Almogaren XXVII/ 1996 Hallein 1996 169 - 205
Carmen Díaz Alayón & Francisco Javier Castillo
Topónimos y antropónimos canarios en el
Registro General del Sello
In memoriam Herbert Nowak
Los materiales canarios del Archivo General de Simancas empezaron a ser
ampliamente conocidos gracias a la labor investigadora de Dominik Josef
Wolfel, que tuvo la oportunidad de estudiarlos a partir de 1930. Desde el
principio, Wolfel se da cuenta - y así lo destaca una y otra vez en sus trabajos
y conferencias- que el Archivo General de Simancas constituye la memoria
documental de Canarias y que es mucho más importante que el Archivo General
de Indias para conocer los primeros pasos de la andadura histórica del
Archipiélago. En su "Bericht über eine Studienreise in die Archive Roms und
Spaniens zur Aufhellung der Vor- und Frühgeschichte der Kanarischen Inseln",
Wolfel hace balance de su primera visita a Simancas en abril y mayo de
1930 y de sus hallazgos en los fondos "Consejo de Castilla", "Consejo Real",
"Cámara de Castilla", "Patronato Real", "Diversos de Castilla" y "Registro del
Sello". Especial atención dedica a este último fondo, que encontró sin catalogar
en sus partes más ricas y que examinó documento por documento y hoja por
hoja, con lo que pasaron por sus manos 45 legajos, cada uno con 500 a 800
documentos, lo que hace un total de 25.000 a 30.000 documentos. El tiempo y
el interés que Wolfel le dedica a los materiales del Registro del Sello están
plenamente justificados por la cantidad y calidad de información que contienen
sobre la conquista y colonización de las Canarias, sobre los abusos y brutalidades
de algunos conquistadores, especialmente Alonso Femández de Lugo
y también sobre la actuación de la Corona para proteger a los naturales canarios
injustamente esclavizados y atropellados. Wolfel volverá a Simancas en el
verano de 1931 y nuevamente a finales de 1932 y sus hallazgos irán apareciendo
en sus trabajos "La Curia Romana y la Corona de España en la defensa de los
aborígenes canarios" (1930), "Un episodio desconocido de la conquista de la
isla de La Palma" (1931), "Los indígenas canarios, problema central de la
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antropología" (1932), "Los indígenas canarios, después de la conquista" (1933),
"Los gomeros vendidos por Pedro de V era y doña Beatriz de Bobadilla" (1933),
"La verdadera historia de la conquista de La Palma" (1933) y "Don Juan de
Frías, el gran conquistador de Gran Canaria" (1953), entre otros.
Varios años después, en el verano de 1966, la Prof. Manuela Marrero
Rodríguez visita el Archivo de Simancas gracias a una bolsa de viaje concedida
por la Universidad de La Laguna y da cuenta de su labor de rastreo documental
en su trabajo "Los procuradores de los naturales canarios". Y finalmente podemos
contar con la obra de E. Aznar Vallejo, Documentos canarios en el Registro
del Sello, que abarca desde 1476, momento en que se inician las referencias a
Canarias en dicha sección, hasta 1517, con un total de 1.203 fichas.
Como vemos, se trata de unos materiales ampliamente conocidos desde el
punto de vista histórico y documental. Y en esta ocasión volvemos nuevamente
a ellos para considerar y estudiar las referencias lingüísticas, dedicando las
líneas que siguen a una catalogación y análisis de los topónimos y antropónimos
canarios de la documentación del Registro del Sello, y lo hacemos a partir del
trabajo de Aznar Vallejo ya mencionado, remitiendo en todo momento a las
fichas correspondientes. Dejamos fuera de nuestra relación los nombres de
las islas, ampliamente tratados en numerosas contribuciones.
ABONA (Tenerife). 29 de marzo de 1498 y 5 de octubre de 1500. Véase m
446, 447, 448 y 501. Como es bien sabido, Abona era uno de los reinos
prehispánicos de Tenerife y comprendía desde el barranco de Erques (límite
con el menceyato de Güímar) hasta el barranco de la Orchilla (límite con el
reino de Adeje). Numerosas referencias de este topónimo en las fuentes históricas
tradicionales (Abreu Galindo, lib. III, caps. XI y XVIII; Espinosa, lib. 1,
cap. VIII, lib. 11, caps. VI, IX, XIV, lib. III, cap. 1, y lib. IV, milagro XLI;
Torriani, caps. LI y LII) y en la documentación más antigua (Datas de Tenerife;
Acuerdos del Cabildo de Tenerife, 1, 11, III, IV y V; El Adelantado D. Alonso
de Lugo y su residencia por Lope de Sosa; Reformación del Repartimiento de
Tenerife; P. Martínez Galindo, Protocolos de Rodrigo Femández, E. González
Yanes y M. Marrero Rodríguez, Protocolos de Hemán Guerra; D. Galván
Alonso, Protocolos de Bemardino Justiniano; M. Lobo, Protocolos de Alonso
Gutiérrez). En relación con la etimología de esta voz véanse las conclusiones
de D. J. Wolfel en su glosario de la edición de Torriani, p. 247, y en sus
Monumenta, pp. 536, 599. Wolfel relaciona este topónimo con tahona 'piedra
afilada' y remite al término aggun, awun 'piedra' del bereber hablado en la
región del Sus. Álvarez Delgado, Miscelánea guanche, pp. 131-132, señala
que si fuera cierta la relación tahona-Abona, el topónimo podría interpretarse
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
como 'piedra cortada' o algo semejante, basado en la orografía, pero también
destaca que tahona puede analizarse como tab-ona y no t-abona, como señala
Wolfel, y que su análisis de Abona es ab-ona, componentes que aparecen
aisladamente en la toponimia canaria como en Abicor/ Icor y en Aro na/ Arico.
Ningún crédito nos merece este análisis que hace Álvarez Delgado, como
tampoco vemos el menor fundamento a la etimología de Odón de Apráiz,
"Ensayo sobre algunos aspectos de la antigua toponimia de Canarias", p. 70,
que intenta la explicación de Abona a partir del vasco y distingue los componentes
abo-on-a. En vasco, abo es 'boca' y también, en toponimias de parajes
costeros, tiene el valor de 'bahía', 'ensenada' o 'cala' , y on tiene el valor de
'colina' con lo que Abona viene a ser 'la colina de la cala'.
PEDRO DE ADAY(Lanzarote). 10 agosto de 1478 y 26 de febrero de 1502.
Véase Il? 28 y 550. Pedro de Aday es uno de los vecinos de Lanzarote que, a
raíz de la guerra con Portugal, apresan en esta isla una carabela portuguesa,
cargada de oro, malagueta, bacines y otras mercancías, procedente de Mina
de Oro. En el documento de 1478 que se cita, la Corona demanda el quinto que
le pertenece de este apresamiento y que ascendía, según los testigos, a
ochocientos pesos, y ordena a Diego de Herrera que prenda a Aday y a otros
catorce vecinos más hasta que paguen la cantidad correspondiente y que, en
caso de no hacerlo, los envíe presos a Sevilla. Este Pedro de Aday debe ser
hijo de Juan de Aday, uno de los vecinos de Lanzarote que se enrola, como
uno de los capitanes de los hombres de Lanzarote, en la expedición que Guillén
Peraza lleva a La Palma (Véase Abreu Galindo, lib. I, cap. XXII) y también
sabemos que es uno de los vecinos de Lanzarote que testifican en 14 77 en la
Pesquisa de Cabitos. También Abreu Galindo, lib. I, cap. XXIX y lib. 11, cap.
XI, nos dice que Pedro de Aday era uno de los habitantes de Lanzarote que
estaba descontento porque Diego de Herrera armaba constantes expediciones
a Berbería y los hacía embarcar contra su voluntad y por ello decidió salir de
la isla y pasar a Madeira para ir a Castilla a dar cuenta de sus agravios. Luego
vuelve a Canarias con Juan Rejón e intenta pedirle perdón a Diego de Herrera,
pero éste, ofendido y enojado, no le permitió desembarcar. Otras referencias
en los Acuerdos del Cabildo de Tenerife, IV; en la Reformación del
Repartimiento de Tenerife, pp. 168, 171, 175; y en M. Lobo, Protocolos de
Alonso Gutiérez, p. 259. Wolfel, Monumenta, p. 655, no tiene del todo claro
la extracción de este antropónimo, dado que, de acuerdo con los datos del
Diccionario de Madoz en Menorca existe un lugar llamado Adaya y en Lugo
otra localidad denominada Aday. Wolfel se detiene especialmente en la
variante dadac, cuya grafía final no sabe explicar y que es claramente una e.
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
Para Álvarez Delgado, "Antropónimos de Canarias", p. 412, se trata de una
forma prehispánica, si bien no proporciona ninguna explicación o hipótesis
etimológica. Hans-Joachim Ulbrich le dedica bastante atención a este antropónimo
en su artículo "Quellen zur Altkanarierforschung: die Pesquisa de
Cabitos", pp. 88-92.
ADEJE (Tenerife). 20 de noviembre de 1488, 29 de marzo de 1498, 5 de
octubre de 1500, 5 de junio de 1505, 15 de noviembre de 1505, 6 de noviembre
de 1507 y 22 de mayo de 1508. Véase m 125,446,447,448, 501, 637, 651, 714
y 743. En las Datas de Tenerife figuran las variantes Adegue, Adejes, Adés,
Adexy Edexe. Otros registros vienen en otras fuentes documentales (Acuerdos
del Cabildo de Tenerife, 1, 11, III, IV y V; El Adelantado D. Alonso de Lugo y
su residencia por Lope de Sosa; Refonación del Repartimiento de Tenerife;
E. González Y anes y M. Marrero Rodríguez, Protocolos de Hernán Guerra; D.
Galván Alonso, Protocolos de Bernardino Justiniano; M. Lobo, Protocolos de
Alonso Gutiérrez; P. Martínez Galindo, Protocolos de Rodrigo Fernández) y
textos históricos del siglo XVI (Abreu Galindo, lib. III, caps. XI y XVIII;
Espinosa, lib. I, cap. VIII, lib. 11, caps. VI y XIV, lib. III, cap. I, y lib. III, cap.
XII; Torriani, caps. LI y LII). En relación con esta forma véanse las conclusiones
de D. J. Wolfel en el glosario de Torriani, p. 249 y en sus Monumenta, pp.
763-764. Álvarez Delgado, Miscelánea guanche, pp. 76-77, 133, establece que
Adeje significa 'la tierra o el lugar de abajo' y plantea su relación con el
topónimo palmero Adeyahamen 'debajo de las aguas'.
AFORE(Tenerife). 22 de mayo de 1508. Véase n? 743. Existen las variantes
Tafur, Afure y Afur, que es la que ha prevalecido en el uso. Registros de este
topónimo encontramos en diversas fuentes documentales (Acuerdos del Cabildo
de Tenerife, 11, pp. 126, 127,131,243 y 244; Refonación del Repartimiento de
Tenerife, pp. 37, 44, 54 y 125; D. Galván Alonso, Protocolos de Bernardino
Justiniano, p. 471). Bethencourt Alfonso, Historia del pueblo guanche, I, p.
398, anota que el valle de Afore se encuentra próximo a lfonche, en Adeje.
Nosotros no hemos encontrado esta localización en ninguna parte de la
documentación manejada, de la que, por otra parte, se desprende que el valle
de Afore se encuentra en Anaga. Véase Wolfel, Monumenta, pp. 776-777.
AGAETE (Gran Canaria). 19 de enero de 1489, 23 de septiembre de 1489,
28 de febrero de 1496, 2 de septiembre de 1500, 26 de febrero de 1506, 17 de
noviembre de 1507 y 21 de noviembre de 1510. Véase m 128, 134, 406, 493,
670, 719 y 825. Numerosas referencias en las fuentes históricas tradicionales,
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
sobre todo en aquellas que recogen la conquista de Gran Canaria (Abreu
Galindo, lib. I, caps. VI, VII y XXIX, lib. 11, caps. 11, III, XI, XIX y XXI, y lib.
III, caps. VII y X; Espinosa, lib. III, cap. IV; y Torriani, carta geográfica de
Gran Canaria). Abundan las variantes: Lagaete, Gaete. La explicación de esta
voz ha conocido diversas direcciones. De una parte se considera que este
topónimo deriva por corrupción del diminutivo de lago, laguete. Véase J. del
Río Ayala y A. Doreste. Pero la explicación más sólida parece estar en el
carácter prehispánico del término, que Berthelot remite al bereber aigaite
'cordero' (Saw). Junto a esto véanse las conclusiones de Wolfel en el glosario
de Torriani, pp. 249-250, y en sus Monumenta, p. 706; y especialmente el
estudio de Álvarez Delgado, "Algunos topónimos de Agaete", pp. 27-33.
Álvarez Delgado analiza Agaete como Aga-ete, y establece que el segundo
elemento es un sufijo, si bien de dificil precisión, y que el primer elemento o
radical es de segura identificación y puede verse en numerosos topónimos
canarios (Agando, Agache, Taganana, ... ) que designan montañas, alturas o
roques. Por ello concluye que Agaete es equivalente a 'el roque' o 'roquete' y
designaba el accidente geográfico material más notable y llamativo de la boca
del valle a que en la actualidad se aplica. No creemos que Álvarez Delgado
lleve razón en esta hipótesis etimológica, toda vez que no nos parece posible
analizar Aga-ete, de la misma forma que no es admisible analizar Agan-do o
Aga-ndo.
RÍO DEL AGUA GRANDE (Adeje, Tenerife). 6 de noviembre de 1507.
Véase m 714. Otro registro viene en las Datas de Tenerife, lib. III, 1304-2.
FERNANDO AGUABERQUE(La Gomera). 2 de julio de 1512 y 15 de marzo
de 1515. Véase m 915 y 1089. Femando Aguaberque (también Aguaberqueo,
Aguababerque, Aguabarquebe, Aguaberquebe, Aguabarque, Aguabarco y
Ababerqueue)1 fue uno de los naturales gomeros que se establecieron en
Tenerife. Fue vecino de La Laguna, en la calle de Vallejo, durante el primer
tercio del siglo XVI y se le conoció por los apodos de el Viejo o el Tuerto.
También su hijo recibió el mismo nombre, Remando Aguaberque (también
Aguaberqueo, Aguaberquebe, Aguaverque, Aguabarque, Aguabarco, Agroberque,
Avberque, y Aguaberqo)2 y se le conoció con el apodo de el Mozo,
seguramente para distinguirlo de su padre. Junto a esto, Juan Fernández
Aguabarca3 es hermano del anterior y, por tanto, hijo de FemandoAguaberque
el viejo.
Sin duda esta forma antroponímica hay que relacionarla -si es que no es la
misma- con el nombre del señor o capitán del bando de Mulagua, que Abreu
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
Galindo (lib. I, cap. XVI) escribe Aberbequeye y Torriani, (cap. LIX)
Aberberqueie, y que luego aparece, con distintas variantes, en Marín de Cubas,
Pedro Agustín del Castillo, Glas, Viera y Clavijo, así como en los repertorios
de voces prehispánicas del siglo XIX. Álvarez Delgado estudia este término
en Miscelánea guanche, p. 117, "El episodio de lballa", p. 294, y "Antropónimos
de Canarias", pp. 340, 389. En el primero de estos trabajos señala que si
Aberberqueie ( o Aberberqueye) se relaciona con el antropónimo palmero Agane
ye por su final y con el elemento bereber berkane 'negro', pudiera traducirse
'negros-brazos' = Ab-berberqu-eye, con reduplicación en la primera raíz. Con
posterioridad, en el acercamiento a este término que lleva a cabo en el segundo
de los trabajos mencionados, Álvarez Delgado señala que el cotejo y las normas
paleográficas garantizan con seguridad la forma Aberberqueye, y su clara
etimología con significación de 'muy negro' o 'negrazo'. Luego, en "Antropónimos
de Canarias", este lingüista considera que en Aberberqueie se puede
ver la reduplicación camita característica de aumentativos o elativos, un elemento
que, en su opinión, prueba que los cambios inicial, intermedios y final
de la forma Alberbequeya y similares son erróneos. Por ello, Álvarez Delgado
estima que Aberberqueie se compone de a + aberberquei o de a + berberquei
+ en (bien con -e paragógica tras la yod final en sílaba acentuada, bien con
desinencia -en participial o relativa) y, por el valor elativo de la reduplicación
de la misma raíz, concluye que hay que traducirlo 'el muy negro' o 'el morenazo',
y también piensa que el segmento aber puede interpretarse como prefijo
expresivo con igual valor.
Asimismo Wolfel estudia esta forma antroponimica gomera en tres ocasiones.
En primer lugar, en el glosario de voces prehispánicas canarias, p. 247,
que incluye en su edición de la Descrittione de Torriani, donde intenta explicar
Aberberqueie remitiendo a la voz bereber berik 'ser negro' = 'el moreno'.
Luego, en su estudio Eurafrikanische Wortschichten als Kulturschichten, p.
54, y con posterioridad, en sus Monumenta, p. 672, Wolfel amplía sus
consideraciones sobre este término. Aquí establece que únicamente existen
dos variantes. De una parte, la forma Aberberqueie, con dos sílabas -ber-,
recogida por Torriani; y de otra parte la forma Aberbequeye, que consigna
Abreu Galindo y, a partir de él, los autores posteriores, por lo que el resto de
las variantes (Alberbequeya, Albervequeya, A verbequeye, Aberbequeyé,
Aberbequeté) hay que considerarlas simples variantes ortográficas o malas
lecturas. Para explicar este antropónimo gomero, Wolfel proporciona un
paralelo bereber que considera seguro: aberkan 'negro, moreno, oscuro' (Saw),
aberkan 'ser negro', aberhan 'negro' (Menacer y bereber común). Pero Wolfel
reconoce que en el segmento inicial de este paralelo bereber no observa ninguna
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
reduplicación, sino un prefijo, al igual que ocurre con otros nombres bereberes
relativos al color: aberzegzau 'nombre de una higuera', zegzau 'verde, azul'
(cabilio), y abelgend ur'nombre de una higuera' (cabilio). Finalmente, Wolfel
establece como hipótesis etimológica aber-berkeye 'el negro, el moreno'.
También en sus Monumenta, p. 785, Wolfel estudia la forma Aguaberque.
BARRANCO DE AGUATONA (Gran Canaria). 29 de enero de 1517. Véase
m 1165. Interesante referencia por cuanto no abundan los registros tempranos
de este topónimo. Bethencourt Alfonso, Historia del pueblo guanche, I, remite
a Chil como primera fuente que lo cita. Wolfel, Monumenta, pp. 762-763 y
776, relaciona este topónimo grancanario con el antropónimo de Tenerife
Atguaxona (también Aguassona, Atquaxona), nombre del mencey de Abona.
AGUDÓN (Gran Canaria). 8 de marzo de 1498. Véase m 438. En este
documento, el puerto de Agudón - que se encuentra dentro de los límites del
lugar de Agüimes - se nombra como uno de los mejores puertos de la isla.
Debe tratarse de una variante errada de Agando. Véase Wolfel, Monumenta,
pp. 734-735.
AGÜJMES (Gran Canaria). Enero de 1491, 10 de abril de 1491, 7 de febrero
de 1494, 8 de marzo de 1498, 6 de abril de 1503, 24 de marzo de 1508, 14 de
agosto de 1514, 23 de septiembre de 1514, 30 de noviembre de 1514, 29 de
enero de 1517, 29 de agosto de 1517, 6 de noviembre de 1517 y 7 de noviembre
de 1517. Véase m 217, 286, 366, 438, 572, 737, 1052, 1061, 1065, 1165, 1177,
1184, 1185, 1186 y 1187. Este término cuenta con dos paralelos canarios perfectos:
Bentagüime, montaña en Puntallana (La Palma) y Güime o Tenegüime, lugar
en San Bartolomé (Lanzarote). Wolfel, Monumenta, pp. 704-705, remite a los
paralelos bereberes gumes 'tener encanto, atractivo' (Ahaggar) y JugmesJ/
tugmas 'diente', 'molar' (cabilio), que evidentemente no pueden explicar el
topónimo grancanario, como tampoco son válidos los que proporciona separadamente
para el término Güime de Lanzarote (p. 658). Asimismo, véase Álvarez
Delgado, Miscelánea guanche, pp. 133-134.
ALDEA BLANCA (Gran Canaria). 8 de noviembre de 1511. Véase m 875.
ANAGA (Tenerife). 24 de enero de 1494, 16 de septiembre de 1500, 5 de
octubre de 1500, 22 de febrero de 1502, 7 de junio de 1511 y 17 de julio de 1512.
Véase n? 364,496,501,546,843 y 918. En las Datas de Tenerife, además de la
forma mayoritaria Anaga, figuran las variantes Ahanaga, Anagas, Anagua,
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Hanaga, Hanagua y Naga. Numerosas referencias en otras fuentes documentales
tempranas (Acuerdos del Cabildo de Tenerife, I, 11, III, IV y V; El Adelantado
D. Alonso de Lugo y su residencia por Lope de Sosa; Reformación del
Repartimiento de Tenerife; M. Lobo,Protocolos de Alonso Gutiérrez, D. Galván
Alonso, Protocolos de Bemardino Justiniano; E. González Y anes y M. Marrero
Rodríguez, Protocolos de Hemán Guerra) así como en textos históricos del
siglo XVI (Espinosa, lib. I, caps. I y VIII, lib. 11, cap. VI, lib. III, caps. I, V y
XII, y lib. IV, milagro III; Torriani, caps. LII, LIII y LIV; y Abreu Galindo, lib.
III, caps. X, XI y XVIII). Este topónimo cuenta con un paralelo perfecto en
Gran Canaria: Cuevas de Naga, en Moya. Odón de Apraiz, "Ensayo sobre
algunos aspectos de la antigua toponimia de Canarias", pp. 68-69, intenta la
explicación de este término a través del vasco, ya que la terminación aga
'lugar de' es frecuentísima en la toponimia vasca, al igual que en la canaria:
Fataga, Arinaga, Umiaga, Mozaga. En cuanto al elemento inicial de Anaga,
Apraiz remite al vasco an, ain, gan, gain, con lo que Anaga vendría a significar
'lugar de la cima o cresta'. Junto a esto véanse las conclusiones de Wolfel en
el glosario de su edición de Torriani, p. 255, donde relaciona Anaga (A-naga)
con el topónimo grancanario Arinaga (Ar-i-naga), y en sus Monumenta, p.
764.
MONTAÑADE ARMAJEN(Tenerife). l 4 de marzo de 1515. Véasem 1088.
Otras variantes figuran en la documentación existente. En las Datas de Tenerife
tenemos: Birmajen (lib. III, 1261-9), Abimarja (lib. IV, 1416-54, 1613-18),
Abimarje (lib. 11, 1042-1 vto.; lib. IV, 1644-49), Abimerge (lib. II, 780-21),
Abimarge (lib. 11, 779-20), Avimarga (lib. V, 129), e Ymarxa (lib. III, 1261-9).
En la Reformación del Repartimiento de Tenerife, pp. 142, 143, vemosArmajen.
Especialmente interesante resulta la posición cambiante de la -r- en estos
registros. Véase Wolfel, Monumenta, pp. 796 y 797.
ARUCAS (Gran Canaria). Febrero de 1513 y 20 de abril de 1513. Véase m
942 y 955. Wolfel estudia esta forma en el glosario de Torriani, p. 258. Con
posterioridad, en sus, Monumenta, pp. 708-709, ofrece algunos paralelos que
en su criterio explican este topónimo grancanario, pero entre los paralelos
citados únicamente parece tener solidez ukas 'estar frío' (Ahaggar).
ARURAPA (La Gomera). 22 de febrero de 1490. Pedro de Arurapa fue un
aborigen gomero, esclavizado por Pedro de Vera y Beatriz de Bobadilla, que
Diego de Arjona, vecino de Palos, compró a Juan Alonso Cota por 3.100
maravedís. Fue liberado en Sevilla en enero de 1490 por sentencia de los
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Reyes Católicos. Véase l? 139. Wolfel, "Los gomeros vendidos por Pedro de
Vera y doña Beatriz de Bobadilla", lee Darurapa o Dararapa. Álvarez Delgado,
"Antropónimos de Canarias", p. 411, ignora si debe relacionarse este nombre
por su final con Hupalupa o por su comienzo con formas como d'Arure. Por lo
que concierne a Wolfel, no encontramos este antropónimo en el índice de
materiales de sus Monumenta ni en el capítulo 3 de la V parte, pp. 670-687, en
el que estudia la antroponimia y toponimia de La Gomera.
AUMASTEL (Gran Canaria). 23 de junio de 1513 y 30 de agosto de 1516.
Véase m 989 y 1153. Amplio conjunto de variantes en las fuentes históricas
canarias tradicionales: Agumastel, Lagumastel, Umasta, Gumastel, Ayumastel
y Aumaste, y curiosa la alternancia que se da entre el tratamiento masculino y
femenino de esta forma: El Aumastel, La Umasta, La Mestal. Otras referencias
pueden verse en M. Lobo, Protocolos de Alonso Gutiérez, p. 138; Abreu
Galindo, lib. I, cap. XXV; Sedeño, [caps. 11 y X]; y Marín de Cubas, lib. 1, cap.
XVI. Véase Wolfel, Monumenta, p. 588.
AYRAGA (Gran Canaria). 28 de febrero de 1502 y 21 de noviembre de
1510. Véase 551 y 825. Como es bien sabido, esta denominación se aplica a un
pedazo de la costa norte de Gran Canaria, entre el Bañadero y Guía. También
son frecuentes las variantes fraga y Lairaga. Otras referencias vienen en Abreu
Galindo, lib. I, cap. XXVIII y lib. 11, cap. XXII. Véase Wolfel, Monumenta, p.
736.
LA AZADILLA (Tenerife ). 18 de mayo de 1517. Véase l? 1172. Otro registro
viene en las Datas de Tenerife, lib. IV, 1577-37.
BARRANCO FRÍO(Gran Canaria). 2 de septiembre de 1506. Véase l? 684.
BUENA JAURE. 25 de julio de 1500. Véase n? 488. Esta forma antroponímica
aparece en dos ocasiones en la documentación del Registro del Sello y bajo
dos variantes. Buena jaure y Guanajao. En ambos casos, se trata del nombre
del padre de Pedro Canario o Perico Benítez, que tuvo que defender su libertad
en los tribunales al ser acusado de esclavo por Bartolomé Benítez, vecino de
Sanlúcar de Barrameda. Tanto Perico Benítez como su padre Bartolomé Benítez
-que con anterioridad se había llamado Buena jaure o Guanajao y había sido
"gran capitán" de La Palma- eran libres y cristianos. Por amistad con Bartolomé
Benítez, de Sanlúcar de Barrameda, Buenajaure tomó su mismo nombre y le
dejó a su hijo para que le enseñara la doctrina cristiana. Poco después murió
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
Buenajaure, pero antes le había confiado su hacienda -que ascendía a más de
150.000 maravedís- a Bartolomé Benítez, con el encargo de que se pasara a su
hijo, pero lejos de cumplir la voluntad del canario, se quedó con todos los
bienes y esclavizó al muchacho. Para Manuela Marrero," Los procuradores de
los naturales canarios", pp. 364-365, Buenajaure es antropónimo de Tenerife,
mientras que para Wolfel, Monumenta, p. 752, no hay ninguna duda de que se
trata de un nombre propio de La Palma, que analiza we-n-a-jaure y que relaciona
con Benahoare. Véase GUANAJAO.
RAMBLA DE LOS CABALLOS(Tenerife). 18 de mayo de 1517. Véase m
1172. Numerosos registros en la documentación de la época. Por ejemplo, en
las Datas de Tenerife, lib. I, 47-9, 59-21, 67-29, 93-8, 272-27, 286-13, 297-24,
341-1, 465-52 y 579-46; lib. 11, 687-29, 696-38, 764-6, 913-27, 918-32, 936-50,
1116-18 y 1122-24. También en D. Galván Alonso, Protocolos de Bemardino
Justiniano, 11, 584, 585; en E. González Yanes y M. Marrero Rodríguez,
Protocolos de Hemán Guerra, p. 295; en El Adelantado D. Alonso de Lugo y
su residencia por Lope de Sosa, p.119; en la Refonnación del Repartimiento
de Tenerife, p. 34; y en los Acuerdos del Cabildo de Tenerife, 11, p. 92.
LA CALDERA ( La Palma). 10 de enero de 1513. Véase n? 934. Diversas
referencias en la documentación más temprana (Datas de Tenerife, lib. 11,825,
1084 y lib. III, 1248) y en las fuentes históricas del siglo XVI (Abreu Galindo,
lib. III, caps. 11, III, IV y VIII; Torriani, caps. LXVI y LXVIII, y apéndice, cap.
11). Surgida de un obvio proceso metafórico, la voz caldera se utiliza en Canarias
para denominar aquellas depresiones del terreno de forma circular y
profundidad y extensión variables,m ayoritariamente formadas por la actividad
volcánica y la erosión. El término se utiliza por primera vez con este sentido
en Canarias y del habla insular lo tomó en el siglo XIX el geólogo germano
Leopold von Buch, que para catalogar una especial formación del relieve lo
incorporó sin mediar traducción al vocabulario geológico y científico, con lo
que ha alcanzado una amplia difusión. La presencia de la voz caldera en las
hablas canarias hay que situarla en fecha temprana, apareciendo en numerosas
denominaciones geográficas insulares. Así, en relación con la Caldera de La
Palma -luego denominada de Taburiente, con criterio incierto-Abreu Galindo
refiere las circunstancias del topónimo: "Este término de Acero se llama al
presente Caldera porque su hechura es de forma de caldera, toda a la redonda
cerrada de muy altos riscos y laderas, que bajan en forma de cerros a lo bajo
de ella" y G. Frutuoso se expresa en parecidos términos: "e a parte de leste tem
sobre si a Caldeira, chamada assim, porque é urna cova semelhante a ela de
178
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
grande altura, e de largura de nove léguas". Véase C. Díaz Alayón, Materiales
toponímicos de La Palma, p. 85.
LA CALDERETA (La Palma). 10 de enero de 1513. Véase l? 934 y 935.
CAMATECAS(Tenerife).16 de diciembre de 1517. Véase n? 1196. Topónimo
no identificado.
CAMPO DEL REY(Tenerife). 9 de marzo de 1508, 25 de junio de 1511, 12
de junio de 1512, 24 de marzo de 1515 y 18 de mayo de 1517. Véase l? 735,862,
914, 1094 y 1172.
LOMO DE CARNE DE AGUA (Moya, Gran Canaria). 2 de septiembre de
1506, 9 de agosto de 1510 y 12 de mayo de 1514. Véase n9 684, 819 y 1039.
EL CARRIZAL (Gran Canaria). 8 de noviembre de 1499 y 29 de enero de
1517. Véase l? 474 y 1165.
CUCHILLO DE CASTRO (Tenerife). 18 de mayo de 1517. Véase m 1172.
DAUTE (Tenerife). 14 de enero de 1505, 26 de febrero de 1506, 30 de julio
de 1506, 27 de marzo de 1512, 17 de julio de 1512, 4 de febrero de 1515 y 24 de
febrero de 1515. Véase m 632, 669, 681, 901, 918, 1084 y 1086. En las Datas de
Tenerife encontramos las variantes Dabte, Dábute, Dahute, Daote y Davte,
que son meras variantes de escritura. Diversos registros en las fuentes documentales
e históricas del siglo XVI (Acuerdos del Cabildo de Tenerife, I, 11,
III, IV y V; El Adelantado D. Alonso de Lugo y su residencia por Lope de
Sosa; Reformación del Repartimiento de Tenerife; E. González Yanes y M.
Marrero Rodríguez, Protocolos de Hernán Guerra; D. Galván Alonso, Protocolos
de Bernardino Justiniano; M. Lobo, Protocolos de Alonso Gutiérrez, P.
Martínez Galindo, Protocolos de Rodrigo Fernández, Espinosa, lib. I, caps. 11,
VIII y XIV, lib. III, caps. I y XII, y lib. IV, milagros VIII y XXXI; Torriani,
cap. LVI; y Abreu Galindo, lib. III, cap. XI). Wolfel relaciona Daute con
Ibaute tanto en el glosario de la edición de Torriani, p. 268, como en sus
Monumenta, pp. 767-768.
LAS DOS PALMAS (Gran Canaria). 7 de abril de 1514. Véase m 1035.
FIRGAS (Gran Canaria). 2 de septiembre de 1503, 16 de marzo de 1507, 19
179
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
de junio de 1508, 3 de septiembre de 1509, 14 de noviembre de 1509, 22 de
diciembre de 1512, 23 de junio de 1513, 4 de julio de 1513 y 30 de julio de 1513.
Véase n? 594, 707, 745, 789, 790, 931, 989, 992 y 1005. Wolfel estudia esta
forma en el glosario de Torriani, p. 274, y luego, en sus Monumenta, pp. 732-
732, vuelve a acercarse a ella, pero no establece ninguna hipótesis etimológica
ni proporciona paralelos. Asimismo, véase Álvarez Delgado, Miscelánea
guanche, p. 22.
GÁLDAR (Gran Canaria). 20 de noviembre de 1488, 5 de diciembre de
1490, 12 de mayo de 1493, 26 de febrero de 1502, 28 de febrero de 1502, 21 de
noviembre de 1510 y 24 de junio de 1514. Véase Il? 125, 178, 354, 550, 551, 825
y 1043. Numerosos registros de este topónimo vienen en la documentación
más temprana (M. Lobo, Protocolos de Alonso Gutiérez, P. Martínez Galindo,
Protocolos de Rodrigo Femández; D. Galván Alonso, Protocolos de Bemardino
Justiniano) y en las fuentes históricas más antiguas (Abreu Galindo; Espinosa,
lib. III, caps. VII y XI; Torriani, caps. IV, XXX, XXXIX; Lacunense, caps.
XX, XXI y XXII; Matritense, caps. III, XV, XX, XXI, XXII, XXIV y XXV;
V al era, cap. XXXVII,, Sedeño, caps. I, III, VII, XI, XII, XIII y XV; Escudero,
caps. 11, III, XIV, XV, XVI y XIX). Se ha sugerido que quizá Gáldar tenga
relación con el líbico GLD 'rey'. Véase J. G. Février, Revue africaine, c, 1956,
p. 270. Wolfel, en su glosario de Torriani, p. 274, relaciona este topónimo con
formas del tipo Gadar, Gadir, Garda 'lugar fortificado', conclusión que también
recoge en sus Monumenta, pp. 706-707. En este sentido hay que tener en
cuenta que Torriani parece aportar algo de fundamento a esta explicación, ya
que en el cap. IV, donde comenta distintos hechos que prueban que las
poblaciones antiguas de las Canarias estaban relacionadas con descendientes
de Noé, nos dice que Noé había prohibido a sus desdencientes que fabricaran
más de una sola torre, que entre ellos consideraban como metrópoli, y en el
Archipiélago quedaron dos de estas torres, una en La Palma, que menciona
Plinio, y otra, muy antigua, en la villa de Gáldar. Álvarez Delgado, por su
parte, apunta que Gáldar tiene el valor de 'peña de piedra' o 'montaña de
piedra' y originalmente daba nombre a la conocida montaña de su término.
Véase "Toponimia hispánica de Canarias", p. 21.
LA GALGA (La Palma). 23 de septiembre de 1507. Véase Il? 711. Álvarez
Delgado, Miscelánea guanche, pp. 79-80, valora positivamente el criterio de
Juan Bautista Lorenzo Rodríguez, que considera galga como forma indígena
con el valor de 'piedra lisa'. Para Álvarez Delgado el pago de San Bartolomé
de la Galga -que considera el núcleo más antiguo y tal vez fundador de su
180
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
término municipal- dio seguro origen al nombre actual del municipio:
Puntallana = piedra, roca o punta llana o lisa. Asimismo, Álvarez Delgado
relaciona Galga con Tegalguen, denominación del cantón prehispánico palmero
de Garafia. Junto a esto, véase Wolfel, Monumenta, pp. 599-560.
GARACHICO (Tenerife). 26 de febrero de 1506, 23 de febrero de 1510, 27
de marzo de 1512 y 16 de diciembre de 1517. Véase n<? 669, 800, 901 y 1196.
Numerosas referencias en las fuentes documentales e históricas más tempranas
(Acuerdos del Cabildo de Tenerife, I, II, III, IV y V; M. Lobo, Protocolos de
Alonso Gutiérrez, El Adelantado D. Alonso de Lugo y su residencia por Lope
de Sosa; Reformación del Repartimiento de Tenerife; P. Martínez Galindo,
Protocolos de Rodrigo Fernández; D. Galván Alonso, Protocolos de Bernardino
Justiniano; E. González Y anes y M. Marrero Rodríguez, Protocolos de Hernán
Guerra; Espinosa, lib. II, cap. XIV, lib. III, cap. XII y lib. IV, milagros X,
XVII, XXXIII y XLVIII; Torriani, caps. LV y LVII). Además de ser el nombre
de la conocida villa y puerto del norte de Tenerife, también Garachico es la
denominación de un caserío del pago de Los Galguitos, en la zona sur del
municipio de San Andrés y Sauces (La Palma) y la de un enclave de la costa
meridional de Madeira, al oeste de Funchal. Junto a esto, Guarchico -forma
muy cercana a las citadas- es la denominación de un caserío en el municipio
de Vallehermoso (La Gomera). La ausencia de los necesarios fundamentos
documentales impide obtener conclusiones firmes respecto a la relación entre
estos topónimos y algunos interrogantes (tales como ¿es el nombre geográfico
maderés reproducción de los canarios?, ¿hay que establecer, acaso, el proceso
de influencia en sentido inverso?, ¿la coincidencia formal entre el topónimo
de La Palma y el de Tenerife impide la consideración de ambas denominaciones
como independientes?, y otros relacionados) no acaban de encontrar la
adecuada respuesta. La propia etimología de la voz Garachico, además, se
presenta como una cuestión no resuelta del todo. En este sentido, Álvarez
Delgado, Miscelánea guanche, pp. 136-137, rechaza que el topónimo tinerfeño
Garachico sea de procedencia castellana o italiana y considera que esta forma,
como otras denominaciones geográficas canarias similares ( Garafía, Garajonay,
etc.) es de auténtico e indudable carácter aborigen; de este modo, analiza
la voz adjudicando al fragmento inicial gara- el valor de 'sierra, vertiente o
elevación' y, tal vez, 'cerco', significado este último que lo aproxima al vocablo
goro; y el segundo componente de Garachico lo encuentra en el primer
segmento de la denominación indígena Las Chicarafas, topónimo de La Ladera
(Güímar) que designa tres cerros rocosos limitados por pequeñas torrenteras
que bajan desde su cima hasta el barranco. Y, consecuentemente, explica otros
181
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
topónimos cercanos en esta dirección: Garajonay = gara + ajonay = 'monte
alto', 'El Alto; Chinguaro = chin +guaro = 'tierra de pedregales'; Guarazofa =
guara+ azofa = 'fuente de pedregales'; Guamaga = guar + naga = 'cumbre
pedregosa'; Guaranaga = guar + anaga = 'pedregoso cerro' o también 'cerro
de picachos', etc., adjudicando al elemento guar, que Álvarez Delgado
considera muy próximo a gara, el valor de 'pedregal' y que asimismo está
presente en numerosos topónimos: Guasaguar, Guaresimia, Guarazoca,
Guargacho, Imaguar, Guarchico y Chinguarime. A este respecto, Wolfel, que
también admite la filiación canaria de Garachico reconoce no poseer paralelos
cercanos en las lenguas del noroeste de África, pero en el análisis que hace de
esta voz apunta la presencia en vasco de gara 'idea de elevación, altura, alto',
que también cuenta con paralelos en bereber, cuchita y árabe; y, además, llama
la atención acerca de la proximidad entre la parte inicial de estas formas
toponímicas canarias y los elementos bereberes gera- y la preposición gara
'entre'; y, finalmente, de forma diferente a Álvarez Delgado, aísla el sufijo
ico como segundo fragmento de Garachico.
El origen remoto tanto de este topónimo como de los demás nombres
geográficos canarios que presentan gara en su estructura podría estar en el
preindoeuropeo *car!*car-r, 'roca, piedra', formulado de manera diferente
según los autores. Así, Hubschmid cita karri 'piedra' ( con alternancia kar, kal,
gar, gal) en los Pirineos y quer 'roca' en el Rosellón y otros lugares; Menéndez
Pidal y Tovar hacen derivar los topónimos Queiraz, Queiroz(Portugal), Queiro,
Queira (Galicia), Quirós (Asturias) y Quero del sustantivo supuesto kario
'piedra'; Fouchet, por su parte explica los topónimos franceses Quart, Caren,
Caron, Cars, Carre, Carba y y algunos otros a partir de * kar, y A. Dauzat se
vale de las formas *Cariu, *Caria, *Cara y *Cala para mostrar el origen de
numerosos topónimos de orografía rocosa en Francia e Italia; además, Rostaing
simplifica la base etimológica proponiendo k - r. La dispersión lingüística de
esta forma pre indoeuropea se puede seguir en todo el occidente europeo; junto
a numerosos ejemplos en la toponimia de Italia, Francia, Portugal y España,
en irlandés se encuentra el elemento carn con el sentido de 'túmulo de piedras'
y carraic/carraigcon el valor de 'roca natural que sobresale' y también existen
las formas galesas careg y crarig 'roca'. Sin embargo, en relación con la
procedencia de la forma matriz no existe unanimidad y, así, se ha hablado de
origen hispanocáusico, ilírico y mediterráneo. Y Álvarez Delgado, que hace
suya esta última localización, considera que los numerosos topónimos canarios
que contienengara son prueba evidente de la presencia del étimo arcaico en el
sustrato mediterráneo y norteafricano. Véase C. Díaz Alayón, Materiales
toponímicos de La Palma, pp. 104-105.
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
BANDO DE GAZMIRA, FRANCISCA GAZMIRA (La Palma). 25 de julio
de 1500, 28 de septiembre de 1500 y 5 de octubre de 1500. Véase m 491,500 y
501. Véase también m 387 y 397. Como vemos en estos documentos, el término
Gazmira se emplea doblemente. De una parte se utiliza como denominación
de uno de los bandos de La Palma que fueron cristianizados y que colaboraron
con Fernández de Lugo en la conquista de la isla. De otra parte se emplea con
valor antroponímico como denominación de una indígena palmera, también
conocida como Francisca la Palmesa, que vivió en el momento de la conquista
de La Palma y que tuvo, por su condición de convertida al cristianismo, una
destacada actuación en la pacificación y evangelización de la isla, a la vez que
fue testigo excepcional del ilegal y desmedido afán de lucro del Adelantado.
En la documentación de Simancas, junto a Gazmira aparecen las variantes
Gazmire -nada extraña por la común alternancia vocálica -al-e en los finales
de buen número de voces indígenas: Teida-Teide, Izcagua-Izcagüe, etc.- y la
más lejana de Gazmiera. Resulta interesante señalar que estos textos de
Simancas cuando hablan del bando de Gazmira lo parangonan a los bandos
indígenas de Adeje, de Abona, etc, hecho que, en cierta medida, implicaría su
existencia como denominación de zona geográfica. Sin embargo, no aparece
referencia alguna en este sentido en la completa relación de los cantones y
soberanos indígenas de La Palma legada de modo singular por Abreu Galindo,
lib. 111, cap. 111. En cualquier caso, es evidente que la forma Gazmira se ha
perpetuado en el topónimo Gazmil o Gasmil, que corresponde a un lomo con
población de pinos que arranca aproximadamente de los mil metros de altitud
en la vertiente norte de La Caldera, entre el Bco. de los Cantos al oeste y el
Bco. de las Verduras de Alfonso al este, y muy próximo a la conocida zona de
Taburiente. La documentación disponible no ofrece referencias antiguas del
topónimo Gasmil y las primeras referencias aparecen ya tardíamente en el
siglo XIX. Ello, con bastante seguridad, hay que remitirlo al hecho de que la
denominación designa un lugar elevado que no ha llegado a formar parte de
ningún título de propiedad privada. Véase C. Díaz Alayón, Materiales
toponímicos de La Palma, p. 106, y D. J. Wolfel, Monumenta, pp. 752-753.
Conviene destacar, además, que el nombre Gazmira se divulga gracias al
esfuerzo de D. J. Wolfel, que lo da a conocer en un artículo publicado en 1931.
Ello explica que no encontremos esta voz en los repertorios lingüísticos más
completos elaborados en el siglo XIX (Berthelot, Chil, Álvarez Rixo, Millares
Torres, Bethencourt Alfonso).
BANDO DE GAZMIÓN (La Palma). 16 de noviembre de 1500. Véase m
502. Se trata de una variante de Gazmira.
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
GUANAJAO. 20 de noviembre de 1500. Nombre precristiano del canario
Perico Benítez. Véase n 9 503. Creemos que este antropónimo debe relacionarse
con el nombre geográfico de La Palma Guanaguao, denominación que
corresponde a una zona de La Caldera situada al oeste de la Cumbrecita y
próxima al mirador de las Chozas. El Bco. de Guanaguao se une al Bco. del
Limonero antes de llegar al lugar conocido como Dos Aguas. La voz
Guanaguao no aparece en la documentación conocida, circunstancia en la que
se encuentran numerosos topónimos que designan lugares o zonas de propiedad
pública y que por esta condición no suelen aparecer en los registros oficiales.
Sin embargo, los informes orales aportan, además de Guanaguo, las variantes
Benaguado, que presenta rasgos claros de castellanización y eufonización, y
Huanahuao/Huanaguao, que también figuran en publicaciones cartográficas
recientes de La Caldera. La procedencia lingüística de esta voz geográfica de
La Palma parece relativamente fácil de establecer a la luz de los paralelos con
los que ésta cuenta dentro de la toponimia y antroponimia aborígenes canarias,
en las que los elementos gua- y guan- intervienen frecuentemente. Véase C.
Díaz Alayón, Materiales toponímicos de La Palma, p. 115. Wolfel, Monumenta,
p. 702, estudia Buenajaure pero no la variante Guanajao.
GUANARTEME(Gran Canaria). 27 de septiembre de 1491. Véase m 305.
De acuerdo con las fuentes históricas, Femando de Guanarteme era hijo de
Artemis, soberano único de Gran Canaria, que había rechazado el desembarco
de Béthencourt en la playa de Arguineguín (Abreu Galindo, lib. I, cap. XIV).
Diversas referencias en la documentación más temprana (Datas de Tenerife,
Acuerdos del Cabildo de Tenerife, I, p. 74, 11, p. 10, IV y V; E. González Yanes
y M. Marrero Rodríguez, Protocolos de Hemán Guerra, p. 187,247 y 344; M.
Lobo, Protocolos de Alonso Gutiérrez, p. 185; D. Galván Alonso, Protocolos
de Bemardino Justiniano). En algunas fuentes figura la variante Guadarteme
(Reformación del Repartimiento de Tenerife, pp. 79, 114 y 168; P. Martínez
Galindo, Protocolos de Rodrigo Femández, p. 675). La forma guanarteme se
ha explicado tradicionalmente como guan-arteme, esto es 'hijo de Artemis',
pero Wolfel, en su glosario de la edición de Torriani, p. 278, considera dudosa
la explicación de la primera parte de esta palabra. Para Álvarez Delgado,
"Antropónimos de Canarias", p. 410,Artemiy sus variantes inducen a establecer
un primitivo * Artemid, compuesto del determinativo ere 'hijo, descendiente'
o ar, ara, documentado en tuareg, líbico y sahariano antiguo como precomponente
de nombre de persona; y tamid o temid, sobre el radical bereber y
universal tam/dam, que tiene el sentido de 'poder', 'señor', 'rey'. Con ello,
Artemid es 'hijo del señor', 'el rey', 'príncipe', y su derivado guanarteme es
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
'hijo del príncipe'. El elemento guan es estudiado por diversos autores.
Berthelot, Ethnographie, p. 222, lo relaciona con el término ouadjid 'hombre'
del bereber de Ghadamés y con la voz aghar, que toma de los materiales de
Venture. Con posterioridad, Manrique Saavedra, núm. 73, p. 371, intenta la
explicación de guan en otra dirección y remite a las formas árabes ueld, hueld
o huald 'hijo' y guad 'hombre liberal, noble, magnánimo'. También Bute, pp.
24-25 se acerca a este término, pero sus conclusiones no aportan nada relevante.
Más interesantes resultan los estudios de Abercromby, p. 105, y Giese,
"Acerca del carácter de la lengua guanche", pp. 195-196. Abercromby relaciona
guan con la forma (g)wan 'who is of' del bereber de los Kel-Taitoq. Para
Giese, al lado de 'hijo de', la acepción de guan es sin duda también 'hombre
de' y 'natural de', y considera que es un elemento antiguo de la lengua guanche,
porque corresponde en su función al shilha u- o gu- y al líbico -u. Álvarez
Delgado se acerca aguan en sus trabajos Miscelánea guanche, pp. 41-46, 64 y
85, y Teide, pp. 68-69, donde señala que autores como Berthelot, Abercromby
y Marcy han asegurado que guan es idéntico al ben o bin de Bincheni y que se
trata en ambos casos del pronominal demostrativo bereber que puede adoptar
la forma wa (o ba, o bi, o w1) seguida de la partícula de anexión -n-. Para
Álvarez Delgado esto es una equivocación. A estas conclusiones hay que
añadir las de Wolfel, Monumenta, pp. 405, 609-610.
DIEGO DE GUANIMENCE. Interesantísimo antropónimo de Tenerife, que
ha pasado algo desapercibido. No figura en ninguna de las relaciones
antroponímicas hechas en el siglo XIX. Pasó incluso desapercibido a Wolfel,
que no lo trae en sus Monumenta, y únicamente lo nombra Álvarez Delgado,
"Antropónimos de Canarias", pp. 369,414. Diego de Guanimence era hijo, al
parecer, del mencey de Adeje y recibió sepultura en la Iglesia de Ntra. Sra. de
la Concepción de La Laguna en 1508 (Véase El Adelantado D. Alonso de
Lugo y su residencia por Lope de Sosa). También disponemos de algo de
información sobre su esposa, Catalina de Guanimence. Así, por ejemplo,
Catalina vende en 1521 (Véase Protocolos de Alonso Gutiérrez, p. 292) y el 23
de octubre de 1527,h ace testamento en La Laguna y ,c omo quiera que no sabe
hablar castellano, le pide a Juan de Baute y Juan Perdomo, vecinos y naturales
de Tenerife, que sean sus intérpretes y que expresen la voluntad y orden de su
testamento sin "crecer ni menguar cosa alguna". Este testamento es de especial
interés porque el fedatario recoge el uso que Catalina y sus intérpretes hacen
de la lengua de los aborígenes en La Laguna treinta años después de la conquista
de la isla. Véase Protocolos de Bernardino Justiniano, pp. 800-801. Álvarez
Delgado, "Antropónimos de Canarias", p. 414, explica este antropónimo como
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
guan+i+mence(i) 'hijo del mencey'. Sobre mencey véase Álvarez Delgado,
"Antropónimos de Canarias", pp. 355-356; Abercromby, pp. 102,106; Vycichl,
p. 196; y Wolfel. Monumenta, p. 383 y ss.
GUAYADEQUE(Gran Canaria). 23 de septiembre de 1514. Véase m 1514.
Este registro es de especial interés por cuanto que no abundan las referencias
de este topónimo en la documentación más temprana. Las fuentes históricas
más antiguas no lo traen y tenemos que esperar hasta Marín de Cubas, que lo
recoge en dos ocasiones, lib. I, cap. XVII y lib. II, cap. IX. Bethencourt Alfonso,
Historia del pueblo guanche, I, cita a Viera y Clavijo como la primera fuente
que trae este topónimo, pero ya había sido recogido con anterioridad. Desde
la primera mitad del siglo XIX, en especial a partir de Berthelot, se ha pensado
que las voces canarias que presentan el elemento guad y que se refieren a los
barrancos o corrientes estacionales de aguas hay que remitirlas al árabe. Tanto
C. Pizarroso como A. M. Manrique Saavedra defienden esta explicación.
Manrique en su trabajo "Estudios sobre el lenguaje de los primitivos canarios",
núm. 73, p. 361, llama la atención sobre la presencia frecuente del elemento
guado, guada en las denominaciones de los barrancos canarios: Guiniguada,
Guayadeque, Aguajilva, Aguacencio, etc., y remite al árabe wadyque se aplica
a los arroyos que corren únicamente en la estación de las lluvias. Manrique
destaca que la palabra uadno significa 'río', ni tampoco se refiere al 'agua que
corre por algún barranco', sino que indica 'profundidad', 'barranco', 'quebrada'.
Esta opinión no es compartida por Álvarez Delgado, "¿Semitismos en el
guanche de Canarias?", pp. 81-87, que piensa queguad'agua' no es un arabismo
del guanche, sino un elemento del fondo común camito-semita, conservado
en guanche con sentido y movilidad de empleo, totalmente primitivo, y no
con el valor de 'río', que es un valor más evolucionado y concreto. Para Álvarez
Delgado existen profundas discrepancias entre el empleo canario y el arábigo
del componente guad. La primera de estas discrepancias es el sentido, ya que
el árabe guad f wadi = 'río' aparece siempre con este valor o con el de 'torrentera
o cauce de aguas pluviales', mientras que el radical guanche guada, en las
voces donde se puede asegurar o aproximar con garantía el valor, siempre
vale 'agua', y posiblemente 'corriente de aguas'. Por eso concluye que la voz
árabe se presenta como una cristalización moderna del sentido radical
originario, conservado por el guanche, pero ofreciendo éste una fase lingüística
más antigua que el árabe escrito, lo que obliga a considerarla como forma
camito-semita y no como arabismo propio. A estas conclusiones hay que añadir
las que proporciona Wéilfel, Monumenta, p. 734, si bien no son afortunadas.
Wéilfel imagina que Guayadeque no es forma original, que debe ser una
186
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca, 2017
confusión de Guayayeda o Guaya yedra, y en su análisis formal distingue dos
segmentos: guaya-deque. Asimismo, véase Álvarez Delgado, Miscelánea
guanche, p. 87.
GÜÍMAR (Tenerife). 29 de marzo de 1498, 5 de octubre de 1500, 21 de
noviembre de 1505, 9 de diciembre de 1508, 18 de abril de 1515, 19 de abril de
1515 y 21 de abril de 1515. Véase m 446, 447, 448, 501, 655, 762, 1100, 1101 y
1105. Otras referencias vienen en los Acuerdos del Cabildo de Tenerife, I, 11,
III y IV; M. Lobo, Protocolos de Alonso Gutiérez; Reformación del
Repartimiento de Tenerife; D. Galván Alonso, Protocolos de Bernardino
Justiniano; E. González Y anes y M. Marrero Rodríguez, Protocolos de Hernán
Guerra; Espinosa, lib. I, caps. VI y VIII, lib. 11, caps. III, V, VI, VII, VIII, IX,
X, XI, lib. III, caps. I, IV, VI, VIII y XV; y Torriani, cap. LI. Las Datas de
Tenerife incluyen diversas variantes de este topónimo, en las que llama la
atención el tratamiento de la consonante final: Aguímar, Aguyma, Aguymad,
Aguymar, Goyma, Goymad, Goymar, Goymard, Güídmad, Guíma, Güimad,
Guímar, Güímar, Güímar, Guydma, Guydmad, Güydmad, Güydmar, Guyma,
Guymad, Guymary Güymar. Para Álvarez Delgado, Miscelánea guanche, pp.
25, 133-134, estas variantes son distintos acercamientos y evoluciones normales
en el proceso de hispanización que ha sufrido la forma primitiva Igoymad,
cuya -d final, impropia del español en palabra llana, cambia a -r o -s. Esta
forma primitiva la analiza Álvarez Delgado Goy-mad, y para el primer elemento
tiene en cuenta el criterio de Wolfel, que adjudica a Güímarel valor de 'cráter
volcánico', y el hecho de que la forma goi aparece en topónimos canarios
aplicada a lugares con picos o montañas. Para el segundo elemento de Goymad,
Álvarez Delgado se fija en el segundo elemento de Doramas, con lo que
Goymadvendría a valer 'montaña grande', nombre que se aplica a un accidente
orográfico muy notable, situado en medio del valle de Güímar, hacia la costa,
con lo que estaríamos ante otro caso de traducción de un nombre prehispánico.
Junto a esto, como segunda posibilidad, Álvarez Delgado apunta que si Igoymad
o Goymadfuera la denominación del lugar donde se establecieron las primeras
casas o ingenios en el barrio de San Juan o Güímar de Arriba, se trata de una
zona dominada por las grandes alturas que forman los pinares e Izaña.
Finalmente, Álvarez Delgado concluye su estudio destacando la más que evidente
similitud entre Güímar, Agüimesy Güime.Wolfel, por su parte, analiza
esta forma en el glosario de Torriani, pp. 280-281, y la relaciona con formas
antroponímicas y toponímicas canarias: Autinmara (La Palma), Guacimara
(Tenerife), Ginámar (Gran Canaria) e Hineginama (Fuerteventura). A esto
hay que añadir las conclusiones que alcanza en sus Monumenta, pp. 761-762.
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HACOPARO (La Palma). 25 de noviembre de 1506. Véase m 695. No es
posible establecer la ubicación de este topónimo. Wolfel no lo relaciona en
sus Monumenta. Sin duda es la misma voz que Cuparono, denominación que
figura en un expediente del Cabildo de Tenerife sobre el aprovechamiento de
las aguas de esta Isla y de La Palma. Véase Acuerdos del Cabildo deT enerife,
III, p. 237.
HOYA DE LOS DRAGOS (Gran Canaria). 22 de diciembre de 1512. Véase
m 931.
IBONE DE ARMAS. 24 de enero de 1494. Véase m 363. Otras referencias
vienen en las Datas de Tenerife; Reformación del Repartimiento de Tenerife,
p. 133; Espinosa, lib. 11, cap. X y lib. III, cap. XI; y Abreu Galindo, lib. III, caps.
XVI y XIX. lbone de Armas era natural de La Gomera y participó en la
conquista de Gran Canaria, recibiendo un repartimiento de tierras en el valle
de Tenoya. Luego tomó parte en la conquista de Tenerife y tuvo datas en La
Orotava.
ICOD (Tenerife). 4 de diciembre de 1500, 24 de agosto de 1505, 26 de
diciembre de 1505, 26 de febrero de 1506, 30 de julio de 1506, 4 de abril de
1511, 27 de marzo de 1512 y 21 de octubre de 1517. Véase m 504,647,661,669,
681, 830, 901 y 1181. Otras referencias vienen en los Acuerdos del Cabildo de
Tenerife, I, 11, III, IV y V; El Adelantado D. Alonso de Lugo y su residencia
por Lope de Sosa; Reformación del Repartimiento de Tenerife; M. Lobo,
Protocolos de Alonso Gutiérrez:, P. Martínez Galindo, Protocolos de Rodrigo
Fernández; D. Galván Alonso, Protocolos de Bernardino Justiniano; E.
González Yanes y M. Marrero Rodríguez, Protocolos de Hernán Guerra;
Espinosa, lib. I, caps. IV y VIII, lib. 11, cap. XIV, lib. III, caps. I y XII, y lib. IV,
milagro XI. Numerosas variantes en las Datas de Tenerife: Icode, Icoden,
Ichode, Ycode, Ycoden. En Icoden se advierte claramente la marca de plural.
Bute, On the Ancient Language oí the Natives ofTenerife, p. 20, analiza las
variantes Benicod y Benicoden. Véase también Wolfel, Monumenta, pp. 766-
767, que proporciona los paralelos ekade 'piedra' (Ahaggar) y ekad 'peña
cortada a pico un poco desplomada'. Como paralelo intrainsular existe
Guanicode, nombre de un lugar cerca de Imada (La Gomera)
IFONCHE(Tenerife). 15 de noviembre de 1505 y 22 de mayo de 1508.Véase
m 651 y 743. La documentación temprana ofrece otras variantes: Afonchas,
Afonches (Datas de Tenerife, lib. V, 93; Reformación del Repartimiento de
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Tenerife, p. 125), Fonchas (Acuerdos del Cabildo de Tenerife, III, p. 237). Wolfel,
Monumenta, p. 791, proporciona para esta voz el paralelo bereber Jafen!i!I
J1fen.ti<jin 'pequeña parcela de tierra' ( cabilio) y lo relaciona con el topónimo
tinerfeño hataromofont, nombre de un lugar en Santa Úrsula y que analiza
como hataram-font. Álvarez Delgado, Miscelánea guanche, p. 49, analiza
Ifonche como If-onche y destaca que el componente o raíz ife o fe, que aparece
en numerosos topónimos canarios, es genuinamente canario, por lo que no
acepta la segura extracción semítica que Viera y otros autores le adjudican al
segmento -ife de Tenerife. A nosotros nos parece inadmisible el análisis Ifonche,
sobre todo a la luz de las variantes Afonchas y Ponchas.
PUERTO DE LAS ISLETAS (Gran Canaria). 28 de marzo de 1508. Véase l?
739. Diversas referencias en la documentación más temprana (P. Martínez
Galindo, Protocolos de Rodrigo Femández-, M. Lobo, Protocolos de Alonso
Gutiérrez) y en las fuentes históricas más antiguas (Abreu Galindo, lib. I, cap.
XXIV y lib. 11, caps. 11, IX, XI, XII, XIV, XV, XVII, XXI y XXIII; Ovetense,
caps. IX, XI y XIII; Lacunense, caps. X, XII, XVI; Matritense, caps. VI, VII,
IX, XI y XIII; López de Ulloa, caps. VIII, IX, XIII, XV y XXVI; Cedeño, cap.
VII; Gómez Escudero, caps. V, VI, VII, VIII, IX, X, XII, XVII, XIX y XXI; y
Torriani, cap. XLVI.
EL JUNCAL (Gran Canaria). 20 de abril de 1513. Véase l? 955.
LOS LLANOS (La Palma). 10 de enero de 1513. Véase l? 935. Otras
referencias vienen en Espinosa, lib. I, cap. 111, y en Abreu Galindo, lib. 111,
caps. VI y VIL Álvarez Delgado se acerca a este topónimo en varias ocasiones
(Véase Miscelánea guanche, p. 69 y "Los Llanos de Aridane", pp. 243-244).
En la primera de ellas, siguiendo el método de considerar los topónimos
castellanos del Archipiélago como traducción de las formas correspondientes
de los aborígenes, Álvarez Delgado establece que la forma actual Los Llanos
es la traducción española del término prehispánico Taburiente 'llanura', sin
aludir a los fundamentos en que basa sus afirmaciones. Con posterioridad,
cambia y amplía el sentido de sus apreciaciones iniciales y reconoce que es
equivocado pensar que Los Llanos es calco o versión de Taburientey concluye
adjudicando a esta forma el valor de 'lomada' o 'cabezo' y estableciendo que
Los Llanos recoge el valor de la voz prehispánica Aridane.Véase C. Díaz
Alayón, Materiales toponímicos de La Palma, pp. 142-145.
LLANOS DE SAN MIGUEL (La Palma). 10 de enero de 1513 y 8 de agosto
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de 1513. Véase m 934 y 1107. En las Datas de Tenerife, lib. V, 92, se nombran
los Llanos de Tazacorte.
MASYNDERO (Gran Canaria). 15 de noviembre de 1511, 16 de julio de 1512
y 9 de enero de 1513. Véase n? 877,917 y 933. En los repertorios de toponimia
prehispánica realizados en el siglo XIX figura como Bacendero (Véase Chil,
Estudios, 1, p. 540; Álvarez Rixo, Lenguaje de los antiguos isleños, p. 63;
Millares Torres, Historia, X, p. 231). Resulta realmente curioso que Wolfel,
magnífico conocedor de los materiales canarios del Registro del Sello, no
relacione en sus materiales la variante Masyndero, sino Bacendero, que toma
de Chil y que analiza Ba-cendero, distinguiendo en el primer elemento un
prefijo y relacionando el segundo elemento con el topónimo grancanario
Cendro. Véase Monumenta, pp. 718-719. La forma oficial actual Valsendero
sugiere extracción romance, pero la filiación prehispánica es clara. En cualquier
caso, Bethencourt Alfonso no relaciona esta voz en su lista de toponimia prehispánica
de Gran Canaria.
MOGÁN (Gran Canaria). 9 de marzo de 1504. Véase m 606. Interesante
registro, dado que no abundan muchas referencias de este nombre geográfico
en la documentación y en las fuentes más tempranas. Torriani consigna este
topónimo en su carta de Gran Canaria, pero no viene en Abreu Galindo ni en
los textos históricos más tempranos. Viene en Marín de Cubas, lib. 11, cap. X.
En su glosario de Torriani, p. 289, Wolfel relaciona Mogán con Tamogante y
también con el fitónimo mocán. Álvarez Delgado, Miscelánea guanche, p.
115, estima igualmente que la relación que se da entre Mogán y Tamogante es
la misma que la que tiene lugar entre goro y tagoror, pero desestima la conexión
que Wolfel señala entre Mogán y mocán. Asimismo, Álvarez Delgado le.
adjudica a este topónimo el valor de 'caserío'. En sus Monumenta, p. 735,
Wolfel no repite las conclusiones anteriores, no establece ninguna hipótesis
etimológica ni aporta posibles paralelos.
SIERRA DE LA MONTAÑA ROJA (Gran Canaria). 12 de mayo de 1513.
Véase m 963.
MOYA (Gran Canaria). 23 de enero de 1506, 9 de agosto de 1510, 15 de
noviembre de 1511, 22 de diciembre de 1512, 23 de junio de 1513 y 12 de mayo
de 1514. Véase m 662, 819, 877, 931, 988 y 1039. Referencias de este término
vienen en López de Ulloa, caps. XV y XXII y Abreu Galindo, lib. 11, cap. XIII
y XVIII. Con posterioridad, lo incluyen las fuentes más representativas del
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siglo XVII (Sosa, Marín de Cubas y Pedro Agustín del Castillo). Otros registros
tempranos vienen en los Protocolos de Hemán Guerra, p. 352. Véase Wolfel,
Monumenta, pp. 735-736, si bien su análisis es apreciablemente superficial y
no proporciona paralelos ..
ALDEA O VILLA DE NICOLÁS(Gran Canaria). 24 de marzo de 1514. Véasem
1028. Otros registros vienen en Abreu Galindo, lib. I, cap. VII y lib. 11, cap. VII;
Sedeño, caps. 1, 11, y "Naturaleza y costumbres particulares según otros autores".
ORONE (La Gomera). 26 de mayo de 1478. Véase n? 25. De acuerdo con
diversas fuentes, el bando de Orone era uno de los cuatro cantones en que
estaba territorialmente dividida La Gomera al tiempo de la conquista. Abreu
Galindo consigna esta forma en varias ocasiones: lib. I, cap. XVI y lib. 11,
caps. XV, XXI, XXII, XXVIII y XXIX. Otras referencias tempranas se
encuentran en Torriani, cap. LIX; Gómez Escudero, caps. XII y XVII;
Matritense, caps. XVII y XX. Con posterioridad, este elemento figura en P. A.
Del Castillo, lib. 11, cap. XXII; Glas, History, lib. I, cap. VII, p. 23; Viera y
Clavijo, Historia, lib. 11, cap. 21, lib. VII, caps. 27 y 39, y lib. VIII, cap. 4;
Berthelot, Etnographie, p. 197; Chil, 11, p. 131; Millares Torres, X, p. 259; y
Bethencourt Alfonso, Historia del pueblo guanche, I, p. 371. La variante Dorone
que viene en la crónica matritense es fácilmente explicable por asimilación,
como la forma Discagua de La Palma.
Para Álvarez Delgado, el término de Orone limitaba al oeste con la linde
del bando de Ipalan, que iba desde Erece y Alajeró hasta el Garajonay y desde
allí la divisoria bajaba por Los Rasos hacia Tejeleche y Alojera. Álvarez
Delgado estudia esta forma en su trabajo "El episodio de Iballa", pp. 314-315,
donde señala que Orone y Arones son falsas grafias de los cronistas en lugar
de la auténtica Arure, voz que explica por el bereber aruri, que en el habla de
los zuawa, los tuareg y de la localidad de Ghat tiene el valor de 'espalda',
'lomo', 'grupo de colinas'. Para este investigador la variante Arone que recoge
Gómez Escudero, pudo ser una mala lectura de Arare, de donde se puede
llegar fácilmente, según Álvarez Delgado, a Arure.
Wolfel analiza esta forma en el glosario que acompaña a su edición del
texto de Torriani, p. 290. Aquí se limita a señalar que es posible que el mismo
radical de Orone se encuentre en el topónimo herreño Tecorone. Con
posterioridad, Wolfel continúa el estudio de este término en sus Monumenta,
p. 676, pero su análisis no es concluyente.
LA OROTAVA (Tenerife). 24 de agosto de 1505, 26 de diciembre de 1505,
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24 de octubre de 1506 y 17 de julio de 1512. Véase m 647, 661, 690 y 918.
Numerosísimas referencias en las Datas de Tenerife, donde se pueden ver una
multiplicidad de variantes gráficas: Aorotava, Ara ot otabo, Arabtaba, Arabtava,
Arachutava, Arahutava, Araota, Araotaba, Araotaua, Araotava, Arataua,
Aratova, Arautaba, Arautaua, Arautava, Aravtaba, Aravtabo, Aravtaua,
Aravtava, Arotaba, Arotaua, Arotava, Aroutaba, Araotava, Arrautaua,
Arutaba, Aurotava, Autaba, Haravtaba, Haravtava, Harotava, Horotaua,
Oratava, Orautaba, Orotaua, Orotava. La h- inicial que vemos en algunos registros
no constituye el reflejo gráfico de aspiración. Otras referencias vienen
en la documentanción temprana (Acuerdos del Cabildo de Tenerife, III, IV y
V; Reformación del Repartimiento de Tenerife; M. Lobo, Protocolos de Alonso
Gutiérrez; El Adelantado D. Alonso de Lugo y su residencia por Lope de
Sosa; P. Martínez Galindo, Protocolos de Rodrigo Fernández, D. Galván,
Protocolos de Bernardino Justiniano; E. González Y anes y M. Marrero
Rodríguez, Protocolos de Hernán Guerra), así como en las fuentes históricas
más antiguas (Espinosa, lib. I, caps. 11 y VIII, lib. III, caps. V, IX, XI, XII, y lib.
IV, milagros, IV, V, XXVI y XXXII; Abreu Galindo, lib. 1, cap. V y lib. III,
cap. XVIII; y Torriani, caps. LI, LII y LIV). Abreu Galindo, lib. I, cap. V, es el
primer autor que establece la extracción lingüística de este término y la similitud
entre esta voz canaria y otra del Magreb. Wolfel estudia esta forma en el glosario
de Torriani, p. 290, donde relaciona Orotava con Taoro, con el término
Arautapala -que trae Abreu Galindo, lib. III, cap. XVIII, como denominación
indígena de La Orotava- y con el topónimo gomero Ipalan. A estas conclusiones
hay que añadir las de sus Monumenta, pp. 799-800. También véase J. Álvarez
Delgado, Miscelánea guanche, pp. 36-37 y 137-138, y "Toponimia hispánica
de Canarias", p. 21. Para este autor, Orotava es 'el lugar de las casas' y daba
nombre a la residencia del mencey Bencomo de Taoro.
REAL DE LAS PALMAS(Gran Canaria). Numerosos registros a partir del
5 de diciembre de 1490.
EL PALMITAR (Gran Canaria). 20 de febrero de 1510 y 21 de marzo de
1515. Véase m 799 y 1092. Se trata de un barrio de Guía, en la zona de medianías,
muy próximo a la villa de Moya, del que le separa el barranco del mismo
nombre. El topónimo viene en Sedeño, cap. 11, y Marín de Cubas, lib. I, cap.
XVI.
EL PALMITO VIEJO (Gáldar, Gran Canaria). 24 de junio de 1514. Véase n?
1043.
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PUNTALLANA (La Palma). 23 de septiembre de 1507. Véase m 711. Otras
referencias en las Datas de Tenerife, lib. V, 92, y en Abreu Galindo, lib. III,
cap. VI.
EL REALEJO (Tenerife). 26 de febrero de 1506, 30 de julio de 1506, 14 de
enero de 1510, 25 de junio de 1511, 27 de marzo de 1512, 10 de junio de 1512, 30
de junio de 1512, 12 de junio de 1512, 22 de julio de 1513, 1 de febrero de 1515,
24 de marzo de 1515, 18 de mayo de 1517 y 21 de octubre de 1517. Véase m 669,
681,796,862,908,911,914, 1003, 1073, 1094, 1172 y 1181. Otras referencias en
diversas fuentes documentales ( Datas de Tenerife; en los Acuerdos del Cabildo
de Tenerife, II, III, IV y V; Protocolos de Alonso Gutiérrez, Protocolos de
Rodrigo Fernández; Protocolos de Bernardino Justiniano; Protocolos de Hernán
Guerra, Refonación del Repartimiento de Tenerife, y en las fuentes históricas
del siglo XVI: Espinosa, lib. III, caps. IX y XII, y lib. IV, milagros XX, XXVI
y XXXVII; Torriani, cap. LVI; y Abreu Galindo, lib. III, cap. XI, que deja
constancia de la evidente extracción romance del término cuando describe los
límites del reino de Taoro: "Tomaba desde la cuesta que desciende de la ciudad
de La Laguna a Santa Cruz ... y desde aquí va corriendo este reino hasta El
Realejo, que así lo llamaron los que conquistaron a esta isla."
VILLA DE SAN CRISTÓBAL (Tenerife). 30 de julio de 1506. Véase m
681. Numerosísimos registros en la documentación más temprana (Datas de
Tenerife, Acuerdos del Cabildo de Tenerife).
SANTA CRUZ (Tenerife). 30 de julio de 1506. Véase n? 681. Diversos
registros en Espinosa, lib. III, caps. I, IV, VI, VII, VIII y XII, y lib. IV, milagro
XVI.
LOS SAUCES (La Palma). 18 de diciembre de 1505, 26 de febrero de 1506,
30 de julio de 1506, 17 de junio de 1511, 27 de marzo de 1512 y 31 de marzo de
1515. Véase m 659, 669, 681, 852, 901 y 1098. Otras referencias en la
Reformación del Repartimiento de Tenerife; D. Galván, Protocolos de
Bernardino Justiniano; Torriani, cap. LXVI.
TACORONTE (Tenerife). 26 de febrero de 1506, 27 de marzo de 1512 y 17
de julio de 1512. Véase m 669, 901 y 918. En las Datas de Tenerife vienen las
varientes Tacoront, Tacoronta y Tagoronte. Otras referencias en los Acuerdos
del Cabildo de Tenerife, I, II, III, IV y V; Protocolos de Hernán Guerra; El
Adelantado D. Alonso de Lugo y su residencia por Lope de Sosa; M . Lobo,
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Protocolos de Alonso Gutiérrez, P. Martínez Galindo, Protocolos de Rodrigo
Femández; D. Galván, Protocolos de Bemardino Justiniano; Reformación del
Repartimiento de Tenerife; Espinosa, lib. I, cap. VIII, lib. 11, cap. VI, lib. III,
cap. I, V, VIII, IX y XII. Wolfel se inicia en el estudio de Tacoronte en el
glosario de su edición del texto de Torriani, p. 291. Aquí analiza esta forma
toponímica como Ta-koron-te y plantea una posible relación con el término
acoran (a-coran) 'dios', con lo que Tacoronte vendría a ser 'lugar de dios'.
Para Wolfel, lande Tacoronte (Ta-coro-n-te)tiene la función de afijo, al igual
que ocurre con Tamogante y Tamonante. Con posterioridad, Wolfel vuelve al
estudio de este topónimo en sus Monumenta, pp. 765-766, pero su análisis no
aporta nada nuevo.
TAFIRA (Gran Canaria). 13 de abril de 1513. Véase m 949. Este registro es
especialmente interesante por cuanto el topónimo Tafirano viene en los textos
de Sedeño, Gómez Escudero, Torriani y Abreu Galindo, ni tampoco en las
crónicas Matritense y Lacunense. Sosa, Pedro Agustín del Castillo y Marín de
Cubas, lib. 11, cap. X, son las primeras fuentes historicas que incluyen este
nombre geográfico de Gran Canaria. Wolfel, Monumenta, pp. 828-829,
encuentra paralelos intrainsulares de Tafira: Archifira, lugar en Fasnia y Las
Chafiras, lugar en Granadilla, pero los paralelos bereberes que proporcionan
no permiten explicar la voz grancanaria.
TAORO(Tenerife). 24 de agosto de 1505, 21 de noviembre de 1505, 26 de
diciembre de 1505, 26 de febrero de 1506, 30 de julio de 1506, 24 de octubre de
1506, 23 de febrero de 1510, 25 de junio de 1511, 27 de marzo de 1512, 30 de
junio de 1512, 14 de febrero de 1515 y 24 de febrero de 1515. Véase n? 647,655,
661, 669, 681, 690, 800, 860, 861, 901, 912, 1085 y 1086. Numerosas referencias
en las Datas de Tenerife y otras fuentes documentales tempranas (Acuerdos
del Cabildo de Tenerife, I, 11, III y IV; Protocolos de Hernán Guerra; El
Adelantado D. Alonso de Lugo y su residencia por Lope de Sosa; Reformación
del Repartimiento de Tenerife; M. Lobo, Protocolos de Alonso Gutiérrez, P.
Martínez Galindo, Protocolos de Rodrigo Femández; D. Galván Alonso,
Protocolos de Bemardino Justiniano), así como en los trabajos históricos del
siglo XVI (Espinosa, lib. I, cap. VIII, lib. 11, caps. VI, y VIII, lib. III, cap. I, IV,
V, VI, VIII y IX; Torriani, caps. LI y LII). El primero que intenta una hipótesis
etimológica de Taoro es Berthelot, que la relaciona con el término tagoro. Con
posterioridad, Wolfel estudia este término en el glosario de su edición de
Torriani, pp. 294-295, y considera la posibilidad apuntada por Berthelot: Tagoro
b Taworog Taoro, y también le parece probable que Taoroesté en relación con
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el elemento bereber taurirt 'montaña'. Para Álvarez Delgado, Miscelánea
guanche, pp. 37-38 y 137-138, hay que abandonar la hipótesis de Berthelot y
tampoco le parece probable que Taoro esté en relación con el elemento bereber
taurirt, como cree Wi:ilfel, porque Taoro no era denominación de ninguna
elevación sino de un valle. En sus Monumenta, pp. 759-760, Wolfel no
proporciona paralelos bereberes para esta voz.
T ASAUTEJO (Gran Canaria). 13 de abril de 1513, 20 de abril de 1513, 12 de
mayo de 1514, 7 de septiembre de 1514, 4 de diciembre de 1514 y 15 de marzo
de 1515. Véase Il? 950, 954, 1039, 1058, 1067 y 1091. En Abreu Galindo
encontramos la alternancia Tasautejo (lib. 11, cap. X) y Satautejo (lib. 11, caps.
XIII y XIX). Debe relacionarse con Sautejo, denominación de una ladera en
La Orotava (Datas de Tenerife, lib. IV, 1838-5) y con el antropónimo gomero
Autejo. Wolfel, Monumenta, p. 735, no ofrece conclusiones sólidas sobre esta voz.
T AYTIA (Gran Canaria). 6 de abril de 1503. Véase Il? 570. Este registro es
de especial relevancia, por cuanto esta forma geográfica no figura en las fuentes
más tempranas. En las fuentes canarias tradicionales aparece por primera vez
en Viera y Clavijo y con posterioridad en los repertorios de términos prehispánicos
del siglo XIX: Berthelot, Chil, Álvarez Rixo, Bethencourt Alfonso.
Véase Wi:ilfel, Monumenta, p. 889.
T AZACORTE (La Palma). 10 de enero de 1513 y 8 de agosto de 1513. Véase
Il? 934, 935 y 1007. Otras referencias vienen en la documentación más temprana
(Acuerdos del Cabildo de Tenerife, III, pp. 237, 238) y en los textos históricos
del siglo XVI (Abreu Galindo, lib. III, caps. III y VII; Torriani, caps. LXVI y
LXVIII; Gaspar Frutuoso ). Frutuoso, en el cap. XVI del libro primero de sus
Saudades da tera, es el primero en intentar una doble explicación etimológica
de Tazacorte, basada, según nos dice el propio clérigo azoreano, en la
información que obtuvo de varios nobles y ancianos palmeros. Así, este
topónimo deriva de la disposición del lugar, que se parece a una taza, y también
puede provenir del hecho de que Tazo -el soberano más poderoso- tenía su
corte en aquel lugar. Al parecer, este rey era tan sabio y entendido que cuando
La Palma fue conquistada, disponía de palacios y edificios muy semejantes a
los de Castilla, hechos y trazados solamente con su buen saber y entender. El
rey Tazo, que tenía su corte justamente en el lugar en que los conquistadores
desembarcaron, hizo frente a las tropas invasoras y se defendió valerosamente,
hasta que cayó sin vida, tras lo cual los suyos se rindieron y huyeron muertos
de miedo a los montes de la isla. Como vemos, la generosidad de la ficción de
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Frutuoso es grande y no es éste el único caso en que la podemos ver. De
cualquier forma, es evidente que Tazacorte es una forma prehispánica que
nada tiene que ver con el español taza, y tampoco nos ofrece muchas garantías
la extracción antroponímica que apunta Frutuoso, toda vez que el rey Tazo no
aparece mencionado en la completa lista de los soberanos palmeros que
proporciona Abreu Galindo, lib. III, cap. III. Wolfel inicia el estudio de este
término en el glosario de Torriani, p. 296, que amplía con posterioridad en sus
Monumenta, p. 741, donde analiza esta voz como ta-sacor-tey proporciona un
amplio conjunto de paralelos. De una parte, adjunta un grupo de voces cercanas
al valor de 'llano': azagur/izugar 'llano' (shilha), askar 'llano ' (Beraber),
ameskurlimeskár 'desierto llano y estéril' (Ahaggar), askar 'llano (Ndir),
fizel!l!ar 'parcela de terreno' (Menacer), y asagar/isugar 'vado' (Saw). Y de
otra parte proporciona otro grupo de voces de diferente valor: azkurl izegran
'rama'; azel!l!urlizegaran 'viga' (Tuat); ahal!l!or 'estípite de una palmera'
(Ahaggar);Jaze.fqrurt'tronco de árbol para leña' (Snus); y asgarlisgaren 'madera'
(Snus, Mzab, cabilio ). A estas formas del bereber, Wolfel añade el vasco eskur
'árbol'. Véase también Álvarez Delgado, Miscelánea guanche, p. 77.
TEIDE (Tenerife). 14 de marzo de 1515. Véase n? 1088. En las Datas de
Tenerife, lib. 11, 691-33, 810-51 y 902-16, en la Reformación del Repartimiento
de Tenerife, pp. 242, 243, y en los Acuerdos del Cabildo de Tenerife, I, p. 33,
figura Teyda. Otras referencias vienen en Abreu Galindo, lib. 11, cap. XVIII y
lib. III, caps. I, 11 y XX; Torriani, caps. XLIX, L, LI, LII, LXVI, y apéndice,
cap. I; y en Espinosa, lib. I, caps. I, 11 y V y lib. III, cap. XII. Véanse las
conclusiones que sobre esta voz traen Abercromby, "A Study of the Ancient
Speech of the Canary Islands", p. 111; Álvarez Delgado, Miscelánea guanche,
p. 146, y Teide. Ensayo de filología tinerfeña, pp. 36-39; Bute, On the Ancient
Language ofthe Natives ofTenerife, pp. 23-24; y Wolfel, Monumentapp. 446-
447. Abercromby remite la forma Echeide al cabilio tugedi , tigudi 'miedo' y
al término tauida 'miedo' del habla de Dernat.
TEJEDA (Gran Canaria). 26 de julio de 1507 y 24 de marzo de 1514. Véase
m 524 y 1028. Otras referencias vienen en Abreu Galindo, lib. I, cap. XXIX.
Wolfel, en su glosario de Torriani, p. 299, vincula Tejeda a la forma canaria
Ajodar (también Jodar, Arjoda). Asimismo, véase sus Monumenta, p. 705.
TELDE(Gran Canaria). 5 de diciembre de 1490, 12 de mayo de 1493, 7 de
febrero de 1494, 25 de noviembre de 1494, 6 de marzo de 1500, 13 de noviembre
de 1507, 20 de junio de 1511 y 29 de enero de 1517. Véase m 178,354,366,385,
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487, 717, 854 y 1165. Este topónimo viene tempranamente en las relaciones
normandas y en la relación de los descubrimientos de Diogo Gomes se recoge
que en 1415 Joao de Castro se internó en Gran Canaria por una zona "que se
chamava na lingua dos seus naturais Teldi, que quere dizer fértil". Otras
referencias en la documentación del siglo XVI (Acuerdos del Cabildo de
Tenerife, V, p. 125; M. Lobo, Protocolos de Alonso Gutiérrez, P. Martínez
Galindo, Protocolos de Rodrigo Femández; D. Galván Alonso, Protocolos de
Bemardino Justiniano) y en las fuentes históricas de esta época (Torriani,
caps. XXVIII, XXX, XXXI, XXXVIII, XL, XLIV y XL VIII). Abreu Galindo,
lib. I, cap. V, es el primero en señalar la extracción lingüística de este topónimo
canario: "También me da a entender hayan venido de África, ver los muchos
vocablos en que se encuentran los naturales destas islas con las tres naciones
que había en aquellas partes africanas, que son berberiscos y azanegues y
alárabes. Porque Telde, que es la más antigua población de esta isla de Canaria,
y Gomera, y Orotava en Tenerife, son nombres que se hallan en el reino de
Fez y Benamarín. Y en cabo de Aguer están unas huertas que llaman las
huertas de Telde, no muchas leguas distante de la ciudad de Tegaste ... Esta
ciudad de Tegaste está tres leguas del mar y cercana a Fuerteventura y junto
al monte Atlas, en las faldas dél, por donde descienden muchos ríos y arroyos.
Hay unos pueblos que llaman de este nombre Telde, de manera que en los
nombres propios parece conformar, y en muchos vocablos apelativos, los de
estas islas con los africanos." Y también Sedeño se hace eco de esta coincidencia
toponímica: "En una parte y otra hay pueblos que llaman Telde." Wolfel estudia
este término en el glosario de la edición de Torriani, p. 297, pero no encuentra
paralelos bereberes adecuados y destaca singularmente la variante Tyldetque
recoge Marín de Cubas, lib. I, cap. III, y que presenta la típica estructura
ambifijal del bereber. Luego, en sus Monumenta, p. 704, proporciona varios
paralelos bereberes para explicar este nombre grancanario: eldi 'estar abierto
(paso, puerta)' (cabilio), eldi 'tirar, despejar, soltar' (Demnat), Jdi 'mostrar'
(shilha), tildi'mecanismo para arar' (shilha), ildi'honda' (Saw) y teldet'civeta'
(Ahaggar), pero no está seguro de que sean adecuados.
TENOYA (Gran Canaria). 9 de marzo de 1504, febrero de 1513, 6 de febrero
de 1515 y 15 de marzo de 1515. Véase m 606,942, 1078 y 1091. Otras referencias
en D. Galván, Protocolos de Bemardino Justiniano; Abreu Galindo, lib. 11,
caps. VII y XIII; Ovetense, cap. XV; Lacunense, cap. XV; López de Ulloa,
cap. XV; Gómez Escudero, cap. XL Véase Wolfel, Monumenta, p. 732.
TIRAJANA (Gran Canaria). 6 de abril de 1503. Véase n? 570. Numerosas
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referencias en las fuentes históricas más antiguas (Abreu Galindo, lib. I, cap.
VII, lib. 11, caps. XIV, XVI, XIX, XXIII y XXV; Torriani, cap. XXXIX).
Tradicionalmente se buscó el origen de este topónimo en la interpelación "Tira
Ana!" que el gigante Aja dirigió a su mujer Ana. Chil, Estudios, I, p. 57, se
burla de esta explicación, en especial porque los aborígenes grancanarios no
hablaban español. Álvarez Delgado, "Antropónimos de Canarias", p. 361, tuvo
ocasión de comprobar la supervivencia de esta explicación en una versión
más compleja que conjuga las exclamaciones "Tira Aja!" y "Tira Ana!". Wolfel
estudia por primera vez este topónimo en el glosario de su edición de Torriani,
p. 301, donde establece el carácter plural de la voz y la relaciona con el término
de los Lemtei igahar. A estas conclusiones hay que añadir las que alcanza en sus
Monumenta, pp. 726-727. Álvarez Delgado, por su parte, inicia el análisis de este
término en Miscelánea guanche, pp. 19-20 y 143, donde señala que la forma auténtica
debe ser Tirahanac o Atirahanac, que explica la forma Atrahanaca que trae
Bernáldez. Para este investigador Tirajana tiene el valor de 'risco blanco' y está
formado por dos elementos: tir-ahanac. El valor 'risco' o 'roca' se encuentra en tir
(tambiénatir, adir, adar), elemento que también se ve en el antropónimoAdargoma
y en los topónimos Tirma, Tirimaga, y Tirimasán. El valor 'blanco' está en ahanac,
que con fonética similar viene en Ehentirey en Ahenguareme. Nos parece improbable
esta última relación. Con posterioridad, Álvarez Delgado reconoce el error de esta
explicación de Tirajana como adir-ahanac 'riscos blancos'. Véase "Problemas de
Atis-Tirma y Umiaya", p. 139.
TRESLATADERE (Tenerife). 9 de marzo de 1508 y 18 de mayo de 1517.
Véase m 735 y 1172. Treslatedere viene en un documento de 24 de marzo de
1515. Véase n? 1094. En los Protocolos de Hemán Guerra, p. 33, encontramos
la variante Traslatedere, y en El Adelantado D. Alonso de Lugo y su residencia
por Lope de Sosa, pp. 119, 120, tenemos Treslatadero.
CIUDAD DE LAS TRES PALMAS (Gran Canaria). 28 de septiembre de
1516. Véase m 1159.
TUNTE(Gran Canaria). 6 de abril de 1503. Véase m 570. Otros registros en
Abreu Galindo, lib. 11, cap. VIII, y Gómez Escudero, cap. XIX. La misma
denominación tienen unas cuevas en Abona (Datas de Tenerife, lib. 11, 788-
29). Véase Wolfel, Monumenta, p. 738.
UMASTA (Gran Canaria). 2 de marzo de 1497. Véase m 428. Véase
AUMASTEL.
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VALLE DE GRAN REY(La Gomera). 18 de enero de 1512. Véase Il'? 885.
Otras referencias en la Reformación del Repartimiento de Tenerife, pp. 74,
165.
VARVEGA (Gran Canaria). 8 de noviembre de 1511. Véase Il'? 875.
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Notas:
1 Véase E. Serra, Datas, pp. 167, 331; Acuerdos, I, pp. 76, 81; Acuerdos, III, p.
47; E. González Yanes y M. Marrero Rodríguez, Protocolos de Hemán
Guerra, pp. 31, 97, 146 y 311; M. Lobo, Protocolos de Alonso Gutiérrez, pp.
188, 297, 316, 323; M l. Coello et alii, Protocolos de Alonso Gutiérrez, pp.
85, 295, 335; Martínez Galindo, Protocolos de Rodrigo Femández, pp. 614,
685, 690, 699, 707, 708, 720, 734; y D. Galván, Protocolos notariales de
Bemardino Justiniano, I, p. 317. Sobre este antropónimo véase Wolfel,
Monumenta, p. 785, y Álvarez Delgado, "Antropónimos de Canarias", p.
411. Álvarez Delgado compara este nombre con Aberbequeie y cree que
debe significar 'el hijo del negro', puesto que en rifeño aberkan es 'negro'.
2 Recibe tierras en las cabezadas de la Punta del Hidalgo en 1507. Véase E.
Serra, Datas, pp. 167, 293, 331, 359 y 366; M. Lobo, Protocolos de Alonso
Gutiérrez, p. 221; M l. Coello et alii, Protocolos de Alonso Gutiérrez, pp.
392, 579, 611 y 626; F. Clavijo, Protocolos de Hemán Guerra, pp. 186, 389; y
D. Galván, Protocolos notariales de Bemardino Justiniano, II, p. 684.
3 Véase M'.1 l. Coello et alii, Protocolos de Alonso Gutiérrez, p. 600.
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