ARTICULOS SOBRE BIBLIOTECONOMÍA
Y DOCUMENTACI~N
Caracterización del concepto de "calidad"
en la catalogación descriptiva: factores que
atañen al diseño de objetivos
ANTONIOB EREIJO
Universidad de A Coí-ufia
A la luz del impacto de los nuevos desarrollos tecnológicos y de1 fenómeno de
globalización informativa que se produce en entornos en línea así como a su in-fluencia
sobre la estructura funcional y evolución de los catálogos, se plantea el es-tudio
de algunas experiencias que han tenido por objeto la evaluación de registros
bibliográficos. En estos trabajos se constata del elevado número de errores detec-tados
en bases de datos bibliográficas, así como la relevancia de su repercusión en
entornos en línea.
El presente trabajo persigue caracterizar el concepto de "calidad de diseño"
como requisito esencial en la fase primaria del proceso catalográfico descriptivo.
Con este fin se realiza un análisis del concepto de "calidad atendiendo a sus on-genes,
objetivos y ámbitos de aplicación, que sirve de soporte teórico para el estu-dio
del concepto de la "calidad basada en el diseño" así como de los componentes
que la determinan. Finalmente, se estudia la cuestión de los diversos niveles des-criptivos
propuestos por los códigos catalográficos y su relaciones con diferentes
aspectos de la calidad de diseño.
PALABRCALSAV E: calidad, catalogación original, calidad de diseño, errores cata-lográficos,
control de calidad.
This paper examines severa1 experiences in evaluating bibliographic records
from a new perspective, a perspective determined by recent technological deve-lopments,
the globalization of information that is taking place in on-line systems
Boletín Millares Carlo, núm. 17. Centro Asociado UNED. Las Palmas de Gran Canaria, 1998
320 Antonio Bereijo
and the influence this has had in both the functional structure and the evolution
of catalogs: two elements become evident in those research studies: the considera-ble
amount of mistakes found in bibliographic databases as well as the direct im-pact
of these mistakes on on-line systems.
It is also our aim to characterize the concept of "design q~iality"a s an essen-tia1
requirement in the earliest stage of the descriptive cataloging process. There-fore,
this paper includes an analysis of the concept of "quality", where we deal with
its origin, objectives, and fields of application. This analysis provides us with the
theoretical groundwork for the study of the concept of a "design-based quality", as
well as for the study of the elements involved in it. Finally, we look into the diffe-rent
descriptive levels put forward in the cataloging codes and the relationships
they bear with severa1 aspects of design quality.
KEYWORDqSua: lity, original cataloging, design-based quality, cataloging errors,
quality control.
LAI NNOVACI~NT ECNOL~GY IECL APR OBLEMA DE LA CALIDAD DE LA INFORMACI~NE N
BASES DE DATOS
Desde finales de la década de los años setenta, los progresivos de-sarrollos
de la Tecnología informática y en particular de los micro-ordenadores,
ha permitido una extensa aplicación de los sistemas
informatizados en el ámbito bibliotecario', Paralelamente, y en combi-nación
con aquellos avances, el desarrollo de la Tecnología de la co-municación
ha culminado en la rápida expansión de redes electrónicas
como Internet. Esto ha dado lugar a una nueva situación, conocida co-mo
"globalización documentaln2, que ha permitido poner en circu-lación
y multiplicar el acceso a un enorme volumen de recursos docu-mentales.
Para el usuario, esto ha supuesto un cambio cualitativo
importante, en cuanto que ha asumido un mayor grado de indepen-dencia
en el manejo de una amplia variedad de instrumentos de bús-queda,
tanto en catálogos de bibliotecas, como índices de citas y bases
de datos a texto completo, numéricas, multimedia, etc. Toda esta in-formación
es, en buena medida, accesible a través de las infraestructu-ras
bibliográficas internacionales.
Este nuevo entorno de intercambio mundial de documentos, con-tribuye
a agravar de modo muy apreciable el problema de la calidad en
Cfr. KURNEYW, .: ~Theim pact of Technology)),C ataloging & Classification Quau-terly,
v. 2, n. 1 (1982), pp. 44-55.
2 Véase a este respecto COCHRANPE., A.: «Universal Bibliographic Control: Its role in
the availability of information and knowledge))L, ibvary Resources & Technical Sewices, v.
34, n. 4 (1990), pp. 423-431.
Caracterización del concepto de «calidad. en la catalogación descriptiva ... 32 1
los productos catalográficos. Porque ahora no se trata sólo de crear re-gistros
bibliográficos para usuarios locales, sino que se han de realizar
para una comunidad extraordinariamente más amplia. Esto conlleva la
necesidad de incrementar los niveles de calidad de nuestros productos
informativos, de modo que se eviten los efectos multiplicadores que
cualquier error causaría en tales ámbitos3. En este sentido, E. Spinak
ha señalado que los errores ortográficos en bases de datos generan una
pérdida de confianza en la fiabilidad de los datos en los usuarios, al
tiempo que disminuye la tasa de recuperación y hay mayores dificulta-des
en el uso del sistema4. La consecuencia de todo esto es que esa mis-ma
Tecnología, que es la que hace posible el acceso a bases de datos re-motas,
permite que el usuario seleccione los recursos bibliográficos de
mayor calidad eludiendo aquellos que no reúnan las condiciones de fia-bilidad
necesarias.
El problema de la calidad en bases de datos tiene por lo tanto un al-cance
mundial. Como han señalado L. Wilson5, A. Bendel6, K. Laudon7, R.
Morey8, los porcentajes de error detectados en algunas bases de datos son
inaceptablemente elevados. K. Laudon, cita dos bases de datos del FBI,
formadas por historiales de delincuentes, donde las tasas de error alcan-zan
el 50% en sistemas informáticos y llegan a un 75% en sistemas ma-nualesg.
A este respecto M. Williams estima que, en el año 1989, había
unos 150 millones de registros problemáticos, dentro de un marco global
de 5 billones de registros en bases de datos de acceso públicolo y, en lo que
atañe al ámbito catalográfico, S. Intner revela que, virtualmente todos los
registros analizados en bibliotecas estadounidenses contenían errores de
3 A este respecto H. D. Avram afirma: "Inaccuracies in bibliographic records at lo-cal
levels will have a strong likelihood of being compounded throughout the world in this
growing universal bibliographic network, A ~ MH., D .: «The hture of staff develop-ment.,
en INTNERS., y SWANH ILLJ, . (ed.), Cutaloging: the profesional development cycle,
Greenwood Press, Nueva York, 1991, p. 97-102.
Cfr. SPINAKE.,: «Errores ortográficos en el ingreso en bases de datos)),R evista Es-pañola
de Documentación Científica, v. 18, n. 3 (1995), pp. 307-319.
5 Cfr. WILSONL,. : «Devil in the data», Infomation week, v. 31 (agosto, 1992),
pp. 48-54.
6 Cfr. BENDEAL.:, ~Principlesof reliability databases)),e n GANNOAN. G, . y BENDEAL.,
(eds.), Reliability databanks, Elsevier Applied Science, Nueva York, 1991.
Cfr. LAUDOKN. , C.: «Data quality and due process in large interorganizational re-cord
systems)), Cornmunications of the ACM, v. 29, n. 1 (1986), pp. 4-18. * Cfr. MOREYR,. C.: ~Estimatinga nd improving the quality and information in a
MIS., Comrnunications of the ACM, v. 25, n. 5 (1982), pp. 337-342.
Cfr. LAUDOKN. ,C ., op. cit., pp. 4-18.
lo Cfr. WILLIAMMS,. E.: ~Highlightso f the online database industry and the quality
of information and data., en WILLIAMMS., E. (ed.), National online meeting (Proceedings of
the Eleventh National Online Meeting, Muy 1-3), Medford, Nueva York, 1990, pp. 1-4.
322 Antonio Bereijo
catalogación, de modo que, sólo un 1% de las muestras analizadas se en-contraban
totalmente libres de inexactitudes".
En estas circunstancias, proyectos como DELIKATIKSYSERROR, en
el ámbito de la Unión Europea, en el que participan dos instituciones es-pañolas
(la Biblioteca Nacional y la Escuela de Biblioteconomía y Docu-mentación
de la Universidad de Granada) muestran el interés en el desa-rrollo
de aplicaciones para el control de la calidad de la información en
bases de datos bibliográficas'*. Así, este trabajo busca realizar una apro-ximación
al concepto de calidad a partir de la constatación del elevado
numero de errores detectados en bases de datos bibliográficas, a las que
se unen las limitaciones propias de las nuevas Tecnologías aplicadas en es-te
campo. El énfasis se pone en procesos de catalogación descriptiva ori-ginal
y, se insiste en concreto en los aspectos que intervienen en la fase de
diseño de objetivos, que es donde se perfilan las características de los pro-ductos
documentales que resultan de tales procesos. Ciertamente no se
pretende agotar la cuestión, sino que se busca tan sólo profundizar en al-gunos
aspectos relevantes que intervienen en tal proceso.
LA IMPORTANCIA DE LOS DEFECTOS EN LOS REGISTROS CATALOGRÁFICOS EN ENTORNOS
EN L ~NEAY SUS CONSECUENCIAS SOBRE EL ACCESO AL DOCUMENETXOP:E RIENCIAS
EVALUATIVAS
El proceso de interconexión de las grandes redes bibliográficas es un
fenómeno que tiende a generalizarse en las últimas décadas. Esta situa-ción
reporta grandes ventajas, por cuanto permite compartir recursos,
ofreciendo acceso a una mayor cantidad de documentos, con el consi-guiente
ahorro de costes; pero obliga también a tomar medidas, para ga-rantizar
el control de calidad de los registros bibliográficos. En efecto, co-mo
se ha señalado, este nuevo entorno ejerce un efecto multiplicador
sobre los errores que pueda contener cada registro catalográfico. La cali-dad
se impone como requisito esencial para recuperar con eficiencia cual-quier
registro en entornos en línea.
1 ' Cfr. INTNERS.,: ~Respondingt o change: new goals and strategies for core catalo-ging
coursesn, en INTNERS., y HILLJ, . S. (eds.), Recruiting Edz~cationa nd training catalo-ging
Iibrarians, Greenwood, Nueva York, 1989, pp. 227-243.
'2 Cfr. ALTUNBA., et al.: «Estudio de la tipología de errores en bases de datos biblio-gráficas
nacionales para el proyecto DELICATKSYSERROR)), en: Jornadas Espanolas de
Documentación Automatizada (5." 1996. Cáceres), Sistemas de información: balance de 12
años de Jornadas y perspectivas de futuro. ABADMEX, Universidad de Extremadura,
Cáceres, 1996, pp. 835-838. Véase también la sinopsis técnica en http:/lwww.tagish.co.ukl
ethos/tap/coord/6446-662.htm
Caracterización del concepto de calidad. en la catalogación descriptiva ... 323
La creación de registros bibliográficos en entornos en línea requiere
una mayor precisión en cuanto a la tipografía, ortografía, puntuación, es-paciadosl3,
codificación de campos y subcampos. Los errores cometidos
en este tipo de ámbitos puede dar como resultado la irrecuperabilidad del
registrol4, lo que no ocurre en entornos manuales, donde al clasificar los
asientos de cartulina o al ejecutar búsquedas, la mente humana puede ac-tuar
pasando por alto errores menores, que puede interpretarlos como si
estuvieran correctamente elaborados. Los entornos automatizados pre-sentan,
por lo tanto, un más bajo nivel de tolerancia ante los errores tipo-gráficos
y de catalogación.
En las experiencias de evaluación de registros bibliográficos, se puede
constatar la abundancia de este tipo de trabajos, cuyo denominador co-mún
son los elevados porcentajes de error detectadosl5. En este sentido
destacan, por su interés, las aportaciones de L. Romero y N. Romero, que
analizan los tipos y porcentajes de error en un entorno de catalogación
descentralizado'6. Así, tras someter a examen una amplia muestra de
2.376 registros de monografías y microformas realizados en la biblioteca
de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, buscan errores en la
descripción, en los encabezamientos de materia, en la puntuación, y en la
codificación en formato MARC (Machine Readable Cataloguing). Los re-sultados
señalaron algún tipo de error en el 74,4% de los registros anali-zados.
Otros casos de experiencias de evaluación de registros bibliográficos,
realizados por A. Taylor y C. Simpson, presentan los resultados de un es-tudio
en el que se analiza la precisión de registros de la Library of Con-gress.
Estos autores estudian 1.800 asientos y, aunque fueron recogidos
l 3 Cfr. BOURNRE.:, «Frequency and impact of spelling errors in bibliographic data
bases», Infomation Pvocessing & Management, v. 13 (1977), pp. 1-12.
l4 Por lo que respecta a la tipología de errores que determinan la calidad de las ba-ses
de datos, véase J~csbP, .: ~Searchingfo r skeletons in the database cupboard. Part 1:
errors of omissionn, Database, v. 16, n. 1 (1993), pp. 67-76, y Jacsb, P.: ~Searchingfo r ske-letons
in the database cupboard. Part 11: errors of comission)), Database, v. 16, n. 2 (1993),
pp. 77-82, ambos trabajos citados por EXTREMEAN. Oy ,M OSCOSPO.:, «El control de calidad
en bases de datos de Ciencias Sociales», Boletín de la Asociación Española de Archivevos,
Bibliotecarios, Museólogos y Documentahtas, v. 43, n. 1 (1998), pp. 231-254.
l5 Cabe destacar en nuestro país el trabajo de MOYAAN EG~NF,. , en el que se compa-ran
las catalogaciones de Bibliofile y de la Biblioteca Universitaria de Granada, a través
de la eficacia en la recuperación de registros. Cfr. MOYAA NEG~NF,. DE,L ÓPEZG I J~NJ. ,y
GARCICAA ROC, .: «Catalogación On-Line y eficacia en la recuperación», Boletín de la Aso-ciación
Nacional de Avchiveros Bibliotecarios y Documentalistas, v. 40, n. 2-3 (1990), pp.
113-132.
' 6 Cfr. ROMERLO.,, y ROMERNO.,: «Original Cataloging in a Decentralized Environ-ment:
An Identification and Explanation of Errorsn, Cataloging & Classification Quarterly,
v. 15, n. 4 (1992), pp. 47-65.
324 Antonio Bereijo
los tipos y frecuencias de los errores, sólo se presentaron aquellos que su-maban
más del 2,5% del total de errores registrados". También en otros
estudios, como el realizado en 1987 por S. Intner, se pone de manifiesto
que un análisis comparativo entre los registros de la Library of Congress y
RLIN, muestra notables diferencias cualitativaslg.
Reviste particular interés el estudio de L. Romero, que analiza los
errores de catalogación sobre una muestra de 200 registros catalográficos,
elaborados por 200 catalogadores, sin experiencia profesional previa, con
formación adquirida en un curso introductorio de catalogación y otro de
catalogación de monografíaslg. Los resultados fueron comparados con los
obtenidos por Sheila Intner, cuando realiza el análisis de 2 15 pares de re-gistros
de monografías seleccionados de dos bases de datos (pertenecien-tes
a OCLC y a RLIN que excluían Tesis y microformas)*O. En este último
caso la evaluación se realiza bajo los parámetros de precisión e integridad,
de modo que se analiza la calidad del trabajo realizado por una amplia va-riedad
de personal que incluía bibliotecarios, estudiantes graduados y
personal en prácticas, alguno de ellos con muchos años de experiencia en
procesos catalográficos.
La comparación de los trabajos de L. Romero y S. Intner resulta re-presentativa
por varios motivos; i) la evaluación se realizaba sobre mono-grafía~(
excluyendo Tesis y microformas) que es un tipo documental que
tiene mayor presencia en el ámbito bibliotecario, ii) los registros analiza-dos
desarrollaban descripciones completas y describían documentos de
contenido variado. Los resultados obtenidos fueron significativos por las
siguientes razones: a) no se encontró diferencia apreciable entre catalo-gadores
noveles y experimentados, en cuanto al porcentaje de errores de-tectados
en cada una de las áreas; y, cuando se apreciaba tal diferencia, su
valor no se consideraba significativo; y b) se hizo manifiesta la existencia
de áreas de especial dificultad en la catalogación descriptiva. En estas zo-nas
descriptivas, la incidencia de errores cometidos por personal expe-rimentado
y por personal novel eran similares. Sólo en dos áreas se
encontraron diferencias significativas: en la de edición y en el área de des-cripción
física.
l 7 Cfr. TAYLORA,. y SIMPSONC,. W.: ((Accuracy of LC copy: a comparison between
copy that began as CIP and other LC Cataloging)), Libray Resources & Technicaf Sewices,
v. 30 (1986), pp. 375-387.
l s Cfr. INTNERS.,: ~Mu c had o about nothing: OCLC and RLIN cataloging qualityn,
Library Journal, v. 114, n. 2 (1989), pp. 38-40.
l9 Cfr. ROMEROL.:, (Ana nalisis of entry-leve1 cataloging errors: implications for ins-truction
and training», Joumal of Education for Libraty and Information Science, v. 35, n.
3 (1994), PP. 210-226.
20 Cfr. INTNERS,. : «Much ado about nothing: OCLC and RLIN cataloging quality*,
pp. 38-40.
Caracterización del concepto de «calidad» en la catalogación descriptiva ... 325
Entre las causas que producían esos resultados se encontraron las si-guientes;
l) la existencia de un planteamiento confuso de las normas en
el Código Catalográfico Angloamericano; 2) la incomprensión por parte
del personal técnico de las normas del Código de Catalogación Anglo-americano;
y 3) la complejidad con que son tratadas en obras de carácter
interpretativo como las LC Rules Intevpretations, así como su variabilidad,
al estar sometidas a frecuentes cambios.
Así pues, el alto porcentaje de errores detectados en todos los casos se-ñalados
pone de manifiesto que, pese a la amplia introducción de nuevos
instrumentos tecnológicos, las tareas de descripción bibliográfica siguen
siendo actividades de gran complejidad. El peso de la tradición en la eje-cución
de procesos técnicos, las diversas formas de interpretación de las
normas y la constante presión por evitar atrasos, son algunos de los fac-tores
que lo convierten en un proceso largo, costoso y, en muchas ocasio-nes
lo llegan a convertir en un proceso ineficaz.
ALGUNOSA SPECTOS DEL IMPACTO Y LIMITACIONES DE LA TECNOLOEGN ~EAL A MBITO
BIBLIOTECARIO
El intercambio de información bibliográfica no es una aspiración re-ciente.
En los últimos cuarenta años, organizaciones como la UNESCO,
IFLA e ISO han venido realizando notables esfuerzos con el fin de pro-mover
la colaboración internacional entre instituciones bibliotecarias de
todo el mundo. Estos esfuerzos se han materializado en la publicación de
gran número de normas y recomendaciones internacionales. A mediados
de los años setenta, a partir del concepto formulado por Dorothy Ander-son2',
surge el Control Bibliográfico Universal (UBC)2*. ES un programa
21 Cfr. ROBERTWS.,: «The role of IFLA in framing and promoting bibliographic stan-dard~)
e),n MCILLWAI1N. CE., (ed.), Standards for the Intemational Exchange of Bibliograp-hic
Znformation, The Library Association, Londres, 1991, pp. 23-31.
22 Este programa nace en 1974 auspiciado por la IFLA. Se crea como sede una Ofi-cina
Internacional para el Control Bibliográfico Universal, que actúa como centro de co-ordinación
de publicaciones y proyectos relacionados con el CBU. Cada país debe aco-meter
las tareas de su propio control bibliográfico nacional informando a otros países de
las nuevas publicaciones en periodos de tiempo especificados (semanas o meses). La pues-ta
en práctica del programa afecta a editores, bibliotecarios, legisladores, entidades guber-namentales,
organismos dedicados a procesos de normalización, etc. El CBU debe formar
parte de la Política Nacional de Información. En condiciones ideales deberían participar
el mayor número posible de países. El programa CBU comprende las siguientes activida-des;
a) establece una forma segura de identificar y recopilar documentos. Esto implica que
los editores acuerdan y usan los medios de identificación internacional como los números
ISBNIISSN; b) fija una política marco de Depósito Nacional, a través de las Bibliotecas
326 Antonio Bereijo
auspiciado por la IFLA cuyo principal objetivo consiste en la mejora de la
comunicación internacional de información bibliográfica. Se intentaba
conseguir, que el registro bibliográfico resultante pudiera hacerse dispo-nible
a otras bibliotecas, a través de la catalogación única de cada docu-mento
en su propio país de origen. En 1987 el programa UBC fue am-pliado
para incluir el Programa MARC Internacional, con el fin de
desarrollar la estructura para el intercambio internacional de registros le-gible~
por ordenador. Posteriormente, pasó a denominarse "Programa
UBCIM" (Universal Bibliographic Control and International MARC)*3.
Más adelante, en 1990, la sede del Programa se desplaza de la British Li-bvary
en Londres a la Deutsche Bibliothek de Francfort.
En este proceso de intercambio de datos bibliográficos han jugado un
papel determinante las Tecnologías de la información24, que han encon-trado
en el mundo bibliotecario uno de los elementos clave de los siste-mas
de información, y en su objetivo de hacer posible el acceso a la in-formación,
un amplio campo de aplicación. Después de todo, como ha
señalado J. Shera, el papel fundamental de la biblioteca es el almacena-miento,
la organización y la recuperación de la información con el objeti-vo
de "maximizar la utilidad social de los registros gráficos"25, ampliando
Nacionales de los respectivos países; c) recomienda la publicación de una Bibliografía Na-cional
aplicando el código ISBD, bien con ediciones mensuales o anuales; d) plantea la ne-cesidad
de potenciar el intercambio de registros bibliográficos con otras naciones partici-pantes.
Lo que implica la necesidad de normas para la codificación de datos; e) establece
normas sobre la estructura de registros bibliográficos MARC y sobre protocolos de co-municación.
Véase, además, sobre esta cuestión el trabajo Table ronde sur le CBU, Grenoble, 22-25
Aug., 1973. Verlag Dokumentation, Munich, 1975.
23 Cfr. BOURNER,. : «The IFLA UBCIM Programme: Standards in the changing
world», en MCILLWAIN1. EC,. (ed.), Standards for the International Exchange of Bibliograp-hic
Information, pp. 19-22. El objetivo del programa UBCIM se expresó en los siguientes
términos "to promote the exchange and use of compatible bibliographic records amongst
libraries in general and national bibliographic agencies in particular. Where national bi-bliographic
data is in machine-readable form, the Program aims to create and maintain
standards for data exchange"
24 Se utiliza la expresión "Tecnologías de la información" en sentido amplio, como lo
hace R. Hagler por ejemplo, cuando afirma "como término genérico su uso era imposible
antes de que el computador permitiera la integración de una multiplicidad de funciones pre-viamente
existentes", en HAGLERR.,, The bibliographic record and information technology, 3."
ed., American Library Association, Chicago, 1997. La rápida evolución de la Tecnología, y
el grado de extensión de sus aplicaciones conducen a Gibson y Jackson a señalar que "más
tarde o más temprano, cada industria, cada empresa, cada profesión se verá rodeada, de-penderá,
y deberá responder a la tecnología de la información y a sus implicaciones", en GIB-SONC,
. F. y JACKSOBN. ,B ., The information imperative: managing the impact of information
technology on businesses and people, Lexington Books, Lexington, MA, 1987.
25 SHERAJ., , The foundations of education for librarianship, Wiley-Becker and Hayes,
Nueva York, 1972.
Caracterización del concepto de calidad), en la cataíogación descriptiva ... 327
más allá de su entorno inmediato el alcance de los fondos documentales
que contiene.
Así, la aplicación de los nuevos recursos tecnológicos en los procesos
técnicos que se desarrollan en los sistemas de información ha tenido tan-ta
importancia que el mensaje que con más insistencia ha venido difun-diéndose
en los últimos años es claro e inequívoco. Si las bibliotecas de-sean
mantener su papel en la "era Post-industrial", deben hacer pleno uso
de las nuevas Tecnologías. En este sentido, ya al principio de la década de
los setenta, profesionales bibliotecarios como H. Avram, con una larga ex-periencia
en el desarrollo y aplicación del formato MARC, advertía que no
había alternativa posible a la Tecnología informática26.
En el ámbito bibliotecario el impacto tecnológico ha tenido gran reper-cusión.
Los catalogadores trabajan hoy con una amplia variedad de Tecno-logías
de la información (OPACs, LANs, sistemas de mantenimiento de ba-ses
de datos), de modo que los conceptos de "catálogo" y "base de datos"
han ido asimilándose progresivamente. El catálogo, caracterizado por J.
Shera como "gran fuerza cohesiva que convierte a la biblioteca en un todo
unificado, expresión viva de la unidad de conocimiento"27, ha sufrido una
rápida evolución. El cambio es más profundo en las dos últimas décadas
que en toda su anterior historia, y ante todo por permitir el acceso inme-diato
a recursos de Internet. En la actualidad los sistemas de información
se caracterizan por la existencia de un número extraordinario de docu-mentos
accesibles, muchos de ellos resultado de la edición electrónica.
Mediante los sistemas integrados en línea, los catálogos han dejado de
ser entidades físicas propiamente dichas y se han convertido en un con-junto
de ficheros bibliográficos accesibles no sólo desde la propia biblio-teca
sino también desde el exterior. A este respecto, R. Davies señala, que
los continuos avances tecnológicos, las crecientes expectativas de los
usuarios y los factores económicos han producido una fractura en el plan-teamiento
tradicional de catálogo, tal y como había sido enunciado por C.
Cutter a principios de siglo (que estaba basado en la existencia de un fi-chero
de autor-título, de estructura lineal, que ofrece accesos a determi-nadas
obras bibliográficas)28.
26 "Existe la posibilidad de obsolescencia de la biblioteca como la conocemos en la
actualidad. Los métodos manuales dejarán de satisfacer los objetivos básicos de la provi-sión
de servicios. El ordenador, como instrumento no resolverá todos los problemas de las
bibliotecas; de cualquier forma, se necesitará alguna solución, y si no es el ordenador cuál
podna ser?", en AWM, H. D.: «Librar- automation, a balance viewn, Library Resources and
Technical Sewices, v. 16 (1972), pp. 11- 18.
27 Cfr. SHERJA. ,H .: «On the teaching of cataloging))J, ournal of Cataloguing and Clas-sification,
v. 132, n. 12 (1956), pp. 132-139.
Cfr. DAVIESR,. : ~Outlinesof the emerging paradigm in cataloguing»,I nfowation
Processing & Management, v. 23, n. 2 (1987), pp. 89-98
328 Antonio Bereijo
Sin embargo, es necesario señalar algunos aspectos negativos que
están produciendo ciertas aplicaciones tecnológicas. La rápida evolu-ción
de los catálogos plantea dos tipos de problemas: por una parte, la
pérdida de protagonismo del bibliotecario29 en lo que atañe al diseño,
elaboración de catálogos y de bases de datos bibliográficas (especial-mente
en cuanto a los tipos índices y a la configuración de inte$aces30,
es decir, las formas en que se presentan los registros bibliográficos en
pantalla); y, por otra parte, la ausencia de una clara adecuación de los
códigos de catalogación a los nuevos entornos automatizados, por estar
basados en procedimientos más propios de ámbitos manuales. Esto se
traduce en la práctica en la operatividad de los llamados "sistemas au-tomatizados",
que duplican las funciones, y también las limitaciones, de
los sistemas manuales que reemplazan. Los procesos técnicos que se de-sarrollan
en las bibliotecas han permanecido largo tiempo inalterados.
Los "sistemas automatizados" producen pocos cambios en las operacio-nes
diarias: de hecho, el núcleo Tecnológico de la biblioteca permanece
ajeno a las consecuencias de la automatización3l. Así, como ha señala-do
P. Keen, "muchas de las decepciones y problemas de la Tecnología de
la información se derivan de la automatización del status quo más que
de una reflexión sobre las mejores fórmulas para racionalizar y eliminar
trabajo"32.
Los diseños de los catálogos en línea (OPACs) son un excelente ejem-plo
de los problemas que surgen cuando las organizaciones "automati-zan"
sus procedimientos tradicionales sin sopesarlos previamente: utili-zan
Tecnología informática para simular la tarjeta catalográfica
tradicional y como resultado, ofrecen los mismos puntos de acceso, la
misma información bibliográfica y las mismas limitaciones de acceso de
sus predecesores, a los que se asemejan incluso en la forma de disponer
los datos, en cuanto que reproducen la estructura de la tarjeta tradicio-nal
de cartulina. Los actuales diseños de OPACs simplemente duplican la
29 Cfr. INTNESR. ,y SWANH ILLJ, .: Cataloging: the professional development cicle, Gre-enwood
Press, Nueva York, 199 1, p. 94.
30 Cfr. DUMASJ.,: Desigrzing user interfaces for software, Prentice-Hall, Englewood
Cliffs, NJ, 1988. Este autor caracteriza el término interfaz como el conjunto formado por
las palabras y los símbolos que se ven en las pantallas de ordenador; el contenido y los sig-nos
ortográficos de los formatos de presentación, los procedimientos o mecanismos utili-zados
para ejecutar, almacenar y obtener información; y la estructura de organización del
interfaz como un todo, Cfr. EXTREMENA,O, y, MOSCOSPO.:, «El control de calidad en bases
de datos de Ciencias Sociales», pp. 231-253.
31 Cfr. HARRISM, . H. y HANNASH., A ,: I~ltoth e future: the foundations of library and
infownation sewices in the post-industrial era, Ablex Publishing, Norwood, N. J., 1996.
32 KEEN, P. G. W.: Shaping the future: business design through infomation technology,
Harvard Business Press, 1991.
Caracterización del concepto de «calidad» en la catalogación descriptiva ... 329
forma y funciones del catálogo tradicional y las operaciones internas, in-cluso
los procedimientos catalográficos permanecen inalterados33 (la pu-ra
mecanización de datos cuando se trata de catalogación original), con
una excepción menor: las tareas de carga de datos han sido reemplaza-das
por el ordenador [en los casos de catalogación por derivaciónl34.
El concepto de "automatización" puede definirse como: la Tecnología
relacionada con la realización de un proceso por medio de órdenes pro-gramadas
que, combinadas con un control automático retroalimentado
asegure la ejecución adecuada de determinadas instrucciones. El sistema
resultante es capaz de operar sin la intervención humana. Cabe señalar
pues, que sólo se puede hablar de automatización cuando se produce una
sustitución significativa de la inteligencia y el esfuerzo humanos por me-dios
informáticos, mecánicos o electrónicos. Así, cuando hablamos de
"catalogación original automatizada", en realidad nos referimos a una
simple mecanización del proceso o, a lo sumo, a una labor de catalogación
asistida por ordenador en aquellos casos en que el sistema nos ofrece in-formación
suplementaria para agilizar la toma de decisiones.
Falta todavía un largo camino por recorrer para la puesta a punto de
aplicaciones tecnológicas que ofrezcan una respuesta eficaz al proble-ma
de la automatización de los procesos catalográficos. En este sentido,
F. W. Lancaster -que se apoya en H. Dreyfus y S. Dr e y f~s~s~e-ñ ala el
fracaso de las Tecnologías de "sistemas expertos" y de inteligencia arti-ficial
en el desarrollo de aplicaciones que puedan reemplazar la pericia
humana (human expertise), al estar basada en cualidades no codifica-bles,
como la intuición y la práctica acumulada que llamamos "expe-riencia",
cuya intervención resulta imprescindible en procesos de cata-logación
descriptiva36.
G. Forslund sostiene a este respecto que es más apropiado hablar de
"sistemas de ayuda" (advice-giving systems) que de "sistemas expertos"
(expert systems)37, lo que viene a reforzar la conveniencia de la utilización
del término de Catalogación asistida por ordenador, en lugar de Cataloga-
33 En este sentido, Avram afirma que "automation has given us the means to mani-pulate
bibliographic data more expediently, but it has not altered the principies of biblio-graphic
control", en INTNESR., y SWAHNI LLJ, ., op. cit., p. 99.
34 Cfr. HARRIMS,. H., op. cit.
35 DREYFUHS. , L. y DREYFUSS. ,E .: Mind over rnachine: the power of human intuition
and expertise in the era of the computer, Free Press, Nueva York, 1986.
36 Cfr. LANCASTFE. RW, .: «Artificial Intelligence and Expert System Tecnologies:
Prospectsn, en RAITTD, . (ed.), Libraries for the new millenium, Library Association Publis-hing,
Londres, 1997, pp. 19-38.
37 Cfr. FORSLUNG.D: «, Toward cooperative advice-giving systemsx, IEEE expert, v. 10,
n. 4 (1995), pp. 56-62.
330 Antonio Bereijo
ción automatizada cuando nos referimos a procesos de "catalogación ori-ginal".
Otro aspecto que conviene destacar es que, a pesar de las constantes
mejoras tecnológicas, los temidos atrasos en el procesamiento de fondos
(backlogs) siguen paralizando muchos servicios de catalogación, debido
no sólo a problemas tecnológicos o a la escasez de recursos humanos, si-no
también a que las estructuras organizativas no se han adaptado en ca-da
centro al ritmo de evolución tecnológica que ha tenido lugar en los ú1-
timos años. Las nuevas aplicaciones tecnológicas tampoco han sido
capaces de lograr una explotación óptima de los recursos documentales
disponibles en cada centro, como se pone de relieve en la muy escasa pre-sencia
de esquemas descriptivos de carácter analítico en los grandes catá-logos
bibliográficos38.
Uno de los principales problemas a los que ha tenido que enfrentarse
la industria manufacturera a lo largo del siglo XX, es la cuestión de la ca-lidad.
Su estudio adquiere especial relevancia a partir de la 11 Guerra
Mundial con la intensificación de la competencia entre las industrias eu-ropea
y japonesa39.
La aplicación práctica del control de calidad, es decir, el intento de es-tablecer
mecanismos para gestionar la producción de bienes ha dado ori-gen
al TQM (Total Quality Management) o TQ (Total Quality), que se ha
convertido en tema recurrente de trabajos especializados40. El objetivo
inicial de la concepción del control de calidad se centraba en establecer
controles estadísticos diseñados para reducir los defectos de los produc-tos
en el ámbito de la industria pesada41 para ello se prestaba atención a
38 Cfr. POULSECN.:, ((Tableso f contents in library catalogs: a quantitative examination
of analytic catalogs),, Library Resources and Technical Services, v. 40, n. 2 (1996), pp. 133-137.
39 D. Garvin señala a J. Juran, A. Feigembaum, y W. E. Deming como los principa-les
impulsores del quality movement, quienes a partir de los años 50 han profundizado en
el estudio del control de calidad. Cfr. GARVIND, .: «Competing on the eight dimensions of
quality)), Haward Bussiness Review, v. 65 (1987), pp. 101-109.
40 En relación a este aspecto, M. Line señala el problema del excesivo número de pu-blicaciones
sobre gestión de calidad y estima que, entre los años 1973 y 1993 ha habido
un incremento en este tipo de obras de entorno a un 288% en libros sobre gestión publi-cados
sólo en el Reino Unido. A nivel mundial se publican entorno a 744 revistas de te-mática
similar. Cfr. LINE, M. B.: ((Needed: a patway through the swamp of management li-terature)),
Library Management, v. 16, n. 1 (1995), pp. 36-38.
41 Cfr. DEMINGW, . E.: Out ofthe crisis, Massachusetts Institute of Technology Cen-ter
for Advanced Engineenng Study, Cambridge, MA, 1986.
Caracterización del concepto de «calidad» en la catalogación descriptiva ... 33 1
aspectos vinculados al diseño y a los procesos de fabricación del produc-to
pero también a los costes de producción y a los precios de venta. Su ám-bito
de aplicación, se ha visto ampliado para cubrir a empresas de servi-cios
y a la Administración.
En los últimos años, se han venido realizando numerosas experiencias
para aplicar los principios del TQ (Total Quality) sobre los procesos, pro-ductos
y servicios que se desarrollan en centros de información, debido
fundamentalmente a la progresiva disminución de presupuestos en bi-bliotecas
y centros de documentación, pero debido también a un cambio
de mentalidad por parte de los usuarios que presentan ahora mayores ni-veles
de exigencias con respecto a la calidad de productos documentales.
Cuando se analizan los productos documentales, la referencia la cons-tituyen
los registros catalográficos entendidos como resultados finales de
un proceso de Análisis Documental. Al objeto de centrar la cuestión, cabe
perfilar -siquiera brevemente- algunos rasgos del estatuto epistemoló-gico
y metodológico del naturaleza científica del Análisis Documental,
disciplina en la que se integran este tipo de procesos.
Según la caracterización que ofrece W. J. González de la distinción en-tre
"Ciencia" y "Te~nología"q~u~e, r epercute en la noción de Ciencia Apli-cada,
podríamos afirmar que el Análisis Documental es una Ciencia Apli-cada
con proyección tecnológica, puesto que tal disciplina es un conjunto
operativo que tiene como fin la efectividad respecto de la meta buscada:
es un saber hacer que no transforma la realidad. En este sentido, como ha
señalado M. Quintanilla, el criterio de progreso tecnológico viene dado
por la efectividad o eficacia de los artefactos43 - e n este caso los registros
catalográficos, como documentos secundarios (suwogates)- en relación
a la función principal para la que han sido diseñados, la de ofrecer acce-so
al documento primario.
El objeto catalográfico, por tanto será eficaz en cuanto que ofrezca ga-rantía
de acceso al documento que representa, pero también en cuanto
que contenga la información necesaria sobre tal documento primario;
que esta información se halle correctamente transcrita: - e l componente
nomográfico- y que presente el necesario grado de ajuste con respecto a
determinados códigos catalográficos: - e l componente nomotécnico.
42 Sobre la relación entre Ciencia y Tecnología, cfr. GONZALEWZ. , J.: ((Progresoc ien-tífico
e innovación tecnológica: la "Tecnociencia"», Arbor, v. 620 (1997), pp. 621-283. Acer-ca
de los diferentes tipos de racionalidad, cfr. GONZALEWZ. , J.: ((Racionalidadc ientífica y
Racionalidad tecnológica: la mediación de la Racionalidad económica», Agora, v. 17, n. 2
(1998).
43 Cfr. QUINTANILLA, M. A.: «El concepto de progreso tecnológico», Arbor, n. 47, v. 620
(1997), PP. 377-390.
332 Antonio Bereijo
Se abordará el concepto de calidad desde dos perspectivas diversas; en
primer lugar, desde un punto de vista conceptual y, en segundo término
desde el punto de vista de diseño de objetivos. La importancia de este en-foque
reside en que permite estudiar el concepto en sus dos planos fun-damentales;
desde la vertiente evaluativa pero también desde la perspec-tiva
operativa.
Del concepto de "calidad" en sentido amplio a la calidad aplicada a los
registros catalográficos
Como sucede con otros conceptos básicos resulta extremadamente di-fícil
ofrecer una definición de "calidad" que tenga validez general. Remi-te
a la idea de algo bien hecho, pero eso se diversifica en un amplio es-pectro
de posibilidades de modo que es un concepto que depende en gran
medida del reconocimiento, esto es, de criterios externos al propio proce-so
de elaboración de este tipo de productos documentales. Ciertamente
los responsables de la gestión de bibliotecas y de centros de documenta-ción
no han sido ajenos a esta situación de indefinición conceptual.
Dentro de la literatura especializada las definiciones de calidad difie-ren
ampliamente. Varían sus contenidos dependiendo del contexto y del
ámbito de aplicación. Sin embargo, como ha señalado K. Smart, las dife-rentes
definiciones de "calidad pueden ser categorizadas y representadas
en un esquema "bidimensional" que refleja la complejidad de su natura-leza44.
Tal esquema de análisis sugiere que la calidad puede ser estudiada,
por un lado, desde una perspectiva interna o externa y, por otro lado, des-de
un enfoque objetivo o subjetivo.
La calidad de los productos documentales, en cuanto "objetos artifi-ciales"
45, está mediatizada, dentro de sus distintas fases (etapa de diseño
de objetivos, fase de proceso) por factores internos y externos y reside en
44 El denominado modelo "bidimensional" (Two-dimesional model) desarrollado por
K. Smart es una estructura en dos planos. Presenta una dimensión interna-externa y otra
objetiva-subjetiva. Esta estructura permite una aproximación cuatridimensional al con-cepto
de calidad. Cfr. SMARKT.,, SEAWRIGKH. TK, . y DETIENNKE., B: ((Definingq uality in
technical communication: a holistic approach», Technical Communication, v. 42, n. 3
(1995), pp. 474-481.
45 Para H. Simon, los objetos artificiales (artificial things) son sintetizados (synthesi-zed)
por seres humanos y pueden ser caracterizados en términos de funciones, objetivos y
adaptación. Cfr. SIMONH,. A., The sciences of the artificial, 3." ed., The MIT Press, Cam-bridge,
Mass., 1996.
Caracterización del concepto de «calidad» en la catalogación descriptiva ... 333
diferentes componentes estrechamente interconectados. En este sentido
K. Seawright y S. Young trazan distinciones entre las diversas definicio-nes
de calidad de carácter general y sugieren un modelo gráfico en dos ni-veles:
un primer nivel representa una diferenciación interna-externa,
mientras que un segundo nivel muestra una calidad objetiva-subjetiva46.
Este esquema en doble perspectiva distingue las diversas definiciones de
calidad en función de su contenido.
El enfoque interno se dirige al proceso de mejora de calidad y esta-blece
normas de calidad inherentes al contenido. En contraste, el enfoque
externo centra su atención en los resultados de diseño, de la escritura y de
los procesos de producción, resalta más los fines que los medios. La pers-pectiva
subjetiva depende de las percepciones y valoraciones individuales
o colectivas mientras que el enfoque objetivo utiliza y aplica sobre pro-ductos
concretos los instrumentos que facilitan la medida y la compara-ción
de resultados.
La falta de especificación conceptual del término "calidad y la difi-cultad
de trazar los esquemas paradigmáticos necesarios para afrontar
procesos de evaluación, son dos aspectos que colocan, en una situación de
carencia de estructuras conceptuales adecuadas, a los profesionales del
ámbito bibliotecario y documental interesados en llevar a cabo procesos
de control de calidad.
Si bien son numerosos los trabajos sobre productos documentales, re-alizados
con una finalidad evaluativa, éstos suelen limitarse a detectar,
evaluar y cuantificar situaciones de ausencia de calidad (defecto, error, no
conformidad, retraso). Pocos autores muestran, sin embargo, los esque-mas
catalográficos (los modelos) que han servido para contrastar las
muestras, y son menos aún quienes aportan definiciones elaboradas del
término, lo que conduce a ofrecer caracterizaciones excesivamente gené-ricas,
que ponen de relieve su insuficiencia en un ámbito de naturaleza
compleja como es el correspondiente a la catalogación descriptiva.
P. Cochrane y K. Markey, al analizar los trabajos publicados sobre ca-tálogos
en línea y estudios de usuarios, afirman que tales estudios tienen
solamente un valor indicativo, y no predictivo47, debido a la ausencia de
sólidos modelos conceptuales.
Frecuentemente se ofrecen caracterizaciones del término "calidad
de gran amplitud, trazadas a partir de puntos de vista externos, como la
establecida por la American Quality Association: calidad es "la aptitud de
46 Cfr. SMARKT.,, op. cit., p. 476.
47 Cfr. COCHRAPN.E A, . y MARKEYK, .: ((Catalogu se studies-since the introduction of
online interactive catalogs: impact on design for subject access,,, Libravy and Znfomation
Science Research, v. 5, n. 4 (1984), pp. 337-363.
334 Antonio Bereijo
un producto para satisfacer las necesidades de un cliente"; o la definición
que ofrece la norma ISO 8402 en su edición de 1994, calidad es el "con-junto
de características de una entidad (actividad, proceso, producto, or-ganización,
sistema o persona o combinación de todos o algunos de
ellos) que le confieren la aptitud de satisfacer las necesidades estableci-das
y las implícitasn48. En el mismo sentido, W. Shewart sostiene que
cualquier definición de calidad debe contar con la "concepción popular
de calidad. Este autor sugiere que las personas perciben la calidad co-mo
la bondad (goodness) de un producto (valoración subjetiva) y que tal
bondad puede ser aplicada a todo tipo de productos49. En muchas oca-siones
el usuario de bibliotecas asimila el concepto de calidad con la am-plitud
de datos que ofrece el registro pero, como ha señalado Y. Ríos,
"cantidad no es lo mismo que calidad, y calidad se ha asociado demasia-do
con la amplitud en los datos más que con la precisión, la compatibi-lidad
y la consistencia"50.
Otras caracterizaciones se orientan a productos específicos, como la
ofrecida por S. Morris: "la calidad en la catalogación es medida por el gra-do
en el cual el catálogo de la biblioteca fomenta el acceso a los materia-les
que satisfacen las necesidades del usuarion51. Distintos autores hacen
hincapié en las aptitudes de los analistas para realizar procesos de aná-lisis.
En este sentido es representativa la definición que aporta M. Cai-lleaux:
la calidad es la "explotación optimizada de competencias (compé-tences),
de técnicas y de medios para atender los objetivos fijados
previamente"52. En la misma línea se manifiesta W. J. González cuando
afirma que "la calidad concierne a la habilidad y competencia en la reali-zación
de una tarea, de modo que es un concepto orientado hacia la acti-vidad53.
Dentro del ámbito catalográfico hay que acotar más la definición. En
este sentido, la calidad de la catalogación en el ámbito de las bibliotecas
48 ISO 8402: 1994, Quality Management and Quality Assurance, vocabulary.
49 Cfr. SHEWAWRT. A, .: Economic Control on Quality of Manufactured Product, Van
Nostrand Reinhold, Nueva York, 193 1.
50 Ros GARCIAY, .: Katálogos en línea de acceso público)),R evista Española de Do-cumentación
Científica, v. 14, n. 2 (1991), pp. 121-141.
51 MORRISS.,: Cataloging Quality: A Library of Congress Symposium, Library of Con-gress
Cataloging Forum, Washington, DC, 1995.
52 CAILLEAMUX. e,t al.: Cuide pratique pour l'evaluation de la qualite des activites do-cumentaires,
L'Association des Professionnels de L'information et de la Documentation,
París, 1995.
53 El profesor W. J. González considera necesario trazar la distinción entre "calidad
y "progreso" en aquellas actividades dirigidas hacia fines. Así, la calidad se orienta hacia
la actividad, mientras que el progreso se orienta hacia el resultado. Cfr. GONZÁLEWZ, . J.:
[[Progreso científico, autonomía de la Ciencia y realismo», Arbor, n. 532, v. 135 (1990), pp.
91-109.
Cavacterización del concepto de «calidad» en la catalogación descriptiva ... 335
universitarias es la creación consistente de un registro bibliográfico pre-ciso
y extenso, destinado a un investigador de alto nivel y recuperable por
todos los usuarios, tanto en el presente como en el futuro (con adaptacio-nes
mínimas si es necesario).
En definitiva, se puede afirmar que cuando hablamos de calidad de
productos y servicios, la caracterización de la misma depende del contex-to
en el que se sitúa: para un cliente por ejemplo, la calidad de un pro-ducto
reside en la capacidad de tal objeto de satisfacer sus necesidades a
un coste aceptable. Por lo que respecta a la gestión del proceso de elabo-ración,
la calidad consiste en la capacidad de fabricar a menor coste los
productos que satisfacen las necesidades del cliente. En la empresa, la
"calidad total" supone la mejora permanente de los productos y servicios,
la eficacia de funcionamiento, y la pertinencia de los objetivos relaciona-dos
con la evolución de su entorno.
Las definiciones de "calidad": el modelo categorial de D. Gawin y la concepción
%dimensional" de K. Smart
K. Smart, K. Seawright y K. DeTienne54h an propuesto un esquema es-tructural
para estudiar el concepto de calidad. Utilizan el modelo "bidi-mensional"
de K. Seawright y S. Young, sobre el que aplican las seis cate-gorías
principales de las definiciones de calidad propuestas por D. Garvin:
calidad transcedente; calidad basada en el proceso de manufactura; cali-dad
basada en el producto; calidad basada en el cliente; calidad basada en
el valor; y calidad estratégica55. Se exponen, a continuación las caracteri-zaciones
de cada una de ellas, reservando la calidad de diseño para un tra-tamiento
posterior más detenido, aplicado específicamente al ámbito de
la catalogación descriptiva.
a) La calidad transcendente (transcendent quality). Para autores co-mo
B. Tuchman y R. Pirsig se trata de un tipo de calidad subjetiva y ex-s4
SMARTK,. L., SEAWRIGHK.T K, . y DETIENNKE. ,B .: ((DefiningQ uality in Technical
Communication: A Holistic approach)), Technical Communication, v. 42, n. 3 (1995), pp.
474-48 1.
Cfr. GARVIND,. : «What does "product quality" really mean?))S, loan Management
Review, v. 25 (1984), pp. 25-43.
- GARVIND.,: (~Competingo n the eight dimensions ofq uality~H, awavd Bussiness Re-view,
v. 65 (1987), pp. 101-109.
- GARVIND,. : Managing Quality: the strategic and competitive edge, The Free Press,
Nueva York. 1988.
336 Antonio Bereijo
terna56, sin embargo, cabe objetar que es más bien una calidad intrínseca
y objetiva, ya que la evaluación se realiza sobre un objeto con un valor re-al
per se que de ninguna manera es efímero ni íntimamente variable. Se-gún
la perspectiva transcendente, la calidad es sinónimo de "excelencia
innata". Quienes propugnan esta visión afirman que la calidad no puede
ser definida con precisión5', se trata de una propiedad no analizable que
aprendemos a reconocer sólo a través de la experiencia, de tal forma que
únicamente puede ser entendida tras haber observado una serie de obje-tos
con características concretass8.
b) La calidad basada en el proceso de manufactura (manufacturing-based
quality). Se trata de un tipo de calidad objetiva que puede ser inter-na
o externa. Las definiciones centradas en este tipo de calidad parten de
la ingeniería y de los procesos de fabricación. Se identifica entonces la ca-lidad
como el grado de ajuste a requisitos tanto internos como externos
(adaptación a requerimientos de los usuarios). Cuando se ha establecido
un diseño cualquier desviación del mismo implica una reducción de la ca-lidad.
c) La calidad basada en el producto (product-based quality). Es de-cir,
la calidad entendida como variable medible y precisa, de tal mane-ra
que las diferencias en la calidad reflejan divergencias en la cantidad
de algún elemento que posee el producto. Este tipo de calidad conduce
a una dimensión jerárquica o vertical de la calidad. Los bienes pueden
ser jerarquizados de acuerdo al número de atributos deseados que po-seen.
Así las diferencias de calidad podrían ser tratadas como diferen-cias
de cantidad. De esto se deduce que la mayor calidad sólo puede ser
conseguida a mayor coste. Porque la calidad refleja la cantidad de ele-mentos
que un producto contiene y porque estos elementos son costo-sos
de producir. La calidad es vista como una característica inherente de
los bienes más que como algo atribuible a ellos. Este tipo de calidad re-
56 Cfr. TUCHMABN. W, .: «The decline of qualityn, New York Times Magazine (2-11-
1980), pp. 38-47.
Cfr. PIRSIGR, .: Zen and the art of motorcicle maintenance, Bantam Books, Nueva York,
1974.
57 Véase también en D. Marchand. Cfr. MARCHANDD.: ,~ ManagingIn forrnation Qua-lity)),
en WORMEL1L. ,( ed.), Information quality: definitions and dimensions, Pvoceedings of
a NORDINFO Seminar, Roya1 School of Librarianship, Copenhague, 1989, Taylor Graham,
Londres, 1990.
Cfr. PIRSIGR, . M.: Zen and the art of motorcicle maintenance, Bantam Books, Nueva
York, 1974.
58 Existe con respecto a este tipo de calidad una importante objeción de carácter ter-minológico-
conceptual. Lo "transcendente" es, por definición, lo que "no es inmanente",
de modo que rebasa su contexto: tiene valor como tal.
Caracterización del concepto de «calidad» en la catalogación descriptiva ... 337
fleja la presencia o ausencia de elementos medibles de producto y pue-de
ser valorada objetivamente. Se trata, por tanto, de un tipo de calidad
objetiva y externa.
d) Calidad basada en el cliente (user-based quality). Es un tipo de ca-lidad
subjetiva y externa. Las definiciones de calidad basadas en los usua-rios
se asientan en la idea de que los usuarios tienen diferentes necesida-des
y que aquellos productos que satisfacen mejor sus necesidades
presentan mayor calidad. Esta concepción ha conducido a la noción de
los ideal points en la literatura de mercadotecnia, es decir, a las combina-ciones
determinadas de elementos que proporcionan la más alta satisfac-ción
a un consumidor específico. En la literatura económica el concepto
ha sido tratado en la idea de que las diferencias de calidad son expresadas
por cambios en los gráficos de demanda de producto.
Sin embargo, el concepto de los ideal points presenta problemas de ca-rácter
práctico: cómo añadir una amplia variedad de preferencias indivi-duales
para que nos conduzcan a definiciones significativas de calidad al
nivel de mercado, cómo distinguir aquellos atributos del producto que re-flejan
calidad de aquellos otros que simplemente maximizan las expecta-tivas
del usuario. El problema añadido se resuelve normalmente asu-miendo
que los productos de alta calidad son aquellos que satisfacen
mejor las necesidades de la mayoría de los usuarios. Un producto que ma-ximiza
las expectativas de los usuarios es ciertamente preferible a otro
que satisface menos necesidades pero ello no implica que sea necesaria-mente
mejor. La naturaleza de este tipo de calidad y el peso de sus com-ponentes
subjetivos y externos la convierten en un elemento sometido a
constantes variaciones. Así, por ejemplo, la durabilidad como rasgo de ca-lidad
no siempre fue tan apreciada como en nuestro tiempo. Los bienes
duraderos fueron, en principio, posesiones de los más pobres; sólo los in-dividuos
de clases acomodadas podían disponer de productos que reque-rían
frecuentes reparaciones. El resultado fue que la asociación entre du-rabilidad
y calidad inferior sólo ha cambiado a partir de la Revolución
Industrial con la producción en masa de bienes de lujo. Este elemento nos
conduce también a advertir una nueva característica de la calidad: su his-toricidad59;
es decir, la mutabilidad de los parámetros que la caracterizan
a lo largo del tiempo.
e) La calidad basada en el valor (value-based quality). Para K. Smart,
se trata de una categoría de calidad subjetiva y externa que indica que la
calidad puede definirse en términos de costes y precios. De acuerdo a es-
59 Sobre la noción de "historicidad, cfr. GONZALWEZ. ,J . (ed.), Acción e Historia, Pu-blicaciones
Universidad de A Coruña, A Coruña, 1996.
338 Antonio Bereijo
ta visión, para Ishikawa60 y Broh61, un producto de calidad es el que pro-vee
la satisfacción del cliente a través del rendimiento a un precio acepta-ble
o conformidad a un coste asumible. Se plantea de este modo la rela-ción
calidad-precio.
Sin embargo, "la calidad basada en el valor" es, en sentido estricto,
una calidad objetiva e interna, que también se puede estimar desde un
perspectiva externa. Puede suscitar en el usuario una valoración subjetiva
o intersubjetiva. El producto puede ser evaluado por una serie de carac-terísticas
objetivas que le confieren un mayor o menor valor y que no
siempre guardan una relación directa con los costes de fabricación o con
su precio de venta.
f) Calidad estratégica (stuategic quality). Este tipo de calidad podría
ser definido como una síntesis de aspectos de los anteriores tipos de cali-dad,
es decir, se utiliza la calidad como parámetro para diferenciar un
producto de otras ofertas competitivas: la oferta de un producto que su-pere
la calidad de otros productos o servicios del mercado. D. Garvin su-giere
que una compañía puede alcanzar una ventaja competitiva supe-rando
las ofertas de sus competidores en las distintas dimensiones de
calidad estudiadas anteriormente. Se trata de un tipo de calidad subjetiva
y externa62.
EL DISENO DE OBJETIVOS EN EL MARCO DEL SISTEMA TÉCNICO DE CATALOGACIÓN
Para hacer posible la aplicación del concepto de calidad en el ámbito
catalográfico y el análisis del concepto de calidad de objetivos, es necesa-rio
caracterizar previamente el proceso de catalogación descriptiva a tra-vés
de la aproximación al marco conceptual en el que se integra así como
de la distinción de sus partes constitutivas.
A partir de instrumentos conceptuales suministrados por la Filosofía
de la Tecnología, se puede afirmar siguiendo a M. Quintanilla que este ti-po
de procesos se desarrollan en un sistema técnico (ST = <C,A,O,R>)q ue
puede ser caracterizado como una entidad concreta individual (Departa-mento
de Proceso Técnico) y que se caracteriza por sus componentes C
(analista, director de departamento + doc. primario + sistema informáti-
60 Cfr. ISHIKAWKA.:, ¿What is Total Quality Control?,P rentice Hall, Englewood Cliffs,
NJ., 1985.
6 1 Cfr. BROHR, . A,: Managing Quality for higher profits, McGraw Hill, Nueva York,
1982.
62 Cfr. GARWND,. : Managing Quality: the strategic and competitive edge, The Free
Press, Nueva York, 1988.
Caracterización del concepto de «calidad» en la catalogación descriptiva ... 339
co); el conjunto de procesos e interacciones A (proceso catalográfico pro-piamente
dicho) que definen su estructura; los objetivos O que se preten-den
alcanzar con el sistema; y, los resultados R que se logran (registros ca-talográficos,
catálogos bibliográficos).
Mediante la aplicación de este esquema, un Departamento de Proce-so
Técnico que desarrolla tareas catalográficas puede considerarse co-mo
un "sistema". Dentro de éste, los componentes C del sistema son los
directores de departamento y analistas, como agentes intencionales u
operadores del sistema, que definen el conjunto O de objetivos del siste-ma
y realizan un subconjunto de acciones (A, A', A") que, para M. Quin-tanilla,
"consisten en acciones de control o gestión del sistema". Para
nuestros fines, los agentes intencionales son los responsables del Depar-tamento
de Proceso, que no se limitan a una mera función de control si-no
que, a partir de la información obtenida de la evaluación de resulta-dos
(incluyendo la valoración de los usuarios), junto con la evaluación
de procesos definen los objetivos del sistema y diseñan productos que
los satisfagan.
La distinción entre objetivos y resultados resulta de gran importancia,
para M. Quintanilla, los objetivos son "el conjunto de estados de cosas que
se supone que el funcionamiento del sistema debe producir", y los resul-tados
el "conjunto de estados de cosas que realmente consigue producir el
sistema"63. Así se puede afirmar que las desviaciones producidas entre ob-jetivos
y resultados indican el grado de eficacia de la organización, de los
procesos y del diseño de objetivos, en este último caso, la eficacia de un
determinado diseño de objetivos que se materializa en el diseño de pro-ducto
viene determinada por las modificaciones que deben ser nue-vamente
introducidas en la fase de diseño de objetivos y, consecuente-mente,
en la fase de proceso para obtener determinados resultados que
incrementen de calidad.
Otro indicador de calidad que interviene en el diseño de objetivos es el
concepto de eficiencia, que establece la relación entre el valor de los re-sultados
conseguidos y el coste de la acción llevada a cabo para su reali-zación.
Sin embargo, este parámetro presenta dificultades de aplicación
en el ámbito de la calidad de diseño, por su dependencia de factores ex-ternos.
Así, por ejemplo, el producto catalográfico más costoso (un regis-tro
descriptivo extenso dotado de una serie completa de puntos de acce-so)
puede no ser el más valioso, podría ser rechazado por el usuario al
considerarlo excesivamente complejo o generar problemas de recupera-ción
una vez insertado en la base de datos.
63 QUINTANILLA, M. A.: «El concepto de progreso tecnológico)), pp. 377-390.
340 Antonio Bereijo
Cada sistema técnico se configura, pues, como un sistema de infor-mación,
en tanto que resulta imprescindible obtener datos de cada una de
sus partes constituyentes para actuar sobre el diseño de objetivos. Esta in-formación
proviene, en primer lugar, de la valoración objetiva de las ca-racterísticas
del producto obtenido; en segundo término de la evaluación
del producto por parte de los usuarios, y en tercera instancia, de la eva-luación
del proceso en sí mismo considerado. Otros aspectos que no de-ben
ser soslayados son la propia estructura funcional de departamento de
catalogación, sobre la que también se deberá actuar al introducir cambios
en el diseño de objetivos, y los costes de los procesos.
Se puede afirmar que para optimizar el funcionamiento de un sistema
técnico se necesita de la información obtenida por medio del análisis de
los tres planos siguientes; a) diseño; b) procesos; y c) productos o resulta-dos.
Desde una perspectiva de análisis de sistemas técnicos, el proceso ca-talográfico
debe ser considerado como resultado de una tarea previa de
diseño de objetivos caracterizada por su historicidad, es decir, el diseño de
objetivos tiene un carácter dinámico: sus cambios se producen a partir de
procesos de retroalimentación cuyo fin es mantener el equilibrio del pro-pio
sistema donde se produce. El diseño de objetivos se configura así co-mo
un elemento de importancia clave en las tareas de control de calidad.
LA CALIDAD BASADA EN EL DISENO
Como es sabido, los registros catalográficos son productos documen-tales
realizados en el marco de las actividades de control bibliográfico.
Son representaciones condensadas de documentos primarios, resultado
de un complejo proceso de naturaleza intelectual de carácter analítico-pres~
r ipt ivoU~n~a. vez que estos objetos catalográficos se integran en el
catálogo, actúan como elementos constructivos y funcionan como unida-des
de representación y de acceso a documentos primarios.
Para K. Smart, la calidad basada en el diseño (Design based) es un ti-po
de calidad objetiva y puede ser interna o externa65. Se ha señalado que
64 El carácter analítico del proceso catalográfico viene dado porque entraña una ta-rea
de selección de los distintos elementos presentes en las fuentes de información del do-cumento
primario. Este proceso presenta también un componente pvescriptivo porque la
selección y extracción de elementos se realiza atendiendo a las indicaciones de un deter-minado
código catalográfico.
65 Cfr. S M ~ KT.,, S EAWRIGKH. KT., y DETIENNEK, . B: ~Definingq uality in technical
communication: a holistic approach)), Technical Cornmunication, v. 42, n. 3 (1995), pp.
474-48 1.
Caracterización del concepto de «calidad» en la catalogación descriptiva ... 34 1
el término Design based es más correcto que Manufacturing based utiliza-do
por D. Garvin66, ya que el primero se ajusta más a las tareas desarro-lladas
por analistas que centran su actividad principalmente sobre aspec-tos
de diseño, si bien más dentro de esquemas estructurales predefinidos,
que en operaciones de manufactura.
El concepto de calidad basada en el diseño de objetivos presenta en el
ámbito de la catalogación descriptiva original un doble plano: un primer
nivel denominado calidad de contenido, y un segundo nivel llamado cali-dad
de acceso. En lo que concierne al análisis formal, este segundo nivel,
se ocuparía de la evaluación de los puntos de acceso del registro catalo-gráfico:
los encabezamientos secundarios (encabezamientos descripti-
VOS)^^ redactados conforme a indicaciones de las Reglas de Catalogación
(RC) pero no de los elaborados en procesos de análisis de contenido (in-dización).
Obviamente, tampoco se incluirían las notaciones numéricas
desarrolladas a partir de sistemas clasificatorios, procedimientos estos ú1-
timos que pertenecen al ámbito del Análisis de Contenido.
Por lo que respecta a la calidad de contenido en el diseño de objetivos,
presenta los siguientes componentes con características objetivas e inter-nas:
a) calidad nomográfica, derivada del grado de ajuste a normas orto-gráficas68;
b) calidad nomotécnica, que vendría dada por la adecuación a
normas catalográficas y a formatos de intercambio electrónico MARC; y
c) calidad informativa relacionada con los contenidos intelectuales pro-piamente
dichos.
La calidad nomográfica y nomotécnica
Ambos tipos de calidad responden al nivel de concordancia entre el
contenido formal de los registros catalográficos en relación a estándares
predefinidos. Así, la calidad nomográfica, es aquella definida por el grado
de ajuste a normas ortográficas y tipográficas, pero atiende también a as-pectos
de presentación formal de los datos catalográficos, bien sea en for-ma
de tarjeta, o bien en la pantalla de ordenador. Su objetivo es facilitar
la lectura y comprensión del registro por parte del usuario. Por lo que ata-ñe
a la calidad nomotécnica vendría determinada por la correcta inter-pretación
y aplicación de las normas catalográficas, formatos electrónicos
Cfr. GARVIND, . A.: «What does "product quality" really mean?»,o p. cit.
6 ' Cfr. BENEMANWN. E, .: «The Cathedral factor: excellence and the motivation of ca-taloging
staffn, Technical Sewices Quartedy, v. 10, n. 3 (1993), pp. 17-25.
Sobre la importancia de este componente, véase HAYESR,. M. y BECKEJR.:, Hand-book
of data processing for libraries, Wiley-Becker-Hayes, Nueva York, 1970.
342 Antonio Bereijo
de transferencia de datos bibliográficos (MARC) así como de los procedi-mientos
específicos establecidos en cada unidad de pro~esamiento~~.
Esta exigencia de ajuste entre norma y producto tiene amplios ante-cedentes.
Las primeras definiciones de calidad se centraban en los proce-sos
de manufactura. Se trataba de lograr que las distintas fases de tales
procesos se ajustasen a especificaciones de diseño preestablecidas. En es-te
sentido, los primeros trabajos de G. Radford señalan la importancia de
esta concordancia entre los productos manufacturados con respecto a las
normas establecidas70. A este respecto W. Deming aplica el uso de instru-mental
estadístico que evalúa la estabilidad de los procesos de produc-ción,
determinando si los objetos producidos responden a normas de ca-lidad71.
El nivel de adaptación a las normas se mide por el grado en que un
producto cumple con las especificaciones predeterminadas de diseño, es-tablecidas
generalmente dentro de cada sistema de información. P. Crosby
amplía esta definición para incluir normas externas específicas para usua-rios72.
LOS primeros intentos de normas de la comunicación escrita in-cluían
el uso de medidas predictivas, tales como fórmulas de legibilidad,
aunque las investigaciones recientes sugieren que la predecibilidad y la
utilidad de las fórmulas de legibilidad son limitadas73. Estas normas de
carácter interno son complementadas por las ISO 9.000 de certificación
interr~acional~~.
69 El término "procedimiento" se ha utilizado en el sentido definido por la norma
ISO 8402 "forma específica de llevar a cabo una actividad, en Norma ISO 8402:1994
Gestión de la Calidad y Aseguramiento de la Calidad, Vocabulario, AENOR, Madrid,
1995, p. 8.
70 Cfr. RADFORGD., S.: The control of Quality, The engineering magazine, Nueva York,
1917. Cfr. RADFORDG., S.: The control of Quality in manufacturing, Ronald, Nueva
York, 1922.
71 Cfr. DEMINGW, . E.: Out of the crisis, Massachusets Institute of Tehnology Center
for Advanced Engineering Study, Cambndge, MA, 1986.
72 Cfr. CROSBYP,. B.: Quality is free: the art of making quality certain, McGraw-Hill
Book Company, Nueva York, 1979.
73 Cfr. GILEST, .: «The readability controversy: a technical wnting review)),J oumal of
Technical Writing and Communication, v. 20 (1990), pp. 131-139.
74 Las normas ISO 9000 son un estándar internacional a través de las cuales las
compañías documentan su diseño y procesos de producción. Requeridas a las compañías
que desean competir internacionalmente, especialmente en Europa, la certificación de-manda
adhesión a un proceso consistente, no necesariamente a uno que asegure la cali-dad.
Sin embargo los requerimientos de la ISO 9000 han promovido la discusión sobre
la calidad entre los comunicadores técnicos. Otras normas relacionadas con la calidad
son la ISO 8.402, NF EN ISO 290001-1,NF EN ISO 9004-1, NF EN ISO 9001, NF EN ISO
9002, NF EN 29004-2, NF X 50-122-3, NF X 50-122-4. Cfr. CAILLEAUMX., ,e t al., Guide Pra-tique
pour lévaluation de la qualité des activités documentaires, ADBS Editions, París,
1995.
Caracterización del concepto de «calidad» en la catalogación descriptiva ... 343
La calidad informativa
La calidad informativa de los registros catalográficos está en rela-ción
directa con su contenido informativo y con los enlaces de cada re-gistro
con otros elementos del catálogo. El contenido informativo, a su
vez, depende del nivel de detalle utilizado. Los propios códigos catalo-gráficos
establecen tres niveles de detalle distintos, de complejidad pro-gresiva,
que configuran tres esquemas diversos de registros en función
de la amplitud de su contenido informativo. La elección y aplicación de
uno u otro tipo depende entre otras razones del perfil de usuario a quien
vayan dirigidos, de las características internas de la unidad informativa,
etc. Cada uno de estos niveles descriptivos debe ajustarse, al menos des-de
un plano teórico, a unos perfiles concretos de usuarios, entendiendo
por tales aquellos grupos de usuarios con expectativas y necesidades de-finidas.
Desde un punto de vista interno de la calidad resulta más fácil obtener
mayor incremento en la calidad nomográfica y nomotécnica aplicando un
esquema descriptivo abreviado. Por el contrario, el incremento en la cali-dad
informativa supone mayores exigencias en la calidad nomográfica y
nomotécnica, puesto que, como ha señalado Nicholas Rescher, el error
aumenta con la informatividad75. Sin embargo, desde un punto de vista
externo, un modelo descriptivo extenso puede que no satisfaga plena-mente
las necesidades del usuario y en tal caso éste puede juzgarlo nega-tivamente.
Si la calidad se mide exclusivamente por el grado de satisfacción de las
expectativas del usuario, existirán tantos modelos de calidad como grupos
de usuarios con demandas de información similares. Estaríamos aquí va-lorando
la calidad transcendente de D. Garvin. Como se ha señalado, esta
categoría describe una calidad de "excelencia innata", y asume que los in-dividuos
pueden percibir o reconocer la calidad cuando existe aunque no
puedan definirla. A efectos evaluativos, debido a la naturaleza compleja
de esta dimensión, no es posible utilizar esta categoría de modo aislado
para medir niveles de calidad.
Puede afirmarse, por tanto, que el modelo conceptual de calidad
comprende por una parte un modelo de calidad centrado en el usuario
y otro centrado en el producto. Dada la importancia que desde el pun-to
de vista de la calidad de diseño tiene la elección de un adecuado ni-
75 Este autor señala que un aumento de alcance sólo se puede lograr al coste de un
incremento en la frecuencia de funciones mal desempeñadas, cfr. RESCHENR.:, La racio-nalidad:
una indagación filosófica sobre la naturaleza y la justificación de la razón, Tecnos,
Madrid, 1993.
344 Antonio Bereijo
ve1 descriptivo se presentan a continuación un análisis de los distintos
planteamientos que sobre esta cuestión han sido aportados en los últi-mo
años.
Por lo que respecta a diseño del registro catalográfico, es decir, su es-tructura,
partes componentes y extensión de los datos que compilan, dos
de los códigos catalográficos vigentes, AACR2 y RC, plantean opcional-mente
tres niveles de detalle distintos para la catalogación. En este senti-do,
en cuanto al volumen de información que cada registro debe contener,
pueden rastrearse en la literatura especializada tres líneas claramente di-ferenciadas
en lo relacionado con la conveniencia de seleccionar el nivel
descriptivo idóneo. Estos planteamientos podrían ser denominados como:
a) planteamientos reduccionistas; b) posiciones adaptacionistas; y, c) pro-puestas
maximalistas.
En los planteamientos reduccionistas sus partidarios abogan por ofre-cer
descripciones breves, siempre en función del tipo de centro informa-tivo,
de modo que conduzcan al usuario directamente al documento que
busca, evitando pérdidas de recursos en amplias descripciones, esto per-mitiría
destinar más recursos a la asignación de un mayor número de
puntos de acceso al documento. No se trata de un planteamiento recien-te.
En el primer tercio del S.XX el bibliotecario norteamericano Andrew
Osborn introduce en la Biblioteconomía los principios del Pragmatismo
filosófico, a partir de cual desarrolla la Teoría Pragmática de la Cataloga-ción,
en la que propone descripciones sencillas al sostener que el lugar
más idóneo para un registro detallado es una bibliografía especializada y
no un catálogo bibliotecario76.
En nuestro país esta es la postura que adoptan entre otros Y. Ríos,
quien señala que "una descripción bibliográfica detallada no es necesa-ria
en ninguna de las fases, excepto para muy pocos usuarios que suelen
ser bibliógrafos y necesitan consultar trabajos originales siempre que sea
posible"77 por lo que "la identificación precisa y detallada en el 99,9% de
76 Para H. Gallagher, quien recoge el pensamiento pragmático de A. Osbom, las des-cripciones
demasiado completas producen los siguientes efectos: ".. .pérdida de tiempo,
revisiones innecesarias, dificultades para los usuarios, pérdida de recursos y aumento en
la cantidad de materiales no catalogados (backiogs)", en GALLAGHHE.R M, .: «Dr.Osborn's
1941 "The crisis in cataloguing": a shift in thought toward american pragmatism)), Cata-loging
& Classification Quarterly, v. 12, n. 3-4 (1991), p. 25.
77 &os GARCÍAY.,: «Catálogos en línea de acceso público», Revista Española de Do-cumentación
Científica, v. 14, n. 2 (1991), pp. 121-141.
Caracterización del concepto de «calidad. en la catalogación descriptiva ... 345
los casos y el coste del detalle en el restante 0,1% no justifica su uso uni-versaY78.
En la misma línea se pronuncia R. Hafter al señalar que, si los
registros locales son demasiado completos, debido frecuentemente a una
"observancia demasiado entusiasta de las convenciones de catalogación
nacionales y locales", pueden atascar el sistema del que forman parte re-quiriendo
purgados en otras instituciones si los registros son comparti-dos,
con la consiguiente pérdida de tiempo y recursos79. Desde el punto
de vista del usuario, B. Gerry ha señalado que "la Ley de Zipf establece
que las personas no sólo minimizan los esfuerzos de búsqueda sino que
tampoco necesitan ni desean toda la información sobre una materia de-terminada"
a0.
Para A. Sed, P. Bryant y C. Hall, citados repetidamente en la literatu-ra
profesional pero también severamente criticados por la falta de validez
externa de sus resultadosal, "sus investigaciones en la Universidad de
Baths2 muestran que cerca del 97% de las necesidades normales de los
usuarios, tanto lectores como bibliotecarios, quedan satisfechas con un
registro que contenga sólo un mínimo de descripción bibliográfica"a3. Au-tores
como D. Busquetsa4 y M. Muñóz Felius5 recogen y comentan am-pliamente
este modelo86.
En esta categoría de registros bibliográficos reducidos quedarían com-prendidos
los siguientes esquemas catalográficos: el denominado Core Bi-
B. Line afirma que "precise identification of any item is possible without de-tailed
bibliographic description in 99,9% of cases, and the cost of detail in the remanining
0,1% does not justify its universal use", en LINEM, . B.: ~Satisfymgb ibliographic needs in
the future: from publisher to usen, Catalogue & Index, Otoño-Invierno (1988), pp. 10-14.
79 HAFER, R.: Academic Librarians and Catalo-g in-g Networks, Greenwood, Nueva
York, 1986.
80 PETERST,. A.: The online catalog: a critica1 examination ofpublic use, McFarland &
Company, Jefferson, Carolina del Norte 1991. Cita a GERRYB, .: Online information sys-tems:
use and operating characteristics, Iimitations, and design alternatives, Information Re-sources
Press, Arlington, VA, 1983.
81 Cfr. SVENONIUE.S: ,( (BibliographicalC ontrol», en LYNCHM, . J. y YOUNGA., (ed.),
Academic Libraries: Research Perspectives, ALA, Chicago, 1990, pp 38-66, y en SVENONIUS,
E.: ~Bibliographice ntities and their use)), en BOURNRE., (ed.), Seminar on Bibliographic
Records: Proceedings of Seminar held in Stockholm, 15-16 August 1990, and Sponsored by
the IFLA UBCIM Programme and the IFLA Division of Bibliographic Control, K. G. Saur,
Londres, 1992, pp. 3-18.
82 Véase SEALA,. , BRYANPT. ,y HALLC, .: Full and short entry catalogues: library needs
and uses, Gower, Londres, 1982
83 Rfos GARCIYA.,, op. cit., pp. 121-141.
84 Cfr. BUSQUETDS.:, ((Losn iveles alternativos de los estándares bibliográficos», Re-vista
Española de Documentación Científica, v. 15, n. 2 (19921, pp. 155-173.
85 Cfr. Mu~ozF ELIUM, . C.: «Puntos de acceso en las Normas y prácticas catalográfi-cas
españolas», Documentación de las Ciencias de la Información, 19 (1993), pp. 235-242.
86 Sobre los distintos niveles de descripción bibliográfica, y la evolución de las dis-tintas
propuestas de simplificación véase el citado trabajo de D. Busquets.
346 Antonio Bereijo
bíiographic Record87, los k a n Records de Graham88 y los Sharply Contrac-ted
Bibliographic Recovds de Intnerg9.
Ya dentro de las posiciones adaptacionistas; se busca responder a las
necesidades específicas de cada unidad informativa. Intner lo ha concre-tado
en el modelo que denomina Fíoating Bibliographic Standard, cuya
aplicación permite según la autora cuestionar la idea de un prototipo des-criptivo
de validez general, partiendo del reconocimiento de que el ideal
de la catalogación no se limita exclusivamente a las normas catalográficas
sino a un conjunto de especificaciones que deben incluir estándares de en-trada
y salida de datos.
c) Finalmente, un tercer modelo descriptivo - e l denominado nzaxi-maíista-,
se caracterizaría por la creación de registros en un tercer nivel
descriptivo. Tal fórmula se apoya en la idea de que la reducción del nivel
de descripción conduce a una gran pérdida de funcionalidad en el regis-tro
bibliográfico, sobre todo cuando éste se halla integrado en sistemas en
línea. Sus argumentos se asientan en la idea de que adoptar fórmulas re-duccionistas
implicaría infrautilizar los recursos que la Tecnología pone a
disposición de las tareas de Análisis Documental. Autores como R. Fat-tahhi
y C. Poulsen mantienen esta posición90. Sheila Intner denomina es-te
modelo descriptivo como Expanded Bibliographic Record, que se desa-rrolla
como resultado del elevado grado de evolución tecnológica en el
diseño de programas informáticos que permiten el escaneado de tablas de
contenidos, la adición de sumarios y de un mayor número de entradas se-
87 Este modelo, desarrollado en Estados Unidos en el marco del Programa para la
catalogación Cooperativa, PCC, nacido en 1995 y en su precursor, el Consejo para la Ca-talogación
Cooperativa, busca recoger los elementos clave en los registros bibliográficos
omitiendo campos considerados no esenciales (Notas) o reduciendo sus contenidos en
otros casos (un sólo encabezamieno de materia se considera lo óptimo). Se ha estimado
que la aplicación de este tipo de registros resulta un 25% más rápida que la catalogación
a un tercer nivel. Cfr. THOMASS., E.: «The core bibliographic record and the Program for
Cooperative Cataloguing», en RIEMERJ,. H. (ed.), Cataloging and Classification Standards
and Rules, Haworth Press, Nueva York, 1996, pp. 91-108.
Este tipo de registros, que hemos traducido por "registros reducidos", se caracte-rizan
en términos de extensión por la transcripción de datos de portada, autor, titulo, y se
completan con la signatura topográfica. En términos de precisión, estos elementos debe-rán
transcribirse, designarse y ordenarse correctamente.
8' Este tipo de registro sena indicado para aquellas bibliotecas que realizan un gran
volumen de catalogación original, las ventajas según esta autora senan evidentes; mayor
rapidez en el trabajo de catalogación, ahorrando tiempo al personal catalogador y por tan-to
recursos económicos, al minimizar los atrasos en el procesamiento de materiales. Pue-de
verse al respecto INTNERS,. : «The Floating Standard: one answer to cataloging schi-zophrenia)),
Technicalities, v. 15, n. 6 (1995), pp. 7-9.
90 Cfr. POULSENC.,: ~Tableso f contents in library catalogs~L, ibrary Resources and
Technical Sewices, v. 40, n. 2 (1996), p. 137.
Caracterización del concepto de «calidad. en la catalogación descriptiva ... 347
cundarias y descriptores de materia, y ofrece versiones codificadas de de-talles
físicos e intelectuales susceptibles de ser integrados en programas
de recuperación.
En el contexto de bases de datos bibliográficas de uso compartido, R.
Hagler afirma que "el registro bibliográfico de la más alta calidad es ne-cesariamente
el más completo: el que incorpora la más alta proporción de
datos relevantes del documento y puntos de acceso útiles para el usua-riO1'
9l ,
Cualquiera que sea el esquema descriptivo seleccionado, para obtener
un diseño de calidad habrán de controlarse, según K. Smart, los siguien-tes
parámetros92: i) adaptación a las especificaciones, ii) estabilidad del
proceso, iii) niveles de defectos.
Respecto de la selección del tipo descriptivo más adecuado, deben
tenerse en cuenta en primer lugar las funciones del catálogo, sus pro-pósitos
y objetivos. Ciertamente, no se trata de un asunto novedoso,
Cutter expuso magistralmente hace casi un siglo una completa relación
de objetivos que el catálogo debería satisfaceP. Pero será S. Lubeztky a
mediados del siglo XX quien se plantea, una cuestión fundamental: {De-be
funcionar el catálogo como una herramienta de recuperación (Fin-ding
List) de los documentos que la biblioteca posee o como fuente de
referencia (Refeuence Too1)?94 Si debe funcionar como instrumento de
recuperación, basta una simple relación de entradas que permitan al
usuario encontrar un libro determinado bajo su autor y su título. Para
cumplir esta función sería suficiente una descripción a un primer nivel.
91 HAGLERR.:, The bibliographic record and information technology, Arnencan Library
Association, Chicago, 1997, p. 198.
92 Cfr. SMARKT., et al., op. cit.
93 Charles Cutter enuncia los principales objetivos de la tarea catalográfica de la si-guiente
forma:
i) To enable a person to find a book of which either
a) the author is known.
b) the title is known.
c) the subject is known.
ii) To show what the library has
d) by a given author.
e) on a given subject.
f) in a given kind of literature.
iii) To assist in the choice of a book
g) as to its edition (bibliographically)
h) as to its character (literary or topical).
En CUTTECRh, arles A.: Rules for a Dictionary Catalog, 4." ed., Government Printing Of-fice,
Washington, 1904.
94 Cfr. LUBETZKSY.: ,« The function of the catalog,,, College and Reseavch Libraries,
Mayo (1956), pp. 213-215.
348 Antonio Bereijo
En cambio, se considera que el catálogo debe funcionar como una ins-trumento
de referencia; cuando por ejemplo, el usuario no busca un li-bro
sino una obra determinada contenida en él (que podría ser editada
simultáneamente bajo diferentes títulos, o bajo diferentes títulos y bajo
diferentes seudónimos, cuando el autor no utiliza su nombre real o ha
cambiado su nombre a lo largo del tiempo). El catálogo también podría
indicar qué ediciones y qué traducciones posee la biblioteca de una obra
determinada y ofrecer además la capacidad para relacionar las distintas
ediciones de una obra y las diversas obras de un autor. En tal caso es ne-cesaria
una descripción bibliográfica más detallada, más compleja y
costosa que en el ejemplo anterior, obteniendo a cambio un instrumen-to
de localización de los recursos documentales de la biblioteca más
efectivo y fiable. En este último caso se sigue la concepción de P. Butler
de la "función bibliográfica de la biblioteca" en su caracterización del
catálogo como "una bibliografía de los libros de una determinada co-lección"
95.
Desde el punto de vista de la productividad, la Psicología industrial
también ha estudiado el problema, W. Beneman ha señalado que "cuando
más compleja es la actividad del catalogador, más productiva resultaV96.
En la misma línea, J. Brockner afirma que "los trabajadores que se cen-tran
en objetivos específicos y de gran dificultad son más productivos que
aquellos que se plantean objetivos difusos"97.
Si en un entorno "automatizado" se realiza una descripción a un pri-mer
nivel, se satisface a un amplio grupo de usuarios, si en cambio se re-aliza
a un tercer nivel (en determinado tipo de documentos, de especial in-terés
para la propia unidad informativa)98, se incrementa así el valor
añadido del producto y se satisface a un mayor número de usuarios.
Es, por tanto, fundamental, adaptar el producto documental a las ne-cesidades
del usuario. En este sentido, y con respecto a la visualización de
datos bibliográficos, los OPACs bibliotecarios ofrecen, en muchos casos,
95 BUTLERP.,: «The bibliographical function of the library)),J oumal of Cataloging and
Classification, v. 9 (1953), pp. 3-11.
96 BENEMANWN. ,E .: «The Cathedral factor: excellence and the motivation of catalo-ging
staffn, Technical Sewices Quarterly, v. 10, n. 3 (1993), pp. 17-25.
97 BROCKNEJR.:, Selfsteem at work: research, theory and practice, Lexington Books,
Lexington, Mass., 1988.
Los estudios realizados en los últimos veinte años sobre la circulación de do-cumentos
han mostrado que sólo una pequeña parte de la colección documental con-centra
el mayor uso de tal forma que sólo un 20% de la colección recibe el 80% de uso.
En términos estadísticos este fenómeno recibe se conoce como concentvation effect. Vé-ase
LANCASTEFR. W, .: Evaluación de la biblioteca, Madrid, ANABAD, 1996. Véase tam-bién
DANIELE,. H.: ((Qualityc ontrol of documents)),L ibrary Trends, v. 41, n. 4 (1993), pp.
644-664.
Caracterización del concepto de «calidad» en la catalogación descriptiva ... 349
tres posibilidades de presentación de registros que suponen importantes
variaciones entre ellos en lo que atañe a sus contenidos informativos. Pue-den
destacarse los siguientes tipos: i) simplificado; ii) en formato ISBD; y
iii) registro etiquetado MARC.
La Tecnología de la información incrementa progresivamente la capa-cidad
de memoria para el almacenamiento de datos, así como su veloci-dad
de procesamiento y las posibilidades de interconexión de catálogos.
Estos factores, unidos a un abaratamiento en los costes de los compo-nentes
electrónicos, permiten la elaboración de registros catalográficos
más extensos que pueden incluir tablas de contenidos al objeto de conse-guir
una explotación óptima de los recursos documentales existentes en
cada unidad informativa99. Una vez más, la iniciativa comercial conscien-te
de las expectativas de sus clientes explota convenientemente este tipo
de fórmulas, de tal manera que algunos catálogos en línea de grandes li-brerías
como Blackwell'sl00, ofrecen acceso a sumarios completos de este
tipo de obras (composite works)lOl.
A este respecto, la aplicación de fórmulas de descripción analítica en
el ámbito bibliotecario supondría una mejora importante. Así, en la in-vestigación
sobre los catálogos analíticos (analytic catalogs) de dos bi-bliotecas
universitarias danesas (la Roskilde University Library y la Spe-cial
Collection at the National Library), Claus Poulsen estima, que las
obras susceptibles de ser descritas por medio de catalogación analítica
(composite works) suponen entre un 10% y un 20% de la colección, lo
que supone un incremento porcentual de los puntos de acceso entre un
200% y un 600%lo2E. n suma, la adopción de fórmulas descriptivas abre-viadas
podría significar un ahorro económico pero también una pérdi-da
de recursos por la insuficiente explotación de los fondos que la bi-blioteca
contiene.
99 Cfr. LESK, M.: «The electronic context: libraries and the World Wide Web», en Li-ne,
M. (ed.), Librarianship and infomzation work worldwide: 1996-1997, Bowker Saur, Lon-dres,
1997.
'O0 BLACKWELOLN'SL INBEO OKSHOP:
http:// bookshop. blackwell. co.uk/, acceso 13/02/1999.
lo' C. Poulsen define este tipo de obras como "libros que contienen tablas de conte-nido
con al menos dos obras de un autor único o de diferentes autores", en POULSECN.:,
«Tables of contents in library catalogs: a quantitative examination of analytic catalogsn,
Library Resources & Technical Sewices, v. 40, n. 2 (1996), pp. 133-138.
'O2 Cfr. POULSECN.:, ((Tableso f contents in library catalogs: a quantitative examina-tion
of analytic catalogs~L, ibrary Resources & Technical Sewices, v. 40, n. 2 (1996), pp.
133-138.
350 Antonio Bereijo
En primer lugar hay que señalar que la rápida expansión de redes elec-trónicas
y el mayor grado de independencia que esto ha significado para
el usuario en sus demandas de información tienen importantes efectos so-bre
la calidad de los productos catalográficos. Los estudios evaluativos re-alizados
sobre este tipo de productos muestran un elevado porcentaje de
errores que tienen un efecto multiplicador cuando se hacen disponibles
en línea. Esta situación pone de relieve la ineficacia en la aplicación de po-líticas
de control de calidad sobre los procesos catalográficos. Provoca,
además, una larga serie de efectos negativos entre los que se pueden des-tacar
los siguientes; i) produce desconfianza en los usuarios obligándolos
a recurrir a otros servicios, ofrecidos en muchos casos por firmas comer-ciales;
ii) proyecta al exterior una imagen de ineficacia de la biblioteca y
de los profesionales que han elaborado este tipo de productos; y, iii) su-pone
también una pérdida importante de recursos económicos.
Hay que resaltar en segundo término, que la Tecnología informática
plantea en el ámbito bibliotecario importantes limitaciones. Supone para
el catalogador una pérdida de protagonismo sobre el diseño y elaboración
de catálogos y de bases de datos bibliográficas. Los llamados "sistemas
automatizados" producen en la actualidad pocos cambios en el núcleo
tecnológico de la biblioteca, por cuanto, no han sido capaces de lograr
una explotación óptima de los recursos documentales disponibles en ca-da
centro. La presencia de importantes atrasos en los gabinetes de cata-logación
sirve para demostrar este hecho. Más aún, el propio concepto de
"automatización" resulta también inapropiado cuando se aplica a proce-sos
de catalogación original, ámbito donde la Tecnología no ha consegui-do
reproducir eficazmente los complejos procesos intelectuales desarro-llados
por catalogadores expertos.
Finalmente, el control de calidad puede ser estudiado desde un plano
evaluativo pero también como un instrumento operativo que debe ser
aplicado sobre procesos, productos y servicios que se realizan en los cen-tros
de información. La progresiva disminución de presupuestos en bi-bliotecas,
junto a un cambio de mentalidad por parte de los usuarios,
plantean un mayor nivel de exigencias con respecto a la calidad de los pro-ductos
documentales. El propio concepto de "calidad total", muestra la in-suficiencia
en el uso del término "calidad cuando se aplica a un produc-to
o servicio determinado. De esta forma se manifiesta la necesidad de un
marco operativo más amplio que abarque, desde el proceso de diseño del
producto, su fase de elaboración y, el resultado final o producto propia-mente
dicho. Por lo que atañe a la "calidad de diseño de objetivos", pue-de
ser caracterizada como un conjunto de especificaciones que configu-
Caracterización del concepto de «calidad» en la catalogación descriptiva ... 35 1
ran la calidad de contenido y la calidad de acceso. Estas especificacio-nes
deben ser establecidas a partir de una evaluación de la calidad de re-sultados
que vendría determinada a su vez por una serie de elementos
externos como los usuarios, entendiendo por tales, a los usuarios indi-viduales,
a los usuarios como grupo, y a otras bibliotecas. Sin duda hay
otros elementos que intervienen en la calidad de resultados, como son
las normas catalográficas, formatos de intercambio, los protocolos de
transmisión de datos, etc. Pero ello requiere de un tratamiento específi-co
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