EL HIPERTEXTO Y SU ENTORNO
RESUMEN
El hipertexto es un nuevo modelo de gestión de datos que se aparta de los sistemas infor-máticos
tradicionales asentados en la lógica booleana. Aprovechando los avances de los sis-temas
expertoi, trata de argani7ar la informacicín de forma parecida a la manera de aperar la
mente humana. Sus aplicaciones en Documentación pueden cambiar considerablemente los
procedimientos de búsqueda y difusión informativas empleados por esta ciencia. Los resul-tados
son inapreciables aún, debido a su incipiente uso en contadas instituciones.
ABSTRACT
Hypertext is a new model of data management which differs from traditionals informa-tics
systems based on the boolean logic. Hypertext try to organize the information with the
assistance of the expert systems as the mind work. Their aplications in Docuincntation rnay
change the process of informatics search and diffusion that this science uses. The results are
not yet available due to the incipient use in a few spanish centres.
Desde hace unos años está adquiriendo una importancia fundamental el con-cepto
de hipertexto en Documentación. El profesor Antonio Rodríguez de las Heras
aporta la siguiente información ':
Durante el año 1981 apareció una sola publicación sobre este tema. En 1982:
ninguna. Desde 1983 hasta 1985: nueve -tres respectivamente en cada período-.
En 1986: siete. El gran salto se produjo al aíío siguiente: ciento sesenta y nueve. E11
1988: ochocientas catorce. En 1989: mil ciento trece. Y en 1990: mil doscientas
cuarenta y seis.
' R~DRLGUDEE ZLA S HERASA, ntonio: Navegar por la Información. Madrid: Fundesco, 199 1,
página 171.
En el ámbito español el resultado es escaso; con excepción, entre otros, de los
trabajos realizados por Isidre Canals 2, Purificación Moscoso ', y el reciente estudio
de Mercedes Caridad con la anterior investigadora 4.
Por razones consensuales hay que respetar el término «hipertexto», traducido
literalmente del monema inglés «hypertext», ideado por Theodor Nelson en los
años 60, aunque alguno podría pensar, por otros motivos, que resultaría más ilustra-tiva
y apropiada la palabra «supertexto».
Históricamente los orígenes del hipertexto se halla, en los trabajos de Vannevar
Bush, quien, en 1945, creó -aunque no llegara a poner en práctica- el sistema
Memex para organizar y recuperar información. Se trataba de un procedimiento
maquinal que imitaba al pensamiento humano. Es decir: mientras Ins esqiipmns
cibernéticos e informáticos tienen unos modos de actuación enfilados, las personas
suelen discurrir por asociación de ideas, sin unas rutas predeterminadas.
La necesidad del hipertexto se plantea a partir del exceso de información obte-nida
y de los proyectos de investigación que necesitan seleccionar contenidos. No
todos los datos recibidos son aprovechables. Por otra parte el hipertexto viene a
suplir aquellas glosas u otros tipos de apuntes que en las miirgcnes de los tcxtos nos
gustaría inmiscuir.
El hipertexto es un modelo de organización documental en el que la información
iio transcuix ilecesariariiente de riianer-aj eráiquica iii liiizal, sino que se dzsai-i-ullaii
través de múltiples cauces, es decir: «navegamos» por la información de unos textos
(«nódulos» 9 a otros a través de una red («web») de enlaces, asistidos por unos
«botones» que pueden ser teclas, ratones de ordenador, dedo sobre pantalla táctil, ... .
La idea de hipertexto, por tanto, está vinculada estrechamente a la configuración
del pensamiento humano. Se trata de elaborar un sistema artificial de organización
de datos similar al que se produce en nuestro pensamiento. Cuando manifestarnos un
mensaje las neuronas recurren a múltiples resortes (recuerdos) que han quedado en
nuestro cerebro de manera latente, procedentes de los más variados rincones de
experiencias anteriores, y ponen asimismo en práctica determinados «olvidos» nece-sarios
para el ordinario transcurso del mensaje. No expresamos todos los datos que el
cerebro recibe, sino solo aquellos que de manera incosciente asimila e hilvana.
Aplicado a la Documentación, la estructura y funcionamiento del hipertexto se
CANALSIs,i dre: El concepto de hipertexto y el futuro de la Documentación. Terceras Jornudus
Españolas de Documentación Automatizada. Palma de Mallorca: Universitat de les Illes Balears, 1990.
Págs. 49-76. Del mismo autor: Introducción al hipertexto como herramienta general de información.
Concepto, sistemas y problemática. Revista Española de Docunlentacidn Cient$cu, volumen 13, núm.
2. Págs. 685-709 (abril-junio, 1990).
Moscoso, Purificación: Sistemas de Hipermedios: Desarrollo y Configuración, en Revisía
Española de Documentación CientijSca, vol. 13, núms. 3-4, págs. 823-841 (julio-diciembre, 1990).
CARIDADM,. , Y MOSCOSOP, .: LOSS istemas de Hipertexto e Hipermedios. Una nuevu Aplicación
en Informdtica Documental. Madrid; Salamanca: Fundación Germán Sánchez Ruipérez; Madrid:
Pirámide, 199 1.
Estos pueden ser, por ejemplo, notas a pie de pagina, referencias bibliográficas, extractos, indi-ces,
etc., a los que el usuario puede acceder directamente como partes integrantes del documento.
EL HIPERTEXTO Y SU ENTORNO 165
entiende como una herramienta de trabajo parecida al discurrir de la persona.
Estamns acnstiimhrados a expnner lns cnntenidns, al menns cnn los snpnrtes tradi-cionales,
en dos dimensiones: en el largo y ancho de las superficies. A raíz de los
modernos medios óptico-magnéticos, la información puede ser tratada tridimensio-nalmente,
es decir: podemos cruzar unos documentos con otros siempre que, claro
está, los bucles que componen tales documentos sean bucles abiertos (en todo uso
de hipertexto debe haber como mínimo un bucle abierto). La práctica del hipertexto,
en consecuencia, abre nuevas posibilidades de investigación.
Un ejemplo ilustrativo puede ser el siguiente: el nódulo «Poesía social» no
remite exclusivamente a unas cuantas características literarias de unos pocos auto-res
españoles hacia mediados del siglo xx, sino que también podría conducirnos a
otros nódulos, no solamente poéticos, pero sí relacionados: clase de atuendos que
llevan los personajes, ideología de estos escritores y otros coetáneos, problemas de
censura, editoriales de la época, nivel cultural de los lectores, incidcncias cn otros
campos del arte, nivel económico de las personas, domicilios, marcas de bolígrafos
más utilizadas, ... . El panorama referencia1 es, pues, muy amplio.
El sisteiiia diseñado puede ser estático o cerrado, la red permanece entonces
inalterable; o bien dinámico: en este caso el usuario puede añadir o suprimir nódu-los,
de modo que la estructura de la red sea mudable.
En principio se pensó en el hipertexto como medio infvrmaíivv de signvs alfa-numéricos
y gráficos, pero posteriormente se ha visto la posibilidad de añadir nue-vas
clases de señales: sonoras, gráficos en tres dimensiones, imágenes animadas, ...
y posible variedad de mezclas entre estos elementos.
Llamamos sistemas de hipermedios al conjunto de medios (discos, películas,
cintas magnetofónicas, ordenadores,...), debidamente coordinados, que proporcio-nan
información según el esquema o configuración del hipertexto.
El funcionamiento de cualquiera de los sistemas aludidos contiene dos partes:
el logical preparado por las diversas empresas comerciales y el lenguaje de progra-mación
especialmente diseñado para una determinada aplicación; por ejemplo: la
configuración del software HyperCard utiliza un lenguaje de programación
(HyperTalk) muy próximo al lenguaje humano inglés.
Los programas más difundidos actualmente son:
1. Guide fue el primer logical de hipertexto para funcionar en Macintosh.
Principalmente creado para la lcctura y cscritura dc hipcrdocumcntos o ~guidcli-nes
», quedó pronto eclipsado por HyperCard.
2. HyperCard de la casa Apple para ordenadores Macintosh. Es el más popu-lar.
Puede utilizarse como un interfaz (traductor o adaptador de lenguajes), como
sistema propiamente operante en disco duro o como auxiliar de una base de datos en
CD-ROM. Ofrece la información en su contexto mediante las denominadas «metá-foras
» o etiquetas de referencia.
3. Notecards presenta una indudable agilidad en el tratamiento de la informa-ción,
pero solo funciona con los potentes ordenadores Xeros l 100.
4. Intermedia es un programa complejo, desarrollado por el Institute for
Research in Information and Scholarship de la Universidad de Brown, orientado
primordialmente a la docencia y creado para actuar con el sistema operativo
4.2.3SD Ucix.
5. Finalnie~itee, n esta brevísima relación, hay que destacar, entre los prugra-mas
que operan en ordenadores de tipo IBM o compatibles: Hyperíirs e Hjperdoc.
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L 1 O b 6 U I I U V b O b 1 11IUO L U l l t Y l b L U J ULII, CIbIIb UpIIbLLLIUII Clll L I I p L I I I I L U I V J J 11U Y l b L l J U
un soporte especialmente sofisticado: sistema operativo MS-DOS, versión 3.2 o
posterior, tarjeta gráfica EGA, CGA o VGA y 5 Mb libres en el disco duro
Las aplicaciones de hipertexto e hipermedio en el terreno de la educación pue-den
resultar muy ventajosas; al menos en el sentido de que se ofrece u11 abanico de
cü,i~e,ii~üse ü,icüiiiiiali~cs, peiü iiiisiiio ticiiipü divciaus, puc$=i, ayri&,i
alumno a ampliar el panorama de conocimientos que ya posee sobre una cierta
materia. Eso sí: bajo el diseño elaborado previamente por el profesor. Esta es la
esluperida idea que lia ~e~i ideuri, priricipiu, el profesur Rudrígue~d e las Heras cn
relación con el dominio de la Historia.
Por otro lado el sistema de hipertexto puede obtener una importancia trascen-dental
en centros de documentacibn. Los catálogos tradicionales de bibliotecas, por
ejemplo, presentan, salvo ciertas fichas de referencia (que suelen ser excepciona-les),
una información lineal, bien de orden alfabético, numérico o sistemático.
Los catálogos automatizados, mediante técnicas booleanas, también permiten
combinar documentos, pero estos aún son tratados de manera unívoca.
El catálogo en hipertexto elabora. además. una red multidimensional de enlaces
que ofrece al usuario un tipo de orientación mucho mayor; no da cuenta sólo del Iis-tado
de los nombres que correspodan a ciertos descriptores sino también de las
materias o conceptos relacionados. El usuario puede establecer el camino de bús-queda
que más le interese entre un cúmulo de posibilidades que se le ofrecen,
pudiendo retornar en el «viaje» y rectificar la vía de la «navegación».
Téngase en cuenta. además. que algunas personas no sabrían indicar en búsque-das
booleanas qué descriptores o palabras-clave son los adecuados. En el sistema
de hipertexto los descriptores, al ir integrados en el propio documento como un
componente más, abren mucho más el horizonte de posibilidades para encontrar
nuevos documentos relacionados con el asunto que se pretenda conocer. No obstan-te,
el sistema de hipertexto, en algunos casos, no siempre resultará el más económi-co
y rápido para determinadas clases de investigación.
El impacto del hipertexto en las Fuentes de Información puede revolucionar el
actual sistema docente y profesional, en el sentido, al menos, de que las no siempre
demasiado convincentes taxonomías, relaciones de fuentes y servicio de referencia
ofrecerán un cuadro de posibilidades mucho más amplio.
En diccionarios y enciclopedias es donde el sistema de hipertexto encuentra un
campo abonado para su funcionamiento, ya que en este tipo de obras las búsquedas
No deben confundirse estos sistemas de hipertexto con programas utilitarios propios de sistema
operativo como el tan difundido Windows.
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no suelen realizarse de modo lineal sino mediante asociaciones de ideas; no en vano
la cjemplai- Enciclupaediu Br-itarzrzica propone un procedimiento de consulta (el cír-culo
del saber) similar al de hipertexto. Es preciso añadir, por otra parte, el creciente
interés por las enciclopedias electrónicas.
Uiia de las aplicaciüiies de iiiayui ecü eii liipertexto fue la elaborada coi1 fines
primordialmente turísticos por la Universidad de Strathclyde: Glasgow Online ofre-cía
una aceptable información sobre esta ciudad, capital cultural europea en 1990.
Pero, a pesar de las muchas venlajas que depara el hiperlexlo, oirecc Lodavía
ciertos inconvenientes. Entre los más importantes se han destacado: el cúmulo de
informaciones que pueden desbancar el control que realiza el usuario; el éxito o fra-caso
de la selección al realizar la «navegación» por los nódulos y la desorientación
del punto de información en el que uno se encuentra en determinados momentos.
Esta última dificultad queda paliada, en parte, con la ayuda de «browsers» o visuali-zadores,
pequeñas ventanas que muestran en pantalla el esquema de la búsqueda.
En cualquier caso, el sistema de hipertexto aún no ha desarrollado todas sus
posibilidades. El problema más importante que aparece, en mi opinión, deriva de
las configuraciones específicas de hipertexto para aplicaciones concretas. No hay
que perder de vista que el diseño de hipertexto constituye un mundo cerrado en el
que algunos elementos de información pueden no tener asignado un ente o entidad
en el que integrarse porque así lo haya decidido el analista.
Merece la pena admirar el intento, todavía utópico de Nelson : su proyecto
«Xanadu», iniciado en 1967, pretende establecer, mediante el procedimiento seña-lado,
una red universal de información, soportada por extraordinarios ordenadores,
que sean capaces de proporcionar los documentos íntegros (no exclusivamente tex-tuales)
a los usuarios.
' NELSONT, heodor H.: Unifying tornorrow's hypermedia. Pii?ceedings of tlze 12th I~ztenzatioizal
Online Information Meeting, London, december 6-8, 1988. Oxford: Leamed Information, 1988.
Páginas 1-8.