LA DIALÉCTICA FASCISMO-COMUNISMO EN LA DIDÁCTICA
DE LA HISTORIA DEL RÉGIMEN FRANQUISTA: UNA
APROXIMACIÓN A LOS LIBROS DE HISTORIA DE EGB Y BUP
(1970-75)
CARMENR OSAC UBASV ALENTÍN
Licenciada en Geografía e Historia. UNED
Resumen analítico
En el Régimen Franquista se utilizan determinados mecanismos represivos
en el ámbito de la manipulación de la información que afectan directamente a
la didáctica de la Historia. Especialmente a aquellos temas que se relacionan
con la implantación de una dictadura fascista en España y la lucha contra el
comunismo. En este sentido, el análisis semiológico y «figurativo» de los
libros de texto de EGB y BUP, evidencia que la dialéctica fascismo-comunismo
se plantea como una revitalización de la lucha eterna entre el bien y el mal, el
orden y el caos. Esta manipulación responde a la necesidad de justificar el
proceso histórico de la dictadura, legitimándolo en la memoria de varias
generaciones de escolares.
En la etapa franquista de nuestra historia reciente, se registra un claro
fenómeno propagandista de los principios del Régimen, que va a Incidir pro-fundamente
sobre la forma de enseñar la Historia en nuestros colegios e
institutos
Esta materia, dado su carácter de ciencia explicativa y de «aprendizaje
vital», se va a ver afectada en mayor grado que otras por la censura; y así,
desde un principio, vamos a observar cómo se reestructuran y reelaboran
determinados episodios de la Historia española y también de la Historia uni-versal,
para acomodarlos a los esquemas franquistas que, a priori, podrían
parecer simplistas en demasía, ya que se limitan a una serie de juicios de
valor contrapuestos: el fascismo es bueno, el comunismo, malo; el bando
nacional es heroico, el bando republicano, antiheroico, etc. Sin embargo, en su
exposición, estos juicios de valor responden a la más clcmcntal de las activi-dades
mentales, la categorización o clasificación somera de orden moral -lo
bueno frente a lo malo- y ello, unido a la nula capacidad crítica de los
escolares, su curta edad y la irisistericia reiteiada sobre los contenidos de sus
Boletin Millares Cario n . ~11 . 1990. Las Palmas de Gran Canana. 22 7
libros de texto, explica la rápida asimilación de este tipo de valores, que se
plantean como la base inamovible del Régimen.
Como ya hemos pndidn observar, la dicntnmía héro~iantihéroee s utilizada
en la didáctica de la Historia de la España franquista por razones obvias, es
decir, marginar el criterio individual e impedir el razonamiento, ante cuestiones
que se van a dar a los alumnos elaboradas y clasificadas según su nivel. Por
ello, los temas definidos como peligrosos van a ser vaciados de sus contznidos
potencialmente subversivos y llenados con otros totalmente inocuos. Esta
mnnip~!ució:: de !a Histxia se &rige, i;r;lnci~;a!rilcíi:z, n cvnuciiccr L?! csiüdiaiiie
de la legitimidad del régimen franquista y de sus actos, por medio de la
educación, basándose en conceptos como la tradición, la religión, la costumbre
o la propia Historia de España, en oposición a otros regíiiieiies con vitlur-es
distintos. Así vemos cómo se enseña que «( ...) el Alzumiento Nucionul no sr
redujo a un golpe militar más, de los que tanto había vivido España, sino que
representó un movimiento mucho más compiejo y popular, en uefensu cie unos
ideales, que no eran simplemente intereses burgueses retrógrados, conio se ha
querido ver en algunos medios, lo que en reulidad estuba en juego eru la
defensa de la conciencia religiosa, el sentido digno de la vida y el icird de putriti
que veían en peligro» t.
CLAVES IDEOLOGICAS DEI, FASCISMO ESPANOL.-~a implantacih
de una dictadura fascista en España supuso la revalorización intelectual del
tradicionalismo católico y, por lo tanto, el rechazo de todos aquellos movi-mientos
intelectuales europeístas, que son considerados «antiespañoles». La
revitalización de los valores de la España noble, católica y monárquica de los
Reyes Católicos, de los Austria, de los héroes medievales, etc., significó la
recuperación y supervalorización de la concepción histórica más tradicional y
tópica que se ha dado nunca en este país.
Se potencia la España de los santos -«(...) España es cunu de suntosn2,
«( ...) ha dado en todas las Pporrzs numerosos .vmtos»3-, los mártires y los
héroes, en la que «( ...) el Cid es el prototipo del cabullero cristkino, justo,
valiente y patriota, a pesar de las injusticias de que fue objeto»j, y en donde
a(...) 10s R q P S C nt/í!ic~zi. mponmZ o.&,? y h j ~ ~ ~ qt~i! g~j ?i? a~. ~ &!c .? (.~,yti!!c&i~
los nobles re vol tos os»^, único modo al parecer de pacificar el reino ya que
«( ...) as( los Reyes Católicos hicieron de España la nación rnus grunde y
YnVnWACo.'r "n"CrIn & a y x i c ~&~, ysG S N h . ES indUdab!e !a mitificnciSfi de fvimu
política monárquica, concretizada en la época del nacimiento del Estado
1 Nuestro Planeta, 8 . O EGB, Lección 25: La 2.a Kepública Española, pág. 169. El Alzaniiento
Nacional. Ed. Everest. Madrid-Barcelona, 1974.
2 Nuestro Mundo, 5.O EGB,,Lección 22: Santos españoles, pág. 272.
3 Natiiralwn y Snr i~dñr lA~r ea Snri-I, S o EGR, Lección 29: Persnnzjes P C ~ ~ ! O ! P Ep, ág.
255. Ed. S. M. Madrid, 1972.
4 Observa y aprende, 3 . O EGB, Lección 5 1, pág. 182. Ed. S. M. Madrid, 1971
5 Op. Cit., Lección 52, pág. 185.
Ibidem.
moderno con los Reyes Católicos, y el intento de continuidad de la monarquía
autoritaria en la etapa franquista, enmascarada bajo el epígrafe de «caudillaje».
A la afirmación de la legitimidad del régimen se une un sentimiento de
añoranza, que se va a plasmar a todos los niveles; y así, la Falange Española y
de las J.O.N.S., toma los colores de su emblema -rojo y negro- a( ...) de los
mnvimientns sindicalistas, y lns motivos -el yugo y las j7~cha.c.- del ci.c.rirdo
personal de los Reyes Católicos, queriendo signifiar con ello, una continuidad
histórica nacional, frente al intemacionalismo social-comunista»7.
Además, se crea y se mantiene el mito de la Hispanidad y de la España
Imperial, con todo lo que ello conlleva -el ideal, la raza y el caballero
hispano-, que se proyecta como arma dialéctica para relanzar la interpretación
católico-tradicionalista dc la historia dc nucstro país.
Aparece la figura del héroe como algo consustancial a la existencia de esa
España que se pretende presentar como modelo de valores y virtudes. De este
r~iudo,s e enseña que «(. ..) en lodas las kpocas de nuestra historia ha habido
héroes»s, y que «los héroes son los mártires de la Patria, es decir, los que en
circunstancias especiales defendieron España de forma heroica y ofrecieron su
vida por la Patria»y, «( ...) como Viriato c...) o, en los tiempos modernos, Calvo
Sotelo, el general Moscardó y José Antonio Primo de Rivera» 10.
Asimismo, se insiste en el hecho de la identificación Iglesia-Estado -«(...)
como reacción frente a la persecución de que había sido objeto en la España
republicana, la Iglesia estableció una estrecha colaboración con el Gobierno
nacional» 11-, y de la unidad católica-unidad nacional. -«Así en los Principios
del Movimiento se afirma: La nación española considera como timbre de honor
el acatamiento a la ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica,
Apostólica y Romana, única, verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional,
que inspirará su legislación» 12-, que se plasma directamente en los libros de
texto y planes de estudio de BUP:
«(...) Al mismo tiempo se ponían en marcha planes educativos, de cara al
futuro, que prohibúzn a los profesores de la enseñanza, todo tipo de explicaciones
contra la moral cristiana y los Principios del Movimiento»13.»
U( ...) La educación se inspirará, en todos los niveles, en el concepto cristiano
de la vida, que recoge y potencia todos los valores humanos (...)» 14.
Lo que se intenta al proporcionar este tipo de enseñanzas es dar y mantener
una imagen determinada de esa España que se define «una, grande y libre», a
7 Nuestro Planeta. Lección 25: La 2.a República española, pág. 174. Op. cit.
8 Nuestro Muridu. Op. cit. Leccióri 21: Herues espaíiules, pág. 268.
9 Naturaleza y Sociedad. Op. cit., pág. 256.
10 Ibidem.
11 Nuestro Planeta. Op. cit. Lección 26: La Guerra Civil y la Institucionalización del
Nuevo Régimen, pág. 178.
'2 Op. cit. Lección 27: La sociedad española, pág. 183.
13 Vid. nota 1 l.
l4 Nuestro Planeta. Vid. nota 12.
fin de provocar en sus receptores una exaltación del sentimiento patriótico y
una anulación del espíritu crítico, que evite todo intento de cuestionar el
sistema establecido y que sirva, al mismo tiempo, para justificar todo el
proceso histórico de la dictadura, legitimándolo.
LA DIALÉCTICA FASCISMO-COMUNISMO EN LA HISTORIA UNI-VERSAL.-
Ya hemos planteado de forma muy somera, la teoría de la media-ción
social -o de las lecturas contrapuestas héroelantihéroe- del profesor
D. Manuel Martín Serrano, que pretende N( ...) el estudio de la producción,
transmisión y utilización de la cultura, a partir del análisis de los modelos
culturales y de sus funciones (...)»ls, y que consideramos vital para realizar un
examen minucioso de la didáctica de la historia y sus contenidos en la España
franquista, así como para analizar el tratamiento que se ha dado en dicha
etapa a este complejo tema de las relaciones existentes entre estos dos movi-mientos
ideológicos: el fascismo y el comunismo, que se conciben como
opucstos radicalmcntc.
Desde un principio, nuestra pretensión fue ceñir este trabajo a un marco
mucho más amplio que los acontecimientos acaecidos en España hace cincuenta
aiios, incluyeridu los prvcesvs histúricus de estos feiiúmeiius en el pasado en
Europa, y su supervivencia en el momento actual -caso de Chile-, pero la
bibliografía a utilizar ha supuesto un importante hándicap a la hora de estudiar
el desarrollo del fascismo en Italia y Alemania y del comunismo en la URSS,
por la comprensible prioridad que se dio, en los planes de estudio anteriores a
1975, a la Historia de España, aparte de la fascinación que el tema hispanico
ejercía a nivel personal en el autor, por su relativa cercanía y particular
interés, indudable desde cualquier punto de vista.
Así pues, vamos a hacer un recorrido muy general por la Historia Con-temporánea
Universal y a detenernos en los casos de mayor interés en relación
a nuestro tema.
Dos hechos son significativos en este análisis:
1 .o La relativa objetividad con que se tratan los temas ajenos a la Historia
de España y
2.0 La rotunda negativa a incluir el caso español dentro de la dinámica
general de los fenómenos fascistas europeos y a considerarlo como tal. -«(...)
Así, durante tres largos años, iban a coexistir en el país dos Españas: la republi-cona,
denominada vulgarmente roja, y la nacional, cnnsiderndn por los repu-blicanos
como fascista, por algunas semejanzas externas que el Alzamiento
tenía con el fascio italiano» 16.
Esto se puede explicar razonablemente, si recordamos que, por su situacibn
geográfica, la Península Ibérica recibe tardíamente todas las novedades del
continente, por lo que es lógico pensar que los hechos acaecidos en todos
15 MARTÍN SERRANO, M.: La Mediación de los Medios de Comunicaación. Gustavo
Gili. Barcelona, 1985.
16 Cifra nota 1 1, póg. 175.
lugares, apenas tienen incidencia real en la mayaría de la población española;
además, su educación tradicional, su apego a las costumbres de los antepasados
y la creencia generalizada de que «España es diferente», hace que el español
medio reciba con recelo los «inventos» extranjeros. Por otra parte, el acata-miento
a los principios franquistas resulta psicológicamente más fácil si se
aceptan como un producto del «peculiar» pensamiento español, «distinto» al
de cualquier otro país europeo. Del mismo modo, el paso del tiempo y la
afirmación de la dictadura, provoca un relajamiento de la censura, sobre todo
cuando cl rCgimcn prctcndc olvidar sus orígcncs y su antcrior comportamicnto
en favor de una modernización y democratización del país, hecho que, por
otro lado, explica el rechazo a considerar la existencia de una España fascista.
Cronológicamente, nos corresponde empezar con la Revolución Rusa
(1917). A primera vista, el tratamiento de este tema no revela ninguna mani-pulación,
ya que se enumeran por orden cronológico y con absoluta veracidad
los acontecimientos más importantes, acaecidos en Rusia en 19 17, e incluso
se señala esta revolución como «modelo a seguir»". Sin embargo, las anota-ciones
biográficas sobre los líderes de dicha revolución no son en absoluto
modélicas:
«Stalin. Político ruso. Nació en Gori en 1879, hijo de un zapatero. EcpuIsado
del seminario por sus ideas revolucionarias, se afilió a la socialdemocracia, y
pronto empezó au actividad subversiva (...)» 18. Esta última palabra, «subversiva»,
y la referencia a los estudios de Stalin en el seminario, ya implican un juicio
de valor ético y moral, que no casa con la pretendida objetividad de la
Historia.
En el Período de Entreguerras sigue la misma tónica en el tratamiento
general del tema de los fascismos europeos:
a( ...) Debilitadas las democracias, se verán muy pronto amenazadas por
los partidarios de regímenes autoritarios, en particular por un nuevo movimiento
quc arrebatará a las masas y quc prctcndc cnfrcntarsc contra cl comunismo y
los mismos sistemas democráticos: el fascismo» "3.
N( ...) Los países europeos experimentaron el asalto del socialismo comunista,
que tendía, no sólo a conseguir la igualdad de todas las clases sociales, sino
también la uniformidad de las naciones, persiguiendo la utópica patria univer-sal.
En muchas nacwnes surgieron, como reacción contra la tendencuz socialnta,
movimientos en defensa de la propia personalidad histórico-política del propio
pueblo, que no pasaron a ser, en la mayoría de los casos, un juego intelectual
de un pequeño sector minoritario; sin embargo, en dos naciones europeas, este
'7 Cifra nota 1. Lección 10: La Primera Guerra Mundial y los Años de Interguerra, pág.
80
18 Op. cit. Vid nota 17.
19 Historia de las Civilizaciones, 1.0 BUP. Lección 27: El relevo de Europa. Los nuevos
centros de poder, pág. 293. Ed. Tarraco. Tarragona, 1975.
espíritu de defensa de la tradición nacional, deformado y exagerado, llevó a la
implantación de un gobierno dictatorial y extremista: estas naciones fueron
e [k& (...)- 2".
Y lo mismo ocurre a nivel particular con el fascismo italiano -N(...) una
vez asentado en el poder, el Duce comenzó a ejercer el poder de un modo
dictu~uriu1e, lirninundu u lus otros pur~dus,c oartando /u liber-tad de expr-esióri y
de asociación, y dominando todos los organismos de gobimzo, hacienda, ejército,
etc., apoyado por una especie de policía especial, los cumisus negras, fusc,istus
armados que ie obe~ecian incondiciomaimente (...)» 21-, y con ei nazismo
alemán -«(...) éste -Hítler-, un fanático y exaltado defensor de la ruzu
alemana, a la que consideraba superior a todas las demás, proclcrm~rba el
derecho del pueblo alemán a dirigir a los pueblos vecinos, con el objetivo de
constituir una gran Alemania ... Si4 ufún imperiulista y el odio rucistu contru los
judíos seria la razón de su enfrentamiento con las demás naciones (...)»=-.
De nuevo observamos que la interpretación de estos episodios de la Historia
Universal no se aleja mucho de la actual, lo cual no es de extrañar, ya que el
libro utilizado es del año 1974. Sin embargo, en ese mismo libro. constatamos
el giro radical que se le da al asunto cuando el tema tratado, hace referencia
directa o indirectamente a España.
Como ejemplo de ello, vemos en primer lugar, de qué forma se explica la
postura internacional frente a nuestra guerra civil:
«( ...) La aparente característica de dictadura militar que udopth, en un
principio, el Alzamiento, ante la necesidad de unificar el mando, y por el
hecho de que éste recayera en la persona de un general, alejó a las democmc~ias
liberales europeas que, en cambio, apoyaron al Gobierno republicano, el cual,
Ouju .k upuriericia de UB liDerulismo burgués, ocultaba 1-ealmente cm suciulisrno
pro-comunista (...)»23.
«En cambio, aquellas naciones en las que recientemente habían triunfado
los movimientos nacionalistas, fascismo italiano y nazismo alemán, creyendo ver
afinidades en la España nacional, la poyaron (...)»Id.
Aparte de la ya mencionada negativa a identificar el régimen franquista
con los regímenes fascistas europeos, también comprobamos con absoluta
certeza, la oposición establecida entre las figuras de una España monárquica,
católica y heroica* y una URSS «republicana, atea y antiheroicaa, en el
apartado correspondiente a España y la Segunda Guerra Mundial:
«( ...) Alprincipio, España se mantuvo totalmente neutral. En junio de 1930
hizo una declaración de no-beligerancia y mantuvo una amistad sin compromiso
con el eje Berlín-Roma. No obstante, poco después, inició una políticu de
acercamiento alemán contra Rusia, como una cuestión aparte del resto de la
guerra, sólo para estefrente, envió voluntarios a luchar en favor de Alemania
(E;v&sii Azu&
(...) A pesar de esta postura, al firmarse la paz, los aliados mantuvieron
sentimientos de unión amistosa con Rusia, y por iniciativa de ésta, resentida
contra España, se declaró por parte de todos los países aliados, el aislamiento
diplomático contra nuestro país, aislamiento que fue ratificado por la O.N.U.,
por considerar que España era un país fascista, régimen político contra el que
ellos habían luchado.
El aislamiento diplomático hizo mucho más dificil la recuperación española,
tan necesaria, por otra parte, pues el país había quedado en pésimas condiciones
tras la guerra civi1»25.
La explicación manipuladora del aislamiento diplomático y, por tanto, de
la posterior penuria económicaj achacandn amhns hechas a! rencor n s i y i !a
ignorancia de los aliados de la «verdadera» identidad española, muestra hasta
qué punto, aún un año antes del restablecimiento oficial de la democracia en
España, seguía funcionando la censura. Pero aún ignoramos el grado en que
las mencionadas enseñanzas siguen influyendo soterradamente en nuestro
subconsciente, ya que de lo que no cabe duda alguna, es de que se realizó una
labor muy concienzuda en el campo de la manipulaci61i de la iniormación.
Hasta qué punto fue, es y será fructífera esa tarea, no lo sabemos, pues,
aunque en la actualidad ya no tiene vigencia esa historia seriada, heroica,
biográfica, episódica y modélica, que se preconizaba anteriormente, todavía
hay gente en este país, que sigue considerando que los «rojos» son «malos» y
que es necesaria otra «santa cruzada» contra el comunismo, «culpable» de
todas las desgracias del mundo.
FASCISMO Y COMUNISMO, @ENÓMENOS OPUESTOS?-La di-dáctica
de la Historia en la etapa franquista, incidía sobre el aspecto dialéctico
de los fenómenos tratados. Así, comunismo y fascismo se estudiaban como
fenómenos opuestos y complementarios, surgido el primero, como una especie
de castigo divino por los males de la Humanidad; y el segiindo, cnmn defonsnr
de los valores éticos y morales tradicionales frente a la corrupción que, a
todos los niveles, significaba el comunismo.
SemeJi- -n- - -n t~c onrepciSn, fruto de !a intenciSn cmscier?temei.te ~~?ui,ip~!uderu
de las clases media y alta de nuestro país, se derrumbó junto con el régimen a
la muerte del Caudillo, pasando a ser sustituída por una nueva visión, más
objetiva, de la relación existente cntre dichos movimientos. Así pues, fascismo
y comunismo se observan como fenómenos diferenciados, nacidos en sus
épocas respectivas, por razones muy concretas y con determinadas caractens-ticas
que, singuiarmente, a veces, son comunes -por ejempio, ambos regímenes
son totalitarios, en ellos gobierna una minoría, las libertades son escasas y el
25 Vid nota 23, pág. 179.
233
respeto a los derechos humanos es casi nulo-. Y, en definitiva, la oposición
establecida entre ambos es puramente nominal y retórica, y responde a un
intento de resaltar ciertos valores, contraponiéndnlns a ntrns diferentes
Anotaciones rnctodológicas para el tratamiento de la información
En este apartado, se trata de hallar un sistema de decodificación de la
información elaborada por lub cjrgaiius iepiesivos del Régimen franquista,
cuyo objetivo era convencer a generaciones de escolares de la legitimidad y
bonanza de sus actos, por medio de la enseñanza de una historia censurada y
reestructurada, en función de unos determinados valores, afines a la dictadura.
Teniendo en cuenta que, se han utilizado como fuentes, los libros de
Historia de EGB y BUP, estamos operando en el ámbito de la comunicación
de masas, institucionalizada. Y, en este campo, existe una variada oferta de
sistemas de análisis de la información. Vamos, pues, a esbozar muy somera-mente
los que hemos aplicado en este trabajo. (Ver ECO y MARTIN SE-RRANO).
En principio, el contenido de cualquiera de esos libros de texto, es un
RELATO, que se puede considerar en su doble acepción -semiológica, como
conjunto de signos organizados de acuerdo con un determinado código, y-figurativa,
como estampa-imagen de una serie de valores «figurados», que se
presentan en el texto como verdaderos personajes con entidad propia -el
héroe, el antihéroe y sus ayudantes respectivos-.
En su caracterización semiológica, el arelaton histórico del régimen está
cunsliluído pot una serie de signos, con sus significantes, que denotan dctcr-minados
significados y connotan una gran variedad de conceptos subjetivos,
que son un subproducto directo y muy real de las concepciones proyectadas
por el régimen en sus programas educativos y/o comunicativos.
Cuadro 1
Signijicantes SignijicadoslDenotac. Connotución
SIGNOS Fascismo Régimen Político, A. Orden
Comunismo Régimen Polít., Caract. B Caos
Tomemos como ejemplo el Cuadro 1. En el discurso fascista, el signo
«fascismo» denota, objetivamente, un determinado régimen político con unas
características muy concrctas (A), y connota, subjetivamente e n aquella
época- el concepto positivo de «orden». Por el contrario, el signo «comunis-mo
», que define otro tipo de régimen político de características B, tiene una
connotación negativa como símbolo del caos.
Por otro lado, y en su caracterización figurativa, el relato franquista revitali-za
el combate entre el bien y el mal, personificado en una serie de agentes
benéficos l o s héroes y sus ayudantes -- que se enfrentan a otros malCficos
-antihéroes-, que no tienen por qué ser, necesariamente, figuraciones hu-manas
-el comunista, el fascista, personajes históricos, etc.-, sino que también
haccn rcfcrcncia a instituciones, hechos, actos, actitudes, valores éticos o
morales, etc., que pueden ejemplificar perfectamente los modelos de compor-tamiento,
defendidos y propagados por el régimen. (Ver Cuadro 2).
Cuadro LI
HÉROES Fasclsta Rég. Franquista Santos Viriato
Azul Monarquía Iglesia R. Católicos
Caudillaje Religión Moscardó
ANTMÉROES Comunista República A teos Romanos
Rojo Dcrnocracia Masones La nobleza
En definitiva, vemos cómo se pretende presentar -y se hace, de hecho-la
dialéctica fascismo-comunismo en la España franquista como una recreación
de la lucha mítica original entre el orden y el caos, entre el bien objetivado en
el régimen anterior, y el mal, representado por la República.
Bibliografía
Fuentes:
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Vida Social, 2.0 BUP. Ed. Doncel. Madrid, 1970. (3.a edición).
Libros de consulta:
Eco, U.: Signo. Ed. Labor. Barcelona, 1980.
MART~SNE RRANOM,. : La mediación de los medios de comunicacwn. Ed. Gustavo Gili.
Barcelona, 1985.
MORODOR, .: LOS o + n e s ideológicos del Frariquismo: A c c w ~E spuñoh Alianza Uni-versidad,
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VILAR, P.: Historia de España. Ed. Crítica-Grijalbo. Barcelona, 1986. (22.a edición).