Almogaren XXXV / 2004 Wien 2004
Juan Francisco Martin de! Castillo
Darwin en Canarias:
153 - 168
EI Transformismo (1928) de Baltasar Champsaur Sicilia
Key words: Canary Islands, Gran Canaria, XIX-XX centuries, Science,
Darwinism, Baltasar Champsaur Sicilia
Resumen:
En 1928, se editaba Tranformismo de Baltasar Champsaur Sicilia. EI autor,
profesor y pedagogo de prestigio nacional, tiene como objetivo recuperar la
tensi6n y el tenor de! debate existente sobre el darwinismo en Las Palmas de
Gran Canaria durante 1877. Su propuesta, modernizada en Ja expresi6n y
actualizada en los contenidos, ofrece la ultima versi6n de! evolucionismo
natural, de! que se declara abiertamente partidario. Este ensayo ubica a
Champsaur Sicilia en la historia de la ciencia canaria y dentro de! grupo de
Chi! y Naranjo o Verneau.
Abstract:
In 1928 Baltasar Champsaur Sicilia published Transformismo. The author,
teacher and pedagogue, had one goal with the work: to recuperate the tension
and the text of discussion and controversy that took place in Las Palmas de
Gran Canaria (1877) on the Darwinism thesis. His original proposal, so
updated, is to give the last version of natural evolution. This paper puts
Champsaur Sicilia in the history of Canarian Science with Chi! y Naranjo or
Verneau.
Zusammenfassung:
1928 veröffentlichte Baltasar Champsaur Sicilia sein Werk "Transformismo".
Das Ziel des Autors - Professor und Pädagoge von nationalem Ruf - war es,
die 1877 in Las Palmas de Gran Canaria geführte Debatte um den Darwinismus
und seine Thesen wieder aufleben zu lassen. Sein Vorschlag, modernisiert
in den Formulierungen und aktualisiert in den Inhalten, bot die bis
dahin letzte Version in der Beschreibung der natürlichen Evolution. Der
vorliegende Aufsatz stellt Champsaur Sicilia in eine Reihe mit anderen
wichtigen Persönlichkeiten der kanarischen Wissenschaftsgeschichte wie
Chi! y Naranjo oder Verneau.
0. Introduccion: La polemica darwinista (1876-1877).
"Hablar entonces del transformismo y del origen del hombre sera una cosa
interesante y agradable al mismo tiempo" (Transformismo, 1928, pag. XVIII).
153
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
Con motivo del centenario de la muerte de Charles Darwin, se publicaron
por todo el mundo amplios reportajes, cargados de supuesta didactica hist6rica,
e incluso los medios de masas tambien encontraron hueco propicio al evento
en sus ajustadas programaciones. Sin embargo, hubo ediciones de corte
academico que, aun partiendo de identico compromiso, alzaron la vista sobre
la historia y obtuvieron el premio de sobrevivir al "afio Darwin" (1982). Entre
esas obras de indudable valor, cabe destacar la monografia del profesor de la
Boston University, Thomas F. Glick, cuyo titulo deja evidenciar la esencia ultima
de la investigaci6n, Da1win en Espana. Es un libro de pequefio volumen
de paginas, articuladas en torno a Ja recepci6n de! Origen de Jas especies en
suelo hispano, aunque distribuye sus contenidos conforme a una particular
secuencia historiografica. EI autor, ya conocido por anteriores contribuciones
fundamentales sobre la tematica (1 ), entra a investigar el darwinismo en la
periferia espafiola, buscando nuevas referencias a la difusi6n del movimiento
transformista.
Justamente este Da1win en Espana ofrece las primeras pinceladas hist6ricas
y analiticas de la denominada poJemica daiwinista en Canarias. Se sabia
que la edici6n de los Estudios de Gregorio Chi! y Naranjo (2) habia provocado,
en su epoca, reacciones contrapuestas. A una parte, previo envio a los
amigos y colegas de Francia, supuso un punto de encuentro con los ideales y
esfuerzos de investigaci6n internacional; quizas, una apuesta de modernidad.
Pero, por otra, atrajo sobre la persona y la futura familia de Chil no pocos
sinsabores: el mas doloroso fue sentir la intolerancia religiosa de parte del
Obispo Urquinaona (3), severo critico de la transformaci6n de las especies.
Recientemente, Jose Miguel Alzola ha puesto al descubierto que el medico
sufri6 de la persecuci6n clerical, culminando con Ja excomuni6n ( 4). Sin
embargo, solo merced al Da1win en Espana de Glick pudo vislumbrarse la
intensa excitaci6n intelectual habida en las Canarias de fines de 1870. Fueron
personajes sefialados de la inteJligentsia del momento (5), profesores, abogados
y clerigos ilustrados que porfiaban en la defensa de un espiritu polemista.
Este ramillete de librepensadores oia sonar nombres como Rafael Lorenzo
y Garcia, Baltasar Champsaur Sicilia y el sacerdote Jose Roca Ponsa. Libros
de unos, articulos de otros, encuentro de intelectos al fin, movieron a la
reflexi6n y a la lectura de las obras originales de los autores extranjeros. Por
ejemplo, se han encontrado traducciones al espafiol del Origen de Jas especies,
sobre todo la primigenia de Sempere, titulos del catedratico de Jena,
Ernst Haeckel, vertidos al frances -lengua de acceso a bastantes intelectuales
espafioles y canarios-, obras del germano Luis Büchner y, de modo especial,
su Fuerza y materia (Kraft und Stoff, 1855) (6) entre las bibliotecas de aquellos
154
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
particulares individuos. Son, por asi decirlo, los libros que marcaron el tempo
hist6rico.
La colecci6n de Baltasar Champsaur Sicilia viene recogida, precisamente,
en Darwin en Espaiia (7). No se diferencia en demasia de lo apuntado, solo
que don Baltasar contaba con una predisposici6n mayor a la lectura francesa,
pues esta era la lengua que ensefiaba en los institutos. Su postura es claramente
partidaria de los supuestos del sabio ingles, pero salvaguardando la ideologia
socialista en el mismo orden que extiende el conocimiento del materialismo
de Büchner, la verdadera alma mater del pensamiento de Champsaur. Por
desgracia, Glick no acert6 a dispensar un trato in extenso a las obras del
grancanario, a pesar de la exquisita reconstrucci6n de la polemica cruzada a
traves de los peri6dicos locales (8). Le basta citar, en las notas finales, la producci6n
bibliografica sin apenas encontrar momento para un estudio detenido.
Particularmente, este es nuestro prop6sito, equilibrar el conocimiento del
cruce de ideas con una atenci6n esmerada al autor y su obra.
El Transformismo, aparecido en 1928, recupera los articulos editados en
aquel lejano y legendario 1877, a la par que agrupa nuevas ideas del autor,
planteamientos que toman vida del esfuerzo de Champsaur por seguir cultivando
el desarrollo de la ciencia y, en este caso, la evoluci6n del darwinismo
clasico hacia uno mas matizado y, por supuesto, prolijo. Dos son las finalidades
que persigue el presente estudio: una, descubrir la viveza de un pensamiento,
la historicidad de una ideologia trufada de cientifismo; y, segunda,
mostrar un hito de la historia de la ciencia canaria, amen de afirmar la pertenencia
europea de un conjunto de intereses intelectuales. Subsiste una tercera
opci6n de interpretaci6n del texto y seria aprovechar los contenidos del Transfonnismo
para identificar el sesgo y profundidad de la relaci6n de los autores
extranjeros citados y, por ende, de la potencia de su pensamiento en el marco
cultural hispano y canario. Si se habla de zonas de influencia en lo geopolitico,
alrededor de la decada de los 80 del siglo XIX, por que no habria de hacerse
en otros ambitos. De buena gana que la lecci6n a obtener sera bienvenida
como ejemplo de intertextualidad hist6rica.
1. Baltasar Champsaur Sicilia (1856-1934): EI hombre y la obra.
La familia Champsaur Sicilia ha dado a la historia canaria individuos importantes,
en talento y funci6n humana, que lejos de conocerse en detalle
todavia quedan pendientes de biografias a su altura. Baltasar, por empezar
por algo de sobra conocido, era hermano de un medico comprometido con lo
social, don Jose Champsaur Sicilia (1851-1902), al que dedica apenas unos
parrafos Juan Bosch Miliares en la celebrada La Medicina en Gran Canaria
155
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
(9). Quiere esto decir que el ambiente familiar de los Champsaur suponia un
reto para los hijos, desafio en el que no cejaba de mediar la figura paterna de
origen galo, siempre presta a dar una excelente educacion a la prole. De madre
islefia, el joven Baltasar se aplico al estudio desde edad temprana, finalizando
el bachillerato para luego pasar a la vecina Francia, donde continuar
perfeccionando la lengua del padre.
Dice Gonzalez Perez (1996: 561) que nuestro personaje es "literato y pedagogo,
pero en ambas facetas practicamente se le ignora" . No obstante, da la
clave para entender una vida entregada a la ensefianza y la escritura. De su
estancia en Montpellier, conservo el profesor el ansia por incentivar la mejora
educativa en el medio espafiol, en el que incluso llego a destacar con voz
propia debido a su acendrada defensa del laicismo en la escuela y, en general,
del tramo educativo al completo. El opusculo La escuela Jaica (1930) le tiene
por autor y gozo de un merecido prestigio que aun perdura como hito incontestable
de la sociologia educacional en Espafia. Curiosa coincidencia en el
tiempo cuando, en el momento presente, la anhelada Francia de Champsaur
lucha por recuperar los ideales laicos de su etapa revolucionaria.
Refractario a la moral religiosa, a la que motejaba de manipuladora, segun
se desprende de su volumen La moral independiente (1931), bullia en activar
un aliento creciente por la ciencia, el autentico idolo de la epoca industrial. No
deja de manifestarse, en cada esquina de sus obras, el cientifismo triunfante,
a todas luces custodio de un tiempo de librepensamiento. Mientras tanto, consiguio
la Catedra de frances por oposicion, paseando su conocimiento por las
plazas de Gerona, Palma de Mallorca (10), La Laguna y la postrera y definitiva
de Las Palmas, de cuyo centro de Segunda Ensefianza fue nombrado director
(Gonzalez Perez, 1996: 568), ejerciendo la docencia de la lengua gala hasta
su jubilacion, en 1924, con 68 afios de edad.
EI laicismo de Champsaur obligadamente le puso en el bando de los nolatinistas,
es decir, la vertiente menos clerical de Ja reforma introducida por la
Ley Moyano de 1857 (Ley de Instruccion Publica de 9 de septiembre). Un afio
antes habia venido al mundo pero el influjo de Ja estructura implantada por el
nuevo codigo legislativo se extiende a lo largo de! siglo. Ademas, en tierras francesas,
habia podido degustar una ensefianza abierta, de matriz revolucionaria,
que luego tendria cabida en Ja ideologia de! Sexenio iniciada por la Gloriosa
(1868). Por esta razon, Ja polemica darwinista, que le absorbe en las postrimerias
de la adolescencia (21 afios), resulta, a su vez, informadora veraz de sus principios
cientificos y de los intereses que sobrecogian el espiritu de juventud.
De entre sus intereses, que conseguirian formar una actitud ante la vida, el
mas importante para don Baltasar era, sin lugar a dudas, Ja preocupacion so-
156
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
cial. Socialista a machamartillo, no deslindaba cualquiera de sus actividades
de esta primera afirmaci6n solemne. Este es el centro de su Jebenraum, a la
manera alemana. Medidas, proyecto e ideologia se sostienen sobre el armaz6n
de la lucha clasista, no obstante queda difuso el marxismo. En pocas ocasiones,
Marx o el Capital aparecen en sus obras, sin embargo los materialistas
germanos (Büchner, Vogt) si lo hacen, ademas de los ide6logos socialistas franceses.
Evidentemente, la obra de estos ultimos le suponia un fäcil ejercicio de
comprensi6n lectora.
EI aiio de su muerte (1934), al decir documentado de GonzalezPerez (1996:
574ss.), don Baltasar fue merecida y gozosamente recordado en la prensa local,
glosando Ja figura y Ja obra. Novelas, ensayos y articulos recogen su ideario
social, politico y cientifico. Pese a lo cual, poca ha sido la literatura producida
en torno a los analisis de sus textos originales, que dormitan en las baldas
de las bibliotecas tradicionales a la espera de que se haga justicia.
2. EI Transformismo (1928): Analisis textual e historico.
Champsaur Sicilia public6 Transformismo con 72 arios de edad, en la imprenta
Miranda de Las Palmas de Gran Canaria. Con ello, queria cerrar un
ciclo, abierto en 1877, y mostrar su celo por perseguir el pleno conocimiento
de la causa darwinista. En la Introducci6n, fechada en 1928, recapitula los
hechos ocurridos en torno a la polemica sobre la evoluci6n natural y guarda
un entraiiable recuerdo de la memoria de Rafael Lorenzo y Garcia (11 ), al
igual que el, profesor de L6gica, Psicologia y Etica (12), ademas de afamado
jurista que intervino con acierto en la vida publica de la ciudad compartida
por ambos. Parece que, en aquellas paginas, se atisba una dedicatoria a la
persona y a la obra, que concit6 su interes y el deseo de responderles en los
6rganos locales de expresi6n. En especial, el libro Especificaci6n de los seres
(13), que fue el detonante de un inusitado debate intelectual.
Lorenzo y Garcia era un decidido anticlerical aunque, en lo cientifico,
descreia de una evoluci6n ininterrumpida de las especies, y, claro esta, reservaba
para la humana una especificaci6n especial, un origen diverso al resto de
los organismos. Tal vez esta concordancia en los planteamientos sobre el influjo
clerical anim6 sobremanera la pluma de Champsaur, de igual modo que
aglomer6 en su contra las fuerzas intelectuales del clericalismo acendrado.
Esto, y bien que lo hubo de padecer don Baltasar, hizo preterir los postulados
del autor del Transfonnismo, diluidos en una polemica superior a los dictados
ideocientificos. Sin genero de dudas, esta quemaz6n fue uno de los motivos
para editar el tomo de 1928, pero no el unico en absoluto.
157
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
2.1 EI motivo de la obra.
En el Pr6Jogo, Champsaur informa en detalle acerca de las razones que se
encuentran en la base de la publicaci6n. Por ejemplo, evoca con simpatia y
afioranza unos tiempos pasados, en los que la Espafia laberintica y convulsa
lograba situar en un nivel aceptable el tono del debate publico. Los pensadores
foräneos, traducidos a conveniencia y un tanto alocadamente -todo sea dicho-,
introducen nuevas formas de reflexi6n, que terminan por orear un ambiente
claustroföbico para el desarrollo de las ideas y los talentos. Una epoca,
en suma, de riesgos intelectuales y aventuras ideol6gicas, a la que don Baltasar
da lustre y justicia. A la perfecci6n sabia que su trabajo debia ser valorado
solidariamente, en uni6n de compafieros y rivales del intelecto.
La suya fue una apuesta de animaci6n cultural que condujo, progresivamente,
a Ja modernidad de las elites sociales de! momento. En si, una realidad
minoritaria, fugaz si se quiere, pero inasequible al desaliento e ineludible para
hallar los mojones de lo moderno y reformista en la pequefia sociedad islefia
de finales del periodo decimon6nico. Le honra, por supuesto, al Catedrätico
de Lengua Francesa que, en ocasi6n propicia, ajuste la cuenta hist6rica:
"Aquel micleo de inteligencias fuertes y libres que se llamaron D. Agustfn
Miliares, D. Gregorio Chil, D. Rafael Lorenzo, D. Pablo Padilla, krausista, y
otros mtis, contribuy6 valerosamente a abrir las inteligencias y a robustecer el
pensamiento libre apenas balbuceante todavia" (pag. XI).
Rosario nominal que explica, en lo cercano, el leitmotiv de un recordatorio
con formato de ensayo hist6rico y cientifico. Pues, el Transformismo es un
libro de memorias, pese a Io rimbombante del rubro. La memoria de un proyecto
conjunto, uniforme e intenso por la aceleraci6n de los estudios de vanguardia.
En Repensar el 98, Cacho Viu administra a este peculiar movimiento
intelectual el calificativo de moral colectiva (14), y destaca que la que hizo
evolucionar a la Espafia de frailes y conventos fue la cientifica, en la acariciada
expresi6n de Ortega y Gasset. El grupo de Champsaur, Miliares, Lorenzo
y Chil potencia este fen6meno en una forma que la obra del primero solo
reproduce en parte. He aqui, en resumen, un origen familiar del Transformismo.
La necesidad de conciliar una voluntad con la del resto de individuos que
le arroparon y discutieron.
Mäs adelante, don Baltasar confiesa abiertamente la querencia primordial
de! volumen, reiterando el mensaje colectivo de la aventura de aquellos
patricios todavia en su juventud:
158
"Me anima a publicar este libro el deseo de que 110 se olvide el interes que
despert6 en esta pequeiia ciudad el magno debate que tan grandes inteligencias
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
interes6 en el mundo, y que contribuy6 a intensificar entre nosotros el amor al
estudio" (pag. XV).
En fin, una vocaci6n de identidad rnoral al servicio del progreso cultural de
un punto situado en la rnas alejada periferia del solar hispano. Un paso hacia
el mundo, de superaci6n del localisrno persistente en la rnentalidad de los
islefios.
2.2 Las tesis transformistas.
En una de la citas textuales anteriores, apareci6 el adjetivo krausista. La
trernenda repercusi6n del krausisrno en Espafia, despues de la vuelta del periplo
gerrnano de Sanz del Rio, la extensi6n de las ensefianzas por Giner de los
Rios y la Instituci6n Libre de Ensefianza (ILE) ha sido un factor deterrninante
en el incentivo de las inteligencias y el cultivo de los estudios hurnanisticos y,
sobre todo, cientificos. Este krausisrno, propio del hecho hist6rico espafiol,
casi sin irnpacto en la Alernania de sus origenes, proclarna de rnodo arrollador
en la obra de Charnpsaur el disfrute de la libertad de pensarniento y, asirnisrno,
la exigencia en los plantearnientos de base. Vaya lo dicho no s6lo corno
acicate de una rnotivaci6n intirna del Transformismo sino tarnbien corno fimdarnento
de la elecci6n del terna evolutivo corno centro de interes e intercarnbio
de reflexi6n.
Este perfil de rigor en el tratarniento ternatico es clararnente perceptible en
los capitulos del opusculo, rnas si cabe cuando el autor ni siquiera guarda relaci6n
directa, por ligaz6n profesional o investigadora, con el asunto a tratar.
Tarnpoco en lo institucional podernos concluir que Charnpsaur Sicilia representa
una oficialidad deterrninada y cornprornetiendo, en tal suerte, su prestigio
y brillantez. Nada de eso. Lo que rnueve al profesor es puro deseo de
instrucci6n, un prurito que le herrnana con otras tantas figuras nacionales y
aun foraneas. Corno su adrnirado Büchner, rnedico de profesi6n, pero que os6
arrebatar a pensadores y fil6sofos la n6rnina de sus preocupaciones y hacerlas
suyas, y adernas con cierto exito. Un espiritu renacentista, quizas ingenuo en
los albores del Novecientos, pero dificilrnente reprochable en actitud y resultatlos.
En cuanto a estos, las tesis transformistas del grancanario son sencillas
y bien establecidas en la experirnentaci6n del principios del siglo XX: "Los
factores principales de la transforrnaci6n son: el rnedio arnbiente, la naturaleza
del organisrno, el tiernpo y los grados insensibles en la variaci6n" (pag.
112). Corno se aprecia, el diletante Charnpsaur alcanza a interpretar el
darwinisrno rnoderno con los rnatices necesarios debidos al progreso de los
controles en la investigaci6n y los nuevos rnodelos que, poco a poco, se irnponian.
Dentro del Transformismo, tal nitidez en la enunciaci6n te6rica no resul-
159
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
ta fäcil de encontrar, no obstante el fragor de la polemica en torno a la historia
natural y la especificaci6n humana obligan al autor a tomar una postum de
neta defensa de Darwin y sus presupuestos. En cierta forma, la controversia
vio coronada la persistencia por elucidar de modo ejemplar el darwinismo,
haciendolo comprensible a la mayoria lectora. Pero, la obra bulle en multitud
de discretas observaciones, desarrollos coligados y exposiciones sabrosas en
informes y criterios de investigaci6n.
En un principio, la obra procede por el camino del didactismo y la explicita
disertaci6n profesoral. En la Introducci6n (pp. 1-37), Champsaur hace gala de
magnificas dotes de divulgador al ofrecer un acertadisimo estado de la cuesti6n
a la altura de la tercera decada del siglo XX. Un asombro de actualizaci6n,
no menos que de sintesis. "Pues bien, hoy, el campo del transformismo esta
dividido en <los ramas, la de los neodarwinistas y la de los neolamarckianos"
(pag. 3). Curiosamente, tal separaci6n de supuestos te6ricos todavia perdura,
en determinadas personalidades cientificas y en no menor medida en los articulos
experimentales de las revistas especializadas, que cuesta pensar que
alguien, sin la preparaci6n tecnica suficiente, pudiera sentenciar con
rotundidad y tino semejante disparidad siete u ocho decadas atras. Incluso no
le duelen prendas si ha de juzgar con ecuanimidad la mismisima apuesta
darwiniana. La dureza de su comentario, pertinente y ajustado a la incipiente
investigaci6n microbiol6gica, apenas logra esconder Ja admiraci6n por el triunfo
de! Origen de Jas especies: "Se ha demostrado ya que el campo de la selecci6n
natural de Darwin es mucho mas limitado que lo que el crey6" (pag. 9).
Esto no limita la pretensi6n primigenia del Transformismo. Al contrario,
cruzado el umbral, avanza en pos de la moderna lecci6n de la ciencia natural.
Sin menguar el tono exigente de Ja narraci6n, aunque preservando al lector de
los rigores de! especialista, enfila hacia el desarrollo e ilustraci6n de la teoria
de la mutaci6n de De Vries, por aquel entonces el inte1prete cualificado del
darwinismo. En poco mas de quince paginas, de la 14 a la 29, aglutina los
conceptos de Weismann y el citado, familiarizando al ojo culto con criterios
de progresiva complejidad. Queria Champsaur dar culmen a Ja explicaci6n
hist6rica de! darwinismo y certificar Ja defunci6n de Ja concepci6n fijista de
Linneo, por ejemplo. Ademas, piensa en la intelectualidad que afrontaria la
lectura de su obra, ignorante de los ultimos y recientes adelantos en la biologia
de lo mas pequefio. Visto en la distancia, adquiere magna relevancia la
sabiduria demostrada, garante de una s6lida comprensi6n de los hechos descritos.
El grueso de! tomo, desde Ja pagina 40 hasta Ja 127, conviene a la memoria
de la contienda intelectual de 1877. Son los textos, impresos en la prensa lo-
160
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
cal, que se reproducen corregidos y con una breve entradilla que atina a explicar
la ocasi6n de su edici6n. El primero, c6mo no, es la resefia de la Especificaci6n
de los seres de Rafael Lorenzo y Garcia, cuya importancia sobresale
no tanto por la indole del contenido como por la ubicaci6n en la serie de publicaciones
peri6dicas que alentaron la polemica darwinista. De todos modos,
Champsaur despotrica con los medios intelectuales a su alcance sobre la huera
pretensi6n, para el y los de su facci6n, de adjudicar una especial creaci6n y
evoluci6n para la especie humana. Al profesor de la lengua francesa, tal ocurrencia
compite en irracionalidad con cualesquiera otros pretextos por salvaguardar
a la humanidad de la comun linea de historia natural que han seguido
los seres que cohabitan en identico mundo. Reprueba que el abogado y docente
desestime el ideal transformista por inapropiado y falto de "demostraci6n
experimental" -como luego argüira-, coleccionando en semejante aventura
lo que, para su sayo, no son mas que patrafias.
En el capitulo "Nuestras creencias. Contestaci6n", igualmente de 1877,
Champsaur hace una declaraci6n llena de solemnidad:
"Esta grandiosa evoluci6n del conjunto de los organismos es una de las
concepciones mas notables de nuestra epoca, uno de los descubrimientos mas
fecundos y una de Jas pruebas mas admirables de Ja constancia y podedo de
Jas Jeyes de Ja Naturaleza" (pags. 47-48).
Quisieramos destacar, en breve aparte, que don Baltasar jamas hizo uso de
argumentos ad hominem. Esto es, no promedi6 en las descalificaci6n del individuo
o la figura sino unicamente dirigia los dardos acerados de su pluma
hacia la exposici6n tematica. Por esta raz6n, nunca recibi6, que sepamos, denuestos
por sus criticas y goz6 de la amistad de los personajes criticados en
sus obras y articulos. Prefiere afirmar sus convicciones que negar las del contrario,
si bien, cuando la oportunidad se halle presente, no ahorrara armas en
defensa del ideario de los de su partida. Por ejemplo, el contundente alegato
de la pagina 49: "El transformismo es, sin disputa, la mas elevada y esplendida
concepci6n de nuestro siglo ... Nosotros como darwinistas, lo confesamos
abiertamente". En ningun otro momento, este acto de fe toma encarnadura
como la apuntada.
En el terreno del detalle, de la minuscula observaci6n, Champsaur exhibe
la calidad de las lecturas realizadas y el nivel de interpretacion de estas. Particularmente,
arguye en contra de los "partidarios de las creaciones especiales"
(pag. 72), deseosos de dividir el orden natural conforme a un criterio
externo a su progresi6n. Porfia en la denuncia de los sinsentidos de los criticos
creacionistas, que ponderan que la "teoria darwinista pregona que todas
161
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
las especies han de sufrir transformaciones en todos tiempos y lugares" (pag.
73). En sentido opuesto, calibra que la evoluci6n es un proyecto inacabado,
que mide sus pasos por cientos o miles de afios; alejando de si las calenturientas
elucubraciones de los fervorosos del creacionismo. Glosa, si era menester,
las figuras de Lyell, Darwin, Huxley, Haeckel, Wallace, Broca y Büchner para
asentar la orientaci6n de sus afirmaciones (pp. 78-79). La hilaza conduce a la
correspondiente desembocadura:
"La transformaci6n existe, es 16gica, natural, y esta conforme con todos los
procedimientos de Ja Naturaleza ... Sirva de ejemplo Ja etema Jucha del ser
contra el ser, de Ja vida contra Ja vida. En ese rudo combate hay especies
destinadas a desaparecer de Ja superficie terrestre para no volver jamas. En el
festin de Ja vida Ja fuerza representa el derecho" (pp. 105-106).
Son palabras del 77 pero rezuman la lectura literal del Origen de Jas especies
por doquiera. La edici6n de 1928, ya convertidas en libro, no hace sino
contextualizar el particular enfasis con que fueron pronunciadas aquellas. Al
final del Transformismo, recobra Champsaur las dotes de equilibrio en el juicio
hist6rico y matiza en profundidad el tenor de su desaforado darwinismo,
concretando una linea moderada y mucho mas atenta a los nuevos aires de la
biologia experimental.
Mientras llega el colofön, don Baltasar sigue, erre que erre, en la critica
feroz a Ja intolerancia y la cerraz6n cientifica. Si en las paginas 107 a 109
ultima una respuesta eficaz a la supuesta ausencia de demostraci6n empirica
del darwinismo, mas adelante prosigue en un razonamiento haeckeliano, pese
a no ser santo de su devoci6n. Al menos, en el orden de citas no llega al 3% del
total comparado, sin embargo en la entradilla explicativa de! capitulo intitulado
"Contestaci6n" (1877) alarga la mano con una proverbial referencia a Ja
Historia de Ja Creaci6n natural, en la versi6n castellana de F. Cuveiro.
Champsaur rehuye el darwinismo social de Spencer o Haeckel, de ahi que el
aprovechamiento de ambos se reduzca a la minima expresi6n. No obstante,
como queda dicho, resalta en la pagina 121 una lustrosa y elegante carta de
presentaci6n de don Ernesto, como aqui se Je conoci6, al castellanizar los
nombres de los sabios extranjeros. Simplemente, tratase de un pie de allanamiento
para el lector y asi poder colocar su lectura comprensiva en Ja direcci6n
que sefialaba don Baltasar.
EI afän, la fuerza y la necesidad de buscar apoyos a la teoria transformista
comprende en el Transformismo algunas solicitudes que pudieran caer en la
extravagancia, o, a lo menos, en tema de especialista en la materia. Hablamos
del ultimo cuarto del volumen, paginas 127 a 145, en donde presenta un capi-
162
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
tulo sobre "Plantas carnivoras". Sobra decir que, con la colecci6n de experiencias
resueltamente conocidas, intenta configurar el dispositivo experimental
de la modernisima ciencia botanica en favor del transformismo. En su escritura:
"Que las plantas que hemos descrito se alimentan de insectos, parece indudable,
fen6meno que prueba una vez mas las maravillosos efectos de la gran
ley de la evoluci6n" (pag. 144).
Antes de abordar el pr6ximo apartado, de continente y contenido muy distintos,
hay que situar el Transfonnismo en un contexto sociocultural de luchas
entre neocat6licos y librepensadores. Sobre los primeros, el profesor Rueda
(1996: 49) recuerda su activamiento en los albores de la Restauraci6n,justo el
tiempo de la polemica suscitada; y, en cuanto a los segundos, la figura de don
Baltasar y sus obras, y especificamente las relacionadas con la ideologia
evolucionista, aceptan la inclusi6n indiscutible en tal arco de mentalidad. Libros
como el estudiado, o Nueva religiosidad. (La vida como esfuerzo indefinido)
de 1913 o La Escuela Jaica (1930), aparte de las novelas y ensayos menores,
son 6bolos a la libertad de expresi6n y pensamiento en una Espafia que no
siempre acudia en su defensa como era menester. Por esto el intimo ahinco de
Champsaur en dar a la estampa esta y otras obras.
2.3 Analisis bibliometrico.
Ojala en la moderna edici6n de los clasicos, sean de la ciencia o de las humanidades,
se atuvieran mas los expertos a la comparaci6n e indizaci6n de las
citas nominales o textuales, porque a su traves el conocimiento deja a un lado
la subjetividad y abraza loablemente los principios de objetividad recurrentes
en cualquier investigaci6n que se considere seria. Despues de los estudios
seminales de Derek J. de Solla Price (por ejemplo, Hacia una ciencia de Ja ciencia
[1973]; asi fue traducida su magnifica Little Science, Big Science, 1963), es
algo insobornable en el cotejo de las obras de ensayistica, como la presente.
Asi, hemos decidido disponer tres bloques analiticos, inclusivos por supuesto,
pero que ayudan a satisfacer la curiosidad por el c6mo se hizo el Transfonnismo,
dando cuenta de las fuentes originales utilizadas en tal empefio
intelectual. El primer continente es el protagonizado por los nombres propios
de los hombres de ciencia, que informan de la importancia de su concurso en
la redacci6n, y en igual instancia modelan el perfil final de la obra escrita. A
saber, y en porcentaje comparado con el numero total de paginas del volumen
(excluyendo el Pr6logo):
- Broca 2 (1,3%)
- Büchner 2 (1,3%)
- Buffon 2 (1,3%)
163
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
- Cuvier 2 (1,3%)
- Darwin 22 (15%)
- De Vries 4 (2,75%)
- Haeckel 4 (2,75%)
- Larnarck 10 (7%)
- Lyell 1 (0,7%)
- Mendel 1 (0,7%)
- Quatrefages 3 (2%)
- Saint-Hilaire, G. 2 (1,3%)
- Spencer 2 (1,3%)
- Wallace, A. R. 3 (2%)
- Weisrnann 5 (3,45%)
Corno es 16gico, Darwin se lleva la palrna de la citaci6n, con un 15%. Le
sigue Larnarck, con un 7%, pero hay que precisar que se refiere, sobre todo, a
las prirneras paginas, en las que sefiala la disputa entre neolarnarckianos y los
partidarios del rnodelo darwinista. Dei resto, lo sobresaliente es la recurrencia
de De Vries y Weisrnann, lo que indica la actualizaci6n del conocirniento de
Charnpsaur. Sin ernbargo, por encirna de todo ello, adquiere categoria de constancia
textual el que los autores indizados hayan sido leidos en lengua castellana
o, lo rnas cornun, en la francesa, dado el rnanejo que tenia el profesor del
idiorna de Baudelaire. Corno contraste, lecturas en lengua original -las de los
cientificos de vanguardia, en ingles o alernan- son casi irnperceptibles. En el
colrno de la situaci6n, los desarrollos sobre las teorias de De Vries o Weisrnann
recurren a traducciones parciales por la via de publicaciones peri6dicas de
gran tirada, corno diarios o revistas. Pocas veces Charnpsaur cita una edici6n
especializada y con rubrica de autor puntero en la investigaci6n. Con todo, el
resultado esta ahi: una buena sintesis y defensa de las tesis transforrnistas.
EI segundo bloque esta referido a los conceptos ernpleados y su reiteraci6n
en el texto. EI daIWinismo asorna la cabeza en cualquier pagina, ernpero su
cita directa esta presente en 9 de ellas, ascendiendo a 6,2% del conjunto. EI
lamarckismo solo alcanza un 0, 7% (una cita textual). Pero este desglose quedaria
cojo sin los debidos rnatices. Verbigracia, el concepto e idea del
creacionismo aparece en varias oportunidades, rnas no en una rnanera objetivarnente
cuantificable. Surnando los terrninos de DaIWin y da1W1nismo, obtenernos
un porcentaje agregado de 21,2. Esto significa que en rnas de! 20% de
las 145 paginas del Transformismo reluce la figura de! insigne cientifico britanico.
La pregunta es obvia, i..,Y el terrnino transformismo? Lo hernos dejado a
sabiendas fuera de! cornpendio analitico, ya que, en realidad, se refiere a lo
dicho por el autor de La descendencia de/ hombre. Por si fuera poco, la palabra
164
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
transformista remite a su ant6nima, fijista, que precisamente no descuella por
sus apariciones. En recta 16gica, se ha prescindido de su c6mputo final.
El tercero de los bloques es la procedencia nacional de los autores citados.
El objetivo es el establecimiento del flujo doctrinal sobre la personalidad de
Baltasar Champsaur Sicilia. Los franceses son amplia mayoria, como era de
esperar, pero a corta distancia le siguen los britanicos y, mas lejos, los germanicos.
Sin embargo, de proceder con este mapa de influencia, resultaria que
Champsaur pasaria largas tardes leyendo a patriotas galos y, de vez en cuando,
sazonaria el momento con textos de ingleses y alemanes. Pero, esto no es
correcto en absoluto. Uno de sus autores emblematicos es el aleman Luis
Büchner (1824-1899), al que ofrece espacio en varias obras, con independencia
del tratamiento de temas cientificos o no. Le agrada y entusiasma la defensa
del materialismo en Fuerz a y materia, aparte de conectarlo con su inquebrantable
fe socialista. (De paso, seria menester que se estudiara, con rigor y
seriedad, el influjo de este autor, denominado menor, sobre los intelectuales
hispanos de la Restauraci6n) (15).
En verdad, Champsaur es de obediencia doctrinal gala, como muchos de
sus compatriotas ilustrados. Esto no choca, mas bien al contrario, con lo descrito
por Cacho Viu en Repensar eJ 98, en cuyo marco consagraba, como centro
y aspiraci6n intelectuales, el Paris de fines de siglo (16). Ademas, la colecci6n
de libros del autor, referida a la evoluci6n, segun Glick (1982: 99), avala
el aserto. Son mayoria los volumenes vertidos en lengua francesa frente a las
traducciones castellanas.
3. Conclusion.
Don Baltasar Champsaur Sicilia fue un personaje interesante e ignorado
por la historia. Joaquin Artiles e Ignacio Quintana, en Historia de Ja Literatura
Canaria (1978), no lo incluyen en esta detallista recopilaci6n, dando baza a
otras autorias que son mas que discutibles. El malogradoAlfonsoArmasAyala
edit6, en la Biblioteca Basica Canaria, una celebrada selecci6n de Ensayistas
canarios (1990), en la que, de nuevo, brilla la ausencia del pedagogo. Dos
ejemplos, <los oportunidades perdidas. El presente estudio monografico quiere
desligarse de tan odioso olvido, amen de justificar la valia siquiera de una
de sus obras, Transformismo (1928). Ella es el reflejo de una controversia,
anclada en el siglo anterior (1877), y que tuvo por tema de debate la evoluci6n
de las especies y confront6 a lo granado de la elite intelectual de la epoca.
Precisamente, Champsaur oferta el libro como tributo de homenaje a aquellos,
que como el, reactivaron la vida cultural de la localidad. Y, en especial, a
Rafael Lorenzo y Garcia, al que dedica elogiosas palabras.
165
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
Sobre el contenido del opusculo se ha de destacar la completa actualizaci6n
del autor, pese a ser un lego en la materia. Fue un diletante convencido y de
preparaci6n creciente. Sus alegatos en pro del darwinismo, ademas de las
explicaciones de ulteriores teorias, son eficientes, certeras y, en alguna ocasi6n,
rozan la brillantez. Es un ensayo erudito, de lectura fäcil y amena, que
logra del lector el interes por la tematica y evidencia, en suma, la pertenencia
de Champsaur a una intelectualidad esmerada y cultivada. La procedencia de
las fuentes doctrinales aconseja incluirlo en la esfera de mentalidad aperturista
a la francesa, no obstante ser avido consumidor de las producciones del materialismo
monista aleman de mediados de siglo XIX (Büchner, Vogt). Por
ultimo, en 1928, sigue manteniendo el mismo ideario que en 1877, sin apenas
desliz del recto entendimiento darwinista. Verdadero ejemplo de coherencia
personal e intelectual.
Notas:
(1) Por ejemplo, Glick (dir.) (1972).
(2) Gregorio Chil y Naranjo, Estudios hist6ricos, climatol6gicos y patol6gicos
de Jas Islas Canarias. Las Palmas, La Atlantida, 1876-1891, 3 vols.
(Recientemente, entre 2000 y 2001, incluso los ineditos, con un total de 11
volumenes, se han vuelto a publicar a cargo del Museo Canario, transcriptos
por Amara Ma. Florido Castro e Isabel Saavedra Robaina).
(3) Vease, entre otros, Glick (1982: 33) y Martin del Castillo (2003: 119ss.).
(4) Alzola (1996).
(5) En palabras de LerenaAles6n (1989: 235ss.).
(6) Editada en castellano, y en Madrid, por la Biblioteca de Duran en 1868,
Fuerza y materia. Estudios populares de historia y filosofia natura/es
(Imprenta de T. Fortanet).
(7) Glick (1982: 99-100). Resulta extrafio que el investigador norteamericano,
bien informado, convierta al Catedratico de Frances enjurista, en la breve
explicaci6n de los origenes de la biblioteca particular, hoy depositada en
el Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria).
(8) Glick (1982: 34-35).
(9) Bosch Millares (1967: I, 247-249).
(lO)De donde era originaria su mujer, dofia Elisa Sarmiento.
(11) Sanchez-Gey y Paz (1988: 59-61).
(12)Martin del Castillo (1999) y (2000).
(13) Asi denominaba don Baltasar a la obra de Rafael Lorenzo y Garcia,
Estudios filos6ficos sobre Ja especificaci6n de los seres. Las Palmas, Viuda
de Romero, 1876.
166
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
(14)Cacho Viu (1997: 53).
(15)Dice L6pez-Oc6n (2003: 291): "Büchner, cuyo libro Fuerza y materia se
convirti6 en el catecismo de los materialistas durante el Sexenio".
(16)Cacho Viu (1997: 77ss.).
Bibliografia:
ALZOLA GONZALEZ, lose Miguel (1996): "La excomuni6n impuesta al
doctor don Gregorio Chil y Naranjo [ ... ] por el obispo don Jose Ma. Urquinaona".
Almogaren 18 (Centro Teol6gico de Las Palmas), 203-224.
ARMAS AYALA, Alfonso (ed.) (1990): Ensayistas canarios. Islas Canarias,
Viceconsejeria de Cultura y Deportes.
ARTILES, Joaquin y QUINTANA, Ignacio (1978): Historia de Ja Literatura
Canaria. Madrid, Excma. Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas (Plan
Cultural).
BOSCH MILLARES, Juan (1967): Historia de Ja Medicina en Gran Canaria.
Gran Canaria, Cabildo Insular, 2 vol.
CACHOVIU, Vicente (1997): Repensarel 98. Madrid, Biblioteca Nueva.
CHAMPSAUR SICILIA, Baltasar (1928): Transformismo. Las Palmas, Imprenta
Miranda, XVIII + 145 pp.
GLICK, Thomas F. (dir.) (1972): The Comparative Reception of Danvinism.
Austin, University ofTexas Press.
GLICK, Thomas F. (1982): Danvin en Espaiia. Barcelona, Eds. Peninsula.
GONZALEZ PEREZ, Teresa (1996): "Un canario defensor de la escuela laica:
Baltasar Champsaur Sicilia (1856-1934)" . Anuario de Estudios Atkinticos
42, 561-607.
LERENA ALESÖN, Carlos (1989): Escuela, ideologia y clases sociales en
Espaiia. Barcelona, Circulo de Lectores.
LÖPEZ-OCÖN CABRERA, Leoncio (2003): Breve historia de Ja ciencia espaiiola.
Madrid, Alianza Ed.
MARTIN DEL CASTILLO, Juan Francisco (1999): "Libros y programas de
16gica en Canarias durante el ultimo tercio del siglo XIX". Boletin Miliares
Carlo 18, 279-293.
MARTIN DEL CASTILLO, Juan Francisco (2000): "Profesores de 16gica en
Canarias (1870-1911)". Anales de Pedagogia 18, 273-284.
MARTIN DEL CASTILLO, Juan Francisco (2003): Ciencia y Tecnica en Jas
Islas Canarias. Sintesis Hist6rica. La Laguna, Editorial Benchomo.
RUEDA, German (1996): Ei reinado de Isabel II Madrid, Temas de Hoy
(Historia 16).
SANCHEZ-GEY VENEGAS, Juana y PAZ, Manuel de (1988): Pensamiento
167
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
canario. (La Biblioteca Canaria - Historia Popular de Canarias ). Santa Cruz
de Tenerife, Centro de la Cultura Popular Canaria.
168
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017