LOS GRABADOS
RUPESTRES DE EL JULAN
Grabado rupestre, El Julan
SU DESCUBRIMIENTO
Centrándonos en el tema de los grabados,
tras la primera visita infructuosa
en su búsqueda realizada por Aquilino
Padrón, acompañado del pastor Francisco
González en 1870, posteriormente (1875)
este último descubre los mismos y conduce
al lugar al presbítero Padrón, el cual
dejó la siguiente descripción
"Del borde de la explanada en que
estuvimos la vez primera, donde el teneno
se deprime con rápido declive hasta el
mar, parte una corriente o convexidad de
escorias basálticas que se prolonga como
unos cuatrocientos metros en la misma
dirección hasta perderse uniformándose
con el suelo pedregoso e irregular que le
subsigue. En toda su longitud, a distancias
más o menos cortas, como sin guardar
relación entre sí, y sólo donde la lava
presenta algunas facetas planas y lustrosas
con un ligero barniz producido por el
enfriamiento que sobrevino a su formación
plutónica, se ven grupos de dos, tres,
y más caracteres de extraña apariencia,
que, en mi poco saber, los refuté como
signos primitivos escriturales o numéricos
de una época remota""
"En 1874, don Gumersindo Padrón
vino a aumentar el caudal de estos conocimientos,
descubriendo a poca distancia
de la anterior inscripción, otra coniente
de táva sobre la cual aparecían grabados
otra multitud de signos""
CLASIFICACIÓN
Haciendo una clasificación de los mismos
encontramos por una parte:
- Inscripciones alfabéticas líbicas (que
se encuentran además en otros lugares
de la isla), y sobre todo,
- Grabados geométricos compuestos por
círculos aislados, partidos por uno o
más diámetros o tangentes, trazos
sinuosos, "herraduras""". Estos motivos
forman, generalmente, paneles
muy complejos, algunos de varios
metros de largo.
M. Hernández Pérez para su estudio y
mejor localización, denomina a cada uno
de los conjuntos de grabados con el nombre
de Los Letreros, los más cercanos al
Tagoror y Los Números al otro grupo,
situado a unos 500 mts. al Norte del conjunto
anterior.
No obstante, los pastores de la zona
los denominan indistintamente como Los
Letreros o Los Números, sin distinguir
uno u otro.
14
Señalaremos que se trata de dos coladas
lávicas, localizándose los grabados en
sus dos bordes, siendo el primer conjunto
(Los Letreros) más largo y sus paneles de
mayores dimensiones y complejidad, clasificándose
en total 69 paneles con grabados
en el primero y 37 en el segundo.
Aparte de estos dos conjuntos, recientemente
se han localizado dentro de la
misma zona de El lulan, otras series de
grabados, actualmente en estudio, que
viene a añadir más relevancia si cabe, a
este yacimiento arqueológico.
DISTINTAS OPINIONES
Siguiendo a l. Álvarez Delgado podemos
señalar que "la problemática de la
epigrafía canaria alcanza tanto al medio y
autores de esas poblaciones, como a la
cronología y tipo alfabético empleado en
ellas""
Así pues, múltiples han sido las opiniones
vertidas sobre este tema desde el
momento en que se tuvo conocimiento de
su existencia, dándose distintas interpretaciones,
autores, cronología, etc.
Para su estudio se han tenido en cuenta
dos enfoques, por una parte el establecimiento
de paralelismos, y de otra, el
intentar traducirlos (los alfabéticos)"
pecando en muchas ocasiones, de un
deseo de estudiarlos fuera de todo contexto
y no como parte integrante de un
todo cultural más amplio.
De la primera "Memoria" de los gra-bados,
Sabín Berthelot, remitió los dibujos
a la Sociedad Geográfica de París,
acompañándola de otras observaciones.
Además, a la Sociedad Geográfica de
Madrid, en 1877. "En su comunicación
apunta el verdadero método para llegar a
la solución del enigma; es decir, el estudio
comparati va con las inscripciones
lapidarias del África""
Publica posteriormente una reseña de
los mismos y dibujos en su obra "Antiquites
Canariennes". S. Berthelot considera
ya la posible pertenencia al tipo de
escritura libio-bereber de las inscripciones
alfabéticas y relaciona los grabados
con el resto de yacimientos de la zona.
Referencias a los mismos encontramos
en autores como Ripoche, Grau Bassas
y Faidherbe, este último estableciendo
paralelismos como los grabados del N.
africano.
René Verneau que realizó una visita y
copia de Los Letreros estima que los mismos
son líbico-numídicos.
Según A. Millares Tones los "signos
se hallan grabados por aventureros salidos
de las costas líbicas del Mediterráneo
para perpetuar el hecho glorioso de su
atrevida navegación""
Por su parte D.l. WOlfel, y sus seguidores,
sostiene la relación existente entre
los grabados de El 1ulan y otros aspectos
del mundo aborigen con Creta, opinión
bastante contestada, y además inscripciones
"Paleonumídicas""
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010
Grabado rupestre, El Julan
A poco de su descubrimiento, algún
autor llega a afirmar que los grabados
pudieran estar realizados por dementes o
fanáticos de la Edad Media y primeros
tiempos modernos. Curiosamente este
aspecto ha vuelto a ser tenido en cuenta
recientemente. J.Ma
" Hernández Rubio
Cisneros, considera, refiriéndose a los
petroglifos canarios en general y tocando
consecuentemente los que nos ocupan
"que se ha echado mucho teatro al asunto""
Argumenta además de que cómo es
posible el olvido "de la significación de
tales dibujos, signo o símbolo". Lo poco
claro de su origen, autores, y época. Duda
incluso de los grabados líbicos y su origen
norteafricano.
Para él, los grabados pudieron ser realizados
por "cualquiera que vagara por
aquellas rocas,"" y se aburriera soberanamente.
Bien en tiempos prehistóricos o
bien en tiempos históricos """
Algunos autores llegan a considerar El
Julan como neolítico, incluyéndolo en un
c}clo mediterráneo que uniría el Norte de
Africa con Galicia, Bretaña, Escocia e
Irlanda, barajándose distintas fechas poco
cercanas a la realidad, o al menos, a las
hipótesis actualmente consideradas de
mayor crédito.
En cuanto al elemento atlántico de los
petroglifos canarios, ha sido tenido en
cuenta en distintas ocasiones.
El problema se plantea en el sentido
que, debido a la repetición de las mismas
figuras en distintas zonas y épocas diferentes,
nos podemos hallar ante un fenómeno
de difusión, de paralelismo o convergencia.
Hay quien se plantea la posibilidad de
una influencia megalítica europea o norteafricana,
o bien que se tratara de una
provincia propia dentro de un marco más
general que comprendiera a las otras dos
zonas.
En cuanto a sus autores bien pudieran
ser los propios indígenas, tesis defendida
por Georges Marci, o bien a forasteros
invasores o visitantes, tesis defendida por
Verneau, usuarios del alfabeto Iíbicosahariano.
ALGUNAS CONCLUSIONES
Trataremos pues de sintetizar y resumir
aquellos aspectos que parecen más
aceptados.
Evidentemente, como ya señalara
Fray Alonso de Espinosa en el siglo XVI,
refiriéndose al origen de los aborígenes,
hemos de tomar como referencia al vecino
continente africano.
Por una parte, como ya se ha señalado,
encontramos dos tipos de grabados:
alfabetiformes y geométricos.
En cuanto a los primeros, que han
despertado un mayor interés, se consideran
líbicos como procedentes de esta
zona del vecino continente. Hoy en día,
la tribu berber Tuareg utiliza un alfabeto
de este tipo conocido como Tifinagh,
aspecto éste que actualmente permanece
sin explicar.
A este respecto, A.L. Cubillo Ferreira
plantea que el parecido existente entre el
"guanche" y el Tuareg del Sáhara, pueda
deberse a la colonización y población de
una parte de las Canarias por los cartagineses
del almirante Hannón, con poblaciones
líbico-púnicas, según una tesis
defendida por Attilio Gaudio en su obra
"Epiques el douces Canarias""
El empleado en las grabaciones líbicas
canarias es el llamado sahariano y la tipología
de las grabaciones canarias es idéntica
a las de Mauritania estudiadas por
Manad y Marcy.
Los signos de esta escritura son de
aspecto geométrico, formados por: líneas
(rectas, curvas y quebradas), cuadrados,
círculos, puntos o combinaciones de cualquiera
de las anteriores. Entre una y otra
siempre hay un espacio (no es cursiva)"
siendo este espacio el mismo, ya sea para
separar dos letras o dos palabras.
El mismo se escribe indistintamente
de izquierda a derecha o viceversa y de
arriba para abajo o viceversa, y también,
una línea horizontal puede seguir a una
vertical.
SegÚll la región donde se hallan estas
inscripciones, suele predominar un tipo
de dirección concreta (en Canarias, la
vertical). La escritura es alfabética, pero
cada signo designa una consonante: las
vocales no son representadas en esta grafía.
En cuanto a los signos existentes en
Canarias, no existe aquí un grupo (puntiforme)
y además hay que tener en cuenta,
las posibles diferencias entre los que se
encuentran en las distintas islas y entre
éstos y los del continente. Ello lleva además
a plantear problemas a la hora de
intentar una traducción.
En todas las .islas se han encontrado
inscripciones líbicas, excepto en La
Gomera, aunque no es descartable su
existencia, al menos de grabados "geométricos""
J. Álvarez Delgado, el cual sostiene
que el poblamiento de las islas fue realizado
en tiempos de Juba 11 de Mauritania,
considera que las mismas no fuero~ ni
muy anteriores a la era cristiana, ni posteriores
al siglo XVI, en que las islas estaban
ya colonizadas.
En su obra "Inscripciones líbicas de
Canarias", ofrece tres reproducciones de
los grabados por él hallados en El Julan.
Señala que "otros tres o cuatro grafitos
igualmente líbicos y mezclados que
hallamos en 1945 en otro cerro a unos 50
mts. de éste, cuando quisimos copiarlos y
comprobar nuestras notas el año 1957, ya
habían sido destruidos levantando parte
de la superficie lávica y grabando encima
de uno cierto nombre moderno""
Añadimos por nuestra parte que de
estas tres inscripciones, en el momento
actual ha "desaparecido" una de ellas.
El autor señala la dificultad de lectura
facsímil y transcripción en alfabeto saha~
riano de las inscripciones, pudiendo "tratarse
de nombres personales más que de
aclaraciones de los dibujos adjuntos""
***
Facsímil de un panel de El Julan con
grabados alfabetiformes. El C) ha desaparecido
15
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010
Grabado rupestre, EL JuLan
A) B) C)
n O O
L1l..J U \\1
U fl..J U
ru e
A) Yn m sc I
Lecturas B) n y m l' n
C) b m y l' (dudosa la primera letra)
***
Posteriormente, este mismo autor realizó
un intento de transcripción, catalogada
por M.S. Hernández Pérez, además de
otras, fechándola, por sus características,
posteriormente al siglo Xl o XII d.C.
tl
Transcripción a z q (¿) d q ") s - y d d
- z.
Álvarez Delgado considera que las
inscripciones herreñas son de la misma
técnica y autores que las saharianas de
Mauritania, correspondientes a "moriscos"
o "berberiscos" mauritanos del siglo
XV, temporalmente arribados a estas
islas. Pero considera que "no obstante
muchos grabados de El Julan, hechos con
instrumentos de piedra, pueden ser indígenas""
En este primer sentido también se
decanta A. Millares Torres.
Para M.S. Hemández Pérez sus autores
debieron llegar a la isla, en una o
varias oleadas, en nuestra era, e incluso
en plena Edad Media.
Aunque este aspecto pudiera tenerse
en cuenta, el hallazgo de un tablón funerario
con caracteres líbicos grabados en
Guarazoca, dentro de la misma isla, cuya
datación radio-carbónica (de huesos
humanos y fragmentos de madera) dio
fechas del 900 al 750 d.C., además de su
localización en un hábitat aborigen, hace
que se tome con ciertas reservas.
16
Podría ser, que las inscripciones líbico-
bereberes representaran a la lengua
del primitivo herreño, y así en cada una
de las islas donde se han hallado las inscripciones,
hecho avalado por la existencia
del término aborigen "Tarha" que significa
"señal para recuerdos", lo que nos
llevaría a considerar que se tratara más de
"conservar" y "fijar" ciertos hechos, que
de transmitir mensajes nuevos y desconocidos.
Por otra parte, no ha podido ser
demostrada, como pretenden los autores
citados, la presencia de supuestos forasteros
en todas las islas donde existen los
grabados y que además cumplieran dos
requisitos: tener una afinidad lingüísticocultural
con los aborígenes, y haber permanecido
temporadas en las islas en
época anterior al dominio cultural y político
hispánico.
Tendríamos que considerar un aspecto
recogido por T. Manad en un estudio
sobre L' Adrar Ahner en el que señala
que gran parte de las inscripciones allí
estudiadas, y en el Sáhara en general,
contenían cuestiones tales como: nombres
propios, proposiciones galantes o
injuriosas, etc. no descartándose, por
supuesto, un valor mágico de otras con
contenido diferente.
Por otra parte, el hecho de carecerse
de un conocimiento completo de los distintos
elementos culturales, materiales y
espirituales, dificulta el intento de datación
y fijación de sus autores.
En cuanto a los grabados geométricos,
M. Hernández Pérez realiza un paralelismo
con los grabados líbico-bereberes del
Gran Atlas y Anti Atlas africano, fechándolos
con posterioridad al siglo IV d. c."
basándose en los argumentos de C.M.
Rulhmann quien considera que este tipo
de grabados llega al Atlas y a su zona
Sur, no antes del 300 d.C."
Para R. Mauny las fechas de su realización
en el continente africano, deben
oscilar entre el 200 a.C y el 700 d.C.
aspecto asumido por M. Pellicer Catalán,
tanto en lo que a origen como a cronología
se refiere.
Se podrían añadir otras clasificaciones
que poco nos vendrían a aportar, además
de lo ya señalado.
A. Beltrán no se atreve a datar los
geométricos "pues pueden corresponder a
diferentes épocas y responder, incluso, a
fenómenos de convergencia""
En cuanto a su significación señala
que tienen un carácter religioso,""" relación
con las divinidades ". del agua y con
el sol, quizás adorado en zonas abiertas
sobre el mar."""
En este sentido, si tomamos en cuenta
la hipótesis del poblamiento de Canarias,
señalada anteriormente, expuesta por J.
Álvarez Delgado tenemos que Massinissa,
antecesor de Juba 1I, "daba gracias al
sol y a las demás divinidades del cielo""
Por lo que se refiere a su realización
parecen hechos a percusión con lascas de
piedra, aunque Alvarez apunta que tal
vez pudieran ser realizados con punzones
de metal. Este aspecto es compartido por
M. Hemández, quien teniendo en cuenta
la escasez de restos de prismas basálticos
apropiados a tal fin en la zona y las
características de los grabados, lanzó la
hipótesis de que "sus autores que debían
de conocer el metal (bronce o hierro) de
sus lugares de origen, al romperse los instrumentos
traídos y careciendo las islas
de metales, tuvieron que adaptarse al
nuevo medio, sustituyendo sus armas y
útiles domésticos metálicos por otros de
piedra""
No obstante, como también señala, ni
los cronistas, ni la arqueología, hasta el
momento, nos han podido demostrar este
aspecto.
Actualmente resulta imposible determinar
si los dos tipos de grabados pudieron
ser realizados por las mismas personas,
aunque hay quien considera que sí,
al menos en parte.
Por otro lado, su estudio no parece
revelar evoluciones estilísticas, existiendo
discrepancias en torno a la posibilidad
de superposiciones y consiguiente evolución
de los motivos.
Como se puede comprobar y siguiendo
a A. Beltrán "el estudio del arte rupestre
canario está en fase analítica y son
frecuentes los descubrimientos que pueden
cambiar las síntesis más prudentes,
que serán hipótesis de trabajo de validez
muy limitada""
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010
Grabados alfabéticos, El Julan
A MODO DE CONCLUSIÓN
El estado actual de los restos arqueológicos
de El Julan deja bastante que
desear, pues prácticamente todos los
señalados han sufrido algún tipo de deterioro
y no precisamente a causa del paso
de los años.
Desde las cuevas de enterramiento
saqueadas, a las sucesivas "transformaciones"
sufridas por el tagoror, muy cerca
del cual se encuentran construcciones
recientes y basura, pasando por la destrucción
de un conchero para la construcción
de una pista rodada, hasta el expolio
constante a que se han visto sometidos
los grabados desde poco después de su
descubrimiento.
Ya en el siglo pasado S. Berthelot
afirmaba poseer "un fragmento de la roca
en que está grabado uno de los signos
reproducidos en nuestras planchas". El
mismo se encuentra en la actualidad en
El Museo Canario de Las Palmas de Gran
Canaria.
Además señala el "envío" al departamento
de antropología del Museo de
París de cuatro cráneos y otras piezas
óseas de cuevas sepulcrales del lugar.
En la obra aparecida en 1929 de D.Y.
Darias Padrón nos dice "que, de no
tomarse medidas preventivas, estos
caracteres escrituarios están llamados a
desaparecer totalmente en plazo breve,
como ya les ha ocurrido a los de la Caleta""
Por su parte J. Álvarez Delgado nos
cuenta, al analizar los signos líbicos del
lugar, que de 1945 en que realizó las primeras
anotaciones a 1957 "ya habían sido
destruidos". Añadiremos a este respecto,
y como ya se señalaba anteriormente, la
desaparición de una de las inscripciones
líbicas recogidas por este autor en su obra
"Inscripciones líbicas de Canarias""
Así, han ido apareciendo sucesivas
noticias, artículos periodísticos, etc. que
denunciaban el estado actual de los grabados.
En el año 1973, en el número 6 del
extinto semanario "Canarias 80", aparecía
un reportaje titulado "Saqueo a la historia"
en el que se daba cuenta de un
nuevo atentado sufrido por Los Letreros.
Así mismo en el n° 4 de la también
extinta revista "El Puntal" aparecía un
artículo de F. García haciendo hincapié
en la necesaria conservación del lugar.
Y la lista sigue.
Con estos ejemplos se comprueba el
hecho que la depredación humana ha sido
constante en este yacimiento al igual que
en otros muchos de Canarias, cuestión
que afecta además a otros aspectos del
medio ambiente herreño como pudieran
ser los lagartos del Salmar, llevados casi
a su extinción, Los Lajiales, etc.
En el caso concreto de El Julan, el
acceso a la zona representa unas cuantas
horas de marcha, ya sea por mar o por
tierra, y el lugar no está "señalizado", lo
que evidencia una vez más que el abandono,
la falta de información en general
no contribuyen a preservar nuestro patrimonio.
Lógicamente no se puede valorar y
defender lo que se desconoce y los grabados
de El Julan, como otros tantos aspectos
de nuestra arqueología, historia, geografía,
folclore,"" cultura general, son
"desconocidos" para los canarios.
En unas islas como las nuestras, se
debe tender a la consecución de una ordenación
general del territorio, que delimite
claramente aquellas zonas necesitadas de
una protección por los diferentes aspectos
que en ellas pueden concurrir.
Pero el "conservar" y "proteger" no
tienen sentido si no es dentro de un
marco más amplio en el que se tengan en
cuenta otra serie de factores, que chocarían
de lleno con las actuales estructuras.
Poco conseguiríamos con una declaración
vía "decreto ley" que en la práctica dejara
las cosas tal y como están, o peor, se incida
en el actual proceso de destrucción.
Ello se hace más complejo en unas
islas como las Canarias, con una superficie
reducida, una población con un ritmo
incesante de crecimiento, bajo lo que
subyace una compleja trama de "problemas"
económico-sociales, marcado todo
ello por el signo de la dependencia.
Se trataría en definitiva de "liberar"
nuestra historia y por extensión nuestra
cultura, del lastre arrastrado desde hace
siglos. Como señala D. Tamsir Niame:""Las palabras "historia" y "cultura" quedan
por consiguiente estrechamente liga-das
entre sí. Cabe definir la primera como
la visión o la interpretación del pasado
propio de un pueblo, y hay que entender
la segunda como la manera específica
que tiene un pueblo o una sociedad de
servir, pensar, expresarse y actuar. Por
tanto, se puede considerar la historia
como un elemento capital de la cultura,
en la medida en que el pasado ayuda a
comprender la actitud presente de un pueblo;
informa, a través del tiempo, sobre la
especifidad de su reacción ante la naturaleza,
pero también ante los pueblos vecinos
con los cuales tiene relaciones de
diversa índole""
Está en juego nuestra identidad como
pueblo. Ese término tan sobado, manipulado
e incluso negado, según sean-los
intereses de aquéllos que se refieran a él.
Únicamente en nuestras manos está el
poder definir claramente esta faceta tan
clave de nuestra existencia como pueblo.
Una tarea difícil, pero no imposible, que
nos lleva a abordar muchos campos y
aspectos de nuestra realidad isleña. Se
trata de recuperar nuestra propia identidad
y "Esa reconquista de la identidad
histórica no es sino la descolonización de
la historia, que consiste en expurgar la
historia de un país de todos los prejuicios
y demás afirmaciones gratuitas transmitidas
por el país colonizador' "
Salvar El Julan forma parte de esta
labor urgente. No se puede seguir tolerando
que esta parte de nuestra historia
siga desmoronándose año tras año, que
continúe el saqueo y destrozo de los
petroglifos, el desconocimiento y desinterés
hacia uno de los conjuntos arqueológicos
más destacados del archipiélago
canario.
RUBÉN NARANJO
* Nota: Rubén Naranjo es también el autor del
artículo titulado El Julan, aparecido en el n.o
199, correspondiente a Julio-Octubre, 1992.
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010