ANDRÉ MARTINET, DES STEPPES AUX OCÉANS.
L 'INDO-EUROPEEN ET LES ~~ZNDO-EUROPÉENS>>,
PARIS, 1987
GERMÁNS ANTANHAE NRÍQUEZ
Dpto. Filología Española, Clásica y Árabe
de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
De la colección dirigida por Louis-Jean Calvet, ~Langagese t Sociétés* nos llega este
particular libro de Martinet sobre el indoeuropeo y sus hablantes; dispuesto en once capítu-los
comienza su andadura con dos interrogantes : ¿Dónde? y ¿Cuándo?. Se distingue, en pri-mer
lugar, entre el adjetivo «indoeuropeo», creado para caracterizar lenguas que mediante
una evolución regular derivan de una misma lengua desaparecida y no atestiguada, y entre
el sustantivo «indoeuropeo», creado a partir del adjetivo y que designa a la lengua no atesti-guada
en sí misma. Se hace hincapié en que la reconstrucción de las formas desaparecidas
debe concretarse a una etapa determinada. Tal reconstrucción pretende representar desde un
punto de vista semantico las cosas y nociones que corresponden a las unidades lingüísticas
en conjunción con los resultados de la investigación arqueológica. Estos datos arqueológi-cos
deben interpretarse en términos evolutivos, como procesos en vías de expansión o rece-sión.
Toma forma el concepto de amalgama y se plantea la inexistencia de una única diás-pora
indoeuropea. El término «indoeuropeo» se aplica a la lengua de los ancestros de todos
los grupos que hoy identificamos como pertenecientes o que han pertenecido a ese tronco
común. Atendiendo a la documentación lingüística distingue tres etapas : a) Anatolios, repre-sentados
esencialmemte por los hititas y que se establecieron en Asia Menor en el tercer rnile-nio
a.c.; b) Una segunda etapa en la que se establece la distinción entre un género masculi-no
y uno femenino; c) Una tercera etapa en la que los piiehlos del este van a palatalizar sus
dorsales y otros pueblos que, por el momento, conservan intactas sus «k» y «g», y que se
localizan más al oeste. Siguiendo a Marija Gimbutas establece la localización de un pueblo
de lengua indoeuropea en el sudeste de la URSS, en la región del Kurgán, cinco mil años
antes de nuestra era. Criterios fonéticos, semánticos y sintácticos refuerzan esta teoría.
El capítulo dos se abre con el epígrafe «Subsistencia y desplazamientos de población».
Se trata de analizar las consecuencias lingüísticas de un movimiento de población. El estu-dio
del sexo de los que llegan a un lugar, evidencia, según el autor, el que las mujeres man-tengan
su lengua más durante un cierto tiempo que los hombres. Aprovechándose de los méto-dos
interdisciplinares más modernos cree obtener excelentes resultados. Otra causa de los
desplazamientos de una tribu en masa puede estar determinada por la presión ejercida por
otra población. También una causa frecuente de los movimientos de población es la catás-trofe
natural. El capítulo tercero observa la evolución de los pueblos anteriores al Neolítico,
pucblos nómadas con una densidad de población pequeña y cuyas sociedades viven de la caza
o de la recolección de frutos, y el período neolítico definido como «la cultura del sol». Esta
«cultura del sol» entraña un considerable aumento de la densidad de población debido a la
aparición de la agricultura que implica un mayor sedentarismo. Sin embargo, el cultivo de
la tierra y la aparición de la «casa» no eliminó el nomadismo. Por otra parte, la jerarquía social
viene dada por la situación que ocupa el individuo en la tribu y por el color de su pelo. Los
pueblos de lengua indoeuropea valoraban el color rubio del cabello; se trata de un rasgo físi-co
atribuido frecuentemente a los héroes. El capítulo cuatro mantiene la vieja contienda entre
los datos lingüísticos y las datos arqueológicos. Se establecen las diferencias y scmejan7as
de una serie de términos de diversas lenguas indoeuropeas concluyéndosc de modo general
con la escasa especificación de un determinado vocablo en su origen (distinción entre «mar.
y «lago»). A raíz de numerosos nombres de especies de pescado de origen tardío y cuya exten-sión
no coincide con los diferentes brazos de la familia, se determina que no pudo yer en su
origen un pueblo marinero. Durante mucho tiempo ha sido dificil combinar las ciportacioncs
ofrecidas por los datos de la comparación y por los datos arqueológicos. Parece ser que sí
existían relaciones comerciales entre pueblos establecidos en diferentes latitudes. Ya había-mos
indicado que el Neolítico supuso el paso de la recolección de frutos a la agricultura; tam-bién
de los kurganes, pueblo que hablaba en el sexto milenio a.c. una forma de indoeuropeo
común; a estos datos se añade otro : los habitantes del Danubio. Los neolíticos danubianos
aparecen como los representantes de una sociedad matriarcal donde la divinidad central es
una diosa madre de la fecundidad, y dondc las tCcnicas agrícolas y la producción dc objctos
de consumo ocupan un lugar destacado frente a la práctica de actividades bélicas. Mediante
mapas ilustrativos se representan las sucesivas oleadas de gentes de la estepa rusa (Kurgán)
en la zonadel Daniihio en los milenios, quinto, cuarto y terccro. Ciiadros explicativn y \inLíp-ticos
trazan la cronología de las culturas y de los desplazamientos en Europa. Hechos como
la aparición de la escritura y los primeros silabarios, y el rito funerario de la incineración.
con el enterramiento de los receptáculos que contienen las c e n i~aesn los cementerios, hacen
que la cronología se sitúe en el primer milenio a.c. El capítulo número cinco palntea el orden
en la presentación de las lenguas indoeuropeas. Lü oposición tradicional Centum y Satcrn se
refiere a un proceso particular que se produjo en una época prehistórica (tercer milenio a.c.).
y que es, en el tiempo y en el espacio, un acontecimiento distinto del que caracteriza a la apa-rición
de las lenguas romances (s.1I.d.C.). La evolución Satem viene dada por la postulación
para el indoeuropeo antiguo de un orden de labiovelares, es decir, de consonantes del tipo k
y g acompañadas de un redondeamiento de los labios que se percibe incluso cuaiido se pi-o-duce
la explosión de la consonante. La división de lenguas Centum y lenguas Satem, en el
mundo moderno, se hace de manera coherente : en el oeste, Centum; en el este, Saterri. Sin
embargo, esta clasificación ha quedado en entredicho al descubrirse a principios del siglo xx
en el Turquestán chino una lengua denominada «tocario», lengua del este, pero Centum. Otra
lengua descubierta en 1917 en Asia Menor, el hitita, evidencia la presencia de una lengua
Centum. La explicación para el hitita viene dada como lengua del grupo anatolio que se sepa-ró
del tronco común antes de que se manifestara la tendencia a la palatalización. En el caso
del tocario se puede suponer un dsplazamiento de oeste a este. Se pasa revista a todos y cada
uno de los grupos de lenguas indoeuropeas, describiéndose sus características más señala-das.
Se da énfasis al fenómeno de la lenición (debilitamiento de consonantes cuando se encuen-tran
entre voclaes) en lenguas que presentan muchas gerninadas, grupos de consonantes idén-ticas
entre vocales. El capítulo seis pone de relieve diversos elementos que producen incsta-bilidad
eri las leriguas: el juego del maxilar eri la producción de sunidos, la realidad psicollí-gica
en los tiempos verbales, la naturaleza misma de cada sistema lingüístico, etc. Se atiende
al árbol genealógico (Stammbaum) y al de ondas (Wellentheorie). El capítulo siete analiza
los inconvenientes de la grmática comparada en términos de reconstrucción; se trata de recons-truir
una lengua hablada en un momento en el que el pueblo de lengua indoeuropea va a escin-dirse
en diversas ramas que se atestiguan posteriormente. No hay certeza alguna de que todas
las lenguas indoeuropeas sufrieran una única diáspora. El capítulo ocho se detiene en la regu-laridad
de los cambios fonéticos, sus leyes, la importancia del contexto y el principio de la
analogía. El sistema fonológico constituye el eje central del capítulo nueve; tras la distinción
entre fonética y fonología se atiende al sistema fonológico del sánscrito (la schwa, las voca-i
t b iaigas y ias iaiiiigaicsj. St: iabirca ia Uebaparición de ias iaringaies en ia coioración y en
el alargamiento de las vocales precedentes, en la aspiración o sonorización de las consonan-tes
precedentes, etc. La teoría de las laringales tiende a establecer un fonema vocálico úni-co
que se podría describir fonéticamente como una /a/ suceptible de tomar diversos timbres
según el contexto. Es un hecho conocido que en las lenguas indoeuropeas atestiguadas se
encuentran confundidos antiguos fonemas únicos y el resultado de combinaciones de fone-mas
sucesivos. El capítulo diez se refiere a la gramática. Se profundiza en el concepto de
amalgama. En las lenguas antiguas de la familia indoeuropea representadas por el latín, las
formas desnudas, desprovistas de desinencias, parecen excepcionales: puesto que se ha par-tido
para la reconstrucción del indoeuropeo de estas lenguas con amalgamas, el resultado de
la reconstrucción no podía ser otro que el de una lengua de amalgamas. Se pasa revista al
sistema casual, al género, al número, al adjetivo. El sistema verbal indoeuropeo distingue la
constatación de un estado de hecho resultante de una operación anterior y la de un proceso
en curso. Esie sistema binario se encuentra en ia base aei sistema verbai de numerosas len-guas
de todo el mundo. El uso del término «perfecto» es ambiguo, pues, a menudo, designa
el pasado. Es preferible utilizar «acción acabada». Los aspectos verbales tienen siempre impli-caciones
temporales que se imponen más o menos dependiendo dc las modalidades de acción
que son capaces de expresar. El aumento es la forma de indicar la oposición entre presente
y pasado. Otro aspecto destacado es la diátesis verbal en las voces. El capítulo once desa-rrolla
el tema del vocabulario. El parentesco, la sociedad, los dioses (aposición rntrc el hom-bre,
la especie terrestre, y el dios, la especie celeste; el latín homo deriva de la raíz que desig-na
la tierra, representada por humus), los desplazamientos (el papel del caballo y el carro en
los transportes terrestres), la cría (una parte considerable del vocabulario indoeuropeo que
se puede reconstruir se refiere a la cría de ganado y a la agricultura. La cría bovina ha juga-do
un papel considerable en la economía de la antigua sociedad indoeuropea), la fauna, la
flora (hayucos y bellotas como elementos importantes en la alimentación humana y animal),
la agricultura, las estaciones, los puntos cardinales (el norte a través del viento frío del Bóreas;
el este, mediante una forma antigua que designa la aurora, etc.), las técnicas domésticas (la
costura, el tejido), los metales (bronce, plata, oro, hierro, plomo), el negocio (preocupacio-nes
comerciales, socicdadcs complcjas con división del trabajo, comprar y vendei-), los colo-res
(la visión que se tiene del mundo está condicionada por la percepción de los colores),
constituyen campos semánticos donde la comparación de las lenguas autoriza a restituir for-mas
mác antigiiac y a imaginar a lo que estar re referían.
El libro se cierra con un cuadro de convenciones gráficas y tres índices, uno de lenguas
y pueblos, otro selectivo de nociones y un tercero de autores.