LAS INDUSTRIAS PORTUARIAS A COMIENZOS
DEL SIGLO XX
Texto reproducido del capítulo dedicado al Puerto de la Luz, en el
libro la tierra de los Guanartemes, editado en París en 1928, y del que es
autor don LUIS MOROTE.
El puerto de la Luz, con toda su magnificencia
natural, no sería lo que
es mercantilmente sin las industrias
que le dan vida, que lo valorizan,
que atraen a Las Palmas los barcos de
todas las banderas. Imaginad por un
instante que poseyendo un magnífico,
un sólido, un bello edificio no tuvierais
en él más que las cuatro paredes limpias
de toda decoración, de todo mueble,
de toda comodidad y confort. Ese
edificio sería inhabitable y de nada os
servirían sus recios muros, sus balcones
y ventanas de espléndidos panoramas,
sus esbeltas columnas, su ancha
capacidad, si no ven ía en vuestro socorro
una legión de carpinteros, o de ebanistas,
de tapiceros, de decoradores, de
electricistas que lo convirtíeran en hogar
digno de ser vivido.
Pues como el edificio bello pero
desnudo de asiento y de lecho, así sería
el Puerto de la Luz con toda su esptendidez
si le faltasen las industrias en cuya
demanda acuden las naves de todos los
países. Si esos barcos no supiesen que
aquí se pueden reponer de carbóh; que
aquí en caso de avería encuentran fácil y
pronta recomposición; que aquí hallan
además del descanso y del refugio alimento
y carga, comodidad y provecho,
seguramente pasarían de largo admirando
la inútil belleza del Puerto. Calle
sin tiendas ni bazares, mercado sin
puestos de venta, máquinas con las calderas
apagadas, cocinas sin vianda, eso
resultaría el magno Puerto de la Luz. Los
que lo han hecho tal, los que han llevado
su fama a través de los mares y de
unos a otros continentes son sus casas
consignatarias, sus varaderos, sus carboneras,
sus docks, su afluencia de
mercancías exportables, sus cámaras
frigoríficas, sus industrias en fin.
y no se alegue el argumento vulgarísimo
de decir que siendo extranjeras
sus industrias el Puerto de la Luz es
como sucursal de Inglaterra o de Alemania
o de otras naciones, aunque la
inglesa sea la predominante. Al cabo,
eso pasa en todas partes, y ya Spencer
hacía notar el cambio de.capitales y servicios
en todas las primeras poblaciones
del mundo. Ingleses son los que
explotan tales o cuales industrias necesarias
a la vida en Berlín y alemanes son
los que explotan cuales o tales industrias
de primera necesidad en Londres.
¿Se va por eso a renunciar a su servicio,
a cerrar las puertas a sus capitales? El
dinero no tiene patria.
Sobre que es extraña tanta alarma
en Canarias y tan poca en la península.
i Fuera los extranjeros! ¿Vamos a expulsarlos?
Pues apresuraos a arrancar los
rieles del tren en toda España, pues hay
diez o doce mil kilómetros de vía férrea,
casi todos los que tenemos, que no son
obra del capital español. ¿Y las minas?
¿Y los saltos de agua? ¿Y las fábricas de •
41
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010
electricidad? ¿Y los tranvías? ¿Y los automóviles?
iMedrada quedaría España
con semejante expatriación de dinero
pero también de esfuerzo, de actividad,
de inteligencia, de civilización! Y ya
puestos a nacionalízarlo todo, con un
criterio semejante al de los moros en
Casablanca o en Melilla, tendría que nacionalizarse
no únicamente el capital
sino el trabajo, y prohibir que obreros
franceses trabajasen en Alemania, alemanes
en Francia, ingleses en todas las
latitudes del planeta. Por este sistema
fiero y selvático, los obreros españoles
no encontrarian techo, hogar, pan en
América."
¿A qué seguir refutando semejantes
razones que no lo son? La libre Inglaterra,
escuela de democracia en el
mundo, maestra de derecho, madre de
libertad, empuja a su raza trabajadora e
inteligente por todos los continentes,
por todos los ámbitos de la tierra. Y los
empuja y disemina felizmente para la
civilización. Si todo se contagia, no hay
mejor contagio que ese de la raza anglosajona
que al fin ha enseñado a media
humanidad y está en camino de enseñar
a la otra media, desde comer hasta
vestirse, desde la tolerancia y la libertad
a hacer revoluciones. Afortunadamente
los canarios viven muy contentos en
esa convivencia que no es confusión,
que no es amalgama con los extranjeros
y que no ha debilitado sino antes
bien, ha fortalecido más y más su condición
de leales españoles.
Ello es que la función ha de tener
órganos que la desempeñen. ¿Qué sería
del Puerto de la Luz sin esas industrias?
La casa The Grand Canary con ~:fus magníficos
talleres de herreria y fundición
dedicados expresamente a reparaciones
de buques; con sus astilleros para la
construcción de gabarras que van a la
costa de Africa; con su servicio completo
de salvamento; con sus embarcaciones
capaces de alojar 8.000 toneladas
de carbón; con su varadero en que
aparece triunfante la mole de Lift 30
tons. ocupa uno de los primeros lugares
entre las industrias del puerto.
Lo mismo cabe decir de la antigua
casa de Miller que despacha de 90.000 a
100.000 toneladas de carbón al año; que
puede dar a los vapores que hacen escala
en este puerto de 150 a 200 toneladas
de carbón por hora; que tiene a su
disposición 15 embarcaciones para ese
servicio; que ha establecido sus almacenes
al pie del dique del rompeolas y
por consiguiente en sitio admirable
para proporcionar a los barcos su combustible;
que despacha al mes como
casa consignataria de 60 a 65 vapores
de las primeras lineas del mundo.
La casa alemana Woermann Linie
no les va en zaga, pues aunque establecida
recientemente, en 1906, es consignataria
de siete grandes lineas que van
de Hamburgo a América, a la costa
oriental y occidental de Africa, a la costa
del Pacifico y de retorno a los principales
puertos de Europa. Su importancia
se comprenderá con saber que sólo en
su línea propia, en sus vapores, exportó,
en 1908,230.000 bultos. Es admírabie
su máquina eléctrica para el transporte
de carbón tal y tan grande que
42
puede suministrar 3.500 toneladas
diarias.
La casa Wilson cuya ofícina central
radíca en Londres y que tiene sucursales
para el desarrollo de su comercio de
carbón en Cardiff, en Barry, en Madeira,
en Las Palmas, en San Vicente (Cabo
Verde), en Pernambuco, en Bahía, en
Río Janeiro, en Santos, en Sao Paulo, en
Montevideo, en La Plata, en Buenos Aires,
en Rosario yen Bahía Blanca. Es la
consignataria de la "Pacific Steam Navigation
Company""
El varadero Blandy, Brothers and
C. o es el primer varadero del Puerto de
la Luz y vale la pena de visitarlo para ver
entre otras cosas la colosal rueda y tambor
de 20 toneladas de peso donde se
arrolla un enorme calabrote metálico, el
cual es el encargado por tracción de varar
los barcos, y para ver también la
máquina de aire comprimido para cortar
y remachar clavos, capaz en un día
de colocar en su sitio y remacharlos, la
friolera de 600 clavos. Es una especie de
providencia para los buques que llegan
con averías al Puerto de la Luz.
Y por si faltara algo ahí está como
digno complemento la gran industria
frigorífica, organizada a la altura de las
que mejor estén en los grandes puertos
de Europa. En la fábrica del portugués
Francisco Gon~alves se conservan carnAS,
caza, pescados, frutas, legumbres y
todo en cantidades enormes para aprovisionar
a un ejército. Gracias a ese establecimiento
el puerto de Las Palmas
es el primero del Atlántico, como punto
de escala en la larga t~avesía entre los
puertos de Europa y los del Sur de
Africa, Centro y Sur de América y Australia,
pues al pasar por aquí los barcos
pueden abastecerse de víveres para
meses. Bajando a esas cámaras frigoríficas
se pasa por una impresión inolvidable,
la de gozar una temperatura de
diez grados bajo cero en Las Palmas y
en pleno verano."
En lo futuro, la victoria seguirá
siendo del Puerto de la Luz. Lo será no
obstante las leyes arcaicas que rigen,
las dificultades que un sistema provincial
de privilegio atraviesa en el camino
del desenvolvimiento de Las Palmas. Lo
será por esta ventana abierta a todos los
vientos de la libertad y de la civilización.
Porque es eso del Puerto de la Luz,
la primera posa~da que encuentra el viajero
suponiendo que el mar fuese una
vasta carretera. Aqui se tiene que hacer
el recambio, la mudanza de tiro, y se
hace. Es .como ventanal abierto sobre el
océano para que Gran Canaria asomándose
a él tenga un nexo estrecho de
relación con el planeta entero. Por aquí
pasó el hombre-héroe, el hombre-dios,
el gran argonauta Colón que iba a buscar
un nuevo mundo, y como aquí desembarcó
y en esta tierra según es fama
oró, hubo de apuntar en su Diario las
impresiones de esta su primera etapa
del viaje del descubrimiento. Con pintoresca
e ingenua poesía Colón ponderó
en su Diario el entonces y por mucho
tiempo más pobrísimo puerto de Las
Palmas. Y recogiendo todas las bellas
leyendas que los siglos habían acumulado,
hizo el pronóstico de que andando
el tiempo sería esta Atlántida otra vez
emporio de vida y de riqueza. La predicción
del genio se ha cumplido, su profecía
es una esplendorosa realidad.
¡Salve, Puerto dela Luz! Su grandeza
es grandeza del Archipiélago y
también de España, que no se concibe
el bien de una de las partes de la Nación
sin que redunde en gloria y en honor del
todo que es la patria. ¡Salve, Puerto de
la Luz! El afirma con la superioridad de
su movimiento marítimo, de sus tres
mil vapores anuales, con cerca de seis
millones de toneladas, la suprema persona
autónoma, independiente de las
opresoras cadenas administrativas.
¡Salve, Puerto de la Luz! El mar, gran
confidente de meditabundos, nos trae
el vago rumor de los destinos futuros de
esta ciudad, cuando, al fin emancipada
de la tutela provincial limitaria, con la
conciencia de su poder' realice hazañas
famosas de progreso y de prosperidad.
¡Salve, Puerto de la Luz! Su nombre se
pronuncia en todos los mares y por todas
las lenguas con respeto, pues al
cabo tenemos algo que puede causar
admiración a los extraños. iSalve,
Puerto de la Luz!""
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2010