CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 167
EL MUSEO CANARIO: HISTORIA, FONDOS
Y ORGANIZACIÓN, CON ESPECIAL ATENCIÓN
A SU ÁREA DOCUMENTAL
El Museo Canario es una institución científica y cultural fundada en
Las Palmas de Gran Canaria en 1879. Actualmente su órgano permanente
de gobierno, gestión y administración es la Junta de Gobierno, compuesta
por un presidente, un secretario y seis vocales.
Esta sociedad tiene dos pilares fundamentales: sus fondos museográficos
y sus fondos documentales, es decir el museo propiamente dicho y el Área
Documental, organizada en tres secciones: Biblioteca, Hemeroteca y Ar-chivo.
Ya en el primer reglamento de esta sociedad científica, fundada por
un conjunto de intelectua-les canarios agrupados en torno a la figura del
doctor Chil, se señalaba lo siguiente: «Esta Sociedad se propone crear un
Museo, donde, en sus correspondientes secciones, se coleccionen y expongan
al público objetos de ciencias naturales, arqueológicas y de artes; y una
Bibliote-ca en la cual se reúnan y conserven todas las obras de literatura
antigua y moderna; prestando, en uno y otro caso, atención preferente a todo
lo que se relacione con la provincia y muy especialme-nte con esta isla de
Gran Canaria». Se proyectaban los dos grandes pilares futuros de la so-ciedad
científica: el museo, en la actualidad fundamentalmente arqueo-lógico,
y los fondos documentales.
Los fundadores de El Museo Canario fueron clarividentes a la hora
de plantear una biblioteca, entendida en sentido amplio como centro de
documentación, y al decidir convertirla en uno de los pilares fundamen-tales
de la nueva sociedad. Se cubría así una carencia secular de la ciu-dad
y de la isla y se planteaba la primera biblioteca de tipo científico del
archipiélago, que pretendía satisfacer al mismo tiempo el deseo de infor-marse
de lo que ocurría en el mundo científico exterior y por otro lado
el deseo de intentar comprender e interpretar la realidad insular.
De esta forma, una de las prioridades de los fundadores de El Museo
Canario fue la creación de un fondo documental que contemplara tres
168 NOTICIAS
aspectos: el bibliográfico (es decir, todo tipo de impresos: libros, folletos,
pasquines, hojas sueltas), el hemerográfico (las publicaciones periódicas:
revistas y prensa) y el archivístico. Vemos ya las tres grandes secciones
de esta área: Biblioteca, Hemeroteca y Archivo. Un conjunto documen-tal
especializado en temas canarios y configurado como fin en sí mismo
y no solamente, aunque también tendría esa utilidad, para servir de apoyo
al estudio de los fondos museográficos que daban forma a la colección
de la sociedad.
El núcleo documental originario estaba integrado por las donaciones
realizadas por los propios socios fundadores. Tal es el caso de las efec-tuadas
por el doctor Gregorio Chil y Naranjo o por el abogado Amaran-to
Martínez de Escobar, cuyas bibliotecas particulares fueron el germen
de la que actualmente posee El Museo Canario; o del importante lega-do
ofrecido por el historiador y músico Agustín Millares Torres, que sir-vió
de punto de partida tanto para la hemeroteca como para el actual
archivo de la institución.
A través de adquisiciones y donaciones posteriores, este núcleo origi-nal
se ha ido incrementando, sumándose a la masa documental primigenia
otros valiosos fondos procedentes de colecciones particulares. Entre ellos
tenemos que destacar la magnífica biblioteca del tinerfeño Luis Maffiotte,
o los fondos hemerográficos que pertenecieron al marqués de Acialcázar,
así como numerosos fondos archivísticos de origen público (Inquisición
de Canarias, Judicial de Fuerteventura) y privado (archivos personales,
familiares y empresariales). De esta manera, en el momento presente, El
Museo Canario cuenta con una completa e importante colección de
documentos de ineludible visita y consulta para los estudiosos e investi-gadores
de la historia de Canarias.
La primera gran sección del Área Documental es la Biblioteca. Como
ya hemos dicho, según se recoge en los estatutos fundacionales, la Biblioteca
de El Museo Canario se creó con la idea de reunir toda la información
impresa posible sobre las islas Canarias.
Para ello, el doctor Chil, Amaranto y Emiliano Martínez de Escobar,
Juan de Padilla, Agustín Millares Torres y los demás fundadores de El Museo
Canario se preocuparon por ir formando una colección de impresos, tanto
libros y folletos como hojas sueltas, que sirviera para estudiar sistemáti-
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 169
ca y ordenadamente todo lo concerniente a nuestro archipiélago y para
difundir su exacto conocimiento. El Museo Canario ha ido reuniendo, desde
entonces, la mayor cantidad posible de documentación impresa sobre las
islas. Su intención ha sido acumular toda información que contribuya a
ofrecer una visión lo más completa posible de la realidad insular. Del mismo
modo, en los últimos años se han ido formando colecciones bibliográfi-cas
temáticas relacionadas con los principales fondos del museo: Arqueología
y Museología, Biblioteconomía, Inquisición y Musicología.
Actualmente los fondos de nuestra Biblioteca se encuentran agrupa-dos
en tres colecciones principales: Biblioteca Canaria, Biblioteca Gene-ral
y Biblioteca de Referencias Canarias.
La Biblioteca Canaria es la colección más importante, y desde su fun-dación
El Museo ha intentado completarla y mantenerla siempre al día.
En ella se procura reunir todas las publicaciones, de la clase que sean,
siempre que respondan a alguna de las tres características siguientes: que
traten algún aspecto de la realidad de las islas Canarias; que sus autores
sean canarios, y, por último, que se hayan impreso en las islas. Se ha lo-grado
así reunir la colección más importante y numerosa que existe de
temas, autores e impresos canarios. La Biblioteca Canaria, que cuenta con
unos veinte mil volúmenes, significa un apoyo bibliográfico fundamen-tal
para estudiantes e investigadores. Entre sus libros más valiosos pue-den
citarse, a modo de ejemplo, uno de los siete ejemplares conocidos
de la obra de fray Alonso de Espinosa Del origen y milagros de la santa
imagen de nuestra señora de Candelaria, impreso en 1594, el Viaje de la
Tierra Santa de Juan Ceverio de Vera, de 1598, y algunas de las prime-ras
ediciones, de principios del siglo XVII, del Templo militante de
Bartolomé Cairasco de Figueroa, el que podríamos considerar fundador
de la literatura canaria. También merecen destacarse, ya en el siglo de
las luces, las obras del volteriano Cristóbal del Hoyo, vizconde de Buen
Paso, o las de los ilustrados miembros de la familia Iriarte, así como las
del gran historiador y naturalista José de Viera y Clavijo. No debemos
dejar de mencionar las innumerables ediciones del insigne novelista
Benito Pérez Galdós y de otros importantes escritores canarios, de mu-chos
de los cuales se conservan también obras manuscritas en nuestra
Biblioteca.
170 NOTICIAS
La Biblioteca General se constituyó a partir de las aportaciones de los
primeros socios. Posteriormente se ha ido incrementando con distintas
donaciones y adquisiciones y con las publicaciones recibidas como inter-cambio
con las propias ediciones de El Museo Canario. Entre los fondos
que se han incorporado destacan los de la antigua Biblioteca Municipal
de Las Palmas y los de la Biblioteca de la Real Sociedad Económica de
Amigos del País de esta ciudad. En total, el fondo de la Biblioteca Ge-neral
lo suman más de cuarenta mil volúmenes, entre los que se encuentran
cinco incunables, setenta y siete impresos del siglo XVI, además de nu-merosos
títulos de los siglos XVII y XVIII, entre ellos una de las primeras
ediciones de la Encyclopédie. El gran número de publicaciones de los si-glos
XIX y XX incluye obras literarias en distintas lenguas, textos de filo-sofía,
doctrina religiosa, medicina, derecho, etc. El establecimiento de in-tercambio
con otras instituciones permite a la Biblioteca General contar
con importantes colecciones editadas por universidades, centros de estu-dios
y sociedades científicas españolas y extranjeras.
La tercera sección es la llamada Biblioteca de Referencias Canarias,
que fue concebida como un apoyo y complemento a la Biblioteca Ca-naria.
Cuenta con libros que, aunque no son de carácter propiamente
canario, contienen, sin embargo, alguna información de interés sobre nuestras
islas o la colaboración de algún autor canario. En esta sección se reúnen,
entre otros, libros de viajes, tratados sobre fauna y flora africanas, estu-dios
sobre historia de América o de los archipiélagos atlánticos, enciclo-pedias,
repertorios bibliográficos, etc.
No podemos dejar de mencionar que El Museo Canario cuenta ade-más
con la Biblioteca Maffiotte, importantísima colección de impresos en
su gran mayoría canarios o relacionados con Canarias, reunida en Madrid
por el bibliógrafo tinerfeño Luis Maffiotte La Roche, que no solamente
coleccionó de forma intensiva libros canarios sino que además copió a
mano numerosos manuscritos entonces inéditos y que se conservaban en
distintas colecciones madrileñas, como la propia Biblioteca del Palacio Real.
La segunda gran sección dentro del Área documental es la Hemerote-ca,
que, con cerca de un millón de ejemplares, es la mayor y más impor-tante
del archipiélago. Está formada por todo tipo de materiales periódi-cos
(noticieros, revistas divulgativas y científicas, anuarios, etc.), prestán-
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 171
dose especial atención a las ediciones canarias. Como ya comentamos, fue
fundada prácticamente al mismo tiempo que el propio museo. No es de
extrañar, pues, la riqueza de la colección de los años finales del siglo XIX.
No obstante, la Hemeroteca no ha dejado de crecer, durante todo el siglo
XX hasta la actualidad, incorporando la práctica totalidad de las publica-ciones
periódicas aparecidas en las islas, en una paciente labor de recopi-lación
que aún hoy sigue marcando la pauta principal de su trabajo. Con
la finalidad de que las consultas sean más rápidas y óptimas, además de ser
más seguras para el material original, El Museo Canario está llevando a cabo
un programa para digitalizar tanto los fondos más antiguos o dañados de
nuestra Hemeroteca como la prensa canaria actual.
Para entender la riqueza hemerográfica de El Museo Canario se pue-de
dividir la colección en tres partes:
La llamada Hemeroteca Muerta es la colección de periódicos, en su
inmensa mayoría canarios, que han cesado en su publicación. El Museo
Canario alberga en esta sección las joyas más importantes de la historia
de las publicaciones periódicas del archipiélago. Entre éstas merecen ser
mencionadas el Correo de Canarias que, elaborado de forma manuscrita
en 1762, pasa por ser el periódico insular más antiguo conservado; así
como El síndico personero y la Gaceta de Daute, ambos redactados por
José de Viera y Clavijo en 1764 y 1765 respectivamente. No obstante, a
pesar de que no se conserva en la actualidad, se ha documentado la exis-tencia
de un periódico anterior, titulado Papel hebdomadario, también
manuscrito en 1758 por el citado polígrafo tinerfeño.
El primer periódico impreso en las islas Canarias vio la luz en La Laguna
de Tenerife entre 1785 y 1787. Se titulaba Semanario misceláneo enciclo-pédico
elementar (sic) y su redactor era el teniente coronel Andrés Amat
de Tortosa. Hubo que esperar hasta 1840 para ver el primer periódico
impreso en la isla de Gran Canaria, un Boletín oficial de Gran Canaria
que se publicó como órgano de la Junta Gubernativa de la isla. La He-meroteca
Muerta de El Museo Canario conserva ejemplares de ambas
publicaciones.
Pero además de estos antiguos ejemplares, El Museo Canario conserva
otros periódicos de enorme importancia para la historia de Canarias. Así,
en El canario podemos ver los primeros escritos del futuro ministro de
172 NOTICIAS
Ultramar y embajador en París Fernando de León y Castillo. De la misma
manera, en El ómnibus encontramos en 1862 las primeras publicaciones de
un Benito Pérez Galdós de diecinueve años, consistentes en un pequeño
poema y siete artículos publicados bajo los seudónimos Yo y Pascual.
La Hemeroteca Muerta, que consta de cerca de 600 títulos diferen-tes,
se completa con una enorme cantidad de periódicos de todas las
tendencias (monárquicos, republicanos, fascistas, revolucionarios, comu-nistas,
patrióticos, independentistas, masónicos, ultramontanos, anticlericales,
etc.), una interesante colección de publicaciones jocosas y satíricas (El abejón,
El clarín, La calandria, El jaleo, El látigo, El gran galeoto, La escopeta, Periquillo
el de los palotes, El pitorreo, La cotorra, etc.), así como también prensa canaria
publicada en varios países del mundo: Venezuela, Cuba, Argentina, Uru-guay,
Suecia, Bélgica, por poner unos ejemplos.
La segunda división es la llamada Hemeroteca Viva, en la que El Mu-seo
Canario pretende reunir y conservar cualquier publicación periódica ca-naria
cuya tirada esté vigente en la actualidad. De esta manera, nuestra
institución recibe puntualmente los diarios que ven la luz en nuestro ar-chipiélago.
Hay que destacar la proliferación de periódicos nacidos en los
últimos años en las islas no capitalinas, que vienen a corregir una situación
de carencia de información local minuciosa de los acontecimientos de es-tas
islas.
Sin embargo, el hecho de que estemos hablando de una hemeroteca
viva no significa que los fondos que alberga sean necesariamente actua-les.
No en vano, algunos de los títulos que esta sección conserva comen-zaron
su publicación en los últimos años del siglo XIX o los primeros del
XX y siguen saliendo hoy a la calle con pequeñas modificaciones en su
formato. El Diario de avisos y los recientemente fusionados La provincia
y Diario de Las Palmas son los mejores ejemplos de antiguos periódicos
que permanecen en la actualidad.
Hay que destacar también la creciente publicación de prensa canaria en
otros idiomas, principalmente en alemán e inglés, que suponen excelentes
resúmenes de noticias de todo tipo dirigidas a las comunidades de extranjeros
afincados en nuestras islas y, principalmente, a los turistas que nos visitan.
Esta sección se completa con los boletines y revistas de instituciones
oficiales, que también llegan puntualmente a nuestra hemeroteca y que
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 173
constituyen una ineludible fuente de información legal tanto vigente como
histórica.
La Hemeroteca Viva de El Museo Canario contiene más de medio
millón de ejemplares con un crecimiento de unos cinco mil ejemplares
al año, lo cual muestra el interés de El Museo Canario en mantener ac-tualizado
tan importante legado, incrementando así día tras día su valor
informativo, histórico y cultural.
La otra gran sección de la Hemeroteca de El Museo Canario es su
importantísima Colección de Revistas. Al igual que ocurre con el resto
de secciones de la Hemeroteca, esta colección está dedicada principal-mente
a recopilar y conservar cualquier publicación editada en nuestras
islas o referida a ellas, pero la riqueza de esta sección va mucho más lejos.
En efecto, la Colección de Revistas no se limita a la temática canaria.
El permanente intercambio de publicaciones que nuestra institución, gracias
a su revista científica, hace con una gran cantidad de centros nacionales
y extranjeros, ha posibilitado la creación de un importante fondo
hemerográfico dedicado principalmente a temas de historia, arqueología
y etnografía de diversos lugares de España y de todo el mundo. La pro-pia
revista El Museo Canario se ha convertido, pues, en uno de los prin-cipales
atractivos de nuestra institución, y gracias a ella, en virtud del canje,
la Hemeroteca recibe numerosos títulos de instituciones de 26 provin-cias
españolas y de 14 países diferentes.
La tercera gran sección dentro del Área Documental es el Archivo
Histórico de El Museo Canario, que, al igual que el resto de las secciones,
tiene su origen en los últimos años del siglo XIX. Desde aquellos instan-tes
hasta el momento actual, el archivo ha ido creciendo gracias a la apor-tación
de numerosos donantes y, en menor medida, a través de la adqui-sición
en diversas subastas de colecciones o documentos específicos.
Este Archivo, en la actualidad en proceso de ordenación y cataloga-ción,
presenta la siguiente organización y cuadro de clasificación:
Fondos públicos:
• Tribunal del Santo Oficio de la Santa Inquisición de Canarias.
• Judicial de Fuerteventura.
• S.E.U. Sindicato Español Universitario.
174 NOTICIAS
Fondos privados:
• Archivos particulares-familiares:
- Agustín Millares Torres
- Álvaro Talavera Herrera
- Antonino Pestana.
- Antonio Limiñana
- Benito Pérez Galdós
- Casa Fuerte de Adeje
- Cristóbal Bravo de Laguna y Manrique de Lara
- Fernando y Juan de León y Castillo
- Gregorio Chil y Naranjo
- Ignacia de Lara
- Jaime Sáenz Peñate
- Jenaro Artiles
- José Miguel Alzola
- José Suárez Falcón «Jordé»
- Juan Alberto Monzón (Radio Las Palmas)
- Juan Díaz
- Juan Ismael
- Magistral José Marrero y Marrero
- Manuel Hernández Suárez
- Massieu y Matos
- Pablo Artiles
- Rafael Monzón (Felo Monzón)
- Salvador Manrique de Lara
- Sebastián Jiménez Sánchez
- Víctor Doreste Grande
- Viera y Clavijo
• Archivos de empresas y asociaciones:
- Colegio de San Agustín
- Galería Wiot
Fondos musicales
Fondos fotográficos
Fondos figurativos:
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 175
- Carteles
- Cartografía
Mencionaremos solamente algunos de los archivos como ejemplo de
la documentación de este tipo que se custodia en El Museo Canario:
El Archivo de Tribunal del Santo Oficio de la Santa Inquisición de
Canarias, encuadrado dentro de los fondos de carácter público, es una de
las colecciones documentales más importantes entre las conservadas en El
Museo Canario. Los legajos que se custodian representan más de 300 años
de historia de las islas, el período durante el cual el Tribunal del Santo Oficio
de la Inquisición de Canarias ejerció su jurisdicción sobre todo el archipiélago,
levantando numerosas informaciones y expedientes e incoando incontables
procesos. Todo ese material nos proporciona una valiosísima información
de todo tipo, ya que son pocos los archivos canarios que ofrecen datos de
un período de tanta duración y son aún menos los que corresponden a
instituciones que han ejercido su autoridad sobre todas las islas.
Su importancia radica también en la gran información que nos ofre-ce
sobre muchos aspectos, tanto económicos como políticos, religiosos o
culturales, de la realidad canaria de esa época, e incluso sobre la vida
cotidiana, costumbres, creencias, lecturas, hábitos, etc., de nuestros ante-pasados.
De hecho, son numerosos los trabajos de investigación que se
han realizado centrados en el Tribunal, pero su estudio todavía puede ofrecer
aún mayor cantidad de datos para comprender nuestro pasado.
El fondo documental más importante de tipo privado, entre los que
custodia El Museo Canario, es el proveniente de la Casa Fuerte de Adeje.
Se trata de un archivo histórico de tipo nobiliario que reúne una
importantísima masa documental generada por la que podría considerar-se
la más amplia administración señorial habida en Canarias. La familia
Herrera reunió los señoríos jurisdiccionales de Adeje, La Gomera y El Hierro,
junto con los títulos de marqués de Adeje y conde de La Gomera. A co-mienzos
del siglo XVIII, la gestión económica y política de estos señoríos se
centraliza en la Casa Fuerte de Adeje, dándose origen al grueso de la do-cumentación
que conforma el fondo. Consecuentemente, los varios cien-tos
de miles de documentos que éste alberga reflejan la evolución históri-ca
de los distintos ámbitos de actuación de esta compleja entidad adminis-
176 NOTICIAS
trativa, desde los puramente económicos hasta los derivados el ejercicio de
los derechos jurisdiccionales, así como sus relaciones con las distintas ins-tituciones
públicas del Antiguo Régimen, hasta su progresiva disolución a
lo largo del siglo XIX.
La Fototeca agrupa los fondos fotográficos y representa una de las
colecciones más sugestivas y atrayentes de la Sociedad Científica El Museo
Canario. Está formada por miles de placas de cristal, celuloide, papel, etc.,
realizadas desde la llegada de la fotografía a las islas hasta nuestros días,
la mayor parte de ellas relacionadas con Canarias. El grupo más antiguo,
uno de los más interesantes, lo forman las placas de cristal realizadas entre
1870 y 1930. Por su calidad y cantidad destacan las correspondientes al
estudio de Luis Ojeda Pérez, uno de los pioneros de la fotografía en
Canarias, que nos ofrece imágenes de un gran valor etnográfico e histó-rico
efectuadas entre 1875 y 1927: paisajes, acontecimientos sociales,
retratos, etc. Puede decirse que reflejó la vida de Gran Canaria en ese
periodo. Otro fondo interesante es el de Teodoro Maisch, centrado en
la década de 1920-1930, que incluye numerosos paisajes y retratos.
El abundante material fotográfico de José Naranjo Suárez, conserva-dor
de El Museo Canario hasta 1981, está formado sobre todo por celu-loide
y proporciona gran cantidad de información gráfica sobre la vida
de la propia institución durante el dilatado periodo en que estuvo vin-culado
a ella: imágenes de las colecciones de arqueología y prehistoria,
los actos y exposiciones allí realizados, personajes, excavaciones, etc.
El reto actual de la Sociedad Científica El Museo Canario, con res-pecto
a su Área Documental, es convertir un almacén de documentos,
una cueva del tesoro, un lugar donde se preserva un gran patrimonio
documental, en un moderno centro de documentación y divulgación. Para
ello debe conseguir que ese patrimonio propio sea transparente, en la
medida de lo posible, a la comunidad a la que sirve. Por otro lado, pue-de
aspirar a convertirse en un centro de documentación de temas cana-rios,
aprovechando para ello el gran horizonte que se ofrece al conoci-miento
del patrimonio documental a través de las nuevas tecnologías.
JUAN GÓMEZ-PAMO GUERRA DEL RÍO