Cien años de la publicación del "Informe sobre una misión
científica en las Islas Canarias"
René Verneau, el primer etnólogo que estudió
la antropología prehistórica del archipiélago
POR ALFREDO HERRERA PIQUÉ
Se cumple este año el centenario de la
publicación del Informe sobre una
misión científica en las islas Canarias,
obra del antropólogo René Verneau que
inició los estudios antropológicos acerca
de la antigua población de este archipiélago.
Se trata de un estudio relevante, que
abrió y marcó el camino que han seguido
todos los estudios de antropología física
de Canarias en el siglo actual. Verneau realizó
en esta obra la primera clasificación
de carácter científico llevada a cabo sobre
los cráneos, esqueletos y vestigios óseos de
la población prehistórica de Canarias. El
Informe fue también la primera obra importante
de este antropólogo francés, figura
relevante de la antropología física y
la etnografía en el primer tercio del siglo
XX.
PERFILFS DE UN GRAN CIENTÍFIco
René Verneau (Chapelle-sur-Loire,
1852 - París, 1938) encabezó la segunda generación
de la escuela francesa de antropología
física, iniciada por Broca, Hamy
y De Quatrefages. Estudió medicina en la
capital de Francia y desde el comienzo de
estos estudios siguió, además, el curso libre
sobre antropología prehistórica que
impartía Harny en la Sorbona. Se sintió
inmediatamente atraído por esta nueva
disciplina científica y entró a trabajar en
el laboratorio de Broca. Asimismo, asistió
a las lecciones que A. de Quatrefages
ofrecía en el Museo de Historia Natural.
Por consiguiente, aprendió directamente
de los grandes maestros que iniciaron el
desenvolvimiento de la antropología. En
1873, Quatrefages ofreció a Verneau el trabajo
de preparador en su laboratorio del
Museo de Historia Natural, al que desde
Cráneo masculino de aborigen de Gran Canaria.
entonces estaría vinculado el joven estudiante
durante más de medio siglo. A lo
largo de una prolongada carrera científica,
Verneau se entregaría a la antropología
con un celo y una vocación que revelaban
la pasión que sentía por esta materia
a la que dedicó su vida, consagrado a
estudiar el pasado y el presente de la
Humanidad.
Pocos años después de su entrada en
el Museo de Historia Natural se encargó
a Verneau el llevar a cabo una misión científica
en las islas Canarias, a las que viajó
en la primavera de 1877. El estudio que había
de acometer se centraba en constatar
la hipótesis sentada por Hamy y De Quatrefages
sobre la relación étnica de la antigua
población canaria con los hombres
de Cro-Magnon. En este primer viaje, per.
maneció un año en el archipiélago. Posteriormente,
prolongó sus estudios en una
más larga estancia, entre 1884 y 1887. En
ambos períodos de tiempo, Verneau estudió
las crónicas e historias antiguas de Canarias,
documentándose sobre las noticias
existentes acerca de la población prehispánica;
recorrió villas y pueblos de las islas;
visitó yacimientos y monumentos arqueológicos,
cuevas de habitación y funerarias
y lugares de enterramiento, familiarizándose,
asimismo, con el medio natural de
las islas y con los usos y costumbres de la
población canaria de hace un siglo. Fruto
de ello fueron sus artículos y trabajos científicos
sobre las Razas antiguas del Archipiélago
Canario, Las Pintaderas de Gran
Canaria, la Industria de la piedra de los
antiguos habitantes del Archipiélago Canario,
Habitaciones, sepulturas y lugares
sagrados de los antiguos canarios y, sobre
todo, el Informe sobre aquella misión cien-tífica.
Estas obras se publicaron entre 1881
y 1889. De su presencia en las islas dejó,
asimismo, constancia en un libro encantador
que nos depara una visión de la situación
general del archipiélago y de la vida
de los canarios a finales del siglo XIX:
Cinco años de estancia en las islas Canarias,
aparecido en 1891.
Verneau regresó a París en 1887. En
1892 fue nombrado ayudante de Hamy en
el Museo de Historia Natural. En 1909 le
sucedió en la cátedra de Antropología del
Museo, en la que permanecería hasta 1927.
Simultáneamente, trabajó en el Museo de
Etnografía del Trocadero -el actual Museo
del Hombre-, del que fue nombrado
conservador en 1907 y, más tarde, director.
También desempeñó desde 1922 la
función de profesor de Antropología Prehistórica
del Instituto de Paleontología
Humana de París, profesorado que ejerció
hasta el final de su vida. También ofreció
clases de estas disciplinas en otros centros
docentes de la capital francesa.
Su intensa actividad científica se reflejo,
por otra parte, en el trabajo que des-
" arrolló a lo largo de muchos años en L'Anthropo10gie,
revista que, junto con Boule,
dirigió desde 1894 a 1930. El esfuerzo de
ambos hizo que esta publicación adquiriera
una reconocida categoría entre las revistas
científicas de su tiempo. Verneau publicó
en sus páginas numerosos artículos.
Después de sus trabajos antropológicos
sobre la antigua población de las islas
Canarias, inició una serie de importantes
estudios de antropología prehistórica en
torno a nuevos hallazgos de vestigios de
antiguas razas, entre ellos la investigación "de
los fósiles humanos de las cuevas de "
13
Cráneo masculino de antiguo habitante de Tenerife.
El Informe fue el primer estudio sistemático
de los restos del antiguo pueblo de Canarias
Menton, Francia; el estudio de los esqueletos
paleolíticos encontrados en Barma
Grande (1892), que relacionó con los hombres
de Cro-Magnon, y el estudio de los
restos encontrados en las cuevas de Grimaldi
(1902), en los que observó caracteres
negroides, sentando la tesis de que el
hombre de Grimaldi desempeñó un papel
importante en el antiguo poblamiento de
Europa y señalando su pervivencia hasta
el neolítico.
Asimismo, estudió los grupos étnicos
y las poblaciones de regiones y países de
África, Asia y Oceanía que entonces formaban
parte de las colonias de los Estados
europeos. Entre ellos, debemos mencionar
los trabajos sobre los uolufs y sereres
del África occidental, los chouías del
Aurés (Argelia), las poblaciones de Etiopía,
los malgaches, los habitantes del
Tchad, poblaciones de Birmania e Indochina,
pueblos polinésicos (islas Marquesas)"
etc. Dedicó un amplio estudio a los
indios de la Patagonia y se ocupó, igualmente,
de grupos étnicos de la región amazónica.
Varios de estos estudios los llevó
a cabo como colaboración destinada a
completar los trabajos de misiones científicas
en distintos países (Etiopía, Marruecos,
Indochina, Africa occidental). En
los últimos años de su vida, cuando contaba
ochenta años, publicó El hombre, razas
y costumbres, un denso volumen de
400 páginas, profusamente ilustrado, en el
que ofreció una detallada descripción de
los grupos étnicos de todo el mundo.
Además de la antropología física, René
Verneau se adentró en los campos de
la etnografía y de la prehistoria, disciplinas
que también forman parte de la extensa
bibliografía del gran científico. Junto
a sus aportaciones y a sus trabajos de investigación,
publicó obras de divulgación
y escribió artículos y estudios de síntesis
para enciclopedias y colecciones didácticas
de su tiempo.
INFORME SOBRE UNA MISIÓN
CIENTÍFICA EN LAS ISLAS
CANARIAS
Este libro, del que se cumple ahora un
siglo desde su publicación, es el estudio
más importante aportado por Verneau sobre
la prehistoria de las islas Canarias. Como
ya señalamos, en él se desarrolló por
primera vez un estudio sistemático de los
restos óseos de las antiguas poblaciones
del archipiélago. Analizó la talla, las medidas
craneanas, los miembros y las particularidades
anatómicas de cráneos, huesos
y esqueletos de numerosos individuos
-hombres y mujeres- de la población
prehispánica. Y obtuvo una síntesis y unas
conclusiones generales, que significaron el
punto de partida de la antropología física
canaria. Parte de estas conclusiones
mantienen su vigencia un siglo después,
aunque hayan sido modificadas en los distintos
estudios antropológicos llevados a
cabo posteriormente, los cuales fueron
ofreciendo nuevas aportaciones en este
campo desde comienzos del siglo actual.
Junto al estudio de los caracteres físicos,
este libro de Verneau comprende otras
tres partes: la segunda está dedicada a la
cultura material y a los hábitos sociales;
la tercera a los petroglifos conocidos en el
archipiélago, y la última ofrece las conclusiones
obtenidas sobre el origen de las poblaciones
canarias.
Antropología física
En el primer apartado, Verneau estudió
amplias series de material óseo procedente
de cada una de las islas del archipiélago,
aunque las muestras más numerosas
correspondieron a las islas de Gran
Canaria y de Tenerife. El antropólogo
francés confirmó inicialmente el mestizaje
de la población isleña prehispánica señalado
medio siglo antes por
Berthelot- y la presencia importante de
caracteres de la raza de Cro-Magnon en
el conjunto de la población.
Las conclusiones y principales observaciones
de su estudio en relación con la
antigua población de cada una de las islas
Canarias fueron las siguientes:
Isla de Tenerife
1. Los guanches que poblaron Tenerife
presentaban la talla y los caracteres craneanos
y faciales de la raza de
Cro-Magnon.
2. Un elemento semítico contribuyó
igualmente a la formación de la población
de Tenerife, si bien se encuentra mezclado
por todas partes con el guanche.
3. Del mestizaje de estas dos razas resultó
un tipo mixto, bastante común en toda
la isla. Sin embargo, en cierto número
de guanches conservaba sus elementos raciales
de forma más pura. No solamente
los guanches formaban el elemento principal
de la población, sino que además
siempre estaban en superioridad
numérica.
4. Debemos admitir como muy probable
la presencia de un tercer elemento, poco
numeroso, de cráneo corto y nariz
larga.
En la muestra estudiada Verneau observó
la existencia de una proporción considerable
de hombres de estatura elevada:""La mayor parte de los hombres eran de
talla alta (por encima de 1,70 metros)" No
obstante, había grandes diferencias individuales,
de manera que mientras algunos
hombres alcanzaban 1,84 y 1,86 otros no
llegaban a 1,53. Esto ocurría, igualmente,
entre las mujeres, entre las cuales algunas
alcanzaban 1,68 metros, mientras que
otras no pasaban de 1,42 m. (la mayoría
estaba por encima de 1,60). En resumen,
observó Verneau que la estatura media de
los hombres era de 1,70 y la de las mujeres
de 1,53; y la media de la población,
1,64.
Sus estudios sobre la talla de los antiguos
habitantes de Tenerife le llevaron a
establecer las siguientes consideraciones:
-La población de la isla estaba ya
mezclada antes de la conquista española.
-Desde el punto de vista de la estatura
existían diferencias considerables entre
el hombre y la mujer.
-La estatura media de esta población
era superior a la media de las razas
humanas.
-La mayoría de la población masculina
se componía de sujetos de gran talla.
-Dejando a un lado la estatura, la población
mixta que vivía en Tenerife antes
de la conquista presentaba gran homogeneidad
en todas las regiones de la isla.
En lo que se refiere al estudio de los
cráneos, Verneau obtuvo sobre la muestra
de Tenerife una capacidad craneana media
de 1.590 centímetros cúbicos. "Es
Cueva sepuicral del barranco de Guayadeque, en Gran Canaria.
exactamente la cifra que da el cráneo del
viejo de Cro-Magnon". La media de la capacidad
de los cráneos masculinos que
examinó alcanzaba 1.672 cc. Un 37 por
ciento de ellos eran dolicocéfalos y un
40,7, subdolicocéfalos. Es decir, se manifestaba
una acusada dolicocefalia. Paralelamente,
encontró que los rasgos faciales
de los cráneos masculinos ofrecían frecuentemente
los caracteres de la raza
Cro-Magnon.
Como resumen del estudio de los caracteres
cefálicos, el antropólogo francés
subrayó que sus caracteres "son exactamente
lo's de la raza Cro-Magnon" y que
"todos los caracteres que se consideran como
propios de la raza Cro-Magnon se
vuelven a encontrar en los cráneos guanches
y estos caracteres se hallan frecuentemente
reunidos en el mismo cráneo' '.
Sintetizando el estudio que realizó sobre
la antigua población de Tenerife, Verneau
sentó estas conclusiones.
l. Los guanches presentan la talla, los caracteres
craneanos y faciales de la raza
Cro-Magnon.
2. Un elemento semítico contribuyó
igualmente a la formación de la población
de Tenerife. Éste se encuentra casi
por todas partes mezclado con el
guanche.
3. Del mestizaje de estas dos razas resultó
un tipo mixto bastante común en la
isla. Pero el mestizaje no fue total y un
cierto porcentaje de guanches permaneció
puro.
4. Debemos admitir como muy probable
la intervención de un tercer elemento,
poco numeroso, de cráneo corto y nariz
ancha.
Isla de la Gomera
De la muestra estudiada en esta isla,
Verneau observó que los habitantes de la
Gomera eran de pequefia estatura (el 70
por ciento estaba por debajo de 1,60 m.
de talla). La población se hallaba muy
mezclada antes de la conquista. Los cráneos
masculinos revelaban una considerable
capacidad craneana, mientras que la
de los femeninos era pequefia. Hay un importante
grado de braquicefalia, característica
que era predominante en la población
(subbraquicéfalos, 30,77 por ciento;
braquicéfalos, 7,69 por ciento). En el resumen
del estudio de los caracteres craneanos,
escribió Verneau que existía en la Gomera
"un tipo cefálico mixto, en el que encontramos
una parte de los caracteres" del
guanche. "La capacidad craneana, todavía
muy elevada en el hombre, baja sensiblemente
en la mujer. El cráneo es más
corto que en Tenerife y ligeramente más
desarrollado en anchura' '.
Sus conclusiones sobre la antigua población
gomera son las siguientes:
l. En la Gomera vivió el guanche, con todos
los caracteres del tinerfefio.
2. Llegó, igualmente, a la isla un tipo de
pequefia talla, braquicéfalo, con cara
de órbitas elevadas y mesorrino o
platirrino.
3. Al unirse, las dos razas dieron lugar a
un tipo mixto que presenta, sobre todo
en la cara anterior del cráneo las características
de Cro-Magnon.
4. A juzgar por el descenso de la talla y
la elevación del índice cefálico, las gentes
que se mezclaron con el guanche en
la Gomera arribaron en gran número.
Isla de Gran Canaria
Con respecto a la antigua población de
Gran Canaria, Verneau analizó 165 cráneos
procedentes de distintos puntos de la
isla. Tuvo también oportunidad de estudiar
los vestigios de los antiguos habitantes
en los enterramientos tumulares de la
Isleta, una gran necrópolis desaparecida
desde hace afios. Esta población enterra-
"":-._~_.". -
Cueva artificial de Cuatro Puertas, en la isla de Gran Canaria.
da en la Isleta -que procedería del noreste
de Gran Canaria- era de elevada estatura
(76,5 por ciento de los restos estudiados
daba una cifra por encima de la media
de las poblaciones humanas) y presentaba
un notable número de individuos -el
47 por ciento de la muestra- con una talla
superior a 1,75 metros. Las mujeres daban
una estatura media de 1,63 metros. En
una población muy mezclada en el conjunto
de la isla, que por ello mismo entrafiaba
notables contrastes, se daba una
estatura media considerablemente alta, en
general.
Los 165 cráneos estudiados por Verneau
habían sido recogidos en las siguientes
localidades:"
En la Isleta, en túmulos de piedra; en
San Lorenzo, en cuevas artificiales; en una
cueva funeraria de Tafira; en una cueva natural
situada al pie de la montaña de 00ramas;
en los túmulos de la necrópolis de
Agaete; en las grutas sepulcrales natura- Il.
les del barranco de Guayadeque; en cue- "
15
El sabio investigador se ocupó también de la
etnografía prehistórica, de las inscripciones
alfabéticas y del origen de los antiguos canarios
vas naturales de Tirajana, y en los túmulos
de Arteara. Entre los cráneos analizados,
había una representación de 53 pertenecientes
a individuos masculinos de
Guayadeque. Todos "estos cráneos presentan,
por término medio, una hermosa capacidad
craneana", escribió Verneau. Uno
de los cráneos de Guayadeque alcanzaba
1.790 centímetros cúbicos. La marcada dolicocefalia
es un rasgo general en la tipología
craneana de la antigua población de
Gran Canaria. En sus trabajos, el antropólogo
galo observó que la población de
Guayadeque era la más mezclada de toda
la isla.
En el resumen de los caracteres cefálicos,
Verneau constató la existencia de un
gran mestizaje en la población canaria
aborigen, y señaló la intervención del elemento
cromañoide ("guanche") en la formación
de la población de Gran Canaria.
Las cifras de las medidas craneanas que
efectuó "demuestran que los guanches de
la Gran Canaria pueden ser comparados
a los hombres de Cro-Magnon. Los aborígenes
canarios se aproximan a éstos más
aún que los tinerfeños. Al igual que en Tenerife,
un elemento semita se mezcló con
el cromañoide' '.
En sus conclusiones sobre los antiguos
canarios, Verneau expone que "la población
tan mezclada que vivía en la Gran
Canaria antes de la conquista se
componía:
1. De "guanches", que se encontraban en
toda la isla.
2. De semitas, que parecen haberse establecido
en gran número en el sur y el
sudeste.
3. De mestizos muy mezclados, resultantes
de las uniones entre los dos tipos
precedentes.
4. De un tipo de cráneo corto, que hasta
el día de hoyes imposible de
determinar.
5. Puede ser que de un último tipo (berebere?"
que se habría fijado en el norte,
bien que nos es preciso todavía hacer
numerosas reservas sobre este tipo
especial""
Islas del Hierro y La Palma
En el Hierro la mayor parte de los antiguos
habitantes era de pequeña talla.
Verneau pudo medir en esta isla 350 huesos
largos procedentes de la cueva del Pozo
de la Ballena y de la cueva del Tablón.
Por otra parte pudo estudiar 79 cráneos
encontrados en las cuevas del Barranco de
la Guerra, el Lajiar y Barranco de la Ballena.
La capacidad craneana es elevada,
aunque con marcados contrastes entre un
máximo de 1.805 ce. y un mínimo de 1.280.
El estudio de los caracteres cefálicos lle-
16
vó a Verneau a la misma consideración observada
en el resto del archipiélago: "la
población antigua de la isla del Hierro estaba
tan mezclada como las de las otras
islas "
Observó entre los habitantes prehispánicos
del Hierro la presencia del tipo
"guanche" y la de un elemento sirio-árabe,
cuyos representantes más puros son los
árabes de Argelia. También señaló la posible
intervención de un tercer elemento de
cráneo pequeño y estatura baja.
Con respecto a La Palma, fueron muy
escasos los restos óseos que pudo estudiar.
En esta isla apreció, igualmente, la presencia
de los tipos semítico y cromañoide.
Finalmente, la ausencia de materiales
óseos en Lanzarote y Fuerteventura no le
permitió llevar a cabo un análisis sobre aspectos
de su antigua población.
Etnografía prehistórica de Canarias
La segunda parte del Informe está dedicada
a la etnografía prehispánica de Canarias.
En lo que se refiere a usos, costumbres,
creencias y organización social, Verneau
hizo un resumen crítico de las noticias
aportadas por cronistas e historiadores
de los siglos XV al XVII, desde los clérigos
que acompañaron a Bethencourt
hasta Marín y Cubas y Viera. Los lugares
de habitación fueron aquí estudiados por
Verneau a través de un pasaje de su obra
en el que describe cuevas naturales y artificiales
visitadas por él en varias islas: Bellavista
(Hermigua) en la Gomera; Belmaca
y Carias, en La Palma; el Palacio (Valle
de la Orotava) y la cueva de Añaterve
(Güímar) en Tenerife; y Los Pilares y Cuatro
Puertas (Telde), cueva del Moro (Agaete)"
montaña Riquianes (Tafira) y San Lorenzo,
en Gran Canaria. El científico francés
se detuvo especialmente en la descripción
de la cueva de Cuatro Puertas, como
ejemplo más representativo de las cuevas
artificiales, en la que tanto las paredes como
el techo y el suelo han sido trabajados
por la mano humana. Por otra parte,
aludió a las construcciones en piedra de
la isla de Gran Canaria, recordando las
antiguas referencias recogidas en las más
lejanas crónicas, en las que se hablaba de
los poblados grancanarios prehispánicos.
También se ocupó de las sepulturas -en
cuevas y en túmulos- de los antiguos canarios,
aunque este tema fue parte de un
trabajo más amplio publicado en 1889 con
el título de Habitaciones, sepulturas y lugares
sagrados de los antiguos canarios
(1889)"
En lo que se refiere a la cultura material,
Verneau se extendió especialmente en
lo tocante a la cerámica y a las pintaderas.
En cuanto a la primera, destacó la
gran diferencia existente entre los utensi-
René Verneau
lios de arcilla elaborados en Gran Canaria
y aquellos otros procedentes de Tenerife:""Los habitantes de Tenerife no fabricaban
más que cerámicas muy rústicas, recordando
mucho las de la edad de la piedra
pulimentada en Francia, frecuentemente
sin asas, la mayoría sin ornamento
alguno. Los de la Gran Canaria confeccionaban,
por el contrario, hermosos vasos,
de una pasta sólida, de formas regulares,
hasta un cierto punto elegantes, ornamentadas
de asas de todas clases y frecuentemente
con dibujos pintados en rojo y negro""
Verneau pudo contemplar en su visita
la colección de cerámicas de Gran Canaria
reunida en el Museo Canario fundado
en Las Palmas de Gran Canaria
en 1879-, que por entonces ya reunía un
notable número de piezas, varias de las
cuales se detuvo en describir, prestando especial
atención a sus pinturas y elementos
decorativos de conformación
geométrica.
Respecto a las pintaderas, hemos de
consignar que René Verneau fue el primero
en llevar a cabo un estudio sobre estos
pequeños objetos de arcilla o de madera,
introduciendo el vocablo, utilizado por los
campesinos canarios, en la literatura etnológica
universal. En 1884 publicó en la Revue
d'Ethnographie un amplio artículo titulado
Las pintaderas de Gran Canaria,
que incluía un análisis comparativo con las
pintaderas centroamericanas. Verneau sostuvo
la hipótesis -sustentada en las noticias
legadas por los capellanes de 1. de
Bethencourt y por Cadamosto- de que
estos utensilios eran usados por los antiguos
habitantes de la isla para pintarse d
cuerpo. En el Informe sobre una misión
científica en las islas Canarias reprodujo
lo fundamental de su primer trabajo, en
el que, también por primera vez, se publicaron
varias ilustraciones que recogen los
diseños principales de estos objetos.
Como conclusiones de la segunda parte
de su estudio, destacó las costumbres
trogloditas de la más antigua población
del archipiélago, señalando la llegada posterior
de poblaciones provistas de más
avanzados elementos culturales, sobre
Pintaderas de Gran Canaria.
tica. Llega al norte de África antes de la
época romana, como lo prueban las tumbas
de Roknia, y es probablemente también
antes de la época romana que alcanza
las islas Canarias.
En resumen, los guanches son los descendientes
de los hombres de Cro-Magnon
y ellos debieron llegar al archipiélago canario
en una época relativamente reciente.
En el trayecto que separa su punto de
partida a su punto de llegada, un cierto
número debió mezclarse, puesto que los
vemos, ya algo mestizados en la península
Ibérica y en Roknia. Otros, al contrario,
conservaron su tipo primitivo en toda
su pureza, y nosotros los volvemos a
encontrar en el archipiélago canario con
todos los caracteres de sus antepasados.
Poco tiempo después de su llegada a
Canarias, ellos vieron llegar gentes procedentes
del norte de África y sin duda muy
mestizadas. Se establecieron relaciones entre
los Guanches y los recién llegados; se
contrajeron alianzas, y de estas mezclas,
que han durado hasta la época de la conquista,
surgieron numerosos tipos mixtos
que volvemos a encontrar junto a individuos
casi puros""
Tal como había hecho Berthelot cincuenta
años atrás, Verneau indicaba la
procedencia norteafricana de la antigua
población canaria. Su hipótesis sobre la
migración del grupo étnico de CroMagnon
no era correcta, pero por entonces
no se habían podido realizar estudios
que alumbraran el origen de la población
que habitaba el norte de África entr cinco
mil y diez mil años antes de nl.lfstra
Era. Sí interesa destacar entre las conclusiones
de Verneau, la definición de dos elementos
étnicos mayormente representados
entre los habitantes prehistóricos de Canarias,
tipos que él denominó guanche y
semita, y que los estudios antropológicos
posteriores han calificado de cromañoide
y mediterranoide; así como también el haber
establecido la posible procedencia de
la población antigua de las islas Canarias.
Todo lo referente a la antropología prehistórica
de Canarias perviviría durante
años entre las inquietudes científicas de es-ta
personalidad de la ciencia que siempre
mantuvo su interés por las Afortunadas.
En los años veinte Verneau señalaría una
nueva aportación a la antropología física
de los canarios prehispánicos, indicando
la presencia de un elemento negroide en
la antigua población. Yen 1934 -contaba
el sabio investigador 82 años de edad- a
la luz de los hallazgos e investigaciones
realizados sobre los hombres fósiles de
Beni-Segual (Argelia) -en unión de Bou-le,
Vallois y Arambourg- planteó nuevas
interpretaciones sobre la procedencia de
nuestros antiguos pobladores. Redactó a
partir de entonces nuevas notas que nun-ca
llegaría a publicar. En los años cincuen-ta
del presente siglo el antropólogo español
M. Fusté Ara -que tuvo acceso a los
papeles de Verneau- llegó a Gran Canaria
para completar los trabajos del antropólogo
galo. Estudió las series antropológicas
de la antigua población (colección ~
del Museo Canario), así como elementos ""
el estudio de los elementos culturales, confirmando
la presencia en ellas de elementos
étnicos portadores de una cultura más
avanzada.
El origen de la antigua población canaria
Finalmente, Verneau se ocupó en la última
parte de esta obra de plantear una hipótesis
sobre la procedencia de la antigua
población canaria, especialmente del grupo
étnico que él calificó de tipo guanche.""¿De dónde han llegado los guanches, es
decir esta raza que parece haber formado
en todo el archipiélago la base de la población?"
se preguntaba al final de este
libro el gran antropólogo. Teniendo presentes
los hallazgos e investigaciones desarrollados
sobre la existencia de los hombres
de Cro-Magnon en Italia y en la península
Ibérica, así como los estudios de
Hamy y De Quatrefages sobre los restos
encontrados en las tumbas megalíticas de
Roknia, norte de África -exploradas por
Bourguignat, Mac Carthy y Feidherbe-,
así como las afinidades señaladas entre los
Kabilas norteafricanos y los antiguos habitantes
de Tenerife, René Verneau ofreció
la siguiente síntesis:""Sin entrar en más detalles, podemos
concluir de lo que precede que la raza de
Cro-Magnon emigró hacia el sur y cruzó
la península Ibérica. Cuaternaria en Francia,
ella parece estar desarrollada en España,
sobre todo durante la época neolí-todo
en Gran Canaria y Hierro. En estas
islas en donde hubo migraciones importantes
"constatamos una verdadera superioridad
industrial, como resulta muy nítido
de la comparación entre Gran Canaria
y Tenerife"""En la Gran Canaria hemos
reconocido la presencia de elementos
quizás más variados que en ninguna otra
isla; hemos encontrado igualmente unas
costumbres y una industria que no hallamos
en las otras""
Petroglifos e inscripciones alfabéticas
En su tercera parte, el Informe fue dedicado
a los petroglifos e inscripciones alfabéticas
de la antigua población de las islas
del Hierro y Gran Canaria, tema ya
abordado antes por Verneau en un artículo
aparecido en la Revue d'Ethnographie. Teniendo
presente las inscripciones alfabéticas
de los Letreros y la Candia (Hierro)
y de Balos (Gran Canaria) y verificando
un an~lisis comparativo con el catálogo de
inscripciones pumídicas confeccionado
por Feidherbe -explorador y sabio estudioso
de las culturas del norte de África
y Sáhara-, René Verneau adelantó la conclusión
de que las inscripciones alfabetiformes
de Canarias son claramente numídicas.
Resaltó, asimismo que la existencia
de inscripciones alfabéticas en las dos islas
citadas y no en las otras revelaba una
correlación con las conclusiones obtenidas
en el campo de la antropología física y en
17
LQs resultados obtenidos por Verneau hace
de la población actual, publicando valio-un
", sos estudios en las revistas El Museo Ca-siglo
JJ.an mantenido su vigencia en el ámbito de la, nario, Anuario de Estudios Atlánticos y
Manaos, aunque su muerte prematura le
antropología canana impidió culminar sus investigaciones.
REGRESO A GRAN CANARIA
En el año 1925 el Museo Canario de-mandó
la insustituible colaboración de R.
VALEUlI Verneau para la instalación de las salas de
d., · antropología y la clasificación de las co-d.
du LETTRES.".¡ ..¡
TA'LU,U LUTaJ.5 ~ ~
"; lecciones que conservan los restos huma-p""
1 du (d'.p'" F.idherh. J. -< 5 .:ot j
nos del antiguo pueblo canario. Verneau,
T,lIU4.ll. G&I F.idherbe. · ,~
~
~ ~ que ya conocía y había estudiado esta va-
6 36
liosísima colección a raíz de su segunda es-n
tancia en las islas, no dudó en acceder in-
= an (?l H mediatamente a tal petición. Regresó a
Gran Canaria y se encerró durante seis
3 3 111 """"""" // G meses en las dependencias del Museo, de-
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dicándose a realizar con sumo esmero los
T análisis antropométricos, clasificación y
5 5 19 estudios antropológicos de la inmensa co-lección
de cráneos, esqueletos y huesos
6 G O O 23 que guarda dicha institución. Prestó aten-
7 7 z ") // ti
ción en tal oportunidad al tipo tercero,
braquicráneo, del que no había estableci-
8 S U v 3 .8 do una definición en sus estudios de cin-
8 bis
nL cuenta años atrás, en aquellos sus prime- n r-. 12 ros trabajos de juventud. Fue entonces,
9 9 11 " // // con motivo de esta nueva investigación,
cuando señaló que este tipo tercero reve-lO
10 ~ ./ 3 laba la presencia de un elemento negríti-
I1 11 11 ou, h, til., de H .6 ca en la antigua población canaria, pro-cedente
también del África occidental.", 2 1'1 El O // 7 En ocasión de esta nueva presencia de
.2 bis rn <D b lpuareg H p 9 René Verneau en Gran Canaria y como re-conocimiento
a la importantísima labor
12 ter 133 El)""""""". // H 3 científica que había realizado ya su gran
.3. I3 8 8
contribución al conocimiento de la prehis-
" toria de Canarias, el Ayuntamiento de Las
14 14 $. ~ // // Palmas de Gran Canaria acordó su nom-
15 .5
bramiento como "Hijo adoptivo de Gran
+ H p 12 Canaria", así como dar a la calle en la que
16 .6 ] ) e "" // 10 se emplaza el Museo Canario el nombre
del ilustre investigador. El nombre de Ver-
17 '7 X neau se colocó así en el año 1926 en una
d$ 18 W m z ou dh
lápida de mármol colocada en la fachada
17 del Museo que da a la calle que hoy guar-
H " 4 14
da su memoria, en un acto emotivo al que
¡ \) 19 """"""" asistió el venerado científico. Verneau, dis-
20 20 1 L.. r """"""" H p tinguido a lo largo de su carrera por in-numerables
sociedades científicas, llevó
21 21 A """"""" a 3 siempre en su corazón este homenaje y ex-
2' bis A\ lA """"""""". ti presó que éstas eran de las consideracio-nes
que más le habían satisfecho de entre
2 '1 1 ~) ~ todas las recibidas.
<\ Ul lI)1J """"""". 23 Verneau, trabajador infatigable, siguió
laborando hasta los últimos días de su vi-
'1 !I UD Jl.¡ rLfl """"""" 11 da, extinguida a los 86 años de edad. Este
2b Q 1::7
"../.'."""". científico merece el recuerdo perenne de los H 7 canarios, pues fue el primero en desentra-
2(; bI •••••• o', •••••• • • ·2 ñar y en descubrir con criterios científicos
9 "".,Ji: J¡ ""
los velos que han envuelto a l.a prehistoria
27 /1 '. de nuestra tierra y los orígenes del antiguo
28 ".¡ """"""" pueblo canario. El centenario de la publi-
" cación dellnfarme sobre una misión cien-
29 - """"""" 4 tíFica brinda la oportunidad para acome-
30 // 8 """"""" ter una edición castellana de esta obra, que
se piensa publicar en el presente año. Yeste
mismo centenario debe de estimular el re-
,~.;.a.vivamiento de la memoria de Verneau en-tre
las generaciones actuales.
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