FOTOGRAFÍA EN EL ÁFRICA OCCIDENTAL:
HISTORIA Y CONSERVACIÓN
GERMÁN SANTANA PÉREZ*
Fecha de recepción: 18 de octubre de 2011
Fecha de aceptación: 2 de febrero de 2012
Resumen: En este artículo queremos ofrecer una visión general sobre un tema
poco conocido de nuestro patrimonio fotográfico. En él abordamos, por un lado,
la historia de la difusión de la fotografía en África Occidental y, por otro, las
fuentes a las que podemos acudir para hallar fotografías antiguas sobre el pa-sado
de esta área. El África Occidental, como el resto del continente, ha atra-vesado
un proceso de colonización y neocolonialismo que convierte la conser-vación
de fuentes históricas dentro de la misma África en un factor de vulne-rabilidad.
Este punto de debilidad no es ajeno a la conservación fotográfica, a
la que se le unen además la falta de medios, los conflictos armados y lo extre-mo
del clima. Una primera característica de las fuentes fotográficas africanas
es la dispersión. Una buena parte de ellas se encuentra en multitud de archi-vos,
tanto privados como públicos, de los países occidentales y africanos. La
recuperación del documento fotográfico es fundamental para la reconstrucción
de la memoria histórica en estos países.
Palabras claves: África; fotografía; historia; fuentes; conservación.
Abstract: In this article we give an overview about a little-known of our
photographic heritage. It approached the one hand, the history of the spread
of photography in West Africa and, secondly, the sources we can use to find
old photographs on the history of this area. West Africa, like the rest of the
continent, has undergone a process of colonization and neo-colonialism that
makes the conservation of historical sources within Africa itself a vulnerability
factor. This point of weakness is no stranger to the conservation of photographs,
which also is joined by the lack of resources, armed conflict and the end of
Cartas diferentes. Revista canaria de patrimonio documental, n.o 7 (2011), pp. 21-40.
* Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Departamento de Cien-cias
Históricas.
22 GERMÁN SANTANA PÉREZ
the climatology. A first feature of the sources is African photographic dispersion.
A good part of them is in many files, both private and public of Western and
African countries. The recovery of the photographic document is essential for
the reconstruction of historical memory in these countries.
Keywords: Africa; photography; History; sources; conservation.
Aunque existen precedentes históricos en la búsqueda de la
plasmación de una imagen en algún tipo de soporte, podemos
señalar el origen de la fotografía con las invenciones de Joseph-
Nicéphore Niépce, de Lois-Jacques Mandé Daguerre y de William
Henry Fox Talbot. De hecho, la fotografía más antigua podemos
situarla en 1826, obra de Niépce. La relación de la fotografía con
África es temprana e incluso cuenta con algunos episodios pre-cedentes
bastante curiosos. A principios del siglo XVIII el fran-cés
Tiphaigne de la Roche escribió una novela titulada Giphantie,
en la que el protagonista se adentraba en los desiertos al norte
de Guinea y en ellos sus habitantes le explicaban lo que era una
anticipación de la fotografía, es decir, fijar las imágenes que se
transmiten a través de la luz en una superficie1.
Desde sus inicios la fotografía no es concebida como un pa-satiempo
ni como una forma de manifestación artística, sino que
cumplirá claramente una función social, militar y política. Se
convertirá en una herramienta eficaz en manos del colonialis-mo
e imperialismo europeo y estadounidense. De hecho, la in-vención
y el desarrollo de la fotografía coinciden en el tiempo
con el mismo proceso en el imperialismo2. Tratará de demostrar
1. SOUGEZ, Marie-Loup. Historia de la fotografía. Madrid: Cátedra, 1991,
pp. 13-14.
2. Sobre este periodo, consúltese, por ejemplo, BOAHEN, A. Adu (dir.).
Historia general de África. V. VII. África bajo el dominio colonial (1880-1935).
Madrid: Tecnos; UNESCO, 1987; COQUERY-VIDROVITCH, C.; MONIOT, H. África
negra de 1800 a nuestros días. Barcelona: Labor, 1976; FAGE, J.D. A history
of Africa. London; New York: Routledge, 2002; FREUND, Bill. The making of
contemporary Africa: the development of African society since 1800. Boulder,
Colorado: Lynne Rienner, 1998; KI-ZERBO, Joseph. Historia del África negra.
I. De los orígenes al siglo XIX. Madrid: Alianza Editorial, 1980; MARTÍNEZ
FOTOGRAFÍA EN EL ÁFRICA OCCIDENTAL: HISTORIA Y CONSERVACIÓN 23
la superioridad del hombre blanco frente al negro, de la «civili-zación
» frente a la barbarie; estará inmersa en un paternalismo
colonial frente a lo inferior. África es representada como un sím-bolo
de lo atávico, de lo exótico, de lo raro. Pero al mismo tiempo
proporciona una corriente creciente de información sobre la
realidad africana, aunque es una realidad algo distorsionada,
adaptada a los intereses occidentales.
Se necesita conocer quiénes son los africanos, sus distintos
pueblos, su geografía, los posibles aprovechamientos económicos.
Así se entiende el auge de las fotografías militares con el objeti-vo
de elaborar una topografía africana al servicio del colonizador.
En todos los ejércitos coloniales asisten técnicos especializados en
fotografía. De la misma manera, los misioneros utilizarán este
medio como testimonio de sus acciones cristianas y de la «proe-za
» de su evangelización ante el pueblo indígena. La fotografía debe
exaltar la grandeza de Cristo en estas tierras vírgenes y la «valentía»
y serenidad de sus instrumentos, los misioneros. El paisaje y la fauna
africana también influyen en esta corriente, y así el europeo se ve
atraído y desbordado por esta naturaleza que, desde un principio
y hasta la actualidad, condicionará la temática que los occiden-tales
tengan sobre África.
Ante la visión oficial de un África colonizada por europeos,
de la civilización frente la barbarie, o ante un África exótica, las
demás visiones quedaron relegadas al olvido o al ocultismo. In-cluso
el mismo aparato colonial se preocupó en algún momen-to
de impedir que saliera a la luz material que no concordaba
con esta visión oficial3.
CARRERAS, José Urbano. África subsahariana (1885-1990): del colonialismo a
la descolonización. Madrid: Síntesis, 1993; OLIVIER, Roland; ATMORE, Anthony.
África desde 1800. Madrid: Alianza Editorial, 1997; RODNEY, Walter. De cómo
Europa subdesarrolló a África. México: Siglo XXI, 1982; WESSELING, Henri
L. Divide y vencerás: el reparto de África (1880-1914). Barcelona: Península,
1999.
3. NJAMI, Simon. L’Afrique en regards: une breve histoire de la photographie.
Paris: Filigranes. 2005.
24 GERMÁN SANTANA PÉREZ
La primera fotografía que se produce en África está hecha por
los ojos occidentales, obedeciendo a los intereses occidentales y
para el disfrute de los occidentales. África y los africanos son el
mero escenario que se retrata para ser transportado fuera de ella
y darlo a conocer a Occidente, dentro de una demanda casi
enciclopédica por los paisajes a escala mundial. Todavía en la
primera mitad del siglo XIX el número de imágenes es reduci-do,
pero a partir de la segunda mitad de esta centuria se hacen
cada vez más frecuentes, coincidiendo con el avance del impe-rialismo
y de la segunda revolución industrial.
Las dificultades climáticas y geográficas hicieron que casi siem-pre
se llevase un buen material técnico. Después de las prime-ras
imágenes captadas en África a través de los daguerrotipos
llegaron a ella los nuevos métodos de fotografía que calificaron
diferentes periodos: los negativos de colodión húmedo en vidrio
y de copias de albúmina (1855-1880), que, debido a que las placas
sensibilizadas podían esperar hasta quince días antes de la ex-posición
y más de diez días antes del revelado, facilitaban su uso
en viajes. Llegó después el periodo de negativos de gelatina y
bromuro de plata sobre vidrio y de las copias de papel de en-negrecimiento
directo de fabricación industrial (1880-1910); el
periodo de los negativos en película y de las copias en papel de
revelado químico; y el periodo de la fotografía en color cromógena
a partir de 19704. Precisamente para superar las limitaciones que
imponían las duras condiciones de la climatología y la geogra-fía,
era necesario emplear las mejores cámaras, los mejores ca-rretes,
las mejores técnicas, e incluso innovar y adaptar sobre el
propio terreno para tratar de captar la imagen perfecta. El ca-lor,
la falta de infraestructuras viarias, la fauna, la lluvia... hacían
difícil la conservación de imágenes y ésta requería los mejores
equipos, que estuvieran adaptados a condiciones límites y en donde
el ingenio del fotógrafo se agudizara. Incluso se ensayaron nue-vos
métodos para afrontar las circunstancias desfavorables.
4. PAVÃO, Luís. Conservación de colecciones de fotografía. Granada: Cen-tro
Andaluz de la Fotografía, 2001, pp. 16-49.
FOTOGRAFÍA EN EL ÁFRICA OCCIDENTAL: HISTORIA Y CONSERVACIÓN 25
Otro problema al que debían enfrentarse fue que algunos
pueblos africanos eran reacios a fotografiarse o retratarse debi-do
al temor a que se les pudiese sustraer parte de su alma a través
de este medio para poderles así dominar. A esto se unían en el
norte de África las reticencias a tomar una imagen real de una
persona dentro del mundo musulmán, cuyos primeros fotógra-fos
eran además cristianos y procedían del mundo occidental.
La fotografía llega de forma temprana a África. De hecho, se
puede decir que ya desde 1839 existen reproducciones sobre la
realidad africana. Los franceses Horace Vernet y Fréderic Goupil-
Fesquet hicieron en ese año diversos daguerrotipos recogiendo
las primeras imágenes de Egipto, contratados por el óptico
Lerebours que dio lugar a las Excursions daguerriennes, cuya
colección de álbumes se publicó entre 1840 y 1844. Además de
Egipto se recogían imágenes de Argelia5. A partir de esa fecha
cada vez más fotógrafos occidentales se instalarán en ciudades
africanas reproduciendo su manera de ver el continente.
A finales de los cuarenta los escritores Maxime du Camp y
Gustave Flauvert visitaron el Próximo Oriente, Grecia, Italia y
Egipto (desde El Cairo hasta Nubia, por el curso del Nilo), en
un viaje relacionado con la búsqueda y la vivencia del orientalismo,
tan presente en el arte europeo en la primera mitad del siglo
XIX. Algo parecido, aunque con una visión distinta, realizaron
el estadounidense John B. Greene en su viaje a Egipto entre 1853
y 1854; el británico Francis Frith en 1856 en Egipto; el francés
Félix Teynard, que publicaría su álbum sobre Egipto en 1858;
y, también en el mismo lugar, entre 1858 y 1860, el francés Louis
de Clercq.
En el África subsahariana la fotografía tardó unos pocos años
más en hacer acto de aparición y siempre relacionada con la
presencia de occidentales en las colonias. En Sudáfrica se esta-blecieron
estudios desde finales de los cuarenta, con una indus-tria
que se expandía con el establecimiento de colonos blancos.
5. SOUGEZ. Op. cit., pp. 129-130.
26 GERMÁN SANTANA PÉREZ
Ya en 1846 el francés Jules Léger abrió un estudio de dague-rrotipos
en Port Elizabeth, al que se sumaron pronto otros fo-tógrafos
en Ciudad de El Cabo; en Angola fue abierto un estu-dio
en Luanda en 1863; en África Occidental será en los años
sesenta cuando hagan el desembarco. Las primeras fotografías
tomadas en Lagos datan de 1860, y en la década de los ochen-ta
ya existían estudios en Freetown y en Accra, algunos lleva-dos
por africanos. Antes de 1870 la fotografía se desarrolla en
los centros europeos de la costa6.
En este proceso de llegada de la fotografía, el acercamiento
es primero a la costa africana y a la atlántica en particular, en
donde existe ya la presencia europea. El interior de África tar-dará
décadas en ser colonizado y, por tanto, también fotografia-do.
El material pesado y frágil impide de momento una mayor
penetración.
En Canarias la llegada de la fotografía está asociada también
a fines antropológicos. El francés Sabin Berthelot sería uno de
los primeros en utilizarla reproduciendo imágenes de cráneos a
través del procedimiento litográfico para probar sus teorías so-bre
la raza canaria, basadas en los daguerrotipos encargados a
Bisson Fils entre 1841 y 1842 y recogidas en su obra Histoire
naturelle des îles Canaries.
Los antropólogos tendrán un interés especial en retratar a
representantes de las diferentes razas y tipos humanos, y entre
ellos a los africanos, sobre todo a las diferentes tribus del Áfri-ca
negra. E.R.A. Serres, que proponía ya en 1845 la creación de
un Museo Fotográfico de las Razas Humanas, escribía en su
artículo «Antropología comparada: observaciones sobre la apli-cación
de la fotografía al estudio de las razas humanas»: «la raza
africana o etiópica se ha convertido en el primer objeto de sus es-tudios
fotográficos [del señor Thiesson]». También explicaba el papel
6. KILLLINGRAY, David; ROBERTS, Andrew. «An outline history of
photography in Africa to ca. 1940». History in Africa, vol. 16 (Piscataway,
New Jersey, 1989), pp. 198-199.
FOTOGRAFÍA EN EL ÁFRICA OCCIDENTAL: HISTORIA Y CONSERVACIÓN 27
que la fotografía debía cumplir en estos descubrimientos: «Para
asignar a la raza africana el rango que debe ocupar en la gran
familia humana es indispensable tener en cuenta las numerosas
variedades que la componen, variedades más definidas que en las
demás razas, y que la fotografía, por la rapidez de su ejecución es
más adecuada para reproducir que cualquier otro procedimiento»7.
Hay que tener en cuenta que la antropología del siglo XIX
no mira en igualdad a las diferentes razas y algunos ven al ne-gro
todavía como una transición entre el mono y el hombre
europeo. Es en estos momentos cuando surge la Teoría de la
Evolución de las Especies de Charles Darwin, que tanta influencia
tendrá en el campo cinético y en su interpretación política, so-bre
todo en el plano de los nacionalismos. A lo largo del siglo
XIX se recogen diversos álbumes fotográficos con diferentes
imágenes de carácter antropológico, como, por ejemplo, el rea-lizado
por el alemán Carl Dammann en 1873-1874 por encar-go
de la Berliner Gesellschaft fur Antropologie, Ethnologie und
Urgeschichte.
Algunas expediciones con famosos exploradores del continente
fueron acompañadas por cámaras fotográficas, como la de Speke
a las fuentes del Nilo. Charles Livingstone, hermano del famo-so
explorador, también se adentró en esta técnica. A finales del
siglo XIX la cámara se convierte en indispensable, en obligato-ria,
en las exploraciones realizadas.
A partir de 1860 se incrementa la demanda para la fotogra-fía
de viajes, permitiendo la creación en varios lugares del con-tinente
de compañías fotográficas y estudios permanentes (Egipto,
Túnez, Abisinia, Zanzíbar, Angola, Mozambique, Sudáfrica, etc.).
En Ceuta la historia de la fotografía se inicia en 1859, en plena
Guerra de África8; es a partir de esa fecha cuando se crean es-
7. NARANJO, Juan (ed.). Fotografía, antropología y colonialismo (1845-2006).
Barcelona: Gustavo Gili, 2006, p. 28.
8. SÁNCHEZ MONTOYA, Francisco. 150 años de fotografía de Ceuta. Gra-nada:
Natívola, 2007. Véase también: MEGÍAS AZNAR, José (dir.). Historia gráfica
de Melilla. Melilla: UNED, Ciudad Autónoma de Melilla, 1997.
28 GERMÁN SANTANA PÉREZ
tudios fotográficos en esa ciudad. Será a partir de esta guerra,
entre 1859 y 1860, cuando se dé el pistoletazo de salida del interés
español en Marruecos, dentro de la corriente orientalista euro-pea
que aquí se convertirá en africanista. A partir de la década
de los ochenta se conocen también en Melilla y Tánger. Más tarde
se extendieron a otras ciudades como Larache, Arcila,
Alcazarquivir, etc. El objetivo de estos fotógrafos profesionales
era servir a los documentos oficiales, a las fotos de familia y de
grupo, a las corresponsalías de prensa y a la foto postal. A éstos
habría que sumar las imágenes tomadas por viajeros, corresponsales
de prensa y, pronto, aficionados. Las representaciones documen-tarán
los éxitos militares españoles y también los desastres. A
principios de siglo se puso de moda en España un regionalismo
neoárabe y el marroquinismo, que fue seguido en fotografía por
un interés por su arquitectura, su forma de vestir y la edición
de postales etnográficas9. A partir de 1940, con la llegada de
nuevas instituciones al protectorado, se da un salto cuantitativo
en su producción. La colección de Tomás García Figueras dio
lugar a la Fototeca del Protectorado, compuesta por más de 35.000
fotografías en Tetuán con imágenes del momento y otras de
diferentes fondos y archivos.
A partir de 1880 se redujo el tamaño de las cámaras y las
películas se hicieron más manejables, reduciendo las dificulta-des
de manejo y facilitando el proceso fotográfico, lo que am-plió
el radio de acción, aumentando el número de imágenes y
los puntos de vista de sus representaciones. El registro de la patente
de la cámara Kodak en 1888 abre nuevas expectativas para los
aficionados. Es a partir de esta fecha cuando se amplia el nú-mero
de amateurs que intervienen en ella. Muchas fotografías
se imprimen en papel para postales y circulan como tales. El
acceso a lugares recónditos se hace posible. Estas mejoras coin-
9. GÓMEZ BARCELÓ, José Luis. «Fotografía española en Marruecos: reali-dades
soñadas, ensoñaciones recreadas». En: Imágenes coloniales de Marruecos
en España. Madrid: Casa de Velázquez, 2007, pp. 57-81.
FOTOGRAFÍA EN EL ÁFRICA OCCIDENTAL: HISTORIA Y CONSERVACIÓN 29
ciden en el tiempo, además, con la conquista de los territorios
interiores que hasta esos momentos habían quedado apartados
de la acción colonizadora y, por tanto, de los ojos occidentales,
también en el África Occidental10.
Las primeras fotografías sobre Guinea Ecuatorial fueron to-madas
probablemente en papel albúmina por José Muñoz y
Gaviria, vizconde de San Javier, que fue administrador general
de rentas en las posesiones españolas del Golfo de Guinea, a partir
de 1861. Sin embargo, se está realizando en la actualidad una
investigación en fondos británicos para localizar imágenes de este
país durante el periodo de ocupación británica11. Tanto los co-lonos
civiles como los claretianos hicieron fotos de la misma zona
a fines del siglo XIX. Esta situación se repite a principios del XX.
En Guinea Ecuatorial se realizó en 1930 una película documental,
obra de Facundo Godoy. También destaca la expedición fotográfica
y fílmica llevada a cabo Manuel Hernández Sanjuán y su equi-po
de Hermic Films entre 1944 y 1946, en donde se obtienen
31 películas documentales y 5.500 fotografías con una gran calidad
artística e interés etnográfico, aunque siguiendo una perspecti-va
colonial sobre el mundo negro12. Sin esa calidad, el número
de fotografías realizadas por los colonos y también el de los
guineoecuatorianos fue muy superior.
Es a partir de la I Guerra Mundial, coincidiendo con el mo-vimiento
que preconiza la independencia del continente, cuan-do
los fotógrafos africanos se sienten en la obligación de
reapropiarse de su propia imagen; de ahí la importancia que el
retrato y, sobre todo, el estudio fotográfico han tenido en Áfri-ca,
que se convierte así en un espacio de libertad donde se ar-
10. MARTÍNEZ CARRERAS. Op. cit.
11. Sobre este periodo, véase: CASTRO, Mariano L. de; CALLE, Mª Luisa
de la. La colonización española en Guinea Ecuatorial (1858-1900). Barcelo-na:
Ceiba, 2007.
12. ORTÍN, Pere; PEREIRO, Vic. Mbini: cazadores de imágenes en la Gui-nea
colonial. Barcelona: Librería Altais; We Are Here Films, 2006.
30 GERMÁN SANTANA PÉREZ
ticula una relación igualitaria, de comunicación directa y de no
jerarquización entre el fotógrafo y el fotografiado13.
En el norte de África algunos fotógrafos africanos, asociados
generalmente a minorías religiosas cristianas, comenzaron des-de
finales del siglo XIX a plasmar sus realidades (Sébah, Lekegian,
Zangaki, Peridis). En el África subsahariana, los primeros afri-canos
que practiquen este arte serán aquéllos que estén educa-dos
a la occidental, a veces acudiendo a recibir la enseñanza en
Europa y convertidos al cristianismo. Podemos mencionar como
los primeros fotógrafos africanos del África Occidental a George
S.A. Da Costa, que desempeña su labor en Lagos (Nigeria), desde
principios de 1885, publicando retratos en el The red book of West
Africa; a N. Walwin Holm, Accra (Ghana) desde 1883, siendo
en 1897 el primer fotógrafo de la colonia que ingresó en la Royal
Photographic Society of Great Britain; y a los hermanos Lisk-
Carew, establecidos desde 1905 en su estudio fotográfico de
Freetown (Sierra Leona)14.
Algunos africanos se vieron atraídos por este medio de ex-presión,
aunque de forma tardía. Será a principios del siglo XX
cuando nazca la fotografía africana propiamente dicha. Su clientela
principal serán los nuevos grupos que progresan en las ciuda-des
al amparo del nuevo mundo colonial y que desean ser re-tratados,
tanto para tener un recuerdo familiar como para me-jorar
su posición social y diferenciarse del resto de africanos. A
esta minoría de la población se la conocerá con el nombre de
«asimilados». La mayor parte de los nuevos fotógrafos africanos
se ven en principio influenciados por los europeos, utilizando sus
mismas poses y utilizando temáticas individuales. Sin embargo,
conforme avanza el siglo XX, a diferencia de los occidentales,
estarán más preocupados por una temática de compromiso so-
13. MAUNAC, Sandra M. «Una aproximación al arte fotográfico en el con-tinente
africano». Revista académica de relaciones internacionales, nº 8 (Ma-drid,
junio de 2008), p. 5.
14. MONTI, Nicolas. Africa then: photographs 1840-1918. London: Thames
and Hudson, 1997, p. 8.
FOTOGRAFÍA EN EL ÁFRICA OCCIDENTAL: HISTORIA Y CONSERVACIÓN 31
cial, aunque también por la naturaleza y la tradición. Lo mis-mo
que en sus inicios la fotografía jugó el papel de apoyo a los
procesos colonizadores, para el africano se revierte la situación
y va a ser utilizada como instrumento de liberación, de denun-cia
contra el colonialismo, la injusticia y la opresión.
En los últimos tiempos se aprecia en muchos trabajos una
tendencia hacia la búsqueda de la identidad. También servirán
para reafirmar la posición social de la élite africana asimilada frente
al resto de la población. Entre los más grandes y afamados fo-tógrafos
africanos se encuentran el maliense Seydou Keita (1920-
2001), el también maliense Felix Diallo (1931-1997), la foto-grafía
antiapartheid de Santu Mofo Keng (1956- ), el
fotoperiodismo en Kenya de Mohamed Amin (1943-1996) y el
de Ricardo Rangel (1924-2009) en Mozambique, y la fotogra-fía
más conceptual del nigeriano Rotimi Fani-Koyade (1955-1989),
así como los retratos de parejas y grupos del maliense Malick
Sidibé (1936- ). Son de destacar también los retratos del maliense
Kélétigui Touré (1922- ); los de Malick Sidibé, que nos ofrece
el perfil de un pueblo todavía ilusionado y con ansias de ser feliz
y de progreso, en un ambiente festivo y relajado; el camerunés
Samuel Fosso (1962- ) y sus autorretratos, en donde utiliza un
tono irónico; el marroquí Rachid Bendaoud (1963- ); el tunecino
Sélim Benattia (1967- ); la marroquí Latifa Toujani (1948- ); el
sudafricano Obie Oberholzer (1947- ), que refleja la dicotomía
existente en su país con gran crítica social...
En el norte de África la fotografía vive una eclosión en el siglo
XX con el trabajo de numerosos retratistas, clubes fotográficos,
fotógrafos profesionales y galerías. En toda África subsahariana
los fotógrafos ambulantes proliferaron. En Senegal destacó a fi-nales
de los 70 el Tiger Photo, el laboratorio de color con más
renombre, si bien entre los africanos la presencia del blanco y
negro se prolongó más que en otros lugares debido a que el color
era muy caro15.
15. RETRATS de l’ànima: fotografia africana. Barcelona: Fundació La Caixa,
1997, p. 14.
32 GERMÁN SANTANA PÉREZ
Con las independencias cobra auge, como elemento de de-nuncia,
la foto reportaje. Con la consecución de las mismas, la
fotografía, como el resto de las artes, se pone muchas veces al
servicio de las dictaduras que se quieren perpetuar en el poder
y de los gobiernos que se resisten a la descolonización. Kenia y
Sudáfrica serán excepciones, en donde se da una fotografía com-prometida
que denuncia las realidades políticas. De forma tan
tardía como la década de los noventa, la fotografía africana será
pasada a ser considerada una obra de arte, rescatándose el pres-tigio
de sus fotógrafos más emblemáticos.
Además de los fotógrafos africanos, muchos occidentales, algunos
de los más destacados de la historia de la fotografía, vivieron
durante la mayor parte de su vida en este continente o al menos
vivieron largas temporadas en él. Es el caso del polaco Casimir
Zagourski (1883-1944), que desplegó también gran parte de su
actividad en el África central, estableciéndose en el Congo Bel-ga
en 1924 y realizando entre 1929 y 1937 diversas expedicio-nes
por el África Ecuatorial Francesa, Ruanda, Kenia y Tanganika.
Su especialidad fueron los retratos africanos, con gran calidad
artística y técnica y con gran preocupación por el aspecto, los gestos
y las situaciones, siendo exhibidas sus imágenes en el pabellón belga
de la exposición colonial de París de 1937.
La llamada del continente ha cautivado a muchos de los fo-tógrafos
más afamados a escala mundial. Es el caso de Henri
Cartier-Bresson, quien tomó sus primeras fotos profesionales en
un viaje que hizo a África, sobre la vida silvestre y salvaje. Con
una perspectiva diferente, también trabajan aquí la estadouni-dense
Margaret Bourke-White, centrándose en reportajes en la
Sudáfrica del apartheid a principios de los cincuenta; la alema-na
Leni Riefenstahl; y el brasileño Sebastião Salgado.
Desde 1994 se celebran en Bamako los Encuentros de la
Fotografía Africana, que en 2005 pasaron a denominarse Encuen-tros
Africanos de la Fotografía, siendo en la actualidad el even-to
internacional más importante sobre fotografía africana. En forma
de bienal, acuden a ella los principales fotógrafos del continen-
FOTOGRAFÍA EN EL ÁFRICA OCCIDENTAL: HISTORIA Y CONSERVACIÓN 33
te que exponen y venden sus trabajos a los principales inversores
occidentales.
FUENTES Y CONSERVACIÓN
Una primera característica de las fuentes fotográficas africa-nas
es la dispersión. Una buena parte de ellas se encuentra en
multitud de archivos, tanto privados como públicos, de los paí-ses
occidentales, tanto de los que tuvieron presencia efectiva en
el territorio como de otros, como Estados Unidos, cuya partici-pación
fue más indirecta. La sustracción de riquezas propia de
la etapa colonial también se dejó sentir en el campo de la do-cumentación
y el patrimonio, y del fotográfico en particular. A
estos depósitos de información hay que sumar los propios ar-chivos
africanos.
Debido a la disgregación los fondos fotográficos africanos, sus
series se depositan en colecciones muy variadas en cuanto a su
dimensión, exhibición, conservación, renovación y consulta. Se
ha insistido en las condiciones que ha de guardar un archivo
fotográfico, en el que debe estar presente una zona de recep-ción
de material nuevo, una zona de almacenamiento temporal
de material limpio, una zona de depósitos definitivos con atmósfera
controlada y una zona de reproducción y restauración. A esto
hay que unirle un mostrador de información, salas de consulta
e investigación. Las formas clásicas de almacenaje serían en es-tantes
o en archivadores de cajones, teniendo una importancia
esencial la temperatura y el ambiente. Las soluciones para man-tener
un depósito a temperaturas inferiores a 20ºC y la hume-dad
controlada y estable pasan por la climatización del local o
por armarios climatizadores16. Esta teoría no siempre se puede
16. MESTRE I VERGES, Jordi. Identificación y conservación de fotografías. Gijón:
Trea, 2003, pp. 85-98; RIEGO, Bernardo (...et al.). Manual para el uso de archivos
fotográficos: fuentes para la investigación y pautas de conservación de fondos
documentales fotográficos. Santander: Universidad de Cantabria; Ministerio de
Educación y Cultura, 1997.
34 GERMÁN SANTANA PÉREZ
aplicar en el continente africano. En algunos países se tiene el
handicap de los continuos cortes de luz, la sequedad o la hu-medad
extremas y las altas temperaturas, que colaboran a acti-var
las reacciones químicas de degradación de las fotografías
archivadas. Hay que tener en cuenta que las oscilaciones acusa-das
de temperatura y humedad relativa son nefastas para su buena
conservación. Además, las imágenes se ven fácilmente afectadas
por la contaminación de los coches y las industrias, por los
microorganismos (bacterias y hongos) y por la luz. Otro problema
que ha alterado la conservación de este material son las guerras
que han afectado a los lugares de conservación.
Otros problemas cotidianos afectan también, por falta de fi-nanciación,
a este tipo de archivos: falta de personal —sobre todo
el cualificado—, falta de material, falta de acceso a las redes
digitales y de Internet, etc.
A pesar de la riqueza de las colecciones públicas, la mayor
cantidad de representaciones sobre el África Occidental se guardan
en colecciones privadas: familiares, de investigadores, de funda-ciones,
etc. Son especialmente relevantes las de los que ejercie-ron
como fotógrafos profesionales o las de periodistas de las
colonias.
En las islas de Cabo Verde es el Arquivo Nacional de Cabo
Verde el que custodia una buena parte de las fotografías anti-guas
de ese país. El carácter insular y la dispersión y la falta de
medios marcaron desde un principio el desarrollo de esta for-ma
de expresión desde finales del siglo XIX. La mayor abundancia
de estudios y fotógrafos en las islas de São Vicente y Santiago
condicionó las muestras que se tomaban. En la actualidad se están
haciendo esfuerzos, también gracias a la cooperación, para
digitalizar parte de las colecciones.
Los Archives du Senegal albergan los fondos del Senegal co-lonial,
los del África Occidental Francesa, los de la Federación
de Mali y los del Senegal independiente, con el tratamiento de
asuntos tan variados como la esclavitud, los políticos, la policía
y prisiones, los militares, la justicia, la enseñanza, la ciencia y el
FOTOGRAFÍA EN EL ÁFRICA OCCIDENTAL: HISTORIA Y CONSERVACIÓN 35
arte, la sanidad, la asistencia pública, las telecomunicaciones, etc.
Situados en la avenida de Léopold Sédar Senghor de Dakar, posee
una enorme colección de miles de fotografías, postales fotográ-ficas,
además de documentos escritos, cartas y planos y filate-lia.
Las postales fotográficas están catalogadas con un número,
un tema, un título, el país de origen, la colección y el autor, ade-más
de la posibilidad de visualizar on-line la fotografía. Especia-lizado
en los países del África Occidental Francesa, Senegal,
Guinea Conakry, Mali, Níger y Burkina Faso, también posee
imágenes de otros países como Argelia, Costa de Marfil, Gabón,
Congo, Togo, Dahomey, Gambia, etc. Disponemos de acceso a
sus fondos mediante la página web http://www.archivesdu
senegal.gouv.sn. El panorama se completa con la Biblioteca de
la Universidad de Dakar y con el Instituto Fundamental del África
Negra (IFAN).
En Gambia podemos hallar muestras dentro de los Gambia
National Archives, y a través de la red con las páginas http://
www.newgambia.gm/nrs.htm y http://www.sibmas.org/idpac/
africa/gmb001.html#1.
Guinea Bissau tiene su mejor archivo en el Instituto Nacio-nal
de Estudos e Pesquisas (INEP), Arquivo Histórico, situado en
el Complexo Escolar 14 de Novembro en Bissau. Dispone tan-to
de la Biblioteca Pública como de los Arquivos Históricos
Nacionais de Guiné-Bissau. Esta institución y sus fondos se vieron
muy afectados por el conflicto político-militar de 1998-1999.
En la actualidad está llevando a cabo un lento proceso de
digitalización. Dispone de página web aunque con muchas ven-tanas
aún en construcción: http://www.inep-bissau.org.
Sobre Guinea Ecuatorial encontramos depósitos de fotogra-fías
dentro del propio país en el Archivo General del Estado en
Guinea Ecuatorial y Biblioteca Nacional de Guinea Ecuatorial,
ubicada en Malabo. Una de los prioridades de la recién creada
biblioteca y de su dirección es la de reconstruir la historia de
Guinea Ecuatorial a través de escritos y fotografías. Su página
web es: http://www.bibliotecanacionalge.org.
36 GERMÁN SANTANA PÉREZ
En Santo Tomé y Príncipe se encuentra el Arquivo Históri-co
de São Tomé e Príncipe. Guarda una importante colección
de fotografías de este estado en parte digitalizadas desde 2006.
Guarda representaciones políticas del periodo postindependencia,
sobre grupos culturales, personalidades, fotografías antiguas de
las roças —es decir, de las plantaciones—, de las visitas oficiales
y de vistas de la ciudad. Podemos hallar información sobre este
archivo en http://memoria-africa.ua.pt/collections/AHSTP/tabid/
182/language/pt-PT/Default.aspx.
Mauritania posee los Archives Nacionales de Mauritania en
Nuakchott, dependientes del Secrétariat Général du Gouver-nement.
Además se ha creado de forma reciente, en 2002, la
Maison des Cinéastes, que es un establecimiento cultural inde-pendiente
también en Nuakchott. Su artífice fue el señor
Abderrahmana Ahmed Salem. Aunque su verdadera vocación es
recuperar, rescatar y difundir los fondos filmográficos sobre
Mauritania, también cuenta en sus archivos con una lista de
imágenes. Su página web es http://www.lamaisondescineastes.com.
En Marruecos una parte importante de los fondos fotográfi-cos
se guarda en la Bibliothèque National du Royaume de Maroc.
Además de un buen número de fotografías, posee 1.671 títulos
de cartas postales de la época del protectorado francés. Cuenta
con una fototeca en parte consultable on-line en la página web
http://www.bnrm.ma/fr/ressources/18-10-2010.html.
La colección de Tomás García Figueras dio lugar a la Fototeca
del Protectorado, compuesta por más de 35.000 fotografías en
Tetuán con imágenes del momento y otras de diferentes fondos
y archivos. Hoy en día hay una Biblioteca General y Archivos
de Tetuán, que tiene su origen en la que se constituyó el 22 de
diciembre de 1926. A pesar de su importancia para la recons-trucción
de la historia del norte de Marruecos, sólo se ha
digitalizado una mínima parte de sus fondos y en la actualidad
no cuenta con página web.
En España, el Archivo General de la Administración (http://
www.mcu.es/archivos/MC/AGA) guarda importantes coleccio-
FOTOGRAFÍA EN EL ÁFRICA OCCIDENTAL: HISTORIA Y CONSERVACIÓN 37
nes de fotografías de las excolonias españolas en África. Otro fondo
interesante es el Archivo General de Palacio en Madrid (http:/
/www.patrimonionacional.es/Home/Colecciones-Reales/Archivo-
General-de-Palacio.aspx), con una interesante colección de fo-tografías
históricas y que conserva el álbum Islas Fernando Poo
y Corisco, con una serie de fotografías en papel albúmina tomadas
probablemente por José Muñoz y Gaviria, vizconde de San Ja-vier,
que fue administrador general de rentas en las posesiones
españolas del Golfo de Guinea, siendo las primeras fotografías
que se conservan del África subsahariana en las colecciones reales,
a partir de 1861. Retrata grupos de africanos, en muchos casos
como curiosidades de feria17. El Museo Etnológico de Barcelo-na
dispone de un fondo de cincuenta mil imágenes fotográficas
registradas (en soporte de vidrio, paso universal, 6 × 6, diapositivas,
en papel y digitales), muchas de ellas con temática africana. Els
fotògrafs més destacables són: Claudi Gómez Grau, Pere Estorch
Salamó, Pere Català Roca, Albert Folch i Rusiñol, August Panyella
i Gómez, Jordi Gumí i Cardona, Mauricio Chalons, Giorgio
Menegotti, Pep Herrero i Ignasi REn el conjunt s’ha de desta-car
la col·lecció de l’explorador Leopoldo Gómez Alonso.En el
conjunto hay que destacar la colección del explorador Leopoldo
Gómez Alonso. El Museo dispone de fotografías de toda Áfri-ca,
no centrándose exclusivamente en las antiguas colonias es-pañolas.
Una parte importante de las colecciones fue recogida
en un extenso trabajo de campo en varias expediciones realiza-das,
en una primera etapa, entre 1952 y 1970. Su web es http:/
/w3.bcn.cat/museuetnologic.
El Museo Nacional de Antropología de Madrid está propo-niendo
la creación de un archivo on-line de fotografía
antropológica, relacionado con la vida tradicional y costumbres
en diferentes culturas de otras partes del mundo. Las imágenes
recogerán la información de aquellos lugares donde hayan vivi-
17. ARNALTE, Arturo. Richard Burton, cónsul en Guinea Española: una visión
europea de África en los albores de la colonización. Madrid: Los Libros de la
Catarata (etc.), 2005, p. 22.
38 GERMÁN SANTANA PÉREZ
do sus propietarios, sus familiares o amigos pero también las
tarjetas postales desde lugares remotos para reconstruir el pa-sado.
Al mismo tiempo, trata de reconstruir los recuerdos aso-ciados
a estas fotografías identificando a los retratados o las es-cenas
representadas. Una gran parte de esta colección, así como
de las piezas que posee, es africana. Su página web es http://
mnantropologia.mcu.es.
Precisamente por el carácter colonial que tuvo en sus inicios
la fotografía, con la participación en ellas de militares que po-dían
fotografiar tanto en tiempos de paz como de guerra luga-res
donde no podían acceder fácilmente los civiles, una gran parte
de estas colecciones se encuentra en archivos militares (algunos
ejemplos son el Museo Específico de Regulares de Ceuta, el
Archivo General Militar de Guadalajara o el Archivo General
Militar de Madrid18). También destacan los fondos de la Biblio-teca
Nacional (http://www.bne.es)19 y del Archivo Central de
Ceuta (http://www.ceuta.es).
El Archivo de la Congregación Claretiana en Vic, llamado Arxiu
Pairal, es probablemente el más importante sobre Guinea Ecua-torial.
El fondo sobre este país consiste en un anaquel con li-bros
y revistas encuadernadas. Tiene todas las ediciones de la
Revista de la Guinea Española hasta 1968, fecha de la indepen-dencia
del país. La mayor parte de libros consiste en descrip-ciones
de la vida cotidiana de los religiosos en Guinea, pero hay
también informes etnográficos, zoológicos y botánicos. Además
dispone de abundante material fotográfico en donde se pueden
apreciar las formas de vida de las personas que vivían en este
territorio. También posee abundante material sobre formas de
producción de cultivos de plantación como el café y el cacao.
18. CASTILLO CÁCERES, Fernando; CABEZÓN PÉREZ, Pilar. La vida coti-diana
en el Ejército (1855-1925): fotografías del Archivo General Militar de Ma-drid.
Madrid: Ministerio de Defensa, 2006.
19. KURTZ, Gerardo F.; ORTEGA, Isabel (coord.). 150 años de fotografía
en la Biblioteca Nacional: guía-inventario de los fondos fotográficos de la Biblioteca
Nacional. Madrid: Ministerio de Cultura; El Viso, 1989.
FOTOGRAFÍA EN EL ÁFRICA OCCIDENTAL: HISTORIA Y CONSERVACIÓN 39
Otro de los depósitos es el de Hermic Films, que guarda miles
de fotografías sobre el periodo colonial, destacando la colección
creada por Manuel Hernández Sanjuán y su equipo.
En la red circulan abundantes páginas sobre fotografías de
excolonos y muchas menos sobre guineoecuatorianos emigrados
a España, que cuelgan sus fotografías en ese país. La prolonga-da
ocupación de este país y la salida precipitada del mismo durante
los años 1968 —año de la independencia— y 1969 han creado
unas redes de añoranza que se manifiesta en la recuperación de
este material gráfico. Algunos ejemplos son: http://bioko.net/
galeriaFA y http://www.fundegue.es/declaracion_int.html.
En Canarias será la Fundación para la Etnografía y el Desa-rrollo
de la Artesanía Canaria (FEDAC) la que centralice la ma-yor
parte de las colecciones fotográficas, incluyendo un buen
número de fotografías sobre el África Occidental. La página web
donde poder consultarlas es http://www.fedac.org. No obstan-te,
la riqueza de los fondos privados en este archipiélago en
relación a la historia de África ya ha quedado demostrada re-cientemente
en la realización de exposiciones sobre el mundo
colonial y la participación en él de canarios20. Estas muestras
suponen tan sólo la punta del iceberg de la documentación dis-ponible.
En los Archivos Nacionales de Ultramar (Archives Nationales
d’Outre-Mer) en Aix en Provence podemos encontrar numero-sas
colecciones de fotografías referentes principalmente al Áfri-ca
Francesa. El CAOM fue creado después de la descolonización
en 1962 para salvaguardar los archivos de las antiguas colonias
y los documentos de los ministerios correspondientes. El cen-tro
tiene además una cartoteca (desde principios del siglo XVII)
y una iconoteca (postales y fotografías). Se puede encontrar:
colecciones documentales de archivo; 60.000 mapas y planos;
20. SANTANA PÉREZ, Germán. Canarios con salacot: África subsahariana
como lugar de emigración (1936-1975). Las Palmas de Gran Canaria: Funda-ción
Canaria Mapfre Guanarteme, 2008.
40 GERMÁN SANTANA PÉREZ
150.000 fotografías; y 100.000 libros. Podemos buscar información
en http://www.archivesnationales.culture.gouv.fr/anom/fr/.
Los archivos Nacionales del Reino Unido tienen un proyec-to
llamado Africa Through A Lens, en el que han digitalizado
los tesoros de la fotografía histórica africana en sus fondos. Cuenta
con miles de fotos digitalizadas en las que también están incluidas
las de países como Gambia, Ghana, Mali, Sierra Leona o Nigeria,
con una rica variedad de contenidos. Africa Through a Lens es
un conjunto de miles de imágenes tomadas del Foreign and
Commonwealth Office. A partir de unas fotografías increíbles
desde comienzos de la década de 1860, las imágenes se encuentran
repartidas en un periodo de más de 100 años de la historia afri-cana.
Su página web es http://www.flickr.com/photos/
nationalarchives/collections/72157625827328771.
Por su parte, la página web de los archivos nacionales de
Escocia, en donde también podemos hallar este tipo de infor-mación,
es http://www.nas.gov.uk.
En Holanda encontramos el Rijsmuseum van Oudheden en
Leiden, que conserva una colección importante de fotografías
antiguas en general y africanas en particular, relacionadas con el
ámbito de la arqueología. Su página web es http://www.rmo.nl.
Lo mismo ocurre con el Musée Royal de l’Afrique Centrale en
Bélgica, consultable en http://www.africamuseum.be/home.
Estados Unidos posee varios centros, tanto públicos como
privados, que guardan importantes colecciones fotográficas so-bre
África, y sobre África Occidental en particular. Destacamos,
dentro de la New York Public Library, el centro Schomburg en
el barrio de Harlem, con su página http://www.nypl.org/locations/
schomburg; la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en
Washington —http://www.loc.gov/index.html—; y los National
Archives estadounidenses, también situados en la capital —http:/
/www.archives.gov—.