APROXIMACIÓN AL ARCHIVO PARROQUIAL
DE EL SALVADOR DE SANTA CRUZ DE
LA PALMA Y SU FONDO MUSICAL
Belén Lorenzo Francisco*
Fecha recepción: 15 de mayo de 2017
Fecha de aceptación: 3 de octubre de 2017
Resumen: El Archivo Parroquial de El Salvador de Santa Cruz de La Palma
custodia la documentación producida por este centro religioso desde el siglo xvi.
En él han quedado organizados los documentos que reflejan no sólo el devenir de
una parroquia, sino también el de una ciudad. Y dentro de este archivo, que fun-ciona
hoy como un servicio parroquial más, se encuentra un fondo musical único
en la isla, donde se atesoran algunas obras que aún se escuchan en sus calles junto
a otras que podrían volver a sonar.
Palabras claves: Archivística; Musicología; Archivos privados; Archivos parroquia-les;
Documentación musical; Partituras.
Abstract: The Parish Archives of El Salvador, in Santa Cruz de La Palma, keep
the documentation generated by this religious centre since the 16th century. The
documents of this file reflect the evolution of this Parish as much as the events in
town. In this archive which, at present, functions as a parochial service, there is a
unique musical collection. Some of these musical pieces are still performed in the
streets together with others that will probably be performed in the future.
Key words: Archival science; Musicology; Private archives; Parochial archives; Mu-sical
documentation; Scrolls.
1 Introducción
Dentro de los archivos privados, los archivos parroquiales consti-tuyen
un ejemplo de archivo eclesiástico, junto a los diocesanos,
Cartas diferentes. Revista canaria de patrimonio documental, n. 13 (2017), pp. 53-72.
* Archivo Parroquial de El Salvador. Correo electrónico: lacatedralsumergi-da@
gmail.com.
54 Belén Lorenzo Francisco
los catedralicios, los conventuales y los hospitalarios. En ellos se
recoge, organiza, conserva y difunde la documentación generada
por la actividad de una parroquia, custodiando los registros sacra-mentales
(libros de bautismos, de confirmaciones, de matrimo-nios
y de defunciones), los libros de fábrica, los libros de visitas,
los inventarios, y un largo etcétera. Son reflejo de la evolución
histórica, económica, demográfica y social de un lugar determi-nado,
al estar protagonizados por los vecinos del mismo y, en este
sentido, el Archivo Parroquial de El Salvador de Santa Cruz de La
Palma constituye un ejemplo singular en la isla, atesorando en él
la documentación producida desde el siglo xvi. Entre ella, destaca
la importancia de su fondo musical, único en La Palma, donde se
reúnen obras que han quedado como testigos de los sonidos que
pudieron ser escuchados en la ciudad, pero también como sus-tentadoras
de tradiciones que aún se mantienen vivas.
En este trabajo se recoge la experiencia que supone una apro-ximación
al Archivo Parroquial de El Salvador desde el volunta-riado.
En el año 2009, el presbítero José Francisco Concepción
Checa planteó la organización del archivo parroquial, contando
para ello con un grupo multidisciplinar de voluntarios. Actual-mente,
el archivo funciona como un servicio más de la parroquia,
atendiendo las demandas de los usuarios en la medida de nuestras
posibilidades. Esta necesaria disponibilidad dificulta a veces un
conocimiento profundo de los fondos que se custodian, pero sí
permite una aproximación a los mismos. No es otro el objetivo de
este texto: esbozar las líneas básicas del trabajo realizado, desde la
conciencia de que aún se puede ir mucho más allá.
2 Breve historia de la parroquia matriz de El Salvador
Son escasos los datos que nos han llegado sobre los primeros años
de El Salvador, pero debió de ser erigida poco tiempo después del
término de la conquista. En 1493, el adelantado Alonso Fernán-dez
de Lugo incorpora la isla a la corona de Castilla y, a partir de
Aproximación al Archivo Parroquial de El Salvador de Santa Cruz de La Palma... 55
entonces, se decide establecer un puerto en una bahía de su costa
oriental, lugar que sería llamado Villa de Apurón y, posteriormen-te,
Santa Cruz de La Palma.
La primitiva iglesia de El Salvador era un pequeño recinto sagra-do
de una sola nave, que posteriormente se convertiría en un tem-plo
de tres naves y cinco capillas, incluyendo entre ellas la mayor.
Su planta es basilical, siendo la nave central ligeramente más ancha
y alta que las laterales. Quedan todas ellas cerradas por artesona-dos
que presentan gran profusión de lazos mudéjares combinados
con elementos decorativos de influencia portuguesa. A los pies del
templo se encuentran el coro y el órgano. Una esbelta torre iniciada
en la segunda mitad del siglo xvi y terminada en pleno siglo xviii,
domina el exterior y guarda, bajo su primer cuerpo, una bóveda
gótica de terceletes que cubre la sacristía. Sin embargo, el elemento
más llamativo es la portada principal, considerada uno de los más
bellos exponentes del Renacimiento en Canarias.
En un principio sólo existe un beneficio eclesiástico en la isla,
y se adscribe a la parroquia de El Salvador. La creación de bene-ficios
dependía del número de vecinos y de las rentas que éstos
generaban, y al ser la capital el lugar más rico y poblado de la isla,
se le concedió una administración eclesiástica propia. Contaba
El Salvador con un cura beneficiado que servía a la parroquia
junto con dos clérigos, quienes estaban encargados de administrar
los sacramentos a los habitantes de Tazacorte y Tijarafe, donde
sus vecinos les daban las décimas y las primicias1. A medida que
avanza el siglo xvi aumenta el número de los beneficios en la isla,
sumándose dos en el Noreste (San Andrés y Puntallana) y llegan-do
a tres en Santa Cruz de La Palma.
Esbozadas someramente las circunstancias sociales y adminis-trativas
que acontecieron en los primeros años de El Salvador,
veamos a continuación el reflejo (o la ausencia del mismo) que se
puede observar en su archivo parroquial.
1. Viña Brito, Ana. «La primitiva organización eclesiástica de La Palma».
Anuario de estudios atlánticos, n. 35 (Madrid; Las Palmas, 1989), pp. 45-66.
56 Belén Lorenzo Francisco
3 El Archivo Parroquial de El Salvador
3.1 Primeros pasos
Se apuntaba al inicio la ausencia de documentación en relación a
los primeros años de la parroquia y, aunque en algunos casos esto
pudiera deberse a la pérdida de la misma, es probable que influ-yese
también la falta de una reglamentación que llegaría en años
posteriores. El Concilio de Trento (1543-1562) impuso la nece-sidad
de los registros parroquiales como medida de transparencia
en cuanto a la administración de los sacramentos. Ante el avance
del protestantismo, el catolicismo buscó una mayor coherencia y
un mayor control dictando normas explícitas sobre la administra-ción
de los sacramentos y la necesidad de crear registros, impo-niendo
la elaboración de libros parroquiales que debían estar bajo
la custodia del párroco, quien estaba encargado de realizar todas
las anotaciones en los mismos o, en su defecto y por delegación,
el sacristán. En los libros se iban consignando los actos realizados
en la parroquia en relación a la feligresía y la fábrica parroquial,
así como todo tipo de mandatos y órdenes recibidas por los sacer-dotes
de sus superiores. Se establecieron como obligatorios los de
bautismos, matrimonios, defunciones y confirmaciones, debiendo
estar diferenciados unos de otros, pues con anterioridad a estas
fechas era frecuente que se mezclaran las anotaciones. En los li-bros
donde se registraban los bautizados era obligatorio inscribir
el nombre, la fecha de cristianización, el nombre de los padres
si se conocía, el nombre de los padrinos y el del sacerdote que
había administrado el sacramento. En este sentido, los libros de
matrimonios son los más completos, pues además del nombre de
los contrayentes era obligatorio citar el grado de parentesco (si
lo había), el origen geográfico, el lugar de residencia, el nombre
de los padres, el estado civil, el nombre de los padrinos y la fecha
del enlace. Los libros de defunciones son parcos, pero en algunos
casos permiten conocer datos como la localización exacta de la
fosa en el pavimento de la iglesia y si se dejó o no testamento. Sin
Aproximación al Archivo Parroquial de El Salvador de Santa Cruz de La Palma... 57
embargo, a veces las anotaciones no eran completas, resumiendo
el acto en un renglón, como ocurría en los registros de las confir-maciones,
donde es habitual que se refiera el nombre y la fecha
del acto realizado por el obispo o su vicario general. A estos libros
sacramentales se sumaron otros como los libros de fábrica, o de
cuentas de fábrica, donde se desglosan las entradas y salidas de di-nero;
también los libros de inventarios de los bienes de la iglesia,
realizados cada cierto tiempo tras mandato de los visitadores; los
cuadernos de ingresos por diezmos, independientes o integrados
en los libros de fábrica; los libros de testamentos en los que se
detallan las donaciones de propiedades a la iglesia, la imposición
de misas, la administración de legados excepcionales o la realiza-ción
de mandas pías; los libros referidos a las cofradías vinculadas
a la iglesia; mandatos de visitadores, disposiciones de obispos y
órdenes superiores en general; libros de fundaciones; legajos de
ermitas; dispensas matrimoniales, y un largo etcétera2. Además, el
Concilio de Trento dispuso también la creación de archivos pa-rroquiales
donde se conservaría la documentación generada y la
recibida en la parroquia. En él era imprescindible que existiera un
orden y secuencia en los documentos, que permitiera a los suce-sivos
párrocos beneficiados una rápida búsqueda de información.
Sin embargo, en el contexto de Canarias, los libros para el re-gistro
de los nacimientos fueron obligatorios desde 1497, cuando
en el primer sínodo de la diócesis el obispo Diego de Muros dis-puso
que en las parroquias de las islas debía existir tal registro.
Esta disposición fue fruto de necesidades prácticas, como la de
hacer un recuento de la población por motivos fiscales o la de
identificar posibles consanguinidades entre los contrayentes3.
En cualquier caso, y centrándonos en El Salvador, los registros
que tenemos son muy posteriores a estas fechas. Ya en los años
2. Quintana Andrés, Pedro Carmelo. «Los archivos parroquiales en Cana-rias
y sus aportaciones demográficas, sociales y económicas en el estudio de la
Edad Moderna». En: Pérez Herrero, Enrique (coord.). Historia de los archivos
de Canarias. Las Palmas de Gran Canaria: Anroart, 2009, tomo i, pp. 491-527.
3. Ibidem, pp. 506-507.
58 Belén Lorenzo Francisco
ochenta del pasado siglo, la investigadora Gloria Rodríguez lamen-taba
el problema que suponía la desaparición de los libros parro-quiales
a la hora de realizar un estudio de la iglesia. Si bien es cierto
que el saqueo llevado a cabo por los piratas franceses Françoise Le
Clerc y Jacques de Sores en 1553 pudo motivar la desaparición de
la documentación más antigua, existen algunas lagunas llamativas
como el inicio tardío de los libros sacramentales o la desaparición
de un libro de fábrica anterior a los que se conservan actualmente.
Al detenernos en las fechas, vemos que el registro de los bautismos
comienza en 1564, el de los matrimonios en 1580, el de las confir-maciones
en 1602 y el de defunciones en 1637. Al no existir cons-tancia
de la existencia de otros libros anteriores en los inventarios,
cabe pensar que tal vez la aplicación de las normas del Concilio de
Trento fue tardía. Sin embargo, este razonamiento no es válido para
el primitivo libro de fábrica, pues además de estar citado en los
inventarios, se sabe que fue consultado por Pedro Tarquis en 19624.
En la época en la que Gloria Rodríguez visita el archivo, el
lugar del mismo era la sala capitular contigua a la sacristía. Así
describe esa dependencia, que ya en aquel momento se había
quedado pequeña:
«En la parte exterior de la torre y detrás de la cabecera de la igle-sia,
se construyó en 1816 una nueva sacristía que hoy sirve como
Archivo y despacho parroquial. Su planta es semicircular, con dos
ventanas rectangulares y puerta a un balcón en el lado curvo y
puerta de entrada en la pared opuesta.
Entre las ventanas, armario empotrado, construido en 1826,
donde se guarda la mayor parte de la plata de la iglesia. En el
lado contrario, dos cajoneras […] y un armario-archivo con hojas
de cuarterones que podría ser el que se hizo en el siglo xviii y se
describe como “grande y capaz”, cualidades que en efecto tiene»5.
4. Rodríguez, Gloria. Iglesia de El Salvador de Santa Cruz de La Palma.
Santa Cruz de La Palma: Cabildo Insular de La Palma, 1985.
5. Ibidem, p. 55.
Aproximación al Archivo Parroquial de El Salvador de Santa Cruz de La Palma... 59
En esa etapa se encontraba al frente de la parroquia el presbí-tero
Manuel González Méndez, hombre muy preocupado por el
patrimonio en general y por el documental en particular. Él orga-nizó
personalmente el archivo, clasificando los libros y legajos. Su
sucesor, Manuel Lorenzo Rodríguez, mantuvo la línea ya trazada
y profundizó en las labores de indexación.
3.2 De almacén de papel a servicio parroquial
En 2008 llega a la parroquia el presbítero José Francisco Concep-ción
Checa y, unos meses después, decide convocar a un grupo de
voluntarios con diferentes perfiles para replantear el archivo pa-rroquial.
Entre las personas implicadas había jóvenes estudiantes,
pero también profesionales del ramo de la archivística, la filología
y la restauración, constituyendo, por tanto, un equipo multidis-ciplinar6.
Ante la falta de espacio, se determinó que la documentación
más reciente se mantendría en la sala capitular, y el resto se tras-ladaría
a otra dependencia que pudiera contener este patrimonio.
Una vez decidido el lugar idóneo, se instalaron en él estanterías
y armarios metálicos. La documentación fue limpiada, ordenada
e instalada en cajas adecuadas para su conservación definitiva,
eligiendo un etiquetado por colores que facilitase visualmente la
localización de las series. Después de todo esto, se hizo un inven-tario
somero a la espera de avanzar en la descripción de los fon-dos,
objetivo hacia el cual se continúa trabajando actualmente.
Para llevar a cabo todo este proceso se buscó asesoramiento
profesional. Éste vendría de la mano de dos frentes: el Cabildo In-sular
de La Palma y el Archivo Histórico Diocesano de San Cris-tóbal
de La Laguna. Verónica Ojeda y Manuel Cubero, técnicos
6. Las personas implicadas en este proyecto fueron las restauradoras Nieves
Luisa Cabrera Castro y Mónica Fajardo Perera; el filólogo Marcos Damián Ma-tías
González; los estudiantes Cristian Marrero Brito, Lucía Ortega Lorenzo y
Adrián Taño Santana; y la autora de este texto.
60 Belén Lorenzo Francisco
del Taller de Restauración del Documento Gráfico del Cabildo
Insular, visitaron el archivo para orientar las pautas necesarias en
materia de conservación. Además, como fruto de este encuentro,
el primer libro de matrimonios de la parroquia fue entregado a
ambos técnicos para su restauración. El asesoramiento por parte
del Archivo Histórico Diocesano se materializó en la visita de dos
voluntarias al archivo lagunero. Después de entrevistarse con su
director, Miguel Ángel Navarro Mederos, conocieron las prácticas
que se utilizan en dicho centro para su adopción en el archivo
parroquial y, desde entonces, se siguen sus directrices. También es
reseñable, dentro de estos primeros momentos, la visita al archivo
parroquial de Rosario Álvarez Martínez, catedrática de Historia
de la Música de la Universidad de La Laguna, quien esbozó unas
orientaciones previas a la organización del fondo musical.
Finalmente, el archivo se constituyó como un servicio más
dentro de la parroquia. Los fondos mantuvieron la clasificación
previa realizada por Manuel González, que tenía en cuenta, ade-más,
su distinta naturaleza: fondo diocesano, parroquial, y fon-dos
asociados —es el caso, por ejemplo, de hermandades y cofra-días,
como la Cofradía de San Pedro Apóstol o la Hermandad de
El Rosario—. A este patrimonio cabe sumar otros documentos
como partituras, fotografías y recortes de prensa, así como una
pequeña biblioteca. En total, si tenemos en cuenta la doble ubi-cación
del archivo, estamos hablando de más de 400 unidades de
instalación.
Sin duda, lo más consultado son los libros sacramentales y los
de fábrica, respondiendo el perfil de los usurarios a investigadores
y genealogistas. Sin embargo, también hay documentación más
específica que despierta gran interés. Es el caso, por ejemplo, de
los manuscritos sobre piratas, navíos y esclavos, que son refle-jo
de la estrecha vinculación de Santa Cruz de La Palma con el
mar, ciudad que contó con uno de los puertos más relevantes del
imperio español durante el siglo xvi. Todas estas consultas han
quedado registradas en un libro de visitas que guarda la memoria
de los años que lleva funcionando este archivo como servicio.
Aproximación al Archivo Parroquial de El Salvador de Santa Cruz de La Palma... 61
Es destacable el hecho de que la difusión del patrimonio docu-mental
de El Salvador no se ha quedado encerrada en sus paredes,
sino que ha participado en exposiciones, tanto a nivel local como
internacional. Entre ellas, destacamos tres: Plata. Forjando México
(Tepotzotlán, 2010), María y es la nieve de su nieve: favor, esmalte
y matiz (Santa Cruz de La Palma, 2010) y Desvelando el pasado
(Santa Cruz de La Palma, 2016). En la primera de ellas participó
el auto de imposición de capellanía del licenciado Domingo Pé-rez,
documento relacionado con el envío de una lámpara de plata
desde México en 1663. María y es la nieve de su nieve, organizada
por la Obra Social de CajaCanarias con motivo de la lxvii Bajada
de la Virgen, contó con un buen número de objetos artísticos y de
manuscritos, encontrándose entre éstos el documento fundacio-nal
de las fiestas lustrales, firmado por el obispo Bartolomé García
Ximénez en 1676. Finalmente, Desvelando el pasado mostraba
los últimos libros restaurados por el Centro de Conservación y
Restauración del Documento Gráfico del Cabildo Insular de La
Palma, siendo uno de los mismos el primer libro de matrimonios
de El Salvador.
4 El fondo musical del Archivo Parroquial de El Salvador
4.1 Algunas consideraciones generales
En conjunto, la actividad de la Iglesia ha generado una inmensa
cantidad de documentación musical, representado una gran pro-porción
del total de los documentos de este tipo a nivel nacional.
En este sentido, su continuidad como institución y su concien-cia
del valor de este patrimonio ha posibilitado su conservación.
Ahora bien, a pesar de que los archivos musicales son una reali-dad
constatable desde la Edad Media, existiendo en las grandes
catedrales y parroquias como reflejo de la actividad del maestro
de capilla, el desarrollo de postulados teóricos y prácticos dentro
de la archivística en relación a los mismos es muy reciente y no
62 Belén Lorenzo Francisco
abundan los textos científicos que lo aborden. La conciencia de
la importancia de gestionar adecuadamente todo ese volumen de
información para evitar su pérdida hizo necesario desarrollar un
marco conceptual dentro de la archivística, adaptando algunos
de sus presupuestos. Por ejemplo, si atendemos a la definición
de un archivo como un conjunto orgánico de documentos, en
cualquier tipo de soporte, producido por una institución o una
persona en el desempeño de las funciones o las actividades que le
son propias, veremos que en el caso de la documentación musical
esta realidad se expande, sale fuera de esos límites hasta alcanzar
otros ámbitos. En ella, los valores primario y secundario se enri-quecen
con una dimensión creativa y de disfrute que va más allá
de una mera cuestión funcional. Si bien es cierto que es el fruto
de una necesidad (la de dar solemnidad al culto, siendo los ritos
principales la misa y el oficio divino), una vez desaparecido ese
valor originario (o no), podrá aparecer otro de naturaleza histó-rica
o musicológica. En el caso de El Salvador tenemos un claro
ejemplo en los motetes atribuidos a Manuel Díaz Hernández,
quien fue nombrado beneficiado de esta parroquia en 1800 y en
cuya figura nos detendremos en párrafos posteriores7. Las parti-turas
que conservamos mantienen su valor primario en tanto que
contienen música que se ejecuta en la actualidad, cumpliendo la
funcionalidad para la que fueron escritas8. En el caso de contar
con documentos autógrafos (extremo que merece un estudio más
amplio del que permiten estas líneas), éstos habrían adquirido
con el tiempo un interés histórico y musicológico. Pero además,
esos motetes son un elemento fundamental de la Semana Santa
de la capital palmera, declarada Fiesta de Interés Turístico de Ca-
7. Sobre la atribución de estas obras musicales a Manuel Díaz, ver: Rodrí-guez-
Lewis (2016), Juan José. La ciudad y la pasión: la Semana Santa de Santa
Cruz de La Palma durante los siglos xix y xx. Breña Alta (La Palma): Cartas
Diferentes Ediciones, 2016, pp. 59-60.
8. En el año 2001, la Escuela Insular de Música de La Palma editó, bajo el
cuidado de Luis Cobiella Cuevas, los motetes que se interpretan en Semana
Santa, con la intención de contribuir a su continuidad y permanencia.
Aproximación al Archivo Parroquial de El Salvador de Santa Cruz de La Palma... 63
narias en 2014. Por tanto, teniendo en cuenta todo lo dicho en re-lación
a la documentación musical, es evidente que una realidad
tan extensa necesita una amplitud de miras y de postulados a la
hora de ser tratada.
La mayoría de los trabajos que abordan el tratamiento de la
documentación musical se han centrado exclusivamente en el te-rreno
de la descripción de los fondos, siendo muy pocos los que
estudian la organización de los mismos9. Estas líneas no dan es-pacio
para corregir esa tendencia, pero sí se puede dejar constan-cia
de que son aplicables los principios básicos de la archivística:
la identificación del fondo documental, la clasificación, la orde-nación,
la descripción y, finalmente, la difusión. En este sentido
resulta interesante constatar que existe un punto en el que la ar-chivística
y la musicología difieren en relación a la identificación
del fondo. De manera tradicional, la musicología ha utilizado el
concepto de archivo de música a la hora de abordar lo que en
archivística se denomina fondo. Es decir, desde la musicología se
entiende como un todo, como un archivo musical, no sólo los
documentos generados por instituciones cuya finalidad principal
sea crear y utilizar obras musicales para el desarrollo de sus activi-dades,
sino también, los fondos (en sentido archivístico) que ten-gan
una entidad dentro de una institución10. En el caso concreto
de El Salvador, adoptaremos el criterio archivístico optando por
la denominación de fondo musical, si bien linda en parte con la
idea de colección. No todos los documentos que se conservan en
el mismo han sido originados para solemnizar la liturgia. Como
9. Gómez González, Pedro José. «El patrimonio musical de la Iglesia: la
gestión de sus fondos archivísticos». En: La gestión del patrimonio musical:
situación actual y perspectivas de futuro: actas del simposio. Madrid: Centro de
Documentación de Música y Danza, 2014, pp. 39-47. Disponible en: http://
www.sibetrans.com/public/docs/actas-la-gestion-del-patrimonio-musical.pdf.
(Consultado el 21 de febrero de 2017).
10. Ibidem, pp. 125-127. Este autor reconoce que, aunque en términos ge-nerales
es más apropiado hablar de fondo, dentro del ámbito de la musicología
el concepto de archivo musical es el más utilizado.
64 Belén Lorenzo Francisco
ejemplo citaremos las seis sonatas para pianoforte en cuya encua-dernación
se puede leer: «Pertenece a mí Manuel Díaz que me lo
donó mi Sra. Dª María Rosa Lugo y Massieu. Año de 1796». Pero
a veces la propia música sacra esconde sorpresas, como ocurre
con las partichelas de la Pequeña misa solemne del italiano Luigi
Bordese, en las que aparece la habanera Tus ojos en la cara interna
de la tapa posterior.
Otro aspecto a tener en cuenta, unido también a la idea de
coleccionismo, es la existencia de obras que, tal vez, nunca fueron
ejecutadas. La presencia de determinadas partituras en un fondo
musical no garantiza que sean el reflejo de una práctica11. Cabe
la posibilidad de haber sido meros objetos de gusto estético, o
partituras que sólo se interpretaron una vez. Por eso es necesa-rio
mantener una actitud prudente y contrastar posibles hipótesis
valiéndonos de toda la documentación que tengamos a nuestro
alcance, con el objetivo de evitar errores de juicio.
Si nos detenemos en la descripción, el referente indiscutible
es el trabajo del musicólogo José López Calo, que ha sido pio-nero
en cuanto a la catalogación de música sacra en España, ha-biendo
descrito los fondos de más de una decena de catedrales y
otras instituciones eclesiásticas. En Canarias, la labor de Lola de
la Torre, discípula en Madrid del musicólogo Eduardo Martínez
Torner, ha ejercido un importante magisterio para las generacio-nes
siguientes. En 1958 empieza a catalogar la documentación
musical existente en la catedral de Las Palmas y a extraer todas
las noticias musicales de los libros de actas capitulares. En esta
última labor, a la que dedicó veinte años, contaría con la colabo-ración
de su marido, el escritor Juan Manuel Trujillo. Algunos de
estos documentos los vio publicados, pero la mayoría fueron edi-tados
tras su muerte en la revista El Museo Canario, por iniciativa
del recientemente fallecido Lothar Siemens y con la colaboración
11. Ezquerro Esteban, Antonio. «Ideas para desarrollar: cuestiones en torno
a la formación de los archivos musicales eclesiásticos en España». Boletín dm, 1
(Madrid, 1997), pp. 5-70.
Aproximación al Archivo Parroquial de El Salvador de Santa Cruz de La Palma... 65
del investigador Roberto Díaz. Más recientemente, desde el ám-bito
de la musicología, tenemos trabajos como el acercamiento
de Rosario Álvarez Martínez a la música de La Concepción de
Santa Cruz de Tenerife y también a la documentación musical
de la catedral de La Laguna, contando en este último caso con la
participación de José Lorenzo Chinea Cáceres12.
En líneas generales, en un comienzo primó una organización
basada en los géneros litúrgicos de cara a su utilización en deter-minados
actos del culto. Posteriormente, teniendo en cuenta la
demanda de los investigadores, ese sistema se modificó para dar
cabida a un orden alfabético. Los trabajos se ceñían estrictamente
a la catalogación, careciendo prácticamente de tareas clasificato-rias
de los fondos. Con el tiempo, la mayor disposición de me-dios
y personal posibilitó un mayor grado de profesionalización,
visible en las últimas décadas. Se empezaron a aplicar procedi-mientos
archivísticos y nuevas tecnologías, se crearon equipos de
trabajo multidisciplinares (de archiveros, musicólogos, informáti-cos,
etc.), y se adoptaron normas internacionales, algunas de corte
musicológico (como rism —Répertoire Internacional des Sources
Musicales—, Serie a/ii) y otras venidas de la archivística (como
las normas de la General International Standard Archival Des-cription
—isad-g—). Por ejemplo, en la descripción de los fondos
musicales del Archivo de la Catedral de Salamanca se tomaron
como referentes las normas de la isad-g, a las que se les añadió
un área específica de música basada en las normas de rism, en-tre
otras13. Además, en este mismo archivo se ha avanzado en
la descripción de los fondos, realizando un vaciado de los temas
musicales contendidos en los libros de fábrica, índices, estudios y
transcripciones de obras.
12. Álvarez Martínez, [María del] Rosario. «La música en la parroquia de
Nuestra Señora de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife (1500-1900)».
Estudios canarios: anuario del Instituto de Estudios Canarios, 50-51, ii (La
Laguna, 2006-2007), pp. 697-739.
13. Gómez González, Pedro José. Op. cit.
66 Belén Lorenzo Francisco
Dentro de los fondos musicales eclesiásticos, los más estudia-dos
han sido, sin ninguna duda, los catedralicios, existiendo muy
pocos trabajos que aborden los fondos musicales de las parro-quias.
Entre éstas, han recibido atención la parroquia de Santa
María de Viana (Navarra), la parroquia de Briones (La Rioja) y
la parroquia de San Juan Bautista de Marchena (Andalucía)14.
Queda, por tanto, mucho por conocer y decir en relación a es-tos
fondos y, también, en cuanto a la metodología adecuada para
abordarlos. Trataremos a continuación algunos aspectos relativos
a la documentación musical que conserva El Salvador, sabiendo
que es sólo un boceto de un panorama que está por dibujar.
4.2 El fondo musical del Archivo Parroquial de El salvador
Una vez planteado un marco teórico, es justo decir que cada ar-chivo
es único, y es por ello por lo que resulta siempre necesario
adaptar la teoría a la práctica. En este sentido, el Archivo Parro-quial
de El Salvador no es una excepción, y tampoco su fondo
musical.
En el contexto de las parroquias canarias, la vida musical de las
mismas se desarrolló en un plano modesto al carecer de medios
para contar con el boato y la brillantez de la catedral de Las Pal-mas,
por motivos económicos evidentes. Aún así, algunas iglesias
mostraron un despliegue de recursos superior a las restantes para
solemnizar determinadas festividades, como ocurre en los casos
de Nuestra Señora de la Concepción y de Nuestra Señora de los
Remedios en San Cristóbal de La Laguna, Nuestra Señora de la
Concepción de La Orotava y la iglesia homónima de Santa Cruz
de Tenerife (circunscribiéndonos al siglo xix en el caso de esta
14. Vicente Baz, Raúl. «Los archivos musicales: estado de la cuestión».
En: Gómez González, Pedro José (coord.). El archivo de los sonidos: la gestión
de fondos musicales. Salamanca: Asociación de Archiveros de Castilla y León
(acal), 2008, pp. 21-56.
Aproximación al Archivo Parroquial de El Salvador de Santa Cruz de La Palma... 67
última)15. Dentro de este contexto, y a la luz de la documenta-ción
de su archivo, la iglesia de El Salvador contó también con un
interés por solemnizar sus celebraciones.
Entre toda la documentación que se conserva actualmente
predomina la música en papeles sueltos (es decir, partichelas y
partituras generales manuscritas), compuesta para voces solas o
acompañadas de instrumentos y, si bien existen algunas obras del
siglo xviii, el grueso pertenece a los siglos xix y xx. Toda esta mú-sica
conformaba un puzzle documental que abarcaba siete uni-dades
de instalación, estando mezcladas unas obras con otras. En
un principio se procedió a separar las manuscritas de las editadas,
y a clasificar la documentación atendiendo a las formas musicales,
comprobando un predominio de las misas.
Dentro de esta realidad destacaremos, no obstante, la exis-tencia
de algunas obras del siglo xviii escritas por compositores
foráneos, como los responsorios debidos al italiano fallecido en
Lisboa David Pérez y al portugués José Joaquim dos Santos. Tam-bién
se conservan, de la segunda mitad del siglo xviii, misas de
compositores vinculados a la catedral de Las Palmas, como son
el presbítero Mateo Guerra y el maestro de capilla malagueño
Francisco Torrens.
Dentro del ámbito local merece una especial atención la pro-ducción
del beneficiado Manuel Díaz Hernández, cuya persona-lidad
se manifestó de forma notoria en su ciudad natal, dejando
una huella rastreable hasta hoy. Su vinculación con El Salvador
empezó muy pronto, ejerciendo como mozo de coro. Unos años
más tarde volvería a esta iglesia como beneficiado de la misma,
tomando posesión en 1800. Allí permanecería hasta su muerte
(salvo un paréntesis de once años, entre 1824 y 1835) ocurrida en
1863. Durante este tiempo se preocupó por solemnizar los cultos
a través de la música. A él se le atribuyen los motetes Et recorda-
15. Álvarez Martínez, [María del] Rosario. «La música en la parroquia de
Nuestra Señora de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife (1500-1900)».
Estudios canarios: anuario del Instituto de Estudios Canarios, 50-51, ii (La
Laguna, 2006-2007), pp. 697-739.
68 Belén Lorenzo Francisco
tus, O vos omnes, Dextera Domini y Jerusalem (que se interpretan
los martes, miércoles, jueves y viernes santos, respectivamente),
así como las composiciones Vexilla regis y Bone pastor, panis vere16.
Existen en El Salvador partituras que podrían responder a su au-toría,
siendo algunas de ellas autógrafas y otras copias. Tal vez un
atento análisis de las mismas, no sólo a nivel musicológico sino
también caligráfico, podría confirmar (o incluso ampliar) estas
atribuciones.
Sin movernos del contexto de La Palma, es reseñable también
la Loa a San Sebastián escrita por Alejandro Henríquez Brito y
armonizada posteriormente por Elías Santos Pinto. Henríquez es
recordado sobre todo por ser el autor de obras como la Loa a
la Virgen de las Nieves (que se interpreta en las fiestas lustrales
desde su estreno en 1880) y la marcha fúnebre Amor eterno. En
El Salvador se encuentra esta loa armonizada por Santos Pinto,
continuador de la tradición musical familiar y compositor vincu-lado
a la Bajada de la Virgen, siendo el autor de la parte musical
del carro alegórico de 1970 y de la Danza de Enanos representada
en 1985.
Además de la nómina de compositores, es interesante también
la de copistas. Uno de ellos fue Jaime Pérez García, quien cursó
estudios de piano y fue nombrado cronista oficial de Santa Cruz
de La Palma en 1973, desempañando esta labor hasta 2009. De
su mano tenemos una copia de Missa pontificalis de Lorenzo Pe-rosi,
donde se anota:
16. Pérez García, Jaime. Fastos biográficos de La Palma. Santa Cruz de La
Palma: Sociedad Cosmológica de Santa Cruz de La Palma, 2009; Cobiella
Cuevas, Luis. «Prefacio: los motetes de Semana Santa en Santa Cruz de La
Palma». En: Motetes de Semana Santa. [Santa Cruz de La Palma]: Organismo
Autónomo de la Escuela Insular de Música de La Palma, d.l. 2001, pp. i-iv;
Rodríguez-Lewis, Juan José. La ciudad y la pasión: la Semana Santa de Santa
Cruz de La Palma durante los siglos xix y xx. Breña Alta (La Palma): Cartas
Diferentes Ediciones, 2016.
Aproximación al Archivo Parroquial de El Salvador de Santa Cruz de La Palma... 69
«Cantada el día 5-6-47 en la Parroquia del Salvador. Cantada
el día 1-10-48 en Santo Domingo (Fiesta del S. Rosario). Cantada
el día 14-4-49 en Parroquia del Salvador (Jueves Santo). Canta-da
el 17-4-49 en la Parroquia del Salvador (Mañana de Pascua).
Cantada el día 7-8-51 en Santo Domingo (Rosario)».
Estos apuntes son una muestra del especial interés que tenía
Jaime Pérez García por dejar constancia de la práctica musical
desarrollada en la parroquia, y de las cualidades personales que él
poseía y que le llevaron a ser nombrado cronista oficial. Pistas así
nos ayudan a reconstruir el pasado y, también, a soñar un futuro.
5 Soñando un futuro (a modo de conclusión)
En los archivos parroquiales y sus fondos musicales, las fronte-ras
se diluyen. Buena parte de la documentación de los primeros
puede arrojar luz sobre los segundos, y viceversa, logrando re-construir
una realidad fragmentada. En este sentido, y aplicán-dolo
a El Salvador, la lectura atenta de los libros de fábrica e
inventarios, la búsqueda de datos en los libros sacramentales o el
rastreo de alguna pista válida en cualquier documento custodiado
en su archivo, puede ser útil a la hora de reconstruir la vida mu-sical
de esta parroquia.
Además, estas pesquisas tendrán que dar lugar a unas bases
de datos que permitan cotejar la información de manera rápida,
facilitando así las labores de investigación. Ello redundará en un
mejor conocimiento tanto de este archivo como de su fondo mu-sical,
labor en el que la multidisciplinariedad es una necesidad
evidente: la archivística, la historia, la musicología o la sociología
tendrán que estar presentes.
La digitalización y transcripción de partituras serán también
fundamentales a la hora de difundir una documentación que en
buena medida aguarda silenciosa. Es necesario devolverles el so-nido
y divulgarlas mediante interpretaciones, ya que «la música
70 Belén Lorenzo Francisco
es algo que suena. Y si no es así, no es música. Serán ideas sobre
música, palabras sobre la música, signos de carácter musical; pero
no música»17.
Referencias bibliográficas
Álvarez Martínez, [María del] Rosario. «La música en la parroquia de
Nuestra Señora de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife (1500-
1900)». Estudios canarios: anuario del Instituto de Estudios Canarios,
50-51, ii (La Laguna, 2006-2007), pp. 697-739.
Álvarez Martínez, [María del] Rosario. «La recuperación, conservación
y difusión del patrimonio musical de Canarias». Boletín dm, 14 (Ma-drid,
2010), pp. 17-27.
Bagüés, Jon. «Archivos musicales: un acercamiento a la historia y tipos
de archivos musicales en el entorno hispánico». En: Gómez Gonzá-lez,
Pedro José (coord.). El archivo de los sonidos: la gestión de fondos
musicales. Salamanca: Asociación de Archiveros de Castilla y León
(Acal), 2008, pp. 57-90.
Cabezas Bolaños, Esteban. «La organización de archivos musicales:
marco conceptual». Información, cultura y sociedad, 13 (Buenos Aires,
2005), pp. 81-99. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/
articulo?codigo=4291093. (Consultado el 20 de enero de 2017).
Cobiella Cuevas, Luis. «Prefacio: los motetes de Semana Santa en Santa
Cruz de La Palma». En: Motetes de Semana Santa. [Santa Cruz de La
Palma]: Organismo Autónomo de la Escuela Insular de Música de La
Palma, d.l. 2001, pp. i-iv.
Cruz Mundet, José Ramón. Diccionario de archivística. Madrid: Alianza
Editorial, 2011.
Ezquerro Esteban, Antonio. «Ideas para desarrollar: cuestiones en torno
a la formación de los archivos musicales eclesiásticos en España».
Boletín dm, 1 (Madrid, 1997), pp. 5-70.
17. Torres Mulas, Jacinto. «El documento musical: ensayo de tipología».
En: I Congreso Universitario de Ciencias de la Documentación. Teoría, historia
y metodología de la documentación en España (1975-2000). Cuadernos de
documentación multimedia, 10 (Madrid, 2000), pp. 743-748. Disponible en:
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/multidoc/multidoc/revista/num10/
paginas/pdfs/Jtorres.pdf. (Consultado el 20 de enero de 2017).
Aproximación al Archivo Parroquial de El Salvador de Santa Cruz de La Palma... 71
Galante Gómez, Francisco José. La iglesia matriz del Salvador, en Santa
Cruz de La Palma. Las Palmas de Gran Canaria: La Caja de Cana-rias,
1979. Disponible en https://mdc.ulpgc.es/cdm/ref/collection/
aguayro/id/1579. (Consultado el 10 de enero de 2017).
Gómez González, Pedro José. «La organización de archivos musicales».
En: Gómez González, Pedro José (coord.). El archivo de los sonidos:
la gestión de fondos musicales. Salamanca: Asociación de Archiveros
de Castilla y León (acal), 2008, pp. 123-154.
Gómez González, Pedro José. «El patrimonio musical de la Iglesia: la
gestión de sus fondos archivísticos». En: La gestión del patrimonio
musical: situación actual y perspectivas de futuro: actas del simposio.
Madrid: Centro de Documentación de Música y Danza, 2014, pp.
39-47. Disponible en: http://www.sibetrans.com/public/docs/actas-la-
gestion-del-patrimonio-musical.pdf. (Consultado el 21 de febrero
de 2017).
López Calo, José. «Los archivos musicales de las catedrales españolas».
En: Gómez González, Pedro José (coord.). El archivo de los sonidos:
la gestión de fondos musicales. Salamanca: Asociación de Archiveros
de Castilla y León (acal), 2008, pp. 311-338.
Montero García, Josefa. «La documentación musical: fuentes para su
estudio». En: Gómez González, Pedro José (coord.). El archivo de
los sonidos: la gestión de fondos musicales. Salamanca: Asociación de
Archiveros de Castilla y León (acal), 2008, pp. 91-122.
Pérez García, Jaime. Fastos biográficos de La Palma. Santa Cruz de La
Palma: Sociedad Cosmológica de Santa Cruz de La Palma, 2009.
Pérez Herrero, Enrique; Rúa Figueroa Rodríguez, Isabel. «Los archi-vos
privados». En: Pérez Herrero, Enrique (coord.). Historia de los
archivos de Canarias, tomo i. Las Palmas de Gran Canaria: Anroart,
2009, pp. 421-490.
Quintana Andrés, Pedro Carmelo. «Los archivos parroquiales en Ca-narias
y sus aportaciones demográficas, sociales y económicas en el
estudio de la Edad Moderna». En: Pérez Herrero, Enrique (coord.).
Historia de los archivos de Canarias, tomo i. Las Palmas de Gran Ca-naria:
Anroart, 2009, pp. 491-527.
Rodríguez, Gloria. Iglesia de El Salvador de Santa Cruz de La Palma.
Santa Cruz de La Palma: Cabildo Insular de La Palma, 1985.
Rodríguez-Lewis, Juan José. La ciudad y la pasión: la Semana Santa de
Santa Cruz de La Palma durante los siglos xix y xx. Breña Alta (La
Palma): Cartas Diferentes Ediciones, 2016.
72 Belén Lorenzo Francisco
Torre de Trujillo, Lola de la; Siemens Hernández, Lothar. Maestros
de capilla de la catedral de Las Palmas: siglos xvii y xviii. Islas Cana-rias:
Revista Cultural BienMeSabe.org, 2016. Disponible en: https://
www.bienmesabe.org/uploads/publicaciones/Libro_Catedral/files/
libro.pdf. (Consultado el 25 de febrero de 2017).
Torres Mulas, Jacinto. «El documento musical: ensayo de tipología».
En: I Congreso Universitario de Ciencias de la Documentación. Teoría,
historia y metodología de la documentación en España (1975-2000).
Cuadernos de documentación multimedia, 10 (Madrid, 2000), pp.
743-748. Disponible en: http://pendientedemigracion.ucm.es/info/
multidoc/multidoc/revista/num10/paginas/pdfs/Jtorres.pdf. (Con-sultado
el 20 de enero de 2017).
Vicente Baz, Raúl. «Los archivos musicales: estado de la cuestión». En:
Gómez González, Pedro José (coord.). El archivo de los sonidos: la
gestión de fondos musicales. Salamanca: Asociación de Archiveros de
Castilla y León (acal), 2008, pp. 21-56.
Viña Brito, Ana. «La primitiva organización eclesiástica de La Palma».
Anuario de estudios atlánticos, n. 35 (Madrid; Las Palmas, 1989), pp.
45-66.