La educación musical en Las Palmas de Gran
Canaria hasta la implantación del actual
conservatorio
ISIDORSOA NTAGNIAL
Licenciado en Gwgrafla e Historia
En la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria la educación musical
siempre ha estado presente y se le ha dado una gran importancia, ya que
desde los inicios de la ciudad la Capilla de Música de la Catedral, como
veremos más adelante, cubría también la faceta pedagógica. Además
existían otros centros oficiales o privados que desarrollaron desde el siglo
XVIII hasta el XX esta labor. También un gran número de profesores par-ticulares
instruyeron a muchos de los jóvenes de entonces en el arte mu-sical
y participaron, la mayoría de ellos, en las veladas artísticas que se ce-lebraban
en el Teatro o en las sociedades culturales y musicales existentes.
Hasta ahora la labor pedagógica musical se conocía poco y de mane-ra
muy fragmentada, con este trabajo pretendemos unificar y dar una vi-sión
de conjunto a una parte de la educación, primordial para el ámbito
artístico de los pueblos.
El primer centro de educación musical que hubo en Las Palrnas de
Gran Canaria se encontraba vinculado a la capilla de música de su Cate-
1 Lola d~ LA TORRDEE TRUJILL"OLa, capilla de música de la catedral de Las Palmas", en
Historia General de las Isla Canarias, de Agustín MILLARTEOSR REvSo, l. N, 1971, pp. 270-279.
Boletín Millares Cado, núm. 18. Centro Asociado UNED. Las Palmas de Gran Canaria, 1999
406 Isidoro Santana Gil
dral y fue en el primitivo edificio, hoy desaparecido, donde dio comienzo
la cultura musical de las islas2.
Sobre el principio de la capilla de música y de sus actividades musi-cales,
tanto docentes como en su intervención en las ceremonias religio-sas,
poco se conoce ya que la documentación que se conserva es de 15 14
en adelante, pero en un acuerdo del cabildo catedral de 1536 señala que
ésta comenzó unos treinta años antes3. Parece que esta capilla contaba en
principio con pocos medios, y se fue organizando poco a poco. De los in-tegrantes
de la misma sólo conocemos que en 1502 el cargo de sochantre
lo ostentaba Alonso Hemández4 y puede ser que tuviera luego algún car-go
en la capilla de música, aunque este dato no lo podemos confirmar.
Además, antes de 1514 el cargo de sochantre y de maestro de los mozos
de coro estaba en manos del racionero Juan Ruiz, ya que por un acuerdo
del cabildo catedral de mayo de ese mismo año iba a recibir un sueldo por
enseñar a cantar a los mozos del coros. También integraba esta primera
capilla un grupo de cantores, cantorcitos y el organista.
En mayo de 151 6 se especifica en las actas capitalures cuales eran las
labores del maestro de los mozos de coro, que era el enseñar a cantar can-to
llano, versetes y responsos6 y dos años más tarde el cabildo catedral
agradece al maestro de mozos de coro, Diego de Santa María, por la en-señanza
del canto de órgano o polifónico, así como solemnizar determi-nadas
solemnidades festivas con una gratificación7.
Pero es en 15 18 cuando se crea el cargo de maestro de capilla y se re-dactan
las primeras normas y capitulaciones que estos maestros debían
de guardar en la docencia de los cantorcitos en el canto de órgano. Éstas
consistían en dar dos lecciones diarias de canto llano, una por la mañana
y otra por la tarde, excepto los domingos y festivos, a todos los mozos de
coro. Además, elegirá de cuatro a seis mozos para enseñarles canto de ór-gano
y contrapunto. Entre éstos, los que tengan mejores voces se encar-garán
de los versetes de todo el año, los responsos de cuaresma y los otros
versos y cantos que los ministros aprueben para todo el año. Todo esto se
debía hacer a semejanza de la capilla de música de la catedral de Sevilla.
También, el calendario festivo para las actuaciones musicales religiosas es
2 Ibidem, p. 271.
3 Lola DE LA TORREL,a música en la Catedral de Las Palmas 1514-1600. Documentos
para su estudio. SEdeM, Madrid, 1983, doc. 119, pp. 32-33. Santiago CAZORLLAE ~ NH,is to-ria
de la Catedral de Canarias. Real Sociedad Económica de Amigos del País, Las Palmas
de Gran Canaria, 1992, pp. 516-517.
4 Loia DE LA TORREL,a música en la Catedral. .., p. 7.
5 Ibidem, doc. 1, p. 17.
6 Ibidem, doc. 9 y 10. Santiago CAZORLLAE ~ NH,i storia de la Catedral ..., p. 5 17.
7 Ibidem, doc. 15, p. 19. Ibidem, pp. 5 17-5 18.
La educación musical en Las Palmas de Gran Canaria ... 407
el mismo que el de la iglesia mayor sevillana, es decir, fiestas de primera
dignidad con sus tres días solemnes, las de segunda dignidad, la misa de
Nuestra Señora en los sábados, las salves, los miércoles de ceniza, los dí-as
de tinieblas, el sábado santo, los tres días de rogaciones, la octava del
Corpus, vísperas y procesiones y todos los domingos del año, más todas
las procesiones y lo que el cabildo le ordenases.
A mediados del siglo XVI surge en Las Palmas de Gran Canaria en tor-no
a las instituciones más importantes un grupo de jóvenes valores cana-rios
con talento que se encargarán de elevar el nivel cultural de nuestra ciu-dad.
La capilla de música catedralicia no es ajena a este movimiento y
comienza a destacar en ella un grupo de músicos que llegarán a salir de la
isla para estudiar y perfeccionarse en distintas universidades de la penín-sula
con conocidos maestros de la época, como son Luis de Betancor, Luis
de Armas, Arnbrosio López o Bartolomé Cairasco de Figueroag. Cuando re-gresan
a la isla muchos de ellos ocuparon cargos de importancia.
Así, el cabido contrata a Ambrosio López como maestro de capilla el
26 de agosto de 1574, distinguiéndole su colaboración en esta capilla des-de
su comienzo como mozo de coro hasta la composición de chanzoneta5
para las festividades de Pascua de Navidad, Corpus Christi y otras. Ade-más
de las obligaciones comunes a otras iglesias y las propias a este ofi-cio,
se especifica que tiene que asistir a facistol los días de canto de órga-no,
componer toda la música que fuera necesaria, enseñar contrapunto y
buscar niños en las islas que tengan buena voz para incorporarlos a la ca-pillalo.
A partir de este momento la obligación de componer música para los
actos litúrgicos es una obligación para los maestros de capilla, ya que
anteriormente no se especificaba que éstos tenían que ser compositores
obligatoriamente, con lo que la Catedral ampliará de manera considera-ble
su archivo musicalll. En un primer momento las obras compuestas
originalmente para nuestra catedral se pagaban aparte y generalmente los
libros de música se compraban fuera con obras de los principales autores
del momento como Palestrina, Guerrero, Morales, etc.
8 Ibidem, doc. 15, p. 19. Ibidem, p. 520.
9 Lola DE LA TORRED E TRUJILLLOa, capilla de música ..., p. 272. Ibidem, p. 9. Manuel
LOBOC ABRERAy Lothar SIEMENHSE R N ~ E«ZEl, c anónigo Arnbrosio López, primer polifo-nista
canario, y su salmo "In exitu Israel"», en El Museo Canario, XLIV, Las Palmas de
Gran Canaria, 1994, p. 166.
10 Ibidem, p. 272. Lola DE LA TORREL,a música en la catedral ..., doc. 282, p. 48. Ibi-dem,
p. 167.
11 Lola DE LA TORREDE TRUJILLO"E, l archivo de música de la catedral de Las Palmas
1", en El Museo Canario, 1942, pp. 181-242. Lola DE LA TORRED E TRUJILL"OE,l archivo de
música de la catedral de Las Palmas 11", en El Museo Canario, n." 93-96, 1965, pp. 147-
408 Isidoro Sanfana Gil
Durante la etapa de Arnbrosio López al frente de la capilla de música,
ésta vivió una época de gran esplendor, reorganizándola y contratando
nuevos músicos, algunos de ellos traídos de la Penínsulalz.
En el siglo XVII los nuevos maestros de capillas son contratados si-guiendo
las obligaciones de sus antecesores, es decir, que les enseñe a los
cantorcitos canto llano y canto de órgano, asistencia al facistol y buscar
nuevas y buenas voces entre los jóvenes insulares para enseñarles el ofi-cio,
además de componer las chanzonetas y otras obras que les pida el ca-bildo
catedrall3.
Pero ante los continuos cambios de titulares en la capilla de música,
ésta no se caracterizaba por su orden y disciplina y a veces los maestros
pedían ayuda al cabildo para penalizar a los músicos desobedientes con
una multa que se incrementará según la reincidencial4.
Será en el último cuarto de este siglo cuando la capilla de música al-cance
sus cotas más altas, no sólo desde el punto de vista musical sino
desde el magisterio. Al frente de ella estará, a partir de mayo de 1676, el
maestro Diego Durón15. Este maestro cuidó muchísimo la enseñanza de
los mozos de coro para ir formando la columna vertebral del futuro de
la capilla, descubriendo grandes valores musicales a los que enseñó y su-po
sacarles su mejor provecho, con lo cual, a partir de este momento no
se volvió a pedir que se trajeran de fuera a cantores ni ministriles y aque-llos
alumnos que tenían grandes condiciones para la música fueron sus
colaboradores, desempeñando cargos importantes dentro y fuera de la
capilla. Algunos de ellos fueron contratados para ejercer en la Penínsu-la,
otros se fueron a Indias y otros ocuparon puestos en iglesias y con-ventos
de las Islas. Incluso uno de sus mejores alumnos, José Gumiel,
ocupó el cargo de maestro de capilla interino de la Catedral a la muerte
de su maestrol6.
Ya en el siglo XWI la capilla de música está consolidada, con un esti-lo
propio y una disciplina muy afianzada, lo que se rompió con la llegada
del sucesor de Durón, el maestro Joaquín García, que tuvo muchos pro-blemas
de desobediencia e indisciplina por parte de los cantores. Además,
dadas sus preferencias por la composición, éste no se prodigó en la en-
12 Lola DE TORRET RUJILLLOa, capilla de música ..., p. 272. Lola DE LA TORREL,a mú-sica
en la catedral. .. doc. 288, 289, 294, 295, 300, 302, pp. 49-50. Manuel LOBOC ABRERyA
Lothar SIEMENHSE RNANDEEZ2, canónigo Ambrosio López. .., p. 167.
3 Ibidem, p. 273. Lola DE LA TORRE",D ocumentos sobre la música de la catedral de
Las Palmas (1601-1605)", en El Museo Canario, L, Las Palmas de Gran Canana, 1995, doc.
775, p. 423.
14 Ibidem, doc. 1220, p. 569.
15 Lola DE LA TORREDE TRUJILLLOa , capilla de música. .., p. 275.
16 Ibidem, p. 276.
La educación musical en Las Palmas de Gran Canaria ... 409
señanza y dirección de los músicos dejando estas facetas en manos de sus
ayudantesl7.
Así, un alumno suyo, el grancanario Mateo Guerra, destaca grata-mente
y llega a ocupar algún puesto de confianza al lado de su maestro,
lo que facilitó su nombramiento como maestro de capilla interino una vez
fallecido García. Su labor como compositor será de las que marque esta
época's.
Mientras tanto, el cabildo catedralicio seguía buscando en la corte un
músico que supliera la vacante en el magisterio musical de la capilla, has-ta
que en septiembre de 1780 es contratado Francisco Torrens. A su lle-gada
presenta un plan de reorganización de la capilla que desembocará en
la fundación del Colegio de San Marcial y que trataremos más adelante,
pidiendo al cabildo catedral que nombre un patronato formado por varios
canónigos que velasen por la reforma, el reglamento y la buena marcha de
la capilla. Parece que el maestro Torrens, como su antecesor García, mos-traba
poco interés por las obligaciones contraídas como maestro de capi-lla
y solía delegar en sus ayudantes y músicos el cumplimiento de estas ta-reas,
interesándose más por la composición~~.
Comienza aquí la definitiva decadencia de nuestra capilla de música
hasta su total desaparición en 182820.
Junto a los maestros de capilla se encontraban otras personas que
también participaban del magisterio musical en ellas. Así, el sochantre,
era nombrado por el maestro de capilla como maestro de coro, por lo tan-to
responsable de la enseñanza del canto polifónico o canto de órgano y
también del solfeo21 a los veinticuatro niños entre trece y diecisiete años
que formaban el coro22. A veces era requerido para ser el suplente de los
maestros de capilla en ausencia de éstos. También el organista desempe-ñaba
funciones docentes dentro de la capilla de música de nuestra cate-dral.
Eran los encargados de enseñar los instrumentos. Sus alumnos pro-venían
generalmente de cantores que al llegar a su adolescencia, y ante el
temor del cambio de voz, deciden aprender a tocar algún instrumento por
si la voz resultante no fuera aceptable23.
17 Ibidem, p. 277.
18 Ibidem, p. 277. Cristina MOLINAR OLDAN",M ate0 Guerra (1735-1791), destacado
músico y compositor grancanario", en El Museo Canario, LIV-1, 1999, pp.405-427.
19 Ibidem, p. 278.
20 Ibidem, pp. 278-279.
21 Lola DE LA TORRE",D ocumentos de la música de la catedral de Las Palmas (1621-
1640)", en El Museo Canario, LII, 1997, p. 492.
22 J . FEOY RAMOS",E l Colegio de San Marcial", en El Museo Canario, 2." época, n."
1, 199, p. 91.
23 Cristina MOLINRAO LDAN",M ateo Guerra (1 735-1791), destacado músico y compo-sitor
grancanano", en El Museo Canario, LVI-1, 1999, pp. 407-408.
410 Isidoro Santana Gil
Ya hemos indicado que a finales del siglo XVIII, con la llegada del ma-estro
Torrens se plantea una reorganización de la capilla de música de la
catedral y sobre todo, para intentar dar salida al problema que plantea la
educación de los mozos de coro, por lo general rebeldes e indisciplina-dos25.
El cabildo catedral pide a José Viera y Clavijo y al canónigo Miguel
Mariano de Toledo que diseñen un plan para que los mozos de coro cum-plieran
con sus obligaciones y mejorasen su imagen tanto en el vestido co-mo
en el aseo personal26. Así, en la sesión extraordinaria del cabildo cate-dral
del 28 de noviembre de 1786 se propone y aprueba que el colegio lleve
el nombre de San Marcial en honor a la primera catedral de Canarias; que
el número de alumnos sea de doce, entre nueve y trece años y su perma-nencia
en esta institución no se exceda de seis años. Entre las obligacio-nes
del alumnado se encuentran, además de asistir a clase diaria, ayudar
en misa y asistir a los entierros y por lo que respecta a la dirección del cen-tro,
ésta recayó en el ilustre polígrafo Viera y Clavijo27.
Al reducir el número de plazas en una docena a los mozos de coro se
les planteó al cabildo catedralicio la duda de qué pasaría con aquellos que
no continuasen con su plaza, y acordó pagarles el sueldo correspondiente
más una paga extra consistente en la mitad de su sueldo, e incluso se re-comendó
a los otros artesanos que dependían de la catedral que los to-masen
como aprendices para instruirlos y cuidarlos en sus respectivos ofi-cios28.
Solamente entraron ocho alumnos nuevos y los otros cuatro fueron re-pescados
de los antiguos mozos más aplicados, además, otros dos alum-nos
cantores quedan agregados a la capilla, aunque no pasen al colegio,
obligando al maestro de capilla que les diera clase al mismo tiempo que a
los colegiales. Igual obligación tenía que cumplir el violinista de la cate-dral
Francisco Palomino, pero éste tenía que darles la clase en su casa, co-mo
hasta ahora lo venía haciendo, y si no pudiera que éstas se las diera su
hijo Pedro, también violinista29.
El fin principal del Colegio de San Marcial era, en definitiva, preparar
a los niños que sirven en el coro para el sacerdocio si alguno presentaba
24 J. Feo y Ramos, "El Colegio de San Marcial", en El Museo Canario, 2." época, n."
1, 1933, pp. 85-124.
25 Ibidem, p. 91.
26 Ibidem, p. 94.
27 Ibidem, pp. 96-97.
2s Ibidem, pp. 97-98.
29 Ibidem, p. 99
La educación musical en Las Palmas de Gran Canaria ... 41 1
vocación, y si esto no era así, pues se les daba una formación que les per-mitiera
desempeñar algún cargo en la vida local30.
La formación intelectual de los colegiales era impartida desde tres dis-ciplinas
fundamentales: la gramática y el latín, la música y el dibujo31. Por
lo que respecta a la música, objeto de este trabajo, se le intentó dar una
gran importancia y el cabildo catedral se propuso ampliar y mejorar su
enseñanza concediéndoles todos los beneficios posibles, así como pre-mios
y estímulos a los alumnos que más destacasen32.
Pero a comienzos de 1820, y debido a la política de reducción de gas-tos
propiciados por la división del obispado, el colegio de San Marcial es
obligado a suspender sus actividades hasta nuevo aviso33. Pero antes de
esta fecha ya presentaba síntomas de total abandono y decaimiento por
parte del profesorado, que no se ocupaba de sus obligaciones, ni de la en-señanza
y de la buena educación de los alumnos, llegándose a denunciar
en el cabildo las reiteradas faltas del profesorado a clase34.
De los colegiales de San Marcial en general sabemos muy poco, y me-nos
aún de aquellos que destacaron en música, entre estos últimos pode-mos
citar a Cristóbal José Millares que fue cantorcito, violinista, violon-cellista
y organista en la capilla. Al disolverse ésta siguió con el cargo de
organista durante mucho tiempo35. A comienzos del siglo XIX destacaron
como mozos formados en instrumentos de cuerda José Afonso Álvarez,
Cristóbal y Gregorio Millares Cordero y Manuel Sánchez, así como otros
muchos formados en instrumentos de cuerda y en el canto.
El colegio de San Agustín fue el primer centro de segunda enseñanza
que se estableció en Las Palmas de Gran Canaria y contaba entre sus asig-naturas
con la de música que fue impartida por prestigiosos profesionales
de la misma. El salario establecido en esta materia era de cien pesos37.
El primer profesor que imparte esta materia fue el maestro de capilla
y organista de la catedral Benito Lentini, que fue sustituido de su plaza a
30 Ibidem, p. 112.
31 Ibidem, p. 114.
32 Ibidem, pp. 115-1 17.
33 Ibidem, pp. 121-122.
34 Ibidem, p. 120.
35 Lola DE LA TORRDEE TRUIILLLOa, capilla de música ..., p. 279.
36 Mana del Pino Marrero Henning, El colegio de San Agustín en la enseñanza se-cundaria
de Gran Canaria (1844-1917), Las Palmas de Gran Canaria, 1997.
37 Ibidem, p. 175.
412 Isidoro Santana Gil
los pocos meses de comenzadas las clases por la dirección del centro de-bido
a su mal carácter y ante las reiteradas quejas de los padres, e inclu-so
se le prohíbe que pegue a sus alumnos38. El puesto fue ocupado por el
médico y también compositor el lanzaroteño Melquiades Spínola, que fue
titular en dos ocasiones: hasta el curso 1845-46 la primera y durante el
curso 1851-52 la segunda, durante éste se produjo su muerte por la epi-demia
de cólera que sufrió Las Palmas de Gran Canaria en 185 1. En me-dio
cubrió el cargo de vicerrector durante el bienio de 1849-195139.
Posteriormente, en 1849, nos encontramos ocupando esta plaza al
también compositor Agustín Millares Torres40, a la que renunció poste-riormente
en 1857, quedándole a deber la administración del centro una
deuda considerable41.
No sabemos quien ocupó el puesto de profesor de música al cesar Mi-llares
Torres, pero en el contrato que la Sociedad Filarmónica de Las Pal-mas
ofreció en 1877 al compositor Eduardo Barrejón le obligaba a dar
una hora diaria de teoría y solfeo a los alumnos del Colegio de San Agus-tín
(El Presidente de la Sociedad Filarmónica era Diego Mesa, a su vez
rector del Colegio San Agustín)42, por lo que parece evidente que lo fuera
su antecesor Manuel Rodríguez y Molina (1 866- 1877).
El siguiente profesor de música del que se tiene noticias en el colegio
de San Agustín, a partir de 1876, es Bernardino Valle Chinestra, músico
aragonés afincado en nuestra ciudad que ocupó el cargo de director de la
orquesta de la Sociedad Filarmónica capitalina desde 1878 hasta 1920.
Las obligaciones como director en la Filarmónica eran similares a las de
su antecesor, por lo que presumimos que entran'a a formar parte del
claustro de profesores del Colegio43. Su participación como docente en es-ta
institución fue hasta 191 1. Después de esta fecha no se han encontrado
documentación sobre esta materia por lo que probablemente se dejó de
imparti1-44. Valle continuó su labor docente en la Escuela Normal de Ma-gisterio
y en su academia particular.
38 Ibidem, p. 107.
39 Ibidem, pp. 96, 183, 196 y 205.
40 Lothar SIEMENHS E R N ~ EAZgu, s tín Millares Torres, compositor y musicógrafo,
Santa Cruz de Tenerife, 1989. Ibidem, p. 204.
41 Ibidem, pp. 163 y 204.
42 Lotnar SIEMEHNE~R N~NDHEisZto,r ia de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas y de
su orquesta y de sus maestros, p. 117.
43 Ibidem, p. 126.
44 María DEL PINOM ARRERMOE NNINGEl, colegio de. .., p. 205.
La educación musical en Las Palmas de Gran Canaria ... 413
El movimiento filarmónico en Las Palmas de Gran Canaria se venía
gestando desde el siglo anterior con las llamadas "Academias de música",
reuniones musicales o tertulias en casas de particulares en donde surgie-ron
las primeras orquesta de aficionados. Es como consecuencia de esta
afición como surgen los primeros intentos de aglutinar a todo los elemen-tos
musicales con que contaba nuestra ciudad y se crea la Sociedad Filar-mónica
en 1845, cuya orquesta venía funcionando desde mucho antes.
Por lo que respecta a la pedagogía musical en esta primera etapa del
movimiento filarmónico grancanario ésta estaba vinculada al incipiente
Gabinete Literario, al colegio de segunda enseñanza San Agustín, ya re-señado
anteriormente y a algunas academias particulares como la de Gre-gorio
Millares Cordero, que en torno a 1840 tenía una escuela gratuita de
solfeo o la de su hijo Agustín Millares Torres a partir de 184845.
Pero la Sociedad Filarmónica en sus primeras reorganizaciones fija
como objetivo principal, y siguiendo sus estatutos, formar una orquesta
estable, organizar conciertos y establecer una academia pública de músi-ca
que difunda en nuestra ciudad la enseñanza de la música46. -
Entre los primeros acuerdos que tomó la nueva directiva de 1866 con
Diego Mesa de León al frente, es la de nombrar al bajo Fernando Peñate
como profesor de solfeo para los alumnos que voluntariamente asistían a
las clases de la incipiente academia47. A éste le seguiría el maestro Manuel
Rodríguez y Molina, que se hizo cargo de la batuta de la orquesta a fines
de 1867, y entre sus obligaciones, aparte de las propias de director de la
orquesta, estaba la pedagógica. La Filarmónica le obligaba a la enseñan-za
diaria en la academia desde el oscurecer hasta las once de la noche48,
dando solfeo, piano y formando con la ayuda de algunos músicos a ins-trumentistas
de todas las especies.
Pero otras ocupaciones musicales de Rodríguez y Molina, como era la
de empresario teatral, hicieron que su labor en la academia disminuyera,
ya que reducía las horas a las clases, por lo que llegó a un acuerdo con la
directiva de cobrar la mitad de su salario mientras dirigiera a compañías
líricas49. Esta situación fue permitida debido a que su labor tanto como
45 Lothar SIEMENHSE RNANDEHZi,s toria de la Sociedad ..., pp. 53 y 67.
46 Diario de Las Palmas, "La Enseñanza en Las Palmas. Otros establecimientos", 1
de septiembre de 1919. Ibidem, p. 99.
47 Ibidern, pp. 98-99.
48 Ibidem, pp. 105-106.
49 Ibidem, pp. 106-108.
414 Isidoro Santana Gil
director como de docente estaba dando sus frutos, una orquesta compac-ta
y la aparición de nuevos valores como son Rafael Dávila, Francisco Ro-dnguez
Máiquez, José Avellaneda, José Jardín o José Már~riole, ntre otros
instrumentistas, a los que hay que sumar las voces de Pilar Monzón, Isi-dro
Rodríguez o Domingo del Toro, todos ellos formados en la academia
bajo la impronta de Rodríguez y Molina50. Esta situación duró diez años
y se interrumpió debido a la inesperada muerte del maestro.
Hasta la llegada de un nuevo director fue nombrado director de la Aca-demia
de forma interina el compositor grancanario Santiago Tejera Ossa-varry,
que se encargó al igual que su predecesor de las funciones de di-rección
y las académicas51.
Meses más tarde llegó el nuevo maestro Eduardo Barrejón, y entre sus
obligaciones se encuentran las de poder enseñar todos los instrumentos
de cuerda y aire, armonía y canto, atender la academia diariamente des-de
el oscurecer hasta las diez de la noche, pasar lista a los alumnos dia-riamente
e informar al presidente de sus mejoras. Además, como ya he-mos
indicado, debía dar una hora de clase en el Colegio San Agustíd2.
A comienzos de 1878, el maestro Barrejón, ante el poco entusiasmo
que su labor levantaba, presentó la dimisión de su cargo, que fue acepta-da,
y la junta de gobierno nombró como director interino de la orquesta
y maestro de su academia, a un joven músico salido de su propia acade-mia
e hijo del maestro Rodríguez y Molina, Francisco Rodríguez Mái-quez.
Durante esta etapa entraron en la academia algunos miembros que
senan figura en el mundillo musical insular posteriormente como Rafael
Avellaneda o Tomás Cardoso53.
La llegada del nuevo director se produjo unos meses más tarde, el ele-gido
fue Bernardino Valle Chinestra, y sus obligaciones seguían siendo las
mismas que para los anteriores. Valle estuvo al frente de las actividades
filarmónicas hasta 1920 en que dimite de su cargo, aunque siguió parti-cipando
activamente en la sociedad, entre ellas las relacionadas con la
academia54. Con el maestro Valle entra a colaborar en la academia la vio-loncellista
Victoria Mackinnon, colaboración que durará más de tres dé-cadas55.
El sucesor de Valle fue su discípulo y alumno Agustín Hernández, és-te
también fue nombrado por el ayuntamiento director de la banda mu-
50 Ibidem, p. 1 12.
51 Diario de Las Palmas, "La enseñanza...", 1 de septiembre de 1919. Ibidem, p. 116.
52 Ibidem, p. 1 17.
53 Ibidem, p. 120.
54 Ibidem, p. 191.
55 Ibidem, pp. 199 y 272.
La educación musical en Las Palmas de Gran Canaria ... 415
nicipal y logró que la academia de música de la Filarrnónica nutriera de
músicos a la misma56.
Unos años más tarde, en 1923, el ayuntamiento capitalino decide su-primir
la banda municipal y como consecuencia no abonar a la Filarmó-nica
la subvención que daba a la academia para que la surtiera de instru-mentistas.
Una comisión de la sociedad fue en audiencia al consistorio
para solucionar este problema y el alcalde les dijo que no podía abonar la
subvención por algo que no estaba funcionando. A lo que contestaron que
sí estaba funcionando y tenía en la actualidad un total de cuarenta alum-nos.
Pero la intención del ayuntamiento era la de crear una academia de
música municipal en la que el profesorado era el mismo de la Fílarmóni-ca.
No obstante, algunos profesores de la misma como Agustín Hernán-dez,
Juan Boissier o Juan Mesa y López se ofrecieron para continuar con
la labor pedagógica en la academia de forma gratuita, e incluso se logró
una pequeña subvención por parte del estado57.
El Seminario Conciliar de Las Palmas ofrecía en la segunda mitad del
siglo XU( la posibilidad de estudiar gratuitamente mediante una beca a
aquellos alumnos que poseían un carácter dócil y una cierta inclinación
para el sacerdocio58. Entre las materias a estudiar se encontraba la músi-ca,
que durante mucho tiempo fue impartida por el profesor titular y or-ganista
de la catedral Luis Rocafort. Con sus alumnos organizó diversas
actividades que dieran a conocer sus progresos, como fue una banda de
música de aceptable nivel y que alcanzó cierta fama en nuestra ciudad59,
o la escenificación de obras musicales compuestas para ocasiones espe-ciales60,
además del coro que servía para solemnizar la liturgia. Uno de los
alumnos más destacados de su etapa en el Seminario fue el compositor
Santiago Tejera Ossavarry que llegó incluso a componer una misa para
voces y orquesta que se estrenó en el Seminario, dirigida por el propio Ro-cafort,
en 1866b1.
56 Ibidem, p. 197.
57 Ibidem, pp. 200-201.
José MIGUELA UOLAE, l Maestro Don Santiago Tejera Ossavany (1852-1936), p. 10.
59 tbidem, p. 12.
60 tbidem, pp. 12-13. Isidoro SANTANGIAL, "Primera aproximación a las zarzuelas y
óperas canarias producidas en los siglos XIX y XX", en El Museo Canario, LIV-11, 1999,
p. 548.
6' tbidem, p. 13.
416 Isidoro Santana Gil
En 1932 surge en L.as Palmas de Gran Canaria un grupo de ciudada-nos
aficionados a la música que pretenden cubrir el hueco en el ambien-te
musical debido a la escasa inactividad de la Sociedad Filarmónica en
aquel entonces62. Y tenían un matiz claramente pedagógico y de forma-ción
de músicos e instrumentistas63.
Las clases comenzaron con un único profesor, Luis Prieto, encargado
de las áreas del solfeo y de piano. Entre sus alumnos se encontraban al-gunos
que provenían de la Escuelas municipales, por los que el Ayunta-miento
subvencionó económicamente a la Academia@.
Un año más tarde, en 1933, las clases se ampliaron a violín y violon-cello,
que fueron impartidas por Agustín Conchs y Juan Ribó. Sus penu-rias
económicas hicieron que se disolviera esta sociedad en octubre
de1934. Pero su director artístico, Luis Prieto, no se resiste a su disolución
y convoca una asamblea extraordinaria par revocar el acuerdo de disolu-ción.
No solo lo consigue, sino que crea la Masa Coral de Gran Canaria
bajo la dirección del tenor José García Romero, que pasa a formar parte
de la nómina de profesores en la especialidad de canto65. Este nuevo co-mienzo
fue rápidamente respaldado con multitud de inscripciones por
parte de los alumnos, hasta el punto que fue necesario nombrar en 1935
a un profesor auxiliar, Pedro Raventós Gaspai-66. Así, la Masa Coral se fun-da
en febrero de ese año como un anexo a la Academia de Música y De-clamación,
pero de nuevo esta sociedad, ante las penurias económicas, la
junta directiva decide dimitir en 1935. En esta ocasión los profesores de-ciden
tomar las riendas y se hacen cargo de la dirección con carácter pro-visional67.
Pero con el inicio de la guerra civil española comienza un declive de
nuestra sociedad unida al auge de otra sociedad insular, los Amigos del
Arte "Néstor de la Torre", que acaparaba todos los actos culturales que se
programaban por aquel entonces. Aunque la Academia y Masa Coral par-ticipó
en muchos de los actos invitados por Amigos del Arte.
62 Memoria de la Academia de Música y Declamación y Masa Coral de Gran Canaria.
Tipografía Diario de Las Palmas, 1938, 45 pp. Isidoro SANTAGNIAL, Noticias musicales a
través de la prensa de Las palmas de Gran Canaria durante la Segunda República: Las So-ciedades
Musicales, Memoria del Master de Periodismo, 1996 (inédito), p. 142.
63 Ibidem, p. 5. Ibidem, p. 143.
64 Ibidem, p. 5. Ibidem, p. 144.
65 Ibidem, p. 6. Ibidem, p. 145.
66 Ibidem, p. 6. Ibidem, p. 146.
67 Ibidem, p. 7. Ibidem, pp. 146-147.
La educación musical en Las Palmas de Gran Canaria ... 417
En mayo de 1942 el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria
convoca mediante concurso público la creación de tres plazas de profeso-res
de Teoría de la Música y Solfeo. No aclaraba el motivo de la creación
de estas plazas ni las condiciones de trabajo, sólo el sueldo a percibir y la
documentación necesaria68.
Los elegidos fueron Lola de la Torre, Serapia de los Angeles Arencibia
y Manuel Moreno69, que pone en marcha el proyecto de creación de una
academia de música municipal, con vistas también a que con el tiempo
pudiera convertirse en el germen del futuro conservatorio de música de
Gran Canaria. Para ello, estos profesores solicitan ayuda y colaboración
de las entidades insulares, así como subvenciones a otras corporaciones
provinciales, tanto públicas como privadas, donativos particulares en ca-lidad
de protectores, etc. para ir incrementando poco a poco el número de
profesores e ir creando nueva cátedras de enseñanza. Además, los alum-nos
deberían aportar una cantidad mensual simbólica para cubrir gas-t
o s ~ ~ .
Los objetivos principales propuestos por éstos para la academia, no
sólo irían encaminados a la enseñanza musical sino ampliar sus discipli-nas
con ciclos de conferencias, cursos y audiciones, seleccionar al alum-nado
mejor dotados por medio de concursos para becarlos e ir a revalidar
sus estudios a la Península o al extranjero. Crear una orquesta entre los
profesores y las fuerzas musicales de la isla a las que se irían paulatina-mente
incorporando los alumnos más destacados en instrumentos or-questales.
También se crearía una Masa Coral que fuera capaz de dar a
conocer las obras corales de todos los tiempos, así como el rico folklore
español71.
El Ayuntamiento capitalino acuerda instalar esta academia de música
en el Pueblo Canario, siempre que el Patronato lo ceda gratuitamente, co-mo
así lo hizo, a condición que se lleve la enseñanza musical a otras cla-ses
sociales más desfavorecidas. Para ello se tendrá que distribuir las ho-ras
de clase en los grupos escolares del Generalísimo de la capital así
como en las escuelas unitarias, para seleccionar a los alumnos que tengan
68 Memoria de la Escuela Municipal de Música de Las Palmas +Gran Canaria. Tex-to
mecanografiado por Lola de la Torre. Fondo Lola de la Torre en el Area de Musicología
de El Museo Canario, p. 1.
69 Ibidem, p. 2.
70 Ibidem, p. 3.
71 Ibidem, p. 4.
418 Isidoro Santana Gil
las mejores aptitudes y que puedan concurrir a las clases en el Pueblo Ca-nario72.
El 15 de octubre de 1942 comienzan las clases de solfeo y teoría de la
música indispensables para los estudios de instrumentos y canto en la
Academia municipal de música. Los cursos en los grupos escolares no se
pudieron impartir por carecer el Ayuntamiento de los pianos necesarios
para esta enseñanza. El número de alumnos con el que se empezó fue de
28, de los cuales 15 tenían condiciones par el canto y los restantes opta-ron
por la enseñanza de instrumentos. A mediados del curso ingresaron
seis nuevos alumnos en el aula de canto73. Al finalizar el año escolar, el 15
de junio de 1943 se organizó una velada fin de curso donde los alumnos
demostraron los avances adquiridos, para ello invitaron a la corporación
municipal que no asistió ni se disculpó por su ausencia74.
El segundo curso comenzó a mediados de septiembre de 1943, con un
total de 32 alumnos y algunas mejoras en el local del Pueblo Canario. El
12 de febrero de 1944 la academia de música municipal dio un concierto
privado en la academia particular que Ia profesora Lola de la Torre te-nía75.
De este concierto la prensa local elogió las voces de María Calero,
José Peñate, Carmen Rodn'guez, Francisco Quevedo, Ernesto Carvajal. Pi-no
Artiles y Dolores Alonso que interpretaron obras de Leoncavallo, Fuen-tes,
Tirindelli, Puccini, Giordano, Bizet y Álvarez76.
La consolidación de la academia se fue haciendo mayor y la Comisión
de Festejos de San Pedro Mártir solicita a dicha academia su participa-ción
con un concierto en los festejos que se están preparado para dicha
conrnemoración77. Así, el 27 de abril de 1944 se celebró en el salón dora-do
del ayuntamiento un concierto en el que participaron los tenores José
Peñate, Francisco Quevedo y Ernesto Carvajal, las sopranos Carmen Ro-dríguez,
Andrea Urbín, María Calero y Dolores Alonso y la mezzo-sopra-no
Pino Artiles. El éxito de este concierto fue clamoroso y el alcalde feli-citó
a todos los participantes e indicó que en los próximos años este acto
se debería realizar en el Teatro Pérez Galdós. Además, anunció el nombre
de los alumnos más destacados que fueron obsequiados con sendos pre-mios
en metálico y que recayeron en la soprano María Calero y al tenor
72 Ibidem, p. 5.
73 Ibidem, pp. 7 y 8.
74 Ibidem, p. 9.
75 Ibidem.
76 Ibidem. La Provincia, "La labor de la Escuela Municipal de Música", febrero de
1944.
77 La Provincia, "Programa de las fiestas conmemorativa del 461 aniversario de la
incorporación de Gran Canaria a la Corona de Castilla", abril de 1944. FALANGLaEs , fies-tas
de San Pedro Mártir, abril de 1944.
La educación musical en Las Palmas de Gran Canaria ... 419
Ernesto Carvajal. La prensa se hizo eco de este acontecimiento y destacó
la excelente participación de todos los intérpretes, sobresaliendo la voz y
la fuerza interpretativa de María Calero, a la que recomiendan finalice sus
estudios musicales fuera de Canarias y así poder entrar en el panorama
artístico nacional, así como la labor de su maestra Lola de la Torre78.
El final del curso se celebró el 15 de julio de 1944 con un concierto en
donde los alumnos y alumnas hicieron gala de lo mejor de su repertorio79.
El tercer curso comenzó el 15 de septiembre de 1944 y tras el anuncio
publicado en la prensa local se dobló el número de alumnos que pasó a
ser de unos cincuenta. Se cambiaron los libros de texto, que pasó a ser el
método de solfeo y teoría del plan de estudios del Real Conservatorio de
Madridso. Además, también como novedad comienzan este año las clases
para instrumentos de banda y así poder surtir de especialistas a la banda
municipalsl .
Del final de este tercer curso tenemos pocas noticias, salvo que fue
el último, ya que la rivalidad con la Academia de la Filarmónica recién
reorganizada era improcedente, e incluso tuvo que tomar partido las
autoridades políticas para que se aunaran esfuerzos y no se disgregaran,
por lo que el Ayuntamiento desistió de la academia y todo pasó a la
Filarmónica.
SOCIEDFAIDL ARM~NDEI CLAS P ALMADES GRANC ANARISAEG,U NDA ETAPA:
DESDE19 44
A partir de 1944 la reorganización de la Filarmónica es enorme, y de
ésta se beneficiará especialmente la academia. Así, la sociedad tendrá va-rios
donativos y subvenciones, entre ellas las del Cabildo Insular, que se
compromete a pagar treinta y seis mil pesetas anuales al nuevo director
de orquesta, de las que veinticuatro mil era por dirigir la orquesta y las do-ce
mil pesetas restantes por su labor al frente de la academia de música.
Entre las condiciones impuestas por el Cabildo y referentes a la academia
se encuentra el de admitir gratuitamente a diez alumnos de la beneficen-cia
insular a propuestas de esta corporación82.
78 La Provincia, "Bajo el signo de la pedagogía musical", 28 de abril de 1944. Falan-ge,
"Las fiestas de Abril", 28 de abril de 1944.
79 Programa mecanografiado de la audición de fin de curso en el Fondo Lola de la
Torre. hea de Musicología de El Museo Canario.
80 Memoria ..., p. 10.
81 Ibidem, p. 1 l .
82 Lothar SIEMENHSE RNANDHEiZs,t oria de la Sociedad ..., p. 231.
420 Isidoro Santana Gil
En 1946, bajo la presidencia de Emilio Ley Arata, se comienza a ela-borar
un reglamento propio para la academia al igual que para la orques-ta.
Su elaboración fue muy costosa y lenta, llegándose a provocar situa-ciones
críticas. El maestro Pich Santasusana elaboró un proyecto de
municipalizar a la orquesta, basándose, entre otras cosas, en la necesidad
de dotar mejor la academia, es decir contratar a buenos instrumentistas y
profesores que alternaran su labor de docentes con la de titulares en la or-questa83.
Otros profesores de la academia en estos años fueron los violinistas
Agustín Condes y Nieves Gas, quien tuvo entre sus alumnos al composi-tor
y guitarrista Blas Sánchez o a la violinista de la orquesta de RTVE Car-men
Pulido Castro. En el magisterio de viola se encontraba Faustina Ro-vira.
El violoncellista Rafael Jáimez Medina se incorporó a la academia
asumiendo las clases de canto84.
En abril de 1949 el patronato acuerda crear en la academia de la Fi-larmónica
una cátedra de estética e historia de la música. El encargado de
ella, además, debería escribir los comentarios en los programas y servía
de asesor técnico. Para este cargo se pensó en el socio de honor de la so-ciedad
Miguel Benítez Inglott, que rápidamente aceptó85.
Pero la academia vivió uno de sus mejores momentos con la llega-da
del maestro Gabriel Rodó en 1951. Es en esta época cuando se fun-da
la orquesta juvenil con la mayoría de los jóvenes alumnos de la aca-demia,
para ir dando rodaje a los futuros instrumentista de la orquesta
grande86. Además, Rodó tenía nuevas ideas para la academias7. Co-menzó
las conversaciones en 1952 con el Ministerio de Educación en
Madrid para hacer oficiales los estudios musicales de la academia, ele-vándolas
al rango de conservatorio elemental, convalidándose los es-tudios
en el Conservatorio de Tenerifess. Las clases de solfeo fueron
encomendadas a Remedios Suárez Perdomo89. Además, propuso al pa-tronato
celebrar entre otras actividades, charlas sobre música en los sa-lones
del Gabinete Literario, que comenzaron con un curso de estética
musical impartido por Miguel Benítez InglotP. En definitiva, la aca-demia
de música de la Filarmónica vivió su gran momento de madurez
con el maestro Rodó. Se aumentaron las especialidades instrumen-
83 Ibidem, pp. 268 y 271.
84 Ibidem, pp. 273-274.
85 Ibidem, p. 282.
86 Ibidem, p. 292.
87 Falange, 1 de noviembre de 1951. Ibidem, p. 294.
88 Ibidem, p. 297.
89 Ibidem, p. 298.
90 Ibidem, pp. 298-299.
La educación musical en Las Palmas de Gran Canaria ... 42 1
tales, anteriormente limitadas al solfeo, piano y en ocasiones al violín
y violoncello~.l
En 1958 la academia obtiene, por fin, el rango de conservatorio ele-mental
de música. Diez años más tarde la Sociedad Filarmónica pediría
el siguiente nivel, otorgándoselo el Ministerio de Educación en 1970,
por lo que se creó el Conservatorio Profesional de Música de grado me-dio.
Dos años más tarde y ante el aumento considerable de gastos y la
enésima crisis económica por la que atrevesaba la Filarmónica, se ini-ciaron
las negociaciones con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran
Canaria para su gestión y soporte. El traspaso al Ayuntamiento se efec-tuó
en 1972, siendo nombrado director Cruz Muñoz Ucha, director de
la Banda Municipal de Música. En el curso 1994-1995 la gestión pasó a
depender de la Consejería de Educación y Cultura del Gobierno de Ca-narias.
En general la educación musical de nuestra ciudad estuvo en manos
de la iglesia durante varios siglos, fomentándose por ello la música reli-giosa.
Sólo con la aparición de determinados establecimientos laicos en
el siglo XIX se rompió esta supremacía surgiendo además, al amparo de
sus profesores, muchas academias y colegios privados que trataremos
en otra ocasión de forma más detallada ya que constituye de por sí otro
trabajo.
La mayoría de los centros educativos musicales que hemos tratado
finalizaron sus actividades por falta de apoyos económicos, muchas ve-ces
debido a rencillas personales o a falta de interés por parte de las ins-tituciones
públicas.
En general estos centros aportaron una gran vida artística a la ciu-dad
de Las Palmas de Gran Canaria y surtieron de voces e instrumentis-tas
a las veladas artístico-musicales que se programaron hasta mediados
del presente siglo.
91 Ibidem, pp. 299-300.