LA FOTOGRAFÍA ANTIGUA COMO TÉCNICA
DE DOCUMENTACIÓN Y REGISTRO
EN EL ESTUDIO DE LAS MANIFESTACIONES
RUPESTRES DE GRAN CANARIA
Pedro Javier Sosa Alonso*
Fecha recepción: 13 de julio de 2018
Fecha de aceptación: 15 de noviembre de 2018
Resumen: En este artículo mostramos cuáles eran las técnicas de documenta-ción
y registro de las manifestaciones rupestres en Gran Canaria a través de las
primeras fotografías que se realizaron en los yacimientos arqueológicos. Nuestro
interés radica en mostrar cómo trabajaban los pioneros en esta temática, ya que
consideramos importante el conocimiento de estos trabajos para poder elaborar
un método de trabajo en el presente que no suponga una afección directa a un
patrimonio frágil y vulnerable.
Palabras claves: Manifestaciones rupestres; Arqueología; Fotografía histórica; Gran
Canaria.
Abstract: In this article we show how were the techniques of documentation
and registration of rock art in Gran Canaria island through the first photographies
that were made in the archaeological sites. We are interested to show how were
working the pioneers in the past for create a method of working in the present
that will be not a direct affection to a fragile and vulnerable heritage.
Key words: Rock art; Archaeology; Historic photography; Gran Canaria.
Cartas diferentes. Revista canaria de patrimonio documental, n. 14 (2018), pp. 303-326.
* Graduado en Historia por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria;
Máster en Arqueología y Patrimonio por la Universidad Autónoma de Madrid;
codirector de la empresa Arqueología D3. Calle Luján Pérez, 14. Santa María
de Guía de Gran Canaria. Las Palmas. Teléfono: 618 08 94 48. Correo electró-nico:
pedro.sosa.ae@gmail.com.
304 Pedro Javier Sosa Alonso
1 Introducción
La fotografía es la técnica o el procedimiento que nos permite
obtener una o varias imágenes fijas de una realidad mediante la
acción de la luz sobre un sensor o una superficie sensible. Una
de las descripciones de la Real Academia dice que la fotografía
también es una representación o descripción de gran exactitud,
algo que tiene mucho que ver con nuestro ámbito de estudio, las
manifestaciones rupestres. Estas últimas también son representa-ciones
o descripciones, que no están realizadas con gran exactitud
como las fotos, pero que jugaron un papel fundamental cuando
la fotografía no existía para inmortalizar un momento, un pensa-miento,
un imaginario, un documento, etc.
Las manifestaciones rupestres, sean artísticas o no1, son las ac-ciones
o las imágenes grabadas y pintadas por los humanos del
pasado en las superficies rocosas. Estas grafías han sido plasmadas
por mujeres y hombres en paredes rocosas, piedras, cuevas, abri-gos,
etc., en las cuales se desarrolla la destreza y el pensamiento
de nuestros antiguos2. El estudio de los petroglifos en Canarias
comienza su desarrollo en el mismo momento en que la arqueo-logía
en general empieza a surgir como una ciencia, el siglo xix.
2 Antecedentes
Ya desde el siglo xviii aparece en Canarias el primer descubri-miento
de grabados rupestres en la cueva de Belmaco3, en la isla
1. Existe un debate entre los investigadores en el que se discute si los gra-bados
y las pinturas en la roca deben denominarse con el concepto de arte
rupestre o manifestaciones rupestres. Según algunos autores, se trata de repre-sentaciones
cognitivo-simbólicas/funcionales, es decir, símbolos e imágenes que
reproducen las observaciones de los elementos naturales o los creados mental-mente
(Selvakumar, 2011: 366).
2. Martínez Celís, D., Botiva Contreras, A. Manual de arte rupestre de
Cundinamarca. 2ª ed. Bogotá d. c.: Instituto Colombiano de Antropología e
Historia, 2004.
3. El descubrimiento del hallazgo se produjo en 1752 por el gobernador
militar Domingo Vandewalle de Cervellón, cuando se encontraba en el término
La fotografía antigua como técnica de documentación y registro... 305
de La Palma. Lo cual se convirtió en el pistoletazo de salida para
una sucesión de descubrimientos que le siguieron durante los si-glos
xix y xx, como la aparición de los grabados de El Julan y La
Candia en la isla de El Hierro, entre los años 1873 y 18744. Pero,
en la isla que ocupa nuestro estudio, Gran Canaria, no se descu-bre
un yacimiento rupestre hasta unos años más tarde, como los
petroglifos del barranco de Balos (Agüimes). Un descubrimiento
que se le atribuye a Diego Ripoche, según unas notas que fueron
publicadas en un artículo de la revista El Museo Canario sobre
las inscripciones herreñas5. Todavía en ese momento no se uti-lizaba
la fotografía para documentar y registrar los yacimientos
rupestres, pero si se utilizaban los calcos como los primeros que
se publican de este yacimiento6, enfocados, sobre todo, en las ins-cripciones
líbico-bereberes.
En lo que respecta a las pinturas, el gran descubrimiento se
produce en el municipio de Gáldar, hablamos de la Cueva Pinta-da.
Su hallazgo se realizó con anterioridad al de los grabados de
Balos, sobre 1862, cuando se acondicionaban los bancales para
las labores agrícolas. Y lo que resulta más llamativo es que varios
testimonios de esta época insistieron que en su interior se en-contraban
momias y otros objetos7. Tras varios redescubrimientos
de Mazo con la intención de identificar a una persona que se había desriscado
por las inmediaciones de la cueva.
4. Hernández Pérez, M. S. «Las manifestaciones rupestres del archipiélago
canario». En: Las manifestaciones rupestres de las islas Canarias. Julio Cuen-ca
Sanabria Antonio Tejera Gaspar (eds.). Las Palmas de Gran Canaria: Santa
Cruz de Tenerife: Dirección. General de Patrimonio Histórico, Viceconsejería
de Cultura y Deportes, Gobierno de Canarias, 1996, p. 27.
5. Grau Basas, V. «Inscripciones numídicas de la isla del Hierro (i)». El
Museo Canario, 4 (1882), pp. 295-300.
6. Verneau, R. «Les inscriptions lapidaires de Archipel Canarien». En: Eth-nographie,
t. i, Paris, 1882, p. 287.
7. Onrubia Pintado, J., Rodríguez Santana, C. G., Sáenz Sagasti, J. I. «Tro-gloditismo
y patrimonio prehispánico: la musealización de la Zona Arqueológi-ca
de la Cueva Pintada, Gáldar, Gran Canaria». En: El patrimonio troglodítico de
Gran Canaria. [S. l]: Asociación Insular de Desarrollo Rural de Gran Canaria,
Aider Gran Canaria, 2008, pp. 92-97.
306 Pedro Javier Sosa Alonso
de la misma, el más conocido fue el de José Ramos Orihuela en
1873. Los problemas de este hallazgo se producen rápidamente,
ya que las pinturas comienzan a deteriorarse progresivamente por
las constantes visitas que recibe8.
Tras estos descubrimientos, aparecen otros, de los cuales, en
la actualidad ya no tenemos constancia. Ejemplo de ello son las
referencias que tenemos de una cueva cercana a las «Huertas del
Rey», también en Gáldar, con la aparición de triángulos inverti-dos9
o la existencia de pinturas en un contexto funerario en el ba-rrio
de Las Cruces10. Lugares, que por no haber sido fotografiados,
al haber desaparecido no podrán ser objeto de estudio.
Es a partir de este momento, cuando nos encontramos con un
parón en el estudio de las pinturas y los grabados de Gran Cana-ria,
algo que podría deberse a la duda de autenticidad de estas
manifestaciones. Una vez y finalizada la Guerra Civil, se crea en
1939 la Comisaría General de Excavaciones arqueológicas, mo-mento,
en el que comenzamos a ver las primeras fotografías cuya
intención es la documentación y el registro de las manifestaciones
rupestres.
3 Técnicas antiguas de documentación fotográfica
Con la creación de las comisarías arqueológicas durante el fran-quismo,
se nombraron también los comisarios provinciales y lo-cales.
En el caso de la provincia de Las Palmas, tal cargo cayó
bajo la responsabilidad de Sebastián Jiménez Sánchez, en el año
1941. Sin embargo, el único comisario local en la isla de Gran
8. Batllori y Lorenzo, J. «La comarca de Gáldar antes de Andamana». El
Museo Canario, 8 (1900), pp. 103-110; Stone, O. M. Tenerife and it six satellites
or the Canary Islands, past and present. London, 1887, v. ii, p. 54.
9. Martínez Escobar, A. «xii aniversario del Museo Canario». El Museo Ca-nario,
9 (1900), p. 377.
10. Batllori y Lorenzo, J. «Agumastel». El Museo Canario, 12 (1901), pp.
73-75.
La fotografía antigua como técnica de documentación y registro... 307
Canaria fue el párroco de Telde, Pedro Hernández Benítez, en
194311. Este último, fue quien siguió con el estudio de los gra-bados
rupestres en el barranco de Balos. En uno de sus trabajos
publicados, en la revista El Museo Canario del año 1945, po-demos
observar, aparte de varios calcos, cinco valiosas fotogra-fías12.
Imágenes, que posiblemente reflejan los primeros retratos
de manifestaciones de este tipo a través de la fotografía en Gran
Canaria.
En aquellos momentos, todavía no era muy común la realiza-ción
de fotos de los grabados rupestres. En primer lugar, porque
las cámaras no eran objetos cuyo uso se encontraba extendido
en la sociedad y, en segundo lugar, porque las cámaras de fotos
antiguas no captaban bien los grabados, lo cual es hasta difícil de
ver en la actualidad con fotos de alta resolución. Por ello, en las
imágenes de Hernández Benítez, podemos observar cómo se ra-llaba
con tiza el contorno y surco de los grabados para poder ser
captados en una fotografía en blanco y negro.
Quien sigue estudiando las manifestaciones rupestres de la isla
después del párroco de Telde es el mencionado Sebastián Jimé-nez
Sánchez, comisario provincial de excavaciones arqueológicas
en la provincia de Las Palmas. A pesar de los años que le dedicó
a la arqueología insular, fueron muy pocos los estudios encami-nados
en el ámbito de los grabados y pinturas en la roca, siendo
el primero de ellos, una continuidad del trabajo de Hernández
Benítez, a quien le acompaña en su primera visita al barranco de
Balos en 1941. Dos décadas más tarde publica un trabajo de este
yacimiento dando nuevas aportaciones en el que se dan a cono-
11. Ramírez Sánchez, M. «Aproximación historiográfica a la investigación
arqueológica en Canarias: la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueoló-gicas
de Las Palmas (1940-1969)». En: Actas do 3º Congresso de Arqueologia Pe-ninsular:
Arqueología Peninsular. Histórica, Teoría e Prática (Vila Real, setembro
1999). Porto: [s. n.], 2000, v. i., 424.
12. Hernández Benítez, P. «Inscripciones y grabados rupestres del barranco
de Balos». El Museo Canario, 15 (1945), p. 14.
308 Pedro Javier Sosa Alonso
cer nuevos paneles de grabados13. Por otro lado, también generó
otros trabajos de interés relacionados con la aparición de motivos
pintados en cuevas, en yacimientos como Majada Alta14, la cueva
del Péndulo15 o incluso la cueva del Moro16. Uno de sus trabajos
más interesantes trata sobre las manifestaciones pictóricas antro-pomorfas
de Gran Canaria17 y, en ocasiones, cita brevemente a
la Cueva Pintada y a la cueva de La Furnia en Gáldar18. De sus
ochenta y tres publicaciones sólo hace referencia en siete a mani-festaciones
rupestres. Utilizando para documentar, lo que cono-cemos
hoy como técnicas invasivas, donde al igual que su prede-cesor
utilizó el rallado con tiza de los grabados para que fuesen
captados por las fotografías. El ejemplo más claro, ha sido en las
pinturas de Majada Alta, donde repasó con tiza el contorno de
las pinturas, haciendo así que este patrimonio sea irrecuperable.
Pero, ¿cuál es el inconveniente de rallar con tiza grabados o
pinturas rupestres? En el caso de las pinturas es más grave, ya
que un pigmento que lleva cientos o miles de años en una roca,
está siendo alterado en color19 y en conservación, haciendo que se
13. Jiménez Sánchez, S. «Nuevas aportaciones al mejor conocimiento de las
inscripciones y de los grabados rupestres del barranco de Balos, en la isla de
Gran Canaria». Anuario de estudios atlánticos, 8 (1962), pp. 87-89.
14. Jiménez Sánchez, S. «Pictogramas antropomorfos de un abrigo pastoril
de Majada Alta». Faycán, 8 (1961), pp. 3-10.
15. Jiménez Sánchez, S. «Nuevos pictogramas y grabados parietales del arte
rupestre canario, cueva del Péndulo». Revista de historia canaria, 33 (1970), pp.
78-84.
16. Jiménez Sánchez, S. «Pictogramas antropomorfos de la Cueva del Moro,
en el Lomo de las Moriscas, en Agaete, isla de Gran Canaria» (1963).
17. Jiménez Sánchez, S. (1966): «Pinturas rupestres antropomorfas en la isla
de Gran Canaria». En: Actas del v Congreso Panafricano de Prehistoria y Estudio
del Cuaternario. Santa Cruz de Tenerife 1965. Santa Cruz de Tenerife: [s. n.] v.
2, pp. 147-152.
18. Jiménez Sánchez, S. (1946): «Excavaciones arqueológicas en Gran Cana-ria,
del Plan Nacional de 1942, 1943 y 1944». Informes y Memorias, 11 (1946),
pp. 34-39.
19. Teniendo en cuenta que, en el caso de Gran Canaria, se pintaban las
cuevas con almagre rojo y la tiza es de color blanco.
La fotografía antigua como técnica de documentación y registro... 309
pierda la capa de pintura. Además, esta técnica supone un atraso
considerable a la hora de documentar un panel rupestre, ya que
no se está siendo objetivo con lo que se quiso representar por los/
las indígenas por dos claras razones: la primera es que el contorno
del motivo pintado, por mucho que se repita, haciéndose ma-nualmente
nunca será igual. Y la segunda es que, un patrimonio,
que en ocasiones, es muy complejo de ser percibido, está siendo
representado de una manera interpretativa y subjetiva con res-pecto
a lo que pudo ser originalmente.
Con los grabados ocurre algo similar. Es verdad que tampoco
tiene por qué degradarse en gran medida el contorno o surco de
dichos grabados por rallar con tiza una superficie pétrea. Pero si
nos fijamos en las imágenes del momento, referidas a los paneles
estudiados en Balos, se nota aún el borrón de repasos anteriores.
Es decir, que dichos motivos, fueron repasados con tiza en varias
ocasiones. Esto provoca, al igual que con las pinturas, una do-cumentación
subjetiva por representar con el blanco de la tiza
una interpretación de lo que fue dicho grabado originariamente.
Además, como podemos observar en las fotos, se han dejado atrás
otros motivos sin documentar.
Por otro lado, el contorno de estos grabados está sufriendo una
alteración por varias cuestiones. La primera es la pérdida de la
pátina, coloración del grabado que progresivamente y con el paso
de los siglos, una vez y se hizo el grabado, va adquiriendo progre-sivamente
el color original de la roca. Esto, nos ha servido durante
las últimas décadas a los investigadores para establecer cronolo-gías
relativas de un yacimiento rupestre; en principio, teniendo
en cuenta que las pátinas más oscuras se hicieron con mayor an-tigüedad
que las de color más claro. Y, en segundo lugar, otro de
los problemas que supone repasar con tiza estos grabados, es que
progresivamente se vayan perdiendo las grietas o marcadores de
los surcos. Lo que vendría a dificultar el estudio del grabado a la
hora de conocer las técnicas de ejecución (ya sea mediante per-cusión,
incisión, abrasión, etc.) y con qué herramientas pudieron
ser realizados.
310 Pedro Javier Sosa Alonso
Por suerte, esto no es más que un capítulo de la investigación
de los grabados. En las siguientes publicaciones sobre esta temá-tica
no volveremos a ver estas manifestaciones ralladas con tiza.
Un ejemplo claro son las imágenes fotográficas que publica Hen-ri
Krauss20, en la década de los sesenta, sobre lo que denomina
como inscripciones a y b de la cueva con petroglifos en el barran-co
de Silva, en Telde. Imágenes, que al estar en el interior de una
cavidad se realizaron con el apoyo de luz artificial (no sabemos
si con la ayuda del propio flash de la cámara o con una linterna).
Otro ejemplo más claro son las primeras fotografías de todo el re-pertorio
rupestre, que comienza a ser descubierto en la década de
los años setenta, por parte de la Comisión de Arqueología de El
Museo Canario21. Donde vemos un patrimonio rupestre que está
siendo fotografiado por primera vez, que a veces es perceptible
en estas imágenes y en otras ocasiones no.
4 Técnicas actuales de documentación fotográfica
Desde hace unos años, ha quedado atrás el dibujo a mano al-zada,
o como hemos visto, el repaso de los grabados y pinturas
con tizas para que puedan ser vistos en las fotos. Incluso, en
la actualidad, ya nadie se plantea hacer un calco directo sobre
una manifestación rupestre, ya la que evidencia gráfica de este
tipo de patrimonio se puede obtener a través de nuevas técnicas
que no afecten directamente al surco de los grabados o a los
pigmentos22. Si queremos aplicar técnicas no invasivas debemos
20. Kraus, H. «Dos inscripciones prehistóricas de Gran Canaria en el ba-rranco
de Silva (Telde)». El Museo Canario, 89-92 (1964), pp. 167-177.
21. camc. «Inventario de yacimientos rupestres de Gran Canaria». El Museo
Canario, 35 (1974), pp. 199-226.
22. Domingo Sanz, I., Villaverde Bonilla, V., López Montalvo, E., Lerma,
J. L., Cabrelles, M. «Reflexiones sobre las técnicas de documentación digital
del arte rupestre: la restitución bidimensional (2d) versus la tridimensional
(3d)». Cuadernos de arte rupestre, 6 (2013), pp. 21-32.
La fotografía antigua como técnica de documentación y registro... 311
requerir de un protocolo de documentación que no implique
contacto físico alguno con los paneles. Y si además podemos
conseguir una toma de datos rápida, esto permitirá a los estu-diosos
sobre el tema pasar menos tiempo en el yacimiento. Para
ello, estas técnicas deben considerarse con capacidad de obtener
información cualitativa con datos cuantitativos y, que al mismo
tiempo, minimicen la subjetividad en el registro de estas mani-festaciones,
con herramientas que gestionen la información de
manera adecuada y que sean también una solución de bajo cos-te.
Las técnicas que mejor reúnen estas condiciones son las que
se basan en el análisis digital de imágenes, como las que estamos
aplicando en la actualidad23.
Con la llegada de la era digital, al igual que en muchos ámbitos
de la ciencia, a la hora de documentar y registrar las manifesta-ciones
rupestres resulta mucho más sencillo. Sobre todo, hemos
podido observar cómo han cambiado los equipos y los progra-mas.
Pero también las técnicas de captura, retoque, tratamiento y
rectificación gráfica y métrica de imágenes en dos dimensiones a
través de Photophop, imagej, gimp, rdf, etc. Mientras, que por otro
lado, los avances en la tecnología 3d de alta precisión y resolución
nos han permitido generar fotogrametrías digitales y escáner láser
3d. Todo ello, nos ha ayudado a documentar no solo los grabados
y las pinturas rupestres, sino las dimensiones y formas de sus so-portes
con gran exactitud. Generando así, una progresiva reduc-ción
de subjetividad, documentando y registrando un patrimonio
de manera más completa24. Lo más interesante de todo, es que
este tipo de técnicas no son invasivas, es decir, que no tenemos
que actuar sobre dichas manifestaciones alterando un patrimonio
23. Rogerio-Candelera, M. A. «Experiencia en la documentación de pin-tura
rupestre utilizando técnicas de análisis de imagen: avances hacia el esta-blecimiento
de protocolos de documentación no invasivos». Cuadernos de arte
rupestre, 6 (2013), pp. 53-67.
24. Domingo Sanz, I., Villaverde Bonilla, V., López Montalvo, E., Lerma,
J. L., Cabrelles, M. Op. cit., pp. 21-32.
312 Pedro Javier Sosa Alonso
tan frágil rallándolos con tiza, o apoyando láminas sobre los mis-mos
para realizar un calco.
En el caso que nos ocupa, el estudio rupestre en Gran Canaria,
en la actualidad nos estamos valiendo de las técnicas presentes
que tenemos a nuestro alcance, como la fotografía digital diurna
y nocturna, la fotogrametría, calcos digitales sobre fotografía o
sobre fotogrametría, etc. Incluso, una de las técnicas de documen-tación
y registro más interesantes de las que estamos aplicando
es el análisis de imagen (tanto en pintura como en grabado). Esta
última técnica la trabajamos a través del plugin Dstretch, creado
por el canadiense Jon Harman, se trata de una herramienta infor-mática
que se utiliza para el procesado específico de imágenes fo-tográficas
con manifestaciones rupestres. Este plugin se ha creado
como una extensión del programa imagej, un programa de análisis
de imagen que se utiliza en arqueología desde que fue presentado
Dstretch en 2005 en una reunión de la Sociedad de Arqueología
de California en Sacramento25. El Dr. Harman creó este programa
para ser aplicado sobre pinturas rupestres porque resalta las di-ferencias
de los colores que se encuentran en una imagen digital,
tanto las pinturas como el soporte rocoso26. Pero no solo sirve
para las pinturas, sino también para los grabados. Los cuales están
presentando una serie de resultados interesantes, captando lo que
nuestros ojos no ven.
Estas no son más que algunas de las técnicas que estamos
utilizando en la actualidad. Haría falta un artículo, o más bien
una monografía, para mencionar todo lo que se está aplicando
25. Harman, J. D Stretch. Web Site for the DStretch plugin to ImageJ.
[Recurso en línea]. Disponible en: http:// www.dstretch.com/. (Consultado en
diciembre 2016); Martínez Collado, F. M., Medina Ruiz, A. J. y San Nicolás
del Toro, M. «Aplicación del plugin dStretch para el programa ImageJ al estu-dio
de las manifestaciones pictóricas del abrigo Riquelme (Murcia)». Cuader-nos
de arte rupestre, 6 (2013), pp. 113-127.
26. Acevedo, A., Franco, N. «Aplicación de Dstretch-ImageJ a imágenes
digitales de arte rupestre de Patagonia (Argentina)». Revista electrónica de ar-queología,
2 (2012), pp. 152-175.
La fotografía antigua como técnica de documentación y registro... 313
a día de hoy en los yacimientos rupestres y explicarlo. Lo más
importante es que las técnicas actuales no son invasivas, por lo
que la documentación y el registro de este frágil patrimonio
ya no supone un contacto directo que pueda afectar a dichos
bienes.
5 Conclusiones
Antes que nada, debemos dejar claro que con este trabajo no se
pretende en ningún momento en desprestigiar o en señalar como
erróneo el trabajo de los investigadores que nos precedieron, sino
al contrario. Si no llega a ser por la labor investigadora de estos
pioneros, poco podríamos haber avanzado en las labores que rea-lizamos
en la actualidad. Sus trabajos han sido el cimiento en
el que nos apoyamos para seguir creciendo e incrementando el
conocimiento y estudio de las manifestaciones rupestres en Gran
Canaria. Aunque, por otro lado, si se llevase a cabo este tipo de
prácticas, como rallar con tiza grabados y pinturas, en el presente
sería considerado como un grave atentado contra el patrimonio
arqueológico y cultural.
Consideramos imprescindible difundir y divulgar cómo se
trabajaba en el pasado y cómo se trabaja en la actualidad. La
razón principal es que el patrimonio rupestre es uno de los que
más atentados sufre en todo el mundo. Son numerosos los luga-res
donde podemos observar el repaso de estas manifestaciones,
o grabados y pinturas contemporáneos sobre los antiguos, lo que
genera la pérdida de información que necesitamos para la re-construcción
de la historia que no está en los libros, sino en la
piedra. Por ello, la fotografía antigua de estos trabajos es un va-lioso
documento que nos enseña cómo se trabajaba en el pasado
y cómo no tenemos que actuar en nuestros tiempos. En la etapa
histórica que nos ha tocado vivir hay tecnología suficiente para
aplicar técnicas no invasivas y poder disfrutar de otra manera de
este legado.
314 Pedro Javier Sosa Alonso
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316 Pedro Javier Sosa Alonso
Anexo fotográfico
1. Motivo «arboriforme» con signos alfabéticos. Agüimes (Foto Archivo).
Pedro Hernández Benítez (1945:7).
2. Inscripción líbico-bereber. Agüimes (Foto Archivo). Pedro Hernández Benítez
(1945:8).
La fotografía antigua como técnica de documentación y registro... 317
4. Posibles peines prehistóricos o arados según la interpretación de Pedro Hernández
Benítez. Agüimes (Foto Archivo). Pedro Hernández Benítez (1945:10).
3. Grabados rupestres del barranco de Balos. Agüimes
(Foto Archivo). Pedro Hernández Benítez (1945:9).
318 Pedro Javier Sosa Alonso
6. Macizo de Balos. Agüimes. 1950-62. Sebastián Jiménez Sánchez (1962: 92)
[Lámina I].
5. Grabados rupestres del barranco de Balos con calcos. Agüimes. Pedro Hernández
Benítez (1945:10).
La fotografía antigua como técnica de documentación y registro... 319
7. Aspecto parcial del macizo del barranco de Balos. Agüimes. 1950-62. Sebastián
Jiménez Sánchez (1962: 92) [Lámina ii].
8. Miembros de la «Expedición Interafricana» estudiando los grabados del ba-rranco
de Balos. Agüimes. 1950 (Jiménez Sánchez, 1962: 92) [Lámina ii].
320 Pedro Javier Sosa Alonso
10. Motivos antropomorfos grabados en el barranco de Balos.
Agüimes. 1950-1962. Sebastián Jiménez Sánchez (1962: 104) [Lámina iii].
9. Panel de grabados antropomorfos rallados con tiza en el barranco de Balos.
Agüimes. 1950-1962. Sebastián Jiménez Sánchez (1962: 104) [Lámina iii].
La fotografía antigua como técnica de documentación y registro... 321
11. Motivos antropomorfos grabados en el barranco de Balos.
Agüimes. 1950-1962. Sebastián Jiménez Sánchez (1962: 104) [Lámina iii].
12. Panel con grabados rupestres en el barranco de Balos. Agüimes. 1950-1962.
Sebastián Jiménez Sánchez (1962: 104) [Lámina iv].
322 Pedro Javier Sosa Alonso
14. Motivos antropomorfos y geométricos en el barranco de Balos. Agüimes.
1950-1962. Sebastián Jiménez Sánchez (1962: 104) [Lámina iv].
13. Panel con grabados alfabéticos en el barranco de Balos. Agüimes. 1950-1962.
Fernando Suárez Robaina (Jiménez Sánchez, 1962: 104) [Lámina iv].
La fotografía antigua como técnica de documentación y registro... 323
15. Grabados interpretados como lacértidos en el barranco de Balos. Agüimes.
1950-1962. Sebastián Jiménez Sánchez (1962: 108) [Lámina v].
16. Otro tipo de grabados rupestres en el barranco de Balos. Agüimes.
1950-1962. Sebastián Jiménez Sánchez (1962: 108) [Lámina v].
324 Pedro Javier Sosa Alonso
18. Inscripción b de los grabados rupestres del barranco de Silva. Telde. 1964.
Henri Krauss (1964: 179).
17. Grabado interpretado como «arboriforme» (izquierda) y croquis de motivos
antropomorfos más llamativos del barranco de Balos. Agüimes. 1950-1962.
Sebastián Jiménez Sánchez (1962: 108) [Lámina vii].
La fotografía antigua como técnica de documentación y registro... 325
19. Inscripción a de los grabados rupestres del barranco de Silva. Telde. 1964.
Henri Krauss (1964: 180).
20. Grabados rupestres de cueva Candiles. Tejeda. 1974.
Comisión de Arqueología del Museo Canario (1974: 228).
326 Pedro Javier Sosa Alonso
21. Imagen de Pedro Hernández Benítez con un calco
que contiene los motivos de varios de los paneles del
barranco de Balos. Autor y año desconocido. Fotografía
cedida por Sergio Aguiar Castellano (Ayuntamiento
de Santa María de Guía).