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599 INTERVENCIONES DE DON ANTONIO RUMEU EN LAS CORTES... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS: SIETE RELATOS DE VIAJES, DOS GUÍAS TURÍSTICAS, UNA OBRA DE FICCIÓN Y UN ESTUDIO LINGÜÍSTICO1 NEW ENGLISH BIBLIOGRAPHY ENTRIES WITH RESPECT TO THE CANARIES: SEVEN TRAVEL ACCOUNTS, TWO TOURIST GUIDES, A WORK OF FICTION, AND A LINGUISTIC STUDY Mª Isabel González Cruz* Recibido: 8 de octubre de 2012 Aceptado: 18 de marzo de 2013 Resumen: En este artículo presentamos y comentamos un pequeño corpus de once publicaciones escritas en lengua inglesa que tratan sobre Canarias. Son once nuevos registros que añadir a nuestro primer catálogo bibliográfico de 2002, que reunía 300 títulos. Siete de los textos son relatos de viajes y, como indica el subtítulo, el resto del corpus lo constituyen dos guías turísticas, una obra de ficción y un estudio lingüístico. A pesar de su distinta naturaleza y variada cronología, el interés de todas estas obras es evidente pues pasan a enriquecer todavía más el ya extenso patrimonio bibliográfico insular en lengua inglesa que hemos dado a conocer en trabajos anteriores. Palabras clave: bibliografía inglesa sobre Canarias, relaciones anglo-canarias, literatura de viajes. * Profesora Titular de Filología Inglesa. Departamento de Filología Moderna. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. C/ Pérez del Toro, 1. 35004. Las Palmas de Gran Canaria. España. Teléfono: +34 928 458 957; correo electrónico: migonzalez@dfm.ulpgc.es 1 Este trabajo se enmarca dentro del Proyecto de Investigación FFI2011- 25994, financiado por el Plan Nacional de I+D+I, con el título de “El viaje a Canarias y sus escrituras II: Catálogo digital de autores y textos”, en el que participamos conjuntamente un grupo de profesores de la Universidad de La Laguna y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 600 2 Abstract: In this article, we present and comment on a small corpus of eleven publications written in English that deal with the Canary Islands. These eleven new entries are to be added to the first bibliographical catalogue that was published in 2002 of over 300 titles. Seven of the texts are travel books, as suggested in the subtitle, with the rest of the corpus made up of two tourist guides, a work of fiction, and a linguistic study. In spite of their varied characteristics and chronology, the interest of all the works is obvious since they enrich the already large English bibliographical heritage of the islands, already detailed in previous articles. Keywords: English bibliography on the Canaries, Anglo-Canary relationships, Travel literature. 1. Introducción La bibliografía inglesa sobre Canarias constituye un variado y extenso corpus de gran interés patrimonial, que atrae tanto a los especialistas como al público general. Tras publicar hace unos años un primer repertorio de esa bibliografía2, que reunía 300 títulos, seguimos sorprendiéndonos muy gratamente cada vez que encontramos nuevos trabajos que en su momento no fueron registrados. Así nos sucedió al toparnos con los trabajos de la científica decimonónica norteamericana Alice Carter Cook, autora prácticamente desconocida en las islas3, o con una novela ambientada en Canarias del famoso Norman Lewis4. Conscientes de las muchas dificultades que toda labor recopilatoria conlleva, ya en 2002 advertíamos de que era muy probable que nuestro catálogo estuviera incompleto pues se trata de un tipo de trabajo que es difícil dar por terminado, ya que, por un lado, siguen publicándose nuevas obras5 y, por otro, vamos encontrando otras obras más antiguas que, por distintos motivos, no se habían podido localizar antes. En esta ocasión, queremos presentar y comentar once obras que para nosotros son igualmente novedosas. Como ya se indica en el subtítulo de este artículo, se trata de siete relatos de 2 González Cruz (2002). 3 González Cruz (2011). 4 González Cruz (2012). 5 Véanse la de Hirtes (2012), que presentamos aquí, o la que ya comentamos en González Cruz (en prensa, a).601 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 3 viajes6, dos guías turísticas7, una obra de ficción8 y un estudio lingüístico9. De entre estos autores, solo reconocíamos a uno, J.H.T. Ellerbeck pues otra de sus obras sí había sido incluida en nuestro catálogo bibliográfico de 2002. 2. Los textos Como puede advertirse en sus títulos, la mayoría de los textos que presentamos aquí pertenecen claramente al género de la literatura de viajes, una de las seis categorías en las que en 2002 clasificamos la numerosa bibliografía inglesa sobre Canarias. Además de estos siete relatos de viaje, los trabajos restantes de este nuevo corpus representan a otras tres de las categorías que proponíamos, a saber: guías turísticas, obras de ficción y estudios de carácter histórico, sociocultural o lingüístico (en este caso es un trabajo de carácter lingüístico). Recordamos que las otras dos categorías, aquí no representadas, son las de estudios climáticos-sanitarios y estudios sobre la naturaleza. Como ya vimos en 2002, este último tipo de estudios resultó ser con diferencia el más numeroso y el más difícil de abordar para nosotros, dada la gran cantidad de especialidades científicas y nuestra limitada formación en este campo. A ello se suma el hecho de que al ser el inglés la lengua internacional por excelencia y la lengua de la Ciencia en particular, realmente nos resulta prácticamente imposible controlar este tipo de publicaciones, al ser su número inabarcable. Damos por sentado, pues, que los científicos que investigan los múltiples aspectos de la Naturaleza de las islas siguen publicando en inglés, en revistas científicas internacionales, los resultados de sus trabajos, pero por las razones ahora expuestas no vamos a seguir incluyéndolos en nuestras recopilaciones, si bien lo hicimos en 2002 por motivos allí explicados10. 6 Ellerbebeck (1891), Hadfield (1854), Hector (1914), Le Maire (1887), Mulville (1960), Robe rts (1726), y Wright (1910). 7 Montgomery (2009), e Hirtes (2012). 8 Brayfield (2000). 9 Oftedal (1978). 10 Cf González Cruz (2002), pp. 26-28.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 602 4 Un caso aparte lo constituye la obra de Le Maire (1887), puesto que se trata de una traducción al inglés de un texto escrito originalmente en francés y publicado en esa lengua en 169511. No obstante, lo hemos incluido en nuestro corpus siguiendo el mismo criterio amplio y flexible que en su día establecimos para el resto de la bibliografía12, que era el de guiarnos en nuestra recopilación por “un sentido de totalidad, de abarcar lo más posible»13, con lo cual dábamos cabida a todas las publicaciones escritas en lengua inglesa, ya se tratase de versiones originales o de traducciones al inglés.14 Pensamos que el hecho de que se hayan traducido al inglés es muy significativo, pues es un indicio del impacto de la obra, cuya difusión sin duda consiguió multiplicarse al ser traducida a ese idioma. 2.1. Los relatos de viaje No es de extrañar que entre las obras encontradas ahora las más numerosas sean los relatos de viaje. Como es sabido, este género ya existía en la antigüedad griega y es un tipo de literatura que ha sido cultivada por multitud de autores en todos los tiempos, gozando siempre de una gran popularidad. Además de la distinta cronología de las obras que aquí presentamos, que deriva en la descripción de contextos muy diferentes, otra distinción que puede hacerse al estudiar estos textos de viajes es entre aquellas obras específicamente dedicadas a un viaje a Canarias y otras en las que las referencias a este archipiélago tienen que ver simplemente con una pequeña escala en las islas, de paso en el trayecto hacia otros destinos. Lógicamente eso suele apreciarse en el título y en el menor número de páginas que ocupa la descripción del marco insular. Así, en este pequeño corpus que hoy presentamos, tenemos tres textos que 11 Cf. Pico & Corbe lla (2000). 12 Cf. González Cruz (2002), p. 19. 13 Albe rich (1978), p. XXIX. 14 Ejemplos de otras traducciones del francés al inglés son los trabajos de Duquesne (1696) y Pegôt-Ogier (1871), que fueron incluidos en nuestras Notas (2002).603 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 5 representan el primer caso, son los de Ellerbeck (1891), Thomas Hector (1914) y John Wright (1910), si bien en el primero y el último de estos trabajos Canarias comparte protagonismo con Madeira –algo que ocurre en muchas otras publicaciones, como la famosa guía de A. Samler Brown (1889) – y con Marruecos, respectivamente; mientras que en los trabajos de Hadfield (1854), Le Maire (1887) y Roberts (1726), las páginas que ocupan las referencias a Canarias son muy pocas, a pesar de que el nombre del archipiélago aparezca en los títulos o subtítulos. Un caso especial es el del relato de Mulville (1960), ya que en el viaje narrado el autor no llega a las islas sino que parte de ellas con destino al Caribe. De todos estos relatos de viaje, como ya dijimos en otro lugar, puede decirse que a pesar de la evidente subjetividad de algunas de las opiniones vertidas […], o de la inexactitud de ciertos datos aportados, en general podemos afirmar que la información contenida en cada una de estas obras es realmente valiosa en sí misma, porque cada texto constituye un pedazo de nuestra historia y de nuestra identidad, vistas desde una serie de perspectivas particulares, que globalmente conforman la visión contrastada de la realidad insular del momento. La suma de esas múltiples apreciaciones contribuye, por tanto, a conformar la compleja visión de un archipiélago al que los visitantes sajones ayudaron a desperezarse de un letargo de siglos15. A continuación comentaremos cada uno de estos siete textos de viaje, siguiendo esta vez un orden cronológico: R obeberts, George (1726). The four year’s voyages of captain George Roberts, being a series of uncommon events, which befell him in a voyage to the islands of the Canaries, Cape de Verde and Barbadoes, from whence he was bound to the coast of Guiney. Londres: Printed for A. Bettesworth. De las 458 páginas de este volumen apenas tres hacen referencia a las Islas Canarias, a pesar de que el nombre del archi15 González Cruz (2002), p. 25.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 604 6 piélago aparece en el subtítulo. El autor es un marino, capitán de un barco que, tras varios años comerciando en la Guinea, en septiembre de 1721 firma un contrato para ir a Virginia como primer oficial a bordo del King Sagamore, con el capitán Andrew Scott, a tomar posesión de un barco llamado Dolphin, haciendo escala en Madeira, Canarias y Barbados. La idea era zarpar desde Virginia hasta Guinea para luego transportar esclavos hasta Virginia o Barbados. Al parecer, al llegar a Barbados y tras algunos desacuerdos, finalmente Roberts acepta la oferta del capitán de tomar una pequeña corbeta, el Margaret, en lugar del dinero que le debían, y sale con ella rumbo a Guinea. Durante la travesía fue atacado por unos piratas que le robaron las velas y raptaron a sus hombres y lo dejaron sin provisiones ni hombres, salvo un muchacho y un niño. Tras varias dificultades la corbeta naufragó en una de las solitarias islas de Cabo Verde, y allí permaneció Roberts durante dos años, consiguiendo regresar a Inglaterra en junio de 1725. Se dice que esta historia es pura ficción y que en realidad fue escrita por Defoe, sugerencia que, al parecer, se acepta en el catálogo del Museo Británico, pero con la que muchos no están de acuerdo por considerar que el estilo en el que está escrito el texto es más bien el de un humilde e incompetente imitador de Defoe. Según el Oxford Dictionary of National Biography, hay bastantes evidencias que demuestran que la base de la narración y el apéndice son verdaderos, aunque se admite que hay ciertas inconsistencias en la calidad de la narración que sugieren que podría ser una obra de varios autores, por lo que la cuestión de la posible autoría de Defoe permanece abierta. En cuanto a las referencias a Canarias en el texto, las encontramos entre las páginas 3 y 5, cuando Roberts16. nos cuenta que el capitán cambió de idea y decidió no hacer escala en Madeira, sino en Tenerife, «una de las Islas Canarias y, de hecho, la mejor de todas para el comercio, que es lo que hicimos, y anclamos en la rada de La Orotava, donde el capitán intercambió algunas mercancías por vino»17. 16 Robe rts (1726), p. 3. 17 La traducción al español de esta y el resto de las citas de los libros es nuestra, salvo indicación expresa.605 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 7Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 606 8 Señala Roberts que al levantarse el viento del noroeste fueron obligados a abandonar la rada y levar anclas y salir mar adentro, algo que debían hacer todos los barcos siempre que esto sucedía, si no querían verse envueltos en un gran peligro tanto para sus barcos como para sus vidas. Por suerte, el viento no fue tan peligroso como se esperaba, así que al segundo día volvieron a anclar en la rada. Tras pasar diez días en la isla y cargar cuarenta pipas de vino, zarparon, a pesar de que, según nos dice, hay muchas cosas notables en esta isla, que no son muy conocidas, y de las que podríamos aprovecharnos al tiempo que disfrutarlas (entre las cuales destaca el árbol de coral, que quizá sea el más grande de este tipo de los que se conocen en el mundo; también la Mina de oro dentro de la Punta de Nagos [sic] […]; no obstante, dado que es una isla a la que recurren mucho nuestros barcos, me abstendré de describirla (solo diré que en estas islas se produce el mejor vino que pueda hacerse, creo yo, en todo el universo). […] Zarpamos de la isla de Tenerife al atardecer, con un ligero viento del noreste y del norte […] y durante todo el día siguiente hasta la noche pudimos ver el Pico de Tenerife (que es una montaña alta y puntiaguda que algunos consideran la más alta del mundo). Y aunque entonces nos dimos cuenta de que estábamos a una distancia de poco menos de cuarenta leguas del Pico, podíamos verlo con toda claridad18. Hadfield, William (1854). Brazil, the River Plate and the Falkland Islands, with the Cape Horn route to Australia: including notices of Lisbon, Madeira, the Canaries and Cape Verds. Londres: Longman, Brown, Green & Longmans. Esta obra constituye otro claro ejemplo del tipo de relato de viaje que incluye solo unas breves referencias a Canarias, en tanto que las islas son un punto más de escala en el largo trayecto hacia otro destino. En este caso la mención del nombre del archipiélago en el subtítulo del libro facilita su localización, algo que no siempre sucede. De los quince capítulos del trabajo, precedidos por un prefacio explicativo y una introducción, es el 18 Ibídem, pp. 4-5.607 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 9 tercero, bajo el título de «Madeira to Cape Verds, with a glance at the Canaries», el que nos interesa especialmente, aunque su contenido, en lo referente a las islas es –como ya señalamos– muy breve, puesto que, en realidad, el barco en el que viaja el autor ni siquiera llega a hacer escala en ellas. Una parte de las ilustraciones de la obra están tomadas de unos sketches que pertenecían a Sir W. Gore Ouseley, y a ellas se suman los dibujos de Sir Charles Hothan. El tercer capítulo comienza precisamente tras un dibujo ilustrativo que reproduce el interior de un hotel de Tenerife que, al parecer, fue anteriormente un convento, junto a unos versos tomados del tercer libro de Paradise Lost que rezan: Or other worlds they seem’d, or Happy Isles, Like those Hesperian gardens famed of old, Fortunate fields, and groves, and flowery vales, Thrice happy isles. [«… eran semejantes a otros mundos o a islas dichosas, como los jardines de las Hespérides, famosos en la Antigüedad: ¡campos afortunados, selvas y valles floridos, islas tres veces dichosas!»19 William Hadfield, que residió durante muchos años en Brasil y fue, entre otras cosas, secretario de la South American and General Steam Navigation Company, reconoce que esta ruta es, por lo general, la más agradable del Océano Atlántico, por el tiempo soleado y el frescor de los vientos alisios que soplan del nordeste durante todo el año con regularidad, facilitando la navegación y haciendo que el viaje sea muy placentero para los pasajeros. Al pasar por las islas Afortunadas, pueden ver el Teide gigante a lo lejos, el famosísimo Pico de Tenerife, the Peak, como es conocido en la literatura de viajes en lengua inglesa, elevándose unos tres mil setecientos metros20. El barco, no obstante, mantiene su rumbo directo hacia San Vicente, aunque la cercanía del archipiélago lleva a Hadfield a hacer los siguientes comentarios que traducimos: Las Islas Canarias están tan unidas de forma natural a nuestros primeros conceptos escolares que las asociamos con el 19 Milton (1980 [1966]), p. 58. 20 En el texto original leemos 12.182 pies.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 608 10 hogar de esas encantadoras aves cantoras (ahora universales) a las que han dado el nombre […]. El verdadero canario de estas islas, no obstante, la Fringilla Canaria de Linnaeus, que todavía abunda por aquí, no tiene el color amarillo que ha adquirido en Europa, sino que está en estado salvaje y es del color de nuestro pardillo, siendo el tono amarillo el resultado de los repetidos cruces en estado de cautividad. Las Canarias se encuentran entre las islas que eran conocidas por los antiguos, pero que no fueron descubiertas por los modernos europeos hasta mediados del siglo XV, momento en el que, tras una heroica resistencia, fueron conquistadas por los españoles, que las han conservado desde entonces. Aunque no están situadas exactamente en la ruta hacia Argentina, ni se ha dispuesto que ninguno de los veleros de la compañía haga escala en ellas, no obstante, al estar tan cerca de las Canarias, especialmente de una en particular a la que hace referencia el gran poeta inglés, en unos versos tan magníficos como el fenómeno del que habla: On the other side, Satan, alarmed, Collecting all his might, dilated stood, Like Teneriff’ or Atlas unremoved: His stature reach’d the sky, and on his crest Sat horror plumed. [«Por su parte, Satanás, alarmado, y reuniendo todas sus fuerzas, se eleva grandioso, indestructible como el pico de Tenerife o el Atlas. Con su cabeza toca el cielo; sobre su casco se asienta el horror como un penacho.»21 debemos presentar un recuerdo de nuestra proximidad a tan célebre vecindad; y no podemos hacerlo mejor, o de manera más digna que con el sketch que hemos antepuesto a este capítulo. En una nota a pie de página, Hadfield hace algunos comentarios acerca de dos variedades de un pájaro, el pinzón (Carduelis), y señala cómo escuchar la melodía del canto de un canario en libertad, en plena naturaleza, es algo inigualable. Nos cuenta también que el pájaro canario fue llevado a Europa en el siglo XVI, y se supone que se extendió a partir de la costa italiana, donde naufragó un barco que llevaba una gran cantidad de estas aves junto con otras mercancías. 21 Milton (1980 [1966]), p. 82.609 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 11 Del autor tenemos bastante información gracias al Oxford Dictionary of National Biography, que lo clasifica como escritor y hombre de negocios. Nacido en Liverpool (1806-1887), desde muy joven desarrolló una actividad comercial en toda la zona del Río de la Plata e islas del Atlántico Sur, actividad con la que consiguió popularizar Latinoamérica entre los inversores británicos. Desde 1847 se dedicó también fundamentalmente a escribir y diseminar información acerca de Sudamérica. Además de ejercer como secretario de la Great Southern Railway Company de Buenos Aires, donde fundó la primera agencia de Vapores cuando llegó en 1852, intentó establecer un servicio de vapores en el Paraná y crear líneas de contacto con los países vecinos y Europa. Además del libro que comentamos aquí, en 1869 publicó una versión revisada del mismo con el título de Brazil and the River Plate in 1868, showing the progress since […] his former visit in 1853, y unos años más tarde, en 1877, Brazil and the River Plate, 1870-76. No obstante, sus mayores esfuerzos literarios y comerciales están asociados a la revista Brazil and the River Plate Mail, nombre que luego cambió a South American Journal. Fundada en Londres en noviembre de 1863 y editada por él hasta su muerte en 1887, la revista estaba destinada a los inversores británicos, por lo que publicaba información comercial y financiera sobre esta parte del continente, dedicando mucha atención a los asuntos políticos y económicos de la América Latina. Llegó a ser muy influyente, sobre todo entre 1890 y 1920, su época de mayor esplendor, aunque fue acusada de representar y fomentar demasiado los intereses de los gobiernos sudamericanos y de dar información sesgada. L e Maire, Jacques Joseph (1887). Voyage to the Canaries, Cape Verd & the coast of Africa, under the command of M. Dancourt (1682) trans. from the French of M. Le Maire by Edmund Goldsmith, FRHS. FSA (SCOT). Edinburgh: privately printed. (también en Duquesne 1696. A new voyage to the East Indies. Londres: D. Dring). Este texto, traducido del original francés al inglés por Edmund Goldsmith e impreso en 1887 de manera privada en Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 610 12 Edimburgo, narra los pormenores de un viaje a la costa africana realizado por el autor, Jacques Joseph Le Maire, con sendas escalas en Canarias y las islas de Cabo Verde. Era médico y como tal había estado ejerciendo durante tres años en el Hotel Dieu de París, donde se entera de que M. Dancourt, director general de la Royal African Company, se disponía a zarpar rumbo a Cabo Verde y le propone acompañarle. Salen en barco por el río Loira desde Orleans hacia Nantes, desde donde se dirigen a caballo hasta Brest. Allí pasan dos meses poniendo a punto un barco de 400 toneladas, el Ste. Catherine, con el que hacen el viaje. El miércoles 29 de abril de 1682 Le Maire dice haber visto la isla de Ancerotte [sic], una de las siete Islas Canarias, la cual dejamos a unas diez leguas al sureste. Allí experimentamos una gran calma y mucho calor. El jueves 30 de abril nos encontrábamos a 28 grados y 30 minutos latitud norte y 4 minutos de longitud, tomando –según es costumbre en nuestra nación– el primer meridiano en la Imagen reproducida con el permiso de la National Library of Scotland.611 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 13 isla del Hierro, de forma que al estar a no más de 10 leguas al noreste de la Gran Canaria, nos dirigimos hacia esta isla rápidamente22. La mañana del viernes 1 de mayo divisan una ciudad, Las Palmas de Gran Canaria, defendida por un castillo en un estado lastimoso, desde donde izaron una bandera al divisar al buque, que en respuesta saludó con cinco cañonazos. «No nos devolvieron el saludo,» apunta Le Maire «supongo que porque no tenían pólvora»23. Señala el autor que allí el anclaje era muy bueno, siempre y cuando los barcos no se acercasen mucho a la costa, algo peligroso porque había rocas ocultas por el agua. «De manera que quedamos anclados frente a la ciudad», explica Le Maire, «habitada por doce mil valientes isleños, capaces de repulsar a quienquiera que se atreva a insultarles». Observa que la mayoría de las casas están muy bien construidas aunque son bajas, de solo dos pisos, y apunta también que durante el día apenas se ve gente en las calles. Y añade: Aunque el Obispo, el Gobernador y la gente de categoría tienen su residencia en Tenerife, es en esta capital donde están emplazadas la Sede Episcopal, el Tribunal de la Inquisición y el Parlamento. Hay cuatro conventos de religiosos, uno de los Dominicos, uno de los Franciscanos y los otros de los Bernardinos y los Recoletos. Estas islas, antes llamadas ‘Afortunadas’, llevan este nombre con razón, si tenemos en cuenta la bondad del aire y la fertilidad de la tierra. En ellas abunda el trigo, la cebada, el ganado, ovejas y caza, en resumen, todo lo necesario para la vida. El vino de malvasía se produce aquí en tanta cantidad que cada año suministran a Francia, España, Inglaterra y Holanda. Tras varios párrafos comentando las excelencias del suelo, la bondad de las cosechas y las referencias a las islas como los Campos Elíseos, destino de las almas felices cuando abandonaban los cuerpos, Le Maire menciona brevemente la conquista por parte de los españoles en 1460 y cómo estos, con el deseo de someter totalmente el país a su imperio enviaron a un gran 22 Le Maire (1887), p. 14. 23 Ibídem, p. 15. Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 612 14 número de los aborígenes a España como esclavos. Y escribe: «Estas gentes, y sobre todo los que son de Gran Canaria, son tremendamente agradables con los extranjeros»24. Nos cuenta el autor cómo el Capitán Dancourt fue muy bien recibido por el Gobernador de la isla, y él mismo recibió todas las atenciones imaginables durante los dos días que pasó con él. Visitaron también varias veces el convento de los Bernardinos, donde fueron agasajados por las monjas. Como médico, Le Maire visita también a un abogado muy adinerado cuya esposa estaba enferma, y que intenta convencerle para que se quede en Gran Canaria. Le Maire escribe: Les aseguro que me quedé encantado con este lugar, y que al irme lo hice muy contrariado conmigo mismo. Si alguna vez tuviera que abandonar Francia, sería para irme a vivir a la Gran Canaria, aunque espero no tener que verme nunca obligado a abandonar mi país, cuyos atractivos prefiero a todos los demás25. Mucho tiempo debieron pasar en esta isla –más de 9 meses– puesto que, según nos indica el autor, es en la tarde del sábado 2 de marzo cuando parten rumbo a Santa Cruz de Tenerife, «la más rica de las Islas Canarias»26, a la que llegan el día 4. No obstante, el Gobernador General les prohíbe bajar a tierra, donde querían conseguir algunas provisiones, seguramente por creer que traían alguna enfermedad contagiosa. A pesar de ello, Le Maire ofrece algunos comentarios sobre el Teide, the Peak, y sobre Tenerife. Del primero dice que es una de las montañas más altas del mundo y que puede verse desde el mar a una distancia de 40 leguas, aunque ellos solo consiguieron verlo a unas 12 ó 15, quizá debido a la niebla. De Tenerife dice que ha oído que es la isla más alta del planeta y la más poblada para su tamaño, quince mil habitantes; que produce el malvasía, considerado el mejor vino del mundo. Nuestros viajeros debieron pasar también por la isla de El Hierro, pues el autor había oído hablar del garoé, el árbol 24 Ibídem, p. 17. 25 Ibídem, p. 19. 26 Ibídem, p. 20.613 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 15 maravilloso de hojas alargadas y estrechas siempre verdes, que proporcionaba agua suficiente a sus habitantes y también para el ganado, un milagro de la naturaleza. Le Maire tenía interés en averiguar si esto era cierto, y escribe: «Los habitantes confirmaron mi idea de que esto era pura fábula. Había algunos, sin embargo, que decían que ese árbol pudo haber existido, pero que era imposible que produjera tal cantidad de agua como se le atribuía»27. El martes día 5 continúan la travesía hacia el sur, y abandonan ya el archipiélago con rumbo a la costa africana. Un último episodio de interés sucede el jueves día 7 a mediodía, cuando pasan el trópico de cáncer y celebran la usual ceremonia que los marineros llaman «el bautizo», y que recae sobre quienes no hayan pasado el trópico antes. Lo que hacen es colocar una bañera con agua al pie del palo mayor, con una estaca puesta encima, en cruz. Entonces, quienes ya se han iniciado en viajes anteriores, después de afeitarse, caminan en procesión alrededor del barco, uno sosteniendo un chafarote, otro una sartén y diversos utensilios de cocina. El piloto, para destacarse de los demás, se coloca su abrigo al revés y se pone el primer trapo que encuentra como bufanda. Al terminar la procesión, siempre acompañada por el sonido de las trompetas y los tambores, se procede al bautizo del barco. Si éste ya ha cruzado el trópico en alguna ocasión, le echan encima un número de cubos de agua, mientras que el capitán ofrece algo de beber a los marineros. De estos pasan a los de mayor rango del barco, a quienes obligan a sentarse uno detrás de otro sobre la estaca que ya mencionamos, y los rodean pasándoles una palangana para recibir su contribución como rescate por el bautismo a la vez que les apoya el chafarote en el cuello. Luego el piloto se presenta con la carta marina y hace que el paciente en cuestión ponga la mano donde está el trópico y jure que, en casos similares, llevará a cabo la misma ceremonia con quienes no lo hayan pasado. Por último, le hace una cruz negra en la frente, le tira un poco de agua en la cabeza y le colocan un regalo en la escudilla. Si desean complacer a una persona, la dejan marchar tan pronto como pague el dinero; si no, sacan la estaca y lo tiran al agua echándole encima 20 cubos más de agua. 27 Ibídem, pp. 21-22.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 614 16 Según Le Maire, es necesario llevar a cabo esta ceremonia, y ni siquiera un almirante se puede librar de ella, solo que «no lo zambullen»28. Ellerbebeck, J.H.T. (1891). Madeira and the Canary Islands. Being notes written to illustrate certain photographs and lantern slides. Liverpool: EllerbeckBros. Printers and Stationers. En la misma línea que un trabajo posterior del mismo autor ya comentado en nuestra bibliografía de 2002, estas notas sobre Madeira y Canarias fueron sin duda el material inicial del que surgió la guía publicada un año después en Londres, con el clarificador título de A Guide to the Canary Islands, calling at Madeira. Aunque organizado en epígrafes que, siguiendo el patrón típico de las guías turísticas, hacen referencia a los lugares visitados y a asuntos de interés, el texto sigue más bien el estilo personal y subjetivo de un relato de viaje, de ahí que lo hayamos clasificado como tal. Así por ejemplo, bajo el titular de «La Caldera de la Palma» leemos: Salimos sobre las 3,30 am, volviendo sobre nuestros pasos atravesando viñas y huertos […] y luego, girando a la izquierda atravesando un valle llegamos por fin a la Cumbrecita, que no significa ‘una montaña’ sino ‘sendero a través de las montañas’, y allí descansamos y desayunamos. Hasta ese momento no supe lo sabrosas que eran las sardinas y el pan tostado, cuando hicimos fuego junto a una colina con ramas de pino secas que cogimos de las laderas29. Tras seis páginas iniciales en las que se describe Madeira, la mayor parte del libro, que consta de 31 páginas, se centra en solo tres de las islas del archipiélago canario, a saber, Tenerife, La Palma y Gran Canaria30. El autor da siempre su opinión de lo que ve, sin ocultar los aspectos negativos del lugar. Así, al hablar de la capital grancanaria, nos dice: 28 Ibídem, p. 23. 29 Ellerbe ck (1891), p. 22. 30 Ibídem, pp. 9-19, 19-22 y 23-31 respectivamente.615 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 17 Imagen reproducida con el permiso de la National Library of Scotland.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 616 18 Las Palmas, la capital de Gran Canaria, famosa por nada en particular sino tal vez por haber residido en ella temporalmente Cristóbal Colón de camino a América, está a unas cuatro millas del Puerto. […] el nuevo Puerto de La Luz en La Isleta, es más seguro y mejor y está más protegido por esa pequeña península, pero tenemos un paseo largo y polvoriento en una carretera llana y fea, que pasa junto a unas viviendas que son de lo más simple y feo que ha creado la mano del hombre, sin ninguna pretensión de estilo, sino que son unos sencillos cubos encalados que ni siquiera tienen tejados. En las calles nuevas de la ciudad se ha avanzado algo en cuanto a arquitectura, y hacen recordar a las de estilo moderno de Alemania más que a las inglesas, al igual que las costumbres y la forma de vestir de los canarios adinerados. Más adelante añade: «Vista desde la azotea del Hotel Quiney la ciudad parece haber sido excavada como Pompeya, pero sin su belleza ni su interés»31. No faltan los típicos comentarios positivos hacia los guanches, «esa antigua raza noble, valiente y patriota, que tuvo que ser exterminada antes de ser conquistada»32, y cuyas reliquias están depositadas en el Museo, «lo único interesante de los edificios municipales». Las referencias a los aborígenes se repiten, como en otros muchos relatos de viajeros a quienes les gusta informarse de los pormenores de este pueblo extinguido. Así lo vemos cuando Ellerbeck habla de La Atalaya y sus habitantes, que siguen viviendo en cuevas como sus antepasados guanches y haciendo gala de unos magníficos dientes, al igual que ellos, «quizá porque no toman mucha comida caliente, lo que ayuda a conservarlos»33. Igualmente, al describir Guía y Gáldar, dos pequeñas ciudades que, en su opinión, tienen apariencia oriental, destaca el interés de la Cueva Pintada, cerca de Gáldar, «donde se dice que vivió la bella y famosa reina guanche»34. En esta época, el Ayuntamiento ya había seguido el consejo de Olivia Stone35, y había puesto los medios para preservar y mostrar la cueva y sus pinturas a los visitantes, y así lo señala este autor. 31 Ibídem, p. 23. 32 Ibídem, p. 24. 33 Ibídem, p. 27. 34 Ibídem, p. 29. 35 Cf. González Cruz (en prensa, b).617 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 19 Ellerbeck parece ser un gran amante de la naturaleza y de la vegetación en particular, pues se fija mucho en las distintas especies de árboles y plantas. Así, dedica un epígrafe a la visita a una finca «de un descendiente de los primeros conquistadores españoles de Canarias (de Lugo)», donde le llama la atención «un jardín con la mejor colección de variedades de plantas, muy pocas de ellas reconocidas por los viajeros ingleses». También dedica sendos epígrafes a un árbol «más curioso que bello» y que denomina Papoui,36 a los cactus, al aloe en flor, a la euphorbia canariensis, todo ello en Gran Canaria37. Alaba la belleza de las montañas de Agaete, aunque lamenta que para disfrutar de estos paisajes haya que sufrir las incomodidades de pasar varios días y noches lejos de un buen hotel. «Y es que la única forma de disfrutar por completo de un viaje por estas islas» –escribe– «es acampando y evitando las miserables fondas españolas, […] ya que muchas son sucias y muy caras»38. Lo mismo sucede en San Mateo, un lugar campestre precioso y con mucha agua, en el que «desgraciadamente es difícil conseguir alojamiento, y si se consigue no siempre es al gusto de uno, ya que la limpieza no es una de las virtudes del campesino español»39. Wright, John (1910). Round about Morocco & the Canaries. Glasgow: Grant Educational Co. Como indica el título, la primera y mayor parte de este libro está centrada en la descripción de los lugares y las costumbres de los habitantes de este país norteafricano, siendo el número de páginas que dedica al archipiélago considerablemente menor. Sorprende un poco encontrar en la contraportada, en lugar del habitual paisaje o fotografía del lugar descrito, un retrato del 36 No hemos podido identificar este término, que no parece estar incluido en ninguno de los diccionarios de la lengua inglesa que hemos consultado. Nos planteamos si el autor se estaría refiriendo al papayo, o papayero, árbol frutal muy conocido en las islas, si bien Ellerbeck comenta: “Tiene un fruto con forma de pera, pero nunca he oído decir que fuese comestible” (p. 25). 37 Ellerbe ck (1891), pp. 24-26. 38 Ibídem, p. 29. 39 Ibídem, p. 28.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 618 20 autor, médico de la Compañía de Vapores de Mersey (Mersey Steamship Company). Al parecer, Wright ya había publicado otros trabajos como Cruises in Sunny Seas, o Where the East Touches the West. Tras agradecer la colaboración de un tal Mr. Hibbert, de Bradford, con las fotografías, señala que la descripción de las islas la ha hecho siguiendo sus propias notas, complementándolas con las de otros viajeros. No obstante, nos parece que su relato es bastante superficial y apenas aporta nada nuevo o de interés. Destaca la suavidad del clima de las islas, sano y agradable por sus temperaturas estables, lo que hace que sean consideradas un lugar ideal para el reposo de turistas y convalecientes. De Santa Cruz nombra las banderas de Nelson, que se conservan en la Iglesia de la Concepción, y otros lugares de interés como el Museo de Historia Natural, el Club Inglés, el Casino y la plaza de toros. Confiesa que no subió al Teide, «the Peak», por entender que era algo peligroso, y dice que desde su base a la cima esta «cubierto de todo tipo Imagen reproducida con el permiso de la National Library of Scotland.619 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 21 de vegetación, desde la tropical a la de zona más templada»40. Menciona un tanto de pasada a los guanches, gradualmente exterminados por los españoles tras la conquista, y apunta que el nombre de las islas surge por haber sido el lugar de origen de los pájaros del mismo nombre. De Las Palmas, ya en Gran Canaria, destaca el autor la industria platanera, desarrollada principalmente por el comercio con Inglaterra. Se fija en las altas palmeras que dan su nombre al lugar y embellecen la ciudad, cuyo puerto –que califica de limpio y muy bien cuidado– es un punto de escala y la estación carbonera de todos los vapores con rumbo a Sudáfrica. Hace una mera referencia al teatro, a los edificios municipales y al museo. Visita rápidamente El Monte para tomar el té, y de ahí vuelve al barco para cenar y zarpar rumbo a Madeira, el siguiente destino en el viaje de regreso a casa. Nos sorprende leer que este trayecto Gran Canaria-Madeira duró seis horas41, cuando según Thomas Hector42, su barco tardó treinta horas en llegar a Las Palmas desde Funchal. Hector, Thomas (1914). To the Canaries and back. Aberdeen: Rosemount Press. Este relato, publicado en el fatídico año del comienzo de la Primera Guerra Mundial, recoge la experiencia de una visita a las Islas Canarias, con escalas en Lisboa y en Funchal. En tan solo veinte páginas, el autor nos cuenta los pormenores de este viaje de ida y vuelta a bordo del Águila, un barco de la compañía Yeoward Line, que parte del río Mersey (Liverpool) a fínales de julio de 1914. Hector se recrea en la descripción de los distintos panoramas que la ruta le va brindando, desde el mismo momento de la salida de Liverpool, y nos va ofreciendo escenas inolvidables que reflejan su visión de Lisboa primero y Funchal después, donde ya se fija en un barco alemán que sale detrás del suyo con rumbo a Sudamérica. Al llegar a Gran Canaria los viajeros ya se han enterado de lo peliagudo de la 40 Wright (1910), p. 52. 41 Ibídem, p. 55. 42 Hector (1914), p. 12.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 620 22 situación de crisis europea y están atentos a las noticias que llegan por cable. Hector señala la importancia de Las Palmas como estación carbonera y le llama la atención la presencia de numerosos vapores en su puerto, observando cómo algunos permanecen allí y retrasan su salida, pendientes de la creciente amenaza de guerra entre Gran Bretaña y Alemania. Y leemos: Nuestra información era escasa, pero resultó que aquella tarde el cable alemán de Las Palmas a Emden dejó de funcionar, ya fuera por avería o a propósito. Los rumores o conjeturas se habían extendido en tierra, y la posibilidad de que nos quedáramos atrapados en las islas o de que incluso fuéramos capturados en nuestro viaje de vuelta a casa empezó a atemorizar a algunos. Pero ¡qué rápido había sido todo! Habíamos dejado las tranquilas orillas de Inglaterra solo diez días antes y ahora nos enterábamos de que Gran Bretaña y Alemania están enfrentadas43. El nerviosismo de los pasajeros del Águila se agravaba, según Hector «por la falta de información fiable como la que cualquier británico en el país recibía en su propia casa cada mañana por un penique o menos. Pero estábamos en Las Palmas, y eso ya era suficiente»44. Los ánimos de los pasajeros se restablecieron con la organización de una excursión a El Monte, de la que volvieron eufóricos por todo lo que habían visto allí. A los que se quedaron en la costa, según nos cuenta Hector, los alrededores de Las Palmas les parecieron un yermo árido y poco atractivo. Y añade: «Del trayecto hasta la ciudad, a tres millas del puerto, recorrido por una línea de tranvía, no puede decirse nada bueno […] y el pavimento de la ciudad dejaba mucho que desear, aunque en los jardines y plazas públicas se puede pasar una o dos horas agradables»45. La visita a los puntos de interés de la capital grancanaria incluye la catedral, los edificios municipales y el Palacio de Justicia, donde a los turistas les llama la atención el garrote vil, cuyo macabro funcionamiento les explican. Otro lugar mucho más agradable de ver es el Club Náutico, «un bello 43 Ibídem, pp. 12-13. 44 Ibídem, p. 13. 45 Ibídem, p. 13.621 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 23 edificio que es el sitio favorito de la colonia inglesa de Las Palmas»46, y a uno de cuyos bailes son amablemente invitados. Nos cuenta Hector cómo en el hermoso salón de baile la fiesta estaba amenizada con una música exquisita, que mantuvo al trote a toda la juventud y las bellezas de abordo hasta la medianoche, mientras algunos curiosos, tanto británicos como españoles, miraban. A la mañana siguiente parten rumbo a Tenerife, a cinco horas de navegación, justo cuando ya llevan dos semanas de viaje. Su ilusión por ver el famoso Pico del Teide queda frustrada por las nubes que lo mantuvieron oculto durante todo el tiempo de su estancia en la isla. De Santa Cruz nos dice que les pareció a todos una ciudad más bonita que Las Palmas. Al subir a La Laguna a los viajeros les llama la atención la gran laboriosidad de los campesinos que han sabido aprovechar el escaso terreno volcánico mediante terrazas. Tras describir la belleza de los paisajes, Hector nos narra los pormenores de una tarde muy agradable que pasan en Santa Cruz, en una de cuyas plazas disfrutan de la música de una banda, mientras los caballeros tomaban sus refrescos y las damas hacían algunas compras. Y leemos: «Allí estaban las bellezas españolas con las cabezas descubiertas y sus típicos peinados para nuestra admiración, pero las dificultades del lenguaje nos impidieron intercambiar cualquier tipo de cortesía»47. De vuelta al barco, el siguiente puerto que tocan es el de La Orotava, o sea, el actual Puerto de la Cruz. Hector explica que, aunque se trata de uno de los balnearios o centros de salud favoritos de los británicos, el problema es que no tienen un buen puerto donde los barcos puedan atracar, con lo que los pasajeros deben desembarcar en botes. Tras visitar la villa y admirar las grandes extensiones de plataneras de los señores Yeoward, son recibidos y agasajados con té, pasteles y frutas por un tal Mr. Artus y su esposa, que poseen una magnífica casa con jardines. Seguidamente, nuestros viajeros regresan al Águila, que es cargado con diez mil cajas de plátanos embala46 Ibídem, p. 14. 47 Ibídem, pp. 15-16.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 622 24 dos antes de zarpar de vuelta a Inglaterra. Sin noticias sobre la guerra durante la estancia en La Orotava, la ansiedad invade a los pasajeros y también a los residentes. Así, Hector expresa su desazón cuando escribe: El dueño de un hotel se lamentaba anticipándose a las pérdidas en su negocio y también en el comercio platanero, que supondría la pérdida del trabajo y el hambre para cuatro mil isleños en su comarca. El correo se había suspendido, una señal de mal agüero, y una muchacha escocesa nos encomendó una postal dirigida a su padre, para que la echáramos al primer buzón una vez llegásemos a Inglaterra. ¡Ay que ver cómo las guerras de hoy afectan el trabajo en tantos lugares alejados y a tanta gente diferente, restringiendo el crédito, reduciendo la comunicación y aumentando el sufrimiento de la humanidad!48 El viaje continúa y el Águila vuelve a zarpar esta vez con rumbo de vuelta a Las Palmas y Hector disfruta de la travesía, contemplando el verde paisaje de la costa norte de Tenerife, consiguiendo además ver el Teide en todo su esplendor. En el Puerto de la Luz vuelven a cargar otras seis mil cajas de plátanos. De nuevo las noticias que se oyen sobre la guerra son solo rumores, ante los que Hector se declara escéptico, aunque sí que pudieron verificar –nos dice– algunos datos locales, como, por ejemplo, que el precio del carbón en Las Palmas había subido una libra por tonelada, y que el azúcar había duplicado su precio. Y leemos: Ocho barcos alemanes permanecían cerca de la costa, temerosos de aventurarse a zarpar, mientras que el día anterior un par de cruceros británicos habían hecho escala en Las Palmas y, después de repostar carbón rápidamente, habían zarpado muy deprisa. Y aquí estábamos nosotros, ¡a mil seiscientas millas de casa, sin un periódico o carta que nos dijera lo que estaba pasando en Europa, condenados a esperar hasta que llegásemos para averiguarlo!49 A pesar de esta incertidumbre, el viaje de vuelta a casa fue bastante agradable, según nos cuenta Hector, en tanto que los 48 Ibídem, p. 18. 49 Ibídem, p. 19.623 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 25 pasajeros disfrutaron de una buena camaradería que se hizo patente entre amigos ingleses, galeses y escoceses que hablaban de lo importante de la unidad de los pueblos de su isla y su disposición a esa unidad, si fuera necesario, en apoyo de su rey y de su país. El relato acaba con el agradecimiento de Hector a la compañía de los señores Yeoward por el espíritu de disciplina y buena voluntad con el que habían sabido impregnar a todos sus empleados y su sentir de que había tenido mucha suerte al viajar en uno de los barcos de esa naviera. Y concluye: Así que a las numerosas tentaciones para viajar fuera de vacaciones hay que añadir un crucero a Canarias […] y, aunque tiene menos publicidad y menos impacto, esta tentación bien merece todo lo que se pueda decir y escribir sobre ella50. El libro, breve pero interesante, termina con la firma de Thomas Hector en Aberdeen y la fecha de septiembre de 1914. M ulville, Dann (1960). Trade winds and turtles. The story of the author’s voyage from the Canary Islands to the West Indies. Londres: The Adventurers Club. El irlandés Dan Mulville narra en este libro las emocionantes aventuras y desventuras sufridas a bordo de su velero, L’Aventurier, en un viaje que –como ya dijimos– presenta la particularidad de tener a Canarias como punto de salida y no como destino, que es lo habitual en este tipo de obras en nuestra bibliografía. El autor, nacido en 1916, sale el 1 de diciembre de 1954 del Puerto de Santa Cruz de La Palma en compañía del sueco Ulf Axen, con quien compartirá la experiencia de atravesar el Atlántico rumbo a las Antillas, en bastante más tiempo del calculado, así como varios meses visitando diversas islas de esta zona. La obra está estructurada en dos partes, con sendos mapas de Canarias y las islas del Caribe y una foto del barco en la contraportada. La primera parte está organizada en quince capítulos que nos relatan los pormenores de la salida de Canarias 50 Ibídem, p. 20.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 624 26625 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 27 y los contratiempos durante el trayecto con rumbo a la isla de Antigua; y la segunda, de nueve capítulos, describe la estancia y las peripecias vividas en esta y otras islas del Caribe. Aunque es muy poco lo que Mulville comenta sobre Canarias, tanto el estilo como la narración de los hechos, salpicados por las opiniones vertidas sobre temas muy humanos, hacen que la lectura sea muy amena y se haga difícil para el lector despegarse de sus páginas. Así, al conseguir en la capital palmera, un lugar en el que «todo se sabía»51, las provisiones y los enseres necesarios para iniciar el ansiado viaje, escribe: «Me resultaba triste dejar aquella pequeña ciudad blanca, con su puerto, sus flores, su amable gente y su simplicidad. Pienso ahora en ella con gran agrado»52. Nos habla de un vendedor de frutas y verduras, que era «un hombre muy importante en la isla»53, y nos cuenta: Era inteligente y había leído mucho, y en cualquier otra sociedad probablemente habría sido alcalde. Pero una vez, durante los días de la Guerra Civil, había luchado contra Franco, así que se tenía por un hombre afortunado al tener una tienda que iba muy bien, y por mantener su integridad física y todas sus facultades. Hacía tiempo que le habían retirado el pasaporte y lo vigilaban. La policía y los oficiales le perseguían pero él se sentía seguro54. Durante los primeros días de navegación hacían turnos para cocinar y comían tres veces al día. El desayuno, en concreto, consistía en «fruta y ese sustituto español indispensable para todo que se llama gofio»55. En la contraportada del libro se ofrecen algunos datos de la vida del autor, tales como que al dejar el colegio se puso a trabajar en una compañía de seguros y sirvió en el Ejército del Aire durante la guerra, tras la que desempeñó innumerables trabajos de índole muy diversa. Así, durante cinco semanas tuvo un pub que presumía de disponer de la mejor bodega de Ingla51 Mulville (1960), p. 25. 52 Ibídem, p. 18. 53 Ibídem, p. 18. 54 Ibídem, p. 24. 55 Ibídem, p. 32.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 626 28 terra, se dedicó a la pintura, al diseño, participó en expediciones científicas, etc. Curioseando en internet, encontramos la página web de Joyce Marlow, una actriz nacida en Manchester en 1929 que desempeñó su carrera artística entre 1949 y 1966, y en cuya autobiografía aparece el nombre de Dan Mulville, al que dedica una sección titulada «Dan Mulville, my first lover». Aquí nos cuenta que durante una temporada en el Leicester Opera House, Mulville fue artista escénico, algo en lo que, al parecer se estrenaba, pero que hizo muy bien. Reproducimos a continuación nuestra traducción de algunos detalles que esta actriz da sobre nuestro autor y que, aunque no están contrastados, nos parecen de interés porque pueden ayudar a hacernos una semblanza de la personalidad de este escritor: Yo tenía 21 años y él 35. Me cortejó de una manera muy graciosa y con asiduidad, y no pude encontrar mejor maestro para perder mi virginidad, ya que Dan creía que hacer el amor era un arte que pocos seres humanos se molestaban en aprender. Dada mi curiosidad, pronto descubrí que provenía de una familia protestante del ulster, que se había educado en un colegio inglés privado (no recuerdo cuál) y que navegar era su gran pasión. Justo antes de la Segunda Guerra Mundial entró en el cuerpo de policías palestino, una decisión un tanto extraña para un iconoclasta como él, pero algo quizá no más curioso que la temporada que pasó George Orwell en la policía colonial de Birmania. Durante la Guerra, Dan regresó a Inglaterra para alistarse en las fuerzas aéreas, otra decisión bastante peculiar para un apasionado de la navegación. […] se negó a bombardear las ciudades alemanas. En el juicio militar, se aceptó su petición de objeción de conciencia y lo desterraron a las islas Shetland. Tras varias semanas allí, después de haber devorado todos los libros que pudo encontrar, y aburrido como una ostra, de algún modo consiguió volver al continente, primero a Edimburgo y luego a Londres, donde trabajó como taxista hasta que acabó la Guerra, cuando creo que hubo una amnistía para los objetores de conciencia. […] Estuvo casado en dos ocasiones, la primera con la hermana de Rex Harrison, y se divorció dos veces. Parte del problema era su esterilidad, resultado de haber recibido una patada en los testículos mientras jugaba al rugby en el colegio. Por naturaleza era un trotamundos, sin ninguna sede permanente, posesiones o trabajo fijo. Como él mismo decía, no había nacido para ser 627 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 29 marido. Una pena porque fue el hombre más interesante que encontré en toda mi vida. Después de un par de años, incluyendo los fines de semana en el yate que él cuidaba en el río Hamble, nos separamos. En 1960 leí buenas reseñas de un libro titulado Trade Winds and Turtles, autor Dan Mulville. Como era de esperar en alguien tan inteligente y culto como mi examante, se trataba de un libro bien escrito y ameno, que narraba un viaje que comenzó en las Islas Canarias, donde Dan había comprado un viejo pesquero francés, de 40 pies de largo […]. Después de quitarle el motor, con solo un equipamiento básico y sin radio, salió navegando, impulsado por los alisios, […] junto a un joven sueco, hasta las Antillas, a donde llegaron tras vivir experiencias cercanas a la muerte. Las tortugas del título se refieren a las aventuras vividas una vez en las Antillas. Me planteé volver a contactar con Dan a través de la editorial; de vez en cuando me arrepiento de no haberlo hecho, y no tengo ni idea de lo que habrá sido de su vida56. Como vemos, se trata de una publicación y de un autor de gran interés, que en mayor o menor medida han contribuido a difundir el nombre del archipiélago en este amplio campo de la literatura de viajes moderna. Nada hemos podido averiguar, sin embargo, de otro libro sobre el mar que, al parecer, estaba escribiendo en el momento de publicarse este. 2.2 Dos guías turísticas M ontgomery, Andrea & Jack (2009). Going native in Tenerife. Gran Bretaña: www. BookShaker.com. Estamos ante una de las guías que componen la serie «Going Native», publicaciones que, dentro de este subgénero, presumen de tener en mente a un tipo de viajero muy particular y de ir más allá de lo que suelen ofrecer las guías turísticas tradicionales. Los autores pretenden dar una visión de la isla lo más cercana posible a la que tiene el nativo, de ahí el título y el objetivo de ayudar a que el visitante, además de descubrir los secretos de Tenerife, se sienta como en casa –lo que se apunta 56 Cf. [http://www.joycemarlow.co.uk/#2.1.3_Dan_Mulville_my_first_lover].Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 628 30629 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 31 en el subtitulo «the essential guide to making yourself at home» en la parte inferior de la portada–. A lo largo de sus 187 páginas, los Montgomery nos van descubriendo una isla rica y diversa en cuanto a paisajes pero también en lo referente a su historia, su cultura y sus tradiciones, aspectos que no suelen contemplar otras guías, más centradas en los centros turísticos, el ocio y la vida nocturna que ofrece el lugar. Tras decidir en 2003 cambiar su empresa de Manchester por el sol y las fiestas tinerfeñas, Andrea y Jack Montgomery se han convertido en reporteros gráficos especializados en la isla de Tenerife, en cuya zona norte viven rodeados de plataneras y a los pies del Teide, el volcán más alto de Europa y tercero del mundo. El texto está organizado en cuatro secciones principales, seguidas de unas páginas con información sobre los autores y un índice con los nombres de los lugares mencionados. La primera parte, titulada «Overview» ofrece al lector una perspectiva general a modo de introducción, tocando temas como la historia, la singularidad de la gente, la lengua, la cultura, comidas y bebidas, el transporte, el clima, la economía, un calendario de fiestas y un apartado final, denominado «Going native» en el que aportan diversas sugerencias para quienes piensen pasar en la isla un fin de semana, una semana, un mes o el resto de sus vidas, dependiendo de sus preferencias, ya se trate de familias con niños, fanáticos de la cultura, amantes de los deportes, románticos empedernidos (parejas) o amantes de la naturaleza y/o los animales. La segunda sección hace un recorrido por las distintas localidades, empezando por la zona norte, el este, el sur y por último el oeste de Tenerife. En cada lugar informan de las posibilidades de alojamiento, dónde comer y si hay vida nocturna o algún otro aspecto de interés. Las dos últimas secciones se centran respectivamente en dar información esencial para los viajeros (teléfonos para emergencias, algunas notas sobre la delincuencia y la conducción de automóviles, la atención sanitaria y las compras), y una serie de recursos para obtener información (revistas y periódicos, libros de interés, páginas web de utilidad y otros enlaces que pueden ayudar al visitante.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 630 32 Sin quitarle a sus autores el mérito ni restar valor a esta interesante aportación bibliográfica, hay que decir que detectamos algunos errores, como cuando apuntan que en 1983 las Islas Canarias pasaron a ser dos regiones autonómicas, quedando Santa Cruz de Tenerife como la capital de las islas occidentales y Las Palmas de Gran Canaria de las islas orientales57. Hirtes, Matthew (2012). Going local in Gran Canaria. How to turn a holiday destination into a home. Gran Bretaña: Summertime. Estamos ante el trabajo más reciente en lengua inglesa (o al menos uno de ellos) sobre Canarias, y en este caso sobre Gran Canaria. Si bien son muchas las guías turísticas que se publican cada año sobre el archipiélago y sobre cada una de sus islas, hay que decir que, como indica el título, la de Hirtes tiene la particularidad de querer profundizar algo más de lo habitual en la isla y en su historia, su cultura, su gente y sus tradiciones y ser realmente útil tanto a los visitantes que van a quedarse una semana o un mes, como a los que se disponen a residir en Gran Canaria de manera permanente. De hecho el autor, un periodista británico casado con una canaria, lleva ocho años viviendo en esta isla, donde trabaja en una academia de inglés abierta por él junto a su esposa, por lo que está muy bien documentado. Escrita en un estilo divertido, con cierto tono humorístico, la guía ofrece a lo largo de más de doscientas páginas información actualizada sobre todos los temas que cabe esperar en este tipo de publicaciones, y no solo de los lugares que hay que ver sino que también se da información sobre temas como la compra de propiedades inmobiliarias o las oportunidades para ejercer una profesión. Hirtes presume de que en su libro incluso los propios canarios pueden encontrar información que desconocían, y así ha sido en algún punto en nuestro caso; pero nos sorprendió que, al describir la vida cultural en Las Palmas Gran Canaria, se haya olvidado de mencionar el Festival de Música de Canarias, el Festival Internacional de Cine o el Womad, eventos más que consolidados en la capital grancanaria. 57 Montgomery y Montgomery (2009), p. 8.631 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 33Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 632 34 En una primera sección, además de aportar unas buenas pinceladas sobre la historia, la gente, su lengua, la cultura y las tradiciones, las comidas y bebidas típicas, el clima o la economía, Hirtes comenta las posibilidades de encontrar trabajo, de conectarse por internet o usar el móvil, los bancos y su funcionamiento, la atención sanitaria, la educación, el calendario de fiestas, así como distintas actividades de ocio que pueden practicarse, ya sea en familia, o en pareja, o por los amantes de los deportes, los aficionados a eventos culturales, etc. Destaca la sinceridad de sus opiniones, ya que, según confiesa, vivir en Gran Canaria ha supuesto para él una especie de bautizo de fuego, con tantas buenas experiencias como malas. Así, al hablar de las posibilidades de convertir esta isla en un lugar para retirarse, encuentra una desventaja para cada ventaja58. Del trayecto que va desde el aeropuerto a la capital grancanaria señala que es deprimente y que deberían hacer algo para mejorarlo59; y al hablar de Playa del Inglés destaca las dos caras de la moneda: la belleza de la playa y la fealdad de los centros comerciales60. La segunda sección del libro sigue también el patrón típico de las guías turísticas y ofrece información detallada de las distintas localidades de la isla, por zonas, empezando por la zona norte, luego la capital, la zona sur, el oeste y finalmente el centro. De cada municipio informa sobre posibilidades de alojamiento, si hay playas, dónde comer, lugares para el ocio nocturno, posibles atractivos que tenga y fiestas que se celebran. La siguiente sección, mucho más breve, aporta datos importantes para cualquier viajero como son los teléfonos de emergencias y algunos breves comentarios sobre la delincuencia, la conducción, el servicio de salud y las compras. El último apartado se concibe como una sección que recopila distintos tipos de recursos, tales como agencias de empleo, clubs y redes sociales, periódicos y revistas, libros recomendados sobre la isla, páginas web, etc. Se incluye también al final dos páginas con foto y datos 58 Hirtes (2012), p. 58. 59 Ibídem, p. 104. 60 Ibídem, p. 105.633 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 35 sobre el autor, quien, probablemente, se inspiró en la obra que comentamos anteriormente para escribir la suya. Esto al menos parece deducirse de la paráfrasis que se advierte en el título (Going local, frente a Going native). 2.3 Una obra de ficción Brayfield, Celia (2000). Sunset. Londres: Warner Books. Se trata de una de las nueve novelas publicadas hasta ahora por la conocida periodista británica Celia Brayfield, autora también de cuatro libros no fictivos sobre temas como la fama o el arte de escribir bestsellers. Algunas de sus novelas se han llevado a la televisión y al cine. Antes de convertirse en novelista, trabajó durante siete años como crítica de televisión para el periódico The Times. También ha colaborado como crítica en la radio BBC y en varios programas de televisión, así como para diversas publicaciones como el Evening Standard o el New Statesman. Otras facetas suyas son las de haber establecido y dirigido un respetado programa de escritura creativa en la Universidad de Brunel y la de trabajar actualmente como profesora titular en la Bath Spa University, donde imparte clases de escritura creativa. Sabemos también que actualmente vive en Oxfordshire con su hija. En la novela que aquí nos ocupa se combina un argumento principal en el que hay amor, intriga e incluso asesinatos, con la edición de un texto inspirado en un manuscrito del siglo XVIII sobre las primeras erupciones volcánicas en Lanzarote, isla donde se desarrolla la acción, si bien en la obra toma el nombre ficticio de Los Alcazares, algo que sucede también con el resto de topónimos utilizados, con la excepción de Las Palmas, Gran Canaria y Tenerife. Es fácil, no obstante, descubrir desde el principio que se trata de la isla de Lanzarote, no solo por las referencias a la historia, la geografía y la cultura canaria que aparecen en los agradecimientos, sino porque ya en la página 11 del texto, en el primero de los diecisiete capítulos, la autora utiliza un gentilicio clave al escribir: «He’s a conejero, Canarian Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 634 36 homeboy», y aporta datos conocidos como que la isla tiene el peor índice de accidentes de carretera de España61. De manera simplificada, el argumento sería el siguiente: tras llevar una vida un tanto triste e insatisfactoria, Kim conoce a Matthew y ambos se enamoran locamente a primera vista. Deciden irse de Inglaterra y trasladarse a vivir a la bella y romántica isla de Los Alcazares, un paraíso para las vacaciones, y un lugar fantástico para soñar, además de un punto de actividad volcánica lleno de secretos, donde convergen placas tectónicas y donde no puedes confiar en nada, ni siquiera en la propia tierra. Allí ella tenía una amiga, Stella, con la que ya había pasado temporadas en la isla. Un día Tom, el marido de Stella, aparece muerto en su coche y pronto Kim empieza a sospechar que su amiga tiene algo con su novio. Esta erupción de sentimientos y pensamientos se vuelve obsesiva en Kim y corre paralela a las erupciones volcánicas que se describen en la traducción al inglés de los diarios del cura don Agustín Pérez Rosario, en la que ella misma está trabajando, y que se va insertando en el texto de la novela. Dado que Kim era profesora de Geografía y hablaba bien el español, la idea era que esta traducción fuera publicada, junto con un artículo de investigación, en la revista Nature, como un trabajo auspiciado por la Fundación Canaria de Oceanografía. La crítica ha alabado el estilo de Brayfield, que califican de exuberante y poético. Además de escribir muy bien, esta autora destaca por la acertada caracterización de los personajes y la sensibilidad en la descripción de los lugares, así como en saber mantener la intriga y el misterio hasta el final. En medio del desarrollo de la trama de la novela se van desprendiendo algunos retazos sobre la visión de la isla que tiene Brayfield, que parece conocer lo bueno y lo malo de ésta y de la región, como cuando leemos: «Esta es una isla llena de maravillas, pero la mayor de ellas es la puesta de sol y la terraza de Plácido es el mejor lugar para contemplarla»62. O cuando describe Sosiego (que no es otra que la isla de La Graciosa): 61 Brayfiled (2000), p. 9. 62 Ibídem, p. 6.635 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 37 —‘Sosiego. Me voy a Sosiego el fin de semana. Me encanta. Aquello es tan tranquilo’ Sosiego es nuestro refugio, la escapada del fugitivo. Es una auténtica isla desierta, un montoncito de rocas que afloraron a la inmensa superficie del océano hace cuatro millones de años. En una hora puedes caminarla completamente por la amplia playa que la rodea. Se tardan veinte minutos en subir a lo alto de la roca central. Desde el Mirador, puedes ver toda la isla, con su blanca arena que surge en la distancia y el perfil borroso de las rocas detrás. Sosiego es un lugar para viajeros, no para turistas. Es un microcosmos de lo que era Los Alcazares cuando Stella y yo vinimos por primera vez y su simplicidad significa que permanece fiel al espíritu de la mochila, mientras que Alcazares ha cedido a la herejía del Aloha Hawaii Cocktail Lounge63. Igualmente, más adelante escribe: Es solo recientemente que Los Alcazares se ha convertido en destino turístico. A lo largo de la mayor parte de su historia ha sido el culo del mundo. […] La gente nacía aquí, o bien eran abandonados aquí. […] Los restos prehistóricos que se han encontrado en cuevas funerarias sugieren que los primeros isleños eran parecidos en su raza a los beréberes del norte de África64. Y al desplazarse a Las Palmas para obtener más documentos para su traducción en los archivos del que suponemos es El Museo Canario nos dice: «Gran Canaria es […] la pesadilla a gran escala de lo que nuestra isla podría haber llegado a ser si los alcaldes y los artistas no hubieran tomado el control»65. En definitiva, con este trabajo volvemos a comprobar que Canarias se mantiene en el punto de mira de los escritores contemporáneos, traspasando así los límites de los numerosos libros de viajes y de las guías turísticas, ámbitos a los que ha estado y sigue estando muy vinculada. Como podemos comprobar aquí, las islas continúan teniendo protagonismo en obras de ficción como ya vimos en otras publicaciones estudiadas, 63 Ibídem, pp. 77-78. 64 Ibídem, pp. 116-117. 65 Ibídem, p. 315.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 636 38 como las de Cronin (1932-1933), Owen (1933), Eldridge (1959) o Lewis (1962)66. 2.4 Un estudio lingüístico O ftedal, Magne (1978). Lenition in Celtic and in Insular Spanish. The Secondary Voicing of Stops in Gran Canaria. Oslo, Bergen, Stavanger y Tromso: Universitetsforlaget As. Este libro constituye el segundo volumen de una serie de monográficos editados por la Universidad de Oslo y dedicados a los estudios célticos. Como bien sugiere el título, se trata de un estudio fonológico comparado, entre la lengua celta y el español hablado en Gran Canaria. En la introducción, la autora, Magne Oftedal, explica que durante una estancia en esta isla observó que muchos hablantes nativos usaban oclusivas sonoras en palabras en las que el español estándar utiliza oclusivas sordas, tanto entre vocales como en las uniones de palabras; así por ejemplo, en ropa pronunciaban [‘roba], o bien [la ‘gama] por la cama. Este fenómeno le recordó de inmediato el caso de la lenición de oclusivas sordas en el galés y en el bretón, por lo que decidió investigar el tema. Sin embargo, tras revisar toda la literatura que pudo encontrar relativa al español de Canarias y a otros dialectos no consiguió ninguna referencia a este asunto, salvo un trabajo de Alvar en el que este autor indicaba: «En algún estudiante de Agaete (Gran Canaria) me pareció notar una clara sonorización de toda la africada, […] Pero haría falta estudiar detenidamente el habla de esa localidad». Dos años más tarde, Oftedal conoce a Ramón Trujillo en la Universidad de La Laguna, quien le habla de algunos de sus trabajos, en especial de unas encuestas realizadas en Masca, donde este fenómeno de la sonorización secundaria de las oclusivas sordas solía darse, aunque no con tanta frecuencia como en Gran Canaria. Es precisamente el hecho de que un hablante nativo con formación lingüística hubiese encontrado casos del mismo fenómeno 66 Cf. González Cruz (2006, 2008, y 2012).637 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 39 lo que anima a Oftedal a llevar a cabo su estudio, para el que consiguió ayuda económica de una institución noruega, el NAVF (Norwegian Research Council for Science and Humanities). Esto le permitió realizar una estancia de varias semanas en Gran Canaria entre 1975 y 1976, durante la cual alquiló un coche y visitó las localidades de Agaete, San Mateo, Carrizal, Fataga, Arguineguín y Mogán. Se dedicó a entrevistar a personas mayores o de edad mediana y recogió bastante material sonoro en cintas de casette, y también en notas escritas, confirmando que todos los informantes sonorizaban hasta cierto punto las oclusivas sordas. No obstante, finalmente se dio cuenta de que el fenómeno era bastante fácil de detectar, incluso en hablantes jóvenes. Tras ofrecer un listado con los nombres de los participantes en el estudio, aportando una breve semblanza de cada uno (su edad, lugares de nacimiento y de residencia, nivel educativo, trabajos desempeñados), la autora explica la finalidad de la investigación: demostrar que, tanto en posición media como a final de palabra, las oclusivas del español estándar /p t c k/, cuando aparecen entre vocales y entre una vocal y los sonidos /r/, /l/, o bien semivocales, son con frecuencia pronunciadas como oclusivas sonoras, algo que en algunos hablantes sucede de forma habitual; o lo que es lo mismo, que a muchos hablantes de Gran Canaria les cuesta percibir la distinción fonémica que diferencia, por ejemplo, los sonidos intervocálicos [d] y [t], que para ellos es solo alofónica. Estructurado en diez capítulos, precedidos por un prólogo y una introducción, el libro incluye, además de una sección con la bibliografía consultada, un índice con palabras y expresiones españolas que ilustran los distintos tipos de lenición y un apartado final con 37 sonogramas. Uno de los capítulos, el quinto, está dedicado íntegramente al español hablado en Canarias. No obstante, también se hace referencia a otras lenguas y dialectos que presentan características relacionadas con el tema principal de la obra –como el italiano y el griego modernos– por lo que estamos ante un trabajo que resulta de interés tanto para investigadores y estudiosos de las lenguas celtas y romances, así como para los especialistas en fonología y en tipologías lingüísticas. Entre las personas e instituciones a las que la auMª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 638 40 tora agradece la colaboración prestada, vemos –además de al catedrático D. Ramón Trujillo– al Dr. D. Alfonso Armas Ayala, entonces director de los museos insulares de Las Palmas, quien al parecer le facilitó sendas cartas de presentación para los alcaldes de los municipios visitados durante el desarrollo de la investigación. 3. A modo de conclusión El valor documental de todas las obras aquí comentadas es incuestionable, si bien, personalmente, me atrevería a destacar de manera especial la importancia de tres de estas publicaciones. En concreto me refiero a los libros de Mulville, Oftedal y Brayfield, por constituir aportaciones significativas a las categorías bibliográficas en las que hemos clasificado cada uno de ellos. Así, el relato de viajes de Mulville (1960) sale en un momento muy diferente al de la época de mayor esplendor (segunda mitad del siglo XIX y principios del XX) de este género, dentro de lo que podríamos llamar la literatura anglo-canaria. Tiene además la particularidad, como ya dijimos, de narrar un viaje desde y no hacia Canarias, como suele ser habitual. En cuanto al libro de Brayfield (2000), sin duda, es un trabajo que pone de relieve el interés que las islas siguen despertando en autores contemporáneos, y más allá de los géneros tradicionales de la literatura de viajes o las guías turísticas, al tiempo que, por tratarse de una obra de ficción, además muy reciente, contribuye a ampliar el escaso número de registros encontrados hasta ahora dentro de esta modalidad (este sería el quinto). Lo mismo sucede con el trabajo de Oftedal (1978), pues los estudios de carácter lingüístico tampoco son muy abundantes en la bibliografía en lengua inglesa sobre Canarias (apenas cuatro, incluyendo éste). Además, en sus obras, Mulville y Oftedal, cada uno en su ámbito, ponen en contacto a Canarias con otros lugares del planeta, el Caribe y el mundo (o la lengua) celta, respectivamente. En cualquier caso, el valor intrínseco de todos y cada uno de estos trabajos es evidente, ya que todos ellos contribuyen a 639 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 41 conformar el extenso patrimonio bibliográfico de Canarias en lengua inglesa, ampliándolo un poco más con respecto al catálogo inicial de 300 títulos con el que elaboramos nuestras Notas de 2002. Al dar a conocer aquel primer catálogo dimos pie a que a su vez otros estudiosos se animaran a acercar algunos de los textos a los lectores de habla hispana, realizando sendas traducciones. Ojalá que eso también suceda con alguna de las obras aquí incluidas, pues sin duda lo merecen. Este es, en efecto, un valor añadido al que de por sí tiene la labor de localización, recopilación, clasificación y descripción de las obras que se van encontrando: el dar nuevos horizontes de trabajo a otros especialistas. Nuestro objetivo no es otro que el de corroborar la riqueza y el alcance de las relaciones anglo-canarias, según se constata en la existencia de todas estas publicaciones. En este sentido, insistimos en que la vitalidad de estas relaciones explica en parte el hecho de que la labor de registro periódico de las publicaciones nunca pueda darse por terminada. Por ello confiamos en que acertaremos al terminar este artículo sin ponerle un «Fin», sino más bien la muletilla «Continuará». Bibliografía A lbe rich, J. (1978). Bibliografía anglo-hispánica, 1801-1850. Oxford: Dolphins Books / Barcelona: Ed. Gustavo Gili, S.A. Brayfield, C. (2000). Sunset. Londres: Warner Books. Brown, A.S. (1889). Brown’s Madeira, Canary Islands & Azores. Londres: Marston & Co. Ltd. C ronin, A.J. (1932-1933). Grand Canary. A Novel. Nueva York: Grosset & Dunlap Publishers. D uquesne, Ms. (1696). A New Voyage to the East Indies in the Years 1690 and 1691, Being a Full Description of the Isles of Maldives, Cocos, Andamants and the Isle of Ascension, to which Is Added a New Description of the Canary Islands, Cape Verd, Senegal and Gambia. Illustrated with Sculptures, Together with a New Map of the Indies and Another of the Canaries, Done into English from the Paris Edition. Londres: Daniel Dring at the Harrow & Crown. Eldridge, P. (1959). Tales of the Fortunate Isles. Nueva York y Londres: Thomas Yoseloff. Ellerbe ck, J.H.T. (1891). Madeira and the Canary Islands. Being notes written to illustrate certain photographs and lantern slides. Liverpool: Ellerbeck Bros. Printers and Stationers.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 640 42 G onzález cruz, M.I. (2002). Notas para una bibliografía inglesa sobre Canarias. La Laguna: Instituto de Estudios Canarios. G onzález cruz, M.I. (2006). «Realidad y ficción en Grand Canary, la novela de A.J. Cronin en Tenerife», en Morales Padrón, F. (coord.). Actas del XVI Coloquio de Historia Canario-Americana, pp. 1061-1075. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria. G onzález cruz, M.I. (2008). «La visión de Canarias en Tales of the Fortunate Isles (1959) de Paul Eldridge», en Morales Padrón, F. (coord.). Actas del XVII Coloquio de Historia Canario-Americana, pp. 1.495-1.508. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria. G onzález cruz, M.I. (2011). «Un nuevo registro para la bibliografía inglesa sobre Canarias: el texto de Alice Carter Cook (1900) sobre los aborígenes canarios». Estudios Canarios. Anuario del Instituto de Estudios Canarios, núm. 55, pp. 13-63. G onzález cruz, M.I. (2012). «Otra novela inglesa ambientada en Canarias: The Tenth Year of the Ship. A Novel, de Norman Lewis (1962)». Actas del XIX Coloquio de Historia Canario-Americana 2010, pp. 1.731-1746. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria. G onzález cruz, M.I. (en prensa, a). «Bananas about La Palma: de David M. Addison (2008): la isla bonita vista por un turista escocés contemporáneo». Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, núm. 6. G onzález cruz, M.I. (en prensa, b). «Olivia M. Stone y el patrimonio prehispánico grancanario». Historias de viajes. Fráncfort: Peter Lang. Hadfield, W. (1854). Brazil, the River Plate and the Falkland Islands, with the Cape Horn route to Australia: including notices of Lisbon, Madeira, the Canaries and Cape Verds. Londres: Longman, Brown, Green & Longman’s. Hector, Th. (1914). To the Canaries and back. Aberdeen: Rosemount Press. Hirtes, M. (2012). Going local in Gran Canaria. How to turn a holiday destination into a home. Gran Bretaña: Summertime. L e Maire, J.J. (1887). Voyage to the Canaries, Cape Verd & the coast of Africa, under the command of M. Dancourt (1682) trans. from the French of M. Le Maire by Edmund Goldsmith, FRHS. FSA (SCOT). Edimburgo: impresión particular (también en Duquesne [1696]. A new voyage to the East Indies. Londres: D. Dring). L ew is, N. (1962). The Tenth Year of the Ship. A Novel. Londres: Collins. M ilton, J. (1980 [1966]). El Paraíso perdido. Madrid: Espasa Calpe. Colección Austral. Traducción de Dionisio Sanjuán. M ontgomery, A. Montgomery, J. (2009). Going native in Tenerife. BookShaker.com M ulville, D. (1960). Trade winds and turtles. The story of the author’s voyage from the Canary Islands to the West Indies. Londres: The Adventurer’s Club. O ftedal, M. (1978). Lenition in Celtic and in Insular Spanish. The Secondary Voicing of Stops in Gran Canaria. Oslo, Bergen, Stavanger y Tromso: Universitetsforlaget As.641 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 43 O we n, C. (1933). Bencomo. A Tale of Tenerife. Londres: Rich & Cowan Ltd. Oxford Dictionary of National Biography online [disponible en la Biblioteca Nacional de Escocia (National Library of Scotland)]. P e gôt-Ogier, E. (1871). The Fortunate Isles. Londres: Richard Bentley & Son, 2 vols. P ico, B. y Corbe lla, D. (dir. et al.) (2000). Viajeros franceses a las Islas Canarias. Repertorio bio-bibliográfico y selección de textos. La Laguna: Instituto de Estudios Canarios. R obe rts, G. (1726). The four year’s voyages of captain George Roberts, being a series of uncommon events, which befell him in a voyage to the islands of the Canaries, Cape de Verde and Barbadoes, from whence he was bound to the coast of Guiney. Londres: Printed for A. Bettesworth. Wright, J. (1910). Round about Morocco & the Canaries. Glasgow: Grant Educational Co.
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Título y subtítulo | Nuevos registros para la bibliografía en lengua inglesa sobre Canarias: siete relatos de viajes, dos guías turísticas, una obra de ficción y un estudio lingüístico / New English bibliography entries with respect to the Canaries: seven travel accounts, two tourist guides, a work of fiction and a linguistic study |
Autor principal | González Cruz, María Isabel |
Publicación fuente | Anuario de estudios atlánticos |
Numeración | Número 60 |
Sección | Filología |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Las Palmas |
Editorial | Cabildo de Gran Canaria |
Fecha | 2014 |
Páginas | p. 599-644 |
Materias | Canarias ; Historia |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 1017357 Bytes |
Texto | 599 INTERVENCIONES DE DON ANTONIO RUMEU EN LAS CORTES... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS: SIETE RELATOS DE VIAJES, DOS GUÍAS TURÍSTICAS, UNA OBRA DE FICCIÓN Y UN ESTUDIO LINGÜÍSTICO1 NEW ENGLISH BIBLIOGRAPHY ENTRIES WITH RESPECT TO THE CANARIES: SEVEN TRAVEL ACCOUNTS, TWO TOURIST GUIDES, A WORK OF FICTION, AND A LINGUISTIC STUDY Mª Isabel González Cruz* Recibido: 8 de octubre de 2012 Aceptado: 18 de marzo de 2013 Resumen: En este artículo presentamos y comentamos un pequeño corpus de once publicaciones escritas en lengua inglesa que tratan sobre Canarias. Son once nuevos registros que añadir a nuestro primer catálogo bibliográfico de 2002, que reunía 300 títulos. Siete de los textos son relatos de viajes y, como indica el subtítulo, el resto del corpus lo constituyen dos guías turísticas, una obra de ficción y un estudio lingüístico. A pesar de su distinta naturaleza y variada cronología, el interés de todas estas obras es evidente pues pasan a enriquecer todavía más el ya extenso patrimonio bibliográfico insular en lengua inglesa que hemos dado a conocer en trabajos anteriores. Palabras clave: bibliografía inglesa sobre Canarias, relaciones anglo-canarias, literatura de viajes. * Profesora Titular de Filología Inglesa. Departamento de Filología Moderna. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. C/ Pérez del Toro, 1. 35004. Las Palmas de Gran Canaria. España. Teléfono: +34 928 458 957; correo electrónico: migonzalez@dfm.ulpgc.es 1 Este trabajo se enmarca dentro del Proyecto de Investigación FFI2011- 25994, financiado por el Plan Nacional de I+D+I, con el título de “El viaje a Canarias y sus escrituras II: Catálogo digital de autores y textos”, en el que participamos conjuntamente un grupo de profesores de la Universidad de La Laguna y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 600 2 Abstract: In this article, we present and comment on a small corpus of eleven publications written in English that deal with the Canary Islands. These eleven new entries are to be added to the first bibliographical catalogue that was published in 2002 of over 300 titles. Seven of the texts are travel books, as suggested in the subtitle, with the rest of the corpus made up of two tourist guides, a work of fiction, and a linguistic study. In spite of their varied characteristics and chronology, the interest of all the works is obvious since they enrich the already large English bibliographical heritage of the islands, already detailed in previous articles. Keywords: English bibliography on the Canaries, Anglo-Canary relationships, Travel literature. 1. Introducción La bibliografía inglesa sobre Canarias constituye un variado y extenso corpus de gran interés patrimonial, que atrae tanto a los especialistas como al público general. Tras publicar hace unos años un primer repertorio de esa bibliografía2, que reunía 300 títulos, seguimos sorprendiéndonos muy gratamente cada vez que encontramos nuevos trabajos que en su momento no fueron registrados. Así nos sucedió al toparnos con los trabajos de la científica decimonónica norteamericana Alice Carter Cook, autora prácticamente desconocida en las islas3, o con una novela ambientada en Canarias del famoso Norman Lewis4. Conscientes de las muchas dificultades que toda labor recopilatoria conlleva, ya en 2002 advertíamos de que era muy probable que nuestro catálogo estuviera incompleto pues se trata de un tipo de trabajo que es difícil dar por terminado, ya que, por un lado, siguen publicándose nuevas obras5 y, por otro, vamos encontrando otras obras más antiguas que, por distintos motivos, no se habían podido localizar antes. En esta ocasión, queremos presentar y comentar once obras que para nosotros son igualmente novedosas. Como ya se indica en el subtítulo de este artículo, se trata de siete relatos de 2 González Cruz (2002). 3 González Cruz (2011). 4 González Cruz (2012). 5 Véanse la de Hirtes (2012), que presentamos aquí, o la que ya comentamos en González Cruz (en prensa, a).601 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 3 viajes6, dos guías turísticas7, una obra de ficción8 y un estudio lingüístico9. De entre estos autores, solo reconocíamos a uno, J.H.T. Ellerbeck pues otra de sus obras sí había sido incluida en nuestro catálogo bibliográfico de 2002. 2. Los textos Como puede advertirse en sus títulos, la mayoría de los textos que presentamos aquí pertenecen claramente al género de la literatura de viajes, una de las seis categorías en las que en 2002 clasificamos la numerosa bibliografía inglesa sobre Canarias. Además de estos siete relatos de viaje, los trabajos restantes de este nuevo corpus representan a otras tres de las categorías que proponíamos, a saber: guías turísticas, obras de ficción y estudios de carácter histórico, sociocultural o lingüístico (en este caso es un trabajo de carácter lingüístico). Recordamos que las otras dos categorías, aquí no representadas, son las de estudios climáticos-sanitarios y estudios sobre la naturaleza. Como ya vimos en 2002, este último tipo de estudios resultó ser con diferencia el más numeroso y el más difícil de abordar para nosotros, dada la gran cantidad de especialidades científicas y nuestra limitada formación en este campo. A ello se suma el hecho de que al ser el inglés la lengua internacional por excelencia y la lengua de la Ciencia en particular, realmente nos resulta prácticamente imposible controlar este tipo de publicaciones, al ser su número inabarcable. Damos por sentado, pues, que los científicos que investigan los múltiples aspectos de la Naturaleza de las islas siguen publicando en inglés, en revistas científicas internacionales, los resultados de sus trabajos, pero por las razones ahora expuestas no vamos a seguir incluyéndolos en nuestras recopilaciones, si bien lo hicimos en 2002 por motivos allí explicados10. 6 Ellerbebeck (1891), Hadfield (1854), Hector (1914), Le Maire (1887), Mulville (1960), Robe rts (1726), y Wright (1910). 7 Montgomery (2009), e Hirtes (2012). 8 Brayfield (2000). 9 Oftedal (1978). 10 Cf González Cruz (2002), pp. 26-28.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 602 4 Un caso aparte lo constituye la obra de Le Maire (1887), puesto que se trata de una traducción al inglés de un texto escrito originalmente en francés y publicado en esa lengua en 169511. No obstante, lo hemos incluido en nuestro corpus siguiendo el mismo criterio amplio y flexible que en su día establecimos para el resto de la bibliografía12, que era el de guiarnos en nuestra recopilación por “un sentido de totalidad, de abarcar lo más posible»13, con lo cual dábamos cabida a todas las publicaciones escritas en lengua inglesa, ya se tratase de versiones originales o de traducciones al inglés.14 Pensamos que el hecho de que se hayan traducido al inglés es muy significativo, pues es un indicio del impacto de la obra, cuya difusión sin duda consiguió multiplicarse al ser traducida a ese idioma. 2.1. Los relatos de viaje No es de extrañar que entre las obras encontradas ahora las más numerosas sean los relatos de viaje. Como es sabido, este género ya existía en la antigüedad griega y es un tipo de literatura que ha sido cultivada por multitud de autores en todos los tiempos, gozando siempre de una gran popularidad. Además de la distinta cronología de las obras que aquí presentamos, que deriva en la descripción de contextos muy diferentes, otra distinción que puede hacerse al estudiar estos textos de viajes es entre aquellas obras específicamente dedicadas a un viaje a Canarias y otras en las que las referencias a este archipiélago tienen que ver simplemente con una pequeña escala en las islas, de paso en el trayecto hacia otros destinos. Lógicamente eso suele apreciarse en el título y en el menor número de páginas que ocupa la descripción del marco insular. Así, en este pequeño corpus que hoy presentamos, tenemos tres textos que 11 Cf. Pico & Corbe lla (2000). 12 Cf. González Cruz (2002), p. 19. 13 Albe rich (1978), p. XXIX. 14 Ejemplos de otras traducciones del francés al inglés son los trabajos de Duquesne (1696) y Pegôt-Ogier (1871), que fueron incluidos en nuestras Notas (2002).603 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 5 representan el primer caso, son los de Ellerbeck (1891), Thomas Hector (1914) y John Wright (1910), si bien en el primero y el último de estos trabajos Canarias comparte protagonismo con Madeira –algo que ocurre en muchas otras publicaciones, como la famosa guía de A. Samler Brown (1889) – y con Marruecos, respectivamente; mientras que en los trabajos de Hadfield (1854), Le Maire (1887) y Roberts (1726), las páginas que ocupan las referencias a Canarias son muy pocas, a pesar de que el nombre del archipiélago aparezca en los títulos o subtítulos. Un caso especial es el del relato de Mulville (1960), ya que en el viaje narrado el autor no llega a las islas sino que parte de ellas con destino al Caribe. De todos estos relatos de viaje, como ya dijimos en otro lugar, puede decirse que a pesar de la evidente subjetividad de algunas de las opiniones vertidas […], o de la inexactitud de ciertos datos aportados, en general podemos afirmar que la información contenida en cada una de estas obras es realmente valiosa en sí misma, porque cada texto constituye un pedazo de nuestra historia y de nuestra identidad, vistas desde una serie de perspectivas particulares, que globalmente conforman la visión contrastada de la realidad insular del momento. La suma de esas múltiples apreciaciones contribuye, por tanto, a conformar la compleja visión de un archipiélago al que los visitantes sajones ayudaron a desperezarse de un letargo de siglos15. A continuación comentaremos cada uno de estos siete textos de viaje, siguiendo esta vez un orden cronológico: R obeberts, George (1726). The four year’s voyages of captain George Roberts, being a series of uncommon events, which befell him in a voyage to the islands of the Canaries, Cape de Verde and Barbadoes, from whence he was bound to the coast of Guiney. Londres: Printed for A. Bettesworth. De las 458 páginas de este volumen apenas tres hacen referencia a las Islas Canarias, a pesar de que el nombre del archi15 González Cruz (2002), p. 25.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 604 6 piélago aparece en el subtítulo. El autor es un marino, capitán de un barco que, tras varios años comerciando en la Guinea, en septiembre de 1721 firma un contrato para ir a Virginia como primer oficial a bordo del King Sagamore, con el capitán Andrew Scott, a tomar posesión de un barco llamado Dolphin, haciendo escala en Madeira, Canarias y Barbados. La idea era zarpar desde Virginia hasta Guinea para luego transportar esclavos hasta Virginia o Barbados. Al parecer, al llegar a Barbados y tras algunos desacuerdos, finalmente Roberts acepta la oferta del capitán de tomar una pequeña corbeta, el Margaret, en lugar del dinero que le debían, y sale con ella rumbo a Guinea. Durante la travesía fue atacado por unos piratas que le robaron las velas y raptaron a sus hombres y lo dejaron sin provisiones ni hombres, salvo un muchacho y un niño. Tras varias dificultades la corbeta naufragó en una de las solitarias islas de Cabo Verde, y allí permaneció Roberts durante dos años, consiguiendo regresar a Inglaterra en junio de 1725. Se dice que esta historia es pura ficción y que en realidad fue escrita por Defoe, sugerencia que, al parecer, se acepta en el catálogo del Museo Británico, pero con la que muchos no están de acuerdo por considerar que el estilo en el que está escrito el texto es más bien el de un humilde e incompetente imitador de Defoe. Según el Oxford Dictionary of National Biography, hay bastantes evidencias que demuestran que la base de la narración y el apéndice son verdaderos, aunque se admite que hay ciertas inconsistencias en la calidad de la narración que sugieren que podría ser una obra de varios autores, por lo que la cuestión de la posible autoría de Defoe permanece abierta. En cuanto a las referencias a Canarias en el texto, las encontramos entre las páginas 3 y 5, cuando Roberts16. nos cuenta que el capitán cambió de idea y decidió no hacer escala en Madeira, sino en Tenerife, «una de las Islas Canarias y, de hecho, la mejor de todas para el comercio, que es lo que hicimos, y anclamos en la rada de La Orotava, donde el capitán intercambió algunas mercancías por vino»17. 16 Robe rts (1726), p. 3. 17 La traducción al español de esta y el resto de las citas de los libros es nuestra, salvo indicación expresa.605 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 7Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 606 8 Señala Roberts que al levantarse el viento del noroeste fueron obligados a abandonar la rada y levar anclas y salir mar adentro, algo que debían hacer todos los barcos siempre que esto sucedía, si no querían verse envueltos en un gran peligro tanto para sus barcos como para sus vidas. Por suerte, el viento no fue tan peligroso como se esperaba, así que al segundo día volvieron a anclar en la rada. Tras pasar diez días en la isla y cargar cuarenta pipas de vino, zarparon, a pesar de que, según nos dice, hay muchas cosas notables en esta isla, que no son muy conocidas, y de las que podríamos aprovecharnos al tiempo que disfrutarlas (entre las cuales destaca el árbol de coral, que quizá sea el más grande de este tipo de los que se conocen en el mundo; también la Mina de oro dentro de la Punta de Nagos [sic] […]; no obstante, dado que es una isla a la que recurren mucho nuestros barcos, me abstendré de describirla (solo diré que en estas islas se produce el mejor vino que pueda hacerse, creo yo, en todo el universo). […] Zarpamos de la isla de Tenerife al atardecer, con un ligero viento del noreste y del norte […] y durante todo el día siguiente hasta la noche pudimos ver el Pico de Tenerife (que es una montaña alta y puntiaguda que algunos consideran la más alta del mundo). Y aunque entonces nos dimos cuenta de que estábamos a una distancia de poco menos de cuarenta leguas del Pico, podíamos verlo con toda claridad18. Hadfield, William (1854). Brazil, the River Plate and the Falkland Islands, with the Cape Horn route to Australia: including notices of Lisbon, Madeira, the Canaries and Cape Verds. Londres: Longman, Brown, Green & Longmans. Esta obra constituye otro claro ejemplo del tipo de relato de viaje que incluye solo unas breves referencias a Canarias, en tanto que las islas son un punto más de escala en el largo trayecto hacia otro destino. En este caso la mención del nombre del archipiélago en el subtítulo del libro facilita su localización, algo que no siempre sucede. De los quince capítulos del trabajo, precedidos por un prefacio explicativo y una introducción, es el 18 Ibídem, pp. 4-5.607 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 9 tercero, bajo el título de «Madeira to Cape Verds, with a glance at the Canaries», el que nos interesa especialmente, aunque su contenido, en lo referente a las islas es –como ya señalamos– muy breve, puesto que, en realidad, el barco en el que viaja el autor ni siquiera llega a hacer escala en ellas. Una parte de las ilustraciones de la obra están tomadas de unos sketches que pertenecían a Sir W. Gore Ouseley, y a ellas se suman los dibujos de Sir Charles Hothan. El tercer capítulo comienza precisamente tras un dibujo ilustrativo que reproduce el interior de un hotel de Tenerife que, al parecer, fue anteriormente un convento, junto a unos versos tomados del tercer libro de Paradise Lost que rezan: Or other worlds they seem’d, or Happy Isles, Like those Hesperian gardens famed of old, Fortunate fields, and groves, and flowery vales, Thrice happy isles. [«… eran semejantes a otros mundos o a islas dichosas, como los jardines de las Hespérides, famosos en la Antigüedad: ¡campos afortunados, selvas y valles floridos, islas tres veces dichosas!»19 William Hadfield, que residió durante muchos años en Brasil y fue, entre otras cosas, secretario de la South American and General Steam Navigation Company, reconoce que esta ruta es, por lo general, la más agradable del Océano Atlántico, por el tiempo soleado y el frescor de los vientos alisios que soplan del nordeste durante todo el año con regularidad, facilitando la navegación y haciendo que el viaje sea muy placentero para los pasajeros. Al pasar por las islas Afortunadas, pueden ver el Teide gigante a lo lejos, el famosísimo Pico de Tenerife, the Peak, como es conocido en la literatura de viajes en lengua inglesa, elevándose unos tres mil setecientos metros20. El barco, no obstante, mantiene su rumbo directo hacia San Vicente, aunque la cercanía del archipiélago lleva a Hadfield a hacer los siguientes comentarios que traducimos: Las Islas Canarias están tan unidas de forma natural a nuestros primeros conceptos escolares que las asociamos con el 19 Milton (1980 [1966]), p. 58. 20 En el texto original leemos 12.182 pies.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 608 10 hogar de esas encantadoras aves cantoras (ahora universales) a las que han dado el nombre […]. El verdadero canario de estas islas, no obstante, la Fringilla Canaria de Linnaeus, que todavía abunda por aquí, no tiene el color amarillo que ha adquirido en Europa, sino que está en estado salvaje y es del color de nuestro pardillo, siendo el tono amarillo el resultado de los repetidos cruces en estado de cautividad. Las Canarias se encuentran entre las islas que eran conocidas por los antiguos, pero que no fueron descubiertas por los modernos europeos hasta mediados del siglo XV, momento en el que, tras una heroica resistencia, fueron conquistadas por los españoles, que las han conservado desde entonces. Aunque no están situadas exactamente en la ruta hacia Argentina, ni se ha dispuesto que ninguno de los veleros de la compañía haga escala en ellas, no obstante, al estar tan cerca de las Canarias, especialmente de una en particular a la que hace referencia el gran poeta inglés, en unos versos tan magníficos como el fenómeno del que habla: On the other side, Satan, alarmed, Collecting all his might, dilated stood, Like Teneriff’ or Atlas unremoved: His stature reach’d the sky, and on his crest Sat horror plumed. [«Por su parte, Satanás, alarmado, y reuniendo todas sus fuerzas, se eleva grandioso, indestructible como el pico de Tenerife o el Atlas. Con su cabeza toca el cielo; sobre su casco se asienta el horror como un penacho.»21 debemos presentar un recuerdo de nuestra proximidad a tan célebre vecindad; y no podemos hacerlo mejor, o de manera más digna que con el sketch que hemos antepuesto a este capítulo. En una nota a pie de página, Hadfield hace algunos comentarios acerca de dos variedades de un pájaro, el pinzón (Carduelis), y señala cómo escuchar la melodía del canto de un canario en libertad, en plena naturaleza, es algo inigualable. Nos cuenta también que el pájaro canario fue llevado a Europa en el siglo XVI, y se supone que se extendió a partir de la costa italiana, donde naufragó un barco que llevaba una gran cantidad de estas aves junto con otras mercancías. 21 Milton (1980 [1966]), p. 82.609 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 11 Del autor tenemos bastante información gracias al Oxford Dictionary of National Biography, que lo clasifica como escritor y hombre de negocios. Nacido en Liverpool (1806-1887), desde muy joven desarrolló una actividad comercial en toda la zona del Río de la Plata e islas del Atlántico Sur, actividad con la que consiguió popularizar Latinoamérica entre los inversores británicos. Desde 1847 se dedicó también fundamentalmente a escribir y diseminar información acerca de Sudamérica. Además de ejercer como secretario de la Great Southern Railway Company de Buenos Aires, donde fundó la primera agencia de Vapores cuando llegó en 1852, intentó establecer un servicio de vapores en el Paraná y crear líneas de contacto con los países vecinos y Europa. Además del libro que comentamos aquí, en 1869 publicó una versión revisada del mismo con el título de Brazil and the River Plate in 1868, showing the progress since […] his former visit in 1853, y unos años más tarde, en 1877, Brazil and the River Plate, 1870-76. No obstante, sus mayores esfuerzos literarios y comerciales están asociados a la revista Brazil and the River Plate Mail, nombre que luego cambió a South American Journal. Fundada en Londres en noviembre de 1863 y editada por él hasta su muerte en 1887, la revista estaba destinada a los inversores británicos, por lo que publicaba información comercial y financiera sobre esta parte del continente, dedicando mucha atención a los asuntos políticos y económicos de la América Latina. Llegó a ser muy influyente, sobre todo entre 1890 y 1920, su época de mayor esplendor, aunque fue acusada de representar y fomentar demasiado los intereses de los gobiernos sudamericanos y de dar información sesgada. L e Maire, Jacques Joseph (1887). Voyage to the Canaries, Cape Verd & the coast of Africa, under the command of M. Dancourt (1682) trans. from the French of M. Le Maire by Edmund Goldsmith, FRHS. FSA (SCOT). Edinburgh: privately printed. (también en Duquesne 1696. A new voyage to the East Indies. Londres: D. Dring). Este texto, traducido del original francés al inglés por Edmund Goldsmith e impreso en 1887 de manera privada en Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 610 12 Edimburgo, narra los pormenores de un viaje a la costa africana realizado por el autor, Jacques Joseph Le Maire, con sendas escalas en Canarias y las islas de Cabo Verde. Era médico y como tal había estado ejerciendo durante tres años en el Hotel Dieu de París, donde se entera de que M. Dancourt, director general de la Royal African Company, se disponía a zarpar rumbo a Cabo Verde y le propone acompañarle. Salen en barco por el río Loira desde Orleans hacia Nantes, desde donde se dirigen a caballo hasta Brest. Allí pasan dos meses poniendo a punto un barco de 400 toneladas, el Ste. Catherine, con el que hacen el viaje. El miércoles 29 de abril de 1682 Le Maire dice haber visto la isla de Ancerotte [sic], una de las siete Islas Canarias, la cual dejamos a unas diez leguas al sureste. Allí experimentamos una gran calma y mucho calor. El jueves 30 de abril nos encontrábamos a 28 grados y 30 minutos latitud norte y 4 minutos de longitud, tomando –según es costumbre en nuestra nación– el primer meridiano en la Imagen reproducida con el permiso de la National Library of Scotland.611 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 13 isla del Hierro, de forma que al estar a no más de 10 leguas al noreste de la Gran Canaria, nos dirigimos hacia esta isla rápidamente22. La mañana del viernes 1 de mayo divisan una ciudad, Las Palmas de Gran Canaria, defendida por un castillo en un estado lastimoso, desde donde izaron una bandera al divisar al buque, que en respuesta saludó con cinco cañonazos. «No nos devolvieron el saludo,» apunta Le Maire «supongo que porque no tenían pólvora»23. Señala el autor que allí el anclaje era muy bueno, siempre y cuando los barcos no se acercasen mucho a la costa, algo peligroso porque había rocas ocultas por el agua. «De manera que quedamos anclados frente a la ciudad», explica Le Maire, «habitada por doce mil valientes isleños, capaces de repulsar a quienquiera que se atreva a insultarles». Observa que la mayoría de las casas están muy bien construidas aunque son bajas, de solo dos pisos, y apunta también que durante el día apenas se ve gente en las calles. Y añade: Aunque el Obispo, el Gobernador y la gente de categoría tienen su residencia en Tenerife, es en esta capital donde están emplazadas la Sede Episcopal, el Tribunal de la Inquisición y el Parlamento. Hay cuatro conventos de religiosos, uno de los Dominicos, uno de los Franciscanos y los otros de los Bernardinos y los Recoletos. Estas islas, antes llamadas ‘Afortunadas’, llevan este nombre con razón, si tenemos en cuenta la bondad del aire y la fertilidad de la tierra. En ellas abunda el trigo, la cebada, el ganado, ovejas y caza, en resumen, todo lo necesario para la vida. El vino de malvasía se produce aquí en tanta cantidad que cada año suministran a Francia, España, Inglaterra y Holanda. Tras varios párrafos comentando las excelencias del suelo, la bondad de las cosechas y las referencias a las islas como los Campos Elíseos, destino de las almas felices cuando abandonaban los cuerpos, Le Maire menciona brevemente la conquista por parte de los españoles en 1460 y cómo estos, con el deseo de someter totalmente el país a su imperio enviaron a un gran 22 Le Maire (1887), p. 14. 23 Ibídem, p. 15. Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 612 14 número de los aborígenes a España como esclavos. Y escribe: «Estas gentes, y sobre todo los que son de Gran Canaria, son tremendamente agradables con los extranjeros»24. Nos cuenta el autor cómo el Capitán Dancourt fue muy bien recibido por el Gobernador de la isla, y él mismo recibió todas las atenciones imaginables durante los dos días que pasó con él. Visitaron también varias veces el convento de los Bernardinos, donde fueron agasajados por las monjas. Como médico, Le Maire visita también a un abogado muy adinerado cuya esposa estaba enferma, y que intenta convencerle para que se quede en Gran Canaria. Le Maire escribe: Les aseguro que me quedé encantado con este lugar, y que al irme lo hice muy contrariado conmigo mismo. Si alguna vez tuviera que abandonar Francia, sería para irme a vivir a la Gran Canaria, aunque espero no tener que verme nunca obligado a abandonar mi país, cuyos atractivos prefiero a todos los demás25. Mucho tiempo debieron pasar en esta isla –más de 9 meses– puesto que, según nos indica el autor, es en la tarde del sábado 2 de marzo cuando parten rumbo a Santa Cruz de Tenerife, «la más rica de las Islas Canarias»26, a la que llegan el día 4. No obstante, el Gobernador General les prohíbe bajar a tierra, donde querían conseguir algunas provisiones, seguramente por creer que traían alguna enfermedad contagiosa. A pesar de ello, Le Maire ofrece algunos comentarios sobre el Teide, the Peak, y sobre Tenerife. Del primero dice que es una de las montañas más altas del mundo y que puede verse desde el mar a una distancia de 40 leguas, aunque ellos solo consiguieron verlo a unas 12 ó 15, quizá debido a la niebla. De Tenerife dice que ha oído que es la isla más alta del planeta y la más poblada para su tamaño, quince mil habitantes; que produce el malvasía, considerado el mejor vino del mundo. Nuestros viajeros debieron pasar también por la isla de El Hierro, pues el autor había oído hablar del garoé, el árbol 24 Ibídem, p. 17. 25 Ibídem, p. 19. 26 Ibídem, p. 20.613 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 15 maravilloso de hojas alargadas y estrechas siempre verdes, que proporcionaba agua suficiente a sus habitantes y también para el ganado, un milagro de la naturaleza. Le Maire tenía interés en averiguar si esto era cierto, y escribe: «Los habitantes confirmaron mi idea de que esto era pura fábula. Había algunos, sin embargo, que decían que ese árbol pudo haber existido, pero que era imposible que produjera tal cantidad de agua como se le atribuía»27. El martes día 5 continúan la travesía hacia el sur, y abandonan ya el archipiélago con rumbo a la costa africana. Un último episodio de interés sucede el jueves día 7 a mediodía, cuando pasan el trópico de cáncer y celebran la usual ceremonia que los marineros llaman «el bautizo», y que recae sobre quienes no hayan pasado el trópico antes. Lo que hacen es colocar una bañera con agua al pie del palo mayor, con una estaca puesta encima, en cruz. Entonces, quienes ya se han iniciado en viajes anteriores, después de afeitarse, caminan en procesión alrededor del barco, uno sosteniendo un chafarote, otro una sartén y diversos utensilios de cocina. El piloto, para destacarse de los demás, se coloca su abrigo al revés y se pone el primer trapo que encuentra como bufanda. Al terminar la procesión, siempre acompañada por el sonido de las trompetas y los tambores, se procede al bautizo del barco. Si éste ya ha cruzado el trópico en alguna ocasión, le echan encima un número de cubos de agua, mientras que el capitán ofrece algo de beber a los marineros. De estos pasan a los de mayor rango del barco, a quienes obligan a sentarse uno detrás de otro sobre la estaca que ya mencionamos, y los rodean pasándoles una palangana para recibir su contribución como rescate por el bautismo a la vez que les apoya el chafarote en el cuello. Luego el piloto se presenta con la carta marina y hace que el paciente en cuestión ponga la mano donde está el trópico y jure que, en casos similares, llevará a cabo la misma ceremonia con quienes no lo hayan pasado. Por último, le hace una cruz negra en la frente, le tira un poco de agua en la cabeza y le colocan un regalo en la escudilla. Si desean complacer a una persona, la dejan marchar tan pronto como pague el dinero; si no, sacan la estaca y lo tiran al agua echándole encima 20 cubos más de agua. 27 Ibídem, pp. 21-22.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 614 16 Según Le Maire, es necesario llevar a cabo esta ceremonia, y ni siquiera un almirante se puede librar de ella, solo que «no lo zambullen»28. Ellerbebeck, J.H.T. (1891). Madeira and the Canary Islands. Being notes written to illustrate certain photographs and lantern slides. Liverpool: EllerbeckBros. Printers and Stationers. En la misma línea que un trabajo posterior del mismo autor ya comentado en nuestra bibliografía de 2002, estas notas sobre Madeira y Canarias fueron sin duda el material inicial del que surgió la guía publicada un año después en Londres, con el clarificador título de A Guide to the Canary Islands, calling at Madeira. Aunque organizado en epígrafes que, siguiendo el patrón típico de las guías turísticas, hacen referencia a los lugares visitados y a asuntos de interés, el texto sigue más bien el estilo personal y subjetivo de un relato de viaje, de ahí que lo hayamos clasificado como tal. Así por ejemplo, bajo el titular de «La Caldera de la Palma» leemos: Salimos sobre las 3,30 am, volviendo sobre nuestros pasos atravesando viñas y huertos […] y luego, girando a la izquierda atravesando un valle llegamos por fin a la Cumbrecita, que no significa ‘una montaña’ sino ‘sendero a través de las montañas’, y allí descansamos y desayunamos. Hasta ese momento no supe lo sabrosas que eran las sardinas y el pan tostado, cuando hicimos fuego junto a una colina con ramas de pino secas que cogimos de las laderas29. Tras seis páginas iniciales en las que se describe Madeira, la mayor parte del libro, que consta de 31 páginas, se centra en solo tres de las islas del archipiélago canario, a saber, Tenerife, La Palma y Gran Canaria30. El autor da siempre su opinión de lo que ve, sin ocultar los aspectos negativos del lugar. Así, al hablar de la capital grancanaria, nos dice: 28 Ibídem, p. 23. 29 Ellerbe ck (1891), p. 22. 30 Ibídem, pp. 9-19, 19-22 y 23-31 respectivamente.615 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 17 Imagen reproducida con el permiso de la National Library of Scotland.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 616 18 Las Palmas, la capital de Gran Canaria, famosa por nada en particular sino tal vez por haber residido en ella temporalmente Cristóbal Colón de camino a América, está a unas cuatro millas del Puerto. […] el nuevo Puerto de La Luz en La Isleta, es más seguro y mejor y está más protegido por esa pequeña península, pero tenemos un paseo largo y polvoriento en una carretera llana y fea, que pasa junto a unas viviendas que son de lo más simple y feo que ha creado la mano del hombre, sin ninguna pretensión de estilo, sino que son unos sencillos cubos encalados que ni siquiera tienen tejados. En las calles nuevas de la ciudad se ha avanzado algo en cuanto a arquitectura, y hacen recordar a las de estilo moderno de Alemania más que a las inglesas, al igual que las costumbres y la forma de vestir de los canarios adinerados. Más adelante añade: «Vista desde la azotea del Hotel Quiney la ciudad parece haber sido excavada como Pompeya, pero sin su belleza ni su interés»31. No faltan los típicos comentarios positivos hacia los guanches, «esa antigua raza noble, valiente y patriota, que tuvo que ser exterminada antes de ser conquistada»32, y cuyas reliquias están depositadas en el Museo, «lo único interesante de los edificios municipales». Las referencias a los aborígenes se repiten, como en otros muchos relatos de viajeros a quienes les gusta informarse de los pormenores de este pueblo extinguido. Así lo vemos cuando Ellerbeck habla de La Atalaya y sus habitantes, que siguen viviendo en cuevas como sus antepasados guanches y haciendo gala de unos magníficos dientes, al igual que ellos, «quizá porque no toman mucha comida caliente, lo que ayuda a conservarlos»33. Igualmente, al describir Guía y Gáldar, dos pequeñas ciudades que, en su opinión, tienen apariencia oriental, destaca el interés de la Cueva Pintada, cerca de Gáldar, «donde se dice que vivió la bella y famosa reina guanche»34. En esta época, el Ayuntamiento ya había seguido el consejo de Olivia Stone35, y había puesto los medios para preservar y mostrar la cueva y sus pinturas a los visitantes, y así lo señala este autor. 31 Ibídem, p. 23. 32 Ibídem, p. 24. 33 Ibídem, p. 27. 34 Ibídem, p. 29. 35 Cf. González Cruz (en prensa, b).617 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 19 Ellerbeck parece ser un gran amante de la naturaleza y de la vegetación en particular, pues se fija mucho en las distintas especies de árboles y plantas. Así, dedica un epígrafe a la visita a una finca «de un descendiente de los primeros conquistadores españoles de Canarias (de Lugo)», donde le llama la atención «un jardín con la mejor colección de variedades de plantas, muy pocas de ellas reconocidas por los viajeros ingleses». También dedica sendos epígrafes a un árbol «más curioso que bello» y que denomina Papoui,36 a los cactus, al aloe en flor, a la euphorbia canariensis, todo ello en Gran Canaria37. Alaba la belleza de las montañas de Agaete, aunque lamenta que para disfrutar de estos paisajes haya que sufrir las incomodidades de pasar varios días y noches lejos de un buen hotel. «Y es que la única forma de disfrutar por completo de un viaje por estas islas» –escribe– «es acampando y evitando las miserables fondas españolas, […] ya que muchas son sucias y muy caras»38. Lo mismo sucede en San Mateo, un lugar campestre precioso y con mucha agua, en el que «desgraciadamente es difícil conseguir alojamiento, y si se consigue no siempre es al gusto de uno, ya que la limpieza no es una de las virtudes del campesino español»39. Wright, John (1910). Round about Morocco & the Canaries. Glasgow: Grant Educational Co. Como indica el título, la primera y mayor parte de este libro está centrada en la descripción de los lugares y las costumbres de los habitantes de este país norteafricano, siendo el número de páginas que dedica al archipiélago considerablemente menor. Sorprende un poco encontrar en la contraportada, en lugar del habitual paisaje o fotografía del lugar descrito, un retrato del 36 No hemos podido identificar este término, que no parece estar incluido en ninguno de los diccionarios de la lengua inglesa que hemos consultado. Nos planteamos si el autor se estaría refiriendo al papayo, o papayero, árbol frutal muy conocido en las islas, si bien Ellerbeck comenta: “Tiene un fruto con forma de pera, pero nunca he oído decir que fuese comestible” (p. 25). 37 Ellerbe ck (1891), pp. 24-26. 38 Ibídem, p. 29. 39 Ibídem, p. 28.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 618 20 autor, médico de la Compañía de Vapores de Mersey (Mersey Steamship Company). Al parecer, Wright ya había publicado otros trabajos como Cruises in Sunny Seas, o Where the East Touches the West. Tras agradecer la colaboración de un tal Mr. Hibbert, de Bradford, con las fotografías, señala que la descripción de las islas la ha hecho siguiendo sus propias notas, complementándolas con las de otros viajeros. No obstante, nos parece que su relato es bastante superficial y apenas aporta nada nuevo o de interés. Destaca la suavidad del clima de las islas, sano y agradable por sus temperaturas estables, lo que hace que sean consideradas un lugar ideal para el reposo de turistas y convalecientes. De Santa Cruz nombra las banderas de Nelson, que se conservan en la Iglesia de la Concepción, y otros lugares de interés como el Museo de Historia Natural, el Club Inglés, el Casino y la plaza de toros. Confiesa que no subió al Teide, «the Peak», por entender que era algo peligroso, y dice que desde su base a la cima esta «cubierto de todo tipo Imagen reproducida con el permiso de la National Library of Scotland.619 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 21 de vegetación, desde la tropical a la de zona más templada»40. Menciona un tanto de pasada a los guanches, gradualmente exterminados por los españoles tras la conquista, y apunta que el nombre de las islas surge por haber sido el lugar de origen de los pájaros del mismo nombre. De Las Palmas, ya en Gran Canaria, destaca el autor la industria platanera, desarrollada principalmente por el comercio con Inglaterra. Se fija en las altas palmeras que dan su nombre al lugar y embellecen la ciudad, cuyo puerto –que califica de limpio y muy bien cuidado– es un punto de escala y la estación carbonera de todos los vapores con rumbo a Sudáfrica. Hace una mera referencia al teatro, a los edificios municipales y al museo. Visita rápidamente El Monte para tomar el té, y de ahí vuelve al barco para cenar y zarpar rumbo a Madeira, el siguiente destino en el viaje de regreso a casa. Nos sorprende leer que este trayecto Gran Canaria-Madeira duró seis horas41, cuando según Thomas Hector42, su barco tardó treinta horas en llegar a Las Palmas desde Funchal. Hector, Thomas (1914). To the Canaries and back. Aberdeen: Rosemount Press. Este relato, publicado en el fatídico año del comienzo de la Primera Guerra Mundial, recoge la experiencia de una visita a las Islas Canarias, con escalas en Lisboa y en Funchal. En tan solo veinte páginas, el autor nos cuenta los pormenores de este viaje de ida y vuelta a bordo del Águila, un barco de la compañía Yeoward Line, que parte del río Mersey (Liverpool) a fínales de julio de 1914. Hector se recrea en la descripción de los distintos panoramas que la ruta le va brindando, desde el mismo momento de la salida de Liverpool, y nos va ofreciendo escenas inolvidables que reflejan su visión de Lisboa primero y Funchal después, donde ya se fija en un barco alemán que sale detrás del suyo con rumbo a Sudamérica. Al llegar a Gran Canaria los viajeros ya se han enterado de lo peliagudo de la 40 Wright (1910), p. 52. 41 Ibídem, p. 55. 42 Hector (1914), p. 12.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 620 22 situación de crisis europea y están atentos a las noticias que llegan por cable. Hector señala la importancia de Las Palmas como estación carbonera y le llama la atención la presencia de numerosos vapores en su puerto, observando cómo algunos permanecen allí y retrasan su salida, pendientes de la creciente amenaza de guerra entre Gran Bretaña y Alemania. Y leemos: Nuestra información era escasa, pero resultó que aquella tarde el cable alemán de Las Palmas a Emden dejó de funcionar, ya fuera por avería o a propósito. Los rumores o conjeturas se habían extendido en tierra, y la posibilidad de que nos quedáramos atrapados en las islas o de que incluso fuéramos capturados en nuestro viaje de vuelta a casa empezó a atemorizar a algunos. Pero ¡qué rápido había sido todo! Habíamos dejado las tranquilas orillas de Inglaterra solo diez días antes y ahora nos enterábamos de que Gran Bretaña y Alemania están enfrentadas43. El nerviosismo de los pasajeros del Águila se agravaba, según Hector «por la falta de información fiable como la que cualquier británico en el país recibía en su propia casa cada mañana por un penique o menos. Pero estábamos en Las Palmas, y eso ya era suficiente»44. Los ánimos de los pasajeros se restablecieron con la organización de una excursión a El Monte, de la que volvieron eufóricos por todo lo que habían visto allí. A los que se quedaron en la costa, según nos cuenta Hector, los alrededores de Las Palmas les parecieron un yermo árido y poco atractivo. Y añade: «Del trayecto hasta la ciudad, a tres millas del puerto, recorrido por una línea de tranvía, no puede decirse nada bueno […] y el pavimento de la ciudad dejaba mucho que desear, aunque en los jardines y plazas públicas se puede pasar una o dos horas agradables»45. La visita a los puntos de interés de la capital grancanaria incluye la catedral, los edificios municipales y el Palacio de Justicia, donde a los turistas les llama la atención el garrote vil, cuyo macabro funcionamiento les explican. Otro lugar mucho más agradable de ver es el Club Náutico, «un bello 43 Ibídem, pp. 12-13. 44 Ibídem, p. 13. 45 Ibídem, p. 13.621 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 23 edificio que es el sitio favorito de la colonia inglesa de Las Palmas»46, y a uno de cuyos bailes son amablemente invitados. Nos cuenta Hector cómo en el hermoso salón de baile la fiesta estaba amenizada con una música exquisita, que mantuvo al trote a toda la juventud y las bellezas de abordo hasta la medianoche, mientras algunos curiosos, tanto británicos como españoles, miraban. A la mañana siguiente parten rumbo a Tenerife, a cinco horas de navegación, justo cuando ya llevan dos semanas de viaje. Su ilusión por ver el famoso Pico del Teide queda frustrada por las nubes que lo mantuvieron oculto durante todo el tiempo de su estancia en la isla. De Santa Cruz nos dice que les pareció a todos una ciudad más bonita que Las Palmas. Al subir a La Laguna a los viajeros les llama la atención la gran laboriosidad de los campesinos que han sabido aprovechar el escaso terreno volcánico mediante terrazas. Tras describir la belleza de los paisajes, Hector nos narra los pormenores de una tarde muy agradable que pasan en Santa Cruz, en una de cuyas plazas disfrutan de la música de una banda, mientras los caballeros tomaban sus refrescos y las damas hacían algunas compras. Y leemos: «Allí estaban las bellezas españolas con las cabezas descubiertas y sus típicos peinados para nuestra admiración, pero las dificultades del lenguaje nos impidieron intercambiar cualquier tipo de cortesía»47. De vuelta al barco, el siguiente puerto que tocan es el de La Orotava, o sea, el actual Puerto de la Cruz. Hector explica que, aunque se trata de uno de los balnearios o centros de salud favoritos de los británicos, el problema es que no tienen un buen puerto donde los barcos puedan atracar, con lo que los pasajeros deben desembarcar en botes. Tras visitar la villa y admirar las grandes extensiones de plataneras de los señores Yeoward, son recibidos y agasajados con té, pasteles y frutas por un tal Mr. Artus y su esposa, que poseen una magnífica casa con jardines. Seguidamente, nuestros viajeros regresan al Águila, que es cargado con diez mil cajas de plátanos embala46 Ibídem, p. 14. 47 Ibídem, pp. 15-16.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 622 24 dos antes de zarpar de vuelta a Inglaterra. Sin noticias sobre la guerra durante la estancia en La Orotava, la ansiedad invade a los pasajeros y también a los residentes. Así, Hector expresa su desazón cuando escribe: El dueño de un hotel se lamentaba anticipándose a las pérdidas en su negocio y también en el comercio platanero, que supondría la pérdida del trabajo y el hambre para cuatro mil isleños en su comarca. El correo se había suspendido, una señal de mal agüero, y una muchacha escocesa nos encomendó una postal dirigida a su padre, para que la echáramos al primer buzón una vez llegásemos a Inglaterra. ¡Ay que ver cómo las guerras de hoy afectan el trabajo en tantos lugares alejados y a tanta gente diferente, restringiendo el crédito, reduciendo la comunicación y aumentando el sufrimiento de la humanidad!48 El viaje continúa y el Águila vuelve a zarpar esta vez con rumbo de vuelta a Las Palmas y Hector disfruta de la travesía, contemplando el verde paisaje de la costa norte de Tenerife, consiguiendo además ver el Teide en todo su esplendor. En el Puerto de la Luz vuelven a cargar otras seis mil cajas de plátanos. De nuevo las noticias que se oyen sobre la guerra son solo rumores, ante los que Hector se declara escéptico, aunque sí que pudieron verificar –nos dice– algunos datos locales, como, por ejemplo, que el precio del carbón en Las Palmas había subido una libra por tonelada, y que el azúcar había duplicado su precio. Y leemos: Ocho barcos alemanes permanecían cerca de la costa, temerosos de aventurarse a zarpar, mientras que el día anterior un par de cruceros británicos habían hecho escala en Las Palmas y, después de repostar carbón rápidamente, habían zarpado muy deprisa. Y aquí estábamos nosotros, ¡a mil seiscientas millas de casa, sin un periódico o carta que nos dijera lo que estaba pasando en Europa, condenados a esperar hasta que llegásemos para averiguarlo!49 A pesar de esta incertidumbre, el viaje de vuelta a casa fue bastante agradable, según nos cuenta Hector, en tanto que los 48 Ibídem, p. 18. 49 Ibídem, p. 19.623 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 25 pasajeros disfrutaron de una buena camaradería que se hizo patente entre amigos ingleses, galeses y escoceses que hablaban de lo importante de la unidad de los pueblos de su isla y su disposición a esa unidad, si fuera necesario, en apoyo de su rey y de su país. El relato acaba con el agradecimiento de Hector a la compañía de los señores Yeoward por el espíritu de disciplina y buena voluntad con el que habían sabido impregnar a todos sus empleados y su sentir de que había tenido mucha suerte al viajar en uno de los barcos de esa naviera. Y concluye: Así que a las numerosas tentaciones para viajar fuera de vacaciones hay que añadir un crucero a Canarias […] y, aunque tiene menos publicidad y menos impacto, esta tentación bien merece todo lo que se pueda decir y escribir sobre ella50. El libro, breve pero interesante, termina con la firma de Thomas Hector en Aberdeen y la fecha de septiembre de 1914. M ulville, Dann (1960). Trade winds and turtles. The story of the author’s voyage from the Canary Islands to the West Indies. Londres: The Adventurers Club. El irlandés Dan Mulville narra en este libro las emocionantes aventuras y desventuras sufridas a bordo de su velero, L’Aventurier, en un viaje que –como ya dijimos– presenta la particularidad de tener a Canarias como punto de salida y no como destino, que es lo habitual en este tipo de obras en nuestra bibliografía. El autor, nacido en 1916, sale el 1 de diciembre de 1954 del Puerto de Santa Cruz de La Palma en compañía del sueco Ulf Axen, con quien compartirá la experiencia de atravesar el Atlántico rumbo a las Antillas, en bastante más tiempo del calculado, así como varios meses visitando diversas islas de esta zona. La obra está estructurada en dos partes, con sendos mapas de Canarias y las islas del Caribe y una foto del barco en la contraportada. La primera parte está organizada en quince capítulos que nos relatan los pormenores de la salida de Canarias 50 Ibídem, p. 20.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 624 26625 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 27 y los contratiempos durante el trayecto con rumbo a la isla de Antigua; y la segunda, de nueve capítulos, describe la estancia y las peripecias vividas en esta y otras islas del Caribe. Aunque es muy poco lo que Mulville comenta sobre Canarias, tanto el estilo como la narración de los hechos, salpicados por las opiniones vertidas sobre temas muy humanos, hacen que la lectura sea muy amena y se haga difícil para el lector despegarse de sus páginas. Así, al conseguir en la capital palmera, un lugar en el que «todo se sabía»51, las provisiones y los enseres necesarios para iniciar el ansiado viaje, escribe: «Me resultaba triste dejar aquella pequeña ciudad blanca, con su puerto, sus flores, su amable gente y su simplicidad. Pienso ahora en ella con gran agrado»52. Nos habla de un vendedor de frutas y verduras, que era «un hombre muy importante en la isla»53, y nos cuenta: Era inteligente y había leído mucho, y en cualquier otra sociedad probablemente habría sido alcalde. Pero una vez, durante los días de la Guerra Civil, había luchado contra Franco, así que se tenía por un hombre afortunado al tener una tienda que iba muy bien, y por mantener su integridad física y todas sus facultades. Hacía tiempo que le habían retirado el pasaporte y lo vigilaban. La policía y los oficiales le perseguían pero él se sentía seguro54. Durante los primeros días de navegación hacían turnos para cocinar y comían tres veces al día. El desayuno, en concreto, consistía en «fruta y ese sustituto español indispensable para todo que se llama gofio»55. En la contraportada del libro se ofrecen algunos datos de la vida del autor, tales como que al dejar el colegio se puso a trabajar en una compañía de seguros y sirvió en el Ejército del Aire durante la guerra, tras la que desempeñó innumerables trabajos de índole muy diversa. Así, durante cinco semanas tuvo un pub que presumía de disponer de la mejor bodega de Ingla51 Mulville (1960), p. 25. 52 Ibídem, p. 18. 53 Ibídem, p. 18. 54 Ibídem, p. 24. 55 Ibídem, p. 32.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 626 28 terra, se dedicó a la pintura, al diseño, participó en expediciones científicas, etc. Curioseando en internet, encontramos la página web de Joyce Marlow, una actriz nacida en Manchester en 1929 que desempeñó su carrera artística entre 1949 y 1966, y en cuya autobiografía aparece el nombre de Dan Mulville, al que dedica una sección titulada «Dan Mulville, my first lover». Aquí nos cuenta que durante una temporada en el Leicester Opera House, Mulville fue artista escénico, algo en lo que, al parecer se estrenaba, pero que hizo muy bien. Reproducimos a continuación nuestra traducción de algunos detalles que esta actriz da sobre nuestro autor y que, aunque no están contrastados, nos parecen de interés porque pueden ayudar a hacernos una semblanza de la personalidad de este escritor: Yo tenía 21 años y él 35. Me cortejó de una manera muy graciosa y con asiduidad, y no pude encontrar mejor maestro para perder mi virginidad, ya que Dan creía que hacer el amor era un arte que pocos seres humanos se molestaban en aprender. Dada mi curiosidad, pronto descubrí que provenía de una familia protestante del ulster, que se había educado en un colegio inglés privado (no recuerdo cuál) y que navegar era su gran pasión. Justo antes de la Segunda Guerra Mundial entró en el cuerpo de policías palestino, una decisión un tanto extraña para un iconoclasta como él, pero algo quizá no más curioso que la temporada que pasó George Orwell en la policía colonial de Birmania. Durante la Guerra, Dan regresó a Inglaterra para alistarse en las fuerzas aéreas, otra decisión bastante peculiar para un apasionado de la navegación. […] se negó a bombardear las ciudades alemanas. En el juicio militar, se aceptó su petición de objeción de conciencia y lo desterraron a las islas Shetland. Tras varias semanas allí, después de haber devorado todos los libros que pudo encontrar, y aburrido como una ostra, de algún modo consiguió volver al continente, primero a Edimburgo y luego a Londres, donde trabajó como taxista hasta que acabó la Guerra, cuando creo que hubo una amnistía para los objetores de conciencia. […] Estuvo casado en dos ocasiones, la primera con la hermana de Rex Harrison, y se divorció dos veces. Parte del problema era su esterilidad, resultado de haber recibido una patada en los testículos mientras jugaba al rugby en el colegio. Por naturaleza era un trotamundos, sin ninguna sede permanente, posesiones o trabajo fijo. Como él mismo decía, no había nacido para ser 627 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 29 marido. Una pena porque fue el hombre más interesante que encontré en toda mi vida. Después de un par de años, incluyendo los fines de semana en el yate que él cuidaba en el río Hamble, nos separamos. En 1960 leí buenas reseñas de un libro titulado Trade Winds and Turtles, autor Dan Mulville. Como era de esperar en alguien tan inteligente y culto como mi examante, se trataba de un libro bien escrito y ameno, que narraba un viaje que comenzó en las Islas Canarias, donde Dan había comprado un viejo pesquero francés, de 40 pies de largo […]. Después de quitarle el motor, con solo un equipamiento básico y sin radio, salió navegando, impulsado por los alisios, […] junto a un joven sueco, hasta las Antillas, a donde llegaron tras vivir experiencias cercanas a la muerte. Las tortugas del título se refieren a las aventuras vividas una vez en las Antillas. Me planteé volver a contactar con Dan a través de la editorial; de vez en cuando me arrepiento de no haberlo hecho, y no tengo ni idea de lo que habrá sido de su vida56. Como vemos, se trata de una publicación y de un autor de gran interés, que en mayor o menor medida han contribuido a difundir el nombre del archipiélago en este amplio campo de la literatura de viajes moderna. Nada hemos podido averiguar, sin embargo, de otro libro sobre el mar que, al parecer, estaba escribiendo en el momento de publicarse este. 2.2 Dos guías turísticas M ontgomery, Andrea & Jack (2009). Going native in Tenerife. Gran Bretaña: www. BookShaker.com. Estamos ante una de las guías que componen la serie «Going Native», publicaciones que, dentro de este subgénero, presumen de tener en mente a un tipo de viajero muy particular y de ir más allá de lo que suelen ofrecer las guías turísticas tradicionales. Los autores pretenden dar una visión de la isla lo más cercana posible a la que tiene el nativo, de ahí el título y el objetivo de ayudar a que el visitante, además de descubrir los secretos de Tenerife, se sienta como en casa –lo que se apunta 56 Cf. [http://www.joycemarlow.co.uk/#2.1.3_Dan_Mulville_my_first_lover].Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 628 30629 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 31 en el subtitulo «the essential guide to making yourself at home» en la parte inferior de la portada–. A lo largo de sus 187 páginas, los Montgomery nos van descubriendo una isla rica y diversa en cuanto a paisajes pero también en lo referente a su historia, su cultura y sus tradiciones, aspectos que no suelen contemplar otras guías, más centradas en los centros turísticos, el ocio y la vida nocturna que ofrece el lugar. Tras decidir en 2003 cambiar su empresa de Manchester por el sol y las fiestas tinerfeñas, Andrea y Jack Montgomery se han convertido en reporteros gráficos especializados en la isla de Tenerife, en cuya zona norte viven rodeados de plataneras y a los pies del Teide, el volcán más alto de Europa y tercero del mundo. El texto está organizado en cuatro secciones principales, seguidas de unas páginas con información sobre los autores y un índice con los nombres de los lugares mencionados. La primera parte, titulada «Overview» ofrece al lector una perspectiva general a modo de introducción, tocando temas como la historia, la singularidad de la gente, la lengua, la cultura, comidas y bebidas, el transporte, el clima, la economía, un calendario de fiestas y un apartado final, denominado «Going native» en el que aportan diversas sugerencias para quienes piensen pasar en la isla un fin de semana, una semana, un mes o el resto de sus vidas, dependiendo de sus preferencias, ya se trate de familias con niños, fanáticos de la cultura, amantes de los deportes, románticos empedernidos (parejas) o amantes de la naturaleza y/o los animales. La segunda sección hace un recorrido por las distintas localidades, empezando por la zona norte, el este, el sur y por último el oeste de Tenerife. En cada lugar informan de las posibilidades de alojamiento, dónde comer y si hay vida nocturna o algún otro aspecto de interés. Las dos últimas secciones se centran respectivamente en dar información esencial para los viajeros (teléfonos para emergencias, algunas notas sobre la delincuencia y la conducción de automóviles, la atención sanitaria y las compras), y una serie de recursos para obtener información (revistas y periódicos, libros de interés, páginas web de utilidad y otros enlaces que pueden ayudar al visitante.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 630 32 Sin quitarle a sus autores el mérito ni restar valor a esta interesante aportación bibliográfica, hay que decir que detectamos algunos errores, como cuando apuntan que en 1983 las Islas Canarias pasaron a ser dos regiones autonómicas, quedando Santa Cruz de Tenerife como la capital de las islas occidentales y Las Palmas de Gran Canaria de las islas orientales57. Hirtes, Matthew (2012). Going local in Gran Canaria. How to turn a holiday destination into a home. Gran Bretaña: Summertime. Estamos ante el trabajo más reciente en lengua inglesa (o al menos uno de ellos) sobre Canarias, y en este caso sobre Gran Canaria. Si bien son muchas las guías turísticas que se publican cada año sobre el archipiélago y sobre cada una de sus islas, hay que decir que, como indica el título, la de Hirtes tiene la particularidad de querer profundizar algo más de lo habitual en la isla y en su historia, su cultura, su gente y sus tradiciones y ser realmente útil tanto a los visitantes que van a quedarse una semana o un mes, como a los que se disponen a residir en Gran Canaria de manera permanente. De hecho el autor, un periodista británico casado con una canaria, lleva ocho años viviendo en esta isla, donde trabaja en una academia de inglés abierta por él junto a su esposa, por lo que está muy bien documentado. Escrita en un estilo divertido, con cierto tono humorístico, la guía ofrece a lo largo de más de doscientas páginas información actualizada sobre todos los temas que cabe esperar en este tipo de publicaciones, y no solo de los lugares que hay que ver sino que también se da información sobre temas como la compra de propiedades inmobiliarias o las oportunidades para ejercer una profesión. Hirtes presume de que en su libro incluso los propios canarios pueden encontrar información que desconocían, y así ha sido en algún punto en nuestro caso; pero nos sorprendió que, al describir la vida cultural en Las Palmas Gran Canaria, se haya olvidado de mencionar el Festival de Música de Canarias, el Festival Internacional de Cine o el Womad, eventos más que consolidados en la capital grancanaria. 57 Montgomery y Montgomery (2009), p. 8.631 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 33Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 632 34 En una primera sección, además de aportar unas buenas pinceladas sobre la historia, la gente, su lengua, la cultura y las tradiciones, las comidas y bebidas típicas, el clima o la economía, Hirtes comenta las posibilidades de encontrar trabajo, de conectarse por internet o usar el móvil, los bancos y su funcionamiento, la atención sanitaria, la educación, el calendario de fiestas, así como distintas actividades de ocio que pueden practicarse, ya sea en familia, o en pareja, o por los amantes de los deportes, los aficionados a eventos culturales, etc. Destaca la sinceridad de sus opiniones, ya que, según confiesa, vivir en Gran Canaria ha supuesto para él una especie de bautizo de fuego, con tantas buenas experiencias como malas. Así, al hablar de las posibilidades de convertir esta isla en un lugar para retirarse, encuentra una desventaja para cada ventaja58. Del trayecto que va desde el aeropuerto a la capital grancanaria señala que es deprimente y que deberían hacer algo para mejorarlo59; y al hablar de Playa del Inglés destaca las dos caras de la moneda: la belleza de la playa y la fealdad de los centros comerciales60. La segunda sección del libro sigue también el patrón típico de las guías turísticas y ofrece información detallada de las distintas localidades de la isla, por zonas, empezando por la zona norte, luego la capital, la zona sur, el oeste y finalmente el centro. De cada municipio informa sobre posibilidades de alojamiento, si hay playas, dónde comer, lugares para el ocio nocturno, posibles atractivos que tenga y fiestas que se celebran. La siguiente sección, mucho más breve, aporta datos importantes para cualquier viajero como son los teléfonos de emergencias y algunos breves comentarios sobre la delincuencia, la conducción, el servicio de salud y las compras. El último apartado se concibe como una sección que recopila distintos tipos de recursos, tales como agencias de empleo, clubs y redes sociales, periódicos y revistas, libros recomendados sobre la isla, páginas web, etc. Se incluye también al final dos páginas con foto y datos 58 Hirtes (2012), p. 58. 59 Ibídem, p. 104. 60 Ibídem, p. 105.633 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 35 sobre el autor, quien, probablemente, se inspiró en la obra que comentamos anteriormente para escribir la suya. Esto al menos parece deducirse de la paráfrasis que se advierte en el título (Going local, frente a Going native). 2.3 Una obra de ficción Brayfield, Celia (2000). Sunset. Londres: Warner Books. Se trata de una de las nueve novelas publicadas hasta ahora por la conocida periodista británica Celia Brayfield, autora también de cuatro libros no fictivos sobre temas como la fama o el arte de escribir bestsellers. Algunas de sus novelas se han llevado a la televisión y al cine. Antes de convertirse en novelista, trabajó durante siete años como crítica de televisión para el periódico The Times. También ha colaborado como crítica en la radio BBC y en varios programas de televisión, así como para diversas publicaciones como el Evening Standard o el New Statesman. Otras facetas suyas son las de haber establecido y dirigido un respetado programa de escritura creativa en la Universidad de Brunel y la de trabajar actualmente como profesora titular en la Bath Spa University, donde imparte clases de escritura creativa. Sabemos también que actualmente vive en Oxfordshire con su hija. En la novela que aquí nos ocupa se combina un argumento principal en el que hay amor, intriga e incluso asesinatos, con la edición de un texto inspirado en un manuscrito del siglo XVIII sobre las primeras erupciones volcánicas en Lanzarote, isla donde se desarrolla la acción, si bien en la obra toma el nombre ficticio de Los Alcazares, algo que sucede también con el resto de topónimos utilizados, con la excepción de Las Palmas, Gran Canaria y Tenerife. Es fácil, no obstante, descubrir desde el principio que se trata de la isla de Lanzarote, no solo por las referencias a la historia, la geografía y la cultura canaria que aparecen en los agradecimientos, sino porque ya en la página 11 del texto, en el primero de los diecisiete capítulos, la autora utiliza un gentilicio clave al escribir: «He’s a conejero, Canarian Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 634 36 homeboy», y aporta datos conocidos como que la isla tiene el peor índice de accidentes de carretera de España61. De manera simplificada, el argumento sería el siguiente: tras llevar una vida un tanto triste e insatisfactoria, Kim conoce a Matthew y ambos se enamoran locamente a primera vista. Deciden irse de Inglaterra y trasladarse a vivir a la bella y romántica isla de Los Alcazares, un paraíso para las vacaciones, y un lugar fantástico para soñar, además de un punto de actividad volcánica lleno de secretos, donde convergen placas tectónicas y donde no puedes confiar en nada, ni siquiera en la propia tierra. Allí ella tenía una amiga, Stella, con la que ya había pasado temporadas en la isla. Un día Tom, el marido de Stella, aparece muerto en su coche y pronto Kim empieza a sospechar que su amiga tiene algo con su novio. Esta erupción de sentimientos y pensamientos se vuelve obsesiva en Kim y corre paralela a las erupciones volcánicas que se describen en la traducción al inglés de los diarios del cura don Agustín Pérez Rosario, en la que ella misma está trabajando, y que se va insertando en el texto de la novela. Dado que Kim era profesora de Geografía y hablaba bien el español, la idea era que esta traducción fuera publicada, junto con un artículo de investigación, en la revista Nature, como un trabajo auspiciado por la Fundación Canaria de Oceanografía. La crítica ha alabado el estilo de Brayfield, que califican de exuberante y poético. Además de escribir muy bien, esta autora destaca por la acertada caracterización de los personajes y la sensibilidad en la descripción de los lugares, así como en saber mantener la intriga y el misterio hasta el final. En medio del desarrollo de la trama de la novela se van desprendiendo algunos retazos sobre la visión de la isla que tiene Brayfield, que parece conocer lo bueno y lo malo de ésta y de la región, como cuando leemos: «Esta es una isla llena de maravillas, pero la mayor de ellas es la puesta de sol y la terraza de Plácido es el mejor lugar para contemplarla»62. O cuando describe Sosiego (que no es otra que la isla de La Graciosa): 61 Brayfiled (2000), p. 9. 62 Ibídem, p. 6.635 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 37 —‘Sosiego. Me voy a Sosiego el fin de semana. Me encanta. Aquello es tan tranquilo’ Sosiego es nuestro refugio, la escapada del fugitivo. Es una auténtica isla desierta, un montoncito de rocas que afloraron a la inmensa superficie del océano hace cuatro millones de años. En una hora puedes caminarla completamente por la amplia playa que la rodea. Se tardan veinte minutos en subir a lo alto de la roca central. Desde el Mirador, puedes ver toda la isla, con su blanca arena que surge en la distancia y el perfil borroso de las rocas detrás. Sosiego es un lugar para viajeros, no para turistas. Es un microcosmos de lo que era Los Alcazares cuando Stella y yo vinimos por primera vez y su simplicidad significa que permanece fiel al espíritu de la mochila, mientras que Alcazares ha cedido a la herejía del Aloha Hawaii Cocktail Lounge63. Igualmente, más adelante escribe: Es solo recientemente que Los Alcazares se ha convertido en destino turístico. A lo largo de la mayor parte de su historia ha sido el culo del mundo. […] La gente nacía aquí, o bien eran abandonados aquí. […] Los restos prehistóricos que se han encontrado en cuevas funerarias sugieren que los primeros isleños eran parecidos en su raza a los beréberes del norte de África64. Y al desplazarse a Las Palmas para obtener más documentos para su traducción en los archivos del que suponemos es El Museo Canario nos dice: «Gran Canaria es […] la pesadilla a gran escala de lo que nuestra isla podría haber llegado a ser si los alcaldes y los artistas no hubieran tomado el control»65. En definitiva, con este trabajo volvemos a comprobar que Canarias se mantiene en el punto de mira de los escritores contemporáneos, traspasando así los límites de los numerosos libros de viajes y de las guías turísticas, ámbitos a los que ha estado y sigue estando muy vinculada. Como podemos comprobar aquí, las islas continúan teniendo protagonismo en obras de ficción como ya vimos en otras publicaciones estudiadas, 63 Ibídem, pp. 77-78. 64 Ibídem, pp. 116-117. 65 Ibídem, p. 315.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 636 38 como las de Cronin (1932-1933), Owen (1933), Eldridge (1959) o Lewis (1962)66. 2.4 Un estudio lingüístico O ftedal, Magne (1978). Lenition in Celtic and in Insular Spanish. The Secondary Voicing of Stops in Gran Canaria. Oslo, Bergen, Stavanger y Tromso: Universitetsforlaget As. Este libro constituye el segundo volumen de una serie de monográficos editados por la Universidad de Oslo y dedicados a los estudios célticos. Como bien sugiere el título, se trata de un estudio fonológico comparado, entre la lengua celta y el español hablado en Gran Canaria. En la introducción, la autora, Magne Oftedal, explica que durante una estancia en esta isla observó que muchos hablantes nativos usaban oclusivas sonoras en palabras en las que el español estándar utiliza oclusivas sordas, tanto entre vocales como en las uniones de palabras; así por ejemplo, en ropa pronunciaban [‘roba], o bien [la ‘gama] por la cama. Este fenómeno le recordó de inmediato el caso de la lenición de oclusivas sordas en el galés y en el bretón, por lo que decidió investigar el tema. Sin embargo, tras revisar toda la literatura que pudo encontrar relativa al español de Canarias y a otros dialectos no consiguió ninguna referencia a este asunto, salvo un trabajo de Alvar en el que este autor indicaba: «En algún estudiante de Agaete (Gran Canaria) me pareció notar una clara sonorización de toda la africada, […] Pero haría falta estudiar detenidamente el habla de esa localidad». Dos años más tarde, Oftedal conoce a Ramón Trujillo en la Universidad de La Laguna, quien le habla de algunos de sus trabajos, en especial de unas encuestas realizadas en Masca, donde este fenómeno de la sonorización secundaria de las oclusivas sordas solía darse, aunque no con tanta frecuencia como en Gran Canaria. Es precisamente el hecho de que un hablante nativo con formación lingüística hubiese encontrado casos del mismo fenómeno 66 Cf. González Cruz (2006, 2008, y 2012).637 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 39 lo que anima a Oftedal a llevar a cabo su estudio, para el que consiguió ayuda económica de una institución noruega, el NAVF (Norwegian Research Council for Science and Humanities). Esto le permitió realizar una estancia de varias semanas en Gran Canaria entre 1975 y 1976, durante la cual alquiló un coche y visitó las localidades de Agaete, San Mateo, Carrizal, Fataga, Arguineguín y Mogán. Se dedicó a entrevistar a personas mayores o de edad mediana y recogió bastante material sonoro en cintas de casette, y también en notas escritas, confirmando que todos los informantes sonorizaban hasta cierto punto las oclusivas sordas. No obstante, finalmente se dio cuenta de que el fenómeno era bastante fácil de detectar, incluso en hablantes jóvenes. Tras ofrecer un listado con los nombres de los participantes en el estudio, aportando una breve semblanza de cada uno (su edad, lugares de nacimiento y de residencia, nivel educativo, trabajos desempeñados), la autora explica la finalidad de la investigación: demostrar que, tanto en posición media como a final de palabra, las oclusivas del español estándar /p t c k/, cuando aparecen entre vocales y entre una vocal y los sonidos /r/, /l/, o bien semivocales, son con frecuencia pronunciadas como oclusivas sonoras, algo que en algunos hablantes sucede de forma habitual; o lo que es lo mismo, que a muchos hablantes de Gran Canaria les cuesta percibir la distinción fonémica que diferencia, por ejemplo, los sonidos intervocálicos [d] y [t], que para ellos es solo alofónica. Estructurado en diez capítulos, precedidos por un prólogo y una introducción, el libro incluye, además de una sección con la bibliografía consultada, un índice con palabras y expresiones españolas que ilustran los distintos tipos de lenición y un apartado final con 37 sonogramas. Uno de los capítulos, el quinto, está dedicado íntegramente al español hablado en Canarias. No obstante, también se hace referencia a otras lenguas y dialectos que presentan características relacionadas con el tema principal de la obra –como el italiano y el griego modernos– por lo que estamos ante un trabajo que resulta de interés tanto para investigadores y estudiosos de las lenguas celtas y romances, así como para los especialistas en fonología y en tipologías lingüísticas. Entre las personas e instituciones a las que la auMª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 638 40 tora agradece la colaboración prestada, vemos –además de al catedrático D. Ramón Trujillo– al Dr. D. Alfonso Armas Ayala, entonces director de los museos insulares de Las Palmas, quien al parecer le facilitó sendas cartas de presentación para los alcaldes de los municipios visitados durante el desarrollo de la investigación. 3. A modo de conclusión El valor documental de todas las obras aquí comentadas es incuestionable, si bien, personalmente, me atrevería a destacar de manera especial la importancia de tres de estas publicaciones. En concreto me refiero a los libros de Mulville, Oftedal y Brayfield, por constituir aportaciones significativas a las categorías bibliográficas en las que hemos clasificado cada uno de ellos. Así, el relato de viajes de Mulville (1960) sale en un momento muy diferente al de la época de mayor esplendor (segunda mitad del siglo XIX y principios del XX) de este género, dentro de lo que podríamos llamar la literatura anglo-canaria. Tiene además la particularidad, como ya dijimos, de narrar un viaje desde y no hacia Canarias, como suele ser habitual. En cuanto al libro de Brayfield (2000), sin duda, es un trabajo que pone de relieve el interés que las islas siguen despertando en autores contemporáneos, y más allá de los géneros tradicionales de la literatura de viajes o las guías turísticas, al tiempo que, por tratarse de una obra de ficción, además muy reciente, contribuye a ampliar el escaso número de registros encontrados hasta ahora dentro de esta modalidad (este sería el quinto). Lo mismo sucede con el trabajo de Oftedal (1978), pues los estudios de carácter lingüístico tampoco son muy abundantes en la bibliografía en lengua inglesa sobre Canarias (apenas cuatro, incluyendo éste). Además, en sus obras, Mulville y Oftedal, cada uno en su ámbito, ponen en contacto a Canarias con otros lugares del planeta, el Caribe y el mundo (o la lengua) celta, respectivamente. En cualquier caso, el valor intrínseco de todos y cada uno de estos trabajos es evidente, ya que todos ellos contribuyen a 639 NUEVOS REGISTROS PARA LA BIBLIOGRAFÍA EN LENGUA INGLESA SOBRE CANARIAS... Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 41 conformar el extenso patrimonio bibliográfico de Canarias en lengua inglesa, ampliándolo un poco más con respecto al catálogo inicial de 300 títulos con el que elaboramos nuestras Notas de 2002. Al dar a conocer aquel primer catálogo dimos pie a que a su vez otros estudiosos se animaran a acercar algunos de los textos a los lectores de habla hispana, realizando sendas traducciones. Ojalá que eso también suceda con alguna de las obras aquí incluidas, pues sin duda lo merecen. Este es, en efecto, un valor añadido al que de por sí tiene la labor de localización, recopilación, clasificación y descripción de las obras que se van encontrando: el dar nuevos horizontes de trabajo a otros especialistas. Nuestro objetivo no es otro que el de corroborar la riqueza y el alcance de las relaciones anglo-canarias, según se constata en la existencia de todas estas publicaciones. En este sentido, insistimos en que la vitalidad de estas relaciones explica en parte el hecho de que la labor de registro periódico de las publicaciones nunca pueda darse por terminada. Por ello confiamos en que acertaremos al terminar este artículo sin ponerle un «Fin», sino más bien la muletilla «Continuará». 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Being notes written to illustrate certain photographs and lantern slides. Liverpool: Ellerbeck Bros. Printers and Stationers.Mª ISABEL GONZÁLEZ CRUZ Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria. España (2014), núm. 60, pp. 599-641 640 42 G onzález cruz, M.I. (2002). Notas para una bibliografía inglesa sobre Canarias. La Laguna: Instituto de Estudios Canarios. G onzález cruz, M.I. (2006). «Realidad y ficción en Grand Canary, la novela de A.J. Cronin en Tenerife», en Morales Padrón, F. (coord.). Actas del XVI Coloquio de Historia Canario-Americana, pp. 1061-1075. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria. G onzález cruz, M.I. (2008). «La visión de Canarias en Tales of the Fortunate Isles (1959) de Paul Eldridge», en Morales Padrón, F. (coord.). Actas del XVII Coloquio de Historia Canario-Americana, pp. 1.495-1.508. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria. G onzález cruz, M.I. 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