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LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PLAMAS DE GRAN CANARIA: MÁS DE CINCUENTA AÑOS DE LETRA IMPRESA JUAN ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE* Fecha de recepción: 17 de noviembre de 2009 Fecha de aceptación: 21 de enero de 2009 Resumen: Existen varias monografías sobre la imprenta en las islas, pero no abundan las que recogen la trayectoria particular de cada uno de estos talle-res. Confeccionarlas resulta un atractivo reto. Se empieza con la Imprenta Pérez Galdós, por coincidir con los 50 años de su creación. El artículo recoge sus inicios y su desarrollo, a través de su maquinaria, sus empleados y sus clientes, apor-tando referencias al marco legal que rodea el arte de imprimir, a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria a finales de los cincuenta del siglo XX y a las otras empresas similares que competían en aquella época. Finalmente, por vía de anexo, se incluye una relación de su producción tipográfica, con especificación del autor, título, editorial y año de edición. Palabras clave: Imprenta; Imprenta Pérez Galdós; Canarias. Abstract: There are several studies on the printing activity in the Canaries, but unfortunately among them we do not have those including the particulars and history of each of these printing works, and this represents an attractive challenge. As a first contribution to it, this article recalls Pérez Galdós Print in its 50th anniversary; paying attention to its beginnings and development, its machinery, its employees, its clients, and providing information on the legal framework concerning the printing activity, on the city of Las Palmas de Gran Canaria at the end of the 50s, as well as on the rest of the similar companies which were competing at the time. Finally, as complementary information, the Cartas diferentes. Revista canaria de patrimonio documental, n.o 5 (2009), pp. 17-120. * Correo electrónico: juanmartinezdelafe@hotmail.com. 18 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE paper includes an account of the printing production, with references to author, title, publisher and year of publication. Key words: Printing; Pérez Galdós Printing; Canary islands. A Pepín 1 INTRODUCCIÓN Recién cubierta la primera mitad del siglo, Las Palmas de Gran Canaria era una ciudad tranquila que se asomaba a un desarro-llo que se aceleraría de forma asombrosa en pocos años. Supe-raba apenas, entonces, los 190.000 habitantes, con un crecimiento demográfico de unas 40.000 almas en la década de los cincuenta a los sesenta. Canarias en general se hallaba, económicamente, en una fase preindustrial. La principal actividad de nuestra eco-nomía era el sector primario, la agricultura; en 1955, nada me-nos que un 59 % de los ocupados se empleaba en las activida-des propias de la agricultura, la pesca y la ganadería. Eran años en que el mercado peninsular era destino exclusivo de los cul-tivos de exportación de las islas (plátanos y tomates). Pero faltaba ya muy poco tiempo para que el panorama cam-biara radicalmente. A comienzos de los años sesenta, como bien apunta el profesor Díaz Hernández1, la generalización de la navegación aérea por medio de los modernos reactores acerca las islas a la Europa desarrollada, especialmente durante la es-tación fría, que ve en ellas el lugar ideal para sus vacaciones. 1. DÍAZ HERNÁNDEZ, Ramón. «La estructura sociolaboral canaria entre 1950 y 1996: de la primacía del primario a la hegemonía del terciario». En: Actas: IV Coloquio de Geografía Urbana y VI Coloquio de Geografía del Tu-rismo, Ocio y Recreación: Las Palmas de Gran Canaria, 22 al 24 de junio de 1998. Las Palmas de Gran Canaria: Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria; Asociación de Geógrafos Españoles, 2000, pp. 354-358. Disponible en línea en: http://descargas. cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/ 12593061998038294198624/018129.pdf?incr=1. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 19 Arranca el boom del turismo que dio lugar a los cambios socioeconómicos más trascendentales del siglo XX. Si ahora co-mienza a crecer en importancia el aeropuerto, hasta estos años era el puerto pilar básico de nuestro desarrollo. Por él encon-traban salida los productos de la tierra, a él llegan flotas pesqueras mezcladas con esporádicos trasatlánticos que descargan visitan-tes para recorrer la ciudad en tartana. Por el puerto entran pro-ductos procedentes de todo el mundo. Todo ello hace que el comercio ocupe lugar preponderante entre las ramas de nues-tra actividad económica. Por las calles pasan camiones desven-cijados, cargados de racimos de plátanos o seretos de tomates, procedentes del norte o del sur de la isla, camino de los mue-lles. El ritmo de la urbe era aún pausado y las noticias del mun-do le llegaban a través de la prensa y de la radio, conmoviendo la serenidad de un ocio que se disfrutaba con películas como La violetera, Las chicas de la Cruz Roja, productos de la facto-ría nacional, o El puente sobre el río Kway, cuya música encon-tró pronto eco en la ciudadanía. Los cines, tanto los de estreno como los que proyectaban las películas tras aquellos, eran loca-les visitados frecuentemente en tardes tranquilas o fines de se-mana. En 1958, Sahara e Ifni pasaron a engrosar la lista de las pro-vincias españolas, en lo denominado AOE, siglas de África Occi-dental Española, como intento de aplacar los problemas que ya reventaban en las cercanas costas africanas y que tanto afecta-ron a la población insular. La UD Las Palmas, bajo la batuta de Albéniz, no acaba de encontrar una vía satisfactoria para cul-minar bien su temporada, pero la afición sigue fiel sus avatares, comentados con fruición a lo largo de la semana. Desaparecen en este año dos personajes: Juan Ramón Jiménez y Pío XII. Este último había calado profundamente en el espíritu religioso de la ciudadanía, pastoreada por monseñor Pildáin, al haber sido visitada la ciudad por el fallecido pontífice cuando era cardenal Pacelli. Pero el dolor de su pérdida se vio pronto compensado 20 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE por la carismática bondad de su sucesor, Juan XXIII. También se fueron los duros de níquel e hicieron su aparición la obligato-riedad del espejo retrovisor en los vehículos que circularan por carretera y la NASA, creada en el mes de julio. Y en Cuba, tan presente entre los canarios, se cuece el final de Batista, acosado por las fuerzas de Fidel Castro, mientras que en la Unión So-viética Kruschev asume el poder con su nombramiento de pri-mer ministro. ¿Y qué decir de la producción editorial? Era prác-ticamente inexistente. Era voz común que publicar un libro era más barato en la península que hacerlo aquí. El proceso de composición, corrección, impresión y, sobre todo, embuchado y encuadernación era muy artesanal. Muy distinto a lo que acon-tece en la actualidad. Las imprentas tenían como clientes a las escasas industrias para las que confeccionaban etiquetas desti-nadas a sus productos (tomates, tabaco, agua, etc.) y a los co-mercios y oficinas, para quienes preparaban su papelería: cartas, albaranes, tarjetas, facturas o recibos. Es éste el primero de los capítulos del proyecto de un trabajo de mayor envergadura: tratar de resumir la historia de las imprentas de Las Palmas de Gran Canaria no estudiadas hasta ahora, lo que nos lleva a circunscribirnos prácticamente al siglo XX ya avanza-do. Existen estudios dedicados a la industria tipográfica en las islas desde su introducción. Los trabajos de Vizcaya Cárpenter, Millares Carlo, Hernández Suárez, Laforet Hernández y Luxán Meléndez2 ofrecen análisis muy valiosos sobre diferentes aspectos de nues- 2. VIZCAYA CÁRPENTER, Antonio. Tipografía canaria. La Laguna: Institutos de Estudios Canarios, 1964; MILLARES CARLO, Agustín. Biobibliografía de es-critores canarios (siglos XVI, XVII y XVIII). Las Palmas de Gran Canaria: El Museo Canario; Cabildo Insular de Gran Canaria, 1795-1992. 6 v.; IDEM. «Pri-meros impresos de la imprenta en Las Palmas». El Museo Canario, 4 (1934), pp. 49-55. HERNÁNDEZ SUÁREZ, Manuel. Contribución a la historia de la im-prenta en Canarias. Las Palmas de Gran Canaria: Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas, 1977. LUXÁN MELÉNDEZ, Santiago de. La industria tipográfica en Canarias, 1750-1900: balance de la producción impresa. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria, 1994; IDEM. El mundo del libro en LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 21 tros impresores y su producción, obras a las que hay que añadir Tenerife con olor a tinta, de la que es autor Rafael Zurita Molina. La idea que ahora abordamos es la de compilar su historia reciente, intentando confeccionar, junto con los pasos de su andadura, el catálogo de las obras salidas de sus talleres. Por alguna había que comenzar. La Pérez Galdós, en sus ca-lendarios publicitarios correspondientes a 2007, resaltaba los años que lleva trabajando para la sociedad: más de cuarenta. Resul-taron ser cincuenta los años que cumplió en 2007, lo que la hizo Canarias. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria, 2005. También ver LAFORET HERNÁNDEZ, Juan José. Orígenes de la imprenta en la provincia de Las Palmas. Las Palmas de Gran Canaria: Asociación de Empresa-rios de Imprentas y Artes Gráficas de la Provincia de Las Palmas, 1991; IDEM. Los cien primeros años de Diario de Las Palmas. Las Palmas de Gran Canaria: Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas, 1993. Gabriel Suárez, flanqueado por Alberto Delgado, director general de Cultura, y Blanca Rosa Quintero Coello, directora general del Libro, Archivos y Bibliote-cas del Gobierno de Canarias, en el momento en que la imprenta Pérez Galdós fue homenajeada con motivo del Día de las Letras Canarias. 22 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE acreedora de ser distinguida por el Gobierno de Canarias con motivo del Día de las Letras Canarias, en marzo de 2008. Pare-cía, pues, que el hecho constituía una invitación, lo que confir-mamos con sus directivos, quienes se prestaron gustosamente a abrir esta galería. 2 INICIOS La imprenta Pérez Galdós nació como un proyecto de inver-sión. No de gran cuantía económica, aunque sí importante para aquel año 1958: ciento cincuenta mil pesetas aportadas a par-tes iguales por los tres socios constituyentes: José Vega Herrera3, José Suárez García4 y Francisco León Herrera5. Esta realidad, 3. José Vega Herrera nació el 12 de mayo de 1921 en Valleseco, Gran Canaria. Fue el menor de seis hermanos. Cursó sus primeros estudios en la escuela pública de su pueblo, pasando luego al colegio de los Salesianos, donde estudió artes gráficas, en la Escuela Profesional. A los catorce años, comen-zó a trabajar en la imprenta de Pedro Lezcano. Casado con Carmen Delia Martín, tuvo tres hijos. Falleció en Las Palmas de Gran Canaria a los 62 años. 4. José Suárez García era oriundo de Agaete, en Gran Canaria, donde nació el 14 de diciembre de 1908. Sus padres regentaban una de las pocas tien-das del pueblo. Tuvo una infancia dura, al tener que colaborar con su traba-jo en la tarea familiar, especialmente en la construcción del Hotel Guayarmina, iniciado por su padre. Con esfuerzo, simultaneando vida laboral con los es-tudios, accedió a la carrera de maestro nacional; para acudir a los exámenes, tenía que desplazarse a pie desde Agaete a Santa María de Guía y, desde allí, en coche de hora, a la capital. En la Escuela de Magisterio conoció a la que sería su esposa, María José León Herrera. Su suegro fue secretario del ayun-tamiento agaetense, y ella, funcionaria en él, mientras que José inició el ejercicio de su profesión docente en el Valle de la localidad y, posteriormente, en otros lugares: Juncal de Tejeda, Tiscamanita (Fuerteventura), Cabo Verde (Moya), San Mateo y Tafira Baja. El matrimonio tuvo cinco hijos: José Juan, Gabriel, Santiago, Celina y Odila. Desde 1955 la familia residía en Las Palmas de Gran Canaria, lugar donde pensó abordar el negocio de imprenta. Falleció en di-cha capital el 9 de julio de 1991, a los 81 años. 5. Francisco León Herrera nació en Valleseco el 19 de octubre de 1921. Sus primeros estudios los realizó entre Gáldar y Las Palmas de Gran Canaria, LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 23 manifestada verbalmente por los actuales directivos, no se co-rresponde con lo recogido en los documentos, tal y como se expone más adelante, por cuestiones de compatibilidad laboral para ejercer como impresores. Lógicamente, para la actividad y agilidad necesarias, tenían delegadas sus funciones directivas principalmente en José Suárez y en alguno de los hijos de éste. 2.1 PRIMER PASO El nacimiento de la idea empresarial, sin embargo, podemos datarlo en, por lo menos, un año antes, en agosto de 1957, ya que los libros de contabilidad registran apuntes correspondien-tes a ese año, relacionados con el consejo de administración. En efecto el día primero de dicho mes y año se suscribe un docu-mento privado de compraventa, ante los testigos José y Manuel Suárez García; en él, Manuel Espino Arbelo traspasa a Francis-co León Herrera el negocio de imprenta, vendiéndole simultá-neamente la maquinaria y utensilios propios de la actividad, excepto una impresora plana, de la casa Julien, que queda en depósito en los talleres traspasados, sin que el adquirente pue-da hacer uso de ella. Igualmente, el comprador se compromete a mantener en sus puestos de trabajo al personal que en aque-llos momentos prestaba sus servicios en la imprenta. Con ante-rioridad, el 2 de julio precedente, José Suárez García había rea-con las interrupciones lógicas por los avatares bélicos de finales de los años 30. Estudió, luego, Magisterio, desempeñando labores docentes en Zumacal (Valleseco). En 1944 se traslada a Cádiz, en cuya universidad estudia medi-cina. Tras realizar el servicio militar en Lanzarote, ejerce como médico en Agaete y San José de Caideros. En 1952 contrae matrimonio con Margarita Navarro González. Es padre de seis hijos. Tras su boda, se establece en San Nicolás de Tolentino, donde, además de ejercer como médico, lleva a cabo actividades sociales y culturales: fue cofundador del colegio «Sagrado Cora-zón de Jesús» (que luego fuera el primer colegio libre adoptado de Canarias y, actualmente, instituto de la ESO); creó una granja caprina; y también una cooperativa de ganaderos, dedicada a la fabricación de quesos. 24 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE lizado una opción de compra al señor Espino, a la que se re-nuncia en el documento de compraventa, aunque la cantidad entregada por tal opción entra a formar parte del pago final. A su vez, Manuel Espino había comprado parte del negocio y maquinaria a Editorial Prensa Canaria el 27 de febrero de 1956; en el proyecto presentado a la administración en 1967, para ampliación de la imprenta, se manifiesta que, en 1954, se ha-bía suprimido la edición de periódicos, quedando la empresa únicamente como imprenta; la empresa editora de periódicos había adquirido el negocio, por traspaso, a Caridad Junco Toral, habiendo sido montadas las instalaciones por su primitivo titular Alfredo S. Pérez Miranda, fundador de Diario de Las Palmas. Don Alfredo era el titular y dueño del inmueble, tal y como se recoge en un listado de testigos, presentado al juzgado, con motivo de unas desavenencias relacionadas con el alquiler del local, en marzo de 1963. De esta manera, entronca la actividad impresora con otras empresas de notoria antigüedad en el arte de imprimir6. Don Manuel Espino ya poseía otra imprenta de su nombre en el número 18 de la calle León y Castillo cuando la compró al periódico La provincia al finalizar aquél su primera etapa en 1955, según describe Antonio Cruz Domínguez en su obra La provincia: 25.000 días...7. Al adquirirla, comenzó a llamarla Pérez Galdós, por encontrarse en el número 51 de la calle del mismo nombre en su esquina con el 36 de la de Buenos Aires. En el momento de nacer la actual imprenta, el local era pro-piedad de Virginia Cabrera Santana, pasando luego a serlo de su hija Pura Pérez Cabrera; en 1968 ya figuran como sus due-ñas las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que ocupa-ban el edificio adyacente; finalmente, en 1984, es el Cabildo Insular de Gran Canaria el que aparece como propietario del inmueble, destinado hoy día a actividades de este organismo oficial. 6. AL JUZGADO. Lista de testigos que presenta el letrado [...] Ejemplar mecanografiado, de fecha 13 de marzo de 1963. Archivo de la empresa. 7. CRUZ DOMÍNGUEZ, Antonio. La provincia: 25.000 días. La Laguna; Las Palmas de Gran Canaria: Centro de la Cultura Popular Canaria, 1993. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 25 La maquinaria no era mucha ni muy moderna; fundamental-mente, una impresora plana, capaz para cuatro páginas; dos impresoras Minerva, una de rodillos y otra de platos; y una guillotina, accionada mediante una manivela. No había linotipias y el trabajo de composición lo ejercían los cajistas, letra a letra, de las propias cajas usadas por el periódico. Aquella primera impresora fue desguazada cuando nuevas maquinarias fueron adquiridas para mantener el crecimiento empresarial. 2.2 SEGUNDO PASO Posteriormente, el mismo año 1958, José Suárez García compra su participación a los otros dos propietarios, constituyéndose entonces una nueva estructura empresarial, que mantiene su actividad bajo idéntica denominación. Aunque, a efectos públi-cos, la empresa era propiedad del conocido médico, que tantos años ejerciera en La Aldea dejando tras de sí un muy grato re-cuerdo, Francisco León Herrera, para evitar la incompatibilidad laboral de su nuevo propietario, José Suárez García, maestro nacional en activo. 2.3 TERCER PASO Esta situación se mantiene hasta el 18 de marzo de 1978, fecha en que, ante el notario de Guía Pedro A. Baraibar Ascobereta, se constituye la sociedad mercantil de responsabilidad limitada Pérez Galdós S.L. En la correspondiente escritura figuran como socios José Suárez García, los hermanos José Juan, Gabriel, San-tiago, María Celina y Odila María Suárez León y los asimismo hermanos Ismael y Cándida León Herrera, que lo eran del ya citado Francisco. El accionariado se reparte entre los socios según su aporta-ción al negocio. José Suárez García aporta la imprenta y distri- 26 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE buye sus acciones entre sus hijos; Ismael León Herrera aporta el solar al que se iba a trasladar la empresa, en Lomo Blanco; mientras que su hermana Cándida contribuye con una cantidad en metálico. Como domicilio social se fija el número 31 de la calle Arguineguín, en la urbanización industrial de Lomo Blanco, en el barrio de Las Torres del término municipal de Las Palmas de Gran Canaria; en aquellas fechas se pretendió trasladar la im-prenta a esta dirección, aunque, muy avanzado el proyecto, se decidió el traslado a El Sebadal. La administración, firma social y representación de la sociedad la ostenta José Suárez García, aunque con facultad para poder delegar cualquiera de sus facul-tades. Y, aunque efectivamente constituida y recogida en la es-critura como fecha de inicio de actividades el día de su consti-tución, la realidad es que, en la práctica, se continuó actuando como se había hecho hasta ese momento, hasta el año 1984, cuando el taller se trasladó a su actual ubicación, en la calle Profesor Lozano de la urbanización industrial de El Sebadal. Lo que se debía a un problema de arrendamiento: si se cambiaba la titularidad del arrendatario se podía tener problemas con el arrendador. Es aquí cuando se produce realmente la aparición de la forma empresarial elegida, justo el día primero de julio, fecha en que se producía la renovación de la licencia industrial, a fin de evitar un doble pago, uno por cada semestre. Esta escritura recoge, igualmente, los estatutos por los que se regirá la sociedad, que constan de 28 artículos, distribuidos en siete títulos: I, Denominación, objeto, domicilio y duración de la sociedad; II, Del capital social y participaciones de los socios; III, Derechos y obligaciones de los socios; IV, Administración de la sociedad; V, Inventario, balance y beneficios; VI, Disolución y liquidación de la sociedad; y VII, Disposiciones finales. Según el artículo segundo de estos estatutos, la sociedad tendrá por objeto la instalación y explotación de una industria de artes gráficas, librería, papelería y similares en finca arrendada LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 27 o que se adquiera por la sociedad y las demás operaciones líci-tas que por los socios pudieran acordarse dentro de los límites previstos en la legislación vigente y que correspondan al tipo con-tributivo en el cual quede encuadrada la sociedad. 2.4 CUARTO PASO En un último paso, Gabriel Suárez León8, a la muerte de su padre, adquiere paulatinamente las acciones de los otros titula- 8. Gabriel Suárez León nació en Valleseco (Gran Canaria) el 25 de mar-zo de 1942. Sus estudios primarios los realizó en Tejeda, Valleseco, San José de Caideros (Gáldar) y Valle de Agaete. A los doce años (1954) ingresó en el Seminario Conciliar, donde cursa cinco años de latín y humanidades, así como primero de filosofía en el recién inaugurado edificio de Tafira. Estudió el Bachiller Superior en el Instituto Pérez Galdós, en los cursos 1960/1961 y 1961/1962, que alternó con trabajo en la imprenta, donde estuvo apren-diendo en los departamentos de encuadernación, manipulado, cajista y ma-quinista. Al finalizar sus estudios, se dedicó exclusivamente a la empresa familiar, desempeñando diferentes tareas técnicas y administrativas, especialmente las técnicas especializadas en el manejo de las diferentes máquinas. Su trabajo fue interrumpido por el servicio militar, entre marzo de 1963 y junio de 1964. Se incorpora de nuevo a la imprenta y, en 1965, se traslada a Tarrasa (Bar-celona), a la empresa de Francisco Trepar. Aquíse formó en Artes Gráficas hasta marzo de 1966. De regreso a Las Palmas de Gran Canaria, se hizo cargo de todo el control de la empresa Imprenta Pérez Galdós, con poderes desde mayo de 1966. La evolución de la informática, con sus continuos cambios, le lleva a especializarse en la capacidad de producción de las nuevas máqui-nas. Bajo su responsabilidad se llevan a cabo todos los cambios tecnológicos a lo largo de los años, consiguiendo que su empresa fuera pionera en todo momento. Al fallecimiento de su padre (José Suárez García, 1991) supo hacer un traspaso de empresa familiar, para que no desapareciera, haciendo el es-fuerzo de comprar todas las acciones, convirtiéndola en una sociedad unipersonal. En marzo de 1992 nombró apoderados a su esposa, Concep-ción Cabrera García, con quien contrajo matrimonio en 1968 (el matrimo-nio tiene cuatro hijos) y a José Eulogio González Artiles, más conocido como Pepín, quien desarrolló una labor importante relacionada con la clientela y entidades bancarias hasta el año 2004, fecha en que murió después de una triste enfermedad, dejando en la empresa un enorme vacío. 28 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE res, sus hermanos y tíos, siendo en la actualidad el administra-dor único de la empresa. Los primeros trabajos que se encomendaron a la neonata imprenta estaban relacionados con la principal rama de la eco-nomía insular, la agricultura. Se trataba de forros para las cajas de tomates, aunque se fue ampliando su producción para pres-tar servicio al emergente motor de desarrollo de la isla, el tu-rismo. Así, en sus talleres se imprimía el periódico The Canary islands sun, editado por Phillys Esther (miss Terry) Hill, del que se llegaron a imprimir hasta cincuenta mil ejemplares en las décadas de los sesenta y setenta del pasado siglo, para su envío a Gran Bretaña y Estados Unidos. Nacida con vocación de futuro, era imprescindible no estan-carse en la tecnología del momento, sino implicarse en un de-sarrollo basado en el continuado proceso de adaptación a los avances tecnológicos, que no han sido pocos en el campo de las artes gráficas a partir de los años sesenta. 3 LA IMPRENTA A TRAVÉS DE LA EVOLUCIÓN DE LAS ARTES GRÁFICAS En la década de los cincuenta, cuando la imprenta Pérez Galdós inició su andadura, era la tipografía la que dominaba la técnica impresora9. Inicialmente, sólo estaban las «cajas», colec-ciones de moldes de letras que el cajista, un auténtico artista, iba ensamblando una a una para construir los textos a repro-ducir. El sistema no era complicado cuando se trataba de im-presos sencillos, con poco texto, lo habitual como actividad: cartas, 9. Como proveedores de material para las artes gráficas, se encontraban en una privilegiada atalaya de observación don Juan Marrero Rodríguez y don Alfredo Quevedo Martín. Cualquiera que desee obtener una amplia visión de las imprentas, impresores y evolución de las técnicas gráficas, tendrá que recurrir a ellos, tal hicimos nosotros; ellos, amablemente, accedieron a pro-porcionarnos muchos de los datos que figuran en este trabajo. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 29 facturas, recordatorios de primera comunión o de fallecimien-tos, tarjetas de visita, etc. Pero la cuestión se complicaba cuan-do de componer un folleto, no digamos un libro, se trataba. Ló-gicamente, había diferentes tipos de letras del que se adquirían familias completas. Determinados tipos recibían el apelativo de «masas», como ocurría, por ejemplo, con el Iberia, al ser los más demandados para la composición de textos largos; esto reque-ría que, de cada letra, hubiese una considerable cantidad, de manera que el cajista pudiera ir confeccionando páginas sin necesidad de «distribuir» la letra (es decir, devolverla a su caji-ta donde permanecía hasta que se la necesitara nuevamente). Estos tipos estaban fabricados de una aleación de plomo, anti-monio y estaño, en diferentes proporciones según las necesida-des; por ejemplo, el antimonio proporcionaba mayor consistencia y dureza, importante en tipos de letra que se utilizaran de forma reiterada. La situación disfrutó de un alivio con la llegada de la linoti-pia. Este artilugio funcionaba casi como una máquina de escri-bir, con la diferencia de que el texto resultante se plasmaba en una línea de plomo. Todavía aquí, la actividad del cajista era importante, ya que se encargaba de distribuir adecuadamente, en el espacio de una página, los textos facilitados por la linoti-pia. La imprenta Pérez Galdós, una de las primeras en impri-mir libros, también figura en cabeza de las que adquirieron una linotipia para sus trabajos. Factor importante era también el grabado, destinado a repro-ducir imágenes. En una imprenta dedicada en gran medida a atender las necesidades de impresos de empresas de todo tipo, jugaba un papel destacado el poder reproducir los logotipos y anagramas que las identificaran. Igualmente, para poder ofrecer imágenes en folletos o libros. Entraba aquí en juego el grabado, confeccionado en planchas de zinc que debían estar previamente sensibilizadas. Por el alto costo de estas planchas, los grabados formaban una parte destacada en el precio del producto final, hasta la aparición del nyloprint, un fotopolímero de uso aún hoy. 30 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE Finalizando la década de los sesenta y comenzando la de los setenta se produjo una auténtica revolución en el arte de im-primir, con la llegada a las islas del offset. Supuso un cambio radical en la forma de trabajar, con la aparición de nuevas técnicas de composición y preparación de las máquinas impresoras, que se solían adquirir junto con la correspondiente insoladora de planchas. La linotipia fue arrinconada, sustituida por las máquinas de fotocomponer; el plomo fue desplazado por papel fotográfico; y la letraset, un sistema de letras adhesivas, le ganó terreno a la composición de titulares y ornamentación de las páginas a base de moldes de plomo. Fotocomposición, fotomecánica, películas, laboratorio, escáner, fueron términos que sustituyeron a cíceros, fundición, galeradas, cajas, etc. Desde entonces, la tecnología en las artes gráficas no ha dejado de avanzar a un ritmo vertiginoso que deja ya vetus-tas las antiguas técnicas impresoras. Las primeras máquinas de offset llegadas a las islas eran de un solo color, lo que suponía tener que pasar cuatro veces por la impresora una página que llevara una imagen a todo color (una para el azul, otra para el amarillo, otra para el rojo y una últi-ma para el negro. Su superposición da como resultado la ima-gen coloreada). Las de dos colores, un paso posterior en esta tecnología, tuvieron poco éxito, pues no solucionaban el problema de la rapidez necesaria. La aparición de máquinas capaces de imprimir a cuatro colores, con una precisión milimétrica y a velocidades considerables, ha ido dejando atrás paulatinamente aquellos primeros pasos del arte de imprimir utilizados en los años cincuenta del pasado siglo, cuando la imprenta Pérez Galdós decidió emprender su historia. 3.1 EVOLUCIÓN DE LA MAQUINARIA El aumento de trabajo requirió mayores y mejores medios. Instalada inicialmente en la calle Pérez Galdós (de la que tomó LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 31 el nombre), compartiendo esquina con la de Buenos Aires, el paso de los años dejó sentir su peso, unido al del creciente número de máquinas, sobre la venerable estructura del edificio, que, en un momento determinado, no pudo soportarlo, cediendo y pro-vocando la caída de varios elementos. Tal situación se veía venir y ya los propietarios tenían pre-visto su traslado a una amplia nave en un polígono industrial de gran pujanza en aquellos años, El Sebadal, adonde se trasla-dó la imprenta en julio de 1984 y donde permanecen sus talle-res en la actualidad. La nueva ubicación permitió la adquisición de maquinaria que auspiciara el desarrollo empresarial y la adaptación a las modernas técnicas de reproducción gráfica, especialmente el offset, que dejaba un tanto lejos la anterior etapa de cajas. El offset, a su vez, re-quería instrumentos técnicos, que fueron dando lugar a la ac-tual configuración del taller. Por lo que respecta a la adquisición de nueva maquinaria, es necesario tener en cuenta los equilibrios legales que las imprentas se veían empujadas a realizar para evitar el tener que recurrir a la confección del proyecto, por el que tenían que pagar el 12 % del valor de compra. En ocasiones, había que recurrir a ofrecer a Industria un importe menor, para aba-ratar tal proyecto, aunque esto se volvía luego en su contra a la hora de solicitar alguna subvención, basada, igualmente, en el precio de su adquisición. El año 1961 marca un punto de inflexión en el devenir de esta empresa, pues es cuando comienza su automatización, con la adquisición ese año de una máquina Albert automática, pla-na cilíndrica de doble folio. Hasta esa fecha, la maquinaria exis-tente era toda manual. Es en este año cuando se solicita a In-dustria la pertinente licencia para llevar a cabo la primera am-pliación. Y también se procede a la compra de una Minerva automática, de aspas, la segunda máquina de estas característi-cas que se adquiría en la ciudad, tras la que importó Rexachs. En febrero de 1967, la empresa adquiere la linotipia, que supuso un gran avance en la composición de textos; fue la pri- 32 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE En estas fotos, tomadas en 1967, se pueden ver la Minerva de plato (que esta-ba en el taller cuando se adquirió), la Minerva normal, la Minerva Heidelberg automática (fue la segunda que hubo en Gran Canaria y aún permanece en los actuales talleres), la Grafopress (igual que la Minerva automática; hubo otra adquirida en la antigua Checoslovaquia, de corta vida y calidad, que se rom-pió en un accidente), una plana cilíndrica automática Albert, una plana cilín-drica de alimentación manual (figuraba en la compra inicial y en ella se impri-mía el periódico; cuando dejó de prestar servicio, hubo de desguazarse para poder sacarla del taller), una linotipia y una guillotina. Las personas que aparecen en ellas son: Fernando Jiménez Falcón (cajista), Manuel Díaz Santana (linoti-pista), Manuel Díaz Suárez (cajista), José Juan Artiles Ramírez (maquinista), miss Terry Hill con un colaborador suyo, Juan Luis Babón González, José Juan Sosa Peraza (administrativo) y Gabriel Suárez León. mera de estas máquinas que se compró en la ciudad, si excep-tuamos a la prensa, que ya contaba con ellas. En realidad, el trabajo realizado con ella se denominaba «composición mecánica»; linotipia era una marca comercial que competía con intertype, otro art-ilugio que cumplía idénticas funciones. La decisión entre una marca y otra se basó en la rapidez de la entrega: linotipia en-tregaba con más celeridad su producto. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 33 El paso siguiente, por lo que a composición se refiere, fue dado con la fotocomponedora, hoy día ya muy superada pero que, en su momento, el año 1980, supuso un enorme avance cualitativo. Ofrecemos a continuación el desarrollo cronológico del taller de la imprenta a través de su maquinaria. Esto nos permitirá, juntamente, observar su adecuación a los cambios tecnológicos que se han ido produciendo en las técnicas de impresión: 1) H. Jullien Stfama, plana cilíndrica, de alimentación manual. Esta máquina figuraba en la adquisición del negocio, y estuvo en depósito hasta 1960, año en que fue retirada. Número: 8649. Alta: 1957. Compra inicial. Formato: 65x60 cm, luz de rama. (Por luz se entiende el ancho, mientras que rama alude a la superficie). Año de fabricación desconocido. Baja: 1960. 34 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE 2) Minerva de alimentación manual, sin tintero y con plato cilín-drico para entintado. Número: 2988126. Alta: 1957. Compra inicial. Formato: 29x40 cm. Año de fabricación desconocido. Velocidad: Entre 800 y 1.000 ejemplares/hora. Baja: 1963. 3) H. Jullien-Siemens. Plana cilíndrica de alimentación manual. Número: Jullien 8738. Siemens 2987149. Alta: 1957. Compra inicial. Formato: 90x80 cm. Año de fabricación desconocido. Velocidad: 800 ejemplares/hora. Baja: 1968. 4) Guillotina de pisante manual, luz de corte 76’5 cm. Tenía un volante superior para presionar el papel y un volante lateral para accionar el corte. Alta: 1957. Compra inicial. Baja: 1964. 5) Gelrruder-Brehmer. Cosedora a pedal. Alta: 1957. Compra inicial. Baja: 1964. 6) Perforadora manual de 40 cm de luz. Accionada a mano. Alta: 1957. Compra inicial. 7) Prensa para sacar pruebas. Actualmente, se halla expuesta en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, en Las Palmas de Gran Canaria. Alta: 1957. Compra inicial. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 35 8) Troqueladora manual. Alta: 1957. Compra inicial. 9) Minerva Hispania para impresión tipográfica, de alimentación manual. Número: 62337. Alta: 1958. Formato: 30x40 cm. Año de fabricación desconocido. Velocidad: Entre 800 y 1.000 unidades/hora. Baja: 1977. 10) Minerva Heidelberg para impresión tipográfica. Alimentación automática, mediante dos aspas. Número: 3258716. Alta: 1961. Formato: 26x38 cm. Año de fabricación: 1960. Velocidad: 4.600 ejemplares/hora. 11) Albert Original, plana cilíndrica, para impresión tipográfica (reconstruida). Número: 22122. Alta: 1963, aunque en el proyecto industrial figura en 1966. Formato: 50x45 cm. Año de fabricación desconocido. Velocidad: 5.000 ejemplares/hora. Baja: 1970. 12) Grapadora Bardolet, modelo 180. Automática, con grapado a motor. Número: 272. Alta: 1966, según el proyecto industrial. Año de fabricación: 1964. 13) Guillotina RPM Unipress, de corte y presión automáticos. Número: 80021. 36 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE Alta: 1964, aunque en el proyecto industrial figura 1966. Año de fabricación: 1964. 14) Minerva Grafopress para impresión tipográfica. Alimentación automática, mediante dos aspas. Inicialmente se adquirió por ser más barata; se había fabricado en Checoslovaquia y sufrió una seria avería a los pocos meses, siendo muy largo y lento el pro-ceso de reparación. Por ello, se optó por adquirir un modelo idéntico de fabricación alemana. Al poco tiempo, se cambió esta máquina. Alta: 1967. Formato: 26x38 cm. Año de fabricación: 1965. Velocidad: 4.600 unidades/hora. 15) Linotype, máquina de composición mecánica (linotipia), mo-delo 31, con 4 almacenes, 4 familias de matrices y 4 moldes. Número 681622. Alta: 1967. Año de fabricación: 1966. 16) Fundidora de plomo Schmid, modelo Piccolo. Máquina utili-zada para hacer las barras de plomo que se colgaban en el cri-sol de la linotipia. Alta: 1967. Año de fabricación: 1966. 17) Vulcanizadora Lord-3. Máquina utilizada para reproducir en grabado plástico los moldes de caja que se usarían en sucesivas repeticiones de tiradas, así como para la confección de sellos de caucho. Alta: 1967. 18) Heidelberg plana cilíndrica, de alimentación automática. Alta: 1969. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 37 Formato: 57x82 cm de luz de rama. Año de fabricación: 1968. Velocidad: 4.600 unidades/hora. 19) Heidelberg cilíndrica, de alimentación automática. Alta: 1970. Formato: 40x58 cm de luz de rama. Año de fabricación: 1970. Velocidad: 5.000 unidades/hora. En esta situación del taller, se produjo una trascendente re-volución en las técnicas impresoras, con la llegada del offset, que obligó a una transformación de todo el proceso de imprimir, que continúa en nuestros días. 20) Heidelberg, modelo GTO, rotativa. Alta: 1977. Formato: 32x46 cm. Año de fabricación: 1977. Velocidad: 8.000 unidades/hora. 21) Fotocomponedora Compugraphic, modelo Editwriter 7500. Estaba limitada a ocho familias de tipos. Alta: 1978. Año de fabricación: 1978. Baja: 1985. 22) Grapadora Bardolet, de 350x280 mm. 23) Perforadora E. Bickwell K.G. Heilbron HK 68. Alta: 1978. 24) Tube Victoria, modelo 500 M. Plegadora de dos estaciones. Alta: 1978. Formato: 78x115 cm. Baja: 1985. 38 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE 25) Troqueladora Velilla. Alta: 1978. 26) Embuchadora Supermatic 8 Kas. Alta: 1978. 27) Triumph. Vibradora. Alta: 1978. Formato: 47x64. 28) Reproquick, modelo KL-1. Cámara fotográfica ampliadora. Alta: 1978. Formato: 51x61 cm. 29) Kodak, modelo TF-1. Insoladora reversible. Alta: 1978. Baja: 1985. 30) Espagraf, modelo EP-20. Procesadora. Alta: 1978. Baja: 1985. 31) Houson Algraphic. Cámara fotográfica ampliadora. Alta: 1978. 32) Nyloprint Basf. Conjunto de insoladora, lavadora, caladora y secadora. Alta: 1978. El taller se mantuvo prácticamente con esta maquinaria has-ta el año 1984, fecha en que se produce el traslado a las nue-vas instalaciones en El Sebadal. 31) Compugraphic, modelo MCS-5000. Esta máquina sustituye al modelo Editwriter. Como limitación, tenía el no poder hacer curvas. Alta: 1985. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 39 32) Plegadora Stahl. Sustituye a la Tube Victoria. Número: 27910. Alta: 1985. 33) Insoladora Posipress. Sustituye al modelo Kodak. Alta: 1985. 34) Procesadora Gevaset. Sustituye al modelo Spagraf. Alta: 1985. 35) Rotativa automática Aurelia. Alta: 1985. Formato: 48x68. Año de fabricación: 1985. Velocidad: 6.000 unidades/hora. Baja: 1990. 36) Heidelberg, rotativa, modelo GTO 52. Alta: 1987. Formato: 36x52 cm. Año de fabricación: 1987. Velocidad: 7.500 unidades/hora. 37) Guillotina Polar, modelo 92 EMC. Número: 561184. Alta: 1988. Año de fabricación: 1987. 38) Rotativa Heidelberg modelo SORM. Alta: 1988. Formato: 52x74 cm. Año de fabricación: 1988. Velocidad: 12.000 unidades/hora. Baja: 2003. 40 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE 39) Procesadora de planchas Houson Algraphic SM. Alta: 1988. 40) Rotativa Heidelberg GTUV, 4 colores., en cuatro cuerpos. Alta: 1990. Formato: 36x52 cm. Año de fabricación: 1990. Velocidad: 8.000 unidades/hora. Macintosh transforma el proceso de fotocomposición en 1990. En ese momento, el taller de la imprenta se adapta, adquirien-do un completo conjunto de ordenadores, filmadora, etc. Se trabajaba en papel fotográfico, en el que se reproducían las galeradas. La filmadora sólo trabajaba en recto y las curvas ha-bía que trazarlas en el montaje. Este tipo de maquinaria se ca-racterizó, como todos los avances en electrónica, por su pronta obsolescencia, ya que, con rapidez, aparecían, y a aparecen, nuevas máquinas que superan con creces los rendimientos y economías de las de la generación precedente. El equipamiento contaba con cinco estaciones de trabajo, con sus correspondientes hardware y software y los siguientes complementos: 42) Scanner HP, modelo Scanjet Plus, de apoyo horizontal de pa-peles. Resolución óptica de 300 p.p.p. Alta: 1990. Formato: A4. 43) Impresora de pruebas LaserWriter IINTX. De suma rapidez, ya que alcanzaba hasta cuatro veces la velocidad de impresoras normales. Alta: 1990. 44) Filmadora Linotronic, modelo 330 + RIP 30. Alta: 1990. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 41 45) Filmadora ACCUSET, modelo 1200. Supuso un gran avance, pues permitía obtener las páginas ya montadas completamente. Alta: 1994. 46) Heidelberg Speedmaster, rotativa. Alta: 2003. Formato: 52x74 cm. Año de fabricación: 1998. Velocidad: 15.000 unidades/hora. 47) Agfa CTP, directo plancha. Este sistema cambia todo el pro-cedimiento en el laboratorio. El montaje deja de hacerse manual-mente para ser realizado en el ordenador, produciendo directa-mente la plancha que se ha de colocar en la máquina impresora. Alta: 2005. 48) Impresora Agorjet Type Vega. Número: 200480038. Alta: 2008. Formato: 50x50 cm. Año de fabricación: Velocidad: Depende de las aplicaciones que se utilicen, pues esta máquina tiene capacidad para imprimir sobres, impresos, utili-zar numeraciones especiales, realizar microperforados, perfora-dos y semicortes, etc. 4 EVOLUCIÓN DEL PERSONAL En la siguiente tabla se ofrece una visión de la evolución del personal desde 1957 a la actualidad. Hay que tener presentes algunas consideraciones. En primer lugar, que las cifras que se indican expresan el número de personas que han trabajado en/ para la imprenta en ese período, pero no implica que lo hayan hecho de forma simultánea y de manera ininterrumpida. Un 42 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE ejemplo claro lo tenemos en los manipuladores, encargados de preparar el material impreso para su entrega; su tarea depende en gran medida del volumen de dicho material y de la posibili-dad de que la labor se pueda mecanizar, es decir, que, total o parcialmente, pueda ser realizada por algún tipo de máquina. Es conveniente, así mismo, advertir que, en el grupo de personas que figuran en administración, está incluido el personal directi-vo, el jefe de organización de taller y alguna otra persona que, sin desarrollar estrictamente una tarea administrativa, sí se puede asimilar de alguna manera a ella. Igualmente, hay que destacar cómo la tabla muestra la aparición de nuevas tecnologías y he-rramientas que hace que surjan nuevas especialidades en el tra-bajo de imprenta. 5 CLIENTES Más adelante nos referiremos a ellos al comentar la base de datos del catalogo de publicaciones llevadas a cabo por Pérez Galdós. Hablamos aquí de cómo se fue modificando la tipología de trabajos encomendados a la imprenta. 1957- 1960- 1966- 1971- 1976- 1981- 1986- 1991- 1996- 2001- 2006- 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2008 a 4 5 12 11 9 8 7 9 10 9 8 b 2 4 8 6 4 5 5 6 4 3 6 c 2 5 10 6 4 d 4 10 17 15 8 8 11 7 7 6 5 e 5 5 5 3 f 1 1 2 1 1 1 g 5 5 7 5 5 5 h 12 24 52 44 30 29 29 31 27 24 25 Fuente: Archivo de la empresa. Elaboración propia. Claves: a) Administración; b) Maquinistas; c) Cajistas; d) Manipuladores; e) Linotipistas; f) Auditores / asesores; g) Fotocomposición y diseño; h) Totales. TRABAJADORES DE LA IMPRENTA LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 43 José Juan Artiles Ramírez y detrás, en la otra máquina, Juan Luis Babón González. José Herrera Rodríguez trabaja en la Minerva de alimentación manual, en la que la anterior propietaria imprimía su periódico diario. Detrás de la máquina, Gabriel Suárez León 44 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE En sus inicios, fueron los impresos los que predominaban, así como las etiquetas para las cajas de tomates destinados a la exportación. Entre los impresos, figuraban papel con membre-tes para cartas, albaranes, facturas, tarjetas de visita, etc.; hay que citar aquí la aparición del papel autocopiativo, que, aunque pro-ducía un enorme desgaste en las planchas impresoras, supuso un ahorro y una comodidad para la confección, por parte de las empresas, de documentos que llevaran copias, evitando así el engorroso uso del papel carbón. También el turismo creciente aportó fuente de trabajo para la imprenta; la confección de folletos de todo tipo para las empresas relacionadas con este subsector constituyó una parte importante de la producción impresa: propaganda, tarifas de coches de alquiler, cartas de restaurantes, comandas, planos de la isla, etc. Un inicio moderado tuvo la producción de libros y revistas, hasta que, a finales de la década de los setenta e inicios de los ochenta se produjo un notable incremento de este tipo de tra-bajos. La aparición de la informática y la electrónica supuso una importante revolución en el sector de las artes gráficas. Pero no sólo en ellas: también en el de las empresas. Para las primeras, los novedosos sistemas de impresión y tareas anexas comporta-ron una mayor agilidad en los procesos y rapidez en la produc-ción; pero, también, la búsqueda de nuevos trabajos que ocu-paran el lugar de aquellos encargos que realizaba el empresariado insular y que hoy día, gracias a sus propios ordenadores, conse-guían una mayor autonomía, al permitirle aquellos y sus impresoras personales realizar sus propios impresos, en diferen-tes formatos y tipos, en el momento en que los necesitaran; así, una carta, una factura, un albarán, se realizan en las propias empresas, obteniendo el papel con su membrete y el texto que se ha de incorporar a él. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 45 6 LAS IMPRENTAS EN EL ÁMBITO INSTITUCIONAL Jordé, en el Diario de Las Palmas (24 de agosto de 1955), se hace eco de las estadísticas del Anuario de artes gráficas, donde figuran 44 empresas dedicadas a imprimir en la provincia de Las Palmas y 40 en la de Santa Cruz de Tenerife. Una de ellas, aunque no figurase aún con su actual denominación ni fuese propiedad de sus dueños de hoy, era la Pérez Galdós. En la Matrícula industrial de la Cámara de Comercio, Indus-tria y Navegación de Las Palmas, conservada en su archivo, fi-guran treinta y seis imprentas en el año 1958, alguna menos que tres años antes, según se refleja en el siguiente cuadro: PROPIETARIO / NOMBRE DIRECCIÓN 19551958 Agustín Alzola González Corvo Peregrina, 4 * * Ventura Dávila (¿Ávila?) Guedes Fuente, 3 * * Antonio Jiménez Rodríguez General Vives, 72 * * Emilio Martínez Robaina Triana, 87 * * Soledad Martínez Suárez Perojo, 41 * * Camila Navarro Díaz Perdomo, 12 * * Alejandro Navarro Mazzotti Domingo J. Navarro, 5 * * Arturo Ponicke (¿Penichet?) Platzer Perdomo, 3 * * Saavedra y Cía. Ltda. La Naval, 225-227 * * Ceferino Artiles Sánchez General Bravo, 27 * Aquilino Díaz Quevedo Alfredo L. Jones, 7 * * José Doreste Morales Espíritu Santo * * Nicolás García Navarro Perdomo, 10 * Diego Miranda Pérez Perdomo, 10 * Imprenta Atenea Ferreras, 5 * * Imprenta Lezcano Pérez Galdós, 81 * Hijos de Rafael L. Avellaneda Herrería, 8 * Juan R. Jiménez Betancor Perdomo, 7 * * Juan Jiménez Santana Perdomo, 12 * Soledad y María Martínez Suárez Perojo, 41 * IMPRENTAS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1955-1958) 46 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE PROPIETARIO / NOMBRE DIRECCIÓN 19551958 José Mena Rodríguez Domingo Guerra del Río, 5 * * Sebastián Navarro Jiménez (¿Jáimez?) Colón, 5 * María Jáimez, Vda. de Navarro Colón, 5 * José Ortega Bolaños Alfambra, 41 * * Josefa Peñate Suárez Cano, 27 * Carmen Pérez Azofra Triana, 74 * * Carmen Pérez Azofra F. Gourié, 63 * * Carlos Pérez Carló Viera y Clavijo, 2 * * Manuel Rivero Sánchez General Vives, 48-49 * * Antonio Sánchez Panasco Cano, 40 * * Carlos Sánchez Rossi Triana, 81 * * Sila Santana (¿Santos?) García Carvajal, 67 * * José Santana Martín Cebrián, 19 * * Pedro Santana Padilla San Justo, 4 * * Domingo del Toro Santana Armas, 2 * * Agustín Vizcaíno Guedes Mayorazgo, 13 * Diario Falange Venegas, 66 * * Miguel Ángel Espino Arbelo León y Castillo, 18 * Antonio Junco Toral Buenos Aires, 36 * Jorge Navarro Jiménez Colón, 5 * Bonifacio Hernández Gil León y Castillo, 117 * El asterisco (*) señala la existencia de la imprenta en el año que se indica. Fuente: elaboración propia. Es probable que la de Antonio Junco Toral, situada en la calle de Buenos Aires, 36, actualmente 38, fuese la que definitivamente pasó a ser la Pérez Galdós. La otra imprenta situada en la calle Pérez Galdós, la de Pedro Lezcano, pasó a situarse en el paseo de Tomás Morales, al cambiar la denominación de esta vía a partir de la transversal Bravo Murillo. Los nombres de los titulares que figuran en la matrícula in-dustrial de la Cámara de Comercio no dejan traslucir la deno-minación de varias imprentas que han dado, y dan, lustre al arte de imprimir en la capital grancanaria. Así, por ejemplo, la situada LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 47 en General Vives, 72, fue la llamada La Luz, dedicada muchos años a trabajar para un banco local, cuya desaparición la arras-tró posteriormente; la de Triana, 87 es, con bastante probabili-dad, la High-Life, y la de Perojo, 41 fue la conocida como Martínez y, posteriormente, Marcelo. El Sol se llamaba la ubicada en el número 5 de la calle Domingo J. Navarro y Arpa la de General Bravo, 27. La de la calle Alfredo L. Jones, 7 parece ser la ante-cesora de la Santa Catalina; la de Herrería, 8 fue, con bastante probabilidad, la Imprenta Avellaneda; en Perdomo, 7 se halla-ba, muy posiblemente, la Isla del Sol, y en Domingo Guerra del Río, 5 la imprenta San Nicolás, antecesora de la actual10. Izquierdo era la de Triana, 74, Carló la de Viera y Clavijo, 2, España la de Cano, 40, y es muy probable que la Rexachs fuera la situada en Triana, 81. Arteara es la de Cebrián, 19; Gráficas del Toro la de Armas, 2; y es probable que Gráficas Carval fuera la instalada en Mayorazgo, 13. La que aparece en León y Castillo, 117, a nombre de Bonifacio Hernández Gil, es, con mucha probabili-dad, Fotograbado Arte, actividad incluida en aquella época en el mismo epígrafe que las imprentas. Las imprentas, siendo industrias, dependían del ministerio del mismo nombre, que se encargaba de realizar frecuentes inspec-ciones y de controlar las maquinarias que cada una tenía regis-tradas. La importancia de este control radicaba en que los im-puestos que tenían que pagar se calculaban justamente por máquinas. A tal fin, cada año, la superioridad determinaba el importe que el sector tenía que tributar; intervenía entonces el correspondiente Sindicato de Artes Gráficas, que era el encar-gado de determinar qué parte de aquel importe correspondía a cada empresa en función de la maquinaria de que disponía. Y el listado de empresas en activo lo aportaba el Ministerio de 10. En aquellos años se fijó una importante cantidad de dinero como con-dición para poder abrir un nuevo taller de imprenta, lo que motivó que quienes desearan instalar una, optaran por adquirir la licencia y nombre de alguna ya en activo que deseara cesar en la actividad. 48 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE Industria. Una forma frecuente de aliviar esta carga impositiva era aplicar el mayor peso gravatorio sobre máquinas de empre-sas que, aun figurando en el censo oficial, los integrantes de la comisión del sindicato sabían perfectamente que se hallaban cerradas e inoperantes, trasladando a ellas la mayor carga tributaria, y al ministerio la tarea de tratar de localizar una imprenta que ya había dejado de existir. Esta comisión del sindicato tenía también funciones de ins-pección a la vez que era la encargada de elaborar el convenio colectivo del sector, aunque, en ocasiones, se trataba más de una actuación «de derecho» que «de hecho», como aconteció cuan-do, tras algunas semanas discutiendo los pormenores del conve-nio, llegó éste redactado desde «arriba»; al cuestionar los comi-sionados qué sentido tenía entonces el haber mantenido sus reuniones de trabajo, se les informó de que era necesario «pa-sar el tiempo mientras le daban forma» al convenio. 7 MARCO LEGAL DE LAS IMPRENTAS: CENSURA, PIE DE IMPRENTA Y DEPÓSITO LEGAL 7.1 LA CENSURA Pese a lo peregrino que pudiera parecer, el marco legal prin-cipal que afectaba a las imprentas era la ley de 26 de julio de 1883, publicada en la Gaceta de Madrid del lunes 30 del mis-mo mes. Recogía esta disposición en su articulado una serie de definiciones que han perdurado a lo largo de los años, casi sin variación, al menos hasta el decreto de 31 de marzo de 1966. Dice así: Se entiende por periódico toda serie de impresos que salgan a luz con título constante una o más veces al día, o por intervalos de tiempo regulares o irregulares que no excedan de 30. Los su- LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 49 plementos o números extraordinarios serán comprendidos en esta definición a efectos de la ley. Se entiende publicado un impreso cuando se hayan extraído más de seis ejemplares del mismo del establecimiento en que se haya hecho la tirada. Los carteles se entenderán publicados desde el momento en que se fije alguno en cualquier paraje público. La publicación del libro no exigirá más requisito que el de llevar pie de imprenta. Este mismo requisito se llenará en todo folleto y además el de depositar en el Gobierno de provincia, o en la Delegación espe-cial gubernativa, o Alcaldía de la población en que vea la luz, tres ejemplares del mismo en el acto de la publicación. Los mismos requisitos se llenarán al publicar una hoja suel-ta o cartel y además presentará el que los publique una decla-ración escrita y firmada que comprenda los particulares siguientes: 1.o El nombre, apellidos y domicilio del declarante. 2.o La afirmación de hallarse éste en el pleno uso de los dere-chos civiles y políticos. No será necesaria esta declaración para la publicación de hojas o carteles de anuncios o prospectos exclusivamente comerciales, artísticos o técnicos. Más adelante detalla que serán clandestinas aquellas publica-ciones que no cumplieren con estos requisitos11. Esta situación 11. El decreto de 1966 modifica el número de páginas mínimo para que un impreso sea considerado libro, estableciéndolo en cincuenta, sin contar las cubiertas. Definición también modificada por el decreto de 1966, que fija para los folletos un mínimo de cuatro páginas y hasta cincuenta. En 1966, el decreto fija en cuatro páginas el tope para que un impreso sea considera-do hoja suelta. Por su parte, el decreto de 1966 dice que cartel es «toda publicación unitaria impresa por una sola cara y que sirva a fines de propa-ganda o publicidad». La normativa de 1966 actualiza esencialmente esta de-finición, estableciendo que «se entiende por publicaciones periódicas las que con un contenido informativo o de opinión normalmente heterogéneo se impriman bajo un mismo título y en serie continua con numeración correlativa y fecha de 50 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE se mantuvo estable casi en su totalidad, pues la censura hizo acto de presencia ya desde el mes de diciembre de 1936, cuando el decreto de 23 de diciembre, publicado en el Boletín de la No-chebuena, determinaba que: Se declaran ilícitos la producción, el comercio y la circulación de libros, periódicos, folletos y toda clase de impresos y grabados pornográficos o de literatura socialista, comunista, libertaria y, en general, disolventes. Un cajón de sastre en el que podía caber una parte impor-tante de la actividad impresora y editora. Y al que se incorpo-raría, poco después, otro decreto, esta vez de 29 de abril de 1938, que, junto a un más estrecho planteamiento de la censura pre-via, argüía la necesidad de vigilar qué se imprimía por razones económicas, ya que, dada la escasez de papel, no se podía éste malgastar dando a la luz originales poco útiles: La presentación de originales para que se autorice su impre-sión en España se hará indefectiblemente antes de que ésta se verifique, bajo la responsabilidad solidaria de autores y editores. El organismo encargado de la censura podrá denegar la autori-zación de impresos, no sólo por razones de índole doctrinal, sino también cuando se trate de obras que, sin estimarse necesarias ni insustituibles, puedan contribuir en las actuales circunstancias de la industria del papel a entorpecer la publicación de otros impresos que respondan a atenciones preferentes. De manera un tanto forzada, los artículos 12 y 13 del de-creto de 11 de julio de 1957, regulador del requisito de pie de imprenta, refuerzan el sistema de censura previa, estableciendo taxativamente que publicación y aparezcan con periodicidad regular determinada y con propósito de duración indefinida». LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 51 ninguna imprenta podrá proceder a la impresión o estampación de originales si no constase en ellos la previa autorización perti-nente cuando según las disposiciones en rigor [sic] sea ésta pre-ceptiva, incurriendo en falta grave la imprenta por la simple impresión, aun sin distribución, cuando no se hubiere cumplido este requisito administrativo. Esta situación de censura previa se prolongó a lo largo del tiempo, correspondiendo, en ocasiones, a los impresores la soli-citud de autorización para imprimir. En Las Palmas de Gran Canaria, esta censura se efectuaba en la calle Cano, en edificio que hoy ocupan dependencias del Cabildo Insular, entre ellas, su librería. La norma era que un original entregado tardaba un día por cada cuarenta y ocho páginas de texto para recibir el resultado de la supervisión. Ocasionalmente, no se rechazaba la totalidad de la obra, sino palabras, líneas o párrafos que venían debidamente tachados. El impresor, en este caso la Imprenta Pérez Galdós, comunicaba al autor las incidencias por si había algo que modificar en cuanto a sintaxis, etc. La censura perduró, al menos oficialmente, hasta la publica-ción en el BOE de la Ley 14/1966, de prensa e imprenta. Su ar-tículo tercero dice así: De la censura.—La Administración no podrá aplicar la cen-sura previa ni exigir la consulta obligatoria, salvo en los estados de excepción y de guerra expresamente previstos en las leyes. Esta disposición queda matizada por «lo que dice», que no «lo que pone» el artículo cuarto de la precitada ley: Consulta voluntaria.—Uno. La Administración podrá ser con-sultada sobre el contenido de toda clase de impresos por cualquier persona que pudiera resultar responsable de su difusión. La res-puesta aprobatoria o el silencio de la Administración eximirán de responsabilidad ante la misma por la difusión del impreso sometido a consulta. 52 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE 7.2 PIE DE IMPRENTA El pie de imprenta, sin embargo, sí se ha mantenido más estable desde aquella primera disposición legal del año 1883. Ya allí se especificaba que su ausencia convertiría en clandestino, y por consiguiente sujeto al código penal, cualquier tipo de impreso. Sin citarlo expresamente, el decreto de 23 de octubre de 1938 establece que «deberán llevar la indicación del nombre del impre-sor o del productor, la del lugar de su residencia y la cifra íntegra del año de la creación o de la edición de la obra». Esta situación se mantuvo inalterada hasta el 11 de julio de 1957, fecha del decreto del Ministerio de Información y Turis-mo que regula todo lo relacionado con el pie de imprenta. La disposición normativa, con muy buen criterio, comienza definiendo qué se entiende por pie de imprenta: la consignación en aquéllos [los impresos] del nombre y empla-zamiento del taller mecánico en que hayan sido elaborados, así como la localidad y año de la impresión. El articulado de este decreto se detiene posteriormente en especificar dónde ha de tener cabida el requisito que regula y qué impresos se hallan exceptuados de la normativa. Y, por su-puesto, termina declarando clandestinos los que no cumplan con lo preceptuado, distribuyendo la responsabilidad penal, por este orden, a la imprenta, a quienes hicieron el encargo del trabajo o resultaran directamente beneficiados de ellos y, finalmente, a quienes los hubiesen repartido. Poco después, en 1959, una orden de 21 de julio, del Minis-terio de Información y Turismo, implanta la asignación de un número de orden a las publicaciones editadas en España o im-portadas del exterior, número que pasa a formar parte del cuerpo del pie de imprenta. Finalmente, la Ley de prensa e imprenta, de 18 de marzo de 1966, en su artículo once, recoge todo lo ex-puesto sobre este extremo y lo mantiene en vigor, completan- LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 53 do la normativa referida a este punto en el decreto 751, de 31 de marzo de dicho año, sin que falte la expresa alusión a los impresos considerados clandestinos por no cumplir este requi-sito, así como las responsabilidades administrativas de quienes incumplan lo establecido. 7.3 DEPÓSITO LEGAL Las disposiciones relativas al depósito legal datan del siglo XVIII, cuando Felipe V crea la inicialmente llamada Librería o Biblio-teca Real, germen de lo que posteriormente sería la Biblioteca Nacional. Desde entonces y hasta los años en que se crea la Imprenta Pérez Galdós, no parece que tales disposiciones se cumplieran de manera rigurosa, como prueba el alto número de circulares, órdenes y decretos que emiten los diferentes gobier-nos reclamando su más puntual cumplimiento: 1716, 1761, 1762, 1788, 1793, 1802, 1812, 1837, 1841, 1843, 1847, 1879, 1896, 1938, etc. En 1958, fecha próxima a la creación de la imprenta, la úl-tima norma dictada y, por ende, vigente, era el decreto de 14 de julio de 1955. Se trata de un texto breve de tan sólo tres artículos y dos disposiciones finales. Prácticamente, lo que vie-ne a decir es que el depósito legal se efectuará de conformidad con lo establecido en la ley de 10 de enero de 1879 y el decre-to de 13 de octubre de 1938 y que el Ministerio de Educación Nacional dictaría el necesario reglamento; un reglamento que no vino a las páginas del BOE hasta el 20 de enero de 1958: el decreto de 23 de diciembre de 1957, al que nos referiremos más ade-lante. La ley de 1879, referida a la propiedad intelectual, es la que, en su artículo 34, obliga a los autores a depositar tres ejem-plares de sus obras: uno para la biblioteca en que se deposita, otro para el Ministerio de Fomento y el tercero para la Biblio-teca Nacional. Es el decreto de octubre de 1938 el que más ampliamente trata de este tema. 54 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE Nos interesa aquí hablar del depósito que obliga al impresor o productor, no de aquel al que están obligados el autor o el editor. El artículo quinto especifica que el impresor depositará un ejemplar de los impresos que realice en la biblioteca del Estado en su provincia y que este depósito se llevará a cabo dentro del mes a contar de la terminación de la tirada. Este depósito iría acompañado por una declaración, cómo no, por triplicado, fe-chada y firmada, en la que constaría el título de la obra, el asunto, si era una estampa o foto, el nombre del autor o autores, el número de ejemplares de la tirada, el nombre y dirección del editor y la fecha de terminación de la tirada. El destino de cada una de las copias de la declaración era: el impresor, la bibliote-ca en que hubiese hecho el depósito y la Biblioteca Nacional. Así las cosas, cuando en 1958 la Imprenta Pérez Galdós co-menzaba su andadura, el reglamento al que antes aludíamos estaba recién entrado en vigor. En él se especifica que, prácticamente, la totalidad de la producción de una litografía estaba sometida a esta normativa: libros, periódicos, folletos, estampas, grabados, carteles, naipes, tarjetas postales ilustradas, mapas, etc. etc. Y es el impresor uno de los sujetos obligados a realizar el depósito. ¿Cuál era la mecánica? Dice el decreto: Cuando una obra cualquiera esté próxima a su terminación, el impresor solicitará de la Delegación del Servicio de Depósito Legal competente la asignación de número de Depósito, que le será facilitado en el acto, dentro del horario de servicio establecido. Una vez asignado número de Depósito, la obra deberá estar termina-da y publicada dentro del plazo de tres meses naturales. [...] Dentro del plazo de treinta días siguientes a la terminación de la obra, el solicitante entregará en la delegación correspondiente los ejem-plares completos y en perfecto estado. Podría darse el caso de que el impresor superara los tres me-ses de plazo previstos, en cuyo caso se podía solicitar una prórro-ga o renunciar al número asignado. Son tres los ejemplares a en- LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 55 tregar, uno por cuenta del impresor y dos por la del editor; y no podía faltar la correspondiente declaración por triplicado, que in-cluía, entre otros datos, además de los ya indicados, la fecha de comienzo de la distribución, el precio de venta, formato en cen-tímetros, número de páginas, número de volúmenes de la obra, etc. Esta normativa vino a ser ratificada, con ligeras modificacio-nes, por la Ley de prensa e imprenta de marzo de 1966, cuyo artículo doce expresa: antes de proceder a la difusión de cualquier impreso sujeto a pie de imprenta, deberán depositarse seis ejemplares del mismo con la antelación que reglamentariamente se determine, que nunca podrá exceder de un día por cada cincuenta páginas o fracción. En aquellas fechas, las oficinas del Depósito Legal se encontra-ban en la Biblioteca Pública ubicada en la plaza de la Constitución. 8 PUBLICACIONES 8.1 MONOGRAFÍAS La imprenta Pérez Galdós fue de las primeras en abordar la impresión de libros en Gran Canaria. Un trabajo que, tal como se ha dicho, se vio facilitado con la adquisición de la linotipia. El gran boom de la producción editorial se produce a partir de la década de los setenta, con la instauración de la democracia. Un problema adicional con que contaba la producción libresca en la isla era la carencia de un taller de encuadernación en una escala industrial. Esta dificultad se trataba de paliar con el siste-ma de pegado del libro; algo que, por lo general, finalizaba con una caída de las hojas que no soportaban el que el libro fuese abierto de forma que facilitara su lectura. Esta imprenta logró una fór-mula para la cola de pegado que evitaba esta perniciosa situación que tanto quebradero de cabeza proporcionó a los lectores. 56 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE Como anexo de este artículo, figura una relación de monografías hechas por la imprenta Pérez Galdós desde sus inicios hasta el mes de junio del año 2008. Es probable que falte alguna, ya que las prisas del día a día y los traslados han podido ocasionar el extravío de alguna obra. De todas formas, el número de las re-gistradas es importante. Todas las publicaciones recogidas han sido consultadas en los archivos de la empresa. Para su tratamiento, se han incluido en una base de datos que comprendía los siguien-tes apartados: autor, título, editor, prologuista, ilustrador, fotó-grafo, año de edición, dimensiones, número de páginas, si per-tenece a una colección, la materia, el ISBN y un apartado de observaciones para aquellas incidencias no recogidas en los apar-tados anteriores y que pudieran resultar de interés. A efectos prácticos, en este anexo sólo figuran el autor, el título, el editor y el año de edición. De los autores, hemos de significar que el más prolífico es Lázaro Santana, con obras propias e innumerables comentarios en catálogos de arte; pero también aparecen frecuentemente Rafael Santana Ro-dríguez, José María Millares Sall, Alfredo Herrera Piqué, Juan Lafo-ret Díaz, Fernando Báez, Ángeles Alemán, Juan Manuel Duche-ment, Víctor Ramírez, Rafael Franquelo, José Miguel Alzola, etc. En cuanto a las editoras, las más representativas son la Caja Insular de Ahorros de Canarias, el Gobierno de Canarias, el Colegio de Abogados de Las Palmas, El Museo Canario, Edirca, Ultramarino, el Centro Teológico, la Fundación Canaria Mapfre Guanarteme y los cabildos insulares de la provincia de Las Pal-mas, especialmente el de Gran Canaria, así como los ayuntamien-tos, en especial, los de Las Palmas de Gran Canaria, Teror, Arrecife, Teguise, Telde, Arucas, etc., destacando particularmente aquellas publicaciones costeadas por su autor que, en algún caso, llega a crear su propia empresa editora para las obras de su creación. Por lo que se refiere a las dimensiones y el número de pági-nas, la variedad es muy grande. Abundan, eso sí, las medidas adecuadas a formatos que se corresponden con un estándar que, adaptado a las posibilidades de impresión de la maquinaria, redun- LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 57 dara en un menor costo por ahorro en consumo de papel. El número de páginas varía enormemente; hay libros que cuentan con varios cientos y folletos que no superan las ocho, mientras que abundan los catálogos con entre veinte y cuarenta páginas. No todas las monografías cuentan con ISBN; las hay que, de-biendo llevar este dato, carecen de él, mientras que otras que por sus dimensiones están exentas de este requisito, sin embar-go, lo llevan. Cuestión aparte es el depósito legal, dato no reco-gido en este trabajo; e importante, ya que hay ejemplares, en-tre los más antiguos, que carecen de toda referencia, por lo que su existencia corre peligro de pasar desapercibida. En cuanto a la materia, se han clasificado las obras con arre-glo a una sencilla tabla, acorde con el contenido habitual de los trabajos que se imprimen en la ciudad. Sus apartados, ordena-dos alfabéticamente, son: MATERIA CANTIDAD MATERIA CANTIDAD Actas 22 Fotografías 2 Agendas 4 Geografía 1 Agricultura 2 Guías 61 Anuarios 3 Historia 85 Arquitectura 2 Humor 1 Arte 9 Índices 1 Autoayuda 2 Literatura 8 Biografías 10 Manuales 60 Biología 1 Memorias 26 Botánica 8 Música 5 Catálogos 247 Narración 106 Deportes 9 Ornitología 1 Derecho 7 Pedagogía 1 Documentos administrativos 16 Poesía 178 Ecología 4 Política 2 Economía 30 Psicología 2 Empresas 2 Religión 13 Ensayo 30 Salud 15 Etnografía 14 Sanidad 2 Filosofía 2 Sociología 12 Fuente: Archivo de la empresa. Elaboración propia. MATERIAS DE LOS TRABAJOS PUBLICADOS 58 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE Como se ve, se trata más bien de una forma sencilla de se-parar algo los contenidos que hemos encontrado. De toda esta producción, son los catálogos los más abundantes, seguidos de los libros de poesía y las obras narrativas; estos tres bloques constituyen más del 50 % de las obras impresas. 8.2 PUBLICACIONES PERIÓDICAS Las publicaciones periódicas realizadas por esta imprenta merecen un comentario aparte. En principio, reseñamos todas aquéllas de las que hemos localizado en sus archivos al menos un número. E indicamos sólo aquéllos de los que tenemos cons-tancia de que han salido de sus máquinas. ABD: boletín informativo de bienestar social. Editado por el Ca-bildo Insular de Gran Canaria, en formato UNE A4, sólo hemos podido consultar el número 1, aparecido en noviembre de 1984. Aguayro. Editada por la Caja Insular de Ahorros de Canarias desde el año 1970. En formato UNE A4 y un promedio de 48 pági-nas, varias de ellas a color, la Imprenta Pérez Galdós se hizo cargo de su impresión, ininterrumpidamente, desde el número 155 del año 1984 hasta el 220 en 2001. Comenzó siendo mensual, aun-que su periodicidad ha sufrido diversos cambios. ISSN: 0212-5021. Almogarén. La edita el Centro de Estudios Teológicos de Las Palmas de Gran Canaria, en formato 25x17. Con ISSN 1695-2669, algún número ha aparecido con ISBN 84-600-7025-5. Hemos podido manejar los siguientes números (entre paréntesis, el año de aparición): 1 y 2 (1988); 3 y 4 (1989); 8 (1991); 9 (1992); 13 (1994); 15, 16 y 17 (1995); 18 y 19 (1996); 20 y 21 (1997); 25 (1999); 26 (2000); 28 y 29 (2001); 30 y 31 (2002). Anuario. Lo edita el Colegio de Abogados de Las Palmas. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 59 Aturuxo. Se trata de un boletín editado por la Casa de Galicia de Las Palmas de Gran Canaria. El formato es de 28’5x21 cm. Hemos encontrado los ejemplares correspondientes a los números 16 y 17, de los años 1987 y 1988 respectivamente, así como el 20 y 21, de 1992. Beñesmén: revista oficial de la Federación de Juego del Palo Canario (FEJUSPAL). De esta publicación, sólo hemos podido manejar el número 0, de 1988, y el número 1, aparecido en 1999. Lo edita la citada federación y sus medidas son 24x17 cm. Blanco. Editada por El Almacén, con formato 24x16’5, sólo hemos podido consultar un número correspondiente a 1979. Boletín de estadística socioeconómica. Lo edita el Centro de Investigación Económica y Social de Canarias (CIES), de La Caja de Canarias, en formato de 26x19. Sólo hemos localizado, en los archivos de la imprenta, el número 1, correspondiente a 1986. Boletín informativo. En este caso, publicado por el ayuntamiento de Teror, en formato 29’7x21 cm. Hemos examinado el núme-ro 2, correspondiente a marzo de 1993. Boletín oficinal de la Diócesis de Canarias. Tiene un formato de 23’5x16 centímetros. El único número que hemos podido ma-nejar en el archivo de la imprenta es el número 6, año CX, co-rrespondiente a julio-octubre de 1975. En dicho número se in-sertan los comunicados oficiales del obispado y el gobierno ci-vil en torno a la celebración de la polémica asamblea del estu-dio sociopastoral, celebrada en aquellas fechas. Botánica macaronésica. Editada por el Jardín Botánico Viera y Clavijo, del Cabildo Insular de Gran Canaria, en formato 21x15’5 y también 29x21’7. Los números tratados son: 4 (1977); 60 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE 5 (1978); 6 (1979); 7 (1980); 8 (1981); 9 (1982); 16 (1988); 17 y 18 (1989); 19 y 20 (1992); 21 y 22 (1995); 24 (2003); 25 (2004); 27 (2008). Bulletin. Lo publica la Association pour l’Étude Taxonomique de la Flore d’Afrique Tropicale (AETFAT), en formato 20’5x15’5. Su secretariado estuvo en el laboratorio de botánica del Cabil-do Insular de Gran Canaria. Hemos podido ver en el archivo de la imprenta los números 25, 26, 27 y 28, correspondientes a los años 1975, 1976, 1977 y 1978. Cacería canaria: revista de la Sociedad de Cazadores de Gran Canaria. Publicada por esta sociedad, sólo hemos podido ma-nejar su primer número, en formato UNE A4, aparecido en oc-tubre de 1991. Calendarios. Es una actividad típica de las imprentas en ge-neral, a la que no es ajena la Pérez Galdós. Especial mención merecen, por su importante aportación a la historia del arte en Canarias, los que La Caja de Canarias dedicaba a artistas de las islas, de los que algunos salieron de las impresoras de esta em-presa que estudiamos. También se debe destacar el suyo propio, que posee la especial característica de recoger las fiestas locales de los municipios insulares. Canary islands sun, The. Aunque no hemos manejado ningún ejemplar, sabemos que se trata de un periódico en inglés, que editaba la norteamericana Terry Hill. Al tratarse de una publi-cación en otro idioma, la imprenta tuvo que contratar a un cajista especializado, que pudiera trabajar con esta lengua. En su con-fección se utilizaba la linotipia cuando ésta fue adquirida en torno al año 1968. Se comenzó a editar en 1962/63 y se imprimió en Pérez Galdós hasta 1967, aproximadamente, momento en que los editores cambiaron de empresa; retornó nuevamente a esta imprenta en ese mismo año. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 61 Centro. Se trata de un boletín, editado por la Unión de Cen-tro Democrático, UCD, en formato UNE A4. Sólo hemos podido ver el número 0 y el número 1, aparecidos ambos en 1981. Coyuntura canaria: boletín mensual de estadística. Editado por el Centro de Investigación Económica y Social de Canarias (CIES) de la Caja Insular de Ahorros de Canarias. En formato 26x19, su ISSN es 0212-5048. Hemos manejado los siguientes núme-ros: 3 y 4 (1985); 6 (1987); 9, 10 y 12 (1989); 13 (1990); 14 y 15 (1991). Cuadernos de botánica canaria. La editaba el recientemente fallecido Günther Kunkel, con el patrocinio del Cabildo Insu-lar de Gran Canaria. Su ISSN era 0011-2372/10. Hemos podi-do trabajar con el último número de la publicación, 28 (1976), en formato 24x16’5; en él, su editor se despide de los lectores, pues la aparición de Botánica macaronésica sustituía a esta re-vista. También hemos podido ver el Suplemento 4, de 1975, con los índices de los números 1 al 25. La dirección de la imprenta nos informa de que, de hecho, todos los números fueron con-feccionados en sus talleres, pero que se vieron obligados a des-prenderse de los de su archivo a favor de la Biblioteca Nacio-nal, que se los solicitó. Cuadernos de educación ciudadana. Los edita el Ayuntamiento de Santa Lucía, en formato 21’5x15’5 cm. Nacieron con voca-ción de ser una publicación mensual, desarrollando la proble-mática municipal desde distintas vertientes. Hemos podido con-sultar el primer número, aparecido en 1982, dedicado a una aproximación a la historia de Vecindario y Sardina. Se vendía al precio de 50 pesetas. Échale mojo. Editada por la asociación cultural del mismo nombre, en formato UNE A4. Hemos manejado únicamente el número 3, en el que no figura año de impresión. 62 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE El Museo Canario. Homónima de la institución que la edita, esta revista científica tiene el ISSN 0211-450X y se encuentra in-corporada al Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Ha tenido diferentes etapas desde el siglo XIX, durante las que ha sufrido diversos avatares, entre ellos, el de su periodicidad, que ha variado a lo largo de su dilatada existencia. En la actualidad, tiene carácter anual. En esta imprenta, hemos localizado en sus archivos los números 48, que corresponde al período 1988-1991, y 49, de 1992 a 1994. Fablas. Su editorial lleva el mismo nombre y se trata de una revista de poesía y crítica, fundada por Domingo Velázquez en 1969, con periodicidad mensual. Sus páginas recogen firmas de un variado grupo de intelectuales. Jorge Rodríguez Padrón, en su Primer ensayo para un diccionario de la literatura en Canarias12, afirma que se publicó ininterrumpidamente hasta 1974 y que, a partir de ese año, apareció de modo intermitente hasta 1979, en que, con un nuevo formato (29’7x21 cm), publicó un solo nú-mero más. Es precisamente el número correspondiente a ese año, el 75, el que aparece en el archivo de la imprenta como impreso por ella, junto a los números 48 (1973) y 69 (1977). Sin embar-go, nos consta que todos los números aparecidos fueron impre-sos en estos talleres. Y, según figura en el listado de publicacio-nes de la editorial Fablas, aparecido en la obra de Lázaro Santana Alonso Quesada y el Partido Liberal Canario (1980), han apare-cido 75 números entre diciembre de 1969 y noviembre de 1979. Folía. Se trata de un boletín, en tamaño UNE A4, editado por el Festival de Música de Canarias. De la segunda época, hemos encontrado en el archivo de la imprenta el número 3, corres-pondiente al año 2002 (febrero, segunda época). 12. RODRÍGUEZ PADRÓN, Jorge. Primer ensayo para un diccionario de la literatura en Canarias. Islas Canarias: Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, 1992, p. 123. (Colección Clavijo y Fajardo; 14). LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 63 Gangamanía. Revista comercial, editada por T. Ben Publici-dad S.C.P., en formato 28x20’5. Hemos podido consultar, en el archivo de Pérez Galdós, el número 2, de junio de 1991. Gestalt viva. La edita la Asociación Española de Terapia Gestalt, en formato UNE A4. Sólo hemos localizado el número 19, co-rrespondiente a 1999. Informes técnicos. Los edita el Instituto Canario de Ciencias Marinas, en un formato de 30x21 e ISSN 1136-193X. Cada nú-mero tiene prácticamente un carácter monográfico. Hemos po-dido manejar los siguientes: 6 (1999), 8 (2000), 9 y 10 (2003), 10 y 11(2004). Instructa, La. Editada por el Colegio de Abogados de Las Palmas. Hemos podido hojear, en el archivo, los ejemplares co-rrespondientes a los números 20 (1991), 69 (2006) y 72 (2008), aunque nos consta haberse impreso todos sus números en Pérez Galdós. Formato: UNE A4. Magec = El sol: boletín informativo de AP en Las Palmas. Con vocación de periodicidad, lo editó Alianza Popular, AP. Apare-ció el número 1 de este boletín en enero de 1978, en formato 45x32. En el archivo de la imprenta se encuentra, además, el número 3, correspondiente a noviembre del mismo año. Mocán: la actualidad de Mogán. Editado por el Ayuntamien-to de Mogán, en formato UNE A4, hemos podido consultar el número 1, aparecido en marzo de 1991. Nosotros. En formato UNE A4, se trata de una publicación des-tinada al personal de La Caja de Canarias. Hemos podido con-sultar el anuario fotográfico de esta revista, publicado con el nú-mero 2, en diciembre de 1990 y referido al año 1989. 64 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE 13. RODRÍGUEZ PADRÓN, Jorge. Op. cit., p. 260. Parabiblos: cuadernos de biblioteconomía y documentación. Editada por la Asociación Canaria de Bibliotecarios, Archiveros y Documentalistas (inicialmente, Asociación de Amigos de las Bibliotecas Canarias), inició su andadura en 1988. En formato UNE A4, su ISSN es 1133-9756. En la imprenta que estudiamos se imprimieron, al menos, según sus archivos, los números 1 (1988), 3-4 (1989-1990) y 13-14 (2001-2002). Puentepalo. Revista de literatura de la editorial del mismo nombre, comenzó su publicación en 1980. En formato 28’5x20’5, hemos cotejado su número 2, correspondiente a 1981. Según Rodríguez Padrón, en su obra ya citada13, sólo llegó a publicarse un número más, doble, en 1983, que no hemos localizado en los archivos de esta imprenta. Revista canaria de economía. La editaba el Instituto Canario de Estudios Económicos, en formato 24’5x17 cm, con la direc-ción de Gregorio Socorro Soto. Sólo hemos podido consultar el número 6, del año 1977, edición patrocinada por la Mancomu-nidad de Cabildos de la provincia de Las Palmas, a través de su Plan Cultural. Debió de tener corta vida e irregular aparición, pues ya en la presentación del número consultado se advierte de que lleva un largo tiempo sin aparecer. Revista del foro canario. La edita el Colegio de Abogados de Las Palmas, con ISSN 0211-0903, en formato 24x17. Hemos po-dido consultar en el archivo el número 57, del año 1977, co-rrespondiente a la segunda etapa de la revista. De la tercera etapa, el primer número fue el 59 (1983), al que siguen 60-61 (1984), 65 (1985), 79 y 80 (1990), y 100 y 102 (2006), aparte de los anexos bibliográficos enero-abril 1992, 1994-1995 y mayo-di- LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 65 ciembre de 1996. Sin embargo, nos consta la impresión en Pérez Galdós de otros números de esta tercera etapa, así como la im-presión de otros más recientes en otra localidad. Suplemento mensual de sentencias. Editado por el Colegio de Abogados de Las Palmas, como suplemento de la Revista del foro canario. Aunque sólo hemos podido consultar el ejemplar de julio-agosto de 1990 en el archivo, nos consta que se imprimió, por lo general, en Pérez Galdós. Tagore: revista cultural hindú. Editada por el colectivo del mis-mo nombre en formato UNE A4. De ella sólo hemos podido con-sultar el número 1, aparecido en 1984, al precio de 175 pesetas. Tahor: libreta canaria de educación. Editada por Tamonante, en formato 30x21 cm, figura, en los ejemplares conservados en el archivo de la imprenta, que su periodicidad es trimestral. Cons-tan los siguientes números: 2 (1984); 5 (1985); 8 (1986); 11 (1987); 12 (1988). Tribuna joven: portavoz de las inquietudes estudiantiles. Lo editaba el Instituto Nacional de Bachillerato Pérez Galdós, en formato 24x17. Hemos podido consultar el número 2, correspondiente a mayo de 1977. Tu guía Arena. Dedicada a la información sobre el ocio, con formato 21x14. Editada por Arena Ocio & Shopping, hemos manejado el número 4, correspondiente al mes de junio de 1994. 9 CONCLUSIONES La Imprenta Pérez Galdós, con su más de medio siglo a cuestas, es un modelo típico de la actividad de las artes gráficas en la segunda mitad del siglo XX en las islas. Como todas las empre- 66 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE sas de su tamaño en el sector, ha tenido que ir adaptándose a las innovaciones que, a pasos agigantados, se han ido produciendo. Una adaptación necesaria, imprescindible, para poder seguir subsistiendo. No ha sido, ni es, un camino fácil. Han de hacer frente las imprentas a múltiples dificultades. No es la menor su financiación. Se ven obligadas a realizar importantes inversiones que las sitúen en condiciones de prestar un trabajo ágil, econó-mico y rápido. Por otro lado, siendo de pequeña o mediana di-mensión, precisan el cobro no tardío de sus facturas, lo que no siempre ocurre, especialmente con los organismos oficiales. Han de luchar, además, con la tendencia, afortunadamente en retro-ceso, a encargar los trabajos de imprenta fuera del archipiélago, arguyendo presupuestos más económicos o falta de profe-sionalidad, argumentos ambos bastante discutibles. Se carece, por otro lado, de una formación profesional académica en la región. Son éstos algunos de los problemas a los que han de hacer frente para que el arte de imprimir continúe y podamos seguir man-teniendo una tradición que, aunque de entrada tardía en las is-las, ha dado muestras de su bien hacer y pujanza a lo largo de los años. Por último, cabría recordar que a lo largo de su trayectoria, esta empresa ha sido galardonada por su buen hacer. Así, fue Máster de Popularidad en los años 1987-88 y 1988-89. Y en 2008, como indicamos más arriba, fue distinguida por el Gobierno autónomo, el Día de las Letras Canarias, por sus cincuenta años de actividad. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 67 10 ANEXO: CATÁLOGO BIBLIOGRÁFICO DE LAS EDICIONES DE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS (1973-2008) 68 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 69 70 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 71 72 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 73 74 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 75 76 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 77 78 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 79 80 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 81 82 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 83 84 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 85 86 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 87 88 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 89 90 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 91 92 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 93 94 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 95 96 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 97 98 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 99 100 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 101 102 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 103 104 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 105 106 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 107 108 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 109 110 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 111 112 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 113 114 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 115 116 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 117 118 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 119 120 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE
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Calificación | |
Título y subtítulo | La imprenta Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria: más de cincuenta años de letra impresa |
Autor principal | Martínez de la Fe, Juan A. |
Publicación fuente | Cartas diferentes: revista canaria de patrimonio documental |
Numeración | Número 05 |
Sección | Estudios |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Breña Alta (Santa Cruz de Tenerife) |
Editorial | Cartas diferentes ediciones |
Fecha | 2009 |
Páginas | 017-120 |
Materias | Patrimonio documental ; archivos ; cultura ; Canarias |
Enlaces relacionados | Página de la revista: http://www.cartasdiferentes.com/revista.htm |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 1579042 Bytes |
Texto | LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PLAMAS DE GRAN CANARIA: MÁS DE CINCUENTA AÑOS DE LETRA IMPRESA JUAN ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE* Fecha de recepción: 17 de noviembre de 2009 Fecha de aceptación: 21 de enero de 2009 Resumen: Existen varias monografías sobre la imprenta en las islas, pero no abundan las que recogen la trayectoria particular de cada uno de estos talle-res. Confeccionarlas resulta un atractivo reto. Se empieza con la Imprenta Pérez Galdós, por coincidir con los 50 años de su creación. El artículo recoge sus inicios y su desarrollo, a través de su maquinaria, sus empleados y sus clientes, apor-tando referencias al marco legal que rodea el arte de imprimir, a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria a finales de los cincuenta del siglo XX y a las otras empresas similares que competían en aquella época. Finalmente, por vía de anexo, se incluye una relación de su producción tipográfica, con especificación del autor, título, editorial y año de edición. Palabras clave: Imprenta; Imprenta Pérez Galdós; Canarias. Abstract: There are several studies on the printing activity in the Canaries, but unfortunately among them we do not have those including the particulars and history of each of these printing works, and this represents an attractive challenge. As a first contribution to it, this article recalls Pérez Galdós Print in its 50th anniversary; paying attention to its beginnings and development, its machinery, its employees, its clients, and providing information on the legal framework concerning the printing activity, on the city of Las Palmas de Gran Canaria at the end of the 50s, as well as on the rest of the similar companies which were competing at the time. Finally, as complementary information, the Cartas diferentes. Revista canaria de patrimonio documental, n.o 5 (2009), pp. 17-120. * Correo electrónico: juanmartinezdelafe@hotmail.com. 18 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE paper includes an account of the printing production, with references to author, title, publisher and year of publication. Key words: Printing; Pérez Galdós Printing; Canary islands. A Pepín 1 INTRODUCCIÓN Recién cubierta la primera mitad del siglo, Las Palmas de Gran Canaria era una ciudad tranquila que se asomaba a un desarro-llo que se aceleraría de forma asombrosa en pocos años. Supe-raba apenas, entonces, los 190.000 habitantes, con un crecimiento demográfico de unas 40.000 almas en la década de los cincuenta a los sesenta. Canarias en general se hallaba, económicamente, en una fase preindustrial. La principal actividad de nuestra eco-nomía era el sector primario, la agricultura; en 1955, nada me-nos que un 59 % de los ocupados se empleaba en las activida-des propias de la agricultura, la pesca y la ganadería. Eran años en que el mercado peninsular era destino exclusivo de los cul-tivos de exportación de las islas (plátanos y tomates). Pero faltaba ya muy poco tiempo para que el panorama cam-biara radicalmente. A comienzos de los años sesenta, como bien apunta el profesor Díaz Hernández1, la generalización de la navegación aérea por medio de los modernos reactores acerca las islas a la Europa desarrollada, especialmente durante la es-tación fría, que ve en ellas el lugar ideal para sus vacaciones. 1. DÍAZ HERNÁNDEZ, Ramón. «La estructura sociolaboral canaria entre 1950 y 1996: de la primacía del primario a la hegemonía del terciario». En: Actas: IV Coloquio de Geografía Urbana y VI Coloquio de Geografía del Tu-rismo, Ocio y Recreación: Las Palmas de Gran Canaria, 22 al 24 de junio de 1998. Las Palmas de Gran Canaria: Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria; Asociación de Geógrafos Españoles, 2000, pp. 354-358. Disponible en línea en: http://descargas. cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/ 12593061998038294198624/018129.pdf?incr=1. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 19 Arranca el boom del turismo que dio lugar a los cambios socioeconómicos más trascendentales del siglo XX. Si ahora co-mienza a crecer en importancia el aeropuerto, hasta estos años era el puerto pilar básico de nuestro desarrollo. Por él encon-traban salida los productos de la tierra, a él llegan flotas pesqueras mezcladas con esporádicos trasatlánticos que descargan visitan-tes para recorrer la ciudad en tartana. Por el puerto entran pro-ductos procedentes de todo el mundo. Todo ello hace que el comercio ocupe lugar preponderante entre las ramas de nues-tra actividad económica. Por las calles pasan camiones desven-cijados, cargados de racimos de plátanos o seretos de tomates, procedentes del norte o del sur de la isla, camino de los mue-lles. El ritmo de la urbe era aún pausado y las noticias del mun-do le llegaban a través de la prensa y de la radio, conmoviendo la serenidad de un ocio que se disfrutaba con películas como La violetera, Las chicas de la Cruz Roja, productos de la facto-ría nacional, o El puente sobre el río Kway, cuya música encon-tró pronto eco en la ciudadanía. Los cines, tanto los de estreno como los que proyectaban las películas tras aquellos, eran loca-les visitados frecuentemente en tardes tranquilas o fines de se-mana. En 1958, Sahara e Ifni pasaron a engrosar la lista de las pro-vincias españolas, en lo denominado AOE, siglas de África Occi-dental Española, como intento de aplacar los problemas que ya reventaban en las cercanas costas africanas y que tanto afecta-ron a la población insular. La UD Las Palmas, bajo la batuta de Albéniz, no acaba de encontrar una vía satisfactoria para cul-minar bien su temporada, pero la afición sigue fiel sus avatares, comentados con fruición a lo largo de la semana. Desaparecen en este año dos personajes: Juan Ramón Jiménez y Pío XII. Este último había calado profundamente en el espíritu religioso de la ciudadanía, pastoreada por monseñor Pildáin, al haber sido visitada la ciudad por el fallecido pontífice cuando era cardenal Pacelli. Pero el dolor de su pérdida se vio pronto compensado 20 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE por la carismática bondad de su sucesor, Juan XXIII. También se fueron los duros de níquel e hicieron su aparición la obligato-riedad del espejo retrovisor en los vehículos que circularan por carretera y la NASA, creada en el mes de julio. Y en Cuba, tan presente entre los canarios, se cuece el final de Batista, acosado por las fuerzas de Fidel Castro, mientras que en la Unión So-viética Kruschev asume el poder con su nombramiento de pri-mer ministro. ¿Y qué decir de la producción editorial? Era prác-ticamente inexistente. Era voz común que publicar un libro era más barato en la península que hacerlo aquí. El proceso de composición, corrección, impresión y, sobre todo, embuchado y encuadernación era muy artesanal. Muy distinto a lo que acon-tece en la actualidad. Las imprentas tenían como clientes a las escasas industrias para las que confeccionaban etiquetas desti-nadas a sus productos (tomates, tabaco, agua, etc.) y a los co-mercios y oficinas, para quienes preparaban su papelería: cartas, albaranes, tarjetas, facturas o recibos. Es éste el primero de los capítulos del proyecto de un trabajo de mayor envergadura: tratar de resumir la historia de las imprentas de Las Palmas de Gran Canaria no estudiadas hasta ahora, lo que nos lleva a circunscribirnos prácticamente al siglo XX ya avanza-do. Existen estudios dedicados a la industria tipográfica en las islas desde su introducción. Los trabajos de Vizcaya Cárpenter, Millares Carlo, Hernández Suárez, Laforet Hernández y Luxán Meléndez2 ofrecen análisis muy valiosos sobre diferentes aspectos de nues- 2. VIZCAYA CÁRPENTER, Antonio. Tipografía canaria. La Laguna: Institutos de Estudios Canarios, 1964; MILLARES CARLO, Agustín. Biobibliografía de es-critores canarios (siglos XVI, XVII y XVIII). Las Palmas de Gran Canaria: El Museo Canario; Cabildo Insular de Gran Canaria, 1795-1992. 6 v.; IDEM. «Pri-meros impresos de la imprenta en Las Palmas». El Museo Canario, 4 (1934), pp. 49-55. HERNÁNDEZ SUÁREZ, Manuel. Contribución a la historia de la im-prenta en Canarias. Las Palmas de Gran Canaria: Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas, 1977. LUXÁN MELÉNDEZ, Santiago de. La industria tipográfica en Canarias, 1750-1900: balance de la producción impresa. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria, 1994; IDEM. El mundo del libro en LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 21 tros impresores y su producción, obras a las que hay que añadir Tenerife con olor a tinta, de la que es autor Rafael Zurita Molina. La idea que ahora abordamos es la de compilar su historia reciente, intentando confeccionar, junto con los pasos de su andadura, el catálogo de las obras salidas de sus talleres. Por alguna había que comenzar. La Pérez Galdós, en sus ca-lendarios publicitarios correspondientes a 2007, resaltaba los años que lleva trabajando para la sociedad: más de cuarenta. Resul-taron ser cincuenta los años que cumplió en 2007, lo que la hizo Canarias. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria, 2005. También ver LAFORET HERNÁNDEZ, Juan José. Orígenes de la imprenta en la provincia de Las Palmas. Las Palmas de Gran Canaria: Asociación de Empresa-rios de Imprentas y Artes Gráficas de la Provincia de Las Palmas, 1991; IDEM. Los cien primeros años de Diario de Las Palmas. Las Palmas de Gran Canaria: Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas, 1993. Gabriel Suárez, flanqueado por Alberto Delgado, director general de Cultura, y Blanca Rosa Quintero Coello, directora general del Libro, Archivos y Bibliote-cas del Gobierno de Canarias, en el momento en que la imprenta Pérez Galdós fue homenajeada con motivo del Día de las Letras Canarias. 22 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE acreedora de ser distinguida por el Gobierno de Canarias con motivo del Día de las Letras Canarias, en marzo de 2008. Pare-cía, pues, que el hecho constituía una invitación, lo que confir-mamos con sus directivos, quienes se prestaron gustosamente a abrir esta galería. 2 INICIOS La imprenta Pérez Galdós nació como un proyecto de inver-sión. No de gran cuantía económica, aunque sí importante para aquel año 1958: ciento cincuenta mil pesetas aportadas a par-tes iguales por los tres socios constituyentes: José Vega Herrera3, José Suárez García4 y Francisco León Herrera5. Esta realidad, 3. José Vega Herrera nació el 12 de mayo de 1921 en Valleseco, Gran Canaria. Fue el menor de seis hermanos. Cursó sus primeros estudios en la escuela pública de su pueblo, pasando luego al colegio de los Salesianos, donde estudió artes gráficas, en la Escuela Profesional. A los catorce años, comen-zó a trabajar en la imprenta de Pedro Lezcano. Casado con Carmen Delia Martín, tuvo tres hijos. Falleció en Las Palmas de Gran Canaria a los 62 años. 4. José Suárez García era oriundo de Agaete, en Gran Canaria, donde nació el 14 de diciembre de 1908. Sus padres regentaban una de las pocas tien-das del pueblo. Tuvo una infancia dura, al tener que colaborar con su traba-jo en la tarea familiar, especialmente en la construcción del Hotel Guayarmina, iniciado por su padre. Con esfuerzo, simultaneando vida laboral con los es-tudios, accedió a la carrera de maestro nacional; para acudir a los exámenes, tenía que desplazarse a pie desde Agaete a Santa María de Guía y, desde allí, en coche de hora, a la capital. En la Escuela de Magisterio conoció a la que sería su esposa, María José León Herrera. Su suegro fue secretario del ayun-tamiento agaetense, y ella, funcionaria en él, mientras que José inició el ejercicio de su profesión docente en el Valle de la localidad y, posteriormente, en otros lugares: Juncal de Tejeda, Tiscamanita (Fuerteventura), Cabo Verde (Moya), San Mateo y Tafira Baja. El matrimonio tuvo cinco hijos: José Juan, Gabriel, Santiago, Celina y Odila. Desde 1955 la familia residía en Las Palmas de Gran Canaria, lugar donde pensó abordar el negocio de imprenta. Falleció en di-cha capital el 9 de julio de 1991, a los 81 años. 5. Francisco León Herrera nació en Valleseco el 19 de octubre de 1921. Sus primeros estudios los realizó entre Gáldar y Las Palmas de Gran Canaria, LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 23 manifestada verbalmente por los actuales directivos, no se co-rresponde con lo recogido en los documentos, tal y como se expone más adelante, por cuestiones de compatibilidad laboral para ejercer como impresores. Lógicamente, para la actividad y agilidad necesarias, tenían delegadas sus funciones directivas principalmente en José Suárez y en alguno de los hijos de éste. 2.1 PRIMER PASO El nacimiento de la idea empresarial, sin embargo, podemos datarlo en, por lo menos, un año antes, en agosto de 1957, ya que los libros de contabilidad registran apuntes correspondien-tes a ese año, relacionados con el consejo de administración. En efecto el día primero de dicho mes y año se suscribe un docu-mento privado de compraventa, ante los testigos José y Manuel Suárez García; en él, Manuel Espino Arbelo traspasa a Francis-co León Herrera el negocio de imprenta, vendiéndole simultá-neamente la maquinaria y utensilios propios de la actividad, excepto una impresora plana, de la casa Julien, que queda en depósito en los talleres traspasados, sin que el adquirente pue-da hacer uso de ella. Igualmente, el comprador se compromete a mantener en sus puestos de trabajo al personal que en aque-llos momentos prestaba sus servicios en la imprenta. Con ante-rioridad, el 2 de julio precedente, José Suárez García había rea-con las interrupciones lógicas por los avatares bélicos de finales de los años 30. Estudió, luego, Magisterio, desempeñando labores docentes en Zumacal (Valleseco). En 1944 se traslada a Cádiz, en cuya universidad estudia medi-cina. Tras realizar el servicio militar en Lanzarote, ejerce como médico en Agaete y San José de Caideros. En 1952 contrae matrimonio con Margarita Navarro González. Es padre de seis hijos. Tras su boda, se establece en San Nicolás de Tolentino, donde, además de ejercer como médico, lleva a cabo actividades sociales y culturales: fue cofundador del colegio «Sagrado Cora-zón de Jesús» (que luego fuera el primer colegio libre adoptado de Canarias y, actualmente, instituto de la ESO); creó una granja caprina; y también una cooperativa de ganaderos, dedicada a la fabricación de quesos. 24 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE lizado una opción de compra al señor Espino, a la que se re-nuncia en el documento de compraventa, aunque la cantidad entregada por tal opción entra a formar parte del pago final. A su vez, Manuel Espino había comprado parte del negocio y maquinaria a Editorial Prensa Canaria el 27 de febrero de 1956; en el proyecto presentado a la administración en 1967, para ampliación de la imprenta, se manifiesta que, en 1954, se ha-bía suprimido la edición de periódicos, quedando la empresa únicamente como imprenta; la empresa editora de periódicos había adquirido el negocio, por traspaso, a Caridad Junco Toral, habiendo sido montadas las instalaciones por su primitivo titular Alfredo S. Pérez Miranda, fundador de Diario de Las Palmas. Don Alfredo era el titular y dueño del inmueble, tal y como se recoge en un listado de testigos, presentado al juzgado, con motivo de unas desavenencias relacionadas con el alquiler del local, en marzo de 1963. De esta manera, entronca la actividad impresora con otras empresas de notoria antigüedad en el arte de imprimir6. Don Manuel Espino ya poseía otra imprenta de su nombre en el número 18 de la calle León y Castillo cuando la compró al periódico La provincia al finalizar aquél su primera etapa en 1955, según describe Antonio Cruz Domínguez en su obra La provincia: 25.000 días...7. Al adquirirla, comenzó a llamarla Pérez Galdós, por encontrarse en el número 51 de la calle del mismo nombre en su esquina con el 36 de la de Buenos Aires. En el momento de nacer la actual imprenta, el local era pro-piedad de Virginia Cabrera Santana, pasando luego a serlo de su hija Pura Pérez Cabrera; en 1968 ya figuran como sus due-ñas las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que ocupa-ban el edificio adyacente; finalmente, en 1984, es el Cabildo Insular de Gran Canaria el que aparece como propietario del inmueble, destinado hoy día a actividades de este organismo oficial. 6. AL JUZGADO. Lista de testigos que presenta el letrado [...] Ejemplar mecanografiado, de fecha 13 de marzo de 1963. Archivo de la empresa. 7. CRUZ DOMÍNGUEZ, Antonio. La provincia: 25.000 días. La Laguna; Las Palmas de Gran Canaria: Centro de la Cultura Popular Canaria, 1993. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 25 La maquinaria no era mucha ni muy moderna; fundamental-mente, una impresora plana, capaz para cuatro páginas; dos impresoras Minerva, una de rodillos y otra de platos; y una guillotina, accionada mediante una manivela. No había linotipias y el trabajo de composición lo ejercían los cajistas, letra a letra, de las propias cajas usadas por el periódico. Aquella primera impresora fue desguazada cuando nuevas maquinarias fueron adquiridas para mantener el crecimiento empresarial. 2.2 SEGUNDO PASO Posteriormente, el mismo año 1958, José Suárez García compra su participación a los otros dos propietarios, constituyéndose entonces una nueva estructura empresarial, que mantiene su actividad bajo idéntica denominación. Aunque, a efectos públi-cos, la empresa era propiedad del conocido médico, que tantos años ejerciera en La Aldea dejando tras de sí un muy grato re-cuerdo, Francisco León Herrera, para evitar la incompatibilidad laboral de su nuevo propietario, José Suárez García, maestro nacional en activo. 2.3 TERCER PASO Esta situación se mantiene hasta el 18 de marzo de 1978, fecha en que, ante el notario de Guía Pedro A. Baraibar Ascobereta, se constituye la sociedad mercantil de responsabilidad limitada Pérez Galdós S.L. En la correspondiente escritura figuran como socios José Suárez García, los hermanos José Juan, Gabriel, San-tiago, María Celina y Odila María Suárez León y los asimismo hermanos Ismael y Cándida León Herrera, que lo eran del ya citado Francisco. El accionariado se reparte entre los socios según su aporta-ción al negocio. José Suárez García aporta la imprenta y distri- 26 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE buye sus acciones entre sus hijos; Ismael León Herrera aporta el solar al que se iba a trasladar la empresa, en Lomo Blanco; mientras que su hermana Cándida contribuye con una cantidad en metálico. Como domicilio social se fija el número 31 de la calle Arguineguín, en la urbanización industrial de Lomo Blanco, en el barrio de Las Torres del término municipal de Las Palmas de Gran Canaria; en aquellas fechas se pretendió trasladar la im-prenta a esta dirección, aunque, muy avanzado el proyecto, se decidió el traslado a El Sebadal. La administración, firma social y representación de la sociedad la ostenta José Suárez García, aunque con facultad para poder delegar cualquiera de sus facul-tades. Y, aunque efectivamente constituida y recogida en la es-critura como fecha de inicio de actividades el día de su consti-tución, la realidad es que, en la práctica, se continuó actuando como se había hecho hasta ese momento, hasta el año 1984, cuando el taller se trasladó a su actual ubicación, en la calle Profesor Lozano de la urbanización industrial de El Sebadal. Lo que se debía a un problema de arrendamiento: si se cambiaba la titularidad del arrendatario se podía tener problemas con el arrendador. Es aquí cuando se produce realmente la aparición de la forma empresarial elegida, justo el día primero de julio, fecha en que se producía la renovación de la licencia industrial, a fin de evitar un doble pago, uno por cada semestre. Esta escritura recoge, igualmente, los estatutos por los que se regirá la sociedad, que constan de 28 artículos, distribuidos en siete títulos: I, Denominación, objeto, domicilio y duración de la sociedad; II, Del capital social y participaciones de los socios; III, Derechos y obligaciones de los socios; IV, Administración de la sociedad; V, Inventario, balance y beneficios; VI, Disolución y liquidación de la sociedad; y VII, Disposiciones finales. Según el artículo segundo de estos estatutos, la sociedad tendrá por objeto la instalación y explotación de una industria de artes gráficas, librería, papelería y similares en finca arrendada LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 27 o que se adquiera por la sociedad y las demás operaciones líci-tas que por los socios pudieran acordarse dentro de los límites previstos en la legislación vigente y que correspondan al tipo con-tributivo en el cual quede encuadrada la sociedad. 2.4 CUARTO PASO En un último paso, Gabriel Suárez León8, a la muerte de su padre, adquiere paulatinamente las acciones de los otros titula- 8. Gabriel Suárez León nació en Valleseco (Gran Canaria) el 25 de mar-zo de 1942. Sus estudios primarios los realizó en Tejeda, Valleseco, San José de Caideros (Gáldar) y Valle de Agaete. A los doce años (1954) ingresó en el Seminario Conciliar, donde cursa cinco años de latín y humanidades, así como primero de filosofía en el recién inaugurado edificio de Tafira. Estudió el Bachiller Superior en el Instituto Pérez Galdós, en los cursos 1960/1961 y 1961/1962, que alternó con trabajo en la imprenta, donde estuvo apren-diendo en los departamentos de encuadernación, manipulado, cajista y ma-quinista. Al finalizar sus estudios, se dedicó exclusivamente a la empresa familiar, desempeñando diferentes tareas técnicas y administrativas, especialmente las técnicas especializadas en el manejo de las diferentes máquinas. Su trabajo fue interrumpido por el servicio militar, entre marzo de 1963 y junio de 1964. Se incorpora de nuevo a la imprenta y, en 1965, se traslada a Tarrasa (Bar-celona), a la empresa de Francisco Trepar. Aquíse formó en Artes Gráficas hasta marzo de 1966. De regreso a Las Palmas de Gran Canaria, se hizo cargo de todo el control de la empresa Imprenta Pérez Galdós, con poderes desde mayo de 1966. La evolución de la informática, con sus continuos cambios, le lleva a especializarse en la capacidad de producción de las nuevas máqui-nas. Bajo su responsabilidad se llevan a cabo todos los cambios tecnológicos a lo largo de los años, consiguiendo que su empresa fuera pionera en todo momento. Al fallecimiento de su padre (José Suárez García, 1991) supo hacer un traspaso de empresa familiar, para que no desapareciera, haciendo el es-fuerzo de comprar todas las acciones, convirtiéndola en una sociedad unipersonal. En marzo de 1992 nombró apoderados a su esposa, Concep-ción Cabrera García, con quien contrajo matrimonio en 1968 (el matrimo-nio tiene cuatro hijos) y a José Eulogio González Artiles, más conocido como Pepín, quien desarrolló una labor importante relacionada con la clientela y entidades bancarias hasta el año 2004, fecha en que murió después de una triste enfermedad, dejando en la empresa un enorme vacío. 28 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE res, sus hermanos y tíos, siendo en la actualidad el administra-dor único de la empresa. Los primeros trabajos que se encomendaron a la neonata imprenta estaban relacionados con la principal rama de la eco-nomía insular, la agricultura. Se trataba de forros para las cajas de tomates, aunque se fue ampliando su producción para pres-tar servicio al emergente motor de desarrollo de la isla, el tu-rismo. Así, en sus talleres se imprimía el periódico The Canary islands sun, editado por Phillys Esther (miss Terry) Hill, del que se llegaron a imprimir hasta cincuenta mil ejemplares en las décadas de los sesenta y setenta del pasado siglo, para su envío a Gran Bretaña y Estados Unidos. Nacida con vocación de futuro, era imprescindible no estan-carse en la tecnología del momento, sino implicarse en un de-sarrollo basado en el continuado proceso de adaptación a los avances tecnológicos, que no han sido pocos en el campo de las artes gráficas a partir de los años sesenta. 3 LA IMPRENTA A TRAVÉS DE LA EVOLUCIÓN DE LAS ARTES GRÁFICAS En la década de los cincuenta, cuando la imprenta Pérez Galdós inició su andadura, era la tipografía la que dominaba la técnica impresora9. Inicialmente, sólo estaban las «cajas», colec-ciones de moldes de letras que el cajista, un auténtico artista, iba ensamblando una a una para construir los textos a repro-ducir. El sistema no era complicado cuando se trataba de im-presos sencillos, con poco texto, lo habitual como actividad: cartas, 9. Como proveedores de material para las artes gráficas, se encontraban en una privilegiada atalaya de observación don Juan Marrero Rodríguez y don Alfredo Quevedo Martín. Cualquiera que desee obtener una amplia visión de las imprentas, impresores y evolución de las técnicas gráficas, tendrá que recurrir a ellos, tal hicimos nosotros; ellos, amablemente, accedieron a pro-porcionarnos muchos de los datos que figuran en este trabajo. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 29 facturas, recordatorios de primera comunión o de fallecimien-tos, tarjetas de visita, etc. Pero la cuestión se complicaba cuan-do de componer un folleto, no digamos un libro, se trataba. Ló-gicamente, había diferentes tipos de letras del que se adquirían familias completas. Determinados tipos recibían el apelativo de «masas», como ocurría, por ejemplo, con el Iberia, al ser los más demandados para la composición de textos largos; esto reque-ría que, de cada letra, hubiese una considerable cantidad, de manera que el cajista pudiera ir confeccionando páginas sin necesidad de «distribuir» la letra (es decir, devolverla a su caji-ta donde permanecía hasta que se la necesitara nuevamente). Estos tipos estaban fabricados de una aleación de plomo, anti-monio y estaño, en diferentes proporciones según las necesida-des; por ejemplo, el antimonio proporcionaba mayor consistencia y dureza, importante en tipos de letra que se utilizaran de forma reiterada. La situación disfrutó de un alivio con la llegada de la linoti-pia. Este artilugio funcionaba casi como una máquina de escri-bir, con la diferencia de que el texto resultante se plasmaba en una línea de plomo. Todavía aquí, la actividad del cajista era importante, ya que se encargaba de distribuir adecuadamente, en el espacio de una página, los textos facilitados por la linoti-pia. La imprenta Pérez Galdós, una de las primeras en impri-mir libros, también figura en cabeza de las que adquirieron una linotipia para sus trabajos. Factor importante era también el grabado, destinado a repro-ducir imágenes. En una imprenta dedicada en gran medida a atender las necesidades de impresos de empresas de todo tipo, jugaba un papel destacado el poder reproducir los logotipos y anagramas que las identificaran. Igualmente, para poder ofrecer imágenes en folletos o libros. Entraba aquí en juego el grabado, confeccionado en planchas de zinc que debían estar previamente sensibilizadas. Por el alto costo de estas planchas, los grabados formaban una parte destacada en el precio del producto final, hasta la aparición del nyloprint, un fotopolímero de uso aún hoy. 30 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE Finalizando la década de los sesenta y comenzando la de los setenta se produjo una auténtica revolución en el arte de im-primir, con la llegada a las islas del offset. Supuso un cambio radical en la forma de trabajar, con la aparición de nuevas técnicas de composición y preparación de las máquinas impresoras, que se solían adquirir junto con la correspondiente insoladora de planchas. La linotipia fue arrinconada, sustituida por las máquinas de fotocomponer; el plomo fue desplazado por papel fotográfico; y la letraset, un sistema de letras adhesivas, le ganó terreno a la composición de titulares y ornamentación de las páginas a base de moldes de plomo. Fotocomposición, fotomecánica, películas, laboratorio, escáner, fueron términos que sustituyeron a cíceros, fundición, galeradas, cajas, etc. Desde entonces, la tecnología en las artes gráficas no ha dejado de avanzar a un ritmo vertiginoso que deja ya vetus-tas las antiguas técnicas impresoras. Las primeras máquinas de offset llegadas a las islas eran de un solo color, lo que suponía tener que pasar cuatro veces por la impresora una página que llevara una imagen a todo color (una para el azul, otra para el amarillo, otra para el rojo y una últi-ma para el negro. Su superposición da como resultado la ima-gen coloreada). Las de dos colores, un paso posterior en esta tecnología, tuvieron poco éxito, pues no solucionaban el problema de la rapidez necesaria. La aparición de máquinas capaces de imprimir a cuatro colores, con una precisión milimétrica y a velocidades considerables, ha ido dejando atrás paulatinamente aquellos primeros pasos del arte de imprimir utilizados en los años cincuenta del pasado siglo, cuando la imprenta Pérez Galdós decidió emprender su historia. 3.1 EVOLUCIÓN DE LA MAQUINARIA El aumento de trabajo requirió mayores y mejores medios. Instalada inicialmente en la calle Pérez Galdós (de la que tomó LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 31 el nombre), compartiendo esquina con la de Buenos Aires, el paso de los años dejó sentir su peso, unido al del creciente número de máquinas, sobre la venerable estructura del edificio, que, en un momento determinado, no pudo soportarlo, cediendo y pro-vocando la caída de varios elementos. Tal situación se veía venir y ya los propietarios tenían pre-visto su traslado a una amplia nave en un polígono industrial de gran pujanza en aquellos años, El Sebadal, adonde se trasla-dó la imprenta en julio de 1984 y donde permanecen sus talle-res en la actualidad. La nueva ubicación permitió la adquisición de maquinaria que auspiciara el desarrollo empresarial y la adaptación a las modernas técnicas de reproducción gráfica, especialmente el offset, que dejaba un tanto lejos la anterior etapa de cajas. El offset, a su vez, re-quería instrumentos técnicos, que fueron dando lugar a la ac-tual configuración del taller. Por lo que respecta a la adquisición de nueva maquinaria, es necesario tener en cuenta los equilibrios legales que las imprentas se veían empujadas a realizar para evitar el tener que recurrir a la confección del proyecto, por el que tenían que pagar el 12 % del valor de compra. En ocasiones, había que recurrir a ofrecer a Industria un importe menor, para aba-ratar tal proyecto, aunque esto se volvía luego en su contra a la hora de solicitar alguna subvención, basada, igualmente, en el precio de su adquisición. El año 1961 marca un punto de inflexión en el devenir de esta empresa, pues es cuando comienza su automatización, con la adquisición ese año de una máquina Albert automática, pla-na cilíndrica de doble folio. Hasta esa fecha, la maquinaria exis-tente era toda manual. Es en este año cuando se solicita a In-dustria la pertinente licencia para llevar a cabo la primera am-pliación. Y también se procede a la compra de una Minerva automática, de aspas, la segunda máquina de estas característi-cas que se adquiría en la ciudad, tras la que importó Rexachs. En febrero de 1967, la empresa adquiere la linotipia, que supuso un gran avance en la composición de textos; fue la pri- 32 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE En estas fotos, tomadas en 1967, se pueden ver la Minerva de plato (que esta-ba en el taller cuando se adquirió), la Minerva normal, la Minerva Heidelberg automática (fue la segunda que hubo en Gran Canaria y aún permanece en los actuales talleres), la Grafopress (igual que la Minerva automática; hubo otra adquirida en la antigua Checoslovaquia, de corta vida y calidad, que se rom-pió en un accidente), una plana cilíndrica automática Albert, una plana cilín-drica de alimentación manual (figuraba en la compra inicial y en ella se impri-mía el periódico; cuando dejó de prestar servicio, hubo de desguazarse para poder sacarla del taller), una linotipia y una guillotina. Las personas que aparecen en ellas son: Fernando Jiménez Falcón (cajista), Manuel Díaz Santana (linoti-pista), Manuel Díaz Suárez (cajista), José Juan Artiles Ramírez (maquinista), miss Terry Hill con un colaborador suyo, Juan Luis Babón González, José Juan Sosa Peraza (administrativo) y Gabriel Suárez León. mera de estas máquinas que se compró en la ciudad, si excep-tuamos a la prensa, que ya contaba con ellas. En realidad, el trabajo realizado con ella se denominaba «composición mecánica»; linotipia era una marca comercial que competía con intertype, otro art-ilugio que cumplía idénticas funciones. La decisión entre una marca y otra se basó en la rapidez de la entrega: linotipia en-tregaba con más celeridad su producto. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 33 El paso siguiente, por lo que a composición se refiere, fue dado con la fotocomponedora, hoy día ya muy superada pero que, en su momento, el año 1980, supuso un enorme avance cualitativo. Ofrecemos a continuación el desarrollo cronológico del taller de la imprenta a través de su maquinaria. Esto nos permitirá, juntamente, observar su adecuación a los cambios tecnológicos que se han ido produciendo en las técnicas de impresión: 1) H. Jullien Stfama, plana cilíndrica, de alimentación manual. Esta máquina figuraba en la adquisición del negocio, y estuvo en depósito hasta 1960, año en que fue retirada. Número: 8649. Alta: 1957. Compra inicial. Formato: 65x60 cm, luz de rama. (Por luz se entiende el ancho, mientras que rama alude a la superficie). Año de fabricación desconocido. Baja: 1960. 34 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE 2) Minerva de alimentación manual, sin tintero y con plato cilín-drico para entintado. Número: 2988126. Alta: 1957. Compra inicial. Formato: 29x40 cm. Año de fabricación desconocido. Velocidad: Entre 800 y 1.000 ejemplares/hora. Baja: 1963. 3) H. Jullien-Siemens. Plana cilíndrica de alimentación manual. Número: Jullien 8738. Siemens 2987149. Alta: 1957. Compra inicial. Formato: 90x80 cm. Año de fabricación desconocido. Velocidad: 800 ejemplares/hora. Baja: 1968. 4) Guillotina de pisante manual, luz de corte 76’5 cm. Tenía un volante superior para presionar el papel y un volante lateral para accionar el corte. Alta: 1957. Compra inicial. Baja: 1964. 5) Gelrruder-Brehmer. Cosedora a pedal. Alta: 1957. Compra inicial. Baja: 1964. 6) Perforadora manual de 40 cm de luz. Accionada a mano. Alta: 1957. Compra inicial. 7) Prensa para sacar pruebas. Actualmente, se halla expuesta en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, en Las Palmas de Gran Canaria. Alta: 1957. Compra inicial. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 35 8) Troqueladora manual. Alta: 1957. Compra inicial. 9) Minerva Hispania para impresión tipográfica, de alimentación manual. Número: 62337. Alta: 1958. Formato: 30x40 cm. Año de fabricación desconocido. Velocidad: Entre 800 y 1.000 unidades/hora. Baja: 1977. 10) Minerva Heidelberg para impresión tipográfica. Alimentación automática, mediante dos aspas. Número: 3258716. Alta: 1961. Formato: 26x38 cm. Año de fabricación: 1960. Velocidad: 4.600 ejemplares/hora. 11) Albert Original, plana cilíndrica, para impresión tipográfica (reconstruida). Número: 22122. Alta: 1963, aunque en el proyecto industrial figura en 1966. Formato: 50x45 cm. Año de fabricación desconocido. Velocidad: 5.000 ejemplares/hora. Baja: 1970. 12) Grapadora Bardolet, modelo 180. Automática, con grapado a motor. Número: 272. Alta: 1966, según el proyecto industrial. Año de fabricación: 1964. 13) Guillotina RPM Unipress, de corte y presión automáticos. Número: 80021. 36 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE Alta: 1964, aunque en el proyecto industrial figura 1966. Año de fabricación: 1964. 14) Minerva Grafopress para impresión tipográfica. Alimentación automática, mediante dos aspas. Inicialmente se adquirió por ser más barata; se había fabricado en Checoslovaquia y sufrió una seria avería a los pocos meses, siendo muy largo y lento el pro-ceso de reparación. Por ello, se optó por adquirir un modelo idéntico de fabricación alemana. Al poco tiempo, se cambió esta máquina. Alta: 1967. Formato: 26x38 cm. Año de fabricación: 1965. Velocidad: 4.600 unidades/hora. 15) Linotype, máquina de composición mecánica (linotipia), mo-delo 31, con 4 almacenes, 4 familias de matrices y 4 moldes. Número 681622. Alta: 1967. Año de fabricación: 1966. 16) Fundidora de plomo Schmid, modelo Piccolo. Máquina utili-zada para hacer las barras de plomo que se colgaban en el cri-sol de la linotipia. Alta: 1967. Año de fabricación: 1966. 17) Vulcanizadora Lord-3. Máquina utilizada para reproducir en grabado plástico los moldes de caja que se usarían en sucesivas repeticiones de tiradas, así como para la confección de sellos de caucho. Alta: 1967. 18) Heidelberg plana cilíndrica, de alimentación automática. Alta: 1969. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 37 Formato: 57x82 cm de luz de rama. Año de fabricación: 1968. Velocidad: 4.600 unidades/hora. 19) Heidelberg cilíndrica, de alimentación automática. Alta: 1970. Formato: 40x58 cm de luz de rama. Año de fabricación: 1970. Velocidad: 5.000 unidades/hora. En esta situación del taller, se produjo una trascendente re-volución en las técnicas impresoras, con la llegada del offset, que obligó a una transformación de todo el proceso de imprimir, que continúa en nuestros días. 20) Heidelberg, modelo GTO, rotativa. Alta: 1977. Formato: 32x46 cm. Año de fabricación: 1977. Velocidad: 8.000 unidades/hora. 21) Fotocomponedora Compugraphic, modelo Editwriter 7500. Estaba limitada a ocho familias de tipos. Alta: 1978. Año de fabricación: 1978. Baja: 1985. 22) Grapadora Bardolet, de 350x280 mm. 23) Perforadora E. Bickwell K.G. Heilbron HK 68. Alta: 1978. 24) Tube Victoria, modelo 500 M. Plegadora de dos estaciones. Alta: 1978. Formato: 78x115 cm. Baja: 1985. 38 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE 25) Troqueladora Velilla. Alta: 1978. 26) Embuchadora Supermatic 8 Kas. Alta: 1978. 27) Triumph. Vibradora. Alta: 1978. Formato: 47x64. 28) Reproquick, modelo KL-1. Cámara fotográfica ampliadora. Alta: 1978. Formato: 51x61 cm. 29) Kodak, modelo TF-1. Insoladora reversible. Alta: 1978. Baja: 1985. 30) Espagraf, modelo EP-20. Procesadora. Alta: 1978. Baja: 1985. 31) Houson Algraphic. Cámara fotográfica ampliadora. Alta: 1978. 32) Nyloprint Basf. Conjunto de insoladora, lavadora, caladora y secadora. Alta: 1978. El taller se mantuvo prácticamente con esta maquinaria has-ta el año 1984, fecha en que se produce el traslado a las nue-vas instalaciones en El Sebadal. 31) Compugraphic, modelo MCS-5000. Esta máquina sustituye al modelo Editwriter. Como limitación, tenía el no poder hacer curvas. Alta: 1985. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 39 32) Plegadora Stahl. Sustituye a la Tube Victoria. Número: 27910. Alta: 1985. 33) Insoladora Posipress. Sustituye al modelo Kodak. Alta: 1985. 34) Procesadora Gevaset. Sustituye al modelo Spagraf. Alta: 1985. 35) Rotativa automática Aurelia. Alta: 1985. Formato: 48x68. Año de fabricación: 1985. Velocidad: 6.000 unidades/hora. Baja: 1990. 36) Heidelberg, rotativa, modelo GTO 52. Alta: 1987. Formato: 36x52 cm. Año de fabricación: 1987. Velocidad: 7.500 unidades/hora. 37) Guillotina Polar, modelo 92 EMC. Número: 561184. Alta: 1988. Año de fabricación: 1987. 38) Rotativa Heidelberg modelo SORM. Alta: 1988. Formato: 52x74 cm. Año de fabricación: 1988. Velocidad: 12.000 unidades/hora. Baja: 2003. 40 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE 39) Procesadora de planchas Houson Algraphic SM. Alta: 1988. 40) Rotativa Heidelberg GTUV, 4 colores., en cuatro cuerpos. Alta: 1990. Formato: 36x52 cm. Año de fabricación: 1990. Velocidad: 8.000 unidades/hora. Macintosh transforma el proceso de fotocomposición en 1990. En ese momento, el taller de la imprenta se adapta, adquirien-do un completo conjunto de ordenadores, filmadora, etc. Se trabajaba en papel fotográfico, en el que se reproducían las galeradas. La filmadora sólo trabajaba en recto y las curvas ha-bía que trazarlas en el montaje. Este tipo de maquinaria se ca-racterizó, como todos los avances en electrónica, por su pronta obsolescencia, ya que, con rapidez, aparecían, y a aparecen, nuevas máquinas que superan con creces los rendimientos y economías de las de la generación precedente. El equipamiento contaba con cinco estaciones de trabajo, con sus correspondientes hardware y software y los siguientes complementos: 42) Scanner HP, modelo Scanjet Plus, de apoyo horizontal de pa-peles. Resolución óptica de 300 p.p.p. Alta: 1990. Formato: A4. 43) Impresora de pruebas LaserWriter IINTX. De suma rapidez, ya que alcanzaba hasta cuatro veces la velocidad de impresoras normales. Alta: 1990. 44) Filmadora Linotronic, modelo 330 + RIP 30. Alta: 1990. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 41 45) Filmadora ACCUSET, modelo 1200. Supuso un gran avance, pues permitía obtener las páginas ya montadas completamente. Alta: 1994. 46) Heidelberg Speedmaster, rotativa. Alta: 2003. Formato: 52x74 cm. Año de fabricación: 1998. Velocidad: 15.000 unidades/hora. 47) Agfa CTP, directo plancha. Este sistema cambia todo el pro-cedimiento en el laboratorio. El montaje deja de hacerse manual-mente para ser realizado en el ordenador, produciendo directa-mente la plancha que se ha de colocar en la máquina impresora. Alta: 2005. 48) Impresora Agorjet Type Vega. Número: 200480038. Alta: 2008. Formato: 50x50 cm. Año de fabricación: Velocidad: Depende de las aplicaciones que se utilicen, pues esta máquina tiene capacidad para imprimir sobres, impresos, utili-zar numeraciones especiales, realizar microperforados, perfora-dos y semicortes, etc. 4 EVOLUCIÓN DEL PERSONAL En la siguiente tabla se ofrece una visión de la evolución del personal desde 1957 a la actualidad. Hay que tener presentes algunas consideraciones. En primer lugar, que las cifras que se indican expresan el número de personas que han trabajado en/ para la imprenta en ese período, pero no implica que lo hayan hecho de forma simultánea y de manera ininterrumpida. Un 42 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE ejemplo claro lo tenemos en los manipuladores, encargados de preparar el material impreso para su entrega; su tarea depende en gran medida del volumen de dicho material y de la posibili-dad de que la labor se pueda mecanizar, es decir, que, total o parcialmente, pueda ser realizada por algún tipo de máquina. Es conveniente, así mismo, advertir que, en el grupo de personas que figuran en administración, está incluido el personal directi-vo, el jefe de organización de taller y alguna otra persona que, sin desarrollar estrictamente una tarea administrativa, sí se puede asimilar de alguna manera a ella. Igualmente, hay que destacar cómo la tabla muestra la aparición de nuevas tecnologías y he-rramientas que hace que surjan nuevas especialidades en el tra-bajo de imprenta. 5 CLIENTES Más adelante nos referiremos a ellos al comentar la base de datos del catalogo de publicaciones llevadas a cabo por Pérez Galdós. Hablamos aquí de cómo se fue modificando la tipología de trabajos encomendados a la imprenta. 1957- 1960- 1966- 1971- 1976- 1981- 1986- 1991- 1996- 2001- 2006- 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2008 a 4 5 12 11 9 8 7 9 10 9 8 b 2 4 8 6 4 5 5 6 4 3 6 c 2 5 10 6 4 d 4 10 17 15 8 8 11 7 7 6 5 e 5 5 5 3 f 1 1 2 1 1 1 g 5 5 7 5 5 5 h 12 24 52 44 30 29 29 31 27 24 25 Fuente: Archivo de la empresa. Elaboración propia. Claves: a) Administración; b) Maquinistas; c) Cajistas; d) Manipuladores; e) Linotipistas; f) Auditores / asesores; g) Fotocomposición y diseño; h) Totales. TRABAJADORES DE LA IMPRENTA LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 43 José Juan Artiles Ramírez y detrás, en la otra máquina, Juan Luis Babón González. José Herrera Rodríguez trabaja en la Minerva de alimentación manual, en la que la anterior propietaria imprimía su periódico diario. Detrás de la máquina, Gabriel Suárez León 44 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE En sus inicios, fueron los impresos los que predominaban, así como las etiquetas para las cajas de tomates destinados a la exportación. Entre los impresos, figuraban papel con membre-tes para cartas, albaranes, facturas, tarjetas de visita, etc.; hay que citar aquí la aparición del papel autocopiativo, que, aunque pro-ducía un enorme desgaste en las planchas impresoras, supuso un ahorro y una comodidad para la confección, por parte de las empresas, de documentos que llevaran copias, evitando así el engorroso uso del papel carbón. También el turismo creciente aportó fuente de trabajo para la imprenta; la confección de folletos de todo tipo para las empresas relacionadas con este subsector constituyó una parte importante de la producción impresa: propaganda, tarifas de coches de alquiler, cartas de restaurantes, comandas, planos de la isla, etc. Un inicio moderado tuvo la producción de libros y revistas, hasta que, a finales de la década de los setenta e inicios de los ochenta se produjo un notable incremento de este tipo de tra-bajos. La aparición de la informática y la electrónica supuso una importante revolución en el sector de las artes gráficas. Pero no sólo en ellas: también en el de las empresas. Para las primeras, los novedosos sistemas de impresión y tareas anexas comporta-ron una mayor agilidad en los procesos y rapidez en la produc-ción; pero, también, la búsqueda de nuevos trabajos que ocu-paran el lugar de aquellos encargos que realizaba el empresariado insular y que hoy día, gracias a sus propios ordenadores, conse-guían una mayor autonomía, al permitirle aquellos y sus impresoras personales realizar sus propios impresos, en diferen-tes formatos y tipos, en el momento en que los necesitaran; así, una carta, una factura, un albarán, se realizan en las propias empresas, obteniendo el papel con su membrete y el texto que se ha de incorporar a él. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 45 6 LAS IMPRENTAS EN EL ÁMBITO INSTITUCIONAL Jordé, en el Diario de Las Palmas (24 de agosto de 1955), se hace eco de las estadísticas del Anuario de artes gráficas, donde figuran 44 empresas dedicadas a imprimir en la provincia de Las Palmas y 40 en la de Santa Cruz de Tenerife. Una de ellas, aunque no figurase aún con su actual denominación ni fuese propiedad de sus dueños de hoy, era la Pérez Galdós. En la Matrícula industrial de la Cámara de Comercio, Indus-tria y Navegación de Las Palmas, conservada en su archivo, fi-guran treinta y seis imprentas en el año 1958, alguna menos que tres años antes, según se refleja en el siguiente cuadro: PROPIETARIO / NOMBRE DIRECCIÓN 19551958 Agustín Alzola González Corvo Peregrina, 4 * * Ventura Dávila (¿Ávila?) Guedes Fuente, 3 * * Antonio Jiménez Rodríguez General Vives, 72 * * Emilio Martínez Robaina Triana, 87 * * Soledad Martínez Suárez Perojo, 41 * * Camila Navarro Díaz Perdomo, 12 * * Alejandro Navarro Mazzotti Domingo J. Navarro, 5 * * Arturo Ponicke (¿Penichet?) Platzer Perdomo, 3 * * Saavedra y Cía. Ltda. La Naval, 225-227 * * Ceferino Artiles Sánchez General Bravo, 27 * Aquilino Díaz Quevedo Alfredo L. Jones, 7 * * José Doreste Morales Espíritu Santo * * Nicolás García Navarro Perdomo, 10 * Diego Miranda Pérez Perdomo, 10 * Imprenta Atenea Ferreras, 5 * * Imprenta Lezcano Pérez Galdós, 81 * Hijos de Rafael L. Avellaneda Herrería, 8 * Juan R. Jiménez Betancor Perdomo, 7 * * Juan Jiménez Santana Perdomo, 12 * Soledad y María Martínez Suárez Perojo, 41 * IMPRENTAS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1955-1958) 46 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE PROPIETARIO / NOMBRE DIRECCIÓN 19551958 José Mena Rodríguez Domingo Guerra del Río, 5 * * Sebastián Navarro Jiménez (¿Jáimez?) Colón, 5 * María Jáimez, Vda. de Navarro Colón, 5 * José Ortega Bolaños Alfambra, 41 * * Josefa Peñate Suárez Cano, 27 * Carmen Pérez Azofra Triana, 74 * * Carmen Pérez Azofra F. Gourié, 63 * * Carlos Pérez Carló Viera y Clavijo, 2 * * Manuel Rivero Sánchez General Vives, 48-49 * * Antonio Sánchez Panasco Cano, 40 * * Carlos Sánchez Rossi Triana, 81 * * Sila Santana (¿Santos?) García Carvajal, 67 * * José Santana Martín Cebrián, 19 * * Pedro Santana Padilla San Justo, 4 * * Domingo del Toro Santana Armas, 2 * * Agustín Vizcaíno Guedes Mayorazgo, 13 * Diario Falange Venegas, 66 * * Miguel Ángel Espino Arbelo León y Castillo, 18 * Antonio Junco Toral Buenos Aires, 36 * Jorge Navarro Jiménez Colón, 5 * Bonifacio Hernández Gil León y Castillo, 117 * El asterisco (*) señala la existencia de la imprenta en el año que se indica. Fuente: elaboración propia. Es probable que la de Antonio Junco Toral, situada en la calle de Buenos Aires, 36, actualmente 38, fuese la que definitivamente pasó a ser la Pérez Galdós. La otra imprenta situada en la calle Pérez Galdós, la de Pedro Lezcano, pasó a situarse en el paseo de Tomás Morales, al cambiar la denominación de esta vía a partir de la transversal Bravo Murillo. Los nombres de los titulares que figuran en la matrícula in-dustrial de la Cámara de Comercio no dejan traslucir la deno-minación de varias imprentas que han dado, y dan, lustre al arte de imprimir en la capital grancanaria. Así, por ejemplo, la situada LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 47 en General Vives, 72, fue la llamada La Luz, dedicada muchos años a trabajar para un banco local, cuya desaparición la arras-tró posteriormente; la de Triana, 87 es, con bastante probabili-dad, la High-Life, y la de Perojo, 41 fue la conocida como Martínez y, posteriormente, Marcelo. El Sol se llamaba la ubicada en el número 5 de la calle Domingo J. Navarro y Arpa la de General Bravo, 27. La de la calle Alfredo L. Jones, 7 parece ser la ante-cesora de la Santa Catalina; la de Herrería, 8 fue, con bastante probabilidad, la Imprenta Avellaneda; en Perdomo, 7 se halla-ba, muy posiblemente, la Isla del Sol, y en Domingo Guerra del Río, 5 la imprenta San Nicolás, antecesora de la actual10. Izquierdo era la de Triana, 74, Carló la de Viera y Clavijo, 2, España la de Cano, 40, y es muy probable que la Rexachs fuera la situada en Triana, 81. Arteara es la de Cebrián, 19; Gráficas del Toro la de Armas, 2; y es probable que Gráficas Carval fuera la instalada en Mayorazgo, 13. La que aparece en León y Castillo, 117, a nombre de Bonifacio Hernández Gil, es, con mucha probabili-dad, Fotograbado Arte, actividad incluida en aquella época en el mismo epígrafe que las imprentas. Las imprentas, siendo industrias, dependían del ministerio del mismo nombre, que se encargaba de realizar frecuentes inspec-ciones y de controlar las maquinarias que cada una tenía regis-tradas. La importancia de este control radicaba en que los im-puestos que tenían que pagar se calculaban justamente por máquinas. A tal fin, cada año, la superioridad determinaba el importe que el sector tenía que tributar; intervenía entonces el correspondiente Sindicato de Artes Gráficas, que era el encar-gado de determinar qué parte de aquel importe correspondía a cada empresa en función de la maquinaria de que disponía. Y el listado de empresas en activo lo aportaba el Ministerio de 10. En aquellos años se fijó una importante cantidad de dinero como con-dición para poder abrir un nuevo taller de imprenta, lo que motivó que quienes desearan instalar una, optaran por adquirir la licencia y nombre de alguna ya en activo que deseara cesar en la actividad. 48 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE Industria. Una forma frecuente de aliviar esta carga impositiva era aplicar el mayor peso gravatorio sobre máquinas de empre-sas que, aun figurando en el censo oficial, los integrantes de la comisión del sindicato sabían perfectamente que se hallaban cerradas e inoperantes, trasladando a ellas la mayor carga tributaria, y al ministerio la tarea de tratar de localizar una imprenta que ya había dejado de existir. Esta comisión del sindicato tenía también funciones de ins-pección a la vez que era la encargada de elaborar el convenio colectivo del sector, aunque, en ocasiones, se trataba más de una actuación «de derecho» que «de hecho», como aconteció cuan-do, tras algunas semanas discutiendo los pormenores del conve-nio, llegó éste redactado desde «arriba»; al cuestionar los comi-sionados qué sentido tenía entonces el haber mantenido sus reuniones de trabajo, se les informó de que era necesario «pa-sar el tiempo mientras le daban forma» al convenio. 7 MARCO LEGAL DE LAS IMPRENTAS: CENSURA, PIE DE IMPRENTA Y DEPÓSITO LEGAL 7.1 LA CENSURA Pese a lo peregrino que pudiera parecer, el marco legal prin-cipal que afectaba a las imprentas era la ley de 26 de julio de 1883, publicada en la Gaceta de Madrid del lunes 30 del mis-mo mes. Recogía esta disposición en su articulado una serie de definiciones que han perdurado a lo largo de los años, casi sin variación, al menos hasta el decreto de 31 de marzo de 1966. Dice así: Se entiende por periódico toda serie de impresos que salgan a luz con título constante una o más veces al día, o por intervalos de tiempo regulares o irregulares que no excedan de 30. Los su- LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 49 plementos o números extraordinarios serán comprendidos en esta definición a efectos de la ley. Se entiende publicado un impreso cuando se hayan extraído más de seis ejemplares del mismo del establecimiento en que se haya hecho la tirada. Los carteles se entenderán publicados desde el momento en que se fije alguno en cualquier paraje público. La publicación del libro no exigirá más requisito que el de llevar pie de imprenta. Este mismo requisito se llenará en todo folleto y además el de depositar en el Gobierno de provincia, o en la Delegación espe-cial gubernativa, o Alcaldía de la población en que vea la luz, tres ejemplares del mismo en el acto de la publicación. Los mismos requisitos se llenarán al publicar una hoja suel-ta o cartel y además presentará el que los publique una decla-ración escrita y firmada que comprenda los particulares siguientes: 1.o El nombre, apellidos y domicilio del declarante. 2.o La afirmación de hallarse éste en el pleno uso de los dere-chos civiles y políticos. No será necesaria esta declaración para la publicación de hojas o carteles de anuncios o prospectos exclusivamente comerciales, artísticos o técnicos. Más adelante detalla que serán clandestinas aquellas publica-ciones que no cumplieren con estos requisitos11. Esta situación 11. El decreto de 1966 modifica el número de páginas mínimo para que un impreso sea considerado libro, estableciéndolo en cincuenta, sin contar las cubiertas. Definición también modificada por el decreto de 1966, que fija para los folletos un mínimo de cuatro páginas y hasta cincuenta. En 1966, el decreto fija en cuatro páginas el tope para que un impreso sea considera-do hoja suelta. Por su parte, el decreto de 1966 dice que cartel es «toda publicación unitaria impresa por una sola cara y que sirva a fines de propa-ganda o publicidad». La normativa de 1966 actualiza esencialmente esta de-finición, estableciendo que «se entiende por publicaciones periódicas las que con un contenido informativo o de opinión normalmente heterogéneo se impriman bajo un mismo título y en serie continua con numeración correlativa y fecha de 50 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE se mantuvo estable casi en su totalidad, pues la censura hizo acto de presencia ya desde el mes de diciembre de 1936, cuando el decreto de 23 de diciembre, publicado en el Boletín de la No-chebuena, determinaba que: Se declaran ilícitos la producción, el comercio y la circulación de libros, periódicos, folletos y toda clase de impresos y grabados pornográficos o de literatura socialista, comunista, libertaria y, en general, disolventes. Un cajón de sastre en el que podía caber una parte impor-tante de la actividad impresora y editora. Y al que se incorpo-raría, poco después, otro decreto, esta vez de 29 de abril de 1938, que, junto a un más estrecho planteamiento de la censura pre-via, argüía la necesidad de vigilar qué se imprimía por razones económicas, ya que, dada la escasez de papel, no se podía éste malgastar dando a la luz originales poco útiles: La presentación de originales para que se autorice su impre-sión en España se hará indefectiblemente antes de que ésta se verifique, bajo la responsabilidad solidaria de autores y editores. El organismo encargado de la censura podrá denegar la autori-zación de impresos, no sólo por razones de índole doctrinal, sino también cuando se trate de obras que, sin estimarse necesarias ni insustituibles, puedan contribuir en las actuales circunstancias de la industria del papel a entorpecer la publicación de otros impresos que respondan a atenciones preferentes. De manera un tanto forzada, los artículos 12 y 13 del de-creto de 11 de julio de 1957, regulador del requisito de pie de imprenta, refuerzan el sistema de censura previa, estableciendo taxativamente que publicación y aparezcan con periodicidad regular determinada y con propósito de duración indefinida». LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 51 ninguna imprenta podrá proceder a la impresión o estampación de originales si no constase en ellos la previa autorización perti-nente cuando según las disposiciones en rigor [sic] sea ésta pre-ceptiva, incurriendo en falta grave la imprenta por la simple impresión, aun sin distribución, cuando no se hubiere cumplido este requisito administrativo. Esta situación de censura previa se prolongó a lo largo del tiempo, correspondiendo, en ocasiones, a los impresores la soli-citud de autorización para imprimir. En Las Palmas de Gran Canaria, esta censura se efectuaba en la calle Cano, en edificio que hoy ocupan dependencias del Cabildo Insular, entre ellas, su librería. La norma era que un original entregado tardaba un día por cada cuarenta y ocho páginas de texto para recibir el resultado de la supervisión. Ocasionalmente, no se rechazaba la totalidad de la obra, sino palabras, líneas o párrafos que venían debidamente tachados. El impresor, en este caso la Imprenta Pérez Galdós, comunicaba al autor las incidencias por si había algo que modificar en cuanto a sintaxis, etc. La censura perduró, al menos oficialmente, hasta la publica-ción en el BOE de la Ley 14/1966, de prensa e imprenta. Su ar-tículo tercero dice así: De la censura.—La Administración no podrá aplicar la cen-sura previa ni exigir la consulta obligatoria, salvo en los estados de excepción y de guerra expresamente previstos en las leyes. Esta disposición queda matizada por «lo que dice», que no «lo que pone» el artículo cuarto de la precitada ley: Consulta voluntaria.—Uno. La Administración podrá ser con-sultada sobre el contenido de toda clase de impresos por cualquier persona que pudiera resultar responsable de su difusión. La res-puesta aprobatoria o el silencio de la Administración eximirán de responsabilidad ante la misma por la difusión del impreso sometido a consulta. 52 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE 7.2 PIE DE IMPRENTA El pie de imprenta, sin embargo, sí se ha mantenido más estable desde aquella primera disposición legal del año 1883. Ya allí se especificaba que su ausencia convertiría en clandestino, y por consiguiente sujeto al código penal, cualquier tipo de impreso. Sin citarlo expresamente, el decreto de 23 de octubre de 1938 establece que «deberán llevar la indicación del nombre del impre-sor o del productor, la del lugar de su residencia y la cifra íntegra del año de la creación o de la edición de la obra». Esta situación se mantuvo inalterada hasta el 11 de julio de 1957, fecha del decreto del Ministerio de Información y Turis-mo que regula todo lo relacionado con el pie de imprenta. La disposición normativa, con muy buen criterio, comienza definiendo qué se entiende por pie de imprenta: la consignación en aquéllos [los impresos] del nombre y empla-zamiento del taller mecánico en que hayan sido elaborados, así como la localidad y año de la impresión. El articulado de este decreto se detiene posteriormente en especificar dónde ha de tener cabida el requisito que regula y qué impresos se hallan exceptuados de la normativa. Y, por su-puesto, termina declarando clandestinos los que no cumplan con lo preceptuado, distribuyendo la responsabilidad penal, por este orden, a la imprenta, a quienes hicieron el encargo del trabajo o resultaran directamente beneficiados de ellos y, finalmente, a quienes los hubiesen repartido. Poco después, en 1959, una orden de 21 de julio, del Minis-terio de Información y Turismo, implanta la asignación de un número de orden a las publicaciones editadas en España o im-portadas del exterior, número que pasa a formar parte del cuerpo del pie de imprenta. Finalmente, la Ley de prensa e imprenta, de 18 de marzo de 1966, en su artículo once, recoge todo lo ex-puesto sobre este extremo y lo mantiene en vigor, completan- LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 53 do la normativa referida a este punto en el decreto 751, de 31 de marzo de dicho año, sin que falte la expresa alusión a los impresos considerados clandestinos por no cumplir este requi-sito, así como las responsabilidades administrativas de quienes incumplan lo establecido. 7.3 DEPÓSITO LEGAL Las disposiciones relativas al depósito legal datan del siglo XVIII, cuando Felipe V crea la inicialmente llamada Librería o Biblio-teca Real, germen de lo que posteriormente sería la Biblioteca Nacional. Desde entonces y hasta los años en que se crea la Imprenta Pérez Galdós, no parece que tales disposiciones se cumplieran de manera rigurosa, como prueba el alto número de circulares, órdenes y decretos que emiten los diferentes gobier-nos reclamando su más puntual cumplimiento: 1716, 1761, 1762, 1788, 1793, 1802, 1812, 1837, 1841, 1843, 1847, 1879, 1896, 1938, etc. En 1958, fecha próxima a la creación de la imprenta, la úl-tima norma dictada y, por ende, vigente, era el decreto de 14 de julio de 1955. Se trata de un texto breve de tan sólo tres artículos y dos disposiciones finales. Prácticamente, lo que vie-ne a decir es que el depósito legal se efectuará de conformidad con lo establecido en la ley de 10 de enero de 1879 y el decre-to de 13 de octubre de 1938 y que el Ministerio de Educación Nacional dictaría el necesario reglamento; un reglamento que no vino a las páginas del BOE hasta el 20 de enero de 1958: el decreto de 23 de diciembre de 1957, al que nos referiremos más ade-lante. La ley de 1879, referida a la propiedad intelectual, es la que, en su artículo 34, obliga a los autores a depositar tres ejem-plares de sus obras: uno para la biblioteca en que se deposita, otro para el Ministerio de Fomento y el tercero para la Biblio-teca Nacional. Es el decreto de octubre de 1938 el que más ampliamente trata de este tema. 54 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE Nos interesa aquí hablar del depósito que obliga al impresor o productor, no de aquel al que están obligados el autor o el editor. El artículo quinto especifica que el impresor depositará un ejemplar de los impresos que realice en la biblioteca del Estado en su provincia y que este depósito se llevará a cabo dentro del mes a contar de la terminación de la tirada. Este depósito iría acompañado por una declaración, cómo no, por triplicado, fe-chada y firmada, en la que constaría el título de la obra, el asunto, si era una estampa o foto, el nombre del autor o autores, el número de ejemplares de la tirada, el nombre y dirección del editor y la fecha de terminación de la tirada. El destino de cada una de las copias de la declaración era: el impresor, la bibliote-ca en que hubiese hecho el depósito y la Biblioteca Nacional. Así las cosas, cuando en 1958 la Imprenta Pérez Galdós co-menzaba su andadura, el reglamento al que antes aludíamos estaba recién entrado en vigor. En él se especifica que, prácticamente, la totalidad de la producción de una litografía estaba sometida a esta normativa: libros, periódicos, folletos, estampas, grabados, carteles, naipes, tarjetas postales ilustradas, mapas, etc. etc. Y es el impresor uno de los sujetos obligados a realizar el depósito. ¿Cuál era la mecánica? Dice el decreto: Cuando una obra cualquiera esté próxima a su terminación, el impresor solicitará de la Delegación del Servicio de Depósito Legal competente la asignación de número de Depósito, que le será facilitado en el acto, dentro del horario de servicio establecido. Una vez asignado número de Depósito, la obra deberá estar termina-da y publicada dentro del plazo de tres meses naturales. [...] Dentro del plazo de treinta días siguientes a la terminación de la obra, el solicitante entregará en la delegación correspondiente los ejem-plares completos y en perfecto estado. Podría darse el caso de que el impresor superara los tres me-ses de plazo previstos, en cuyo caso se podía solicitar una prórro-ga o renunciar al número asignado. Son tres los ejemplares a en- LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 55 tregar, uno por cuenta del impresor y dos por la del editor; y no podía faltar la correspondiente declaración por triplicado, que in-cluía, entre otros datos, además de los ya indicados, la fecha de comienzo de la distribución, el precio de venta, formato en cen-tímetros, número de páginas, número de volúmenes de la obra, etc. Esta normativa vino a ser ratificada, con ligeras modificacio-nes, por la Ley de prensa e imprenta de marzo de 1966, cuyo artículo doce expresa: antes de proceder a la difusión de cualquier impreso sujeto a pie de imprenta, deberán depositarse seis ejemplares del mismo con la antelación que reglamentariamente se determine, que nunca podrá exceder de un día por cada cincuenta páginas o fracción. En aquellas fechas, las oficinas del Depósito Legal se encontra-ban en la Biblioteca Pública ubicada en la plaza de la Constitución. 8 PUBLICACIONES 8.1 MONOGRAFÍAS La imprenta Pérez Galdós fue de las primeras en abordar la impresión de libros en Gran Canaria. Un trabajo que, tal como se ha dicho, se vio facilitado con la adquisición de la linotipia. El gran boom de la producción editorial se produce a partir de la década de los setenta, con la instauración de la democracia. Un problema adicional con que contaba la producción libresca en la isla era la carencia de un taller de encuadernación en una escala industrial. Esta dificultad se trataba de paliar con el siste-ma de pegado del libro; algo que, por lo general, finalizaba con una caída de las hojas que no soportaban el que el libro fuese abierto de forma que facilitara su lectura. Esta imprenta logró una fór-mula para la cola de pegado que evitaba esta perniciosa situación que tanto quebradero de cabeza proporcionó a los lectores. 56 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE Como anexo de este artículo, figura una relación de monografías hechas por la imprenta Pérez Galdós desde sus inicios hasta el mes de junio del año 2008. Es probable que falte alguna, ya que las prisas del día a día y los traslados han podido ocasionar el extravío de alguna obra. De todas formas, el número de las re-gistradas es importante. Todas las publicaciones recogidas han sido consultadas en los archivos de la empresa. Para su tratamiento, se han incluido en una base de datos que comprendía los siguien-tes apartados: autor, título, editor, prologuista, ilustrador, fotó-grafo, año de edición, dimensiones, número de páginas, si per-tenece a una colección, la materia, el ISBN y un apartado de observaciones para aquellas incidencias no recogidas en los apar-tados anteriores y que pudieran resultar de interés. A efectos prácticos, en este anexo sólo figuran el autor, el título, el editor y el año de edición. De los autores, hemos de significar que el más prolífico es Lázaro Santana, con obras propias e innumerables comentarios en catálogos de arte; pero también aparecen frecuentemente Rafael Santana Ro-dríguez, José María Millares Sall, Alfredo Herrera Piqué, Juan Lafo-ret Díaz, Fernando Báez, Ángeles Alemán, Juan Manuel Duche-ment, Víctor Ramírez, Rafael Franquelo, José Miguel Alzola, etc. En cuanto a las editoras, las más representativas son la Caja Insular de Ahorros de Canarias, el Gobierno de Canarias, el Colegio de Abogados de Las Palmas, El Museo Canario, Edirca, Ultramarino, el Centro Teológico, la Fundación Canaria Mapfre Guanarteme y los cabildos insulares de la provincia de Las Pal-mas, especialmente el de Gran Canaria, así como los ayuntamien-tos, en especial, los de Las Palmas de Gran Canaria, Teror, Arrecife, Teguise, Telde, Arucas, etc., destacando particularmente aquellas publicaciones costeadas por su autor que, en algún caso, llega a crear su propia empresa editora para las obras de su creación. Por lo que se refiere a las dimensiones y el número de pági-nas, la variedad es muy grande. Abundan, eso sí, las medidas adecuadas a formatos que se corresponden con un estándar que, adaptado a las posibilidades de impresión de la maquinaria, redun- LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 57 dara en un menor costo por ahorro en consumo de papel. El número de páginas varía enormemente; hay libros que cuentan con varios cientos y folletos que no superan las ocho, mientras que abundan los catálogos con entre veinte y cuarenta páginas. No todas las monografías cuentan con ISBN; las hay que, de-biendo llevar este dato, carecen de él, mientras que otras que por sus dimensiones están exentas de este requisito, sin embar-go, lo llevan. Cuestión aparte es el depósito legal, dato no reco-gido en este trabajo; e importante, ya que hay ejemplares, en-tre los más antiguos, que carecen de toda referencia, por lo que su existencia corre peligro de pasar desapercibida. En cuanto a la materia, se han clasificado las obras con arre-glo a una sencilla tabla, acorde con el contenido habitual de los trabajos que se imprimen en la ciudad. Sus apartados, ordena-dos alfabéticamente, son: MATERIA CANTIDAD MATERIA CANTIDAD Actas 22 Fotografías 2 Agendas 4 Geografía 1 Agricultura 2 Guías 61 Anuarios 3 Historia 85 Arquitectura 2 Humor 1 Arte 9 Índices 1 Autoayuda 2 Literatura 8 Biografías 10 Manuales 60 Biología 1 Memorias 26 Botánica 8 Música 5 Catálogos 247 Narración 106 Deportes 9 Ornitología 1 Derecho 7 Pedagogía 1 Documentos administrativos 16 Poesía 178 Ecología 4 Política 2 Economía 30 Psicología 2 Empresas 2 Religión 13 Ensayo 30 Salud 15 Etnografía 14 Sanidad 2 Filosofía 2 Sociología 12 Fuente: Archivo de la empresa. Elaboración propia. MATERIAS DE LOS TRABAJOS PUBLICADOS 58 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE Como se ve, se trata más bien de una forma sencilla de se-parar algo los contenidos que hemos encontrado. De toda esta producción, son los catálogos los más abundantes, seguidos de los libros de poesía y las obras narrativas; estos tres bloques constituyen más del 50 % de las obras impresas. 8.2 PUBLICACIONES PERIÓDICAS Las publicaciones periódicas realizadas por esta imprenta merecen un comentario aparte. En principio, reseñamos todas aquéllas de las que hemos localizado en sus archivos al menos un número. E indicamos sólo aquéllos de los que tenemos cons-tancia de que han salido de sus máquinas. ABD: boletín informativo de bienestar social. Editado por el Ca-bildo Insular de Gran Canaria, en formato UNE A4, sólo hemos podido consultar el número 1, aparecido en noviembre de 1984. Aguayro. Editada por la Caja Insular de Ahorros de Canarias desde el año 1970. En formato UNE A4 y un promedio de 48 pági-nas, varias de ellas a color, la Imprenta Pérez Galdós se hizo cargo de su impresión, ininterrumpidamente, desde el número 155 del año 1984 hasta el 220 en 2001. Comenzó siendo mensual, aun-que su periodicidad ha sufrido diversos cambios. ISSN: 0212-5021. Almogarén. La edita el Centro de Estudios Teológicos de Las Palmas de Gran Canaria, en formato 25x17. Con ISSN 1695-2669, algún número ha aparecido con ISBN 84-600-7025-5. Hemos podido manejar los siguientes números (entre paréntesis, el año de aparición): 1 y 2 (1988); 3 y 4 (1989); 8 (1991); 9 (1992); 13 (1994); 15, 16 y 17 (1995); 18 y 19 (1996); 20 y 21 (1997); 25 (1999); 26 (2000); 28 y 29 (2001); 30 y 31 (2002). Anuario. Lo edita el Colegio de Abogados de Las Palmas. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 59 Aturuxo. Se trata de un boletín editado por la Casa de Galicia de Las Palmas de Gran Canaria. El formato es de 28’5x21 cm. Hemos encontrado los ejemplares correspondientes a los números 16 y 17, de los años 1987 y 1988 respectivamente, así como el 20 y 21, de 1992. Beñesmén: revista oficial de la Federación de Juego del Palo Canario (FEJUSPAL). De esta publicación, sólo hemos podido manejar el número 0, de 1988, y el número 1, aparecido en 1999. Lo edita la citada federación y sus medidas son 24x17 cm. Blanco. Editada por El Almacén, con formato 24x16’5, sólo hemos podido consultar un número correspondiente a 1979. Boletín de estadística socioeconómica. Lo edita el Centro de Investigación Económica y Social de Canarias (CIES), de La Caja de Canarias, en formato de 26x19. Sólo hemos localizado, en los archivos de la imprenta, el número 1, correspondiente a 1986. Boletín informativo. En este caso, publicado por el ayuntamiento de Teror, en formato 29’7x21 cm. Hemos examinado el núme-ro 2, correspondiente a marzo de 1993. Boletín oficinal de la Diócesis de Canarias. Tiene un formato de 23’5x16 centímetros. El único número que hemos podido ma-nejar en el archivo de la imprenta es el número 6, año CX, co-rrespondiente a julio-octubre de 1975. En dicho número se in-sertan los comunicados oficiales del obispado y el gobierno ci-vil en torno a la celebración de la polémica asamblea del estu-dio sociopastoral, celebrada en aquellas fechas. Botánica macaronésica. Editada por el Jardín Botánico Viera y Clavijo, del Cabildo Insular de Gran Canaria, en formato 21x15’5 y también 29x21’7. Los números tratados son: 4 (1977); 60 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE 5 (1978); 6 (1979); 7 (1980); 8 (1981); 9 (1982); 16 (1988); 17 y 18 (1989); 19 y 20 (1992); 21 y 22 (1995); 24 (2003); 25 (2004); 27 (2008). Bulletin. Lo publica la Association pour l’Étude Taxonomique de la Flore d’Afrique Tropicale (AETFAT), en formato 20’5x15’5. Su secretariado estuvo en el laboratorio de botánica del Cabil-do Insular de Gran Canaria. Hemos podido ver en el archivo de la imprenta los números 25, 26, 27 y 28, correspondientes a los años 1975, 1976, 1977 y 1978. Cacería canaria: revista de la Sociedad de Cazadores de Gran Canaria. Publicada por esta sociedad, sólo hemos podido ma-nejar su primer número, en formato UNE A4, aparecido en oc-tubre de 1991. Calendarios. Es una actividad típica de las imprentas en ge-neral, a la que no es ajena la Pérez Galdós. Especial mención merecen, por su importante aportación a la historia del arte en Canarias, los que La Caja de Canarias dedicaba a artistas de las islas, de los que algunos salieron de las impresoras de esta em-presa que estudiamos. También se debe destacar el suyo propio, que posee la especial característica de recoger las fiestas locales de los municipios insulares. Canary islands sun, The. Aunque no hemos manejado ningún ejemplar, sabemos que se trata de un periódico en inglés, que editaba la norteamericana Terry Hill. Al tratarse de una publi-cación en otro idioma, la imprenta tuvo que contratar a un cajista especializado, que pudiera trabajar con esta lengua. En su con-fección se utilizaba la linotipia cuando ésta fue adquirida en torno al año 1968. Se comenzó a editar en 1962/63 y se imprimió en Pérez Galdós hasta 1967, aproximadamente, momento en que los editores cambiaron de empresa; retornó nuevamente a esta imprenta en ese mismo año. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 61 Centro. Se trata de un boletín, editado por la Unión de Cen-tro Democrático, UCD, en formato UNE A4. Sólo hemos podido ver el número 0 y el número 1, aparecidos ambos en 1981. Coyuntura canaria: boletín mensual de estadística. Editado por el Centro de Investigación Económica y Social de Canarias (CIES) de la Caja Insular de Ahorros de Canarias. En formato 26x19, su ISSN es 0212-5048. Hemos manejado los siguientes núme-ros: 3 y 4 (1985); 6 (1987); 9, 10 y 12 (1989); 13 (1990); 14 y 15 (1991). Cuadernos de botánica canaria. La editaba el recientemente fallecido Günther Kunkel, con el patrocinio del Cabildo Insu-lar de Gran Canaria. Su ISSN era 0011-2372/10. Hemos podi-do trabajar con el último número de la publicación, 28 (1976), en formato 24x16’5; en él, su editor se despide de los lectores, pues la aparición de Botánica macaronésica sustituía a esta re-vista. También hemos podido ver el Suplemento 4, de 1975, con los índices de los números 1 al 25. La dirección de la imprenta nos informa de que, de hecho, todos los números fueron con-feccionados en sus talleres, pero que se vieron obligados a des-prenderse de los de su archivo a favor de la Biblioteca Nacio-nal, que se los solicitó. Cuadernos de educación ciudadana. Los edita el Ayuntamiento de Santa Lucía, en formato 21’5x15’5 cm. Nacieron con voca-ción de ser una publicación mensual, desarrollando la proble-mática municipal desde distintas vertientes. Hemos podido con-sultar el primer número, aparecido en 1982, dedicado a una aproximación a la historia de Vecindario y Sardina. Se vendía al precio de 50 pesetas. Échale mojo. Editada por la asociación cultural del mismo nombre, en formato UNE A4. Hemos manejado únicamente el número 3, en el que no figura año de impresión. 62 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE El Museo Canario. Homónima de la institución que la edita, esta revista científica tiene el ISSN 0211-450X y se encuentra in-corporada al Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Ha tenido diferentes etapas desde el siglo XIX, durante las que ha sufrido diversos avatares, entre ellos, el de su periodicidad, que ha variado a lo largo de su dilatada existencia. En la actualidad, tiene carácter anual. En esta imprenta, hemos localizado en sus archivos los números 48, que corresponde al período 1988-1991, y 49, de 1992 a 1994. Fablas. Su editorial lleva el mismo nombre y se trata de una revista de poesía y crítica, fundada por Domingo Velázquez en 1969, con periodicidad mensual. Sus páginas recogen firmas de un variado grupo de intelectuales. Jorge Rodríguez Padrón, en su Primer ensayo para un diccionario de la literatura en Canarias12, afirma que se publicó ininterrumpidamente hasta 1974 y que, a partir de ese año, apareció de modo intermitente hasta 1979, en que, con un nuevo formato (29’7x21 cm), publicó un solo nú-mero más. Es precisamente el número correspondiente a ese año, el 75, el que aparece en el archivo de la imprenta como impreso por ella, junto a los números 48 (1973) y 69 (1977). Sin embar-go, nos consta que todos los números aparecidos fueron impre-sos en estos talleres. Y, según figura en el listado de publicacio-nes de la editorial Fablas, aparecido en la obra de Lázaro Santana Alonso Quesada y el Partido Liberal Canario (1980), han apare-cido 75 números entre diciembre de 1969 y noviembre de 1979. Folía. Se trata de un boletín, en tamaño UNE A4, editado por el Festival de Música de Canarias. De la segunda época, hemos encontrado en el archivo de la imprenta el número 3, corres-pondiente al año 2002 (febrero, segunda época). 12. RODRÍGUEZ PADRÓN, Jorge. Primer ensayo para un diccionario de la literatura en Canarias. Islas Canarias: Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, 1992, p. 123. (Colección Clavijo y Fajardo; 14). LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 63 Gangamanía. Revista comercial, editada por T. Ben Publici-dad S.C.P., en formato 28x20’5. Hemos podido consultar, en el archivo de Pérez Galdós, el número 2, de junio de 1991. Gestalt viva. La edita la Asociación Española de Terapia Gestalt, en formato UNE A4. Sólo hemos localizado el número 19, co-rrespondiente a 1999. Informes técnicos. Los edita el Instituto Canario de Ciencias Marinas, en un formato de 30x21 e ISSN 1136-193X. Cada nú-mero tiene prácticamente un carácter monográfico. Hemos po-dido manejar los siguientes: 6 (1999), 8 (2000), 9 y 10 (2003), 10 y 11(2004). Instructa, La. Editada por el Colegio de Abogados de Las Palmas. Hemos podido hojear, en el archivo, los ejemplares co-rrespondientes a los números 20 (1991), 69 (2006) y 72 (2008), aunque nos consta haberse impreso todos sus números en Pérez Galdós. Formato: UNE A4. Magec = El sol: boletín informativo de AP en Las Palmas. Con vocación de periodicidad, lo editó Alianza Popular, AP. Apare-ció el número 1 de este boletín en enero de 1978, en formato 45x32. En el archivo de la imprenta se encuentra, además, el número 3, correspondiente a noviembre del mismo año. Mocán: la actualidad de Mogán. Editado por el Ayuntamien-to de Mogán, en formato UNE A4, hemos podido consultar el número 1, aparecido en marzo de 1991. Nosotros. En formato UNE A4, se trata de una publicación des-tinada al personal de La Caja de Canarias. Hemos podido con-sultar el anuario fotográfico de esta revista, publicado con el nú-mero 2, en diciembre de 1990 y referido al año 1989. 64 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE 13. RODRÍGUEZ PADRÓN, Jorge. Op. cit., p. 260. Parabiblos: cuadernos de biblioteconomía y documentación. Editada por la Asociación Canaria de Bibliotecarios, Archiveros y Documentalistas (inicialmente, Asociación de Amigos de las Bibliotecas Canarias), inició su andadura en 1988. En formato UNE A4, su ISSN es 1133-9756. En la imprenta que estudiamos se imprimieron, al menos, según sus archivos, los números 1 (1988), 3-4 (1989-1990) y 13-14 (2001-2002). Puentepalo. Revista de literatura de la editorial del mismo nombre, comenzó su publicación en 1980. En formato 28’5x20’5, hemos cotejado su número 2, correspondiente a 1981. Según Rodríguez Padrón, en su obra ya citada13, sólo llegó a publicarse un número más, doble, en 1983, que no hemos localizado en los archivos de esta imprenta. Revista canaria de economía. La editaba el Instituto Canario de Estudios Económicos, en formato 24’5x17 cm, con la direc-ción de Gregorio Socorro Soto. Sólo hemos podido consultar el número 6, del año 1977, edición patrocinada por la Mancomu-nidad de Cabildos de la provincia de Las Palmas, a través de su Plan Cultural. Debió de tener corta vida e irregular aparición, pues ya en la presentación del número consultado se advierte de que lleva un largo tiempo sin aparecer. Revista del foro canario. La edita el Colegio de Abogados de Las Palmas, con ISSN 0211-0903, en formato 24x17. Hemos po-dido consultar en el archivo el número 57, del año 1977, co-rrespondiente a la segunda etapa de la revista. De la tercera etapa, el primer número fue el 59 (1983), al que siguen 60-61 (1984), 65 (1985), 79 y 80 (1990), y 100 y 102 (2006), aparte de los anexos bibliográficos enero-abril 1992, 1994-1995 y mayo-di- LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 65 ciembre de 1996. Sin embargo, nos consta la impresión en Pérez Galdós de otros números de esta tercera etapa, así como la im-presión de otros más recientes en otra localidad. Suplemento mensual de sentencias. Editado por el Colegio de Abogados de Las Palmas, como suplemento de la Revista del foro canario. Aunque sólo hemos podido consultar el ejemplar de julio-agosto de 1990 en el archivo, nos consta que se imprimió, por lo general, en Pérez Galdós. Tagore: revista cultural hindú. Editada por el colectivo del mis-mo nombre en formato UNE A4. De ella sólo hemos podido con-sultar el número 1, aparecido en 1984, al precio de 175 pesetas. Tahor: libreta canaria de educación. Editada por Tamonante, en formato 30x21 cm, figura, en los ejemplares conservados en el archivo de la imprenta, que su periodicidad es trimestral. Cons-tan los siguientes números: 2 (1984); 5 (1985); 8 (1986); 11 (1987); 12 (1988). Tribuna joven: portavoz de las inquietudes estudiantiles. Lo editaba el Instituto Nacional de Bachillerato Pérez Galdós, en formato 24x17. Hemos podido consultar el número 2, correspondiente a mayo de 1977. Tu guía Arena. Dedicada a la información sobre el ocio, con formato 21x14. Editada por Arena Ocio & Shopping, hemos manejado el número 4, correspondiente al mes de junio de 1994. 9 CONCLUSIONES La Imprenta Pérez Galdós, con su más de medio siglo a cuestas, es un modelo típico de la actividad de las artes gráficas en la segunda mitad del siglo XX en las islas. Como todas las empre- 66 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE sas de su tamaño en el sector, ha tenido que ir adaptándose a las innovaciones que, a pasos agigantados, se han ido produciendo. Una adaptación necesaria, imprescindible, para poder seguir subsistiendo. No ha sido, ni es, un camino fácil. Han de hacer frente las imprentas a múltiples dificultades. No es la menor su financiación. Se ven obligadas a realizar importantes inversiones que las sitúen en condiciones de prestar un trabajo ágil, econó-mico y rápido. Por otro lado, siendo de pequeña o mediana di-mensión, precisan el cobro no tardío de sus facturas, lo que no siempre ocurre, especialmente con los organismos oficiales. Han de luchar, además, con la tendencia, afortunadamente en retro-ceso, a encargar los trabajos de imprenta fuera del archipiélago, arguyendo presupuestos más económicos o falta de profe-sionalidad, argumentos ambos bastante discutibles. Se carece, por otro lado, de una formación profesional académica en la región. Son éstos algunos de los problemas a los que han de hacer frente para que el arte de imprimir continúe y podamos seguir man-teniendo una tradición que, aunque de entrada tardía en las is-las, ha dado muestras de su bien hacer y pujanza a lo largo de los años. Por último, cabría recordar que a lo largo de su trayectoria, esta empresa ha sido galardonada por su buen hacer. Así, fue Máster de Popularidad en los años 1987-88 y 1988-89. Y en 2008, como indicamos más arriba, fue distinguida por el Gobierno autónomo, el Día de las Letras Canarias, por sus cincuenta años de actividad. LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 67 10 ANEXO: CATÁLOGO BIBLIOGRÁFICO DE LAS EDICIONES DE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS (1973-2008) 68 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 69 70 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 71 72 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 73 74 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 75 76 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 77 78 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 79 80 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 81 82 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 83 84 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 85 86 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 87 88 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 89 90 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 91 92 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 93 94 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 95 96 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 97 98 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 99 100 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 101 102 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 103 104 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 105 106 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 107 108 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 109 110 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 111 112 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 113 114 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 115 116 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 117 118 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE LA IMPRENTA PÉREZ GALDÓS DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 119 120 JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ DE LA FE |
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