Boletín Millares Carlo
30, 2014, 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140
______________________________________________________________________
Copyright: @2013 Centro Asociado de la UNED de Las Palmas de Gran Canaria. Este es un artículo de
acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia Creative Commons Atribucion-NoComercial-
SinDerivar (by-nc-nd) Spain 3.0.
LA EFÍMERA VIDA DE LA COMPAÑÍA PESQUERA GRAN CANARIA – CATALANA Y SU FACTORÍA EN LA PLAYA DE GANDO (1886 – 1887)
Germán Jiménez Martel
Licenciado en Geografía e Historia
RESUMEN
La Sociedad pesquera Gran Canaria–Catalana y su factoría establecida en la playa de Gando en 1886 es el objetivo del presente artículo. A pesar de su corta vida –cerró en 1887– hallamos una amplia y exhaustiva información de su trayectoria en la prensa local. Ello me ha permitido realizar este estudio desde el origen de la empresa, su establecimiento en la isla y las actividades industriales desarrolladas.
Palabras clave: África, Barcelona, caladero sahariano, Islas Canarias, España, factoría, playa de Gando, Sociedad pesquera Gran Canaria–Catalana, Telde.
ABSTRACT
The Fisheries Society Gran Canaria–Catalana and its factory set on the beach of Gando in 1886 is the objective of this article. Despite its short life, closed in 1887, we find much information about his career in the local press. This has allowed me to conduct a comprehensive study from the origin of the company, its establishment on the island and industrial activities.
Keywords: Africa, Barcelona, fishing ground saharan, Canary Islands, Spain, factory, beach of Gando, Fisheries Society Gran Canaria–Catalana, Telde.Germán Jiménez Martel
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140 223
INTRODUCCIÓN
La pesca en las aguas canarias y en las del banco sahariano ha constituido una actividad tradicional en nuestra economía. No obstante ha ocupado un lugar poco destacado en el conjunto de la misma, a pesar de que en las escasas referencias bibliográficas publicadas en los últimos veinte años insistan en su importancia a lo largo de la historia económica de las Islas. Paralelamente a la actividad pesquera se desarrolló en tierra las factorías para el tratamiento del pescado, su empaquetado y venta del producto.
El objetivo del presente artículo es el estudio de la empresa Gran Canaria–Catalana y su factoría en la playa teldense de Gando. Aunque se creó en 1886 cerraría un año después. A pesar de tan corto espacio de tiempo, la información recabada en la prensa es amplia, posibilitando un riguroso estudio de la creación y evolución de esta sociedad pesquera y su repercusión en Gran Canaria.
El presente estudio se ha estructurado en ocho grandes apartados. Desde la situación general de España y su presencia en los caladeros saharianos hasta la fundación, desarrollo y cierre de la empresa. Finalizamos con las correspondientes conclusiones y la bibliografía consultada. Señalar que he actualizado la ortografía según las actuales normas de la RAE.
LA PRESENCIA DE ESPAÑA EN LAS PESQUERÍAS AFRICANAS
El establecimiento de nuestro país en los caladeros o pesquerías del continente africano comienza en el siglo XV de mano de marinos gallegos y andaluces. Más adelante, y con la incorporación definitiva de las islas Canarias a la corona de Castilla, serían los pescadores canarios los que continuarían con esa actividad1. La costa donde nuestros marinos desarrollaron esta industria se extendía desde el cabo de Noum hasta los de Bojador y Blanco, abarcando una extensión de más de 200 leguas (1.114 km). Este lugar ofrecía una serie de características naturales que favorecían tanto su riqueza pesquera como su captura. Cabría destacar la escasa profundidad de su fondo marino; desde la orilla hasta algunos kilómetros lejos de la costa conservaba la misma configuración. Estos largos bancos submarinos permitía la acumulación del pescado que se extendían en todas direcciones a lo largo de las playas, proporcionando a los isleños un éxito completo en sus viajes periódicos a estos lugares2.
Desde los primeros tiempos hasta mediados del siglo XVIII la explotación de esos caladeros por parte de los canarios permaneció en un estado rudimentario, no sabiendo aprovechar los crecientes adelantos de las artes ni de los progresos de la navegación. Así, los patrones de los barcos se dirigían a los sitios de pesca sin otros conocimientos náuticos que los que adquirieron en su larga y constante práctica de su oficio, siendo guiados por los vientos, las corrientes y las estrellas. El gran peligro que corrían los
1 RUMEU DE ARMAS, A.: “Las pesquerías españolas en la costa de África (siglos XV-XVI”. Anuario de Estudios Atlánticos, nº 23. L.P.G.C. (1977), pp. 349–372.
2 MILLARES TORRES, A.: Historia General de las Islas Canarias. TomoV. L.P.G.C. (1977), p. 193.La efímera vida de la Compañía Pesquera Gran Canaria-Catalana y su factoría en la
Playa de Gando (1886-1887)
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140
224
pescadores isleños, a parte de su propia temeridad, era las hordas errantes de tribus salvajes, que en algunos casos los capturaba como prisioneros siendo difícil y costoso su rescate3.
A partir de la segunda mitad del XVIII surge una preocupación política por el desarrollo de las pesquerías canarias, impulsada tanto por la corona como por los poderes locales. Esta nueva actitud por una explotación más adecuada del banco sahariano no fue por la presión de los intereses canarios en el sector, sino por la necesidad de encontrar nuevos caladeros a la flota peninsular debido a sus dificultades para faenar en el banco de Terranova, y para reactivar y reafirmar la presencia hispana en la zona, ante el interés mostrado por otras potencias como Inglaterra. El factor que propició el interés británico fue la visita realizada por Jorge Glass al caladero sahariano en 1764. Señaló la enorme riqueza piscícola e informaba críticamente sobre el estado de nuestra pesca en dichas aguas. Ciertamente la actividad pesquera conocería un auge esperanzador en las dos últimas décadas del XVIII, manteniéndose sin alteraciones importantes a lo largo del XIX –cuando surgirían las primeras sociedades pesqueras– hasta mediados del siglo XX4.
LAS SOCIEDADES PESQUERAS CANARIAS EN EL SIGLO XIX
El desarrollo del sector pesquero canario a finales del siglo XVIII no fue el resultado de las medidas adoptadas por el gobierno ilustrado. Más bien fue el interés mostrado por un grupo reducido de miembros de la burguesía grancanaria, con el fin de colocar en la actividad pesquera los capitales acumulados en la agricultura y, en menor medida, en el comercio. Prueba de ello fue la febril actividad en la construcción de embarcaciones pesqueras durante la primera década del XIX. Pero la reconversión de la agricultura de exportación a mediados de siglo así como el proceso desamortizador, ahuyentaron pronto los capitales de la actividad. Para vencer esta situación de inercia inversora, y debido a la necesidad de disponer de mayores caudales para su desarrollo, se crearon a lo largo de la centuria varias sociedades para la pesca del banco sahariano, por desgracia, de escasa vida5.
En 1838 se funda en Tenerife la Sociedad para la Pesca del Salado con capital procedente del ahorro agrícola. En 1852, y tomando como referencia las iniciativas expuestas sobre el desarrollo de las pesquerías africanas en el Preámbulo del Decreto de Puertos Francos, se crea en Gran Canaria una compañía hispano–canaria con participación posiblemente peninsular –que ya había hecho acto de presencia en la explotación de una industria de salazón en La Gomera– montándose una factoría en Lanzarote, que cerró seguidamente6. Otras iniciativas no cristalizaron a pesar de que el
3 Ibidem anterior.
4 MACÍAS HERNÁNDEZ, A. M.: “El sector pesquero en la economía canaria del pasado inmediato (1800–1970)”. II Jornadas de Estudios Económicos Canarios. L.P.G.C. (1982), pp. 12, 13.
5 Ibidem anterior, pp. 16,17.
6 ALCALÁ GALIANO, P.: Santa Cruz de la Mar Pequeña. Pesquerías y comercio en la costa N.O. de África. Madrid, (1900), pp. 97–113. Germán Jiménez Martel
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140 225
gobierno cedía los terrenos para la instalación de las factorías. En 1880 se funda en Madrid la Sociedad de Pesquerías Canario–Africana, situando su factoría en La
Graciosa. En esta isla creyeron contar con las condiciones para reunir el pescado y recibir el tratamiento que lo hiciera aceptable en los mercados extranjeros. Tras recibir la concesión se emplearon grandes sumas en levantar edificios para el personal, almacenes, depósitos, lavaderos y sitios de desecación, salazón y preparación del guano (harina de ciertos peces secados y pulverizados). Pero bien pronto se percataron que la isla carecía de agua, principal elemento para este tipo de industrias. Así decidieron trasladarse a Gran Canaria, concretamente en La Isleta y La Laja7.
Aunque en el I Congreso de Geografía colonial y mercantil (Madrid 1883) se reafirmó la presencia española en el área africana, que fue firmemente apoyada por los intereses canarios en el sector pesquero, siendo canalizados a través de la Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas y de su representante, Felipe Pérez del Toro. Así la situación, en diciembre de 1884 España creó un protectorado que comprendía la costa entre los cabos Bojador y Blanco estableciendo en julio del siguiente año una autoridad regional8.
Desgraciadamente el hundimiento de la Sociedad de Pesquerías Canario– Africanas significó el fin de una tentativa de la burguesía canaria, que hubiera dado unas enormes perspectivas para el archipiélago de diversificar su estructura productiva. La fundación de esta sociedad coincide con las crisis de la cochinilla, y para superar sus efectos se plantearon varios cultivos alternativos y, por primera vez, encontrar en la pesca una posibilidad no explotada aún en todo su alcance. La expansión de dos nuevos cultivos exportadores como el plátano y el tomate en la década final del siglo, así como la experiencia de fracaso de las diversas tentativas realizadas, ahuyentarán una vez más los capitales de la actividad pesquera9.
LA SOCIEDAD PESQUERA GRAN CANARIA–CATALANA. SU CREACIÓN
La presencia y la seguridad española en la región costera africana es el contexto en el surge nuestra compañía pesquera. La primera noticia surge el 2 de marzo de 1886 en El Liberal de Gran Canaria. Indicaba “que una compañía de Barcelona trataba de enviar a Gran Canaria una comisión encargada de ciertos estudios y ensayos previos, para comenzar, en vista a su resultado, la explotación a gran escala, de la pesca en el banco canario–sahariano”. Fue Francisco Víctor Reina y Lorenzo –representante de la compañía Mercantil Hispano–Africana– quién en su último viaje a la Península y contactaría con la empresa en cuestión, informándole de las particularidades del banco pesquero que le eran bien conocidas. Se ofreció también a prestarle cuantas facilidades y medios fueran indispensables para poder realizar los ensayos10.
7 Ibidem nota 3, pág. 194.
8 Ibidem.
9 MACÍAS HERNÁNDEZ, A. M.: op. cit., p. 17.
10 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 2-III-1886, p.2.La efímera vida de la Compañía Pesquera Gran Canaria-Catalana y su factoría en la
Playa de Gando (1886-1887)
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140
226
Efectivamente. La comisión había llegado acompañada por Reina el 5 de febrero desde Sevilla en el vapor Río de Oro. La formaba Nicolás María Campillo, director de la empresa, Andrés Figueroa y Joaquín Pérez11. Al día siguiente partieron de nuestro puerto en el citado vapor con destino a la península de Río de Oro12 para ver in situ la zona de estudio. El día 25 de febrero saldrían en el pailebot Libertad con el objetivo de realizar los necesarios estudios de sondeo, conocer las condiciones para las faenas de pesca o el tipo de material requerido como las redes, cercas, etc.13.
Los satisfactorios resultados obtenidos por un lado y las facilidades conseguidas por Francisco V. Reina por otro –superando los inconvenientes que demoraban la instalación de la empresa–, hicieron posible la creación e instalación de la empresa en Gran Canaria. Finalmente en junio de 1886 se constituyó en Barcelona la compañía pesquera en comandita Oliver, Campillo y Cª, con el nombre de Gran Canaria–Catalana. Sus socios eran Nicolás María Campillo y Pedro de la Puente y Olea14 siendo director el primero y el representante en canarias Reina y Lorenzo. “La bandera distintiva de la sociedad es la matricula de la empresa de Gran Canaria, ostentando en el centro los colores de la de Barcelona”15.
Respecto a su ubicación pretendieron establecer su factoría en el Puerto de La Luz pero los solares ya estaban solicitados por otras personas. Decidieron por último instalarla en la playa de Gando. No obstante el comerciante Salvador Cuyás, comprendiendo la importancia de esta explotación industrial, se apresuró a ofrecer sin retribución alguna un solar que poseía en la zona portuaria. Agradecidos tanto Campillo como Reina, señalaron dificultades de cierta índole –no especificados– que impedían la inmediata construcción del establecimiento en el espacio cedido16.
LA FACTORÍA DE GANDO. CONSTRUCCIÓN, PERSONAL Y LABORES
Tan pronto decidieron el lugar para la factoría, Campillo marchó el 8 de junio de 1886 a la Península –regresando el 6 de julio– y traerse gente práctica así como el material adecuado para comenzar las faenas pesqueras. Al frente de los trabajos en Gando quedaría Reina17. A finales de junio ya varios carpinteros trabajaban en el mobiliario de la factoría, 20 hombres y unas 165 mujeres en las redes y otras artes que la empresa necesitaría emplear.
El largo edificio se encontraba bastante avanzado por esas fechas, elevándose algunas varas sobre los cimientos mientras que la carpintería se terminaría en una semana18.
11 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 5-II-1886, p.2.
12 “Noticias y comentarios”. El Trabajo. 6-II-1886, p.2.
13 ANÓNIMO. “Pesquerías canario–africana”. Diario de Avisos de Las Palmas. 26-II-1886. p.2.
14 “Sección provincial”. La Revista de Las Palmas. 6-XI-1886, pp. 2,3.
15 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 9-VII-1886, p.3.
16 ANÓNIMO. “Crónica general”. Diario de Avisos de Las Palmas. 2-VI-1886, p.3.
17 Ibidem anterior.
18 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 22-VI-1886, p.2.Germán Jiménez Martel
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140 227
Hacia el 9 de julio estaban colocados los enmaderados de los techos
19 y entorno al 20 la obra se finalizó20. Este establecimiento, situado cerca de la playa, lo componía una amplia habitación de cuarenta varas de largo –unos 48 metros–, frente al cual estaba un patio de igual extensión. En ella se movían con gran orden y precisión más de un centenar de trabajadores de ambos sexos, ocupados en el arreglo, limpieza y embalaje de la sardina. Las mujeres, colocadas dentro de unos asientos de madera a lo largo de la habitación, iban ensartando por la agalla los peces de un mismo tamaño en varas delgadas, conteniendo cada una veinticinco sardinas. Terminada la operación, unos braceros tomaban las varillas del sitio en las que la depositaron las mujeres, poniéndolas luego al alcance de los encargados de colocar la sardina dentro de sus respectivos tabales; “no sin antes sumergirlas en un depósito de agua del mar para que queden limpias y brillantes como barras de plata bruñidas”. Después ubicaban los tabales debajo de una prensa “que hace arrojar al pez una gran parte del aceite que contiene, el cual sale por dos pequeños agujeros que de ex profeso anticipadamente se hacen en el fondo del tabal, y va destilando dentro de una acequia que le recoge y conduce a un depósito que se halla dentro del patio”. Otra habitación que les servía de tonelería cerraba toda la instalación21.
Hay que señalar que con el objeto de instruir a las mujeres en las operaciones de ensartarlas y colocarlas en las barricas “con la precisión y ligereza que esta industria requiere”, la Compañía compró sardinas recogidas por los chinchorros22
Respecto al personal, cabe destacar que en esos momentos la empresa ocupaba en tierra y mar a más de 300 personas de ambos sexos23; contando prácticos, marineros, saladores, toneleros, auxiliares de todo tipo y dando empleo directo a unas 60 mujeres de los pueblos inmediatos24. Se estimaba que unas cien familias podrían vivir al amparo de esta industria25.
Este amplio establecimiento fue inaugurado el domingo 17 de octubre de 188626. Acudieron al acto unas treinta personas tanto del mundo política como empresarial. Se encontraban entre ellos el magistrado Leandro Cortés y Fornier, el doctor Tomás García Guerra, Fernando Flores, Bernabé Sarmiento, Leoncio Francés, Felipe Verdugo, Antonio Antúnez, Jerónimo Falcón, Pedro Martín, Sebastián Jaizme, Salvador Medina, Domingo Miranda, José y Adrián Naranjo, Juan García, Rafael Avellaneda, Gonzalo Corvo, Bernardo de la Torre, Domingo S. Espino, Juan Rodríguez Quegles, Jorge Rodríguez Falcón, José Antonio y Manuel Caballero entre otros muchos27.
19 Ibidem nota 15.
20 “Crónica General”. Diario de Avisos de Las Palmas. 23-VII-1886, p.3.
21 ANÓNIMO. “Una inauguración en Gando”. El Trabajo. 30-X-1886, pp. 2,3.
22 ANÓNIMO. “Crónica general. Nueva Industria en Gran Canaria”. Diario de Avisos de Las Palmas. 18-VIII-1886, p.3.
23 “Noticias y Comentarios”. El Trabajo. 19-X-1886, p.2.
24 ANÓNIMO. “La Gran Canaria–Catalana”. Diario de Avisos de Las Palmas. 27-X-1886, p.2.
25 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 3-VIII-1886, p.3.
26 “Noticias y Comentarios”. El Trabajo. 16-X-1886, p.2.
27 Ibiden nota 21.La efímera vida de la Compañía Pesquera Gran Canaria-Catalana y su factoría en la
Playa de Gando (1886-1887)
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140
228
LA FLOTA PESQUERA, ENSERES Y PRIMEROS LANCES
Tras los positivos resultados de los estudios y ensayos en la costa africana, Nicolás Campillo encargó en el mes de marzo la construcción de un galeón al maestro naval Manuel Márquez Anaya28. Realizado en los astilleros de San Telmo, el Primero de Las Palmas –así denominado– era una embarcación modelo, y según Campillo “supera por elegancia de las líneas y el esmero y solidez del trabajo a las de igual clase que se construyen en la Península”29. La nave estaba terminada el 9 de julio30 y a principios de agosto se comentaba su próxima botadura31. Ciertamente. Sería lanzado al mar entre las 10 y las 11 de la mañana del día 16 de agosto32 en Gando33. Con esta nave comenzó a crear una flota compuesta por las naves Libertad, San Francisco, Pino y Rosario34 , uniéndose luego el laúd Nueva Inés35.
Pronto fueron llegando los enseres para comenzar los trabajos. De Ayamonte (Huelva) había salido el 9 de julio al mando de Domingo Miranda, el laúd que trae los instrumentos y útiles necesarios para pescar. Al mismo tiempo se contrataron 40 marineros canarios para el galeón y las cuatro naves citadas anteriormente36. Por otro lado, el 3 de agosto Francisco V. Reina llegó en el laúd Nueva Inés procedente de Isla Cristina (Huelva) con artes de pesca, saladores y demás material para la factoría de Gando así como 19 funcionarios para la empresa. Al día siguiente Nicolás Campillo también regresaba en el vapor Río de Oro con el resto de la gente y otros utensilios para emprender las operaciones37. Traía la preciada sal que se suponía iba para la factoría ese mismo día después de trasladarla a los laúdes Libertad, San Francisco, Pino y Rosario38. Pero no fue así. El día 11 el citado vapor llegó directamente a Gando y desembarcó todos los enseres39. Respecto a la sal señalaremos que hacia el 20 de septiembre traerían expresamente para la Gran Canaria–Catalana otro importante cargamento procedente de Cádiz en el pailebot Bella Lucía40.
Por otro lado, se contrató también otros 50 hombres para el servicio tanto en el Primero de Las Palmas como en otras cuatro embarcaciones menores encargadas del tendido de la inmensa red. Hay que señalar, a modo de anécdota si se quiere, que el coste de dicha red fue de seis mil duros y para su construcción se necesitó 5.000 kilos de hilo, pudiendo abarcar en el centro hasta 1.000 arrobas (15.000 kilos) de pescado que podrían extraerse en el día41. En lo que respecta a su uso indicaremos que se adiestraría en su
28 “Miscelánea”. El Telégrafo. 28-V-1886, p.1.
29 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 25-V-1886, p.3.
30 Ibidem nota 19.
31 “Miscelánea”. El Telégrafo. 6-VIII-1886, p.1.
32 “Marítimo Mercantil”. Diario de Avisos de Las Palmas. 17-VIII-1886. p.3.
33 “Noticias y Comentarios”. El Trabajo. 18-VIII-1886, p.2.
34 Ibidem nota 30.
35 Ibidem nota 25.
36 Ibidem nota 33.
37 “Crónica General”. Diario de Avisos de Las Palmas. 3-VII-1886, p.3.
38 Ibidem nota 35.
39 “Crónica general”. Diario de Avisos de Las Palmas. 11-VIII-1886, p.3.
40 “Noticias Marítimas”. El Telégrafo. 20-IX-1886, p.1.
41 ANÓNIMO. “Pesquerías canario–africana”. Diario de Avisos de Las Palmas. 26-II-1886, p.2Germán Jiménez Martel
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140 229
manejo a los marineros canarios frente al puerto de Gando
42. Efectivamente. El 17 de agosto salieron de La Luz rumbo al puerto teldense los pailebotes y el galeón Primero de Las Palmas, así como cuatro embarcaciones menores, tripulados por 86 marinos grancanarios. Al día siguiente partiría el San Francisco con los víveres mientras que el galeón embarcaba la red. Para este primer ensayo formaron una escuadra compuesta por 15 embarcaciones: cuatro pailebotes, un laúd, el galeón, las cuatro embarcaciones menores más otras cinco que llevaron los primeros buques. Marcharía a la cabeza el Primero de Las Palmas y los demás en el orden señalado por el encargado de la expedición43.
El 20 de agosto partieron a un lugar al sur de la isla conocido como las Calmas44 desde el puerto de Gando45. Probaron la red el día 22 ofreciendo unos resultados muy satisfactorios, pues cogieron la sardina suficiente para llenar los barcos preparados para recogerlas46. Señalar que el primer pailebot cargado en este lance fue el Pino47.
“Con los mejores auspicios comienzan sus faenas la compañía pesquera del Sr. Campillo. La prueba de la red verificada anteayer, frente a la bahía de Gando, dio un feliz resultado, pues se recogió de una sola vez sardina bastante para cargar las embarcaciones preparadas a recibirla. Sea enhorabuena.”48.
Aunque la época propicia del recalo de la sardina estaba muy avanzada, se confiaba que en el corto tiempo que tenían para la pesca daría resultados proporcionales.49 Eran conscientes que no podría hacerse este año con la abundancia esperada, pero podrían probar de una manera indiscutible la posibilidad de afirmar esta empresa en la isla50.
La primera expedición para el caladero africano partió a finales de septiembre. Los ensayos desarrollados en África fueron todo un éxito51 aunque se creía que iba a ser infructuosa al hallarse fuera de los meses más propicios para la pesca de la sardina52. No obstante hay que destacar que el primer lance no fue satisfactorio por habérsele roto algunas mallas del arte. Se debió a que el práctico ignoraba que en aquel fondo existían piedras o rocas. Este fracaso le obligó a realizar nuevos sondeos empleando algunos días en investigaciones de buenos fondos. Tras encontrar lo que quería, echó el segundo lance y sacó cuatro mil arrobas de sardinas. “Este feliz resultado produjo inmensa alegría en el ánimo de todos los pescadores”. Campillo –a modo de anécdota si se quiere– estaba sorprendido de la cantidad de diferentes especies de pescado que había en el banco pesquero africano53. El 4 de octubre llegaría a Lanzarote comunicando el
42 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 3-VIII-1886, p.3.
43 ANÓNIMO. “Crónica general. Nueva industria en Gran Canaria”. Diario de Avisos de Las Palmas. 18-VIII-1886, p.3.
44 Ibidem nota 37.
45 “Miscelánea”. El Telégrafo. 23-VIII-1886, p.1.
46 “Sueltos”. Diario de Avisos de Las Palmas. 23-VIII-1886, p.3.
47 Ibidem nota 44.
48 “Sueltos y noticias”. El Liberal. 24-VIII-1886, p.3.
49 Ibidem nota 38.
50 ANÓNIMO. “La Gran Canaria–Catalana”. Diario de Avisos de Las Palmas. 3-VIII-1886, p.3.
51 “Crónica General”. Diario de Avisos de Las Palmas. 23-IX-1886, p.3.
52 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 24-IX-1886, p.2.
53 “Miscelánea. Pesquería Canario–Catalana”. Revista Comercial, nº 6. L.P.G.C. 16-X-1886, p. 3.La efímera vida de la Compañía Pesquera Gran Canaria-Catalana y su factoría en la
Playa de Gando (1886-1887)
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140
230
arribo de los pailebotes Libertad y Pino totalmente cargados de sardinas, esperando asimismo al Rosario y San Francisco que dejaron cargando. Permanecerían en el Puerto de Naos para la primera operación de salado partiendo luego hacia la factoría de Gando54. Se dirigieron a Lanzarote porque la salazón del pescado debía practicarse en aguas tranquilas ya que en alta mar había fuerte marejada. A la vez Nicolás Campillo telegrafió informando a los toneleros que activaran la construcción de envases55.
El 11 de octubre llegaron a Gando los pailebotes San Francisco y el Libertad cargados de sardinas. Ello motivó a Campillo a incrementar la flota con los buques Cometa y Andoriña56. Hacia el 15 arribarían dos pailebotes57 y diez días después cinco más dejando otro cargando. Dos de los que habían alijado su cargamento en Gando se aprestaron rápidamente para hacerse a la mar y continuar la pesca58. El día 27 estaba descargando el Pino, y en camino, con las bodegas llenas, el Nueva Inés y cargando el Andoriña.59 El 30 de octubre llegaron ambos al puerto de Arrecife de Lanzarote, señalando la tripulación la necesidad y urgencia de enviar a la costa mayor número buques por la extraordinaria afluencia de sardinas60. Hasta noviembre nos consta que seguían llegando barcos a la factoría de Gando61. El éxito de estos lances y las capturas obtenidas fueron tan importantes, que la Revista de pesca marítima en Madrid dedicó en diciembre un artículo a la fábrica de Gando62.
LA VENTA DEL PESCADO EN EL MERCADO LOCAL Y EXTERIOR
“Ya se ha puesto a la venta las sardinas prensadas, destacando su excelente calidad, por lo que serán solicitadas para el exterior”. Efectivamente. El 23 de octubre partía en el vapor África rumbo a la Península la primera remesa de pescado elaborado en nuestra factoría. Llevaba 315 barricas con 800 quintales de sardinas (36.800 kilos)63. El 8 de noviembre saldría en el mismo vapor rumbo a Cádiz la segunda remesa. Estaba compuesta por 395 tabales con 59.340 kilos, incluyendo la tara. Cada tabal contenía cinco millares de sardinas. Se afirmaba asimismo que esta industria no se limitaría solo a la sardina64. Y así fue. En esos momentos Nicolás Campillo esperaba embarcar para Cuba una clase especial de pescado de su exclusiva preparación, aprovechando la llegada del vapor correo trasatlántico Antonio López el 13 de noviembre: “Si alcanza la aceptación que es de esperar y el preparado corresponde a lo que los inteligentes se prometen, tendremos otra nueva industria y siempre beneficiosa para nuestro país”65. Como prueba de la buena acogida que tuvo nuestras sardinas en la Península,
54 “Pesquería Canario–Catalana”. Diario de Avisos de Las Palmas. 5-X-1886, p.3.
55 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 5-X-1886, p.3.
56 “Miscelánea”. El Telégrafo. 12-X-1886, p.1.
57 “Miscelánea”. El Telégrafo. 16-X-1886, p.1.
58 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 26-X-1886., pp.2, 3.
59 “Crónica General. La Gran Canaria–Catalana”. Diario de Avisos de Las Palmas. 27-X-1886, p.1,2.
60 “Noticias y Comentarios”. El Trabajo. 30-X-1886, pp. 2, 3.
61 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 19-XI-1886, p.3.
62 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 14-XII-1886, p.3.
63 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 26-X-1886, pp.2, 3.
64 “Miscelánea. Empresa Pesquera”. Revista Comercial nº 8. L.P.G.C. 16-XI-1886, p. 3.
65 Ibidem nota 59.Germán Jiménez Martel
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140 231
publicaron el párrafo de una carta del capitán y socio de Barcelona Pedro de la Puente y Olea, dirigida a Nicolás Campillo el 29 de noviembre de 1886. Decía así:
“Recibí los tres tabales que tuvo la bondad de remitirnos, y al darle a V. las gracias se las doy también encarecidamente en nombre del marqués y de Don Federico. Hice que lo probaran todos los Oficiales de la Comisión de pesca y otros jefes, y todos la han encontrado muy buenas, y aún de mejores condiciones que la de Galicia y de Huelva”66.
Respecto al mercado interior, comenzó a anunciarse a partir del 2 de noviembre en el periódico El Trabajo el lugar de venta de la siguiente manera:
“AL PÚBLICO. Con objeto de complacer a gran número de personas de esta ciudad que desean gustar la sardina de la factoría de Gando, su director Sr. D. Nicolás Campillo, aún cuando ningún beneficio se propone con ella utilizar, anuncia al público que en el establecimiento de comercio de Don Juan Francés, calle de los Balcones, se halla la única y exclusivamente a la venta, la sardina salpresa de dicha factoría. De este modo comprende el Sr. Campillo a los deseos de numerosos amigos y del público en general, y evita, al propio tiempo, que se confundan o cambien las de Gando con cualquiera otra clase de sardinas”.67
Los pedidos y su venta se desarrollaron con gran rapidez a precios módicos68. Respecto a la calidad y excelencia de la misma se decía: “Hemos tenido ocasión por nuestra parte de ver y probar las sardinas de la fábrica de Gando, y su excelente calidad, gran tamaño y preparación esmerada, la ponen en condiciones deponer competir ventajosamente con las de cualquiera otra procedencia”69.
LAS EXPECTATIVAS DE LA EMPRESA EN GRAN CANARIA
Las noticias de la creación de una compañía pesquera despertaron el interés de los medios de forma inmediata. Decían ya en febrero: “Las ventajas que esta nueva industria puede reportar a nuestra Isla, son considerables, por los capitales que entran en circulación, los brazos que ocupa y las relaciones que se adquieren en las plazas para su abastecimiento”70. De su importancia y riqueza también se dijo durante la inauguración de la factoría:
“Después de habérsenos servido una abundante comida en la cual no faltó el plato obligatorio –que en aquel caso y lugar tenía que ser la sardina–, más rico y sabroso que ninguno otro de los tantos que componían tan opíparo banquete, llego el momento de los brindis, y la mayor parte de los concurrentes;
66 “Sección provincial”. La Revista de Las Palmas. 15-XII-1886, p. 3.
67 “Noticias y Comentarios”. El Trabajo. 2-XI-1886, p.4.
68 “Industria pesquera”. Diario de Avisos de Las Palmas. 29-X-1886, p. 3.
69 “Sueltos y Noticias”. El Liberal. 14-XII-1886, p.3.
70 ANÓNIMO. “Pesquerías canario–africana”. Diario de Avisos de Las Palmas. 26-II-1886, p. 2.La efímera vida de la Compañía Pesquera Gran Canaria-Catalana y su factoría en la
Playa de Gando (1886-1887)
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140
232
entusiasmados al ver abiertos para Gran Canaria los horizontes de la industria pesquera, que tantos beneficios está llamada a derramar en nuestro suelo…”71.
Por otro lado señalaban con admiración la labor realizada por Reina y Campillo para desarrollar con éxito esta empresa. “Sentimos verdadera satisfacción en consignar hechos, debido en parte a la actividad que distingue al repetido Sr. Reina, y a la confianza y crédito que ha sabido conquistarse justamente”72. De Nicolás Campillo decía que “ha vencido a los audaces enemigos. Su fe y su constancia en el negocio, su prudencia y especialmente su sangre fría para afrontar los inconvenientes presentadas en las primeras operaciones de la pesca, le han conducido con éxito feliz que hoy celebramos...”73.
De ambos recogimos en la prensa lo siguiente:
“Damos nuestra más franca y cordial enhorabuena al inteligente Director de la Empresa Sr. D. Nicolás Campillo, y también enviamos nuestros plácemes al Sr. D. Francisco V. Reina, nuestro activo y entusiasta paisano a cuya iniciativa se deben las primeras noticias y seguridades dadas al Sr. Campillo, ayudándole eficazmente con la inteligencia y patriotismo que tanto le honran y distinguen en la constitución de la citada Empresa pesquera, a la cual han cooperado a la vez valiosos elementos de nuestra culta población” 74.
También informaron con cierta sorpresa de los gastos. Hacia el mes de agosto indicaban “que diariamente cuestan a la Empresa tres mil reales los desembolsos que tiene que hacer para el pago de sus atenciones” 75. Y en octubre, tras los primeros lances y ventas, lo siguiente:
“También consignaremos, por que lo creemos muy oportuno, que sin embargo de los inmensos gastos que la Empresa ha tenido que hacer, no solo ha cubierto hasta ahora todas sus atenciones sino que cuenta en la Fábrica con existencias de consideración, las cuales, al precio corriente, importan más de diez mil duros; existencias que van aumentando con la llegada de nuevos buques cargados de sardinas”76.
En definitiva, fue tal interés de esta sociedad que cada aspecto de su quehacer era recogido en los medios escritos del momento. Destacaban el valor de la industria pesquera y su importancia en el porvenir de Gran Canaria, en particular, y del archipiélago en general. Su repercusión y éxito inicial despertaría el interés por invertir
71 Ibidem nota 27.
72 Ibidem nota anterior.
73Ibidem nota 65.
74 Ibidem anterior.
75 Ibidem nota 43.
76 Ibidem nota 74.Germán Jiménez Martel
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140 233
en el negocio de la explotación pesquera en África de una casa valenciana, enviando incluso a un representante
77, Laureano Hernández Pérez78.
LA ÚLTIMA CAMPAÑA Y CIERRE DE LA SOCIEDAD PESQUERA
La campaña del año 1887 comenzó el 21 agosto. Salieron de la factoría de Gando rumbo a África el Primero de Las Palmas, los pailebotes Las Marías, Anduriña, El Martín, El Cometa y Nueva Inés bajo la dirección de Campillo y las órdenes de Domingo Miranda79. Tras el primer ensayo que salió bien, se reanudaron los trabajos que esperaban fuera exitoso80. No fue así. El propio Nicolás Campillo lo explicaría en un amplio artículo fechado el 13 de diciembre de 1887. Indicaba que la técnica empleada fue errónea haciendo referencia uso del galeón:
“Si justo es confesar el error, noble es denunciarlo y evitar que otro lo cometa. El deseo de adquirir la verdad no ha hecho esclavos, y estar siempre estudiando sobre ese yunque de la práctica: y a fuerza de privaciones y desvelos, nos hemos podido convencer de que si de las equivocaciones en la elección de artes han nacido las ruinas de las compañías pesqueras, del acierto en esa elección y de sus direcciones, para a la vez preparar convenientemente sus productos, depende el porvenir de las nuevas compañías”81.
Campillo señalaba que para la costa africana la técnica de las almadrabas “están llamados a realizar esa gran revolución pesquera”. Este arte se coloca en un punto dado de la costa, donde más pescado recale, y al hallarse fijo lo mismo pesca de noche que de día, atrapando indistintamente sardinas que la albacoras, bonito, tasarte, anjova, corvinas, sama y otras especies de la zona. Decía asimismo que con las corvinas se podía hacer el bacalao sin espinas, “entrando por mucho esta preparación en el desenvolvimiento y vida de las nuevas empresas”82. Afirmaba también que la pesca con almadrabas daría empleo a muchos brazos que consumirán y harán consumir. Finalizaría diciendo lo siguiente:
“El cariño que sentimos por Gran Canaria y Lanzarote, que son las islas que conocemos en este Archipiélago; la gratitud que debemos a sus habitantes por las atenciones con que nos han distinguido; el pleno convencimiento, a despecho de los reveses sufridos, de lo que valen y pueden valer las pesquerías en el África Occidental, y el deseo de que la verdad sea conocida, son los únicos móviles que nos impulsan a indicar el camino que deben recorrer ls que intenten acometer la pesca y su industria en África, y en estas Islas, seguros de que recogerán pingües rendimientos si no se desvían de la senda que dejamos
77 Ibidem nota anterior.
78 Ibidem nota 64.
79 “Noticias y comentarios”. El Trabajo. 23-VIII-1887, pp. 1,2.
80 ANÓNIMO. “Gando”. El Telégrafo. 27-VII-1887, p.1.
81 CAMPILLO, N. “Ruina de las empresas pesqueras. En África y su porvenir”. Revista Comercial, nº 35. L.P.G.C. 1-I-1888, p. 35.
82 Ibidem anterior.La efímera vida de la Compañía Pesquera Gran Canaria-Catalana y su factoría en la
Playa de Gando (1886-1887)
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140
234
trazada. Esa y no otra será la que hemos de seguir si podemos nosotros organizar una nueva sociedad”83.
Nicolás Mª Campillo no volvería a fundar otra empresa pesquera en Gran Canaria. En torno a su factoría posiblemente vería surgir el lazareto sucio subastado a finales de agosto de 1887. La construcción de esta obra en las cercanías de la factoría podría generar el surgimiento de un importante núcleo poblacional llegó a afirmarse en aquellos momentos:
“El lazareto sucio subastado hoy será el elemento importantísimo de la prosperidad de Gando. Merced a él, aquél magnífico puerto, será la escala obligada de los buques que en determinadas épocas del año hacen la travesía entre América, África y Europa; el lazareto creará allí una población consumidora y los pueblos del sur hoy privados de expender con comodidad sus frutos, tendrán un mercado que consumirá gran parte de ellos”84.
La realidad sería todo lo contrario. La factoría pesquera cerraría y probablemente la mayor parte de sus trabajadores se emplearían en las obras del lazareto. En la actualidad no queda rastro alguno de nuestra fábrica.
CONCLUSIONES
La empresa Gran Canaria–Catalana es otro referente de la explotación del caladero sahariano por parte de marinos canarios. La creación de esta sociedad posibilitó una cierta modernización de la flota y la actividad pesquera, así como todo lo concerniente al tratamiento, elaboración y venta de la producción.
La construcción de la factoría posibilitó la contratación de cientos de personas, permitiendo una mejora en su calidad de vida y de la actividad económica de la zona. En nuestro caso, el establecimiento en Gando permitió el desarrollo de la zona que continuaría con la construcción del lazareto.
BIBLIOGRAFÍA
- ALCALÁ GALIANO, P.: Santa Cruz de la Mar Pequeña. Pesquerías y comercio en la costa N. O. de África. Madrid (1900).
- MACÍAS HERNÁNDEZ, A. M.: “El sector pesquero en la economía canaria del pasado inmediato (1800-1970)”. II Jornadas de Estudios Económicos Canarios. Las Palmas de Gran Canaria (1982).
83 Ibidem
84 Ibidem nota 79.Germán Jiménez Martel
_____________________________________________________________________________________
Boletín Millares Carlo, 30(2014), 222-235
I.S.S.N.: 0211-2140 235
- MILLARES TORRES, A.: Historia General de las Islas Canarias. Tomo V. Las Palmas de Gran Canaria (1977).
- JIMÉNEZ MARTEL, G.: “Historia de la Azucarera de San Juan de Telde (1890–1990)”. Revista Guía Histórico Cultural de Telde, nº 11. Las Palmas de Gran Canaria, 2000.
- __ “El Puente de los Siete Ojos. Símbolo iconográfico de la ciudad de Telde”. Revista Guía Histórico Cultural de Telde, nº 12. Las Palmas de Gran Canaria, 2001.
- __ “Telde, desde el mercado dominical en la plaza de Los Llanos, hasta el moderno edificio para el comercio minorista”. Revista Guía Histórico Cultural de Telde, nº 13. Las Palmas de Gran Canaria, 2002.
- __ “La carretera de Las Palmas de Gran Canaria a la ciudad de Telde. El instrumento del progreso y desarrollo de la zona Sur–Este de la Isla”. Boletín Millares Carló, nº 21. UNED, Las Palmas de Gran Canaria, 2002.
- __ “La red telegráfica eléctrica en Telde”. Revista Guía Histórico Cultural de Telde, nº 15. Las Palmas de Gran Canaria, 2004.
- __ “Los naufragios en el mar de Telde”. Revista Guía Histórico Cultural de Telde, nº 16. Las Palmas de Gran Canaria, 2005.
- __ “Miguel Suárez Robaina, entre la fotografía profesional y la práctica médica en Telde”. Revista Guía Histórico Cultural de Telde, nº 17. Las Palmas de Gran Canaria, 2006.
- __ “La Gran Canaria–Catalana. Una factoría de pescado establecida en la costa de Telde”. Revista Guía Histórico Cultural de Telde, nº 19. Las Palmas de Gran Canaria, 2008.
- -__ Telde: 1854–1990. Catálogo de artículos localizados en los medios de comunicación impresos en Gran Canaria. [En prensa].
- PÉREZ DEL TORO, F.: El tabaco y las pesquerías canarias. Madrid (1881).
- __ África y España. Madrid (1892).
- RUMEU DE ARMAS, A.: “Las pesquerías españolas en la costa de África (siglos XV-XVI). Anuario de Estudios Atlánticos, nº 23. Las Palmas de Gran Canaria (1977).
- VIERA Y CLAVIJO, J.: Noticias de la Historia General de las Islas Canarias. Santa Cruz de Tenerife (1971).