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311 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 RESUMEN Esta investigación centra su atención en una saga de empresarios de origen británico, la casa Blandy, que habiendo comenzado su actividad económica en Madeira a principios del siglo XIX, fijaron su atención más adelante en Canarias. Se trata de un ejemplo de las diversas iniciativas em-presariales de este tipo, que pretendían aprovecharse de la posición geoes-tratégica de los archipiélagos atlánticos ibéricos, cuyo origen podemos situar en los inicios de la expansión ultramarina europea a finales del siglo XIV y que se acrecentaron con la llegada del capitalismo. Palabras clave: Historia económica, Empresa, Inversión, Desarrollo, Ca-narias, Madeira. ABSTRACT This research focuses on a British-born entrepreneurs, Blandy, who started his business in Madeira in the early nineteenth century, but later directed their attention in the Canaries. This is an example of the various business initiatives of this kind, intended to exploit the geostrategic position of the Iberian Atlantic archipelagos, whose origins can be placed in the beginnings of European overseas expansion at the end of the fourteenth century and which increased with advent of capitalism. Key words: Economic History, Enterprise, Investment, Development, Canary Islands, Madeira. LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 P O R FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 312 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 2 INTRODUCCIÓN1 Las islas del Atlántico fueron la base de partida de la expan-sión europea hacia América y hacia África desde finales del si-glo XV. Más aún, fueron el banco de pruebas para el estableci-miento del modelo de colonización que se implantó en el continente americano. En primer término, fueron los portugue-ses y los castellanos, con el apoyo financiero de los genoveses, quienes impulsaron este proceso, pero luego se incorporaron otras potencias del Viejo Continente, como Gran Bretaña, Fran-cia o los Países Bajos. La renta de situación que tenían los archipiélagos atlánticos bajo control de las coronas lusa y española se ha mantenido a lo largo de la historia, y el nuevo empuje imperialista europeo del siglo XIX revitalizó su papel como puntos clave en el tráfico marítimo internacional. Esta economía de servicios, combinada con el desarrollo de un aparato productivo orientado hacia la exportación de productos agrarios de alto valor, constituyó los pilares sobre los que se asentó el crecimiento económico de ambos espacios insulares2. La vinculación entre ambos archipiélagos durante la Edad Moderna ha sido estudiada con profusión por diversos autores3. Sin embargo, la relación que pudiese existir durante el desarro-llo del capitalismo, apenas cuenta con trabajos de investigación, en su mayoría vinculados a la situación de los archipiélagos ibéricos en la Unión Europea4. No obstante, en las diversas re- 1 Una primera versión de este trabajo fue presentada como comunica-ción en el XXVI Encontro Associação Portuguesa de História Económica e So-cial, celebrado en Ponta Delgada (Azores) el 17 y 18 de noviembre de 2006. 2 Una formulación teórica sobre los sistemas económicos insulares en el Atlántico se encuentra en MACÍAS HERNÁNDEZ (2000). Sobre el caso específi-co de Canarias, ver BERNAL RODRÍGUEZ y MACÍAS HERNÁNDEZ (2007) 3 Entre otros, podemos citar los trabajos de ANAYA HERNÁNDEZ y FAJARDO ESPÍNOLA (1986); BERNAL RODRÍGUEZ (1997); GODINHO (1989); HERNÁNDEZ GONZÁLEZ (1994); LOBO CABRERA (1985); SIEMENS y BARRETO (1974); VIERA (1987, 1988, 1991) y VILA VILAR (1979). 4 A modo de ejemplo, DOMÍNGUEZ DOMÍNGUEZ (1997) y GONZÁLEZ MORA-LES y otros (2000). © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 313 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 uniones científicas en las que se trata el devenir histórico eco-nómico de las islas de la Macaronesia5, cada vez más se pone de manifiesto el paralelismo existente, aunque todavía no se ha abordado un estudio de conjunto en profundidad. Es en este contexto en el que se inserta este trabajo. En con-creto, en la presencia de una empresa, Blandy, en Madeira y Canarias, empresa que desempeñó un papel significativo en ambas economías insulares hasta comienzos del siglo XXI. Esta investigación se inserta en una línea abierta sobre la historia de las principales empresas y empresarios que contribuyeron al desarrollo económico de Canarias durante el periodo contempo-ráneo6. El texto que se presenta aquí se estructura en tres apar-tados, además de esta introducción y las correspondientes con-clusiones. En el primero de ellos, centraremos nuestra atención en los comienzos de su actividad, que se sitúan a principios del siglo XIX en Madeira. A continuación analizaremos su estrategia de expansión e implantación en Canarias, que se produjo a par-tir de los últimos años del ochocientos. Finalizaremos nuestro recorrido con el proceso de emancipación de la sucursal cana-ria, conformándose, así, una nueva sociedad mercantil autóno-ma de su matriz portuguesa. 5 Quizás, las más representativas de este tipo de reuniones sean el Colóquio Internacional de História das Ilhas Atlânticas y el Colóquio Interna-cional de História da Madeira, así como el Coloquio de Historia Canario-Ame-ricana. Para no hacer una nota interminable de referencias bibliográficas, recomendamos al lector la consulta de sus actas. 6 Por este grupo de investigación se han realizado los siguientes estudios monográficos de empresas específicas: CARNERO LORENZO y NUEZ YÁNEZ (2002a y b), CARNERO LORENZO (2007a) y CARNERO LORENZO, NUEZ YÁNEZ y PÉREZ HERNÁNDEZ (2005). Para una puesta al día de la bibliografía sobre his-toria empresarial en Canarias, consultar PÉREZ HERNÁNDEZ y OJEDA CABRE-RA (2001) y la obra más reciente de MACÍAS HERNÁNDEZ y PÉREZ HERNÁNDEZ (2006). 3 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 314 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 2. LOS ORÍGENES MADEIRENSES DE BLANDY BROTHERS & CO., 1811-19367 En 1807 llegó por primera vez a Madeira John Blandy, en-cuadrado en las tropas inglesas al mando del general Beresford. El objetivo de esta intervención militar era reforzar la defensa de la Isla ante una posible invasión de las fuerzas napoleónicas. Tras la retirada del ejército británico en 1810, nuestro protago-nista volvió a Gran Bretaña, si bien, al año siguiente, ya licen-ciado, se estableció en Funchal como comerciante de los afama-dos vinos de Madeira, abriendo su negocio en el número 8 de la Rua San Francisco. Desde ese momento, contribuyó al incre-mento de la producción y venta en el exterior de este producto, junto con otras casas, también de origen británico, como Lea-cock o Miles (cfr. gráfico 1). En los años posteriores, J. Blandy se dedicó a consolidar y ampliar sus actividades como agente agroexportador de los cal-dos madeirenses y comenzó un proceso de diversificación de sus negocios. En particular, se puede destacar el inicio de sus actividades como suministrador de carbón y avituallamiento a los buques europeos, sobre todo británicos, que recalaban en Madeira. Para ello, estableció una oficina en Londres en 1838, que se encargaría de la compra del combustible en el sur de Gales y de contratar los servicios de abastecimiento con las compañías navieras, así como de la comercialización de los vi-nos portugueses en Gran Bretaña. 7 Este apartado ha sido elaborado a partir de la información obtenida en BLANDY (1961) y VIEIRA (2003), así como de la consulta en septiembre de 2006 de las siguientes direcciones de internet: www.blandy.com; www.blandys.com y www.blandyshipping.com. 4 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 315 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 GRÁFICO 1 Exportaciones de vino desde Madeira (Medias de cada periodo. Miles hectolitros) FUENTE: VIEIRA (2003). Empresas Pipas % Cossart, Gordon & Co. 2.361 38,63 Blandy’s Madeira 896 14,65 Krohn Brothers & Co. 667 10,92 H.P. Miles 449 7,34 Power Drury &Co. 445 7,28 Leacock & Co. 420 6,87 Otras 875 14,31 Total 6.112 100,00 0 10 20 30 40 50 60 1811-20 1831-40 1851-60 1871-80 1891-00 1911-20 CUADRO 1 Principales exportadores de vino de Madeira (1900-1905) FUENTE: VIEIRA (2003) 5 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 316 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 Tras su fallecimiento en 1853, su hijo, Charles Riparth Blandy, tomó las riendas de la empresa. No eran tiempos fáci-les para el sector vitícola local, pues dos plagas asolaron los viñedos madeirenses durante la segunda mitad del siglo XIX. La primera de ellas se produjo en 1851, causada por el Oidium Tuckery, y la segunda en 1872, cuando se introdujo la filoxera en la Isla. Esto significó un descenso importante de la producción y, por ende, de los envíos de caldos al exterior. En respuesta a esta situación, varias casas comerciales promovieron la Madeira Wine Association en 1913 como instrumento para afrontar la crisis, proyecto al que la familia Blandy se adhirió desde sus inicios8. Asociación que también sirvió, probablemente, para romper el claro dominio que ejercía la empresa Cossart, Gordon & Co. en la exportación de vinos (cfr. cuadro 1). Además del sector vitícola, C.R. Blandy dio un nuevo impul-so a la prestación de servicios portuarios mediante la creación de una compañía consignataria en 1862. Entre los buques a su cargo en Madeira se encontraban los de las compañías navieras británicas más importantes, como Union & Castle Line, Royal Mail Steam Packet Company o African Steam Ship Company. Con posterioridad se desarrollaría esta actividad de la mano de los hermanos Graham John, John Burden y Raleigh, hijos de Char-les R. Blandy, a los que debemos añadir Maurice Faber. Entre otros hitos, podemos sumar en su haber la consecución de la representación de Lloyd en Madeira en 1878, la implantación de un servicio de astilleros o la constitución de una pequeña flota dedicada al tráfico de cabotaje. Aunque vinculado también al avituallamiento de buques, Blandy fue el pionero en el establecimiento de una red de abas-tecimiento de agua potable en Funchal. Pero su relación con el mercado doméstico no acaba aquí, pues se introdujeron en la producción y comercialización de harinas, así como en la im-portación de artículos manufacturados y materias primas que necesitaba la economía madeirense. Finalmente, cabe destacar su importante labor como ban- 8 Junto a BLANDY se encontraban en este proyecto Harry HINTON, John FROTINGHAM, Welsh, Cunha & Co., Henriques & Câmara, DONALDSON y Krohn Brothers. 6 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 317 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 quero, función que inicialmente se realizaba dentro de la propia consignataria, facilitando el giro y el descuento de letras de cambio, y convirtiéndose en uno de los principales oferentes de crédito de la Isla. Esta rama financiera de la empresa se eman-cipó en 1923 con la creación del Blandy’s Brothers (Banqueiros) Ltd 9. Y fue, precisamente, a través de la actividad bancaria como la familia Blandy se introdujo en el mundo del turismo. En 1936, el Hotel Reid tenía importantes deudas y la ayuda crediticia del banco Blandy‘s Brothers fue la que más contribu-yó a su supervivencia. El resultado de las negociaciones entre ambas empresas para lograr la viabilidad de estas instalaciones turísticas fue que la entidad financiera se convirtiera en el prin-cipal accionista del hotel un año más tarde10. 3. EL ESTABLECIMIENTO DE UNA SUCURSAL DE BLANDY EN CANARIAS, 1885-1920 Hasta hace poco tiempo, la historiografía vinculaba la llega-da a Canarias de la casa mercantil Blandy al auge del tráfico marítimo que recalaba en estas islas, fruto de la ampliación de sus dos principales recintos portuarios: el de La Luz y Las Pal-mas (Gran Canaria) y el de Santa Cruz de Tenerife y las venta-jas comerciales que aportaba el régimen de puertos francos imperante desde 185211. En particular, el inicio de sus activida-des en el Archipiélago se solía situar en la segunda mitad de la década de 188012. No obstante, este lugar común merece algu-nas matizaciones a la luz de recientes investigaciones. 9 Esta entidad financiera sería posteriormente absorbida por el grupo bancario portugués Spirito Santo en 1962. 10 Los orígenes del Reid‘s Hotel se remontan a 1887, cuando los hijos de William Reid dieron el impulso definitivo al proyecto de su padre, abriendo el hotel sus puertas en 1891. Se trataba de una instalación de lujo al que acudían turistas y enfermos, sobre todo británicos, a los que el clima de Madeira les resultaba benigno. 11 Además del ya clásico BOURGON TINAO (1982), consultar MACÍAS HER-NÁNDEZ (1987 y 2003). Para la modificación de 1900, ver CABRERA ARMAS (1997) 12 Según QUINTANA NAVARRO (1992) y SUÁREZ BOSA y ROQUE GONZÁLEZ (2000), el comienzo de sus actividades se produjo en 1885. Sin embargo, FERRERA JIMÉNEZ (1988), por su parte, lo ubica en 1888. 7 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 318 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 En primer lugar, se puede concretar con mayor detalle la secuencia cronológica de los acontecimientos que llevaron a la casa Blandy a instalarse en Canarias. Tenemos constancia de que el comerciante italo-francés Juan Bautista Carló Guerey, consignatario de buques en Las Palmas de Gran Canaria desde 1864, fue el representante de la casa Blandy en Canarias13. Has-ta finales de 1885, este agente no pudo tramitar oficialmente la solicitud para la concesión de una parcela en el recinto portua-rio de Las Palmas de Gran Canaria a favor de la empresa domi-ciliada en Madeira, si bien ésta ya había manifestado su interés por disponer de una zona para el depósito de carbón en la ciu-dad desde 1855. La solicitud fue atendida al año siguiente, cuando por Real Orden de 5 de julio de 1886 se hizo efectiva la concesión de una parcela en el citado puerto de 3.800 m2 para la construcción de una explanada para depósito de carbón mi-neral (3.350 m2) y un muelle para el suministro del mismo a los buques (450 m2). Los trabajos de acondicionamiento de la fin-ca —almacén de carbón, aljibe de agua, oficinas y del propio muelle—, se extendieron hasta finales de 1887, siendo aproba-das las obras por el Ministerio de Fomento a través de una Real Orden de 21 de febrero del año siguiente, entrando en funciona-miento ese mismo mes14. La segunda de las matizaciones tiene que ver con el origen de esta empresa, pues resulta común referirse a ella como una casa mercantil inglesa. Sin embargo, como se ha puesto de ma-nifiesto en el primer apartado, se trata de una compañía madei-rense. Sus actividades económicas se iniciaron en Madeira, y la acumulación de capital y principales inversiones se realizaron en esa economía insular, sin que se conozca su dependencia de ninguna entidad matriz en Gran Bretaña. Al contrario, fue la empresa portuguesa la que abrió una oficina de representación en Londres. Por último, nos parece excesivo atribuir en exclusiva a los servicios portuarios la motivación de su establecimiento en Ca-narias, pues no hay que olvidar que en esos momentos Madeira 13 QUINTANA NAVARRO (1985). 14 Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Sección Leopoldo Matos. Legajo 1049. 8 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 319 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 estaba atravesando por una recesión, como consecuencia de las epidemias que afectaban a sus viñedos. Por el contrario, en el Archipiélago canario se comenzaba a asentar una alternativa para salir de la recesión causada por la caída en las exportacio-nes de cochinilla, consistente en la exportación de plátanos, to-mates y papas al mercado europeo, y en particular al británico. Este puede ser otro factor añadido para que Blandy se fijara en Canarias. Esta hipótesis se apoya en el hecho de que otros agentes agroexportadores que tenían intereses en Madeira, como John Milberne Leacock o Edward Cecil Baker, también hicieron lo mismo, con la diferencia de que ellos no tenían vínculos direc-tos con las actividades portuarias en Canarias. De hecho, todos ellos, junto con Henry Wolfson Ossipof, comercializaron pláta-nos de Canarias y Madeira en Gran Bretaña a través de Edward W. Fyffe desde 1888. Este agente mercantil de Londres se encar-gaba de comercializar la fruta procedente de Gran Canaria y Madeira bajo las marcas Blandy, Baker & Company, The Madeira Fruit Company o Leacock & Co.15. La puesta en funcionamiento y el mantenimiento de las ac-tividades vinculadas a los servicios y al ámbito agroexportador que llevó a cabo Blandy, requería de una importante inversión (cfr. gráfico 2). Entre 1875 y 1920, esta empresa madeirense desembolsó algo más de 1,6 millones de pesetas. Este montan-te significaba el 0,3 por ciento del total de la inversión realiza-da en el Archipiélago y un 1,8 por ciento de la de procedencia foránea. Ahora bien, si nos ceñimos en exclusiva a su ámbito de 15 Los envíos desde Tenerife se hacían bajo las rúbricas de The Tenerife Fruit Company o Henry Wolfson. Tras el éxito inicial de la empresa, E.W. Fyffe se vio en la necesidad de extender su red comercial, para lo que se asoció con la casa mercantil londinense Hudson Brothers, naciendo así, en 1896, Fyffes, Hudson and Company. Al año siguiente, los cuatro exportadores que operaban en las islas —Blandy, Leacock, Baker y Wolfson— decidieron comprar esta compañía con el fin de controlar todas las fases de comer-cialización de la fruta, desde su cosecha hasta la venta al menor. Se conser-vó la razón social, si bien se transformó su forma jurídica a sociedad limita-da. En ese mismo año, Fyffe, Hudson and Company Ltd. adquirió todo el en-tramado de negocios agroexportadores que tenían entre sí los cuatros socios en Madeira y Canarias. NUEZ YÁNEZ (2005). 9 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 320 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 actuación principal, es decir, Gran Canaria, estos guarismos se incrementan hasta el 0,74 y el 3,2 por ciento, respectivamente16. GRÁFICO 2 Inversiones de Blandy (Funchal) en Canarias (Total acumulado de cada periodo. Miles de pesetas) FUENTE: Impuesto de derechos reales y transmisión de bienes. 0 100 200 300 400 500 600 1876-80 1881-85 1886-90 1891-95 1896-00 1901-05 1906-10 1911-15 1916-20 La evolución de estas inversiones está en clara consonancia con la estrategia seguida por Blandy para el desarrollo de distin-tos ámbitos de negocio en Canarias (cfr, cuadro 2). Hasta la década de 1890, estas inversiones estuvieron dirigidas, funda-mentalmente, a las obras de acondicionamiento de los terrenos concedidos por el Gobierno español para el suministro de car-bón y agua a los navíos que recalaban en el puerto de La Luz y de Las Palmas, tal y como señalamos más arriba. Hay que tener en cuenta a este respecto que, al parecer, era práctica habitual que las obras comenzasen incluso antes de que la concesión estuviese otorgada en firme17. Con posterioridad, se mantiene el ritmo de las inversiones hasta mediados del primer decenio del siglo XX, si bien el ligero aumento que se observa en la primera 16 Las cifras de referencia para el total de la inversión realizada en las Is-las procede de CARNERO LORENZO (2007b), y la de la inversión extranjera de CARNERO LORENZO y NUEZ YÁNEZ (2006). 17 QUINTANA NAVARRO (1985). 10 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 321 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 mitad de los años noventa del siglo XIX se explica por la adqui-sición de algunas fincas, probablemente orientadas a los culti-vos exportadores. CUADRO 2 Actividades desarrolladas por Blandy (Funchal) en Canarias FUENTE: Anuario General de España. Madrid: Bailly-Bailliere. Con el cambio de siglo se verifica la mayor parte de los des-embolsos realizados por Blandy. Esta etapa, que se extiende hasta los inicios de la Primera Guerra Mundial, coincide con la expansión y diversificación de sus actividades en el ámbito de los servicios y la industria, como banca, seguros, ferretería o herrería (cfr. cuadro 2). No obstante, los mayores requerimien-tos financieros fueron de nuevo para la actividad portuaria, pues al depósito de carbón y al aljibe hay ahora que añadir un varadero. Este breve recorrido cronológico culmina con el con-siderable descenso que se produce durante la Gran Guerra, que tiene que ver con el colapso económico que sufrió Canarias como consecuencia del bloqueo marítimo impuesto por los con-tendientes, especialmente por la extensión de la estrategia de guerra submarina aplicada por los alemanes. Todo ello supuso la interrupción del tráfico marítimo internacional y la casi im-posibilidad de exportar los frutos del país hacia los mercados europeos. Rama de actividad 1884 1894 1905 1915 Consignación de navíos X X X X Comercio X X X X Avituallamiento a buques X X X Banquero X X X Agente de seguros X X Fundición de hierro X X Ferretería X Astillero X 11 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 322 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 En cuanto al destino de los capitales invertidos por la empre-sa madeirense, el cuadro 3 resulta muy esclarecedor. Casi la mitad de las operaciones se centraron en la compra de bienes raíces, en su gran mayoría fincas urbanas, pues tan sólo tene-mos constancia de tres compras de bienes rústicos en el munici-pio grancanario de San Lorenzo, adyacente a la capital insular. Tenemos noticias de que Blandy también pudo ser el intro-ductor del cultivo del plátano en La Palma hacia 1890, concre-tamente en las zonas de Tazacorte y Argual18. Sin embargo, no hemos encontrado ningún rastro de la realización, por parte de Blandy o de sus representantes, de alguna operación inmobilia-ria relacionada con este asunto en la documentación fiscal de la oficina liquidadora de impuestos de esa isla. CUADRO 3 Distribución de las inversiones de Blandy (Funchal) en Canarias, 1875-1920 FUENTE: Impuesto de derechos reales y transmisión de bienes. Importe Conceptos Número Pesetas Porcentaje Compra de bienes inmuebles 49 385.448,15 23,95 Arrendamientos 7 20.232,5 1,26 Préstamos 25 389.341,49 24,19 Concesiones administrativas 4 236.905,78 14,72 Compra bienes muebles 9 313.905,78 19,50 Otras inversiones 12 263.774,76 16,38 TOTAL 106 1.609.608,18 100,00 El resto de adquisiciones inmobiliarias, así como la totalidad de los arrendamientos que se efectuaron sobre inmuebles urba-nos, se orientaron a satisfacer las distintas actividades del sec-tor secundario y terciario puestas en marcha por Blandy en Las Palmas de Gran Canaria. En cuanto a su localización, todas ellas estaban ubicadas en la zona de Triana y en la del Puerto de 18 GONZÁLEZ VÁZQUEZ (2000). 12 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 323 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 La Luz, que eran los dos polos de mayor dinamismo económi-co de la ciudad. Por su parte, la actividad crediticia que desplegó esta empre-sa era algo habitual en ella, ya que en Madeira también realiza-ba esta función. No se trataba de un comportamiento exclusivo, pues la mayoría de los consignatarios y de los comerciantes más importantes de las economías insulares atlánticas, a los que se pueden sumar, al menos en el caso de Canarias, los principales propietarios agrícolas, llevaron a cabo una ingente labor finan-ciera ante la ausencia de instituciones bancarias. Entidades que, por los demás, no eran, al parecer, tan necesarias, pues las co-nexiones de estos agentes locales con los principales mercados financieros internacionales, sobre todo con el británico, les bas-taba para proporcionar una oferta crediticia a precios competi-tivos, por lo general más bajos que los que proporcionaban los sistemas bancarios institucionales nacionales19. Del resto de partidas, la que se refiere a los bienes muebles incluye la compra de diferentes tipos de embarcaciones – gabarras, remolcadores, falúas…–, destinadas a los servicios por-tuarios que Blandy ofertaba20. Si en 1895 su flota estaba com-puesta de cinco embarcaciones con una capacidad de carga de 292 toneladas, en 1913 se había incrementado hasta los 23 na-víos con casi 1.500 toneladas. Bajo la rúbrica de las concesiones administrativas se han agrupado los pagos que efectuó esta empresa para poder detentar las concesiones en el Puerto de La Luz y de Las Palmas, así como los depósitos y fianzas que tuvo que abonar para realizar obras. Así, en 1914, detentaba tres concesiones que ocupaban algo más de 9.000 m2 21. Finalmente, en otras inversiones se han contemplado las amortizaciones de algunos préstamos que se solicitaron para completar las inver-siones anteriores y la constitución de la sociedad mercantil Blandy y Cía. 19 CARNERO LORENZO y NUEZ YÁNEZ (2004). 20 Sobre esta rama de actividad, consultar, por ejemplo, FERRERA JIMÉ- NEZ (1988); QUINTANA NAVARRO (1985) o SUÁREZ BOSA y ROQUE GONZÁLEZ (2000). 21 Las referencias sobre el número de embarcaciones y la dimensión de los terrenos que tenía su disposición Blandy en el puerto de La Luz y de Las Palmas proceden de QUINTANA NAVARRO (1985). 13 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 324 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 La sociedad regular colectiva Blandy y Cía. se constituyó en Las Palmas de Gran Canaria el 30 de julio de 1915 con un capi-tal social de 250.000 pesetas22. Sus socios fueron los hermanos Carlos Mauricio y John Ernest Blandy, los también hermanos Richard Robert y Walter Louis Faber, y Dudley Oliveira Davies, es decir, los mismos que venían ejerciendo la representación de la empresa madeirense en Canarias23. Al parecer, la creación de esta compañía vino motivada por la promulgación de la Ley de protección de la industria nacional de 1907, que obligaba a que las concesiones administrativas y las obras públicas fuesen otor-gadas, de manera preferente, a empresas domiciliadas en Espa-ña. Por tanto, creemos que se trata del establecimiento de una filial hispana de la casa matriz portuguesa, que extendió sus operaciones hasta el 31 de marzo de 1921, fecha en la que fue disuelta24. La hipótesis más plausible sería que Blandy de Funchal decidió retirarse de Canarias debido a las dificultades por las que atravesó durante la Primera Guerra Mundial, que forzarían a la reorganización de sus negocios. 4. LA EMANCIPACIÓN: BLANDY BROTHERS & CÍA. (GRAND CANARY), 1920-1936 Ahora bien, la liquidación de la compañía Blandy y Cía. no significó la desaparición de la saga de los Blandy de la vida ca-naria. El 28 de diciembre de 1920 se creó la sociedad mercantil regular colectiva Blandy Brothers y Cía. con un capital social de 3.446.000 pesetas25, siendo sus socios Carlos Mauricio Blandy, John Ernest Blandy, Richard Robert Faber y Dudley Oliveira Davies26. Esta emancipación de la empresa matriz de Funchal 22 Registro Mercantil de Santa Cruz de Tenerife. Hoja n.º 383. 23 Archivo Histórico del Banco de España. Sección Sucursales. Las Pal-mas, caja 21. 24 Libro de presentación de documentos del impuesto de derechos reales y transmisión de bienes (1921). Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Sección Delegación Provincial de Hacienda. 25 Registro Mercantil de Santa Cruz de Tenerife. Hoja 474. 26 Archivo Histórico del Banco de España. Sección Sucursales. Las Pal-mas, caja 22. 14 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 325 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 quedó de manifiesto el 25 de enero de 1921, cuando la compa-ñía española recién creada compró todos los negocios de su antecesora27. La nueva empresa, que ahora la podemos considerar cana-ria, continuó desempeñando las mismas funciones económicas de su antecesora madeirense, si bien asumió algunas nuevas, como la venta de vehículos o la de maquinaria para el sector agrícola. Quizás, uno de los hechos más relevantes fue la esci-sión de las actividades financieras, ya que la sección de banca fue inscrita en 1928 en el Consejo Superior Bancario, convir-tiéndose así, junto a Jacob Ahlers, Luis Pozuelo y Juan Cabrera Martín, en una de las primeras instituciones bancarias del Ar-chipiélago28. Otro hecho que merece ser destacado es la transformación jurídica de esta compañía regular colectiva en sociedad de res-ponsabilidad limitada el 30 de junio de 1925, contando con los mismos partícipes. Sin embargo, se cambió la denominación social por la de Blandy Brothers y Cía. (Grand Canary) Ltd29. Fi-nalmente, el 30 de abril de 1930 es de nuevo modificada la es-critura de sociedad, convirtiéndose ahora en sociedad anónima, si bien amplió su denominación: Blandy Brothers y Cía. (Grand Canary) (Coal and Shipping), S.A.30 Su capital social se redujo a 1,3 millones de pesetas, dividido en 1.300 acciones, de las que 1.211 estaban en manos de los anteriores socios de la firma y 189 pertenecían al nuevo accionista, Daniel O’Shanahan Cabre-ra, un antiguo empleado de la empresa31. Esta disminución del capital resulta algo ficticia, pues a finales de ese mismo año, concretamente el 31 de diciembre, se constituyó otra compañía, Grand Canary & Blandy’s Enginering Co., S.A., con una capital social de 2.400.000 pesetas32. Esta sociedad mercantil fue el fru- 27 Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Sección Leopoldo Matos. Legajo 1049. 28 CARNERO LORENZO (2007b). 29 Archivo Histórico del Banco de España. Sección Sucursales. Las Pal-mas, caja 22. 30 Registro Mercantil de Las Palmas. Hoja 250. 31 Archivo Histórico del Banco de España. Sección Sucursales. Las Pal-mas, caja 49. 32 Registro Mercantil de Las Palmas. Hoja 267. 15 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 326 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 to de la integración de los dos grandes astilleros del puerto de La Luz y de Las Palmas: el de Blandy y el de la empresa britá-nica Grand Canary Coaling Co., perteneciente al grupo empresa-rial Elder, Dempster & Co.33 La evolución del capital social del grupo de empresas de Blandy, desde su creación en 1920 hasta su definitiva configu-ración como sociedad anónima, es un primer indicador de las importantes inversiones que llevó a cabo hasta las vísperas de la Guerra Civil. Inversiones que se materializaron hasta 1926 en ocho operaciones de compra de inmuebles, presumiblemente urbanos, destinados a cubrir el incremento y diversificación de sus actividades económicas. También se realizaron cinco adqui-siciones de activos mobiliarios, que, siguiendo la tendencia des-crita para el periodo anterior, pudieron ser embarcaciones u otro utillaje para sus labores en el puerto, y media docena de operaciones de crédito34. Por el momento nos es imposible pre-cisar el importe pormenorizado de cada una de estas operacio-nes, debido a que no se ha localizado aun la documentación fis-cal precisa en la que deben aparecer los importes de las mismas. No obstante, a partir de 1928 contamos con los balances de Blandy Brothers y Cía. (Grand Canary), que nos permiten secuen-ciar mejor su evolución económica (cfr. gráfico 3). Así, podemos observar que la empresa mantuvo una considerable pujanza hasta la crisis económica internacional que se inició con el crack de 1929, si bien las consecuencias de la depresión no co-menzaron a manifestarse hasta 1931. A partir de ese año, su dinamismo anterior presenta síntomas inequívocos de decai-miento hasta 1935, cuando se observa una cierta recuperación tras haber tocado fondo en el ejercicio anterior. La tendencia seguida por el activo total de Blandy no res-ponde a un comportamiento exclusivo, ya que otras empresas presentaron una evolución similar. Evolución que está íntima-mente relacionada con las peculiaridades que tuvo la crisis in-ternacional de los años treinta en Canarias. Así, el sector que 33 CARNERO LORENZO, NUEZ YÁNEZ, y PÉREZ HERNÁNDEZ (2005). 34 Libros de presentación de documentos del impuesto de derechos rea-les y transmisión de bienes. (1920-1926). Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Sección Delegación Provincial de Hacienda. 16 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 327 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 más se vio afectado fue el de las exportaciones plataneras; mien-tras que los envíos de tomates y papas, tras una caída en los comienzos del decenio, se recuperaron rápidamente debido a su condición de producción agrícola extratemprana para el merca-do europeo. También la actividad portuaria logró sostenerse, aunque perdió algo del empuje que traía desde los años veinte. Esto hizo que la recesión en Canarias no fuese tan grave como en otras zonas y constituye una prueba de la capacidad de adap-tación de esta economía insular abierta a las situaciones cam-biantes de la coyuntura económica mundial35. GRÁFICO 3 Activo total de Blandy y Cía. (Grand Canary) (Millones de pesetas) FUENTE: Consejo Superio Bancario y Banco de España 0 2 4 6 8 10 12 14 16 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 35 CARNERO LORENZO (1995). 17 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 328 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 CUADRO 4 Principales partidas del Activo de Blandy Brothers y Cía. (Grand Canary) (Porcentaje) FUENTE: Consejo Superior Bancario y Banco de España. FUENTE: Consejo Superio Bancario y Banco de España Un análisis más pormenorizado de la composición del acti-vo de Blandy Brothers y Cía. (Grand Canary) nos permite profun-dizar en el comportamiento de esta empresa (cfr. cuadro 4). Las partidas vinculadas a la actividad financiera son las que tienen una mayor importancia relativa en la estructura del activo. La cartera de valores estaba integrada en su totalidad por títulos de la deuda pública española, y sus elevados importes obedecen a que son valores pignorables de forma inmediata. Esta caracte-rística los convertía en una inversión segura y que podía propor-cionar rápidamente liquidez a la empresa. GRÁFICO 4 La actividad crediticia de Blandy y Cía. (Grand Canary) (Miles de pesetas) 0 500 1.000 1.500 2.000 2.500 3.000 3.500 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 Descuento Préstamo Partidas 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 Tesorería 21,56 7,66 14,14 13,45 17,36 13,63 10,40 8,95 Inmovilizado 2,31 2,09 1,67 3,41 5,07 4,64 5,40 4,62 Créditos 35,02 57,17 52,95 49,59 37,26 36,69 49,82 56,68 Valores 41,11 33,08 31,24 33,55 40,31 45,04 34,38 29,75 SUMA 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 18 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 329 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 La segunda partida más significativa dentro del ámbito fi-nanciero son las inversiones crediticias, que, a su vez, podemos desglosar en préstamos y en descuento de letras (cfr. gráfico 4). La primera modalidad constituye más claramente una opera-ción financiera, sin embargo, la segunda puede tener, además, un carácter mercantil. En este sentido, hay que tener en cuenta que las operaciones con efectos de comercio fue un mecanismo muy extendido para el pago de las transacciones en el comercio internacional, dado el elevado lapso de tiempo que transcurría entre la realización de la venta y la verificación del cobro de la misma. De ahí la importancia que tuvo este tipo de operaciones crediticias en las economías con un elevado grado de apertura exterior, como era el caso de la canaria. Su descenso durante la primera mitad del decenio de 1930, se explica por el estanca-miento, cuando no la reducción, de la actividad exterior de la economía insular. A esto podemos añadir la política de control de cambios y de restricción en el tráfico de divisas impuesta por las nuevas autoridades republicanas, que afectó negativamente a ese instrumento de pago y/o crédito36. CUADRO 5 Patrimonio del grupo de empresas de Blandy (Canarias), 1937 (Pesetas) FUENTE: QUINTANA NAVARRO (1992). 36 CARNERO LORENZO (1997). Ramas de actividad Importe % Astilleros 110.000 57,17 Suministros de combustible 32.397 16,94 Banca y comercio 50.000 25,99 TOTAL 192.397 100,00 Por lo que respecta al inmovilizado, no disponemos de un desglose pormenorizado para el periodo que se está contem-plando. No obstante, a partir de una información de la represen-tación consular británica en Canarias, fechada el 10 de marzo 19 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 330 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 de 1937, se puede realizar cierta desagregación atendiendo a las principales actividades de la empresa (cfr. cuadro 5). Así, más de la mitad del patrimonio se concentra en los astilleros, que inclu-yen, entre otras partidas, los varaderos, los almacenes, las ofici-nas, el material flotante y las lanchas37. En segundo término estarían las dependencias destinadas al banco y a la actividad comercial, que se refiere a los edificios de oficinas y a un auto-móvil. Finalmente, la menor proporción corresponde a los ser-vicios de avituallamiento de combustibles y de aguada a los navíos que recalaban en el puerto de Las Palmas de Gran Cana-ria. Para su realización se disponía de unos almacenes para el depósito del combustible, solares, aljibe, gabarras y grúas. A esto podemos añadir la finca que poseía uno de los principales socios de la compañía, Carlos Mauricio Blandy Faber, en la zona de Ciudad-Jardín de la capital grancanaria. Este inmueble, conformado por una casa con jardines, terrenos anexos y un estanque, estaba valorado en 500.000 pesetas38. Con posterioridad, la evolución de esta empresa se tornó muy dificultosa durante la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial, debido, fundamentalmente, a los continuos obstáculos que le puso el gobierno franquista. Obstáculos como el bloqueo de cuentas, las limitaciones a la importación de pro-ductos extranjeros o las constantes restricciones en el tráfico de divisas que, si bien perjudicaron al conjunto de la economía canaria, fueron especialmente gravosos para los agentes pro-británicos, dada la germanofilia del nuevo régimen. Esto provo-caría que, durante la Autarquía, Blandy fuese abandonando de forma paulatina sus negocios relacionados con el puerto y ena-jenase la sección de banca, concentrando su actividad en la comercialización de automóviles y el servicio posventa para és-tos. Pero, esa es otra historia. 37 Esta actividad de construcción y reparación de barcos era desarrolla-da por la empresa Grand Canary & Blandy’s Enginering Co., S.A. 38 Archivo Histórico del Banco de España. Sección Dirección General de Sucursales. Legajo 2423. 20 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 331 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 5. A MODO DE CONCLUSIONES La empresa objeto de estudio en esta investigación es un claro ejemplo de emprendeduría. Se trata de una más del con-junto de iniciativas empresariales que vieron en las islas del Atlántico una oportunidad para desarrollar sus actividades y, al mismo tiempo, contribuir al crecimiento y desarrollo de estos espacios insulares. Ahora bien, también nos sirve como muestra para desmi-tificar el papel de las grandes multinacionales de la época. Bue-na parte de la historiografía centra su atención en la presencia de estas compañías transnacionales, especialmente las británi-cas, como Elder, Dempster & Co., Wilson Sons o Cory Brothers, que aprovecharon la renta de situación de los archipiélagos at-lánticos bajo soberanía de España y Portugal, para fijar bases estratégicas de cara a su expansión imperialista por África y al aumento de sus corrientes mercantiles y financieras con Lati-noamérica. Frente a ellos, el caso de Blandy representa a una pléyade de empresarios isleños que, en no pocas ocasiones, supo competir con estas multinacionales extranjeras, haciéndose un hueco y un nombre en el mercado internacional. Lo que ocurre es que, a veces, el origen de sus promotores lleva a la confusión de los investigadores al incluirlas junto a esas grandes compa-ñías foráneas. En el caso concreto de Canarias, además de Blandy, en su misma situación se encontraban otras casas mercantiles como Hamilton o Miller, de origen inglés, así como Ahlers, nacido en Alemania. La mayoría de los investigadores suelen incluirlas en la categoría de capitalistas extranjeros, añadiendo, en no pocas ocasiones, el calificativo de explotadores o imperialistas. Y, sin embargo, al igual que la empresa objeto de este estudio, tanto la génesis de sus negocios como el centro de gravedad de los mismos pivotaba en torno al Archipiélago. A este grupo de sagas empresariales de origen extranjero, pero con firmes raíces insulares, podemos añadir algunos casos de empresarios netamente canarios, como Juan Rodríguez González, Juan Cabrera Martín o Miguel Curbelo Espino, que 21 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 332 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 normalmente son marginados, cuando no simplemente ningu-neados, por la mayor parte de la historiografía en aras a ensal-zar lo foráneo. Sin embargo, recientes trabajos han puesto de manifiesto que nada tienen que envidiar, ni en su comporta-miento ni en los resultados obtenidos, a sus homónimos venidos de otros países europeos. 6. BIBLIOGRAFÍA CITADA ANAYA HERNÁNDEZ, L. y FAJARDO ESPÍNOLA, F. 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Calificación | |
Título y subtítulo | La empresa Blandy Brothers. De Madeira a Canarias, 1885-1936 |
Autores secundarios | Carnero Lorenzo, Fernando ; Nuez Yáñez, Juan Sebastián |
Publicación fuente | Anuario de estudios atlánticos |
Numeración | Número 56 |
Sección | Historia económica |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Madrid ; Las Palmas |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 2010 |
Páginas | p. 311-334 |
Materias | Empresas ; Canarias ; Madeira ; Inversiones |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
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Texto | 311 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 RESUMEN Esta investigación centra su atención en una saga de empresarios de origen británico, la casa Blandy, que habiendo comenzado su actividad económica en Madeira a principios del siglo XIX, fijaron su atención más adelante en Canarias. Se trata de un ejemplo de las diversas iniciativas em-presariales de este tipo, que pretendían aprovecharse de la posición geoes-tratégica de los archipiélagos atlánticos ibéricos, cuyo origen podemos situar en los inicios de la expansión ultramarina europea a finales del siglo XIV y que se acrecentaron con la llegada del capitalismo. Palabras clave: Historia económica, Empresa, Inversión, Desarrollo, Ca-narias, Madeira. ABSTRACT This research focuses on a British-born entrepreneurs, Blandy, who started his business in Madeira in the early nineteenth century, but later directed their attention in the Canaries. This is an example of the various business initiatives of this kind, intended to exploit the geostrategic position of the Iberian Atlantic archipelagos, whose origins can be placed in the beginnings of European overseas expansion at the end of the fourteenth century and which increased with advent of capitalism. Key words: Economic History, Enterprise, Investment, Development, Canary Islands, Madeira. LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 P O R FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 312 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 2 INTRODUCCIÓN1 Las islas del Atlántico fueron la base de partida de la expan-sión europea hacia América y hacia África desde finales del si-glo XV. Más aún, fueron el banco de pruebas para el estableci-miento del modelo de colonización que se implantó en el continente americano. En primer término, fueron los portugue-ses y los castellanos, con el apoyo financiero de los genoveses, quienes impulsaron este proceso, pero luego se incorporaron otras potencias del Viejo Continente, como Gran Bretaña, Fran-cia o los Países Bajos. La renta de situación que tenían los archipiélagos atlánticos bajo control de las coronas lusa y española se ha mantenido a lo largo de la historia, y el nuevo empuje imperialista europeo del siglo XIX revitalizó su papel como puntos clave en el tráfico marítimo internacional. Esta economía de servicios, combinada con el desarrollo de un aparato productivo orientado hacia la exportación de productos agrarios de alto valor, constituyó los pilares sobre los que se asentó el crecimiento económico de ambos espacios insulares2. La vinculación entre ambos archipiélagos durante la Edad Moderna ha sido estudiada con profusión por diversos autores3. Sin embargo, la relación que pudiese existir durante el desarro-llo del capitalismo, apenas cuenta con trabajos de investigación, en su mayoría vinculados a la situación de los archipiélagos ibéricos en la Unión Europea4. No obstante, en las diversas re- 1 Una primera versión de este trabajo fue presentada como comunica-ción en el XXVI Encontro Associação Portuguesa de História Económica e So-cial, celebrado en Ponta Delgada (Azores) el 17 y 18 de noviembre de 2006. 2 Una formulación teórica sobre los sistemas económicos insulares en el Atlántico se encuentra en MACÍAS HERNÁNDEZ (2000). Sobre el caso específi-co de Canarias, ver BERNAL RODRÍGUEZ y MACÍAS HERNÁNDEZ (2007) 3 Entre otros, podemos citar los trabajos de ANAYA HERNÁNDEZ y FAJARDO ESPÍNOLA (1986); BERNAL RODRÍGUEZ (1997); GODINHO (1989); HERNÁNDEZ GONZÁLEZ (1994); LOBO CABRERA (1985); SIEMENS y BARRETO (1974); VIERA (1987, 1988, 1991) y VILA VILAR (1979). 4 A modo de ejemplo, DOMÍNGUEZ DOMÍNGUEZ (1997) y GONZÁLEZ MORA-LES y otros (2000). © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 313 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 uniones científicas en las que se trata el devenir histórico eco-nómico de las islas de la Macaronesia5, cada vez más se pone de manifiesto el paralelismo existente, aunque todavía no se ha abordado un estudio de conjunto en profundidad. Es en este contexto en el que se inserta este trabajo. En con-creto, en la presencia de una empresa, Blandy, en Madeira y Canarias, empresa que desempeñó un papel significativo en ambas economías insulares hasta comienzos del siglo XXI. Esta investigación se inserta en una línea abierta sobre la historia de las principales empresas y empresarios que contribuyeron al desarrollo económico de Canarias durante el periodo contempo-ráneo6. El texto que se presenta aquí se estructura en tres apar-tados, además de esta introducción y las correspondientes con-clusiones. En el primero de ellos, centraremos nuestra atención en los comienzos de su actividad, que se sitúan a principios del siglo XIX en Madeira. A continuación analizaremos su estrategia de expansión e implantación en Canarias, que se produjo a par-tir de los últimos años del ochocientos. Finalizaremos nuestro recorrido con el proceso de emancipación de la sucursal cana-ria, conformándose, así, una nueva sociedad mercantil autóno-ma de su matriz portuguesa. 5 Quizás, las más representativas de este tipo de reuniones sean el Colóquio Internacional de História das Ilhas Atlânticas y el Colóquio Interna-cional de História da Madeira, así como el Coloquio de Historia Canario-Ame-ricana. Para no hacer una nota interminable de referencias bibliográficas, recomendamos al lector la consulta de sus actas. 6 Por este grupo de investigación se han realizado los siguientes estudios monográficos de empresas específicas: CARNERO LORENZO y NUEZ YÁNEZ (2002a y b), CARNERO LORENZO (2007a) y CARNERO LORENZO, NUEZ YÁNEZ y PÉREZ HERNÁNDEZ (2005). Para una puesta al día de la bibliografía sobre his-toria empresarial en Canarias, consultar PÉREZ HERNÁNDEZ y OJEDA CABRE-RA (2001) y la obra más reciente de MACÍAS HERNÁNDEZ y PÉREZ HERNÁNDEZ (2006). 3 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 314 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 2. LOS ORÍGENES MADEIRENSES DE BLANDY BROTHERS & CO., 1811-19367 En 1807 llegó por primera vez a Madeira John Blandy, en-cuadrado en las tropas inglesas al mando del general Beresford. El objetivo de esta intervención militar era reforzar la defensa de la Isla ante una posible invasión de las fuerzas napoleónicas. Tras la retirada del ejército británico en 1810, nuestro protago-nista volvió a Gran Bretaña, si bien, al año siguiente, ya licen-ciado, se estableció en Funchal como comerciante de los afama-dos vinos de Madeira, abriendo su negocio en el número 8 de la Rua San Francisco. Desde ese momento, contribuyó al incre-mento de la producción y venta en el exterior de este producto, junto con otras casas, también de origen británico, como Lea-cock o Miles (cfr. gráfico 1). En los años posteriores, J. Blandy se dedicó a consolidar y ampliar sus actividades como agente agroexportador de los cal-dos madeirenses y comenzó un proceso de diversificación de sus negocios. En particular, se puede destacar el inicio de sus actividades como suministrador de carbón y avituallamiento a los buques europeos, sobre todo británicos, que recalaban en Madeira. Para ello, estableció una oficina en Londres en 1838, que se encargaría de la compra del combustible en el sur de Gales y de contratar los servicios de abastecimiento con las compañías navieras, así como de la comercialización de los vi-nos portugueses en Gran Bretaña. 7 Este apartado ha sido elaborado a partir de la información obtenida en BLANDY (1961) y VIEIRA (2003), así como de la consulta en septiembre de 2006 de las siguientes direcciones de internet: www.blandy.com; www.blandys.com y www.blandyshipping.com. 4 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 315 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 GRÁFICO 1 Exportaciones de vino desde Madeira (Medias de cada periodo. Miles hectolitros) FUENTE: VIEIRA (2003). Empresas Pipas % Cossart, Gordon & Co. 2.361 38,63 Blandy’s Madeira 896 14,65 Krohn Brothers & Co. 667 10,92 H.P. Miles 449 7,34 Power Drury &Co. 445 7,28 Leacock & Co. 420 6,87 Otras 875 14,31 Total 6.112 100,00 0 10 20 30 40 50 60 1811-20 1831-40 1851-60 1871-80 1891-00 1911-20 CUADRO 1 Principales exportadores de vino de Madeira (1900-1905) FUENTE: VIEIRA (2003) 5 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 316 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 Tras su fallecimiento en 1853, su hijo, Charles Riparth Blandy, tomó las riendas de la empresa. No eran tiempos fáci-les para el sector vitícola local, pues dos plagas asolaron los viñedos madeirenses durante la segunda mitad del siglo XIX. La primera de ellas se produjo en 1851, causada por el Oidium Tuckery, y la segunda en 1872, cuando se introdujo la filoxera en la Isla. Esto significó un descenso importante de la producción y, por ende, de los envíos de caldos al exterior. En respuesta a esta situación, varias casas comerciales promovieron la Madeira Wine Association en 1913 como instrumento para afrontar la crisis, proyecto al que la familia Blandy se adhirió desde sus inicios8. Asociación que también sirvió, probablemente, para romper el claro dominio que ejercía la empresa Cossart, Gordon & Co. en la exportación de vinos (cfr. cuadro 1). Además del sector vitícola, C.R. Blandy dio un nuevo impul-so a la prestación de servicios portuarios mediante la creación de una compañía consignataria en 1862. Entre los buques a su cargo en Madeira se encontraban los de las compañías navieras británicas más importantes, como Union & Castle Line, Royal Mail Steam Packet Company o African Steam Ship Company. Con posterioridad se desarrollaría esta actividad de la mano de los hermanos Graham John, John Burden y Raleigh, hijos de Char-les R. Blandy, a los que debemos añadir Maurice Faber. Entre otros hitos, podemos sumar en su haber la consecución de la representación de Lloyd en Madeira en 1878, la implantación de un servicio de astilleros o la constitución de una pequeña flota dedicada al tráfico de cabotaje. Aunque vinculado también al avituallamiento de buques, Blandy fue el pionero en el establecimiento de una red de abas-tecimiento de agua potable en Funchal. Pero su relación con el mercado doméstico no acaba aquí, pues se introdujeron en la producción y comercialización de harinas, así como en la im-portación de artículos manufacturados y materias primas que necesitaba la economía madeirense. Finalmente, cabe destacar su importante labor como ban- 8 Junto a BLANDY se encontraban en este proyecto Harry HINTON, John FROTINGHAM, Welsh, Cunha & Co., Henriques & Câmara, DONALDSON y Krohn Brothers. 6 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 317 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 quero, función que inicialmente se realizaba dentro de la propia consignataria, facilitando el giro y el descuento de letras de cambio, y convirtiéndose en uno de los principales oferentes de crédito de la Isla. Esta rama financiera de la empresa se eman-cipó en 1923 con la creación del Blandy’s Brothers (Banqueiros) Ltd 9. Y fue, precisamente, a través de la actividad bancaria como la familia Blandy se introdujo en el mundo del turismo. En 1936, el Hotel Reid tenía importantes deudas y la ayuda crediticia del banco Blandy‘s Brothers fue la que más contribu-yó a su supervivencia. El resultado de las negociaciones entre ambas empresas para lograr la viabilidad de estas instalaciones turísticas fue que la entidad financiera se convirtiera en el prin-cipal accionista del hotel un año más tarde10. 3. EL ESTABLECIMIENTO DE UNA SUCURSAL DE BLANDY EN CANARIAS, 1885-1920 Hasta hace poco tiempo, la historiografía vinculaba la llega-da a Canarias de la casa mercantil Blandy al auge del tráfico marítimo que recalaba en estas islas, fruto de la ampliación de sus dos principales recintos portuarios: el de La Luz y Las Pal-mas (Gran Canaria) y el de Santa Cruz de Tenerife y las venta-jas comerciales que aportaba el régimen de puertos francos imperante desde 185211. En particular, el inicio de sus activida-des en el Archipiélago se solía situar en la segunda mitad de la década de 188012. No obstante, este lugar común merece algu-nas matizaciones a la luz de recientes investigaciones. 9 Esta entidad financiera sería posteriormente absorbida por el grupo bancario portugués Spirito Santo en 1962. 10 Los orígenes del Reid‘s Hotel se remontan a 1887, cuando los hijos de William Reid dieron el impulso definitivo al proyecto de su padre, abriendo el hotel sus puertas en 1891. Se trataba de una instalación de lujo al que acudían turistas y enfermos, sobre todo británicos, a los que el clima de Madeira les resultaba benigno. 11 Además del ya clásico BOURGON TINAO (1982), consultar MACÍAS HER-NÁNDEZ (1987 y 2003). Para la modificación de 1900, ver CABRERA ARMAS (1997) 12 Según QUINTANA NAVARRO (1992) y SUÁREZ BOSA y ROQUE GONZÁLEZ (2000), el comienzo de sus actividades se produjo en 1885. Sin embargo, FERRERA JIMÉNEZ (1988), por su parte, lo ubica en 1888. 7 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 318 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 En primer lugar, se puede concretar con mayor detalle la secuencia cronológica de los acontecimientos que llevaron a la casa Blandy a instalarse en Canarias. Tenemos constancia de que el comerciante italo-francés Juan Bautista Carló Guerey, consignatario de buques en Las Palmas de Gran Canaria desde 1864, fue el representante de la casa Blandy en Canarias13. Has-ta finales de 1885, este agente no pudo tramitar oficialmente la solicitud para la concesión de una parcela en el recinto portua-rio de Las Palmas de Gran Canaria a favor de la empresa domi-ciliada en Madeira, si bien ésta ya había manifestado su interés por disponer de una zona para el depósito de carbón en la ciu-dad desde 1855. La solicitud fue atendida al año siguiente, cuando por Real Orden de 5 de julio de 1886 se hizo efectiva la concesión de una parcela en el citado puerto de 3.800 m2 para la construcción de una explanada para depósito de carbón mi-neral (3.350 m2) y un muelle para el suministro del mismo a los buques (450 m2). Los trabajos de acondicionamiento de la fin-ca —almacén de carbón, aljibe de agua, oficinas y del propio muelle—, se extendieron hasta finales de 1887, siendo aproba-das las obras por el Ministerio de Fomento a través de una Real Orden de 21 de febrero del año siguiente, entrando en funciona-miento ese mismo mes14. La segunda de las matizaciones tiene que ver con el origen de esta empresa, pues resulta común referirse a ella como una casa mercantil inglesa. Sin embargo, como se ha puesto de ma-nifiesto en el primer apartado, se trata de una compañía madei-rense. Sus actividades económicas se iniciaron en Madeira, y la acumulación de capital y principales inversiones se realizaron en esa economía insular, sin que se conozca su dependencia de ninguna entidad matriz en Gran Bretaña. Al contrario, fue la empresa portuguesa la que abrió una oficina de representación en Londres. Por último, nos parece excesivo atribuir en exclusiva a los servicios portuarios la motivación de su establecimiento en Ca-narias, pues no hay que olvidar que en esos momentos Madeira 13 QUINTANA NAVARRO (1985). 14 Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Sección Leopoldo Matos. Legajo 1049. 8 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 319 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 estaba atravesando por una recesión, como consecuencia de las epidemias que afectaban a sus viñedos. Por el contrario, en el Archipiélago canario se comenzaba a asentar una alternativa para salir de la recesión causada por la caída en las exportacio-nes de cochinilla, consistente en la exportación de plátanos, to-mates y papas al mercado europeo, y en particular al británico. Este puede ser otro factor añadido para que Blandy se fijara en Canarias. Esta hipótesis se apoya en el hecho de que otros agentes agroexportadores que tenían intereses en Madeira, como John Milberne Leacock o Edward Cecil Baker, también hicieron lo mismo, con la diferencia de que ellos no tenían vínculos direc-tos con las actividades portuarias en Canarias. De hecho, todos ellos, junto con Henry Wolfson Ossipof, comercializaron pláta-nos de Canarias y Madeira en Gran Bretaña a través de Edward W. Fyffe desde 1888. Este agente mercantil de Londres se encar-gaba de comercializar la fruta procedente de Gran Canaria y Madeira bajo las marcas Blandy, Baker & Company, The Madeira Fruit Company o Leacock & Co.15. La puesta en funcionamiento y el mantenimiento de las ac-tividades vinculadas a los servicios y al ámbito agroexportador que llevó a cabo Blandy, requería de una importante inversión (cfr. gráfico 2). Entre 1875 y 1920, esta empresa madeirense desembolsó algo más de 1,6 millones de pesetas. Este montan-te significaba el 0,3 por ciento del total de la inversión realiza-da en el Archipiélago y un 1,8 por ciento de la de procedencia foránea. Ahora bien, si nos ceñimos en exclusiva a su ámbito de 15 Los envíos desde Tenerife se hacían bajo las rúbricas de The Tenerife Fruit Company o Henry Wolfson. Tras el éxito inicial de la empresa, E.W. Fyffe se vio en la necesidad de extender su red comercial, para lo que se asoció con la casa mercantil londinense Hudson Brothers, naciendo así, en 1896, Fyffes, Hudson and Company. Al año siguiente, los cuatro exportadores que operaban en las islas —Blandy, Leacock, Baker y Wolfson— decidieron comprar esta compañía con el fin de controlar todas las fases de comer-cialización de la fruta, desde su cosecha hasta la venta al menor. Se conser-vó la razón social, si bien se transformó su forma jurídica a sociedad limita-da. En ese mismo año, Fyffe, Hudson and Company Ltd. adquirió todo el en-tramado de negocios agroexportadores que tenían entre sí los cuatros socios en Madeira y Canarias. NUEZ YÁNEZ (2005). 9 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 320 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 actuación principal, es decir, Gran Canaria, estos guarismos se incrementan hasta el 0,74 y el 3,2 por ciento, respectivamente16. GRÁFICO 2 Inversiones de Blandy (Funchal) en Canarias (Total acumulado de cada periodo. Miles de pesetas) FUENTE: Impuesto de derechos reales y transmisión de bienes. 0 100 200 300 400 500 600 1876-80 1881-85 1886-90 1891-95 1896-00 1901-05 1906-10 1911-15 1916-20 La evolución de estas inversiones está en clara consonancia con la estrategia seguida por Blandy para el desarrollo de distin-tos ámbitos de negocio en Canarias (cfr, cuadro 2). Hasta la década de 1890, estas inversiones estuvieron dirigidas, funda-mentalmente, a las obras de acondicionamiento de los terrenos concedidos por el Gobierno español para el suministro de car-bón y agua a los navíos que recalaban en el puerto de La Luz y de Las Palmas, tal y como señalamos más arriba. Hay que tener en cuenta a este respecto que, al parecer, era práctica habitual que las obras comenzasen incluso antes de que la concesión estuviese otorgada en firme17. Con posterioridad, se mantiene el ritmo de las inversiones hasta mediados del primer decenio del siglo XX, si bien el ligero aumento que se observa en la primera 16 Las cifras de referencia para el total de la inversión realizada en las Is-las procede de CARNERO LORENZO (2007b), y la de la inversión extranjera de CARNERO LORENZO y NUEZ YÁNEZ (2006). 17 QUINTANA NAVARRO (1985). 10 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 321 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 mitad de los años noventa del siglo XIX se explica por la adqui-sición de algunas fincas, probablemente orientadas a los culti-vos exportadores. CUADRO 2 Actividades desarrolladas por Blandy (Funchal) en Canarias FUENTE: Anuario General de España. Madrid: Bailly-Bailliere. Con el cambio de siglo se verifica la mayor parte de los des-embolsos realizados por Blandy. Esta etapa, que se extiende hasta los inicios de la Primera Guerra Mundial, coincide con la expansión y diversificación de sus actividades en el ámbito de los servicios y la industria, como banca, seguros, ferretería o herrería (cfr. cuadro 2). No obstante, los mayores requerimien-tos financieros fueron de nuevo para la actividad portuaria, pues al depósito de carbón y al aljibe hay ahora que añadir un varadero. Este breve recorrido cronológico culmina con el con-siderable descenso que se produce durante la Gran Guerra, que tiene que ver con el colapso económico que sufrió Canarias como consecuencia del bloqueo marítimo impuesto por los con-tendientes, especialmente por la extensión de la estrategia de guerra submarina aplicada por los alemanes. Todo ello supuso la interrupción del tráfico marítimo internacional y la casi im-posibilidad de exportar los frutos del país hacia los mercados europeos. Rama de actividad 1884 1894 1905 1915 Consignación de navíos X X X X Comercio X X X X Avituallamiento a buques X X X Banquero X X X Agente de seguros X X Fundición de hierro X X Ferretería X Astillero X 11 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 322 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 En cuanto al destino de los capitales invertidos por la empre-sa madeirense, el cuadro 3 resulta muy esclarecedor. Casi la mitad de las operaciones se centraron en la compra de bienes raíces, en su gran mayoría fincas urbanas, pues tan sólo tene-mos constancia de tres compras de bienes rústicos en el munici-pio grancanario de San Lorenzo, adyacente a la capital insular. Tenemos noticias de que Blandy también pudo ser el intro-ductor del cultivo del plátano en La Palma hacia 1890, concre-tamente en las zonas de Tazacorte y Argual18. Sin embargo, no hemos encontrado ningún rastro de la realización, por parte de Blandy o de sus representantes, de alguna operación inmobilia-ria relacionada con este asunto en la documentación fiscal de la oficina liquidadora de impuestos de esa isla. CUADRO 3 Distribución de las inversiones de Blandy (Funchal) en Canarias, 1875-1920 FUENTE: Impuesto de derechos reales y transmisión de bienes. Importe Conceptos Número Pesetas Porcentaje Compra de bienes inmuebles 49 385.448,15 23,95 Arrendamientos 7 20.232,5 1,26 Préstamos 25 389.341,49 24,19 Concesiones administrativas 4 236.905,78 14,72 Compra bienes muebles 9 313.905,78 19,50 Otras inversiones 12 263.774,76 16,38 TOTAL 106 1.609.608,18 100,00 El resto de adquisiciones inmobiliarias, así como la totalidad de los arrendamientos que se efectuaron sobre inmuebles urba-nos, se orientaron a satisfacer las distintas actividades del sec-tor secundario y terciario puestas en marcha por Blandy en Las Palmas de Gran Canaria. En cuanto a su localización, todas ellas estaban ubicadas en la zona de Triana y en la del Puerto de 18 GONZÁLEZ VÁZQUEZ (2000). 12 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 323 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 La Luz, que eran los dos polos de mayor dinamismo económi-co de la ciudad. Por su parte, la actividad crediticia que desplegó esta empre-sa era algo habitual en ella, ya que en Madeira también realiza-ba esta función. No se trataba de un comportamiento exclusivo, pues la mayoría de los consignatarios y de los comerciantes más importantes de las economías insulares atlánticas, a los que se pueden sumar, al menos en el caso de Canarias, los principales propietarios agrícolas, llevaron a cabo una ingente labor finan-ciera ante la ausencia de instituciones bancarias. Entidades que, por los demás, no eran, al parecer, tan necesarias, pues las co-nexiones de estos agentes locales con los principales mercados financieros internacionales, sobre todo con el británico, les bas-taba para proporcionar una oferta crediticia a precios competi-tivos, por lo general más bajos que los que proporcionaban los sistemas bancarios institucionales nacionales19. Del resto de partidas, la que se refiere a los bienes muebles incluye la compra de diferentes tipos de embarcaciones – gabarras, remolcadores, falúas…–, destinadas a los servicios por-tuarios que Blandy ofertaba20. Si en 1895 su flota estaba com-puesta de cinco embarcaciones con una capacidad de carga de 292 toneladas, en 1913 se había incrementado hasta los 23 na-víos con casi 1.500 toneladas. Bajo la rúbrica de las concesiones administrativas se han agrupado los pagos que efectuó esta empresa para poder detentar las concesiones en el Puerto de La Luz y de Las Palmas, así como los depósitos y fianzas que tuvo que abonar para realizar obras. Así, en 1914, detentaba tres concesiones que ocupaban algo más de 9.000 m2 21. Finalmente, en otras inversiones se han contemplado las amortizaciones de algunos préstamos que se solicitaron para completar las inver-siones anteriores y la constitución de la sociedad mercantil Blandy y Cía. 19 CARNERO LORENZO y NUEZ YÁNEZ (2004). 20 Sobre esta rama de actividad, consultar, por ejemplo, FERRERA JIMÉ- NEZ (1988); QUINTANA NAVARRO (1985) o SUÁREZ BOSA y ROQUE GONZÁLEZ (2000). 21 Las referencias sobre el número de embarcaciones y la dimensión de los terrenos que tenía su disposición Blandy en el puerto de La Luz y de Las Palmas proceden de QUINTANA NAVARRO (1985). 13 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 324 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 La sociedad regular colectiva Blandy y Cía. se constituyó en Las Palmas de Gran Canaria el 30 de julio de 1915 con un capi-tal social de 250.000 pesetas22. Sus socios fueron los hermanos Carlos Mauricio y John Ernest Blandy, los también hermanos Richard Robert y Walter Louis Faber, y Dudley Oliveira Davies, es decir, los mismos que venían ejerciendo la representación de la empresa madeirense en Canarias23. Al parecer, la creación de esta compañía vino motivada por la promulgación de la Ley de protección de la industria nacional de 1907, que obligaba a que las concesiones administrativas y las obras públicas fuesen otor-gadas, de manera preferente, a empresas domiciliadas en Espa-ña. Por tanto, creemos que se trata del establecimiento de una filial hispana de la casa matriz portuguesa, que extendió sus operaciones hasta el 31 de marzo de 1921, fecha en la que fue disuelta24. La hipótesis más plausible sería que Blandy de Funchal decidió retirarse de Canarias debido a las dificultades por las que atravesó durante la Primera Guerra Mundial, que forzarían a la reorganización de sus negocios. 4. LA EMANCIPACIÓN: BLANDY BROTHERS & CÍA. (GRAND CANARY), 1920-1936 Ahora bien, la liquidación de la compañía Blandy y Cía. no significó la desaparición de la saga de los Blandy de la vida ca-naria. El 28 de diciembre de 1920 se creó la sociedad mercantil regular colectiva Blandy Brothers y Cía. con un capital social de 3.446.000 pesetas25, siendo sus socios Carlos Mauricio Blandy, John Ernest Blandy, Richard Robert Faber y Dudley Oliveira Davies26. Esta emancipación de la empresa matriz de Funchal 22 Registro Mercantil de Santa Cruz de Tenerife. Hoja n.º 383. 23 Archivo Histórico del Banco de España. Sección Sucursales. Las Pal-mas, caja 21. 24 Libro de presentación de documentos del impuesto de derechos reales y transmisión de bienes (1921). Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Sección Delegación Provincial de Hacienda. 25 Registro Mercantil de Santa Cruz de Tenerife. Hoja 474. 26 Archivo Histórico del Banco de España. Sección Sucursales. Las Pal-mas, caja 22. 14 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 325 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 quedó de manifiesto el 25 de enero de 1921, cuando la compa-ñía española recién creada compró todos los negocios de su antecesora27. La nueva empresa, que ahora la podemos considerar cana-ria, continuó desempeñando las mismas funciones económicas de su antecesora madeirense, si bien asumió algunas nuevas, como la venta de vehículos o la de maquinaria para el sector agrícola. Quizás, uno de los hechos más relevantes fue la esci-sión de las actividades financieras, ya que la sección de banca fue inscrita en 1928 en el Consejo Superior Bancario, convir-tiéndose así, junto a Jacob Ahlers, Luis Pozuelo y Juan Cabrera Martín, en una de las primeras instituciones bancarias del Ar-chipiélago28. Otro hecho que merece ser destacado es la transformación jurídica de esta compañía regular colectiva en sociedad de res-ponsabilidad limitada el 30 de junio de 1925, contando con los mismos partícipes. Sin embargo, se cambió la denominación social por la de Blandy Brothers y Cía. (Grand Canary) Ltd29. Fi-nalmente, el 30 de abril de 1930 es de nuevo modificada la es-critura de sociedad, convirtiéndose ahora en sociedad anónima, si bien amplió su denominación: Blandy Brothers y Cía. (Grand Canary) (Coal and Shipping), S.A.30 Su capital social se redujo a 1,3 millones de pesetas, dividido en 1.300 acciones, de las que 1.211 estaban en manos de los anteriores socios de la firma y 189 pertenecían al nuevo accionista, Daniel O’Shanahan Cabre-ra, un antiguo empleado de la empresa31. Esta disminución del capital resulta algo ficticia, pues a finales de ese mismo año, concretamente el 31 de diciembre, se constituyó otra compañía, Grand Canary & Blandy’s Enginering Co., S.A., con una capital social de 2.400.000 pesetas32. Esta sociedad mercantil fue el fru- 27 Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Sección Leopoldo Matos. Legajo 1049. 28 CARNERO LORENZO (2007b). 29 Archivo Histórico del Banco de España. Sección Sucursales. Las Pal-mas, caja 22. 30 Registro Mercantil de Las Palmas. Hoja 250. 31 Archivo Histórico del Banco de España. Sección Sucursales. Las Pal-mas, caja 49. 32 Registro Mercantil de Las Palmas. Hoja 267. 15 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 326 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 to de la integración de los dos grandes astilleros del puerto de La Luz y de Las Palmas: el de Blandy y el de la empresa britá-nica Grand Canary Coaling Co., perteneciente al grupo empresa-rial Elder, Dempster & Co.33 La evolución del capital social del grupo de empresas de Blandy, desde su creación en 1920 hasta su definitiva configu-ración como sociedad anónima, es un primer indicador de las importantes inversiones que llevó a cabo hasta las vísperas de la Guerra Civil. Inversiones que se materializaron hasta 1926 en ocho operaciones de compra de inmuebles, presumiblemente urbanos, destinados a cubrir el incremento y diversificación de sus actividades económicas. También se realizaron cinco adqui-siciones de activos mobiliarios, que, siguiendo la tendencia des-crita para el periodo anterior, pudieron ser embarcaciones u otro utillaje para sus labores en el puerto, y media docena de operaciones de crédito34. Por el momento nos es imposible pre-cisar el importe pormenorizado de cada una de estas operacio-nes, debido a que no se ha localizado aun la documentación fis-cal precisa en la que deben aparecer los importes de las mismas. No obstante, a partir de 1928 contamos con los balances de Blandy Brothers y Cía. (Grand Canary), que nos permiten secuen-ciar mejor su evolución económica (cfr. gráfico 3). Así, podemos observar que la empresa mantuvo una considerable pujanza hasta la crisis económica internacional que se inició con el crack de 1929, si bien las consecuencias de la depresión no co-menzaron a manifestarse hasta 1931. A partir de ese año, su dinamismo anterior presenta síntomas inequívocos de decai-miento hasta 1935, cuando se observa una cierta recuperación tras haber tocado fondo en el ejercicio anterior. La tendencia seguida por el activo total de Blandy no res-ponde a un comportamiento exclusivo, ya que otras empresas presentaron una evolución similar. Evolución que está íntima-mente relacionada con las peculiaridades que tuvo la crisis in-ternacional de los años treinta en Canarias. Así, el sector que 33 CARNERO LORENZO, NUEZ YÁNEZ, y PÉREZ HERNÁNDEZ (2005). 34 Libros de presentación de documentos del impuesto de derechos rea-les y transmisión de bienes. (1920-1926). Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Sección Delegación Provincial de Hacienda. 16 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 327 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 más se vio afectado fue el de las exportaciones plataneras; mien-tras que los envíos de tomates y papas, tras una caída en los comienzos del decenio, se recuperaron rápidamente debido a su condición de producción agrícola extratemprana para el merca-do europeo. También la actividad portuaria logró sostenerse, aunque perdió algo del empuje que traía desde los años veinte. Esto hizo que la recesión en Canarias no fuese tan grave como en otras zonas y constituye una prueba de la capacidad de adap-tación de esta economía insular abierta a las situaciones cam-biantes de la coyuntura económica mundial35. GRÁFICO 3 Activo total de Blandy y Cía. (Grand Canary) (Millones de pesetas) FUENTE: Consejo Superio Bancario y Banco de España 0 2 4 6 8 10 12 14 16 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 35 CARNERO LORENZO (1995). 17 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 328 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 CUADRO 4 Principales partidas del Activo de Blandy Brothers y Cía. (Grand Canary) (Porcentaje) FUENTE: Consejo Superior Bancario y Banco de España. FUENTE: Consejo Superio Bancario y Banco de España Un análisis más pormenorizado de la composición del acti-vo de Blandy Brothers y Cía. (Grand Canary) nos permite profun-dizar en el comportamiento de esta empresa (cfr. cuadro 4). Las partidas vinculadas a la actividad financiera son las que tienen una mayor importancia relativa en la estructura del activo. La cartera de valores estaba integrada en su totalidad por títulos de la deuda pública española, y sus elevados importes obedecen a que son valores pignorables de forma inmediata. Esta caracte-rística los convertía en una inversión segura y que podía propor-cionar rápidamente liquidez a la empresa. GRÁFICO 4 La actividad crediticia de Blandy y Cía. (Grand Canary) (Miles de pesetas) 0 500 1.000 1.500 2.000 2.500 3.000 3.500 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 Descuento Préstamo Partidas 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 Tesorería 21,56 7,66 14,14 13,45 17,36 13,63 10,40 8,95 Inmovilizado 2,31 2,09 1,67 3,41 5,07 4,64 5,40 4,62 Créditos 35,02 57,17 52,95 49,59 37,26 36,69 49,82 56,68 Valores 41,11 33,08 31,24 33,55 40,31 45,04 34,38 29,75 SUMA 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 18 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 329 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 La segunda partida más significativa dentro del ámbito fi-nanciero son las inversiones crediticias, que, a su vez, podemos desglosar en préstamos y en descuento de letras (cfr. gráfico 4). La primera modalidad constituye más claramente una opera-ción financiera, sin embargo, la segunda puede tener, además, un carácter mercantil. En este sentido, hay que tener en cuenta que las operaciones con efectos de comercio fue un mecanismo muy extendido para el pago de las transacciones en el comercio internacional, dado el elevado lapso de tiempo que transcurría entre la realización de la venta y la verificación del cobro de la misma. De ahí la importancia que tuvo este tipo de operaciones crediticias en las economías con un elevado grado de apertura exterior, como era el caso de la canaria. Su descenso durante la primera mitad del decenio de 1930, se explica por el estanca-miento, cuando no la reducción, de la actividad exterior de la economía insular. A esto podemos añadir la política de control de cambios y de restricción en el tráfico de divisas impuesta por las nuevas autoridades republicanas, que afectó negativamente a ese instrumento de pago y/o crédito36. CUADRO 5 Patrimonio del grupo de empresas de Blandy (Canarias), 1937 (Pesetas) FUENTE: QUINTANA NAVARRO (1992). 36 CARNERO LORENZO (1997). Ramas de actividad Importe % Astilleros 110.000 57,17 Suministros de combustible 32.397 16,94 Banca y comercio 50.000 25,99 TOTAL 192.397 100,00 Por lo que respecta al inmovilizado, no disponemos de un desglose pormenorizado para el periodo que se está contem-plando. No obstante, a partir de una información de la represen-tación consular británica en Canarias, fechada el 10 de marzo 19 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 330 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 de 1937, se puede realizar cierta desagregación atendiendo a las principales actividades de la empresa (cfr. cuadro 5). Así, más de la mitad del patrimonio se concentra en los astilleros, que inclu-yen, entre otras partidas, los varaderos, los almacenes, las ofici-nas, el material flotante y las lanchas37. En segundo término estarían las dependencias destinadas al banco y a la actividad comercial, que se refiere a los edificios de oficinas y a un auto-móvil. Finalmente, la menor proporción corresponde a los ser-vicios de avituallamiento de combustibles y de aguada a los navíos que recalaban en el puerto de Las Palmas de Gran Cana-ria. Para su realización se disponía de unos almacenes para el depósito del combustible, solares, aljibe, gabarras y grúas. A esto podemos añadir la finca que poseía uno de los principales socios de la compañía, Carlos Mauricio Blandy Faber, en la zona de Ciudad-Jardín de la capital grancanaria. Este inmueble, conformado por una casa con jardines, terrenos anexos y un estanque, estaba valorado en 500.000 pesetas38. Con posterioridad, la evolución de esta empresa se tornó muy dificultosa durante la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial, debido, fundamentalmente, a los continuos obstáculos que le puso el gobierno franquista. Obstáculos como el bloqueo de cuentas, las limitaciones a la importación de pro-ductos extranjeros o las constantes restricciones en el tráfico de divisas que, si bien perjudicaron al conjunto de la economía canaria, fueron especialmente gravosos para los agentes pro-británicos, dada la germanofilia del nuevo régimen. Esto provo-caría que, durante la Autarquía, Blandy fuese abandonando de forma paulatina sus negocios relacionados con el puerto y ena-jenase la sección de banca, concentrando su actividad en la comercialización de automóviles y el servicio posventa para és-tos. Pero, esa es otra historia. 37 Esta actividad de construcción y reparación de barcos era desarrolla-da por la empresa Grand Canary & Blandy’s Enginering Co., S.A. 38 Archivo Histórico del Banco de España. Sección Dirección General de Sucursales. Legajo 2423. 20 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 331 LA EMPRESA BLANDY BROTHERS. DE MADEIRA A CANARIAS, 1885-1936 Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 5. A MODO DE CONCLUSIONES La empresa objeto de estudio en esta investigación es un claro ejemplo de emprendeduría. Se trata de una más del con-junto de iniciativas empresariales que vieron en las islas del Atlántico una oportunidad para desarrollar sus actividades y, al mismo tiempo, contribuir al crecimiento y desarrollo de estos espacios insulares. Ahora bien, también nos sirve como muestra para desmi-tificar el papel de las grandes multinacionales de la época. Bue-na parte de la historiografía centra su atención en la presencia de estas compañías transnacionales, especialmente las británi-cas, como Elder, Dempster & Co., Wilson Sons o Cory Brothers, que aprovecharon la renta de situación de los archipiélagos at-lánticos bajo soberanía de España y Portugal, para fijar bases estratégicas de cara a su expansión imperialista por África y al aumento de sus corrientes mercantiles y financieras con Lati-noamérica. Frente a ellos, el caso de Blandy representa a una pléyade de empresarios isleños que, en no pocas ocasiones, supo competir con estas multinacionales extranjeras, haciéndose un hueco y un nombre en el mercado internacional. Lo que ocurre es que, a veces, el origen de sus promotores lleva a la confusión de los investigadores al incluirlas junto a esas grandes compa-ñías foráneas. En el caso concreto de Canarias, además de Blandy, en su misma situación se encontraban otras casas mercantiles como Hamilton o Miller, de origen inglés, así como Ahlers, nacido en Alemania. La mayoría de los investigadores suelen incluirlas en la categoría de capitalistas extranjeros, añadiendo, en no pocas ocasiones, el calificativo de explotadores o imperialistas. Y, sin embargo, al igual que la empresa objeto de este estudio, tanto la génesis de sus negocios como el centro de gravedad de los mismos pivotaba en torno al Archipiélago. A este grupo de sagas empresariales de origen extranjero, pero con firmes raíces insulares, podemos añadir algunos casos de empresarios netamente canarios, como Juan Rodríguez González, Juan Cabrera Martín o Miguel Curbelo Espino, que 21 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FERNANDO CARNERO LORENZO Y JUAN SEBASTIÁN NUEZ YÁNEZ Anuario de Estudios Atlánticos 332 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 311-334 normalmente son marginados, cuando no simplemente ningu-neados, por la mayor parte de la historiografía en aras a ensal-zar lo foráneo. Sin embargo, recientes trabajos han puesto de manifiesto que nada tienen que envidiar, ni en su comporta-miento ni en los resultados obtenidos, a sus homónimos venidos de otros países europeos. 6. BIBLIOGRAFÍA CITADA ANAYA HERNÁNDEZ, L. y FAJARDO ESPÍNOLA, F. 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