Boletín Millares Carlo
2003, 22: 267-271
Uso educativo del cómic: los ejemplos
de Don Patrón de Rastaman y el Dz Extraño
de Len Wein y Mark Campos en la educación para
la paz, la solidaridad y los derechos humanos
Luciano DIAZ ALMEIDA
Esther Gloria CASTELLANMOA RCHENA
IES Francisco Hernandez Monzón
Resumen
Se parte de la situación habitual de critica en los medios de comunicación públicos de revistas
de cómics institucionales que apoyan aparentemente valores considerados negativos por la
sociedad. Se plantea el interrogante de que el autor puede ser mas claro y resolutivo en su obra,
en lo que critica y en lo que defiende. Al menos ese requisito debería cumplir un texto que selec-cionemos
para su uso didáctico. Se comparan dos obras: Don Patrón, feroz y verista critica de
la explotación obrera donde no se aporta ninguna esperanza con riesgo de una mala interpreta-ción,
y una historia del Dr Extraño, sobre relaciones humanas y egoísmo, en que se opta clara-mente
por la solución que los autores consideran positiva.
Con cierta frecuencia el cómic salta a los medios de comunicación genera-les
por motivos no deseables. Se trata siempre de alguna revista editada por
alguna institución, generalmente diputación o ayuntamiento. Encontramos al
portavoz de la oposición condenando alguna historieta por hacer apología de la
violencia, la discriminación sexual, racismo.. .; mientras los responsables de la
publicación y los autores defienden todo lo contrario: ha sido una crítica, una
condena, un intento de concienciar al lector mediante la representación artísti-ca
de dicho problema. No faltarán representaciones no partidistas de la realidad
cotidiana. Todo ello sin perjuicio de ser un debate mediatizado por la habitual
dialéctica gobierno-oposición. El debate y la polémica queda servida. Y aunque
la revista no desaparece de inmediato tiene sus días contados: ha habido casos
en Valencia en el 2000, en el salón de Granada en el 2002 o la ya lejana Madriz
en 1984. También es cierto que el coste elevado, aceptación minoritaria entre
el público, un variable interés institucional, su calidad o su carácter experimen-tal
suelen ser causa de una corta vida de las revistas institucionales.
En cualquier caso, queda una polémica que convirtió a un cómic en una
combinación de lo maldito, legendario y heroico y se nos plantea una serie de
interrogantes: ¿Es la habitual confrontación gobierno-oposición? ,Hablamos
de lo políticamente "incorrecto"? ¿Radicalismo o reacción'? ¿Pedagogía o
demagogia?
Quizá sería conveniente que ese cómic tenga un planteamiento más claro
y directo de sus intenciones de modo que quede claro que se condena, quc se
defiende, evitando confusiones -interesadas o no- tanto de entidades ajenas al
cómic, caso de los escándalos comentados, como de lectores de razonainien-to
sencillo que puedan creer justo lo contrario de lo que pretendía el cómic, y
también se evite enmascarar posiciones no acordes con los valores dcmocrhti-cos.
Por supuesto que no pretendemos criticar o ccnsurar la libertad creativa
pero si conocer que requisitos debería cumplir un texto que seleccionemos
para uso didáctico.
Cómo ejemplo de lo que pretendemos analizaremos brevemente dos
obras: "Don Patrón: la historia de un gran hombre" de Rastamán (Barcelona,
colección El Pregonero no 36, circa 1999-2000) y la historia del Dr. Extraño'
de Len Wein y Mark Campos editada originariamente en EE UU: Uncanny
Origins v 1 n." 12 (Nueva York, Marvel Comics Group, fecha de portada VI11
1997), edición española en Universo Marvel n." 12 (Barcelona, Foruin-
Planeta-, diciembre 1998).
Don Patrón es una recopilación de historietas dibujadas entre 1995 y 1998.
no indicando esta edición donde fueron publicadas originariamente. El autor
se identifica como miembro de la Asamblea de dibujantes de donde deducimos
una posible adscripción ideológica a la extrema izquierda.. Prescrita una
visión del mundo empresarial e industrial muy dura, cercana al iinderground
pero también al naturalismo francés decimonónico quc precisamente retlejaba
los momentos más duros de la revolución industrial y de la explotación de la
clase obrera. Vemos a un empresario que menosprecia a sus obreros y los
someta a todo tipo de vejaciones y humillaciones, cuando simplemente no los
mata o los devora el mismo o su perro. Contemplamos una dura expropiación
de la plusvalía: reducción de sueldos, ampliación de horarios, explotación dc
mano de obra inmigrante hasta que caigan muertos litcralmcnte, pésimas con-diciones
de vida (como ejemplo, cuando para ahorrar combustible los obreros
traen sus propios muebles para quemar). Amen de que subordina a sus intcre-ses
empresariales el aparato del estado o realizar actos terroristas de los que se
hace responsables a grupos obreros o izquierdistas.
Hay otras referencias que no dan lugar a equívocos: encontramos retratos
de Hitler y Franco en el despacho de don Patrón. En la historieta dedicada a las
agencias de trabajo temporal dirá Don Patrón ". . .ya llega mi primera vicstima"
(sic); la dibujada en 1997 sobre la reforma laboral hace referencia a ". . .un sis-
' El Dr Extraño es un personaje de la editorial Marvcl perteneciente al género ~~iperlieroicAo1. igual
que los personajes mitolúgicos son continuarncnte retomados corno excusa para claborai- d i ~ e r s a Isi istorias.
Luciano Diaz, Esther G. Castellano Uso educativo del cómic: los ejemplos de Don Patrón ...
tema neoliberás(sic), como el que vivimos". De forma más clara, el subtitulo
habitual es su autodefinición como "...el más cabrón". Por último, el autor lo
expresa en su prólogo, pág 2, ". ..la historia.. .es tan real como la vida misma,
un poco subida de tono.. .refleja.. .las ambiciones.. .de cualquier capitalis-ta
...[ no] . . .es una historia gastada.. .obreros victimas y patrón verdugo.. .nada
esta pasado.. . mientras existaU.(El subrayado es nuestro.)
¿Existe? Sí. No es necesario acudir a las múltiples novelas de Dickens o
de Zola o al Informe sobre la clase obrera en Manchester de Engels. Es un
conocimiento histórico incuestionable e incorporado a los manuales escolares
la situación de la clase obrera durante la Revolución Industrial: jornadas de 14
o 16 horas, sueldos míseros, condiciones insalubres en casa y en el taller, mul-tas
y malos tratos, nula cobertura social -vejez, paro, enfermedad, sin posi-bilidad
de reclamar derechos.
Hoy no todas esas cosas han cambiado: la economía sumergida existe y allí
las condiciones laborales son pésimas, el sueldo escaso y no está ausente la
coacción, por ejemplo, entre los inmigrantes ilegales, sin olvidar la casi clási-ca
sobreexplotación de la mano de obra en las industrias instaladas en el ter-cer
mundo.
Otro punto es la extrema violencia del cómic. Vemos en una tira como Don
Patrón le arranca la lengua a un sindicalista y como lo estrangula con la
misma. Ahora, hay antecedentes en el cómic español: en la portada del
Superhumor n." 15 del gran Ibáñez vemos como una duquesa estrangula a
Filemón cuando este le comunica la pérdida de sus diamantes: la escena es
idéntica (la duquesa aprieta el cuello de Filemón con un lazo del que tira hacia
los lados con ambas manos. La diferencia es que Don Patrón es un relato rea-lista
aunque caricaturizado sin la magia por la que algunos personajes sobre-viven
a bombas y accidentes. Aquí simplemente mueren.
Pero, ¿por que no indicar claramente que se condena y que se defiende?
¿Por qué no mostrar una alternativa: una rebelión obrera que le ajuste las
cuentas a don Patrón? ¿Porqué no evitar que se interprete como correcto lo
que hace Don Patrón? Quizá la aparición de un aparato estatal o empresarial
que prescinde de Don Patrón pues produce más con otros métodos.
Ciertamente la realidad es dura y no hay que crear falsas esperanzas con una
visión edulcorada de la misma pero el movimiento obrero en los siglos XIX
y XX ha conseguido mejorar la situación, puede que no de todos y en parte
porque el capital necesitó en un momento dado mano de obra cualificada con
mayor capacidad adquisitiva para consumir mercancías.
El otro cómic pertenece a una colección de Marvel dedicada a explicar los
orígenes de sus superhéroes. El dedicado al Dr Extraño está realizado por Len
Wein, guionista, y por Mark Campos, dibujante, a partir, parcialmente, de una
historia de Stan Lee.
Boletín Millares Carlo
2003, 22: 267-271
En el día en que su padre hubiera cumplido años y antc su retrato cl Dr
Extraño, el brujo-heci~icero-místico de la editorial, repasa su vida que estuvo
marcada por una muy difícil relación: en su infancia Stephen Extraño es un niño
que quiere celebrar el cuinpleaños de su padre o mostrarle orgulloso un premio
escolar pero es siempre violentamente rechazado por un padre amargado: lo
único que importa es " . . . jel dinero! ¡Cómo ganarlo! ¡Cómo conseguirlo!".
Se producirá el cambio. Stephen pasa a ser alguien sólo prcocupado en scr
el mejor, aun a costa de aislarse y refugiarsc en la bcbida. Scrá cl médico
número uno de su promoción aunque su padre ya había muerto y no pudo ver
su triunfo el dinero que gana como cirujano de prestigio. "...Al final todo lo
que tenía era una lucrativa consulta.. .una insaciable sed de alcohol.. .y un bucn
montón de demonios personales.. ." Como su padre "orgulloso y triunfador".
Gracias a su padre "los problemas de los demás me importan menos que nada".
Un accidente de tráfico lo deja incapacitado como cirujano; orgulloso y
huraño rechazará la ayuda de sus colegas y quedará solo, sin fortuna ni casa.
convertido en un vagabundo. Conocerá la leyenda de un anciano "...místico
capaz de curarlo todo ..." y acudirá en su busca a las montañas de La India.
(Por supuesto es una incoherencia gravísima o una licencia de autor que u11
vagabundo de los USA puede viajar a La India).
Al principio es rechazado por el anciano por sus motivos egoístas v o l -
ver a ser cirujano para ganar dinero- pero es hospedado cn su castillo.
Extraño descubrirá que Kordo, el discípulo del anciano, intenta traicionar y
matar a su maestro, pero bajo el influjo de un hechizo de Kordo no puede
advertir al anciano. Empieza a operarse un cambio. La necesidad de advertir
y salvar al anciano y al mundo es la reversión de su aprendizaje infantil: el
egoísmo. El anciano siempre controló la situación pues sabia de la traición dc
Kordo y nos explica claramente el proceso: "Por fin he llegado hasta el verda-dero
Stephen.. .sabía que abrigabas el bien en tu interior.. .sólo había que traer-lo
a la superficie." El resto es fácil. Años de aprendizaje hasta convertirse en
un mago, un superhéroe más.
Ahora, la última página es clave. Nos indica de forma diáfana quc es lo
que los autores estiman como correcto, esa alternativa a algo quc quizá sca
una realidad incontestable: la noche del cumpleaños del padre, Stephen habla
ante el retrato de su padre. El mensaje será inequívoco. El lector no puede con-fundirse
ante algo que los autores (y la sociedad) estiman óptimo. ". . .todo gra-cias
a ti, padre. Me convertí en el hombre que soy no por ti, sino pese a ti.. ."
"Aun así ha aprendido a ser misericordioso, que hay cosas más iinportantcs
que el dinero: fe, esperanza, cariño.. .".
Ciertamente podemos objetar una crítica evidente: Extraño ha cambiado
un éxito (cirujano egoísta) por otro (mago benefactor). Así es fácil. No lo
tienen tan fáciles los obreros de Don Patrón o las múltiples referencias reales
en que se basan.
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Luciano Díar, Esther G. Castellano Uso educativo del cdmic: los + i ~ p l o dse Don Patrcin. ..
Aun así no nos resistimos a explicar las últimas viñetas de la historia de
Extraño. Por un lado se cierra el círculo: del frustrado cumpleaños a un
cumpleaños póstumo con tarta y velas ... Es la vuelta a la normalidad de
Extraño al afrontar sus demonios personales. Unas palabras de un sonriente
Stephen cierra la historia: "...ayúdame a a apagar las velas y pide un último
deseo. El mío, sabes ya se ha cumplido después de tantos años, papá ... te
perdono".
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