EL D E P A R T A M E N r O DE
CONSERVACIÓN
EN LA PROYECCIÓN
SOCIAL DEL CAAM
Por Orlando Bruto Jinorio
Junto a las tareas de preservación, catalogación
y estudio sistemático de los
fondos artísdcos, el Departamento de
Conservación asume el reto y la necesidad
de hacer extensible el conocimiento sobre
el arte de la modernidad al conjunto de la
sociedad canaria. Compromiso que entraña
una gran dificultad inicial, ya que nos
enfrentamos a un espectro social variado,
generalmente ajeno a este tipo de conocimiento,
y poco incentivado o entusiasmado
con los fenómenos culturales en general.
La presencia física del CAAM tiene que
ir inevitablemente unida a una presencia
mental. El CAAM debe convertirse en centro
general de debates y encuentros plenamente
integrados tanto en nuestro debate
cultural más cercano como en el debate nacional
e internacional. En definitiva, una
corriente de flujo y reflujo que no haga
si no reflejar su vocación oceánica y de
punto de encuentro.
El proceso de integración y expansión
en el entramado social canario parte de un
conocimiento previo de nuestra segmentación
cultural, así como de un exhaustivo estudio
de los diferentes niveles de actuación.
La conversión del CAAM en un hecho cul-turalmente
propio pasa por la necesidad de
una aprobación del resto de la colectividad.
Esta labor de difusión artísdca, y en general
cultural, se coordinará a través de las
áreas de Conservación y Comunicación.
Grupos de trabajo integrados por pedagogos,
psicólogos, sociólogos y conservadores
artísticos asumirán progresivamente la
tarea de implicar e imbricar a nuestra sociedad
en el espacio de debate y de encuentro
del CAAM. No hablamos de una utopía
cultural; sólo se trata de un trabajo lento,
especiahzado y con resultados a largo
plazo.
Este reto de proyección cultural no persigue
otro fin que el acercar al hombre de
nuestro entorno a una mayor comprensión
de los mecanismos culturales en que se debate
constantemente la contemporaneidad.
Acercarle de una manera más crítica
a la comprensión de su realidad espacio-temporal;
realidad de una sociedad que
vive al borde del siglo XXI y que trabaja
para ese siglo XXI.
No se parte de cero; experiencias de este
tipo se han realizado con anterioridad en
otros espacios sociales y culturales con resultados
ampliamente satisfactorios. Muchos
museos y centros de arte moderno
cuentan, desde hace ya algún tiempo, con
departamentos pedagógicos o de expansión
cultural que asumen la misión educativa
y de sensibilidad respecto a la realidad
cultural. Destacan importantes experiencias
anteriores como la de la ciudad de Burgos
que, a través de sus instituciones mu-seísticas,
ha logrado impHcar a gran parte
de sus habitantes en sus trabajos de investigación
y debate. La enseñanza de la realidad
ardsdca de nuestro siglo, el acercamiento
a las claves de desarrollo del mismo,
así como a las coordenadas de evolución
más actuales, se insertan directamente
en el cometido didáctico y social del
CAAM. Los Departamentos de Conservación
y Comunicación coordinarán, pues,
la eleboración de material específico para
cada exposición, al igual que material general
sobre el arte de nuestro siglo. Se trabajará
en estrecha relación con el colectivo
de la enseñanza (desde niveles de enseñanza
primaria, media o superior hasta la
universitaria) para integrar progresivamente
a la población estudiantil. El resto de la
población obviamente también participará
de este plan de sensibilización e integración
cultural.
El CAAM, con un papel definitivamente
activo, lanzará propuestas de debate con
su ambición más universal solicitando previamente
el respaldo de su entorno más
cercano; compromiso y reto a constatar
con el devenir del dempo que en un proyecto
de este tipo es el futuro.A
LA D I D Á C T I C A EN LA
«TIENDA»
Por Cristian Jorge Millares
Sin lugar a dudas, «riendas» que funcionan
en los diferentes centros de
arte cumplen una misión específica
no exenta de importancia. Ello radica
en el papel dinamizador que juegan a la
hora de divulgar la historia reciente del
arte. Sin embargo, su cometido no acaba
en este punto de notable importancia di-dácdca,
ya que tampoco debe ignorar el
presente y, por supuesto, a los artistas que
con su obra gráfica o diseños imaginativos
puedan aportar una visión fresca y puntual
frente al santuario consagrado de los grandes
del siglo.
Libros, láminas, artículos de regalo y
una larga lista de objetos de diverso uso
conforman el contenido de esta denda que
intentará cubrir un espacio hasta ahora
inexistente en el archipiélago canario.
Todo ello con unos criterios de calidad
que, a priori, entendemos no van reñidos
con la rentabilidad económica, tan necesaria
para un centro como el CAAM, que genera
unos gastos de infraestructura acordes
a la importancia de su cometido en el
mundo cultural de las islas.
Indudablemente partimos de una experiencia
que ha demostrado unos resultados
satisfactorios en las diversas instituciones
que hoy día funcionan en nuestro país, posibilitando
el acceso de la sociedad al mundo
de la cultura e impregnando la rutina
urbana de una sana inquietud por el hecho
artístico. En este nivel, la «tienda» tiene
mucho que decir, al ser el nexo de unión
entre el púbüco, que intenta conocer los diferentes
períodos y movimientos de importancia
internacional y el CAAM, cuyo propósito
es también acércanos al presente y
a la realidad que nos rodea tras ese océano
Atlándco.A
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