Educación
El cómic en la didáctica de la Historia
de América: utilización de Alvar Mayor
FRANCISCO LUCIANO DÍAZ ALMEIDA
IES Francisco Hernández Monzón
Boletín Millares Carlo, núm. 26. Centro Asociado UNED. Las Palmas de Gran Canaria, 2007.
Resumen: Análisis de las primeras historias del cómic «Alvar Mayor», de los autores Carlos
Trillo y Enrique Breccia, con vista a su uso didáctico en la enseñanza secundaria. Se usa-rá,
especialmente, en Ciencias Sociales para el estudio de la presencia castellana en Amé-rica.
Los distintos episodios permitirán ilustrar diferentes aspectos de la colonización: la ad-ministración
indiana, la explotación del nativo, la búsqueda de tesoros fabulosos, etc.
Asimismo se analizará brevemente su relación con el Realismo Mágico.
Abstract: We analyze the first tales comic «Alvar Mayor» by Carlos Trillo and Enrique
Breccia, because it has educational use at secondary school. Specially at History: we can
know the Castellan presence in America. The diverse episodes permit illustrate different
colonization facets: the colonial administration, the native exploitation, the search of fabu-lous
treasures, etc. Morever, we analyze the influence of ‘Magic Realism’ («Realismo Má-gico
») in this comic, too.
La reciente edición1 por Norma Editorial del primer tomo de Alvar Ma-yor
presagia la posibilidad de disponer en nuestro país de un cómic difícil de
encontrar. No se publicaba desde que en los ochenta la propia Norma lo edi-tase
en las páginas de Címoc y en algún álbum recopilatorio. Por tanto había
que acudir a librerías de ocasión o confiar en las esporádicas importaciones
argentinas. Ahora se dispondrá por fin de la edición completa y cronológica
de la obra, probablemente con motivo del 30 aniversario del personaje y/o
editorial, aunque a costa de una edición en formato bolsillo que no suele be-neficiar
el dibujo y que dificulta su reproducción en fotocopias cuando nos
planteamos utilizarlo en clase.
1 Trillo, Carlos; Breccia, Enrique, Alvar Mayor (1 de 4). Barcelona: Norma, Mayo 2007
(como novedad para el XXV Saló del Cómic de Barcelona).
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Efectivamente es una obra que puede utilizarse en la asignatura de Cien-cias
Sociales para introducir, complementar y explicar la historia de la Amé-rica
colonizada así como retazos del Realismo Mágico latinoamericano. Por
tanto, podemos usarlo como recurso didáctico para Cuarto Curso de la ESO,
al menos durante un año, pues la nueva reforma puesta en marcha limitará
dicho curso a la Historia Contemporánea, retrotrayendo la Edad Moderna al
segundo año. En ese momento será algo más complejo utilizarlo por presentar
una narrativa poco dinámica pero aun así puede resultar más atractivo que
una fuente histórica clásica.
La obra se publicó originariamente en la revista Skorpio entre 1977 y
1983, a lo largo de 57 episodios auto conclusivos aunque algunos formaban
una historia mayor o arco como los recogidos en el álbum «La ciudad de oro
de la Patagonia»2.
Si seguimos al guionista Carlos Trillo en un texto publicado en Internet3
«Alvar Mayor es uno de los primeros blancos nacido en la América, hijo de
uno de los hombres que acompañó a Pizarro al Perú. Es una mezcla de Al-var
Núñez Cabeza de Vaca, el tipo que atravesó gran parte de América ca-minando;
y de cowboy que avanza por un camino polvoriento buscando ha-cer
justicia. La serie estuvo influida por algunas lecturas del realismo mágico
y las historias brutales de los tiempos de la conquista. Esas leyendas de la
América profunda son fascinantes, e incluirlas en una historia como si real-mente
hubieran ocurrido me pareció muy interesante.»
Siguiendo a Alberto D. Kloster «… Se vislumbra en su trama la presen-cia
de mitos reales y mitos literarios, encontramos tanto al poema caballe-resco
como la novela romántica moderna y por supuesto la épica de la histo-rieta
argentina y sudamericana no está ausente, hermanándolo con Nippur de
Lagash y Dago, héroes inmortales desarrollados por la brillante pluma del
gran guionista paraguayo Robin Wood. También están presentes espiritual-mente
en las historias de Alvar Mayor: Homero, Dante, Ariosto, Rabelais,
Cervantes, Shakespeare, Goethe, Melville, Hemingway; en una palabra ha-llamos
a Borges y a Cortázar…»4.
Personalmente creemos que el personaje parte de modelos ya presentes
en Víctor Mora «... tipos de elevada estatura moral, vagabundos en pos de un
objetivo indefinido (la justicia, la aventura) y que, en ese constante viajar, vi-sitan
escenarios variopintos…»5 Pero ya no es un alegre e idealista Capitán
Trueno. En ocasiones simplemente observa dejando que sean los aconteci-
2 Trillo, Carlos; Breccia, Enrique, La ciudad de oro de La Patagonia. Buenos Aires:
Doedytores, 2004.
3 www.historioteca.com.ar
4 Kloster, Alberto D., «Carlos Trillo. Sinónimo de éxito, permanencia y persistencia».
En Tebeosfera nº 19.
(http://www.tebeosfera.com/Documento/Articulo/Guionistas/Carlos/Trillo2.htm)
5 Becerra, Manuel, «Sunday, la consagración del western en España». Introducción a
Mora, Víctor; Fuente, Víctor de la., Sunday. Barcelona: Glenat, 2006.
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mientos los que hagan justicia ¿o sigan su curso? (Ver el episodio «El templo
de los guardianes muertos» página 149) cuando no son un instrumento de la
fatalidad engañado (ver el comentario al episodio «Otra versión del cuento» de
Alberto D. Kostler6) o forzado («La profecía», pp. 63-65). Es una profundiza-ción
en la complejidad del personaje: es una persona buena pero camina hacia
el antihéroe sin llegar a serlo del todo: no tiene la dureza casi nihilista de un
Harry el Sucio, o sin reflejar a personajes sólo mezquinos como los que pue-blan
Quetzalcoalt7 ni airados justicieros como los miembros de Authority8.
Eso no significa que haya errores históricos. Hemos detectado dos erro-res
en la cronología: los textos y comentarios sobre la obra la situan en el s.
XVII, cosa que parece corroborar las vestimentas, pero por otro lado Alvar se
dice hijo del cartógrafo de Pizarro y en ocasiones se encontrará con ancia-nos
compañeros de su padre. Alargando al máximo los ciclos vitales podría
darse el caso pero desde luego que un relativamente joven Alvar (30, 40 años
a lo sumo) no puede ser de la primera generación criolla (o mestiza: se man-tendrá
la duda a lo largo del relato) que vivió en el s. XVI. Máxime cuando
en ocasiones visita Buenos Aires (fundada entre 1536-1541, o después de la
Segunda Fundación en 1580). El otro error es hablar del Virrey de Nueva Gra-nada,
que no fue creado hasta el s. XVIII, aunque en otras ocasiones se habla
más correctamente del Gobernador.
Enrique Breccia, nacido en 1945, es el dibujante más conocido de los tres
hijos del gran creador Alberto Breccia. Ha colaborado con ilustres figuras del
cómic como su padre o el guionista H. G. Oesterheld. Pintor (medalla de oro
1964 del diario Clarín por «La Ronda Nocturna»; con obras suyas en la colec-ción
permanente de la biblioteca del Congreso Norteamericano en Washington
desde 2001 ); ilustrador, dibujante, ha trabajado con su padre en «El Eternau-ta
»(1969); varias colaboraciones en los setenta y ochenta con Carlos Trillo: «El
buen Dios» (1976); algún antecedente de Alvar Mayor; «Los Enigmas del
PAMI»(1980); «El Sueñero»(1983); ha elaborado para la colección Quinto Cen-tenario
de Planeta «De mar a mar»; premio Pléyade 1993 (Argentina ). Trabaja
en los últimos años para las grandes editoriales americanas DC y Marvel.
Carlos Trillo (1943) cuenta con importantes obras, algunas adaptadas al
cine como «Las Puertitas del señor López» o «El contorsionista». Es un fe-raz
guionista con trabajos como «El Loco Chávez»(con Horacio Altuna, 1975-
1987); «Las Puertitas del Señor López»(con Altuna, desde 1979); «El últi-mo
recreo» (1982); con Jordi Bernet ha creado «Clara de Noche» (para «El
Jueves» desde 1992); con Risso realiza «Chicanos» para el mercado ameri-cano;
con Meglia ha creado «Cybersix»(1991-1998) adaptado a la animación.
Además ha preparado guiones de cine y ha sido teórico e historiador de la
6 Koestler, op. cit.
7 Mitton, Jean-Yves, Quetzalcoalt. 6 tomos publicados. Edición española de Glenat.
8 Authorithy. Serie de Wildstorm, filial de DC, creado por Warren Ellis y Bryan Hitch,
publicados en España por Planeta y, actualmente, por Norma.
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historieta y editor. Ha obtenido alguno de los principales galardones del mun-do
del cómic: Yellow Kid (1978, 1996); Salón Internacional de Barcelona 1984
al Mejor Guionista; Premio Alph’Art 1999 Anguleme 1999 por el álbum «La
Gran Anarque» (con Albin Michel).
En cuanto a la obra analizaremos ejemplos de su utilidad a la hora de ilus-trar/
explicar características del realismo mágico y, sobre todo, del periodo
histórico comentado.
El realismo mágico se caracteriza por borrar o «quebrar» los límites en-tre
el mundo mágico y el cotidiano. La magia y la superstición queda inte-grada
como algo normal. Eso no impide que en ocasiones se pueda aplicar
las teorías de Todorov que habla de que en los relatos fantásticos se difumi-nan
los límites entre lo real y lo irreal haciéndolos imperceptibles, al menos
parcialmente. Así, en «El día que la montaña enfureció» Lucía cree estar so-ñando
con la cueva donde un Dios quiere desposarla mientras que la curan-dera
y Alvar lo saben real en parte y acude nuestro protagonista a liberarla
de su influencia.
En cuanto a características propias del realismo tenemos la presencia de
elementos mágicos intuitivos nunca explicados. Así, en el relato antes cita-do
tenemos una replica simulada a los regimenes dictatoriales latinoameri-canos
(la edición de Alvar prácticamente coincide con la dictadura en Argen-tina).
El caso que acabamos de comentar o «El agua de los sueños» donde,
por otro lado, si se cumple la norma de Todorov. ¿Es todo el sueño resulta-do
del consumo de un alucinógeno? o ¿efectivamente Alvar ha liberado a la
hija del mendigo? Tenemos esa duda pero otro carácter del realismo mágico
es dar verosimilitud y coherencia a lo fantástico ¿Qué sentido tiene drogar a
un extraño si no es para robarle o a cambio de dinero? Nada de eso sucede;
además la hija está junto al mendigo y que este niegue a Alvar lo sucedido
(«El sol te ha hecho mal…te ha producido un desmayo») puede responder a
la necesidad de autoprotección.
La percepción del tiempo como algo cíclico no lineal. Así en el episodio
«La profecía». Puede que no sea exactamente un ciclo sino una especie de
bucle en que una persona se encuentra así mismo a través de «un agujero
de gusano» en el río donde bebe y que le permite regresar al pasado. Pue-de
ser una realidad malinterpretada fantásticamente y sólo son los remordi-mientos
del recuerdo que trae el lugar donde Alvar fue obligado a asesinar a
un amigo. Sólo que ese recuerdo es una visión, una premonición de lo que
pasará más tarde. Algo que un Alvar anciano cuenta a un incrédulo Alvar jo-ven.
Y que pese a la breve esperanza del lector no se tratará de un amigo
que se vuelve loco de codicia por el oro y al que el protagonista tenga que
matar en defensa propia sino que ambos son victimas de la traición y el sa-dismo
de los que fueron contratados para la expedición en busca del oro.
La distorsión del tiempo de modo que se repite el pasado o el pasado se
parece al presente lo tenemos tanto en «La profecía» como en «Interpretes
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del destino» con los cómicos cuyas obras de teatro siempre se hacen reali-dad
una vez representadas.
Pasamos a esbozar ejemplos de un material propiamente de utilidad his-tórica
que hace viable la recomendación de su lectura. Así en el primer epi-sodio
«Alvar Mayor» se puede introducir el concepto de República de los
Españoles» (la ciudad) frente al campo, «República de los Indios» a la que los
primeros salen en busca de riquezas y promoción. Pero antes se observan las
historias de venganza y rivalidad entre los españoles. Aunque no todos ac-túan
ilegalmente: así el asesinado Zúñiga, aunque posee un mapa de El Do-rado
espera la autorización real a la expedición que la hubiera legalizado a
cambio del quinto real. La marcha por la selva ejemplifica otro hecho de la
conquista: como los grupos tribales pese a su aparente menor capacidad re-sultaban
más peligrosos y casi imposibles de derrotar a la inversa que las
grandes entidades imperiales (incas o aztecas). Finalmente el relato mues-tra
lo que Pérez Mallaina indica: «…para los españoles no todo fueron glo-rias
y oro. Hubo mucho oropel, muchos esfuerzos vanos, muchas muertes
atroces y, realmente, muy pocos de ellos lograron volver ricos a su patria»9.
Aunque aquí los soldados desertan al presumir lo inviable de la empresa tras
la muerte a manos nativas de un soldado; el último superviviente, presa de
la ambición tratará de matar a Alvar. No solo no lo logra sino que este ven-gará
a Zúñiga, su amigo, pero él sólo será un espectador. Tan sólo guía a la
expedición, correctamente, pero las tribus belicosas darán cuenta de los sol-dados;
su amigo Tihuo, con un disparo de cerbatana envenenada, evitará el
ataque a traición y el conde traidor, si no quiere sufrir la terrible agonía del
veneno deberá matarse con la espada de Zúñiga. En cualquier caso, el rela-to
permite introducir la explicación del carácter mixto, privado y público de
la conquista de América por soldados de fortuna con financiación privada bajo
concesión real.
El choque entre la cultura española y la nativa donde esta sale perdien-do
y con la total desarticulación de su sistema de vida queda plasmado en «La
plantación». Frente a lo que será habitual en la serie los españoles no bus-can
la riqueza en el saqueo del oro real o imaginario de los indios. Refleja lo
que será el segundo paso, tras el saqueo y pillaje, de la explotación de Amé-rica:
el aprovechamiento de la abundante mano de obra (forzada) indígena para
producir riqueza, aun a costa de su destrucción cultural, mental y física. Como
dice Tlatan, uno de los prisioneros-trabajadores: «…llegaron aquí en busca
de oro. Y oro, tú sabes, no hay en nuestras tierras. Y como en lugar de oro
aquí crecen velozmente los cultivos, decidieron esclavizarnos en estas plan-taciones.
Eso, al parecer les proveerá del oro que necesitan./ –Destruyeron
tu aldea, Tlatan. –La mía y diez más antes que la mía, Tihuo. Cuantos más
9 Pérez Mallaina, Pablo Emilio, La colonización: la huella de España en América. Ma-drid:
Anaya, 1988. Biblioteca Iberoamericana, nº 13, p. 33.
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hombres tengan en su plantación más oro conseguirán, dicen (…) de día nos
vigilan con sus armas y de noche nos engrillan y se encierran en su casa amu-rallada
con las más jóvenes y bellas de nuestras mujeres.» (pág. 21). Ahora,
citemos de nuevo a Pérez Mallaina, ante la carencia de formas de enriqueci-miento
inmediato en el comercio y el desinterés del colono en volver a ser
campesino como en Castilla «… por ello la primera y casi única riqueza ini-cial
que se encontró en América la constituyó el trabajo de su población abo-rigen.
Ella dio el sustento necesario a los europeos, levantó sus viviendas y
ciudades, y trabajó en las primeras minas. Sin esta mano de obra barata, cuan-do
no gratuita, todas las riquezas potenciales americanas no hubieran podi-do
hacerse efectivas… La primera forma de acceder a esta fuerza laboral fue
la simple y llana esclavitud»10.
En «La ciudad perdida de los incas», un enfermo y anciano corregidor
encabeza una expedición que intentará encontrar el árbol de Siphilo para cu-rar
sus males. Permite la visión de la estructura administrativa de América
donde un territorio de tamaño medio está bajo el control de un corregidor;
puede haber una cierta exageración en el cobro de los impuestos pero también
muestra como es el Rey el encargado de recaudar impuestos que en Europa
recaudaba la Iglesia(el diezmo). Hay también una referencia al choque bioló-gico
entre ambos grupos humanos donde los europeos contagian la viruela y
otras enfermedades que desarbolaron por completo a una población sin defen-sas,
aunque también los europeos se contagiaron de enfermedades tropicales.
En realidad, la enfermedad que contagian las mujeres en el relato sería la sí-filis
también traída por los europeos. Aunque árbol y la ciudad pérdida puedan
tener connotaciones mágicas no están desencaminadas: sabido es el origen
vegetal, y tropical, de muchos principios activos mientras que muchas ciuda-des,
casi abandonadas y despobladas pudieron resistir al amparo de la selva o
las alturas. Ciertamente en las alturas, como dice Tihuo, el compañero de Al-var,
no existen árboles, pero esto no es más que una deformación de una rea-lidad
americana pues los expedicionarios encontraran una escultura de oro y
con piezas colgantes. El carácter mágico o de pesadilla, y a la vez de justicia,
se refuerza cuando aquellos son masacrados por los indios, a los que no ven –
haciendo mas inaccesible el árbol y consolidando su leyenda– pero que respe-tan
a Tihuo y Alvar pues se alejan sin saquear nada.
«Un tesoro inalcanzable» narra una vez más la historia de la expedición
que se pierde no por la enfermedad o el ataque de salvajes sino por la ambi-ción
de oro y traición combinado con la credulidad ingenua o la simpleza (cier-to
que si un expedicionario asesina a sus compañeros no tendrá que repartir
su tesoro pero ¿cómo podrá llevárselo una única persona?). Aquí, rompiendo
con el rol de héroe, Alvar es simplemente testigo, no interviene; de hecho
es salvado una vez más por Tihuo, también simple testigo, aunque normal-
10 Op. cit., p. 52.
El cómic en la didáctica de la Historia de América 147
mente el indígena solía ser también victima de la locura y explotación del
blanco. En cualquier caso sobreviven tanto por su rol de héroes protagonis-tas
como por su carácter de hombres de frontera, fuertes y solitarios.
De los ya comentados «La profecía» y «El agua de los sueños» sólo indi-car
como esta introduce los elementos de la mitología nativa con el enfren-tamiento
con Chahuar, señor de las tinieblas, que vive en un volcán.
«Juana» y «Cartas de enamorados» son más historias humanas de amor
y traición pero en el contexto de las guerras de los blancos. En la primera
son guerras internas por las que un gobernador desplaza a otro pero puede
introducir cuestiones como las guerras civiles del Perú o situaciones como
las de Pedrarias o, en la historia de Canarias, Juan Rejón. La segunda, aun-que
lo principal es la coquetería y superficialidad de una encopetada joven
castellana rica, permite explicar las acciones piratas. En este caso franceses,
pero pudiendo ser ingleses u holandeses, las potencias europeas a las que Es-paña
y Portugal tratan de impedir su acceso al Nuevo Continente. Lo habi-tual,
cuando llegan a tierra es ejercer el contrabando (más bien comerciar sin
permiso rompiendo el monopolio de Sevilla). Pero también hubo casos de asal-tos
y asedios en el contexto de las lejanas guerras europeas que afrontaban
los Austrias españoles, y del afán de botín y pillaje de pequeños ejércitos irre-gulares
que subsidiariamente sirven los intereses de su país pero no actúan
en su nombre: son franceses, no Francia, quienes tratan de conquistar la ciu-dad
de Santa Catalina.
En «Los sueños cerca del mar», el personaje de Tihuo es reemplazado por
la casi bruja Lucía, que añadirá algunos elementos mágicos y de erotismo en
el dibujo, además de iniciar una serie de relatos encadenados que desembo-carán
en el arco, editado como álbum independiente, de la búsqueda de la Ciu-dad
Perdida, aunque con varios tie-in o historias auto conclusivas, indepen-dientes
del relato mayor en el que se integran. Todo el arco permite además
reflejar la inmensidad del espacio americano y su carácter vacío no solo por
la caída demográfica nativa, sino por una colonización española, a la vez inca-paz
y desinteresada de una ocupación total e integral, centrándose en aque-llos
puntos que le eran rentables en la explotación económica de América,
renunciando al resto por lo cual Pierre Chaunu hablaba de las islas, incluso
continentales, al referirse a la presencia castellana-aunque grupos de caste-llanos
salgan en buscan de riquezas materiales o mágicas, reales o imagina-rias,
que no conseguirán más por su propia ambición que por las dificultades.
Esto queda reflejada en las historias de Trillo y Breccia con la posibilidad de
huir de Alvar y Lucia junto al corregidor que ha salvado de una condena in-justa
pero ineludible al primero, pudiendo vagar por América tanto en la ida
como en la vuelta pasando incluso por ciudades de una relativa importancia
–la Buenos Aires del XVII– sin problemas pese a ser prófugos.
Aunque esta primera historia arranca con un elemento mágico, (la llamada
¿telepática? de Lucía, injustamente sentenciada a la horca al haber descubierto
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que el Capitán General es un impostor) y continúa con un rescate propio de
Holliwood en el patíbulo en el último momento, la realidad vuelve con la rá-pida
captura de ambos fugitivos y su inmediata condena a muerte. Esta será
frustrada pues el fraile que supuestamente asesinara Lucía aparece en el úl-timo
momento y los libera. Habiéndose el fraile percatado también del im-postor
había sido, como el mismo dice, «más inteligente» que Lucía y acudi-do
al Virrey de Nueva Granada (ya hemos comentado que esto sería un error)
a denunciarlo. Este episodio permite ver como están unidas la función eje-cutivo-
administrativa con la judicial, en este caso en la persona del capitán
general, y la importancia del clero en una sociedad del antiguo régimen, aun-que
en el caso de América, es el clero regular(franciscanos) los que ejercen
la labor espiritual.
«La búsqueda» es el primer tie-in, pues los hermanos Méndez, antiguos
compañeros del padre de Alvar, le piden su ayuda como guía. Enriquecidos
tras años de saqueos e inversiones temen a la vejez y la muerte y deciden
buscar la fuente de la vida eterna. Lo mágico aparece con la selva tupida que
surge inesperadamente, recordando más al bosque europeo de la Bella Dur-miente
y que parece proteger a la fuente pues es la vegetación quien elimi-na
a los soldados. Atravesada la selva, llegan al claro donde un anciano les
espera con un dilema entre mágico y filosófico: la fuente se ha secado, sólo
queda un único trago, para una persona, a la que él renuncia. Pero la ciega
ambición lleva a los hermanos a pelear y morir ambos por el agua. Finalmen-te,
el anciano explica que nadie se merece la inmortalidad ni podría sopor-tarla
y que es mejor regalársela a la pequeña flor de un cactus. Incluso el ele-mento
fantástico-mítico está presente. ¿La flor sobrevive por ser un vegetal
xerófilo? O es la explicación mítica: el cactus nunca muere pues recibió el
agua de la vida eterna.
«El último de los dioses» entra más en el campo de la Ética, hablando
de la intolerancia, la incomprensión y diferente interpretación que hacen
mutuamente pueblos distintos precisamente por desconocerse sin olvidar el
mito del Yeti como superviviente de especies homínidas desaparecidas.
«El templo de los guardianes muertos» refleja elementos ya comentados
como la búsqueda de riquezas fabulosas en ciudades perdidas, con otros no
vistos como el saqueo, pillaje, tortura y violación a la que someten a la po-blación
nativa por si no fuera poco arrebatarles su forma de vida más que sus
riquezas aunque para ellos no sean tales. De hecho la piedra que busca el
conquistador perdido es en realidad un simple mineral sin valor para los eu-ropeos
lo que le lleva a la enajenación total confundiendo el sol con un gran
disco de oro.
Con «El corregidor de Villavaca» comienza la historia de la Ciudad Per-dida,
al menos el álbum que en su día se editó. Alvar es utilizado como chi-vo
expiatorio para justificar un asesinato del gobernador. Lo que a un lector
ajeno puede resultar una absurda exageración puede resultar creíble en el
El cómic en la didáctica de la Historia de América 149
contexto del realismo mágico, pero es que, aunque los testigos ciertamente
están sobornados, todos pueden creer en un Alvar quasidemonio que es ca-paz
de saltar la tapia de un jardín y hacer que un anciano se ahorque por el
poder de su mente. La historia permite ver además un proceso judicial del
Antiguo Régimen.
La búsqueda de la Ciudad de Oro propiamente dicha termina con dos his-torias
donde el realismo mágico se hace presente pues aparece la mitología
griega y el propio Homero, castigado con la inmortalidad por las historias que
contaba. Además la historia enlaza más con la asignatura Cultura Clásica (Po-lifemo,
los dioses griegos, las obras de Homero…) y el hecho de cómo la cul-tura
e imaginario latinoamericano también están presentes mitos fundacio-nales
de la europea. Asimismo, enlazando con «La búsqueda», tenemos la
figura del anciano verdaderamente sabio que interpreta la inmortalidad como
un castigo.
«El pequeño rey» cierra el volumen, aunque parte de una cierta fantasía –
pigmeos en la selva ecuatorial americana– encuadra elementos de humildad y
respeto al diferente. Recoge el menosprecio al diferente, a veces propio del
Antiguo Régimen (el del excorregidor a Moro, el cómico enano); El sueño de
Moro, propio de todo aventurero americano, es encontrar un reino en América,
la cultura violenta del nativo (los autores nunca han querido idealizar a los
indios) que han sacrificado a un misionero que les había ayudado o el mito del
regreso del Dios Blanco sin olvidar el realismo mágico de un corregidor capaz
de ordenar a la tempestad que amaine. La humildad citada se condensa en
Moro, que a lomos de un cerdo que no quería sacrificar, coronado con una ca-zuela
y una escoba como cetro, será proclamado Dios y Rey de los pigmeos,
libera a la capturada tripulación y que se conforma con quedarse en la aldea de
los pigmeos. En el arrepentimiento forzado del antiguo corregidor pues Moro
no es vengativo –como otros castellanos normales– y también lo salva de una
inmediata y cruel muerte pero antes le habla: «–Ya sabes lo que tienes que
decir si quieres ir con ellos». Y mordiendo literalmente sus palabras el antiguo
corregidor contesta «…suéltame, oh poderoso rey y dios de dioses. Te supli-co
que tengas la infinita bondad de soltarme» (pág. 221). Poco antes Moro jus-tificaba
a Alvar el quedarse con los pigmeos: «… Yo conseguí mi reino aquí,
como Hernán Cortés. No daré tanto que hablar como él. Pero seré feliz aquí»
(pág. 220). Quizá esa humildad, sencillez, respeto por la vida y ausencia de
rencor hubiera permitido que la «aventura» americana hubiera sido menos
trágica y terrible y más fructífera para la humanidad.
OTRAS FUENTES CONSULTADAS
http://www.laguiadelcomic.com/verautor.php?id=29 (datos elaborados por Cristóbal
Colte).
150 Francisco Luciano Díaz Almeida
Wikipedia: los artículos sobre Carlos Trillo y Enrique Breccia.
Sobre el realismo mágico:
http://www.geocities.com/macondomorel/realismo.html
http://www.mipunto.com/temas/4to_trimestre=·/realismo.html
Artículo de Wikipedia.