Texto del libreto que acompaña al CD Rancho de Pascua ( de San Bartolomé de Lanzarote). Santa Cruz de
Tenerife: Centro de la Cultura Popular Canaria, 1992.
EL RANCHO DE SAN BARTOLOMÉ DE LANZAROTE
Maximiano Trapero
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
¡ Por fin podemos conocer el Rancho de San Bartolomé!, que así es como se conoce esta joya discográfica.
Los Ranchos de Pascua de Lanzarote son una de las reliquias más venerables de la cultura tradicional de las
islas y una de las muestras folklóricas más interesantes de España, sin duda alguna. Pero asombran el
silencio con el que vivía en sus límites locales y el desconocimiento que de él se tenía fuera de la isla de
los volcanes.
Se conocía, sí, el Rancho de Teguise, a partir de una grabación discográfica de la Escuela de
Folklore de Las Palmas, en 1981, y de la difusión grande que por ella tuvo. Y se creía que con el de la
Villa se agotaban las existencias de Ranchos en Lanzarote. Pero no. La isla de Lanzarote asombra cada día
a quien quiera acercarse a ella con realidades culturales nuevas y originalísimas, como maravilla su
naturaleza los ojos incrédulos de los visitantes que pisan sus volcanes. Porque Lanzarote no sólo es la
única isla de las Canarias ( y el único territorio español) que conserva la tradición del los Ranchos de Pascua,
sino que, además, cada una de sus localidades tuvo su Rancho, diferente y propio, con músicas, textos y
tradición particulares. El más famoso ─ más bien el único famoso ─ de entre los que perviven hoy, el de
Teguise, pero con tanta historia y con tanto merecimiento también los de Tías, Tinajo, Haría y San
Bartolomé. Éste, además, tan bello, tan arcaico y tan enigmático como todos los otros, pero con un
repertorio literario peculiar y superior a los demás.
Un repertorio que implica la representación de todo un ciclo. Hasta que la memoria llega, el
Rancho de Pascua de San Bartolomé celebraba la Navidad empezando « el día siguiente de Santa Lucía » , es
decir, el 14 de diciembre, para acabar el día de Reyes. Antes de la Nochebuena el Rancho cantaba y
celebraba las « nueve misas de la luz » . Antes del alba el pueblo entero acudía fervoroso a la iglesia y allí el
Rancho cantaba durante la misa y desde el coro la parte correspondiente del día. Al salir del templo las
tibias mañanas del diciembre isleño empezaban a clarear. Así durante los 9 días. Ni que decir tiene que la
denominación « misa de la luz » tiene un significado puramente denotativo, por más que poético. Para el
día de Nochebuena el Rancho bajaba del coro y cantaba al Niño recién nacido alrededor del altar. Y
volvían a hacerlo el día de Navidad, el de Año Nuevo y el de Reyes.
Y para cada día tenían los de San Bartolomé su repertorio propio, como cuenta que se ensartaba
después en un rosario completo y cerrado.
Hoy ya se ha perdido la costumbre de las misas de la luz y el Rancho de San Bartolomé actúa sólo
en los días festivos de la Navidad, pero las memorias de sus principales « depositarios » siguen recordando
los textos y las músicas que se cantaban antes a lo largo de todo el ciclo.
A decir verdad, desde el punto de vista religioso, el ciclo del Rancho de San Bartolomé cumplía
antes más una función de adviento que de pascua, es decir, de preparación que de celebración. Los más
de los días de su actuación eran días del Adviento y los textos que se cantaban estaban los más centrados
en los misterios evangélicos anteriores a la Navidad: la genealogía de la Virgen, los desposorios con San
José, la Anunciación, la visita a Santa Isabel, las dudas de San José, el decreto de empadronamiento, el
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viaje a Belén, la búsqueda de posada... Después venían los cantos gozosos de la Pascua de Navidad y los
relatos del nacimiento, de la adoración de los pastores y de la adoración de los reyes.
El Rancho de San Bartolomé no cuenta con un manuscrito ─ mucho menos con un impreso ─ de
su tradición. Su pervivencia hasta la actualidad se ha garantizado por la pura tradición oral. Y la tradición
del Rancho de San Bartolomé ha estado vinculada siempre a una familia, la familia Corujo. Es cierto que
el Rancho es una tradición popular y patrimonial y que en ella participa todo el pueblo, pero su puesta
en actuación cada año, el ánimo que lo ha mantenido por encima del olvido o del decaimiento, la voz
cantante ─ en sentido literal ─ del Rancho la han llevado siempre los Corujos. Hoy la lleva Antonio Corujo
Tejera, de 57 años, persona muy conocida en la isla y fuera de ella por otros asuntos del folklore, y
mañana la llevará seguramente su hijo mayor Toñín Corujo García, o sus dos otros hijos menores,
Domingo o Vicente. Pero antes fue el padre de Antonio, Domingo Corujo Brito, y antes el abuelo, Juan
Corujo Martín, un hombre al que los más viejos recuerdan haciéndose lenguas por su sabiduría y por la
forma inimitable que tenía de cantar el Rancho. Y antes...
Lo que se contiene en este disco pretende ser un acercamiento a lo que en tiempos pasados se
cantaba en el Rancho de San Bartolomé. Y sin llegar a ser todo lo que se representaba antes, sí es más de
lo que se canta hoy. Para ello ha habido una labor de rescate. Rescate que tiene por protagonista y por
fuente principal a Antonio Corujo Tejera, pero que debe también mucho a la memoria prodigiosa para
los textos literarios de otra Corujo, su tía Isabelita Corujo Brito, de 82 años, residente ahora en una
localidad del sur grancanario. La recuperación y la transcripción de los textos que aquí se cantan se
deben al autor de estas líneas.
El « alma » del Rancho ha sido siempre y lo es también ahora, a la vez, « la voz » del Rancho, el que
canta como solista, el que ellos llaman « cantor de alante » . En él deben confluir tres cualidades poco
comunes: calidad de voz, estilo y sentimiento, tan raras de tener juntas que o se nace con ellas o no se
adquieren; pero además el solista es también el depositario principal de la tradición, el testigo
generacional de una cadena de sucesiones que no debe interrumpirse, la voz del « pueblo- legión » .
¡ Y de qué forma admirable representa el momento actual del Rancho de Pascua de San Bartolomé
la voz de Antonio Corujo Tejera! Sin partitura a la que sujetarse, pero con el espíritu del Rancho metido
hasta los tuétanos, Antonio Corujo crea el Rancho cada vez que lo canta. Las variaciones melódicas,
rítmicas y de todo tipo se producen en la voz de Antonio Corujo « ad líbitum » , como quien lo cantara
por vez primera y siempre resultara nuevo ─ « viejos son pero no cansan » ─ . A veces la voz sube tan alto
tan alto que, forzada, se quiebra, con un efecto dramático de canto verdadero. No importa. Lo que se
canta es vida, verdad. Aquí no hay espectáculo, sólo rito y verdad.
Los rancheros del coro apenas pueden entender el canto del solista: tan dramática, tan
sincopada, tan cubierta de instrumentos sale su voz; ellos ─ los del coro ─ están contagiados por la magia
de un estribillo que se repite monótono y misterioso a lo largo de cada canto. Y el público de fieles de la
iglesia cree sin entender, que eso es la fe. Sólo el solista conoce el misterio de « las divinas palabras » que
canta: ceremonia ritual es la que se celebra, y él es el sacerdote. Frente al silencio religioso del pueblo y la
monótona repetición del coro, la voz del solista se desgarra anunciando la venida de quien salvará al
mundo: un grito de amor.
Los Ranchos de Canarias nos impresionan porque su música y su rito nos parecen testimonio de
un principio. No hay nada en la celebración de la Navidad española que se le parezca. Frente a la alegría
de los villancicos está esta música lamentosa de los Ranchos de Pascua, que en alguno de sus ritmos siguen
llamándose « deshechas » , palabra que por deformación fonética deriva de « endecha » , aquellos cantos que
entonaban los aborígenes canarios y que tanto impresionaron a los conquistadores españoles. Los
canarios ─ dice uno de los cronistas de la conquista ─ « eran gente afable, y sus cantares, muy lastimeros,
cortos, a manera de endechas, y muy sentidos, y ahora los cantan en romance castellano, que mueven a
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compasión a los oyentes » .
No estoy diciendo que los Ranchos de Pascua de Lanzarote sean pervivencia de los cantos de los
aborígenes; sólo que el tono lastimero y triste que los españoles recién llegados advirtieron en los cantos
de los indígenas caracterizan también a los Ranchos de ahora; y que el nombre de « endechas » que
entonces dieron a aquellos cantos es también el que tienen ahora ─ transformado en « deshechas » ─
algunos de los cantos del Rancho; y que, en efecto, cantados en romance castellano mueven a la
compasión y a la devoción a todos los fieles oyentes.
Por detrás de los Ranchos de Pascua debieron estar los Ranchos de Ánimas, éstos más comunes y
más extendidos por las islas, sobre todo por las más orientales ( todavía siguen viviendo algunos en Gran
Canaria y en Fuerteventura). El ciclo funcional de los de ánimas empezaba el día 1 de noviembre, fiesta
de Todos los Santos, y acababa el 2 de febrero, día de la Candelaria. Su objetivo era recaudar dinero y
otros dones con que aplicarlos al culto de las ánimas de los familiares y conocidos de las localidades o
pagos donde el Rancho cantaba. Y como el ciclo de ánimas abarcaba también la Navidad, llegado este
tiempo los cantos de los rancheros se centraron en la conmemoración del Nacimiento, de donde hubo
algunos Ranchos que se « especializaron » y quedaron limitados al ciclo de Pascua; de ahí el nombre de
Rancho de Pascua, con textos específicos, pero con músicas, intrumentación y ritos idénticos a los más
comunes de Ánimas.
Lo que más distingue a los Ranchos, aparte sus músicas, es el repertorio literario propio de cada
uno de ellos. Lo que se canta en el de Pascua de San Bartolomé son romances y villancicos; no
cualquier romance religioso y menos cualquier villancico popular, sino textos de repertorio. Lo más
interesante es que esos romances se han adaptado con tal libertad pero con tanta justeza a las estructuras
musicales y rituales del Rancho que parecen nacidos los dos componentes ─ música y literatura ─ a la
vez.
No podemos extendernos aquí en este extremo, pero sí diremos algo de su origen. Los más
proceden de romances religiosos del siglo XVIII, de los llamados « de pliego » . Concretamente uno, el
titulado Romance espiritual en que se declara el mysterio de los Desposorios del Señor San Joseph y María Santísima, y la
Encarnación del Divino Verbo y los zelos del Señor San Joseph, compuesto por un vecino de Marchena,
hermano tercero de la Orden del Hábito de San Francisco de Asís, Fr. José de Arcas, impreso
abundantemente en Sevilla y Córdoba, y que empieza
A unos desposorios castos convida la Iglesia, amigos,
los desposados son santos, vamos, seremos testigos.
ha sido la fuente para tres de los que se cantan en el Rancho de Pascua de San Bartolomé, los titulados « El
Mesías » , « Bien sabe el Señor Dios mío » y « La noche que nació el Niño » . ¿ De uno salen tres? Bien fácil: el
romance dieciochesco es tan largo ( 220 octosílabos) y el canto del Rancho tan lento, que los rancheros
dividieron el largo relato en episodios parciales que les servían para la conmemoración de varios días.
Así: el primero, « El Mesías » se fija en el episodio de los esposorios de la Virgen y San José; el segundo,
« Bien sabe el Señor Dios mío » , en el de la Anunciación; el tercero, « La noche que nació el Niño » , en las
dudas de San José al observar la gravidez de su esposa; etc.
¿ Para qué más comentarios? Venga ya lo importante, lo que de verdad interesa de un disco: la
música. Y sirvan sólo éstos para alertar sobre su importancia. Eso sí, el conocimiento exacto de los
textos que se cantan nos harán ver la dimensión cabal del documento que tenemos entre manos, a la vez
musical, a la vez literario: una verdadera joya del folklore canario.
TEXTOS DEL CD
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2008
1. EL MESÍAS
El Mesías prometido reinará en el terno siglo.
Unos desposados santos convida la Iglesia, amigo,
2 de estos desposados santos, vamos, seremos testigos.
El desposado José, ¡ qué grande dicha ha tenido,
4 al casarse con María, hija de Joaquín, su tío!
La novia tiene mil gracias, quince años no cumplidos,
6 José tiene treinta y tres, hermoso y bien parecido,
y para no estar ocioso es carpintero su oficio,
8 que lo dejó San Mateo en un evangelio escrito.
Se crió aquí esta doncella en el templo y con retiro,
10 para más servir a Dios voto de castidad hizo.
A los diez años José ha hecho este voto mismo,
12 de modo que se ordenaron los esposados divinos.
El Mesías prometido reinará en el terno siglo.
2. BIEN SABE EL SEÑOR DIOS MÍO
Bien sabe el Señor, Dios mío, siempre mi deseo ha sido
Estando un día la Virgen en silencio y con retiro
2 leyendo la profecía que Isaías había dicho:
« Conservar una doncella pa parir el Verbo divino » .
4 ─ ¡ Quién será esta doncella, quién la hubiera conocido
para postrarme a sus pies y ponerme a su servicio! ─
6 Al decir estas palabras apareció un parafino
en la forma de un mancebo hermoso y bien parecido
8 con una diadema de oro y un refulgente vestido,
con una cruz en el pecho engendrado en oro fino,
10 del ángel acompañado y con voz clara le dijo:
─ María de gracia llena, el Señor está contigo,
12 soy el ángel San Gabriel que vengo del cielo empírio
a traer una embajada que me manda el rey divino.
14 Has de saber concebir que has de parir un hijo
que en la casa de Jacob reinará en el terno siglo. ─
Bien sabe el Señor, Dios mío, siempre mi deseo ha sido.
3. LA NOCHE QUE NACIÓ EL NIÑO
La noche que nació el Niño tuvo mi tormento alivio.
De visitar a Isabel, luego que a su casa vino,
2 reparó un día José que el vientre estaba crecido
de su esposa, y asustado y hablando consigo mismo:
4 ─ ¡ Inmenso rey de Israel!, ¡ Señor, qué es esto que miro!
¡ Veo a mi esposa preñada!, ¿ estoy despierto o estoy dormido?
6 ¡ Si ambos hicimos votos de castidad, hemos sido
fieles en su cumplimiento! ¡ Aquí hay misterio escondido!
8 Si hay misterio, no lo sé, ni mi esposa me lo ha dicho,
pero todo pasará, menos que en mi casa un hijo,
10 sin saber quién es su padre. ¡ En pensarlo soy corrido! ─
Se fue a descansar un poco, y apenas quedó dormido
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2008
12 entra el ángel San Grabriel a su aposento, y le dijo:
─ Levanta, José, despierta, ¡ qué grande dicha has tenido!,
14 que la preñez de tu esposa es por misterio divino,
que a salvar la gente viene el Mesías prometido. ─
La noche que nació el Niño tuvo mi tormento alivio.
4. NACIÓ EL REY DEL CIELO Y TIERRA
Nació el rey del cielo y tierra de la más pura doncella.
2 De casa de Zacarías salió la sagrada reina
en compaña de su esposo que luego a su casa llegan.
4 Reparó un día José sobresaltado y con pena
en el vientre de su esposa y dentro de sí comienza:
6 ─ ¡ Inmenso rey de Israel, qué novedades son estas!
¡ Veo a mi esposa preñada aunque no sé si lo crea!
8 Si los dos hicimos votos de guardar toda pureza
y ha de su ser su cumplimiento, esto algún misterio encierra.
10 Quiero ausentarme y dejarla. ¿ Y qué ganaré en la ausencia
siendo todo mi consuelo el gozar de su presencia?
12 Y si yo la desamparo, ¿ quién tendrá de socorrerla?
muchacha pobre y sin padre, ¡ que el Señor la favorezca!
Nació el rey del cielo y tierra de la más pura doncella.
5. MARÍA DE GRACIAS LLENA
María de gracias llena, madre del cielo y la tierra.
Llegante a los nueve meses, decretó el Augusto César
2 que los padres de familia a inscribir su nombre vengan,
cada uno a la ciudad donde fue su descendencia.
4 Era José de Belén, y viendo que lo era por fuerza
el irse a inscribir allí, a su esposa le dio cuenta,
6 mostrando gran sentimiento por estar el parto cerca.
Y la Virgen le responde: ─ Esposo, no tengas pena,
8 que yo os iré acompañando, que es mi mayor conveniencia;
es mi hijo agradecido, quien recibe por fineza,
10 quien te ofrece el corazón cuando la voluntad es buena. ─
Al fin buscó un jumentillo donde acomodó a la reina;
12 las cosas más necesarias en una cajita llevan:
la faja para el infante, por lo que Dios dispusiera.
14 Prosiguieron su camino, ¡ oh Dios, cuán dichosos fuera!,
¡ quién los fuera acompañando, oh mi Dios, y quién los viera!
María de gracias llena, madre del cielo y la tierra.
6. LA CIRCUNCISIÓN
Hoy es la circuncisión del divino Redentor.
Reina Herodes en Judea y es de Roma emperador.
2 Ve allí en Galilea que es tierra de bendición,
la villa de Nazaret donde María habitó.
4 María estaba casada con José, santo varón,
y con él vivía virgen como si fuera con Dios.
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6 El arcángel San Grabriel Dios un día lo envió
diciendo que había ser madre de Cristo nuestro Señor,
8 que en su seno formaría, no por obra de varón.
Entonces el Verbo divino, que es el mismo hijo de Dios,
10 tomó cuerpo y alma de hombre, en cuya forma nació.
En Belén siendo un pesebre la cuna de nuestro Dios
12 es donde fue ese judío que Jesús se le llamó.
De Jesús el nacimiento llenó a Herodes de terror,
14 mandando matar los niños de Belén enrededor
para que no se salvara el rey nacido de Dios.
Hoy es la circuncisión del divino Redentor.
7. LOS PASTORCILLOS
Venid pastorcitos, venid a adorar
al rey de los cielos, que ha nacido ya.
Un rústico techo abrigo le da,
2 de cuna un pesebre, de templo un portal.
En lecho de pajas desnudito está,
4 al ver las estrellas a sus pies brillar.
Del campo las flores gratas le serán
6 al que con su risa las hace brotar.
Hermoso lucero los vino a anunciar,
8 Magos del Oriente buscándole van.
Delante se postran del rey de Judá,
10 insensio, oro y mirra, tributos le dan.
Sin ricas ofrendas no teman llegar,
12 el Niño agradece la fe y voluntad.
Su madre en los brazos meciéndole está
14 y quiere dormirle con dulce cantar.
Con alma y con vida vámonos allá,
16 que Dios niño y pobre nos recogerá.
Sus brazos nos tiende con grato ademán;
18 « Llegad » , nos repite su voz celestial.
Humilde se acerca a un lindo rapaz
20 que las puras aguas bebió del Jordán.
Jesús les complace con alegre faz
22 y un blanco cordero comienza a balar.
Un ángel responde al mismo compás:
24 « Gloria en las alturas y en la tierra paz » .
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Venid pastorcitos, venid a adorar
al rey de los cielos que ha nacido ya.
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2008