la Guerra de la Indepen-dencia (1808-1814) (año 1, n. 5, p. 2). Igualmente, Antonio Mederos Sosa con «Nelson frente a Tenerife» (año 1, n. 6-7, p. 13). Destacamos tam-bién sendos trabajos sobre el pintor Luis de la Cruz y Ríos (1776-1853) por José María Balcells (año 1, n. 3-4, p. 12) y Antonio J. Onieva (idem, p. 16). Por su parte, la crítica literaria incorpora estudios sobre Galdós y Guimerá de Maria Rosa Alonso, donde no faltan las alusiones al galdosiano Pérez Vidal (año 1, n. 2, p. 8), y los propios de Cairasco (año 1, n. 6-7, p. 14) de Alejandro Cioranescu (1911-1999). Los dibujos de uno de nuestros pintores más prolíficos, Antonio González Suárez (1915-1975) ilustran algunos de los números de esta revista. Interesante resulta también la donación de algunos números de dos de los semanarios gráficos más prestigiosos que iniciaron su andadura en los años 50: Gaceta ilustrada (1955-1984) y Actualidad española (1952- 1977), con instantáneas del volcán de Teneguía captadas por reconoci-dos fotógrafos, Manuel López Rodríguez (n. 789, 21 de noviembre de 1971, pp. [54-61]) y Antonio F. Navas (n. 1036, del 11 al 18 de noviembre de 1971, pp. [59]-67) respectivamente. La obra de este último también viajó a nuestra isla con motivo de la exposición fotográfica a la que ya hemos aludido. El número 66, correspondiente al 22 de agosto de 1921, de la cabecera La voz de La Palma: diario de la tarde (1921-1923), con noticias sobre el agasajo dispensado por autoridades y vecindario de la capital palmera a la tripulación del vapor cubano Guantánamo; las rela- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 361 tivas a cuestiones de escándalo público y correspondiente actuación ju-dicial. A la par da cuenta de las sesiones del ayuntamiento; aprobación del proyecto de fachada de una casa propiedad de Manuel Rodríguez Acosta en la calle Álvarez de Abréu; se informa del vandalismo de algunos ha-bitantes de Santa Cruz con motivo de las reformas en el paseo de Santo Domingo, al frente de cuya dirección figura Maximino Cutillas, etc. Por lo que respecta al capítulo de impresos canarios anotamos Nuevo siste-ma legal de medidas, pesas y monedas, precedido de unas breves nociones de aritmética decimal para usos de las escuelas primarias de uno y otro sexo (Santa Cruz de Tenerife: Imprenta, Librería y Encuadernación de A.J. Benítez, 1886), de Juan de la Puerta Canseco (1827-1902); y la novela Sor Milagros o Los secretos de Cuba (Santa Cruz de Tenerife: Imp. de Félix S. Molwny, 1897), del novelista del Puerto de la Cruz Aurelio Pérez Zamora (1828-1918), que vienen a sumarse a los impresos canarios del XIX de la BJPV. De fecha más reciente, Guía de La Palma (Canarias) (Tenerife: Tipografía Sanz, 1930), con estampas de la plaza de la Constitución, de la solariega plaza de Argual y del acueducto de sus inmediaciones; de las iglesias de la isla —Nuestra Señora de Bonanza (El Paso), Santo Domin-go y El Salvador (Santa Cruz de La Palma)— y vistas de algunos de los parajes más bellos del resto de los municipios que nos permiten, como ya apuntábamos anteriormente, seguir rescatando imágenes para progre-sar en el estudio de la fotografía en La Palma. La familia Castro Martín ha realizado una interesantísima donación que incluye un buen número de libros de medicina del XIX pertenecientes a Juan José Martín Cabrera (1854-1916), doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Montpellier (Francia). La obra de destacados mé-dicos franceses, alemanes, españoles, etc. confluye en esta pequeña biblioteca de la que entresacamos títulos y fechas: Tratado de medicina y cirugía legal teórica y práctica (Madrid: Carlos Bailly-Bailliere, 1874-1875), de uno de los artífices de la medicina forense, Pedro Mata (1811-1877); Hidrología médica (Salamanca: Imprenta de Sebastián Cerezo, 1875), de Anastasio García López (1823-1897); Tratado de patología interna (Madrid: Carlos Bailly-Bailliere, 1875), de Sigismond Jaccoud (1830-1913); Curso elemental de higiene privada (Barcelona: Librería de Juan Bastinos e Hijo, 1875-1876), de un pionero de la psiquiatría, Juan Giné y Partagás (1836-1903); Tra- 362 NOTICIAS tado de terapéutica y materia médica (Madrid: Imprenta de los Señores Rojas, 1876-1877), del francés Armand Trousseau (1801-1867), Paul Costantin (1833-1896) y H. Pidoux; Elementos de química general (Ma-drid: Librería de Sánchez, 1877), de Ramón Torres Muñoz de Luna (1822- 1890); Elementos de patología quirúrgica (Madrid: Imprenta de los Seño-res Rojas, 1877-1878), del cirujano Auguste Nélaton (1807-1873); Tra-tado elemental de histología normal y patológica (Madrid: Moya y Plaza, 1879), del histólogo Aureliano Maestre de San Juan (1828-1890); Traité d’anatomie topographique avec applications a la chirurgie (Paris: Asselin et Houzeau, 1890), de Paul Jules Tillaux (1834-1904); L’homme criminal: atlas (Paris: Félix Alcan, 1895), del también criminólogo Cesare Lombroso (1835-1909); y Tratado teórico y práctico de los partos (Madrid: Librería Editorial de Bailly-Bailliere e Hijos, 1898), del obstétrico William Smoult Playfair (1835-1903). Además ha contribuido a ganar para el patrimo-nio bibliográfico de esta biblioteca la edición más lujosa de Noticias de la historia general de las islas Canarias (Santa Cruz de Tenerife: Goya Ediciones, 1950-1952) de José Viera y Clavijo (1731-1813), un impreso de temática local, El problema hidráulico de la isla de La Palma (Santa Cruz de La Palma: Imprenta Gutenberg, 1952), de Juan Hernández Ra-mos, de gran interés, y varios números (n. 471, 5 de enero de 1891-n. 496, 29 de junio de 1891; y n. 549, 4 de julio de 1892-n. 574, 26 de diciembre de 1892) de La ilustración artística: periódico semanal de lite-ratura, artes y ciencias (1882-1916). Finalmente, Marta Lozano Martín ha cedido a esta biblioteca varias guías turísticas de la isla —otro ejemplar de la mencionada guía del año 1930 entre otros— y varios programas de las Fiestas Lustrales entre los que entresacamos los correspondientes a los años 1945 y 1950. Bibliografía: DÍAZ LORENZO, Juan Carlos. «Una guía turística de los años veinte: la publicación del Patronato de Turismo consta de 52 páginas con textos en castellano, in-glés y alemán». Diario de avisos (8 de agosto de 2004), pp. 30-31; FERRIS OCHOA, Car-men Luisa. «La cerámica de los hijos de la tierra: «amuchi wayúu»». En: El valor de las cosas: sentido y valor de la artesanía indígena en Venezuela: estudio de caso y temas. Cara-cas: Dirección General Sectorial de Artesanía, Consejo Nacional de la Cultura, cop. 1997, pp. 21-85; IDEM. «Régimen alimentario de los esclavos en la provincia de Caracas 1750- 1854». Tierra firme: revista de historia y ciencias sociales, año 9, v. 9 (enero-marzo de 1991), CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 363 pp. 21-61; IDEM. «Nueva Cádiz de Cubagua: aspectos históricos y arqueológicos», pp. 185- 197; IDEM. «Praxis y reflexiones en torno a la arqueología urbana caraqueña». Boletín antropológico, n. 30 (enero-abril de 1994), pp. 56-77; IDEM. «La tecnología alfarera indíge-na y española en Venezuela durante el siglo XVI». Boletín Museo Arqueológico de Quibor, n. 6 (1998), pp. 29-66; LÓPEZ MONDÉJAR, Publio. 150 años de fotografía en España. Bar-celona; Madrid: Lunwerg, D.L. 2003; RÉGULO PÉREZ, Juan. «De la llegada de las papas a Canarias y de la suerte de su nombre en español: bosquejo histórico-lingüístico». En: Con-federación Española de los Centros de Estudios Locales. Pleno (30º). Tenerife: Instituto de Estudios Canarios, 1987, p. 77; TOLEDO TRUJILLO, Francisco Manuel y HERNÁNDEZ DE LORENZO MUÑOZ, Miguel. Historia de la medicina palmera y sus protagonistas. Tenerife; Gran Canaria: Centro de la Cultura Popular Canaria, 2001, pp. 294-295; IDEM. «La medi-cina social en la isla de La Palma en el siglo pasado». Revista de estudios generales de la isla de La Palma, n. 2 (2006), p. 443; VERNEAU, René. Cinco años de estancia en las islas Canarias. La Orotava, Tenerife: J.A.D.L., 1996; Viajeros franceses a las islas Canarias: reper-torio bio-bibliográfico y selección de textos. La Laguna: Instituto de Estudios Canarios, 2000; VIERA Y CLAVIJO, José. Diccionario de historia natural de las islas Canarias o Índice alfabético descriptivo de sus tres reinos animal, vegetal y mineral. La Laguna, Tenerife: Nivaria Edicio-nes, 2005. MARÍA REMEDIOS GONZÁLEZ BRITO (Biblioteca José Pérez Vidal) 364 NOTICIAS NUEVA UBICACIÓN DEL ARCHIVO MUNICIPAL DE SANTA CRUZ DE LA PALMA El 28 de septiembre de 2007 finalizó el traslado de los fondos docu-mentales del Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma a su nueva dirección en la calle de El Pilar, n. 4, tras la decisión adoptada por las autoridades municipales a comienzos del citado año. Dicho traslado se prolongó durante varios meses debido a la notable cantidad de recursos humanos y materiales que demandó y al cuidado que hubo que poner en determinadas fases del mismo. Por ello, nos sentimos obligados a agra-decer a todos y cada uno de los trabajadores y las trabajadoras que des-de el propio Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma y desde las em-presas contratadas al efecto aportaron su esfuerzo, así como al equipo de profesionales del Laboratorio de Conservación y Restauración del Docu-mento Gráfico del Cabildo Insular de La Palma. Gracias a la colabora-ción de todos ellos el citado traslado fue llevado a cabo con éxito. Las instalaciones que ocupa en la actualidad el Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma cuentan con una superficie total aproximada de 143 metros cuadrados, de los cuales más de la mitad están destinados al depósito del rico patrimonio documental que atesora, cuyos documen-tos más antiguos datan de comienzos del siglo XVI. La nueva ubicación supone una ampliación notable, si la comparamos con las instalaciones que ocupaba anteriormente, de la superficie destinada a este servicio municipal y conserva la necesaria proximidad con respecto a los restan-tes servicios y negociados municipales. Las citadas instalaciones cuentan con distintas dependencias con usos específicos. Para la sala destinada al depósito se instaló un sistema de armarios compactos que albergan los documentos pertenecientes a los cuatro fondos documentales que constituyen el archivo municipal y que son: Fondo del Concejo de La Palma, Fondo del Hospital de Dolores y Cuna de Expósitos, Fondo de los Pósitos de la Ciudad y de la Subdele-gación de Pósitos y Fondo del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Pal-ma. Asimismo, alojan una habitación destinada a las labores administra- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 365 tivas y una dependencia para la recepción y organización de los docu-mentos administrativos que ingresan regularmente el archivo municipal, además de una pequeña habitación reservada para la consulta por parte de investigadores que desde muy variadas procedencias han accedido y acceden a los fondos documentales para satisfacer muy diversas inquie-tudes. CARLOS NAVALÓN ESCUDER 366 NOTICIAS DISFRUTAR LEYENDO EN LA CASA DE LOS PENSAMIENTOS: LA BIBLIOTECA INTERNACIONAL EN LENGUA ALEMANA (BILA) EN LA ISLA DE LA PALMA No sólo de pan vive el hombre Mateo. IV, 4-5. A los alemanes les gusta viajar, leer, caminar. Sí, incluso algunos emi-gran a otros países. En todo el mundo viven alemanes en grupos mayores o menores, y se han integrado en la sociedad en unos sitios más que en otros. Les gusta la música diferente o el clima, disfrutan con el sonido del lenguaje o la artesanía del lugar, les gusta el vino tinto, la educación de la gente (aunque ellos mismos a veces carezcan de ella), la amabilidad, la situación de riesgo o simplemente disfrutar del ralentizado devenir de las cosas —según donde se hayan asentado—. Sólo van a echar de menos se-riamente dos cosas: el delicado pan alemán y su lengua natal. Las expre-siones que conocen desde su infancia, el ritmo de vida, su manera de de-cir las cosas, su seriedad, su humor. Todo esto se podría comprimir en páginas, en libros en lengua alemana. Ojo, no sólo de autores alemanes, sino de autores de todo el mundo —por supuesto en lengua alemana—. No existe mer-cado de libros tan amplio, que ofrezca tantas obras de todo el mundo, como el mercado literario alemán. La mitad de los alemanes declaran que su ocupación preferida en su tiempo libre es leer. Y no pocos, además, aprenden de esta manera y por puro placer otras lenguas. Aunque, de todas formas, si el texto se complica hace falta una traducción rigurosa en alemán para poder disfrutar del placer de leer hasta sus más profundos detalles. Y aunque existen excepciones que confirman la regla, sirvan como muestras los filólogos que tienen que absorber a Homero en lengua griega antigua; o también los globetrotter, viajeros del mundo, que tienen que leer las revistas de las principales editoriales de su campo de interés en inglés para, según ellos, poder disfrutar plenamente de la lectura (allá ellos). CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 367 En el extranjero suelen ser un bien escaso los libros en su idioma. Por eso desde Berlín el comerciante de libros Christian Lutz, que en el año 1987 vino a vivir a La Palma, se trajo 5.000 libros en un contenedor, para asegurarse de tener material para leer hasta el fin de sus días. Éste llegó antes de lo que esperaba dado que murió a mediados de los noventa después de una grave enfermedad. Durante casi diez años permaneció olvidada la expresada colección en Villa de Mazo acumulando polvo. En el año 2006 el matrimonio Nicolai-Greve la adquirió por un precio ra-zonable. Incluía una completa catalogación. Los compradores no querían almacenar las obras de todo el mundo en el garaje de su domicilio. Sa-bían muy bien que la vieja Biblioteca Municipal en Puntallana perma-necía desde hacía mucho tiempo vacía. Por suerte y sorprendentemente rápido (para La Palma) hubo un acuerdo con el entonces alcalde, Leonardo Fajardo Muñoz, y el pleno del ayuntamiento para emprender esta espe-cie de joint venture. Pusieron a disposición de los libros alemanes esa bonita y acogedora casa, construida en estilo canario, dentro del casco antiguo de Puntallana. Además se construyó gran parte de las estanterías de madera maciza integrándose en el estilo de la casa —parece como si hubieran estado siempre ahí—. El banco que se encuentra en la pequeña terraza detrás de la casa, con vistas a la fuente de San Juan, a la montaña El Loral y detrás el mar, fue una donación de la ferretería del lugar; el resto, las sillas plegables de dentro y fuera, son de momento un préstamo hasta que se realice un día alguna donación. El día 27 de abril 2007, en presencia del, en ese momento, cónsul de la República Federal de Alemania en las islas Canarias, Arnulf Braun, y del presidente del Cabildo de La Palma, José Luis Perestelo Rodríguez, así como del consejero de Educación, Cultura y Patrimonio Histórico, Primitivo Jeró-nimo Pérez, el cónsul honorífico de la República Federal en La Palma, José Francisco Pérez Bravo, y el entonces alcalde de Puntallana, así como repor-teros de todos los medios de comunicación, abrió sus puertas la BILA (Biblio-teca Internacional en Lengua Alemana). Las vigas del primer piso corrieron peligro ya que las personas que acudieron a la inauguración fueron, aproxi-madamente, unas cien, entre palmeros y residentes extranjeros en la isla. En su discurso, el cónsul Braun nos aclaró el sentido de la BILA: más allá de ser sólo una biblioteca, es punto de encuentro entre españoles y 368 NOTICIAS alemanes, realizará actos culturales e interculturales y además ofrecerá clases de idiomas, tanto de español para alemanes como de alemán para espa-ñoles. Esos tres puntos se encuentran también dentro de los estatutos del consorcio fundador. Mientras tanto se creó la comisión gestora como reguladora de la Asociación BILA. Se contó con el autor —y ahora tam-bién bibliotecario— Andreas Greve para el cargo de presidente, la comer-ciante Birke Nicolai Greve para el de tesorera y el profesor de idiomas Stefan Kaufmann como secretario. El bilingüe Stefan Kaufmann tiene también a su cargo las relaciones públicas de la BILA, y además hace de intérprete cuando hay algún acto, traduciendo de manera espontánea, evitando la posibilidad de varias interpretaciones, casi siempre de forma monolingüe, los discursos del fundador y promotor Greve al español —hasta ese momento lo hicieron siempre las personas que intervinieron en distintos actos— de manera elegante y profesional, de forma muy di-plomática, como en el día de la inauguración de la exposición BILA «El libro en cuadro». Aquí el embajador alemán en España, el Dr. Born, elo-gió la existencia de la BILA, primero en español, dando las gracias sobre todo a la generosa comunidad de Puntallana. Esta exposición se celebro en agosto de 2007 —después de las elecciones locales y autonómicas de mayo— en la Estación Marítima en el Puerto de Santa Cruz de La Pal-ma. Se mostraron 44 proyectos para carteles y material efímero de la BILA, diseñados por la diseñadora y fotógrafa residente en la Palma Jeannette Göhner, y textos de Andreas Greve. La exposición trataba de libros, de leer y de la biblioteca («Leise, weise, leihweise», «Silenciosamente, sabia-mente, prestando»). El resultado fue en verdad un público unánimemente encantado. La meta era unir relaciones públicas y arte, hacer propagan-da en el futuro y conseguir de esta forma patrocinadores para imprimir algunos de los motivos. Puntallana, con un nuevo alcalde y nueva con-cejal de cultura en el poder, recogió el testigo e hizo imprimir 10.000 marcapáginas (en una cara la casa de la BILA, en la otra impresiones del entorno, playa y pueblo). Se presentaron en la siguiente exposición (se-gunda estación del recorrido insular), en la Casa de la Cultura de Puntallana. También se pudo mostrar el primer motivo para una tarjeta postal: dos filas de libros delante de una antigua puerta, con el texto: «Weltkulturerbe CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 369 / Patrimonio de la Humanidad». El alcalde Juan Guerra Guerra destacó en su discurso lo intercultural del intercambio y la convivencia. En otoño fue honrado el trabajo de la BILA por el Ministerio de Exte-riores de Alemania con 3.000 E para mejoras de la infraestructura. Cuan-do se entregó el cheque en el consulado alemán de Santa Cruz de La Pal-ma, la BILA pudo presentar un pequeño folleto financiado por patrocina-dores particulares donde se presenta la BILA en algunas frases alemanas y en muy pocas frases españolas. También el gobierno insular estuvo presen-te en este acto representado por la vicepresidente y consejera Guadalupe González Taño. Unánimemente se destacó el interés del intercambio con la cultura extranjera. De manera contundente habló el cónsul honorario y tam-bién palmero Paco Pérez Bravo, que destacó la larga tradición de La Palma 370 NOTICIAS en temas de integración de otras culturas y convivencia multinacional, em-pezando por O’Daly y pasando por Groenenbergh (alias Monteverde) has-ta hoy en día. Dejó claro en su discurso que con todo este pasado se puede apostar por la BILA sin problemas. De todas formas puede todo esto, según la opinión de la BILA, hacerse en español, y por ello debería traducirse el mencionando folleto lo antes posible y presentarlo de manera traducida. Por desgracia no se ha podido realizar esta proposición hasta el momento; a veces por falta de tiempo, otras por falta de dinero, ya que todo el trabajo es rea-lizado por voluntarios y cargos honoríficos. Todavía estamos buscando ese patrocinador que haga posible la planificación y financiación. En este punto ustedes se darán cuenta de que aquí se habla poco de libros. La BILA no planeó injerencias políticas, pero finalmente las decla-raciones favorables de distintos políticos y representantes del gobierno ayudaron a darle estabilidad al proyecto. El darse a conocer, y, más tar-de, con algo de esperanza, el reconocimiento de esta nueva plataforma cultural en las islas Canarias, era necesario. Era muy importante para nosotros no caer en la política ni la en política de partidos; la BILA no hace política, sino que ofrece cultura. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 371 En este marco se realizan también las exposiciones, porque la BILA quiere ser más que una simple biblioteca, quiere también —apoyada por la política local, insular, nacional o alemana— expandirse a otros medios y artes y realizar allí sus proyectos. Así que la meta cultural es mucho más am-plia, aunque siempre vinculada al libro. El que los productores de cultura, sobre todo los escritores, tengan una opinión muy clara sobre temas políticos no contradice la posición apolí-tica de la BILA. Si se invita a un autor, éste trae consigo junto con sus libros también su opinión, la que puede, si hay ocasión, hacer pública. Sobre todo si se trata de un personaje tan altamente político como —sí, exacto— Gunter Grass. Con este mundialmente famoso premio Nobel tenía la BILA las mejores expectativas de salir en primera página de un periódico. Y lo consiguió. Sobre todo después de que Grass, en una con-ferencia de prensa improvisada después de una lectura en el mes de di-ciembre en Los Llanos de Aridane, le desease al candidato a la presiden-cia del partido socialista español en las elecciones de marzo de 2008, José Luis Rodríguez Zapatero, mucha suerte. Al día siguiente, al ver Diario de avisos, el bibliotecario tuvo que tragar dos veces, pero era cierto: Gunter Grass fue un absoluto golpe de suerte, dado que su popularidad tanto para alemanes como para españoles sobrepasa lo habitual. He is a real world wide VIP. Y así fue la reacción de la gente, casi rayando la histeria. Es casi tan conocido como el papa —curiosamente, ambos poseen algu-nos paralelismos—. Grass conocía ya al actual papa personalmente. Cuando eran jóvenes y totalmente desconocidos, coincidieron como soldados en la II Guerra Mundial. Ya entonces Josef sabía que su destino era subir las escaleras de la jerarquía eclesiástica, mientras que Grass sólo tenía el vago deseo de ser alguna vez una especie de artista. Se convirtió con el tiem-po en tres: escultor, pintor y escritor. Perdón, en cuatro, faltaba en un buenísimo cocinero, al que le gustan —y nunca ha evitado tanto en la cocina como en el frente político— los platos fuertes. Para ahora, conviene elegantemente volver a través de la cocina a las islas Canarias. A Grass no sólo le gustaron mucho la BILA, la cocina pal-mera y los pfifferlinge (setas) en Puntallana, sino que también quedó muy impresionado por la diversidad de la isla de la Palma, de la que hizo varios bocetos. Otra cosa que destaco de aquel acto fue la genial interpretación 372 NOTICIAS de los textos y versos en español de Antonio Abdo. Y era realmente fan-tástico, ¡estos dos veteranos de los focos leyendo a dúo! Al mismo tiempo que tuvo lugar la lectura de Grass en la casa de la cultura de Los Llanos de Aridane, se celebró la exposición con los boce-tos de los carteles de Jeannette Göhner en la capital de los residentes ale-manes del oeste. Para ellos la BILA quedaba muy lejos, por eso se celebra-ron estos actos en el valle de Aridane. Pero el nombre de Grass consiguió atraer público de todas partes (también del lado este). Media hora antes de empezar la lectura ya reinaban condiciones caóticas. Se tuvo que ce-rrar la sala a causa de la multitud. El responsable de la casa de la cultura en persona amenazó con llamar a la policía municipal y como no acudie-ron no les quedó otro remedio que llamar a la policía nacional. Pero el suelo resistió y no hubo mas incidentes, aunque el promotor Andreas Greve se despistó, y no mencionó en esta ocasión el carácter social de la BILA, el carácter altruista de sus esfuerzos y su necesidad de conseguir ayuda financiera (en alemán es una palabra casi imposible, mientras que en español la conoce cualquier campesino palmero: subvenciones). Sí, alguna forma de subvención sería maravillosa para todo lo que la BILA pretende, los numerosos proyectos que tiene en mente. Quieren enriquecer la vida cultural a su manera. A un alemán que aproximadamente pertenezca a la generación del biblio-tecario de la BILA le gustarán los bailes típicos, pero por el historial evolu-tivo generacional está más cerca del happening. O también una lectura algo abstracta o filosófica. También es capaz de soportar algo absolutamente in-comprensible, para alzar el vuelo y analizar el tema hasta encontrar un atisbo de explicación («más cabeza que cuerpo»). La cuna del alemán medio en La Palma está siempre más vinculada a la akribie que al Caribe. «No se puede pedir que salgan de su piel». Y de su cabeza, este órgano de placer y dolor, menos aún. De esta escuela corriente, en el peor de los casos, son los consabidos dichos «los sabelotodo y sus hermanos» o «los que siempre tienen que tener alguna objeción». En el mejor de los casos, los «atravesa-dos y dudosos». En el medio de los casos «los sensibles», «los cueste lo que cueste», «buenos de corazón», «los ignorantes y los autonegados», «los ca-beza cuadrada», y, y, y... A los alemanes les gusta pensar. Lo que une a muchos de ellos es el amor al libro. Aunque las opiniones sean variadas. La comunidad mun- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 373 dial de los lectores está —mientras que leen— muy lejos de cualquier forma de agresividad. Los pensamientos en forma encuadernada son tran-quilizantes. Libros en gran cantidad emiten tranquilidad. Las bibliotecas son lugares de paz. Así que es muy positiva la existencia de la BILA, cuyo fondo se com-pone sobre todo de literatura universal. Incluye a autores premios Nobel (o que quizás lo sean en el futuro) como Gunter Grass o Doris Lessing, Saramago o Naipul; y muchos de los poetas del Tercer Reich que fue-ron desterrados o quemados: Kesten, Kästner, Mehring, todos los Manns, desde Thomas pasando por Heinrich hasta Klaus, o el Santo Borrachín, Joseph Roth, el largamente no reconocido autor de la Marcha Radezky. Aunque Alemania estaba en aquellos tiempos dividida, el comerciante de libros de Berlín, Lutz, coleccionó no sólo a Stefan, sino también a Arnold Zweig, o Anna Seghers y, más tarde, Strittmatter. Se trata de una biblio-teca muy segura de sí misma y muy querida, la cual merece todo el res-peto. La BILA quiere conservar el carácter de colección privada, conser-vando los libros tal como están: sin numeración, algunos sin protección, algunos un poco estropeados. Se puede visitar en la página de internet (http//www.bila-lapalma.com), pero en principio se debería acudir in situ, como amante de las bibliotecas, y descubrir que, a su lado, están Umberto Eco (la BILA tiene también varias referencias en sus estanterías), García Márquez (casi un metro lineal) o una colección de Borges. Umberto Eco dice: «una biblioteca es un lugar donde uno busca algo determinado, para encontrar una cosa bien distinta». No sabemos si somos los únicos. Sería una alegría para nosotros no ser los únicos. Y realmente no sabemos qué provecho pueda tener y qué espera el español, o más bien el palmero, de una biblioteca en lengua alemana en el fin del mundo. Por ese motivo, ponemos esta pregunta en el aire, aquí y ahora. Acaso nos den como respuesta que la pregunta fue mal formulada, o que, quizás, esta pregunta no interesa. Entonces ten-dríamos los alemanes —una vez más— material para pensar. ANDREAS GREVE (BILA) (Traducción de Andreas Schwalme) 374 NOTICIAS LOS PERIÓDICOS CANARIOS ANTIGUOS SE PUEDEN CONSULTAR LIBREMENTE EN INTERNET Más de 145.000 páginas de periódicos canarios publicados en el si-glo XIX y primeras décadas del XX pueden consultarse en internet, gra-cias al acuerdo suscrito entre la Universidad de La Laguna y la Direc-ción General del Libro del Ministerio de Cultura. Estas publicaciones, que se conservan en la Biblioteca Universitaria, fueron digitalizadas en el marco del Plan Nacional para Preservar y Difundir el Patrimonio Bibliográfico Español y se suman a los casi cuatro millones de páginas que ya pueden consultarse en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica (http:// prensahistorica.mcu.es). A través de esta página se puede acceder a publicaciones periódicas editadas desde finales del siglo XVIII y que se han conservado, fundamen- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 375 talmente, en las Bibliotecas Públicas del Estado. También se han inclui-do en el proyecto algunas colecciones hemerográficas conservadas en otras instituciones y entidades, como la del Partido Comunista de España o las colecciones privadas de empresas editoras de periódicos y revistas. Canarias era una de las pocas comunidades autónomas que no se habían incorporado aún a este proyecto. La Biblioteca Universitaria de La La-guna, que posee una importante colección de prensa antigua de las islas, decidió participar en este plan con el fin de difundir libremente una muestra representativa de los fondos que conserva. Al mismo tiempo, la repro-ducción digital de estos periódicos y su libre acceso a través de internet le permiten conservar los documentos originales, evitando su manipula-ción sin obstaculizar la labor investigadora o de consulta. Los periódicos canarios que pueden consultarse en la Biblioteca Vir-tual de Prensa Histórica fueron editados entre 1808 y 1938. La publica-ción más antigua reproducida en esta fase inicial es El correo de Tenerife, uno de los periódicos más significativos del primer tercio del siglo XIX en la isla. También se podrá consultar El atlante, primer periódico diario y no oficial de Canarias; el Diario de Tenerife, dirigido por Patricio Estévanez y que fue uno de los de mayor difusión de su tiempo; La opinión, que fue dirigida, entre otros, por destacados personajes como Ramón Gil-Roldán y Ulises Guimerá; y El liberal de Tenerife, que se publicó en Santa Cruz desde 1891 hasta 1898. Editados ya en el siglo XX, se podrá acceder al diario republicano El progreso (1905-1932) y al diario católico Gaceta de Tenerife (1910-1938). En 2008 la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas ini-ciará una nueva fase de este proyecto de digitalización, en la que la Bi-blioteca Universitaria de La Laguna espera poder incluir más títulos de los periódicos y revistas canarios que conserva. La única limitación para digitalizar estas publicaciones es que sus derechos de explotación hayan pasado al dominio público según la normativa que afecta a la propiedad intelectual y los derechos de autor, o bien que los propietarios de esos derechos hayan permitido expresamente su libre reproducción. Además, es necesario que el estado de conservación de los documentos permita su traslado y la manipulación necesaria para conseguir una óptima repro-ducción. 376 NOTICIAS La participación en este plan forma parte del proyecto global de la Universidad de La Laguna para difundir su fondo documental y facilitar el libre acceso al patrimonio bibliográfico e histórico de todos los cana-rios. Además de las publicaciones canarias que ya se pueden consultar en la Biblioteca de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura, la Biblioteca Universitaria dispondrá también próximamente de un servicio que per-mitirá no sólo la visualización de esas páginas, sino que ofrecerá la posi-bilidad de realizar búsquedas textuales y de exportar y transferir los con-tenidos. BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 377 CURSO: «LA ESCRITURA DOCUMENTAL DURANTE EL REINADO DE LOS REYES CATÓLICOS» El Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, dependiente de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Gobierno de Canarias, organizó en 2007 el curso «La escritura documental duran-te el reinado de los Reyes Católicos», celebrado entre el 26 de noviem-bre y el 11 de diciembre. El curso, que fue patrocinado por el Ilustre Co-legio Notarial de las Islas Canarias, tuvo un total de 30 horas lectivas y contó con la homologación del ICAP (Instituto Canario de Administra-ciones Públicas) y por la Universidad de La Laguna. El objetivo principal del curso fue iniciar a los alumnos en la utiliza-ción de la letra cortesana como uno de los instrumentos necesarios para conocer la información contenida en los documentos escriturados en el ámbito castellano durante el siglo XV y primer cuarto del siglo XVI. De esta manera, los alumnos pueden valorar la posición de esta modalidad de escritura en el patrimonio documental canario, todo ello en relación con el multigrafismo existente en este período cronológico. La Dra. Ana Viña Brito, profesora titular de Historia Medieval de la Universidad de La Laguna, se encargó de dirigir los detalles de esta con-vocatoria con la colaboración del Dr. Francisco J. Macías Martín, direc-tor del Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife. La coor-dinación académica corrió a cargo de la Lic. Leocadia Pérez González, técnica superior de esta última institución. Juntos lograron diseñar un curso eminentemente práctico, fundamentado en la lectura y análisis de docu-mentos relativos a Canarias procedentes tanto de archivos canarios como de centros peninsulares. 378 NOTICIAS Contenido: — Formas y función de los tipos gráficos y su evolución. — Bibliografía. — Introducción a las formas alfabéticas y signos abreviativos. — Normas de transcripción. — Lectura y análisis de documentos. Profesorado: — Dra. Carmen Ostos Salcedo, catedrática de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Sevilla. — Dra. Carmen del Camino Martínez, profesora titular de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Sevilla. — Lic. Isabel Fuentes Rebollo, investigadora del Archivo de Simancas. ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE SANTA CRUZ DE TENERIFE CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 379 UNA VISIÓN DEL LIBRO EN TENERIFE: ENTREVISTA A JULIO GARCÍA MONCLÚS (LIBRERÍA, IMPRENTA Y EDICIONES GOYA) El sello Goya ha sido y será un referente en Canarias de las artes gráficas. Una empresa familiar que abordó todos los ámbitos relacionados con el libro (imprenta, edición y venta) y cuya última y fructífera etapa tuvo al frente a Julio García Monclús, quien ha recibido a Cartas diferentes: revista canaria de patrimonio documental en su domicilio privado para desentrañar en esta entrevista algunas de las claves históricas de este proyecto, además de suministrar importantes aportaciones para la histo-ria cultural del Tenerife del siglo XX, dada la posición privilegiada que mantuvo Goya Ediciones por su contacto con los intelectuales y creadores más relevantes de la época. Un contacto que en cierta manera moldeó la sensibilidad familiar, plasmada en una extraordinaria colección de arte contemporáneo y una no menos interesante biblioteca particular, centrada esta última especialmente en temas canarios. Una mañana soleada de un 14 de abril, en el amplio y céntrico ático donde Julio García Monclús nos recibe, se respira un cierto aire festivo. La conmemoración de la proclamación de la II República —etapa en la que se creó la librería Goya— es un motivo de júbilo para nuestro anfi-trión. A su padre, creador del proyecto Goya, su vinculación con esta causa le costó sufrir algunos tragos amargos. Ahora, gracias a la libertad que trajo consigo el fin de la dictadura, convive sin fisuras la pluralidad de ideas que definen un espacio cultural como el que simbolizó Goya. Empresas titánicas como la de Goya Ediciones, que lucharon contra-corriente en un contexto histórico sombrío para la cultura, merecen el reconocimiento de una sociedad en la que han dejado una huella imbo-rrable, pese a las altas dosis de amnesia a las que nos sometemos. Una entrevista en el suplemento dominical del diario La gaceta de Canarias o un reciente reconocimiento del Gobierno de Canarias, con motivo de 380 NOTICIAS los actos de la segunda celebración del Día de las Letras Canarias, son algunas de las escasas muestras de distinción que ha obtenido el silen-cioso y esmerado trabajo del proyecto Goya. Quizá haya llegado la hora de valorar su contribución al progreso cultural de la sociedad canaria. * * * Manuel Poggio Capote. ¿Cómo nació la librería Goya? ¿Cuál fue su ori-gen? Julio García Monclús. Mi padre, Leopoldo García Nieto, abrió al público la librería Goya en el número 29 de la calle del Castillo. Desconozco la fecha exacta, sólo sé que fue durante la II República, antes de nacer yo. Él había estudiado náutica pero navegó poco tiempo. Supongo que la librería fue el modus vivendi que eligió entre otros proyectos. David Sanz Delgado. ¿Cuáles eran las librerías tinerfeñas de aquella épo-ca? ¿Conoce el motivo por el que bautizaron la librería con el nom-bre de Goya? CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 381 JGM. Una vez me contó mi padre que le gustaba Goya porque lo consi-deraba una persona con mucho carácter y rebelde, y él era así. Du-rante la República la calle del Castillo se llamó Fermín Galán. Mi padre mantuvo el nombre de ese republicano en el sello de caucho de la librería durante los primeros años de la dictadura franquista, y este hecho le causó algunos problemas con el Régimen. Probablemente la librería más antigua de Canarias es la librería Miranda en La Orotava. El señor Miranda fue concejal por el Partido Socialista en el ayunta-miento de esa villa, era muy amigo de mi padre. Actualmente la li-brería Miranda continúa abierta al público, la lleva una de sus hijas. Creo que la librería más antigua de Santa Cruz de Tenerife pudo ser La Casa del Libro, en la calle Cruz Verde, frente a la farmacia El Negrito. En la calle del Castillo, además de la nuestra, estaban la librería La Prensa, la librería Atlas y la librería Universal. En la calle Valentín Sanz, antes Norte, esquina con Pérez Galdós, estuvo la librería Castilla. Tam-bién la librería Sixto en la plaza de Weyler, la librería Bilbao frente a la Escuela de Comercio, la librería Católica y la librería Yumar en la calle de San Francisco... éstas estaban en el centro de Santa Cruz. Más tarde en la periferia se fueron instalando nuevas librerías próximas a los institutos de enseñanza media, que subsistían gracias a los libros de texto y material escolar. MPC. En esos años las librerías tenían una cierta vida cultural, y en oca-siones existían tertulias. ¿Recuerda si existieron, cómo eran y quiénes participaban? JGM. En la nuestra se reunían personas que pensaban como mi padre, gente más bien de izquierdas. Medio oculta en un armario de la oficina conservaban una pequeña bandera republicana. También acudían fun-cionarios de Correos y Telégrafos, me acuerdo de uno que se apelli-daba Bahamonde, que decía que era pariente de Franco. Como Telé-grafos en un principio no se unió al Movimiento estuvieron perseguidos durante muchos años. Les puedo asegurar que curas iban pocos. Bue-no, algunos, por ejemplo don Víctor Echevarría, un vasco que duran-te muchos años fue capellán del colegio de la Asunción. 382 NOTICIAS MPC. ¿También pasaron por la tertulia de la librería Goya intelectuales de las vanguardias de Canarias como Juan Ismael o Westerdahl, por ejemplo? JGM. Juan Ismael no. Pero Domingo Pérez Minik, Eduardo Westerdahl, Arístides Ferrer, Luis Álvarez Cruz, José Arozena, sí. La mayoría de los libros que editó Goya eran de personas que frecuentaban la li-brería. MPC. ¿Cómo era la librería, dónde tenía lugar la tertulia? JGM. La librería era estrecha, tendría seis o siete metros de ancho, las paredes estaban cubiertas de estanterías. En el centro había una mesa grande llena de libros, eran las novedades editoriales, los últimos libros reci-bidos dispuestos alrededor de un gran globo terráqueo francés, muy antiguo, que aún conservo. Había una trastienda donde se encontra-ba una oficina pequeña, y allí era donde tenían lugar las tertulias. DSD. ¿Vendían también revistas además de libros? JGM. Muy pocas, algunas de moda como Burda; El ruedo, que era una revista de toros; también El mundo, de temas políticos... DSD. ¿Dónde se encontraba exactamente la librería? JGM. En la calle del Castillo, subiendo a la izquierda, casi haciendo es-quina con la calle de Valentín Sanz, donde hoy hay un establecimiento de máquinas recreativas. Entonces era un edificio de dos plantas; en la planta alta había una notaría, y en la planta baja dos locales comer-ciales, uno era la librería Goya y el otro La Canastilla, una tienda de confección de ropa de niños. A la izquierda de este edificio estaba el bazar Colón, y a la derecha la droguería Ayala. MPC. Una vez que llegó el 36, la Guerra Civil y la posguerra, ¿cómo se vio afectada la librería? JGM. El dolor, desasosiego y penuria que produce una guerra atrasa al país y afecta a todos sus habitantes, pienso que aún es más penoso y la-mentable tratándose de una guerra civil. Económicamente fue una época muy difícil para la librería. Además aquí nos conocíamos todos y las CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 383 ideas políticas de mi padre motivaron que lo detuvieran. Primero lo llevaron al Gobierno Civil, que entonces estaba en la plaza de la Candelaria, y posteriormente a los salones de Fyffes. Durante el tiempo que estuvo detenido la librería continuó funcionando; la llevaban mi madre y dos empleados. Por aquellos días mi padre estaba montando otra librería en la calle Imeldo Serís, la librería Sonora; esta vez se trataba de una librería de ocasión para dar salida a los libros invendidos de Goya, además de dedicarla a la compra-venta de textos, diccionarios, novelas... La librería Sonora funcionó durante unos cuarenta años, y todo el tiempo la llevó mi tío Juan Monclús Plasencia. DSD. ¿De dónde procedía la vocación de su padre por el mundo del li-bro y la impresión? JGM. No lo sé. El provenía de una familia castellana que nada tenía que ver con los libros. Su padre, mi abuelo, era teniente coronel, vino destinado a Tenerife y aquí pasó el resto de su vida. Yo nací entre libros, desde pequeño la librería y los libros eran mi medio, me parecía todo tan normal que nunca me pregunté por qué mi familia había elegido ese medio de vida. DSD. ¿Y la afición por el libro? JGM. Tampoco lo sé. Él no sabía nada de artes gráficas, pero le gustaba la mecánica, andar con herramientas. Tenía habilidad manual y deci-dió montar una imprenta y además editar libros. No sé cómo, pero salió adelante. A propósito, no estoy seguro de si un libro que se edi-tó de La Palma, Cosas viejas de la mar, lo llegamos a hacer nosotros. Creo que no, que fue editado por Juan Régulo. MPC. Hablemos del cliente de aquella época. ¿Cómo era, qué clase de personas iba a la librería? JGM. Generalmente las personas que acuden a las librerías poseen un nivel cultural medio-alto. Entre los clientes asiduos que recuerdo quiero destacar a José Arozena, que además era amigo, una persona de la que aprendí mucho. Nuestros mejores clientes eran abogados, médicos, periodistas, profesores, pintores, poetas, etcétera. Considero que la 384 NOTICIAS clientela de las librerías es la más selecta, la mejor. Entonces se pu-blicaba mucha literatura, recuerdo las editoriales Aguilar, Espasa-Calpe, Plaza o Apolo. No abundaban los libros de ciencias, que además de pocos eran caros. Vendíamos también textos de bachillerato, de la Escuela de Comercio, y universitarios para las facultades de Derecho, Quími-cas y Filosofía y Letras, las únicas carreras que en aquella época se podían cursar en nuestra universidad. MPC. Incluso, en su momento, ¿hubo también libros escolares? JGM. Nosotros vendimos muchísimos libros de enseñanza media y comercio. El texto lo elegía el profesor, al cual la editorial le concedía la totali-dad del descuento. El profesor colocaba sus textos en una librería y le daba al librero una pequeña comisión, exceptuando Arístides Ferrer, profesor de la Escuela de Comercio, que renunciaba a su parte repar-tiéndola entre los alumnos y la librería. Así y todo, la venta de estos libros era rentable puesto que los alumnos, junto con los textos, ad-quirían diccionarios, atlas, blocs de dibujo o tablas de logaritmos. MPC. ¿Había bibliófilos que fueran por aquel entonces a la librería Goya? JGM. Muy pocos. Algunos de nuestros mejores clientes lo eran. DSD. ¿Llegaron a vender libros prohibidos por la censura del régimen franquista en la librería Goya? JGM. Durante los primeros años de la librería seguro que no; aquella época era muy dura y si te cogían con eso, uff. En la década de los 60 y principios de los 70, ya instalados en la calle de Pérez Galdós, yo traía libros de Ruedo Ibérico, una editorial de los exiliados españoles en París que nos hacía los envíos por medio de la editorial Era de México. Las partidas venían por correo certificado. Curiosamente los libros proce-dentes de América no pasaban censura. MPC. ¿Cómo afectaron estos años de la posguerra a la sociedad cultural de Tenerife? JGM. Un ejemplo: en España sólo existían dos agencias de noticias, las dos del Estado, que eran la agencia Cifra y la agencia Efe, una para las CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 385 noticias de España y la otra para las procedentes del extranjero. Eran las dos únicas fuentes de información que podía utilizar la prensa. Existía la censura en el teatro, en el cine, en toda clase de espectáculos, y también en los libros. Sólo se podía leer lo autorizado. Con las dicta-duras de cualquier color pasa siempre lo mismo. Recuerdo a un ve-nezolano que nos pidió un presupuesto para imprimir una Historia de Venezuela, y cuando el manuscrito pasó la censura el presupuesto se había abaratado un 35 % por todo lo que los censores habían elimi-nado. El libro no se hizo, y el venezolano dijo: «chico, esto lo hago yo en Venezuela y no me cortan nada». MPC. Y aún así, con este panorama tan árido, su padre funda Goya Ediciones. JGM. Goya Ediciones surgió poco antes del año 1950. La primera obra que editó fue la Historia de Canarias de Viera y Clavijo en tres to-mos, bajo la dirección de Elías Serra Ràfols. Por cierto, se imprimió en Santa Cruz de la Palma, en la Imprenta Gutenberg de Juan Régu-lo. Más tarde uno de los cajistas de esa imprenta, Adolfo Castro Pérez, se vino a Tenerife a trabajar con nosotros. Mi padre montó la edito-rial porque le gustaba todo lo relacionado con los libros, principalmente la impresión. Disfrutaba con la composición de textos, las máquinas... Creo que le gustaba hasta el olor a tinta. Era un gran conversador, sus temas preferidos eran los curas y la política. De estos y otros asuntos se sentaba a hablar con los autores que iban a la imprenta con sus manuscritos bajo el brazo para pedir presupuesto, elegir el gramaje del papel o corregir pruebas. MPC. ¿Quiénes conformaban el proyecto editorial? JGM. El proyecto fue exclusivo de mi padre, aunque más adelante contó con algunas colaboraciones. Entonces mi madre llevaba la librería, y yo, único hijo, estaba estudiando. DSD. ¿De dónde surgió la iniciativa de editar estos volúmenes? ¿Quizá captaron la falta de publicaciones sobre Canarias? JGM. Cronológicamente primero se creó la librería Goya, luego Goya Ar-tes Gráficas, la imprenta que en su inicio se instaló en un local de la 386 NOTICIAS calle del Castillo que hoy ocupa el Parlamento de Canarias, y finalmente Goya Ediciones, la editorial. Con el tiempo la empresa Goya Artes Gráficas fue prosperando. Del local de la calle del Castillo pasó a otro en la calle Doctor Allart (antes calle del Sol), y por último a un edifi-cio de dos plantas en el número 17 de la calle de La Palma, donde con anterioridad había funcionado la Imprenta Zamorano. Una vez que el negocio de la imprenta estuvo consolidado mi padre lo quiso ampliar. De ahí surgió Goya Ediciones, dedicada desde el principio a temas canarios, con preferencia por la historia. En aquel tiempo se publica-ban pocos libros sobre Canarias, pero no creo que eso influyera en la decisión de mi padre. Goya Artes Gráficas, además de elaborar toda clase de impresos, también imprimía libros. Hay que diferenciar entre un libro editado por Goya Ediciones y un libro de Goya Artes Gráficas. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 387 DSD. ¿Cuál era la diferencia? JGM. El cliente de Goya Artes Gráficas costeaba la publicación de su obra, encargaba un número determinado de ejemplares, se los hacíamos y se los entregábamos. En el caso de Goya Ediciones éramos nosotros los que corríamos con los gastos de la edición, era mucho más com-plejo puesto que ni el autor ni el editor podían saber de antemano la acogida que iba a tener el libro, ni si iban a tener algún provecho económico con su publicación. MPC. ¿Goya Ediciones inició la edición de los clásicos canarios de historia? JGM. Sí. Como te conté, la primera obra que editó Goya Ediciones fue la Historia de Viera. Después continuamos con Abréu Galindo, Torriani, Espinosa, Berthelot... Otra obra interesante fue la Geografía general de las islas Canarias de Telesforo Bravo. La obra era en tres tomos pero sólo se publicaron los dos primeros; nunca nos llegó el manuscrito del tercero. No sé cómo mi padre conoció a Alejandro Cioranescu, pero durante al-gunos años ese erudito rumano colaboró con Goya. A propósito, recuer-do que una vez en nuestra librería Rumeu de Armas me dijo que si Cioranescu en vez de hacer la historia de Santa Cruz de Tenerife hubie-ra hecho la de París, sería un individuo de fama mundial. Cuando se lo comenté a Cioranescu se mostró satisfecho al conocer quién había he-cho el comentario. Goya Ediciones también publicó literatura, entre otras obras una que a ti te gusta mucho, las Fábulas literarias de Iriarte. Fetasa de Isaac de Vega, Antología de la poesía canaria de Pérez Minik, obras de Luis Álvarez Cruz, María Rosa Alonso, Amaro Lefranc, Gertrudis Segovia, José Domingo, Cairasco de Figueroa y un largo etcétera. DSD. ¿Los autores se dirigían a ustedes para que les editaran las obras o eran ustedes quienes las reclamaban? JGM. Eran los autores los que venían. La persona que escribe un libro siente la necesidad de ver su obra impresa. DSD. ¿Eran ustedes los únicos que editaban en Tenerife por esa época? JGM. Yo creo que sí. 388 NOTICIAS MPC. ¿Cuándo compraron las primeras máquinas? JGM. A finales de los años 40. Las primeras máquinas que se montaron eran manuales; las automáticas llegaron más tarde. DSD. ¿La sede de la calle del Sol era también arrendada? JGM. Todo era arrendado. Mi padre no disponía de mucho dinero, y de haberlo tenido no se le hubiera ocurrido nunca editar: era carísimo. Hay una anécdota de aquella época que siempre me recuerda Emiliano, el que fue encargado de la imprenta: en cierta ocasión oyó decir a Cioranescu: «amigo García Nieto, si yo sé que usted no tiene dinero, yo no firmo nada». MPC. Un hecho curioso fue la edición de libros en rumano. JGM. Eso ocurrió también durante el tiempo que Cioranescu estuvo con nosotros. A través de uno de sus hermanos, refugiado en Francia, los exiliados rumanos en París nos encargaron varios libros. No quieras saber lo arduo que resultó para nuestros cajistas trabajar con caracteres cirílicos que no habían visto en toda su vida. Los libros salieron sin pie de imprenta. El nombre de Goya no aparecía por ninguna parte, pero en lugar muy destacado se podía leer «París 1953». MPC. Volviendo a Goya Ediciones, ¿conserva ejemplares de todo lo pu-blicado? JGM. De todo no. Los títulos que conservo los tengo bien guardados. Con frecuencia los repaso, recuerdo a sus autores, cuándo se editaron... Por deformación profesional también me paro a observar los detalles de la edición (calidad del papel, carátula, tipo de letra, encuadernación). MPC. ¿Y tiene referencias de toda la producción de la editorial, aunque no conserve ejemplares? JGM. Increíble: nunca llevamos un registro de los libros que editamos. DSD. ¿Cuándo se incorpora usted al proyecto? JGM. Aunque hice Agrícolas en La Laguna, desde muy joven estuve de-cidido a trabajar en la empresa familiar. Cuando repentinamente mi CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 389 padre falleció en el año l972, yo ya había adquirido suficiente expe-riencia para continuar su labor. Tuve la suerte de poder contar con la inestimable colaboración de Emiliano Gómez Camacho, el encargado de la imprenta, excelente persona, amigo y magnífico profesional. DSD. ¿Cómo se encuentra la empresa una vez que usted toma las rien-das? JGM. Yo estaba muy centrado en la librería, pero tras la muerte de mi padre tuve que dedicarle más tiempo a la imprenta y a la edición. Nuestra imprenta era tipográfica, de composición manual; los textos se elaboraban letra a letra, y esto nos exigía contar con muchos ope-rarios. Después de la imprenta tipográfica han aparecido nuevos pro-cedimientos, pero mi padre prefirió continuar con la tipografía, que era lo que él dominaba. Yo proseguí su tarea pero de otra manera: abaraté costos encargando la composición de algunos textos a otras empresas que trabajaban con offset, determinadas encuadernaciones también las encargué fuera, e incluso imprentas muy especializadas de la península realizaron trabajos para Goya Ediciones. Nada de lo que te estoy contando lo hubiera permitido mi padre. MPC. ¿En esa modernización surgen la librería Goytec (Goya Técnica) y la sección canaria de la librería? JGM. A lo largo de los años la librería Goya se nos fue quedando peque-ña. Cada día se publicaba más y las distribuidoras nos atiborraban de novedades. Además de dedicarnos también a libros de texto, impor-tábamos libros extranjeros y gestionábamos subscripciones a revistas científicas que servíamos a los diferentes departamentos de la univer-sidad, a bibliotecas y a organismos oficiales. En una ocasión los pro-pietarios del edificio de Goya nos comunicaron que iban a construir, que si queríamos retorno o una indemnización. Rápidamente busqué otro local para trasladar la librería, y aunque finalmente no constru-yeron, yo ya había comprado el local de Goytec en el número 15 de la misma calle de Pérez Galdós. El edificio de Goya nunca lo llega-ron a derribar y nos lo vendieron poco tiempo antes de cerrar las li-brerías. A partir de 1972 tuvimos abiertas al público dos librerías: la 390 NOTICIAS Librería Goya, que continuó con la parte de letras, y la librería Goytec (Goya Técnica) con las ciencias. El local de Goytec era bastante am-plio: tenía un sótano que utilizábamos como depósito común de las dos librerías, y una parte alta donde además de la oficina, mi mujer, que años antes había abandonado su profesión de trabajadora social para integrarse en las librerías, organizó la sección de libros canarios. Muchas personas de las que iban por la librería subían a la oficina para vernos y hablar un rato, y les aseguro que esos encuentros eran muy agradables; a mí me gusta muchísimo relacionarme con los demás. Allí hice excelentes amigos. En los casi setenta años de historia de nues-tras librerías también tuvimos ocasión de acoger a visitantes ilustres: políticos, científicos, literatos, pintores, actores... desde Mario Soares, que en una visita que realizó al Parlamento de Canarias quiso cono-cer la librería a la que acudía diariamente su gran amigo José Arozena, hasta un premio Nobel, Miguel Ángel Asturias, que a principios de 1974 estuvo firmando libros en Goytec y nos dejó una entrañable dedicatoria: «A Julio García Monclús y Blanquita Díaz Carballo por toda la obra cultural que realizan sin más armas que los libros». MPC. ¿Este mundo del libro en el que usted ha estado inmerso y que se ha transmitido de su padre a usted, le ha generado algún tipo de afi-ción bibliofílica, sobre todo por la sección canaria de su librería? JGM. Crecí rodeado de libros. Cuando era joven, mi casa respecto a los libros era como una continuación de la librería. La colección de li-bros canarios que tenemos la había iniciado mi padre y yo la conti-nué. Al principio compraba todo lo que salía, pero cuando se multi-plicaron las publicaciones tuve que seleccionar y adquirir sólo lo que más me interesaba. En ocasiones me iban a ver a la librería para ofre-cerme alguna obra, como fue el caso de un manuscrito que tengo sobre la isla de La Palma del historiador herreño Dacio Darias Padrón. También he logrado hacerme con publicaciones sobre Canarias editadas en el extranjero. Me interesan principalmente los libros de ciencias, y tam-bién guías, mapas y obras de viajeros que estuvieron por nuestras is-las. En anticuarios he adquirido obras muy importantes, por ejemplo parte de la obra publicada por Sabino Berthelot. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 391 MPC. ¿El procedimiento de compra de estos libros de anticuarios era a través de catálogos? JGM. Sí, la librería Goya figuraba en la relación de clientes de algunos anticuarios alemanes, austríacos, ingleses, franceses y holandeses. La adquisición de los libros extranjeros se tramitaba de la siguiente ma-nera: hacíamos el pedido y ellos nos enviaban una factura pro-forma. Luego, les enviábamos un cheque bancario en la divisa correspondiente, y entonces nos remitían los libros por correo certificado. Los libros importados son caros, más aún los de los anticuarios porque no están sujetos a tarifas. DSD. ¿En qué momento pensó que debía poner fin a Goya Ediciones? ¿Cómo fue el proceso? JGM. Nosotros no tenemos hijos. En la vida hay que trabajar y luchar, pero los años van pasando. En un momento tomamos la decisión de ir dejando poco a poco los negocios. De nuestras actividades la imprenta era la más compleja. Por otro lado, estas empresas hay que estarlas actuali-zando continuamente, hay que dedicarles mucho dinero para mante-nerlas al día, porque de otro modo no son rentables. Goya Artes Gráficas se cerró en 1996. DSD. Desaparece la imprenta y Goya Ediciones. ¿Cuál es el último libro que edita? JGM. El último, último, francamente no lo sé. De esa etapa recuerdo uno de Juan del Castillo sobre Villalba Hervás, dos de Luis Cola (Barran-cos de Añazo y otro sobre el ataque de Nelson a Santa Cruz de Tenerife), La obra dramática de Ángel Guimerá de José Llort, y también unas reflexiones sobre Canarias de Miguel Ángel Barbuzano. DSD. ¿Y la librería? JGM. Las librerías las cerramos en agosto de 1999. MPC. Goya nunca ha recibido ninguna subvención para la edición de li-bros, justo al revés de lo que se ve hoy en día. ¿Cómo ve el panora- 392 NOTICIAS ma en el archipiélago? ¿No cree que hay un exceso de dependencia de las ayudas oficiales? JGM. Les aseguro que todos los libros que editó Goya Ediciones se hi-cieron con el poco dinero que tenía mi padre y con el mío, que tuve un poco más, esa es la realidad. Antonio Vizcaya, querido y recorda-do amigo, una vez dijo en un programa de televisión que las dos únicas editoriales, al menos de Tenerife, que no estaban subvencionadas eran Goya Ediciones y Nuestro Arte, a la cual él pertenecía. Conozco al-guna editorial de aquí que no saca un libro al mercado sin un escu-do o logotipo del Gobierno de Canarias, de algún cabildo, ayuntamiento u otras instituciones o empresas privadas. Hoy hay subvenciones para todo: espectáculos, deportes, películas, publicaciones... Entiendo que se acuda a las ayudas oficiales en determinados proyectos editoriales de prestigio, cuyo presupuesto rebasa en mucho la capacidad econó-mica del editor; y también en publicaciones muy especializadas, de tiradas cortas, para las que esos apoyos son imprescindibles. Creo que en Canarias se edita muchísimo, hay demasiados títulos en el merca-do, unos más importantes y de más calidad que otros, y algunos fran-camente malos. Recuerdo personas que nos compraban cuatro libros canarios y al poco tiempo sacaban un nuevo título, un refrito, sin ri-gor ni esmero en la exposición ni en la presentación. El editor ha de aceptar los riesgos de su profesión, y antes de publicar cualquier obra, sensatamente debe tener en cuenta si es el momento oportuno, si ese título está o ha estado recientemente en el mercado, el número de ejemplares que debe tirar, a qué público va destinado, a qué institu-ciones les puede interesar... De estas consideraciones dependerá el éxito de la edición. DSD. Esta línea de calidad que mantuvo Goya en sus trabajos editoriales, ¿ve que alguien la ha mantenido? JGM. Es cierto que los libros de Goya Ediciones tenían calidad. Nuestro personal ponía mucho cuidado en su trabajo, y todos nos sentíamos satisfechos de los resultados obtenidos en cada nuevo libro que edi-tábamos. Al principio hacíamos tiradas de 500 ejemplares, luego fue-ron aumentando hasta llegar aproximadamente a los 2.000. Eran otros CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 393 tiempos. Las técnicas de impresión evolucionan continuamente, de la tipografía se pasó al offset, y con la ayuda de otros nuevos métodos se ha intensificado la calidad de las artes gráficas. Actualmente se realizan excelentes trabajos. DSD. Quizás se le escaparon algunos clásicos a su editorial, y estoy pen-sando, por ejemplo, en el Bethencourt Alfonso que hizo Lemus. ¿No lo tuvieron nunca en sus manos? JGM. No, nosotros no. Además, tampoco teníamos capacidad para editar todo lo que nos proponían. Éramos una empresa pequeña con pocos recursos humanos y económicos. En su momento Cioranescu y mi padre consideraron que las obras fundamentales para el conocimiento de la historia de Canarias eran cuatro, y esas fueron las que hicieron. Hoy los libros de Goya Ediciones figuran en la bibliografía de la mayoría de las posteriores publicaciones canarias. MPC. ¿Conserva el archivo administrativo, el fondo editorial, las máqui-nas, fichas de los libros canarios? ¿Qué queda de todo eso? JGM. En el local de la calle Doctor Allart guardo una prensa y una má-quina Barcino muy estropeadas, chibaletes, plomos y fotolitos de al-gunas reimpresiones. También conservo las pequeñas fichas que ideó Marcos G. Martínez, uno de los bibliotecarios de la Universidad de La Laguna, para confeccionar el índice onomástico de la Historia de Canarias. Otra cosa que tengo son los negativos de las fotografías del Torriani que Cioranescu realizó, página a página, en la Universidad de Coimbra. Del archivo administrativo sólo conservo cosas sueltas: con-tratos, facturas, cartas de algunos autores, dibujos... Son recuerdos que sólo tienen interés para mi mujer y para mí. DSD. ¿Le gustaría que con los fondos de Goya se hiciera algo en recono-cimiento por esta trayectoria a favor de la cultura? JGM. Nunca me he puesto a pensar en eso. Como mi padre, siempre he creído que lo nuestro no interesa a nadie. Así y todo él se creaba su propia publicidad. Recuerdo un secante de los años cincuenta en el que ponía más o menos: «Goya Ediciones tiene el orgullo de haber 394 NOTICIAS impulsado el intenso movimiento editorial que hoy existe en Canarias». Yo me enfadaba muchísimo, me parecía pretencioso, falto de humil-dad, pero reconozco que mi padre tenía algo de razón, por lo que yo he vivido y por lo que me han contado otras personas. Santa Cruz de Tenerife, 14 de abril de 2007. Bibliografía: PERERA, Manuel V. «Goya Ediciones o la tradición editorial en Ca-narias ». La gaceta de Canarias / Gaceta cultural y de las artes (28 de enero de 1990), pp. 36-37 / VIII-IX. DAVID SANZ DELGADO; MANUEL POGGIO CAPOTE CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 395 EL INSTITUTO DE ESTUDIOS CANARIOS El pasado once de octubre de 2007 se cumplieron setenta y cinco años de la fundación del Instituto de Estudios Canarios. Una institución cuyo nombre lo dice todo y que, desde su sede lagunera, desarrolla su labor y extiende su ámbito de actuación al servicio de la cultura canaria a todo el archipiélago. Actualmente forma parte de la Confederación Española de Centros de Estudios Locales, adscrita al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y los dos fundamentos básicos que guían su trabajo son lo cien-tífico y lo cultural. Su carácter regional no le hace olvidar lo universal y el universalismo propio de la ciencia y de la cultura, y buena prueba de ello es su colaboración con entidades españolas, europeas y americanas, una colaboración que constituye una de sus señas de identidad. Su interés abarca el conjunto de todas las ciencias, desde las físico-naturales a las sociales, políticas, jurídicas y humanas, organizadas en sec-ciones del instituto. Y en sus labores de investigación y de difusión bi-bliográfica y docente de esa investigación colabora con las universidades canarias y otros organismos públicos y privados que persigan objetivos análogos. Eso le permite una incesante y destacada labor editorial. Sus importantes fondos bibliográficos alcanzan los quince mil ejemplares, con una temática científica de amplio espectro dividida en Canarias, Gene-ral y Legados de bibliotecas de particulares. También cuenta con heme-roteca y archivo propio y de depósitos familiares. Y todos esos fondos se nutren constantemente de donaciones y del intercambio con universida-des, museos y centros de estudio e investigación. La constitución en su seno de grupos de investigación, como los proyectos Biota y Le Canarien, este último sobre la empresa francesa en la conquista de Canarias, ayu-dará a crear en el futuro un depósito documental sobre los mismos. La mejor síntesis de su naturaleza es la exposición de sus fines estatutarios: a) Realizar y fomentar estudios y trabajos de investigación científica so-bre las islas Canarias; b) Recuperar y conservar el acervo cultural y cien-tífico de autores canarios, antiguos y contemporáneos; c) Cooperar en la adquisición de bienes de valor histórico, arqueológico, artístico, literario y 396 NOTICIAS científico para Canarias; d) Difundir y divulgar el conocimiento de temas científicos y culturales canarios; e) Mantener un centro de documentación relacionado con el objeto de la entidad; f) Fomentar la
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Título y subtítulo | Noticias |
Publicación fuente | Cartas diferentes: revista canaria de patrimonio documental |
Numeración | Número 04 |
Sección | Noticias |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Breña Alta (Santa Cruz de Tenerife) |
Editorial | Cartas diferentes ediciones |
Fecha | 2008 |
Páginas | 329-399 |
Materias | Patrimonio documental ; archivos ; cultura ; Canarias |
Enlaces relacionados | Página de la revista: http://www.cartasdiferentes.com/revista.htm |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato Digital | |
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Texto | FILMOTECA CANARIA DIGITALIZA MATERIAL FÍLMICO DEL POLÍTICO REPUBLICANO CANARIO JUAN NEGRÍN Las vivencias familiares y de viajes del único político canario que fue presidente del Gobierno español, durante 1937, además de ocupar con anterioridad el Ministerio de Hacienda con Largo Caballero, han sido digitalizadas por Filmoteca Canaria, departamento dependiente de la empresa pública del Gobierno autónomo Canarias Cultura en Red. Las películas, filmadas la gran mayoría de ellas por el propio Juan Negrín (Las Palmas de Gran Canaria, 1982-París, 1956) hacen un repaso a la vida familiar y a los incontables viajes que realizó el político canario durante los años cincuenta a México, Cuba, Estados Unidos, Inglaterra, norte de África y Francia. Realizados en 8 y 16 mm, Filmoteca Canaria ha conta-bilizado unos cincuenta rollos. Parte de estas películas las custodiaba su nieta Carmen Negrín en su domicilio de París, y también su nieto Juan Negrín conservaba otra parte de ellas en su casa de California. Estas películas, a pesar de haberse filmado hace más de cincuenta años, se conservaban en bastante buen estado. Las que conservaba su nieto en California estuvieron muchos años guardadas en el domicilio familiar en México y las bobinas presentaban gran contaminación microbiológica debido al calor y a la humedad ambiente, por lo que en un principio se pensó que las películas estarían también muy afectadas por estos microorganismos. En contra de lo esperado, la emulsión se encontraba en buen estado. Sólo dos bobinas de las que se conservaban en París tenían «síndrome de vi-nagre » y presentaban contracturas. Hombre comprometido con su tiempo, Negrín defendió convicciones ideológicas democráticas, republicanas y socialistas. Esta triple inclinación le llevaría, como adelanta Enrique Moradiellos, profesor de Historia Con-temporánea en la Universidad de Extremadura y autor del último libro sobre Negrín, «a abandonar su brillante carrera como investigador científi- Cartas diferentes. Revista canaria de patrimonio documental, n.o 4 (2008), pp. 329-398. 330 NOTICIAS co para ostentar crecientes responsabilidades políticas durante la Segunda República y la Guerra Civil Española». Activo diputado socialista durante las tres legislaturas republicanas, cuando se inicia la contienda fratricida se convierte en eficaz ministro de Hacienda, y desde mayo de 1937 hasta la derrota final en marzo de 1939 ejerce como enérgico e infatigable presidente del Gobierno. Para Moradiellos, «el doctor Negrín se convirtió en el máximo antagonista del general Franco y llegó a personificar el espíritu de resistencia de la Re-pública con tanto fervor e intensidad como el Caudillo llegó a representar al enemigo vencedor. Su posterior caída en el olvido y el silencio fue tanto resultado de la derrota como de las amargas divisiones que fracturaron al bando republicano durante el conflicto y el posterior exilio». Filmoteca Canaria, en su campaña de recuperación de material fílmico, testimonio de la historia de las islas Canarias, apuesta por la salvaguarda de todos aquellos elementos fílmicos que forman la historia del patrimonio cinematográfico, recuperando a figuras elementales que sirvan para des-entrañar la evolución del audiovisual como se ha hecho con muchos cineastas canarios y ahora con Juan Negrín. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 331 El fondo audiovisual de este departamento del Gobierno de Canarias comprende la conservación y catalogación de películas. Hoy en día Filmoteca Canaria posee alrededor de 3.500 títulos de películas, de los que 1.233 están en formato digital y videográfico y el resto en cine. Los investigadores y el público en general pueden consultar estos fondos que se están recuperando y digitalizando, dando especial prioridad a los cineastas canarios de las décadas anteriores a los años ochenta. Además, su fondo documental, dividido en gráfico, bibliográfico y hemerográfico, ha incrementado su espacio y cuenta con 115 metros cuadrados habilitados para su consulta. Compuesta principalmente por carteles, programas de mano, fotografías, rodajes y guías publicitarias, Filmoteca posee una co-lección de 8.500 programas de mano, unos mil carteles y en torno a 1.500 fotografías. Respecto a su fondo bibliográfico y hemerográfico, conserva revistas y prensa catalogada. Continuando con su línea de investigación, actualmente Filmoteca Ca-naria acomete la elaboración del catálogo Rodajes en Canarias, 1951-1980. FILMOTECA CANARIA 332 NOTICIAS II ENCUENTRO DE ARCHIVEROS DE CANARIAS: DEFINIENDO OBJETIVOS Celebrado en el municipio de La Frontera, isla de El Hierro, en el mes de abril de 2007, en el II Encuentro de Archiveros de Canarias, organi-zado por ASARCA, se debatió ampliamente para definir aquellos aspectos prioritarios sobre los que, a juicio de los profesionales, es necesario pro-fundizar en el marco de la archivística en Canarias. A tal efecto, se constituyó un conjunto de grupos de trabajo que ex-pusieron sus líneas de actuación: a) Formación superior en archivística en el seno de las universidades canarias Los motivos son evidentes: Canarias no tiene una formación archivística universitaria adecuada. Son además de índole oportunista debido a la adaptación que la universidad española está haciendo a los sistemas uni-versitarios europeos, y, además al movimiento que desde la Coordinado-ra de Asociaciones de Archiveros de España se lleva a efecto en este sentido. Las conclusiones a las que, hasta el momento, se ha llegado no son demasiado alentadoras. En tal sentido, y pese al interés mostrado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, no nos permite pensar que se vaya a resolver este grave problema a corto plazo, lo que no descarta que este grupo de trabajo haya logrado de dicha universidad la creación de una comisión conjunta que, hasta el momento, no se ha reunido. b) Acceso a la documentación Este es otro de los puntos que esta asociación ha considerado funda-mental, dado que es un tema en el que, por su falta de adecuación a los derechos constitucionales que los ciudadanos tienen a la información, la transparencia administrativa o la documentación electrónica, se hace necesario un replanteamiento del mismo. Tras un estudio preliminar se ve con claridad la inexistencia de una normativa legal eficiente y concreta que regule el acceso a la documen- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 333 tación como base de la información y, además, resalta la escasa concien-ciación por parte de las administraciones públicas en la resolución del problema. Además existen dos grupos de trabajo más cuyos esfuerzos están en-caminados a las políticas archivísticas de la administración local y cuyos trabajos se encuentran en estos momentos en puntos desiguales: c) Archivos de cabildos insulares La ausencia de planificación y coordinación entre cabildos está laten-te. El grupo ve claro que se debe desembocar en la creación de una co-misión que englobe a todos ellos y que procure solucionar las diferen-cias abismales que los separan, con especial insistencia en una reglamen-tación común y normalización de un cuadro de clasificación. d) Archivos municipales La archivística municipal ha pasado ya esta fase y ya se plasma la necesidad de establecer un puente de comunicación más directo entre la administración y el ciudadano, para lo que el archivero debe invertir los procedimientos de actuación desarrollados hasta ahora para que sea el ciudadano quien demande el servicio, lo que será posible mediante un documento que los guíe a la hora de conseguir información de las ad-ministraciones (la guía del ciudadano). Las primeras conclusiones obtenidas por estos grupos, serán expues-tas públicamente en el III Encuentro de Archiveros de Canarias, a cele-brarse en noviembre de 2008 en Tías, Lanzarote. CARLOS SANTANA JUBÉLLS 334 NOTICIAS ÚLTIMAS PUBLICACIONES DEL CABILDO DE FUERTEVENTURA El Servicio de Publicaciones del Cabildo de Fuerteventura ha edita-do recientemente las siguientes obras: Diccionario histórico-etimológico del habla canaria, que recoge un ex-tenso trabajo de D. Marcial Morera Pérez. Esta obra no tiene parangón en la lexicografía canaria; es, sin duda, el mejor diccionario del habla canaria que hoy se puede consultar, y, con toda probabilidad, el mejor dicciona-rio de las hablas españolas. No se trata sólo de un mero registro de pa-labras, sino de un cuidadoso y laborioso estudio de investigación sobre las palabras que contiene, basado tanto en fuentes escritas como orales. El hambre de Fuerteventura (1600-1800), reimpresión de la edición realizada en el año 2002. Esta obra, cuyo autor es Roberto Roldán Verdejo, recoge uno de los capítulos más dramáticos de la historia de Fuerteventura: las hambrunas que asolaron la isla entre 1600 y 1800. Ha sido una de las publicaciones más solicitadas por los lectores, razón por la que se agotó rápidamente la edición de 2002 y se ha realizado esta primera reimpresión de 1.000 ejemplares. La verdad no importa, de Pedro Flores. Obra ganadora de la sexta edición del Premio de Creación Literaria Poeta Domingo Velázquez. Esta obra contiene un total de 25 relatos cortos, presentados por su autor al refe-rido certamen, cuyo jurado estuvo compuesto por la escritora Ángeles Caso, la filóloga Genoveva Torres y el escritor Juan Manuel García Ramos. El Palacio de Zonzamas: recuerdos de Fuerteventura, relatos de Anto-nio María Manrique. Además, el volumen contiene un interesante estu-dio sobre el autor majorero y su obra realizado por D. Zebensuy Rodríguez Álvarez. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 335 Colección “Letras de la isla”. Nueva colección creada por el Servicio de Publicaciones con la intención de apoyar la edición de trabajos creativos de escritores noveles residentes en la isla. La colección consta de dos series: —Serie Poesía, en la que se han publicado dos títulos: —De greguerías y haikus, de Andrés González Francés. —Diario de un chico de Teruel, de David Galindo Castaño. —Serie Narrativa, en la que se ha publicado la novela: —La vida no da para más, de Manuel Hernández Hierro. Coediciones El Servicio de Publicaciones del Cabildo de Fuerteventura, dentro de su línea de coediciones, ha participado en la publicación de las siguien-tes obras: 336 NOTICIAS Le Canarien: retrato de dos mundos. II, contextos. Obra de varios auto-res impulsada por el Instituto de Estudios Canarios y financiada conjun-tamente por el referido Instituto, el Parlamento de Canarias, la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Gobierno de Canarias, el Cabildo de Lanzarote y el Servicio de Publicaciones del Cabildo de Fuerteventura. Reflexiones de un poeta, de Ambrosio Hernández. Obra de poesía po-pular realizada en coedición con el Ayuntamiento de Tuineje y la Fun-dación Manuel Velázquez Cabrera. Los majalulos, de Andrés Rodríguez Berriel. Novela ambientada en Fuerteventura cuya edición ha sido impulsada por el Centro de la Cul-tura Popular Canaria y cofinanciada por la referida entidad, los ayunta-mientos de Fuerteventura, la Fundación Manuel Velázquez Cabrera y el Servicio de Publicaciones del Cabildo. CABILDO DE FUERTEVENTURA. CONSEJERÍA DE CULTURA Y PATRIMONIO HISTÓRICO CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 337 MEDIATECA CASA ÁFRICA: UN NUEVO ESPACIO PARA EL DIÁLOGO INTERCULTURAL El pasado mes de abril abrió sus puertas en Casa África la Mediateca, un espacio concebido como instrumento para la dinamización y difusión del amplio patrimonio cultural, social y científico del complejo y hete-rogéneo continente africano. La Mediateca Casa África pretende convertirse, progresivamente, en un centro documental multimedia de referencia sobre temática africana, integrado, en un sentido bidireccional, por aquella documentación gene-rada desde el continente africano, así como por la producción intelectual de occidente sobre dicho territorio. Aborda, entre otras, las siguientes disciplinas del saber: Historia, Filosofía, Arte, Cooperación al Desarrollo, Gobernabilidad, Derechos Humanos, Política, Legislación, Economía, Ciencias de la Salud, Recursos Naturales, Medio ambiente, Literatura y una vasta colección de diccionarios de lenguas africanas. Constituye, también, una parte fundamental y característica de su acervo un amplio fondo audiovisual, en soporte digital, formado por coleccio-nes sobre música y cine documental y de ficción, de todos los tiempos y de todos los géneros. Las actividades programadas para la inauguración de la Mediateca reflejan el carácter multidisciplinar de este nuevo espacio y su voluntad de potenciar las relaciones culturales entre África y España. Desde Casa África se diseñó una extensa programación que favoreciera la participa-ción de público diverso. Así, para fomentar entre la población escolar y la juventud valores como la solidaridad, la no discriminación y hacer vivir la diversidad cultural como un elemento enriquecedor, se programaron actividades de cuentacuentos con oradores de Guinea Ecuatorial, Camerún y Benín y visitas guiadas a la exposición Desvelos de la artista camerunesa Angèle Etoundi Essamba. También, tuvo lugar el taller Musiqueando: sonidos para un encuentro, un taller interactivo que reunió, mediante una videoconferencia, a residentes de centros de acogida y estudiantes cana-rios con estudiantes guineanos para que pudieran compartir su afición por 338 NOTICIAS la música. Este encuentro fue posible gracias a la colaboración de los Centros Culturales Españoles de Malabo y Bata, en Guinea Ecuatorial. El otro ámbito de actividades que se desarrollaron en Casa África se plasmó en un ciclo de conferencias orientado a un público más adulto, con afán de acercarse a las diversas disciplinas abordadas y así reflexio-nar sobre las convergencias y divergencias entre las realidades culturales africanas y española. De este modo, se pudieron intercambiar y contras-tar las experiencias de los distintos especialistas invitados. La temática del ciclo intentó dar protagonismo a varias materias que constituirán líneas de trabajo para la Mediateca y parte fundamental en su fondo bibliográ-fico, como son: la tradición oral, la literatura, el cine y la situación ac-tual de las bibliotecas y archivos africanos. Todas las ponencias de este ciclo constituyen un valioso testimonio documental, ya que nos acerca-mos a estas realidades a través de voces tan prestigiosas a nivel interna-cional como Lilyan Kesteloot, máximo referente en la investigación so-bre literatura africana; Lluis Mallart, antropólogo y etnólogo africanista; los escritores Fatou Diome, Moussá Konate y Antonio Lozano; el crítico de cine Clemént Tapsoba o Francis Zogo, director de la Biblioteca Na-cional de Benín. Las grabaciones de estas ponencias están disponibles como material de consulta para los usuarios de la Mediateca. Pocas veces, un bibliotecario se encuentra con la magnífica oportunidad de crear un centro de esta trascendencia desde sus inicios. Es una tarea muy compleja, que requiere predeterminar una política de actuación específica en la que se estipulan como estrategias prioritarias: establecer vínculos con otros centros de estudios africanos de universidades nacionales e internacio-nales, crear una estrecha colaboración con universidades y archivos nacionales africanos como centros que aúnan gran parte del patrimonio documental de esos países para contribuir a su conservación y difusión, e interaccionar con distribuidoras y editoriales en países africanos. Por otro lado, para facilitar la difusión internacional de la Mediateca, se ha creado un tesauro cuatrilingüe español, francés, inglés y portugués. Esta propuesta pretende optimizar las búsquedas de los recursos documen-tales de nuestro fondo y favorecer su acceso, que puede ser objeto de consulta on-line, de forma libre y gratuita, desde cualquier punto geográfico. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 339 Afortunadamente, el equipo de esta mediateca cuenta con el apoyo y la colaboración de todas las áreas de actuación de Casa África: Área de Dirección, Administración, Cultura, Cooperación, Economía y Mece-nazgo, Comunicación, así como de investigadores y africanistas de nues-tro entorno. Este trabajo conjunto tiene la finalidad de poner en valor y difundir un patrimonio apenas visible hasta ahora. Mediateca Casa África C/ Alfonso XIII, n. 5 35003, Las Palmas de Gran Canaria Teléfono: 928 432 800 Fax: 928 433 884 Página web: www.casafrica.es Correo electrónico: mediateca@casafrica.es Horario: Lunes a viernes, de 10:00 a 20:00 Horario de verano (1 de julio a 15 de septiembre): Lunes a viernes, de 10:00 a 15:00 ESTEFANÍA CALCINES PÉREZ 340 NOTICIAS EL RINCÓN DEL LECTOR: LIBROS SOLIDARIOS EN LA OBRA SOCIAL DE ACOGIDA Y DESARROLLO El libro, durante sus más de quinientos años de existencia cotidiana, ha ido representando cada vez más un papel de embajador de la cultura y, por tanto, de la comprensión y la solidaridad. Actualmente es inevita-ble vincular el desarrollo librario de un país con su nivel de desarrollo social y cultural, y la experiencia demuestra que este desarrollo incide directa e indefectiblemente en el progreso económico de los pueblos, tal y como defendía José de Viera y Clavijo en su famoso periódico manus-crito El síndico personero general, allá por el año 1764. Tanto prestigio social ha acabado adquiriendo el libro en nuestra sociedad que los aficionados a la lectura consideran muchas veces un acto casi inmoral deshacerse de sus colecciones, por más que se trate de volúmenes que hayan perdido el interés para ellos o que incluso no lo hayan tenido nunca. Pero un libro siempre tiene un lector, aunque sea difícil encontrarlo, y por eso nacen iniciativas empresariales enca-minadas a hacer de puente entre el poseedor de un libro no deseado y el lector ávido de nuevos textos. Las librerías de segunda mano o librerías de viejo son las encargadas de hacer esta labor, y normalmen-te se dedican a la compra de colecciones completas o de ejemplares sueltos con el fin de venderlos a lectores y coleccionistas obteniendo así el máximo beneficio. Sin embargo, también hay iniciativas que no tienen un objetivo em-presarial tan crematístico. Es el caso, por ejemplo de las redes imperso-nales de intercambio de libros, conocidas como bookcrossing, que se han convertido en un movimiento de ámbito mundial y que consisten en abandonar libros en lugares públicos para que cualquiera los recoja, los lea y los vuelva a abandonar. Y también es el caso de una asociación de beneficencia, radicada en Las Palmas de Gran Canaria, que se financia en parte mediante la venta de libros que previamente han sido genero-samente donados por particulares e instituciones. Se trata de la Obra Social de Acogida y Desarrollo (OSDAD). CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 341 La OSDAD es una asociación sin ánimo de lucro, con personalidad jurí-dica propia y declarada de Utilidad Pública. Sus actividades se centran en la atención a personas abandonadas y marginadas, especialmente a aqué-llas desatendidas por los recursos públicos, alcohólicos, drogadictos, enfermos mentales, inadaptados sociales, personas sin hogar o en grave situación de precariedad económica, discapacitados, etc. Fue fundada en 1988 por don Jesús García Barriga como respuesta a la creciente necesidad de ofrecer apoyo efectivo a estas personas desfavorecidas. Nació con un modesto taller de tapicería para discapacitados, y se sirvió del apoyo del Obispado de Ca-narias hasta que adquirió recursos y autonomía suficientes para gestionarse por sí misma. Actualmente cuenta con recursos que le permiten ofrecer alojamiento a los necesitados y procurarles el aprendizaje de profesiones que les faciliten su integración social y su independencia económica. 342 NOTICIAS La OSDAD es independiente de cualquier ideología política o religio-sa, aunque sus responsables y la mayor parte de sus miembros están vin-culados a la Iglesia Católica y mantiene vigente el convenio que firmó con el Obispado de Canarias en 1989. Por tanto, en su ideario prevale-cen los motivos religiosos y el código moral cristiano como justificación de los servicios que ofrece, pero en ningún caso se imponen estas creen-cias a las personas beneficiadas por sus programas de inserción social. Como medios de comunicación para darse a conocer a la sociedad, la OSDAD cuenta con una página web y con la revista trimestral Punto de encuen-tro, que además de dar a conocer sus actividades publica artículos dedi-cados a la concienciación social con respecto a los problemas de marginación y exclusión de enfermos, discapacitados, ancianos, inmigrantes, etc. La financiación de la OSDAD procede en un 28 % de convenios con diferentes organismos públicos, subvenciones y programas de distinto tipo, y en un 72 % de fondos propios, como son las donaciones particulares, los beneficios de la actividad laboral y los diferentes mercadillos que gestiona, entre los que se encuentra uno especializado en libros que se conoce como Rincón del Lector. Es el Rincón del Lector un lugar mágico en el que son muchos los que pasan horas y horas curioseando las estanterías, y resulta extraño ver salir de allí a alguien sin comprar algún ejemplar, dada la enorme varie-dad de libros disponibles y, sobre todo, los bajos precios a los que se ofrecen. El hecho de que los ejemplares en venta provengan de donaciones faci-lita la existencia de unos precios más que competitivos, y por un dona-tivo mínimo de 0’20 e es posible hacerse con libros antiguos y descatalo-gados, publicaciones infantiles, novelas, obras de investigación, ejempla-res de coleccionista, revistas, cómics... e incluso best sellers que aún si-guen dando beneficios en las librerías tradicionales. Una importante sección del Rincón del Lector es la dedicada a las ediciones de autores y temas canarios, donde, entre otras muchas lectu-ras apetecibles, hallaremos ejemplares de Viera, Galdós o Cioranescu, o incluso algunos ejemplares de la Biobibliografía de autores canarios de Millares Carlo o la Contribución a la historia de la imprenta de Hernández Suárez, todo ello, casi siempre, en perfecto estado de conservación y a precios muy ventajosos. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 343 Aunque pasear por las dos plantas de la librería y fisgar entre los miles de ejemplares es siempre un placer absorbente, aquellos que no quieran invertir mucho tiempo en la visita pueden preguntar directa-mente a los amables encargados de la librería, que con la ayuda de una completa base de datos informática o con sus propios conocimien-tos facilitarán el hallazgo de la obra buscada o asesorarán amablemente sobre los intereses del comprador, por lo que no es raro, como en las antiguas tiendas de los libreros de antaño, que se entablen amenas conversaciones sobre literatura que derivarán, seguro, en improvisadas tertulias entre los clientes. Rincón del Lector C/ San Marcial, n. 1 35001, Las Palmas de Gran Canaria Teléfono: 928 33 47 83 www.osdad.org Horario: Lunes a viernes, de 9:00 a 13:00 y de 16:30 a 20:00 Sábados, de 9:30 a 13:00 y de 17:00 a 20:00 Domingos, de 9:30 a 13:00. LUIS REGUEIRA BENÍTEZ 344 NOTICIAS LAS ANALÍTICAS EN LA BIBLIOTECA JOSÉ PÉREZ VIDAL: UNA RESPUESTA A LA DEMANDA DE INFORMACIÓN La Biblioteca «José Pérez Vidal» (BJPV) —dependiente del Cabildo Insular de La Palma— se inauguró el 16 de mayo de 1994 con un fondo fundacional de inestimable valor bibliográfico donado por el filólogo y etnógrafo José Pérez Vidal (1907-1990). Antonio Cabrera Perera —director de la Biblioteca Pública del Estado de Las Palmas entre 1961 y 1991— había procedido, conforme al encargo de la primera corporación local, a la catalogación y clasificación de parte de los fondos donados por este prolífico investigador palmense. Para ello se sirvió de un equipo informático —Macintosh Classic II— que, con una base de datos de factura casera, permitía recuperar la información por autor, título, editor, lugar y año de edición y materia. La biblioteca donada por Pérez Vidal se había volca-do a este equipo. No obstante, el trabajo se hizo de forma somera —los registros en muchos casos no contenían todos los datos que requerían los campos— y tampoco la totalidad de monografías y revistas legadas, como ya se ha expresado, fue objeto de iguales procesos. Además, pronto se pusieron en evidencia las deficiencias de este programa y del referido equipo informático. Finalmente, para las labores de clasificación y catalogación de obras de nuevo ingreso se contaba con una máquina de escribir —AEG Olimpia Carrera Word Processor II—. El hecho de que dispusiera de memoria permitía obtener asientos secundarios para el fichero manual sin necesidad de repetir la tediosa hechura de asientos catalográficos de factura «eléctrica». Esta situación, que no distaba mucho de la de otras bibliotecas de Canarias, se ha solventado con la puesta en funcionamiento del pro-yecto Bibliotecas 2000 de la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias. En concierto con otras administraciones locales, obligadas a dotar a sus bibliotecas del correspondiente hardware, se ha instalado en este servicio público, tradicionalmente olvidado, un pro- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 345 grama de gestión bibliotecaria denominado Absys 1 al que se ha suma-do la BJPV. Con nuevos equipos informáticos y con el recién instalado sistema de gestión bibliotecaria se procedió, una vez más, al volcado de la bibliote-ca primigenia. Igual proceso se siguió con los nuevos títulos que se iban incorporando por adquisición, donación e intercambio. Llegados a este punto, y avanzados los procesos de catalogación y clasificación de monografías y seriadas, se planteó la posibilidad de proceder al vaciado de este tipo de documentos al que nos hemos venido refiriendo —la versión 6.1 de Absys permite crear analíticas a partir de los números de serie recibidos—. Se estableció contacto con Gloria Fuentes —de la Vicecon-sejería de Cultura y Deportes—, responsable de la formación inicial en el uso de este programa de gestión bibliotecaria, que nos remitió a Ro-sario Serral Montore, dependiente de igual administración, que nos orientó en el proceso a seguir. Un asiento analítico «describe parte de una publicación, especialmente de colecciones, y de publicaciones seriadas que ya tienen su propio asiento»2. Coloquios, jornadas y congresos, homenajes y publicaciones seriadas en- 1. La BJPV pronto manifestó su interés por sumarse a este proyecto. Se remite carta al viceconsejero de Educación y Cultura solicitando la posibili-dad de instalar este software —BJPV. Libro de registro de salida, n. 2008 (11 de junio de 1997)—. Posteriormente, ante la falta de respuesta a la primera comunicación, se trasladó otra con igual propósito —BJPV. Libro de registro de salida, n. 2088 (2 de septiembre de 1997)— siendo ahora atendida con la remisión de un informe que da cuenta de las previsiones para la informati-zación de la Pérez Vidal y del borrador del protocolo a suscribir por las administraciones implicadas —BJPV. Libro de registro de entrada, n. 1599 (16 de octubre de 1997)—. A partir de aquí, se inician los trámites oportunos para la adquisición del hardware —HP Brio 8012— y los derivados de la instalación de la línea RDSI, para la captura de registros de las bases de da-tos externas que aportaba la Viceconsejería, etc. Primeramente, se dotó a la biblioteca de un sistema de gestión bibliotecaria para Windows. Sin embar-go, debido al incremento de la plantilla laboral y al ingreso continuo de fondos, se migró al entorno Linux —BJPV. Libro de registro de salida, n. 2426 (12 de febrero de 1999)—. 2. REGLAS de catalogación. Madrid: Ministerio de Educación y Cultura [etc.], 1999, p. 565. 346 NOTICIAS cierran una ingente masa informativa que tradicionalmente ha escapado de las labores catalográficas en las bibliotecas. La recuperación de esta batería de información sólo era posible gracias a la prodigiosa memoria de al-gún atinado bibliotecario o acudiendo a algunos repertorios bibliográfi-cos publicados de los que dan cuenta recientemente Regueira Benítez y Poggio Capote. El asiento analítico consta de dos partes: 1. Descripción de la parte analizada. Se hacen constar los elementos del área de título, de mención de responsabilidad y las notas. En el caso de la BJPV se omiten algunos de los elementos que contie-ne esta parte. 2. Identificación del documento fuente. En esta segunda parte, pre-cedida de la preposición «En» seguida de dos puntos, se consigna el documento fuente, el número normalizado, los datos del área de publicación, su ubicación y localización. Biblioteca «José Pérez Vidal». Foto: Mauel Díaz Febles e Isabel Acarreta Echevarría. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 347 En los registros de analíticas en la BJPV los campos y subcampos de uso más frecuente, así como las variables más habituales en algunos de los campos, son los que citamos a continuación: Cabecera a) Estado del registro (aumentado el nivel de codificación, corregido o revisado, suprimido, nuevo y aumentado el nivel de codificación utili-zado antes de la publicación) en la posición LD05. b) Tipo de registro (material textual, música impresa, música manus-crita, material cartográfico, etc.) en la posición LD06. c) Nivel bibliográfico (parte componente monográfica, parte compo-nente seriada, colección, subunidad, monografía, publicación seriada) en la posición LD07. d) Forma de catalogación (no es ISBD, AACR2, RC, ISBD, desconocido) en la posición LD18. T008 Datos codificados en longitud fija a) Fecha de entrada b) Tipo de fecha c) Primera fecha d) Lugar de publicación e) Publicación oficial f) Congresos g) Lengua h) Fuente de catalogación T040 Centro catalogador Subcampos «a» Centro catalogador de origen T1XX Encabezamiento principal —con variables más frecuentes— 348 NOTICIAS a) T100 Nombre de persona Subcampos «a» Nombre de persona «b» Títulos y otros términos asociados al nombre «d» Fechas asociadas al nombre «q» Forma desarrollada del nombre b) T110 Nombre de entidad Subcampos «a» Nombre de entidad o nombre de jurisdicción como elemento inicial «b» Unidad subordinada T245 Mención de título Subcampos «a» Título «b» Resto de título «c» Mención de responsabilidad, etc. «n» Número de parte o sección de la obra «p» Nombre de parte o sección de la obra T773 Asiento de documento fuente «Se suministra este campo para que el usuario pueda localizar la pieza física que contiene la parte componente o la subunidad que se describe»3. Subcampos «a» Encabezamiento principal «d» Lugar, editor y fecha de publicación «g» Parte(s) relacionada(s) «t» Título «x» Número Internacional Normalizado para Publicaciones Seriadas 3 FORMATO Ibermarc para registros bibliográficos. [Madrid]: Biblioteca Nacional, D.L. 1996, p. 836. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 349 Null Etiquetas MARC no asignadas Veamos algún ejemplo, aclarando que no se hacen constar los indica-dores: Campos Cabecera nab b T008 050726s2004 esp o spa d T040 «a»BJPV T100 «a»Pérez Hernández, José Eduardo«d» (1968-) T245 «a»Solidarios ante una crisis humanitaria “Prensa palmera” por Fuerteventura«c» / José Eduardo Pérez Hernández T520 «a»Sobre la colaboración de varios medios de información impresa (Diario de avisos, Germinal, El porvenir del obre-ro, El presente, El látigo, Isla de La Palma, La razón, Tierra palmera) que bajo el título Prensa palmera, número único dedicado a Fuerteventura (julio 1909) reunió a Elías San-tos Abreu (1856-1937), Gumersindo Galván de las Casas (1885-1981) y otras personalidades y escritores de La Pal-ma que contribuyeron, con su generosa pluma, a auxiliar a los hermanos de Fuerteventura, presos del hambre y la sed. T534 «a»La Biblioteca “José Pérez Vidal” gracias a la generosa do-nación de María Victoria Hernández, cronista oficial de Los Llanos de Aridane, cuenta con un ejemplar del citado número. El autor de este artículo señala que no se sabe de su existencia en colecciones particulares, ni se conser-va en las hemerotecas canarias. T773 «a»En:«t» «LK_»Tebeto : anuario del Archivo Histórico In-sular de Fuerteventura (islas Canarias)«LK=’15129’.TITN.» «x». — ISSN 1134-430-X«d». — Puerto del Rosario : Ar-chivo Histórico Insular, Servicio de Publicaciones, 2004«g». — N. 16 (2003), p. 157-184. NULL Canarias. La Palma En definitiva, las pautas que se han seguido responden a la realiza-ción de una descripción somera que nos permita recuperar la informa-ción. Se excluyen los campos T6XX —Encabezamiento secundario de 350 NOTICIAS materia— para agilizar el proceso de descripción. El título resulta en la mayoría de los casos bastante indicativo de su contenido. En el caso de no ser lo suficientemente explícito se procede a concretar el mismo en el campo T520 —Nota de sumario, etc.—. Por igual circunstancia se excluye el T080 —Número de Clasificación Decimal Universal—. En los casos que así lo demande la lengua del texto se especifica el código de lengua en el T041. Por lo demás, los campos de notas —T5XX— se usan con bastante frecuencia. Así, el campo T522 —Nota de ámbito geográfico— se utiliza para recoger las posibles referencias a La Palma, ya sean de carácter general o con indicación de epígrafes en el caso de que consten en el texto. Finalmente, en el NULL, como en el caso del ejemplo que nos ocupa, al tratarse de un artículo referido a nuestra isla se introduce «Canarias. La Palma». Los resultados de esta iniciativa individual acometida por la BJPV han sido enormemente satisfactorios. El número de registros de analíticas en la base de datos de la citada biblioteca es copioso. Numerosos títulos de publicaciones seriadas canarias han sido objeto de vaciado; las de impre-sión más madura —Revista de historia canaria, El Museo Canario, Anua-rio de estudios atlánticos, etc.—; cabeceras más recientes —Tebeto, Noti-cias El Museo Canario, El Pajar, etc.—; otras que se centran en los temas de estudio de Pérez Vidal —Revista de dialectología y tradiciones popula-res, Anales del Museo del Pueblo Español, Revista de etnografía, Narria, etc.— ; coloquios, reuniones, simposios, etc. que sobre temas dispares tienen lugar en las islas; y las monografías que rinden tributo a destacadas personali-dades pueden consultarse en REBICANARIAS4. En la pasada centuria arrancó el proyecto de catalogación comparti-da de REBECA en línea, que ha puesto en marcha la descripción analítica de revistas de interés cultural tanto de su producción en curso como retrospectiva y que implica a la mayoría de Bibliotecas Públicas del Es-tado. Una propuesta de vaciado cooperativo de revistas para la Comuni-dad Autónoma de Canarias ya se ha lanzado con anterioridad. Insistimos nuevamente en lo provechoso que resultaría para los usuarios de nues-tros centros este esfuerzo conjunto. 4 http://bibliotecas2000.culturacanaria.com. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 351 Bibliografía: ABSYSNET.COM. ¿Sabía que en Absys puedes crear una analítica a partir de un número de revista recibido? [En línea]. Disponible en: http://www.absysnet.com/usuabsys/ usuabsys23.html. (Consultado el 2 de noviembre de 2007); ARENCIBIA SANTANA, Yolanda. «Antonio Cabrera Perera en su jubilación». En: STUDIA humanitatis in honorem Antonio Cabrera Perera. Las Palmas de Gran Canaria: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 2002; CÁCERES, Mariano. «Saavedra inauguró la Biblioteca y Archivo Insular José Pérez Vidal: los 4.000 volúmenes estarán en el Convento de San Francisco». Diario de avisos (18 de mayo de 1994) [noticia]; CANARIAS. Gobierno. Viceconsejería de Cultura y Deportes. Red de bibliotecas de Canarias [En línea]. Disponible en: http://bibliotecas2000.culturacanaria.com/ biblio/. (Consultado el 20 de septiembre de 2007); ESPAÑA. Gobierno. Ministerio de Cultura. Registros bibliográficos para bibliotecas públicas españolas: estructura de los registros de ana-líticas en REBECA [En línea]. Disponible en: http://www.mcu.es/bibliotecas/MC/Rebeca/ RevistasCultBiblio/EstructuraRegistros.html. (Consultado el 20 de septiembre de 2007); GONZÁLEZ BRITO, María Remedios. «Las bibliotecas en La Palma: algunas reflexiones y propuestas» [en prensa]; HOMENAJE a José Pérez Vidal. Edición al cuidado de Carmen Díaz Alayón. La Laguna: Cabildo Insular de La Palma [etc.], 1993; «NOVEDADES del proyecto “REBECA en línea”». Correo bibliotecario: boletín informativo de la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria [En línea]. Disponible en: http://www.bcl.jcyl.es/CORREO/ plantilla_seccion.php?id_articulo=592&id_seccion=... (Consultado el 20 de septiembre de 2007); REGUEIRA BENÍTEZ, Luis, POGGIO CAPOTE, Manuel. «Bibliografía de bibliografías canarias». Cartas diferentes: revista canaria de patrimonio documental, n. 1 (2005), pp. 27-116. MARÍA REMEDIOS GONZÁLEZ BRITO (Biblioteca José Pérez Vidal) 352 NOTICIAS INGRESOS RECIENTES EN LA «BIBLIOTECA JOSÉ PÉREZ VIDAL» De algunas adquisiciones de interés para la biblioteca que nos ocupa ya dimos cuenta con anterioridad en los números 1 y 3 (pp. 301-305; y pp. 197-214 respectivamente) de esta misma cabecera. También, de las donaciones de particulares se ha informado cuando ha sido oportuno en esta revista de patrimonio documental (n. 1, pp. 312-313; y 314-317), o más extensamente cuando nos hemos referido a la efectuada por el po-lifacético Roberto Rodríguez Castillo. La intención de estas líneas no es otra que seguir participando del incremento del rico patrimonio biblio-gráfico que atesora la Biblioteca José Pérez Vidal (BJPV) de Santa Cruz de La Palma. La política de adquisiciones, como ya se ha dicho en anteriores oca-siones, viene marcada por el fondo fundacional donado por el prolífico investigador José Pérez Vidal (1907-1990) —FJPV—. Asimismo, la pro-ducción científica y literaria de otros palmeros preclaros, canarios, monografías de temática local y regional, etc., orientan además las com-pras de esta biblioteca. Monografías de interés etnográfico y folclórico conforman la biblio-teca del prestigioso humanista palmero; su producción científica no es-capó a estas disciplinas. La vestimenta tradicional de su isla natal fue objeto de un estudio somero por el fecundo profesor. Por ello, se ha procedido a la compra de varios títulos que versan sobre la vestimenta, el traje y la moda: Monografía histórica e iconográfica del traje (Barcelona: Librería Juan y Antonio Bastinos, 1886) de José Puiggarí (1821-1903); una primera edición española adaptada del alemán y notablemente aumentada de La moda (Barcelona: Salvat, 1928-1947), de Max von Boehn; España: tipos y trajes (Madrid; Barcelona: Espasa-Calpe, 1930), de uno de los máximos representantes del tardopictoralismo fotográfico, José Ortiz Echagüe (1886- 1980), cuya obra la pudimos contemplar con motivo de la muestra que nos acercó a los 150 años de este arte en España —Casa Principal de Salazar, del 20 de febrero al 10 de marzo de 2003—; y una segunda edición de CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 353 La mujer, la casa y la moda (en la España del rey poeta) (Madrid: Espasa Calpe, 1954), de José Deleito y Piñuela (1879-1957). Igual propósito justifica la adquisición de La familia en las diferentes sociedades (Madrid: La España Moderna, ca. 1900), de Carl Nicolai Starcke (1858-1926); Fisiología de la noche de bodas (Barcelona: Establecimiento Tipográfico- Editorial de José Miret, 1875), de Amancio Peratoner; Las supersticiones de la humanidad (Barcelona: Jaime Seix, 1880-1881), del historiador y literato José Coroleu é Inglada (1839-1895); y Reseña histórico-descripti-va de antiguas y modernas supersticiones del Río de la Plata (Montevideo: A. Barreiro y Ramos, 1896), de Daniel Granada (1847-1929). Tampoco el interés por el cultivo del tabaco escapa a sus estudios. La importancia de esta planta para la economía palmera tuvo mucho que ver en su nutrida producción y en los numerosos títulos que sobre este tema encontramos en su legado bibliográfico. En este sentido, han sido numerosas las adquisiciones: Nociones generales del tabaco (Santander: Imprenta de Bernardo Rueda, 1871), por J.M. Santos y J.I. Campoy; Cultivo del tabaco en México (México: Oficina Tip. de la Secretaría de Fomento, 1885), de Louis Lejeune; Nueva fuente de riqueza para la agricultura es-pañola (Vitoria: Imp. de la Ilustración de Álava, 1889), de Mariano Ortiz de Urbina; y Tratado del tabaco (Málaga: Tip. de Poch y Creixell, 1891), de Vicente Bocanegra y Jiménez. A estos títulos se suman otros ítems de la centuria pasada que se excluyen para evitar extendernos en exceso. Junto al tabaco, la seda ocupa un lugar predominante en la tradición artesana insular. Tenemos constancia de un escarceo del humanista palmero en este oficio tradicional que sobrevive en el Taller de Seda Las Hilan-deras (El Paso) en la conocida obra de María Ángeles Sánchez. Igualmente, la presencia de algunos títulos de este asunto en la donación primigenia justifican la compra de Manual de sericicultura (Madrid: Tip. de G. Estrada, 1880), de José Galante y Villaranda; y Guía del criador de gusanos de seda en la huerta de Murcia (Barcelona: Imprenta de los Sucesores de Ramírez y C.ª, 1881), de Luis Escribano y Pérez. Por igual circunstancia enume-ramos únicamente los impresos del XIX. La literatura popular fue otra constante en sus pesquisas. El FJPV contaba ya con al menos una decena de títulos de la producción del abogado, escritor, investigador, profesor y periodista Francisco Rodríguez Marín (1855- 354 NOTICIAS 1943). Ello propició la adquisición de una segunda edición anotada de Cien refranes andaluces de meteorología, cronología, agricultura y economía rural (Sevilla: Imp. de E. Rasco, 1894). A este registro se suman: Refra-nes de medicina o relacionados con ella por el pueblo (Madrid: Imp. Yagües, 1936), seleccionados de las colecciones paremiológicas más conocidas por el médico Antonio Castillo de Lucas (1898-1972); y Refranero apícola (Barcelona: Gráficas Condal, 1955), de Joaquín P. Serra Fábregas. Junto a la producción de Rodríguez Marín y Castillo de Lucas, la de Ramón Mesonero Romanos (1803-1882) —fundador del Semanario pintoresco (1836)—, la de otras figuras destacadas del costumbrismo decimonónico como Mariano José de Larra (1809-1837) y Serafín Estébanez Calderón (1799-1867), y la de otros nombres más olvidados de esta manifestación de la prosa romántica como Antonio Flores (1821-1866). Ello orientó la compra de una tercera edición corregida y aumentada de Escenas matritenses (Madrid: Imprenta de Yenes, 1842), del citado Mesonero Romanos, y de Las españolas pintadas por los españoles (Madrid: Imprenta de J.E. Morete, 1871-1872), ideada y dirigida por Roberto Robert (1830-1873). También Joan Amades (1890-1959), destacado etnólogo y folclorista catalán, estaba presente en este fondo con su nutrida obra. Otros ítems han venido a incorporarse a los existentes: Costums populars de Barcelo-na (Barcelona: Centre Excursionista de Catalunya, Club Alpí Catala, 1931); y los 42 volúmenes de una de sus tantas empresas etnográficas, Bibliote-ca de Tradicions Populars (Barcelona: La Neotípia, 1933-1939). Del mismo modo, la obra de Benito Pérez Galdós (1843-1920) fue objeto de estudio por parte de Pérez Vidal. A los estudios críticos y la producción literaria del grancanario en el FJPV han venido a sumarse: una segunda edición de Zaragoza (Madrid: Imprenta de José María Pérez, 1876); una sexta edición esmeradamente corregida de El Grande Oriente (Ma-drid: Obras de Pérez Galdós, 1898); La vuelta al mundo en la Numancia (Madrid: Perlado, Páez y Compañía, 1906); La loca de la casa (Madrid: La Novela Corta, 1918); y Madrid (Madrid: Afrodisio Aguado, cop. 1957). La donación inicial contaba con un sólo ejemplar de esta obra reseñada por Ventura Doreste (1923-1987) en El Museo Canario (año 17-18, n. 57-64, pp. 190-192) y por Ricardo Gullón en Cuadernos hispanoameri-canos (94, pp. 108-112) y que recoge un ensayo a manera de prólogo del CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 355 galdosiano palmero. Asimismo, se ha enriquecido el fondo con otros de sus trabajos: Poesías, 1632-1707 (Las Palmas de Gran Canaria: Imprenta Minerva, 1944), de Juan Bautista Poggio y Monteverde (1632-1707), con introducción del mismo y con posterioridad reseñada por María Rosa Alonso en Revista de historia (año 17, t. 10, n. 67, pp. 301-302), en el periódico La provincia (11 de noviembre de 1944) y por Josefina Zamora Lloret en El Museo Canario (año 5, n. 12, pp. 99-100); y Actas del V Congreso Internacional de Estudios Lingüísticos del Mediterráneo (Málaga: Universi-dad, D.L. 1977), que recoge el estudio «Doña Cuaresma y su mesnada del mar» (pp. 331-367). A los intereses del fondo fundacional se unen los que derivan de otros ya apuntados: producción literaria y científica de palmeros destacados, monografías de temática local, etc. En este punto citamos la adquisición de varias monografías del entomólogo aridanense Elías Santos Abréu (1856- 1937) editadas por la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona: Tendipedidos (1918); Fungivoridos (1920); Phoridos (1921); Melusinidos (1922); Syrphidos (1924); Tipulidos y Bombylidos (1926); Dolichopodidos (1929); y Psychodidos (1930). También Esquema de geografía física de las islas Canarias (La Laguna de Tenerife: J. Régulo, 1953), del breñusco Leoncio Afonso Pérez, que ha sido reeditada en el año 2004. En último lugar, Informe hidrogeológico sobre los manantiales de la Caldera de Taburiente y de Marcos y Cordero en la isla de La Palma (Madrid: Dossat, 1955), por Enrique Becerril. Pero a las adquisiciones de la obra de palmeros y sobre La Palma se suma un interés por la de canarios y Canarias. Incorporamos títulos fun-damentales para reconstruir las historia de las devociones del pueblo canario; El Santísimo Cristo de La Laguna y su culto (La Laguna: Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna, 1952), de Buenaventura Bonnet y Reverón (1883-1951), que cuenta con una reedición del año 1985 patrocinada por el Cabildo de Tenerife; Sucinta historia de la devoción del pueblo canario a Nuestra Señora del Pino, pa-trona de Gran Canaria (Las Palmas de Gran Canaria: Alzola, 1955), de Sebastián Jiménez Sánchez (1904-1983); y La Virgen del Pino en la his-toria de Gran Canaria (Las Palmas de Gran Canaria: [s.n.], 1971), de Ignacio Quintana Marrero (1909-1983) y Santiago Cazorla León. Los 356 NOTICIAS propios de la historia política de estas islas con La Junta Suprema de Canarias (La Laguna de Tenerife: Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, 1948), de Buenaventura Bonnet y Reverón (1883- 1951), editada nuevamente en el año 1980; de la naval con Ataque y derrota de Nelson en Santa Cruz de Tenerife de Francisco Lanuza Cano (Madrid: Talleres del Servicio Geográfico del Ejército, 1955); de la volcánica con Las erupciones de fecha histórica (Madrid: Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1919) de Lucas Fernández Navarro; y otros como Las hereda-des de aguas de Gran Canaria (Madrid: Imprenta Sáez, 1954) de Juan Hernández Ramos, con «un conjunto de artículos que salieron a la luz en los meses de abril y octubre de 1951 en la revista madrileña Agricultura [...] de gran interés por tratarse de un acertado análisis histórico del deve-nir del agua» (véase HERNÁNDEZ RAMOS, Juan. Las heredades de aguas de Gran Canaria. Santa Cruz de Tenerife; Las Palmas de Gran Canaria: Idea, 2003). Finalmente, la producción de otros escritores canarios —ya hemos dado cuenta de algunos títulos del grancanario Pérez Galdós— también se ha tenido en cuenta. Agregamos ahora: Agua que corre (Ma-drid: Prensa Popular, 1920) del dramaturgo Angel Guimerá (1849-1924); Brisas del Teide (poesías) (Madrid: Imprenta de Juan Pueyo, 1924) de la periodista y educadora Mercedes Pinto (1883-1976); El volcado silencio (Las Palmas de Gran Canaria: Imprenta Minerva, 1944) de la poeta grancanaria Chona Madera (1894-1980); y Teatro (Madrid: Editora Na-cional, 1950) del dramaturgo y novelista Claudio de la Torre (1895-1973). En un capítulo aparte hemos agrupado los trabajos de viajeros, cien-tíficos, etc. que arribaron a estas islas con intereses bien dispares. La li-teratura de viajes nos depara una ingente nómina de escritores, entre los que citamos al viajero belga Jules Leclerq (1848-1928). Una primera edición de Voyage aux iles Fortunées, le Pic de Ténériffe et les Canaries (Paris: E. Plon et Cie., 1880) —la segunda edición se imprimió también en la ca-pital francesa en el año 1898— ha pasado a incorporarse a los fondos de la BJPV. Antonio Rumeu de Armas apunta que llegó a Canarias «atraído por la fama de su belleza y sin otro objetivo que peregrinar por la isla de punta a cabo, para gozar de sus encantos y atractivos, recorriendo los cam-pos y las ciudades, tomado buena nota de los paisajes ubérrimos, los hospi-talarios habitantes, la riqueza, las costumbres, el arte, el pasado histórico y, CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 357 como nota sobresaliente de este devenir, las supervivencias indígenas»1. De ahí que su prosa resulte entusiasta. Tres ejemplares de este título se en-cuentran en El Museo Canario. Se ha procedido también a la compra de una primera edición de Diccionario de historia natural de las islas Canarias o Índice alfabético descriptivo de sus tres reinos animal, mineral y vegetal (Gran Canaria: Imprenta de la Verdad, 1866-1869), de José Viera y Clavijo (1731-1813). Victoria Galván González da cuenta de las vicisitudes de las ediciones posteriores: la segunda es del año 1942 y otra posterior del año 1982. La obra comprende la «descripción de ejemplares de los tres reinos de la naturaleza: rocas y minerales, plantas y especies animales del Archipiélago Canario, endémicas o no de estas islas. Es el primer compendio descriptivo de la naturaleza insular»2. Sin embargo el botánico canario tampoco en-cubre su faceta de escritor. Su prosa emula la de aquellos viajeros que se acercaron a estas tierras con parecido propósito al expresado por Rumeu de Armas. El capítulo que dedica a nuestro parque nacional es un buen ejemplo de lo apuntado. Pero ésta no es la única referencia a La Palma. Da cuenta de otros caprichos de la naturaleza, como el que hasta no hace tantos años avistábamos en el Barranco Jurado en Tijarafe; de los callaos que conforman la «playa marítima» en la Pared de Roberto; de la Fuen-te Santa y sus virtudes medicinales, instando a que se proceda a su re-cuperación. Abundan asimismo las que apuntan costumbres religiosas —enrame de las iglesias con girdana— y alimenticias —utilización de cen-teno y helechos para hacer pan—; las que refieren noticias de los pro-ductos más reconocidos —miel de abeja, malvasía, azúcar, etc.—; las que hablan de los aprovechamientos forestales —brea, velas con aceite extraído del laurel—; y las que documentan el almacenamiento del agua en es-tanques de madera calafateados. Finalmente, todavía las anécdotas, como la de una burra de parto doble —poco habitual— en Mazo; o la de la ballena que encalló también en este lugar; o la de la pesada batata 1. LECLERQ, Jules. Viaje a las islas Afortunadas: cartas desde las Canarias en 1879. Santa Cruz de Tenerife; Las Palmas de Gran Canaria: Idea, 2006, p. 16. 2. HERRERA PIQUÉ, Alfredo. Las islas Canarias, escala científica en el Atlánti-co: viajeros y naturalistas en el siglo XVIII. Madrid: Rueda [etc.], D.L. 1987, p. 146. 358 NOTICIAS —boniato— que se embarcó para Caracas en el navío La Paloma. Este título se ha localizado en varias bibliotecas de Gran Canaria: más de una veintena en el Museo Canario; cuatro en la Biblioteca Insular; dos en la Biblioteca del Instituto Superior de Teología; igual número en la Biblio-teca Simón Benítez Padilla; y uno en la biblioteca de la ULPGC. También la biblioteca de ULL es depositaria de dos ejemplares. A este registro sumamos otro de gran interés para la historia botánica de Canarias, Ca-tálogo de las plantas existentes en el Jardín de Aclimatación de la Orotava (Canarias) (Madrid: Ministerio de Fomento, Dirección General de Agri-cultura y Montes, 1923). De igual forma Cinq années de séjour aux îles Canaries (Paris: A. Hennuyer, 1891), de René Verneau (1852-1938), está ahora presente en la BJPV. La primera edición en español es del año 1981, a la que han sucedido otras con posterioridad. Verneau realiza estudios de antropolo-gía y, en misión científica encomendada por el Ministerio de Instrucción Pública francés, arriba a las islas en el año 1876. Al científico parece que no embriaga igual la emoción que al viajero, como apuntábamos ante-riormente. Quizá por esta razón, Julio Hernández García prefiere titu-larla Cinco años de soledad en las islas Canarias. Una paleta monocroma dibuja un paisaje que no tiene nada que ver con la belleza a que tantos han cantado. Tampoco sus comentarios sobre las mujeres de la isla esca-pan a esta prosa gris. Aún así, sus apreciaciones resultan de interés para conocer también aspectos de la alimentación de nuestros ancestros —uti-lización de helechos para hacer gofio—; sobre los cultivos predominan-tes; sobre los ingenios de azúcar de Argual y Tazacorte y de San Andrés y Sauces; sobre algunos elementos de la arquitectura popular —aljibes—; sobre la Fuente Santa; de nuestras leyendas más conocidas —el Alma de Tacande—; de los enclaves arqueológicos más conocidos —Cueva de Belmaco—; de los centros de devoción insulares —Pino de la Virgen y Las Nieves—; del Parque Nacional de La Caldera, etc. Seis ejemplares de este título se encuentran en el citado Museo Canario y uno en la biblio-teca de la ULL. El capítulo de donaciones lo iniciamos con el de organismos e insti-tuciones. El Museo Canario, dentro de su política de expurgo de dupli-cados y con gestiones de Luis Regueira Benítez, donó Lecciones elemen- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 359 tales de agricultura teorica, practica y económica (La Laguna de Tenerife: Imprenta de Bazzanti, 1816), del gaditano Juan Bautista Bandini, médi-co de la Real Armada, de la Cámara Episcopal. El buen gusto de la miel de La Palma, la importancia de la producción de seda y algodón, las re-ferencias a la cabaña ganadera, etc. abundan en la obra. Importante ha sido también la donación de particulares: la de la fa-milia De la Rosa Fernández —FDRF—, de la que hemos dado cuenta someramente en las páginas del número 3 de esta misma revista; la de la antropóloga Carmen Luisa Ferris Ochoa, que ha donado Gaceta de Caracas (Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1983-1986), fuen-te hemerográfica de indudable valor para reconstruir la historia de la independencia de este país. Se trata de una edición facsímil que incor-pora todos los números conocidos de este primer periódico venezolano impreso en el taller de James Lamb y Matteo Gallagher y que salió a la calle el 24 de octubre de 1808 contando entre sus colaboradores con Andrés Bello (1781-1865) como redactor en sus inicios. A Cecilia Hernández Hernández, a quien tanto debe el romancero de nuestra isla, agradecemos la donación de varios números de la revista Hespérides (1926-1929). El FJPV contaba ya con varios números de este semanario gráfico rico en colaboraciones de destacados escritores, fotó-grafos y dibujantes canarios y que ha sido objeto de estudio en varias ocasiones. Con todo, vamos a detenernos en lo concerniente a La Palma, ya que resulta interesante para seguir reconstruyendo la historia de la fotografía en esta isla. Entresacamos la fotografía del gobernador civil Buenaventura Benito en su visita a El Paso acompañado de autoridades y «damas de la buena sociedad» (año 3, n. 122) e instantáneas de diver-sos rincones de la isla (año 3, n. 126). Respecto a las colaboraciones de escritores palmeros, citamos la de Félix Duarte Pérez (1885-1990) con «El beso que yo anhelo» (año 3, n. 136). A su generosa cesión se suma Drago: revista mensual de cultura (1953), de la que existe edición facsímil (1995). Se reproducen en esta ocasión las valiosísimas contribuciones de escritores, historiadores, folcloristas, botánicos, etc. a que aludíamos anteriormente. Confluyen trabajos de temática variada; así, uno sobre «La enseñanza primaria en Tenerife» de Ginés de Pasamonte (año 1, n. 6-7, pp. 9-10); otro sobre las aguas de 360 NOTICIAS Tenerife de Joaquín Amigó de Lara (año 1, n. 1, pp. 5-7). Otros de dis-ciplinas más afines como el estudio botánico de «La platanera» de Máxi-mo Martín Aguado (año 1, n. 2, pp. 6-7); «Los bosques de Canarias» de Francisco Ortuño (año 1, n. 6-7, pp. 8-9); y «Vertebrados extinguidos de la fauna canaria» (año 1, n. 5, p. 11) de Telesforo Bravo (1913-2002). Pero esta publicación nos revela también las múltiples facetas de Luis Diego Cuscoy (1907-1987): la de escritor con el cuento «Ramón, el pastor» (año 1, n. 1, p. 10; y 3), la de folclorista con «El día de San Bartolomé anda suelta la “diablita”» (año 1, n. 2, p. 9), y la de etnólogo con su trabajo sobre los aborígenes de Tenerife (año 1, n. 6-7, p. 2). También se ocupa Elías Serra Ràfols (1898-1972) del estudio de los primitivos canarios (año 1, n. 2, p. 2), y aún se interesa por otros capítulos de la historia de estas islas, como de los canarios que intervinieron en la Guerra de la Indepen-dencia (1808-1814) (año 1, n. 5, p. 2). Igualmente, Antonio Mederos Sosa con «Nelson frente a Tenerife» (año 1, n. 6-7, p. 13). Destacamos tam-bién sendos trabajos sobre el pintor Luis de la Cruz y Ríos (1776-1853) por José María Balcells (año 1, n. 3-4, p. 12) y Antonio J. Onieva (idem, p. 16). Por su parte, la crítica literaria incorpora estudios sobre Galdós y Guimerá de Maria Rosa Alonso, donde no faltan las alusiones al galdosiano Pérez Vidal (año 1, n. 2, p. 8), y los propios de Cairasco (año 1, n. 6-7, p. 14) de Alejandro Cioranescu (1911-1999). Los dibujos de uno de nuestros pintores más prolíficos, Antonio González Suárez (1915-1975) ilustran algunos de los números de esta revista. Interesante resulta también la donación de algunos números de dos de los semanarios gráficos más prestigiosos que iniciaron su andadura en los años 50: Gaceta ilustrada (1955-1984) y Actualidad española (1952- 1977), con instantáneas del volcán de Teneguía captadas por reconoci-dos fotógrafos, Manuel López Rodríguez (n. 789, 21 de noviembre de 1971, pp. [54-61]) y Antonio F. Navas (n. 1036, del 11 al 18 de noviembre de 1971, pp. [59]-67) respectivamente. La obra de este último también viajó a nuestra isla con motivo de la exposición fotográfica a la que ya hemos aludido. El número 66, correspondiente al 22 de agosto de 1921, de la cabecera La voz de La Palma: diario de la tarde (1921-1923), con noticias sobre el agasajo dispensado por autoridades y vecindario de la capital palmera a la tripulación del vapor cubano Guantánamo; las rela- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 361 tivas a cuestiones de escándalo público y correspondiente actuación ju-dicial. A la par da cuenta de las sesiones del ayuntamiento; aprobación del proyecto de fachada de una casa propiedad de Manuel Rodríguez Acosta en la calle Álvarez de Abréu; se informa del vandalismo de algunos ha-bitantes de Santa Cruz con motivo de las reformas en el paseo de Santo Domingo, al frente de cuya dirección figura Maximino Cutillas, etc. Por lo que respecta al capítulo de impresos canarios anotamos Nuevo siste-ma legal de medidas, pesas y monedas, precedido de unas breves nociones de aritmética decimal para usos de las escuelas primarias de uno y otro sexo (Santa Cruz de Tenerife: Imprenta, Librería y Encuadernación de A.J. Benítez, 1886), de Juan de la Puerta Canseco (1827-1902); y la novela Sor Milagros o Los secretos de Cuba (Santa Cruz de Tenerife: Imp. de Félix S. Molwny, 1897), del novelista del Puerto de la Cruz Aurelio Pérez Zamora (1828-1918), que vienen a sumarse a los impresos canarios del XIX de la BJPV. De fecha más reciente, Guía de La Palma (Canarias) (Tenerife: Tipografía Sanz, 1930), con estampas de la plaza de la Constitución, de la solariega plaza de Argual y del acueducto de sus inmediaciones; de las iglesias de la isla —Nuestra Señora de Bonanza (El Paso), Santo Domin-go y El Salvador (Santa Cruz de La Palma)— y vistas de algunos de los parajes más bellos del resto de los municipios que nos permiten, como ya apuntábamos anteriormente, seguir rescatando imágenes para progre-sar en el estudio de la fotografía en La Palma. La familia Castro Martín ha realizado una interesantísima donación que incluye un buen número de libros de medicina del XIX pertenecientes a Juan José Martín Cabrera (1854-1916), doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Montpellier (Francia). La obra de destacados mé-dicos franceses, alemanes, españoles, etc. confluye en esta pequeña biblioteca de la que entresacamos títulos y fechas: Tratado de medicina y cirugía legal teórica y práctica (Madrid: Carlos Bailly-Bailliere, 1874-1875), de uno de los artífices de la medicina forense, Pedro Mata (1811-1877); Hidrología médica (Salamanca: Imprenta de Sebastián Cerezo, 1875), de Anastasio García López (1823-1897); Tratado de patología interna (Madrid: Carlos Bailly-Bailliere, 1875), de Sigismond Jaccoud (1830-1913); Curso elemental de higiene privada (Barcelona: Librería de Juan Bastinos e Hijo, 1875-1876), de un pionero de la psiquiatría, Juan Giné y Partagás (1836-1903); Tra- 362 NOTICIAS tado de terapéutica y materia médica (Madrid: Imprenta de los Señores Rojas, 1876-1877), del francés Armand Trousseau (1801-1867), Paul Costantin (1833-1896) y H. Pidoux; Elementos de química general (Ma-drid: Librería de Sánchez, 1877), de Ramón Torres Muñoz de Luna (1822- 1890); Elementos de patología quirúrgica (Madrid: Imprenta de los Seño-res Rojas, 1877-1878), del cirujano Auguste Nélaton (1807-1873); Tra-tado elemental de histología normal y patológica (Madrid: Moya y Plaza, 1879), del histólogo Aureliano Maestre de San Juan (1828-1890); Traité d’anatomie topographique avec applications a la chirurgie (Paris: Asselin et Houzeau, 1890), de Paul Jules Tillaux (1834-1904); L’homme criminal: atlas (Paris: Félix Alcan, 1895), del también criminólogo Cesare Lombroso (1835-1909); y Tratado teórico y práctico de los partos (Madrid: Librería Editorial de Bailly-Bailliere e Hijos, 1898), del obstétrico William Smoult Playfair (1835-1903). Además ha contribuido a ganar para el patrimo-nio bibliográfico de esta biblioteca la edición más lujosa de Noticias de la historia general de las islas Canarias (Santa Cruz de Tenerife: Goya Ediciones, 1950-1952) de José Viera y Clavijo (1731-1813), un impreso de temática local, El problema hidráulico de la isla de La Palma (Santa Cruz de La Palma: Imprenta Gutenberg, 1952), de Juan Hernández Ra-mos, de gran interés, y varios números (n. 471, 5 de enero de 1891-n. 496, 29 de junio de 1891; y n. 549, 4 de julio de 1892-n. 574, 26 de diciembre de 1892) de La ilustración artística: periódico semanal de lite-ratura, artes y ciencias (1882-1916). Finalmente, Marta Lozano Martín ha cedido a esta biblioteca varias guías turísticas de la isla —otro ejemplar de la mencionada guía del año 1930 entre otros— y varios programas de las Fiestas Lustrales entre los que entresacamos los correspondientes a los años 1945 y 1950. Bibliografía: DÍAZ LORENZO, Juan Carlos. «Una guía turística de los años veinte: la publicación del Patronato de Turismo consta de 52 páginas con textos en castellano, in-glés y alemán». Diario de avisos (8 de agosto de 2004), pp. 30-31; FERRIS OCHOA, Car-men Luisa. «La cerámica de los hijos de la tierra: «amuchi wayúu»». En: El valor de las cosas: sentido y valor de la artesanía indígena en Venezuela: estudio de caso y temas. Cara-cas: Dirección General Sectorial de Artesanía, Consejo Nacional de la Cultura, cop. 1997, pp. 21-85; IDEM. «Régimen alimentario de los esclavos en la provincia de Caracas 1750- 1854». Tierra firme: revista de historia y ciencias sociales, año 9, v. 9 (enero-marzo de 1991), CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 363 pp. 21-61; IDEM. «Nueva Cádiz de Cubagua: aspectos históricos y arqueológicos», pp. 185- 197; IDEM. «Praxis y reflexiones en torno a la arqueología urbana caraqueña». Boletín antropológico, n. 30 (enero-abril de 1994), pp. 56-77; IDEM. «La tecnología alfarera indíge-na y española en Venezuela durante el siglo XVI». Boletín Museo Arqueológico de Quibor, n. 6 (1998), pp. 29-66; LÓPEZ MONDÉJAR, Publio. 150 años de fotografía en España. Bar-celona; Madrid: Lunwerg, D.L. 2003; RÉGULO PÉREZ, Juan. «De la llegada de las papas a Canarias y de la suerte de su nombre en español: bosquejo histórico-lingüístico». En: Con-federación Española de los Centros de Estudios Locales. Pleno (30º). Tenerife: Instituto de Estudios Canarios, 1987, p. 77; TOLEDO TRUJILLO, Francisco Manuel y HERNÁNDEZ DE LORENZO MUÑOZ, Miguel. Historia de la medicina palmera y sus protagonistas. Tenerife; Gran Canaria: Centro de la Cultura Popular Canaria, 2001, pp. 294-295; IDEM. «La medi-cina social en la isla de La Palma en el siglo pasado». Revista de estudios generales de la isla de La Palma, n. 2 (2006), p. 443; VERNEAU, René. Cinco años de estancia en las islas Canarias. La Orotava, Tenerife: J.A.D.L., 1996; Viajeros franceses a las islas Canarias: reper-torio bio-bibliográfico y selección de textos. La Laguna: Instituto de Estudios Canarios, 2000; VIERA Y CLAVIJO, José. Diccionario de historia natural de las islas Canarias o Índice alfabético descriptivo de sus tres reinos animal, vegetal y mineral. La Laguna, Tenerife: Nivaria Edicio-nes, 2005. MARÍA REMEDIOS GONZÁLEZ BRITO (Biblioteca José Pérez Vidal) 364 NOTICIAS NUEVA UBICACIÓN DEL ARCHIVO MUNICIPAL DE SANTA CRUZ DE LA PALMA El 28 de septiembre de 2007 finalizó el traslado de los fondos docu-mentales del Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma a su nueva dirección en la calle de El Pilar, n. 4, tras la decisión adoptada por las autoridades municipales a comienzos del citado año. Dicho traslado se prolongó durante varios meses debido a la notable cantidad de recursos humanos y materiales que demandó y al cuidado que hubo que poner en determinadas fases del mismo. Por ello, nos sentimos obligados a agra-decer a todos y cada uno de los trabajadores y las trabajadoras que des-de el propio Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma y desde las em-presas contratadas al efecto aportaron su esfuerzo, así como al equipo de profesionales del Laboratorio de Conservación y Restauración del Docu-mento Gráfico del Cabildo Insular de La Palma. Gracias a la colabora-ción de todos ellos el citado traslado fue llevado a cabo con éxito. Las instalaciones que ocupa en la actualidad el Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma cuentan con una superficie total aproximada de 143 metros cuadrados, de los cuales más de la mitad están destinados al depósito del rico patrimonio documental que atesora, cuyos documen-tos más antiguos datan de comienzos del siglo XVI. La nueva ubicación supone una ampliación notable, si la comparamos con las instalaciones que ocupaba anteriormente, de la superficie destinada a este servicio municipal y conserva la necesaria proximidad con respecto a los restan-tes servicios y negociados municipales. Las citadas instalaciones cuentan con distintas dependencias con usos específicos. Para la sala destinada al depósito se instaló un sistema de armarios compactos que albergan los documentos pertenecientes a los cuatro fondos documentales que constituyen el archivo municipal y que son: Fondo del Concejo de La Palma, Fondo del Hospital de Dolores y Cuna de Expósitos, Fondo de los Pósitos de la Ciudad y de la Subdele-gación de Pósitos y Fondo del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Pal-ma. Asimismo, alojan una habitación destinada a las labores administra- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 365 tivas y una dependencia para la recepción y organización de los docu-mentos administrativos que ingresan regularmente el archivo municipal, además de una pequeña habitación reservada para la consulta por parte de investigadores que desde muy variadas procedencias han accedido y acceden a los fondos documentales para satisfacer muy diversas inquie-tudes. CARLOS NAVALÓN ESCUDER 366 NOTICIAS DISFRUTAR LEYENDO EN LA CASA DE LOS PENSAMIENTOS: LA BIBLIOTECA INTERNACIONAL EN LENGUA ALEMANA (BILA) EN LA ISLA DE LA PALMA No sólo de pan vive el hombre Mateo. IV, 4-5. A los alemanes les gusta viajar, leer, caminar. Sí, incluso algunos emi-gran a otros países. En todo el mundo viven alemanes en grupos mayores o menores, y se han integrado en la sociedad en unos sitios más que en otros. Les gusta la música diferente o el clima, disfrutan con el sonido del lenguaje o la artesanía del lugar, les gusta el vino tinto, la educación de la gente (aunque ellos mismos a veces carezcan de ella), la amabilidad, la situación de riesgo o simplemente disfrutar del ralentizado devenir de las cosas —según donde se hayan asentado—. Sólo van a echar de menos se-riamente dos cosas: el delicado pan alemán y su lengua natal. Las expre-siones que conocen desde su infancia, el ritmo de vida, su manera de de-cir las cosas, su seriedad, su humor. Todo esto se podría comprimir en páginas, en libros en lengua alemana. Ojo, no sólo de autores alemanes, sino de autores de todo el mundo —por supuesto en lengua alemana—. No existe mer-cado de libros tan amplio, que ofrezca tantas obras de todo el mundo, como el mercado literario alemán. La mitad de los alemanes declaran que su ocupación preferida en su tiempo libre es leer. Y no pocos, además, aprenden de esta manera y por puro placer otras lenguas. Aunque, de todas formas, si el texto se complica hace falta una traducción rigurosa en alemán para poder disfrutar del placer de leer hasta sus más profundos detalles. Y aunque existen excepciones que confirman la regla, sirvan como muestras los filólogos que tienen que absorber a Homero en lengua griega antigua; o también los globetrotter, viajeros del mundo, que tienen que leer las revistas de las principales editoriales de su campo de interés en inglés para, según ellos, poder disfrutar plenamente de la lectura (allá ellos). CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 367 En el extranjero suelen ser un bien escaso los libros en su idioma. Por eso desde Berlín el comerciante de libros Christian Lutz, que en el año 1987 vino a vivir a La Palma, se trajo 5.000 libros en un contenedor, para asegurarse de tener material para leer hasta el fin de sus días. Éste llegó antes de lo que esperaba dado que murió a mediados de los noventa después de una grave enfermedad. Durante casi diez años permaneció olvidada la expresada colección en Villa de Mazo acumulando polvo. En el año 2006 el matrimonio Nicolai-Greve la adquirió por un precio ra-zonable. Incluía una completa catalogación. Los compradores no querían almacenar las obras de todo el mundo en el garaje de su domicilio. Sa-bían muy bien que la vieja Biblioteca Municipal en Puntallana perma-necía desde hacía mucho tiempo vacía. Por suerte y sorprendentemente rápido (para La Palma) hubo un acuerdo con el entonces alcalde, Leonardo Fajardo Muñoz, y el pleno del ayuntamiento para emprender esta espe-cie de joint venture. Pusieron a disposición de los libros alemanes esa bonita y acogedora casa, construida en estilo canario, dentro del casco antiguo de Puntallana. Además se construyó gran parte de las estanterías de madera maciza integrándose en el estilo de la casa —parece como si hubieran estado siempre ahí—. El banco que se encuentra en la pequeña terraza detrás de la casa, con vistas a la fuente de San Juan, a la montaña El Loral y detrás el mar, fue una donación de la ferretería del lugar; el resto, las sillas plegables de dentro y fuera, son de momento un préstamo hasta que se realice un día alguna donación. El día 27 de abril 2007, en presencia del, en ese momento, cónsul de la República Federal de Alemania en las islas Canarias, Arnulf Braun, y del presidente del Cabildo de La Palma, José Luis Perestelo Rodríguez, así como del consejero de Educación, Cultura y Patrimonio Histórico, Primitivo Jeró-nimo Pérez, el cónsul honorífico de la República Federal en La Palma, José Francisco Pérez Bravo, y el entonces alcalde de Puntallana, así como repor-teros de todos los medios de comunicación, abrió sus puertas la BILA (Biblio-teca Internacional en Lengua Alemana). Las vigas del primer piso corrieron peligro ya que las personas que acudieron a la inauguración fueron, aproxi-madamente, unas cien, entre palmeros y residentes extranjeros en la isla. En su discurso, el cónsul Braun nos aclaró el sentido de la BILA: más allá de ser sólo una biblioteca, es punto de encuentro entre españoles y 368 NOTICIAS alemanes, realizará actos culturales e interculturales y además ofrecerá clases de idiomas, tanto de español para alemanes como de alemán para espa-ñoles. Esos tres puntos se encuentran también dentro de los estatutos del consorcio fundador. Mientras tanto se creó la comisión gestora como reguladora de la Asociación BILA. Se contó con el autor —y ahora tam-bién bibliotecario— Andreas Greve para el cargo de presidente, la comer-ciante Birke Nicolai Greve para el de tesorera y el profesor de idiomas Stefan Kaufmann como secretario. El bilingüe Stefan Kaufmann tiene también a su cargo las relaciones públicas de la BILA, y además hace de intérprete cuando hay algún acto, traduciendo de manera espontánea, evitando la posibilidad de varias interpretaciones, casi siempre de forma monolingüe, los discursos del fundador y promotor Greve al español —hasta ese momento lo hicieron siempre las personas que intervinieron en distintos actos— de manera elegante y profesional, de forma muy di-plomática, como en el día de la inauguración de la exposición BILA «El libro en cuadro». Aquí el embajador alemán en España, el Dr. Born, elo-gió la existencia de la BILA, primero en español, dando las gracias sobre todo a la generosa comunidad de Puntallana. Esta exposición se celebro en agosto de 2007 —después de las elecciones locales y autonómicas de mayo— en la Estación Marítima en el Puerto de Santa Cruz de La Pal-ma. Se mostraron 44 proyectos para carteles y material efímero de la BILA, diseñados por la diseñadora y fotógrafa residente en la Palma Jeannette Göhner, y textos de Andreas Greve. La exposición trataba de libros, de leer y de la biblioteca («Leise, weise, leihweise», «Silenciosamente, sabia-mente, prestando»). El resultado fue en verdad un público unánimemente encantado. La meta era unir relaciones públicas y arte, hacer propagan-da en el futuro y conseguir de esta forma patrocinadores para imprimir algunos de los motivos. Puntallana, con un nuevo alcalde y nueva con-cejal de cultura en el poder, recogió el testigo e hizo imprimir 10.000 marcapáginas (en una cara la casa de la BILA, en la otra impresiones del entorno, playa y pueblo). Se presentaron en la siguiente exposición (se-gunda estación del recorrido insular), en la Casa de la Cultura de Puntallana. También se pudo mostrar el primer motivo para una tarjeta postal: dos filas de libros delante de una antigua puerta, con el texto: «Weltkulturerbe CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 369 / Patrimonio de la Humanidad». El alcalde Juan Guerra Guerra destacó en su discurso lo intercultural del intercambio y la convivencia. En otoño fue honrado el trabajo de la BILA por el Ministerio de Exte-riores de Alemania con 3.000 E para mejoras de la infraestructura. Cuan-do se entregó el cheque en el consulado alemán de Santa Cruz de La Pal-ma, la BILA pudo presentar un pequeño folleto financiado por patrocina-dores particulares donde se presenta la BILA en algunas frases alemanas y en muy pocas frases españolas. También el gobierno insular estuvo presen-te en este acto representado por la vicepresidente y consejera Guadalupe González Taño. Unánimemente se destacó el interés del intercambio con la cultura extranjera. De manera contundente habló el cónsul honorario y tam-bién palmero Paco Pérez Bravo, que destacó la larga tradición de La Palma 370 NOTICIAS en temas de integración de otras culturas y convivencia multinacional, em-pezando por O’Daly y pasando por Groenenbergh (alias Monteverde) has-ta hoy en día. Dejó claro en su discurso que con todo este pasado se puede apostar por la BILA sin problemas. De todas formas puede todo esto, según la opinión de la BILA, hacerse en español, y por ello debería traducirse el mencionando folleto lo antes posible y presentarlo de manera traducida. Por desgracia no se ha podido realizar esta proposición hasta el momento; a veces por falta de tiempo, otras por falta de dinero, ya que todo el trabajo es rea-lizado por voluntarios y cargos honoríficos. Todavía estamos buscando ese patrocinador que haga posible la planificación y financiación. En este punto ustedes se darán cuenta de que aquí se habla poco de libros. La BILA no planeó injerencias políticas, pero finalmente las decla-raciones favorables de distintos políticos y representantes del gobierno ayudaron a darle estabilidad al proyecto. El darse a conocer, y, más tar-de, con algo de esperanza, el reconocimiento de esta nueva plataforma cultural en las islas Canarias, era necesario. Era muy importante para nosotros no caer en la política ni la en política de partidos; la BILA no hace política, sino que ofrece cultura. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 371 En este marco se realizan también las exposiciones, porque la BILA quiere ser más que una simple biblioteca, quiere también —apoyada por la política local, insular, nacional o alemana— expandirse a otros medios y artes y realizar allí sus proyectos. Así que la meta cultural es mucho más am-plia, aunque siempre vinculada al libro. El que los productores de cultura, sobre todo los escritores, tengan una opinión muy clara sobre temas políticos no contradice la posición apolí-tica de la BILA. Si se invita a un autor, éste trae consigo junto con sus libros también su opinión, la que puede, si hay ocasión, hacer pública. Sobre todo si se trata de un personaje tan altamente político como —sí, exacto— Gunter Grass. Con este mundialmente famoso premio Nobel tenía la BILA las mejores expectativas de salir en primera página de un periódico. Y lo consiguió. Sobre todo después de que Grass, en una con-ferencia de prensa improvisada después de una lectura en el mes de di-ciembre en Los Llanos de Aridane, le desease al candidato a la presiden-cia del partido socialista español en las elecciones de marzo de 2008, José Luis Rodríguez Zapatero, mucha suerte. Al día siguiente, al ver Diario de avisos, el bibliotecario tuvo que tragar dos veces, pero era cierto: Gunter Grass fue un absoluto golpe de suerte, dado que su popularidad tanto para alemanes como para españoles sobrepasa lo habitual. He is a real world wide VIP. Y así fue la reacción de la gente, casi rayando la histeria. Es casi tan conocido como el papa —curiosamente, ambos poseen algu-nos paralelismos—. Grass conocía ya al actual papa personalmente. Cuando eran jóvenes y totalmente desconocidos, coincidieron como soldados en la II Guerra Mundial. Ya entonces Josef sabía que su destino era subir las escaleras de la jerarquía eclesiástica, mientras que Grass sólo tenía el vago deseo de ser alguna vez una especie de artista. Se convirtió con el tiem-po en tres: escultor, pintor y escritor. Perdón, en cuatro, faltaba en un buenísimo cocinero, al que le gustan —y nunca ha evitado tanto en la cocina como en el frente político— los platos fuertes. Para ahora, conviene elegantemente volver a través de la cocina a las islas Canarias. A Grass no sólo le gustaron mucho la BILA, la cocina pal-mera y los pfifferlinge (setas) en Puntallana, sino que también quedó muy impresionado por la diversidad de la isla de la Palma, de la que hizo varios bocetos. Otra cosa que destaco de aquel acto fue la genial interpretación 372 NOTICIAS de los textos y versos en español de Antonio Abdo. Y era realmente fan-tástico, ¡estos dos veteranos de los focos leyendo a dúo! Al mismo tiempo que tuvo lugar la lectura de Grass en la casa de la cultura de Los Llanos de Aridane, se celebró la exposición con los boce-tos de los carteles de Jeannette Göhner en la capital de los residentes ale-manes del oeste. Para ellos la BILA quedaba muy lejos, por eso se celebra-ron estos actos en el valle de Aridane. Pero el nombre de Grass consiguió atraer público de todas partes (también del lado este). Media hora antes de empezar la lectura ya reinaban condiciones caóticas. Se tuvo que ce-rrar la sala a causa de la multitud. El responsable de la casa de la cultura en persona amenazó con llamar a la policía municipal y como no acudie-ron no les quedó otro remedio que llamar a la policía nacional. Pero el suelo resistió y no hubo mas incidentes, aunque el promotor Andreas Greve se despistó, y no mencionó en esta ocasión el carácter social de la BILA, el carácter altruista de sus esfuerzos y su necesidad de conseguir ayuda financiera (en alemán es una palabra casi imposible, mientras que en español la conoce cualquier campesino palmero: subvenciones). Sí, alguna forma de subvención sería maravillosa para todo lo que la BILA pretende, los numerosos proyectos que tiene en mente. Quieren enriquecer la vida cultural a su manera. A un alemán que aproximadamente pertenezca a la generación del biblio-tecario de la BILA le gustarán los bailes típicos, pero por el historial evolu-tivo generacional está más cerca del happening. O también una lectura algo abstracta o filosófica. También es capaz de soportar algo absolutamente in-comprensible, para alzar el vuelo y analizar el tema hasta encontrar un atisbo de explicación («más cabeza que cuerpo»). La cuna del alemán medio en La Palma está siempre más vinculada a la akribie que al Caribe. «No se puede pedir que salgan de su piel». Y de su cabeza, este órgano de placer y dolor, menos aún. De esta escuela corriente, en el peor de los casos, son los consabidos dichos «los sabelotodo y sus hermanos» o «los que siempre tienen que tener alguna objeción». En el mejor de los casos, los «atravesa-dos y dudosos». En el medio de los casos «los sensibles», «los cueste lo que cueste», «buenos de corazón», «los ignorantes y los autonegados», «los ca-beza cuadrada», y, y, y... A los alemanes les gusta pensar. Lo que une a muchos de ellos es el amor al libro. Aunque las opiniones sean variadas. La comunidad mun- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 373 dial de los lectores está —mientras que leen— muy lejos de cualquier forma de agresividad. Los pensamientos en forma encuadernada son tran-quilizantes. Libros en gran cantidad emiten tranquilidad. Las bibliotecas son lugares de paz. Así que es muy positiva la existencia de la BILA, cuyo fondo se com-pone sobre todo de literatura universal. Incluye a autores premios Nobel (o que quizás lo sean en el futuro) como Gunter Grass o Doris Lessing, Saramago o Naipul; y muchos de los poetas del Tercer Reich que fue-ron desterrados o quemados: Kesten, Kästner, Mehring, todos los Manns, desde Thomas pasando por Heinrich hasta Klaus, o el Santo Borrachín, Joseph Roth, el largamente no reconocido autor de la Marcha Radezky. Aunque Alemania estaba en aquellos tiempos dividida, el comerciante de libros de Berlín, Lutz, coleccionó no sólo a Stefan, sino también a Arnold Zweig, o Anna Seghers y, más tarde, Strittmatter. Se trata de una biblio-teca muy segura de sí misma y muy querida, la cual merece todo el res-peto. La BILA quiere conservar el carácter de colección privada, conser-vando los libros tal como están: sin numeración, algunos sin protección, algunos un poco estropeados. Se puede visitar en la página de internet (http//www.bila-lapalma.com), pero en principio se debería acudir in situ, como amante de las bibliotecas, y descubrir que, a su lado, están Umberto Eco (la BILA tiene también varias referencias en sus estanterías), García Márquez (casi un metro lineal) o una colección de Borges. Umberto Eco dice: «una biblioteca es un lugar donde uno busca algo determinado, para encontrar una cosa bien distinta». No sabemos si somos los únicos. Sería una alegría para nosotros no ser los únicos. Y realmente no sabemos qué provecho pueda tener y qué espera el español, o más bien el palmero, de una biblioteca en lengua alemana en el fin del mundo. Por ese motivo, ponemos esta pregunta en el aire, aquí y ahora. Acaso nos den como respuesta que la pregunta fue mal formulada, o que, quizás, esta pregunta no interesa. Entonces ten-dríamos los alemanes —una vez más— material para pensar. ANDREAS GREVE (BILA) (Traducción de Andreas Schwalme) 374 NOTICIAS LOS PERIÓDICOS CANARIOS ANTIGUOS SE PUEDEN CONSULTAR LIBREMENTE EN INTERNET Más de 145.000 páginas de periódicos canarios publicados en el si-glo XIX y primeras décadas del XX pueden consultarse en internet, gra-cias al acuerdo suscrito entre la Universidad de La Laguna y la Direc-ción General del Libro del Ministerio de Cultura. Estas publicaciones, que se conservan en la Biblioteca Universitaria, fueron digitalizadas en el marco del Plan Nacional para Preservar y Difundir el Patrimonio Bibliográfico Español y se suman a los casi cuatro millones de páginas que ya pueden consultarse en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica (http:// prensahistorica.mcu.es). A través de esta página se puede acceder a publicaciones periódicas editadas desde finales del siglo XVIII y que se han conservado, fundamen- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 375 talmente, en las Bibliotecas Públicas del Estado. También se han inclui-do en el proyecto algunas colecciones hemerográficas conservadas en otras instituciones y entidades, como la del Partido Comunista de España o las colecciones privadas de empresas editoras de periódicos y revistas. Canarias era una de las pocas comunidades autónomas que no se habían incorporado aún a este proyecto. La Biblioteca Universitaria de La La-guna, que posee una importante colección de prensa antigua de las islas, decidió participar en este plan con el fin de difundir libremente una muestra representativa de los fondos que conserva. Al mismo tiempo, la repro-ducción digital de estos periódicos y su libre acceso a través de internet le permiten conservar los documentos originales, evitando su manipula-ción sin obstaculizar la labor investigadora o de consulta. Los periódicos canarios que pueden consultarse en la Biblioteca Vir-tual de Prensa Histórica fueron editados entre 1808 y 1938. La publica-ción más antigua reproducida en esta fase inicial es El correo de Tenerife, uno de los periódicos más significativos del primer tercio del siglo XIX en la isla. También se podrá consultar El atlante, primer periódico diario y no oficial de Canarias; el Diario de Tenerife, dirigido por Patricio Estévanez y que fue uno de los de mayor difusión de su tiempo; La opinión, que fue dirigida, entre otros, por destacados personajes como Ramón Gil-Roldán y Ulises Guimerá; y El liberal de Tenerife, que se publicó en Santa Cruz desde 1891 hasta 1898. Editados ya en el siglo XX, se podrá acceder al diario republicano El progreso (1905-1932) y al diario católico Gaceta de Tenerife (1910-1938). En 2008 la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas ini-ciará una nueva fase de este proyecto de digitalización, en la que la Bi-blioteca Universitaria de La Laguna espera poder incluir más títulos de los periódicos y revistas canarios que conserva. La única limitación para digitalizar estas publicaciones es que sus derechos de explotación hayan pasado al dominio público según la normativa que afecta a la propiedad intelectual y los derechos de autor, o bien que los propietarios de esos derechos hayan permitido expresamente su libre reproducción. Además, es necesario que el estado de conservación de los documentos permita su traslado y la manipulación necesaria para conseguir una óptima repro-ducción. 376 NOTICIAS La participación en este plan forma parte del proyecto global de la Universidad de La Laguna para difundir su fondo documental y facilitar el libre acceso al patrimonio bibliográfico e histórico de todos los cana-rios. Además de las publicaciones canarias que ya se pueden consultar en la Biblioteca de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura, la Biblioteca Universitaria dispondrá también próximamente de un servicio que per-mitirá no sólo la visualización de esas páginas, sino que ofrecerá la posi-bilidad de realizar búsquedas textuales y de exportar y transferir los con-tenidos. BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 377 CURSO: «LA ESCRITURA DOCUMENTAL DURANTE EL REINADO DE LOS REYES CATÓLICOS» El Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, dependiente de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Gobierno de Canarias, organizó en 2007 el curso «La escritura documental duran-te el reinado de los Reyes Católicos», celebrado entre el 26 de noviem-bre y el 11 de diciembre. El curso, que fue patrocinado por el Ilustre Co-legio Notarial de las Islas Canarias, tuvo un total de 30 horas lectivas y contó con la homologación del ICAP (Instituto Canario de Administra-ciones Públicas) y por la Universidad de La Laguna. El objetivo principal del curso fue iniciar a los alumnos en la utiliza-ción de la letra cortesana como uno de los instrumentos necesarios para conocer la información contenida en los documentos escriturados en el ámbito castellano durante el siglo XV y primer cuarto del siglo XVI. De esta manera, los alumnos pueden valorar la posición de esta modalidad de escritura en el patrimonio documental canario, todo ello en relación con el multigrafismo existente en este período cronológico. La Dra. Ana Viña Brito, profesora titular de Historia Medieval de la Universidad de La Laguna, se encargó de dirigir los detalles de esta con-vocatoria con la colaboración del Dr. Francisco J. Macías Martín, direc-tor del Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife. La coor-dinación académica corrió a cargo de la Lic. Leocadia Pérez González, técnica superior de esta última institución. Juntos lograron diseñar un curso eminentemente práctico, fundamentado en la lectura y análisis de docu-mentos relativos a Canarias procedentes tanto de archivos canarios como de centros peninsulares. 378 NOTICIAS Contenido: — Formas y función de los tipos gráficos y su evolución. — Bibliografía. — Introducción a las formas alfabéticas y signos abreviativos. — Normas de transcripción. — Lectura y análisis de documentos. Profesorado: — Dra. Carmen Ostos Salcedo, catedrática de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Sevilla. — Dra. Carmen del Camino Martínez, profesora titular de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Sevilla. — Lic. Isabel Fuentes Rebollo, investigadora del Archivo de Simancas. ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE SANTA CRUZ DE TENERIFE CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 379 UNA VISIÓN DEL LIBRO EN TENERIFE: ENTREVISTA A JULIO GARCÍA MONCLÚS (LIBRERÍA, IMPRENTA Y EDICIONES GOYA) El sello Goya ha sido y será un referente en Canarias de las artes gráficas. Una empresa familiar que abordó todos los ámbitos relacionados con el libro (imprenta, edición y venta) y cuya última y fructífera etapa tuvo al frente a Julio García Monclús, quien ha recibido a Cartas diferentes: revista canaria de patrimonio documental en su domicilio privado para desentrañar en esta entrevista algunas de las claves históricas de este proyecto, además de suministrar importantes aportaciones para la histo-ria cultural del Tenerife del siglo XX, dada la posición privilegiada que mantuvo Goya Ediciones por su contacto con los intelectuales y creadores más relevantes de la época. Un contacto que en cierta manera moldeó la sensibilidad familiar, plasmada en una extraordinaria colección de arte contemporáneo y una no menos interesante biblioteca particular, centrada esta última especialmente en temas canarios. Una mañana soleada de un 14 de abril, en el amplio y céntrico ático donde Julio García Monclús nos recibe, se respira un cierto aire festivo. La conmemoración de la proclamación de la II República —etapa en la que se creó la librería Goya— es un motivo de júbilo para nuestro anfi-trión. A su padre, creador del proyecto Goya, su vinculación con esta causa le costó sufrir algunos tragos amargos. Ahora, gracias a la libertad que trajo consigo el fin de la dictadura, convive sin fisuras la pluralidad de ideas que definen un espacio cultural como el que simbolizó Goya. Empresas titánicas como la de Goya Ediciones, que lucharon contra-corriente en un contexto histórico sombrío para la cultura, merecen el reconocimiento de una sociedad en la que han dejado una huella imbo-rrable, pese a las altas dosis de amnesia a las que nos sometemos. Una entrevista en el suplemento dominical del diario La gaceta de Canarias o un reciente reconocimiento del Gobierno de Canarias, con motivo de 380 NOTICIAS los actos de la segunda celebración del Día de las Letras Canarias, son algunas de las escasas muestras de distinción que ha obtenido el silen-cioso y esmerado trabajo del proyecto Goya. Quizá haya llegado la hora de valorar su contribución al progreso cultural de la sociedad canaria. * * * Manuel Poggio Capote. ¿Cómo nació la librería Goya? ¿Cuál fue su ori-gen? Julio García Monclús. Mi padre, Leopoldo García Nieto, abrió al público la librería Goya en el número 29 de la calle del Castillo. Desconozco la fecha exacta, sólo sé que fue durante la II República, antes de nacer yo. Él había estudiado náutica pero navegó poco tiempo. Supongo que la librería fue el modus vivendi que eligió entre otros proyectos. David Sanz Delgado. ¿Cuáles eran las librerías tinerfeñas de aquella épo-ca? ¿Conoce el motivo por el que bautizaron la librería con el nom-bre de Goya? CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 381 JGM. Una vez me contó mi padre que le gustaba Goya porque lo consi-deraba una persona con mucho carácter y rebelde, y él era así. Du-rante la República la calle del Castillo se llamó Fermín Galán. Mi padre mantuvo el nombre de ese republicano en el sello de caucho de la librería durante los primeros años de la dictadura franquista, y este hecho le causó algunos problemas con el Régimen. Probablemente la librería más antigua de Canarias es la librería Miranda en La Orotava. El señor Miranda fue concejal por el Partido Socialista en el ayunta-miento de esa villa, era muy amigo de mi padre. Actualmente la li-brería Miranda continúa abierta al público, la lleva una de sus hijas. Creo que la librería más antigua de Santa Cruz de Tenerife pudo ser La Casa del Libro, en la calle Cruz Verde, frente a la farmacia El Negrito. En la calle del Castillo, además de la nuestra, estaban la librería La Prensa, la librería Atlas y la librería Universal. En la calle Valentín Sanz, antes Norte, esquina con Pérez Galdós, estuvo la librería Castilla. Tam-bién la librería Sixto en la plaza de Weyler, la librería Bilbao frente a la Escuela de Comercio, la librería Católica y la librería Yumar en la calle de San Francisco... éstas estaban en el centro de Santa Cruz. Más tarde en la periferia se fueron instalando nuevas librerías próximas a los institutos de enseñanza media, que subsistían gracias a los libros de texto y material escolar. MPC. En esos años las librerías tenían una cierta vida cultural, y en oca-siones existían tertulias. ¿Recuerda si existieron, cómo eran y quiénes participaban? JGM. En la nuestra se reunían personas que pensaban como mi padre, gente más bien de izquierdas. Medio oculta en un armario de la oficina conservaban una pequeña bandera republicana. También acudían fun-cionarios de Correos y Telégrafos, me acuerdo de uno que se apelli-daba Bahamonde, que decía que era pariente de Franco. Como Telé-grafos en un principio no se unió al Movimiento estuvieron perseguidos durante muchos años. Les puedo asegurar que curas iban pocos. Bue-no, algunos, por ejemplo don Víctor Echevarría, un vasco que duran-te muchos años fue capellán del colegio de la Asunción. 382 NOTICIAS MPC. ¿También pasaron por la tertulia de la librería Goya intelectuales de las vanguardias de Canarias como Juan Ismael o Westerdahl, por ejemplo? JGM. Juan Ismael no. Pero Domingo Pérez Minik, Eduardo Westerdahl, Arístides Ferrer, Luis Álvarez Cruz, José Arozena, sí. La mayoría de los libros que editó Goya eran de personas que frecuentaban la li-brería. MPC. ¿Cómo era la librería, dónde tenía lugar la tertulia? JGM. La librería era estrecha, tendría seis o siete metros de ancho, las paredes estaban cubiertas de estanterías. En el centro había una mesa grande llena de libros, eran las novedades editoriales, los últimos libros reci-bidos dispuestos alrededor de un gran globo terráqueo francés, muy antiguo, que aún conservo. Había una trastienda donde se encontra-ba una oficina pequeña, y allí era donde tenían lugar las tertulias. DSD. ¿Vendían también revistas además de libros? JGM. Muy pocas, algunas de moda como Burda; El ruedo, que era una revista de toros; también El mundo, de temas políticos... DSD. ¿Dónde se encontraba exactamente la librería? JGM. En la calle del Castillo, subiendo a la izquierda, casi haciendo es-quina con la calle de Valentín Sanz, donde hoy hay un establecimiento de máquinas recreativas. Entonces era un edificio de dos plantas; en la planta alta había una notaría, y en la planta baja dos locales comer-ciales, uno era la librería Goya y el otro La Canastilla, una tienda de confección de ropa de niños. A la izquierda de este edificio estaba el bazar Colón, y a la derecha la droguería Ayala. MPC. Una vez que llegó el 36, la Guerra Civil y la posguerra, ¿cómo se vio afectada la librería? JGM. El dolor, desasosiego y penuria que produce una guerra atrasa al país y afecta a todos sus habitantes, pienso que aún es más penoso y la-mentable tratándose de una guerra civil. Económicamente fue una época muy difícil para la librería. Además aquí nos conocíamos todos y las CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 383 ideas políticas de mi padre motivaron que lo detuvieran. Primero lo llevaron al Gobierno Civil, que entonces estaba en la plaza de la Candelaria, y posteriormente a los salones de Fyffes. Durante el tiempo que estuvo detenido la librería continuó funcionando; la llevaban mi madre y dos empleados. Por aquellos días mi padre estaba montando otra librería en la calle Imeldo Serís, la librería Sonora; esta vez se trataba de una librería de ocasión para dar salida a los libros invendidos de Goya, además de dedicarla a la compra-venta de textos, diccionarios, novelas... La librería Sonora funcionó durante unos cuarenta años, y todo el tiempo la llevó mi tío Juan Monclús Plasencia. DSD. ¿De dónde procedía la vocación de su padre por el mundo del li-bro y la impresión? JGM. No lo sé. El provenía de una familia castellana que nada tenía que ver con los libros. Su padre, mi abuelo, era teniente coronel, vino destinado a Tenerife y aquí pasó el resto de su vida. Yo nací entre libros, desde pequeño la librería y los libros eran mi medio, me parecía todo tan normal que nunca me pregunté por qué mi familia había elegido ese medio de vida. DSD. ¿Y la afición por el libro? JGM. Tampoco lo sé. Él no sabía nada de artes gráficas, pero le gustaba la mecánica, andar con herramientas. Tenía habilidad manual y deci-dió montar una imprenta y además editar libros. No sé cómo, pero salió adelante. A propósito, no estoy seguro de si un libro que se edi-tó de La Palma, Cosas viejas de la mar, lo llegamos a hacer nosotros. Creo que no, que fue editado por Juan Régulo. MPC. Hablemos del cliente de aquella época. ¿Cómo era, qué clase de personas iba a la librería? JGM. Generalmente las personas que acuden a las librerías poseen un nivel cultural medio-alto. Entre los clientes asiduos que recuerdo quiero destacar a José Arozena, que además era amigo, una persona de la que aprendí mucho. Nuestros mejores clientes eran abogados, médicos, periodistas, profesores, pintores, poetas, etcétera. Considero que la 384 NOTICIAS clientela de las librerías es la más selecta, la mejor. Entonces se pu-blicaba mucha literatura, recuerdo las editoriales Aguilar, Espasa-Calpe, Plaza o Apolo. No abundaban los libros de ciencias, que además de pocos eran caros. Vendíamos también textos de bachillerato, de la Escuela de Comercio, y universitarios para las facultades de Derecho, Quími-cas y Filosofía y Letras, las únicas carreras que en aquella época se podían cursar en nuestra universidad. MPC. Incluso, en su momento, ¿hubo también libros escolares? JGM. Nosotros vendimos muchísimos libros de enseñanza media y comercio. El texto lo elegía el profesor, al cual la editorial le concedía la totali-dad del descuento. El profesor colocaba sus textos en una librería y le daba al librero una pequeña comisión, exceptuando Arístides Ferrer, profesor de la Escuela de Comercio, que renunciaba a su parte repar-tiéndola entre los alumnos y la librería. Así y todo, la venta de estos libros era rentable puesto que los alumnos, junto con los textos, ad-quirían diccionarios, atlas, blocs de dibujo o tablas de logaritmos. MPC. ¿Había bibliófilos que fueran por aquel entonces a la librería Goya? JGM. Muy pocos. Algunos de nuestros mejores clientes lo eran. DSD. ¿Llegaron a vender libros prohibidos por la censura del régimen franquista en la librería Goya? JGM. Durante los primeros años de la librería seguro que no; aquella época era muy dura y si te cogían con eso, uff. En la década de los 60 y principios de los 70, ya instalados en la calle de Pérez Galdós, yo traía libros de Ruedo Ibérico, una editorial de los exiliados españoles en París que nos hacía los envíos por medio de la editorial Era de México. Las partidas venían por correo certificado. Curiosamente los libros proce-dentes de América no pasaban censura. MPC. ¿Cómo afectaron estos años de la posguerra a la sociedad cultural de Tenerife? JGM. Un ejemplo: en España sólo existían dos agencias de noticias, las dos del Estado, que eran la agencia Cifra y la agencia Efe, una para las CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 385 noticias de España y la otra para las procedentes del extranjero. Eran las dos únicas fuentes de información que podía utilizar la prensa. Existía la censura en el teatro, en el cine, en toda clase de espectáculos, y también en los libros. Sólo se podía leer lo autorizado. Con las dicta-duras de cualquier color pasa siempre lo mismo. Recuerdo a un ve-nezolano que nos pidió un presupuesto para imprimir una Historia de Venezuela, y cuando el manuscrito pasó la censura el presupuesto se había abaratado un 35 % por todo lo que los censores habían elimi-nado. El libro no se hizo, y el venezolano dijo: «chico, esto lo hago yo en Venezuela y no me cortan nada». MPC. Y aún así, con este panorama tan árido, su padre funda Goya Ediciones. JGM. Goya Ediciones surgió poco antes del año 1950. La primera obra que editó fue la Historia de Canarias de Viera y Clavijo en tres to-mos, bajo la dirección de Elías Serra Ràfols. Por cierto, se imprimió en Santa Cruz de la Palma, en la Imprenta Gutenberg de Juan Régu-lo. Más tarde uno de los cajistas de esa imprenta, Adolfo Castro Pérez, se vino a Tenerife a trabajar con nosotros. Mi padre montó la edito-rial porque le gustaba todo lo relacionado con los libros, principalmente la impresión. Disfrutaba con la composición de textos, las máquinas... Creo que le gustaba hasta el olor a tinta. Era un gran conversador, sus temas preferidos eran los curas y la política. De estos y otros asuntos se sentaba a hablar con los autores que iban a la imprenta con sus manuscritos bajo el brazo para pedir presupuesto, elegir el gramaje del papel o corregir pruebas. MPC. ¿Quiénes conformaban el proyecto editorial? JGM. El proyecto fue exclusivo de mi padre, aunque más adelante contó con algunas colaboraciones. Entonces mi madre llevaba la librería, y yo, único hijo, estaba estudiando. DSD. ¿De dónde surgió la iniciativa de editar estos volúmenes? ¿Quizá captaron la falta de publicaciones sobre Canarias? JGM. Cronológicamente primero se creó la librería Goya, luego Goya Ar-tes Gráficas, la imprenta que en su inicio se instaló en un local de la 386 NOTICIAS calle del Castillo que hoy ocupa el Parlamento de Canarias, y finalmente Goya Ediciones, la editorial. Con el tiempo la empresa Goya Artes Gráficas fue prosperando. Del local de la calle del Castillo pasó a otro en la calle Doctor Allart (antes calle del Sol), y por último a un edifi-cio de dos plantas en el número 17 de la calle de La Palma, donde con anterioridad había funcionado la Imprenta Zamorano. Una vez que el negocio de la imprenta estuvo consolidado mi padre lo quiso ampliar. De ahí surgió Goya Ediciones, dedicada desde el principio a temas canarios, con preferencia por la historia. En aquel tiempo se publica-ban pocos libros sobre Canarias, pero no creo que eso influyera en la decisión de mi padre. Goya Artes Gráficas, además de elaborar toda clase de impresos, también imprimía libros. Hay que diferenciar entre un libro editado por Goya Ediciones y un libro de Goya Artes Gráficas. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 387 DSD. ¿Cuál era la diferencia? JGM. El cliente de Goya Artes Gráficas costeaba la publicación de su obra, encargaba un número determinado de ejemplares, se los hacíamos y se los entregábamos. En el caso de Goya Ediciones éramos nosotros los que corríamos con los gastos de la edición, era mucho más com-plejo puesto que ni el autor ni el editor podían saber de antemano la acogida que iba a tener el libro, ni si iban a tener algún provecho económico con su publicación. MPC. ¿Goya Ediciones inició la edición de los clásicos canarios de historia? JGM. Sí. Como te conté, la primera obra que editó Goya Ediciones fue la Historia de Viera. Después continuamos con Abréu Galindo, Torriani, Espinosa, Berthelot... Otra obra interesante fue la Geografía general de las islas Canarias de Telesforo Bravo. La obra era en tres tomos pero sólo se publicaron los dos primeros; nunca nos llegó el manuscrito del tercero. No sé cómo mi padre conoció a Alejandro Cioranescu, pero durante al-gunos años ese erudito rumano colaboró con Goya. A propósito, recuer-do que una vez en nuestra librería Rumeu de Armas me dijo que si Cioranescu en vez de hacer la historia de Santa Cruz de Tenerife hubie-ra hecho la de París, sería un individuo de fama mundial. Cuando se lo comenté a Cioranescu se mostró satisfecho al conocer quién había he-cho el comentario. Goya Ediciones también publicó literatura, entre otras obras una que a ti te gusta mucho, las Fábulas literarias de Iriarte. Fetasa de Isaac de Vega, Antología de la poesía canaria de Pérez Minik, obras de Luis Álvarez Cruz, María Rosa Alonso, Amaro Lefranc, Gertrudis Segovia, José Domingo, Cairasco de Figueroa y un largo etcétera. DSD. ¿Los autores se dirigían a ustedes para que les editaran las obras o eran ustedes quienes las reclamaban? JGM. Eran los autores los que venían. La persona que escribe un libro siente la necesidad de ver su obra impresa. DSD. ¿Eran ustedes los únicos que editaban en Tenerife por esa época? JGM. Yo creo que sí. 388 NOTICIAS MPC. ¿Cuándo compraron las primeras máquinas? JGM. A finales de los años 40. Las primeras máquinas que se montaron eran manuales; las automáticas llegaron más tarde. DSD. ¿La sede de la calle del Sol era también arrendada? JGM. Todo era arrendado. Mi padre no disponía de mucho dinero, y de haberlo tenido no se le hubiera ocurrido nunca editar: era carísimo. Hay una anécdota de aquella época que siempre me recuerda Emiliano, el que fue encargado de la imprenta: en cierta ocasión oyó decir a Cioranescu: «amigo García Nieto, si yo sé que usted no tiene dinero, yo no firmo nada». MPC. Un hecho curioso fue la edición de libros en rumano. JGM. Eso ocurrió también durante el tiempo que Cioranescu estuvo con nosotros. A través de uno de sus hermanos, refugiado en Francia, los exiliados rumanos en París nos encargaron varios libros. No quieras saber lo arduo que resultó para nuestros cajistas trabajar con caracteres cirílicos que no habían visto en toda su vida. Los libros salieron sin pie de imprenta. El nombre de Goya no aparecía por ninguna parte, pero en lugar muy destacado se podía leer «París 1953». MPC. Volviendo a Goya Ediciones, ¿conserva ejemplares de todo lo pu-blicado? JGM. De todo no. Los títulos que conservo los tengo bien guardados. Con frecuencia los repaso, recuerdo a sus autores, cuándo se editaron... Por deformación profesional también me paro a observar los detalles de la edición (calidad del papel, carátula, tipo de letra, encuadernación). MPC. ¿Y tiene referencias de toda la producción de la editorial, aunque no conserve ejemplares? JGM. Increíble: nunca llevamos un registro de los libros que editamos. DSD. ¿Cuándo se incorpora usted al proyecto? JGM. Aunque hice Agrícolas en La Laguna, desde muy joven estuve de-cidido a trabajar en la empresa familiar. Cuando repentinamente mi CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 389 padre falleció en el año l972, yo ya había adquirido suficiente expe-riencia para continuar su labor. Tuve la suerte de poder contar con la inestimable colaboración de Emiliano Gómez Camacho, el encargado de la imprenta, excelente persona, amigo y magnífico profesional. DSD. ¿Cómo se encuentra la empresa una vez que usted toma las rien-das? JGM. Yo estaba muy centrado en la librería, pero tras la muerte de mi padre tuve que dedicarle más tiempo a la imprenta y a la edición. Nuestra imprenta era tipográfica, de composición manual; los textos se elaboraban letra a letra, y esto nos exigía contar con muchos ope-rarios. Después de la imprenta tipográfica han aparecido nuevos pro-cedimientos, pero mi padre prefirió continuar con la tipografía, que era lo que él dominaba. Yo proseguí su tarea pero de otra manera: abaraté costos encargando la composición de algunos textos a otras empresas que trabajaban con offset, determinadas encuadernaciones también las encargué fuera, e incluso imprentas muy especializadas de la península realizaron trabajos para Goya Ediciones. Nada de lo que te estoy contando lo hubiera permitido mi padre. MPC. ¿En esa modernización surgen la librería Goytec (Goya Técnica) y la sección canaria de la librería? JGM. A lo largo de los años la librería Goya se nos fue quedando peque-ña. Cada día se publicaba más y las distribuidoras nos atiborraban de novedades. Además de dedicarnos también a libros de texto, impor-tábamos libros extranjeros y gestionábamos subscripciones a revistas científicas que servíamos a los diferentes departamentos de la univer-sidad, a bibliotecas y a organismos oficiales. En una ocasión los pro-pietarios del edificio de Goya nos comunicaron que iban a construir, que si queríamos retorno o una indemnización. Rápidamente busqué otro local para trasladar la librería, y aunque finalmente no constru-yeron, yo ya había comprado el local de Goytec en el número 15 de la misma calle de Pérez Galdós. El edificio de Goya nunca lo llega-ron a derribar y nos lo vendieron poco tiempo antes de cerrar las li-brerías. A partir de 1972 tuvimos abiertas al público dos librerías: la 390 NOTICIAS Librería Goya, que continuó con la parte de letras, y la librería Goytec (Goya Técnica) con las ciencias. El local de Goytec era bastante am-plio: tenía un sótano que utilizábamos como depósito común de las dos librerías, y una parte alta donde además de la oficina, mi mujer, que años antes había abandonado su profesión de trabajadora social para integrarse en las librerías, organizó la sección de libros canarios. Muchas personas de las que iban por la librería subían a la oficina para vernos y hablar un rato, y les aseguro que esos encuentros eran muy agradables; a mí me gusta muchísimo relacionarme con los demás. Allí hice excelentes amigos. En los casi setenta años de historia de nues-tras librerías también tuvimos ocasión de acoger a visitantes ilustres: políticos, científicos, literatos, pintores, actores... desde Mario Soares, que en una visita que realizó al Parlamento de Canarias quiso cono-cer la librería a la que acudía diariamente su gran amigo José Arozena, hasta un premio Nobel, Miguel Ángel Asturias, que a principios de 1974 estuvo firmando libros en Goytec y nos dejó una entrañable dedicatoria: «A Julio García Monclús y Blanquita Díaz Carballo por toda la obra cultural que realizan sin más armas que los libros». MPC. ¿Este mundo del libro en el que usted ha estado inmerso y que se ha transmitido de su padre a usted, le ha generado algún tipo de afi-ción bibliofílica, sobre todo por la sección canaria de su librería? JGM. Crecí rodeado de libros. Cuando era joven, mi casa respecto a los libros era como una continuación de la librería. La colección de li-bros canarios que tenemos la había iniciado mi padre y yo la conti-nué. Al principio compraba todo lo que salía, pero cuando se multi-plicaron las publicaciones tuve que seleccionar y adquirir sólo lo que más me interesaba. En ocasiones me iban a ver a la librería para ofre-cerme alguna obra, como fue el caso de un manuscrito que tengo sobre la isla de La Palma del historiador herreño Dacio Darias Padrón. También he logrado hacerme con publicaciones sobre Canarias editadas en el extranjero. Me interesan principalmente los libros de ciencias, y tam-bién guías, mapas y obras de viajeros que estuvieron por nuestras is-las. En anticuarios he adquirido obras muy importantes, por ejemplo parte de la obra publicada por Sabino Berthelot. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 391 MPC. ¿El procedimiento de compra de estos libros de anticuarios era a través de catálogos? JGM. Sí, la librería Goya figuraba en la relación de clientes de algunos anticuarios alemanes, austríacos, ingleses, franceses y holandeses. La adquisición de los libros extranjeros se tramitaba de la siguiente ma-nera: hacíamos el pedido y ellos nos enviaban una factura pro-forma. Luego, les enviábamos un cheque bancario en la divisa correspondiente, y entonces nos remitían los libros por correo certificado. Los libros importados son caros, más aún los de los anticuarios porque no están sujetos a tarifas. DSD. ¿En qué momento pensó que debía poner fin a Goya Ediciones? ¿Cómo fue el proceso? JGM. Nosotros no tenemos hijos. En la vida hay que trabajar y luchar, pero los años van pasando. En un momento tomamos la decisión de ir dejando poco a poco los negocios. De nuestras actividades la imprenta era la más compleja. Por otro lado, estas empresas hay que estarlas actuali-zando continuamente, hay que dedicarles mucho dinero para mante-nerlas al día, porque de otro modo no son rentables. Goya Artes Gráficas se cerró en 1996. DSD. Desaparece la imprenta y Goya Ediciones. ¿Cuál es el último libro que edita? JGM. El último, último, francamente no lo sé. De esa etapa recuerdo uno de Juan del Castillo sobre Villalba Hervás, dos de Luis Cola (Barran-cos de Añazo y otro sobre el ataque de Nelson a Santa Cruz de Tenerife), La obra dramática de Ángel Guimerá de José Llort, y también unas reflexiones sobre Canarias de Miguel Ángel Barbuzano. DSD. ¿Y la librería? JGM. Las librerías las cerramos en agosto de 1999. MPC. Goya nunca ha recibido ninguna subvención para la edición de li-bros, justo al revés de lo que se ve hoy en día. ¿Cómo ve el panora- 392 NOTICIAS ma en el archipiélago? ¿No cree que hay un exceso de dependencia de las ayudas oficiales? JGM. Les aseguro que todos los libros que editó Goya Ediciones se hi-cieron con el poco dinero que tenía mi padre y con el mío, que tuve un poco más, esa es la realidad. Antonio Vizcaya, querido y recorda-do amigo, una vez dijo en un programa de televisión que las dos únicas editoriales, al menos de Tenerife, que no estaban subvencionadas eran Goya Ediciones y Nuestro Arte, a la cual él pertenecía. Conozco al-guna editorial de aquí que no saca un libro al mercado sin un escu-do o logotipo del Gobierno de Canarias, de algún cabildo, ayuntamiento u otras instituciones o empresas privadas. Hoy hay subvenciones para todo: espectáculos, deportes, películas, publicaciones... Entiendo que se acuda a las ayudas oficiales en determinados proyectos editoriales de prestigio, cuyo presupuesto rebasa en mucho la capacidad econó-mica del editor; y también en publicaciones muy especializadas, de tiradas cortas, para las que esos apoyos son imprescindibles. Creo que en Canarias se edita muchísimo, hay demasiados títulos en el merca-do, unos más importantes y de más calidad que otros, y algunos fran-camente malos. Recuerdo personas que nos compraban cuatro libros canarios y al poco tiempo sacaban un nuevo título, un refrito, sin ri-gor ni esmero en la exposición ni en la presentación. El editor ha de aceptar los riesgos de su profesión, y antes de publicar cualquier obra, sensatamente debe tener en cuenta si es el momento oportuno, si ese título está o ha estado recientemente en el mercado, el número de ejemplares que debe tirar, a qué público va destinado, a qué institu-ciones les puede interesar... De estas consideraciones dependerá el éxito de la edición. DSD. Esta línea de calidad que mantuvo Goya en sus trabajos editoriales, ¿ve que alguien la ha mantenido? JGM. Es cierto que los libros de Goya Ediciones tenían calidad. Nuestro personal ponía mucho cuidado en su trabajo, y todos nos sentíamos satisfechos de los resultados obtenidos en cada nuevo libro que edi-tábamos. Al principio hacíamos tiradas de 500 ejemplares, luego fue-ron aumentando hasta llegar aproximadamente a los 2.000. Eran otros CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 393 tiempos. Las técnicas de impresión evolucionan continuamente, de la tipografía se pasó al offset, y con la ayuda de otros nuevos métodos se ha intensificado la calidad de las artes gráficas. Actualmente se realizan excelentes trabajos. DSD. Quizás se le escaparon algunos clásicos a su editorial, y estoy pen-sando, por ejemplo, en el Bethencourt Alfonso que hizo Lemus. ¿No lo tuvieron nunca en sus manos? JGM. No, nosotros no. Además, tampoco teníamos capacidad para editar todo lo que nos proponían. Éramos una empresa pequeña con pocos recursos humanos y económicos. En su momento Cioranescu y mi padre consideraron que las obras fundamentales para el conocimiento de la historia de Canarias eran cuatro, y esas fueron las que hicieron. Hoy los libros de Goya Ediciones figuran en la bibliografía de la mayoría de las posteriores publicaciones canarias. MPC. ¿Conserva el archivo administrativo, el fondo editorial, las máqui-nas, fichas de los libros canarios? ¿Qué queda de todo eso? JGM. En el local de la calle Doctor Allart guardo una prensa y una má-quina Barcino muy estropeadas, chibaletes, plomos y fotolitos de al-gunas reimpresiones. También conservo las pequeñas fichas que ideó Marcos G. Martínez, uno de los bibliotecarios de la Universidad de La Laguna, para confeccionar el índice onomástico de la Historia de Canarias. Otra cosa que tengo son los negativos de las fotografías del Torriani que Cioranescu realizó, página a página, en la Universidad de Coimbra. Del archivo administrativo sólo conservo cosas sueltas: con-tratos, facturas, cartas de algunos autores, dibujos... Son recuerdos que sólo tienen interés para mi mujer y para mí. DSD. ¿Le gustaría que con los fondos de Goya se hiciera algo en recono-cimiento por esta trayectoria a favor de la cultura? JGM. Nunca me he puesto a pensar en eso. Como mi padre, siempre he creído que lo nuestro no interesa a nadie. Así y todo él se creaba su propia publicidad. Recuerdo un secante de los años cincuenta en el que ponía más o menos: «Goya Ediciones tiene el orgullo de haber 394 NOTICIAS impulsado el intenso movimiento editorial que hoy existe en Canarias». Yo me enfadaba muchísimo, me parecía pretencioso, falto de humil-dad, pero reconozco que mi padre tenía algo de razón, por lo que yo he vivido y por lo que me han contado otras personas. Santa Cruz de Tenerife, 14 de abril de 2007. Bibliografía: PERERA, Manuel V. «Goya Ediciones o la tradición editorial en Ca-narias ». La gaceta de Canarias / Gaceta cultural y de las artes (28 de enero de 1990), pp. 36-37 / VIII-IX. DAVID SANZ DELGADO; MANUEL POGGIO CAPOTE CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 395 EL INSTITUTO DE ESTUDIOS CANARIOS El pasado once de octubre de 2007 se cumplieron setenta y cinco años de la fundación del Instituto de Estudios Canarios. Una institución cuyo nombre lo dice todo y que, desde su sede lagunera, desarrolla su labor y extiende su ámbito de actuación al servicio de la cultura canaria a todo el archipiélago. Actualmente forma parte de la Confederación Española de Centros de Estudios Locales, adscrita al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y los dos fundamentos básicos que guían su trabajo son lo cien-tífico y lo cultural. Su carácter regional no le hace olvidar lo universal y el universalismo propio de la ciencia y de la cultura, y buena prueba de ello es su colaboración con entidades españolas, europeas y americanas, una colaboración que constituye una de sus señas de identidad. Su interés abarca el conjunto de todas las ciencias, desde las físico-naturales a las sociales, políticas, jurídicas y humanas, organizadas en sec-ciones del instituto. Y en sus labores de investigación y de difusión bi-bliográfica y docente de esa investigación colabora con las universidades canarias y otros organismos públicos y privados que persigan objetivos análogos. Eso le permite una incesante y destacada labor editorial. Sus importantes fondos bibliográficos alcanzan los quince mil ejemplares, con una temática científica de amplio espectro dividida en Canarias, Gene-ral y Legados de bibliotecas de particulares. También cuenta con heme-roteca y archivo propio y de depósitos familiares. Y todos esos fondos se nutren constantemente de donaciones y del intercambio con universida-des, museos y centros de estudio e investigación. La constitución en su seno de grupos de investigación, como los proyectos Biota y Le Canarien, este último sobre la empresa francesa en la conquista de Canarias, ayu-dará a crear en el futuro un depósito documental sobre los mismos. La mejor síntesis de su naturaleza es la exposición de sus fines estatutarios: a) Realizar y fomentar estudios y trabajos de investigación científica so-bre las islas Canarias; b) Recuperar y conservar el acervo cultural y cien-tífico de autores canarios, antiguos y contemporáneos; c) Cooperar en la adquisición de bienes de valor histórico, arqueológico, artístico, literario y 396 NOTICIAS científico para Canarias; d) Difundir y divulgar el conocimiento de temas científicos y culturales canarios; e) Mantener un centro de documentación relacionado con el objeto de la entidad; f) Fomentar la |
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