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645 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. SEGUNDA MUESTRA INDIVIDUAL QUE REALIZA EN SU HISTORIAL ARTÍSTICO. 22 DE JUNIO DE 1921. EXPOSITION OF THE WORK OF VICTORIO MACHO IN LAS PALMAS, GRAN CANARIA. THE SECOND INDIVIDUAL EXHIBITION OF WORK THAT HE ACHIEVED IN HIS ARTISTIC HISTORY. THE 22ND OF JUNE, 1921. Teo Mesa* Recibido: 15 de enero de 2010 Aceptado: 19 de abril de 2010 Resumen: Contexto histórico. De-signación del escultor Victorio Ma-cho para realizar el Monumento. Primera Exposición allende la Pe-nínsula y segunda Muestra Indivi-dual de Victorio Macho. Crónicas y críticas de la Exposición. Presenta-ción oficial del boceto del Monu-mento a D. Benito Pérez Galdós y del busto en bronce del poeta To-más Morales Castellano, en Las Pal-mas. Amistad entrañable con el es-critor y dramaturgo Pérez Galdós y con el poeta Tomás Morales. Ubica-ción del Monumento. Palabras claves: Exposición, escul-turas, dibujos y fotografías. Bustos, bocetos. Amistad, Escultor, Escritor y Poeta. Viaje. Abstract: Background. Appointment of sculptor Victorio Macho for the Monument. First exhibition beyond the Peninsula and second individual exhibition of Victorio Macho. Re-ports and criticism of the exhibition. Official presentation of the sketch of the Monument to D. Benito Pérez Galdós and the bronze bust of the poet Tomás Morales Castellano, in Las Palmas. Close friendship with the writer and playwright Pérez Gal-dós and the poet Tomás Morales. Location of the monument. Key words: exhibition, sculptures, drawings and photographs. Bustos, sketches, Friendship, sculptor, wri-ter and poet. Trip. * Doctor en Bellas Artes y artista multidisciplinar. C/ Procurador. Rivero M., 35. 35017. Las Palmas de Gran Canaria. España. Correo electrónico: teomesa@gmail.com. Teléfono: 928-350-308 TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 646 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 2 1. ANTECEDENTES Y CONTEXTO HISTÓRICO DE VICTORIO MACHO El joven estudiante de escultura Victorio Macho Rogado, ingresa a los 18 años en la Escuela de Bellas Artes de San Fer-nando, y llegado a Madrid en 1903, a los 16 años de su vida, con el objeto de cumplir su pertinaz credo vocacional de ser creador de esculturas, dejando atrás su pasado infantil y juvenil en la provincia castellana de Palencia. Durante su filiación en la Es-cuela, acaparó todos los Premios que el Centro docente de arte madrileño otorgaba a sus discípulos, en la alborada aún del in-cipiente arte que consigo llevaban, estimulando así sus talentos y aplicaciones rigurosas demostradas en los cursos reglados. Persona solitaria e inconformista; embargada en la razón por su pasional inquietud artística, libertaria y renovadora, y su rebel-día por los disciplinados cánones de la academia, y contra toda regla imperativa en el arte, que el joven disconforme llevaba marcado en sus genes, quedó reflejada exteriormente desde los primeros momentos de su entrada en aquel templo de forma-ción artística, aunque solo en las técnicas y estilos, no de talen-tos y sensibilidades, que éstos son innatos e imposibles de en-señar a los futuros artistas; o en su caso, docentes del arte plástico. Y en su contumaz disentimiento, exclamaba por los pa-sillos de la docta escuela, su prédica: «¡No!, no comprendo el Arte reducido a formas escolásticas»1. «Nacido en Castillo y recriado en el litoral cántabro, tiene en su espíritu, de Castilla, la emoción estática, del mar, el dinámi-co impulso. Ambos se alzan sobre el planímetro de los estudios y le proporcionan el sentido de la masa, sus equilibrios y sus ritmos, la perspectiva espacial, y, sobre todo, la razón simbolista de obras, cuyo valor estriba, no en el retrato de un hombre (por grande que sea, ‘uno más’ en la relación humana), sino con su trascendencia espiritual: ejemplo, guía, conmemoración. Para mí —dice ingenuamente el escultor—, lo que importa en escultura es la expresión de lo permanente, de lo eterno»2. 1 MON, F. (1979), p. 10. 2 ESPINA, A. (1922), p. 1. 647 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 3 Una vez culminada su preparación en la Escuela y estable-cido en su propio taller en Las Vistillas de la capital madrileña, elaborando allí, además de otras esculturas propias y de dicta-da confección creativa por su ingenio, el primer encargo monu-mental que recibe, el sepulcro del Dr. Llorente (1917), para el cementerio de San Justo en Madrid. Este relieve escultural y el conocimiento de otras de sus múltiples obras, le fueron gran-jeando un merecido espacio de reconocimiento a su plástica de creación e innovación, y de consumada elaboración técnica, en el difícil panorama del arte en la Villa y Corte, ante las cualida-des y competencias existentes entre los escultores. De ahí que se le encargara el primer monumento público del insigne escritor D. Benito Pérez Galdós en 1918, por auspicios de los literatos: hermanos Quintero, José Francés, González Blanco y E. Ra-mírez Ángel, amigos y devotos admiradores del literato, y me-diante suscripción popular para la obtención solo de los costes monetarios, porque el artista aportó altruistamente su labor creadora y de esculpido. Victorio Macho concibe y ejecuta el primer busto de la ima-gen de nuestro egregio literato en 1915. A raíz de este estudio retratístico de la figura de D. Benito, la imagen facial y la ex-presiva de rostro hierático, aunque vivaz y pensante, de mira-da profunda, y escrutadora del Maestro. Tenía ya Macho más que memorizada la estructura anatómica del eximio escritor, por lo que los restantes retratos escultóricos que le hiciera en futuro, serían de fácil concepción para el artista, cambiando solo los formularios estilísticos y conceptuales y significadas simbologías. El entonces joven artista, dibujaba en volumen escultórico la imagen de Galdós en su casa de San Quintín. Al terminar el busto se lo envió, y el muy noble Patriarca le remi-tió una cariñosa misiva, agradeciéndole y felicitándole por tan magistral escultura de su retrato-busto. Este sincero pláceme al escultor, venía de un erudito e intelectual como Galdós, muy buen conocedor y apasionado del arte; y quien además, poseía un demostrado talento para la plástica en la pintura, el dibujo, y la crítica de arte, suficientemente palpables en sus dibujos, viñetas y pinturas en años precedentes (todo ello muy estudia-do por sus investigadores y biógrafos), las cuales siempre ha- TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 648 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 4 bitaron en su inmanente intelecto, y puso en práctica. Este re-trato representa al Galdós de la madurez literaria, al hombre sabio y talentoso, de un momento álgido de su preclara imagen. Dicho busto de D. Benito, de la genialidad y hechura de Ma-cho, ha sido el que más se ha memorizado y conocido; y haber sido la matriz para los tantos que se han reproducido por otros escultores, en distintas materias plásticas de Pérez Galdós, sien-do la figura mitificada y más representativa de la persona y faz del escritor. Deja Victorio Macho su anterior y mencionado taller de Las Vistillas, y tanto esta segunda gran obra monumental de Don Benito, como las creaciones al poeta modernista grancanario Tomás Morales Castellano: busto-retrato, y luego, su sepulcro, (este último con su significativa imagen de Implorante, que fue-ra mostrada en la Exposición de Artistas Ibéricos, en Junio de 1925, en Madrid); fundida en bronce la imagen apolínea del poeta Morales, la cual se enclava en una de las plazas, de la im-portante calle que lleva su poético nombre, de la capital gran-canaria. En la magna Exposición Individual que presentó en el Museo de Arte Moderno en Madrid en 1921, entre enero y mar-zo; y el boceto de la obra del Monumento de Las Palmas de Gran Canaria, al augusto de las letras hispanas Galdós, fueron concebidas volumétricamente en el nuevo estudio del Paseo de Extremadura. Allí llevaban, en 1918 a Galdós, ya ciego, desde su casa de la calle Hilarión Eslava, 5, a que posara para el artista, sentado en un sillón y sobre una tarima, para su monumental obra del Retiro. Pose ésta, de significativa plasmación, profun-da y analítica, en postura sedente de la obra final: de conocida y fija mirada, penetrante en sus asuntos, que todo lo otea y es-cruta y memoriza, que de siempre caracterizó a Galdós, a pesar de afligir su posterior invidencia; con las manos huesudas y dedos largos y sarmentosos, entrelazadas, simbolizantes de no-bleza, trabajo y amistad, y apoyadas sobre sus muslos; y la ha-bitual manta que le cubría de cintura para abajo, cuando en su despacho fecundaba las magistrales obras literarias, en los géli-dos inviernos madrileños, que no pudo nunca superar, quien fuera criado en cálido clima subtropical. 649 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 5 En aquel 1918, con la concepción escultórica de su colosal monumento a D. Benito Pérez Galdós, para el Parque del Reti-ro, instalado en la denominada Glorieta de Galdós, e inaugura-do el 19 de enero de 1919 (justo un año antes del óbito —4 de enero, 1920— del ilustre cíclope de las letras castellanas del s. XIX). Después de haber ‘visto’ el escritor, palpando con sus dedos el rostro, exclamó: «Magnífico, amigo Macho. ¡Y cómo se parece a mí!»3 con sus pupilas secas por la ceguera, que afligió su mente y su cuerpo, en sus diez últimos años de existencia, por la enfermedad de uremia. Esta magna escultura alzaría al escultor al reconocimiento, y a tocar y saborear los verdes lau-reles de la melosa fama, en el arte de la escultura creativa y conmemorativa. Se había descubierto a un eminente escultor y una nueva forma de concebir la escultura moderna española. Era un discípulo del eximio creador y renovador de la escultu-ra Julio Antonio, después de su conocimiento y entrañable amis-tad, con el prontamente fenecido escultor, a los treinta años, y malogrado para el arte, a quien se afilió conceptualmente, como seguidor de su enseñanza, y compartió sus deseos renovadores de quien fue admirador y del cual tomó sus tesis rupturales, en la investigación artística y las prédicas de las nuevas formas estilísticas libertarias, para la creación de la escultura de van-guardia, distante de todo academicismo, con la cual exaltar, además, los rasgos de la raza hispana. Eran las símiles argu-mentaciones que desde estudiante, con sus soflamas, deseaba implantar en sus obras de arte. La dura crítica de arte madrile-ña lo encumbra con las merecidas loas, y los cenáculos del arte le otorgan el honor de reconocerle como prócer de la escultura. Los encargos de retratos y de monumentos públicos conmemo-rativos le llegan multiplicados. Entre los meses de enero, febrero y marzo de 1921, Victorio Macho realiza la primera gran Exposición individual de sus es-culturas en el Museo de Arte Moderno de Madrid, invitado por el director de la misma, ocupando el cargo, el también escultor Mariano Benlliure (a quien le fuera hecho el encargo para la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, de la creación y elabo- 3 MACHO, V. (1972), pp. 296-297. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 650 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 6 ración del monumento al político y Diplomático grancanario D. Fernando León y Castillo, auspiciada por la Real Sociedad Eco-nómica de Amigos del País, y por suscripción popular, ejecután-dolo entre 1923 y 1926; siendo inaugurada el 31 de octubre de 1928). Sita en los bajos de la Biblioteca Nacional, en la que Expone una compilación de obras de los diez años de su prime-ra etapa escultórica, de tendencia ésta, aún modernista. Eran, la casi totalidad, de una década de creación artística y de trabajo subjetivado, renovador e ininterrumpido. En la Muestra presen-tó una variedad de volúmenes pétreos y maderas: obras recrea-das de pura concepción, retratos, un sepulcro, bocetos de próxi-mos monumentos públicos, a elaborar en tamaños reales de gran dimensión y habiendo sido contratados al artista. Victorio Macho Rogado, nacido en la ciudad de Palencia, raíz de los albores en su vocacional vida, y el embrión para despertar en él su sensibilidad innata y la fruición por las artes, debido a la constante contemplación de la imaginería rena-centista de su paisano Alonso Berruguete, de quien asimiló los primigenios magisterios indirectos, y arrobados estímulos en la construcción de los volúmenes escultóricos. Madurado en Ma-drid, en la fecundación de un estilo propio, de hacer novedosas esculturas, que acertadamente afrontó, consiguiendo su perso-nalidad escultórica. Expuesto este breve contexto histórico y curricular de Vic-torio Macho, este artista está paradójicamente muy ligado a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria; tal es, que se le consi-dera por estos lares como un artista de la isla, por las varias obras que en esta urbe se poseen de su creación y cincel; y muy además, porque su nombre como persona; y su firma, como escultor creador y retratista, está íntimamente ligado a dos egre-gias mentes autóctonas que destacaron en el mundo de la crea-ción literaria: en la novela contemporánea del s. XIX, Pérez Galdós; y en la poesía, Tomás Morales, hasta la segunda déca-da de principios del s. XX. Por lo que Macho, queda histórica-mente vinculado y de forma insoslayable, a las dos intelec-tualidades aludidas y a la historia de la ciudad laspalmense, desde el año 1915, y en especial en 1918, hasta principios de la década treinta, consecutivamente; y en años posteriores, y so- 651 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 7 bremanera, cuando se comienza a debatir del pésimo estado del monumento al insigne escritor, por la erosión de las sales mari-nas sobre la piedra; cuando se desmonta la deteriorada escultu-ra de Pérez Galdós esculpida en piedra arenisca de Tafalla (Pamplona); y a posteriori, cuando se sustituye por la de bron-ce, del escultor aragonés Pablo Serrano, para la Plaza de la Fe-ria de la ciudad. Y en los avatares sobre el busto de Tomás Morales, y de su Sepulcro, en el cementerio capitalino, princi-piando la década del veinte. 2. ELECCIÓN DEL ESCULTOR VICTORIO MACHO La anunciada muerte de D. Benito Pérez Galdós se espera-ba muy pronto, por el mal estado de salud y la decrepitud físi-ca en que se encontraba el augusto escritor. Ésta llegó el día cuatro de enero de 1920, habiendo finado en la madrugada de esa misma nocturnidad pasadas las 03,30 horas. El recibo de la mala nueva, acongojó durante bastante tiempo a todos los que le admiraron y respetaron, por su talento y humanidad, y a los canarios especialmente. Con tal motivo y con carácter urgente, el día 7 de enero se publica en la prensa diaria La Provincia, la reunión extraordinaria de la Junta Directiva de la Sociedad Fo-mento y Turismo de Gran Canaria, que al recibirse la luctuosa noticia del fallecimiento del escritor, manifiesta: «Después de breves palabras de la Presidencia encaminadas a demostrar el hondo sentido que ha producido el fatal desenlace de la enfer-medad que aquejaba al insigne literato, cuyas obras ha recorri-do el mundo inmortalizando su nombre, se adoptaron, por una-nimidad, los siguientes acuerdos». Y en el apartado 5º de las decisiones tomadas, se recoge el enaltecer al eminente escritor con un Monumento en su tierra natal: «Impulsar la idea de que se le erija un monumento a la mayor brevedad, dentro de este año, si fuera posible»4. La decisión sobre el escultor que debiera concebir y confec-cionar dicho monumento escultórico fue irrevocable: el artista 4 (s. f.). «La muerte de Galdós», p. 1. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 652 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 8 Victorio Macho. Primero por haber realizado la anterior del Retiro madrileño, a Galdós; y por el conocido busto de D. Beni-to elaborado anteriormente, en 1915, en Santander; y segundo, por la mediación del poeta Tomás Morales, amigo del artista y que aconsejara al eminente escultor, con las plenas garantías de FOTO 1: Caricatura de Victorio Macho.—Insertada en la portada del periódi-co La Crónica, el 1 de julio de 1921. En homenaje al escultor y su exposición en la ciudad. El pie de la excelente creación plástica, dice: «Caricatura del ilustre escultor Victorio Macho, original de nuestro redactor artístico Mano-lo Reyes». 653 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 9 éxito, quien ocupaba el cargo de Vicepresidente del Cabildo In-sular de Gran Canaria. Y su palabra era de ley. La verificación y razones de arte de esta argumentación para la designación del escultor Victorio Macho Rogado, sería expuesta en un artículo escrito por Tomás Morales en las páginas del periódico La Jor-nada, del que suponemos, apeló con su brillante retórica y cau-sas justificadas sobre el creador plástico, porque no se encuen-tra en la hemeroteca de El Museo Canario dicho ejemplar, del día 19 de julio, habiéndose publicado con antelación, el día 16 del mismo mes, en una mancheta sobre la inminente publica-ción del artículo tan esperado para los lectores, por ser tan in-teresante asunto para la ciudad, con el día, epígrafe y el autor: El lunes. La estatua de Galdós. Por Tomás Morales. Dicho artícu-lo sería la piedra filosofal de las causas expuestas por el poeta, para que se le otorgara al escultor castellano, en razón de la eximia figura del novelista grancanario. No obstante, hubo una opinión en contra, la cual fuera por el diputado en las Cortes por la provincia de Las Palmas Leo-poldo Matos, quien tuvo preferencia por la obra del escultor valenciano Mariano Benlliure. Pero dicha idea jamás prosperó, quien el día 19 de julio, en el mismo rotativo, publicó un artí-culo ofreciendo su opinión, aunque sin restar los valores artís-ticos que avalaban a Victorio Macho. Para contactar con el escultor Victorio Macho, se dirige el Presidente del ente señalado, Carlos Navarro Ruíz, con fecha 12 de enero de 1920, a su paisano en Madrid, el Dr. Jerónimo Mejías, el cual tiene considerada amistad con el artista. La mi-siva en su texto, contiene: «Desea nuestra Sociedad impulsar la idea de erigirle en Las Palmas un monumento, y como sabemos la estrecha amistad que une a Vd. con el notable escultor Victorio Macho, encomendamos a usted, si en ello no tuviere inconveniente, el obtener de él un proyecto que no sea muy costoso, pero que corresponda en alguna forma, a la grandiosi-dad de la persona a quien va dedicado, manifestándonos a la vez lo que dicho monumento pudiera costarnos»5. A esta carta le cumplimenta, honrado y con beneplácito, el 27 de enero, el canario y amigo, al Presidente de Fomento y 5 NAVARRO RUIZ, C. (1920), p. 1. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 654 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 10 Turismo, que una vez acusado recibo de la misiva, se puso en contacto con el escultor, de la cual entresacamos: «Dado el ge-nio de Macho creo que hay que dejarle en libertad la ejecución del proyecto, única manera de que la obra pueda ser la admira-ción de propios y extraños». Y le informa a Carlos Navarro, que en opinión del escultor sobre una determinada materia a fundir: «(...) El bronce con la humedad del mar se pone feo, como ocu-rre con el monumento de Pereda en Santander»6. A la epístola remitida por Jerónimo Mejías le contesta su amigo Victorio Macho: «Bien sabe V. amigo Jerónimo, cual es mi punto de vista cuando me encargan una obra escultórica: si el asunto no hermana con mi temperamento, con mi visión es-piritual, renuncio a él. Cuando el homenaje que se hizo al Maestro, yo soñé labrar un Galdós ciclópeo, y aunque no conté con medios para reali-zarlo, en cambio tuve la satisfacción de proporcionar el último alegrón al abuelo cuando sintió a través de su ceguera la luz dorada del bloque en que habría de sobrevivir su imagen pa-triarcal durante siglos y siglos»7. En un artículo, dotado de erudición, por Antonio Espina, publicado en el periódico local El Tribuno, el 5 de noviembre de 1922, hace el autor un parangón entre los escultores del mo-mento en España, teniendo los honores, como preboste de la escultura española contemporánea, al inigualable talento de Julio Antonio, epicentro de la renovación de la escultura con carácter significativo e idealizado y de concepción libertaria. Éste hizo añicos los conceptos decimonónicos y su ruptura con la anterior concepción de la escultura académica, bien la con-memorativa o la de temática idealizada, de tipología vanguardis-ta, tomando un nuevo significado expresivo en la forma de rea-lizar y percibir la misma «dentro de la ley inmutable de la escultura», según apunta. La temprana muerte de Julio Antonio, habiendo dejado pocas, aunque significadas y renovadoras esta-tuas, no fue óbice para descubrir el sendero por los continuado-res, como Macho, de la nueva estatuaria del veinte y de la con- 6 MEJÍAS, J. (1920), p. 1. 7 MACHO, V. (1920), p. 1. 655 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 11 temporaneidad. «Muchos hubieran seguido al joven maestro, la ‘especialidad’ se habría salvado. Pero murió él, y la pacotilla volvió a imponerse. Y todavía se impone. El ‘Bibelot’ ridículo sustituye a la joya orfébrica, y el monigote de piedra, verdade-ro espantapájaros de nuestras plazas, a la otra grande de emo-ción y de concepto»8. Uno de los ‘discípulos’ más sobresalientes de Julio Antonio es, sin duda, el joven palentino Macho, que siguiendo con la renovación trazada por aquél, asume la propuesta de continuar con vanguardistas representaciones y otras formas en el trata-miento de la escultura, pero con su estilo y conceptos propios e inmutables; con su personalidad de ejecutoria, que era el fin trazado desde su primitiva formación en la Escuela de BB. AA.: «Consciente de lo que ésta significa y el sentido histórico de nuestra raza y nuestro país la proporcionan, algunos escultores de ahora preparan en silencio la creación favorable. Y entre ellos, ninguno tan caracterizado como Victorio Macho. Macho Rogado tiene, sobre la mayor parte de sus compañe-ros, la ventaja de una ilustración profunda —literaria y plásti-ca—, y la buena costumbre de pensar (...)»9 3. AMISTAD CON EL POETA TOMÁS MORALES Victorio Macho fue un artista que tuvo muy buena amistad con la intelectualidad de sus coetáneos, de las vivencias en el Madrid de entonces, cultivando con todos los elegidos de men-tes tan preclaras, en todos los ámbitos de la creación y el pen-samiento, una adocenada y sincera amistad. Y cuasi a todos perpetuó con su cincel y la imaginación creadora plástica, en barro o piedra: bustos, monumentos o sepulcros. En uno de los apartados escritos por Victorio Macho, en su libro, titulado Memorias, en los que recapitula su existencia, recuerda en ese capítulo su excelente y dilecta amistad con el poeta grancanario, desde que se conocieran (posiblemente —no 8 ESPINA, A. (1922), p. 1. 9 Ob. Cit., p. 1. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 656 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 12 existen datos fehacientes—, en sus épocas de estudiantes, sobre la primera década del s. XX), cuando el poeta fue estudiante en la Facultad de Medicina, y luego cuando estuvo en Madrid en 1920, presentando con gran éxito su poemario Las Rosas de Hércules, el día 2 de febrero, uniéndolos en respetuosa admira-ción por sus doctas artes del verso y de la materia cincelada o modelada, escribiendo el escultor: «Tuve una noble amistad con el admirado poeta Tomás Morales, quien vino a Madrid para editar sus versos, titulados «Las Rosas de Hércules». Era hom-bre cordialísimo y tenía cerca de dos metros de estatura. Se ha-bía doctorado en Medicina y, además de gran poeta, era tan excelente persona que le nombraron alcalde de Las Palmas10, a donde me invitó oficialmente para encargarme del monumento a Galdós, que se elevó en un malecón frente al mar, y cuando llegué con mí esposa María al puerto donde me esperaban To-más Morales, el gobernador, el presidente de la Sociedad de Fomento y Turismo y otras personalidades, fui recibido con bombo y platillos, como suele decirse. Creí, no obstante, notar en los ojos de aquellas personas cierto desconcierto, sin duda porque no respondía mi figura a lo que ellos habían imaginado, por más que Tomás Morales les dijera que no tenía ni el volu-men ni la imponente barba del Moisés miguelangélico, porque más bien era un hombre menudo y nervioso»11. En la revista Canarias, que se editara en Buenos Aires, des-de finales de la segunda década, de la pasada centuria, con los auspicios de la Asociación Canaria de los integrantes de la co-lonia canaria de emigrados a la República Argentina. Editada aquélla con la colaboración de variadas e importantes plumas y temas referentes a todas las islas del Archipiélago, recoge en una edición, y de los tantos artículos publicados más sobre el poeta modernista, nacido en Moya, en Gran Canaria, y la amis-tad entre los artistas desde 1908. Pululaba por los ambientes de artísticos de Madrid, comentando en dicho texto el escritor y dilecto amigo de ambos, y devoto de Galdós, E. Ramírez Ángel: «Llamábase Tomás Morales; había nacido en una de las Islas 10 [Tomás Morales fue solo Vicepresidente del Cabildo y Presidente en funciones. Elegido por el Partido Demócrata el 19 abril de 1921.] 11 MACHO, V. (1972), pp. 292 y 293. 657 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 13 Afortunadas, y acababa de editar un libro primero, del que nos estaba dando a conocer la tercera parte. El libro se titulaba Poemas de la gloria, del amor y del mar»12. Tomás Morales, poeta; y Victorio Macho, escultor. Ambos se complacen, agraciándose en venerada y honorable amistad, en gestos de entrañable dádiva mística, del uno para con el otro, con lo mejor de sus purezas y quintaesencias artísticas: Macho lo hace con un magistral retrato salido de su modelado de ba-rro y de sus manos de dios creador de la forma plástica, aplicán-dole el talento innato que manaba de los adentros de su íntimo ser (al margen de la imagen Musa de su Sepulcro, después de su fallecimiento). Busto-retrato, por iniciativa de sus llorados ami-gos y hecho factible por suscripción popular, que ilustra el rin-cón de una plaza que lleva su ilustre nominación en la ciudad. Retrato escultórico de gestual trazo con el barro, de nerviosa y precisa aplicación; de inspirado dibujo y encaje; y de predomi-nante expresión y perfil psicológico en un cuerpo desnudo en su origen natural. El poeta Tomás Morales, pone en activo sus mejores estros apolíneos, para con su pluma rimar vaporosos versos de un poema dedicado a su amado amigo creador de for-mas nuevas, expresiones vívidas y sensuales en el barro y la pie-dra, poema que fuera insertado en su poemario y cumbre de sus versos Las Rosas de Hércules. Libro Primero, editado en el año 1920, y en el que se lee, en una de sus estrofas: El Sol por las aristas de tu Galdós resbala, la esperanza en el gesto de la Piedad culmina; y en un descenso místico, por invisible escala, La estela funeraria de San Justo señala la ruta sin retorno que hacia el no ser señala... Victorio Macho asistió a la presentación en el Ateneo de Madrid de su poemario Las Rosas de Hércules. Libro Primero, como se ha indicado. Cuando fuera declamado, con la ‘voz abaritonada’ que caracterizaba al poeta, en la tarde-noche del 2 de febrero de 1920. Y ese mismo día, se confirma la aceptación del joven escultor, para realizar el busto del poeta, manifestan- 12 RAMÍREZ ÁNGEL, E. (1926), pp. 5 y 6. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 658 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 14 do su conformidad a Agustín Millares Carlo, quien envía un cable a la redacción del diario La Jornada, que decía, en resu-men: «Tomás leído anoche libro éxito colosal clamoroso no recordándose otro. Prepárase banquete Ritz. Victorio Macho hará busto del poeta»13. Y además de ello, su dilecta amistad la llevó Macho al extremo de insertar en la base del Monumento de Galdós, y encima de la puerta de la cripta, el poema de Mo-rales La ofrenda emocionada, inspirada para el escritor y drama-turgo, aunque éste, no se inscribió sobre la pared frontal, y solo se quedó en proyecto. En el mismo rotativo, el 24 abril, se da la información, me-diante la prensa, de la generosa aportación creativa, en base a sus demostrados principios de artista puro y vocacional, en su absoluto vivir para y por el arte, de la realización del pedestal de la figura, para instalarla en una de las plazas de la ciudad, su-mándose de esta manera, a la loable ideación de sus amigos, para hacerla realidad y tributarle en vida, el merecido busto a este hijo del Parnaso, según la información cableada de Milla-res Carlo. «Macho está encantado con la idea de la colocación en un sitio público del busto que hizo él de Tomás Morales has-ta el punto que se ha ofrecido desinteresadamente a hacer el pedestal sobre el cual (...)» [se corta la información impresa]14. 4. AMISTAD CON DON BENITO PÉREZ GALDÓS Siendo aún joven —contaba con 28 años— el escultor Ma-cho, osó proponerle al Maestro la realización de un busto-retra-to de su plástica figura; tan singular y seductora, por su fisono-mía para la representación artística; y por la devota admiración y respetuosa intelectualidad que el escritor transmitía, siendo esto motivo suficiente para enraizar, después de tantos encuen-tros y relaciones amistosas: entre charlas, artes y sus similitudes personales, para que complementados los caracteres, las afini-dades por las artes plásticas y sus purezas artísticas, convenci- 13 (s. f.). «Tomás Morales en el Ateneo de Madrid. Éxito clamoroso», p. 2. 14 (s. f.). «Victorio Macho, hará el pedestal para el busto a Tomás Mora-les », p. 1. 659 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 15 das y practicadas, del arte por arte. Y sus comportamentales principios éticos y morales, rezumados de humanidades, fueron los motivos para que se fraguara una fecunda amistad en am-bos. Las mañanas las dedicó el escultor a visitar y retratar al es-critor en su casa de San Quintín, junto a la playa de La Magda-lena, en Santander. Una vez finalizado y entregado el busto, D. Benito recibió su retrato con tal satisfacción y pasmo de notable sorpresa, y de re-conocimiento por tan digna obra de arte, salida del talento y ex-quisita técnica de modelar y dibujar de Victorio Macho. Y tal fue su atónita complacencia, que en impagable resarcir, le remi-tió una misiva, anunciándole que haría lo posible para que el busto se publicara en la portada de la afamada revista La Esfe-ra de Madrid, de tanta tirada y de moda por la época, como así fue15. Como dato anecdótico aportamos, que, el original de este busto lo tenía en su poder el mismo Galdós en su despacho de Madrid; y de ellas, regaló Macho las únicas diez reproducciones a entrañables amigos de ambos, y que querían, sobremanera al augusto escritor. Uno de los agraciados era el literato gran-canario Rafael Mesa, quien tuvo la bondadosa idea de prestarlo a la recién creada, en 1918, Escuela Luján Pérez, de Las Palmas de Gran Canaria, para que ejercitaran con ella los alumnos de modelado (ignorando el benefactor escritor la afeada comercia-lización de copias del busto de Galdós). Tal fue el número de re-producciones hechas de la misma por los dos dicentes causan-tes que, conocido el hecho, por uno de los pupilos, en carta al escultor remitida, culpándose de la tropelía, que hubo de inter-venir el artista y creador Macho, ante el irrespetuoso estropicio. Le envió una misiva al Director del Diario de Las Palmas el 31 de octubre de 1919, para su publicación, y recuerda en su conte-nido, que: «La ley de propiedad artística me ampara, y sin em-bargo, inclinándome a la bondad, pienso que este atropello ha sido emitido por la ignorancia y solo deseo que el público de Ca-narias sepa que el escultor Victorio Macho jamás trafica con su arte como un mercachifle; porque la Naturaleza le donó arrogan- 15 Revista La Esfera, Cubierta. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 660 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 16 cia y su espíritu siente desprecio hacia todas las cosas que se arrastran»16. Y apela a los infractores a retirar sus ‘Galdositos y Galdoses’, de la circulación o en caso contrario les demandaría. La recepción del busto de D. Benito, y el ya germinado afec-to entre ambos, fueron otros gratificados motivos para invitarle a su casa de Hilarión Eslava, en Madrid, cuando regresaran de Santander. «Volví a ver al glorioso anciano, quien me cobró sin-cero cariño y a quien pagué con una fidelidad de mastín caste-llano metamorfoseado en artista. Fue tan generoso y paternal conmigo, que si no aparecía por su hotel, redactaba a su criado una breve epístola, diciéndome: ‘Amigo, Macho, tenemos mucho de qué hablar’17. 16 MACHO, V. (1919), p. 1. 17 MACHO, V. (1972), pp. 296 y 297. FOTO 2: Boceto de la escultura monumental a D. Benito Pérez Galdós. Bronce. Medidas: 36 x 40 x 18,5 cm. Propiedad del Dr. D. Óscar Jiménez. Las Palmas de Gran Canaria. 661 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 17 Describe el escultor el ambiente que se encontraba en la sen-cilla y acogedora vivienda de D. Benito en Madrid, sobre todo la eterna manta que le cubría de los fríos invernales, a los que nunca superó su cuerpo friolero; su impertérrita expresión; su fija y silente atención a todo y todos; sus redondas gafas de absoluta negritud de invidente; ...y la humareda, de fumador empedernido, que envolvía su alargada imagen y peculiar efigie, que no dejaba entrever la canosidad que evidenciaba sus longe-vos años y su morena tez. También asistía Macho a las tertulias con otros de los entrañables amigos del egregio escritor, como los hermanos Serafín y Joaquín Quintero, Pérez de Ayala, Gregorio Marañón, Emiliano Ramírez Ángel, José Francés, etc. Todo ello fue objeto, para rehundir los afectos y admiracio-nes en respetos mutuos en estos grandes artistas, saturados de bonhomía y comprensiva humanidad con todos, y al margen, de sus excelencias artísticas e intelectualidades. Ambos coinciden-tes en un pensamiento liberal y progresista, y por ser grandes apasionados, en sus druidas vocaciones artísticas, sinceras y conscientes, multiplicándose en ellos un entendimiento más profundo, aún si cabe. Y así describía en su texto el escultor: «Don Benito era un hombre de asombrosa sencillez; tanta, que producía a la vez admiración y ternura... ¡Cómo se puede tener tanto talento, ser tan admirado y popular como él lo fue, sin engreírse ni envanecerse! De todos los seres famosos que he conocido y tratado ninguno aventajó a Don Benito en modestia y simpatía humana; por eso le quise tanto, que a veces, sin dar-me cuenta, le llamaba ‘abuelo’. Victorio Macho relata, además, en sus Memorias, el afable consejo que el Maestro le ofrecía en juiciosa letanía y dádiva del triunfo: «Adelante, joven Macho, adelante, siempre adelante’. ¡Y estas frases alentadoras cuántas veces me la repetía a mí cuan-do trabajaba»18. 18 MACHO, V. (1972), pp. 296-297. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 662 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 18 5. LAS FOTOGRAFÍAS DEL BOCETO DEL MONUMENTO Los días 15 y 16 respectivamente, de junio de 1920, se anun-cian en ambos rotativos matutinos: El Tribuno y La Provincia de la capital grancanaria, la llegada en el último correo, de las fo-tografías del proyecto que Victorio Macho envió al Presidente de Fomento y Turismo. En el cual se comunica las dimensiones que la escultura monumental tendrá en su tallado original en esca- FOTO 3: Dibujo de Victorio Macho.—A mano alzada y a lápiz color sepia. Re-presenta la imagen en perspectiva del monumento a D. Benito Pérez Galdós, en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Realizado en 1920 y fue pre-sentado en la memorable exposición de Las Palmas. 663 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 19 la real, haciendo hincapié en el reverso de una de ellas, los des-mesurados tamaños, con el objetivo de destacar la excelsa categoría de tan ilustre personaje: «Seis metros y medio de al-tura. La cabeza de Galdós tendrá unos cincuenta centímetros». En una de las fotografías recibidas, hay una nota de Victorio Macho que dice así: ‘La altura de Galdós, puesta de pie tendrá más de tres metros y medio. Este tamaño colosal solo merecen tenerlo los genios como Él’19. 19 (s. f.). «El monumento a Galdós». El Tribuno, 15 junio, p. 1. FOTO 4: Maqueta del proyecto escultórico.—Realizada por Victorio Macho. Yeso patinado en varios colores. Medidas: 60 x 46 x 65 cm. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 664 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 20 El periódico La Provincia en su edición del día 16 del mis-mo mes, describe el redactor en un sustancioso artículo, des-pués de haber contemplado analíticamente, con toda compla-cencia artística, y devoto reconocimiento, por fin, a Pérez Galdós en su tierra, las fotografías enviadas por el escultor: «El boceto representa a Galdós semiyacente, desnudo. La parte in-ferior del cuerpo en reposo, cubierta por una gasa sobre el blo-que de piedra. La parte superior de la figura del Maestro, tiene una majestad, una luz de infinitud y, eternidad, que hace supo-ner al glorioso escritor en actitud de incorporarse para indicar-nos con su mano —aquella mano que abrió nuevos caminos al espíritu—, el último camino»20. Posteriormente, el 15 de agosto de 1920, El Tribuno comuni-ca a sus lectores que el boceto de la estatua (refiriéndose a las fotografías) que ya había sido enviado, y recibido en aquellos días, por el escultor al ente susodicho, se encuentra expuesto en el escaparate de la droguería del señor Espinosa, en la calle Mayor de Triana, con el siguiente texto, analizando el cronista, los significados valores de la obra y el magnífico acierto del escultor Macho con este memorable monumento: «Esta admira-ble obra de arte, toda inspiración y grandeza, austeridad y sen-cillez, ha sido muy elogiada por el público inteligente y bien orientado. Realmente no es posible ver la obra de Macho, sin que ante su concepción y originalidad surja el elogio sincero y entusiasta»21. En una nueva misiva remitida por el escultor, le anuncia al pretor de la Sociedad aludida; e insertada, para conocimiento público, en las páginas de la prensa escrita El Noticiero de la capital isleña, el 19 de diciembre de 1920, y en esta ocasión sí que es el boceto dibujado a lápiz del monumento de Galdós, acompañado del boceto gráfico y escalado, para el tallado de los bloques que construirán el basamento y el cincelado de cada uno de los cantos decorativos de las guirnaldas y meandros, como alegorías de loores y vítores al augusto personaje petrifi-cado en perpetuidad. Y en el comunicado epistolar dice: «Ten- 20 (s.f.). «El monumento a don Benito». La Provincia, 16 junio, 1920, p. 1. 21 (s. f.). «Boceto del monumento». El Tribuno, 15 agosto, 1920, p. 1. 665 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 21 go el boceto embalado hace tres meses, pero no me decido a mandarlo hasta encontrar persona que lo pueda llevar con toda seguridad. Con el boceto va la escala que dará las medidas exac-tas de los bloques»22. 6. VIAJE DE VICTORIO MACHO A GRAN CANARIA El periódico grancanario La Crónica, anuncia a sus lectores sobre el telegrama recibido en la redacción, «del gran Victorio Macho», en el cual daba la noticia de su inminente llegada a Las Palmas, habiendo embarcado en Cádiz el día 7 de junio (1921). «Victorio Macho viene llamado por la Sociedad ‘Fomento y Tu-rismo’, encargada de la erección del monumento a D. Benito, para que elija la plaza de esta población donde será colocado el mismo. Los elementos literarios y artísticos se aprestan para rendir un homenaje de admiración al recio artista castellano»23. Había partido de Cádiz, y después de casi tres días de dura singladura en la gruesa mar atlántica, a bordo del pequeño va-por, anuncia el periódico La Jornada, de la capital grancanaria, del atraque en Santa Cruz de Tenerife, el día 9 de junio, el bu-que que transportaba al artista Victorio Macho, a su esposa María y una importante carga de sus obras, para la sorpresiva Exposición que realizará el día 22 en Gran Canaria. El vapor que le transportó a su bordo desde la Península a Tenerife fue el Infanta Isabel de Borbón. Y una vez llegados a puerto, y des-de que saltaron a tierra, en el atraque en los muelles de la isla picuda, cableó a la presidencia de la Sociedad Fomento y Turis-mo, desde Santa Cruz, anunciándoles que navegaría en el vapor Fuerteventura hacia Las Palmas de Gran Canaria, y así lo reco-ge en su información, el rotativo aludido: «En el vapor Infanta Isabel de Borbón llegó ayer a Tenerife el notable escultor Victorio Macho. Desde allí ha saludado a sus amigos de Las Palmas, anun- 22 MACHO, V. y MEJÍAS, J. (1920), p. 1. 23 (s. f.). «Victorio Macho vendrá a Las Palmas», La Crónica, p. 1. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 666 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 22 ciándoles embarcaba con distinguida señora en el vapor interin-sular Fuerteventura, que llegará esta tarde de cuatro y media a cinco»24. Al fin tocaron tierra en la isla, y llegaron a Las Palmas de Gran Canaria Victorio Macho y su señora, atracando el vapor que les navegó, en el espigón del muelle de La Luz, habilitado para el pasaje. Con media hora de retraso, en cuanto a la oficial prevista, saltando a tierra firme a las 5,30, en horas vespertinas, siendo recibidos a pie de escala por una comitiva de represen-tantes de los organismos oficiales, como el Acalde de la Ciudad, don Emilio Valle; de amigos, como el querido Tomás Morales, y a la par, en función oficial, como Presidente Accidental del Cabildo Insular de Gran Canaria (quien ocupaba el cargo de Vicepresidente); El Presidente de la Sociedad mentora de la idea monumental a D. Benito y toda su Junta Directiva; el hermano de D. Benito, el General Ignacio Pérez Galdós (que fuera Gober-nador Militar del Archipiélago en el año 1900); el doctor y ami-go Jerónimo Mejías; otros poetas y artistas; los sobrinos de Galdós, y demás público, que se sumaron al agasajo de bienve-nida al escultor. Después de los saludos cariñosos y protocolos debidos, con los equipajes se trasladaron al Hotel Metropol, don-de le tenían reservada habitación a la ilustre pareja. Y en la misma tarde del desembarque: al escultor, acompa-ñantes y organizadores del proyecto monumental de la ciudad, les esperaba la primera orden de trabajo de campo, objeto por el que vendría a la isla el escultor: recorrer, sin mayores dilacio-nes, los posibles lugares para la ubicación de la estatua al in-mortal Galdós en su tierra de nacimiento. En el pequeño co-mentario informativo del rotativo La Jornada, se escribe: «A recibir al ilustre matrimonio fueron al muelle los señores Tomás Morales, poeta y Presidente del Cabildo; don Emilio Valle, alcal-de de la ciudad; don Carlos Navarro Ruíz, Presidente de Fomen-to y Turismo; los miembros de esta sociedad; los poetas Saulo Torón y Fernando González; el pintor don Eladio Moreno; los sobrinos de don Benito, don Ambrosio y don Hermenegildo Hurtado de Mendoza y don Ignacio Pérez Galdós. Y muchas gentes más. Esta tarde recorrerá el insigne escultor la ciudad, a fin de 667 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 23 escoger el sitio más a propósito para colocar el monumento a Galdós»25. Cuando Victorio llegó al muelle de La Luz de Las Palmas, el 11 de junio de 1921, siendo recibido por el poeta cantor de su Oda al Atlántico, describía el eximio escultor a su querido ami-go poeta, a quien después de un año sin verse y estrechar afectivos lazos de amistad y arte, con estas lamentadas palabras: «(...) Los brazos en cruz, crucificando la bienvenida que le tri-buta al escultor, pues, luego, escribirá: Lo encuentro demacra-do. Ya no es el titán que conocí en Madrid. Sus ojos tienen una gran tristeza»26. Leyó en sus ojos el escultor, para hacer la fatídica descrip-ción, sobre el dilecto poeta modernista: la guadaña le asestó su golpe prontamente, para finiquitar y poner la rúbrica al amar-go poema de su propia vida y a la fértil creación literaria en la lírica, el 15 de agosto de 1921. La única y pírrica información, que hemos recogido en ese año y mes, en la prensa madrileña, que diera noticias sobre el viaje, estancia y Exposición en Las Palmas de Gran Canaria del escultor Victorio Macho, fue recogida por La Correspondencia de España, según se ha comprobado por las hemerotecas digitales de la capital española. Señala en el texto de redacción, de benig-na receptividad, cariño y admiración, que tuvo en el destacado creador y renovador de la escultura española, en la urbe que hizo de natalidad y cuna de D. Benito, por la intelectualidad grancanaria, a su llegada a la ínsula, quienes además les sirvie-ron de cicerone para contemplar el paisaje de la isla: «El joven y genial escultor ha sido recibido con entusiasmo por la intelec-tualidad de Las Palmas, que no cesa en agasajarlo y de hacerle grata su estancia en aquella ciudad»27. La arribada de Victorio Macho a la ciudad capitalina, des-pués de la larga travesía marítima, por invitación e iniciativa de 24 (s. f.). «Victorio Macho». La Jornada, 10 junio, 1921, p. 1. 25 (s. f.). «Victorio Macho en Las Palmas», La Jornada, p. 1. 26 1. FALCÓN CEBALLOS, O. (1967), p. 11. MACHO, V. (1972), pp. 292-293. 27 (s. f.). «El monumento a Pérez Galdós. Victorio Macho en Las Palmas», p. 3. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 668 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 24 la Sociedad Fomento y Turismo, con el objeto de palpar los es-pacios enunciados para la ubicación de la escultura de D. Beni-to, como se ha manifestado anteriormente, no fue para el artis-ta una visita de carácter turístico, sino que el mismo artista se involucró, con el compromiso de motu proprio, la responsabili-dad de su trabajo artístico y con absoluta seriedad profesional, a realizar una muestra de sus obras recientes, en dibujos origi-nales y fotografías y bustos de los queridos artistas, y muy es-pecialmente, sobre la obra monumental, de la cual había con-feccionado su boceto y croquis del proyecto: el monumento a Galdós, en Las Palmas de Gran Canaria, para que las gentes de la isla tuvieran una noción de las cualidades artísticas del escul-tor y apreciar la obra monumental que se llevaría a cabo, dando a conocer, el simbólico significado y el estilo de la misma; y su propio quehacer artístico durante diez años, mediante fotogra-fías y dibujos. La Exposición del artista se llevó a efecto en el mismo salón de la citada entidad auspiciadora de la idea monu-mental: Fomento y Turismo. La muestra constituyó todo un acontecimiento cultural y social, dada la talla del insigne escul-tor, y de gran novedad, para hacer reverberar las sensaciones en los habitantes de la urbe, cada vez más en alza artística, quien tuviera el detalle de hacer en esta ciudad, tan alejada de la me-trópolis capitalina y de eventos de un artista de este significado nivel nacional, mostrando sus obras creativas. Lo que también fue para la ciudad, por esta Exposición, otro de los lugares pri-vilegiados para engrosar la nómina curricular del artista con su nombre en la vieja ciudad Real de Las Palmas. Tuvo la misma la cálida acogida y el interés propio en la ciudadanía de enton-ces, todo un motivo de alta gratificación: «Algunas personas inteligentes nos dicen que entre las fotografías y bocetos de las obras que el escultor dará a conocer a nuestro público mañana, hay cosas de gran concepción artística y vigorosa plasticidad, dignas de un artista genial. Este rasgo de humildad y de nobleza del Sr. Macho accedien-do gustosamente a abrir la exposición que anunciamos, merece —por lo menos— la gratitud por los pocos que aquí se interesan por manifestaciones de belleza y de arte»28. 28 (s. f.). «La Exposición de Victorio Macho», p. 1. 669 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 A su llegada a Las Palmas de Gran Canaria, el aún joven escultor, que contaba con las energías que da la juventud, y las ilusiones que otorga la inmanencia vocacional, venía ungido por los laureles del genio ya reconocido y encumbrado en el difícil Madrid del arte y la cualitativa competencia entre los grandes artistas con que convivía. La aureola, ganada por su talento, con la exquisitez de sus piezas, del trabajo denodado en la escultu-ra, con vitola de renovación y ruptura con un pasado trasnocha-do, y en antagonismo con la servil y fría realidad fingida, según sus credos y prédicas, de él y su mentor Julio Antonio, como reinventores de la escultura moderna en España. No dejó de ser, en su constante: sencillo, humano, y puro en modestia, sin en-vanecerse por tanto sahumerio a sus obras y al autor; y pleno de gratitud a los que le habían mencionado para el monumento a su amado amigo, en su tierra natal. Habrá que preguntarse y tener en consideración ¿cómo se prestó este prócer artista, ya consagrado en la escultura, a Ex-poner en una provincia tan periférica, tan alejada de lo conoci-do en territorio peninsular, máxime por aquellos oscuros tiem-pos de paupérrima comunicación cultural y otras negativas condicionantes, y capital de provincia, que aún estaba en otra órbita de su nacimiento, eclosión y conocimiento de la cultura artística?. Solo tiene esta noble acción una clara explicación para despejar esta duda: su humanidad, su animoso credo por el arte puro y para todos; y que atesoraba en su ser una desme-surada filantropía, al margen de toda vanagloria en su persona, ni frivolizado por el absoluto éxito y la gloria recién alcanzada en Madrid en su primera Exposición individual. Pasados dos años, encontramos la entrega de parte de los honorarios anticipados al escultor y los gastos habidos, duran-te su viaje y estancia en Gran Canaria. En una misiva de cumplimentación y justificación al Presidente de la Asociación Canaria, de los dineros donados por los emigrantes canarios en Buenos Aires, a través de los auspicios de aquélla, el Presidente de Fomento y Turismo de Gran Canaria, Carlos Navarro Ruiz, da cuenta de los gastos habidos hasta el presente y de futuras remesas prometidas por los entes oficiales y otros particulares. Y en la misma da cuenta del viaje efectuado a Gran Canaria el 25 TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 670 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 artista Macho, y del dinero de anticipo para la construcción de la escultura, estando el escultor en la capital grancanaria: «En los trabajos indicados, en el viaje de Macho a Las Palmas para elegir el sitio en que el monumento ha de ser emplazado y en otros gastos necesarios van invertidas 46.927.60 pesetas (inclu-so las 25.000 anticipadas al escultor)...»29. En el periódico vespertino El Liberal, de la capital de isla, se publica un artículo titulado Impresiones de viaje, el 4 de noviem-bre de 1921, que anteriormente fuera insertado en las páginas de su homólogo madrileño La Correspondencia de España, el 20 de octubre. En ambos textos se recogen las declaraciones he-chas al redactor del periódico aludido, sobre «las impresiones» del viaje que hiciera a Las Palmas de Gran Canaria, desde la capital española, por el artista Victorio Macho, que en varias cuartillas relatara los avatares de su trayecto ferroviario y de la travesía en barco de vapor, hasta su llegada a la ciudad gran-canaria, escribiendo el redactor: «y Victorio Macho dedica a la hermosa ciudad canaria un canto de admiración y afecto, en el que pone toda la efusión de su verbo y de su genio»30. En declaraciones previas al redactor, (que omite en su publi-cación el periódico grancanario El Liberal), en su crónica origi-naria, del periódico impreso de la capital madrileña La Corres-pondencia de España, durante una entrevista, hace el periodista una detallada descripción sobre el ambiente que otea y palpa en el taller del artista, que a modo de prefacio del artículo, evoca a las íntimas sensaciones del lector ‘visitando virtualmente’ el estudio del artista: «Hemos tenido el placer de visitar a Victorio Macho, el gran escultor que ha concebido el monumento que la ciudad de Las Palmas levanta a la memoria del glorioso maes-tro de las letras españolas, Don Benito Pérez Galdós». Sigue relatando el redactor: «Nos acompaña el mismo artis-ta a visitar su estudio. Por los amplios ventanales, con vidrieras policromas penetra la luz, llenando la estancia, en la que no hay rincón que no acuse inmediatamente la vigilancia del dueño-artista. De ahí que en todas partes se advierta la mano de 26 29 NAVARRO RUIZ, C., p. 2. 30 (s. f.). «Impresiones de viaje. El eminente Victorio Macho habla de Las Palmas», p. 1. 671 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 Victorio Macho, desde la colocación de las grandes obras escul-tóricas hasta el abandono aparente en que se halla un cojín»... Y prosigue en párrafo siguiente: «Telas, hierros, porcelanas, ma-deras..., cuanto el arte ha modelado para sus evocaciones y sus sensaciones; cuanto puede imaginar el buen gusto está distribui-do artísticamente en el estudio del gran escultor»31. A continuación describe el artista, en su singular cuaderno de bitácora, sus enigmáticos días y la odisea del largo viaje de aquel entonces: «Tres días de navegación, setenta y dos horas del reloj del hombre... Esa brumosa lejana anuncia la tierra... Tenerife... Visión dantesca. En lo alto, sobre las nubes, surge el Teide como una Torre de Babel... Nuestro barco navega sobre un mar de oro...». Renglones más adelante relata: «Estamos llegando a Las Palmas... Su gran silueta, que antes era una nube violeta, va precisándose, construyéndose plásticamente. Destacan en pri-mer término las rocas cortadas verticalmente, simétricamente, como contrafuertes de una gigantesca arquitectura soñada». En párrafo seguido escribe en su hoja de bitácora: «Por fin... vemos en el muelle un nutrido grupo de gente que nos saludan; D. Ambrosio Hurtado de Mendoza, el doctor Jerónimo Mejías, el pintor Eladio Moreno... Salto hasta los brazos en cruz, emocionados del gran poeta y camarada Tomás Morales; le encuentro demacrado; ya no es el titán que conocí en Madrid; sus ojos tienen una gran triste-za... Abrazo a todos estos antiguos amigos; somos presentados a las damas y a los intelectuales que han salido a recibirnos, entre ellos D. Carlos Navarro, presidente de ‘Fomento y Turis-mo’, Sociedad que me ha encomendado el monumento del abuelo Galdós. Hemos pasado un mes en esta isla acogedora, patriarcal... Llevaremos una grata impresión de estas damas de hablar sua-ve y caricioso, voz musical que parece recitar el ‘Cantar de los Cantares’..., y siempre guardaremos el recuerdo y la amistad de estos hombres poetas, caballerescos, cultos como aquella raza del Renacimiento». 27 31 (s. f.). «Impresiones de viaje. Las Palmas. El eminente Victorio Macho habla de Las Palmas», p. 7. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 672 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 Después de aquel memorable mes de estancia en la isla, y de haber realizado su Segunda Exposición Individual en una de las siete rocas del sonoro Atlántico, llega el momento del regreso a su taller en Madrid, en el cual le esperan algunas obras por crear y dar su personal impronta volumétrica y cumplir los tra-tos en el tiempo ejecutorio, es el ejemplo: el monumento a Juan Sebastián Elcano, ‘La Victoria’ (Guetaria); Concha Espina (Santander), para la ciudad. Y en la despedida, cumplidos los objetivos y rememorados los días de trabajo logístico, y también de fasto, comenta: «Han venido a despedirnos; estamos en el ‘Bravantia’; el gran poeta Morales no vendrá; todo el dolor de nuestra alma ha quedado con él... parecía un Prometeo encade-nado »32. El rotativo La Jornada editado en la capital de Las Palmas, publica una información que ha entresacado de la información impresa de su colega madrileño La Correspondencia de España, a los pocos días, posteriores a su edición en la Villa y Corte y en el mismo mes. Esta información en la isla es emitida el 28 de noviembre de 1921. Y se hace eco del viaje que realizará el jo-ven y laureado escultor Victorio Macho a Gran Canaria en el próximo mes de diciembre. La noticia es un tanto sorprendente. Y lo es, porque se nos plantea la duda de saber a ciencia cierta, si el viaje a la capital grancanaria estaba previsto en su agenda, y acordada con el Presidente de Fomento y Turismo; y desistiera del mismo por mor de un nuevo encargo de obra escultórica para la creación y confección. O bien porque el proyecto, por tantas causas, so-bre todo económicas, se fue retrasando indebidamente de lo previsto, para su pronta realización, hasta su inauguración en 1930. Aquí en la isla no se tienen informaciones de acuerdos apa-labrados entre el artista y el Presidente de Fomento y Turismo de Gran Canaria, Carlos Navarro, de un próximo regreso para otear los trabajos del basamento, del urbanismo y ornamentos del entorno de la ubicación en el viejo muelle de Las Palmas, según los planos que el propio escultor había dejado diseñado 28 32 1. (s. f.). «Impresiones de viaje. Las Palmas. El eminente Victorio Ma-cho habla de Las Palmas», p. 1-p. 7. 673 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 a escala. No obstante, los permisos oficiales del Consistorio ca-pitalino no se otorgaron hasta diciembre de 192633, y las obras para el emplazamiento no comenzaron hasta mitad septiembre de 192934 sobre el espigón. Ni en la hemeroteca local existen da-tos que corroboren esta noticia, de su regreso en aquel u otro año próximo. No obstante, el objetivo propuesto y manifestado por parte de Fomento y Turismo era realizar el monumento a la mayor premura, pero diversas causas lo impidieron. Se lee en el contenido de la crónica: «Sabemos que el gran escultor Victorio Macho dispone su viaje a Las Palmas para el próximo mes de diciembre. La obra admirable del gran monumento a Galdós es una de sus grandes preocupaciones. Admiró y amó mucho al gran maestro de las letras españolas. Victorio Macho nos ha hablado de su obra, nos ha hablado también de Las Palmas, de la Sociedad Fomento y Turismo de Gran Canaria, y en sus labios ha brotado espontáneo un comen-tario de entusiasmo y de elogio para la hermosa ciudad y la para la Sociedad que muestra su altura y sus altas iniciativas al honrar la memoria del escritor inmortal»35. 6. LA EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO No se entienden las razones, por las que esta muestra artís-tica, que realizó Victorio Macho en Las Palmas de Gran Cana-ria, desde el 22 al 30 de junio de 1921, no haya sido considera-da como tal Exposición Artística, y digna para ser integrada en el currículum del artista; o quizás, habrá sido, por desconoci-miento de su existencia. En ella figuraban 19 dibujos del natu-ral; 3 esculturas, dos bustos: de D. Benito, en escayola; y de Tomás Morales, en bronce; el boceto de la escultura monumen-tal de Pérez Galdós, para ubicar en la ciudad; y una serie de fotografías de sus grandes obras creativas y monumentales de tallas directas en piedra y madera, y de vaciados. 29 33 (s. f.). «Se concede autorización. Del monumento a Galdós», p. 1. 34 (s. f.). «El monumento a Galdós». Diario de Las Palmas, 17 septiembre, 1929, p. 2. 35 (s. f.). «Victorio Macho volverá a Las Palmas», p. 1. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 674 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 Y como tal evento cultural, en los haberes expositivos y de presentación de sus obras en público, no se comprende cuales fueron las causas para que no figurara en su capítulo biográfi-co de obras expuestas oficialmente. Al margen y a pesar, de que el salón habilitado para tal efecto, en la misma Sociedad de Fomento y Turismo de Gran Canaria, no cumpliese, con los re-quisitos e instalaciones propias que exige una sala de muestras en toda regla para destacar las obras de arte. Ni porque la mis-ma se haya celebrado en una periférica ciudad del Atlántico, alejada de los epicentros artísticos nacionales. No tiene tampo-co, por qué ser obligatoriamente en Madrid, o en otras grandes capitales, para que se reconozcan los méritos a un artista que muestra sus obras en otras metrópolis; cualquier lugar o urbe, sea del centro de la Nación o de la tangente, por recoleta que sea, o menos formados su habitantes culturalmente en los ava-tares del arte, debe reconocerse en el currículum del artista ex-positor como tal muestra pública. Es sabido que Las Palmas de Gran Canaria está situada a unos 1.765 km. de la capital del Estado, situada al sur del sur y del extremo peninsular; que tenía una población de unos 66.000 habitantes en aquel año 1921 (censo, agosto de 1922: 66.426). Sabemos que nada tenía en paralelismo con unas grandes capi-tales como Madrid o Barcelona, que desde tiempos precedentes fueron la cuna de las vanguardias artísticas, y la puerta de en-trada a los artistas de rango y evaluado talento, a cualquier movimiento cultural, y muy receptivas para el advenimiento de tendencias artísticas e innovadores artistas; de valorados críticos de arte, historiadores, profesores y de los cenáculos del arte para toda España; y que contaba entonces Madrid, por el mis-mo año, con una población de poco más del 1.000.000 de habi-tantes (censo, diciembre de 1920: 1.048.908). Evidentemente, Las Palmas de Gran Canaria estaba en las antípodas de todas las referencias enunciadas; pero, como población debió ser categorizada en la suma curricular de Macho. Empero, hay que altamente agradecer al prócer escultor, su altruismo y bonhomía para con los grancanarios, enalteciendo de esta manera su cariñosa amistad y admiración con Benito Pérez Galdós y Tomás Morales Castellano; resarciendo, con este 30 675 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 noble gesto, su elección para el gran monumento escultórico al augusto literato de las letras del s. XIX. Que llegase desde la Villa y Corte, en tan largo viaje para la época, cargando con los moldes del busto de D. Benito (que rellenó en la capital, con escayola, días antes de la Exposición); el busto en bronce de Tomás Morales; una carpeta de dibujos y otro cartapacio de fotografías; además del boceto a mano alzada del Monumento. Viaje de incómodo recorrido en tren; y, cuya dura travesía ma-rítima, era de tres días de navegación desde Cádiz. Y con res-pecto a las fotografías, aportó, como gran innovación para aque-llos tiempos: presentar fotografías en papel en sustitución de las obras originales. Las razones son muy comprensibles. Y en su favor y futuro en la plástica expositiva, dejó renovada huella con esta presentación de fotografías que, sin buscadas intenciones, marcó un presente y una halagüeña forma de presentar estas obras gráficas en público, si bien no fuera innovador, pero sí pionero, en este tipo de exposiciones plásticas, que hoy, son tan habituales como magnas obras de arte. La inexistencia de frecuentes exposiciones de esta magni-tud, y de otras, por aquellos tiempos, de artistas locales de las islas, en la que ya despuntaban destacados artistas como los grancanarios: Néstor Martin F. de la Torre, Nicolás Massieu, Juan Carló, Manuel Ramos, Eladio Moreno (pintor y profesor de Arte, nacido en Sevilla, muy vinculado a Las Palmas y con-tertulio de la colonia canaria en el Café Universal en Madrid, donde nació una dilecta amistad con Tomás Morales y otros canarios. Tal fue así, que se vino a vivir a Gran Canaria), etc.; y de intelectuales de valor y prestigio, que bien podrían hacer de críticos o de ocasionales comentaristas de las obras expues-tas, como: Fray Lesco, (quien fuera el mentor para la creación de la Escuela Luján Pérez, cuna de artistas desde 1918), Sebastián Suárez León, Domingo Rivero, Tomás Morales, Saulo Torón, P. Perdomo Acevedo, Alonso Quesada, Víctor Doreste, Jordé, Claudio de la Torre, Rafael Mesa, etc. Solo se programaban en la ciudad laspalmense las contadísimas Expo-siciones de aquéllos artistas mencionados de forma esporádi-ca, pero no tan asiduamente como para crearse una afición, y la consiguiente obligación de ejercer la crítica de arte y refe- 31 TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 676 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 rencias periodísticas de cierta enjundia. Sí, en cambio, a nive-les más emparentados con las artesanías de forma habitual, como se ha comprobado con la revisión de la prensa en aquel tiempo. Ello supone que no hubiesen críticos, ni las necesarias informaciones artísticas, y sin llegar a la analítica de arte en las crónicas periodísticas. Por lo que no hubo, de forma ofi-cial y técnica, durante la Exposición, síntesis críticas sobre las obras ni la identidad artísticas del autor, por parte de los inte-lectuales canarios citados, quienes no se comprometieron a tal menester, a pesar de no ser doctos en la materia, que versaran sobre las obras expuestas por Victorio Macho en el Salón de Fomento y Turismo, en aquel mes de junio de 1921. Solo exis-tieron las cumplimentadas crónicas periodísticas y algunos de-terminados análisis de arte, muy acertados en las apreciacio-nes que hicieron sobre la Exposición, por ejemplo: Francisco García y García. 7. CRÓNICAS Y CRÍTICAS DE LA EXPOSICIÓN Según recoge en sus páginas el periódico diario La Crónica, el día 14 de junio, el destacado escultor desea complacer a sus amigos canarios y a la Sociedad de Fomento y Turismo de Gran Canaria, mostrando sus dibujos, parte de sus recientes obras en fotografías y algunas en volúmenes, en las propias dependencias de la Sociedad aludida, demostrando así el pláceme por la aco-gida y elección de su trabajo, para realizar el magno monumen-to al eximio escritor y dramaturgo. En la información se hace una alabanza y valoración técnica-artística, por el excelente ofi-cio plasmado y el talento demostrado que anidan en el autor palentino, y se congratula por el noble gesto de atención, al exponer en la capital tan destacado artista de vanguardia, sien-do la primera vez que lo hace un artista español de ese nivel cualitativo en Canarias. «Nosotros hemos tenido la satisfacción de ver esas fotografías de las obras de Macho, podemos asegu-rar que, por lo magníficamente que están hechas, lo cual da una mayor expresión a las mismas, han de gustar extraordinaria-mente. Tiene ésta la novedad de ser la primera que abre aquí un 32 677 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 artista español del prestigio de Victorio Macho. Es esta una deferencia que nos enorgullece. La fotografía de ‘La Piedad’; de la estatua yacente de ‘Marcelo Macho’, de sus bustos y de sus dibujos, gran parte de cuyas obras, no solo por el original sino también por las foto-grafías, son desconocidas de nuestros conciudadanos, podrán en breve ser admiradas en los salones de la Sociedad ‘Fomento y Turismo»36. En pequeña crónica informa el diario La Jornada, que se inaugurará el próximo miércoles la Exposición del escultor cas-tellano, recién arribado a nuestra capital. Y se escribe en la mis-ma información, aduciendo especialmente sobre los logrados dibujos de claroscuro. «El gran escultor presentará notabilí-simos dibujos y una completa colección de fotografías de las es-culturas que constituyeron la primera exposición de tan ilustre artista y que con éxito resonante se celebró en Madrid. El éxito, por tanto, está descontado. No puede ser de otro modo. Las Palmas entera se honrará rindiendo su tributo de admiración al escultor eximio, que solo movido por su entraña-ble afecto al maestro Galdós ha realizado el viaje a esta isla»37. Añade en párrafo seguido, de los valores intrínsecos que ya sopesan en el autor, encumbrándole, quien es uno de los escul-tores de más prestigio a nivel nacional. Y apela la crónica, a los valores espirituales que nos estimula en nuestro espíritu la muestra en su contemplación, además de gozar de un arte puro y excelso, realizado por el eminente escultor, y sus amaestrados dibujos: «Además, se trata de un valor nacional positivo, el que al ofrecer las muestras de su genio practica inyectables en nues-tra alma, oxigena espiritualmente nuestro ser y nos hace gozar su arte recio y noble. Solo con esto bastaría el éxito de la expo-sición si no estuviera asegurado por razones de más peso»38. Da cumplida noticia el rotativo local La Jornada el 23 de junio, de la Exhibición plástica del escultor y dibujante Victorio Macho. Dicha muestra había representado para la ciudad y la 33 36 (s. f.). «Victorio Macho hará una exposición de sus obras», p. 1. 37 (s. f.). «En ‘Fomento y Turismo’. Exposición Victorio Macho», p. 1. 38 Op. cit., p. 1. «En ‘Fomento y Turismo’. Exposición Victorio Macho», p. 1 TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 678 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 sociedad de la misma, un gran interés y novedad, por el por el reconocimiento avalado de tan egregio artista. Exposición que estará abierta, decía, en dicha sede social durante ocho días. Y la presentación, a mano alzada, de la perspectiva de la ubica-ción en ‘el martillo’ del espigón del muelle viejo de Las Palmas, inutilizado en aquellos momentos para el atraque de barcos. Sobremanera destaca lo más notable del contenido de la misma: «El boceto del monumento que se levantará a Galdós en esta ciudad, el busto de Tomás Morales y una reproducción, hecha aquí, del busto de don Benito que se halla en el Retiro de Ma-drid, contribuyen a dar mayor esplendor al salón. Los dibujos y fotografías de Macho decoran las paredes. Los hombres de Castilla, hombres de color de tierra, trajinantes, pastores y labriegos de la estera; marineros y mozas de la costa cantábrica; el hermano, la madre, los sobrinos del escultor; los pintores y poetas; los sepulcros de Llorente y Marcelo Macho; ‘La Piedad’, presentan a los ojos del público a Victorio Macho como un portento del lápiz y del cincel. Además pudimos ver en la exposición el proyecto de empla-zamiento en el muelle viejo del monumento a don Benito. No puede ser en verdad más aceptable»39. Describe asimismo, el ambiente existente en el acto inaugural, con la orquesta dirigi-da por el maestro don Agustín Hernández, quien deleitó a los asistentes con selectas piezas. Por lo que el acto se vio envuelto en aires de fiesta y de singular acontecimiento artístico para la plácida ciudad. Felicita con toda gratitud el rotativo al escultor por la deferencia que tuvo en exponer en nuestra isla. El anuncio en la prensa capitalina, insertado en las páginas del matutino diario La Crónica, el 23 de junio, de que el gran escultor Victorio Macho haría una muestra de sus obras en la capital, «había causado en las gentes de la tierra casi una revo-lución espiritual», porque el artista, para el rotativo indicado, casi era un isleño más, por sus repetidas obras sobre artistas de las letras canarias y españolas: Pérez Galdós, por tres veces (hasta esas fechas, porque haría otros bustos posteriormente); y 34 39 (s. f.). «La Exposición de Victorio Macho». La Jornada, 23 junio, 1921, p. 1. [Símil información: (s. f.). «La exposición de Victorio Macho». p. 1. (s. f.) «La Exposición Victorio Macho». El Tribuno, 23 junio, 1921, p. 1.] 679 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 Tomás Morales, por dos veces. Este afortunado acontecimiento cultural para la tranquila, solariega y siempre carentes de nove-dades, ciudad atlántica canaria, era todo un acontecimiento y un agasajo, por el enunciado cariño a los literatos y su hospita-lidad, de tan egregio artista de la escultura y del dibujo. Y sobre la muestra hace una descripción de tal evento y cada una de las fotografías de las obras que ha hecho, dando mención en la cró-nica, de cada una de las esculturas representadas fotográ-ficamente; y finaliza, con el dibujo del proyecto, que había reali-zado para el plinto y cripta del monumento que sirve de base a la gran escultura, y de todo su rededor, con una serie de asientos ruanos: «El boceto del monumento que se erigirá a Galdós en esta ciudad y el busto de nuestro gran poeta decoran el salón. Háyase también a la contemplación del público una reproduc-ción de yeso del busto de Galdós del monumento del Retiro. En las paredes: fotografías de los bustos en bronce de los pintores Arteta, Anselmo de Miguel Nieto, Iturrino, el ‘Marine-ro vasco’, ‘Danielillo’, la ‘Muchacha vasca’, el ‘Tuerto de Béjar’; la figura de la madre del escultor; El sepulcro en piedra de ‘Marcelo Macho’, la ‘Piedad’, la ‘Estela funeraria del doctor Llorente, ‘Acorde en piedra’, la ‘Virgencita Morena’, ‘El herma-no del Obispo’, ‘El trajinante de Soria’, ‘El hombre bueno’, ‘El alcalde de Ciempozuelos’, ‘El hombre de madera’, y tantos más. También, Victorio Macho, había hecho un dibujo-proyecto del lugar elegido en el muelle viejo para el emplazamiento del monumento a Galdós, lo que llamó grandemente la atención del público»40. Las visitas a la muestra de Victorio Macho fueron diversas y las veces oteadas y escrutadas cada una de las obras del artista, con el fin de sonsacar las esencias ocultas; contenidos expre-sivos, significativos y simbólicos; quintaesencias espirituales, inherentes a los sentimientos del artista (si es posible descubrir-los); técnicas y resoluciones del oficio aplicados. De la Exposi-ción entresacó un particular razonamiento, con el objeto de 35 40 (s. f.). «Se inaugura la exposición de Victorio Macho». La Crónica, 23 junio, 1921. p. 1. [Símil información: (s. f.). «La Exposición de Victorio Macho». El Tribuno, 23 junio, 1921. p. 1. (s. f.). «Exposición Victorio Macho», p. 1.] TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 680 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 analizar y complacerse con las intimidades inherentes (e imagi-nadas), aunque impalpables; las sensaciones transmitidas a cada espectador de las obras expuestas. Habiendo plasmado escritu-ralmente, en este gratificante artículo analítico del escritor Fran-cisco García García, que haya osado en ejercitar una creativa escritura sobre el arte de las obras de Macho, siendo un prosis-ta en la ínsula; por lo demás, no acostumbrado, por la carencia de este tipo de eventos, ni ser un especialista en temas de críti-ca artística, comenta sobre las esculturas palpadas, a través de las fotografías expuestas: «Por eso el arte de Victorio Macho es original y es extraño. Formado en el apartamiento de su taller, en largas jornadas de trabajo y luchando bravamente con la pie-dra hasta dominarla, ha llegado en la técnica a un grado de perfección insuperable. Solo así se explica que haya logrado modelar de tan acabada manera la Estatua yacente de su her-mano Marcelo, que es un curso petrificado de anatomía, el de-talle llevado a un grado inverosímil. Los pies de esta escultura que forman un expuesto separado, nos parecen de lo mejor que hemos visto. Pero es que en esta obra, todo es admirable. Aun-que este artista no dominara más que la actitud, nos parece que ya sería un escultor sobresaliente. Pero es que también la expre-sión adquiere en su arte el valor de cosa perfecta. El rostro de esta Estatua yacente es algo que obliga al visitante a largas ho-ras de muda contemplación. Tiene una rara expresión, que no es de total acabamiento, como si la muerte hubiese querido dejar en el semblante una huella de la vida, que no se iba completa-mente »41. Y finaliza el sustancioso ejercicio crítico, con la tipología de su generado estilo. «Así es toda la producción de este escultor: sensible y emocional, con rasgos de todas las Escuelas, pero sin dejarse dominar por ninguna. Y si por la ejecución detallada y minuciosa apareciera influenciado por la tendencia italiana, el concepto sereno y tranquilo que se advierte en muchas de sus obras, indicaríase un retorno a la escultura clásica. Por eso nos extraña su arte desligado, personal y único acentuadamente rea-lista en casi toda su producción»42. 36 41 GARCÍA GARCÍA, F. (1921), p. 1. 42 Op. cit., p. 1. 681 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 En el diario de la mañana La Crónica se escribe, anónima-mente, un artículo sobre la Exposición, haciendo un análisis sobre las obras vistas, concebidas por el artista: «de espíritu inquieto y rebelde (como el genio siempre se reveló) este artis-ta huyó de la disciplina de las academias»43. Comenta en su tex-to el anónimo crítico, después de haberse complacido con el boceto sobre la futura obra monumental de Galdós. «Poseen todas las obras, admirables detalles que revelan plena seguridad en el arte, absoluta confianza en el pensamiento que concibe y en la mano que ejecuta. Pero hay algo más admirable en ello; algo que supera a todo minucioso detalle y a toda maestría téc-nica, y es la expresión vaga del conjunto, que no se puede deter-minar ni reseñar, es el alma de la estatua, es la magia del artis-ta que está allí animando las figuras, dándoles vida, ejecutando el milagro de impulsar la sangre en la roca dura moldeada a golpes de cincel. Suélese incurrir en confusiones, en errores grandes, cuando en esta nueva escuela de su arte se buscan ele-mentos exactos de expresión. En las obras escultóricas de Ma-cho el valor expresivo hay que buscarlo en el conjunto, entre esa sutil vaporosidad de que aparecen sahumadas con la sobriedad del ambiente castellano. Si el observador profano las contempla libre de prejuicios, que no sabrá explicarse acaso, pero que al poco le hará experimentar sensaciones sugeridoras de algo im-perceptible que vive y se agita en torno de la figura modelada»44. En el único medio escrito, de edición diaria de Madrid, en el que se realizó la crónica de la Exposición que Victorio Macho presentara en la capital grancanaria, con motivo de su viaje a la elección del lugar de ubicación de la estatua de D. Benito, fue en La Correspondencia de España, el 4 de julio de 1921, tenien-do como epígrafe el susodicho: El monumento a Galdós. Expo-sición de Victorio Macho. En aquella crónica se da la noticia de la venida de Macho a Gran Canaria, con el logístico objetivo de buscar la zona más indicada para la ubicación de su estatua (que nadie más idóneo que propio autor para instalar su crea-ción escultórica, quien sabe de los secretos de sus mejores visio-nes y de las más virtuosas consecuciones en su obra de arte; 37 43 (s. f.). «Victorio Macho, su arte y su personalidad», p. 1. 44 Op. Cit. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 682 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 además de los significados pretendidos en su creatura). Y es muy de resaltar la negativa, de que ningún otro medio impreso se hizo eco de dicha noticia del viaje y de la Exposición efectua-da, generosamente por el escultor de vanguardia de la época. «Victorio Macho, el genial escultor a quien se debe el monu-mento que por iniciativa de la Sociedad Fomento y Turismo de Gran Canaria, se eleva en Las Palmas en memoria del glorioso autor de Marianela, celebra en estos momentos una interesante Exposición de dibujos y de fotografías de sus obras (...) Entre todos los elementos de aquella gran ciudad canaria ha despertado mucho entusiasmo esta Exposición, en la que se ve el modelo del monumento a Don Benito Pérez Galdós, motivo del viaje de Victorio Macho a aquella isla»45. El articulista solo menciona dos de las tres disciplinas plás-ticas expuestas: dibujos y fotografías, omitiéndose las escultu-ras, también expuestas como los retratos-bustos de Galdós y de Tomás Morales; y sí describe, el boceto de la escultura monu-mental, dedicada al ilustre escritor, que figura en la Exposición. De un artículo publicado en la revista Canarias por Carlos Ramírez Suárez, editada por la colonia canaria de emigrantes en Buenos Aires, se hace eco del mismo, el rotativo grancanario La Crónica, intitulado de El monumento de Pérez Galdós. La suscripción, que se inserta en sus páginas el 22 de diciembre de 1921. En el cual hace un relato acerca de la muestra contempla-da. De ella, entresaca el más sustancioso contenido y materia, con respecto al boceto de la obra monumental de Galdós, que el artista palentino ha presentado y dado a conocer oficialmen-te (al margen de las fotos anteriormente remitidas del boceto), en su muestra de Las Palmas de Gran Canaria e isla, que trata de enaltecer y perpetuar la memoria del titán de la fábula novelística. En devota admiración y respeto supremo a la obra literaria del eximio creador de las letras castellanas del s. XIX y alma mater de la novela moderna, el articulista da una versión bastante subjetivada y plagada de epítetos, que hacen que su retórica sea bastante melosa en los elogios hacia la escultura representativa del genio: «Cada detalle del boceto, que hemos 38 45 (s. f.). «El monumento a Galdós. Exposición Victorio Macho», p. 3. 683 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 tenido el gusto de admirar en la exposición de Victorio Macho, vale cual que todos los zafiros que atesorar pudieran su figura inmortal. Porque la hace revivir en el mármol con la intuición suprema que a sus obras. Ese milagro dichoso de su arte escul-tórico, esa magia espiritual y suprema del cincel de Macho, re-presenta para Gran Canaria, un valor tan inmenso, incompara-ble aún con el mundo cuajado de piedras preciosas»46. 8. REGRESO DE VICTORIO MACHO A MADRID Una vez cumplimentadas todas sus diligencias artísticas en la capital grancanaria por el ilustre escultor, solucionados los principales asuntos que le trajo hasta la isla: el lugar de ubica-ción del gran monumento y la presentación del boceto del mis-mo. Y la grata sorpresa, que en dádiva y gratitud trajo a los is-leños: la Exposición de su obra plástica. Verificados todos los menesteres y despejadas las dudas, en relación a la ubicación del monumento, de los dibujos a escala del proyecto, del basa-mento de la estatua de D. Benito, para que éstos fueran tallados en piedra granítica de Fuerteventura por los canteros locales grancanarios desplazados a la isla majorera; y realizado el cro-quis por el artista, abocetados los planos de la zona, para el exacto emplazamiento de la escultura monumental: su base, en sus formas estructurales y ornamentaciones, que irían cincela-das en los cantos; y todo su absoluto entorno. Como era obvio, el artista Macho, acompañado de su respetada esposa María, subieron a bordo del buque de regreso a la capital del Estado, vía puerto de Cádiz. Naturalmente, para aquellos años, por tra-vesía marítima. Embarcaron en el pequeño vapor holandés Bravantia, que hacía la ruta: Portugal y España. «Su estancia entre nosotros, por diversas cosas, será recordada permanente-mente. Ella fue un paréntesis de luz en nuestro nebuloso am-biente provinciano. El artista y el hombre, permanecerán siem-pre, a pesar de la distancia entre nosotros»47. En la despedida 39 46 RAMÍREZ SUÁREZ, C. (1921), p. 1. 47 (s. f.). «Victorio Macho». La Crónica, 2 julio, 1921, p. 1. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 684 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 escritural por la redacción de la prensa La Crónica, les deseaban a los agasajados y honorables visitantes de nuestra ciudad en su partida, el siguiente buen deseo lleno de agrado: «Lleven un fe-liz viaje los ilustres viajeros. Como el poeta de Nicaragua les decimos, hasta luego; porque no nos resignamos a decirles adiós»48. En posterior información impresa, y retomada de la publica-ción madrileña La Correspondencia de España, emitida el pasa-do 2 de julio; el diario La Crónica de la ciudad de la isla, reitera la noticia de la partida del escultor, siendo editada el 7 de agos-to, para continuar con la debida noticia del regreso de Victorio Macho a tierras peninsulares y concretamente a la Villa y Cor-te, y se lee en ambos medios: «Ha regresado a la Península el gran escultor, autor del monumento que ha de perpetuar la glo-riosa memoria del inolvidable autor de La loca de la Casa. Victorio Macho acaba de obtener otra victoria artística con motivo de los proyectos de monumento a Sebastián Elcano, el esforzado navegante. Sabemos que regresa de Canarias encantado de su clima incomparable, de su paisaje y de la inteligencia y cortesía de los habitantes de Las Palmas. El genial escultor ha recibido en Las Palmas el agasajo debido a su gran talento»49. 9. CONCLUSIONES Con este trabajo de investigación artística, queda fehaciente-mente demostrada la Exposición Individual que realizara el es-cultor palentino Victorio Macho Rogado en Las Palmas de Gran Canaria, del 22 de junio al 30 del mismo mes de 1921. La cual, insólitamente, no figura en ninguno de los currículum consul-tados en la biografía artística del destacado escultor castellano. Esta Exposición fue la segunda presentada en España por el artista con carácter individual o mostrando al público sus obras de forma singularizada. Y en este acto artístico, allende territo-rio peninsular. 40 48 (s. f.). «Victorio Macho». La Crónica, 2 julio, 1921, p. 1. 49 (s. f.). «Victorio Macho», p. 1. 685 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 Para dejar patente los hechos sobre dicha Exposición, se han compilado todas las crónicas y críticas artísticas de los años 1920, y sobremanera 1921; y en citas, en determinados años posteriores, de todo lo indagado y encontrado en las heme-rotecas de prensa impresa y de las digitales, de los años referi-dos concernientes a la Exposición, tanto en Las Palmas de Gran Canaria como en la capital madrileña. En esta Exposición de arte, el escultor mostró al público grancanario las siguientes obras: 19 dibujos del natural, a lápiz, en claroscuros y sobre papel; y eran los pertenecientes al peri-plo de viajes por tierras castellanas, de peculiares personajes retratados y de singulares personas de la raza hispana; un am-plio número de fotografías (sin especificar la cuantía, en ningu-nas de las críticas y crónicas periodísticas) pertenecientes a sus obras monumentales o de bustos de figuras de su familia, ami-gos y determinados intelectuales o personas precisas y anóni-mas, talladas directamente en piedra o madera; o modeladas en barro y por vaciados. Se da la paradoja, que la presentación de estas fotografías, marcaron un hito en esta modalidad expositiva en las salas de arte; siendo hoy día muy frecuente su visión en exposiciones de arte fotográfico; 2 bustos, de sus afectos y ad-mirados amigos, ambos de Gran Canaria: D. Benito Pérez Galdós (hecho el vaciado en escayola en Las Palmas, por el mismo artista, y extraído del busto del monumento a Galdós del Retiro de Madrid); el busto del poeta modernista Tomás Mora-les Castellano, en bronce, y que luego se instalaría en una de las plazas de la ciudad y en la calle que lleva su eximio nombre; y el boceto dibujado, del monumento a D. Benito que se realiza-ría a posteriori, en gran tamaño y para ubicar en el designado lugar, por el artista, viejo muelle de Las Palmas —sin uso al trá-fico de buques—; además de los dibujos del proyecto monumen-tal ejecutados también por el mismo autor. Digno es de encomio, la gallardía del artista, para que vinie-ra cargando desde Madrid, en tan largo y duro viaje, con todas estas obras, con el simple objeto de complacer a la ciudad. Y en esencia a sus amigos. La entrañable y respetuosa amistad entre los tres preclaros artistas: Victorio Macho, Pérez Galdós y Tomás Morales, tienen 41 TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 686 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 sus raíces desde 1915, con el egregio escritor, con la realización del primer busto a su imagen; y en 1918 con la creación del mo-numento del parque del Retiro de Madrid, que consagró al es-cultor. Y con el poeta, (aunque no existen datos que lo corrobo-ren, y sobre la primera década de la centuria) siendo estudiante de Medicina, y en la presentación de su poemario Las Rosas de Hércules en el Ateneo madrileño, el 2 de febrero de 1920. Con estos referentes, y unido al cualificado consejo dado por el poeta Tomás Morales, conocedor de su arte, para su designa-ción, fueron los motivos para que la Junta de la Sociedad Fo-mento y Turismo de Gran Canaria, le encargara el monumento a la magna figura de Galdós, para su tierra natal. Se describen todos los aconteceres encontrados en la prensa capitalina, y fragmentos de los relatos escritos por el artista en su cuaderno, del viaje acompañado por su distinguida esposa María, a Gran Canaria. Y del regreso a su punto de partida: Madrid. Esta Exposición marcó un hito histórico, por ser la primi-genia que de tan alta figura del arte español se celebrara en la Isla y en el Archipiélago, hasta aquéllas, aún remotas fechas, para la cultura artística y la parafernalia expositiva, por lo que la misma fue todo un eminente evento cultural y artístico, y un acontecimiento social para la ciudad e isla de Gran Canaria. Mediante indagaciones, se ha encontrado la escultura del boceto en bronce, creada por Victorio Macho a posteriori para el gran monumento a Galdós. También se aporta el dibujo, a lá-piz y mano alzada, de la perspectiva del proyecto, para la pre-sentación del monumento a Pérez Galdós. Se inserta una magnífica caricatura, sobre la efigie y atuen-dos personales del escultor, la cual fue confeccionada por el pin-tor isleño Manolo Reyes para La Crónica, para ilustrar un exten-so texto del pensamiento artístico y escritura de Victorio Macho. 10. BIBLIOGRAFÍA ESPINA, A. (1922). «El arte simbolista de Victorio Macho». El Tribuno, 5 no-viembre, p.1. FALCÓN CEBALLOS, O. (1967). «Un agravio más para Victorio Macho: su vestal de la tumba de Tomás Morales, se agrieta». Diario de Las Palmas, 30 junio, p. 11. 42 687 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 GARCÍA GARCÍA, F. (1921). «De la exposición de Victorio Macho». La Crónica, 1 julio, p. 1. MACHO, V. (1919). «Victorio. Sobre el busto de Galdós. Una carta de Victorio Macho». Diario de Las Palmas, 31 octubre, p. 1. MACHO, V. (1920). «Acerca del monumento a Galdós». El Espectador, 22 junio, p. 1. MACHO, V. (1972). Memorias. Madrid: Ed. G. del Toro, pp. 296-297. MACHO, V. y MEJÍAS, J. (1920). «El monumento a Pérez Galdós». El Noticiero, 19 diciembre, p. 1. MEJÍAS, J. (1920). «Acerca del monumento a Galdós». El Espectador, 22 junio, p. 1. MON, F. (1979). «Victorio Macho». Artistas Españoles Contemporáneos. Madrid: Ed. MEC, p.10. NAVARRO RUIZ, C. (1920). «Acerca del monumento a Galdós». El Espectador, 22 de junio, p. 1. NAVARRO RUIZ. C. «El monumento a Pérez Galdós». Canarias. Año IX, N.º 146, marzo, p. 2. RAMÍREZ ÁNGEL, E. (1926). «El arte de Victorio Macho». Canarias. Buenos Aires. Año X, n.º 178. Enero, pp. 5 y 6. RAMÍREZ SUÁREZ, C. (1921). «El monumento a Pérez Galdós. La suscripción». La Crónica, 22 diciembre, p.1. — (1915). Revista La Esfera. Madrid. Año II. N.º 76. 12 junio, p.1. — (s. f.). «La muerte de Galdós». La Provincia, 7 enero, 1920, p.1. — (s. f.). «Tomás Morales en el Ateneo de Madrid. Éxito clamoroso». La Jor-nada, 3 febrero, 1920, p. 2. — (s. f.). «Victorio Macho, hará el pedestal para el busto a Tomás Morales». La Jornada, 24 abril, 1920, p. 1. — (s. f.). «El monumento a Galdós». El Tribuno, 15 junio, 1920, p. 1. — (s. f.). «El monumento a don Benito». La Provincia, 16 junio, 1920. — (s. f.). «Boceto del monumento». El Tribuno, 15 agosto, 1920, p. 1. — (s. f.). «Victorio Macho vendrá a Las Palmas». La Crónica, 1 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «Victorio Macho». La Jornada, 10 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «Victorio Macho en Las Palmas». La Jornada, 11 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «El monumento a Pérez Galdós. Victorio Macho en Las Palmas». La Correspondencia de España, 17 junio, 1921, Madrid, p. 3. — (s. f.). «La Exposición de Victorio Macho». El Tribuno, 21 junio, 1921, p. 1. — (1923). Buenos Aires. — 1. (s. f.). «Impresiones de viaje. Las Palmas. El eminente Victorio Macho habla de Las Palmas». La Correspondencia de España, 20 octubre, 1921, p. 7. — 2. (s. f.). «Impresiones de viaje. El eminente Victorio Macho habla de Las Palmas». El Liberal, 4 noviembre, 1921, p. 1. — (s. f.). «El monumento a Galdós». Diario de Las Palmas, 17 septiembre, 1929, p. 2. 43 TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 688 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 44 — (s. f.). «Victorio Macho volverá a Las Palmas». La Jornada, 28 noviembre, 1921, p. 1. — 1 (s. f.). «Se concede autorización. Del monumento a Galdós». El Tribuno, 25 diciembre, 1926, p. 1. — 1 (s. f.). «El monumento a Galdós». Diario de Las Palmas, 17 septiembre, 1929, p. 2. — (s. f.). «Victorio Macho hará una exposición de sus obras». La Crónica, 14 junio, 1921, p. 1. — (s. f.) «En ‘Fomento y Turismo’. Exposición Victorio Macho». La Jornada, 18 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «La exposición de Victorio Macho». La Crónica, 21 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «La exposición de Victorio Macho». La Crónica, 22 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «La Exposición de Victorio Macho». La Jornada, 23 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «Se inaugura la exposición de Victorio Macho». La Crónica, 23 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «La Exposición de Victorio Macho». El Tribuno, 23 junio, 1921, p.1. — (s. f.). «Exposición Victorio Macho». La Provincia, 26 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «Victorio Macho, su arte y su personalidad». La Crónica, 1 julio, 1921, p. 1. — (s. f.). «El monumento a Galdós. Exposición Victorio Macho». La Corres-pondencia de España, 4 julio, 1921, p. 3. — (s. f.). «Victorio Macho». La Crónica, 2 julio, 1921, p. 1. — (s.f.). «Victorio Macho». La Crónica, 7 agosto, 1921, p. 1. (De La Correspon-dencia de España).
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Calificación | |
Título y subtítulo | Exposición de Victorio Macho en Las Palmas de Gran Canaria. Segunda muestra individual que realiza en su historial artístico. 22 de junio de 1921. |
Autor principal | Teo Mesa |
Publicación fuente | Anuario de estudios atlánticos |
Numeración | Número 57 |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Las Palmas |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 2011 |
Páginas | p. 445-496 |
Materias | Canarias ; Historia |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 315248 Bytes |
Texto | 645 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. SEGUNDA MUESTRA INDIVIDUAL QUE REALIZA EN SU HISTORIAL ARTÍSTICO. 22 DE JUNIO DE 1921. EXPOSITION OF THE WORK OF VICTORIO MACHO IN LAS PALMAS, GRAN CANARIA. THE SECOND INDIVIDUAL EXHIBITION OF WORK THAT HE ACHIEVED IN HIS ARTISTIC HISTORY. THE 22ND OF JUNE, 1921. Teo Mesa* Recibido: 15 de enero de 2010 Aceptado: 19 de abril de 2010 Resumen: Contexto histórico. De-signación del escultor Victorio Ma-cho para realizar el Monumento. Primera Exposición allende la Pe-nínsula y segunda Muestra Indivi-dual de Victorio Macho. Crónicas y críticas de la Exposición. Presenta-ción oficial del boceto del Monu-mento a D. Benito Pérez Galdós y del busto en bronce del poeta To-más Morales Castellano, en Las Pal-mas. Amistad entrañable con el es-critor y dramaturgo Pérez Galdós y con el poeta Tomás Morales. Ubica-ción del Monumento. Palabras claves: Exposición, escul-turas, dibujos y fotografías. Bustos, bocetos. Amistad, Escultor, Escritor y Poeta. Viaje. Abstract: Background. Appointment of sculptor Victorio Macho for the Monument. First exhibition beyond the Peninsula and second individual exhibition of Victorio Macho. Re-ports and criticism of the exhibition. Official presentation of the sketch of the Monument to D. Benito Pérez Galdós and the bronze bust of the poet Tomás Morales Castellano, in Las Palmas. Close friendship with the writer and playwright Pérez Gal-dós and the poet Tomás Morales. Location of the monument. Key words: exhibition, sculptures, drawings and photographs. Bustos, sketches, Friendship, sculptor, wri-ter and poet. Trip. * Doctor en Bellas Artes y artista multidisciplinar. C/ Procurador. Rivero M., 35. 35017. Las Palmas de Gran Canaria. España. Correo electrónico: teomesa@gmail.com. Teléfono: 928-350-308 TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 646 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 2 1. ANTECEDENTES Y CONTEXTO HISTÓRICO DE VICTORIO MACHO El joven estudiante de escultura Victorio Macho Rogado, ingresa a los 18 años en la Escuela de Bellas Artes de San Fer-nando, y llegado a Madrid en 1903, a los 16 años de su vida, con el objeto de cumplir su pertinaz credo vocacional de ser creador de esculturas, dejando atrás su pasado infantil y juvenil en la provincia castellana de Palencia. Durante su filiación en la Es-cuela, acaparó todos los Premios que el Centro docente de arte madrileño otorgaba a sus discípulos, en la alborada aún del in-cipiente arte que consigo llevaban, estimulando así sus talentos y aplicaciones rigurosas demostradas en los cursos reglados. Persona solitaria e inconformista; embargada en la razón por su pasional inquietud artística, libertaria y renovadora, y su rebel-día por los disciplinados cánones de la academia, y contra toda regla imperativa en el arte, que el joven disconforme llevaba marcado en sus genes, quedó reflejada exteriormente desde los primeros momentos de su entrada en aquel templo de forma-ción artística, aunque solo en las técnicas y estilos, no de talen-tos y sensibilidades, que éstos son innatos e imposibles de en-señar a los futuros artistas; o en su caso, docentes del arte plástico. Y en su contumaz disentimiento, exclamaba por los pa-sillos de la docta escuela, su prédica: «¡No!, no comprendo el Arte reducido a formas escolásticas»1. «Nacido en Castillo y recriado en el litoral cántabro, tiene en su espíritu, de Castilla, la emoción estática, del mar, el dinámi-co impulso. Ambos se alzan sobre el planímetro de los estudios y le proporcionan el sentido de la masa, sus equilibrios y sus ritmos, la perspectiva espacial, y, sobre todo, la razón simbolista de obras, cuyo valor estriba, no en el retrato de un hombre (por grande que sea, ‘uno más’ en la relación humana), sino con su trascendencia espiritual: ejemplo, guía, conmemoración. Para mí —dice ingenuamente el escultor—, lo que importa en escultura es la expresión de lo permanente, de lo eterno»2. 1 MON, F. (1979), p. 10. 2 ESPINA, A. (1922), p. 1. 647 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 3 Una vez culminada su preparación en la Escuela y estable-cido en su propio taller en Las Vistillas de la capital madrileña, elaborando allí, además de otras esculturas propias y de dicta-da confección creativa por su ingenio, el primer encargo monu-mental que recibe, el sepulcro del Dr. Llorente (1917), para el cementerio de San Justo en Madrid. Este relieve escultural y el conocimiento de otras de sus múltiples obras, le fueron gran-jeando un merecido espacio de reconocimiento a su plástica de creación e innovación, y de consumada elaboración técnica, en el difícil panorama del arte en la Villa y Corte, ante las cualida-des y competencias existentes entre los escultores. De ahí que se le encargara el primer monumento público del insigne escritor D. Benito Pérez Galdós en 1918, por auspicios de los literatos: hermanos Quintero, José Francés, González Blanco y E. Ra-mírez Ángel, amigos y devotos admiradores del literato, y me-diante suscripción popular para la obtención solo de los costes monetarios, porque el artista aportó altruistamente su labor creadora y de esculpido. Victorio Macho concibe y ejecuta el primer busto de la ima-gen de nuestro egregio literato en 1915. A raíz de este estudio retratístico de la figura de D. Benito, la imagen facial y la ex-presiva de rostro hierático, aunque vivaz y pensante, de mira-da profunda, y escrutadora del Maestro. Tenía ya Macho más que memorizada la estructura anatómica del eximio escritor, por lo que los restantes retratos escultóricos que le hiciera en futuro, serían de fácil concepción para el artista, cambiando solo los formularios estilísticos y conceptuales y significadas simbologías. El entonces joven artista, dibujaba en volumen escultórico la imagen de Galdós en su casa de San Quintín. Al terminar el busto se lo envió, y el muy noble Patriarca le remi-tió una cariñosa misiva, agradeciéndole y felicitándole por tan magistral escultura de su retrato-busto. Este sincero pláceme al escultor, venía de un erudito e intelectual como Galdós, muy buen conocedor y apasionado del arte; y quien además, poseía un demostrado talento para la plástica en la pintura, el dibujo, y la crítica de arte, suficientemente palpables en sus dibujos, viñetas y pinturas en años precedentes (todo ello muy estudia-do por sus investigadores y biógrafos), las cuales siempre ha- TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 648 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 4 bitaron en su inmanente intelecto, y puso en práctica. Este re-trato representa al Galdós de la madurez literaria, al hombre sabio y talentoso, de un momento álgido de su preclara imagen. Dicho busto de D. Benito, de la genialidad y hechura de Ma-cho, ha sido el que más se ha memorizado y conocido; y haber sido la matriz para los tantos que se han reproducido por otros escultores, en distintas materias plásticas de Pérez Galdós, sien-do la figura mitificada y más representativa de la persona y faz del escritor. Deja Victorio Macho su anterior y mencionado taller de Las Vistillas, y tanto esta segunda gran obra monumental de Don Benito, como las creaciones al poeta modernista grancanario Tomás Morales Castellano: busto-retrato, y luego, su sepulcro, (este último con su significativa imagen de Implorante, que fue-ra mostrada en la Exposición de Artistas Ibéricos, en Junio de 1925, en Madrid); fundida en bronce la imagen apolínea del poeta Morales, la cual se enclava en una de las plazas, de la im-portante calle que lleva su poético nombre, de la capital gran-canaria. En la magna Exposición Individual que presentó en el Museo de Arte Moderno en Madrid en 1921, entre enero y mar-zo; y el boceto de la obra del Monumento de Las Palmas de Gran Canaria, al augusto de las letras hispanas Galdós, fueron concebidas volumétricamente en el nuevo estudio del Paseo de Extremadura. Allí llevaban, en 1918 a Galdós, ya ciego, desde su casa de la calle Hilarión Eslava, 5, a que posara para el artista, sentado en un sillón y sobre una tarima, para su monumental obra del Retiro. Pose ésta, de significativa plasmación, profun-da y analítica, en postura sedente de la obra final: de conocida y fija mirada, penetrante en sus asuntos, que todo lo otea y es-cruta y memoriza, que de siempre caracterizó a Galdós, a pesar de afligir su posterior invidencia; con las manos huesudas y dedos largos y sarmentosos, entrelazadas, simbolizantes de no-bleza, trabajo y amistad, y apoyadas sobre sus muslos; y la ha-bitual manta que le cubría de cintura para abajo, cuando en su despacho fecundaba las magistrales obras literarias, en los géli-dos inviernos madrileños, que no pudo nunca superar, quien fuera criado en cálido clima subtropical. 649 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 5 En aquel 1918, con la concepción escultórica de su colosal monumento a D. Benito Pérez Galdós, para el Parque del Reti-ro, instalado en la denominada Glorieta de Galdós, e inaugura-do el 19 de enero de 1919 (justo un año antes del óbito —4 de enero, 1920— del ilustre cíclope de las letras castellanas del s. XIX). Después de haber ‘visto’ el escritor, palpando con sus dedos el rostro, exclamó: «Magnífico, amigo Macho. ¡Y cómo se parece a mí!»3 con sus pupilas secas por la ceguera, que afligió su mente y su cuerpo, en sus diez últimos años de existencia, por la enfermedad de uremia. Esta magna escultura alzaría al escultor al reconocimiento, y a tocar y saborear los verdes lau-reles de la melosa fama, en el arte de la escultura creativa y conmemorativa. Se había descubierto a un eminente escultor y una nueva forma de concebir la escultura moderna española. Era un discípulo del eximio creador y renovador de la escultu-ra Julio Antonio, después de su conocimiento y entrañable amis-tad, con el prontamente fenecido escultor, a los treinta años, y malogrado para el arte, a quien se afilió conceptualmente, como seguidor de su enseñanza, y compartió sus deseos renovadores de quien fue admirador y del cual tomó sus tesis rupturales, en la investigación artística y las prédicas de las nuevas formas estilísticas libertarias, para la creación de la escultura de van-guardia, distante de todo academicismo, con la cual exaltar, además, los rasgos de la raza hispana. Eran las símiles argu-mentaciones que desde estudiante, con sus soflamas, deseaba implantar en sus obras de arte. La dura crítica de arte madrile-ña lo encumbra con las merecidas loas, y los cenáculos del arte le otorgan el honor de reconocerle como prócer de la escultura. Los encargos de retratos y de monumentos públicos conmemo-rativos le llegan multiplicados. Entre los meses de enero, febrero y marzo de 1921, Victorio Macho realiza la primera gran Exposición individual de sus es-culturas en el Museo de Arte Moderno de Madrid, invitado por el director de la misma, ocupando el cargo, el también escultor Mariano Benlliure (a quien le fuera hecho el encargo para la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, de la creación y elabo- 3 MACHO, V. (1972), pp. 296-297. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 650 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 6 ración del monumento al político y Diplomático grancanario D. Fernando León y Castillo, auspiciada por la Real Sociedad Eco-nómica de Amigos del País, y por suscripción popular, ejecután-dolo entre 1923 y 1926; siendo inaugurada el 31 de octubre de 1928). Sita en los bajos de la Biblioteca Nacional, en la que Expone una compilación de obras de los diez años de su prime-ra etapa escultórica, de tendencia ésta, aún modernista. Eran, la casi totalidad, de una década de creación artística y de trabajo subjetivado, renovador e ininterrumpido. En la Muestra presen-tó una variedad de volúmenes pétreos y maderas: obras recrea-das de pura concepción, retratos, un sepulcro, bocetos de próxi-mos monumentos públicos, a elaborar en tamaños reales de gran dimensión y habiendo sido contratados al artista. Victorio Macho Rogado, nacido en la ciudad de Palencia, raíz de los albores en su vocacional vida, y el embrión para despertar en él su sensibilidad innata y la fruición por las artes, debido a la constante contemplación de la imaginería rena-centista de su paisano Alonso Berruguete, de quien asimiló los primigenios magisterios indirectos, y arrobados estímulos en la construcción de los volúmenes escultóricos. Madurado en Ma-drid, en la fecundación de un estilo propio, de hacer novedosas esculturas, que acertadamente afrontó, consiguiendo su perso-nalidad escultórica. Expuesto este breve contexto histórico y curricular de Vic-torio Macho, este artista está paradójicamente muy ligado a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria; tal es, que se le consi-dera por estos lares como un artista de la isla, por las varias obras que en esta urbe se poseen de su creación y cincel; y muy además, porque su nombre como persona; y su firma, como escultor creador y retratista, está íntimamente ligado a dos egre-gias mentes autóctonas que destacaron en el mundo de la crea-ción literaria: en la novela contemporánea del s. XIX, Pérez Galdós; y en la poesía, Tomás Morales, hasta la segunda déca-da de principios del s. XX. Por lo que Macho, queda histórica-mente vinculado y de forma insoslayable, a las dos intelec-tualidades aludidas y a la historia de la ciudad laspalmense, desde el año 1915, y en especial en 1918, hasta principios de la década treinta, consecutivamente; y en años posteriores, y so- 651 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 7 bremanera, cuando se comienza a debatir del pésimo estado del monumento al insigne escritor, por la erosión de las sales mari-nas sobre la piedra; cuando se desmonta la deteriorada escultu-ra de Pérez Galdós esculpida en piedra arenisca de Tafalla (Pamplona); y a posteriori, cuando se sustituye por la de bron-ce, del escultor aragonés Pablo Serrano, para la Plaza de la Fe-ria de la ciudad. Y en los avatares sobre el busto de Tomás Morales, y de su Sepulcro, en el cementerio capitalino, princi-piando la década del veinte. 2. ELECCIÓN DEL ESCULTOR VICTORIO MACHO La anunciada muerte de D. Benito Pérez Galdós se espera-ba muy pronto, por el mal estado de salud y la decrepitud físi-ca en que se encontraba el augusto escritor. Ésta llegó el día cuatro de enero de 1920, habiendo finado en la madrugada de esa misma nocturnidad pasadas las 03,30 horas. El recibo de la mala nueva, acongojó durante bastante tiempo a todos los que le admiraron y respetaron, por su talento y humanidad, y a los canarios especialmente. Con tal motivo y con carácter urgente, el día 7 de enero se publica en la prensa diaria La Provincia, la reunión extraordinaria de la Junta Directiva de la Sociedad Fo-mento y Turismo de Gran Canaria, que al recibirse la luctuosa noticia del fallecimiento del escritor, manifiesta: «Después de breves palabras de la Presidencia encaminadas a demostrar el hondo sentido que ha producido el fatal desenlace de la enfer-medad que aquejaba al insigne literato, cuyas obras ha recorri-do el mundo inmortalizando su nombre, se adoptaron, por una-nimidad, los siguientes acuerdos». Y en el apartado 5º de las decisiones tomadas, se recoge el enaltecer al eminente escritor con un Monumento en su tierra natal: «Impulsar la idea de que se le erija un monumento a la mayor brevedad, dentro de este año, si fuera posible»4. La decisión sobre el escultor que debiera concebir y confec-cionar dicho monumento escultórico fue irrevocable: el artista 4 (s. f.). «La muerte de Galdós», p. 1. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 652 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 8 Victorio Macho. Primero por haber realizado la anterior del Retiro madrileño, a Galdós; y por el conocido busto de D. Beni-to elaborado anteriormente, en 1915, en Santander; y segundo, por la mediación del poeta Tomás Morales, amigo del artista y que aconsejara al eminente escultor, con las plenas garantías de FOTO 1: Caricatura de Victorio Macho.—Insertada en la portada del periódi-co La Crónica, el 1 de julio de 1921. En homenaje al escultor y su exposición en la ciudad. El pie de la excelente creación plástica, dice: «Caricatura del ilustre escultor Victorio Macho, original de nuestro redactor artístico Mano-lo Reyes». 653 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 9 éxito, quien ocupaba el cargo de Vicepresidente del Cabildo In-sular de Gran Canaria. Y su palabra era de ley. La verificación y razones de arte de esta argumentación para la designación del escultor Victorio Macho Rogado, sería expuesta en un artículo escrito por Tomás Morales en las páginas del periódico La Jor-nada, del que suponemos, apeló con su brillante retórica y cau-sas justificadas sobre el creador plástico, porque no se encuen-tra en la hemeroteca de El Museo Canario dicho ejemplar, del día 19 de julio, habiéndose publicado con antelación, el día 16 del mismo mes, en una mancheta sobre la inminente publica-ción del artículo tan esperado para los lectores, por ser tan in-teresante asunto para la ciudad, con el día, epígrafe y el autor: El lunes. La estatua de Galdós. Por Tomás Morales. Dicho artícu-lo sería la piedra filosofal de las causas expuestas por el poeta, para que se le otorgara al escultor castellano, en razón de la eximia figura del novelista grancanario. No obstante, hubo una opinión en contra, la cual fuera por el diputado en las Cortes por la provincia de Las Palmas Leo-poldo Matos, quien tuvo preferencia por la obra del escultor valenciano Mariano Benlliure. Pero dicha idea jamás prosperó, quien el día 19 de julio, en el mismo rotativo, publicó un artí-culo ofreciendo su opinión, aunque sin restar los valores artís-ticos que avalaban a Victorio Macho. Para contactar con el escultor Victorio Macho, se dirige el Presidente del ente señalado, Carlos Navarro Ruíz, con fecha 12 de enero de 1920, a su paisano en Madrid, el Dr. Jerónimo Mejías, el cual tiene considerada amistad con el artista. La mi-siva en su texto, contiene: «Desea nuestra Sociedad impulsar la idea de erigirle en Las Palmas un monumento, y como sabemos la estrecha amistad que une a Vd. con el notable escultor Victorio Macho, encomendamos a usted, si en ello no tuviere inconveniente, el obtener de él un proyecto que no sea muy costoso, pero que corresponda en alguna forma, a la grandiosi-dad de la persona a quien va dedicado, manifestándonos a la vez lo que dicho monumento pudiera costarnos»5. A esta carta le cumplimenta, honrado y con beneplácito, el 27 de enero, el canario y amigo, al Presidente de Fomento y 5 NAVARRO RUIZ, C. (1920), p. 1. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 654 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 10 Turismo, que una vez acusado recibo de la misiva, se puso en contacto con el escultor, de la cual entresacamos: «Dado el ge-nio de Macho creo que hay que dejarle en libertad la ejecución del proyecto, única manera de que la obra pueda ser la admira-ción de propios y extraños». Y le informa a Carlos Navarro, que en opinión del escultor sobre una determinada materia a fundir: «(...) El bronce con la humedad del mar se pone feo, como ocu-rre con el monumento de Pereda en Santander»6. A la epístola remitida por Jerónimo Mejías le contesta su amigo Victorio Macho: «Bien sabe V. amigo Jerónimo, cual es mi punto de vista cuando me encargan una obra escultórica: si el asunto no hermana con mi temperamento, con mi visión es-piritual, renuncio a él. Cuando el homenaje que se hizo al Maestro, yo soñé labrar un Galdós ciclópeo, y aunque no conté con medios para reali-zarlo, en cambio tuve la satisfacción de proporcionar el último alegrón al abuelo cuando sintió a través de su ceguera la luz dorada del bloque en que habría de sobrevivir su imagen pa-triarcal durante siglos y siglos»7. En un artículo, dotado de erudición, por Antonio Espina, publicado en el periódico local El Tribuno, el 5 de noviembre de 1922, hace el autor un parangón entre los escultores del mo-mento en España, teniendo los honores, como preboste de la escultura española contemporánea, al inigualable talento de Julio Antonio, epicentro de la renovación de la escultura con carácter significativo e idealizado y de concepción libertaria. Éste hizo añicos los conceptos decimonónicos y su ruptura con la anterior concepción de la escultura académica, bien la con-memorativa o la de temática idealizada, de tipología vanguardis-ta, tomando un nuevo significado expresivo en la forma de rea-lizar y percibir la misma «dentro de la ley inmutable de la escultura», según apunta. La temprana muerte de Julio Antonio, habiendo dejado pocas, aunque significadas y renovadoras esta-tuas, no fue óbice para descubrir el sendero por los continuado-res, como Macho, de la nueva estatuaria del veinte y de la con- 6 MEJÍAS, J. (1920), p. 1. 7 MACHO, V. (1920), p. 1. 655 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 11 temporaneidad. «Muchos hubieran seguido al joven maestro, la ‘especialidad’ se habría salvado. Pero murió él, y la pacotilla volvió a imponerse. Y todavía se impone. El ‘Bibelot’ ridículo sustituye a la joya orfébrica, y el monigote de piedra, verdade-ro espantapájaros de nuestras plazas, a la otra grande de emo-ción y de concepto»8. Uno de los ‘discípulos’ más sobresalientes de Julio Antonio es, sin duda, el joven palentino Macho, que siguiendo con la renovación trazada por aquél, asume la propuesta de continuar con vanguardistas representaciones y otras formas en el trata-miento de la escultura, pero con su estilo y conceptos propios e inmutables; con su personalidad de ejecutoria, que era el fin trazado desde su primitiva formación en la Escuela de BB. AA.: «Consciente de lo que ésta significa y el sentido histórico de nuestra raza y nuestro país la proporcionan, algunos escultores de ahora preparan en silencio la creación favorable. Y entre ellos, ninguno tan caracterizado como Victorio Macho. Macho Rogado tiene, sobre la mayor parte de sus compañe-ros, la ventaja de una ilustración profunda —literaria y plásti-ca—, y la buena costumbre de pensar (...)»9 3. AMISTAD CON EL POETA TOMÁS MORALES Victorio Macho fue un artista que tuvo muy buena amistad con la intelectualidad de sus coetáneos, de las vivencias en el Madrid de entonces, cultivando con todos los elegidos de men-tes tan preclaras, en todos los ámbitos de la creación y el pen-samiento, una adocenada y sincera amistad. Y cuasi a todos perpetuó con su cincel y la imaginación creadora plástica, en barro o piedra: bustos, monumentos o sepulcros. En uno de los apartados escritos por Victorio Macho, en su libro, titulado Memorias, en los que recapitula su existencia, recuerda en ese capítulo su excelente y dilecta amistad con el poeta grancanario, desde que se conocieran (posiblemente —no 8 ESPINA, A. (1922), p. 1. 9 Ob. Cit., p. 1. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 656 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 12 existen datos fehacientes—, en sus épocas de estudiantes, sobre la primera década del s. XX), cuando el poeta fue estudiante en la Facultad de Medicina, y luego cuando estuvo en Madrid en 1920, presentando con gran éxito su poemario Las Rosas de Hércules, el día 2 de febrero, uniéndolos en respetuosa admira-ción por sus doctas artes del verso y de la materia cincelada o modelada, escribiendo el escultor: «Tuve una noble amistad con el admirado poeta Tomás Morales, quien vino a Madrid para editar sus versos, titulados «Las Rosas de Hércules». Era hom-bre cordialísimo y tenía cerca de dos metros de estatura. Se ha-bía doctorado en Medicina y, además de gran poeta, era tan excelente persona que le nombraron alcalde de Las Palmas10, a donde me invitó oficialmente para encargarme del monumento a Galdós, que se elevó en un malecón frente al mar, y cuando llegué con mí esposa María al puerto donde me esperaban To-más Morales, el gobernador, el presidente de la Sociedad de Fomento y Turismo y otras personalidades, fui recibido con bombo y platillos, como suele decirse. Creí, no obstante, notar en los ojos de aquellas personas cierto desconcierto, sin duda porque no respondía mi figura a lo que ellos habían imaginado, por más que Tomás Morales les dijera que no tenía ni el volu-men ni la imponente barba del Moisés miguelangélico, porque más bien era un hombre menudo y nervioso»11. En la revista Canarias, que se editara en Buenos Aires, des-de finales de la segunda década, de la pasada centuria, con los auspicios de la Asociación Canaria de los integrantes de la co-lonia canaria de emigrados a la República Argentina. Editada aquélla con la colaboración de variadas e importantes plumas y temas referentes a todas las islas del Archipiélago, recoge en una edición, y de los tantos artículos publicados más sobre el poeta modernista, nacido en Moya, en Gran Canaria, y la amis-tad entre los artistas desde 1908. Pululaba por los ambientes de artísticos de Madrid, comentando en dicho texto el escritor y dilecto amigo de ambos, y devoto de Galdós, E. Ramírez Ángel: «Llamábase Tomás Morales; había nacido en una de las Islas 10 [Tomás Morales fue solo Vicepresidente del Cabildo y Presidente en funciones. Elegido por el Partido Demócrata el 19 abril de 1921.] 11 MACHO, V. (1972), pp. 292 y 293. 657 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 13 Afortunadas, y acababa de editar un libro primero, del que nos estaba dando a conocer la tercera parte. El libro se titulaba Poemas de la gloria, del amor y del mar»12. Tomás Morales, poeta; y Victorio Macho, escultor. Ambos se complacen, agraciándose en venerada y honorable amistad, en gestos de entrañable dádiva mística, del uno para con el otro, con lo mejor de sus purezas y quintaesencias artísticas: Macho lo hace con un magistral retrato salido de su modelado de ba-rro y de sus manos de dios creador de la forma plástica, aplicán-dole el talento innato que manaba de los adentros de su íntimo ser (al margen de la imagen Musa de su Sepulcro, después de su fallecimiento). Busto-retrato, por iniciativa de sus llorados ami-gos y hecho factible por suscripción popular, que ilustra el rin-cón de una plaza que lleva su ilustre nominación en la ciudad. Retrato escultórico de gestual trazo con el barro, de nerviosa y precisa aplicación; de inspirado dibujo y encaje; y de predomi-nante expresión y perfil psicológico en un cuerpo desnudo en su origen natural. El poeta Tomás Morales, pone en activo sus mejores estros apolíneos, para con su pluma rimar vaporosos versos de un poema dedicado a su amado amigo creador de for-mas nuevas, expresiones vívidas y sensuales en el barro y la pie-dra, poema que fuera insertado en su poemario y cumbre de sus versos Las Rosas de Hércules. Libro Primero, editado en el año 1920, y en el que se lee, en una de sus estrofas: El Sol por las aristas de tu Galdós resbala, la esperanza en el gesto de la Piedad culmina; y en un descenso místico, por invisible escala, La estela funeraria de San Justo señala la ruta sin retorno que hacia el no ser señala... Victorio Macho asistió a la presentación en el Ateneo de Madrid de su poemario Las Rosas de Hércules. Libro Primero, como se ha indicado. Cuando fuera declamado, con la ‘voz abaritonada’ que caracterizaba al poeta, en la tarde-noche del 2 de febrero de 1920. Y ese mismo día, se confirma la aceptación del joven escultor, para realizar el busto del poeta, manifestan- 12 RAMÍREZ ÁNGEL, E. (1926), pp. 5 y 6. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 658 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 14 do su conformidad a Agustín Millares Carlo, quien envía un cable a la redacción del diario La Jornada, que decía, en resu-men: «Tomás leído anoche libro éxito colosal clamoroso no recordándose otro. Prepárase banquete Ritz. Victorio Macho hará busto del poeta»13. Y además de ello, su dilecta amistad la llevó Macho al extremo de insertar en la base del Monumento de Galdós, y encima de la puerta de la cripta, el poema de Mo-rales La ofrenda emocionada, inspirada para el escritor y drama-turgo, aunque éste, no se inscribió sobre la pared frontal, y solo se quedó en proyecto. En el mismo rotativo, el 24 abril, se da la información, me-diante la prensa, de la generosa aportación creativa, en base a sus demostrados principios de artista puro y vocacional, en su absoluto vivir para y por el arte, de la realización del pedestal de la figura, para instalarla en una de las plazas de la ciudad, su-mándose de esta manera, a la loable ideación de sus amigos, para hacerla realidad y tributarle en vida, el merecido busto a este hijo del Parnaso, según la información cableada de Milla-res Carlo. «Macho está encantado con la idea de la colocación en un sitio público del busto que hizo él de Tomás Morales has-ta el punto que se ha ofrecido desinteresadamente a hacer el pedestal sobre el cual (...)» [se corta la información impresa]14. 4. AMISTAD CON DON BENITO PÉREZ GALDÓS Siendo aún joven —contaba con 28 años— el escultor Ma-cho, osó proponerle al Maestro la realización de un busto-retra-to de su plástica figura; tan singular y seductora, por su fisono-mía para la representación artística; y por la devota admiración y respetuosa intelectualidad que el escritor transmitía, siendo esto motivo suficiente para enraizar, después de tantos encuen-tros y relaciones amistosas: entre charlas, artes y sus similitudes personales, para que complementados los caracteres, las afini-dades por las artes plásticas y sus purezas artísticas, convenci- 13 (s. f.). «Tomás Morales en el Ateneo de Madrid. Éxito clamoroso», p. 2. 14 (s. f.). «Victorio Macho, hará el pedestal para el busto a Tomás Mora-les », p. 1. 659 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 15 das y practicadas, del arte por arte. Y sus comportamentales principios éticos y morales, rezumados de humanidades, fueron los motivos para que se fraguara una fecunda amistad en am-bos. Las mañanas las dedicó el escultor a visitar y retratar al es-critor en su casa de San Quintín, junto a la playa de La Magda-lena, en Santander. Una vez finalizado y entregado el busto, D. Benito recibió su retrato con tal satisfacción y pasmo de notable sorpresa, y de re-conocimiento por tan digna obra de arte, salida del talento y ex-quisita técnica de modelar y dibujar de Victorio Macho. Y tal fue su atónita complacencia, que en impagable resarcir, le remi-tió una misiva, anunciándole que haría lo posible para que el busto se publicara en la portada de la afamada revista La Esfe-ra de Madrid, de tanta tirada y de moda por la época, como así fue15. Como dato anecdótico aportamos, que, el original de este busto lo tenía en su poder el mismo Galdós en su despacho de Madrid; y de ellas, regaló Macho las únicas diez reproducciones a entrañables amigos de ambos, y que querían, sobremanera al augusto escritor. Uno de los agraciados era el literato gran-canario Rafael Mesa, quien tuvo la bondadosa idea de prestarlo a la recién creada, en 1918, Escuela Luján Pérez, de Las Palmas de Gran Canaria, para que ejercitaran con ella los alumnos de modelado (ignorando el benefactor escritor la afeada comercia-lización de copias del busto de Galdós). Tal fue el número de re-producciones hechas de la misma por los dos dicentes causan-tes que, conocido el hecho, por uno de los pupilos, en carta al escultor remitida, culpándose de la tropelía, que hubo de inter-venir el artista y creador Macho, ante el irrespetuoso estropicio. Le envió una misiva al Director del Diario de Las Palmas el 31 de octubre de 1919, para su publicación, y recuerda en su conte-nido, que: «La ley de propiedad artística me ampara, y sin em-bargo, inclinándome a la bondad, pienso que este atropello ha sido emitido por la ignorancia y solo deseo que el público de Ca-narias sepa que el escultor Victorio Macho jamás trafica con su arte como un mercachifle; porque la Naturaleza le donó arrogan- 15 Revista La Esfera, Cubierta. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 660 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 16 cia y su espíritu siente desprecio hacia todas las cosas que se arrastran»16. Y apela a los infractores a retirar sus ‘Galdositos y Galdoses’, de la circulación o en caso contrario les demandaría. La recepción del busto de D. Benito, y el ya germinado afec-to entre ambos, fueron otros gratificados motivos para invitarle a su casa de Hilarión Eslava, en Madrid, cuando regresaran de Santander. «Volví a ver al glorioso anciano, quien me cobró sin-cero cariño y a quien pagué con una fidelidad de mastín caste-llano metamorfoseado en artista. Fue tan generoso y paternal conmigo, que si no aparecía por su hotel, redactaba a su criado una breve epístola, diciéndome: ‘Amigo, Macho, tenemos mucho de qué hablar’17. 16 MACHO, V. (1919), p. 1. 17 MACHO, V. (1972), pp. 296 y 297. FOTO 2: Boceto de la escultura monumental a D. Benito Pérez Galdós. Bronce. Medidas: 36 x 40 x 18,5 cm. Propiedad del Dr. D. Óscar Jiménez. Las Palmas de Gran Canaria. 661 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 17 Describe el escultor el ambiente que se encontraba en la sen-cilla y acogedora vivienda de D. Benito en Madrid, sobre todo la eterna manta que le cubría de los fríos invernales, a los que nunca superó su cuerpo friolero; su impertérrita expresión; su fija y silente atención a todo y todos; sus redondas gafas de absoluta negritud de invidente; ...y la humareda, de fumador empedernido, que envolvía su alargada imagen y peculiar efigie, que no dejaba entrever la canosidad que evidenciaba sus longe-vos años y su morena tez. También asistía Macho a las tertulias con otros de los entrañables amigos del egregio escritor, como los hermanos Serafín y Joaquín Quintero, Pérez de Ayala, Gregorio Marañón, Emiliano Ramírez Ángel, José Francés, etc. Todo ello fue objeto, para rehundir los afectos y admiracio-nes en respetos mutuos en estos grandes artistas, saturados de bonhomía y comprensiva humanidad con todos, y al margen, de sus excelencias artísticas e intelectualidades. Ambos coinciden-tes en un pensamiento liberal y progresista, y por ser grandes apasionados, en sus druidas vocaciones artísticas, sinceras y conscientes, multiplicándose en ellos un entendimiento más profundo, aún si cabe. Y así describía en su texto el escultor: «Don Benito era un hombre de asombrosa sencillez; tanta, que producía a la vez admiración y ternura... ¡Cómo se puede tener tanto talento, ser tan admirado y popular como él lo fue, sin engreírse ni envanecerse! De todos los seres famosos que he conocido y tratado ninguno aventajó a Don Benito en modestia y simpatía humana; por eso le quise tanto, que a veces, sin dar-me cuenta, le llamaba ‘abuelo’. Victorio Macho relata, además, en sus Memorias, el afable consejo que el Maestro le ofrecía en juiciosa letanía y dádiva del triunfo: «Adelante, joven Macho, adelante, siempre adelante’. ¡Y estas frases alentadoras cuántas veces me la repetía a mí cuan-do trabajaba»18. 18 MACHO, V. (1972), pp. 296-297. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 662 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 18 5. LAS FOTOGRAFÍAS DEL BOCETO DEL MONUMENTO Los días 15 y 16 respectivamente, de junio de 1920, se anun-cian en ambos rotativos matutinos: El Tribuno y La Provincia de la capital grancanaria, la llegada en el último correo, de las fo-tografías del proyecto que Victorio Macho envió al Presidente de Fomento y Turismo. En el cual se comunica las dimensiones que la escultura monumental tendrá en su tallado original en esca- FOTO 3: Dibujo de Victorio Macho.—A mano alzada y a lápiz color sepia. Re-presenta la imagen en perspectiva del monumento a D. Benito Pérez Galdós, en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Realizado en 1920 y fue pre-sentado en la memorable exposición de Las Palmas. 663 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 19 la real, haciendo hincapié en el reverso de una de ellas, los des-mesurados tamaños, con el objetivo de destacar la excelsa categoría de tan ilustre personaje: «Seis metros y medio de al-tura. La cabeza de Galdós tendrá unos cincuenta centímetros». En una de las fotografías recibidas, hay una nota de Victorio Macho que dice así: ‘La altura de Galdós, puesta de pie tendrá más de tres metros y medio. Este tamaño colosal solo merecen tenerlo los genios como Él’19. 19 (s. f.). «El monumento a Galdós». El Tribuno, 15 junio, p. 1. FOTO 4: Maqueta del proyecto escultórico.—Realizada por Victorio Macho. Yeso patinado en varios colores. Medidas: 60 x 46 x 65 cm. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 664 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 20 El periódico La Provincia en su edición del día 16 del mis-mo mes, describe el redactor en un sustancioso artículo, des-pués de haber contemplado analíticamente, con toda compla-cencia artística, y devoto reconocimiento, por fin, a Pérez Galdós en su tierra, las fotografías enviadas por el escultor: «El boceto representa a Galdós semiyacente, desnudo. La parte in-ferior del cuerpo en reposo, cubierta por una gasa sobre el blo-que de piedra. La parte superior de la figura del Maestro, tiene una majestad, una luz de infinitud y, eternidad, que hace supo-ner al glorioso escritor en actitud de incorporarse para indicar-nos con su mano —aquella mano que abrió nuevos caminos al espíritu—, el último camino»20. Posteriormente, el 15 de agosto de 1920, El Tribuno comuni-ca a sus lectores que el boceto de la estatua (refiriéndose a las fotografías) que ya había sido enviado, y recibido en aquellos días, por el escultor al ente susodicho, se encuentra expuesto en el escaparate de la droguería del señor Espinosa, en la calle Mayor de Triana, con el siguiente texto, analizando el cronista, los significados valores de la obra y el magnífico acierto del escultor Macho con este memorable monumento: «Esta admira-ble obra de arte, toda inspiración y grandeza, austeridad y sen-cillez, ha sido muy elogiada por el público inteligente y bien orientado. Realmente no es posible ver la obra de Macho, sin que ante su concepción y originalidad surja el elogio sincero y entusiasta»21. En una nueva misiva remitida por el escultor, le anuncia al pretor de la Sociedad aludida; e insertada, para conocimiento público, en las páginas de la prensa escrita El Noticiero de la capital isleña, el 19 de diciembre de 1920, y en esta ocasión sí que es el boceto dibujado a lápiz del monumento de Galdós, acompañado del boceto gráfico y escalado, para el tallado de los bloques que construirán el basamento y el cincelado de cada uno de los cantos decorativos de las guirnaldas y meandros, como alegorías de loores y vítores al augusto personaje petrifi-cado en perpetuidad. Y en el comunicado epistolar dice: «Ten- 20 (s.f.). «El monumento a don Benito». La Provincia, 16 junio, 1920, p. 1. 21 (s. f.). «Boceto del monumento». El Tribuno, 15 agosto, 1920, p. 1. 665 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 21 go el boceto embalado hace tres meses, pero no me decido a mandarlo hasta encontrar persona que lo pueda llevar con toda seguridad. Con el boceto va la escala que dará las medidas exac-tas de los bloques»22. 6. VIAJE DE VICTORIO MACHO A GRAN CANARIA El periódico grancanario La Crónica, anuncia a sus lectores sobre el telegrama recibido en la redacción, «del gran Victorio Macho», en el cual daba la noticia de su inminente llegada a Las Palmas, habiendo embarcado en Cádiz el día 7 de junio (1921). «Victorio Macho viene llamado por la Sociedad ‘Fomento y Tu-rismo’, encargada de la erección del monumento a D. Benito, para que elija la plaza de esta población donde será colocado el mismo. Los elementos literarios y artísticos se aprestan para rendir un homenaje de admiración al recio artista castellano»23. Había partido de Cádiz, y después de casi tres días de dura singladura en la gruesa mar atlántica, a bordo del pequeño va-por, anuncia el periódico La Jornada, de la capital grancanaria, del atraque en Santa Cruz de Tenerife, el día 9 de junio, el bu-que que transportaba al artista Victorio Macho, a su esposa María y una importante carga de sus obras, para la sorpresiva Exposición que realizará el día 22 en Gran Canaria. El vapor que le transportó a su bordo desde la Península a Tenerife fue el Infanta Isabel de Borbón. Y una vez llegados a puerto, y des-de que saltaron a tierra, en el atraque en los muelles de la isla picuda, cableó a la presidencia de la Sociedad Fomento y Turis-mo, desde Santa Cruz, anunciándoles que navegaría en el vapor Fuerteventura hacia Las Palmas de Gran Canaria, y así lo reco-ge en su información, el rotativo aludido: «En el vapor Infanta Isabel de Borbón llegó ayer a Tenerife el notable escultor Victorio Macho. Desde allí ha saludado a sus amigos de Las Palmas, anun- 22 MACHO, V. y MEJÍAS, J. (1920), p. 1. 23 (s. f.). «Victorio Macho vendrá a Las Palmas», La Crónica, p. 1. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 666 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 22 ciándoles embarcaba con distinguida señora en el vapor interin-sular Fuerteventura, que llegará esta tarde de cuatro y media a cinco»24. Al fin tocaron tierra en la isla, y llegaron a Las Palmas de Gran Canaria Victorio Macho y su señora, atracando el vapor que les navegó, en el espigón del muelle de La Luz, habilitado para el pasaje. Con media hora de retraso, en cuanto a la oficial prevista, saltando a tierra firme a las 5,30, en horas vespertinas, siendo recibidos a pie de escala por una comitiva de represen-tantes de los organismos oficiales, como el Acalde de la Ciudad, don Emilio Valle; de amigos, como el querido Tomás Morales, y a la par, en función oficial, como Presidente Accidental del Cabildo Insular de Gran Canaria (quien ocupaba el cargo de Vicepresidente); El Presidente de la Sociedad mentora de la idea monumental a D. Benito y toda su Junta Directiva; el hermano de D. Benito, el General Ignacio Pérez Galdós (que fuera Gober-nador Militar del Archipiélago en el año 1900); el doctor y ami-go Jerónimo Mejías; otros poetas y artistas; los sobrinos de Galdós, y demás público, que se sumaron al agasajo de bienve-nida al escultor. Después de los saludos cariñosos y protocolos debidos, con los equipajes se trasladaron al Hotel Metropol, don-de le tenían reservada habitación a la ilustre pareja. Y en la misma tarde del desembarque: al escultor, acompa-ñantes y organizadores del proyecto monumental de la ciudad, les esperaba la primera orden de trabajo de campo, objeto por el que vendría a la isla el escultor: recorrer, sin mayores dilacio-nes, los posibles lugares para la ubicación de la estatua al in-mortal Galdós en su tierra de nacimiento. En el pequeño co-mentario informativo del rotativo La Jornada, se escribe: «A recibir al ilustre matrimonio fueron al muelle los señores Tomás Morales, poeta y Presidente del Cabildo; don Emilio Valle, alcal-de de la ciudad; don Carlos Navarro Ruíz, Presidente de Fomen-to y Turismo; los miembros de esta sociedad; los poetas Saulo Torón y Fernando González; el pintor don Eladio Moreno; los sobrinos de don Benito, don Ambrosio y don Hermenegildo Hurtado de Mendoza y don Ignacio Pérez Galdós. Y muchas gentes más. Esta tarde recorrerá el insigne escultor la ciudad, a fin de 667 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 23 escoger el sitio más a propósito para colocar el monumento a Galdós»25. Cuando Victorio llegó al muelle de La Luz de Las Palmas, el 11 de junio de 1921, siendo recibido por el poeta cantor de su Oda al Atlántico, describía el eximio escultor a su querido ami-go poeta, a quien después de un año sin verse y estrechar afectivos lazos de amistad y arte, con estas lamentadas palabras: «(...) Los brazos en cruz, crucificando la bienvenida que le tri-buta al escultor, pues, luego, escribirá: Lo encuentro demacra-do. Ya no es el titán que conocí en Madrid. Sus ojos tienen una gran tristeza»26. Leyó en sus ojos el escultor, para hacer la fatídica descrip-ción, sobre el dilecto poeta modernista: la guadaña le asestó su golpe prontamente, para finiquitar y poner la rúbrica al amar-go poema de su propia vida y a la fértil creación literaria en la lírica, el 15 de agosto de 1921. La única y pírrica información, que hemos recogido en ese año y mes, en la prensa madrileña, que diera noticias sobre el viaje, estancia y Exposición en Las Palmas de Gran Canaria del escultor Victorio Macho, fue recogida por La Correspondencia de España, según se ha comprobado por las hemerotecas digitales de la capital española. Señala en el texto de redacción, de benig-na receptividad, cariño y admiración, que tuvo en el destacado creador y renovador de la escultura española, en la urbe que hizo de natalidad y cuna de D. Benito, por la intelectualidad grancanaria, a su llegada a la ínsula, quienes además les sirvie-ron de cicerone para contemplar el paisaje de la isla: «El joven y genial escultor ha sido recibido con entusiasmo por la intelec-tualidad de Las Palmas, que no cesa en agasajarlo y de hacerle grata su estancia en aquella ciudad»27. La arribada de Victorio Macho a la ciudad capitalina, des-pués de la larga travesía marítima, por invitación e iniciativa de 24 (s. f.). «Victorio Macho». La Jornada, 10 junio, 1921, p. 1. 25 (s. f.). «Victorio Macho en Las Palmas», La Jornada, p. 1. 26 1. FALCÓN CEBALLOS, O. (1967), p. 11. MACHO, V. (1972), pp. 292-293. 27 (s. f.). «El monumento a Pérez Galdós. Victorio Macho en Las Palmas», p. 3. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 668 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 24 la Sociedad Fomento y Turismo, con el objeto de palpar los es-pacios enunciados para la ubicación de la escultura de D. Beni-to, como se ha manifestado anteriormente, no fue para el artis-ta una visita de carácter turístico, sino que el mismo artista se involucró, con el compromiso de motu proprio, la responsabili-dad de su trabajo artístico y con absoluta seriedad profesional, a realizar una muestra de sus obras recientes, en dibujos origi-nales y fotografías y bustos de los queridos artistas, y muy es-pecialmente, sobre la obra monumental, de la cual había con-feccionado su boceto y croquis del proyecto: el monumento a Galdós, en Las Palmas de Gran Canaria, para que las gentes de la isla tuvieran una noción de las cualidades artísticas del escul-tor y apreciar la obra monumental que se llevaría a cabo, dando a conocer, el simbólico significado y el estilo de la misma; y su propio quehacer artístico durante diez años, mediante fotogra-fías y dibujos. La Exposición del artista se llevó a efecto en el mismo salón de la citada entidad auspiciadora de la idea monu-mental: Fomento y Turismo. La muestra constituyó todo un acontecimiento cultural y social, dada la talla del insigne escul-tor, y de gran novedad, para hacer reverberar las sensaciones en los habitantes de la urbe, cada vez más en alza artística, quien tuviera el detalle de hacer en esta ciudad, tan alejada de la me-trópolis capitalina y de eventos de un artista de este significado nivel nacional, mostrando sus obras creativas. Lo que también fue para la ciudad, por esta Exposición, otro de los lugares pri-vilegiados para engrosar la nómina curricular del artista con su nombre en la vieja ciudad Real de Las Palmas. Tuvo la misma la cálida acogida y el interés propio en la ciudadanía de enton-ces, todo un motivo de alta gratificación: «Algunas personas inteligentes nos dicen que entre las fotografías y bocetos de las obras que el escultor dará a conocer a nuestro público mañana, hay cosas de gran concepción artística y vigorosa plasticidad, dignas de un artista genial. Este rasgo de humildad y de nobleza del Sr. Macho accedien-do gustosamente a abrir la exposición que anunciamos, merece —por lo menos— la gratitud por los pocos que aquí se interesan por manifestaciones de belleza y de arte»28. 28 (s. f.). «La Exposición de Victorio Macho», p. 1. 669 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 A su llegada a Las Palmas de Gran Canaria, el aún joven escultor, que contaba con las energías que da la juventud, y las ilusiones que otorga la inmanencia vocacional, venía ungido por los laureles del genio ya reconocido y encumbrado en el difícil Madrid del arte y la cualitativa competencia entre los grandes artistas con que convivía. La aureola, ganada por su talento, con la exquisitez de sus piezas, del trabajo denodado en la escultu-ra, con vitola de renovación y ruptura con un pasado trasnocha-do, y en antagonismo con la servil y fría realidad fingida, según sus credos y prédicas, de él y su mentor Julio Antonio, como reinventores de la escultura moderna en España. No dejó de ser, en su constante: sencillo, humano, y puro en modestia, sin en-vanecerse por tanto sahumerio a sus obras y al autor; y pleno de gratitud a los que le habían mencionado para el monumento a su amado amigo, en su tierra natal. Habrá que preguntarse y tener en consideración ¿cómo se prestó este prócer artista, ya consagrado en la escultura, a Ex-poner en una provincia tan periférica, tan alejada de lo conoci-do en territorio peninsular, máxime por aquellos oscuros tiem-pos de paupérrima comunicación cultural y otras negativas condicionantes, y capital de provincia, que aún estaba en otra órbita de su nacimiento, eclosión y conocimiento de la cultura artística?. Solo tiene esta noble acción una clara explicación para despejar esta duda: su humanidad, su animoso credo por el arte puro y para todos; y que atesoraba en su ser una desme-surada filantropía, al margen de toda vanagloria en su persona, ni frivolizado por el absoluto éxito y la gloria recién alcanzada en Madrid en su primera Exposición individual. Pasados dos años, encontramos la entrega de parte de los honorarios anticipados al escultor y los gastos habidos, duran-te su viaje y estancia en Gran Canaria. En una misiva de cumplimentación y justificación al Presidente de la Asociación Canaria, de los dineros donados por los emigrantes canarios en Buenos Aires, a través de los auspicios de aquélla, el Presidente de Fomento y Turismo de Gran Canaria, Carlos Navarro Ruiz, da cuenta de los gastos habidos hasta el presente y de futuras remesas prometidas por los entes oficiales y otros particulares. Y en la misma da cuenta del viaje efectuado a Gran Canaria el 25 TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 670 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 artista Macho, y del dinero de anticipo para la construcción de la escultura, estando el escultor en la capital grancanaria: «En los trabajos indicados, en el viaje de Macho a Las Palmas para elegir el sitio en que el monumento ha de ser emplazado y en otros gastos necesarios van invertidas 46.927.60 pesetas (inclu-so las 25.000 anticipadas al escultor)...»29. En el periódico vespertino El Liberal, de la capital de isla, se publica un artículo titulado Impresiones de viaje, el 4 de noviem-bre de 1921, que anteriormente fuera insertado en las páginas de su homólogo madrileño La Correspondencia de España, el 20 de octubre. En ambos textos se recogen las declaraciones he-chas al redactor del periódico aludido, sobre «las impresiones» del viaje que hiciera a Las Palmas de Gran Canaria, desde la capital española, por el artista Victorio Macho, que en varias cuartillas relatara los avatares de su trayecto ferroviario y de la travesía en barco de vapor, hasta su llegada a la ciudad gran-canaria, escribiendo el redactor: «y Victorio Macho dedica a la hermosa ciudad canaria un canto de admiración y afecto, en el que pone toda la efusión de su verbo y de su genio»30. En declaraciones previas al redactor, (que omite en su publi-cación el periódico grancanario El Liberal), en su crónica origi-naria, del periódico impreso de la capital madrileña La Corres-pondencia de España, durante una entrevista, hace el periodista una detallada descripción sobre el ambiente que otea y palpa en el taller del artista, que a modo de prefacio del artículo, evoca a las íntimas sensaciones del lector ‘visitando virtualmente’ el estudio del artista: «Hemos tenido el placer de visitar a Victorio Macho, el gran escultor que ha concebido el monumento que la ciudad de Las Palmas levanta a la memoria del glorioso maes-tro de las letras españolas, Don Benito Pérez Galdós». Sigue relatando el redactor: «Nos acompaña el mismo artis-ta a visitar su estudio. Por los amplios ventanales, con vidrieras policromas penetra la luz, llenando la estancia, en la que no hay rincón que no acuse inmediatamente la vigilancia del dueño-artista. De ahí que en todas partes se advierta la mano de 26 29 NAVARRO RUIZ, C., p. 2. 30 (s. f.). «Impresiones de viaje. El eminente Victorio Macho habla de Las Palmas», p. 1. 671 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 Victorio Macho, desde la colocación de las grandes obras escul-tóricas hasta el abandono aparente en que se halla un cojín»... Y prosigue en párrafo siguiente: «Telas, hierros, porcelanas, ma-deras..., cuanto el arte ha modelado para sus evocaciones y sus sensaciones; cuanto puede imaginar el buen gusto está distribui-do artísticamente en el estudio del gran escultor»31. A continuación describe el artista, en su singular cuaderno de bitácora, sus enigmáticos días y la odisea del largo viaje de aquel entonces: «Tres días de navegación, setenta y dos horas del reloj del hombre... Esa brumosa lejana anuncia la tierra... Tenerife... Visión dantesca. En lo alto, sobre las nubes, surge el Teide como una Torre de Babel... Nuestro barco navega sobre un mar de oro...». Renglones más adelante relata: «Estamos llegando a Las Palmas... Su gran silueta, que antes era una nube violeta, va precisándose, construyéndose plásticamente. Destacan en pri-mer término las rocas cortadas verticalmente, simétricamente, como contrafuertes de una gigantesca arquitectura soñada». En párrafo seguido escribe en su hoja de bitácora: «Por fin... vemos en el muelle un nutrido grupo de gente que nos saludan; D. Ambrosio Hurtado de Mendoza, el doctor Jerónimo Mejías, el pintor Eladio Moreno... Salto hasta los brazos en cruz, emocionados del gran poeta y camarada Tomás Morales; le encuentro demacrado; ya no es el titán que conocí en Madrid; sus ojos tienen una gran triste-za... Abrazo a todos estos antiguos amigos; somos presentados a las damas y a los intelectuales que han salido a recibirnos, entre ellos D. Carlos Navarro, presidente de ‘Fomento y Turis-mo’, Sociedad que me ha encomendado el monumento del abuelo Galdós. Hemos pasado un mes en esta isla acogedora, patriarcal... Llevaremos una grata impresión de estas damas de hablar sua-ve y caricioso, voz musical que parece recitar el ‘Cantar de los Cantares’..., y siempre guardaremos el recuerdo y la amistad de estos hombres poetas, caballerescos, cultos como aquella raza del Renacimiento». 27 31 (s. f.). «Impresiones de viaje. Las Palmas. El eminente Victorio Macho habla de Las Palmas», p. 7. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 672 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 Después de aquel memorable mes de estancia en la isla, y de haber realizado su Segunda Exposición Individual en una de las siete rocas del sonoro Atlántico, llega el momento del regreso a su taller en Madrid, en el cual le esperan algunas obras por crear y dar su personal impronta volumétrica y cumplir los tra-tos en el tiempo ejecutorio, es el ejemplo: el monumento a Juan Sebastián Elcano, ‘La Victoria’ (Guetaria); Concha Espina (Santander), para la ciudad. Y en la despedida, cumplidos los objetivos y rememorados los días de trabajo logístico, y también de fasto, comenta: «Han venido a despedirnos; estamos en el ‘Bravantia’; el gran poeta Morales no vendrá; todo el dolor de nuestra alma ha quedado con él... parecía un Prometeo encade-nado »32. El rotativo La Jornada editado en la capital de Las Palmas, publica una información que ha entresacado de la información impresa de su colega madrileño La Correspondencia de España, a los pocos días, posteriores a su edición en la Villa y Corte y en el mismo mes. Esta información en la isla es emitida el 28 de noviembre de 1921. Y se hace eco del viaje que realizará el jo-ven y laureado escultor Victorio Macho a Gran Canaria en el próximo mes de diciembre. La noticia es un tanto sorprendente. Y lo es, porque se nos plantea la duda de saber a ciencia cierta, si el viaje a la capital grancanaria estaba previsto en su agenda, y acordada con el Presidente de Fomento y Turismo; y desistiera del mismo por mor de un nuevo encargo de obra escultórica para la creación y confección. O bien porque el proyecto, por tantas causas, so-bre todo económicas, se fue retrasando indebidamente de lo previsto, para su pronta realización, hasta su inauguración en 1930. Aquí en la isla no se tienen informaciones de acuerdos apa-labrados entre el artista y el Presidente de Fomento y Turismo de Gran Canaria, Carlos Navarro, de un próximo regreso para otear los trabajos del basamento, del urbanismo y ornamentos del entorno de la ubicación en el viejo muelle de Las Palmas, según los planos que el propio escultor había dejado diseñado 28 32 1. (s. f.). «Impresiones de viaje. Las Palmas. El eminente Victorio Ma-cho habla de Las Palmas», p. 1-p. 7. 673 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 a escala. No obstante, los permisos oficiales del Consistorio ca-pitalino no se otorgaron hasta diciembre de 192633, y las obras para el emplazamiento no comenzaron hasta mitad septiembre de 192934 sobre el espigón. Ni en la hemeroteca local existen da-tos que corroboren esta noticia, de su regreso en aquel u otro año próximo. No obstante, el objetivo propuesto y manifestado por parte de Fomento y Turismo era realizar el monumento a la mayor premura, pero diversas causas lo impidieron. Se lee en el contenido de la crónica: «Sabemos que el gran escultor Victorio Macho dispone su viaje a Las Palmas para el próximo mes de diciembre. La obra admirable del gran monumento a Galdós es una de sus grandes preocupaciones. Admiró y amó mucho al gran maestro de las letras españolas. Victorio Macho nos ha hablado de su obra, nos ha hablado también de Las Palmas, de la Sociedad Fomento y Turismo de Gran Canaria, y en sus labios ha brotado espontáneo un comen-tario de entusiasmo y de elogio para la hermosa ciudad y la para la Sociedad que muestra su altura y sus altas iniciativas al honrar la memoria del escritor inmortal»35. 6. LA EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO No se entienden las razones, por las que esta muestra artís-tica, que realizó Victorio Macho en Las Palmas de Gran Cana-ria, desde el 22 al 30 de junio de 1921, no haya sido considera-da como tal Exposición Artística, y digna para ser integrada en el currículum del artista; o quizás, habrá sido, por desconoci-miento de su existencia. En ella figuraban 19 dibujos del natu-ral; 3 esculturas, dos bustos: de D. Benito, en escayola; y de Tomás Morales, en bronce; el boceto de la escultura monumen-tal de Pérez Galdós, para ubicar en la ciudad; y una serie de fotografías de sus grandes obras creativas y monumentales de tallas directas en piedra y madera, y de vaciados. 29 33 (s. f.). «Se concede autorización. Del monumento a Galdós», p. 1. 34 (s. f.). «El monumento a Galdós». Diario de Las Palmas, 17 septiembre, 1929, p. 2. 35 (s. f.). «Victorio Macho volverá a Las Palmas», p. 1. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 674 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 Y como tal evento cultural, en los haberes expositivos y de presentación de sus obras en público, no se comprende cuales fueron las causas para que no figurara en su capítulo biográfi-co de obras expuestas oficialmente. Al margen y a pesar, de que el salón habilitado para tal efecto, en la misma Sociedad de Fomento y Turismo de Gran Canaria, no cumpliese, con los re-quisitos e instalaciones propias que exige una sala de muestras en toda regla para destacar las obras de arte. Ni porque la mis-ma se haya celebrado en una periférica ciudad del Atlántico, alejada de los epicentros artísticos nacionales. No tiene tampo-co, por qué ser obligatoriamente en Madrid, o en otras grandes capitales, para que se reconozcan los méritos a un artista que muestra sus obras en otras metrópolis; cualquier lugar o urbe, sea del centro de la Nación o de la tangente, por recoleta que sea, o menos formados su habitantes culturalmente en los ava-tares del arte, debe reconocerse en el currículum del artista ex-positor como tal muestra pública. Es sabido que Las Palmas de Gran Canaria está situada a unos 1.765 km. de la capital del Estado, situada al sur del sur y del extremo peninsular; que tenía una población de unos 66.000 habitantes en aquel año 1921 (censo, agosto de 1922: 66.426). Sabemos que nada tenía en paralelismo con unas grandes capi-tales como Madrid o Barcelona, que desde tiempos precedentes fueron la cuna de las vanguardias artísticas, y la puerta de en-trada a los artistas de rango y evaluado talento, a cualquier movimiento cultural, y muy receptivas para el advenimiento de tendencias artísticas e innovadores artistas; de valorados críticos de arte, historiadores, profesores y de los cenáculos del arte para toda España; y que contaba entonces Madrid, por el mis-mo año, con una población de poco más del 1.000.000 de habi-tantes (censo, diciembre de 1920: 1.048.908). Evidentemente, Las Palmas de Gran Canaria estaba en las antípodas de todas las referencias enunciadas; pero, como población debió ser categorizada en la suma curricular de Macho. Empero, hay que altamente agradecer al prócer escultor, su altruismo y bonhomía para con los grancanarios, enalteciendo de esta manera su cariñosa amistad y admiración con Benito Pérez Galdós y Tomás Morales Castellano; resarciendo, con este 30 675 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 noble gesto, su elección para el gran monumento escultórico al augusto literato de las letras del s. XIX. Que llegase desde la Villa y Corte, en tan largo viaje para la época, cargando con los moldes del busto de D. Benito (que rellenó en la capital, con escayola, días antes de la Exposición); el busto en bronce de Tomás Morales; una carpeta de dibujos y otro cartapacio de fotografías; además del boceto a mano alzada del Monumento. Viaje de incómodo recorrido en tren; y, cuya dura travesía ma-rítima, era de tres días de navegación desde Cádiz. Y con res-pecto a las fotografías, aportó, como gran innovación para aque-llos tiempos: presentar fotografías en papel en sustitución de las obras originales. Las razones son muy comprensibles. Y en su favor y futuro en la plástica expositiva, dejó renovada huella con esta presentación de fotografías que, sin buscadas intenciones, marcó un presente y una halagüeña forma de presentar estas obras gráficas en público, si bien no fuera innovador, pero sí pionero, en este tipo de exposiciones plásticas, que hoy, son tan habituales como magnas obras de arte. La inexistencia de frecuentes exposiciones de esta magni-tud, y de otras, por aquellos tiempos, de artistas locales de las islas, en la que ya despuntaban destacados artistas como los grancanarios: Néstor Martin F. de la Torre, Nicolás Massieu, Juan Carló, Manuel Ramos, Eladio Moreno (pintor y profesor de Arte, nacido en Sevilla, muy vinculado a Las Palmas y con-tertulio de la colonia canaria en el Café Universal en Madrid, donde nació una dilecta amistad con Tomás Morales y otros canarios. Tal fue así, que se vino a vivir a Gran Canaria), etc.; y de intelectuales de valor y prestigio, que bien podrían hacer de críticos o de ocasionales comentaristas de las obras expues-tas, como: Fray Lesco, (quien fuera el mentor para la creación de la Escuela Luján Pérez, cuna de artistas desde 1918), Sebastián Suárez León, Domingo Rivero, Tomás Morales, Saulo Torón, P. Perdomo Acevedo, Alonso Quesada, Víctor Doreste, Jordé, Claudio de la Torre, Rafael Mesa, etc. Solo se programaban en la ciudad laspalmense las contadísimas Expo-siciones de aquéllos artistas mencionados de forma esporádi-ca, pero no tan asiduamente como para crearse una afición, y la consiguiente obligación de ejercer la crítica de arte y refe- 31 TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 676 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 rencias periodísticas de cierta enjundia. Sí, en cambio, a nive-les más emparentados con las artesanías de forma habitual, como se ha comprobado con la revisión de la prensa en aquel tiempo. Ello supone que no hubiesen críticos, ni las necesarias informaciones artísticas, y sin llegar a la analítica de arte en las crónicas periodísticas. Por lo que no hubo, de forma ofi-cial y técnica, durante la Exposición, síntesis críticas sobre las obras ni la identidad artísticas del autor, por parte de los inte-lectuales canarios citados, quienes no se comprometieron a tal menester, a pesar de no ser doctos en la materia, que versaran sobre las obras expuestas por Victorio Macho en el Salón de Fomento y Turismo, en aquel mes de junio de 1921. Solo exis-tieron las cumplimentadas crónicas periodísticas y algunos de-terminados análisis de arte, muy acertados en las apreciacio-nes que hicieron sobre la Exposición, por ejemplo: Francisco García y García. 7. CRÓNICAS Y CRÍTICAS DE LA EXPOSICIÓN Según recoge en sus páginas el periódico diario La Crónica, el día 14 de junio, el destacado escultor desea complacer a sus amigos canarios y a la Sociedad de Fomento y Turismo de Gran Canaria, mostrando sus dibujos, parte de sus recientes obras en fotografías y algunas en volúmenes, en las propias dependencias de la Sociedad aludida, demostrando así el pláceme por la aco-gida y elección de su trabajo, para realizar el magno monumen-to al eximio escritor y dramaturgo. En la información se hace una alabanza y valoración técnica-artística, por el excelente ofi-cio plasmado y el talento demostrado que anidan en el autor palentino, y se congratula por el noble gesto de atención, al exponer en la capital tan destacado artista de vanguardia, sien-do la primera vez que lo hace un artista español de ese nivel cualitativo en Canarias. «Nosotros hemos tenido la satisfacción de ver esas fotografías de las obras de Macho, podemos asegu-rar que, por lo magníficamente que están hechas, lo cual da una mayor expresión a las mismas, han de gustar extraordinaria-mente. Tiene ésta la novedad de ser la primera que abre aquí un 32 677 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 artista español del prestigio de Victorio Macho. Es esta una deferencia que nos enorgullece. La fotografía de ‘La Piedad’; de la estatua yacente de ‘Marcelo Macho’, de sus bustos y de sus dibujos, gran parte de cuyas obras, no solo por el original sino también por las foto-grafías, son desconocidas de nuestros conciudadanos, podrán en breve ser admiradas en los salones de la Sociedad ‘Fomento y Turismo»36. En pequeña crónica informa el diario La Jornada, que se inaugurará el próximo miércoles la Exposición del escultor cas-tellano, recién arribado a nuestra capital. Y se escribe en la mis-ma información, aduciendo especialmente sobre los logrados dibujos de claroscuro. «El gran escultor presentará notabilí-simos dibujos y una completa colección de fotografías de las es-culturas que constituyeron la primera exposición de tan ilustre artista y que con éxito resonante se celebró en Madrid. El éxito, por tanto, está descontado. No puede ser de otro modo. Las Palmas entera se honrará rindiendo su tributo de admiración al escultor eximio, que solo movido por su entraña-ble afecto al maestro Galdós ha realizado el viaje a esta isla»37. Añade en párrafo seguido, de los valores intrínsecos que ya sopesan en el autor, encumbrándole, quien es uno de los escul-tores de más prestigio a nivel nacional. Y apela la crónica, a los valores espirituales que nos estimula en nuestro espíritu la muestra en su contemplación, además de gozar de un arte puro y excelso, realizado por el eminente escultor, y sus amaestrados dibujos: «Además, se trata de un valor nacional positivo, el que al ofrecer las muestras de su genio practica inyectables en nues-tra alma, oxigena espiritualmente nuestro ser y nos hace gozar su arte recio y noble. Solo con esto bastaría el éxito de la expo-sición si no estuviera asegurado por razones de más peso»38. Da cumplida noticia el rotativo local La Jornada el 23 de junio, de la Exhibición plástica del escultor y dibujante Victorio Macho. Dicha muestra había representado para la ciudad y la 33 36 (s. f.). «Victorio Macho hará una exposición de sus obras», p. 1. 37 (s. f.). «En ‘Fomento y Turismo’. Exposición Victorio Macho», p. 1. 38 Op. cit., p. 1. «En ‘Fomento y Turismo’. Exposición Victorio Macho», p. 1 TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 678 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 sociedad de la misma, un gran interés y novedad, por el por el reconocimiento avalado de tan egregio artista. Exposición que estará abierta, decía, en dicha sede social durante ocho días. Y la presentación, a mano alzada, de la perspectiva de la ubica-ción en ‘el martillo’ del espigón del muelle viejo de Las Palmas, inutilizado en aquellos momentos para el atraque de barcos. Sobremanera destaca lo más notable del contenido de la misma: «El boceto del monumento que se levantará a Galdós en esta ciudad, el busto de Tomás Morales y una reproducción, hecha aquí, del busto de don Benito que se halla en el Retiro de Ma-drid, contribuyen a dar mayor esplendor al salón. Los dibujos y fotografías de Macho decoran las paredes. Los hombres de Castilla, hombres de color de tierra, trajinantes, pastores y labriegos de la estera; marineros y mozas de la costa cantábrica; el hermano, la madre, los sobrinos del escultor; los pintores y poetas; los sepulcros de Llorente y Marcelo Macho; ‘La Piedad’, presentan a los ojos del público a Victorio Macho como un portento del lápiz y del cincel. Además pudimos ver en la exposición el proyecto de empla-zamiento en el muelle viejo del monumento a don Benito. No puede ser en verdad más aceptable»39. Describe asimismo, el ambiente existente en el acto inaugural, con la orquesta dirigi-da por el maestro don Agustín Hernández, quien deleitó a los asistentes con selectas piezas. Por lo que el acto se vio envuelto en aires de fiesta y de singular acontecimiento artístico para la plácida ciudad. Felicita con toda gratitud el rotativo al escultor por la deferencia que tuvo en exponer en nuestra isla. El anuncio en la prensa capitalina, insertado en las páginas del matutino diario La Crónica, el 23 de junio, de que el gran escultor Victorio Macho haría una muestra de sus obras en la capital, «había causado en las gentes de la tierra casi una revo-lución espiritual», porque el artista, para el rotativo indicado, casi era un isleño más, por sus repetidas obras sobre artistas de las letras canarias y españolas: Pérez Galdós, por tres veces (hasta esas fechas, porque haría otros bustos posteriormente); y 34 39 (s. f.). «La Exposición de Victorio Macho». La Jornada, 23 junio, 1921, p. 1. [Símil información: (s. f.). «La exposición de Victorio Macho». p. 1. (s. f.) «La Exposición Victorio Macho». El Tribuno, 23 junio, 1921, p. 1.] 679 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 Tomás Morales, por dos veces. Este afortunado acontecimiento cultural para la tranquila, solariega y siempre carentes de nove-dades, ciudad atlántica canaria, era todo un acontecimiento y un agasajo, por el enunciado cariño a los literatos y su hospita-lidad, de tan egregio artista de la escultura y del dibujo. Y sobre la muestra hace una descripción de tal evento y cada una de las fotografías de las obras que ha hecho, dando mención en la cró-nica, de cada una de las esculturas representadas fotográ-ficamente; y finaliza, con el dibujo del proyecto, que había reali-zado para el plinto y cripta del monumento que sirve de base a la gran escultura, y de todo su rededor, con una serie de asientos ruanos: «El boceto del monumento que se erigirá a Galdós en esta ciudad y el busto de nuestro gran poeta decoran el salón. Háyase también a la contemplación del público una reproduc-ción de yeso del busto de Galdós del monumento del Retiro. En las paredes: fotografías de los bustos en bronce de los pintores Arteta, Anselmo de Miguel Nieto, Iturrino, el ‘Marine-ro vasco’, ‘Danielillo’, la ‘Muchacha vasca’, el ‘Tuerto de Béjar’; la figura de la madre del escultor; El sepulcro en piedra de ‘Marcelo Macho’, la ‘Piedad’, la ‘Estela funeraria del doctor Llorente, ‘Acorde en piedra’, la ‘Virgencita Morena’, ‘El herma-no del Obispo’, ‘El trajinante de Soria’, ‘El hombre bueno’, ‘El alcalde de Ciempozuelos’, ‘El hombre de madera’, y tantos más. También, Victorio Macho, había hecho un dibujo-proyecto del lugar elegido en el muelle viejo para el emplazamiento del monumento a Galdós, lo que llamó grandemente la atención del público»40. Las visitas a la muestra de Victorio Macho fueron diversas y las veces oteadas y escrutadas cada una de las obras del artista, con el fin de sonsacar las esencias ocultas; contenidos expre-sivos, significativos y simbólicos; quintaesencias espirituales, inherentes a los sentimientos del artista (si es posible descubrir-los); técnicas y resoluciones del oficio aplicados. De la Exposi-ción entresacó un particular razonamiento, con el objeto de 35 40 (s. f.). «Se inaugura la exposición de Victorio Macho». La Crónica, 23 junio, 1921. p. 1. [Símil información: (s. f.). «La Exposición de Victorio Macho». El Tribuno, 23 junio, 1921. p. 1. (s. f.). «Exposición Victorio Macho», p. 1.] TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 680 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 analizar y complacerse con las intimidades inherentes (e imagi-nadas), aunque impalpables; las sensaciones transmitidas a cada espectador de las obras expuestas. Habiendo plasmado escritu-ralmente, en este gratificante artículo analítico del escritor Fran-cisco García García, que haya osado en ejercitar una creativa escritura sobre el arte de las obras de Macho, siendo un prosis-ta en la ínsula; por lo demás, no acostumbrado, por la carencia de este tipo de eventos, ni ser un especialista en temas de críti-ca artística, comenta sobre las esculturas palpadas, a través de las fotografías expuestas: «Por eso el arte de Victorio Macho es original y es extraño. Formado en el apartamiento de su taller, en largas jornadas de trabajo y luchando bravamente con la pie-dra hasta dominarla, ha llegado en la técnica a un grado de perfección insuperable. Solo así se explica que haya logrado modelar de tan acabada manera la Estatua yacente de su her-mano Marcelo, que es un curso petrificado de anatomía, el de-talle llevado a un grado inverosímil. Los pies de esta escultura que forman un expuesto separado, nos parecen de lo mejor que hemos visto. Pero es que en esta obra, todo es admirable. Aun-que este artista no dominara más que la actitud, nos parece que ya sería un escultor sobresaliente. Pero es que también la expre-sión adquiere en su arte el valor de cosa perfecta. El rostro de esta Estatua yacente es algo que obliga al visitante a largas ho-ras de muda contemplación. Tiene una rara expresión, que no es de total acabamiento, como si la muerte hubiese querido dejar en el semblante una huella de la vida, que no se iba completa-mente »41. Y finaliza el sustancioso ejercicio crítico, con la tipología de su generado estilo. «Así es toda la producción de este escultor: sensible y emocional, con rasgos de todas las Escuelas, pero sin dejarse dominar por ninguna. Y si por la ejecución detallada y minuciosa apareciera influenciado por la tendencia italiana, el concepto sereno y tranquilo que se advierte en muchas de sus obras, indicaríase un retorno a la escultura clásica. Por eso nos extraña su arte desligado, personal y único acentuadamente rea-lista en casi toda su producción»42. 36 41 GARCÍA GARCÍA, F. (1921), p. 1. 42 Op. cit., p. 1. 681 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 En el diario de la mañana La Crónica se escribe, anónima-mente, un artículo sobre la Exposición, haciendo un análisis sobre las obras vistas, concebidas por el artista: «de espíritu inquieto y rebelde (como el genio siempre se reveló) este artis-ta huyó de la disciplina de las academias»43. Comenta en su tex-to el anónimo crítico, después de haberse complacido con el boceto sobre la futura obra monumental de Galdós. «Poseen todas las obras, admirables detalles que revelan plena seguridad en el arte, absoluta confianza en el pensamiento que concibe y en la mano que ejecuta. Pero hay algo más admirable en ello; algo que supera a todo minucioso detalle y a toda maestría téc-nica, y es la expresión vaga del conjunto, que no se puede deter-minar ni reseñar, es el alma de la estatua, es la magia del artis-ta que está allí animando las figuras, dándoles vida, ejecutando el milagro de impulsar la sangre en la roca dura moldeada a golpes de cincel. Suélese incurrir en confusiones, en errores grandes, cuando en esta nueva escuela de su arte se buscan ele-mentos exactos de expresión. En las obras escultóricas de Ma-cho el valor expresivo hay que buscarlo en el conjunto, entre esa sutil vaporosidad de que aparecen sahumadas con la sobriedad del ambiente castellano. Si el observador profano las contempla libre de prejuicios, que no sabrá explicarse acaso, pero que al poco le hará experimentar sensaciones sugeridoras de algo im-perceptible que vive y se agita en torno de la figura modelada»44. En el único medio escrito, de edición diaria de Madrid, en el que se realizó la crónica de la Exposición que Victorio Macho presentara en la capital grancanaria, con motivo de su viaje a la elección del lugar de ubicación de la estatua de D. Benito, fue en La Correspondencia de España, el 4 de julio de 1921, tenien-do como epígrafe el susodicho: El monumento a Galdós. Expo-sición de Victorio Macho. En aquella crónica se da la noticia de la venida de Macho a Gran Canaria, con el logístico objetivo de buscar la zona más indicada para la ubicación de su estatua (que nadie más idóneo que propio autor para instalar su crea-ción escultórica, quien sabe de los secretos de sus mejores visio-nes y de las más virtuosas consecuciones en su obra de arte; 37 43 (s. f.). «Victorio Macho, su arte y su personalidad», p. 1. 44 Op. Cit. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 682 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 además de los significados pretendidos en su creatura). Y es muy de resaltar la negativa, de que ningún otro medio impreso se hizo eco de dicha noticia del viaje y de la Exposición efectua-da, generosamente por el escultor de vanguardia de la época. «Victorio Macho, el genial escultor a quien se debe el monu-mento que por iniciativa de la Sociedad Fomento y Turismo de Gran Canaria, se eleva en Las Palmas en memoria del glorioso autor de Marianela, celebra en estos momentos una interesante Exposición de dibujos y de fotografías de sus obras (...) Entre todos los elementos de aquella gran ciudad canaria ha despertado mucho entusiasmo esta Exposición, en la que se ve el modelo del monumento a Don Benito Pérez Galdós, motivo del viaje de Victorio Macho a aquella isla»45. El articulista solo menciona dos de las tres disciplinas plás-ticas expuestas: dibujos y fotografías, omitiéndose las escultu-ras, también expuestas como los retratos-bustos de Galdós y de Tomás Morales; y sí describe, el boceto de la escultura monu-mental, dedicada al ilustre escritor, que figura en la Exposición. De un artículo publicado en la revista Canarias por Carlos Ramírez Suárez, editada por la colonia canaria de emigrantes en Buenos Aires, se hace eco del mismo, el rotativo grancanario La Crónica, intitulado de El monumento de Pérez Galdós. La suscripción, que se inserta en sus páginas el 22 de diciembre de 1921. En el cual hace un relato acerca de la muestra contempla-da. De ella, entresaca el más sustancioso contenido y materia, con respecto al boceto de la obra monumental de Galdós, que el artista palentino ha presentado y dado a conocer oficialmen-te (al margen de las fotos anteriormente remitidas del boceto), en su muestra de Las Palmas de Gran Canaria e isla, que trata de enaltecer y perpetuar la memoria del titán de la fábula novelística. En devota admiración y respeto supremo a la obra literaria del eximio creador de las letras castellanas del s. XIX y alma mater de la novela moderna, el articulista da una versión bastante subjetivada y plagada de epítetos, que hacen que su retórica sea bastante melosa en los elogios hacia la escultura representativa del genio: «Cada detalle del boceto, que hemos 38 45 (s. f.). «El monumento a Galdós. Exposición Victorio Macho», p. 3. 683 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 tenido el gusto de admirar en la exposición de Victorio Macho, vale cual que todos los zafiros que atesorar pudieran su figura inmortal. Porque la hace revivir en el mármol con la intuición suprema que a sus obras. Ese milagro dichoso de su arte escul-tórico, esa magia espiritual y suprema del cincel de Macho, re-presenta para Gran Canaria, un valor tan inmenso, incompara-ble aún con el mundo cuajado de piedras preciosas»46. 8. REGRESO DE VICTORIO MACHO A MADRID Una vez cumplimentadas todas sus diligencias artísticas en la capital grancanaria por el ilustre escultor, solucionados los principales asuntos que le trajo hasta la isla: el lugar de ubica-ción del gran monumento y la presentación del boceto del mis-mo. Y la grata sorpresa, que en dádiva y gratitud trajo a los is-leños: la Exposición de su obra plástica. Verificados todos los menesteres y despejadas las dudas, en relación a la ubicación del monumento, de los dibujos a escala del proyecto, del basa-mento de la estatua de D. Benito, para que éstos fueran tallados en piedra granítica de Fuerteventura por los canteros locales grancanarios desplazados a la isla majorera; y realizado el cro-quis por el artista, abocetados los planos de la zona, para el exacto emplazamiento de la escultura monumental: su base, en sus formas estructurales y ornamentaciones, que irían cincela-das en los cantos; y todo su absoluto entorno. Como era obvio, el artista Macho, acompañado de su respetada esposa María, subieron a bordo del buque de regreso a la capital del Estado, vía puerto de Cádiz. Naturalmente, para aquellos años, por tra-vesía marítima. Embarcaron en el pequeño vapor holandés Bravantia, que hacía la ruta: Portugal y España. «Su estancia entre nosotros, por diversas cosas, será recordada permanente-mente. Ella fue un paréntesis de luz en nuestro nebuloso am-biente provinciano. El artista y el hombre, permanecerán siem-pre, a pesar de la distancia entre nosotros»47. En la despedida 39 46 RAMÍREZ SUÁREZ, C. (1921), p. 1. 47 (s. f.). «Victorio Macho». La Crónica, 2 julio, 1921, p. 1. TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 684 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 escritural por la redacción de la prensa La Crónica, les deseaban a los agasajados y honorables visitantes de nuestra ciudad en su partida, el siguiente buen deseo lleno de agrado: «Lleven un fe-liz viaje los ilustres viajeros. Como el poeta de Nicaragua les decimos, hasta luego; porque no nos resignamos a decirles adiós»48. En posterior información impresa, y retomada de la publica-ción madrileña La Correspondencia de España, emitida el pasa-do 2 de julio; el diario La Crónica de la ciudad de la isla, reitera la noticia de la partida del escultor, siendo editada el 7 de agos-to, para continuar con la debida noticia del regreso de Victorio Macho a tierras peninsulares y concretamente a la Villa y Cor-te, y se lee en ambos medios: «Ha regresado a la Península el gran escultor, autor del monumento que ha de perpetuar la glo-riosa memoria del inolvidable autor de La loca de la Casa. Victorio Macho acaba de obtener otra victoria artística con motivo de los proyectos de monumento a Sebastián Elcano, el esforzado navegante. Sabemos que regresa de Canarias encantado de su clima incomparable, de su paisaje y de la inteligencia y cortesía de los habitantes de Las Palmas. El genial escultor ha recibido en Las Palmas el agasajo debido a su gran talento»49. 9. CONCLUSIONES Con este trabajo de investigación artística, queda fehaciente-mente demostrada la Exposición Individual que realizara el es-cultor palentino Victorio Macho Rogado en Las Palmas de Gran Canaria, del 22 de junio al 30 del mismo mes de 1921. La cual, insólitamente, no figura en ninguno de los currículum consul-tados en la biografía artística del destacado escultor castellano. Esta Exposición fue la segunda presentada en España por el artista con carácter individual o mostrando al público sus obras de forma singularizada. Y en este acto artístico, allende territo-rio peninsular. 40 48 (s. f.). «Victorio Macho». La Crónica, 2 julio, 1921, p. 1. 49 (s. f.). «Victorio Macho», p. 1. 685 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 Para dejar patente los hechos sobre dicha Exposición, se han compilado todas las crónicas y críticas artísticas de los años 1920, y sobremanera 1921; y en citas, en determinados años posteriores, de todo lo indagado y encontrado en las heme-rotecas de prensa impresa y de las digitales, de los años referi-dos concernientes a la Exposición, tanto en Las Palmas de Gran Canaria como en la capital madrileña. En esta Exposición de arte, el escultor mostró al público grancanario las siguientes obras: 19 dibujos del natural, a lápiz, en claroscuros y sobre papel; y eran los pertenecientes al peri-plo de viajes por tierras castellanas, de peculiares personajes retratados y de singulares personas de la raza hispana; un am-plio número de fotografías (sin especificar la cuantía, en ningu-nas de las críticas y crónicas periodísticas) pertenecientes a sus obras monumentales o de bustos de figuras de su familia, ami-gos y determinados intelectuales o personas precisas y anóni-mas, talladas directamente en piedra o madera; o modeladas en barro y por vaciados. Se da la paradoja, que la presentación de estas fotografías, marcaron un hito en esta modalidad expositiva en las salas de arte; siendo hoy día muy frecuente su visión en exposiciones de arte fotográfico; 2 bustos, de sus afectos y ad-mirados amigos, ambos de Gran Canaria: D. Benito Pérez Galdós (hecho el vaciado en escayola en Las Palmas, por el mismo artista, y extraído del busto del monumento a Galdós del Retiro de Madrid); el busto del poeta modernista Tomás Mora-les Castellano, en bronce, y que luego se instalaría en una de las plazas de la ciudad y en la calle que lleva su eximio nombre; y el boceto dibujado, del monumento a D. Benito que se realiza-ría a posteriori, en gran tamaño y para ubicar en el designado lugar, por el artista, viejo muelle de Las Palmas —sin uso al trá-fico de buques—; además de los dibujos del proyecto monumen-tal ejecutados también por el mismo autor. Digno es de encomio, la gallardía del artista, para que vinie-ra cargando desde Madrid, en tan largo y duro viaje, con todas estas obras, con el simple objeto de complacer a la ciudad. Y en esencia a sus amigos. La entrañable y respetuosa amistad entre los tres preclaros artistas: Victorio Macho, Pérez Galdós y Tomás Morales, tienen 41 TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 686 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 sus raíces desde 1915, con el egregio escritor, con la realización del primer busto a su imagen; y en 1918 con la creación del mo-numento del parque del Retiro de Madrid, que consagró al es-cultor. Y con el poeta, (aunque no existen datos que lo corrobo-ren, y sobre la primera década de la centuria) siendo estudiante de Medicina, y en la presentación de su poemario Las Rosas de Hércules en el Ateneo madrileño, el 2 de febrero de 1920. Con estos referentes, y unido al cualificado consejo dado por el poeta Tomás Morales, conocedor de su arte, para su designa-ción, fueron los motivos para que la Junta de la Sociedad Fo-mento y Turismo de Gran Canaria, le encargara el monumento a la magna figura de Galdós, para su tierra natal. Se describen todos los aconteceres encontrados en la prensa capitalina, y fragmentos de los relatos escritos por el artista en su cuaderno, del viaje acompañado por su distinguida esposa María, a Gran Canaria. Y del regreso a su punto de partida: Madrid. Esta Exposición marcó un hito histórico, por ser la primi-genia que de tan alta figura del arte español se celebrara en la Isla y en el Archipiélago, hasta aquéllas, aún remotas fechas, para la cultura artística y la parafernalia expositiva, por lo que la misma fue todo un eminente evento cultural y artístico, y un acontecimiento social para la ciudad e isla de Gran Canaria. Mediante indagaciones, se ha encontrado la escultura del boceto en bronce, creada por Victorio Macho a posteriori para el gran monumento a Galdós. También se aporta el dibujo, a lá-piz y mano alzada, de la perspectiva del proyecto, para la pre-sentación del monumento a Pérez Galdós. Se inserta una magnífica caricatura, sobre la efigie y atuen-dos personales del escultor, la cual fue confeccionada por el pin-tor isleño Manolo Reyes para La Crónica, para ilustrar un exten-so texto del pensamiento artístico y escritura de Victorio Macho. 10. BIBLIOGRAFÍA ESPINA, A. (1922). «El arte simbolista de Victorio Macho». El Tribuno, 5 no-viembre, p.1. FALCÓN CEBALLOS, O. (1967). «Un agravio más para Victorio Macho: su vestal de la tumba de Tomás Morales, se agrieta». Diario de Las Palmas, 30 junio, p. 11. 42 687 EXPOSICIÓN DE VICTORIO MACHO EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 GARCÍA GARCÍA, F. (1921). «De la exposición de Victorio Macho». La Crónica, 1 julio, p. 1. MACHO, V. (1919). «Victorio. Sobre el busto de Galdós. Una carta de Victorio Macho». Diario de Las Palmas, 31 octubre, p. 1. MACHO, V. (1920). «Acerca del monumento a Galdós». El Espectador, 22 junio, p. 1. MACHO, V. (1972). Memorias. Madrid: Ed. G. del Toro, pp. 296-297. MACHO, V. y MEJÍAS, J. (1920). «El monumento a Pérez Galdós». El Noticiero, 19 diciembre, p. 1. MEJÍAS, J. (1920). «Acerca del monumento a Galdós». El Espectador, 22 junio, p. 1. MON, F. (1979). «Victorio Macho». Artistas Españoles Contemporáneos. Madrid: Ed. MEC, p.10. NAVARRO RUIZ, C. (1920). «Acerca del monumento a Galdós». El Espectador, 22 de junio, p. 1. NAVARRO RUIZ. C. «El monumento a Pérez Galdós». Canarias. Año IX, N.º 146, marzo, p. 2. RAMÍREZ ÁNGEL, E. (1926). «El arte de Victorio Macho». Canarias. Buenos Aires. Año X, n.º 178. Enero, pp. 5 y 6. RAMÍREZ SUÁREZ, C. (1921). «El monumento a Pérez Galdós. La suscripción». La Crónica, 22 diciembre, p.1. — (1915). Revista La Esfera. Madrid. Año II. N.º 76. 12 junio, p.1. — (s. f.). «La muerte de Galdós». La Provincia, 7 enero, 1920, p.1. — (s. f.). «Tomás Morales en el Ateneo de Madrid. Éxito clamoroso». La Jor-nada, 3 febrero, 1920, p. 2. — (s. f.). «Victorio Macho, hará el pedestal para el busto a Tomás Morales». La Jornada, 24 abril, 1920, p. 1. — (s. f.). «El monumento a Galdós». El Tribuno, 15 junio, 1920, p. 1. — (s. f.). «El monumento a don Benito». La Provincia, 16 junio, 1920. — (s. f.). «Boceto del monumento». El Tribuno, 15 agosto, 1920, p. 1. — (s. f.). «Victorio Macho vendrá a Las Palmas». La Crónica, 1 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «Victorio Macho». La Jornada, 10 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «Victorio Macho en Las Palmas». La Jornada, 11 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «El monumento a Pérez Galdós. Victorio Macho en Las Palmas». La Correspondencia de España, 17 junio, 1921, Madrid, p. 3. — (s. f.). «La Exposición de Victorio Macho». El Tribuno, 21 junio, 1921, p. 1. — (1923). Buenos Aires. — 1. (s. f.). «Impresiones de viaje. Las Palmas. El eminente Victorio Macho habla de Las Palmas». La Correspondencia de España, 20 octubre, 1921, p. 7. — 2. (s. f.). «Impresiones de viaje. El eminente Victorio Macho habla de Las Palmas». El Liberal, 4 noviembre, 1921, p. 1. — (s. f.). «El monumento a Galdós». Diario de Las Palmas, 17 septiembre, 1929, p. 2. 43 TEO MESA Anuario de Estudios Atlánticos 688 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2011), núm. 57, pp. 645-688 44 — (s. f.). «Victorio Macho volverá a Las Palmas». La Jornada, 28 noviembre, 1921, p. 1. — 1 (s. f.). «Se concede autorización. Del monumento a Galdós». El Tribuno, 25 diciembre, 1926, p. 1. — 1 (s. f.). «El monumento a Galdós». Diario de Las Palmas, 17 septiembre, 1929, p. 2. — (s. f.). «Victorio Macho hará una exposición de sus obras». La Crónica, 14 junio, 1921, p. 1. — (s. f.) «En ‘Fomento y Turismo’. Exposición Victorio Macho». La Jornada, 18 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «La exposición de Victorio Macho». La Crónica, 21 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «La exposición de Victorio Macho». La Crónica, 22 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «La Exposición de Victorio Macho». La Jornada, 23 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «Se inaugura la exposición de Victorio Macho». La Crónica, 23 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «La Exposición de Victorio Macho». El Tribuno, 23 junio, 1921, p.1. — (s. f.). «Exposición Victorio Macho». La Provincia, 26 junio, 1921, p. 1. — (s. f.). «Victorio Macho, su arte y su personalidad». La Crónica, 1 julio, 1921, p. 1. — (s. f.). «El monumento a Galdós. Exposición Victorio Macho». La Corres-pondencia de España, 4 julio, 1921, p. 3. — (s. f.). «Victorio Macho». La Crónica, 2 julio, 1921, p. 1. — (s.f.). «Victorio Macho». La Crónica, 7 agosto, 1921, p. 1. (De La Correspon-dencia de España). |
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