EL <<ÁLBUMD E PALEOGRAFIA HISPANO-AMERICANA
DE LOS SIGLOS XVI Y XVII"
M.a JOSEFAS ANZF UENTES
Universidad de Oviedo
Quiero, antes de nada, manifestar a los organizadores de este Congreso mi
agradecimiento por haberme invitado a participar en el mismo con una ponencia,
ya que para mí homenajear a D. Agustín Millares Carlo tiene un significado
muy especial. Yo conseguí conocerlo personalmente en Sevilla en la primavera
del ya un tanto lejano 1971, en la misma ocasión que describe Tomás Marínl:
fui testigo de la satisfacción con que fue y vino y participó como uno más en la
primera reunión de paleógrafos españoles celebrada en Sevilla por abril de 1971;
pude observarlo muy directamente, pues lo acompañé con Ángel Canellas a la ida
y a la vuelta del amigable encuentro.
Aquel amigable encuentro, promovido por el entonces catedrático de Paleo-grafía
de la Universidad Hispalense Luis Núñez Contreras, sí caló hondo y
resultó alegre para D. Agustín, tal vez consciente de que, a pesar de su alejamiento
obligado, sí había dejado escuela en tierras hispanas. Más allá de la genérica de
alumnos del "Millares", de su obra escrita, allí estaba su discípulo, Antonio
Marín Ocete, a punto de dejar por jubilación su cátedra granadina; y el anfitrión
era, a su vez, discípulo de su discípulo; y aun podía conrar una tercera generación,
pues a aquella reunión asistíamos la entonces profesora adjunta M.a Asunción
Vilaplana y dos recientes licenciadas, M.a Isabel Simó Rodríguez y quien esto
relata. Por otra parte, allí estaba Ángel Canellas López, sucesor de Usón Sesé; y
junto a él su discípulo Manuel Lucas Álvarez, catedrático de Santiago de Com-postela,
y quien entonces era su adjunto José Ignacio Fernández de Viana. Era
por lo tanto un árbol con fuertes y vigorosas ramas.
De aquella reunión guardo el recuerdo de un hombre, para mí hasta aquel
momento un mito, que, superados los 70 años, hablaba e iintercambiaba opiniones!
conmigo, novata en las lides de la Diplomática, pero que llevaba ya dos años
Cf. Prólogo a la 3.a edición del Trutudo de Pnleogrujk Espuñolu, t. 1, Madrid, 1983, p. IX
150 ~ . JOa SE FA SANZ FUENTES
trabajando en uno de sus temas predilectos, la Diplomática municipal. Fue para
mí su confianza un acicate más a seguir en mis trabajos recién iniciados.
Por otra parte he de reconocer que cuando la propuesta de participación
centró mi aportación sobre el Álbum, en un principio me supuso un handicap
jpodía una sola obra proporcionar materia para una ponencia? Pero una vez
más el recuerdo de tiempos pasados me hizo ver que sí era, no solo posible, sino
también acertada la asignación del tema.
Cuando en el Curso 1966-1967, en la entonces Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad de Sevilla, afronté los estudios de Paleografía, dentro
de la especialidad de Historia General, D. Luis Núñez Contreras, que acababa
de ocupar la Cátedra de Paleografía y Diplomática, nos recomendó, de entre la
amplia bibliografía reseñada, la utilización del Álbum, al que calificó de buen
texto y obra de contenidos actualizados respecto a los demás manuales. En
principio para nosotros resultaba un tanto sorprendente, pues pensábamos que "7
D
era más bien obra de consulta para nuestros compañeros de la especialidad de E
Historia de América. O
n Hoy, ya con la perspectiva que me proporcionan los años, y fundamentalmente -
m
mis casi 25 años de docencia, puedo y debo valorar al Álbum como la muestra
O
E
E
más clara de lo que ha sido la personalidad de D. Agustín: la modestia y la 2
E
enorme capacidad didáctica propia del buen investigador, capaz de comunicar -
todo cuanto halla de nuevo a sus alumnos. 3
La modestia se refleja claramente en el propio título de la obra: Album. El - -
0
nos conduciría en principio, simple y llanamente, a una colección de láminas m
E
con sus correspondientes transcripciones. O
Pero la obra de D. Agustín es mucho más que eso, y para comprenderlo así
n
no hay más que leer el párrafo inicial de la introducción que, bajo el también -E
modesto título de Advertencia, sitúa al comienzo de su obra: a
2
Ha sido nuestro propósito al publicar el presente ALBUM DE PALEOGRAFIA n
HISPANOAMERICANA DE LOS SIGLOS XVI Y XVII ofrecer a los interesados n
en esta disciplina los elementos necesarios para conocer sistematicamente la evolución 3
O
de la escritura en los documentos de la época colonial en Hispanoamérica y
presentar los medios instrumentales para que los estudiosos de esta materia puedan
adquirir, mediante un atento examen de las láminas que hemos seleccionado,
transcrito y comentado, la práctica necesaria para la utilización de los testimonios
escritos durante el período a que se contrae nuestro estudio2.
Pero jen qué consiste ese conocer sistematicamente la evolución de la escritura?
A ello obedece la estructuración del Álbum y, fundamentalmente, de su primer
fascículo, previo a las láminas.
Respecto a este primer fascículo, en su ya citada Advertencia, don Agustín,
de nuevo humildemente, se justifica:
En la elaboración de éste (del ''Álbum y ha presiddo un criterio eminentemente
' Cf. Álbum de Puleogrnfia Hispunoumericancl de los siglos xv/y xv//,M éxico, 1955,p . VIL
didáctico; hemos procurado, por lo mismo, que la exposición histórica y los
fundamentos teóricos que constituyen su Introducción o primer fascículo se
dirijan en especial a facilitar la inteligencia y lectura de las láminas del ALBUM. Y
si hemos retrocedido en dicha exposición hasta lu época romana, y examinado
aunque con brevedad, las escrituras del período medieval, lo hemos hecho a título
de antecedentes por remotos que éstos parezcan, de una parte, y por haber
estimado, de otra que no debíamos desdeñar la ocasión que se nos ofrecía para
presentar, en sus líneas generales, poniendo a contribución los trabajos más
recientes que nos ha sido dado conocer, los problemas que actualmente están
planteados en ciertos sectores de la Paleografía.
Y nos encontramos con que este, por él denominado Introducción o Primer
fascículo, es un breve, pero enjundioso, estudio de Paleografía, estructurado en
diferentes apartados:
1. Historia de la escritura
Con las siguientes subdivisiones:
- Escritura latina en la Edad Romana, que ahora ya puede orientar de
manera diferente a como lo hiciera en sus anteriores manuales. Desde que se
publicara el último de ellos hasta el momento en que redacta esta obra han
aparecido la Papirología de Calderini (1945) y los trabajos de Marichal (1950)
y Mallon (1952). Sobre las relaciones entre D. Agustín y este último vuelve a
informarnos ampliamente Tomás Marín3: Cuando partió de Madrid para Méjico
en 1953 iba satisfecho y ya casi entusiasmado con el caudal de novedades adqui-ridas,
sometidas desde el primer momento al proceso de reflexión a que sometía
cuanto de nuevo e interesante entraba en su mente y pensando en la primera
oportunidad que podriá oji-ecérsele para dar a conocer el resultado de sus rejhiones.
La tenía bien a mano, pues el "Álbum de Paleograjk Hispano Americana" antes
aluddo estaba en preparación muy avanzada y próximo a publicarse. Más que un
resumen propiamente dicho de lus teonás mallonianas, lo que hizo fue aplicación
de las mismas a aquellos apartados de la "Introducción" del "Álbum" en que las
teorías encajaban; en concreto al de definición de Paleografia Romana y al de
visigótica. Seguramente fue el primer autor que se hizo eco positivo y público de
dichas teorías, insertándolas de forma destacada en un manual de la disciplina.
- Precarolinas. Muy breve, pero apoyado en una excelente bibliografía.
- Visigótica. El propio Millares dice que el propósito que perseguía entre
1932 y 1941 era rastrear en la epigrafia peninsular de los siglos v al VII lu
Cf. Prólogo. ob. cit., p. XVII
152 M.' JOSEFA SANZ FUENTES
existencia de síntomas anunciadores de la escritura empleada en España a partir
de la invasión árabe4. Ahora ya puede apoyarse en los estudios de Mallon sobre
el epitafio de Rogata; de Robinson Potter sobre los manuscritos de Autun y de
Gómez Moreno sobre las pizarras. Lamenta la inexistencia de textos no epigrá-ficos.
De ellos, tras la aportación hecha por A. Mundó, daría jubilosa cuenta en
las primeras líneas de sus "Consideraciones sobre la escritura visigótica cursi~a"~.
- Carolingia. Muy breve y sin inovación alguna respecto a su anterior
obra.
- Gótica. Lo mismo que en el caso anterior.
innovaciones.
2. Subsidios paleográficos
Bajo este epígrafe agrupo
- Materias escnptorias.
- La escritura en España durante los siglos XV, XVI y XVI~. Mucho más
extenso, al ser la escritura que pasará a Hispanoamérica, pero igualmente sin m
D
los siguientes temas:
Fundamentalmente dedicado al estudio del papel, 3
elemento sustentante de forma casi exclusiva en Hispanoamérica. En este apartado
asoma el Millares codicólogo, al hacer constar el valor de las filigranas como
-
0
m
E
elemento de datación "a quo". O
- Abreviuturas. Estructurado su estudio en cuatro apartados, referentes al
concepto, sistemas abreviativos, modos de abreviar y dedicando el último a un n
E
especial y detallado análisis de las siglas utilizadas comunmente en la docu- a
mentación indiana. n
- Numerales. Numeración romana y numeración arábiga. Amplio capítulo
n
n
a detallar las contabilidades llevadas en numeración romana y las contablidades 3
en pesos y medidas, por la complejidad de su reducción y la importancia de la
O
documentación económica.
3. Escritura en Hispanoamérica
Dividida en dos bloques:
- Escrituras precolombinas. Breve introducción, pero suficiente para un
conocimiento del panorama escriturario en tierras americanas previo a la colo-nización.
' Cf. Álbum, p. 27.
Conf. Consideruciones ..., León, 1973, p. 13
- Escritura colonial. Con una perfecta definición del tema, que ya incluía
en la Advertencia, cuando manifestaba que el trabajo realizado para la selección
de las laminas nos llevó al convencimiento de que la escritura hispanoamericana
en este períódo presenta, en todo el Continente, idénticas caracterí3ticas, en su
rno~ologíay evolución, que en la entonces metrópoli. Y es natural que así sucediera,
no sólo porque al llegar los españoles al hemisferio y establecerse el predominio de
su cultura y con ésta del idioma castellano, quedaron eliminados los sistemas de
escribir indígenas, incluso los que se encontraban en un período de evolución mas
avanzado, adoptandose con carácter uniforme en todo el Nuevo Mundo la letra
española de fines del siglo xv y principios del xvr, sino porque a partir de la
conquista, la constante corriente de españoles que se trasladaban a América y
la absorción por ellos y por los criollos de los cargos más importantes de la
administración produjeron el aludido fenómeno de que la escritura fuera evo-lucionando
paralela y simultáneamente en ambos lados del Océano" Es toda
una lección de historia social y cultural y, como es de razón, una imbricación de
la Historia de la escritura en éstos dos ámbitos.
4. Normas de transcripción y publicación de documentos
Bajo este epígrafe se recoge mucho más de lo que su título indica, rec
la que ya nos tiene acostumbrados el modo de hacer de D. Agustín.
De nuevo su Advertencia nos aporta la justificación de 1; presencia en la
obra de tal apartado, ya que, y una vez más son sus propias palabras, va a
exponer las normas que, a nuestro juicio, deben presidir a la transcripción y
edición de los textos documentales, tarea esenciul del paleógrafo, ya que la actual
anarquía de sistemas y lo impropio de algunos métodos en uso restan utilidad a
muchas publicaciones7. Y esta preocupación de D. Agustín sigue siendo, des-afortunadamente,
reflejo de un hecho que aun se produce: la publicación de
colecciones documentales según "normas particulares", cuando existe ya una
normativa internacional para ello, establecida por la Comisión Internacional de
Diplomática.
Pero también el epígrafe del apartado resulta demasiado breve para su
contenido, ya que, aparte de las normas de transcripción para documentos,
extiende su campo de información a la transcripción y edición de textos literarios,
en cuyo caso, afirma D. Agustín, debe procederse siempre a hacer una descripción
externa del manuscrito, que comprenderá todas sus caracter?hticas materiales: materia
escriptoria; tamaño, en centímetros, del folio y de la caja de escritura; número de
folios; descripción de la foliación empleada y de sus alteraciones si las hay; estado
de conservación del manuscrito; variaciones en los tipos de letra; encuadernación,
" Cf. Álbum, p. VII.
' Ibíd., p. VI11.
154 M.* JOSEFA SANZ FUENTES
si la tiene; enumeración del número de cuadernos que lo integran. Es preciso,
también, indicar, exactamente, su localización, y hacer constar el archivo o biblioteca
en que se encuentra y de dónde procede, su signatura y si está registrado o no en
los catálogos publicados. Debe precisarse, además, si se considera inédito o si ha
visto la luz anteriormente, y en este último caso hacer la correspondiente referencia
o referencias bibliográficas8. Una vez más D. Agustín se nos presenta como un
excelente codicólogo, abarcando en su ficha descriptiva tanto los datos referentes
a la denominada "Arqueología del libro" como los solicitados por la Codicología
en sentido amplio. Es, la que nos ofrece, la más completa ficha catalográfica de
manuscritos que se conoce en su época. Ojalá su utilización hubiera sido de uso
común entre tantos editores de manuscritos.
5. Cuadros
Obra de la paciente labor del autor, constituyen un extraordinario acervo de
formas de letras, de nexos, ligaduras, palabras abreviadas y grafías particulares
que sirven de apoyo, por una parte para un correcto análisis de las escrituras y
por otra y fundamentalmente, para la correcta lectura de los especímenes reco-gidos
en el Álbum.
En cuanto al segundo fascículo, que según su autor contiene la transcripción
de cada una de las idminas reunidas en el ÁLBUM, transcripción que va acom-pañada
de un comentario en el que señalamos las características formales de las
letras, nexos, y abreviaturas, con referencias constantes a los cuadros incluidos
en la "Introducción"9, de nuevo, una vez más, ofrece mucho más de lo que
promete.
1. Comentarios paleográficos
Son una excelente prueba de lo que es la aplicación correcta de la Paleografía
de Análisis. Para ellos sólo encontramos en España para su época parangón en
otra obra, los EXEMPLA de Ángel Canellas, cuya "Pars Prior" había visto la
luz poco tiempo antes'" y que D. Agustín recoge y valora muy positivamente en
la bibliografía comentada del Álbum.
Ibíd, p. 96.
Ibíd., p. VIII.
' O Cf. CANELLAÁSn, gel, Enernph Scripturururn úitinarum in umm scholarum. Pars Prior. Cesa-raugustae,
MCMXLIX.
Pero, aparte de los comentarios paleográficos, que es lo que se nos promete
en la Advertencia, la labor del erudito Millares extiende su información a:
2. Comentarios filológicos
De análisis de algunas palabras del antiguo romance castellano, para las
que, como excelente filólogo que era, busca y explica su etimología latina.
3. Comentarios diplomáticos
En ellos se contiene, aunque, como siempre, ocultándose modestamente, un
breve manual de Diplomática de la corona castellano-leonesa, ya que en los
mismos va tratando sucesivamente los siguientes aspectos:
- Cronología. Estudia los sistemas de datación por la Era cristiana, según
el cómputo de la Encarnación (km. 1) y de la Natividad (km. XI), deteniéndose,
en este último caso, por ser el más utilizado en el ámbito geopolítico que
estudia, en el análisis histórico del momento en que se produce el cambio de
cómputo.
- Documentación real: Tipología. Calificando los diversos especímenes y
comentando algunos de sus aspectos. Así recoge:
- Privilegio rodado (lam. 1).
- Mandatos: (Iám. 111) discute la calificación de Carta Abierta que le da al
mismo documento Julio González.
(Iárn. IV) Comenta el hecho de que sea bilingüe latín/castellano
y aporta como motivo de la presencia de cláusulas en vulgar el hecho de
que el texto se ha basado en la minuta proporcionada a la cancillería
regia por los propios interesados.
- Carta abierta intitulativa (lám. VI).
- Mandato (lárn. VII). Estos dos documentos, procedentes ambos de la
cancillería de Sancho IV, le permiten comentar el hecho de la existencia
de documentos emitidos sobre diferente materia escritoria pero con idéntico
fin y valor, ya que el sello en ambos casos es de cera, pendiente en el
primer caso y adherente en el segundo.
- Albalá (lám. X), comentando, junto a sus características, las de la misiva.
- Real Cédula (Iám. XII) que, como en el caso anterior, ve unido a su
propio comentario el de la Real provisión.
- Provisión de Real Audiencia, abordando la expedición de documentos por
organismos de poder delegado.
156 M..' JOSEFA SANZ FUENTES
- Documentación notarial, referida tanto a tipología como a historia de la
institución notarial. Así:
- Carta partidu por ABC (lám. WII), donde, aparte del estudio del documento
propiamente dicho, hace una sucinta historia del notariado y del documento
prenotarial.
- Compraventa (lám. IX). Con un estudio sobre la introducción del Derecho
Romano en la Península durante la Edad Media y un análisis de las
cláusulas de renuncia a excepciones legales.
A todo ello añade citas a la bibliografía más reciente: los trabajos de Julio
González sobre los reinados de Fernando 11 y Alfonso IX; el de Luis Sánchez
Belda sobre la cancillería de Sancho IV y los de Filemón Arribas, llegando
incluso a lamentar el no haber podido leer el trabajo de este último dedicado a
la Provisión Real, que dice conocer a través de la alusión que al mismo hace el
propio autor en otra de sus obras, la titulada "Una petición y una minuta
conjuntas de principios del s. xvr"".
Es, pues, el pretendido Álbum la obra más completa y compleja de D.
Agustín. Didáctica y de eminente aplicación práctica, pero asimismo un enorme
filón de informaciones sobre la Paleografía y las otras ciencias de lo escrito.
De él somos deudores, y sobre todo debemos responder a la confianza que
en nosotros depositó, y que dejó por escrito en el artículo que dedicó en homenaje
a quien había sido su discípulo, Antonio Marín Ocete, cuando manifiesta: Estamos
persuadidos que una indagación corno la que en las presentes páginas esbozarnos
sólo podrá dar resultados fecundos cuando, de entre la pléyade brillunte de paleó-grafo~
y diplomatistas que son hoy ornamento de nuestra patria, haya quienes
consagren sus desvelos al estudio rnonográfico de las cancillerías castellanas, durante
las tres centurias a las que se contraen estas notas1?E. n ello estamos y desde su
fallecimiento hasta hoy día muchos han sido los trabajos dedicados tanto a la
Paleografía como a la Diplomática realizados en España. Nuestro compromiso
es seguir en su línea de investigador y batallador infatigable.
" Fue publicada en la Revistcz de Archivos, Bibliotecas y Museos, n.O 58, 1952.
l' Cf. MILLARECSA RLOA, ,, "Breves consideraciones sobre la documentación real castellanoleonesa
en pergamino entre los siglos xii1 y xv", en Miscelárieu de estudios dedicndos al prigesor Antorzio
Munn Ocete, t. 11, Granada 1974, pp. 739-774.