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CONCLUSIONES DEL I CONGRESO DE ARCHIVOS EN CANARIAS Las conclusiones se estructuraron en tres bloques íntimamente imbri-cados: 1 LEGISLACIÓN 1.1 La legislación existente en la actualidad es ambigua, restrictiva e inefi-caz. 1.2 En consecuencia, es necesario un avance significativo en materia legis-lativa y, sobre todo, definir los criterios de acceso a los documentos y la in-formación que contienen. 1.3 Además, se detecta la necesidad de definir bien y de forma definitiva qué es lo público y qué es lo privado. 1.4 Es fundamental que la legislación establezca la naturaleza del archivo, sobre todo como un servicio generalista de la Administración y con el má-ximo de autonomía, por lo que debe depender de departamentos que ten-gan transversalidad y capacidad de actuación tanto en materia administra-tiva como cultural, al ser el archivo tanto administración como cultura. 1.5 Y, principalmente, es necesaria una Ley de Archivos de ámbito estatal que sirva de marco para coordinar las políticas autonómicas. 1.6 En Canarias hay que regular y delimitar las competencias de cada ám-bito administrativo, quedando patente la necesidad urgente de crear el sis-tema y la red de archivos de Canarias, en el que estén incluidos tanto los archivos públicos como los privados. 2 FORMACIÓN Y CONSIDERACIÓN PROFESIONAL 2.1 El desarrollo profesional es una de las asignaturas pendientes, por lo que es primordial la formación de archiveros capaces de afrontar el traba- 292 jo con solvencia, debiendo ser la universidad la institución responsable de que dicho objetivo pueda conseguirse mediante el diseño y puesta en fun-cionamiento de los planes de estudios pertinentes. 2.2 Respecto de la consideración profesional del archivero, consideramos esencial su inclusión en las RPT de las instituciones con el máximo nivel jerárquico posible, para facilitar la interlocución con los dirigentes de di-chas instituciones. Además, deberá ser el responsable de un Servicio de Ar-chivo concebido como unidad de gestión administrativa, convenientemen-te dotado de profesionales de las disciplinas necesarias, tanto para la gestión como para la difusión. 2.3 Esta profesionalización académica e institucional favorecerá en Espa-ña, a medio plazo, la inserción de la profesión en el ámbito de la empresa privada, incorporando nuestro país a una tendencia creciente a nivel glo-bal. 3 SERVICIO A LOS CIUDADANOS 3.1 Es evidente que hay que acercar los archivos a los ciudadanos y se pre-cisa la adaptación a la creciente diversidad de usuarios. Para ello se debe proporcionar información veraz, exacta y útil con eficacia, para lo que la normalización es una herramienta fundamental. ASARCA; CABILDO DE FUERTEVENTURA. CONSEJERÍA DE CULTURA Y PATRIMONIO HISTÓRICO; AYUNTAMIENTO DE LA OLIVA NOTICIAS 293 CELEBRACIÓN DEL PRIMER DÍA DE LAS LETRAS CANARIAS Durante los días 21 y 22 de febrero de 2006 tuvo lugar, en distintos puntos de la geografía insular, la celebración del «Día de las Letras Cana-rias », instituido por la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Gobierno de Canarias. Se trata de la primera ocasión en que se festeja un acontecimiento de este tipo en el Archipiélago, obedeciendo la fecha elegida al aniversario del fallecimiento de José de Viera y Clavijo (1731- 1813). Precisamente al polígrafo tinerfeño se dedicaron las celebraciones en esta primera edición, marcando el comienzo de una larga lista de escri-tores del Archipiélago que serán honrados en años sucesivos. Dentro de los actos desarrollados, cabría enumerar la lectura de textos de escritores relacionados con las Islas; la inauguración de las exposiciones plásticas La biblioteca pintada, de Pepe Dámaso, y Noticias del cielo desde la isla, de Luis Alberto Hernández; la representación de una adaptación para marionetas de la novela Vida del noticioso Jorge Sargo; algunas actuaciones musicales; o el acto institucional de ofrecer flores a la memoria de Viera. Además, numerosas instituciones colaboraron para poner en marcha la ex-posición didáctica itinerante 4 faces de Viera, que se mostró a lo largo de 2006 en varias salas de las Islas. Paralelamente, el Gobierno de Canarias promovió la reedición de Noti-cias del cielo o Astronomía para niños, una de las obras que dejó impresas el que fuera arcediano de Fuerteventura, y la publicación de una biografía del literato homenajeado compuesta por el escritor Félix Hormiga. Sin duda, la institución de este «Día de las Letras Canarias» es una de las iniciativas más interesantes del gobierno de las Islas para la promoción popular de la lectura, ya que acerca el mundo del libro a la ciudadanía, mostrándole su relación con otras manifestaciones culturales y de ocio que pueden ser, en principio, más llamativas para el público no lector que el mero ofrecimiento de libros. El desarrollo de futuras ediciones de este día literario, con su previsible mejora y con la organización de nuevas y dife-rentes actividades, nos dirá hasta qué punto la sociedad canaria es recepti-va ante este tipo de estímulos culturales. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 294 Bibliografía: «El Día de las Letras Canarias, en todas las islas». Binter líneas aéreas Cana-rias: noticias, n. 38 (abril 2006), pp. 26-30; HENRÍQUEZ JIMÉNEZ, Antonio. «Día de las Letras Canarias». Bienmesabe, n. 86 (3 de enero de 2006). (http://www.bienmesabe.org/noticia.php? id=7737); HORMIGA, Félix. Noticias de José de Viera y Clavijo. Canarias: Viceconsejería de Cultura y Deportes, 2006; VIERA Y CLAVIJO, José de. Noticias del cielo o Astronomía para ni-ños. Canarias: Gobierno de Canarias, D. L. 2004. LUIS REGUEIRA BENÍTEZ; MANUEL POGGIO CAPOTE NOTICIAS 295 ÚLTIMAS PUBLICACIONES DEL CABILDO DE FUERTEVENTURA El Servicio de Publicaciones del Cabildo de Fuerteventura ha editado recientemente las siguientes obras: Toponimia de Fuerteventura: VI Catálogo Toponímico de Pájara. Con esta publicación se completa la colección «Toponimia de Fuerteventura», edi-tada en seis tomos, que se corresponden con los catálogos toponímicos de cada uno de los municipios de la Isla: Antigua, Betancuria, Tuineje, La Oli-va, Puerto del Rosario y Pájara. La obra se completará con la publicación de la cartografía de la Isla, en la que se registran los topónimos recogidos en los catálogos. Estudio petrológico, geoquímico y estructural de la serie volcánica submari-na del complejo basal de Fuerteventura: caracterización del crecimiento sub-marino y de la emersión de la isla. Trabajo que recoge las investigaciones re-alizadas por su autora, Margarita Gutiérrez González, en relación con la evolución geológica de la Isla y, más concretamente, con la dinámica expe-rimentada por el complejo basal. Bienes comunales de Fuerteventura, en la que su autor, Juan Pedro Mar-tín Luzardo, realiza un estudio histórico y jurídico sobre el origen y la evo-lución experimentada por los bienes comunales, es decir, los bienes de uso y disfrute común de los vecinos administrados por los ayuntamientos. El trabajo abarca los bienes comunales radicados en todos los municipios de la Isla. Tebeto XVII: anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura. Este nuevo número de Tebeto incluye dieciocho artículos distribuidos en las sec-ciones habituales en esta publicación. En la sección de Prehistoria-Arqueología, se encuentra el trabajo «El impacto del descubrimiento de inscripciones alfabéticas en la arqueología canaria de la segunda mitad del siglo XX. La inscripción del Barranco de la Torre (Antigua, Fuerteventura)», de Alfredo Mederos Martín. El apartado de Historia está constituido por los artículos «Crisis de gobierno y presión fiscal en las islas señoriales en el tránsito del siglo XVIII al XIX», de Emilio Lecuona Prats; «Mujeres, alfabetismo y emigración: mujeres canarias en la CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 296 ruta americana», de Teresa González Pérez; «Banco pesquero y Sahara ex-español: incidencia en la economía de Lanzarote y Fuerteventura hasta 1975», de Miguel Leal Cruz; «La emigración clandestina de Canarias a Ve-nezuela en los años cuarenta y cincuenta del siglo XX», de Néstor R. Mar-tín; y «La comarca noroeste de La Palma: la gran olvidada del espacio in-sular » de Clara Rodríguez García. La sección de Historia del Arte incluye el estudio «El Cristo del Perdón. Origen e iconografía», de Clementina Ca-lero Ruiz. El área de Geografía está conformada por los trabajos «El medio rural canario, vicisitudes de un territorio desfavorecido y comprimido en-tre el esparcimiento urbano y los espacios naturales protegidos», de Ramón Díaz Hernández; «Las acciones de la Unión Europea en las economías in-sulares macaronésicas: el INTERREG III_B (2000-2006)», de Alejandro Gon-zález Morales, Grimanesa S. García Ruiz y Elisabeth Fernández Cabrera; «Origen y desarrollo de la instalación del servicio público de la luz eléctri-ca en La Matanza de Acentejo en el siglo XX (1951-1988)», de Francisco Javier León Álvarez; y «Presencia iberoamericana en Canarias en los años 80. La década perdida de Latinoamérica», de Ramón Díaz Hernández. En la sección de Lengua y Literatura, se incluyen los estudios titulados «Notas NOTICIAS 297 sobre la segunda estancia de D. J. Wölfel en Canarias», de Carmen Díaz Alayón y Francisco Javier Castillo Martín; y «Los canarismos bufo, bufa, bu-fito, bufar, bufear, bufadero, bufona, bufión y bufiento», de Marcial Morera Pérez. El boque correspondiente a Educación-Enseñanza está constituido por los artículos «Las enseñanzas primaria y secundaria en la Historia de Canarias», de Olegario Negrín Fajardo; «Algunos antecedentes sobre la pre-sencia de la escuela nueva en Chile durante el siglo XIX», de Jaime Caiceo Escudero; «Las cartas de doña Esperanza. Una correspondencia privada en la Fuertevenura de los años treinta como vehículo educativo y de expre-sión de la intimidad femenina», de Juan Luis Calbarro; y «La educación in-sular durante el franquismo», de Teresa González Pérez. Por último, la sec-ción de Fuentes Documentales contiene el estudio «El proceso contra Secundino Delgado Rodríguez (1ª parte)», de Manuel de Paz Sánchez. CABILDO DE FUERTEVENTURA. CONSEJERÍA DE CULTURA Y PATRIMONIO HISTÓRICO CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 298 XIII JORNADAS DE ESTUDIOS SOBRE FUERTEVENTURA Y LANZAROTE Durante los días 17 y 21 del mes de septiembre de 2007 se celebrarán en Fuerteventura las XIII Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote, organizadas por los cabildos de ambas islas. Esta edición de las Jornadas se es-tructura en las siguientes áreas de trabajo: Prehistoria-Arqueología, Historia, Historia del Arte, Geografía, Lengua-Literatura. En cada una de estas sesiones se expondrá una ponencia marco, sobre cu-ya temática podrán presentarse comunicaciones. Las ponencias marco serán las siguientes: —«Arqueología e identidad. La proyección social de la Arqueología», a cargo de Gonzalo Ruiz Zapatero. —«Lanzarote y Fuerteventura: los frutos del mar», a cargo de Germán San-tana Pérez. —«El ayer y el hoy en la retablística de Fuerteventura y Lanzarote», a car-go de Margarita Rodríguez González. —«El territorio y su organización: los nuevos instrumentos de intervención y planificación», a cargo de Gerardo Delgado Aguiar. —«La toponimia de Fuerteventura y Lanzarote», a cargo de Ahmed Sabir. —«Últimas aportaciones literarias en la isla de Fuerteventura», a cargo de Ernesto J. Gil López. Se celebrará también una sesión abierta en la que tendrán cabida trabajos sobre Fuerteventura y Lanzarote que no se ajusten a la temática de las po-nencias marco y que tengan como tema central de estudio a una o a las dos islas. Las personas interesadas en participar en estas Jornadas pueden obtener más información contactando con el Cabildo de Fuerteventura (Archivo Ge-neral): Teléfono: 928 862 300 E-mail: archivo@cabildofuer.es Web: www.JornadasFuerteventura-Lanzarote. CABILDO DE FUERTEVENTURA. NOTICIAS 299 SE CIERRA LA FÁBRICA Tras la publicación del número 30 —el último— de La fábrica, misce-lánea de arte y literatura elaborada en La Palma con el debido rigor y la de-bida constancia, puede reconocerse hoy, no sin cierta sensación de cansan-cio, alivio y extrañeza, que el esfuerzo ha merecido la pena en tanto que se han cumplido las expectativas iniciales. Hasta el final La fábrica ha actua-do como lo que siempre debió ser: un humilde y a la vez ambicioso canal de presentación de escritores y artistas canarios que, por vivir en las Islas, no disponían de medios suficientes para darse a conocer fuera. No vamos ahora a descubrir las carencias y servidumbres que impone la fragmenta-ción de nuestro territorio, en tantos aspectos alejado de los centros de po-der de la metrópoli. A lo largo de las dos últimas décadas, sin embargo, mal que bien se ha podido conjurar la acción de desgaste de los fantasmas se-culares que avivan el victivismo y en consecuencia frenan cualquier im-pulso hacia delante. La distancia que nos separa de la Península se ha ido reduciendo a medida que los medios de comunicación se desarrollaban y la implantación de los soportes audiovisuales y electrónicos se generaliza-ba bajo el amparo de una economía estatal y regional en alza. De hecho, si La fábrica se ha mantenido en pie en el plazo previsto de una década es porque, entre otras circunstancias favorables, llegó a circular con asombro-sa regularidad por toda España, algo impensable quizá en otro tiempo. Se alcanzaba, así, un objetivo fundamental de comunicación libre, fluida, por encima de barreras geográficas y administrativas. Y lo cierto es que acertó a encontrar su público en los más variados contextos. No podía ser de otra manera: además de dar a conocer a los creadores más representativos del Archipiélago e incluso a sus jóvenes talentos emergentes, también se nu-tría de la generosa participación de auténticas celebridades que sin duda atraían el interés de cualquier clase de lector. Pienso, por citar algún nom-bre y algún apellido de incuestionable resonancia, en José Saramago, Víc-tor Erice, Moebius, Manolo Blahnik, Antonio López, Daniel Barenboim, etc., etc., figuras destacadas que por sí solas justificarían el respetuoso (h)ojeo de una publicación sostenida sin ánimo de lucro, surgida casi de la nada en la periferia de la periferia e impresa en blanco y negro sobre papel reciclado. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 300 En la propia región de Canarias, donde paradójicamente la distribución entre librerías y quioscos resultó mucho más dificultosa, por no decir nu-la, también tuvo un público fiel. No importa que no fuese mayoritario.Na-die ignora que desde un punto de vista mercantil las revistas de arte y lite-ratura son productos marginales. La tarea de una revista, más aun si viene de una isla «menor», por fuerza es silenciosa y ha de basarse en el espíritu de insumisión ante las convenciones reinantes. Tras las alharacas de las Olimpiadas de Barcelona y del Quinto Centenario, en España el concepto de Cultura —con mayúscula hipertrofiada por artimañas de burócratas, publicistas y políticos bullangueros— erróneamente suele asociarse al montaje de espectáculos de toda índole, incluidos carnavales y fiestas pa-tronales, y a la elevación de símbolos monumentales tales como auditorios y museos, se justifiquen o no ante la realidad psicosocial en que irrumpen. La Cultura se malvende como un enorme globo aerostático que planea sin rumbo fijo siempre y cuando sea a la vista del mundo entero. La idea bá-sica de lo que debe ser el cuidado de la Cultura se banaliza conforme au-menta el tamaño de la C mayúscula. Y obviamente la intención y el tono de las revistas, que cuando menos exigen el acto íntimo de la lectura en voz baja, no encajan en esa sistematización del guirigay. Ante un panorama de esta naturaleza, y acaso por perder de vista el horizonte, más de un incau-to tiene derecho a creer que el papel y la tinta de las revistas no cuentan entre tanto rayo catódico y tanto bit y tanto cable suelto. Pero he aquí que contra todo pronóstico la temperancia de La fábrica se ha traducido en re-sistencia y perdurabilidad. La fábrica, ajena a los petardos y demás fuegos artificiales que hacen «bluf» por doquier, ha funcionado y ha parado cuan-do ha querido. La libertad absoluta con que se sostuvo por sí mismo el proyecto edi-torial pasaba por la independencia de las instituciones que patrocinaron los diferentes números. La fábrica contó con la ayuda puntual y esporádica del Cabildo de La Palma, el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, Caja- Canarias, el Patronato de Turismo de La Palma, la Dirección General de Cultura del Gobierno de Canarias y el Colegio de Arquitectos de La Pal-ma. Entre todas encontró el sustento económico suficiente, sin depender de ninguna en concreto, de modo que disponía de un margen de maniobra razonable, sin injerencias externas al fenómeno de la creación literaria y ar- NOTICIAS 301 tística, única forma posible de no perder el norte en los criterios de selec-ción en la búsqueda del equilibrio compositivo de cada número. La fábrica se detiene, además, con tres índices clarificadores: dos nomi-nales y alfabéticos —uno de ellos general y el otro por secciones— y un ter-cero con el sumario de cada número, del 1 al 30. Así, en fin, se demuestra esquemáticamente que en efecto el recorrido de estos diez años, exhausti-vo, intentó recrear una mirada totalizadora que a la larga sirviera para com-prender a grandes rasgos, si no para intuir, cómo y por qué el vasto mundo da tantas vueltas a nuestro alrededor. En este sentido, convendría recordar las palabras con las que se cierra la despedida formal del equipo de dirección de la revista: Quien hoy o mañana repase los contenidos de La fábrica encontrará, en pleno crecimiento hacia lo que aún está por llegar, las claves de un encuentro intergeneracional a través del cual en cierto modo queda trazada la curva de inflexión que sigue colándose, estremecida pero incólume, entre las aspas girato-rias del siglo XX y el XXI. En pleno proceso de fusión entre la cultura de la es-critura y la de la imagen manipulada electrónicamente, un caudal de voces pa-ralelas viene a recordarnos cuán frágil y turbador y hermoso sigue siendo todo cuanto concierne al hombre. Una por una —y, aun sin querer, en conjunto—, esas voces recrean la vieja y volátil quimera de la modernidad. La fábrica no la sacraliza con consignas ideológicas ni estéticas (ya se sabe que desde la pun-ta del muelle de una isla menor se relativizan las distancias y aun más el peso de los aires a favor y en contra); ni siquiera la abandera, ni la convierte en cau-sa perdida. Pero se entrega al temblor de su llama como al pertinaz designio de un eco que se perpetúa a sí mismo allá donde encuentre quien lo escuche. ANELIO RODRÍGUEZ CONCEPCIÓN CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 302 CARTAS DIFERENTES: REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL TAMBIÉN ESTÁ PRESENTE EN LA WEB Cartas diferentes: revista canaria de patrimonio documental es una revis-ta digital en línea desde mayo de 2006 gracias a que, desde un principio, el Consejo Editorial consideró que debía estar disponible tanto en papel co-mo en internet. El sitio web ofrece no sólo el contenido de los números pu-blicados de forma gratuita, sino también una serie de servicios e informa-ciones que obedecen a su vocación de fomentar el estudio del patrimonio documental en Canarias. Puede consultarse en: http://www.culturadecanarias.com/cartasdiferentes http://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?tipo_busqueda=CODIGO&cl ave_revista=7274 NOTICIAS Página de inicio del sitio web de Cartas diferen-tes: revista canaria de patrimonio documental 303 El diseño de la edición web de Cartas diferentes corrió a cargo de Javier Méndez Álvarez, miembro del Consejo Editorial, quien también es res-ponsable de mantener el sitio web actualizado. El diseño respeta los ele-mentos gráficos de la edición impresa y su navegabilidad se basa en la visi-bilidad y fácil acceso a los recursos. El alojamiento de las páginas web es fruto de dos colaboraciones. Por un lado, la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias cedió el correspondiente espacio en su servidor y facilitó una URL. Por otro lado, la Universidad de La Rioja, a través de su proyecto DIALNET, propor-cionó espacio para el repositorio de los artículos, garantizando su difusión internacional. DIALNET es la mayor y más actualizada base de datos de artículos de re-vistas científicas hispanas que se ofrece de forma gratuita en internet. Cuenta con más de 25000 usuarios y 785000 artículos científicos, cum-pliendo los estándares que permiten que los textos completos sean visibles desde un gran número de buscadores académicos en todo el mundo; favo-rece, por lo tanto, la presencia y la promoción de los documentos hispanos en un ámbito dominado por lo anglosajón. El sitio web de Cartas diferentes consta de las siguientes secciones: una página de inicio que da acceso a los números de la revista; una presenta-ción escrita por Luis Regueira Benítez, secretario de Cartas diferentes; una página que muestra las direcciones de los editores, las ediciones presentes o en preparación puestas en marcha por el Consejo Editorial, la dirección de la redacción y las señas del «Fondo Cartas diferentes»; normas de edición; información relativa a la suscripción; créditos de la revista; un listado de re-cursos de documentación en Canarias; y las relaciones institucionales man-tenidas por Cartas diferentes. JAVIER MÉNDEZ ÁLVAREZ CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 304 CENTRO DE CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE DOCUMENTOS GRÁFICOS DE LA ISLA DE LA PALMA El Centro de Conservación y Restauración de Documentos Gráficos de la isla de La Palma, dependiente del Excmo. Cabildo Insular de la misma, está situado en el n. 28 de la calle Baltasar Martín de la capital palmera, en una antigua vivienda rehabilitada para tal fin en 1999. Para la inauguración de este centro se realizó el denominado Encuentro Internacional sobre Con-servación del Patrimonio Documental y Bibliográfico en clima subtropical, dando así a conocer el mismo. En otoño del 2001 se dotó de personal, ini-ciándose así su actividad y siendo ahora dos restauradores de documentos gráficos los técnicos en plantilla. En su inicio, el trabajo realizado se centró en su puesta en marcha, do-tación de material, organización y planificación de trabajo, conocimiento del patrimonio documental palmero, intercambios y contacto con otras instituciones y profesionales relacionados con este oficio tanto a nivel in-sular como peninsular, poniendo énfasis en la difusión del centro y su tra-bajo. En este sentido, siempre se ha intentado difundir una de las ideas más importantes: la educación, el conocimiento de todo este patrimonio, la concienciación y el respeto por su conservación. Ha participado en dife-rentes congresos, conferencias, exposiciones y cualquier evento que haya ayudado a tal fin, como la exposición de la Casa Salazar con motivo de la semana del libro en el ya pasado 2003, en la que se mostraba el trabajo re-alizado en el Centro y la gran diversidad de obras restauradas en el mismo. A las diferentes escuelas, colegios e institutos que visitan regularmente el laboratorio se les imparte una charla didáctica sobre las tareas que allí se llevan a cabo. Brevemente, intentaremos sintetizar el corto pero fructífero desarrollo del mismo. El trabajo ya es continuo dentro de las dependencias del pro-pio Cabildo Insular, resaltando la restauración de fondos pertenecientes a la Biblioteca José Pérez Vidal; la intervención permanente en el Archivo General de La Palma, donde se encuentran ubicados los Protocolos Nota- NOTICIAS 305 riales de Santa Cruz de La Palma, uno de los depósitos documentales más importantes de la Isla; la preservación, supervisión e intervención en los va-riados y también importantes fondos del Museo Insular, entre los que se encuentran importantes cartografías, grabados y dibujos; y un proyecto de colaboración con la Consejería de Artesanía del propio Cabildo en la pre-servación, conservación e inventario de los patrones de bordados de la Es-cuela de Artesanía de Mazo. Son ya muchas las colaboraciones continuas en lo referente a supervi-sión de fondos, medidas de prevención, elaboración de informes técnicos, ayudas in situ y restauración de obras puntuales que se realizan por medio de diferentes convenios con otras entidades. Es importante incidir en la la-bor desempeñada a lo largo de estos años en las mejoras del contenedor y contenido del Museo Naval; las obras restauradas pertenecientes a la Bi-blioteca Cervantes (Sociedad Cosmológica); el relevante y ya continuo tra-bajo en algunos de los archivos municipales de la Isla, como los de Los Lla-nos de Aridane y Tazacorte. Conviene resaltar, también, las atenciones puestas en los fondos parroquiales, donde se encuentran los primeros libros de bautismos y entierros de La Palma, como los archivos de las iglesias de San Andrés Apóstol (San Andrés y Sauces), de Santo Domingo (Garafía) y de Nuestra Señora de Candelaria (Tijarafe). Mención especial merece un trabajo puntual realizado para el Archivo Diocesano de Las Palmas de Gran Canaria. Se ha prestado ayuda al Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma, al Archivo Administrativo del Cabildo Insular, a los archivos judiciales de Los Llanos de Aridane y de Santa Cruz de La Palma, al Archivo Municipal de Garafía y al Archivo Municipal de El Paso. Ello demuestra la predispo-sición técnica del Centro en lo que se refiere a la visita y elaboración de in-formes técnicos que puedan dar pie a nuevos convenios de colaboración, planificación de trabajo, acondicionamiento, mejora de estos depósitos e incluso de selección y restauración de determinadas obras. De manera extraordinaria y con carácter de urgencia se apoyó al Ar-chivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife con motivo de las in-undaciones sufridas en 2002, o las experimentadas en varias ocasiones en la ya mencionada Biblioteca Cervantes, cuya colección hemerográfica se ubica en las instalaciones del propio Centro. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 306 Otra iniciativa fue la creación de una revista en colaboración con los alumnos de Diseño Gráfico y Edición pertenecientes a la Escuela de Arte de La Palma. En ella se recogió información detallada de todos los trabajos realizados en los dos primeros años de funcionamiento, esperando poder repetir con periodicidad para seguir dando a conocer esta labor y otros pla-nes, algunos ya iniciados. El gran espacio físico habilitado para este Centro y su equipamiento ha-cen de él un proyecto importante para la Isla, para el Archipiélago y, por la singularidad de su patrimonio documental, para la Península y Latinoamé-rica, si bien esta última proyección aún no se corresponda con la realidad de su gestión, ajena al Centro en última instancia. Por todo ello siempre se ha querido hacer ver que este Servicio —de-pendiente del Cabildo Insular— se halla predispuesto hacia múltiples op-ciones de trabajo, constituyendo un laboratorio especializado único en el territorio nacional (como centro exento de dependencias archivísticas o bi-bliotecarias), a través del cual puede centralizarse una amplia gama de ta-reas relacionadas con el patrimonio documental, englobando labores no só-lo de restauración, conservación y preservación, sino también de investigación, difusión y educación. Pero esta proyección requiere de un gran esfuerzo.Hasta ahora, sólo dos somos los profesionales adscritos al Centro, con las dificultades normales, incrementadas en muchos casos por el hecho insular y la especialización de la empresa; pero con gran ilusión, perseverancia y buenas ideas vemos có-mo muchos de estos bosquejos se ven cumplidos, siendo cada vez mayor el volumen de trabajo que pasa ya habitualmente por el laboratorio. Todos somos conscientes de que cada lugar cuenta con unos medios y unas condiciones concretas con las que hacer frente a diversas problemáti-cas de gestión, ubicación, depósito, conservación y, ni que decir tiene, de afrontar cualquier proceso restaurador. Por esta razón, sabemos que un nú-cleo como el existente en Santa Cruz de La Palma no es muy corriente, y desde el propio Centro se ha puesto continuo énfasis en la elaboración de informes que engloban proyectos de dinamización y mejora de sus objeti-vos, aprovechamiento de los espacios con los que cuenta e incremento de medios tanto profesionales como técnicos. El mismo debe ser considerado un ejemplo para las administraciones locales, provinciales o estatales, des- NOTICIAS 307 de el que puede unificarse toda una serie de análisis interrelacionados con diversos profesionales de este campo. Compartiendo, así, todas las fuentes posibles de información que cada profesional aporta desde su parcela para el desarrollo y crecimiento del conocimiento público y uso colectivo, res-paldados por la importancia de su preservación y conservación, pilares bá-sicos para la salvaguarda de nuestra cultura en el tiempo. Bibliografía: Centro de Conservación y Restauración de Documentos Gráficos, n. 0 (2005). 77 p. VERÓNICA OJEDA JIMÉNEZ; MANUEL CUBERO CID CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 308 I Y II SALÓN DEL CÓMIC DE LA ISLA DE LA PALMA Como hito histórico cabría calificar el I y II Salón del cómic de la isla de La Palma, celebrados en Santa Cruz de La Palma a mediados de los años noventa del pasado siglo. Máxime si tenemos en cuenta que hasta la fecha tan sólo se habían organizado actos de este tipo en un par de ciudades de la Península, como Barcelona (donde se concentra la industria editorial) y Oviedo (donde los organizadores reciben una subvención perpetua por parte de las autoridades locales para este fin). Como excepción estaría nuestra vecina isla de Tenerife que, con mayor o menor fortuna según las veces, también se movió por esas fechas en este aspecto, aunque sin la de-nominación o categoría de salón. El I Salón tuvo lugar los días 18, 19 y 20 de mayo de 1995 en la sala de actos de la Caja General de Ahorros de Canarias (CajaCanarias) de la capi-tal palmera y estuvo organizado fundamentalmente por dos personas: Omar G. García, periodista, y Antonio Miguel Sánchez González, abogado y a la sazón presidente de la asociación «Juventud Palmera». A todo ello se le uniría el patrocinio de CajaCanarias y la colaboración de Ediciones B bajo la tutela de Julia Galán (coordinadora editorial de la misma), que para la ocasión cedió 52 originales de la revista TBO —propie-dad de Ediciones B— para una magna exposición. Como artista de renombre universal, se contó con el dibujante belga afincado en La Palma Werner Goelen «Griffo», autor del cartel anunciador del evento, quien ha publicado sus cómics en toda Europa y parte de Amé-rica. Los asistentes al acto disfrutaron, además, de una sala de lectura y de la proyección continua de películas de animación relacionadas con el mundo del cómic, entre otro tipo de actividades. El II Salón, un año después, concretamente los días 1, 2 y 3 de agosto de 1996, contó con invitados de auténtico lujo. Al ya conocido «Griffo» se aña-dió el madrileño Alfonso Azpiri, autor de «Mot», publicado en el diario El país (Madrid), y «Lorna», a través de Norma Editorial, por citar dos de sus personajes. En esta ocasión fue, además, el autor del cartel anunciador. Mención especial merece Joan Navarro, editor de Glénat España, quien colaboró con una charla sobre «El cómic en España». De forma paralela se NOTICIAS 309 organizaron dos exposiciones de originales. Una del mencionado «Griffo», con personajes que en esas fechas eran inéditos en España (no así hoy, afor-tunadamente), tales como «Monsieur Noir», «Sade», «Giacomo C.», «Sam-ba Buggati» o «Ghengis Khan», etcétera. La otra exposición estuvo dedica-da al personaje de Azpiri, «Mot». Además, este II Salón contó con el resto de ingredientes necesarios pa-ra tal fin, como mesas redondas, firma y venta de ejemplares por parte de «Griffo» y Azpiri, sala de lectura de cómics, otra de dibujo, más una de pro-yecciones y un concurso de cómics dirigido a los aficionados de todas las edades, entre otras actividades. No se me olvida decir que Omar G. García y Antonio Miguel Sánchez González fueron nuevamente los organizadores de este II Salón del cómic de la isla de La Palma, auspiciado por la sociedad «Juventud Palmera» con el patrocinio de CajaCanarias. JOSÉ PABLO VERGARA SÁNCHEZ CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 310 LIBROS FAMILIARES DEL ECONOMISTA ANTONIO CAMACHO DÍAZ EN LA BIBLIOTECA PÚBLICA DE LA CIUDAD DE EL PASO Antonio Camacho Díaz nació en El Paso el 27 de octubre de 1927, fa-lleció en Houston (Texas), el 31 de octubre de 2005 y recibió un home-naje póstumo en el ayuntamiento de su ciudad natal el 7 de agosto de 2006. Licenciado en Matemáticas por la Universidad de Madrid (1954), doctor en Económicas por la de Minnesota (Estados Unidos) y en Mate-máticas por la de Madrid; desde 1973 fue catedrático de Economía en el Departamento de Económicas de la Universidad de Illinois (Chicago), aunque también desarrolló actividades docentes en otras instituciones su-periores. Dejó numerosos artículos y estudios sobre el diseño de organiza-ciones; entre sus obras escritas destacan dos libros en el campo de su estu-dio: Societies and social decition functions (1982) y Division of labor, variability, coordination on the logia of forms and markets (1996). Por último trabajaba en otra monografía —por desgracia inacabada— titulada Markets and firms: a new conception, que —como sucediera con las anteriores— lo habría acercado a la órbita de los aspirantes al premio Nobel de Economía. En reconocimiento a sus méritos profesionales, el Ayuntamiento de El Paso «en sesión extraordinaria de fecha 12-05-92 acordó nombrar Hijo Pre-dilecto de esta localidad a D. Antonio Camacho Díaz y en sesión extraordi-naria urgente de fecha 23-05-92 acordó concederle la Medalla de Oro» del municipio. En aquella ocasión, declararía emocionado «que no encontraba mayor honor ni mejor precio para sus muchos años de trabajo en el extranje-ro que el afecto de sus paisanos». En la primera quincena de junio de 2006, llegaban a la Biblioteca Públi-ca Municipal de El Paso, procedentes de Chicago, seis bultos que portaban la biblioteca personal de Manolita Mayo, la primera esposa de Antonio Ca-macho. Azafata de profesión, murió a edad temprana. Sin embargo, des-arrolló una gran afición a la lectura y de ello es muestra la colección de 360 volúmenes, aproximadamente, que nos legó. Se trata en su mayoría de clá-sicos españoles, aunque también aparecen algunos autores contemporáne- NOTICIAS 311 os, como Luis Mateo Díez, Arturo Pérez-Reverte, Eduardo Mendoza, José Luis Sampedro o José Saramago. Hay gran cantidad de obras editadas en Buenos Aires y algún título en lengua inglesa. Por lo general, se trata de textos muy trabajados; la mayoría cuenta con anotaciones al margen o es-tá marcada de alguna manera. Estamos ante ediciones de bolsillo, no ante-riores a la década de los sesenta y conservadas en buen estado. En la actualidad, se encuentran en la Sala de Lectura de la Biblioteca Pública Municipal de El Paso, en estanterías próximas al Fondo de Edilio y en proceso de catalogación. Lamentamos que junto a esta colección no se haya adherido la obra de Antonio Camacho, aunque sospechamos que es-ta fue cedida a la universidad, donde durante tanto tiempo desarrolló su ta-rea investigadora. Bibliografía: ARCHIVO MUNICIPAL DE EL PASO. Expediente de otorgamiento de distinción de Medalla de Oro de esta ciudad como Hijo Predilecto. 271-38; «Antonio Camacho, profesor de Economía de la Universidad de Illinois». El país (9 de noviembre de 2005); «Antonio Camacho Díaz: ho-menaje póstumo en El Paso». Diario de avisos (13 de octubre de 2006); «El Paso rinde ho-menaje póstumo al economista Antonio Camacho Díaz». Diario de avisos (6 de agosto de 2006). NATALIA NAVARRO SOSA CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 312 LA DONACIÓN DE LA BIBLIOTECA DE EDILIO GONZÁLEZ FERNÁNEZ A LA BIBLIOTECA PÚBLICA DE EL PASO (LA PALMA) El 6 de agosto de 2005, en La Laguna, falleció a los 87 años el pasense Edilio González Fernández, maestro nacional y viajero incansable. Me-diante correspondencia, anunció al Ayuntamiento de El Paso su propósito de donación «en vida» y estableció unas condiciones «para la mejor conser-vación de sus fondos». En sesión celebrada por la corporación municipal de gobierno el 3 de junio de 1984, se acordó por unanimidad aceptar la ge-nerosa donación. En torno a 2500 volúmenes conforman el Fondo de Edilio, sección de la Sala de Lectura de la Biblioteca Pública Municipal de El Paso. De temá-tica variada, podemos encontrar desde obras de los clásicos castellanos has-ta guías de viajes, numerosos libros de política, filosofía, religión, música e historia. Cuenta con abundantes ejemplares de literatura canaria, prosa, poesía y novela, historia de las Islas (como un ejemplar de la Historia de Canarias de Viera y Clavijo en tres volúmenes en una edición de lujo de Goya) y también geografía. El arte constituye otra parte considerable de la colección. De la edito-rial Noguer, Clásicos del arte ofrece —en 62 volúmenes aproximadamen-te— la obra pictórica de artistas como Leonardo, Manet, Masaccio, Pous-sin, etcétera, aunque también encontramos algunas monografías de Rafael, Picasso o El Greco. Si ojeamos detenidamente las estanterías, observaremos algunas curio-sidades, como por ejemplo que María Luisa Rodríguez Martín le regaló su poemario Y aun todo está por decir con dedicatoria autógrafa; que la nove-la Doña Inés de Azorín, de la colección Bibliotecas populares Cervantes (1929), le costó 1’25 pesetas; que posee otra colección, Biblioteca total, pa-noramas de la literatura, de cuentos universales de la literatura infantil, pu-blicada a finales de los años setenta en Buenos Aires; y que hay otros mu-chos títulos editados en América Latina y Cuba, probablemente, fruto de sus continuos viajes. Amante del coleccionismo, compiló series como Cua- NOTICIAS 313 dernos de arte español, Los grandes compositores de la música universal o His-toria 16, que, una vez encuadernados, también cedió a la biblioteca. En julio de 1990, con motivo de la inauguración de la Casa de la Cul-tura Braulio Martín de El Paso, donó una colección de fotografías (18) am-pliadas y encuadernadas, de las cuales cuatro son anteriores a la proclama-ción de la II República y catorce corresponden a jóvenes de El Paso, ataviados con trajes típicos de los diferentes municipios de la Isla. Pese a sus deseos, la citada colección no se encuentra en la biblioteca, pues esta carece de un espacio adecuado para su instalación y por ello se han trasla-dado a las dependencias del Museo de la Seda, también en el municipio. Don Edilio fue un autodidacta, con una sólida cultura, que decidió ale-jarse de los suyos en sus últimos años de vida, dejándonos una de las me-jores herencias que el ser humano puede aportar: sus libros. Bibliografía: ARCHIVO MUNICIPAL DE EL PASO. Expediente de donación de fotografías singulares del mu-nicipio. 2159-9; ARCHIVO MUNICIPAL DE EL PASO. Expediente de donación de la biblioteca par-ticular de D. Edilio González Fernández. 41-34; S. A. «Un maestro trotamundos: Edilio Gonzá-lez ». Diario de avisos (10 de enero de 2006). NATALIA NAVARRO SOSA CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 314 LA DONACIÓN DE LA FAMILIA QUINTERO HERNÁNDEZ A LA BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA A comienzos del verano de 2006, la Biblioteca de Educación inició la centralización de los fondos que aún quedaban en los despachos y semina-rios de la Escuela de Magisterio. Al visitar, un buen día, el despacho de un profesor nos llamaron la atención unos libros antiguos de Pedagogía, y al preguntar por el origen de esos libros nos enteramos de la existencia de la biblioteca particular de la familia Quintero Hernández. El último miem-bro de esta familia, doña Clara Quintero, deseaba encontrar una bibliote-ca que se hiciera cargo del fondo de libros que en la vieja casa familiar — una vivienda que se encuentra prácticamente en ruinas— se estaban deteriorando inevitablemente día tras día. Pasado el período vacacional, a mediados del mes de septiembre de 2006, unas compañeras de Educación y de Geografía-Historia nos dispusimos a recoger el legado de esta biblio-teca. Nuestra sorpresa e interés por lo que allí había fue creciendo conforme descubríamos el valor de aquellos libros, una colección atesorada por dos generaciones (la de los padres y la de los hijos) de empedernidos lectores hedónicos tanto de novelas como de obras teatrales, así como de libros de viajes y de cine, y grandes aficionados, además, a la ópera, de la que se con-serva una colección muy importante de discos de vinilo. Estos temas esen-ciales de la biblioteca se complementan con una porción de libros de quí-mica y de libros de texto de diferentes materias, así como de teoría de la educación, de gran valor, sobre todo, los correspondientes al primer tercio del siglo XX. Esos libros se encontraban en esta biblioteca particular en ra-zón de la profesión de los padres, don Tomás Quintero Guerra y doña Cla-ra Hernández Hernández. Antes de hacer una breve descripción del contenido de la biblioteca, es necesario detenerse un poco en la biografía de don Tomás (1900-1986) y de doña Clara (1903-1992), que tuvieron sus hijos en los años de la II Re-pública, siendo él profesor de Ciencias Químicas en la Universidad de La NOTICIAS 315 Laguna y ella maestra nacional en el municipio de Tegueste. Eran personas de carácter liberal, demócratas, pero no adscritas a ningún partido político, aunque con simpatías socialistas. La guerra civil sorprendió a don Tomás Quintero en Madrid, adonde se había trasladado para opositar a cátedra, aspiración que se vio truncada al estallar la guerra. Al encontrarse en zona republicana, no pudo regresar a Tenerife y permaneció durante los tres años de la guerra dando clases en el Instituto de Alcázar de San Juan. Du-rante ese tiempo, su familia permanecía en Tenerife sin tener noticias su-yas, salvo las que le llegaban de vez en cuando a través de la Cruz Roja. Fi-nalizada la guerra, vuelve a Tenerife y poco tiempo después es detenido y conducido a la prisión de Fyffes, en la que permaneció seis meses y de don-de salió sin saber los cargos por los que había sido detenido. Imposibilita-do de volver a sus clases en la universidad, funda con otros profesores la Academia Tomás de Iriarte, que después se llamó Academia Alzola. Cuan-do cerraron la academia, don Tomás encontró trabajo de profesor en el Co-legio de las Madres Dominicas, por entonces algo más abiertas que los cen-tros oficiales dirigidos por personas afectas al régimen de los vencedores de la contienda. A doña Clara Hernández, por su parte, tampoco le fueron bien las co-sas pues, acabada la guerra, le quitaron su plaza de maestra en propiedad del municipio de Tegueste, alegando que estaba suscrita a un periódico de signo «socialista». Fue sancionada durante dos años y «desterrada» a Char-co del Pino, en el municipio de Granadilla. Este apartado lugar no tenía ca-rretera y había que caminar durante más de dos horas desde donde les de-jaba la guagua; tanto la escuela como la vivienda aneja carecían de agua corriente y luz eléctrica. Transcurridos los dos años de sanción, no se le re-conoció su derecho a regresar a su plaza y hubo de permanecer en Charco del Pino cuatro años más, hasta que por número de puntos consiguió una plaza en el barrio de La Cuesta del municipio de La Laguna. Durante los veranos y épocas de vacaciones, solían pasar temporadas en El Río, perteneciente al municipio de Arico, lugar al que estuvieron vincu-lados por amistosos lazos afectivos y al que, por paradojas de la vida, una buena parte de la biblioteca Quintero Hernández —la que no tenía cabi-da en la Biblioteca Universitaria— se ha trasladado. Esa otra parte, en efec-to, ha pasado a la biblioteca pública del municipio de Arico por mediación CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 316 del profesor Tejera Gaspar, oriundo de este lugar y también amigo de la fa-milia. En los años ‘50, siendo rector de la Universidad de La Laguna don An-tonio González, este y Manuel Lora Tamayo (antiguo compañero de estu-dios en Madrid de Tomás Quintero) lograron que el represaliado químico canario regresara a la universidad como profesor de prácticas de laborato-rio. Amistosamente «forzaron» asimismo a don Tomás a que se examinara para sacar la plaza de profesor adjunto de instituto, la cual obtuvo, traba-jando en el Instituto Cabrera Pinto como profesor de Física y Química has-ta su jubilación en el año 1970. Doña Clara, por su parte, después su etapa en La Cuesta se trasladó co-mo profesora a una escuela de La Laguna. Se jubiló el mismo año que su marido, tras más de cuarenta de docencia. En 1963 la familia se instaló en la vivienda de la calle del Remojo (hoy Rodríguez Moure), la misma que todavía conservaba parte de la biblioteca familiar —la que ha llegado has-ta nosotros—, pues todavía su hija, doña Clara Quintero, atesora una bue-na colección de libros en su actual residencia. Del conjunto de volúmenes albergados en la citada biblioteca familiar, ingresaron en la Biblioteca Universitaria todos aquellos que presentaban interés especial para nuestros fondos de Químicas, Educación y Humani-dades. Determinadas colecciones (novela extranjera, novela popular, fascí-culos, etcétera), así como enciclopedias, guías de viajes ya obsoletas, etcé-tera, quedaron en manos de doña Clara Quintero o pasaron a la mencionada Biblioteca Pública de Arico. Fueron igualmente excluidos los volúmenes de los cuales ya existía un ejemplar en nuestra Biblioteca, a ex-cepción de unos pocos títulos del fondo de Canarias de los cuales nos in-teresaba un duplicado. El conjunto de la donación que ha ingresado en la Biblioteca Universi-taria se reparte del modo siguiente: — 1410 libros. — 32 títulos de publicaciones periódicas. — 206 vídeos y 1 DVD. — 158 CDs musicales. — 14 CDs de idiomas. — 4 cajas con una colección de centenares de estampas y programas de películas. NOTICIAS 317 La colección se ha distribuido principalmente entre las bibliotecas de Químicas, Educación, Geografía e Historia, Filología, Hemeroteca de Hu-manidades, Mediateca y Canarias. La selección que se hizo para la Biblioteca de Educación tuvo como cri-terio fundamental recoger mayoritariamente aquellas obras sobre pensa-miento pedagógico, metodología educativa y didáctica, así como toda la colección de libros de texto dirigida a la enseñanza primaria.Todas ellas re-sultan sin duda de gran interés para el profesorado de la Facultad de Edu-cación. Con respecto a las obras teóricas sobre educación, llama la atención el gran número de monografías impresas en el primer tercio del siglo XX. Hay que señalar, además, que gran parte de ellas fue publicada en el periodo re-publicano por la editorial Revista de Pedagogía. Por otra parte, los libros de texto corresponden todos a diversas décadas de la etapa franquista. La colección de libros de Química, compuesta por 248 volúmenes, con-tiene dos obras publicadas en el siglo XIX (el Tratado elemental de las rocas de J. Carlet y Juan de la Cortina1 y Précis de chimie de L. Troost2), más de 60 de los años ‘10 y ‘20 y más de una treintena de los años ‘30 del siglo pa-sado, todas ellas de gran interés para la historia de la Química en los inicios del siglo XX. En la Biblioteca de Geografía e Historia se integraron los libros sobre cine, películas, biografías —principalmente, de artistas de cine—, los libros de arte, de viajes y de historia en general. La colección de películas en for-mato vídeo (más de 200), una colección de CDs —entre los cuales se en-cuentra una historia de la copla en 60 CDs con un completo repertorio de canciones de los mejores intérpretes antiguos y actuales—, así como una exhaustiva colección de programas de películas, se incorporaron a la Me-diateca. En su mayor parte, los títulos de revistas fueron destinados a la Heme-roteca de Humanidades. Primariamente se trata de revistas de cine, tales como Acción, Cine Poster, Cine Revue, Cinema, Cinemanía, Cinestudio, Di-rigido por, Fotogramas, etcétera. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 1. Madrid: [s. n.] (Imp. Española de Nieto y Compañía), 1860. 2. 28 éd. refondue et augmentée. Paris: Masson, 1896. 318 Además, se incorporaron a la Biblioteca, completando en muchos casos las colecciones existentes, fascículos de las siguientes materias: dos títulos de cómics: Zeppelín y Drácula; tres de historia: Historia 16, El Socialista y Tiempo de Historia; dos de teatro: Pipirijaina y Primer acto; y uno de Geo-grafía: Revista de Geografía Universal. MARTA OUVIÑA NAVARRO (UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA) NOTICIAS 319 TENIFER: MÁS DE VEINTE AÑOS ACERCANDO LA CULTURA La librería Tenifer, ubicada a la sombra de la sede central de la Univer-sidad de La Laguna y creada en 1986, cumplió veinte años de vida el pa-sado 2006. Pionera en Tenerife en el sistema de librerías de compra-venta, este espacio privilegiado para los amantes de los libros raros y desclasifica-dos o para aquellos que simplemente no quieren o no pueden adquirirlos nuevos, sigue siendo un ejemplo de que la cultura no es tan cara como apa-renta y de que acercarse al conocimiento no es tan prohibitivo como cual-quiera puede imaginar (tras ojear el escaparate de las librerías convencio-nales y asombrarse ante los precios de los libros nuevos). Además, es un espacio privilegiado para los amantes de los libros, don-de se respira el ambiente de las antiguas librerías. Ningún vendedor atosi-ga al cliente tratando de endosarle el último premio «Planeta» que llena las principales estanterías, ni le persigue ningún complejo por detenerse en al-gún volumen y revisarlo con el sosiego que merece. Personas que conocen y aprecian el material con el que trabajan, también están dispuestas a echar una mano al lector si le hace falta. Lorenzo Pérez se puso al frente de esta actividad en 1989 y, pese al tiempo que ha transcurrido desde entonces, reconoce que «aún les cuesta a las nuevas generaciones entender el libro de compra-venta». En otros países europeos está muy implantado el modelo de utilizar libros de segunda ma-no, pero en las Islas existen aún prejuicios incomprensibles sobre este asun-to, que podrían asimilarse a aquellos que anteponen a cualquier coste la compra de una vivienda al alquiler. Para tratar de hacer comprender este sistema a los jóvenes, recurre al símil de los libros de texto en la familia, cuando los manuales pasaban del mayor al menor a medida que iban avan-zando en los cursos (una realidad que, lamentablemente, cada vez es más difícil por el continuo cambio que, año tras año, se produce en los libros es-colares). No obstante, Tenifer se ha hecho un hueco dentro del mercado del li-bro en la isla de Tenerife y, como reconoce su propietario, «ya son varias las generaciones que han empezado y terminado sus carreras con nosotros». Ade-más, aclara que esta tienda no es «un rastro», y los volúmenes que ponen a CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 320 la venta, previo un proceso de revisión e incluso de limpieza, se encuen-tran en muy buen estado de conservación. «No vendemos cualquier cosa», recalca. En la librería Tenifer se puede encontrar de todo. Como muy bien lo describió el escritor y periodista Víctor Álamo de la Rosa —en un repor-taje publicado en el periódico La gaceta de Canarias a comienzos de la dé-cada de los noventa—: «En esta curiosa librería, donde se pueden adquirir desde biblias antiguas a revistas pornográficas [...] pueden comprarse libros a mitad de precio tomando como referencia el coste real en el mercado». La distribución de la librería sigue dos grandes clasificaciones. La pri-mera de ellas es la universitaria, en la que se encuentran obras correspon-dientes a las diferentes carreras (desde Historia hasta Física, pasando por Filosofía o Matemáticas). En segundo lugar, cuenta con un área importan-te de Literatura, clasificada por géneros y en distintos idiomas. Entre otras cuestiones, también destacan un espacio dedicado a libros antiguos —don-de no es tan extraño localizar alguna joya para bibliófilos— y un fondo so-bre temática canaria. NOTICIAS 321 En todo este tiempo en que lleva abierta al público Tenifer, la sociedad ha evolucionado y se han producido cambios, como el hecho de que el eje de la Universidad se haya desviado desde el centro de La Laguna hacia la zona de Guajara, alejando de esta tienda emblemática (ubicada en el nú-mero 36 de la calle Delgado Barreto) al alumno universitario, uno de sus principales clientes. Sin embargo, su propietario asegura que este despla-zamiento no le ha afectado porque han conseguido una clientela fiel, que se ha ido haciendo sin otra publicidad que «el boca a boca, que es la mejor de todas». Un segundo aspecto que podría haber mermado las potencialidades de Tenifer es la aparición de internet, ya que existen, en este universo de las comunicaciones y de la información, numerosas librerías que ofrecen vo-lúmenes de segunda mano o descatalogados a precios asequibles. No obs-tante, Lorenzo Pérez asegura que la aparición de estas librerías en la red no les ha hecho daño en la venta, «porque cada una tiene su espacio». Además, indicó que no se van a sumar a este sistema de venta por internet, debido al alto coste que representaría el envío postal —«en esto influye el hecho de que somos islas»—, aunque se está ultimando la preparación de la página web, donde podrán conocerse los fondos con los que cuenta desde cual-quier rincón del mundo. Lorenzo Pérez reconoce que la librería no es un «negocio». De hecho, no vive de esta actividad, que seguramente le reporta más beneficios espiri-tuales que materiales. No es raro observar que en el interior de Tenifer se produzca una improvisada tertulia sobre esta o aquella edición, y son mu-chos los que emplean esta librería como una mesa camilla, en una fría tar-de lagunera, donde alimentarse con la cultura libresca que no se deja sen-tir en otros espacios donde también se consumen libros. Un consuelo para los que creen que la cultura no es sólo mercado. Bibliografía: ÁLAMO DE LA ROSA, Víctor. «Una segunda mano para la lectura». La gaceta de Canarias (23 de noviembre de 1993), p. 24. DAVID SANZ DELGADO CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 322 LA BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL CENTRAL DE SANTA CRUZ DE TENERIFE: SUS FONDOS DOCUMENTALES Y BIBLIOGRÁFICOS Los fondos documentales, bibliográficos y de hemeroteca de la Biblio-teca Pública Municipal de Santa Cruz de Tenerife constituyen un conjun-to imprescindible para el estudio del pasado y de cualesquier aspectos de la cultura de nuestras Islas. En ellos se encuentra gran parte de la historia no sólo de Canarias, sino también de la España peninsular, de Europa y de América. Libros cuyas fechas oscilan entre los siglos XVI y XVIII forman la gran masa bibliográfica. Los mismos proceden de la antigua biblioteca del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, siendo transferidos en 1888. En-tre ellos se hallan ejemplares donados por Ángel Guimerá, Nicolás Estéva-nez, Felipe Miguel Poggi Borssotto, Ramón Gil Roldán, Juan de la Puerta Canseco, Anselmo J. Benítez, etc.También los 2452 libros —núcleo funda-cional de la Biblioteca— recuperados de la Sociedad Económica de Ami-gos del País de Santa Cruz de Tenerife el 10 de febrero de 1879 mediante donativos, cambios y compras, cuyo inventario fue realizado por Irineo González.Y, por último, los 2120 libros traídos de La Orotava por D. Fran-cisco María de León en 1859.Todos ellos de gran valor, entre los que se en-cuentran obras de Pedro Sarmiento de Gamboa (Viaje al estrecho de Ma-gallanes..., 1768), Alonso Carranza (El ajustamiento y proporción de las monedas de oro, plata y cobre, 1629), Athanasius Khircher (Latium, 1671), Antonio de Solís (Historia de la conquista de México, población y progresos de la América..., 1685), José Cavanilles (Observaciones sobre la Historia Na-tural, geografía, agricultura, población y frutos del reino de Valencia, 1795- 1797), Enrique Flórez (Medallas de las colonias, municipios y pueblos anti-guos de España, 1757-1773), Cayo Plinio (Historia Natural, 1741) y un largo etcétera. Como se puede apreciar, el acervo patrimonial de la Biblioteca se ha en-riquecido a lo largo del tiempo mediante la compra de libros, así como por donaciones de distintas personas. Contiene auténticas joyas bibliográficas sobre casi todos los temas del conocimiento humano. Por ejemplo, hay li- NOTICIAS 323 bros extraordinarios sobre filosofía, teología, religión y también sobre de-recho, economía, etc. La colección de libros científicos del fondo general — que he revisado personalmente— es extraordinario, pues alberga ediciones de los mejores investigadores de los siglos XVIII y XIX. Pero aunque no es este el lugar para la descripción exhaustiva de los contenidos generales de tan rica colección, sí lo es para dar una idea aproximada de su grandísimo aporte cultural. Los fondos documentales de personajes de la vida canaria, tales como Pedro García Cabrera, Francisco Aguilar y Paz, José Arozena, así como el del castillo de San Cristóbal y, sobre todo, el de la Casa Fuerte de Adeje constituyen una fuente riquísima en conocimientos sobre hechos que de-jaron de ser cotidianos para transformarse en capítulos extraordinarios del pasado. Conjunto importantísimo es el fondo canario manuscrito (más de 360) y bibliográfico, en el que se encuentran obras de Viera y Clavijo, Bon-tier, Pereira Pacheco, Bethencourt Alfonso, Diego Guigou, Sabino Berthe-lot o Antonio Porlier. La hemeroteca de la Biblioteca Pública Municipal de Santa Cruz de Te-nerife es un referente de la cultura canaria, reflejo de todos los aconteci-mientos de la historia de nuestras Islas, de la nacional y mundial. Entre las publicaciones periódicas canarias, cuenta con el Semanario Misceláneo En-ciclopédico Elementar de Andrés Amat de Tortosa, estampado por Bazzanti, impresor de la Real Sociedad (1785-1787) y del que la Biblioteca posee los primeros números.También, la colección del segundo periódico editado en las Islas y el más importante del periodo hasta mediados del siglo XIX, El correo de Tenerife (1808-1809), impreso de nuevo por Bazzanti, publicado por iniciativa de la Junta Suprema de Gobierno con sede en La Laguna y redactado por Domingo Hernández Soto. Se conserva, asimismo, una de las colecciones más completas del tercer periódico impreso en el Archipiéla-go, el Boletín Oficial de Canarias (Imprenta de Vicente Bonnet, 1834- 1927), o una de las más importantes revistas editadas en Canarias, La au-rora (Santa Cruz de Tenerife, 1847-1848), con artículos de Sabino Berthelot. Ya en el último tercio del siglo, las publicaciones más relevantes serán el tinerfeño El memorándum: periódico independiente (Santa Cruz de Tenerife: Isleña, 1874-1895) o El diario de Tenerife: periódico de intereses ge-nerales, noticias y anuncios (1887-1917), dirigido por Patricio Estévanez y CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 324 estampado en las imprentas de Vicente Bonnet y La Isleña, donde se in-corporaron máquinas y tipos traídos de París. Aparecido en 1886, se pro-longará por más de 30 años hasta 1917, con 1000 ejemplares de tirada en 1889, más que los otros nueve periódicos santacruceros de dicho año. Pero las revistas más destacadas del XIX serán especialmente dos: La ilustración de Canarias (director: Patricio Estévanez. Santa Cruz de Tene-rife: Imp. de José Benítez, 1882-1884) y la Revista de Canarias (director: Elías Zerolo. Santa Cruz de Tenerife: Imp. Isleña de Francisco C. Hernán-dez, 1878-1882). Ambas son indispensables para el conocimiento de una de las épocas más brillantes de la cultura insular y en ellas colaboran las principales figuras del periodo: Patricio Estévanez, Elías Zerolo, José Taba-res Barlett, Manuel de Ossuna, Domingo Bello y Espinosa, Agustín Milla-res Torres, etc. La Revista de Canarias sustituyó al Gabinete Instructivo y apareció hasta 1882, pues el 23 de abril de ese año su director, Elías Zero-lo, fue destinado a París. La ilustración de Canarias dedica gran parte de sus contenidos a América y África e incluye un equipo de dibujantes y fotó-grafos que hacen posible más de un centenar de grabados, convirtiéndose en un valioso testimonio de su tiempo. También son destacables Gaceta de arte: revista internacional de cultura (Santa Cruz de Tenerife: Tip. Margarit- Sanz, 1932-1936), dirigida por Eduardo Westerdahl, Proa, El pito, La rosa de los vientos, etc. En fin, se podrían citar otros muchos fondos de este más que centena-rio recinto. Sólo esperamos que estas breves líneas acabadas de esbozar despierten el interés de nuevos investigadores animados por seguir escu-driñando los tesoros que encierra la Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife. JERÓNIMO DELGADO DE AGUILAR NOTICIAS 325 II EDICIÓN DE LOS CURSOS DEL ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE SANTA CRUZ DE TENERIFE: LA INSTITUCIÓN Y DOCUMENTACIÓN NOTARIAL Esta segunda edición de los cursos del Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife se adscribe dentro de la programación de activida-des de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Gobier-no de Canarias, y con el mismo pretendemos proporcionar a los profesio-nales y estudiantes las herramientas que les permitan valorar, seleccionar y organizar esta documentación, cuya importancia queda reflejada en nues-tro ordenamiento jurídico desde hace siglos y pervive hasta la actualidad. Todo ello a través del estudio de la institución en el marco jurídico y la práctica archivística. El tema abordado explica que este curso esté patro-cinado por el Ilustre Colegio Notarial de las islas Canarias. El curso consta de treinta y cuatro horas lectivas, equivalentes a tres créditos de libre elección, homologables por la comisión de convalidación de la Universidad de La Laguna. Cuenta también con la homologación del Instituto Canario de Administración Pública (ICAP). DIRECCIÓN DEL CURSO Francisco J. Macías Martín. Jefe de Servicio del Archivo Histórico Provin-cial de Santa Cruz de Tenerife. Juan Ramón Núñez Pestano. Profesor titular del Departamento de Histo-ria de la Universidad de La Laguna. COORDINACIÓN DEL CURSO Leocadia Pérez González. Técnico superior del Archivo Histórico Provin-cial de Santa Cruz de Tenerife. COORDINACIÓN CON EL COLEGIO NOTARIAL Alfonso Cavallé Cruz. Archivero general de protocolos del distrito de Santa Cruz de Tenerife. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 326 PROGRAMA I. Notas para la historia del protocolo notarial. Vicente Simó Santonja. Colegio Notarial de Valencia. Unión Internacional del Notariado Latino. II. El notariado y el documento: evolución histórica y aspectos diplomáti-cos. La institución notarial. El protocolo. M.ª Luisa Pardo Rodríguez. Universidad de Sevilla. Pilar Ostos Salcedo. Universidad de Sevilla. III. El notariado y los archivos: el marco jurídico. Notariado y documento público. El sistema notarial español. El sistema de archivos de protocolos. La accesibilidad documental. Laureá Pagarolas i Sabaté. Archivo de Protocolos de Barcelona. IV. Los registros y los protocolos: el tratamiento archivístico. La organiza-ción archivística. La descripción. NOTICIAS 327 Ángel Laso Ballesteros. Archivo Histórico Provincial de Valladolid. V. Los protocolos notariales en la historiografía del siglo XX: del historicis-mo a la historia de las experiencias pasando por la edad de oro de la his-toria social. Juan Ramón Núñez Pestano. Universidad de La Laguna. VI. Seguridad jurídica y firma electrónica en la documentación notarial. Juan Boiás Alfonso. Consejo General del Notariado. Lugar: Salón de actos del Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, Camino de La Hornera, 78. 38296 San Cristóbal de La Laguna. Horario: de 11:00 a 13:00 horas, el 12 de marzo; y de 16:00 a 20:00, del 12 al 21 de marzo. ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE SANTA CRUZ DE TENERIFE CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 328 PRIMERAS FERIAS DE LA EDICIÓN EN CANARIAS Después de un comienzo azaroso, la Feria de la Edición en Canarias pa-rece asentarse en el panorama cultural del archipiélago canario. La inicia-tiva —en principio, un tanto arriesgada— de la editorial Baile del Sol ha conseguido organizar de manera regular tres celebraciones. Entre el 21 y 24 de octubre de 2004, en la antigua recova de Santa Cruz de Tenerife se llevó a cabo la primera. La misma contó para su desarrollo con una serie de casetas expositivas y otros actos simultáneos como presentaciones de li-bros, conferencias o mesas redondas, estas últimas no exentas de alguna po-lémica. La segunda (abierta entre los días 15 y 18 de diciembre de 2005), dispuesta en el mismo espacio que la anterior y con igual formato, se cen-tró en divulgar la variedad de editoriales de las Islas. La última, dedicada monográficamente a las bibliotecas canarias, se organizó entre el 14 y 17 de diciembre de 2006 en una carpa instalada al efecto en la calle La Noria de la capital tinerfeña. De manera paralela, cada una de las Ferias ha aprovechado estas jorna-das para reunir a cuantos editores han querido sumarse a la propuesta, or-ganizando los denominados Encuentros de Editores en Canarias, en los que, NOTICIAS 329 a través de una puesta en común, se han discutido diversos aspectos rela-cionados con el mundo editorial de las Islas. Los expresados Encuentros co-menzaron un año antes de la primera de las Ferias (concretamente, entre el 26 y el 29 de marzo de 2003), cuando se gestó la Asociación de Edito-res de Canarias (EDICAN), y parece que han garantizado su continuidad en el marco más amplio en que ahora participan. En cada una de las citas han concurrido numerosas editoriales insulares (y, en menor medida, impresores) que han mostrado al público sus queha-ceres librescos. A ellas se han sumado otras empresas o expertos foráneos que —en ocasiones— han compartido su experiencia sobre diferentes cuestiones, como la relativa a la comercialización del producto editorial. Es probable que uno de los aspectos más positivos haya sido el que ca-da uno de los eventos se haya concebido a partir de la iniciativa privada. Sobre esta cuestión convendría subrayar que la Feria trata de consolidar la celebración de estas jornadas anuales sobre un sector que hasta ahora ha trabajado de manera descoordinada y, en ocasiones, con enorme depen-dencia de las administraciones públicas. Así las cosas, cabría mencionar el esfuerzo de sus promotores por estrechar lazos entre los distintos «fabri- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 330 cantes» de cada una de las partes que conforman un libro (autores, edito-res, impresores, libreros, bibliotecarios y lectores), en un intento por con-tar con una industria de la edición más desarrollada y que pueda articular-se en el fragmentado territorio que configura el archipiélago canario. Bibliografía: HERNÁNDEZ, Domingo-Luis. «Una mesa con ausencias». La opinión de Teneri-fe / 2 C: revista semanal de ciencia y cultura, n. 240 (30 de octubre de 2004), p. 11; PRIMER En-cuentro de Editores en Canarias. Tegueste: Baile del Sol, D. L. 2004; REDACCIÓN 2 C. «La feria de los discretos». La opinión de Tenerife / 2 C: revista semanal de ciencia y cultura, n. 240 (30 de octubre de 2004), pp. 8-10. MANUEL POGGIO CAPOTE NOTICIAS 331 LAS EDICIONES DIGITALES Y LA PROPUESTA DE COLOR RELAX PARA LA ELABORACIÓN DE UN CATÁLOGO E INVENTARIO DE LOS PERIÓDICOS EDITADOS EN LA PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE (1758-1958) I Ediciones Digitales Color Relax Se cumplen ahora tres años de la creación de nuestra editorial en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife). Nuestro catálogo contiene, hasta hoy, dos colecciones digitales: a) La colección Documentalia que, dirigida por Manuel de Paz Sánchez, ca-tedrático de Historia de América en la Universidad de La Laguna, va ya por el número catorce (todos editados en CD). Está destinada a temas docu-mentales que de una u otra manera se relacionan con nuestro Archipiéla-go. Documentalia contiene programas canarios muy variados: acerca del cultivo y exportación del plátano, Platanópolis I y II (documentos, corres-pondencia y catálogos de las primeras décadas del siglo pasado referentes a este producto); otros dos títulos sobre masonería; dos CDs de colecciones fotográficas de Canarias y Cuba; otro volumen sobre la agricultura en las Islas (Informe del estado de la agricultura en Canarias); y así hasta 14 títu-los editados hasta ahora. b) Una segunda colección —Documentos para la Historia de Canarias— se ha inaugurado mediante la edición en DVD de la obra de Juan Régulo Pé-rez Nobiliario de Canarias, impresa en cuatro tomos (5000 páginas) du-rante las décadas de los cincuenta y sesenta del pasado siglo por el ilustre palmero, docente de la Universidad de La Laguna. Ahora está disponible en formato digital, incorporando a este soporte un sistema de búsqueda de palabras que permite fácilmente acceder a los cerca de 50 000 nombres que contiene esta obra. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 332 II Los periódicos editados en la provincia de Santa Cruz de Tenerife: una pro-puesta de catálogo e inventario (1758-1958) En 1903, Luis Maffiotte La Roche aportó un importante trabajo de in-ventario de los periódicos editados en Canarias y por canarios en Europa y América. Posteriormente, durante el pasado siglo XX, historiadores y espe-cialistas han contribuido con una extensa bibliografía que ha permitido co-nocer a fondo la impresionante colección de periódicos editados en nues-tro Archipiélago. Nuestra editorial se ha apoyado inicialmente en estos trabajos. El resto de la labor de campo efectuada en las hemerotecas ha si-do realizada personalmente por el editor, contando siempre con la valiosí-sima ayuda y consejos del personal de todas las hemerotecas visitadas. Con este Catálogo e inventario comenzamos la tercera colección, centrada ex-clusivamente en trabajos acerca del periodismo canario. Además del Catá-logo e inventario ya están en preparación varios originales que se publicarán posteriormente. También formarán parte de esta colección facsímiles de colecciones de libros y periódicos que de alguna manera hayan marcado época o hayan destacado significativamente en el panorama periodístico canario. En la creación del Catálogo e inventario se trabaja desde hace diez años. Este proyecto nos ha obligado a visitar y bucear profundamente en todas las hemerotecas y archivos de las Islas. También en varias hemerotecas del exterior, como la Municipal de Madrid, la Biblioteca Nacional o el Institu-to de Historia Social de Amsterdam. El proyecto abarca los dos primeros siglos de prensa canaria, referidos en el presente caso a la provincia de San-ta Cruz de Tenerife. Comienza en 1758 con los primeros periódicos ma-nuscritos y se cierra en 1958, año de la creación del Depósito Legal. La colección de los casi 800 títulos incluidos en este proyecto se ha pre-sentado de una forma práctica y esquemática. Cada título cuenta con un formato de ficha en la que se incluyen todos los datos técnicos y persona-les conocidos. Se completa, además, con el inventario de los ejemplares dis-ponibles, detallando en todos los casos el número completo y las respecti-vas hemerotecas en las se pueden consultar. Finalmente, se cierra el estudio de cada título con reproducciones de portadas, la mayoría en sus colores originales, de ejemplares disponibles y significativos de cada cabecera. Asi- NOTICIAS 333 mismo, aprovechando las herramientas digitales, este trabajo contendrá una colección de tablas y gráficos estadísticos sobre años de publicación, localidades de edición, relaciones temáticas, listas alfabéticas por títulos, lista rápida de localización de títulos en hemerotecas, etc. También incor-pora un sistema de OCR, motor de búsqueda digital de palabras, herra-mienta indispensable para un proyecto tan amplio como el que presenta-mos aquí. Para conformar este trabajo hemos visitado cada hemeroteca transpor-tando nuestros equipos y cámaras digitales, con los que hemos fotografia-do miles de páginas de periódicos de las que, finalmente, se han seleccio-nado las que serán publicadas. De todos los títulos detallados en el inventario no hay ejemplares conocidos disponibles de 95 cabeceras. Aún hoy seguimos trabajando, en la espera de que el proyecto esté finalizado durante el presente año 2007. Efectuando un cálculo aproximado, se pre-vé que el total alcanzará por lo menos las 2000 páginas. JORGE F. DA SILVA CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 334 LA RESURRECCIÓN DE LA MEMORIA: ENTREVISTA A MANUELA MARRERO RODRÍGUEZ Con motivo de la presentación en la casa Salazar de Frías de Santa Cruz de La Palma del libro Acuerdos del Cabildo de La Palma 1554-1556, la se-de del Centro Asociado de la UNED en La Palma «Valeriano Fernández Fe-rraz » fue escenario de la entrevista que concedió al consejo editorial de Cartas diferentes Manuela Marrero Rodríguez, coordinadora general del proyecto de edición y estudio del primer volumen conservado de actas de sesiones del antiguo Concejo palmero, que contó además, en su puesta en marcha, con la colaboración de las profesoras Emma Solano Ruiz y Gloria Díaz Padilla para la transcripción y examen introductorio, y de Luis A. Hernández Martín para la elaboración del profuso índice analítico final que lo acompaña. No es esta la primera vez que la profesora Marrero, catedrática eméri-ta de la Universidad de La Laguna, se vuelca en labores de edición docu-mental. Ya en 1949 participaría junto a G. de L. Cáceres, E. González, A. Díaz y B. Cabrera en la transcripción de los acuerdos del Cabildo de Tene-rife correspondientes a 1497-1507 y en 1953 en la de los documentos que componían la monografía Reformación del repartimiento de Tenerife en 1506, en esta ocasión con Emma González y Luisa Fabrellas. Pero no será hasta 1958 cuando dé a conocer, de nuevo junto a Emma González Yanes, su predilección por este tipo de trabajos a través de los Extractos de los proto-colos del escribano Hernán Guerra, con el que se inauguraba una serie de monografías de similares características que habrían de repetirse sucesiva-mente en la colección Fontes Rervm Canariarvm del Instituto de Estudios Canarios (La Laguna, Tenerife). Al saludar el material, Agustín Millares Carlo (1893-1980) reconocía entonces su carácter pionero en España: Hasta ahora no disponemos de una bibliografía razonada de los trabajos que sobre los archivos notariales han visto la luz en España y en Hispanoamé-rica. Varios son los repositorios de protocolos españoles que han dado a conocer sus inventarios y muchos aquellos otros cuyos funcionarios trabajan en la re-dacción de índices y catálogos; pero el primero, que sepamos, en que detallada- NOTICIAS 335 mente y documento por documento se especifica el contenido de un conjunto de esta clase es precisamente el libro que ahora nos ocupa1. Y concluía su recensión en estos términos: Los avezados a trabajos como el llevado a cabo por las señoritas González Yanes y Marrero Rodríguez conocen bien la suma de dificultades de lectura y transcripción que presentan los textos manuscritos de los siglos XVI y XVII; razón suficiente —de no haber otras muchas— para admirar y aplaudir sin reservas la maestría con que las autoras del libro que hemos comentado han sabido dar-le solución2. También se hacía eco de la novedosa publicación el Dr. Elías Serra Rà-fols (1898-1972), quien destacaba la obra por la ingente aportación de su contenido a la luz de un vacío documental que dominaba a finales de la década del ’50 el panorama de materiales disponibles del siglo XVI canario: [Las autoras] tratan de dar una idea de la riqueza de contenido de estas actas, con alusión a algunos de los temas de interés que ilustran, tomados un poco al azar: los géneros de consumo y de exportación, los artículos de lujo, los guanches y su solidaridad, los oficios y sus nombres, etc. Pero la importancia de un documento no puede anticiparse: es función del propósito que guía a cada uno; desde que dispongo de este repertorio, algunas veces he acudido a él en bus-ca de información de temas diversos, y en todas me ha suministrado noticias útiles. Busqué sobre naves y puertos y hallé la relación y categoría de éstos y los CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 1. MILLARES CARLO,Agustín. «[Recensión de:] Emma González Yanes y Manuela Marre-ro Rodríguez. Protocolos del escribano Hernán Guerra: La Laguna, 1508-1510. La Laguna: Ins-tituto de Estudios Canarios, 1958». El Museo Canario, años XIX-XX, n. 65-72 (enero-diciem-bre de 1958-1959), p. 142. 2. Ibidem, p. 145. 336 fletes y cargas de aquéllas […]; otra vez me interesaron los molinos, y encontré datos sobre los de agua y de viento, etc.3 Pocos años más tarde, Marrero proseguiría en solitario o en colabora-ción la exhumación de escrituras de otras escribanías tinerfeñas (de Juan Ruiz de Berlanga [1507-1508] y de Los Realejos [1521-1524 y 1529- 1561]) y, especialmente, de los acuerdos del Cabildo de Tenerife (volúme-nes 1525-1533, 1538-1544 y 1545-1549), continuando con ello las pro-puestas de edición que había planteado desde el principio de la colección Fontes Serra Ràfols, profesor de la Universidad de La Laguna y promotor a mediados del siglo XX de las nuevas líneas de pesquisa historiográfica en Canarias. En 1993, la profesora Marrero recibía un merecido homenaje por su dilatada trayectoria docente e investigadora de parte de sus compañeros universitarios, fruto del cual nacieron los dos tomos de Strenae Emmanve-lae Marrero oblatae. En reconocimiento a su contribución al desarrollo de la investigación, a la «construcción de nuestro conocimiento historiográfico» y a la conservación del patrimonio documental insular, de los que había sido indudable protagonista, además de haber sabido «comunicar a las jóvenes generaciones sus conocimientos, creando una auténtica escuela de paleografía en la que se han formado generaciones de reconocidos historiadores isleños que han seguido sus pasos»4, a la profesora Marrero le fue concedido el Premio Canarias 2005 de Patrimonio Histórico. * * * Víctor J. Hernández Correa. ¿Cómo y cuándo comenzó su afición y su dedicación profesional a la Paleografía y la Diplomática? Y es que, claro, muchas personas consideran que son disciplinas muy duras y aburridas. ¿Cómo se enloqueció para introducirse en ese mundo? NOTICIAS 3. SERRA [RÀFOLS], Elías. «[Recensión de:] Emma González Yanes y Manuela Marrero Rodríguez. Extractos de los protocolos del escribano Hernán Guerra, de San Cristóbal de La La-guna. 1508-1510. La Laguna: Instituto de Estudios Canarios, 1958». Revista de historia cana-ria, t. XXV, año XXXII, n. 127-128 (julio-diciembre de 1959), p. 290. 4. http://www.gobcan.es/presidencia/dc2005.html (consultado el 1 de enero de 2007). 337 Manuela Marrero Rodríguez.Tuve un buen maestro: don Elías Serra Rà-fols. En realidad, él no me introdujo en la Paleografía sino como disciplina auxiliar de la Historia, aunque eso a los paleógrafos no se les puede decir, porque «la Paleografía —dicen— es una ciencia independiente». Bueno… Don Elías me introdujo en el mundo de los documentos, un mundo apasionante que te va descubriendo cómo a través de los siglos las perso-nas no cambian la forma de ser. Las mismas ilusiones que tenemos hoy las tuvieron antes ellos. Eran personas. Por tanto, salvando las distancias de la época —hay que tener en cuenta que ellos vivían hace cinco siglos o más— , como humanos, padecían rencores, envidias, amor… Y eso es un mundo emocionante: ver que aquellas personas tenían las mismas o casi las mis-mas ilusiones que tenemos hoy. Y, claro, había de todo: gente mejor y gen-te peor. Los había que poseían más elegancia en su humanidad; otros, en cambio, eran más intransigentes. Por ejemplo, yo que he leído tanto los acuerdos del Cabildo tinerfeño a veces comento —o comentaba hace tiem-po— con algunos concejales que ya no ejercen en el Ayuntamiento de La Laguna: «¡Ay, me acuerdo más de ustedes…!». Son muy parecidos: todos tratan de barrer para dentro, de sacar lo que pueden en su provecho… Y así [ríe]. VHC. Cuando Ud. empezó y a lo largo de su carrera, ¿cómo se le ocu-rrió siendo mujer… MMR. ¿Mujer? VHC. … introducirse en un mundo de hombres? MMR. No, no, no. VHC. Bueno, siempre ha habido mucho nombre de hombre. MMR. Eso no tiene que ver. ¡Oiga! No me vengan aquí… Siempre ha ha-bido mujeres que se han destacado en su época, no ahora, que creemos que parece que es del otro día cuando la mujer se ha revalorizado. No, siempre ha habido mujeres que se han adelantado a su tiempo. Aunque hayan es- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 338 tado en una esquina. Pero… bueno, han sido valientes. Además —y esto responde también un poco a la pregunta que me hizo antes—, mi maestro pensaba que a los futuros licenciados, fuesen mujer u hombre —u hombre y mujer, como se decía antes—, había que interesarles, independientemen-te de que aprobaran cursos o los perdieran, y enseñarles ese mundo de la ciencia pura que es la investigación, porque es un mundo maravilloso. Es un universo que quien lo sabe es quien lo trabaja. A los otros les parece pe-sado, aburrido, triste, poco vistoso, especialmente hoy, que se persiguen las cosas que se hacen por la mañana, se terminan a mediodía y se publican por la tarde. Y además todos creen que descubren el Mediterráneo. El Me-diterráneo hace muchos siglos que fue descubierto. Porque como nadie lee, sino que cada uno se cree que desvela cosas nuevas, dice: «¡Ay, mira!», y re-sulta que eso ya lo había dicho alguien de una manera o de otra. Si los otros no hubieran trabajado de una forma artesanal, no se habría llegado a aho-ra. Lo que pasa es que hoy en día hay más medios, más dinero que se gas-ta inútilmente; en cambio para otras cosas no hay dinero. ¡Se publican tan-tos libros que no sirven para nada! Y sin embargo se dejan los más importantes. Porque con esto se hace la historia, la historia de La Palma, de Tenerife o de Gran Canaria… VHC. Volviendo a ese origen, porque a mí es una de las cuestiones que más me han llamado la atención (me refiero a esas mujeres históricas y de los últimos años que ha tenido Canarias), ¿nunca se ha sentido desplazada ni ha tenido ningún conflicto en ese sentido? MMR. Yo me he sentido como mujer siempre. Siempre me han respeta-do. Yo también he respetado a la gente. Siempre he considerado a la gente como persona, porque la gente es persona, y para mí tiene un valor el in-dividuo como ser humano, no por lo que tiene, porque tenga mucho dine-ro o porque tenga poco, porque tenga muchos estudios, porque tenga mu-chos títulos… No. La persona, de cualquier estamento, desde el más humilde al menos humilde, tiene para mí un significado humano. Y, por tanto, los trato como personas y ya con eso tienen un valor. ¿Que estudia-ron? Bueno. ¿Que no estudiaron? Es que hay inteligencia natural. Los in-dígenas eran inteligentes naturalmente.Y mucho. Más que algunos que van NOTICIAS 339 a la universidad. Porque pasan por la universidad, pero la universidad no pasa por ellos. ¿Estamos? [ríe] VHC. Yendo a las diferencias en cuestiones económicas, técnicas, cuan-do Ud. se licenció y comenzó sus investigaciones frente a la situación ac-tual, en la que las bibliotecas están en mejores condiciones, los archivos es-tán más catalogados [MMR me mira con expresión que interpreto de extrañeza] —bueno, algunos—, ¿cree que hay un salto? MMR. Hoy en día hay más dinero que se gasta inútilmente, eso sí lo pien-so. Porque no se da a quien trabaja sino a los que están allí como tratando de conseguir algo; vaya, que quieren medrar. Y bueno, antes todo era arte-sanal: desde que uno tenía que ir al archivo, sentarse… Por ejemplo, en re-lación con estos Acuerdos recuerdo que me costó bastante —ya lo digo en el libro— que me dejaran entrar al archivo. Y luego me pasaba desde las nueve de la mañana que entraba hasta que nos íbamos. Me decían: «¿Se quiere quedar para mañana aquí?». Y nos íbamos a las dos. No me levanta-ba de la silla. Desde las 9:00 hasta las 14:00. Esto ocurrió cuando venía aquí a la UNED a dar clases. Como tenía las mañanas libres, digo: «Voy a de-dicarme a esto». Después vieron otras compañeras y les dije que si querían participar. Y vinieron. Ya le digo, hace falta tener ilusión e interesarse por eso, porque el que cree que lo hace por dinero… Además, no nos daban nada. Era todo gratis. Lo dimos todo gratis. Y dándolo gratis parece que no les interesa porque parece que hay que pagar.Yo nunca he recibido dinero por esto.Y además, no lo quiero tampoco. Porque si recibo dinero me obligan a hacerlo como ellos quieren y yo quiero tener independencia. Quiero hacerlo como yo creo que debo hacerlo. No quiero decir con eso que lo haga perfecto. Me equivoco, como todas las personas. Pues natural, soy humana, pero por lo menos lo hago como yo quiero. ¿Estamos? [ríe] VHC. Y esta convicción que demuestra cuando habla, ¿la ha tenido siempre en general con el mundo de la investigación o Ud. se ha ido de-cepcionando a lo largo del tiempo? CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 340 MMR. Por ejemplo, con respecto a este libro es divertido —ya lo escribo en la «Introducción»—. Para ellos siempre ha sido interesante o siempre ha-bía parecido interesante… Ellos no saben nada de nada, porque los políti-cos no saben nada de los puestos que desempeñan… Sabrán de otras co-sas, no digo que no, ¿eh? Eso es aparte. Y no digo tampoco que no sean inteligentes. Lo que pasa es que colocan a gente que no sabe. Y luego los asesores tampoco saben... Y se gastan dineros inútiles. Porque hay que ver cada asesor que tiene cada uno… que vamos… es de risa. O de pena. Y di-cen cada barbaridad… Y una se queda diciendo: «Pero, bueno, ¿estos seño-res están al frente de una entidad?». Pues ya podrían antes dedicarse a ha-cer un cursillito pequeño, aunque sea [ríe]. O tener otros asesores. ¿Ud. me pregunta si me he decepcionado? No. No porque yo creo que la gente que ya no está, sino que está en el otro lado, nos ayuda también. Porque ellos aparecen vivos allí. Si aparecen en los protocolos notariales, surgen haciendo compras, ventas, intercambios, pagando deudas, escribien-do testamentos. Antes, incluso, se iba más al escribano que ahora al nota-rio (que son lo mismo, aunque con distinto nombre). Y es que antes se iba más porque escribir no se consideraba como signo de cultura, sino como una artesanía. El que sabía escribir, estupendo. Ese se dedicaba a elaborar documentos que no sabían hacer los que no escribían. ¿Qué pasaba con el resto? Pues unos se ocupaban en el mundo militar (para guerra o defensa). Después, estaban los mercaderes; algunos no sabían escribir, pero al menos sabían manejárselas a su aire y no los engañaban y, si los engañaban, pro-curaban que no los engañaran dos veces. Pero generalmente había poca gente que supiera leer y escribir. Eso desde luego. Pero es que en la época de la que estamos hablando era muy distinto el concepto de analfabetismo. A las mujeres, por ejemplo, casi nunca se les enseñaba porque tenían bas-tante con cuidar a los niños. Los que Dios les daba y unos cuantos más, ya que luego estaban la sobrina, el pariente que estaba solo y lo llevaban a la casa… Eran unas casas largas y enormes. Había que trabajar mucho y to-dos ayudaban a sacar a los hijos adelante. Entonces, las mujeres, ¿para qué querían saber leer o escribir? Algunas sí sabían, claro. E incluso había au-ténticas ilustradas. Sin embargo, se trataba de pocos casos. Es apasionante porque es la vida real. NOTICIAS 341 Lo que pasa es que en el mundo de hoy hay muchos siglos de diferen-cia. La mujer actual es de otro tipo. Ha entrado en el universo del trabajo. Ahora, incluso, de acuerdo con la política que gobierna, existe el mismo número de hombres que de mujeres. Me parece una ridiculez. Porque es-tán demostrando que las que están de ministras no saben nada. Están con-tinuamente: «¡Ay, me equivoqué! o «¡Ay, dije esto que no era!» o «¡Ay, dije otra cosa!». O sea, que ya podían hacer un reciclaje, ¿no? Por lo menos. O decir que no. Yo pienso que si uno no sabe una cosa, pues lo dice, sencilla-mente. Yo no tengo por qué saber todo. Yo sé una mínima parte de un fis-co. Pero, ¿eso en el mundo? Díganme a ver. Y así todos. ¿Qué pasa, le gus-ta o no? [ríe] VHC. La combinación de la docencia y la investigación que ha llevado de manera paralela, ¿le han resultado, no le han resultado, prefiere una u otra, le gusta enseñar? Porque Ud. es famosa también como enseñante. MMR. Sí, claro, también me he dedicado a mis alumnos. Pero hay que dedicarse por completo. Porque no es que los amarrara para estudiar si no querían. Yo en eso he sido bastante independiente. Me gusta que no me obliguen. Igualmente yo no he obligado a nadie. Al que venía a la asigna-tura mía, que era optativa, le leía bien la cartilla desde el primer día. De-cía: «Aquí, el que no viene para aprender que se vaya». Y, claro, algunos se iban. Y otros seguían. ¿Unos trabajaban más que otros? También. He teni-do buenos alumnos que han realizado buenas tesis doctorales. Tesis estu-pendas de gente bastante inteligente. Y ha habido otros que no son tan es-tupendos pero trabajan. Y a esos también hay que ayudarles, porque no todos disponen de las mismas capacidades. Hay quien es poco inteligente pero lo suple con el trabajo. Y otros más inteligentes lo suplen con la inte-ligencia o la aplican. Después existen los que quieren bailar un poco el asunto. Quieren tratar de conquistar a una: «Ay, porque su asignatura me gusta mucho». Y yo decía: «Bueno, pues trabaje». O me decían: «Ah, déme unas láminas, déme esto, déme lo otro». Y yo: «Bien, pues trae de llevarlo adelante». O: «Quiero hacer esto con Ud.». Y yo: «Pues Ud. lo que tiene que hacer es demostrarme que sabe trabajar». Y si no sabían se iban. Ahí no había nada que hacer. ¿Le parece bien o no? [ríe] CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 342 VHC. ¿Cómo se decidió a continuar la labor emprendida por el profesor Elías Serra en la transcripción documental de acuerdos del Cabildo y pro-tocolos notariales tinerfeños? MMR. El Dr. Serra es el que me introdujo en este mundo documental y es el que me dio la ilusión. Él también logró animarme con esto. A veces no se consigue todo lo que uno quiere porque no hay documentos o los documentos no dicen lo que uno quiere que digan o dicen otras cosas… La vida toda es una especie de contradicción. No siempre sigue un camino de-recho. Y, claro, todo eso desconcierta. Hasta que uno lo vaya aprendiendo. Porque la vida es así: desconcertante. Nos pasa a todos y hay que ir apren-diendo poco a poco. La vida va enseñando en este aspecto a medida que uno avanza. Y a mí me gustaba porque quería continuar la labor del Dr. Se-rra. No es mía, es la labor del Dr. Serra. Póngalo ahí claro. Yo no he descu-bierto nada. ¡Continúo la labor del Dr. Serra! Y él me comunicó o yo re-cogí esa ilusión que tenía él. Cuando Elías Serra y Buenaventura Bonnet Reverón publicaron el primer volumen de la colección Fontes Rervm Cana-riarvm, Conquista de la isla de Gran Canaria (1933), basado en una cróni-ca que se conservaba en la Biblioteca Provincial del Instituto de Canarias, decían aquello tan gracioso: «Esto, más que nada, es una profesión de fe». Lo decían porque no había nada, no había dinero, no había nada de nada. En-tonces, había que trabajar. Y había que dar ejemplo. Él enseñaba con el ejemplo. No daba conferencias altisonantes, que esto, que lo otro, lo de más allá, sino el ejemplo. Y eso parece que no, pero cala, sin necesidad de hacer aspavientos ni discursos rimbombantes. No, no, el ejemplo es lo mejor. Y lo mismo pasa con los padres. Yo tuve suerte porque mis padres fue-ron liberales. Me enseñaron a saber. No me prohibían nada. Cuando yo pe-día permiso me decían: «¿Tú crees que puedes ir? Pues vas. ¿Que crees que no puedes ir? No vas». Y yo, cuando iba a lo que quiera que les pedía per-miso, pensaba: «Aquí mi padre… debía de no haber venido». Y eso me fue enseñando a tener una vida independiente. Hoy en día soy mayor y siem-pre recuerdo esto y además lo tengo en cuenta. O sea, me enseñó. Y como además soy independiente económicamente, pues no estoy atada a nadie: puedo decir lo que quiero, no pido nada para mí… pues punto y aparte. NOTICIAS 343 VHC. Además de la Universidad de La Laguna, Ud. se vinculó, como no podía ser de otra manera, con el Instituto de Estudios Canarios. MMR. Don Elías nos hizo también intervenir en el Instituto y nos intro-dujo en él. Aunque don Elías no fundó el Instituto —lo fundaron María Rosa Alonso, que también fue profesora mía, y otros compañeros suyos, aunque ella es la madre del Instituto—, nos orientó entorno a él. Además nos servía para publicar cosas que íbamos trabajando, que íbamos descu-briendo. Con ello don Elías formaba investigadores. Esa era una tarea no muy fácil porque los investigadores no salen desde que terminan la carre-ra. No digo no haya cierta tendencia, pero generalmente se forman. Yo siempre que puedo tengo un recuerdo emocionado para mi maestro, por-que reconozco que fue quien me orientó por ahí y yo estoy contenta con ello aparte de las clases. Yo trataba de enseñar, no obligaba a nadie, ahora bien, el que iba tenía que trabajar, si no que se fuera. Me daba lo mismo tener muchos alumnos que pocos. De hecho prefería tener pocos si sacaban partido de ello. Si no, ¿para qué quiero alumnos que no sirven? Dicen: «Ay, es que yo estoy por Ud.». No, no, no. A mí no me ata nadie. Nadie en ese sentido. Yo respon-día: «Ud. viene porque quiere, ¿no? Entonces, si viene es porque le intere-sa; pues entonces, trabaje». Y ya digo, he tenido buenos alumnos de buenas tesis, de tal manera que muchos han recibido premios extraordinarios y otros reconocimientos. VHC. ¿Cómo valoraría la manera en que han cambiado los archivos que Ud. más ha consultado? MMR. He trabajado en el Archivo Municipal de La Laguna, que es el de-positario del antiguo Cabildo, donde están las actas de acuerdos y otros do-cumentos, y en el Archivo Histórico Provincial, que ahora está en el cami-no de la Hornera (antes en Santa Cruz de Tenerife). Asimismo, alguna vez que viajaba a la Península, no siempre, fui al Archivo de Simancas. En el extranjero no he ido a los archivos. Pero no hace falta. No sé si lo diré ma-ñana en la presentación del libro, pero aquí hay una ingente masa de do-cumentación que está muerta de risa. Se está muriendo, de risa y de pena. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 344 Y sin embargo, estamos que no podemos trabajar. Oiga, la historia se hace con estos archivos. Con los municipales, o sea, los concejiles o de los cabil-dos, donde están las normas que dirigen el gobernador o el teniente de go-bernador con los regidores que siguen las directrices de la Corona —más o menos, salvando las distancias, porque la Corona está lejos y esto está más lejos aún—. Y con los Protocolos Notariales, en los que está la vida diaria, se puede seguir paso a paso toda la historia de cada individuo. Esta línea está muy de moda en el extranjero. Pero aquí todavía no se hace ese se-guimiento de las personas con toda su vida (todo lo que se puede, porque a veces quedan documentos perdidos o que no se han escrito nunca o que sabe Dios dónde están). Bueno, pues con todo esto se puede escribir la his-toria de La Palma estupendamente.Y lo tenemos al alcance de la mano.No hemos de gastar ni una perra. Pero la gente no quiere eso. La gente quiere, como digo, empezar por la mañana, terminar al mediodía y publicar por la noche. O descubrir el Mediterráneo, que ya está descubierto. Y hay otras cosas más, pero entonces digo lo de mañana [ríe]. VHC. ¿Y la gestión de esos archivos? ¿Cree que están bien dirigidos? MMR. Bueno, está haciéndose algo. Lo que pasa es que como los archi-vos no dan votos… Desgraciadamente nuestros gobernantes van a lo más inmediato, que son los votos. Son remisos, tienen poco dinero, siempre es-tán restringiendo, nunca hay suficiente gente empleada o trabajando allí. Precisamente por eso, porque el dinero se emplea en otras cosas o en cosas más vistosas o más orientadas de cara a la galería. Y allí no. Y lo mismo pa-sa con los que trabajan en los archivos. Es mucho tiempo, se trabaja muy despacio y todo en silencio, calladitos, y parece que no se hace nada, y eso no ayuda. La gente no va por eso. La gente quiere vistosidad, quiere oír de-cir: «Ay, cuánto vale este muchacho». Lo mismo que los políticos. Igual. ¿Ud. ve lo que ha pasado ahora? Bueno, más vale no hablar de eso [ríe]. VHC. Pues yo quería preguntarle, como lagunera, inevitablemente por la casa de Salazar, sede del Obispado Nivariense. NOTICIAS 345 MMR. Pues mire, yo soy sincera. Estos días me he molestado por eso. A mí me parece que en las Islas, no sólo en La Laguna, falta infraestructura. Lo dicen los periódicos, ya lo están diciendo. Lo que ocurre es que pasan sobre ascuas, no hacen mucho hincapié. La infraestructura deja mucho que desear. Lo decía el otro día como consecuencia de las aguas que ha habido en el sur de Tenerife. Se ha producido cada atasco en la carretera que no sé por qué no han pasado más desgracias o no ha pasado ninguna. Y ade-más estamos siempre sobre lo mismo. Pasa cuando la lluvia de Santa Cruz de Tenerife, pasa cuando las lluvias del otro día, pasa cuando lo de la tor-menta tropical Delta —que, por cierto, tiene nombre de letra griega— y ahora pasa con la sede del Obispado. Bueno, ahora no. Ya se han quemado muchísimas iglesias en Tenerife. No sé qué es lo que ha ocurrido en otras islas como Gran Canaria o La Palma. Lo que sí sé es que en Tenerife se han quemado bastantes. Eso quiere decir que ahí hay algo que falla. ¿Y qué es lo que falla? Por un lado, las autoridades eclesiásticas no se preocupan mu-cho que digamos por las cosas que están desempeñando. Ellos son unos re-presentantes que están allí, no del pueblo, desde luego; el pueblo acude a los templos, por lo que todos hemos de velar por este patrimonio. Porque si Ud. no cuida la casa donde vive o de la iglesia, ¿qué es lo que ocurre? Por otro lado, las autoridades civiles tienen que poner una infraestructura que valga, que sea de verdad, que no sea de mentira, que no engañe a nadie. Si Ud. va a tomar agua para apagar un incendio y no encuentra con qué apla-car aquello… En la calle San Agustín, aunque dicen que sí, no había una toma de agua; iban a otro lugar a buscarla. Y encima salía un chorrito que, ¡vamos!, era de risa. Además tardaron mucho en llegar. Luego los bombe-ros no son profesionales, sino que sirven un poco para todo. ¡No, señor! Pa-ra una isla como Tenerife y una ciudad como La Laguna hay que disponer de un equipo eficaz. No sé si me explico. VHC. ¿Cómo se podría aprovechar o qué enseñanza se podría sacar de este suceso? MMR. Creo que ellos no aprenden. Me da la impresión, porque ya ha pa-sado no sé en cuántas iglesias y siempre estamos igual. Ahora le tocó al pa-lacio episcopal.También por un error humano, porque encendieron una es- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 346 tufa, no era un corto circuito.Yo creo que si Ud. tiene una casa antigua con cortinajes está pendiente de la estufa o al menos no se despreocupa por completo. Dios no provee, Dios le dio al hombre inteligencia —para eso lo creó— no para rezarle, sino para que hiciera el trabajo. Recuerde que en la célebre multiplicación de los panes y los peces, Jesucristo no los creó; pi-dió ayuda a los hombres, les dijo: «¿Hay alguien que tenga por ahí panes o peces?». Entonces, cada uno de los que llevaban algo lo puso en común. Y luego encima sobró. ¿Por qué? Pues porque todos se sintieron unidos y ca-da uno puso lo que tenía, poco o mucho, a disposición. No fue un milagro de Dios, sino que ante esa característica del hombre, Cristo solicitó auxilio y los hombres respondieron. Pues eso es lo que nos pide el Señor. No nos pide que recemos esto y lo de más allá y que la providencia proveerá. No, no, no. Para eso está el hombre, para eso le dio inteligencia: para que si-guiera la labor y se acordara también de los pobres, que —por cierto— tampoco se acuerdan de ellos. Los pobres no existen. Y hay muchos po-bres, no digamos. Pero, ¿se nombra a los pobres? Y Cristo vino a rodearse de pobres, no de ricos. Él decía que venía para los que estaban enfermos, no para los sanos. Así que mire. ¿Qué le parece? VHC. No… MMR. Hombre, diga qué le parece. VHC. Yo… estoy de acuerdo, lo que ocurre es que el protagonismo aquí es suyo. MMR. Bueno, pero no venga aquí a echarme la culpa a mí [ríe]. VHC. No le echo la culpa de nada… MMR. Ud. que quiere que yo diga cosas, que me está preguntando, tam-bién tiene que poner la carne en el asador, ¿eh? VHC. Por brindarles una mano, por así decirlo, qué decálogo o qué man-damientos cree que se podrían establecer a partir de lo ocurrido? Y no lo NOTICIAS 347 digo sólo por la Iglesia. Creo que es algo de lo que podemos aprender to-dos: la administración pública, los particulares, etc. MMR.Yo no puedo dar reglas. Ni soy nadie para dar consejos. Lo que pa-sa es que estoy viendo hoy mismo en el periódico que en el palacio de Na-va cuando llueve cae más agua dentro que fuera. Y las palomas. Y todo lo demás. Así que no me digan. ¿A qué están esperando? ¿A que se caiga? Y así todo. La Laguna es un desastre. Y en Santa Cruz, aunque es una ciudad más moderna, ocurre exactamente lo mismo. Quieren hacer tantas cosas… Por ejemplo, una ciudad como La Laguna que es Patrimonio de la Huma-nidad, en una calle como es la de San Juan, construyen detrás de una er-mita que dicen que es de los plateros, un edificio de cristaleras. No sé si eso está bien: un inmueble tan moderno junto a una edificación de siglos an-teriores. Yo no sé, yo no soy arquitecto, pero eso no lo entiendo. O es una ciudad que posee un patrimonio antiguo y se puede conservar o se tiende más a crear una ciudad moderna. Otra cosa. El edificio de la catedral está desde hace no sé cuántos años cerrado. ¿Cuándo se va a terminar esta obra? ¿Pero dígame cuándo? Des-pués, el Teatro Leal está cerrado desde hace más de veinte años. Es decir, una ciudad que era de la cultura, no tiene teatro, no posee cine, ni siquie-ra dispone de un salón para cien personas, hay que estar siempre en un sa-lón pequeñito o en las salas del Ayuntamiento o en lugares en los que es-tamos todos apretados. Yo no digo que haya que construir un auditorio, sino una sala en la que quepan cien personas holgadamente que puedan disfrutar de una conferencia o de cualquier acto. Entonces, ¿de qué cultu-ra estamos hablando? ¿De unos a los que ponen allí tocando o haciendo machangadas…? Eso no es cultura, o al menos para mí eso no lo es. Ahora bien, si las autoridades piensan así, yo me callo. VHC. ¿Cómo alentaría a una persona que está empezando a trabajar? MMR. En un trabajo que hizo Alejandro Cioranescu con motivo de un homenaje póstumo ofrecido a don Elías Serra, decía: «Mientras los jóvenes se interesen por el pasado muerto —que no creo que se interesen—, en-tonces puede ser que continúe la historiografía canaria, y mientras no se CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 348 consiga a otra persona como don Elías, con su misma capacidad intelectual y con idéntica dedicación plena a la investigación, sin otra aspiración que el gusto por trabajar, no hay nada que hacer, seguiremos igual». Porque lo que hacen es copiarse. O ponen al día los libros publicados de gente que está muerta o viva pero cuyas condiciones físicas no le permiten continuar trabajando. Dicen que lo ponen al día, sin embargo, lo que hacen es co-piarlo. Vamos a ver. Si Ud. encuentra un nuevo documento que ayude a matizar un aspecto ya tratado, haga un trabajo bajo el título de «Nuevas aportaciones a…» y deje los libros antiguos como están. Separe Ud. las dos cosas. Pero, no. Si esto es historia… yo soy el papa. Y cuidado, una cosa es hacer nuevas ediciones y otra muy distinta es aprovecharse de lo que dicen los otros anunciando que van a hacer cosas nuevas; y encima hacen la obra peor. Y todo para que el resto cite sus obras y no las antiguas. VHC. Algún ejemplo… MMR.No, señor. Como decía Jesucristo: «El que tenga oídos para oír que oiga y el que tenga ojos para ver que vea». Mire, yo llevo muchos años en esto. Comprendo que duele, pero que trabajen, que hagan una obra que valga la pena, pero que realicen este tipo de cosas me parece de muy poca honradez científica. Lo que no puede ser es que se anule el otro libro por-que su autor se haya muerto. Además, ¡sabe Dios en qué condiciones físi-cas y materiales lo hizo! Los archivos estaban en muy malas condiciones, todo se anotaba a mano, no había fotocopiadora. Hoy, en cambio, por me-dio de los adelantos de la comunicación digital podemos leer un docu-mento original que nos envíen de China al instante, sin esperas. VHC. ¿Qué opinión le merece el trabajo de transcripción de los proto-colos de Domingo Pérez, escribano público de La Palma, realizado por Luis A. Hernández, que ha aportado documentos sobre personajes cuyas biografías se encontraban desdibujadas, como la de Marcos Roberto de Montserrat? MMR. Generalmente, cuando se copia no se posee suficiente honradez científica para confrontar una nota o un dato y comprobar si aquello es NOTICIAS 349 verdad. Por eso mismo, el trabajo de Luis con los protocolos de Domingo Pérez o este de los Acuerdos del Cabildo aportan nueva información de pri-mera mano. Por ejemplo, han dicho siempre que cuando se pedía ayuda a la Corte, los reyes enviaron 30 000 maravedíes —más o menos, no me acuerdo de memoria—. Y, claro, uno piensa: «¡Qué poca cantidad!». En re-alidad, en un párrafo de estos acuerdos, casi al final, es decir, en torno al primer trimestre de 1556 se lee que los reyes enviaron casi 3 000 000 de maravedíes, que son dos cuentos y medio. Claro, vieron 3 cuentos y no sa-bían qué era eso de «cuentos». No sabían que en aritmética un cuento equi-vale a un millón. O no leyeron bien, o no lo leyeron al completo. ¡Van le-yendo a salto de mata! Y así no se puede, hay que leer seguido para uno darse cuenta de muchas cosas que pasan desapercibidas. La verdad es que los historiadores de La Palma siguen a Juan Bautista Lorenzo Rodríguez y sus Noticias para la historia de La Palma y este cronista hacía lo mismo que estos: lee aquí y más allá, pero no sigue al completo la documentación. O acuden a Antonio Rumeu de Armas y sus Piraterías y ataques navales de las islas Canarias, en su primera o segunda edición. O a Jaime Pérez Gar-cía, que ha consultado bien los protocolos notariales. Los demás se limitan a copiar. Y, claro, ocurre que como no hay mucho publicado sobre el siglo XVI se conoce muy bien a quién se ha copiado, aunque traten de ocultarlo. No en vano dicen que se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Bueno, yo creo que ya está bien. Vamos a terminar ya, ¿no? VHC. Sólo una última cosa. De los últimos trabajos historiográficos re-lativos a La Palma que Ud. conoce, ¿quiere nombrar alguno en particular que le haya llamado la atención por algo? MMR. Mire, yo en realidad leo poco porque ya leo bastante documenta-ción antigua. Además, para leer y pensar: «¡Ay, esto lo he leído ya!» o «Es-to lo he leído en otro sitio», no gasto tiempo. Quizás, si estoy haciendo al-gún trabajo concreto, voy a obras para realizar consultas precisas. No me da tiempo a leerlo todo. Y menos esas cosas. Con esto no quiero decir que estos autores no hagan nada bueno, ya que creo que de toda obra algo se puede aprender, pero en general dejan mucho que desear.Además, veo que mucha gente piensa que si escribe mucho y está en muchos sitios, parece CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 350 que es más lista o más importante. Yo creo que no, creo que esto es un error. Como les decía siempre a mis alumnos, no hay que poner muchos calderos al fuego porque alguno se quema. Y efectivamente se queman. Porque cometen cada garrafada… ¡Uf! Y esto ya los define, a él o a ella. Es preferible hacer poco y bien que mucho y mal. Pero ellos se afanan. Ade-más, los mismos ministerios con ese cuento de los tramos por los que dan a los profesores más dinero fomentan esa carrera de tanto escribir y escri-bir. Y, claro, así sólo pueden hacer un baúl, con la mitad de su contenido repetido. Y así andamos. Eso no es investigación. Cuando yo estudiaba no daban tramos. Eso es nuevo. Eso no lo cogí yo, ni cogí los años sabáticos… A mí me tocó la época en la que se pagaba bastante poco y en la que to-do era gratis. Y los alumnos me decían: «¡Pero, para qué es boba!». «Bueno —decía yo—, pues soy boba, ¡qué le vamos a hacer!». VHC. Si volviera hacia atrás, ¿volvería a repetir? MMR. Claro que sí. Lo haría exactamente igual. Estoy contenta. Ahora que estoy casi al final de mi vida —se puede decir— porque el horizonte no se me presenta a largo plazo, soy feliz. Puede ser que aprovechara algún error cometido que no volvería a repetir, pero el resto seguiría igual. Ade-más es bueno tener errores, porque de ellos se aprende más. Cuando reci-bí el Premio Canarias de Patrimonio Histórico, recuerdo que dije: «Apren-dí de todos mis profesores a no desanimarme con los fracasos, ni a envanecerme con los éxitos, sino que ambos, fracasos y éxitos, fueran esca-lones para subir en busca de la verdad del documento y de las investiga-ciones ». Y todo ello con un método y un rigor científicos y con una gran paciencia. No hay que tener tanta prisa. Uno se muere pronto, es verdad. Además, España es un país que da las cosas cuando uno se va a morir [ríe] o casi cuando estás en las últimas [ríe]. A alguno no lo coge, porque se mu-rió antes… Más vale reírnos. VHC. ¿Cree que existe para Ud. aún algún secreto en la historia admi-nistrativa de Tenerife en el siglo XVI? MMR. ¡Cuidado, que yo no sé más que un fisquito! Oiga, no vaya a pen-sar como otros que me dicen: «Como Ud. lo sabe todo…». No. Yo no sé si- NOTICIAS 351 no una pequeñísima parte de la historia canaria. No me da tiempo la vida para saberlo todo. Ni siquiera Tenerife lo conozco bien. Conozco, eso sí, una parte del siglo XVI, que es el más complicado y en algunos aspectos ha sido el causante de todo el daño posterior. En otras no. No se puede abar-car todo, la investigación es lenta, la vida no da para todo y ahora que es-toy mayor soy más lenta aún. Ya no puedo correr como antes, es decir, tra-bajar tan seguido, porque me canso y porque tampoco me conviene, me puede dar algún trastorno; lo cual no quiere decir que no me vaya a dar. Dios quiera que no. VHC. ¿Considera que los palmeros aprendieron algo del incendio de la ciudad en 1553? MMR. Pues sí. De todas formas, aunque no digo que no hubiese sido mu-cho el desastre, porque en efecto los piratas arrasaban lo que podían, lo que creo es que la mayor parte de los desmanes fue realizada por los propios palmeros, que recogieron todo lo que pudieron de oro, plata ¡y documen-tos! Porque vamos a ver: ¿qué les interesaba a los piratas franceses las car-tas escribaniles o las actas capitulares? ¿Cree Ud. que eso podía importar-les mucho? ¿A quién le interesaba más que esta parcela de aquí se le quitara a Fulano y se le diera a Mengano? A los de aquí, ¿o no? Yo no digo que los piratas no hicieran algo porque sería ridículo, pero sí le digo que el mayor desastre sucedió porque los palmeros se dijeron: «Esto es nuestro, vamos a llevarnos lo que podamos». Y en Los Llanos rapiñaron las joyas que quisieron. Luego la gente se dio cuenta de lo sucedido y empezó a pro-testar. Pero los amenazaron. Por otro lado, estaban asustados ante la posi-bilidad de que pudiesen volver los piratas. No se dio ninguna información, porque realmente merecían una buena paliza: «Donde cae el burro, se le dan dos palos», dicen. VHC. ¿Qué otro aspecto le ha llamado la atención del proceso de re-construcción de la ciudad? MMR. Muchas cosas.Yo hablo del pendón porque tanto lío hay en La La-guna a costa de sacar o no el pendón… El pendón era una insignia, un es- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 352 tandarte que enviaban los reyes a cada ciudad anexionada. Y como repre-sentaba a la Corona estaban obligados unos honores militares, de la misma manera que los reyes. Y ahora lo que emplean como bandera no sirve para nada. Eso más vale que lo quiten. A mí me daría vergüenza que me pusie-ran eso como sustituto.Y todo por miedo, son cobardes, temen que les qui-ten cualquier prebenda. Además, fíjese que ya no van los militares. Pero, ¿cómo van a ir si eso ya no representa a nadie? Si las autoridades supieran de verdad qué es el pendón no meterían la pata tanto y tendrían más for-taleza. Pero como los agresores y las autoridades son iguales… Están pa-gando energías inútilmente. En la procesión del Corpus, que era la más solemne porque salía el San-tísimo, y en el día de san Miguel Arcángel, patrono de la ciudad, portaba el pendón un regidor de los más reconocidos, que en 1554 no se encuentra en la Isla ya que tiene que desempañar una misión fuera de La Palma, sus-tituyéndolo otro. En 1555 vuelve a aparecer. Otra cuestión interesante era la enseñanza. Igual que en Tenerife, se preocupaban por tener un preceptor de gramática (que lo era de la lengua latina), ya que quienes estudiaban eran los sacerdotes, los abogados y los que cursaban estudios superiores. También había maestros de enseñar mo-zos, que son —para entendernos— los maestros de escuela modernos. Se trata de personas que saben leer y escribir y enseñan a los jóvenes a adqui-rir una mayor cualificación que les permitiese obtener un oficio más dig-no o mejor remunerado. Asimismo, estudié en la «Introducción» el tema de los oficiales díscolos. Se llamaba oficiales a todos los funcionarios. Como en La Laguna, iban más a lo suyo y a barrer para dentro que a preocuparse de los vecinos y de la Isla (como ahora, más o menos, salvando ciertas distancias). No digo que no se preocuparan, porque todos no eran iguales. Eso desde luego. Los ha-bía que se marchaban a su hacienda, que se encontraba en otros lugares (en Los Llanos, Los Sauces, etc.). Y dejaban los acuerdos para otro día. Los compañeros, claro, se quejaban. Cuando aparecía el gobernador, les impo-nía una multa, pero las cosas seguían igual. Y no sólo ocurría con los regi-dores, también con los procuradores, que no tenían suficiente interés en los pleitos, o fracasaban, o los retomaban cuando ya se había muerto el de-mandante y el conflicto perdía todo el interés. NOTICIAS 353 Interesante es también el caso del mayordomo o ecónomo, cargo que requería una gran responsabilidad. Llevaba las cuentas y, como la casa del Cabildo no existía como consecuencia del incendio del verano de 1553, en su vivienda particular albergaba el pendón y la documentación económi-ca. Existía uno que llevaba muchos años ocupando el cargo y decidieron hacer elecciones anuales. Este señor hacía muy bien su trabajo, desempe-ñándolo a conciencia. Eligieron a otro que era mercader, pero a este no le interesaba otra cosa que sus compra-ventas particulares, hacía todo mal o se iba de la Isla sin solicitar permiso a los regidores, etc. Llegó un momen-to en que toda la administración se hallaba paralizada, por lo que este fue destituido y volvió el mayordomo anterior. Santa Cruz de La Palma, 26 de enero de 2006. Bibliografía: «Semblanza biográfica y cvrricvlvm académico de la profesora Manuela Ma-rrero Rodríguez». En: Strenae Emmanvela Marrero oblatae. Qvas adendas cvravervnt Gloria Díaz Padilla et Francisco González Luis. [La Laguna]: Vniversitas Canariarvm Lacvnae, 1993, pars prior, pp. 13-24; PÉREZ VOITURIEZ, Antonio. «Manuela Marrero: una perspectiva global de sus estudios históricos». En: Strenae… Op. cit., pars altera, pp. 276-289. VÍCTOR J. HERNÁNDEZ CORREA CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL
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Título y subtítulo | Noticias |
Publicación fuente | Cartas diferentes: revista canaria de patrimonio documental |
Numeración | Número 03 |
Sección | Noticias |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Breña Alta (Santa Cruz de Tenerife) |
Editorial | Cartas diferentes ediciones |
Fecha | 2007 |
Páginas | 291-353 |
Materias | Patrimonio documental ; archivos ; cultura ; Canarias |
Enlaces relacionados | Página de la revista: http://www.cartasdiferentes.com/revista.htm |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 2691064 Bytes |
Texto | CONCLUSIONES DEL I CONGRESO DE ARCHIVOS EN CANARIAS Las conclusiones se estructuraron en tres bloques íntimamente imbri-cados: 1 LEGISLACIÓN 1.1 La legislación existente en la actualidad es ambigua, restrictiva e inefi-caz. 1.2 En consecuencia, es necesario un avance significativo en materia legis-lativa y, sobre todo, definir los criterios de acceso a los documentos y la in-formación que contienen. 1.3 Además, se detecta la necesidad de definir bien y de forma definitiva qué es lo público y qué es lo privado. 1.4 Es fundamental que la legislación establezca la naturaleza del archivo, sobre todo como un servicio generalista de la Administración y con el má-ximo de autonomía, por lo que debe depender de departamentos que ten-gan transversalidad y capacidad de actuación tanto en materia administra-tiva como cultural, al ser el archivo tanto administración como cultura. 1.5 Y, principalmente, es necesaria una Ley de Archivos de ámbito estatal que sirva de marco para coordinar las políticas autonómicas. 1.6 En Canarias hay que regular y delimitar las competencias de cada ám-bito administrativo, quedando patente la necesidad urgente de crear el sis-tema y la red de archivos de Canarias, en el que estén incluidos tanto los archivos públicos como los privados. 2 FORMACIÓN Y CONSIDERACIÓN PROFESIONAL 2.1 El desarrollo profesional es una de las asignaturas pendientes, por lo que es primordial la formación de archiveros capaces de afrontar el traba- 292 jo con solvencia, debiendo ser la universidad la institución responsable de que dicho objetivo pueda conseguirse mediante el diseño y puesta en fun-cionamiento de los planes de estudios pertinentes. 2.2 Respecto de la consideración profesional del archivero, consideramos esencial su inclusión en las RPT de las instituciones con el máximo nivel jerárquico posible, para facilitar la interlocución con los dirigentes de di-chas instituciones. Además, deberá ser el responsable de un Servicio de Ar-chivo concebido como unidad de gestión administrativa, convenientemen-te dotado de profesionales de las disciplinas necesarias, tanto para la gestión como para la difusión. 2.3 Esta profesionalización académica e institucional favorecerá en Espa-ña, a medio plazo, la inserción de la profesión en el ámbito de la empresa privada, incorporando nuestro país a una tendencia creciente a nivel glo-bal. 3 SERVICIO A LOS CIUDADANOS 3.1 Es evidente que hay que acercar los archivos a los ciudadanos y se pre-cisa la adaptación a la creciente diversidad de usuarios. Para ello se debe proporcionar información veraz, exacta y útil con eficacia, para lo que la normalización es una herramienta fundamental. ASARCA; CABILDO DE FUERTEVENTURA. CONSEJERÍA DE CULTURA Y PATRIMONIO HISTÓRICO; AYUNTAMIENTO DE LA OLIVA NOTICIAS 293 CELEBRACIÓN DEL PRIMER DÍA DE LAS LETRAS CANARIAS Durante los días 21 y 22 de febrero de 2006 tuvo lugar, en distintos puntos de la geografía insular, la celebración del «Día de las Letras Cana-rias », instituido por la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Gobierno de Canarias. Se trata de la primera ocasión en que se festeja un acontecimiento de este tipo en el Archipiélago, obedeciendo la fecha elegida al aniversario del fallecimiento de José de Viera y Clavijo (1731- 1813). Precisamente al polígrafo tinerfeño se dedicaron las celebraciones en esta primera edición, marcando el comienzo de una larga lista de escri-tores del Archipiélago que serán honrados en años sucesivos. Dentro de los actos desarrollados, cabría enumerar la lectura de textos de escritores relacionados con las Islas; la inauguración de las exposiciones plásticas La biblioteca pintada, de Pepe Dámaso, y Noticias del cielo desde la isla, de Luis Alberto Hernández; la representación de una adaptación para marionetas de la novela Vida del noticioso Jorge Sargo; algunas actuaciones musicales; o el acto institucional de ofrecer flores a la memoria de Viera. Además, numerosas instituciones colaboraron para poner en marcha la ex-posición didáctica itinerante 4 faces de Viera, que se mostró a lo largo de 2006 en varias salas de las Islas. Paralelamente, el Gobierno de Canarias promovió la reedición de Noti-cias del cielo o Astronomía para niños, una de las obras que dejó impresas el que fuera arcediano de Fuerteventura, y la publicación de una biografía del literato homenajeado compuesta por el escritor Félix Hormiga. Sin duda, la institución de este «Día de las Letras Canarias» es una de las iniciativas más interesantes del gobierno de las Islas para la promoción popular de la lectura, ya que acerca el mundo del libro a la ciudadanía, mostrándole su relación con otras manifestaciones culturales y de ocio que pueden ser, en principio, más llamativas para el público no lector que el mero ofrecimiento de libros. El desarrollo de futuras ediciones de este día literario, con su previsible mejora y con la organización de nuevas y dife-rentes actividades, nos dirá hasta qué punto la sociedad canaria es recepti-va ante este tipo de estímulos culturales. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 294 Bibliografía: «El Día de las Letras Canarias, en todas las islas». Binter líneas aéreas Cana-rias: noticias, n. 38 (abril 2006), pp. 26-30; HENRÍQUEZ JIMÉNEZ, Antonio. «Día de las Letras Canarias». Bienmesabe, n. 86 (3 de enero de 2006). (http://www.bienmesabe.org/noticia.php? id=7737); HORMIGA, Félix. Noticias de José de Viera y Clavijo. Canarias: Viceconsejería de Cultura y Deportes, 2006; VIERA Y CLAVIJO, José de. Noticias del cielo o Astronomía para ni-ños. Canarias: Gobierno de Canarias, D. L. 2004. LUIS REGUEIRA BENÍTEZ; MANUEL POGGIO CAPOTE NOTICIAS 295 ÚLTIMAS PUBLICACIONES DEL CABILDO DE FUERTEVENTURA El Servicio de Publicaciones del Cabildo de Fuerteventura ha editado recientemente las siguientes obras: Toponimia de Fuerteventura: VI Catálogo Toponímico de Pájara. Con esta publicación se completa la colección «Toponimia de Fuerteventura», edi-tada en seis tomos, que se corresponden con los catálogos toponímicos de cada uno de los municipios de la Isla: Antigua, Betancuria, Tuineje, La Oli-va, Puerto del Rosario y Pájara. La obra se completará con la publicación de la cartografía de la Isla, en la que se registran los topónimos recogidos en los catálogos. Estudio petrológico, geoquímico y estructural de la serie volcánica submari-na del complejo basal de Fuerteventura: caracterización del crecimiento sub-marino y de la emersión de la isla. Trabajo que recoge las investigaciones re-alizadas por su autora, Margarita Gutiérrez González, en relación con la evolución geológica de la Isla y, más concretamente, con la dinámica expe-rimentada por el complejo basal. Bienes comunales de Fuerteventura, en la que su autor, Juan Pedro Mar-tín Luzardo, realiza un estudio histórico y jurídico sobre el origen y la evo-lución experimentada por los bienes comunales, es decir, los bienes de uso y disfrute común de los vecinos administrados por los ayuntamientos. El trabajo abarca los bienes comunales radicados en todos los municipios de la Isla. Tebeto XVII: anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura. Este nuevo número de Tebeto incluye dieciocho artículos distribuidos en las sec-ciones habituales en esta publicación. En la sección de Prehistoria-Arqueología, se encuentra el trabajo «El impacto del descubrimiento de inscripciones alfabéticas en la arqueología canaria de la segunda mitad del siglo XX. La inscripción del Barranco de la Torre (Antigua, Fuerteventura)», de Alfredo Mederos Martín. El apartado de Historia está constituido por los artículos «Crisis de gobierno y presión fiscal en las islas señoriales en el tránsito del siglo XVIII al XIX», de Emilio Lecuona Prats; «Mujeres, alfabetismo y emigración: mujeres canarias en la CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 296 ruta americana», de Teresa González Pérez; «Banco pesquero y Sahara ex-español: incidencia en la economía de Lanzarote y Fuerteventura hasta 1975», de Miguel Leal Cruz; «La emigración clandestina de Canarias a Ve-nezuela en los años cuarenta y cincuenta del siglo XX», de Néstor R. Mar-tín; y «La comarca noroeste de La Palma: la gran olvidada del espacio in-sular » de Clara Rodríguez García. La sección de Historia del Arte incluye el estudio «El Cristo del Perdón. Origen e iconografía», de Clementina Ca-lero Ruiz. El área de Geografía está conformada por los trabajos «El medio rural canario, vicisitudes de un territorio desfavorecido y comprimido en-tre el esparcimiento urbano y los espacios naturales protegidos», de Ramón Díaz Hernández; «Las acciones de la Unión Europea en las economías in-sulares macaronésicas: el INTERREG III_B (2000-2006)», de Alejandro Gon-zález Morales, Grimanesa S. García Ruiz y Elisabeth Fernández Cabrera; «Origen y desarrollo de la instalación del servicio público de la luz eléctri-ca en La Matanza de Acentejo en el siglo XX (1951-1988)», de Francisco Javier León Álvarez; y «Presencia iberoamericana en Canarias en los años 80. La década perdida de Latinoamérica», de Ramón Díaz Hernández. En la sección de Lengua y Literatura, se incluyen los estudios titulados «Notas NOTICIAS 297 sobre la segunda estancia de D. J. Wölfel en Canarias», de Carmen Díaz Alayón y Francisco Javier Castillo Martín; y «Los canarismos bufo, bufa, bu-fito, bufar, bufear, bufadero, bufona, bufión y bufiento», de Marcial Morera Pérez. El boque correspondiente a Educación-Enseñanza está constituido por los artículos «Las enseñanzas primaria y secundaria en la Historia de Canarias», de Olegario Negrín Fajardo; «Algunos antecedentes sobre la pre-sencia de la escuela nueva en Chile durante el siglo XIX», de Jaime Caiceo Escudero; «Las cartas de doña Esperanza. Una correspondencia privada en la Fuertevenura de los años treinta como vehículo educativo y de expre-sión de la intimidad femenina», de Juan Luis Calbarro; y «La educación in-sular durante el franquismo», de Teresa González Pérez. Por último, la sec-ción de Fuentes Documentales contiene el estudio «El proceso contra Secundino Delgado Rodríguez (1ª parte)», de Manuel de Paz Sánchez. CABILDO DE FUERTEVENTURA. CONSEJERÍA DE CULTURA Y PATRIMONIO HISTÓRICO CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 298 XIII JORNADAS DE ESTUDIOS SOBRE FUERTEVENTURA Y LANZAROTE Durante los días 17 y 21 del mes de septiembre de 2007 se celebrarán en Fuerteventura las XIII Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote, organizadas por los cabildos de ambas islas. Esta edición de las Jornadas se es-tructura en las siguientes áreas de trabajo: Prehistoria-Arqueología, Historia, Historia del Arte, Geografía, Lengua-Literatura. En cada una de estas sesiones se expondrá una ponencia marco, sobre cu-ya temática podrán presentarse comunicaciones. Las ponencias marco serán las siguientes: —«Arqueología e identidad. La proyección social de la Arqueología», a cargo de Gonzalo Ruiz Zapatero. —«Lanzarote y Fuerteventura: los frutos del mar», a cargo de Germán San-tana Pérez. —«El ayer y el hoy en la retablística de Fuerteventura y Lanzarote», a car-go de Margarita Rodríguez González. —«El territorio y su organización: los nuevos instrumentos de intervención y planificación», a cargo de Gerardo Delgado Aguiar. —«La toponimia de Fuerteventura y Lanzarote», a cargo de Ahmed Sabir. —«Últimas aportaciones literarias en la isla de Fuerteventura», a cargo de Ernesto J. Gil López. Se celebrará también una sesión abierta en la que tendrán cabida trabajos sobre Fuerteventura y Lanzarote que no se ajusten a la temática de las po-nencias marco y que tengan como tema central de estudio a una o a las dos islas. Las personas interesadas en participar en estas Jornadas pueden obtener más información contactando con el Cabildo de Fuerteventura (Archivo Ge-neral): Teléfono: 928 862 300 E-mail: archivo@cabildofuer.es Web: www.JornadasFuerteventura-Lanzarote. CABILDO DE FUERTEVENTURA. NOTICIAS 299 SE CIERRA LA FÁBRICA Tras la publicación del número 30 —el último— de La fábrica, misce-lánea de arte y literatura elaborada en La Palma con el debido rigor y la de-bida constancia, puede reconocerse hoy, no sin cierta sensación de cansan-cio, alivio y extrañeza, que el esfuerzo ha merecido la pena en tanto que se han cumplido las expectativas iniciales. Hasta el final La fábrica ha actua-do como lo que siempre debió ser: un humilde y a la vez ambicioso canal de presentación de escritores y artistas canarios que, por vivir en las Islas, no disponían de medios suficientes para darse a conocer fuera. No vamos ahora a descubrir las carencias y servidumbres que impone la fragmenta-ción de nuestro territorio, en tantos aspectos alejado de los centros de po-der de la metrópoli. A lo largo de las dos últimas décadas, sin embargo, mal que bien se ha podido conjurar la acción de desgaste de los fantasmas se-culares que avivan el victivismo y en consecuencia frenan cualquier im-pulso hacia delante. La distancia que nos separa de la Península se ha ido reduciendo a medida que los medios de comunicación se desarrollaban y la implantación de los soportes audiovisuales y electrónicos se generaliza-ba bajo el amparo de una economía estatal y regional en alza. De hecho, si La fábrica se ha mantenido en pie en el plazo previsto de una década es porque, entre otras circunstancias favorables, llegó a circular con asombro-sa regularidad por toda España, algo impensable quizá en otro tiempo. Se alcanzaba, así, un objetivo fundamental de comunicación libre, fluida, por encima de barreras geográficas y administrativas. Y lo cierto es que acertó a encontrar su público en los más variados contextos. No podía ser de otra manera: además de dar a conocer a los creadores más representativos del Archipiélago e incluso a sus jóvenes talentos emergentes, también se nu-tría de la generosa participación de auténticas celebridades que sin duda atraían el interés de cualquier clase de lector. Pienso, por citar algún nom-bre y algún apellido de incuestionable resonancia, en José Saramago, Víc-tor Erice, Moebius, Manolo Blahnik, Antonio López, Daniel Barenboim, etc., etc., figuras destacadas que por sí solas justificarían el respetuoso (h)ojeo de una publicación sostenida sin ánimo de lucro, surgida casi de la nada en la periferia de la periferia e impresa en blanco y negro sobre papel reciclado. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 300 En la propia región de Canarias, donde paradójicamente la distribución entre librerías y quioscos resultó mucho más dificultosa, por no decir nu-la, también tuvo un público fiel. No importa que no fuese mayoritario.Na-die ignora que desde un punto de vista mercantil las revistas de arte y lite-ratura son productos marginales. La tarea de una revista, más aun si viene de una isla «menor», por fuerza es silenciosa y ha de basarse en el espíritu de insumisión ante las convenciones reinantes. Tras las alharacas de las Olimpiadas de Barcelona y del Quinto Centenario, en España el concepto de Cultura —con mayúscula hipertrofiada por artimañas de burócratas, publicistas y políticos bullangueros— erróneamente suele asociarse al montaje de espectáculos de toda índole, incluidos carnavales y fiestas pa-tronales, y a la elevación de símbolos monumentales tales como auditorios y museos, se justifiquen o no ante la realidad psicosocial en que irrumpen. La Cultura se malvende como un enorme globo aerostático que planea sin rumbo fijo siempre y cuando sea a la vista del mundo entero. La idea bá-sica de lo que debe ser el cuidado de la Cultura se banaliza conforme au-menta el tamaño de la C mayúscula. Y obviamente la intención y el tono de las revistas, que cuando menos exigen el acto íntimo de la lectura en voz baja, no encajan en esa sistematización del guirigay. Ante un panorama de esta naturaleza, y acaso por perder de vista el horizonte, más de un incau-to tiene derecho a creer que el papel y la tinta de las revistas no cuentan entre tanto rayo catódico y tanto bit y tanto cable suelto. Pero he aquí que contra todo pronóstico la temperancia de La fábrica se ha traducido en re-sistencia y perdurabilidad. La fábrica, ajena a los petardos y demás fuegos artificiales que hacen «bluf» por doquier, ha funcionado y ha parado cuan-do ha querido. La libertad absoluta con que se sostuvo por sí mismo el proyecto edi-torial pasaba por la independencia de las instituciones que patrocinaron los diferentes números. La fábrica contó con la ayuda puntual y esporádica del Cabildo de La Palma, el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, Caja- Canarias, el Patronato de Turismo de La Palma, la Dirección General de Cultura del Gobierno de Canarias y el Colegio de Arquitectos de La Pal-ma. Entre todas encontró el sustento económico suficiente, sin depender de ninguna en concreto, de modo que disponía de un margen de maniobra razonable, sin injerencias externas al fenómeno de la creación literaria y ar- NOTICIAS 301 tística, única forma posible de no perder el norte en los criterios de selec-ción en la búsqueda del equilibrio compositivo de cada número. La fábrica se detiene, además, con tres índices clarificadores: dos nomi-nales y alfabéticos —uno de ellos general y el otro por secciones— y un ter-cero con el sumario de cada número, del 1 al 30. Así, en fin, se demuestra esquemáticamente que en efecto el recorrido de estos diez años, exhausti-vo, intentó recrear una mirada totalizadora que a la larga sirviera para com-prender a grandes rasgos, si no para intuir, cómo y por qué el vasto mundo da tantas vueltas a nuestro alrededor. En este sentido, convendría recordar las palabras con las que se cierra la despedida formal del equipo de dirección de la revista: Quien hoy o mañana repase los contenidos de La fábrica encontrará, en pleno crecimiento hacia lo que aún está por llegar, las claves de un encuentro intergeneracional a través del cual en cierto modo queda trazada la curva de inflexión que sigue colándose, estremecida pero incólume, entre las aspas girato-rias del siglo XX y el XXI. En pleno proceso de fusión entre la cultura de la es-critura y la de la imagen manipulada electrónicamente, un caudal de voces pa-ralelas viene a recordarnos cuán frágil y turbador y hermoso sigue siendo todo cuanto concierne al hombre. Una por una —y, aun sin querer, en conjunto—, esas voces recrean la vieja y volátil quimera de la modernidad. La fábrica no la sacraliza con consignas ideológicas ni estéticas (ya se sabe que desde la pun-ta del muelle de una isla menor se relativizan las distancias y aun más el peso de los aires a favor y en contra); ni siquiera la abandera, ni la convierte en cau-sa perdida. Pero se entrega al temblor de su llama como al pertinaz designio de un eco que se perpetúa a sí mismo allá donde encuentre quien lo escuche. ANELIO RODRÍGUEZ CONCEPCIÓN CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 302 CARTAS DIFERENTES: REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL TAMBIÉN ESTÁ PRESENTE EN LA WEB Cartas diferentes: revista canaria de patrimonio documental es una revis-ta digital en línea desde mayo de 2006 gracias a que, desde un principio, el Consejo Editorial consideró que debía estar disponible tanto en papel co-mo en internet. El sitio web ofrece no sólo el contenido de los números pu-blicados de forma gratuita, sino también una serie de servicios e informa-ciones que obedecen a su vocación de fomentar el estudio del patrimonio documental en Canarias. Puede consultarse en: http://www.culturadecanarias.com/cartasdiferentes http://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?tipo_busqueda=CODIGO&cl ave_revista=7274 NOTICIAS Página de inicio del sitio web de Cartas diferen-tes: revista canaria de patrimonio documental 303 El diseño de la edición web de Cartas diferentes corrió a cargo de Javier Méndez Álvarez, miembro del Consejo Editorial, quien también es res-ponsable de mantener el sitio web actualizado. El diseño respeta los ele-mentos gráficos de la edición impresa y su navegabilidad se basa en la visi-bilidad y fácil acceso a los recursos. El alojamiento de las páginas web es fruto de dos colaboraciones. Por un lado, la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias cedió el correspondiente espacio en su servidor y facilitó una URL. Por otro lado, la Universidad de La Rioja, a través de su proyecto DIALNET, propor-cionó espacio para el repositorio de los artículos, garantizando su difusión internacional. DIALNET es la mayor y más actualizada base de datos de artículos de re-vistas científicas hispanas que se ofrece de forma gratuita en internet. Cuenta con más de 25000 usuarios y 785000 artículos científicos, cum-pliendo los estándares que permiten que los textos completos sean visibles desde un gran número de buscadores académicos en todo el mundo; favo-rece, por lo tanto, la presencia y la promoción de los documentos hispanos en un ámbito dominado por lo anglosajón. El sitio web de Cartas diferentes consta de las siguientes secciones: una página de inicio que da acceso a los números de la revista; una presenta-ción escrita por Luis Regueira Benítez, secretario de Cartas diferentes; una página que muestra las direcciones de los editores, las ediciones presentes o en preparación puestas en marcha por el Consejo Editorial, la dirección de la redacción y las señas del «Fondo Cartas diferentes»; normas de edición; información relativa a la suscripción; créditos de la revista; un listado de re-cursos de documentación en Canarias; y las relaciones institucionales man-tenidas por Cartas diferentes. JAVIER MÉNDEZ ÁLVAREZ CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 304 CENTRO DE CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE DOCUMENTOS GRÁFICOS DE LA ISLA DE LA PALMA El Centro de Conservación y Restauración de Documentos Gráficos de la isla de La Palma, dependiente del Excmo. Cabildo Insular de la misma, está situado en el n. 28 de la calle Baltasar Martín de la capital palmera, en una antigua vivienda rehabilitada para tal fin en 1999. Para la inauguración de este centro se realizó el denominado Encuentro Internacional sobre Con-servación del Patrimonio Documental y Bibliográfico en clima subtropical, dando así a conocer el mismo. En otoño del 2001 se dotó de personal, ini-ciándose así su actividad y siendo ahora dos restauradores de documentos gráficos los técnicos en plantilla. En su inicio, el trabajo realizado se centró en su puesta en marcha, do-tación de material, organización y planificación de trabajo, conocimiento del patrimonio documental palmero, intercambios y contacto con otras instituciones y profesionales relacionados con este oficio tanto a nivel in-sular como peninsular, poniendo énfasis en la difusión del centro y su tra-bajo. En este sentido, siempre se ha intentado difundir una de las ideas más importantes: la educación, el conocimiento de todo este patrimonio, la concienciación y el respeto por su conservación. Ha participado en dife-rentes congresos, conferencias, exposiciones y cualquier evento que haya ayudado a tal fin, como la exposición de la Casa Salazar con motivo de la semana del libro en el ya pasado 2003, en la que se mostraba el trabajo re-alizado en el Centro y la gran diversidad de obras restauradas en el mismo. A las diferentes escuelas, colegios e institutos que visitan regularmente el laboratorio se les imparte una charla didáctica sobre las tareas que allí se llevan a cabo. Brevemente, intentaremos sintetizar el corto pero fructífero desarrollo del mismo. El trabajo ya es continuo dentro de las dependencias del pro-pio Cabildo Insular, resaltando la restauración de fondos pertenecientes a la Biblioteca José Pérez Vidal; la intervención permanente en el Archivo General de La Palma, donde se encuentran ubicados los Protocolos Nota- NOTICIAS 305 riales de Santa Cruz de La Palma, uno de los depósitos documentales más importantes de la Isla; la preservación, supervisión e intervención en los va-riados y también importantes fondos del Museo Insular, entre los que se encuentran importantes cartografías, grabados y dibujos; y un proyecto de colaboración con la Consejería de Artesanía del propio Cabildo en la pre-servación, conservación e inventario de los patrones de bordados de la Es-cuela de Artesanía de Mazo. Son ya muchas las colaboraciones continuas en lo referente a supervi-sión de fondos, medidas de prevención, elaboración de informes técnicos, ayudas in situ y restauración de obras puntuales que se realizan por medio de diferentes convenios con otras entidades. Es importante incidir en la la-bor desempeñada a lo largo de estos años en las mejoras del contenedor y contenido del Museo Naval; las obras restauradas pertenecientes a la Bi-blioteca Cervantes (Sociedad Cosmológica); el relevante y ya continuo tra-bajo en algunos de los archivos municipales de la Isla, como los de Los Lla-nos de Aridane y Tazacorte. Conviene resaltar, también, las atenciones puestas en los fondos parroquiales, donde se encuentran los primeros libros de bautismos y entierros de La Palma, como los archivos de las iglesias de San Andrés Apóstol (San Andrés y Sauces), de Santo Domingo (Garafía) y de Nuestra Señora de Candelaria (Tijarafe). Mención especial merece un trabajo puntual realizado para el Archivo Diocesano de Las Palmas de Gran Canaria. Se ha prestado ayuda al Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma, al Archivo Administrativo del Cabildo Insular, a los archivos judiciales de Los Llanos de Aridane y de Santa Cruz de La Palma, al Archivo Municipal de Garafía y al Archivo Municipal de El Paso. Ello demuestra la predispo-sición técnica del Centro en lo que se refiere a la visita y elaboración de in-formes técnicos que puedan dar pie a nuevos convenios de colaboración, planificación de trabajo, acondicionamiento, mejora de estos depósitos e incluso de selección y restauración de determinadas obras. De manera extraordinaria y con carácter de urgencia se apoyó al Ar-chivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife con motivo de las in-undaciones sufridas en 2002, o las experimentadas en varias ocasiones en la ya mencionada Biblioteca Cervantes, cuya colección hemerográfica se ubica en las instalaciones del propio Centro. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 306 Otra iniciativa fue la creación de una revista en colaboración con los alumnos de Diseño Gráfico y Edición pertenecientes a la Escuela de Arte de La Palma. En ella se recogió información detallada de todos los trabajos realizados en los dos primeros años de funcionamiento, esperando poder repetir con periodicidad para seguir dando a conocer esta labor y otros pla-nes, algunos ya iniciados. El gran espacio físico habilitado para este Centro y su equipamiento ha-cen de él un proyecto importante para la Isla, para el Archipiélago y, por la singularidad de su patrimonio documental, para la Península y Latinoamé-rica, si bien esta última proyección aún no se corresponda con la realidad de su gestión, ajena al Centro en última instancia. Por todo ello siempre se ha querido hacer ver que este Servicio —de-pendiente del Cabildo Insular— se halla predispuesto hacia múltiples op-ciones de trabajo, constituyendo un laboratorio especializado único en el territorio nacional (como centro exento de dependencias archivísticas o bi-bliotecarias), a través del cual puede centralizarse una amplia gama de ta-reas relacionadas con el patrimonio documental, englobando labores no só-lo de restauración, conservación y preservación, sino también de investigación, difusión y educación. Pero esta proyección requiere de un gran esfuerzo.Hasta ahora, sólo dos somos los profesionales adscritos al Centro, con las dificultades normales, incrementadas en muchos casos por el hecho insular y la especialización de la empresa; pero con gran ilusión, perseverancia y buenas ideas vemos có-mo muchos de estos bosquejos se ven cumplidos, siendo cada vez mayor el volumen de trabajo que pasa ya habitualmente por el laboratorio. Todos somos conscientes de que cada lugar cuenta con unos medios y unas condiciones concretas con las que hacer frente a diversas problemáti-cas de gestión, ubicación, depósito, conservación y, ni que decir tiene, de afrontar cualquier proceso restaurador. Por esta razón, sabemos que un nú-cleo como el existente en Santa Cruz de La Palma no es muy corriente, y desde el propio Centro se ha puesto continuo énfasis en la elaboración de informes que engloban proyectos de dinamización y mejora de sus objeti-vos, aprovechamiento de los espacios con los que cuenta e incremento de medios tanto profesionales como técnicos. El mismo debe ser considerado un ejemplo para las administraciones locales, provinciales o estatales, des- NOTICIAS 307 de el que puede unificarse toda una serie de análisis interrelacionados con diversos profesionales de este campo. Compartiendo, así, todas las fuentes posibles de información que cada profesional aporta desde su parcela para el desarrollo y crecimiento del conocimiento público y uso colectivo, res-paldados por la importancia de su preservación y conservación, pilares bá-sicos para la salvaguarda de nuestra cultura en el tiempo. Bibliografía: Centro de Conservación y Restauración de Documentos Gráficos, n. 0 (2005). 77 p. VERÓNICA OJEDA JIMÉNEZ; MANUEL CUBERO CID CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 308 I Y II SALÓN DEL CÓMIC DE LA ISLA DE LA PALMA Como hito histórico cabría calificar el I y II Salón del cómic de la isla de La Palma, celebrados en Santa Cruz de La Palma a mediados de los años noventa del pasado siglo. Máxime si tenemos en cuenta que hasta la fecha tan sólo se habían organizado actos de este tipo en un par de ciudades de la Península, como Barcelona (donde se concentra la industria editorial) y Oviedo (donde los organizadores reciben una subvención perpetua por parte de las autoridades locales para este fin). Como excepción estaría nuestra vecina isla de Tenerife que, con mayor o menor fortuna según las veces, también se movió por esas fechas en este aspecto, aunque sin la de-nominación o categoría de salón. El I Salón tuvo lugar los días 18, 19 y 20 de mayo de 1995 en la sala de actos de la Caja General de Ahorros de Canarias (CajaCanarias) de la capi-tal palmera y estuvo organizado fundamentalmente por dos personas: Omar G. García, periodista, y Antonio Miguel Sánchez González, abogado y a la sazón presidente de la asociación «Juventud Palmera». A todo ello se le uniría el patrocinio de CajaCanarias y la colaboración de Ediciones B bajo la tutela de Julia Galán (coordinadora editorial de la misma), que para la ocasión cedió 52 originales de la revista TBO —propie-dad de Ediciones B— para una magna exposición. Como artista de renombre universal, se contó con el dibujante belga afincado en La Palma Werner Goelen «Griffo», autor del cartel anunciador del evento, quien ha publicado sus cómics en toda Europa y parte de Amé-rica. Los asistentes al acto disfrutaron, además, de una sala de lectura y de la proyección continua de películas de animación relacionadas con el mundo del cómic, entre otro tipo de actividades. El II Salón, un año después, concretamente los días 1, 2 y 3 de agosto de 1996, contó con invitados de auténtico lujo. Al ya conocido «Griffo» se aña-dió el madrileño Alfonso Azpiri, autor de «Mot», publicado en el diario El país (Madrid), y «Lorna», a través de Norma Editorial, por citar dos de sus personajes. En esta ocasión fue, además, el autor del cartel anunciador. Mención especial merece Joan Navarro, editor de Glénat España, quien colaboró con una charla sobre «El cómic en España». De forma paralela se NOTICIAS 309 organizaron dos exposiciones de originales. Una del mencionado «Griffo», con personajes que en esas fechas eran inéditos en España (no así hoy, afor-tunadamente), tales como «Monsieur Noir», «Sade», «Giacomo C.», «Sam-ba Buggati» o «Ghengis Khan», etcétera. La otra exposición estuvo dedica-da al personaje de Azpiri, «Mot». Además, este II Salón contó con el resto de ingredientes necesarios pa-ra tal fin, como mesas redondas, firma y venta de ejemplares por parte de «Griffo» y Azpiri, sala de lectura de cómics, otra de dibujo, más una de pro-yecciones y un concurso de cómics dirigido a los aficionados de todas las edades, entre otras actividades. No se me olvida decir que Omar G. García y Antonio Miguel Sánchez González fueron nuevamente los organizadores de este II Salón del cómic de la isla de La Palma, auspiciado por la sociedad «Juventud Palmera» con el patrocinio de CajaCanarias. JOSÉ PABLO VERGARA SÁNCHEZ CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 310 LIBROS FAMILIARES DEL ECONOMISTA ANTONIO CAMACHO DÍAZ EN LA BIBLIOTECA PÚBLICA DE LA CIUDAD DE EL PASO Antonio Camacho Díaz nació en El Paso el 27 de octubre de 1927, fa-lleció en Houston (Texas), el 31 de octubre de 2005 y recibió un home-naje póstumo en el ayuntamiento de su ciudad natal el 7 de agosto de 2006. Licenciado en Matemáticas por la Universidad de Madrid (1954), doctor en Económicas por la de Minnesota (Estados Unidos) y en Mate-máticas por la de Madrid; desde 1973 fue catedrático de Economía en el Departamento de Económicas de la Universidad de Illinois (Chicago), aunque también desarrolló actividades docentes en otras instituciones su-periores. Dejó numerosos artículos y estudios sobre el diseño de organiza-ciones; entre sus obras escritas destacan dos libros en el campo de su estu-dio: Societies and social decition functions (1982) y Division of labor, variability, coordination on the logia of forms and markets (1996). Por último trabajaba en otra monografía —por desgracia inacabada— titulada Markets and firms: a new conception, que —como sucediera con las anteriores— lo habría acercado a la órbita de los aspirantes al premio Nobel de Economía. En reconocimiento a sus méritos profesionales, el Ayuntamiento de El Paso «en sesión extraordinaria de fecha 12-05-92 acordó nombrar Hijo Pre-dilecto de esta localidad a D. Antonio Camacho Díaz y en sesión extraordi-naria urgente de fecha 23-05-92 acordó concederle la Medalla de Oro» del municipio. En aquella ocasión, declararía emocionado «que no encontraba mayor honor ni mejor precio para sus muchos años de trabajo en el extranje-ro que el afecto de sus paisanos». En la primera quincena de junio de 2006, llegaban a la Biblioteca Públi-ca Municipal de El Paso, procedentes de Chicago, seis bultos que portaban la biblioteca personal de Manolita Mayo, la primera esposa de Antonio Ca-macho. Azafata de profesión, murió a edad temprana. Sin embargo, des-arrolló una gran afición a la lectura y de ello es muestra la colección de 360 volúmenes, aproximadamente, que nos legó. Se trata en su mayoría de clá-sicos españoles, aunque también aparecen algunos autores contemporáne- NOTICIAS 311 os, como Luis Mateo Díez, Arturo Pérez-Reverte, Eduardo Mendoza, José Luis Sampedro o José Saramago. Hay gran cantidad de obras editadas en Buenos Aires y algún título en lengua inglesa. Por lo general, se trata de textos muy trabajados; la mayoría cuenta con anotaciones al margen o es-tá marcada de alguna manera. Estamos ante ediciones de bolsillo, no ante-riores a la década de los sesenta y conservadas en buen estado. En la actualidad, se encuentran en la Sala de Lectura de la Biblioteca Pública Municipal de El Paso, en estanterías próximas al Fondo de Edilio y en proceso de catalogación. Lamentamos que junto a esta colección no se haya adherido la obra de Antonio Camacho, aunque sospechamos que es-ta fue cedida a la universidad, donde durante tanto tiempo desarrolló su ta-rea investigadora. Bibliografía: ARCHIVO MUNICIPAL DE EL PASO. Expediente de otorgamiento de distinción de Medalla de Oro de esta ciudad como Hijo Predilecto. 271-38; «Antonio Camacho, profesor de Economía de la Universidad de Illinois». El país (9 de noviembre de 2005); «Antonio Camacho Díaz: ho-menaje póstumo en El Paso». Diario de avisos (13 de octubre de 2006); «El Paso rinde ho-menaje póstumo al economista Antonio Camacho Díaz». Diario de avisos (6 de agosto de 2006). NATALIA NAVARRO SOSA CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 312 LA DONACIÓN DE LA BIBLIOTECA DE EDILIO GONZÁLEZ FERNÁNEZ A LA BIBLIOTECA PÚBLICA DE EL PASO (LA PALMA) El 6 de agosto de 2005, en La Laguna, falleció a los 87 años el pasense Edilio González Fernández, maestro nacional y viajero incansable. Me-diante correspondencia, anunció al Ayuntamiento de El Paso su propósito de donación «en vida» y estableció unas condiciones «para la mejor conser-vación de sus fondos». En sesión celebrada por la corporación municipal de gobierno el 3 de junio de 1984, se acordó por unanimidad aceptar la ge-nerosa donación. En torno a 2500 volúmenes conforman el Fondo de Edilio, sección de la Sala de Lectura de la Biblioteca Pública Municipal de El Paso. De temá-tica variada, podemos encontrar desde obras de los clásicos castellanos has-ta guías de viajes, numerosos libros de política, filosofía, religión, música e historia. Cuenta con abundantes ejemplares de literatura canaria, prosa, poesía y novela, historia de las Islas (como un ejemplar de la Historia de Canarias de Viera y Clavijo en tres volúmenes en una edición de lujo de Goya) y también geografía. El arte constituye otra parte considerable de la colección. De la edito-rial Noguer, Clásicos del arte ofrece —en 62 volúmenes aproximadamen-te— la obra pictórica de artistas como Leonardo, Manet, Masaccio, Pous-sin, etcétera, aunque también encontramos algunas monografías de Rafael, Picasso o El Greco. Si ojeamos detenidamente las estanterías, observaremos algunas curio-sidades, como por ejemplo que María Luisa Rodríguez Martín le regaló su poemario Y aun todo está por decir con dedicatoria autógrafa; que la nove-la Doña Inés de Azorín, de la colección Bibliotecas populares Cervantes (1929), le costó 1’25 pesetas; que posee otra colección, Biblioteca total, pa-noramas de la literatura, de cuentos universales de la literatura infantil, pu-blicada a finales de los años setenta en Buenos Aires; y que hay otros mu-chos títulos editados en América Latina y Cuba, probablemente, fruto de sus continuos viajes. Amante del coleccionismo, compiló series como Cua- NOTICIAS 313 dernos de arte español, Los grandes compositores de la música universal o His-toria 16, que, una vez encuadernados, también cedió a la biblioteca. En julio de 1990, con motivo de la inauguración de la Casa de la Cul-tura Braulio Martín de El Paso, donó una colección de fotografías (18) am-pliadas y encuadernadas, de las cuales cuatro son anteriores a la proclama-ción de la II República y catorce corresponden a jóvenes de El Paso, ataviados con trajes típicos de los diferentes municipios de la Isla. Pese a sus deseos, la citada colección no se encuentra en la biblioteca, pues esta carece de un espacio adecuado para su instalación y por ello se han trasla-dado a las dependencias del Museo de la Seda, también en el municipio. Don Edilio fue un autodidacta, con una sólida cultura, que decidió ale-jarse de los suyos en sus últimos años de vida, dejándonos una de las me-jores herencias que el ser humano puede aportar: sus libros. Bibliografía: ARCHIVO MUNICIPAL DE EL PASO. Expediente de donación de fotografías singulares del mu-nicipio. 2159-9; ARCHIVO MUNICIPAL DE EL PASO. Expediente de donación de la biblioteca par-ticular de D. Edilio González Fernández. 41-34; S. A. «Un maestro trotamundos: Edilio Gonzá-lez ». Diario de avisos (10 de enero de 2006). NATALIA NAVARRO SOSA CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 314 LA DONACIÓN DE LA FAMILIA QUINTERO HERNÁNDEZ A LA BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA A comienzos del verano de 2006, la Biblioteca de Educación inició la centralización de los fondos que aún quedaban en los despachos y semina-rios de la Escuela de Magisterio. Al visitar, un buen día, el despacho de un profesor nos llamaron la atención unos libros antiguos de Pedagogía, y al preguntar por el origen de esos libros nos enteramos de la existencia de la biblioteca particular de la familia Quintero Hernández. El último miem-bro de esta familia, doña Clara Quintero, deseaba encontrar una bibliote-ca que se hiciera cargo del fondo de libros que en la vieja casa familiar — una vivienda que se encuentra prácticamente en ruinas— se estaban deteriorando inevitablemente día tras día. Pasado el período vacacional, a mediados del mes de septiembre de 2006, unas compañeras de Educación y de Geografía-Historia nos dispusimos a recoger el legado de esta biblio-teca. Nuestra sorpresa e interés por lo que allí había fue creciendo conforme descubríamos el valor de aquellos libros, una colección atesorada por dos generaciones (la de los padres y la de los hijos) de empedernidos lectores hedónicos tanto de novelas como de obras teatrales, así como de libros de viajes y de cine, y grandes aficionados, además, a la ópera, de la que se con-serva una colección muy importante de discos de vinilo. Estos temas esen-ciales de la biblioteca se complementan con una porción de libros de quí-mica y de libros de texto de diferentes materias, así como de teoría de la educación, de gran valor, sobre todo, los correspondientes al primer tercio del siglo XX. Esos libros se encontraban en esta biblioteca particular en ra-zón de la profesión de los padres, don Tomás Quintero Guerra y doña Cla-ra Hernández Hernández. Antes de hacer una breve descripción del contenido de la biblioteca, es necesario detenerse un poco en la biografía de don Tomás (1900-1986) y de doña Clara (1903-1992), que tuvieron sus hijos en los años de la II Re-pública, siendo él profesor de Ciencias Químicas en la Universidad de La NOTICIAS 315 Laguna y ella maestra nacional en el municipio de Tegueste. Eran personas de carácter liberal, demócratas, pero no adscritas a ningún partido político, aunque con simpatías socialistas. La guerra civil sorprendió a don Tomás Quintero en Madrid, adonde se había trasladado para opositar a cátedra, aspiración que se vio truncada al estallar la guerra. Al encontrarse en zona republicana, no pudo regresar a Tenerife y permaneció durante los tres años de la guerra dando clases en el Instituto de Alcázar de San Juan. Du-rante ese tiempo, su familia permanecía en Tenerife sin tener noticias su-yas, salvo las que le llegaban de vez en cuando a través de la Cruz Roja. Fi-nalizada la guerra, vuelve a Tenerife y poco tiempo después es detenido y conducido a la prisión de Fyffes, en la que permaneció seis meses y de don-de salió sin saber los cargos por los que había sido detenido. Imposibilita-do de volver a sus clases en la universidad, funda con otros profesores la Academia Tomás de Iriarte, que después se llamó Academia Alzola. Cuan-do cerraron la academia, don Tomás encontró trabajo de profesor en el Co-legio de las Madres Dominicas, por entonces algo más abiertas que los cen-tros oficiales dirigidos por personas afectas al régimen de los vencedores de la contienda. A doña Clara Hernández, por su parte, tampoco le fueron bien las co-sas pues, acabada la guerra, le quitaron su plaza de maestra en propiedad del municipio de Tegueste, alegando que estaba suscrita a un periódico de signo «socialista». Fue sancionada durante dos años y «desterrada» a Char-co del Pino, en el municipio de Granadilla. Este apartado lugar no tenía ca-rretera y había que caminar durante más de dos horas desde donde les de-jaba la guagua; tanto la escuela como la vivienda aneja carecían de agua corriente y luz eléctrica. Transcurridos los dos años de sanción, no se le re-conoció su derecho a regresar a su plaza y hubo de permanecer en Charco del Pino cuatro años más, hasta que por número de puntos consiguió una plaza en el barrio de La Cuesta del municipio de La Laguna. Durante los veranos y épocas de vacaciones, solían pasar temporadas en El Río, perteneciente al municipio de Arico, lugar al que estuvieron vincu-lados por amistosos lazos afectivos y al que, por paradojas de la vida, una buena parte de la biblioteca Quintero Hernández —la que no tenía cabi-da en la Biblioteca Universitaria— se ha trasladado. Esa otra parte, en efec-to, ha pasado a la biblioteca pública del municipio de Arico por mediación CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 316 del profesor Tejera Gaspar, oriundo de este lugar y también amigo de la fa-milia. En los años ‘50, siendo rector de la Universidad de La Laguna don An-tonio González, este y Manuel Lora Tamayo (antiguo compañero de estu-dios en Madrid de Tomás Quintero) lograron que el represaliado químico canario regresara a la universidad como profesor de prácticas de laborato-rio. Amistosamente «forzaron» asimismo a don Tomás a que se examinara para sacar la plaza de profesor adjunto de instituto, la cual obtuvo, traba-jando en el Instituto Cabrera Pinto como profesor de Física y Química has-ta su jubilación en el año 1970. Doña Clara, por su parte, después su etapa en La Cuesta se trasladó co-mo profesora a una escuela de La Laguna. Se jubiló el mismo año que su marido, tras más de cuarenta de docencia. En 1963 la familia se instaló en la vivienda de la calle del Remojo (hoy Rodríguez Moure), la misma que todavía conservaba parte de la biblioteca familiar —la que ha llegado has-ta nosotros—, pues todavía su hija, doña Clara Quintero, atesora una bue-na colección de libros en su actual residencia. Del conjunto de volúmenes albergados en la citada biblioteca familiar, ingresaron en la Biblioteca Universitaria todos aquellos que presentaban interés especial para nuestros fondos de Químicas, Educación y Humani-dades. Determinadas colecciones (novela extranjera, novela popular, fascí-culos, etcétera), así como enciclopedias, guías de viajes ya obsoletas, etcé-tera, quedaron en manos de doña Clara Quintero o pasaron a la mencionada Biblioteca Pública de Arico. Fueron igualmente excluidos los volúmenes de los cuales ya existía un ejemplar en nuestra Biblioteca, a ex-cepción de unos pocos títulos del fondo de Canarias de los cuales nos in-teresaba un duplicado. El conjunto de la donación que ha ingresado en la Biblioteca Universi-taria se reparte del modo siguiente: — 1410 libros. — 32 títulos de publicaciones periódicas. — 206 vídeos y 1 DVD. — 158 CDs musicales. — 14 CDs de idiomas. — 4 cajas con una colección de centenares de estampas y programas de películas. NOTICIAS 317 La colección se ha distribuido principalmente entre las bibliotecas de Químicas, Educación, Geografía e Historia, Filología, Hemeroteca de Hu-manidades, Mediateca y Canarias. La selección que se hizo para la Biblioteca de Educación tuvo como cri-terio fundamental recoger mayoritariamente aquellas obras sobre pensa-miento pedagógico, metodología educativa y didáctica, así como toda la colección de libros de texto dirigida a la enseñanza primaria.Todas ellas re-sultan sin duda de gran interés para el profesorado de la Facultad de Edu-cación. Con respecto a las obras teóricas sobre educación, llama la atención el gran número de monografías impresas en el primer tercio del siglo XX. Hay que señalar, además, que gran parte de ellas fue publicada en el periodo re-publicano por la editorial Revista de Pedagogía. Por otra parte, los libros de texto corresponden todos a diversas décadas de la etapa franquista. La colección de libros de Química, compuesta por 248 volúmenes, con-tiene dos obras publicadas en el siglo XIX (el Tratado elemental de las rocas de J. Carlet y Juan de la Cortina1 y Précis de chimie de L. Troost2), más de 60 de los años ‘10 y ‘20 y más de una treintena de los años ‘30 del siglo pa-sado, todas ellas de gran interés para la historia de la Química en los inicios del siglo XX. En la Biblioteca de Geografía e Historia se integraron los libros sobre cine, películas, biografías —principalmente, de artistas de cine—, los libros de arte, de viajes y de historia en general. La colección de películas en for-mato vídeo (más de 200), una colección de CDs —entre los cuales se en-cuentra una historia de la copla en 60 CDs con un completo repertorio de canciones de los mejores intérpretes antiguos y actuales—, así como una exhaustiva colección de programas de películas, se incorporaron a la Me-diateca. En su mayor parte, los títulos de revistas fueron destinados a la Heme-roteca de Humanidades. Primariamente se trata de revistas de cine, tales como Acción, Cine Poster, Cine Revue, Cinema, Cinemanía, Cinestudio, Di-rigido por, Fotogramas, etcétera. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 1. Madrid: [s. n.] (Imp. Española de Nieto y Compañía), 1860. 2. 28 éd. refondue et augmentée. Paris: Masson, 1896. 318 Además, se incorporaron a la Biblioteca, completando en muchos casos las colecciones existentes, fascículos de las siguientes materias: dos títulos de cómics: Zeppelín y Drácula; tres de historia: Historia 16, El Socialista y Tiempo de Historia; dos de teatro: Pipirijaina y Primer acto; y uno de Geo-grafía: Revista de Geografía Universal. MARTA OUVIÑA NAVARRO (UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA) NOTICIAS 319 TENIFER: MÁS DE VEINTE AÑOS ACERCANDO LA CULTURA La librería Tenifer, ubicada a la sombra de la sede central de la Univer-sidad de La Laguna y creada en 1986, cumplió veinte años de vida el pa-sado 2006. Pionera en Tenerife en el sistema de librerías de compra-venta, este espacio privilegiado para los amantes de los libros raros y desclasifica-dos o para aquellos que simplemente no quieren o no pueden adquirirlos nuevos, sigue siendo un ejemplo de que la cultura no es tan cara como apa-renta y de que acercarse al conocimiento no es tan prohibitivo como cual-quiera puede imaginar (tras ojear el escaparate de las librerías convencio-nales y asombrarse ante los precios de los libros nuevos). Además, es un espacio privilegiado para los amantes de los libros, don-de se respira el ambiente de las antiguas librerías. Ningún vendedor atosi-ga al cliente tratando de endosarle el último premio «Planeta» que llena las principales estanterías, ni le persigue ningún complejo por detenerse en al-gún volumen y revisarlo con el sosiego que merece. Personas que conocen y aprecian el material con el que trabajan, también están dispuestas a echar una mano al lector si le hace falta. Lorenzo Pérez se puso al frente de esta actividad en 1989 y, pese al tiempo que ha transcurrido desde entonces, reconoce que «aún les cuesta a las nuevas generaciones entender el libro de compra-venta». En otros países europeos está muy implantado el modelo de utilizar libros de segunda ma-no, pero en las Islas existen aún prejuicios incomprensibles sobre este asun-to, que podrían asimilarse a aquellos que anteponen a cualquier coste la compra de una vivienda al alquiler. Para tratar de hacer comprender este sistema a los jóvenes, recurre al símil de los libros de texto en la familia, cuando los manuales pasaban del mayor al menor a medida que iban avan-zando en los cursos (una realidad que, lamentablemente, cada vez es más difícil por el continuo cambio que, año tras año, se produce en los libros es-colares). No obstante, Tenifer se ha hecho un hueco dentro del mercado del li-bro en la isla de Tenerife y, como reconoce su propietario, «ya son varias las generaciones que han empezado y terminado sus carreras con nosotros». Ade-más, aclara que esta tienda no es «un rastro», y los volúmenes que ponen a CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 320 la venta, previo un proceso de revisión e incluso de limpieza, se encuen-tran en muy buen estado de conservación. «No vendemos cualquier cosa», recalca. En la librería Tenifer se puede encontrar de todo. Como muy bien lo describió el escritor y periodista Víctor Álamo de la Rosa —en un repor-taje publicado en el periódico La gaceta de Canarias a comienzos de la dé-cada de los noventa—: «En esta curiosa librería, donde se pueden adquirir desde biblias antiguas a revistas pornográficas [...] pueden comprarse libros a mitad de precio tomando como referencia el coste real en el mercado». La distribución de la librería sigue dos grandes clasificaciones. La pri-mera de ellas es la universitaria, en la que se encuentran obras correspon-dientes a las diferentes carreras (desde Historia hasta Física, pasando por Filosofía o Matemáticas). En segundo lugar, cuenta con un área importan-te de Literatura, clasificada por géneros y en distintos idiomas. Entre otras cuestiones, también destacan un espacio dedicado a libros antiguos —don-de no es tan extraño localizar alguna joya para bibliófilos— y un fondo so-bre temática canaria. NOTICIAS 321 En todo este tiempo en que lleva abierta al público Tenifer, la sociedad ha evolucionado y se han producido cambios, como el hecho de que el eje de la Universidad se haya desviado desde el centro de La Laguna hacia la zona de Guajara, alejando de esta tienda emblemática (ubicada en el nú-mero 36 de la calle Delgado Barreto) al alumno universitario, uno de sus principales clientes. Sin embargo, su propietario asegura que este despla-zamiento no le ha afectado porque han conseguido una clientela fiel, que se ha ido haciendo sin otra publicidad que «el boca a boca, que es la mejor de todas». Un segundo aspecto que podría haber mermado las potencialidades de Tenifer es la aparición de internet, ya que existen, en este universo de las comunicaciones y de la información, numerosas librerías que ofrecen vo-lúmenes de segunda mano o descatalogados a precios asequibles. No obs-tante, Lorenzo Pérez asegura que la aparición de estas librerías en la red no les ha hecho daño en la venta, «porque cada una tiene su espacio». Además, indicó que no se van a sumar a este sistema de venta por internet, debido al alto coste que representaría el envío postal —«en esto influye el hecho de que somos islas»—, aunque se está ultimando la preparación de la página web, donde podrán conocerse los fondos con los que cuenta desde cual-quier rincón del mundo. Lorenzo Pérez reconoce que la librería no es un «negocio». De hecho, no vive de esta actividad, que seguramente le reporta más beneficios espiri-tuales que materiales. No es raro observar que en el interior de Tenifer se produzca una improvisada tertulia sobre esta o aquella edición, y son mu-chos los que emplean esta librería como una mesa camilla, en una fría tar-de lagunera, donde alimentarse con la cultura libresca que no se deja sen-tir en otros espacios donde también se consumen libros. Un consuelo para los que creen que la cultura no es sólo mercado. Bibliografía: ÁLAMO DE LA ROSA, Víctor. «Una segunda mano para la lectura». La gaceta de Canarias (23 de noviembre de 1993), p. 24. DAVID SANZ DELGADO CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 322 LA BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL CENTRAL DE SANTA CRUZ DE TENERIFE: SUS FONDOS DOCUMENTALES Y BIBLIOGRÁFICOS Los fondos documentales, bibliográficos y de hemeroteca de la Biblio-teca Pública Municipal de Santa Cruz de Tenerife constituyen un conjun-to imprescindible para el estudio del pasado y de cualesquier aspectos de la cultura de nuestras Islas. En ellos se encuentra gran parte de la historia no sólo de Canarias, sino también de la España peninsular, de Europa y de América. Libros cuyas fechas oscilan entre los siglos XVI y XVIII forman la gran masa bibliográfica. Los mismos proceden de la antigua biblioteca del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, siendo transferidos en 1888. En-tre ellos se hallan ejemplares donados por Ángel Guimerá, Nicolás Estéva-nez, Felipe Miguel Poggi Borssotto, Ramón Gil Roldán, Juan de la Puerta Canseco, Anselmo J. Benítez, etc.También los 2452 libros —núcleo funda-cional de la Biblioteca— recuperados de la Sociedad Económica de Ami-gos del País de Santa Cruz de Tenerife el 10 de febrero de 1879 mediante donativos, cambios y compras, cuyo inventario fue realizado por Irineo González.Y, por último, los 2120 libros traídos de La Orotava por D. Fran-cisco María de León en 1859.Todos ellos de gran valor, entre los que se en-cuentran obras de Pedro Sarmiento de Gamboa (Viaje al estrecho de Ma-gallanes..., 1768), Alonso Carranza (El ajustamiento y proporción de las monedas de oro, plata y cobre, 1629), Athanasius Khircher (Latium, 1671), Antonio de Solís (Historia de la conquista de México, población y progresos de la América..., 1685), José Cavanilles (Observaciones sobre la Historia Na-tural, geografía, agricultura, población y frutos del reino de Valencia, 1795- 1797), Enrique Flórez (Medallas de las colonias, municipios y pueblos anti-guos de España, 1757-1773), Cayo Plinio (Historia Natural, 1741) y un largo etcétera. Como se puede apreciar, el acervo patrimonial de la Biblioteca se ha en-riquecido a lo largo del tiempo mediante la compra de libros, así como por donaciones de distintas personas. Contiene auténticas joyas bibliográficas sobre casi todos los temas del conocimiento humano. Por ejemplo, hay li- NOTICIAS 323 bros extraordinarios sobre filosofía, teología, religión y también sobre de-recho, economía, etc. La colección de libros científicos del fondo general — que he revisado personalmente— es extraordinario, pues alberga ediciones de los mejores investigadores de los siglos XVIII y XIX. Pero aunque no es este el lugar para la descripción exhaustiva de los contenidos generales de tan rica colección, sí lo es para dar una idea aproximada de su grandísimo aporte cultural. Los fondos documentales de personajes de la vida canaria, tales como Pedro García Cabrera, Francisco Aguilar y Paz, José Arozena, así como el del castillo de San Cristóbal y, sobre todo, el de la Casa Fuerte de Adeje constituyen una fuente riquísima en conocimientos sobre hechos que de-jaron de ser cotidianos para transformarse en capítulos extraordinarios del pasado. Conjunto importantísimo es el fondo canario manuscrito (más de 360) y bibliográfico, en el que se encuentran obras de Viera y Clavijo, Bon-tier, Pereira Pacheco, Bethencourt Alfonso, Diego Guigou, Sabino Berthe-lot o Antonio Porlier. La hemeroteca de la Biblioteca Pública Municipal de Santa Cruz de Te-nerife es un referente de la cultura canaria, reflejo de todos los aconteci-mientos de la historia de nuestras Islas, de la nacional y mundial. Entre las publicaciones periódicas canarias, cuenta con el Semanario Misceláneo En-ciclopédico Elementar de Andrés Amat de Tortosa, estampado por Bazzanti, impresor de la Real Sociedad (1785-1787) y del que la Biblioteca posee los primeros números.También, la colección del segundo periódico editado en las Islas y el más importante del periodo hasta mediados del siglo XIX, El correo de Tenerife (1808-1809), impreso de nuevo por Bazzanti, publicado por iniciativa de la Junta Suprema de Gobierno con sede en La Laguna y redactado por Domingo Hernández Soto. Se conserva, asimismo, una de las colecciones más completas del tercer periódico impreso en el Archipiéla-go, el Boletín Oficial de Canarias (Imprenta de Vicente Bonnet, 1834- 1927), o una de las más importantes revistas editadas en Canarias, La au-rora (Santa Cruz de Tenerife, 1847-1848), con artículos de Sabino Berthelot. Ya en el último tercio del siglo, las publicaciones más relevantes serán el tinerfeño El memorándum: periódico independiente (Santa Cruz de Tenerife: Isleña, 1874-1895) o El diario de Tenerife: periódico de intereses ge-nerales, noticias y anuncios (1887-1917), dirigido por Patricio Estévanez y CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 324 estampado en las imprentas de Vicente Bonnet y La Isleña, donde se in-corporaron máquinas y tipos traídos de París. Aparecido en 1886, se pro-longará por más de 30 años hasta 1917, con 1000 ejemplares de tirada en 1889, más que los otros nueve periódicos santacruceros de dicho año. Pero las revistas más destacadas del XIX serán especialmente dos: La ilustración de Canarias (director: Patricio Estévanez. Santa Cruz de Tene-rife: Imp. de José Benítez, 1882-1884) y la Revista de Canarias (director: Elías Zerolo. Santa Cruz de Tenerife: Imp. Isleña de Francisco C. Hernán-dez, 1878-1882). Ambas son indispensables para el conocimiento de una de las épocas más brillantes de la cultura insular y en ellas colaboran las principales figuras del periodo: Patricio Estévanez, Elías Zerolo, José Taba-res Barlett, Manuel de Ossuna, Domingo Bello y Espinosa, Agustín Milla-res Torres, etc. La Revista de Canarias sustituyó al Gabinete Instructivo y apareció hasta 1882, pues el 23 de abril de ese año su director, Elías Zero-lo, fue destinado a París. La ilustración de Canarias dedica gran parte de sus contenidos a América y África e incluye un equipo de dibujantes y fotó-grafos que hacen posible más de un centenar de grabados, convirtiéndose en un valioso testimonio de su tiempo. También son destacables Gaceta de arte: revista internacional de cultura (Santa Cruz de Tenerife: Tip. Margarit- Sanz, 1932-1936), dirigida por Eduardo Westerdahl, Proa, El pito, La rosa de los vientos, etc. En fin, se podrían citar otros muchos fondos de este más que centena-rio recinto. Sólo esperamos que estas breves líneas acabadas de esbozar despierten el interés de nuevos investigadores animados por seguir escu-driñando los tesoros que encierra la Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife. JERÓNIMO DELGADO DE AGUILAR NOTICIAS 325 II EDICIÓN DE LOS CURSOS DEL ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE SANTA CRUZ DE TENERIFE: LA INSTITUCIÓN Y DOCUMENTACIÓN NOTARIAL Esta segunda edición de los cursos del Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife se adscribe dentro de la programación de activida-des de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Gobier-no de Canarias, y con el mismo pretendemos proporcionar a los profesio-nales y estudiantes las herramientas que les permitan valorar, seleccionar y organizar esta documentación, cuya importancia queda reflejada en nues-tro ordenamiento jurídico desde hace siglos y pervive hasta la actualidad. Todo ello a través del estudio de la institución en el marco jurídico y la práctica archivística. El tema abordado explica que este curso esté patro-cinado por el Ilustre Colegio Notarial de las islas Canarias. El curso consta de treinta y cuatro horas lectivas, equivalentes a tres créditos de libre elección, homologables por la comisión de convalidación de la Universidad de La Laguna. Cuenta también con la homologación del Instituto Canario de Administración Pública (ICAP). DIRECCIÓN DEL CURSO Francisco J. Macías Martín. Jefe de Servicio del Archivo Histórico Provin-cial de Santa Cruz de Tenerife. Juan Ramón Núñez Pestano. Profesor titular del Departamento de Histo-ria de la Universidad de La Laguna. COORDINACIÓN DEL CURSO Leocadia Pérez González. Técnico superior del Archivo Histórico Provin-cial de Santa Cruz de Tenerife. COORDINACIÓN CON EL COLEGIO NOTARIAL Alfonso Cavallé Cruz. Archivero general de protocolos del distrito de Santa Cruz de Tenerife. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 326 PROGRAMA I. Notas para la historia del protocolo notarial. Vicente Simó Santonja. Colegio Notarial de Valencia. Unión Internacional del Notariado Latino. II. El notariado y el documento: evolución histórica y aspectos diplomáti-cos. La institución notarial. El protocolo. M.ª Luisa Pardo Rodríguez. Universidad de Sevilla. Pilar Ostos Salcedo. Universidad de Sevilla. III. El notariado y los archivos: el marco jurídico. Notariado y documento público. El sistema notarial español. El sistema de archivos de protocolos. La accesibilidad documental. Laureá Pagarolas i Sabaté. Archivo de Protocolos de Barcelona. IV. Los registros y los protocolos: el tratamiento archivístico. La organiza-ción archivística. La descripción. NOTICIAS 327 Ángel Laso Ballesteros. Archivo Histórico Provincial de Valladolid. V. Los protocolos notariales en la historiografía del siglo XX: del historicis-mo a la historia de las experiencias pasando por la edad de oro de la his-toria social. Juan Ramón Núñez Pestano. Universidad de La Laguna. VI. Seguridad jurídica y firma electrónica en la documentación notarial. Juan Boiás Alfonso. Consejo General del Notariado. Lugar: Salón de actos del Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, Camino de La Hornera, 78. 38296 San Cristóbal de La Laguna. Horario: de 11:00 a 13:00 horas, el 12 de marzo; y de 16:00 a 20:00, del 12 al 21 de marzo. ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE SANTA CRUZ DE TENERIFE CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 328 PRIMERAS FERIAS DE LA EDICIÓN EN CANARIAS Después de un comienzo azaroso, la Feria de la Edición en Canarias pa-rece asentarse en el panorama cultural del archipiélago canario. La inicia-tiva —en principio, un tanto arriesgada— de la editorial Baile del Sol ha conseguido organizar de manera regular tres celebraciones. Entre el 21 y 24 de octubre de 2004, en la antigua recova de Santa Cruz de Tenerife se llevó a cabo la primera. La misma contó para su desarrollo con una serie de casetas expositivas y otros actos simultáneos como presentaciones de li-bros, conferencias o mesas redondas, estas últimas no exentas de alguna po-lémica. La segunda (abierta entre los días 15 y 18 de diciembre de 2005), dispuesta en el mismo espacio que la anterior y con igual formato, se cen-tró en divulgar la variedad de editoriales de las Islas. La última, dedicada monográficamente a las bibliotecas canarias, se organizó entre el 14 y 17 de diciembre de 2006 en una carpa instalada al efecto en la calle La Noria de la capital tinerfeña. De manera paralela, cada una de las Ferias ha aprovechado estas jorna-das para reunir a cuantos editores han querido sumarse a la propuesta, or-ganizando los denominados Encuentros de Editores en Canarias, en los que, NOTICIAS 329 a través de una puesta en común, se han discutido diversos aspectos rela-cionados con el mundo editorial de las Islas. Los expresados Encuentros co-menzaron un año antes de la primera de las Ferias (concretamente, entre el 26 y el 29 de marzo de 2003), cuando se gestó la Asociación de Edito-res de Canarias (EDICAN), y parece que han garantizado su continuidad en el marco más amplio en que ahora participan. En cada una de las citas han concurrido numerosas editoriales insulares (y, en menor medida, impresores) que han mostrado al público sus queha-ceres librescos. A ellas se han sumado otras empresas o expertos foráneos que —en ocasiones— han compartido su experiencia sobre diferentes cuestiones, como la relativa a la comercialización del producto editorial. Es probable que uno de los aspectos más positivos haya sido el que ca-da uno de los eventos se haya concebido a partir de la iniciativa privada. Sobre esta cuestión convendría subrayar que la Feria trata de consolidar la celebración de estas jornadas anuales sobre un sector que hasta ahora ha trabajado de manera descoordinada y, en ocasiones, con enorme depen-dencia de las administraciones públicas. Así las cosas, cabría mencionar el esfuerzo de sus promotores por estrechar lazos entre los distintos «fabri- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 330 cantes» de cada una de las partes que conforman un libro (autores, edito-res, impresores, libreros, bibliotecarios y lectores), en un intento por con-tar con una industria de la edición más desarrollada y que pueda articular-se en el fragmentado territorio que configura el archipiélago canario. Bibliografía: HERNÁNDEZ, Domingo-Luis. «Una mesa con ausencias». La opinión de Teneri-fe / 2 C: revista semanal de ciencia y cultura, n. 240 (30 de octubre de 2004), p. 11; PRIMER En-cuentro de Editores en Canarias. Tegueste: Baile del Sol, D. L. 2004; REDACCIÓN 2 C. «La feria de los discretos». La opinión de Tenerife / 2 C: revista semanal de ciencia y cultura, n. 240 (30 de octubre de 2004), pp. 8-10. MANUEL POGGIO CAPOTE NOTICIAS 331 LAS EDICIONES DIGITALES Y LA PROPUESTA DE COLOR RELAX PARA LA ELABORACIÓN DE UN CATÁLOGO E INVENTARIO DE LOS PERIÓDICOS EDITADOS EN LA PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE (1758-1958) I Ediciones Digitales Color Relax Se cumplen ahora tres años de la creación de nuestra editorial en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife). Nuestro catálogo contiene, hasta hoy, dos colecciones digitales: a) La colección Documentalia que, dirigida por Manuel de Paz Sánchez, ca-tedrático de Historia de América en la Universidad de La Laguna, va ya por el número catorce (todos editados en CD). Está destinada a temas docu-mentales que de una u otra manera se relacionan con nuestro Archipiéla-go. Documentalia contiene programas canarios muy variados: acerca del cultivo y exportación del plátano, Platanópolis I y II (documentos, corres-pondencia y catálogos de las primeras décadas del siglo pasado referentes a este producto); otros dos títulos sobre masonería; dos CDs de colecciones fotográficas de Canarias y Cuba; otro volumen sobre la agricultura en las Islas (Informe del estado de la agricultura en Canarias); y así hasta 14 títu-los editados hasta ahora. b) Una segunda colección —Documentos para la Historia de Canarias— se ha inaugurado mediante la edición en DVD de la obra de Juan Régulo Pé-rez Nobiliario de Canarias, impresa en cuatro tomos (5000 páginas) du-rante las décadas de los cincuenta y sesenta del pasado siglo por el ilustre palmero, docente de la Universidad de La Laguna. Ahora está disponible en formato digital, incorporando a este soporte un sistema de búsqueda de palabras que permite fácilmente acceder a los cerca de 50 000 nombres que contiene esta obra. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 332 II Los periódicos editados en la provincia de Santa Cruz de Tenerife: una pro-puesta de catálogo e inventario (1758-1958) En 1903, Luis Maffiotte La Roche aportó un importante trabajo de in-ventario de los periódicos editados en Canarias y por canarios en Europa y América. Posteriormente, durante el pasado siglo XX, historiadores y espe-cialistas han contribuido con una extensa bibliografía que ha permitido co-nocer a fondo la impresionante colección de periódicos editados en nues-tro Archipiélago. Nuestra editorial se ha apoyado inicialmente en estos trabajos. El resto de la labor de campo efectuada en las hemerotecas ha si-do realizada personalmente por el editor, contando siempre con la valiosí-sima ayuda y consejos del personal de todas las hemerotecas visitadas. Con este Catálogo e inventario comenzamos la tercera colección, centrada ex-clusivamente en trabajos acerca del periodismo canario. Además del Catá-logo e inventario ya están en preparación varios originales que se publicarán posteriormente. También formarán parte de esta colección facsímiles de colecciones de libros y periódicos que de alguna manera hayan marcado época o hayan destacado significativamente en el panorama periodístico canario. En la creación del Catálogo e inventario se trabaja desde hace diez años. Este proyecto nos ha obligado a visitar y bucear profundamente en todas las hemerotecas y archivos de las Islas. También en varias hemerotecas del exterior, como la Municipal de Madrid, la Biblioteca Nacional o el Institu-to de Historia Social de Amsterdam. El proyecto abarca los dos primeros siglos de prensa canaria, referidos en el presente caso a la provincia de San-ta Cruz de Tenerife. Comienza en 1758 con los primeros periódicos ma-nuscritos y se cierra en 1958, año de la creación del Depósito Legal. La colección de los casi 800 títulos incluidos en este proyecto se ha pre-sentado de una forma práctica y esquemática. Cada título cuenta con un formato de ficha en la que se incluyen todos los datos técnicos y persona-les conocidos. Se completa, además, con el inventario de los ejemplares dis-ponibles, detallando en todos los casos el número completo y las respecti-vas hemerotecas en las se pueden consultar. Finalmente, se cierra el estudio de cada título con reproducciones de portadas, la mayoría en sus colores originales, de ejemplares disponibles y significativos de cada cabecera. Asi- NOTICIAS 333 mismo, aprovechando las herramientas digitales, este trabajo contendrá una colección de tablas y gráficos estadísticos sobre años de publicación, localidades de edición, relaciones temáticas, listas alfabéticas por títulos, lista rápida de localización de títulos en hemerotecas, etc. También incor-pora un sistema de OCR, motor de búsqueda digital de palabras, herra-mienta indispensable para un proyecto tan amplio como el que presenta-mos aquí. Para conformar este trabajo hemos visitado cada hemeroteca transpor-tando nuestros equipos y cámaras digitales, con los que hemos fotografia-do miles de páginas de periódicos de las que, finalmente, se han seleccio-nado las que serán publicadas. De todos los títulos detallados en el inventario no hay ejemplares conocidos disponibles de 95 cabeceras. Aún hoy seguimos trabajando, en la espera de que el proyecto esté finalizado durante el presente año 2007. Efectuando un cálculo aproximado, se pre-vé que el total alcanzará por lo menos las 2000 páginas. JORGE F. DA SILVA CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 334 LA RESURRECCIÓN DE LA MEMORIA: ENTREVISTA A MANUELA MARRERO RODRÍGUEZ Con motivo de la presentación en la casa Salazar de Frías de Santa Cruz de La Palma del libro Acuerdos del Cabildo de La Palma 1554-1556, la se-de del Centro Asociado de la UNED en La Palma «Valeriano Fernández Fe-rraz » fue escenario de la entrevista que concedió al consejo editorial de Cartas diferentes Manuela Marrero Rodríguez, coordinadora general del proyecto de edición y estudio del primer volumen conservado de actas de sesiones del antiguo Concejo palmero, que contó además, en su puesta en marcha, con la colaboración de las profesoras Emma Solano Ruiz y Gloria Díaz Padilla para la transcripción y examen introductorio, y de Luis A. Hernández Martín para la elaboración del profuso índice analítico final que lo acompaña. No es esta la primera vez que la profesora Marrero, catedrática eméri-ta de la Universidad de La Laguna, se vuelca en labores de edición docu-mental. Ya en 1949 participaría junto a G. de L. Cáceres, E. González, A. Díaz y B. Cabrera en la transcripción de los acuerdos del Cabildo de Tene-rife correspondientes a 1497-1507 y en 1953 en la de los documentos que componían la monografía Reformación del repartimiento de Tenerife en 1506, en esta ocasión con Emma González y Luisa Fabrellas. Pero no será hasta 1958 cuando dé a conocer, de nuevo junto a Emma González Yanes, su predilección por este tipo de trabajos a través de los Extractos de los proto-colos del escribano Hernán Guerra, con el que se inauguraba una serie de monografías de similares características que habrían de repetirse sucesiva-mente en la colección Fontes Rervm Canariarvm del Instituto de Estudios Canarios (La Laguna, Tenerife). Al saludar el material, Agustín Millares Carlo (1893-1980) reconocía entonces su carácter pionero en España: Hasta ahora no disponemos de una bibliografía razonada de los trabajos que sobre los archivos notariales han visto la luz en España y en Hispanoamé-rica. Varios son los repositorios de protocolos españoles que han dado a conocer sus inventarios y muchos aquellos otros cuyos funcionarios trabajan en la re-dacción de índices y catálogos; pero el primero, que sepamos, en que detallada- NOTICIAS 335 mente y documento por documento se especifica el contenido de un conjunto de esta clase es precisamente el libro que ahora nos ocupa1. Y concluía su recensión en estos términos: Los avezados a trabajos como el llevado a cabo por las señoritas González Yanes y Marrero Rodríguez conocen bien la suma de dificultades de lectura y transcripción que presentan los textos manuscritos de los siglos XVI y XVII; razón suficiente —de no haber otras muchas— para admirar y aplaudir sin reservas la maestría con que las autoras del libro que hemos comentado han sabido dar-le solución2. También se hacía eco de la novedosa publicación el Dr. Elías Serra Rà-fols (1898-1972), quien destacaba la obra por la ingente aportación de su contenido a la luz de un vacío documental que dominaba a finales de la década del ’50 el panorama de materiales disponibles del siglo XVI canario: [Las autoras] tratan de dar una idea de la riqueza de contenido de estas actas, con alusión a algunos de los temas de interés que ilustran, tomados un poco al azar: los géneros de consumo y de exportación, los artículos de lujo, los guanches y su solidaridad, los oficios y sus nombres, etc. Pero la importancia de un documento no puede anticiparse: es función del propósito que guía a cada uno; desde que dispongo de este repertorio, algunas veces he acudido a él en bus-ca de información de temas diversos, y en todas me ha suministrado noticias útiles. Busqué sobre naves y puertos y hallé la relación y categoría de éstos y los CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 1. MILLARES CARLO,Agustín. «[Recensión de:] Emma González Yanes y Manuela Marre-ro Rodríguez. Protocolos del escribano Hernán Guerra: La Laguna, 1508-1510. La Laguna: Ins-tituto de Estudios Canarios, 1958». El Museo Canario, años XIX-XX, n. 65-72 (enero-diciem-bre de 1958-1959), p. 142. 2. Ibidem, p. 145. 336 fletes y cargas de aquéllas […]; otra vez me interesaron los molinos, y encontré datos sobre los de agua y de viento, etc.3 Pocos años más tarde, Marrero proseguiría en solitario o en colabora-ción la exhumación de escrituras de otras escribanías tinerfeñas (de Juan Ruiz de Berlanga [1507-1508] y de Los Realejos [1521-1524 y 1529- 1561]) y, especialmente, de los acuerdos del Cabildo de Tenerife (volúme-nes 1525-1533, 1538-1544 y 1545-1549), continuando con ello las pro-puestas de edición que había planteado desde el principio de la colección Fontes Serra Ràfols, profesor de la Universidad de La Laguna y promotor a mediados del siglo XX de las nuevas líneas de pesquisa historiográfica en Canarias. En 1993, la profesora Marrero recibía un merecido homenaje por su dilatada trayectoria docente e investigadora de parte de sus compañeros universitarios, fruto del cual nacieron los dos tomos de Strenae Emmanve-lae Marrero oblatae. En reconocimiento a su contribución al desarrollo de la investigación, a la «construcción de nuestro conocimiento historiográfico» y a la conservación del patrimonio documental insular, de los que había sido indudable protagonista, además de haber sabido «comunicar a las jóvenes generaciones sus conocimientos, creando una auténtica escuela de paleografía en la que se han formado generaciones de reconocidos historiadores isleños que han seguido sus pasos»4, a la profesora Marrero le fue concedido el Premio Canarias 2005 de Patrimonio Histórico. * * * Víctor J. Hernández Correa. ¿Cómo y cuándo comenzó su afición y su dedicación profesional a la Paleografía y la Diplomática? Y es que, claro, muchas personas consideran que son disciplinas muy duras y aburridas. ¿Cómo se enloqueció para introducirse en ese mundo? NOTICIAS 3. SERRA [RÀFOLS], Elías. «[Recensión de:] Emma González Yanes y Manuela Marrero Rodríguez. Extractos de los protocolos del escribano Hernán Guerra, de San Cristóbal de La La-guna. 1508-1510. La Laguna: Instituto de Estudios Canarios, 1958». Revista de historia cana-ria, t. XXV, año XXXII, n. 127-128 (julio-diciembre de 1959), p. 290. 4. http://www.gobcan.es/presidencia/dc2005.html (consultado el 1 de enero de 2007). 337 Manuela Marrero Rodríguez.Tuve un buen maestro: don Elías Serra Rà-fols. En realidad, él no me introdujo en la Paleografía sino como disciplina auxiliar de la Historia, aunque eso a los paleógrafos no se les puede decir, porque «la Paleografía —dicen— es una ciencia independiente». Bueno… Don Elías me introdujo en el mundo de los documentos, un mundo apasionante que te va descubriendo cómo a través de los siglos las perso-nas no cambian la forma de ser. Las mismas ilusiones que tenemos hoy las tuvieron antes ellos. Eran personas. Por tanto, salvando las distancias de la época —hay que tener en cuenta que ellos vivían hace cinco siglos o más— , como humanos, padecían rencores, envidias, amor… Y eso es un mundo emocionante: ver que aquellas personas tenían las mismas o casi las mis-mas ilusiones que tenemos hoy. Y, claro, había de todo: gente mejor y gen-te peor. Los había que poseían más elegancia en su humanidad; otros, en cambio, eran más intransigentes. Por ejemplo, yo que he leído tanto los acuerdos del Cabildo tinerfeño a veces comento —o comentaba hace tiem-po— con algunos concejales que ya no ejercen en el Ayuntamiento de La Laguna: «¡Ay, me acuerdo más de ustedes…!». Son muy parecidos: todos tratan de barrer para dentro, de sacar lo que pueden en su provecho… Y así [ríe]. VHC. Cuando Ud. empezó y a lo largo de su carrera, ¿cómo se le ocu-rrió siendo mujer… MMR. ¿Mujer? VHC. … introducirse en un mundo de hombres? MMR. No, no, no. VHC. Bueno, siempre ha habido mucho nombre de hombre. MMR. Eso no tiene que ver. ¡Oiga! No me vengan aquí… Siempre ha ha-bido mujeres que se han destacado en su época, no ahora, que creemos que parece que es del otro día cuando la mujer se ha revalorizado. No, siempre ha habido mujeres que se han adelantado a su tiempo. Aunque hayan es- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 338 tado en una esquina. Pero… bueno, han sido valientes. Además —y esto responde también un poco a la pregunta que me hizo antes—, mi maestro pensaba que a los futuros licenciados, fuesen mujer u hombre —u hombre y mujer, como se decía antes—, había que interesarles, independientemen-te de que aprobaran cursos o los perdieran, y enseñarles ese mundo de la ciencia pura que es la investigación, porque es un mundo maravilloso. Es un universo que quien lo sabe es quien lo trabaja. A los otros les parece pe-sado, aburrido, triste, poco vistoso, especialmente hoy, que se persiguen las cosas que se hacen por la mañana, se terminan a mediodía y se publican por la tarde. Y además todos creen que descubren el Mediterráneo. El Me-diterráneo hace muchos siglos que fue descubierto. Porque como nadie lee, sino que cada uno se cree que desvela cosas nuevas, dice: «¡Ay, mira!», y re-sulta que eso ya lo había dicho alguien de una manera o de otra. Si los otros no hubieran trabajado de una forma artesanal, no se habría llegado a aho-ra. Lo que pasa es que hoy en día hay más medios, más dinero que se gas-ta inútilmente; en cambio para otras cosas no hay dinero. ¡Se publican tan-tos libros que no sirven para nada! Y sin embargo se dejan los más importantes. Porque con esto se hace la historia, la historia de La Palma, de Tenerife o de Gran Canaria… VHC. Volviendo a ese origen, porque a mí es una de las cuestiones que más me han llamado la atención (me refiero a esas mujeres históricas y de los últimos años que ha tenido Canarias), ¿nunca se ha sentido desplazada ni ha tenido ningún conflicto en ese sentido? MMR. Yo me he sentido como mujer siempre. Siempre me han respeta-do. Yo también he respetado a la gente. Siempre he considerado a la gente como persona, porque la gente es persona, y para mí tiene un valor el in-dividuo como ser humano, no por lo que tiene, porque tenga mucho dine-ro o porque tenga poco, porque tenga muchos estudios, porque tenga mu-chos títulos… No. La persona, de cualquier estamento, desde el más humilde al menos humilde, tiene para mí un significado humano. Y, por tanto, los trato como personas y ya con eso tienen un valor. ¿Que estudia-ron? Bueno. ¿Que no estudiaron? Es que hay inteligencia natural. Los in-dígenas eran inteligentes naturalmente.Y mucho. Más que algunos que van NOTICIAS 339 a la universidad. Porque pasan por la universidad, pero la universidad no pasa por ellos. ¿Estamos? [ríe] VHC. Yendo a las diferencias en cuestiones económicas, técnicas, cuan-do Ud. se licenció y comenzó sus investigaciones frente a la situación ac-tual, en la que las bibliotecas están en mejores condiciones, los archivos es-tán más catalogados [MMR me mira con expresión que interpreto de extrañeza] —bueno, algunos—, ¿cree que hay un salto? MMR. Hoy en día hay más dinero que se gasta inútilmente, eso sí lo pien-so. Porque no se da a quien trabaja sino a los que están allí como tratando de conseguir algo; vaya, que quieren medrar. Y bueno, antes todo era arte-sanal: desde que uno tenía que ir al archivo, sentarse… Por ejemplo, en re-lación con estos Acuerdos recuerdo que me costó bastante —ya lo digo en el libro— que me dejaran entrar al archivo. Y luego me pasaba desde las nueve de la mañana que entraba hasta que nos íbamos. Me decían: «¿Se quiere quedar para mañana aquí?». Y nos íbamos a las dos. No me levanta-ba de la silla. Desde las 9:00 hasta las 14:00. Esto ocurrió cuando venía aquí a la UNED a dar clases. Como tenía las mañanas libres, digo: «Voy a de-dicarme a esto». Después vieron otras compañeras y les dije que si querían participar. Y vinieron. Ya le digo, hace falta tener ilusión e interesarse por eso, porque el que cree que lo hace por dinero… Además, no nos daban nada. Era todo gratis. Lo dimos todo gratis. Y dándolo gratis parece que no les interesa porque parece que hay que pagar.Yo nunca he recibido dinero por esto.Y además, no lo quiero tampoco. Porque si recibo dinero me obligan a hacerlo como ellos quieren y yo quiero tener independencia. Quiero hacerlo como yo creo que debo hacerlo. No quiero decir con eso que lo haga perfecto. Me equivoco, como todas las personas. Pues natural, soy humana, pero por lo menos lo hago como yo quiero. ¿Estamos? [ríe] VHC. Y esta convicción que demuestra cuando habla, ¿la ha tenido siempre en general con el mundo de la investigación o Ud. se ha ido de-cepcionando a lo largo del tiempo? CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 340 MMR. Por ejemplo, con respecto a este libro es divertido —ya lo escribo en la «Introducción»—. Para ellos siempre ha sido interesante o siempre ha-bía parecido interesante… Ellos no saben nada de nada, porque los políti-cos no saben nada de los puestos que desempeñan… Sabrán de otras co-sas, no digo que no, ¿eh? Eso es aparte. Y no digo tampoco que no sean inteligentes. Lo que pasa es que colocan a gente que no sabe. Y luego los asesores tampoco saben... Y se gastan dineros inútiles. Porque hay que ver cada asesor que tiene cada uno… que vamos… es de risa. O de pena. Y di-cen cada barbaridad… Y una se queda diciendo: «Pero, bueno, ¿estos seño-res están al frente de una entidad?». Pues ya podrían antes dedicarse a ha-cer un cursillito pequeño, aunque sea [ríe]. O tener otros asesores. ¿Ud. me pregunta si me he decepcionado? No. No porque yo creo que la gente que ya no está, sino que está en el otro lado, nos ayuda también. Porque ellos aparecen vivos allí. Si aparecen en los protocolos notariales, surgen haciendo compras, ventas, intercambios, pagando deudas, escribien-do testamentos. Antes, incluso, se iba más al escribano que ahora al nota-rio (que son lo mismo, aunque con distinto nombre). Y es que antes se iba más porque escribir no se consideraba como signo de cultura, sino como una artesanía. El que sabía escribir, estupendo. Ese se dedicaba a elaborar documentos que no sabían hacer los que no escribían. ¿Qué pasaba con el resto? Pues unos se ocupaban en el mundo militar (para guerra o defensa). Después, estaban los mercaderes; algunos no sabían escribir, pero al menos sabían manejárselas a su aire y no los engañaban y, si los engañaban, pro-curaban que no los engañaran dos veces. Pero generalmente había poca gente que supiera leer y escribir. Eso desde luego. Pero es que en la época de la que estamos hablando era muy distinto el concepto de analfabetismo. A las mujeres, por ejemplo, casi nunca se les enseñaba porque tenían bas-tante con cuidar a los niños. Los que Dios les daba y unos cuantos más, ya que luego estaban la sobrina, el pariente que estaba solo y lo llevaban a la casa… Eran unas casas largas y enormes. Había que trabajar mucho y to-dos ayudaban a sacar a los hijos adelante. Entonces, las mujeres, ¿para qué querían saber leer o escribir? Algunas sí sabían, claro. E incluso había au-ténticas ilustradas. Sin embargo, se trataba de pocos casos. Es apasionante porque es la vida real. NOTICIAS 341 Lo que pasa es que en el mundo de hoy hay muchos siglos de diferen-cia. La mujer actual es de otro tipo. Ha entrado en el universo del trabajo. Ahora, incluso, de acuerdo con la política que gobierna, existe el mismo número de hombres que de mujeres. Me parece una ridiculez. Porque es-tán demostrando que las que están de ministras no saben nada. Están con-tinuamente: «¡Ay, me equivoqué! o «¡Ay, dije esto que no era!» o «¡Ay, dije otra cosa!». O sea, que ya podían hacer un reciclaje, ¿no? Por lo menos. O decir que no. Yo pienso que si uno no sabe una cosa, pues lo dice, sencilla-mente. Yo no tengo por qué saber todo. Yo sé una mínima parte de un fis-co. Pero, ¿eso en el mundo? Díganme a ver. Y así todos. ¿Qué pasa, le gus-ta o no? [ríe] VHC. La combinación de la docencia y la investigación que ha llevado de manera paralela, ¿le han resultado, no le han resultado, prefiere una u otra, le gusta enseñar? Porque Ud. es famosa también como enseñante. MMR. Sí, claro, también me he dedicado a mis alumnos. Pero hay que dedicarse por completo. Porque no es que los amarrara para estudiar si no querían. Yo en eso he sido bastante independiente. Me gusta que no me obliguen. Igualmente yo no he obligado a nadie. Al que venía a la asigna-tura mía, que era optativa, le leía bien la cartilla desde el primer día. De-cía: «Aquí, el que no viene para aprender que se vaya». Y, claro, algunos se iban. Y otros seguían. ¿Unos trabajaban más que otros? También. He teni-do buenos alumnos que han realizado buenas tesis doctorales. Tesis estu-pendas de gente bastante inteligente. Y ha habido otros que no son tan es-tupendos pero trabajan. Y a esos también hay que ayudarles, porque no todos disponen de las mismas capacidades. Hay quien es poco inteligente pero lo suple con el trabajo. Y otros más inteligentes lo suplen con la inte-ligencia o la aplican. Después existen los que quieren bailar un poco el asunto. Quieren tratar de conquistar a una: «Ay, porque su asignatura me gusta mucho». Y yo decía: «Bueno, pues trabaje». O me decían: «Ah, déme unas láminas, déme esto, déme lo otro». Y yo: «Bien, pues trae de llevarlo adelante». O: «Quiero hacer esto con Ud.». Y yo: «Pues Ud. lo que tiene que hacer es demostrarme que sabe trabajar». Y si no sabían se iban. Ahí no había nada que hacer. ¿Le parece bien o no? [ríe] CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 342 VHC. ¿Cómo se decidió a continuar la labor emprendida por el profesor Elías Serra en la transcripción documental de acuerdos del Cabildo y pro-tocolos notariales tinerfeños? MMR. El Dr. Serra es el que me introdujo en este mundo documental y es el que me dio la ilusión. Él también logró animarme con esto. A veces no se consigue todo lo que uno quiere porque no hay documentos o los documentos no dicen lo que uno quiere que digan o dicen otras cosas… La vida toda es una especie de contradicción. No siempre sigue un camino de-recho. Y, claro, todo eso desconcierta. Hasta que uno lo vaya aprendiendo. Porque la vida es así: desconcertante. Nos pasa a todos y hay que ir apren-diendo poco a poco. La vida va enseñando en este aspecto a medida que uno avanza. Y a mí me gustaba porque quería continuar la labor del Dr. Se-rra. No es mía, es la labor del Dr. Serra. Póngalo ahí claro. Yo no he descu-bierto nada. ¡Continúo la labor del Dr. Serra! Y él me comunicó o yo re-cogí esa ilusión que tenía él. Cuando Elías Serra y Buenaventura Bonnet Reverón publicaron el primer volumen de la colección Fontes Rervm Cana-riarvm, Conquista de la isla de Gran Canaria (1933), basado en una cróni-ca que se conservaba en la Biblioteca Provincial del Instituto de Canarias, decían aquello tan gracioso: «Esto, más que nada, es una profesión de fe». Lo decían porque no había nada, no había dinero, no había nada de nada. En-tonces, había que trabajar. Y había que dar ejemplo. Él enseñaba con el ejemplo. No daba conferencias altisonantes, que esto, que lo otro, lo de más allá, sino el ejemplo. Y eso parece que no, pero cala, sin necesidad de hacer aspavientos ni discursos rimbombantes. No, no, el ejemplo es lo mejor. Y lo mismo pasa con los padres. Yo tuve suerte porque mis padres fue-ron liberales. Me enseñaron a saber. No me prohibían nada. Cuando yo pe-día permiso me decían: «¿Tú crees que puedes ir? Pues vas. ¿Que crees que no puedes ir? No vas». Y yo, cuando iba a lo que quiera que les pedía per-miso, pensaba: «Aquí mi padre… debía de no haber venido». Y eso me fue enseñando a tener una vida independiente. Hoy en día soy mayor y siem-pre recuerdo esto y además lo tengo en cuenta. O sea, me enseñó. Y como además soy independiente económicamente, pues no estoy atada a nadie: puedo decir lo que quiero, no pido nada para mí… pues punto y aparte. NOTICIAS 343 VHC. Además de la Universidad de La Laguna, Ud. se vinculó, como no podía ser de otra manera, con el Instituto de Estudios Canarios. MMR. Don Elías nos hizo también intervenir en el Instituto y nos intro-dujo en él. Aunque don Elías no fundó el Instituto —lo fundaron María Rosa Alonso, que también fue profesora mía, y otros compañeros suyos, aunque ella es la madre del Instituto—, nos orientó entorno a él. Además nos servía para publicar cosas que íbamos trabajando, que íbamos descu-briendo. Con ello don Elías formaba investigadores. Esa era una tarea no muy fácil porque los investigadores no salen desde que terminan la carre-ra. No digo no haya cierta tendencia, pero generalmente se forman. Yo siempre que puedo tengo un recuerdo emocionado para mi maestro, por-que reconozco que fue quien me orientó por ahí y yo estoy contenta con ello aparte de las clases. Yo trataba de enseñar, no obligaba a nadie, ahora bien, el que iba tenía que trabajar, si no que se fuera. Me daba lo mismo tener muchos alumnos que pocos. De hecho prefería tener pocos si sacaban partido de ello. Si no, ¿para qué quiero alumnos que no sirven? Dicen: «Ay, es que yo estoy por Ud.». No, no, no. A mí no me ata nadie. Nadie en ese sentido. Yo respon-día: «Ud. viene porque quiere, ¿no? Entonces, si viene es porque le intere-sa; pues entonces, trabaje». Y ya digo, he tenido buenos alumnos de buenas tesis, de tal manera que muchos han recibido premios extraordinarios y otros reconocimientos. VHC. ¿Cómo valoraría la manera en que han cambiado los archivos que Ud. más ha consultado? MMR. He trabajado en el Archivo Municipal de La Laguna, que es el de-positario del antiguo Cabildo, donde están las actas de acuerdos y otros do-cumentos, y en el Archivo Histórico Provincial, que ahora está en el cami-no de la Hornera (antes en Santa Cruz de Tenerife). Asimismo, alguna vez que viajaba a la Península, no siempre, fui al Archivo de Simancas. En el extranjero no he ido a los archivos. Pero no hace falta. No sé si lo diré ma-ñana en la presentación del libro, pero aquí hay una ingente masa de do-cumentación que está muerta de risa. Se está muriendo, de risa y de pena. CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 344 Y sin embargo, estamos que no podemos trabajar. Oiga, la historia se hace con estos archivos. Con los municipales, o sea, los concejiles o de los cabil-dos, donde están las normas que dirigen el gobernador o el teniente de go-bernador con los regidores que siguen las directrices de la Corona —más o menos, salvando las distancias, porque la Corona está lejos y esto está más lejos aún—. Y con los Protocolos Notariales, en los que está la vida diaria, se puede seguir paso a paso toda la historia de cada individuo. Esta línea está muy de moda en el extranjero. Pero aquí todavía no se hace ese se-guimiento de las personas con toda su vida (todo lo que se puede, porque a veces quedan documentos perdidos o que no se han escrito nunca o que sabe Dios dónde están). Bueno, pues con todo esto se puede escribir la his-toria de La Palma estupendamente.Y lo tenemos al alcance de la mano.No hemos de gastar ni una perra. Pero la gente no quiere eso. La gente quiere, como digo, empezar por la mañana, terminar al mediodía y publicar por la noche. O descubrir el Mediterráneo, que ya está descubierto. Y hay otras cosas más, pero entonces digo lo de mañana [ríe]. VHC. ¿Y la gestión de esos archivos? ¿Cree que están bien dirigidos? MMR. Bueno, está haciéndose algo. Lo que pasa es que como los archi-vos no dan votos… Desgraciadamente nuestros gobernantes van a lo más inmediato, que son los votos. Son remisos, tienen poco dinero, siempre es-tán restringiendo, nunca hay suficiente gente empleada o trabajando allí. Precisamente por eso, porque el dinero se emplea en otras cosas o en cosas más vistosas o más orientadas de cara a la galería. Y allí no. Y lo mismo pa-sa con los que trabajan en los archivos. Es mucho tiempo, se trabaja muy despacio y todo en silencio, calladitos, y parece que no se hace nada, y eso no ayuda. La gente no va por eso. La gente quiere vistosidad, quiere oír de-cir: «Ay, cuánto vale este muchacho». Lo mismo que los políticos. Igual. ¿Ud. ve lo que ha pasado ahora? Bueno, más vale no hablar de eso [ríe]. VHC. Pues yo quería preguntarle, como lagunera, inevitablemente por la casa de Salazar, sede del Obispado Nivariense. NOTICIAS 345 MMR. Pues mire, yo soy sincera. Estos días me he molestado por eso. A mí me parece que en las Islas, no sólo en La Laguna, falta infraestructura. Lo dicen los periódicos, ya lo están diciendo. Lo que ocurre es que pasan sobre ascuas, no hacen mucho hincapié. La infraestructura deja mucho que desear. Lo decía el otro día como consecuencia de las aguas que ha habido en el sur de Tenerife. Se ha producido cada atasco en la carretera que no sé por qué no han pasado más desgracias o no ha pasado ninguna. Y ade-más estamos siempre sobre lo mismo. Pasa cuando la lluvia de Santa Cruz de Tenerife, pasa cuando las lluvias del otro día, pasa cuando lo de la tor-menta tropical Delta —que, por cierto, tiene nombre de letra griega— y ahora pasa con la sede del Obispado. Bueno, ahora no. Ya se han quemado muchísimas iglesias en Tenerife. No sé qué es lo que ha ocurrido en otras islas como Gran Canaria o La Palma. Lo que sí sé es que en Tenerife se han quemado bastantes. Eso quiere decir que ahí hay algo que falla. ¿Y qué es lo que falla? Por un lado, las autoridades eclesiásticas no se preocupan mu-cho que digamos por las cosas que están desempeñando. Ellos son unos re-presentantes que están allí, no del pueblo, desde luego; el pueblo acude a los templos, por lo que todos hemos de velar por este patrimonio. Porque si Ud. no cuida la casa donde vive o de la iglesia, ¿qué es lo que ocurre? Por otro lado, las autoridades civiles tienen que poner una infraestructura que valga, que sea de verdad, que no sea de mentira, que no engañe a nadie. Si Ud. va a tomar agua para apagar un incendio y no encuentra con qué apla-car aquello… En la calle San Agustín, aunque dicen que sí, no había una toma de agua; iban a otro lugar a buscarla. Y encima salía un chorrito que, ¡vamos!, era de risa. Además tardaron mucho en llegar. Luego los bombe-ros no son profesionales, sino que sirven un poco para todo. ¡No, señor! Pa-ra una isla como Tenerife y una ciudad como La Laguna hay que disponer de un equipo eficaz. No sé si me explico. VHC. ¿Cómo se podría aprovechar o qué enseñanza se podría sacar de este suceso? MMR. Creo que ellos no aprenden. Me da la impresión, porque ya ha pa-sado no sé en cuántas iglesias y siempre estamos igual. Ahora le tocó al pa-lacio episcopal.También por un error humano, porque encendieron una es- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 346 tufa, no era un corto circuito.Yo creo que si Ud. tiene una casa antigua con cortinajes está pendiente de la estufa o al menos no se despreocupa por completo. Dios no provee, Dios le dio al hombre inteligencia —para eso lo creó— no para rezarle, sino para que hiciera el trabajo. Recuerde que en la célebre multiplicación de los panes y los peces, Jesucristo no los creó; pi-dió ayuda a los hombres, les dijo: «¿Hay alguien que tenga por ahí panes o peces?». Entonces, cada uno de los que llevaban algo lo puso en común. Y luego encima sobró. ¿Por qué? Pues porque todos se sintieron unidos y ca-da uno puso lo que tenía, poco o mucho, a disposición. No fue un milagro de Dios, sino que ante esa característica del hombre, Cristo solicitó auxilio y los hombres respondieron. Pues eso es lo que nos pide el Señor. No nos pide que recemos esto y lo de más allá y que la providencia proveerá. No, no, no. Para eso está el hombre, para eso le dio inteligencia: para que si-guiera la labor y se acordara también de los pobres, que —por cierto— tampoco se acuerdan de ellos. Los pobres no existen. Y hay muchos po-bres, no digamos. Pero, ¿se nombra a los pobres? Y Cristo vino a rodearse de pobres, no de ricos. Él decía que venía para los que estaban enfermos, no para los sanos. Así que mire. ¿Qué le parece? VHC. No… MMR. Hombre, diga qué le parece. VHC. Yo… estoy de acuerdo, lo que ocurre es que el protagonismo aquí es suyo. MMR. Bueno, pero no venga aquí a echarme la culpa a mí [ríe]. VHC. No le echo la culpa de nada… MMR. Ud. que quiere que yo diga cosas, que me está preguntando, tam-bién tiene que poner la carne en el asador, ¿eh? VHC. Por brindarles una mano, por así decirlo, qué decálogo o qué man-damientos cree que se podrían establecer a partir de lo ocurrido? Y no lo NOTICIAS 347 digo sólo por la Iglesia. Creo que es algo de lo que podemos aprender to-dos: la administración pública, los particulares, etc. MMR.Yo no puedo dar reglas. Ni soy nadie para dar consejos. Lo que pa-sa es que estoy viendo hoy mismo en el periódico que en el palacio de Na-va cuando llueve cae más agua dentro que fuera. Y las palomas. Y todo lo demás. Así que no me digan. ¿A qué están esperando? ¿A que se caiga? Y así todo. La Laguna es un desastre. Y en Santa Cruz, aunque es una ciudad más moderna, ocurre exactamente lo mismo. Quieren hacer tantas cosas… Por ejemplo, una ciudad como La Laguna que es Patrimonio de la Huma-nidad, en una calle como es la de San Juan, construyen detrás de una er-mita que dicen que es de los plateros, un edificio de cristaleras. No sé si eso está bien: un inmueble tan moderno junto a una edificación de siglos an-teriores. Yo no sé, yo no soy arquitecto, pero eso no lo entiendo. O es una ciudad que posee un patrimonio antiguo y se puede conservar o se tiende más a crear una ciudad moderna. Otra cosa. El edificio de la catedral está desde hace no sé cuántos años cerrado. ¿Cuándo se va a terminar esta obra? ¿Pero dígame cuándo? Des-pués, el Teatro Leal está cerrado desde hace más de veinte años. Es decir, una ciudad que era de la cultura, no tiene teatro, no posee cine, ni siquie-ra dispone de un salón para cien personas, hay que estar siempre en un sa-lón pequeñito o en las salas del Ayuntamiento o en lugares en los que es-tamos todos apretados. Yo no digo que haya que construir un auditorio, sino una sala en la que quepan cien personas holgadamente que puedan disfrutar de una conferencia o de cualquier acto. Entonces, ¿de qué cultu-ra estamos hablando? ¿De unos a los que ponen allí tocando o haciendo machangadas…? Eso no es cultura, o al menos para mí eso no lo es. Ahora bien, si las autoridades piensan así, yo me callo. VHC. ¿Cómo alentaría a una persona que está empezando a trabajar? MMR. En un trabajo que hizo Alejandro Cioranescu con motivo de un homenaje póstumo ofrecido a don Elías Serra, decía: «Mientras los jóvenes se interesen por el pasado muerto —que no creo que se interesen—, en-tonces puede ser que continúe la historiografía canaria, y mientras no se CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 348 consiga a otra persona como don Elías, con su misma capacidad intelectual y con idéntica dedicación plena a la investigación, sin otra aspiración que el gusto por trabajar, no hay nada que hacer, seguiremos igual». Porque lo que hacen es copiarse. O ponen al día los libros publicados de gente que está muerta o viva pero cuyas condiciones físicas no le permiten continuar trabajando. Dicen que lo ponen al día, sin embargo, lo que hacen es co-piarlo. Vamos a ver. Si Ud. encuentra un nuevo documento que ayude a matizar un aspecto ya tratado, haga un trabajo bajo el título de «Nuevas aportaciones a…» y deje los libros antiguos como están. Separe Ud. las dos cosas. Pero, no. Si esto es historia… yo soy el papa. Y cuidado, una cosa es hacer nuevas ediciones y otra muy distinta es aprovecharse de lo que dicen los otros anunciando que van a hacer cosas nuevas; y encima hacen la obra peor. Y todo para que el resto cite sus obras y no las antiguas. VHC. Algún ejemplo… MMR.No, señor. Como decía Jesucristo: «El que tenga oídos para oír que oiga y el que tenga ojos para ver que vea». Mire, yo llevo muchos años en esto. Comprendo que duele, pero que trabajen, que hagan una obra que valga la pena, pero que realicen este tipo de cosas me parece de muy poca honradez científica. Lo que no puede ser es que se anule el otro libro por-que su autor se haya muerto. Además, ¡sabe Dios en qué condiciones físi-cas y materiales lo hizo! Los archivos estaban en muy malas condiciones, todo se anotaba a mano, no había fotocopiadora. Hoy, en cambio, por me-dio de los adelantos de la comunicación digital podemos leer un docu-mento original que nos envíen de China al instante, sin esperas. VHC. ¿Qué opinión le merece el trabajo de transcripción de los proto-colos de Domingo Pérez, escribano público de La Palma, realizado por Luis A. Hernández, que ha aportado documentos sobre personajes cuyas biografías se encontraban desdibujadas, como la de Marcos Roberto de Montserrat? MMR. Generalmente, cuando se copia no se posee suficiente honradez científica para confrontar una nota o un dato y comprobar si aquello es NOTICIAS 349 verdad. Por eso mismo, el trabajo de Luis con los protocolos de Domingo Pérez o este de los Acuerdos del Cabildo aportan nueva información de pri-mera mano. Por ejemplo, han dicho siempre que cuando se pedía ayuda a la Corte, los reyes enviaron 30 000 maravedíes —más o menos, no me acuerdo de memoria—. Y, claro, uno piensa: «¡Qué poca cantidad!». En re-alidad, en un párrafo de estos acuerdos, casi al final, es decir, en torno al primer trimestre de 1556 se lee que los reyes enviaron casi 3 000 000 de maravedíes, que son dos cuentos y medio. Claro, vieron 3 cuentos y no sa-bían qué era eso de «cuentos». No sabían que en aritmética un cuento equi-vale a un millón. O no leyeron bien, o no lo leyeron al completo. ¡Van le-yendo a salto de mata! Y así no se puede, hay que leer seguido para uno darse cuenta de muchas cosas que pasan desapercibidas. La verdad es que los historiadores de La Palma siguen a Juan Bautista Lorenzo Rodríguez y sus Noticias para la historia de La Palma y este cronista hacía lo mismo que estos: lee aquí y más allá, pero no sigue al completo la documentación. O acuden a Antonio Rumeu de Armas y sus Piraterías y ataques navales de las islas Canarias, en su primera o segunda edición. O a Jaime Pérez Gar-cía, que ha consultado bien los protocolos notariales. Los demás se limitan a copiar. Y, claro, ocurre que como no hay mucho publicado sobre el siglo XVI se conoce muy bien a quién se ha copiado, aunque traten de ocultarlo. No en vano dicen que se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Bueno, yo creo que ya está bien. Vamos a terminar ya, ¿no? VHC. Sólo una última cosa. De los últimos trabajos historiográficos re-lativos a La Palma que Ud. conoce, ¿quiere nombrar alguno en particular que le haya llamado la atención por algo? MMR. Mire, yo en realidad leo poco porque ya leo bastante documenta-ción antigua. Además, para leer y pensar: «¡Ay, esto lo he leído ya!» o «Es-to lo he leído en otro sitio», no gasto tiempo. Quizás, si estoy haciendo al-gún trabajo concreto, voy a obras para realizar consultas precisas. No me da tiempo a leerlo todo. Y menos esas cosas. Con esto no quiero decir que estos autores no hagan nada bueno, ya que creo que de toda obra algo se puede aprender, pero en general dejan mucho que desear.Además, veo que mucha gente piensa que si escribe mucho y está en muchos sitios, parece CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 350 que es más lista o más importante. Yo creo que no, creo que esto es un error. Como les decía siempre a mis alumnos, no hay que poner muchos calderos al fuego porque alguno se quema. Y efectivamente se queman. Porque cometen cada garrafada… ¡Uf! Y esto ya los define, a él o a ella. Es preferible hacer poco y bien que mucho y mal. Pero ellos se afanan. Ade-más, los mismos ministerios con ese cuento de los tramos por los que dan a los profesores más dinero fomentan esa carrera de tanto escribir y escri-bir. Y, claro, así sólo pueden hacer un baúl, con la mitad de su contenido repetido. Y así andamos. Eso no es investigación. Cuando yo estudiaba no daban tramos. Eso es nuevo. Eso no lo cogí yo, ni cogí los años sabáticos… A mí me tocó la época en la que se pagaba bastante poco y en la que to-do era gratis. Y los alumnos me decían: «¡Pero, para qué es boba!». «Bueno —decía yo—, pues soy boba, ¡qué le vamos a hacer!». VHC. Si volviera hacia atrás, ¿volvería a repetir? MMR. Claro que sí. Lo haría exactamente igual. Estoy contenta. Ahora que estoy casi al final de mi vida —se puede decir— porque el horizonte no se me presenta a largo plazo, soy feliz. Puede ser que aprovechara algún error cometido que no volvería a repetir, pero el resto seguiría igual. Ade-más es bueno tener errores, porque de ellos se aprende más. Cuando reci-bí el Premio Canarias de Patrimonio Histórico, recuerdo que dije: «Apren-dí de todos mis profesores a no desanimarme con los fracasos, ni a envanecerme con los éxitos, sino que ambos, fracasos y éxitos, fueran esca-lones para subir en busca de la verdad del documento y de las investiga-ciones ». Y todo ello con un método y un rigor científicos y con una gran paciencia. No hay que tener tanta prisa. Uno se muere pronto, es verdad. Además, España es un país que da las cosas cuando uno se va a morir [ríe] o casi cuando estás en las últimas [ríe]. A alguno no lo coge, porque se mu-rió antes… Más vale reírnos. VHC. ¿Cree que existe para Ud. aún algún secreto en la historia admi-nistrativa de Tenerife en el siglo XVI? MMR. ¡Cuidado, que yo no sé más que un fisquito! Oiga, no vaya a pen-sar como otros que me dicen: «Como Ud. lo sabe todo…». No. Yo no sé si- NOTICIAS 351 no una pequeñísima parte de la historia canaria. No me da tiempo la vida para saberlo todo. Ni siquiera Tenerife lo conozco bien. Conozco, eso sí, una parte del siglo XVI, que es el más complicado y en algunos aspectos ha sido el causante de todo el daño posterior. En otras no. No se puede abar-car todo, la investigación es lenta, la vida no da para todo y ahora que es-toy mayor soy más lenta aún. Ya no puedo correr como antes, es decir, tra-bajar tan seguido, porque me canso y porque tampoco me conviene, me puede dar algún trastorno; lo cual no quiere decir que no me vaya a dar. Dios quiera que no. VHC. ¿Considera que los palmeros aprendieron algo del incendio de la ciudad en 1553? MMR. Pues sí. De todas formas, aunque no digo que no hubiese sido mu-cho el desastre, porque en efecto los piratas arrasaban lo que podían, lo que creo es que la mayor parte de los desmanes fue realizada por los propios palmeros, que recogieron todo lo que pudieron de oro, plata ¡y documen-tos! Porque vamos a ver: ¿qué les interesaba a los piratas franceses las car-tas escribaniles o las actas capitulares? ¿Cree Ud. que eso podía importar-les mucho? ¿A quién le interesaba más que esta parcela de aquí se le quitara a Fulano y se le diera a Mengano? A los de aquí, ¿o no? Yo no digo que los piratas no hicieran algo porque sería ridículo, pero sí le digo que el mayor desastre sucedió porque los palmeros se dijeron: «Esto es nuestro, vamos a llevarnos lo que podamos». Y en Los Llanos rapiñaron las joyas que quisieron. Luego la gente se dio cuenta de lo sucedido y empezó a pro-testar. Pero los amenazaron. Por otro lado, estaban asustados ante la posi-bilidad de que pudiesen volver los piratas. No se dio ninguna información, porque realmente merecían una buena paliza: «Donde cae el burro, se le dan dos palos», dicen. VHC. ¿Qué otro aspecto le ha llamado la atención del proceso de re-construcción de la ciudad? MMR. Muchas cosas.Yo hablo del pendón porque tanto lío hay en La La-guna a costa de sacar o no el pendón… El pendón era una insignia, un es- CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 352 tandarte que enviaban los reyes a cada ciudad anexionada. Y como repre-sentaba a la Corona estaban obligados unos honores militares, de la misma manera que los reyes. Y ahora lo que emplean como bandera no sirve para nada. Eso más vale que lo quiten. A mí me daría vergüenza que me pusie-ran eso como sustituto.Y todo por miedo, son cobardes, temen que les qui-ten cualquier prebenda. Además, fíjese que ya no van los militares. Pero, ¿cómo van a ir si eso ya no representa a nadie? Si las autoridades supieran de verdad qué es el pendón no meterían la pata tanto y tendrían más for-taleza. Pero como los agresores y las autoridades son iguales… Están pa-gando energías inútilmente. En la procesión del Corpus, que era la más solemne porque salía el San-tísimo, y en el día de san Miguel Arcángel, patrono de la ciudad, portaba el pendón un regidor de los más reconocidos, que en 1554 no se encuentra en la Isla ya que tiene que desempañar una misión fuera de La Palma, sus-tituyéndolo otro. En 1555 vuelve a aparecer. Otra cuestión interesante era la enseñanza. Igual que en Tenerife, se preocupaban por tener un preceptor de gramática (que lo era de la lengua latina), ya que quienes estudiaban eran los sacerdotes, los abogados y los que cursaban estudios superiores. También había maestros de enseñar mo-zos, que son —para entendernos— los maestros de escuela modernos. Se trata de personas que saben leer y escribir y enseñan a los jóvenes a adqui-rir una mayor cualificación que les permitiese obtener un oficio más dig-no o mejor remunerado. Asimismo, estudié en la «Introducción» el tema de los oficiales díscolos. Se llamaba oficiales a todos los funcionarios. Como en La Laguna, iban más a lo suyo y a barrer para dentro que a preocuparse de los vecinos y de la Isla (como ahora, más o menos, salvando ciertas distancias). No digo que no se preocuparan, porque todos no eran iguales. Eso desde luego. Los ha-bía que se marchaban a su hacienda, que se encontraba en otros lugares (en Los Llanos, Los Sauces, etc.). Y dejaban los acuerdos para otro día. Los compañeros, claro, se quejaban. Cuando aparecía el gobernador, les impo-nía una multa, pero las cosas seguían igual. Y no sólo ocurría con los regi-dores, también con los procuradores, que no tenían suficiente interés en los pleitos, o fracasaban, o los retomaban cuando ya se había muerto el de-mandante y el conflicto perdía todo el interés. NOTICIAS 353 Interesante es también el caso del mayordomo o ecónomo, cargo que requería una gran responsabilidad. Llevaba las cuentas y, como la casa del Cabildo no existía como consecuencia del incendio del verano de 1553, en su vivienda particular albergaba el pendón y la documentación económi-ca. Existía uno que llevaba muchos años ocupando el cargo y decidieron hacer elecciones anuales. Este señor hacía muy bien su trabajo, desempe-ñándolo a conciencia. Eligieron a otro que era mercader, pero a este no le interesaba otra cosa que sus compra-ventas particulares, hacía todo mal o se iba de la Isla sin solicitar permiso a los regidores, etc. Llegó un momen-to en que toda la administración se hallaba paralizada, por lo que este fue destituido y volvió el mayordomo anterior. Santa Cruz de La Palma, 26 de enero de 2006. Bibliografía: «Semblanza biográfica y cvrricvlvm académico de la profesora Manuela Ma-rrero Rodríguez». En: Strenae Emmanvela Marrero oblatae. Qvas adendas cvravervnt Gloria Díaz Padilla et Francisco González Luis. [La Laguna]: Vniversitas Canariarvm Lacvnae, 1993, pars prior, pp. 13-24; PÉREZ VOITURIEZ, Antonio. «Manuela Marrero: una perspectiva global de sus estudios históricos». En: Strenae… Op. cit., pars altera, pp. 276-289. VÍCTOR J. HERNÁNDEZ CORREA CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL |
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