Vida y obra de un gran científico canario
BLAS CABRERA FELIPE (1878-1945)
El Boletfn de la FundaciónMarch ha publícado un interesante trabajosobre.
el flsico canario Bias Cabrera Felipe, del que es autor Nicolás Cabrera Sanchez,
hijo de.! gran cientifico, que ha sido profesor en las'Universidades de Parls, 11rlstol,
Virginia y autónoma de Madrid, alcanza'ldo notoriedad por sus estudios
sobre el crecimiento de los cristales. El profesor Cabrera Sánchez ha destacado
también por su organización de departamentos de Flsica en diferentes palses.
Correspondiendo al objetivo de divulgar la vida y la obra de Bias Cabrera en su
propia tierra, reproducimos aquf el expresado art/culo.
A l recordar lo que va de siglo en este
país, hay que señalar que en provecho
de la ciencia española, existe una
parte de sus mejores momentos históricos
que, recordada entrañablemente por unos y
olvidada por otros, es en suma desconocida
para la mayoría.
Hay que aclarar el sentido universal de
la ciencia, pues ésta debe afrontar todos los
campos en las lineas más avanzadas del saber
y del investigar. En razón a esto, pasaremos
a incluir un breve resumen del ambiente
científico europeo a comienzos de
siglo, porque respecto a su dimensión internacional,
la ciencia es un patrimonio común:""Lo que sabemos, lo sabemos entre
todos""
Desde finales del siglo pasado, alrededor
del año 1875, empieza a aflorar en la
conciencia europea el espectacular desarrollo
de la industria alemana debido a la
gran potenciación dada a la ciencia en Alemania.
Ésta era la consecuencia lógica de la
enorme inversión que Alemania venía realizando
en la investigación cientifica y tecnológica,
lo que hace que se convierta junto
con Estados Unidos en las primeras potencias
económicas mundiales. Esta nueva relación
entre hombre de ciencia e industria
altera el papel del cientifico y del propio conocimiento
de la naturaleza. El trabajo llevado
a cabo en los laboratorios de las
empresas consolida la investigación y la
producción del conocimiento científico,
tendiendo cada vez más a potenciar la investigación
con medios estatales y privados
al obtener resultados eficaces. De esta manera
se desarrollan rápidamente las técnicas
experimentales de precisión, alejándose cada
vez más de la vieja idea de encontrar un
modelo unitario de todos los fenómenos
fisicos, dando más importancia a los datos
que suministra la experiencia directa. Así,
se da origen a una gran competitividad con
muchos resultados y descubrimientos,
logrando por esto una rápida difusión entre
colegas alemanes, mientras que en Inglaterra
o Francia, etcétera, cada nueva hipó-
10
tesis era sometida a un proceso lento y polémico
de aceptación o rechazo largamente
discutido.
En cambio, y en concreto en España,
con la llegada de la burguesía al poder en la
primera parte del siglo XIX, se pretende la
incorporación a marchas forzadas al proceso
de la I a Revolución Industrial. Ya con el
retraso habitual se inicia una politica de
creación de escuelas de ingenieros, de administración
estatal de fondos y planes para
gestiones universitarias, convirtiendo al
cientifico en un experto funcionario. Así se
consolida la división entre ciencias teóricas
y ciencias prácticas, desarrollando las primeras
en la Universidad, dando lugar a una
ciencia según textos desfasados, sin enseñanzas
prácticas de laboratorio y todo a base
de lecturas casi exclusivamente.
Con la Restauración Borbónica y el
espíritu social afectado sin duda por el movimiento
de la "Generación del 98", lo cual
supone la toma de conciencia del sector liberal
relacionado con la Institución Libre
de Enseñanza, España se incorpora al desarrollo
científico europeo. Este nuevo
espíritu era fruto del ideal liberal, humanista
y progresista que sembraron en España
los pocos intelectuales que habían tenido
oportunidad de salir al extranjero, motivados
por los frescos vientos vividos en libertad
ante el mundo fuera de nuestras fronteras,
pudiendo así idear, difundir y aplicar
su visión del mundo.
Es conocido que la posibilidad de desarrollar
un programa de investigación en
nuestro país cambió radicalmente con la
creación de la Junta de Ampliación de Estudios
e Investigaciones Cientificas a principios
de este siglo. Las nuevas necesidades
científicas del país, concretadas con la creación
de la Sociedad de Fisica y Química en
1903, basada en sus homólogas europeas
como modelos a seguir para su adaptación,
y la Asociación Española para el Progreso
de las Ciencias, más los distíntos laboratorios
creados por la Junta, intentan desde su
fundacíón eliminar el carácter teórico y "de
despacho" que poseía la ciencia a finales
del siglo pasado en España.
Debido a esto, han existido períodos excepcionales
en nuestra historia reciente, como
la época comprendida entre 1907-1940
cuando floreció un ambiente en el cual
nuestros investigadores propagaron sus
ideas y resultados científicos por todo el
mundo. Este florecimiento ocurrió en todas
las ciencias en general, y aun cuando los
medios eran bien escasos supieron utilizarlos
con gran eficacia, y de haberse mantenido
nos hubiera provisto hoy día con la
base necesaria para estar a la altura de los
demás países occidentales. Afortunadamente
tuvimos líderes capaces de establecer
las lineas del progreso a seguir o intuir los
problemas interesantes para dar saltos
cualitativos en el esclarecimiento de la naturaleza.
La labor prioritaria de la Junta
fue la selección objetiva de los becados y la
elección de los centros de trabajo extranjeros
más idóneos para ampliar después en
España las investigaciones previstas. Crea
laboratorios especializados, concede
autonomía en la programación y realización
de los distintos proyectos, evita la concesión
de plazas vitalicias, favorece proyectos
que no son de interés industrial inmediato
y promueve el trabajo en equipo. Con
este apoyo, Bias Cabrera inicia una brillante
etapa en la cultura científica española.
Fue responsable, durant~ los primeros 40
.años de este siglo y recogiendo la semilla
lanzada por Ramón y Cajal, de un grupo de
investigadores de fisica y química que, en
conjunto, representan tal vez el mejor momento
histórico de la ciencia en España,
obteniendo resultados que despertaron el
interés a nivel mundial. Por todo esto a
Cabrera se le considera el padre de la fisica
moderna en España, siendo el maestro de
muchas generaciones científicas en nuestras
tierras, acogiéndolas para iniciarlas en la
dificultosa senda de la investigación
científica. Esta investigación se puede decir
que fue el leit motiv de su vida, en una época
en que la falta radical de tradi~ión española
en las ciencias fisicas daba lugar al tristé
cuadro que pintaban nuestras universidades
donde se había ignorado desde siglos el
método experimental. Resulta meritorio el
constante esfuerzo de Cabrera, realizando
una asombrosa labor experimental en
equipo que puso el nombre de España a la
altura del concierto mundial de las naciones
que marchaban a la cabeza del progreso
científico. La actividad de Cabrera se dirige
hacia la consecución de un grupo estable de
trabajo que estuviera en contacto con la
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010
biar esencialmente el apoyo que se venía
dando a la investigación en España. La llamada
Junta de Ampliación de Estudios se
forma en 1907 por el Ministerio de Instrucción
Pública, creada ante la necesidad imperiosa
de iniciar en España trabajos de investigación
como complemento a la labor
de ampliación de éstos en el extranjero; semejante
obra tenía que hacerlo un organismo
dotado con las garantías necesarias, independiente
de la política, de carácter técnico,
con estabilidad y dedicado exclusivamente
a estas funciones bajo un director
con autoridad y visión científica suficiente.
Con este inmenso impulso dado a la investigación,
Cabrera se vuelca en su actividad
investigadora publicando durante esta
época un total de 30 trabajos originales, todos
publicados en Espáña, la mayoría de
los cuales se encuentran en los Anales de la
Sociedad de Física y Química. Fue también
de los primeros científicos españoles que
apoyaron la nueva teoría de la mecánica
cuántica en nuestro país.
CREACIÓN DE UN LABORATORIO
DE FÍSICA Y QUÍMICA.
COLABORACIÓN INTERNACIONAL
ciencia europea y norteamericana, en donde
los medios de expresión de ideas eran el
seminario y el artículo científico; el lugar de
trabajo, el laboratorio; las fuentes principales
de documentación, la revista especializada;
los proyectos de investigación,
aquellos que permitieran la realización
sobre parcelas concretas de la fisica.
Cabrera contribuyó al desarrollo espectacular
que ha tenido la ciencia moderna, la
fisica en particular, como uno de los fenómenos
característicos mundiales del siglo
XX de un estado de actualidad y pujanza
tremenda. Cabrera se concentró, sobre todo,
en el magnetismo, la electricidad y la
química: las ciencias de los magos y de los
alquimistas, que a comienzos del siglo llegaron
a tomar una prepotente importancia
para la humanidad, pudiendo afirmarse
que la física ha estado presente en la base
de todos los grandes acontecimientos históricos,
tanto recientes como futuros.
BLAS CABRERA: 1878-1945
AÑOS FORMATIVOS:
- Autoformación en Canarias
- Encuentro con un ambiente
en Madrid
- Dedicación a la enseñanza e
investigación
Bias Cabrera nació el 20 de mayo de
1878 en el seno de una familia de abogados
y médicos que habían llegado a Tenerife el
siglo anterior, por el 1750, a la isla de Lanzarote
poco después de la erupción volcánica.
Cursó el bachillerato en La Laguna y
después se traslada a Madrid para hacer la
carrera de Derecho. Ésta la sigue durante
dos años hasta que establece contacto con
don Santiago Ramón y Cajal en la famosa
tertulia que éste celebraba diariamente en el
Café Suizo de la Puerta del Sol. Así decide
optar por la física, influido sin duda por el
grupo de jóvenes entusiastas y, sobre todo,
por Cajal en su orientación hacia las ciencias,
graduándose doctor en 1901 con la tesis
Sobre la variación diurna de la componente
horizontal del viento, calificada de
sobresaliente y dotada con Premio Extraordinario.
Participa como socio-fundador en
la creación de la Sociedad Española de
Física y Química junto con la de los Anales,
ambos del año 1903. En 1905 obtiene la cátedra
recién creada de Electricidad, al año
siguiente, 1906, se casa con doña. María
Sánchez-Real, natural de La Laguna, que
ya conocía desde su época en Tenerife. Posteriormente
es reconocida su gran talla
científica al ser nombrado miembro de la
Real Academía de Ciencias en 1910, ocupando
el lugar de don r<. Rojas. Su discurso
de ingreso, acerca del Éter y la materia en
reposo, es contestado con humor por el
presidente de la misma, don José Echegaray:""Posee Cabrera una memoria eminentemente
técnica, severa y profunda, cuajada
de fórmulas, que no está muy extendida,
no sólo en España, sino en la raza latina.
La ciencia, aun la más sublime, no es otra
cosa que sentido común a alta presión. Si
Cabrera desarrolla todos estos problemas
como es de desear que lo haga más adelante,
podría convertirse su memoria académica
en una obra de alto vuelo, digna de figurar
en la literatura científica contemporánea"""
Al tiempo que Cabrera progresaba en
su profesión científica, tiene lugar la formación
de un órgano estatal que va a cam-
Al establecerse las condiciones aptas para
la formación adecuada de jóvenes
científicos para formar grupos de investigación
junto con la provisión de fondos por la
Junta, ésta decide crear en 1912 el Laboratorio
de Investigaciones Físicas con Cabrera
como director, localizado en el edificio
de la Escuela Central de Ingenieros Industriales,
junto al Laboratorio de Automática
dirigido por Torres Quevedo.
Este centro se localiz¿' lejos de la Universidad
de San Bernardo, con la ventaja,
sobre todo, de conseguir concentrar los esfuerzos
para la investigación, pero también
por otro lado, quizás fuese un error el alejar
a la investigación de la docencia como
indica el modelo alemán, con el objeto de
evitar así los problemas estudiantiles; sin
embargo, de esta manera no se llegaba a
constituir un centro donde docencia e investigación
se mantuvieran como unidad,
al estilo americano.
Con la creación del Laboratorio,
Cabrera consigue reunir y fomentar la colaboración
utilísima entre jóvenes físicos y
químicos, como, por ejemplo, atrayendo el
interés de uno de los mejores químicos que
jamás haya tenido nuestro pais, don Enrique
Moles, que volvía del Instituto de
Química de Leipzig. Los dos deciden iniciar
un estudio experimental de las propiedades
magnéticas de la materia que ya se anunciaba
como uno de los métodos más directos
para estudiar la estructura del átomo
adecuadamente. Sin embargo, Cabrera reconoce
que sus éxitos han sido fruto de una
autoformación como tal insuficiente en un
ambiente falto de la necesaria tradición
científü;a. En aquel momemo de su trayectoria
le era indispensable salir fuera de Es- C>
11
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010
En 1912 se creó el Laboratorio de Investigaciones
Físicas, dirigido por Bias Cabrera.
paña para establecer los lazos necesarios
con otros científicos que le valieran para estimular
sus propias investigaciones en
centros extranjeros, pudiendo de esta manera
participar en el prometedor progreso
de la fisica de aquella época. Por todo esto,
y para enfocar apropiadamente el proyecto
anteriormente citado, Cabrera y Moles deciden
que es totalmente imprescindible la
ayuda del profesor Pierre Weiss, de la Universidad
Politécnica de Zurich, que era la
máxima autoridad mundial en Magnetismo.
Impulsados por un tremendo entusiasmo,
se desplazaron a Zurich, becados por
la Junta, sin prevenir a Weiss. Como era de
esperar, éste no dispone de sitio para ellos,
pero finalmente, les concede una mesa en el
descansillo de la escalera de su Instituto y
les propone ejecutar nuevas medidas del
momento magnético de las sales del hierro
y del níquel, que habían dado resultados
dudosos en trabajos realizados anteriormente.
A pesar de las condiciones precarias,
Cabrera y Moles obtuvieron resultados
muy significativos que atrajeron el respeto
de Weiss, iniciándose así una cooperación
entre Weiss y Cabrera que duraría hasta
que los dos desaparecieran en la década
de los años cuarenta. Weiss destacó muchas
veces la labor del Laboratorio de Madrid,
por ser de donde partió la principal labor
experimental de comprobación de la llamada
Teoría del Magnetón de Weiss; alguna
vez declaró que de las 180 publicaciones
que contaba su biblioteca, muchas eran del
Laboratorio de Investigaciones Físicas español.
El Laboratorio de Madrid se estructuró
en 4 secciones: Metrología, Electricidad,
Espectrometría y Espectografia y Química
Física. Como fruto de la labor realizada en
el bienio 1912/13 se publicaron 10 trabajos,
y durante el bienio 1914/15, la producción
original del laboratorio experimentó un
fuerte incremento alcanzando unos 32 tra- "
bajos, lo cual'demuestra que no sólo se fue
mejorando la cantidad sino también la calidad
y su apreciación, así como las precarias
condiciones materiales en que se desarrollaban
dichas investigaciones. Pero el principal
logro fue el de preparar a jóvenes que
eran enviados al extranjero y recibidos en
los principales laboratorios en condiciones
de poder aprovechar plenamente su estancia
en ellos.
Durante el periodo que abarca desde
1912 en adelante, Cabrera desarrolla una
creciente actividad investigadora, publicando
el doble de trabajos que en la época anterior
(unos 60 entre los años 1912-1928)"
Su gran capacidad de trabajo ha quedado
reflejada en su biblioteca particular donde
es raro el libro que no está Ueno de anotaciones
personales. Además estaba al
corriente de las revistas de física más importantes
del mundo, gracias a lo cual
podía dirigir tesis doctorales con orientación
distinta a la suya, aconsejando en la
labor a realizar. La actividad de publicar
trabajos se mantendrá a lo largo de toda su
vida llegando a un total de 150 publicaciones.
La gran mayoria de estos trabajos
se refieren a sus célebres investigaciones en
magnetoquímica, que adquieren una excelente
reputación a nivel internacional.
Entre todos, el trabajo más significativo,
destacándose sobre todos los demás que
llevaría a cabo en investigación, fue el de
las Medidas de los momentos magnéticos
de los iones de las tierras raras, realizado en
colaboración con Duperier y Velayos. La
interpretación teórica de este experimento
fue una de las primeras confirmaci0nes de
" la nueva Mecánica Cuántica. Esta teoría
fue desarrollada por el Premio Nobel profesor
Van Vleck, de la Universidad de Harvard,
e¡1tre otros, que al referirse a Cabrera
decía: "En la historia del paramagnetismo,
Cabrera será recordado como el físico que
hizo el experimento adecuado en el momento
oportuno". La colaboración con Van
Vleck se mantuvo en los años 30, de tal manera
que cuando publicó su famoso libro
sobre la "Teoría de susceptibilidades
eléctricas y magnéticas", del año 1932, el
nombre de Cabrera aparece con más frecuencia
que el de ningún otro experimentadar.
Al mismo tiempo Cabrera se esfuerza
por investigar personalmente otros problemas
diversos, siendo un gran orgullo por
nuestra parte señalar que algunas de sus
medidas de susceptibilidades magnéticas siguen
sin mejorarse: este hecho, considerando
el increíble avance técnico en el que vivimos,
por el cual casi ninguna medida hecha
antes de la Segunda Guerra Mundial sigue
hoy día vigente, demuestra su gran
categoría.
El éxito inicial del Laboratorio se debe
sin lugar a dudas al trabajo y la entrega de
LOdos los que participaban ¡¡.IIí. En el año
1920 se puede decir que el Laboratorio
poseía una infraestructura técnica que para
aquella época era apropiada, permitiendo
un desarrollo de un número significativo de
proyectos puramente experimentales, que
era todo un logro para esa época, aunque se
echara en falta una sección teórica de primer
orden.
Cabrera no se limitó sólo a desarrollarse
científicamente, sino que también volcó sus
inquietudes en actividades intelectuales de
aquel momento en nuestro país, que sin lugar
a dudas pasaba por una época dorada
en las décadas 20 y 30. En torno a estas actividades
debemos señalar prímero los
libros que escribiera: «¿ Qué es la electricidad?
» (1917), «Principio de relatividad»
(1923), ambos de la Colección Residencia
de Estudiantes, Madrid; «El átomo y sus
propiedades electromagnéticas» (1927), de
la Editorial Páez, Madrid; «Física experimental
JI» (1933), Colección Labor,
Madrid. Además fue elegido presidente de
la Real Sociedad de Física y Química en
1916; en 1921 se le nombró miembro del
Comité Internacional de Pesas y Medidas
de París, pasando a ser secretario del mismo
en el año 1933, sustituyendo a Torres
Quevedo. Aceptó ser rector de la Universidad
Central de Madrid en 1929, presidente
de la Academia de .Ciencias en 1934, y rector
de la Universidad Internacional de Santander
en 1934-36, que se había inaugurado
en 1932, siendo él uno de sus fundadores.
En 1936, la Academia de la Lengua le abre
sus puertas para ocupar el sillón de su amigo
y maestro Cajal, con el discurso sobre
Evolución de los Conceptos Físicos en el
Lenguaje. Fue para él un gra'n honor ocupar
el sillón que había dejado vacante el
eminente hombre de ciencia y su admirado
amigo. Como dijera Cabrera en aquella
ocasión: «A don Santiago le debo cuanto
soy o pueda significar en el porvenir, pues
su impulso y ayuda enderezó la actividad de
mi inteligencia por la senda de la investigación
científica». Fue también miembro de
las Academias de Ciencias de Barcelona y
Zaragoza, Lima, Bogotá y París; «honoris
causa» de muchas universidades sudamericanas
y de la Universidad de Estrasburgo,
Balanza magnética del tipo de rotación
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010
Profesor Especial y Honorario de las Universidades
de México y Buenos Aires; y durante
años fue consejero de Instrucción
Pública.
Pero lo que indudablemente representaba
el mayor impulso de gloria para mi
padre era el haber conseguido atraer la
atención científica mundial hacia los trabajos
realizados en el Laboratorio, cuyas
publicaciones llegaron a ser muy apreciadas
en el extranjero. Así fue tomando cuerpo la
idea de aumentar todavía,más su producción
científica con mayores medios y m~odos
más perfeccionados de investigación,
elevando así la categoría del Laboratorio al
de Instituto.
CREACIÓN DEL INSTITUTO DE
FÍSICA Y QUÍMICA. CONSAGRACIÓN
INTERNACIONAL
Al final de los años 20, los esfuerzos
realizados desde 1912 por todos los
miembros del equipo empiezan a dar frutos
en el ámbito científico internacional de manera
individual y colectiva. Este reconocimiento
fu~ consecuencia de los trabajos desarrollados
durante casi 20 años desde el
período 1910-1926 en el viejo Laboratorio
por el brillante grupo de investigadores experimentales
formado por Palacios, Moles,
Catalán, Duperier y Velayos, todos ellos
conocidos en el extranjero como los precursores
de la auténtica investigación experimental
en España. Fue precisamente esta
excelente labor la que causó en 1926 tal impacto
en los responsables de la Fundación
Rockefeller, que visitaban diferentes instituciones
culturales en Madríd, asombrándose
de lo que en aquel Laboratorio se
venía haciendo y sobre todo, en las condiciones
en que se lograban hacer aquellos experimentos.
Por todo esto, la International
Educational Board decidió ofrecerle al Gobierno
español una donación, a través de la
Juntas de los créditos necesario para la
construcción y posterior equipamiento de
un Instituto para continuar y extender las
investigaciones en el área de la fisica y
química que se venían haciendo en el antiguo
Laboratorio. Así, con semejante apoyo
se llegó a convencer a la comunidad
científica internacional de la extraordinaria
capacidad de un grupo de españoles con talento
para realizar programas importantes
en investigación.
Según algunos relatos de aquella época,
el viaje de la Comisión Rockefeller no era
con la intención de impulsar precisamente a
nuestra floreciente investigación científica,
sino que venía atraída por otros ámbitos de
la cultura española, pero al ver aquellas dependencias
del Laboratorio y en vista de la
repercusión de los experimentos realizados
por el grupo, se animó a hacer esa donación,
siempre con la condición de que el
Gobierno español se comprometiera a financiar
el mantenimiento del Instituto.
En 1926 se adquiere por parte del Esta-do
un terreno de 65.000 m2, en los Altos del
Hipódromo, en el lugar conocido como la
Cruz del Rayo. Teniendo en cuenta el momento,
la construcción era de una línea
simple y funcional, lo que se podía considerar
como una innovación, formando un pequeño
núcleo universitario, anterior a la de
la Moncloa. Aquí vovlvemos a encontrarnos
con el dilema señalado anteriormente al
hablar de la localización del Laboratorio:
aquí se volvió a localizar a la investigación
lejos de la Universidad Central y de la doct'ncia,
dando lugar inconscientemente a la
posterior polarización ulterior entre
e.S.Le. y la Universidad. De cualquier
forma, en el Instituto llegó a crearse un ambiente
donde, según don Bernardo Giner de
los Ríos, "radicaba uno de los núcleos de
tipo moral e intelectual de más categoría
que haya tenido España". En el Instituto se
respiraba una nueva forma de vivir y trabajar:
grandes ventanales con espacios abiertos
que permitian gran visibilidad y propiciaban
el intercambio de ideas. Pese al medio
siglo que ha transcurrido y al cambio en
las técnicas empleadas para la investigación,
sigue cumpliendo su misión. Recorrieron
Europa los dos arquitectos
Sánchez Arcos y Lacasa junto con los profesores
Moles y Catalán, visitando instituciones
similares a las que tenían que construir
en Madrid. El resultado fue óptimo,
tanto en la estructura como en las instalaciones,
con los mayores adelantos que entonces
se conocían en materia de laboratorio
para una ciencia experimental.
El Instituto se inauguró finalmente seis
años más tarde, concretamente en 1932, bajo
la presidencia del ministro de Instrucción
Pública, don Fernando de los Ríos, con la
asistencia de personalidades eminentes en
la ciencia como Weiss, Sommerfeld, Willstaetter
y Hóningschmidt, por nombrar a
JUNTA PARA AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS 2 INVESTlGAC10Ses CIE."TII"IC.II.S
INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS
TRABAJOS
LA~ORATORIO O[ ¡mmGACION[S ~ISICAS
N.' 40
)1~:C"l\JS}1O lIt: I,A lII"nCIACIÓ~ El.Et'TI:lILITICA
B CABRERA
(Corrll"d••ltO." 111 d...tnTrU.JOI)"
(P._JIU"" 1.. obol.. ''1,1001,4.d h,ahlo ti '1.101 i G.I~lc". 10",0, lYI"lV l'"":\IADRID
\)IPf:ENTA n~ LA CASA EDITORlAL IIAILLV'8A1LLltRI!
Calle do SOrtn dI! Balboa, núm. tI.
IS/l¡;"
los más relevantes. En dicho Instituto se
habían desplegado las energías de la Junta,
que logró disponer por fin en España de un
centro capaz, por su contenido en medios
humanos y materiales, de compararse con
los países más avanzados, incorporándose a
la vez a la corriente científica internacional
en los campos de la fisica y química. Este
objetivo se vio claramente consagrado en
círculos extranjeros de la época que citaban
al Instituto como ejemplo de modelo investigador
apto para todo tipo de experimentos.
Al recordar el Instituto Rockefeller es
obligado tener presente la figura de don
BIas, no sólo porque fue su primer director
y, por tanto, el máximo interesado en negociar
y obtener todos los medios necesarios
para el buen funcionamiento del centro, sino
también por sus grandes dotes de investigador
de calibre, junto con su enorme poder
de atracción para acaparar brillantes figuras
científicas a su alrededor. La organización
del Instituto se estableció en 6 secciones
distribuidas entre física y química:
Electricidad (Cabrera/director); Rayos X
(Palacios); Química Física (Moles)"
Espectroscopía (Catalán); Química Orgánica
(Medinaveitia); Electroquímica (Guzmán
/ secretario). El personal científico era
de unos 60; había una buena infraestructura
administrativa y una excelente biblioteca.
La evaluación del rendimiento obtenido
en base a los éxitos conseguidos en el Instituto
se deduce de los importantes resultados
alcanzados. Si la magnetoquímica
había sido el principal campo de logros en
el viejo Laboratorio, ésta fue también la
línea que más importancia obtuvo en el
nuevo Instituto durante el período 1932-
" 940. Con Cabrera se \-¡abÍ?:1 introducid0r\
ya en España los métodos experimentalesv
13
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010
Participantes en la conferencia Solvay de Magnetismo, 1930; entre ellos, Albert Einstein
Sus célebres investigaciones en magnetoquímica
le dieron un sólido prestigio internacional
VIDA Y OBRA DE UN
GRAN CIENTÍFICO CANARIO:
BLAS CABRERA (1878 - 1945)
para una correcta investigación; estos experimentos
en magnetoquimica, antes citados,
condujeron a ampliar el conocimiento
acerca de la estructura del agua, de la ley de
aditividad, de los radios de los monocentros
de los iones paramagnéticos independientes
de la temperatura, etc. Durante
esta época se incorporó el primer becario
extranjero de talla cientifica a un centro experimental
español, el doctor Fahlenbrach,
convirtiéndose en uno de los más directos
colaboradores de· Cabrera, con quien realizó
importantes publicaciones. A su vez se
incorporaron a su equipo los siguientes jóvenes
científicos: Espurz, J. del Corro, N.
Ménendez, A. Yusta, L. Pardo Gayoso, D.
Guinea, N. Cabrera y Juan Cabrera, que ya
era desde hacia algunos años catedrático de
Física General de la Universidad de Zaragoza,
y que ya había trabajado con su hermano
BIas en el antiguo Laboratorio a principios
de la década de los años 20. También
es importante nombrar a J. M. Torroja, el
cual dirigió el taller mecánico, contribuyendo
en las mejoras introducidas en las instalaciones
traídas del Laboratorio.
CIENCIA DEL MAGNETISMO
El principal interés de don BIas se
centró desde siempre en la vieja ciencia del
Magnetismo, mencionada por primera vez
en escritos griegos alrededor del 800 a C. El
descubrimiento, según Plinio el Viejo, fue
hecho por un pastor llamado Magnes,""".cuyos clavos de sus zapatos y la punta
de su bastón se quedaban pegados a un
campo magnético mientras atendía a su rebaño""
Se supone que el campo contenía
hierro, resultando en un material magnético
llamado "magnetita". Los chinos, hacia
el siglo XII, habían descubierto cómo proceder
para magnetizar trocitos de metal,
construyendo brújulas para la navegación.
El magnetismo parece que no fue sometido
a un riguroso escrutinio hasta el siglo XIII,
con un tratado que describía observaciones
acerca de los polos de un imán. Durante los
siglos que sucedieron, se iban ordenando
los pocos conocimientos certeros que se
tenían acerca del magnetismo, por ser éste
difícilmente abordable por nuestro entendimiento
al carecer de órganos de percepción
directa, siendo su estudio posible sólo por
sus efectos indirectos.
Según el Profesor Velayos, "es difícil la
tarea de resumir la ingente labor realizada
por don BIas en el estudio de los fenómenos
magnéticos a lo largo de 35 años de fecunda
dedicación. Son muchos los factores que
pueden atribuirse el gran éxito de los resultados
obtenidos en esta labor, pero independientemente
de la extraordinaria intuición
de don BIas en la acertada deducción
de conclusiones e interpretación de posibles
explicaciones, se pueden destacar los
14
siguientes: el primer factor es la cuidadosa
atención prestada a la pureza de las sustancias
estudiadas, así como la aplicación de
diferentes artifícios de medida a una misma
sustancia. Otro factor también se refiere a
que los resultados conseguidos experimentalmente
sirvieron de justificación a las
nuevas ideas de la mecánica cuántica: los
datos obtenidos en los laboratorios de don
BIas fueron de gran utilidad en la confírmación
de los cálculos de Hund y en las teorias
de Van Vleck""
Los trabajos de don BIas de mayor importancia
tenían como tema los experimentos
sobre tierras raras. Cabrera se planteaba
que de los hechos experimentales se
deducía que los momentos magnéticos de
los átomos de las series en transición, en
particular los de las tierras raras, se comportaban
como si pudiesen girar libremente.
Era, pues, interesante buscar una explicación
a esta libertad de rotación de los
iones paramagnéticos, libertad que es la base
de los razonamientos que conducen a la
Ley de Curie. Todo esto lo desarrolló en
colaboración evn Palacios.
Hay también otros casos de desviación
a la Ley de Curie-Weiss a temperaturas más
bien altas, cuyo origen debe ser completamente
distinto. Esto es lo que Cabrera y
Duperier ya habían observado en el antiguo
laboratorio en algunos compuestos de
tierras raras, donde ya se había encontrado
que los momentos de los iones de las tierras
raras estaban en mejor concordancia con la
teoría (que eran entonces las reglas de
Hund)"
Algunos años antes de la aparición del
átomo de Bohr, Weiss observó la existencia
de un momento magnético elemental; este
hecho fue descubierto también por Cabrera,".calculando el momento magnético a
partir de la constante de Curie. La justifícación
de la existencia de este momento elemental
denominado "magnetón de Weiss""
dio lugar a la realización de nuevas medidas
para comprobar si los momentos magnéticos
obtenidos son múltiples de uno elemental.
Son precisamente las tierras raras las
que presentan las condiciones deseables y se
llegó a la conclusión de que los valores medios
de los momentos atómicos están
siempre por debajo de los valores teóricos
correspondientes, y que las diferencias con
respecto a los números enteros vecinos son
ya positivas o negativas y pequeñas en todos
los casos. En relación al magnetón interesa
destacar el espíritu objetivo de Cabrera
abierto a todas las sugerencias, pues habiendo
dedicado gran parte de su trabajo a
la defensa del magnetón de Weiss, no duda
en admitir el gran interés del momento
magnético de Bohr.
Las investigaciones desarrolladas en el
Instituto no se limitaban sólo al magnetismo;
Moles contribuyó de modo esencial a
la iniciación del programa de
Magnetoquímica, y también en la determinación
precisa de los pesos atómicos y moleculares.
Especial mención merece la labor
científica sobre la dirección de los rayos X y
de los electrones, bajo la dirección de Julio
Palacios y su colaborador, Luis Brú. Acerca
de las investigaciones en espectroscopía,
en aquel momento era el método más directo
de estudiar el átomo: don Angel del
Campo y M. A. Catalán analizaron los espectros
atómicos, siendo este último el iniciador
de una brillante etapa al descubrir
los multipletes en el espectro del átomo de
manganeso que proporcionó mucha información.
A. Duperier y S. Velayos colaboraron
en el estudio de las tierras raras,
orientándose después hacia temas distintos.
Duperier desarrollaría un programa sobre
electricidad atmosférica y radiación cósmica;
Velayos se orientará hacia las propiedades
ferromagnéticas de materiales diversos.
Era difícil imaginar una situación más prometedora
con respecto al desarrollo de una
actividad investigadora en física y química
experimental. El único defecto seguía sien-
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010
La Física habría tenido un gran desarrollo en
España si la Guerra Civil no hubiera truncado
tantos proyectos
do la falta de una sección teórica. Para intentar
paliar esto, se hicieron varias gestiones
acerca de los físicos teóricos alemanes
que se habían visto obligados a emigrar
fuera de Alemania al llegar Hitler al poder
a partir del afio 1933, como A. Einstein yel
austríaco E. Schrbdinger. En el caso del
primero, éste deliberó largamente acerca de
venirse a pasar ciertas temporadas del afio a
Espafia, pero sin duda se afectó por las
inestabilidades de la época en su posterior
decisión negativa de acudir a nuestro país.
Sin embargo, Schrbdinger, Premio Nobel
de Física del afio 1933, m'antuvo con .don
Bias un estrecho contacto a lo largo de
muchos afios, pues ambos tenían planes
conjuntos de trabajo, ya que le atraía
sobremanera la cultura espafiola. Es fácil
imaginar el desarrollo que hubiera tenido la
física en Espafia si la guerra no hubiera detenido
todos estos proyectos. Desde el exilio
Cabrera seguía recibiendo propuestas de
Schrbdinger para trasladarse a Hispanoamérica
los dos para crear una Escuela de
Física, pero Cabrera renunció por estar
todavía esperanzado en volver a su país. El
mismo Einstein renunció a su ciudadanía
alemana y dimitió de su cargo de académico
por miedo a represalias a compafieros
suyos que se quedaban en Alemania: mencionamos
este episodio en el obligado exilio
de cerebros alemanes, con la intención de
reflejar el paralelismo con lo sucedido más
tarde con la mayoría del equipo encabezado
por Cabrera.
Después de la guerra, el Instituto quedó
adscrito al Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (C.S.l.c." que más tarde
se dividió en varíos Institutos de diversos
nombres. Hoy día, forma un número de
centros, y es difícil asumir la falta de noción
histórica por parte de sus actuales
secretaríos que, al series solicitada información
sobre aquel antiguo Instituto o del que
fuera su director-fundador, responden con
"eso es agua pasada". Habría que pensar
en repasar la imagen y el recuerdo de uno
que dejó allí sus mejores afios, plasmándolo
con el único nombre que puede llevar, el
de Instituto Bias Cabrera.
ACADÉMICO DE PARÍS
Siguiendo con el orden cronológico de
su vida, el afio 1928 es cuando sus esfuerzos
se ven recompensados con nombramientos
e invitaciones del extranjero. Recibe el
nombramiento correspondiente de la Academia
de las Ciencias de París, tomando
parte en los debates de la Asamblea Consultiva,
resultando su intervención además
de excelente pieza oratoria, una lección magistral
de conocimientos. Este nombra-·
miento fue patrocinado por los físicos Langevin
y M. de Broglié. Es interesante constatar
el carácter humano de Cabrera, que le
permitía despertar a la vez profundas amistades
en personas de opiniones muy diversas.
CONFERENCIAS SOLVAY
" El nombramiento sin duda más trascendental
de toda la carrera de Cabrera fue el
de Miembro del Comité Científíco de las
Conferencias Solvay de Física. El recuento
histórico de estas conferencias demuestra
no sólo la gran influencia que tuvieron
sobre el desarrollo de la Física Moderna, sino
también el propósito explícito de resolver
los problemas dificultosos. El mayor
peso estuvo basado en las estimulantes discusionesentre
los sabios del momento, más
que en los trabajos en sí, logrando unos resultados
que justificaron con creces las esperanzas
de su patrocinador, Ernest Solvay,
de que este estilo de conferencias daría
lugar a resultados inmediatos para la física,
influyendo y contribuyendo de forma determinante
en el progreso de la ciencia. Solvay
estableció una Fundación inicialmente
por un período de 30 afias, con el propósito
de "incitar la investigación, extendiendo y
profundizando el conocimiento de los fenómenos
naturales". Las actividades de las
conferencias estarían dirigidas por dos comités:
un Comité Administrativo, compuesto
por tres miembros belgas; y un Comité
Internacional, compuesto por nueve
miembros fijos. Estas conferencias sólo
fueron interrumpidas por las dos guerras
mundiales, llegando hasta fechas recientes.
Han supuesto ocasiones únicas para discutir
probiemas fundamentales de la física,
estimulando el desarrollo de la ciencia física
de muchas maneras.
VI CONFERENCIA SOLVAY:
1930. MAGNETISMO
Entra Langevin como presidente y el
Comité Científico decide nombrar a N.
Bohr y a B. Cabrera miembros del mismo
en sustitución de Van Aubel y W. H.
Bragg. La candidatura de Cabrera es propuesta
por Einstein y Curie. Los miembros
eran: Bohr (Copenhague), Cabrera
(Madrid), de Donder (Bruselas), Einstein
(Berlín), Ch. F. Cuye (Ginebra), Knudsen
(Copenhague) y Richardson (Londres)"
También participaban como invitados los
siguientes científicos: Cotton, Darwin,
Debye, Fermi, Pauli, Sommerfeld, Van
Vleck y Piccard, entre otras destacadas figuras
de la ciencia de aquella época.
El tema Las Propiedades Magnéticas de
la Materia tuvo importantes aportaciones
expuestas por Cabrera. El advenimiento de
la Mecánica Cuántica había enriquecido el
conocimiento teórico de las propiedades
magnéticas de la materia. El tema suponía
una nueva frontera de investigación para la
física y había gran expectativa con respecto
a las discusiones. Cabrera contribuyó con
un detallado análisis de los resultados experimentales
concernientes a los momentos
magnéticos de los átomos de las series de
transición.
Desde luego, es un orgullo ver un
nombre espafiol formando parte de un grupo
de 26 de los mejores físicos de esa época,
de los cuales doce eran Premios Nobel.
Cabrera :se mantiene en el comité durante la
preparación de la VII Conferencia que
tiene lugar en 1933 para estudiar la Estructura
y Propiedad del Núcleo Atómico. Participa
también en la organización de la VIII
Conferencia que es retrasada por la enfermedad
de Langevin, bajo el título de
Partículas Elementales y sus Interacciones,
que debía celebrarse en 1939, pero es suspendida
a causa de la Segunda Guerra
Mundial.
A lo largo de los afias, numerosos participantes
han constatado los efectos beneficiosos
que experimentaron al poder concurrir
a estas conferencias. Las versiones
dadas por los científicos más versados del
mundo sobre un tema en particular y, en
consecuencia, las discusiones entre los más
expertos de una materia, no podían por menos
de estimular a todo el que acudía de
manera directa o indirecta a aquellos acontecimientos.
Hay referencias extensas, en
forma de correspondencia, etc., que sirven
como testigo de la importancia que supuso
la poderosa interacción entre mentes tan
privilegiadas. Para muchos de ellos fue el
recuerdo más feliz de sus vidas. Desde
luego, este ambiente de frontera con respecto
a estos acontecimientos científicos vividos
de cerca por mi padre, nos
estimularían sobremanera en años venideros
a mi tío Juan y a mí, dando lugar a una
herencia científica familiar que comentaremos
seguidamente.
EXILIO EN PARÍS
Con el acontecer de la guerra civil en
España, muchos de los mejores sabios e intelectuales
prefirieron el exilio a la difícil situación
a todo nivel existente en aquel momento.
Queremos constatar que el viaje
que emprendieron mis padres a París en
1937, lo hicieron siguiendo sus propios deseos,
aunque sin duda albergaban a la vez
la común esperanza de poder volver muy
pronto. Como sucede en todo desarraigamiento
producido por guerras dolorosas,
existe alguna anécdota que luego le haría í\
reflexionar a mi padre e!' sus ":ltin!as cartas l,I
15
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010
En 1937 BIas Cabrera se exilió en París
y en 1941 marchó a Méjico
Bias Cabrera con su esposa en París (1941)"
acerca del exilio y de aquellos países que le
acogieron: "No olvides, para juzgar de este
agradecimiento mío, que no sobreestimo
mi agradecimiento, puesto que el afecto
con que me recibieron corresponde' a una
época en que fui tratado de peor manera en
mi propio país. Tal vez recordaba cuando
en 1937 la Academia de Ciencias, ocupando
él la presidencia, le echara como tal,
cerrándole las puertas a una institución a la
que, sin duda, él había ayudado mucho a
progresar. Más tarde, tanscurridos los años
de la Segunda Guerra Mundial en París, y
perdidas ya las esperanzas en 1941 de poder
volver a España tras la ínstauración de la
Dictadura, mis padres pasan hacia Portugal
vía España para embarcar con destino a
México. En Irún son conducidos írremisiblemente
hasta un campo de concentración
en la frontera donde sin la rápida ayuda
por parte de sus influyentes hermanos
José y Guillermo, hubieran corrido peor
suerte. Me complace señalar cómo don Julio
Palacios, querido antiguo colaborador
suyo junto con otros, hicieron lo posible
para que la Academia le readmitiera para
poder así ofrecerle un puesto remunerado
que permitiera pasar el descrédito y tan duro
trance a su edad. Es triste admitir que
contaron con un rotundo no por parte de
muchos de sus miembros. Me atrevo a abrir
estas viejas heridas sólo con la reflexión
justificada de preguntar qué peligro encontraban
en un hombre republicano, más
bien conservador en ideas politicas, que, al
ígual que su buen amigo Ortega y Gasset,
sólo quería el bien de España y poder
dísfrutar de su país los últimos años que le
quedaban. Similar situación padecíeron
muchos de sus colegas, como la recuperación
tardía del profesor Duperier, malogrando
la reanudación de sus trabajos
realizados en Londres. También Moles
sufrió las consecuencias de la guerra, un
largo exilio y la cárcel. Es fácil vislumbrar'
la importante labor que hubieran logrado si
se les hubiera permitido desarrollarse plenamente.
Siguiendo con el orden de los acontecimientos,
al salir de España en 1937 se refugian
en París, donde don BIas acude a
reuniones científicas semanales, participando
en la mayoría de las sesiones de alto nivel
que trascurrían en aquel momento tan
dificil para Europa, principalmente en las
Universidades de Estrasburgo y la Sorbona.
También trabaja para el Comité Internacional
de Pesas y Medidas, como secretario;
durante sus cuatro años de exilio en
París, mi padre se mantiene gracias a la pequeña
subvención que recibe de ese organismo.
Paralelamente comienza con Mme.
Cotton un Laboratorio de Investigaciones
Magnéticas, donde trabajó hasta su traslado
del país. En 1941 el Ministro plenipotenciario
de España en París le invitó a visitarle:
tengo el triste privilegio de haberle
visto moralmente hundido después de comunicarle
el Ministro el deseo del Gobierno
español de obtener su dimisión del Comité.
Al recabar información del presidente del
Comité, el premio Nobel Zeeman, éste le
dice que, en efecto, el Gobierno había requerido
varias veces su cese, rechazando las
peticiones, ya que los miembros del Comité
no representaban a sus gobiernos. Evidentemente
ante semejante actitud, mi padre
no tuvo más alternativa que dimitir, y reconocienrlo
que ya no podría volver jamás a
España, decide trasladarse a. México donde,
es acogido como profesor.
EXILIO EN MÉXICO
A finales del año 1941 mis padres
emprenden un largo viaje a México D. F."
que ya había visitado previamente en 1926
con don Fernando de los Ríos para inaugurar
el Instituto Hispanoamericano. Estos
antecedentes le hicieron ser recibido como a
un viejo amigo, abriéndole las puertas la
Facultad de Ciencias como profesor de
Física e Historia de la Ciencia. Cabrera colabora
inmediatamente con ul1 grupo de jóvenes
mexicanos; desempeñó hasta su
muerte la cátedra de Física Atómica y otra
sobre Historia de la Física, de cuyo curso
ha quedado una obra que tenía a medias.
En conclusión, quisiera insistir sobre el
valor significativo que tuvo la investigación
española del prímer tercio del siglo, medido
en términos del reconocimiento intelectual
que consiguieron estos hombres pioneros
de la 'ciencia española.
HERENCIA CIENTÍFICA
Para finalizar este relato biográfico,
creo necesario resaltar la importante herencia
científica que dejaron estos magníficos
científicos en muchas de las generaciones
que les seguíamos. Mi padre fue un ejemplo
claro para mí a lo largo de toda mi trayectoria
científica, 'tanto 'a 'nivel investigador como
en la§)áb~res de dirección. Desde luego
el estímulo de vivir de cerca tales ambientes
científicos, en mi caso y ciertamente en el
de mi tío Juan, nos motivaría, junto con la
tremenda emoción que vive un científico
tan inmerso en la excitante vía de la ciencia,
como lo hizo BIas Cabrera. En mi caso particular,
escogí la carrera de Física al asistir a
una conferencia de mí padre acerca de la
propíedad de los gases. Pero mí tío Juan,
que .era 20 años menor que mí padre y unos
15 mayor que yo, vívió muchos años en casa,
donde sin duda BIas ejerció una influencia
decísiva en su trayectoría posteríor en
Zaragoza como catedrático de Física. Se
dedicó a la enseñanza largo tiempo, pasando
después a ser decano y rector, llevando a
cabo una muy respetada labor administrativa.
Quizá su mayor recuerdo lo tenga en relación
a los dos excelentes libros de texto
que escribió, útiles para la carrera de Física:""Introducción a la Física Teórica 1: Mecánica
y Termologia" e "Introducción a la
Física Teórica 1I: Electricidad y Óptica""
Los dedicó a su "Maestro y hermano BIas,
en modesto homenaje a la ingente labor por
él realizada en pro del cultivo y progreso de
la Física, principalmente en España""
Para ser un buen científico, probablemente
haya que nacer con el don de inmensa
paciencia que supone luchar con nociones
matemáticas que se nos escapan a la
realidad que nos rodea. Mi padre siempre
decía que para ser un buen físico había que
ser, ante todo, un excelente matemático,
cosa que desgraciadamente no se consideraba,
y tampoco creía que yo llegara a serlo.
Por este motivo siempre me orientó hacia la
Ingeniería, carrera que comencé pero que
dejé por la Física, tal vez "picado" por el
rechazo de mi padre. Me complace señalar
que la tercera generación de físicos de la familia,
representada por mi hijo BIas, sí que
posee esa necesaria facilidad para las matemáticas
y todas sus facetas; luego me alegra
poder afirmar que los genes se mejoran con
la posteridad.
Creo que la semilla de don BIas de alguna
manera perdura en mí yen mi hijo, aunque
también es cierto que por fortuna yo he
tenido más oportunidades, y no digamos
BIas, que ha podido disponer de los grandes
medios científicos americanos al demostrar
dotes investigadoras desde muy joven.
Con esto quiero constatar una vez más
el mérito de mi padre al alcanzar algo en
ciencia en una época en que prácticamente
brillaba por su ausencia -;;;'ñuestro país.
También tuve el apoyo de poder trabajar en
el Instituto Nacional de Física y Química,
donde empecé a tener colaboración
estrecha con mi padre al ganar una oposición
como ayudante de cátedra bajo la dirección
de Velayos y también como ayudante
de profesor de clases prácticas de
BIas Cabrera. Hice mi tesis doctoral, ya exi-
16
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010
Firma de un convenio entre el Gobierno de
Canarias y la Caja de Canarias
liado en París, en la Universidad de la Sobona,
y durante los años que transcurrieron
desde l(hS hasta 1941 tuve contacto directo
con la labor de mi padre en el Comité Internacional
de Pesas y Medidas, midiendo
longitudes de gran precisión. Me orienté
hacia la Física del Estado Sólido, que es un
aspecto relativamente moderno, en un momento
en que el desarrollo de la física se
concentra más en las propiedades de los
materiales como los cristales, metales, así
como de los materiales amorfos como el
vidrio, las siliconas, etc. En concreto, mi
aportación más importante a la física ha sido
el esclarecimiento del crecimiento de los
cristales, trabajo conocido por "BCF""
siglas de Burton, Cabrera y Frank, realizado
en mis años de investigador en la Universidad
de Bristol, en Inglaterra (19471950)"
que obtuvo relevancia científica al
aparecer, y continúa vigente hoy día.
En cuanto a mi hijo Bias, puedo afirmar
que la ciencia es algo totalmente innato
en él, llegando a ser un investigador intuitivo
y un teórico de primera clase que, como
en mi caso, no ha sido jamás alentado hacia
la difícil tarea que supone la ciencia, sino
que ha sido fruto de su propio empeño y
motivación. Dada su categoría, está contribuyendo
apasionadamente en los últimos
acontecimientos mundiales de la Física,
disfrutando de ese contacto continuo en todas
las esferas de la frontera del siglo XXI
científico. Desde su especialización en "Bafas
Temperaturas", técnica muy avanzada,
mantiene una búsqueda trepidante: desde
trabajos en Magnetismo como su abuelo,
en busca de la huidiza partícula básíca de
tan antigua ciencia magnética, intentando
confirmar la interesante Teoría de la Gran
Unificación de las Fuerzas de la Naturaleza,
pasando por la realización en equipo
junto con la NASA de un giroscopio para
confirmar la Teoría de la Relatividad de
Einstein, a la espera de que sea lanzado al
espacio próximamente. Lo último que le
absorbe, según mis noticias, tiene que ver
con el inmenso mundo de las partículas elementales,
en c; ncreto el neutrino, que también
pertenece al umbral de la física moderna.
Con todo esto he querido reflejar con
gran satisfacción que el espíritu que llevó
mi padre Bias Cabrera, sigue más que de
sobra en mi hijo Bias, y espero de él grandes
logros en esta área del saber que tanto
tiene por descubrir todavía. Se dice que
"cualquier tiempo pasado fue mejor", pero
por el contrario, ¡los tiempos buenos están
por llegar!
Para mí ha sido una gran satisfacción
personal tener la oportunidad de resaltar la
vida de mi padre, Bias Cabrera, tantos años
ignorada, reestableciendo así el valor que
merece tan extensa obra."(Una vez terminado este trabajo, me
gustaría aclarar que me ha sido posible realizarlo
gracias a mi hija Carmen)"
NICOLÁS CABRERA
17
E l Gobierno de Canarias y la Caja
Insular de Ahorros de Canarias
han suscrito un convenio de colaboración
financiera, destinado a la concesión
de créditos para la modernización
de las estructuras comerciales de las
empresas de distribución.
El convenio fue firmado por el Viceconsejero
de Economía y Comercio,
don Manuel Barreto Acufta, y por el
Director General de la Caja de Canarias,
don Juan Francisco García González.
Con ello se otorgarán créditos
bonificados a las pequeftas y medianas
empresas del sector de comercio interior
para aquellos proyectos de inversión
que, acorde con la orden del Ministerio
de Economía y Comercio de 18
de marzo de 1981, correspondan en su
ejecución al Gobierno de Canarias y
siempre que contribuyan a la renovación
de las estructuras comerciales.
Con tal finalidad, la Caja Insular
de Ahorros concederá préstamos por
un volumen de trescientos millones de
pesetas durante 1986. Las empresas beneficiarias
podrán ser aquellas que
cumplan alguno de los siguientes requisitos:
-Que sus recursos propios no sean
superiores a 200 millones de pes~tas y
que las mismas no participen con más
de un 50070 en empresas cuyos recursos
propios alcancen o superen los 350
millones de pesetas, ni a su vez sean
participadas en más de un 50% por
empresas con los ropios indi-
~
cados. '" .t.~ o
o " 's }f'1 z. ~
$ 'J~f:Ar~ 1ft
";~~y~
~~~~.~~.
~Ql'EC~ c·
-Que su plantilla sea inferior a
100 personas.
Las financiaciones a conceder
dentro del convenio tienen las siguientes
características:
1~ Pueden ser beneficiarios de las
operaciones de préstamo aquellos proyectos
de inversión destinados a la modernización
de las estructuras comerciales
de las empresas de distribución.
2~ La cuantía de los créditos a conceder
en el presente afto 1986 asciende
a 300 millones de pesetas.
3~ El tipo de interés será del 15%
anual, con una subvención del 3%
concedida por la Viceconsejería de
Economía y Comercio, subvención
que se destinará a reducir la amortización
del principal del préstamo.
4~ La cuantía máxima por operación
no podrá exceder de 25 millones
de pesetas, ni superar el 70% de la inversión
real nueva a realizar.
5~ El plazo máximo. de amortización
será de 6 aftos, incluidos, en su caso,
dos de carencia en la devolución del
principal.
En el acto de la firma, el Viceconsejero
de Economía y Comercio manifes-tó
que "este convenio tiene una importancia
significativa, porque es asumido
por el sector" y destacó "la sensibilidad
del Gobierno de Canarias en el
'apoyo a las pequeftas y medianas C>
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