La relación epistolar entre Elías Seva Rafols
y Emilio Sáez (1 964-1 970)
CARLOSSÁ EZ
Universidad de Akalá
Después del fallecimiento de mi padre en 1988 inicié la labor de reu-nir
todo su material científico y personal, que se encontraba disperso en
diferentes lugares. En aquel momento tomé la decisión de agrupar todos
sus papeles y de intentar, dentro de mis posibilidades, una ordenación de
los mismos siguiendo criterios dictados por la pauta archivística más co-mún'.
Así, poco a poco fui reuniendo todo el material concentrándolo en
mi domicilio de Madrid, no sin ciertas dificultades pues se hallaba en va-rias
ciudades y despachos diferentes. Finalmente, el archivo quedó unido
y estructurado en siete apartados o secciones que, aunque no ordenadas
en su totalidad, ya resultan de utilidad para la investigación2.
l En los últimos tiempos se ha desarrollado un interés por los archivos familiares y
personales de científicos, políticos, nobles y de personalidades de otra variada índole. Prue-ba
de ello son algunas de las obras que siguen. M." Teresa DE LA PENAM AZARUEPaLpAel,e s de
D. Luis Araquistáin Quevedo en el Archivo Histórico Nacional, Ministerio de Cultura, Ma-drid
1983. El tema ha merecido hasta un manual y un reciente syrnposium especializado:
Olga GALLEGOM,a nual de archivos familiares, Anabad, Madrid 1993; 1 Simposium Los ar-chivos
familiares en España: estado de la cuestión, Asociación para la defensa del Patrimo-nio
Bibliográfico y Documental de Cantabria, Santander 1996. Esta última obra contiene
artículos de Aránzazu LA FUENTUER IÉN (Directora de la Sección Nobleza del Archivo His-tórico
Nacional), Vicente PONSA L&, Rosa M. BLASCMOA RTINEyZ V irginia M. CUÑACTIS CAR
(Profesores de las Universidades de Valencia, el primero, y de Cantabria).
Una primera valoración del contenido del archivo podrá verse en el volumen re-sultante
del Homenaje que se tributó a mi padre en Murcia y en Caravaca de la Cruz, su
Boletín Millares Carlo, núm. 17. Centro Asociado UNED. Las Palmas de Gran Canaria, 1998
Cavlos Sáez
En este sentido, hace algunos años di inicio a diversos trabajos basa-dos
en los fondos del archivo3 y en particular en una de sus más ricas sec-ciones,
la de la correspondencia personal y profesional. Las primeras car-tas
que edité son las que mi padre cruzó, a partir de 1948, con don Claudio
Sánchez-Albornoz, encontrándose este gran historiador ya en su destierro
argentino. De momento he publicado unas cincuenta cartas, que son sólo
una quinta parte del total, y en los próximos años espero completar la edi-ción
del fondo4.
En esta ocasión me ocuparé del fondo epistolar cruzado entre mi
padre y el profesor Elías Serra Rafols, gran investigador y vital para la
historia de las islas afortunadas5. La comunicación entre ambos his-toriadores
se desarrolla entre los años 1964 y 1970 y se compone de do-ce
cartas6, algunas de ellas bastante breves, cuyo contenido paso a co-mentar.
La primera carta del fondo es remitida por mi padre al profesor Se-rra
a finales de 1964. Su estructura me informa sin lugar a dudas v a
simple vista de su contenido, pues he visto muchas similares dirigidas
a otras personas. De hecho, está acompañada con un número escrito a
mano, el 125, que indica que por lo menos otras tantas personas reci-bieron
una carta similar'. Se trata, por tanto, de una circular que mi pa-dre
remitió a personalidades, historiadores de renombre y amigos, es-pañoles
y de infinidad de países europeos y americanos, con el fin de
pueblo natal, en mayo de 1998, con motivo del décimo aniversario dc su fallecimiento. En
dicho volumen se editará mi contribución al homenaje, titulada Metnoria Pvii>arln ilr 10 Es-critura.
El archivo de Emilio Sáez, en la que resumo con cierto detalle la estructura dcl ar-chivo,
acompañando la disertación con ejemplos gráficos.
De ellos somos autores tanto quien escribe como alguno de mis discípulos cola-boradores.
Quedan relacionados con detalle en el artículo de la nota anterior, que Iio\ se
encuentra en prensa.
Los tres trabajos que he dedicado a esta correpondencia epistolar han aparecido
en la revista que dirijo en la Universidad de Alcalá: Episrolmio de Clniidio Sá~~clzez-All~or-noz
y Emilio Sáez-I (1948-1949), «Signo» 3 (1996) pp. 200-215; 11 (1950-1951), (<Signo,4)
(1997) pp. 273-289 y 111 (1952-1954), «Signo» 5 (1998) pp. 203-215. En el siguiente nú-mero,
correspondiente al año 2000, editaré las misivas correspondientes a los años 1955
al 1958.
Este trabajo fue inicialmente enviado a las I Jornadas Rrrbicenses, convocatias en
Lanzarote en homenaje a la figura de Serra Rafols, a las que no pude acudir personal-mente.
Agradezco desde aquí al profesor Oswaldo Brito González, Director Ejecutivo del
VI Centenario, su amable invitación a participar con una comunicación en las Jornadas
Rubicenses y su interés por conocer esta parcela del epistolario de mi padre.
6 Conservo los originales de las cartas enviadas por el Dr. Serra así como una copia,
confeccionada con papel carbón, de las de mi padre. Aquí se harán únicamente algunos
comentarios críticos a dichas cartas y en otra ocasión se procederá a su edición en un me-dio
más apropiado.
7 En realidad fueron bastantes más.
La relación epistolar entre Elías Serra Rafols y Emilio Sáez (1964-1970) 149
recabar colaboraciones para la revista que acababa de fundar en el año
el «Anuario de Estudios Medievalesd. Se dirigía así mi padre a
Don Elías:
... Nos gustaría mucho que colaborara Vd. en uno de los volúmenes
próximos de esta revista, que puede ser el 111, el cual entrará en prensa
en el mes de septiembre de 1965, para salir en marzo del 66. Puede Vd.
enviarnos un artículo sobre un tema cualquiera de historia medieval,
bien canaria o catalana. En este último caso, puede ir redactado en ca-talán...
9
Efectivamente, en unos años en los que el franquismo todavía era
fuerte, mi padre, oriundo de Murcia, ofrecía a los científicos originarios
de Cataluña la posibilidad de publicar sus investigaciones en su lengua
natal, algo que en aquellos tiempos pocos se planteaban. Y de hecho fue
el «Anuario» la primera revista académica editada en Barcelona que pu-blicó
artículos en catalán. El profesor Serra aceptó la invitación de cola-borar
en la revista y ofreció dos artículos:
... Con mucho gusto colaboraré en su «Anuario de Estudios Medieva-les
» ... Yo tengo varios temas y si unos prefiero publicarlos en catalán, co-mo
Vd. me ofrece (La col.legiata de Sant Feliu de Girona), otros no tengo
escrúpulos en redactarlos en castellano (La repoblación de las Islas Ca-narias
...'O
Poco después respondía mi padre a esta carta aceptando ambos tra-bajos
y urgiendo su envíoH, pero el profesor Serra demoró en su colabo-ración,
pues ocho meses después se repite la petición de ambos trabajos'2.
A ella respondió D. Elías:
... Hice mal en comprometerme en lo que no he podido cumplir. No
obstante, le prometo hacer un esfuerzo en esas próximas vacaciones y
mandarle algo, que si no va en un «Anuario», irá en otro ...J3
Poco después insistía en idénticos términos:
... Sigo en intención de cumplir mis promesas. Pero ha de tener en
cuenta que en 1963 prometí publicar enseguida el tomo 111 del CANA-El
primer número de la misma correspondió efectivamente a 1964.
9 Carta n." 1. 1964, noviembre 24.
lo Carta n." 2. 1963, diciembre 20.
l1 Carta n." 3. 1965, febrero 6.
l2 Carta n." 4. 1965, octubre 28.
'3 N.O 5, tarjeta postal. 1965, noviembre 14.
Cavlos Sáez
RIEN y también el 111 de ACUERDOS DEL CABILDO DE TENERIFE. Es-tamos
en 1966, ambos están listos, impresos, pero todavía pendientes de
cosido, reparto: unos meses! Ha poco se repartió la ((Revista de Historia
Canaria)) 1963/64, que no sé si llegó a sus manos ...14
Finalmente, el envío de la colaboración se produjo antes del verano de
1966 y el artículo elegido fue el de tema canariot5. En el mes de julio es-cribía
mi padre:
... Oportunamente me entregó su sobrina Eva la colaboración que nos
ha mandado para el ((Anuario de Estudios Medievales)). El evceso de t i a -
bajo me ha impedido acusarle recibo y manifestarle mi agradecimiento
antes. Le ruego me perdone ... Se me olvidaba decir-le que el trabajo es
muy original en su enfoque y de enorme interés. Gracias!lb
En esta misma carta se solicitaba un resumen del artículo con el fin
de incluirlo en la publicación con las correspondientes traducciones al
francés y al inglés. A esta petición, muy habitual en revistas científicas, re-pondía
D. Elías en su misiva siguiente de una manera sorprendente, que
nos da idea de cómo la forma de trabajar de los científicos y la edición de
libros se han modificado de modo radical en los últimos treinta o cuai-en-ta
años.
... Me pide un resumen de mi trabajo enviado. Pues bien, no puedo
hacerlo porque no tengo copia alguna de él. Si Vd. quiere, son cosas de
viejo; pero yo no he aprendido a escribir directamente a mAquina, si no
es cartas o cosas de poco momento. Así que escribo a mano y luego,
yo mismo! paso a máquina mis originales, claro que corrigiéndolos al
mismo tiempo en detalles ... En fin, escribí a mano mi trabajo y se lo man-dé
a Eva" para que pasase el texto a máquina. Ahora no tengo original ni
copia. De memoria es difícil reconstruirlo. Así que si p~iedc cn\.iarnie
pruebas y sobre ellas hacer el resumen, es lo único a mi alcance...'"
Puntuales detalles de la vida cotidiana y del hábito de trabajo de Don
Elías nos llegan a través de sus palabras. Pormenores de los que no suele
quedar rastro en la producción científica de los intelectuales y que sólo
l4 N . O 6, tarjeta postal. 1966, enero 12.
'5 La repoblación de las Islas Canarias, «Anuario de Estudios Medievales>, 5 (1968)
pp. 407-428. Toda la producción científica de tema medieval y posterior a 1955 del pro-fesor
Serra está recogida en el Repertorio de Medievalisino Hispánico, editado por Emilio
Sáez, volúmen N, Barcelona 1985, pp. 155-157.
l6 Carta n.' 7. 1966, julio 18.
l7 Eva Serra, su sobrina y colaboradora asidua de mi padre en estos años.
la Carta n." 8. 1966, julio 22.
La relación epistolar entre Elías Sewa Rafois y Emilio Sáez (1 964-1 970) 15 1
podemos llegar a conocer a través de escritos privados, como las cartas
que comentamos, o por tradición oral de familiares, discípulos o amigos.
En este párrafo se puede intuir también un cierto pesimismo, que se ex-tiende
al resto del texto de la carta, probablemente producto de la edad, y
quizá de la cercana jubilación, del maestro catalán. El problema del resu-men,
como era de esperar, no tuvo trascendencia alguna, pues poco des-pués
escribió mi padre:
... Por correo aparte le he remitido las primeras pruebas de su cola-boración
en el tomo 3 del «Anuario», que le ruego revise con cuidado y
me devuelva lo antes posible ... No es necesario que nos mande el resumen
que le pedía en una carta anterior, pues ya lo hemos hecho aquí. Cuando
buenamente tenga tiempo, sin prisas, espero me envíe el otro trabajo su-yo
que tenemos anunciado.. .19
En las misivas siguientes, que aparecen al cabo de tres años de silen-cio,
se añade un nuevo tema en la disertación: el proyecto del Repevtorio
de Medievalismo Hispánico que perparaba mi padre con sus colaborado-res,
cuyo primer volumen no vio la luz hasta 1976, y para el cual se soli-citaron
al profesor Serra sus datos profesionales y científicos y los de otro
investigador residente en Tenerife, el Dr. Alejandro Cioranescu. A princi-pios
de 1970 D. Elías remitía la información solicitada20 y poco después
mi padre le agradecía su envío y volvía a retomar el tema del artículo, ya
pronto a aparecer, del volumen quinto del «Anuario»:
... Dentro de pocos días comienaza a imprimirse el volumen 5 del
«Anuario», donde va su artículo sobre la repoblación de las Islas Canarias.
Espero que para la primavera podremos enviarle las 100 separatas de di-cho
trabajo*'.
A final de año aparece la última carta de la correspondencia, una es-cueta
nota en la que Don Elías responde a una circular recibida del Re-pertorio
de Medievalismo en solicitud de datos personales. Pero en ella
vuelve a mencionarse el artículo, ya editado, de la repoblación de las Ca-narias:
... Mi colaboración apareció desconocida; hay tres erratas de las que
dicen lo contrario de lo que quise decir!22
' 9 Carta 9. 1966, diciembre 2. Queda dicho que el artículo se editó en el volumen 5
del «Anuario» y no en el 3, como dice la carta.
20 Carta n." 10. 1970, enero 19.
2l Carta n." 11. 1970, enero 24.
22 N.O 12, tarjeta postal. 1970, diciembre 23.
152 Carlos Sáez
La meticulosidad de trabajo del profesor Serra, aludida más arriba, no
podía dejar pasar ni siquiera tres erratas que aparecieron en en trabajo y
que no debió tardar en identificar.
Así concluye esta breve relación epistolar que he intentado glosar en
sus aspectos científicos y de mayor interés. Pero este carácter profesional
no estuvo ausente de anécdodas, pues una de las cartas enviadas a la Uni-versidad
de La Laguna fue dirigida por alguna avezada mecanógrafa na-da
menos que a Las Palmas de Gran Canaria, a lo que su destinatario co-mentó:
La Universidad de La Laguna no está en Las Palmas!23
Espero, por último y para finalizar esta exposición, que estos ha4ta m
ahora desconocidos apuntes biográficos puedan constituir una apoi-ta- E
ción digna, aunque modesta, al merecido homenaje que se tributa al pro- O
fesor Elías Sena Rafols. - m
O
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2
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3
23 Carta n." 10. El subrayado es original.