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483 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 RESUMEN Este ensayo recoge un análisis integral, incluido el onomasiológico, de un topónimo canario, Tasarte, de origen amazighe (bereber), y su derivado Tasartico, que dan nombre a dos valles ubicados en el Macizo del Suroeste de Gran Canaria. Intenta aproximarse a las relaciones del vocablo canario tasarte, preferentemente como topónimo, con los existentes de similar raíz etimológica y fonética en las regiones africanas de habla amazighe; y, además, ahonda en una parcela que ha suscitado y suscita controversia: la ortografía de los topónimos canarios de origen guanche. Palabras clave: Tasarte, toponimia, amazighe. ABSTRACT This article aims at analysing two Canary place-names, whose origins can be found in the African language Amazigh, (Berber). These two place-names are Tasarte and its derivative Tasartico, both names of valleys in the Southwest of Gran Canaria. The article also points out the relationship be-tween these Canary words, as place-names, and the existing ones with simi-lar phonetic and etymological root in African regions where Amazigh is spo-ken. It also analyses in depth a field of study which is highly controversial: the spelling of Canary place-names of «Guanche» (the original Canary inhab-itants) origin. Key words: Tasarte, place-names, Amazigh. TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE P O R FRANCISCO SUÁREZ MORENO © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 484 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 2 Para reconstruir el mundo habrá que volver algún día a indagar en los guiños del hermoso romance de la toponimia (Manuel RIVAS) El estudio de la toponimia canaria dispone de bastante lite-ratura científica y divulgativa. Varios son los investigadores que, desde diversas perspectivas, nos han legado interesantes aporta-ciones así como su preocupación por que ésta sea asumida como parte de nuestro patrimonio cultural. Pero muchas de las conclusiones de los diferentes trabajos publicados suelen pre-sentar divergencias entre los autores, sobre todo con vocablos cuyas raíces entroncan tanto con la lengua hablada por la socie-dad indígena, como por la de los colonizadores de diversa pro-cedencia geográfica establecidos en las Islas, después del siglo XV, tras la Conquista. El tema es de cierta complejidad a la hora de elaborar tesis concluyentes y este ensayo no pretende ofrecer aportaciones significativas de conjunto; simplemente se propo-ne en él, desde un análisis integral incluido el onomasiológico, encontrar las relaciones del vocablo canario tasarte, preferente-mente como topónimo, con los existentes de similar raíz etimológica y fonética en las regiones cercanas. Nombre propio o común, Tasarte y sus vocablos afines (tajas-te, tajarte, tazarte, tazart, tazarine...), sobre todo los que configu-ran nuestra toponimia, se han ido construyendo a lo largo de muchos siglos por distintas sociedades que fueron asentándose en sus espacios geográficos, casi siempre de relieves acentuados y en otro tiempo muy transitados; donde, aparte de su rico léxi-co popular geográfico, cada punto se ha bautizado con un pre-ciso y sabio nombre propio, cuya suma hoy es parte integrante del Patrimonio Cultural de pueblos distintos y muy distantes, pero con algún nexo histórico común, por pretérito que sea. En concreto, Tasarte y Tasartico, localidades lejanas de Gran Cana-ria, de valores patrimoniales diversos, merecen esta atención. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 485 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 3 1. SÍNTESIS HISTÓRICA DE TASARTE Y TASARTICO (GRAN CANARIA) 1.1. Tasarte Tasarte es el nombre propio de una de las localidades histó-ricas más antiguas de Gran Canaria, ubicada en la agreste co-marca del Suroeste. Su espacio lo conforma un profundo ba-rranco en el que, desde el mar, en dirección suroeste-noreste, a lo largo de unos siete kilómetros, confluyen varios tributarios. Su cabecera, a modo de amplio cono de deyección, alcanza en su borde superior más de 1.400 metros de altura, cubierto de una tupida masa forestal de pinos. Es un área protegida por la Ley de Espacios Naturales canaria, cuya parte superior entra en la Reserva Natural Integral de Inagua y, a su vez, todo el territo-rio forma parte del Parque Rural de El Nublo. Pertenece al mu-nicipio de La Aldea de San Nicolás y actualmente, en el fondo de su cauce, aloja una población de 800 habitantes, concentra-da en su mayor parte en la zona de El Palillo, donde se halla la ermita de San Juan y otros servicios (27º 55’ 25” N – 15º 45’ 40” O, a 440 m sobre el nivel del mar). Fue a lo largo del siglo XVIII cuando se configura como una de las localidades más significativas de la despoblada comarca del Suroeste grancanario, vinculada a la jurisdicción religiosa y civil de La Aldea, mientras Veneguera y Mogán dependían de Tejeda. La Sinodal del Obispo Dávila, en 1735, ya contabiliza una población diseminada que habita en dieciséis hogares de familias dedicadas a la agricultura y ganadería, que totaliza unos 60 habitantes. En la segunda mitad de aquel siglo se tra-zan planes de repoblación, en el marco de las ideas ilustradas, con el proyecto de tres nuevos núcleos: la Carlota Canaria, en Tasarte; la Luisiana Canaria, en Veneguera; y la Fernandina Ca-naria, en Mogán (Béthencourt, 1981). En junio de 1785, el Co-rregidor Eguiluz visita esta zona y contabiliza en Tasarte un total de 41 familias, el triple que la población de Veneguera y el doble que la de Mogán. Entonces se cultivaban 40 fanegadas de regadío y 150 de secano, las cuales producían anualmente 200 fanegas de millo y 1.500 de granos menudos. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 486 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 4 El siglo XIX supuso para este lugar un continuo retraso eco-nómico y demográfico, con un saldo migratorio hacia las Amé-ricas muy alto. El censo parroquial de 1820 nos indica que de las 51 familias tasarteras (179 habitantes), 13 vivían en la zona alta de La Gamona-Toleo, otras 13 en Higuera Prieta y 9 más barranco abajo. Las restantes se repartían entre El Palillo, La Gambuesa, Las Eras y El Arco. En 1860 vivían en Tasarte 44 familias (178 habitantes), una población menor que la del siglo anterior. En 1873, buena parte de las tierras públicas fueron vendidas por el Estado, a través de la Desamortización, al em-presario de Agaete Antonio de Armas, que obtuvo de esa forma en el valle de Tasarte nada menos que 823 fanegadas, repartidas entre los cortijos de El Lechugal (50 fg), La Solana (351 fg) y La Umbría (422 fg). Estos cortijos de ganado fueron comprados más tarde por otros particulares; los dos primeros por la fami-lia de San Mateo Umpiérrez Martel, establecida en Tasarte como arrendatarios del mismo; y la banda de la Umbría por Juan Quintana, de El Toscón. El siglo XX empezó en Canarias con un fuerte desarrollo económico motivado por los puertos francos, gracias a las ex-portaciones de tomates y plátanos. Se iniciaron los primeros cultivos de tomateros y plataneras (Pino Cortado-el Canónigo...). Fyffes construyó un pequeño almacén en La Playa de Tasarte, paraje solitario y cargado de leyendas que comenzó a ser visita-do por los veleros de cabotaje. En este momento, el valle arriba estaba poblado por 63 familias (236 habitantes). La crisis de la Primera Guerra Mundial afectó profundamente a Canarias y más aún a Tasarte, donde muchas familias pasaron hambrunas, por lo que, para sobrevivir, muchos de sus habitantes emigraron a Cuba, que se hallaba en ese momento en tiempo de prosperi-dad. En las décadas de 1920 y 1930, se produjo una lenta recu-peración económica y demográfica. Regresaron de Cuba mu-chos emigrantes. El sobrante humano de la producción agrícola y ganadera local se ocupó en los trabajos de tomateros y plataneras de Veneguera, aparte del cultivo en este valle de al-gunos tomateros para el almacén de Fyffes que se hallaba en la playa. Hacia 1923-1924 se creó la primera escuela pública mix-ta, momento en que vivían en Tasarte 66 familias (311 habitan- © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 487 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 5 tes). En los años treinta continuaron vislumbrándose ciertas esperanzas de mejorar la calidad de vida. El desarrollo del ca-botaje insular puso en contacto la playa de Tasarte con el resto de la Isla. La familia Umpiérrez, con los ahorros acumulados en Veneguera, empezó a extender los cultivos de tomates hasta la desembocadura del barranco. Pero aquel lento crecimiento se truncó con el golpe militar del 18 de julio de 1936 y la posterior crisis originada por la autarquía militar, la Guerra Mundial y el aislamiento internacional, todo lo cual generó un ciclo de ham-bre, miseria y carencia de recursos vitales, etapa histórica muy difícil que duró hasta la mitad del siglo. Tasarte empezó a recuperarse a principios de los años cin-cuenta, hasta alcanzar los 365 habitantes. Se mantenían aún los sembrados de cereales en las zonas de secano y también varios ganados de cabra que pastaban en los extensos cortijos que al-gunos particulares habían comprado al Estado en el siglo XIX. Los más importantes fueron los de Rodríguez Quintana, en Pino Cortado, y los de Bruno Moreno, en la solana de El Palillo. Pero la economía estaba cambiando. Los cultivos de tomateros en La Playa-Pino Cortado, favorecidos por la apertura por carretera hacia La Aldea y Mogán, con nuevos almacenes de empaqueta-do y una cooperativa, más nuevos molinos para producir gofio, tiendas..., fueron los jalones que marcaron este segundo gran crecimiento, en la etapa histórica del boom de las exportaciones de tomates y plátanos que Canarias enviaba a Europa. En los años sesenta y setenta del pasado siglo, en el marco de una crisis del sector agrícola, frente al desarrollo del sector servicios en la capital insular y nuevos centros turísticos del Sur, llegó el éxodo tasartero, que detiene el crecimiento iniciado en las décadas anteriores. Pero las mejoras de las comunicaciones, con el incremento del poder adquisitivo de la clase trabajadora, ahora más autónoma para desplazarse de un lugar a otro con vehículo propio, determinan una nueva oferta laboral en los polos de desarrollo turísticos de Arguineguín, Tauro, Taurito, Mogán... Todo ello ha permitido la ocupación de puestos de tra-bajo con tiempo suficiente para pernoctar en casa, frente a dis-tancias de 20 a 40 kilómetros de carretera sinuosa, en un tiem-po de 30 a 45 minutos. Son las décadas finales del siglo XX, © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 488 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 6 donde la agricultura de exportación se ha tecnificado junto a la de producción de frutos tropicales para el mercado interior, con el progresivo abandono de las antiguas terrazas de regadío y del pastoreo tradicional. 1.2. Tasartico Tasartico es el valle y población comprendidos entre Tasar-te, La Aldea y Guguy (Güigüí), en pleno macizo del Suroeste de Gran Canaria. Es un profundo valle de barranco cuya cabecera parte del hueco de la degollada que lo abre hacia La Aldea, des-de donde su cauce principal discurre hacia el mar a lo largo de unos seis kilómetros, en el que van confluyendo varios tributa-rios. Lo separa de Tasarte, por la vertiente izquierda o umbría, una cadena montañosa donde, entre degolladas, se elevan los promontorios piramidales de El Lechugal (990 m), Adlobas (950 m) y Mogarenes (990 m). Su solana o vertiente derecha es más agreste, con elevaciones superiores a los mil metros de altura, como lo es la extensa cima de la montaña de Los Hogarzos (1.065 m), que forma parte de la Reserva Especial de Güigüí y, a su vez, del Parque Rural de El Nublo. Este valle también pertenece al municipio de La Aldea de San Nicolás, con una población diseminada, en la parte media de su barranco, que alcanza los 100 habitantes, en su mayor parte ubicada en Las Rosas, donde se hallan una pequeña pla-zoleta y una ermita dedicada a San Luis (27º 55’ 36” N – 15º 48’ 07” O, a 240 m sobre el nivel del mar). A principios del XVIII, Tasartico se encuentra casi despobla-do. La Sinodal del obispo Dávila, de 1735, localiza solo cuatro casas de familia, diseminadas en la parte alta del valle, en la zona de cultivo, que podrían sumar unos 16 habitantes, cuya principal fuente de riqueza es la agricultura y ganadería de sub-sistencia. Pero la población se triplica al final de la centuria por el crecimiento de la zona de regadío y las roturaciones para siembras en terrenos públicos de secano, que atraen a varias familias de La Aldea y generan conflictos frente a la actuación de los corregidores en defensa de la propiedad pública (Macías, © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 489 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 7 1977). Al igual que en Tasarte, en junio de 1785, el Corregidor Eguiluz recibe informes del valle de Tasartico donde se hace constar que moraban un total de 12 familias de residencia fija y 38 por la temporada de recolección de los frutos. La produc-ción en aquella época era similar a la de Tasarte, a pesar de ser un valle más corto: 40 fanegadas de regadío (millo, trigo, fruta-les...) y 110 fg de secano (cebada y trigo), las cuales producían anualmente 170 fg de millo y 1.500 fg de granos menudos (Suárez, 1990: 71-72). El siglo XIX también supuso para este lugar un continuo retraso económico y demográfico, con un saldo migratorio ha-cia las Américas muy alto. El censo parroquial de 1820 conta-biliza el mismo número de familias del siglo anterior. Aunque según avanzan las décadas, a pesar de la continua sangría de la emigración hacia América, nos encontramos, en 1890, con 24 familias que sumaban una población de 113 habitantes, con el mismo precario nivel de vida de principios de aquella centuria. Sus eriales montañosos también fueron desamortizados por el Estado. En 1873, el empresario de Agaete Antonio de Armas adquirió en subasta pública los cortijos de La Solana de Tasar-tico (330 fanegadas) y La Umbría de Tasartico (343 fg), arrenda-dos por Armas y sus sucesores a personas del lugar para pasto de ganado, que luego los adquieren por compras, de las que resultan actualmente las grandes propiedades de la zona. El desarrollo económico de principios del siglo XX, en el marco de las exportaciones de tomates y plátanos, también lle-gó a Tasartico, aunque en menor medida que los espacios costeros limítrofes dado su acentuado aislamiento geográfico. La producción tomatera, localizada en la parte alta del valle, tenía que llevarse a La Aldea a lomos de bestias por el sinuoso camino real. Hacia 1924-1925, momento en que muchos cana-rios habían regresado de Cuba y la sanidad había mejorado, Tasartico continúa manteniendo la misma población de 120 habitantes, dado que la capacidad de sustentación ecológica para la producción agropecuaria era muy limitada. Desde 1923 contaba ya con su escuela pública. Tras superar las crisis de las guerras, a principios de la dé-cada de los años cincuenta, del pasado siglo, la situación econó- © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 490 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 8 mica mejora con los nuevos cultivos de tomate. Hacia 1957- 1958 se trazó el primer tramo de carretera, entre la Degollada de Tasartico y las Casas Tejadas; y, a continuación, hasta la pla-ya. Es el momento en que surgen las empresas locales de pro-ducción y empaquetado de esta fruta, que atraen a inmigrantes temporales de La Aldea y otros pagos, con lo que se alcanza una población de 130 habitantes. Se construyó la ermita de San Luis, en Las Rosas, mejoraron los niveles económicos familiares e, incluso, se instalaron la primera tienda y el primer teléfono público en la misma zona. El ciclo de sequía de los años setenta aceleró la crisis del sector tomatero, lo que generó un verdadero éxodo de la población hacia el exterior y redujo los efectivos humanos a la mitad del anterior censo. En 1983 solo habitaban el lugar 35 habitantes. La tecnificación agrícola mejora la producción tomatera y, al finalizar el siglo XX, con un crecimiento demográfico muy lento, su pobla-ción se sitúa ahora alrededor de los 80 habitantes. 2. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA TOPONIMIA El estudio de la toponimia de los pueblos conquistados, co-lonizados y sometidos al proceso de transculturación por otras sociedades más poderosas y con una lengua nueva que se im-pone, es complejo por muchas razones; entre otras están la transcripción de voces y términos de una lengua a otra por di-ficultades de tipo fonético, o la propia retoponimización por cuestiones políticas y religiosas. También se incluyen los errores ortográficos en la transcripción de documentos antiguos por desconocimiento de técnicas paleográficas, en cartografías y en documentos oficiales. Las Islas Canarias, conquistadas por los europeos del si-glo XV, presentan denominaciones toponímicas, unas antiguas y otras modernas, en las que la expresión escrita no se correspon-de con la fonética de la antigua lengua que hablaba su pobla-ción primigenia. Por ejemplo, sobre errores de transcripción tenemos, en esta comarca, el del topónimo Guguy (en el habla popular) frente a Güi-Güi o Güigüí (escritura oficial a partir del © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 491 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 9 siglo XIX, por un simple problema de error ortográfico); cuan-do en lugares cercanos se hallan, con la misma fonética y grafía oficial más coherente, Guguy y Gugüillo (El Risco de Agaete) y Taguguy (barranco de Siberio). Otro error, reciente y curioso, es el referido a la montaña de Hogarzos o Juagarzos (término fitotoponímico de raíz castellana), que últimamente se suele escribir como Horgazales/ Hogarzales por error en los primeros mapas militares, divergencia que se consolida en el habla y en la denominación de instituciones locales (Federación de Asocia-ciones de Vecinos Horgazales, La Aldea). Por otro lado, fuera de esta comarca, existen topónimos de origen canario que tiempo atrás, poco después de la Conquista, los cronistas y compila-dores los transcribieron de forma diferente a como hoy los co-nocemos: Agáldar, Afuric, Arteguede, Arehucas... Pero ¿cuál era la fonética correcta de cada una de las voces canarias antiguas de carácter toponímico: como las escribieron los cronistas o como hoy las conocemos? El problema es complejo. Hay términos de raíz semántica, canaria o no, que se prestan a mucha confusión, e incluso se da el caso en el que la gente del lugar utiliza voces distintas para mencionar un lugar, como sucede entre Tasarte y Tasartico con la denominación de dos montañas vecinas: la de Adloba (para la que encontramos vocablos como Ehloba, Ahloba, Lobas, Ajódar...) y la montaña de Mogaren, conocida también como Almogaren o Mogarenes... (Álvarez, 1955: 71-79, Cubillo: 1980 y Trapero, 2004). El estudio de los vocablos de la toponimia canaria va a es-tar siempre sometido a la crítica, en función de nuevas aporta-ciones de la investigación. Sobre muchos de estos nombres se plantean interrogantes en cuanto a su origen, correcta o inco-rrecta transcripción gráfica, evolución fonética o semántica, etc. (Trapero, 1995). Es algo que requiere mucha prudencia a la hora de plantear hipótesis concluyentes sobre explicaciones etimológicas (Morera, 1997: 523) y, en esa línea, nos pronun-ciamos para el análisis del topónimo objeto de este ensayo: Tasarte. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 492 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 10 3. TASART, VOZ AMAZIGHE El vocablo canario tasarte, en sus variantes léxicas y gráficas, es de origen amazighe* (bereber) y tiene en su lengua vernácula, el tamazight*, diferentes significados según los autores o las transcripciones que de dicha voz se han hecho a las lenguas de los colonizadores en cada región, como es el caso del árabe y el francés en el Magreb, y el castellano en Canarias. Esas varian-tes gráficas que del mismo presentan los manuscritos antiguos inducen a «pensar en una pronunciación faringalizada tanto de la sibilante (*s(s) > s´) como de la vibrante (*r > r´)», según ex-pone un especialista moderno como Reyes García, en su Diccio-nario ínsuloamazighe (2009, voz Tasarte). Charles Eugène de Foucauld recoge en su diccionario tua-reg- francés (1951-2005) varios vocablos de raíz semántica casi idéntica a tasarte, tales como tasarit (fente = ‘ranura, abertu-ra’...), tasirt (moulin à bras = ‘molinillo de piedra para mano’), tazzuret (épaisseure = ‘profundidad, espesura’...), asaru y Tasarte, Gran Canaria © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 493 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 11 tasarut (clef = ‘llave, clave’...). Álvarez Delgado (1984) hace re-ferencia a este vocablo amazigh con la variante tassart, como nombre común que significa ‘molinillo de piedra’. El austriaco Dominik Wölfel* prestó gran atención, en su Monumenta Lin-guae Canariae (1996, II: 812-813) al vocablo canario tasarte y, tomando como fuente el diccionario de Foucauld y otros traba-jos de lingüística comparada, encuentra paralelismos de estas palabras bereberes con otras lenguas; así, las diversas variacio-nes de asaru, tasarut... se le parecen a la voz vasca zarra-tu (‘cerrar’) y a la latina sera (‘obturador de cerradura de madera’). También lo ha hecho, más recientemente, con abundantes refe-rencias léxicas y semánticas, el filólogo marroquí Ahmed Sabir en Las Canarias preeuropeas y el Norte de África... (2001: 65, 115- 116, 148-149, 222 y 321)1, así como el filólogo canario Ignacio Reyes, que relaciona el antropónimo Tasarte, como veremos más adelante, con el vocablo ta-dsart, traducido al castellano, en su diccionario ínsuloamazighe, como ‘acusado sentido del honor’, ‘dignidad’, ‘rebeldía’... (2009). Sobre las posibles traducciones al castellano de la familia de vocablos tasarte, tasarit, tassart... con montañas, riscos, forta-lezas, molinos de piedra..., es curioso que en el valle de Tasarte, en Gran Canaria, exista el nombre de Montaña de Los Molinos. Y si tasarut puede significar ‘llave, clave, lo que cierra...’ y lo aplicáramos a la toponimia de un terreno, lo que podría enten-derse como «cerrada» (garganta), encontramos varios topóni-mos del Atlas que conforman profundas gargantas de barranco y llevan el nombre tasart o tazart; así, en la región del Atlas marroquí, encontramos en la aldea de Taghia la cerrada de Akka N’ Tazarte (Aqq n Tazagh), lo mismo que en Tazaret (Tazarine); o más al Norte, en el Rif, a 50 km de Tetuán, donde está la zona montañosa de Tazarut*, fortaleza del legendario Abd El-krim, en la rebelión anticolonial que sostuvo contra España y Francia entre 1921 y 1927. Esta explicación semántica, trasladada a 1 Hay otros vocablos bereberes similares, como tasersart (‘cascada-caidero’) y, al respecto, en la cabecera del barranco de Tasarte, macizo de Linagua-Ojeda, son espectaculares estos saltos de agua en tiempos de lluvia; aunque, sin descartarlas, por ahora no vamos a establecer analogías con este término amazighe. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 494 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 12 Gran Canaria, en los valles de Tasarte y Tasartico, encaja per-fectamente desde su cabecera con las degolladas y gargantas hasta la costa, dados los continuos espacios angostos de su to-pografía, alguno denominado como Barranco Oscuro (Tasarte). Además, esta parte de la Isla presenta fortalezas montañosas con topónimos como el de la montaña de Ajódar-Arjoda-Adloba* (Tasartico), similar a los vocablos bereberes de igudar-agudar-gadir, cuya traducción al castellano sería ‘muro, castillo, fortale-za, fortín...’, lo que nos induce a pensar que pudiera ser la ex-plicación semántica de este topónimo. Pero hay otras acepciones de las variantes tazart-tasart: en las transcripciones que desde el bereber moderno se han hecho al francés, este vocablo también se traduce por figue-figuiere (‘hi-gos- higueras’); en efecto, la higuera común (Ficus carica) es un árbol apreciado y emblemático que aparece en los escudos de pueblos e instituciones de la región de Taroudant, en concreto de las poblaciones de Tazarine, Ouarzazate... (Atlas), con sus diversas variantes gráficas como tazarzrte, tazagzawte, taqorarte... De ahí que también se haya relacionado el vocablo canario tasarte con higueras. En esta región el sustantivo feme-nino singular tazart (‘higuera’) pasa a plural como tazarin; y su fruto, el higo, es akurru-n-tazart, con las especificidades de akurmis, el ‘higo aún verde’, abuzzig, el ‘higo maduro’, y takurrut, ya ‘seco’2. Pero higos e higueras en el antiguo lengua-je de los canarii no eran tazart sino tehaunenen (‘higos madu-ros’) y teharenemen (‘higos pasados’), según la única fuente que lo señala (Abreu Galindo); aunque en el dialecto Ahaggar del tuareg el vocablo tehaunennen se traduce al francés por figue (‘higo’). De todas formas, a Wölfel (1996: 586-588), dada la va-riedad de vocablos amazighe para las distintas explicaciones del estado de este fruto y su planta (verdes, maduros, pasados...), no le convence esta traducción para explicar el significado del tér-mino canario que nos ocupa. La higuera, a pesar de que Abreu Galindo (1977: 161) afirma que fue introducida por los mallor-quines a mediados del siglo XIV, está presente desde los prime- 2 También en la misma comarca de Marruecos se aplican los vocablos Tasarst y tassemt para denominar a la escoba de palma (SABIR, 2001: 149- 151 y 222-223). © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 495 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 13 ros siglos del poblamiento canario, según las aportaciones re-cientes de la arqueología, en cuyas excavaciones, al norte de Gran Canaria, al menos se han encontrado restos de higos en niveles de yacimientos datados en el siglo IV d.C. (Morales, 2006: 259-266). Es incuestionable la ascendencia amazighe del vocablo cana-rio tasarte; aunque, como topónimo, su origen puede ser diver-so. Es decir, por qué éste da nombre al lugar geográfico que estudiamos es por ahora incierto, aun con todas las variantes ortográficas históricas (topónimos y antropónimos) que tene-mos en Canarias (Tazarte, Taxarte, Tajarte, Tajaste, Atasarti...), o las toponímicas con parecidas grafías que vemos en cualquier mapa de Marruecos: Tassart, Tazart-Tazarine, Tazaret, Ouarza-zate, Akka N’ Tazarte... 4. TASARTE, NOMBRE DE PEZ Tasarte es el nombre común de un pez epipelágico litoral, en otro tiempo abundante en las aguas canarias-saharianas (Orcy-nopsis unicolor), catalogado científicamente desde 1817 (Geo-ffroy St. Hilaire) pero muy conocido con anterioridad, sobre todo en las pesquerías de la Costa. De él hace mención George Glass, en 1764, con la grafía Tasarte. También Álvarez Rixo lo cita en su obra sobre el lenguaje isleño como una voz indígena especificando que es un pescado que se trae de la costa de África y rara vez se ve en la nuestra (1991: p. 125). Al no ser un pez de orilla, pesca que practicaban los canarios, salta la duda sobre el porqué de este nombre canario. Esta especie se denomina en la costa africana como irgel (plural argeliun), vocablo del dialecto susí, según el diccionario de Ibáñez, citado por el lingüista marroquí Ahmed Sabir, quien también se plantea desde luego el problema si en dicha costa africana se usaban al propio tiempo en determinada época pretérita ambas voces (tasarte o tazarte = irgel) (2001: 320). Por su parte, Wölfel (1996: 662, vol I) también se detiene en esta palabra. Indica que es mencionada por otros autores con las grafías tassarte y tazarte, y señala que, aunque es un pez de es- © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 496 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 14 tas aguas atlánticas, encuentra similitud con el nombre castellano de tasardo, un tipo de arenque, sin plantear otras hipótesis. Tasarte (Orcynopsis unicolor) 5. TASARTE, TOPÓNIMO El topónimo Tasarte, en sus diversas formas gráficas y foné-ticas, lo encontramos en cuatro puntos de tres de las Islas Ca-narias (El Hierro, Gran Canaria y Lanzarote) y en más de una decena de lugares de la región de la Tamazgha* (Magreb- Sahara), por la que se extendió desde tiempos prehistóricos la cultura tamazighe* o bereber (del latín barbarus, denominación que otorgaron los romanos a los pueblos de más allá de sus fronteras). Las comunidades hablantes de la cultura amazighe las cons-tituyen hoy diferentes pueblos, como podemos apreciar en el mapa adjunto. Además, también con grafías diferentes, tasarte es un patronímico de la primigenia sociedad canaria y de la cultura hebrea asentada en la Península Ibérica, en el siglo XV, amén del nombre común de la higuera en la zona del Atlas marroquí. Tasarte, con sus diversas variantes, es una voz que, de una forma u otra, con mayor o menor profundidad, ha sido tratada por diversos lingüistas en sus estudios comparativos entre len-guas antiguas y modernas. Así, entre otros, es recogida en su © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 497 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 15 diccionario comparado del bereber-francés, por Foucauld, o por Dominik Wölfel en su Monumenta Linguae Canariae. En este apartado vamos a analizar, de forma muy sencilla, las diferen-tes formas léxicas y gráficas de esta voz bereber, empezando por su región de origen y continuando por Canarias, tanto en su acepción semántica como en sus variaciones ortográficas, evo-lución histórica, etc. 5.1. Los topónimos de la región Tamazgha (Magreb-Sáhara) Los puntos geográficos que encontramos en la región africa-na de Tamazgha (Magreb-Sáhara), por donde se extiende la cul-tura amazighe, y que llevan el nombre de Tazarte-Tassart, son varios. Se localizan en estados distintos y casi todos se escriben con ligeras variaciones gráficas. Veamos algunas de las localidades o puntos más conocidos de Marruecos (ver Mapa I). En el norte, departamento de Tetuán, a pocos kilómetros del Mediterráneo, a una distancia de unos 30 kilómetros, están Tassart (35º 16’ 18” N - 5º 18’ 10” O) y Tazarte (35º 20’ 37” N - 5º 12’ 29” O); hacia Alhucema se ha-lla el Oued Tarsate (35º 7’ 48” N – 4º 3’ O). En las primeras estribaciones del Atlas, cerca de Marrakech, encontramos varios puntos toponímicos con raíz semántica parecida a la de tasar-te. A unos 60 kilómetros de esta ciudad sagrada, en la provincia de Al Haouz, se halla la población de Tazarte (31º 39’ 52” N – 7º 24’ 41” O), que se presenta, según la cartografía consultada, con las variantes de Tazzerte, Tazrarte, Tazert... Más al Sur, entre Agadir y el Atlas, al sur de Tazarine (recordamos que en el dialecto de la zona ‘higuera’ en singular es tazart-tazarte y en plural tazarine), en la provincia de Tata, tenemos otras localida-des como Tazart (29º 40’ 00” N - 7º 57’ 00” O) y, en la región de Taroudant, se ubica Tazart (30º 34’ 00” N – 8º 28’ 00” O). En interior del Atlas, partiendo de Ouarzazate, encontramos el cau-ce de Talat n’ Tazart (31º 26’ 08” N - 06º 42’ 39” O) y, un poco más hacia el Este, a 2.000 metros de altura, en la zona de Tadla- Azilal, cerca de la aldea de Taghia, se encuentra un paraíso per-dido: el profundo cañón de Akka N’ Tazarte (31º 49’ 12” N – © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 498 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 16 06º 04’ 48” O), célebre por sus pasos y escaladas de montaña, que dan a profundas gargantas. Más allá de los límites del Atlas, en otros estados de la región del Sahara (Argelia, Túnez, Libia, Níger...) con influencia de la cultura amazighe, nos encontramos con más sorpresas toponí-micas como, por citar algún ejemplo, el Tazrourt argelino, o más al Sur, en Níger, con Tarazert; o el idéntico Tazart, de Tahoua (15º 05’ N – 06º 35’ 00” O) (ver Mapa II). CUADRO I Lugares cercanos a Marrakech con raíz taz Nombre Lat. (WGS84) Long. (WGS84) Tazarine ......................................................... 31.3166667 -8.5833333 Tazarine ......................................................... 31.2666667 -8.35 Tazert ............................................................. 31.6644444 -7.4113889 Tazerzat ......................................................... 31.4166667 -7.6166667 Tazrarte ......................................................... 31.6644444 -7.4113889 Tazzarte ......................................................... 31.6644444 -7.4113889 Tazzerte ......................................................... 31.6644444 -7.4113889 FUENTE: Falling Rain Genomics, Inc. 2006-2004. http://www.fallingrain.com/world/MO/19/a/T/a/z/ La aldea de Taghia, en el interior del Atlas, a 2.000 metros de altura, con el barranco de Anka-tazarte, al fondo, un cañón de vértigo, donde se practica el deporte de montaña. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 499 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 17 Mapa I y II Localización de algunos topónimos bereberes de Marruecos 1. Tassart (Tetuán) (35º 16’ 18” N - 5º 18’ 10” O) 2. Tazarte (Tetuán) (35º 20’ 37” N - 5º 12’ 29” O) 3. Oued Tarsate (Tetuán) (35º 7’ 48” – 04º 03’ 00”) 4. Tazarte - Tazert - Tazzerte... (Al Haouz) (31º 39’ 52” N – 7º 24’ 41” O) 5. Tazart (Taroudant) (30º 34’ 24” N – 08º 28’ 00” O) 6. Tazarine (Taroudant) (30º 7’ 24” N – 08º 01’ 12” O) 7. Tazart (Tata) (29º 40’ 00” N - 07º 57’ 00” O) 8. Tazzarine (Ourzazate) (30º 48’ 06” N – 05º 33’ 36” O) 9. Talat N’ Tazart (Azizal)) (31º 26’ 8” N - 06º 42’ 39” O) 10. Akka N’ Tazarte (Azilal) (31º 49’ 12” N – 06º 04’ 48” O) Mapa de Níger, localización de Tarazert y Tazart © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 500 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 18 5.2. Topónimos canarios Tasarte-Tajaste Tasarte, objeto de este ensayo, es el topónimo genérico de un valle y barranco del municipio de La Aldea de San Nicolás, así como de su población. Contiguo a él se halla el otro valle, Tasartico, una variante toponímica que creemos posterior y castellanizado mediante el diminutivo (-ico). Entre ambos lugares sitúan casi todas las crónicas más an-tiguas de la Conquista la célebre batalla de Ajódar, donde los canarios infligieron a los castellanos una derrota humillante, en la que pereció el capitán Miguel de Mújica y su compañía de ballesteros. No obstante, los distintos relatos y crónicas difieren en aspectos de espacio y toponimia. Las crónicas primitivas (Ovetense, Lacunense...) solo mencionan el lugar bélico como Ajódar*, mientras que los relatos contemporáneos de la guerra, como los de Pedro Gómez Escudero y Antonio Sedeño, sitúan el lugar de la batalla, la fortaleza de Ajódar, en el interior del valle de Tasartico. En cambio, la crónica peninsular de Mosén Diego de Valera dice que los castellanos desembarcaron en la playa de Tafarte y fueron a la fortaleza donde estaban los canarios, sin especificar su nombre, a dos leguas de camino, donde tuvo lu-gar el enfrentamiento y la muerte de Mújica y sus ballesteros. Otra de las crónicas escritas en la Península, la de Bernáldez, recoge el topónimo de Atasarti como población canaria. Las relaciones e historias del siglo XVII también sitúan el lugar de Ajódar* en Tasartico, y alguna (la de Marín de Cubas) da nota-ble protagonismo en los hechos al guaire Tasarte, como vere-mos más adelante. Ya indicamos que el topónimo canario Tasarte podría derivar-se o relacionarse con algunos vocablos bereberes como tasarut, tasart, tasersart, tazart..., con lo que estaríamos hablando de un lugar de fortaleza montañosa, de cerrada-garganta, de caideros o cascadas, de higueras...; aunque también existe la duda de si pudo tomar el nombre de un personaje histórico, de un guaire (jefe in-dígena) de nombre Tasarte; o bien este último tomar el nombre del lugar por ejercer jefatura en el mismo. Hay otros topónimos canarios parecidos al Tasarte de Gran Canaria. A mediados del siglo XIX, el diccionario de Madoz ya © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 501 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 19 cita el término de Tajaste en la isla de El Hierro, que aún se mantiene. También se encuentra en Lanzarote la aldea de Tajarte-Tajaste; y, en Fuerteventura, término de La Oliva, otro Tajaste, de parentesco fonético muy cercano. Grau Bassas (1888) recoge, por la zona del Bentaiga, en el centro de la isla de Gran Canaria, como estudiaremos más adelante, un topónimo con el nombre de El Andén de Tasarte, hoy desaparecido. Estamos, pues, ante un término del antiguo lenguaje canario, topónimo y antropónimo, transcrito al castellano y luego, a lo largo del tiempo, por errores ortográfico-paleográficos, reflejado con grafías diferentes (Tasarte, Tafarte, Taxarte, Tajarte, Tazarte...). De todas formas, son nombres propios que, como los de la re-gión de la Tamazgha*, presentan grafías diferentes y, además, forman parte del parentesco toponímico canario-tamazight*. Atardecer en el macizo del Suroeste de Gran Canaria 6. TASARTE, ANTROPÓNIMO Al antropónimo masculino Tasarte se relacionó en las cróni-cas antiguas de la Conquista de Canarias (siglo XV) con un per-sonaje significativo de la sociedad canaria, guaire destacado del © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 502 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 20 guanartemato de Gáldar, que organizó en la primavera de 1483 la resistencia militar de los canarios contra los conquistadores castellanos, y que prefirió suicidarse, al grito de Atis Tirma, arro-jándose por un precipicio antes que pactar con los invasores. Aparece en los primeros textos con las variantes de Tazarte* (la grafía más empleada en las primeras crónicas), Tasarte, Tajas-te, Tajarte y Taxarte. Un análisis filológico del mismo lo hace, como ya indicamos, Ignacio Reyes, y lo relaciona con tad-sart, femenino: «Tasarte. m. GC. ant. desus. Antr. Nombre de un jefe militar del bando de Gáldar. Expr. t. Tajarte, Tajaste, Taxarte, Tazarte. N. B. Las variantes gráficas que transmite la documentación antigua hacen pensar en una pronunciación faringalizada tanto de la sibilante (*s(s) > s´) como de la vibrante (*r > r´). — *ta-dsart > tassart, n. vb. f. sing. de [D·S/S´ ·R] ‘acusado senti-do del honor, dignidad’, ‘rebeldía’, ‘agitación’, ‘maldad’. N. B. El género gramatical (femenino), que admite ciertas dudas (debidas a un posible ensordecimiento de la dental (d > t) por asimilación a la marca cualitativa (-t) del final), no cuestionaría la asigna-ción masculina que recoge la tradición insular (...)» [Amawal Esekenamazigh, Diccionario ínsuloamazighe, http:// www.ygnazr.com/awal.htm, (c. 21.01-2009)] Las primeras crónicas de la Conquista (Ovetense, Lacunense, etc.) no mencionan a este personaje, aunque casi todas coinci-den con la muerte por despeñamiento de un «canario notable». Un relato histórico contemporáneo de aquella guerra, el de Pe-dro Gómez Escudero, se ocupa del personaje Tazarte como uno de los seis guaires del guanartemato de Gáldar; mientras que la otra relación histórica, la de Antonio Sedeño, menciona a un in-determinado canario principal que se suicida. Mosén Diego de Valera hace referencia, sin mencionar nombre, a un canario principal que se despeñó en el momento en que su gente se iba a entregar a los castellanos, y al topónimo de Tafarte como enclave donde tiene lugar la batalla en la que muere Miguel de Mújica (Morales Padrón, 1978: 361, 416, 417, 442 y 503). Abreu Galindo (siglos XVI-XVII) identifica a Tazarte, en un primer momento, como uno de los seis guaires del guanarte-mato de Gáldar escogidos para su consejo o sábor (1977-172); y, © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 503 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 21 a continuación, con la grafía Taxarte, como uno de los «capita-nes » canarios presentes cuando se produjo el ataque al campa-mento de Guiniguada, en 1477 (1977: 182). Finalmente, lo sitúa como el jefe de la resistencia canaria, en 1483, «por haber ele-gido un valiente canario por capitán, llamado Tajarte; y con él estaba un hijo del Guanarteme de Telde» (1977: 227). Continúa el relato de Abreu Galindo, en los momentos finales de la Con-quista de Gran Canaria, con que la presión de los conquistado-res sobre los canarios insumisos determinó que algunos nota-bles del bando de Gáldar se rindieran, y es el instante en que este personaje se suicida: «no pudo el Tajarte estorbarles su determinación. Púsose, pues al canto del risco y dando voces Atistirma, Atistirma (que es llamar a Dios), se dejó caer y desrriscar» (1977: 230). La alevosa muerte de este personaje ocurre, según Abreu Galindo, poco antes de la batalla de Ajódar*, la que tuvo lugar en la zona de Tasarte-Tasartico. Marín de Cubas, también del siglo XVII, en su Historia de las siete islas de Canaria, lo localiza en el ataque de 1477 al campa-mento de Guiniguada como «el capitan medio gigante llamado Tazarte, haziendo alta a vista del real pedia batalla» (1986: 188), y lo considera jefe de la resistencia canaria, en los momentos finales de la conquista: «luego nombraron otro rey, o Guadartheme llamado antes Tazarte un gaire, alto, seco, y prie-to de grande esfuerzo, nombrado por el mes de marso después de la prisión del otro» (1986: 207); además, lo ubica aún vivo y liderando a los canarios en la batalla de Ajódar, y su muerte la describe en las mismas circunstancias relatadas por Abreu (1977: 213), antes de la rendición final de la Isla, que también acaba con el suicidio de Bentejuí y el faycán de Telde. En esta obra menciona Tazarte y Tazartico como topónimos y nombres propios, y señala que los españoles denominaban a Bentejuí como Tasartico. ¿De qué fuentes se valieron Abreu y Marín de Cubas para aportar los datos del personaje Tasarte? ¿Quizá de la tradición oral de familias canarias supervivientes? Lo cierto es que son ellos dos los que más aportan datos del mismo, sobre todo Marín de Cubas. También lo hace, con menos detalle, fray José de Sosa (siglo XVII) en su obra Topografía de la Isla Afortunada © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 504 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 22 de Gran Canaria, quien recoge el vocablo Tazartico como topónimo. Por otro lado, antropónimos canarios muy parecidos al de Tasarte, pertenecientes a las islas occidentales, son el masculi-no Tazafre (La Palma), indígena bautizado en Sevilla, en 1426- 1427, (Álvarez, 1956); algunos cautivos de Tenerife, llevados a Valencia, en 1494-1495, como el masculino Atasar y el femeni-no Tassat (Cortés, 1955). También lo encontramos en una de las comunidades judías ibéricas del siglo XV: un ejemplo es el de Maestre Yuzá Tazarte, que aparece en un proceso inquisitorial contra los judíos y conversos de Segovia, hacia 1490-14913. Al respecto diremos que ha habido relaciones históricas de comu-nidades bereberes con judías tanto en la Península Ibérica como en Israel, lo que puede deducirse de estos personajes hebreos con nombre bereber. 7. EVOLUCIÓN DE LA GRAFÍA DE TASARTE-TASARTICO Con respecto a la escritura de Tasarte, sea antropónimo o topónimo, la divergencia entre los primeros cronistas e historia-dores es tanta que Wölfel, en un detallado estudio comparativo en su obra, cita este nombre más de treinta veces, especifican-do procedencia de todos los autores anteriores que se ocupan de ello. Es claro y determinante al referirse al nombre actual de los dos valles como Tasarte y Tasartico con «s». Aunque este proble-ma de la transmisión textual de las sibilantes es complejo y el planteamiento metodológico de Wölfel puede ser cuestionado, llega a la conclusión de que tales divergencias se deben a que copistas posteriores a las crónicas y relatos, sin conocimientos paleográficos, confundieron la «s» alargada como si fuera una «i» alargada o una «r», y es concluyente en cuanto al empleo de la «s», como fonema integrador: «(T)odas esas grafías —al igual que los valores fonéticos— se mezclan desde muy temprano, utilizándose las unas por las 3 http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/092540675224710 95432268/p0000001.htm © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 505 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 23 otras sin concierto (...). Forzosamente hemos de emplear para todas estas escrituras de la z, ç y s, sencillamente una s como fonema agrupador en las reconstrucciones fonéticas, pues la mayor parte de las veces no podremos determinar con exactitud el valor fonético de las palabras aborígenes canarias»4. Como ya indicamos, el filólogo Reyes García ha planteado la posibilidad de que Tasarte tuviera en sus orígenes una pronun-ciación faringalizada tanto de la sibilante s como de la vibrante r ; aunque como este autor reconoce aún es problemático alegar filiaciones concretas desde el punto de vista fonológico para algunos vocablos canarios-amazighes y, en este caso el de las sibilantes (s, ss, z y c) en un único fonema de timbre dental s (Reyes, 2008: 6). Frente esta divergencia de los cronistas y compiladores anti-guos con respecto a la escritura de los antropónimos y topóni-mos Tasarte y Tasartico, los historiadores modernos de los siglos XVIII y XIX, tomando como referencia las primeras crónicas y relaciones históricas anteriores, reelaboran nuevos textos donde vuelven a crear confusión, incluso dentro de sus mismas obras, con las mismas diferencias ahora en cuanto a la «s» y la «z». De las referencias de los cronistas del siglo XV, con sus va-riantes ya estudiadas de Tazarte, Tafarte, Tasartico... o el térmi-no empleado únicamente por Andrés Bernáldez en su Memoria del Reinado de los Reyes Católicos como Atasarti, pasando por las historias posteriores de Abreu Galindo, Marín de Cubas o fray José de Sosa (siglo XVII), llegamos a la centuria de los ilus-trados con la excepcional figura de José Viera y Clavijo, quien en su Historia General emplea el antropónimo Tazarte, de la misma forma que el nombre común tasarte en su Historia Na-tural para el pez común de esta zona. Téngase en cuenta que estas dos obras citadas fueron escritas en el último cuarto del siglo XVIII. Un siglo después, otro historiador, Millares Torres, que recopila y reescribe sobre los datos de Viera y Clavijo y so-bre crónicas antiguas, menciona los nombres propios Tazarte y Tasartico. Concretamente, en su lista de nombres canarios, al 4 Monumenta Linguae Canariae (1996, II: 812-813). Sobre el problema de la s, z, x… y la necesidad de un fonema integrador (1996, I: p. 85). © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 506 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 24 insertar los topónimos de Gran Canaria, emplea Tazarte y Tazartico con las variantes de Tasarte y Tasartico. Víctor Grau Bassas, que conocía muy bien esta zona porque poseía un gran cortijo en Linagua (luego lo vendería a la fami-lia de los Medina), menciona en su obra manuscrita Viajes de Exploración a diversos sitios y localidades de Gran Canaria, ha-cia 1888, estos nombres y localiza el punto de Andén de Tasar-te en Tejeda, en el llamado hoy Lomo de los Marrubios, cerca del Bentaiga y El Juncal, del que realiza un dibujo con una perspec-tiva desde el Bentaiga que adjuntamos (1980: 70). Desconoce-mos de qué fuente se valió Grau Bassas para localizar otro Ta-sarte más en el interior de la Isla, ya que la gente del lugar no lo identifica así; aunque bien es cierto que muchos topónimos con el tiempo desaparecen, sobre todo espacios reducidos como un andén o paso de montaña. Dibujo de Grau Bassas (1880) «Andén de Tasarte-visto de Bentaiga» © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 507 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 25 Aparte de los textos históricos mencionados, existen otras fuentes documentales escritas donde aparecen los topónimos que estudiamos. Una de las referencias notariales más antiguas que conocemos data del año 1670, cuando varios vecinos de este lugar otorgan poderes notariales para gestionar la creación de la parroquia de San Nicolás. Se menciona el lugar Tasarte como parte integrante de la futura jurisdicción parroquial5. A partir de este momento nos vamos a encontrar con grafías diferentes. Los curas que se van sucediendo en la Parroquia de San Nicolás, sin una norma ortográfica definida, escriben tanto Tasarte como Tasartico unas veces con «s» y otras con «z», a lo largo del siglo XVIII. En la segunda mitad de aquella centuria, dentro de los proyectos de desarrollo económico y social promovidos por los ilustrados, aparecen varios informes oficiales y mapas con la toponimia local. Así, tenemos el caso de los trabajos del repre-sentante real, el Corregidor Eguiluz, que en 1785 visita nuestra comarca para informar del proyecto de repoblación que se pro-yectaba, y en el que se pretendían crear nuevos municipios des-de Tasarte hasta Mogán. Estamos ante documentos oficiales de modernización, bajo la autoridad real, en los que cuando hacen referencia a los dos valles hermanos se escriben como Tasarte y Tasartico. En cambio, otra estadística oficial, la de Escolar y Serrano, 1796-1805, emplea la grafía Tazarte y Tazartico. Tam-bién lo hace el censo parroquial de 1820, escrito de puño y le-tra por el cura del momento, con Tazarte y Tasartico, como también, en 1848, el Diccionario Estadístico de Madoz emplea para este lugar la grafía Tazarte. Pero el siguiente trabajo ofi-cial, de 1869, más completo, el Diccionario Estadístico... de Pe-dro de Olive, establece la grafía moderna y definitiva del lugar: Tasarte. Es a partir de este momento cuando se generaliza en todos los documentos oficiales el nombre de este lugar con «s». En efecto, de 1880 hasta la actualidad, los criterios ortográficos se homogenizan. Las estadísticas oficiales y censos de población solo mencionan estos dos topónimos con la variante Tasarte y Tasartico. 5 ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE LAS PALMAS. Protocolos Notariales, leg. 1.386, fol. 123 vº. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 508 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 26 Muchos topónimos quedan regularizados atendiendo a crite-rios muy diferentes, aunque siempre teniendo en cuenta la con-solidación según la expresión oral del castellano hablado en Canarias. Por ejemplo, los lugares que llevaban la denominación de rozas (‘rozamiento de la vegetación de un terreno para uso agrícola’), adquieren la «s» en sustitución de la más etimológica «z». En este municipio tenemos La Rosa, Las Rosas, La Rosilla, La Roseta..., que debieran haberse escrito como La Roza, Las Rozas, La Rocilla, La Roceta... Pero, en concreto con el lugar de Tasarte, encontramos, hacia 1959, que algún lector local de tex-tos antiguos, sobre todo cuando se popularizó por la Imprenta del Norte (Gáldar) la crónica de Pedro Gómez Escudero, debió influir para que la cooperativa de este lugar se denominara Cooperativa de Tazarte, de lo que surgen opiniones, de muy buena fe y respetables, de que Tasarte debiera escribirse con «z». En tiempos recientes, tanto en la administración pública como en casi todos los trabajos de investigación histórico-geo-gráfica y toponímica, la inmensa mayoría de los autores se in-clinan por la «s» al escribir los topónimos Tasarte y Tasartico, aunque unos pocos prefieren utilizar ambas consonantes indis-tintamente o la «z» (Navarro, 1981: 242 y 244; González y del Arco, 2007: 69; Díaz y Castillo, 2008: 89 y 123...). 8. ¿TASARTE O TAZARTE? A MODO DE CONCLUSIÓN Los topónimos evolucionan con el tiempo, sus raíces semán-ticas muchas veces desconocidas pueden variar. La transcrip-ción de la antigua lengua canaria (con sus variantes insulares) a la castellana por los primeros cronistas nunca fue precisa ni homogénea, por sus limitaciones literarias y porque las reglas gramaticales no estaban definidas, amén de otras dificultades evidentes. Ocurrió lo mismo con las lenguas bereberes moder-nas al pasar al francés o al árabe en la zona del Magreb-Sahara, donde encontramos decenas de variaciones del tassart, tazart, tazait, tazarte, tasarte... en las que cada una de ellas se identi-fica con puntos toponímicos concretos de Marruecos, Argelia, Níger... © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 509 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 27 Es nuestra opinión, según lo ya argumentado, que la topo-nimia debe prevalecer siempre en la expresión más popular con-jugada con la regla gramatical, frente a imposiciones anteriores de grafías en muchos casos ilógicas. Un caso como La Inagua, que la gente del lugar dice Linagua, como en muchos textos del siglo XIX o en el propio mapa de Grau Bassas de 1888 (cuando él era propietario del cortijo), pudiera reescribirse, o no, Lina-gua; o Güi-Güi, así escrito pero nunca pronunciado de esa for-ma, sino Guguy, debiera reconsiderarse y, de hecho, nos hemos atrevido a escribirlo así en nuestros textos. Y... ¿Tasarte o Tazarte? Pues, a pesar de todas las variantes ortográficas que hemos reflejado y las similitudes geomorfoló-gicas de su paisaje con el Tazart amazighe del Continente, en-tendemos que debe seguir escribiéndose Tasarte, que es la for-ma integradora, como bien señala Wölfel, la que se corresponde con la fonética del castellano hablado en Canarias y la que, des-de hace más de un siglo, se ha generalizado ortográficamente ante variantes diversas de siglos atrás. No está reñida, en este caso, la expresión popular del habla canaria ni con la regla gra-matical ni con los antecedentes históricos. La defensa a ultranza de la escritura Tazarte, por su más que evidente origen bereber, sería como pretender, por poner algunos casos de islas distintas, que los topónimos canarios de Tazacorte (La Palma), Fasnia (Tenerife) o Veneguera (Gran Canaria), en consonancia con su origen, se reescribiesen de nuevo como los actuales topónimos del Atlas Tassakourte, Faznia y Beneguerir, respectivamente. La grafía correcta del topónimo canario sería, pues, Tasarte, y la de su derivado, Tasartico. De tener que decantarnos por una explicación etimológica, comparada con los vocablos pare-cidos de origen amazighe, nuestra palabra la relacionaríamos con el significado ‘agreste espacio montañoso’. Otro tema es el análisis filológico de este vocablo en relación con sus orígenes en la lengua amazighe, en el que ojalá se vayan aportando con-clusiones más precisas que las de este ensayo, que no ha tenido otro objetivo que el de participar al menos en un debate sobre un tema de tanta actualidad y controversia como lo es la topo-nimia y los vocablos originarios de la antigua lengua hablada en Canarias. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 Barrancos de Tasartico y Tasarte, en perspectiva virtual dada por el Google Earth. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 511 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 GLOSARIO AJÓDAR-AXÓDAR-ARJODA Fortaleza natural ubicada entre Tasarte y Tasartico. Es des-crita por los cronistas como una gran montaña tronco piramidal con extensa cima, autosuficiente de recursos hídricos para so-portar un largo asedio, donde se refugió, en 1483, la resistencia canaria en torno a la legitimidad de los guanartemes. En su intento de asalto, marzo de 1483, pereció el capitán Miguel de Mújica y su compañía de ballesteros. Wölfel relaciona este vocablo con argodey = ‘fortaleza’ (La Gomera), siguiendo a Torriani, pero a su vez lo enraiza con el bereber igudar-agudar, basándose en Marcy. Álvarez Delgado hace un detallado estudio comparativo (1955: 71-79) con voces semíticas similares (púnicas y hebreas) de gadir y gader, respec-tivamente, traducidas por muro, castillo y con las variantes de bereberes de igudar-agudar-agadir con la explicación semántica de ‘muro’, ‘castillo’, ‘fortaleza’, ‘fortín’, etc., y plantea sobre agadir una posible «contaminación del púnico»; pero se inclina porque tanto el argodey gomero como el ajódar grancanario sig-nifican ‘fortaleza’, y ambas formas derivan de radicales camitas. En cambio, Cubillo (1980: 34) encuentra simili-tud con el vocablo amazhig ahôd-dar [ahôden (‘viento caliente’) + dar (‘lugar’)] = ‘lugar del viento caliente’. Montaña de Adlobas desde la cima de Los Hogarzos 29 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 512 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 AMAZIGHE-TAMAZIGHT Idioma de los bereberes, que pertenece a la rama camita. Abarca unos 14 millones de hablantes por la región de la Tamazgha*. Tiene su propio alfabeto, el tifinagh moderno, que debió de empezarse a escribir a mediados del primer milenio antes de nuestra era. Desde el inicio del siglo XX se escribe pre-ferentemente, en La Cabilia, con el alfabeto latino (con algunas letras griegas) y en Marruecos con el alfabeto árabe. De esta lengua derivan todos los dialectos que se hablaban en cada una de las Islas Canarias antes de su conquista en el siglo XV por los europeos. MONUMENTA LINGUAE CANARIAE Es, hasta ahora, la obra más documentada sobre vocablos y frases del lenguaje de los antiguos canarios, obra del investiga-dor austriaco Dominik J. Wölfel, que se publicó en alemán, en Graz, Austria, en 1965, tras el fallecimiento de su autor en Viena, en 1963. Es una obra monumental, fruto del trabajo de muchos años, publicada en dos tomos. En 1996 se traduce al castellano por el especialista y lingüista canario Marcos Sar-miento Pérez, siendo publicada por la Dirección General del Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias. TAMAZGHA Nombre que, en la lengua amazighe (bereber), se le da al conjunto de diferentes pueblos que habitan en el área del Magreb y el Sahara, entre el Atlántico, Mediterráneo y Egipto, hasta la cuenca del Níger, los cuales se consideran herederos de una misma cultura milenaria. 30 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 513 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 FUENTES Y REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Archivos ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL JOAQUÍN BLANCO. Las Palmas de Gran Canaria. Sección Protocolos Notariales. Legajo 1386, fol. 123vº-126vº (escribano Melchor Gumiel, año 1679). Obras Impresas ABREU GALINDO, fray Juan (1977): Historia de la conquista de las siete Islas de Canaria. Goya Ediciones, S/C de Tenerife. ÁLVAREZ DELGADO, Juan (1948): «Nuevos canarismos». Revista de dialectología y tradiciones populares, vol. IV, pp. 434-453. — (1955): «¿Semitismos en el «guanche» de Canarias?», Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 1, pp. 53-89. — (1956): «Antropónimos de Canarias», Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 2, pp. 311-456. — (1964): Inscripciones líbicas en Canarias. Ensayo de interpretación. 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Título y subtítulo | Tasarte, topónimo canario de origen amazighe |
Autor principal | Suárez Moreno, Francisco |
Publicación fuente | Anuario de estudios atlánticos |
Numeración | Número 56 |
Sección | Filología |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Madrid ; Las Palmas |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 2010 |
Páginas | p. 483-517 |
Materias | Toponimia ; Canarias |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 2378679 Bytes |
Texto | 483 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 RESUMEN Este ensayo recoge un análisis integral, incluido el onomasiológico, de un topónimo canario, Tasarte, de origen amazighe (bereber), y su derivado Tasartico, que dan nombre a dos valles ubicados en el Macizo del Suroeste de Gran Canaria. Intenta aproximarse a las relaciones del vocablo canario tasarte, preferentemente como topónimo, con los existentes de similar raíz etimológica y fonética en las regiones africanas de habla amazighe; y, además, ahonda en una parcela que ha suscitado y suscita controversia: la ortografía de los topónimos canarios de origen guanche. Palabras clave: Tasarte, toponimia, amazighe. ABSTRACT This article aims at analysing two Canary place-names, whose origins can be found in the African language Amazigh, (Berber). These two place-names are Tasarte and its derivative Tasartico, both names of valleys in the Southwest of Gran Canaria. The article also points out the relationship be-tween these Canary words, as place-names, and the existing ones with simi-lar phonetic and etymological root in African regions where Amazigh is spo-ken. It also analyses in depth a field of study which is highly controversial: the spelling of Canary place-names of «Guanche» (the original Canary inhab-itants) origin. Key words: Tasarte, place-names, Amazigh. TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE P O R FRANCISCO SUÁREZ MORENO © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 484 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 2 Para reconstruir el mundo habrá que volver algún día a indagar en los guiños del hermoso romance de la toponimia (Manuel RIVAS) El estudio de la toponimia canaria dispone de bastante lite-ratura científica y divulgativa. Varios son los investigadores que, desde diversas perspectivas, nos han legado interesantes aporta-ciones así como su preocupación por que ésta sea asumida como parte de nuestro patrimonio cultural. Pero muchas de las conclusiones de los diferentes trabajos publicados suelen pre-sentar divergencias entre los autores, sobre todo con vocablos cuyas raíces entroncan tanto con la lengua hablada por la socie-dad indígena, como por la de los colonizadores de diversa pro-cedencia geográfica establecidos en las Islas, después del siglo XV, tras la Conquista. El tema es de cierta complejidad a la hora de elaborar tesis concluyentes y este ensayo no pretende ofrecer aportaciones significativas de conjunto; simplemente se propo-ne en él, desde un análisis integral incluido el onomasiológico, encontrar las relaciones del vocablo canario tasarte, preferente-mente como topónimo, con los existentes de similar raíz etimológica y fonética en las regiones cercanas. Nombre propio o común, Tasarte y sus vocablos afines (tajas-te, tajarte, tazarte, tazart, tazarine...), sobre todo los que configu-ran nuestra toponimia, se han ido construyendo a lo largo de muchos siglos por distintas sociedades que fueron asentándose en sus espacios geográficos, casi siempre de relieves acentuados y en otro tiempo muy transitados; donde, aparte de su rico léxi-co popular geográfico, cada punto se ha bautizado con un pre-ciso y sabio nombre propio, cuya suma hoy es parte integrante del Patrimonio Cultural de pueblos distintos y muy distantes, pero con algún nexo histórico común, por pretérito que sea. En concreto, Tasarte y Tasartico, localidades lejanas de Gran Cana-ria, de valores patrimoniales diversos, merecen esta atención. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 485 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 3 1. SÍNTESIS HISTÓRICA DE TASARTE Y TASARTICO (GRAN CANARIA) 1.1. Tasarte Tasarte es el nombre propio de una de las localidades histó-ricas más antiguas de Gran Canaria, ubicada en la agreste co-marca del Suroeste. Su espacio lo conforma un profundo ba-rranco en el que, desde el mar, en dirección suroeste-noreste, a lo largo de unos siete kilómetros, confluyen varios tributarios. Su cabecera, a modo de amplio cono de deyección, alcanza en su borde superior más de 1.400 metros de altura, cubierto de una tupida masa forestal de pinos. Es un área protegida por la Ley de Espacios Naturales canaria, cuya parte superior entra en la Reserva Natural Integral de Inagua y, a su vez, todo el territo-rio forma parte del Parque Rural de El Nublo. Pertenece al mu-nicipio de La Aldea de San Nicolás y actualmente, en el fondo de su cauce, aloja una población de 800 habitantes, concentra-da en su mayor parte en la zona de El Palillo, donde se halla la ermita de San Juan y otros servicios (27º 55’ 25” N – 15º 45’ 40” O, a 440 m sobre el nivel del mar). Fue a lo largo del siglo XVIII cuando se configura como una de las localidades más significativas de la despoblada comarca del Suroeste grancanario, vinculada a la jurisdicción religiosa y civil de La Aldea, mientras Veneguera y Mogán dependían de Tejeda. La Sinodal del Obispo Dávila, en 1735, ya contabiliza una población diseminada que habita en dieciséis hogares de familias dedicadas a la agricultura y ganadería, que totaliza unos 60 habitantes. En la segunda mitad de aquel siglo se tra-zan planes de repoblación, en el marco de las ideas ilustradas, con el proyecto de tres nuevos núcleos: la Carlota Canaria, en Tasarte; la Luisiana Canaria, en Veneguera; y la Fernandina Ca-naria, en Mogán (Béthencourt, 1981). En junio de 1785, el Co-rregidor Eguiluz visita esta zona y contabiliza en Tasarte un total de 41 familias, el triple que la población de Veneguera y el doble que la de Mogán. Entonces se cultivaban 40 fanegadas de regadío y 150 de secano, las cuales producían anualmente 200 fanegas de millo y 1.500 de granos menudos. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 486 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 4 El siglo XIX supuso para este lugar un continuo retraso eco-nómico y demográfico, con un saldo migratorio hacia las Amé-ricas muy alto. El censo parroquial de 1820 nos indica que de las 51 familias tasarteras (179 habitantes), 13 vivían en la zona alta de La Gamona-Toleo, otras 13 en Higuera Prieta y 9 más barranco abajo. Las restantes se repartían entre El Palillo, La Gambuesa, Las Eras y El Arco. En 1860 vivían en Tasarte 44 familias (178 habitantes), una población menor que la del siglo anterior. En 1873, buena parte de las tierras públicas fueron vendidas por el Estado, a través de la Desamortización, al em-presario de Agaete Antonio de Armas, que obtuvo de esa forma en el valle de Tasarte nada menos que 823 fanegadas, repartidas entre los cortijos de El Lechugal (50 fg), La Solana (351 fg) y La Umbría (422 fg). Estos cortijos de ganado fueron comprados más tarde por otros particulares; los dos primeros por la fami-lia de San Mateo Umpiérrez Martel, establecida en Tasarte como arrendatarios del mismo; y la banda de la Umbría por Juan Quintana, de El Toscón. El siglo XX empezó en Canarias con un fuerte desarrollo económico motivado por los puertos francos, gracias a las ex-portaciones de tomates y plátanos. Se iniciaron los primeros cultivos de tomateros y plataneras (Pino Cortado-el Canónigo...). Fyffes construyó un pequeño almacén en La Playa de Tasarte, paraje solitario y cargado de leyendas que comenzó a ser visita-do por los veleros de cabotaje. En este momento, el valle arriba estaba poblado por 63 familias (236 habitantes). La crisis de la Primera Guerra Mundial afectó profundamente a Canarias y más aún a Tasarte, donde muchas familias pasaron hambrunas, por lo que, para sobrevivir, muchos de sus habitantes emigraron a Cuba, que se hallaba en ese momento en tiempo de prosperi-dad. En las décadas de 1920 y 1930, se produjo una lenta recu-peración económica y demográfica. Regresaron de Cuba mu-chos emigrantes. El sobrante humano de la producción agrícola y ganadera local se ocupó en los trabajos de tomateros y plataneras de Veneguera, aparte del cultivo en este valle de al-gunos tomateros para el almacén de Fyffes que se hallaba en la playa. Hacia 1923-1924 se creó la primera escuela pública mix-ta, momento en que vivían en Tasarte 66 familias (311 habitan- © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 487 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 5 tes). En los años treinta continuaron vislumbrándose ciertas esperanzas de mejorar la calidad de vida. El desarrollo del ca-botaje insular puso en contacto la playa de Tasarte con el resto de la Isla. La familia Umpiérrez, con los ahorros acumulados en Veneguera, empezó a extender los cultivos de tomates hasta la desembocadura del barranco. Pero aquel lento crecimiento se truncó con el golpe militar del 18 de julio de 1936 y la posterior crisis originada por la autarquía militar, la Guerra Mundial y el aislamiento internacional, todo lo cual generó un ciclo de ham-bre, miseria y carencia de recursos vitales, etapa histórica muy difícil que duró hasta la mitad del siglo. Tasarte empezó a recuperarse a principios de los años cin-cuenta, hasta alcanzar los 365 habitantes. Se mantenían aún los sembrados de cereales en las zonas de secano y también varios ganados de cabra que pastaban en los extensos cortijos que al-gunos particulares habían comprado al Estado en el siglo XIX. Los más importantes fueron los de Rodríguez Quintana, en Pino Cortado, y los de Bruno Moreno, en la solana de El Palillo. Pero la economía estaba cambiando. Los cultivos de tomateros en La Playa-Pino Cortado, favorecidos por la apertura por carretera hacia La Aldea y Mogán, con nuevos almacenes de empaqueta-do y una cooperativa, más nuevos molinos para producir gofio, tiendas..., fueron los jalones que marcaron este segundo gran crecimiento, en la etapa histórica del boom de las exportaciones de tomates y plátanos que Canarias enviaba a Europa. En los años sesenta y setenta del pasado siglo, en el marco de una crisis del sector agrícola, frente al desarrollo del sector servicios en la capital insular y nuevos centros turísticos del Sur, llegó el éxodo tasartero, que detiene el crecimiento iniciado en las décadas anteriores. Pero las mejoras de las comunicaciones, con el incremento del poder adquisitivo de la clase trabajadora, ahora más autónoma para desplazarse de un lugar a otro con vehículo propio, determinan una nueva oferta laboral en los polos de desarrollo turísticos de Arguineguín, Tauro, Taurito, Mogán... Todo ello ha permitido la ocupación de puestos de tra-bajo con tiempo suficiente para pernoctar en casa, frente a dis-tancias de 20 a 40 kilómetros de carretera sinuosa, en un tiem-po de 30 a 45 minutos. Son las décadas finales del siglo XX, © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 488 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 6 donde la agricultura de exportación se ha tecnificado junto a la de producción de frutos tropicales para el mercado interior, con el progresivo abandono de las antiguas terrazas de regadío y del pastoreo tradicional. 1.2. Tasartico Tasartico es el valle y población comprendidos entre Tasar-te, La Aldea y Guguy (Güigüí), en pleno macizo del Suroeste de Gran Canaria. Es un profundo valle de barranco cuya cabecera parte del hueco de la degollada que lo abre hacia La Aldea, des-de donde su cauce principal discurre hacia el mar a lo largo de unos seis kilómetros, en el que van confluyendo varios tributa-rios. Lo separa de Tasarte, por la vertiente izquierda o umbría, una cadena montañosa donde, entre degolladas, se elevan los promontorios piramidales de El Lechugal (990 m), Adlobas (950 m) y Mogarenes (990 m). Su solana o vertiente derecha es más agreste, con elevaciones superiores a los mil metros de altura, como lo es la extensa cima de la montaña de Los Hogarzos (1.065 m), que forma parte de la Reserva Especial de Güigüí y, a su vez, del Parque Rural de El Nublo. Este valle también pertenece al municipio de La Aldea de San Nicolás, con una población diseminada, en la parte media de su barranco, que alcanza los 100 habitantes, en su mayor parte ubicada en Las Rosas, donde se hallan una pequeña pla-zoleta y una ermita dedicada a San Luis (27º 55’ 36” N – 15º 48’ 07” O, a 240 m sobre el nivel del mar). A principios del XVIII, Tasartico se encuentra casi despobla-do. La Sinodal del obispo Dávila, de 1735, localiza solo cuatro casas de familia, diseminadas en la parte alta del valle, en la zona de cultivo, que podrían sumar unos 16 habitantes, cuya principal fuente de riqueza es la agricultura y ganadería de sub-sistencia. Pero la población se triplica al final de la centuria por el crecimiento de la zona de regadío y las roturaciones para siembras en terrenos públicos de secano, que atraen a varias familias de La Aldea y generan conflictos frente a la actuación de los corregidores en defensa de la propiedad pública (Macías, © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 489 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 7 1977). Al igual que en Tasarte, en junio de 1785, el Corregidor Eguiluz recibe informes del valle de Tasartico donde se hace constar que moraban un total de 12 familias de residencia fija y 38 por la temporada de recolección de los frutos. La produc-ción en aquella época era similar a la de Tasarte, a pesar de ser un valle más corto: 40 fanegadas de regadío (millo, trigo, fruta-les...) y 110 fg de secano (cebada y trigo), las cuales producían anualmente 170 fg de millo y 1.500 fg de granos menudos (Suárez, 1990: 71-72). El siglo XIX también supuso para este lugar un continuo retraso económico y demográfico, con un saldo migratorio ha-cia las Américas muy alto. El censo parroquial de 1820 conta-biliza el mismo número de familias del siglo anterior. Aunque según avanzan las décadas, a pesar de la continua sangría de la emigración hacia América, nos encontramos, en 1890, con 24 familias que sumaban una población de 113 habitantes, con el mismo precario nivel de vida de principios de aquella centuria. Sus eriales montañosos también fueron desamortizados por el Estado. En 1873, el empresario de Agaete Antonio de Armas adquirió en subasta pública los cortijos de La Solana de Tasar-tico (330 fanegadas) y La Umbría de Tasartico (343 fg), arrenda-dos por Armas y sus sucesores a personas del lugar para pasto de ganado, que luego los adquieren por compras, de las que resultan actualmente las grandes propiedades de la zona. El desarrollo económico de principios del siglo XX, en el marco de las exportaciones de tomates y plátanos, también lle-gó a Tasartico, aunque en menor medida que los espacios costeros limítrofes dado su acentuado aislamiento geográfico. La producción tomatera, localizada en la parte alta del valle, tenía que llevarse a La Aldea a lomos de bestias por el sinuoso camino real. Hacia 1924-1925, momento en que muchos cana-rios habían regresado de Cuba y la sanidad había mejorado, Tasartico continúa manteniendo la misma población de 120 habitantes, dado que la capacidad de sustentación ecológica para la producción agropecuaria era muy limitada. Desde 1923 contaba ya con su escuela pública. Tras superar las crisis de las guerras, a principios de la dé-cada de los años cincuenta, del pasado siglo, la situación econó- © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 490 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 8 mica mejora con los nuevos cultivos de tomate. Hacia 1957- 1958 se trazó el primer tramo de carretera, entre la Degollada de Tasartico y las Casas Tejadas; y, a continuación, hasta la pla-ya. Es el momento en que surgen las empresas locales de pro-ducción y empaquetado de esta fruta, que atraen a inmigrantes temporales de La Aldea y otros pagos, con lo que se alcanza una población de 130 habitantes. Se construyó la ermita de San Luis, en Las Rosas, mejoraron los niveles económicos familiares e, incluso, se instalaron la primera tienda y el primer teléfono público en la misma zona. El ciclo de sequía de los años setenta aceleró la crisis del sector tomatero, lo que generó un verdadero éxodo de la población hacia el exterior y redujo los efectivos humanos a la mitad del anterior censo. En 1983 solo habitaban el lugar 35 habitantes. La tecnificación agrícola mejora la producción tomatera y, al finalizar el siglo XX, con un crecimiento demográfico muy lento, su pobla-ción se sitúa ahora alrededor de los 80 habitantes. 2. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA TOPONIMIA El estudio de la toponimia de los pueblos conquistados, co-lonizados y sometidos al proceso de transculturación por otras sociedades más poderosas y con una lengua nueva que se im-pone, es complejo por muchas razones; entre otras están la transcripción de voces y términos de una lengua a otra por di-ficultades de tipo fonético, o la propia retoponimización por cuestiones políticas y religiosas. También se incluyen los errores ortográficos en la transcripción de documentos antiguos por desconocimiento de técnicas paleográficas, en cartografías y en documentos oficiales. Las Islas Canarias, conquistadas por los europeos del si-glo XV, presentan denominaciones toponímicas, unas antiguas y otras modernas, en las que la expresión escrita no se correspon-de con la fonética de la antigua lengua que hablaba su pobla-ción primigenia. Por ejemplo, sobre errores de transcripción tenemos, en esta comarca, el del topónimo Guguy (en el habla popular) frente a Güi-Güi o Güigüí (escritura oficial a partir del © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 491 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 9 siglo XIX, por un simple problema de error ortográfico); cuan-do en lugares cercanos se hallan, con la misma fonética y grafía oficial más coherente, Guguy y Gugüillo (El Risco de Agaete) y Taguguy (barranco de Siberio). Otro error, reciente y curioso, es el referido a la montaña de Hogarzos o Juagarzos (término fitotoponímico de raíz castellana), que últimamente se suele escribir como Horgazales/ Hogarzales por error en los primeros mapas militares, divergencia que se consolida en el habla y en la denominación de instituciones locales (Federación de Asocia-ciones de Vecinos Horgazales, La Aldea). Por otro lado, fuera de esta comarca, existen topónimos de origen canario que tiempo atrás, poco después de la Conquista, los cronistas y compila-dores los transcribieron de forma diferente a como hoy los co-nocemos: Agáldar, Afuric, Arteguede, Arehucas... Pero ¿cuál era la fonética correcta de cada una de las voces canarias antiguas de carácter toponímico: como las escribieron los cronistas o como hoy las conocemos? El problema es complejo. Hay términos de raíz semántica, canaria o no, que se prestan a mucha confusión, e incluso se da el caso en el que la gente del lugar utiliza voces distintas para mencionar un lugar, como sucede entre Tasarte y Tasartico con la denominación de dos montañas vecinas: la de Adloba (para la que encontramos vocablos como Ehloba, Ahloba, Lobas, Ajódar...) y la montaña de Mogaren, conocida también como Almogaren o Mogarenes... (Álvarez, 1955: 71-79, Cubillo: 1980 y Trapero, 2004). El estudio de los vocablos de la toponimia canaria va a es-tar siempre sometido a la crítica, en función de nuevas aporta-ciones de la investigación. Sobre muchos de estos nombres se plantean interrogantes en cuanto a su origen, correcta o inco-rrecta transcripción gráfica, evolución fonética o semántica, etc. (Trapero, 1995). Es algo que requiere mucha prudencia a la hora de plantear hipótesis concluyentes sobre explicaciones etimológicas (Morera, 1997: 523) y, en esa línea, nos pronun-ciamos para el análisis del topónimo objeto de este ensayo: Tasarte. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 492 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 10 3. TASART, VOZ AMAZIGHE El vocablo canario tasarte, en sus variantes léxicas y gráficas, es de origen amazighe* (bereber) y tiene en su lengua vernácula, el tamazight*, diferentes significados según los autores o las transcripciones que de dicha voz se han hecho a las lenguas de los colonizadores en cada región, como es el caso del árabe y el francés en el Magreb, y el castellano en Canarias. Esas varian-tes gráficas que del mismo presentan los manuscritos antiguos inducen a «pensar en una pronunciación faringalizada tanto de la sibilante (*s(s) > s´) como de la vibrante (*r > r´)», según ex-pone un especialista moderno como Reyes García, en su Diccio-nario ínsuloamazighe (2009, voz Tasarte). Charles Eugène de Foucauld recoge en su diccionario tua-reg- francés (1951-2005) varios vocablos de raíz semántica casi idéntica a tasarte, tales como tasarit (fente = ‘ranura, abertu-ra’...), tasirt (moulin à bras = ‘molinillo de piedra para mano’), tazzuret (épaisseure = ‘profundidad, espesura’...), asaru y Tasarte, Gran Canaria © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 493 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 11 tasarut (clef = ‘llave, clave’...). Álvarez Delgado (1984) hace re-ferencia a este vocablo amazigh con la variante tassart, como nombre común que significa ‘molinillo de piedra’. El austriaco Dominik Wölfel* prestó gran atención, en su Monumenta Lin-guae Canariae (1996, II: 812-813) al vocablo canario tasarte y, tomando como fuente el diccionario de Foucauld y otros traba-jos de lingüística comparada, encuentra paralelismos de estas palabras bereberes con otras lenguas; así, las diversas variacio-nes de asaru, tasarut... se le parecen a la voz vasca zarra-tu (‘cerrar’) y a la latina sera (‘obturador de cerradura de madera’). También lo ha hecho, más recientemente, con abundantes refe-rencias léxicas y semánticas, el filólogo marroquí Ahmed Sabir en Las Canarias preeuropeas y el Norte de África... (2001: 65, 115- 116, 148-149, 222 y 321)1, así como el filólogo canario Ignacio Reyes, que relaciona el antropónimo Tasarte, como veremos más adelante, con el vocablo ta-dsart, traducido al castellano, en su diccionario ínsuloamazighe, como ‘acusado sentido del honor’, ‘dignidad’, ‘rebeldía’... (2009). Sobre las posibles traducciones al castellano de la familia de vocablos tasarte, tasarit, tassart... con montañas, riscos, forta-lezas, molinos de piedra..., es curioso que en el valle de Tasarte, en Gran Canaria, exista el nombre de Montaña de Los Molinos. Y si tasarut puede significar ‘llave, clave, lo que cierra...’ y lo aplicáramos a la toponimia de un terreno, lo que podría enten-derse como «cerrada» (garganta), encontramos varios topóni-mos del Atlas que conforman profundas gargantas de barranco y llevan el nombre tasart o tazart; así, en la región del Atlas marroquí, encontramos en la aldea de Taghia la cerrada de Akka N’ Tazarte (Aqq n Tazagh), lo mismo que en Tazaret (Tazarine); o más al Norte, en el Rif, a 50 km de Tetuán, donde está la zona montañosa de Tazarut*, fortaleza del legendario Abd El-krim, en la rebelión anticolonial que sostuvo contra España y Francia entre 1921 y 1927. Esta explicación semántica, trasladada a 1 Hay otros vocablos bereberes similares, como tasersart (‘cascada-caidero’) y, al respecto, en la cabecera del barranco de Tasarte, macizo de Linagua-Ojeda, son espectaculares estos saltos de agua en tiempos de lluvia; aunque, sin descartarlas, por ahora no vamos a establecer analogías con este término amazighe. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 494 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 12 Gran Canaria, en los valles de Tasarte y Tasartico, encaja per-fectamente desde su cabecera con las degolladas y gargantas hasta la costa, dados los continuos espacios angostos de su to-pografía, alguno denominado como Barranco Oscuro (Tasarte). Además, esta parte de la Isla presenta fortalezas montañosas con topónimos como el de la montaña de Ajódar-Arjoda-Adloba* (Tasartico), similar a los vocablos bereberes de igudar-agudar-gadir, cuya traducción al castellano sería ‘muro, castillo, fortale-za, fortín...’, lo que nos induce a pensar que pudiera ser la ex-plicación semántica de este topónimo. Pero hay otras acepciones de las variantes tazart-tasart: en las transcripciones que desde el bereber moderno se han hecho al francés, este vocablo también se traduce por figue-figuiere (‘hi-gos- higueras’); en efecto, la higuera común (Ficus carica) es un árbol apreciado y emblemático que aparece en los escudos de pueblos e instituciones de la región de Taroudant, en concreto de las poblaciones de Tazarine, Ouarzazate... (Atlas), con sus diversas variantes gráficas como tazarzrte, tazagzawte, taqorarte... De ahí que también se haya relacionado el vocablo canario tasarte con higueras. En esta región el sustantivo feme-nino singular tazart (‘higuera’) pasa a plural como tazarin; y su fruto, el higo, es akurru-n-tazart, con las especificidades de akurmis, el ‘higo aún verde’, abuzzig, el ‘higo maduro’, y takurrut, ya ‘seco’2. Pero higos e higueras en el antiguo lengua-je de los canarii no eran tazart sino tehaunenen (‘higos madu-ros’) y teharenemen (‘higos pasados’), según la única fuente que lo señala (Abreu Galindo); aunque en el dialecto Ahaggar del tuareg el vocablo tehaunennen se traduce al francés por figue (‘higo’). De todas formas, a Wölfel (1996: 586-588), dada la va-riedad de vocablos amazighe para las distintas explicaciones del estado de este fruto y su planta (verdes, maduros, pasados...), no le convence esta traducción para explicar el significado del tér-mino canario que nos ocupa. La higuera, a pesar de que Abreu Galindo (1977: 161) afirma que fue introducida por los mallor-quines a mediados del siglo XIV, está presente desde los prime- 2 También en la misma comarca de Marruecos se aplican los vocablos Tasarst y tassemt para denominar a la escoba de palma (SABIR, 2001: 149- 151 y 222-223). © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 495 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 13 ros siglos del poblamiento canario, según las aportaciones re-cientes de la arqueología, en cuyas excavaciones, al norte de Gran Canaria, al menos se han encontrado restos de higos en niveles de yacimientos datados en el siglo IV d.C. (Morales, 2006: 259-266). Es incuestionable la ascendencia amazighe del vocablo cana-rio tasarte; aunque, como topónimo, su origen puede ser diver-so. Es decir, por qué éste da nombre al lugar geográfico que estudiamos es por ahora incierto, aun con todas las variantes ortográficas históricas (topónimos y antropónimos) que tene-mos en Canarias (Tazarte, Taxarte, Tajarte, Tajaste, Atasarti...), o las toponímicas con parecidas grafías que vemos en cualquier mapa de Marruecos: Tassart, Tazart-Tazarine, Tazaret, Ouarza-zate, Akka N’ Tazarte... 4. TASARTE, NOMBRE DE PEZ Tasarte es el nombre común de un pez epipelágico litoral, en otro tiempo abundante en las aguas canarias-saharianas (Orcy-nopsis unicolor), catalogado científicamente desde 1817 (Geo-ffroy St. Hilaire) pero muy conocido con anterioridad, sobre todo en las pesquerías de la Costa. De él hace mención George Glass, en 1764, con la grafía Tasarte. También Álvarez Rixo lo cita en su obra sobre el lenguaje isleño como una voz indígena especificando que es un pescado que se trae de la costa de África y rara vez se ve en la nuestra (1991: p. 125). Al no ser un pez de orilla, pesca que practicaban los canarios, salta la duda sobre el porqué de este nombre canario. Esta especie se denomina en la costa africana como irgel (plural argeliun), vocablo del dialecto susí, según el diccionario de Ibáñez, citado por el lingüista marroquí Ahmed Sabir, quien también se plantea desde luego el problema si en dicha costa africana se usaban al propio tiempo en determinada época pretérita ambas voces (tasarte o tazarte = irgel) (2001: 320). Por su parte, Wölfel (1996: 662, vol I) también se detiene en esta palabra. Indica que es mencionada por otros autores con las grafías tassarte y tazarte, y señala que, aunque es un pez de es- © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 496 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 14 tas aguas atlánticas, encuentra similitud con el nombre castellano de tasardo, un tipo de arenque, sin plantear otras hipótesis. Tasarte (Orcynopsis unicolor) 5. TASARTE, TOPÓNIMO El topónimo Tasarte, en sus diversas formas gráficas y foné-ticas, lo encontramos en cuatro puntos de tres de las Islas Ca-narias (El Hierro, Gran Canaria y Lanzarote) y en más de una decena de lugares de la región de la Tamazgha* (Magreb- Sahara), por la que se extendió desde tiempos prehistóricos la cultura tamazighe* o bereber (del latín barbarus, denominación que otorgaron los romanos a los pueblos de más allá de sus fronteras). Las comunidades hablantes de la cultura amazighe las cons-tituyen hoy diferentes pueblos, como podemos apreciar en el mapa adjunto. Además, también con grafías diferentes, tasarte es un patronímico de la primigenia sociedad canaria y de la cultura hebrea asentada en la Península Ibérica, en el siglo XV, amén del nombre común de la higuera en la zona del Atlas marroquí. Tasarte, con sus diversas variantes, es una voz que, de una forma u otra, con mayor o menor profundidad, ha sido tratada por diversos lingüistas en sus estudios comparativos entre len-guas antiguas y modernas. Así, entre otros, es recogida en su © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 497 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 15 diccionario comparado del bereber-francés, por Foucauld, o por Dominik Wölfel en su Monumenta Linguae Canariae. En este apartado vamos a analizar, de forma muy sencilla, las diferen-tes formas léxicas y gráficas de esta voz bereber, empezando por su región de origen y continuando por Canarias, tanto en su acepción semántica como en sus variaciones ortográficas, evo-lución histórica, etc. 5.1. Los topónimos de la región Tamazgha (Magreb-Sáhara) Los puntos geográficos que encontramos en la región africa-na de Tamazgha (Magreb-Sáhara), por donde se extiende la cul-tura amazighe, y que llevan el nombre de Tazarte-Tassart, son varios. Se localizan en estados distintos y casi todos se escriben con ligeras variaciones gráficas. Veamos algunas de las localidades o puntos más conocidos de Marruecos (ver Mapa I). En el norte, departamento de Tetuán, a pocos kilómetros del Mediterráneo, a una distancia de unos 30 kilómetros, están Tassart (35º 16’ 18” N - 5º 18’ 10” O) y Tazarte (35º 20’ 37” N - 5º 12’ 29” O); hacia Alhucema se ha-lla el Oued Tarsate (35º 7’ 48” N – 4º 3’ O). En las primeras estribaciones del Atlas, cerca de Marrakech, encontramos varios puntos toponímicos con raíz semántica parecida a la de tasar-te. A unos 60 kilómetros de esta ciudad sagrada, en la provincia de Al Haouz, se halla la población de Tazarte (31º 39’ 52” N – 7º 24’ 41” O), que se presenta, según la cartografía consultada, con las variantes de Tazzerte, Tazrarte, Tazert... Más al Sur, entre Agadir y el Atlas, al sur de Tazarine (recordamos que en el dialecto de la zona ‘higuera’ en singular es tazart-tazarte y en plural tazarine), en la provincia de Tata, tenemos otras localida-des como Tazart (29º 40’ 00” N - 7º 57’ 00” O) y, en la región de Taroudant, se ubica Tazart (30º 34’ 00” N – 8º 28’ 00” O). En interior del Atlas, partiendo de Ouarzazate, encontramos el cau-ce de Talat n’ Tazart (31º 26’ 08” N - 06º 42’ 39” O) y, un poco más hacia el Este, a 2.000 metros de altura, en la zona de Tadla- Azilal, cerca de la aldea de Taghia, se encuentra un paraíso per-dido: el profundo cañón de Akka N’ Tazarte (31º 49’ 12” N – © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 498 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 16 06º 04’ 48” O), célebre por sus pasos y escaladas de montaña, que dan a profundas gargantas. Más allá de los límites del Atlas, en otros estados de la región del Sahara (Argelia, Túnez, Libia, Níger...) con influencia de la cultura amazighe, nos encontramos con más sorpresas toponí-micas como, por citar algún ejemplo, el Tazrourt argelino, o más al Sur, en Níger, con Tarazert; o el idéntico Tazart, de Tahoua (15º 05’ N – 06º 35’ 00” O) (ver Mapa II). CUADRO I Lugares cercanos a Marrakech con raíz taz Nombre Lat. (WGS84) Long. (WGS84) Tazarine ......................................................... 31.3166667 -8.5833333 Tazarine ......................................................... 31.2666667 -8.35 Tazert ............................................................. 31.6644444 -7.4113889 Tazerzat ......................................................... 31.4166667 -7.6166667 Tazrarte ......................................................... 31.6644444 -7.4113889 Tazzarte ......................................................... 31.6644444 -7.4113889 Tazzerte ......................................................... 31.6644444 -7.4113889 FUENTE: Falling Rain Genomics, Inc. 2006-2004. http://www.fallingrain.com/world/MO/19/a/T/a/z/ La aldea de Taghia, en el interior del Atlas, a 2.000 metros de altura, con el barranco de Anka-tazarte, al fondo, un cañón de vértigo, donde se practica el deporte de montaña. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 499 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 17 Mapa I y II Localización de algunos topónimos bereberes de Marruecos 1. Tassart (Tetuán) (35º 16’ 18” N - 5º 18’ 10” O) 2. Tazarte (Tetuán) (35º 20’ 37” N - 5º 12’ 29” O) 3. Oued Tarsate (Tetuán) (35º 7’ 48” – 04º 03’ 00”) 4. Tazarte - Tazert - Tazzerte... (Al Haouz) (31º 39’ 52” N – 7º 24’ 41” O) 5. Tazart (Taroudant) (30º 34’ 24” N – 08º 28’ 00” O) 6. Tazarine (Taroudant) (30º 7’ 24” N – 08º 01’ 12” O) 7. Tazart (Tata) (29º 40’ 00” N - 07º 57’ 00” O) 8. Tazzarine (Ourzazate) (30º 48’ 06” N – 05º 33’ 36” O) 9. Talat N’ Tazart (Azizal)) (31º 26’ 8” N - 06º 42’ 39” O) 10. Akka N’ Tazarte (Azilal) (31º 49’ 12” N – 06º 04’ 48” O) Mapa de Níger, localización de Tarazert y Tazart © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 500 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 18 5.2. Topónimos canarios Tasarte-Tajaste Tasarte, objeto de este ensayo, es el topónimo genérico de un valle y barranco del municipio de La Aldea de San Nicolás, así como de su población. Contiguo a él se halla el otro valle, Tasartico, una variante toponímica que creemos posterior y castellanizado mediante el diminutivo (-ico). Entre ambos lugares sitúan casi todas las crónicas más an-tiguas de la Conquista la célebre batalla de Ajódar, donde los canarios infligieron a los castellanos una derrota humillante, en la que pereció el capitán Miguel de Mújica y su compañía de ballesteros. No obstante, los distintos relatos y crónicas difieren en aspectos de espacio y toponimia. Las crónicas primitivas (Ovetense, Lacunense...) solo mencionan el lugar bélico como Ajódar*, mientras que los relatos contemporáneos de la guerra, como los de Pedro Gómez Escudero y Antonio Sedeño, sitúan el lugar de la batalla, la fortaleza de Ajódar, en el interior del valle de Tasartico. En cambio, la crónica peninsular de Mosén Diego de Valera dice que los castellanos desembarcaron en la playa de Tafarte y fueron a la fortaleza donde estaban los canarios, sin especificar su nombre, a dos leguas de camino, donde tuvo lu-gar el enfrentamiento y la muerte de Mújica y sus ballesteros. Otra de las crónicas escritas en la Península, la de Bernáldez, recoge el topónimo de Atasarti como población canaria. Las relaciones e historias del siglo XVII también sitúan el lugar de Ajódar* en Tasartico, y alguna (la de Marín de Cubas) da nota-ble protagonismo en los hechos al guaire Tasarte, como vere-mos más adelante. Ya indicamos que el topónimo canario Tasarte podría derivar-se o relacionarse con algunos vocablos bereberes como tasarut, tasart, tasersart, tazart..., con lo que estaríamos hablando de un lugar de fortaleza montañosa, de cerrada-garganta, de caideros o cascadas, de higueras...; aunque también existe la duda de si pudo tomar el nombre de un personaje histórico, de un guaire (jefe in-dígena) de nombre Tasarte; o bien este último tomar el nombre del lugar por ejercer jefatura en el mismo. Hay otros topónimos canarios parecidos al Tasarte de Gran Canaria. A mediados del siglo XIX, el diccionario de Madoz ya © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 501 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 19 cita el término de Tajaste en la isla de El Hierro, que aún se mantiene. También se encuentra en Lanzarote la aldea de Tajarte-Tajaste; y, en Fuerteventura, término de La Oliva, otro Tajaste, de parentesco fonético muy cercano. Grau Bassas (1888) recoge, por la zona del Bentaiga, en el centro de la isla de Gran Canaria, como estudiaremos más adelante, un topónimo con el nombre de El Andén de Tasarte, hoy desaparecido. Estamos, pues, ante un término del antiguo lenguaje canario, topónimo y antropónimo, transcrito al castellano y luego, a lo largo del tiempo, por errores ortográfico-paleográficos, reflejado con grafías diferentes (Tasarte, Tafarte, Taxarte, Tajarte, Tazarte...). De todas formas, son nombres propios que, como los de la re-gión de la Tamazgha*, presentan grafías diferentes y, además, forman parte del parentesco toponímico canario-tamazight*. Atardecer en el macizo del Suroeste de Gran Canaria 6. TASARTE, ANTROPÓNIMO Al antropónimo masculino Tasarte se relacionó en las cróni-cas antiguas de la Conquista de Canarias (siglo XV) con un per-sonaje significativo de la sociedad canaria, guaire destacado del © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 502 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 20 guanartemato de Gáldar, que organizó en la primavera de 1483 la resistencia militar de los canarios contra los conquistadores castellanos, y que prefirió suicidarse, al grito de Atis Tirma, arro-jándose por un precipicio antes que pactar con los invasores. Aparece en los primeros textos con las variantes de Tazarte* (la grafía más empleada en las primeras crónicas), Tasarte, Tajas-te, Tajarte y Taxarte. Un análisis filológico del mismo lo hace, como ya indicamos, Ignacio Reyes, y lo relaciona con tad-sart, femenino: «Tasarte. m. GC. ant. desus. Antr. Nombre de un jefe militar del bando de Gáldar. Expr. t. Tajarte, Tajaste, Taxarte, Tazarte. N. B. Las variantes gráficas que transmite la documentación antigua hacen pensar en una pronunciación faringalizada tanto de la sibilante (*s(s) > s´) como de la vibrante (*r > r´). — *ta-dsart > tassart, n. vb. f. sing. de [D·S/S´ ·R] ‘acusado senti-do del honor, dignidad’, ‘rebeldía’, ‘agitación’, ‘maldad’. N. B. El género gramatical (femenino), que admite ciertas dudas (debidas a un posible ensordecimiento de la dental (d > t) por asimilación a la marca cualitativa (-t) del final), no cuestionaría la asigna-ción masculina que recoge la tradición insular (...)» [Amawal Esekenamazigh, Diccionario ínsuloamazighe, http:// www.ygnazr.com/awal.htm, (c. 21.01-2009)] Las primeras crónicas de la Conquista (Ovetense, Lacunense, etc.) no mencionan a este personaje, aunque casi todas coinci-den con la muerte por despeñamiento de un «canario notable». Un relato histórico contemporáneo de aquella guerra, el de Pe-dro Gómez Escudero, se ocupa del personaje Tazarte como uno de los seis guaires del guanartemato de Gáldar; mientras que la otra relación histórica, la de Antonio Sedeño, menciona a un in-determinado canario principal que se suicida. Mosén Diego de Valera hace referencia, sin mencionar nombre, a un canario principal que se despeñó en el momento en que su gente se iba a entregar a los castellanos, y al topónimo de Tafarte como enclave donde tiene lugar la batalla en la que muere Miguel de Mújica (Morales Padrón, 1978: 361, 416, 417, 442 y 503). Abreu Galindo (siglos XVI-XVII) identifica a Tazarte, en un primer momento, como uno de los seis guaires del guanarte-mato de Gáldar escogidos para su consejo o sábor (1977-172); y, © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 503 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 21 a continuación, con la grafía Taxarte, como uno de los «capita-nes » canarios presentes cuando se produjo el ataque al campa-mento de Guiniguada, en 1477 (1977: 182). Finalmente, lo sitúa como el jefe de la resistencia canaria, en 1483, «por haber ele-gido un valiente canario por capitán, llamado Tajarte; y con él estaba un hijo del Guanarteme de Telde» (1977: 227). Continúa el relato de Abreu Galindo, en los momentos finales de la Con-quista de Gran Canaria, con que la presión de los conquistado-res sobre los canarios insumisos determinó que algunos nota-bles del bando de Gáldar se rindieran, y es el instante en que este personaje se suicida: «no pudo el Tajarte estorbarles su determinación. Púsose, pues al canto del risco y dando voces Atistirma, Atistirma (que es llamar a Dios), se dejó caer y desrriscar» (1977: 230). La alevosa muerte de este personaje ocurre, según Abreu Galindo, poco antes de la batalla de Ajódar*, la que tuvo lugar en la zona de Tasarte-Tasartico. Marín de Cubas, también del siglo XVII, en su Historia de las siete islas de Canaria, lo localiza en el ataque de 1477 al campa-mento de Guiniguada como «el capitan medio gigante llamado Tazarte, haziendo alta a vista del real pedia batalla» (1986: 188), y lo considera jefe de la resistencia canaria, en los momentos finales de la conquista: «luego nombraron otro rey, o Guadartheme llamado antes Tazarte un gaire, alto, seco, y prie-to de grande esfuerzo, nombrado por el mes de marso después de la prisión del otro» (1986: 207); además, lo ubica aún vivo y liderando a los canarios en la batalla de Ajódar, y su muerte la describe en las mismas circunstancias relatadas por Abreu (1977: 213), antes de la rendición final de la Isla, que también acaba con el suicidio de Bentejuí y el faycán de Telde. En esta obra menciona Tazarte y Tazartico como topónimos y nombres propios, y señala que los españoles denominaban a Bentejuí como Tasartico. ¿De qué fuentes se valieron Abreu y Marín de Cubas para aportar los datos del personaje Tasarte? ¿Quizá de la tradición oral de familias canarias supervivientes? Lo cierto es que son ellos dos los que más aportan datos del mismo, sobre todo Marín de Cubas. También lo hace, con menos detalle, fray José de Sosa (siglo XVII) en su obra Topografía de la Isla Afortunada © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 504 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 22 de Gran Canaria, quien recoge el vocablo Tazartico como topónimo. Por otro lado, antropónimos canarios muy parecidos al de Tasarte, pertenecientes a las islas occidentales, son el masculi-no Tazafre (La Palma), indígena bautizado en Sevilla, en 1426- 1427, (Álvarez, 1956); algunos cautivos de Tenerife, llevados a Valencia, en 1494-1495, como el masculino Atasar y el femeni-no Tassat (Cortés, 1955). También lo encontramos en una de las comunidades judías ibéricas del siglo XV: un ejemplo es el de Maestre Yuzá Tazarte, que aparece en un proceso inquisitorial contra los judíos y conversos de Segovia, hacia 1490-14913. Al respecto diremos que ha habido relaciones históricas de comu-nidades bereberes con judías tanto en la Península Ibérica como en Israel, lo que puede deducirse de estos personajes hebreos con nombre bereber. 7. EVOLUCIÓN DE LA GRAFÍA DE TASARTE-TASARTICO Con respecto a la escritura de Tasarte, sea antropónimo o topónimo, la divergencia entre los primeros cronistas e historia-dores es tanta que Wölfel, en un detallado estudio comparativo en su obra, cita este nombre más de treinta veces, especifican-do procedencia de todos los autores anteriores que se ocupan de ello. Es claro y determinante al referirse al nombre actual de los dos valles como Tasarte y Tasartico con «s». Aunque este proble-ma de la transmisión textual de las sibilantes es complejo y el planteamiento metodológico de Wölfel puede ser cuestionado, llega a la conclusión de que tales divergencias se deben a que copistas posteriores a las crónicas y relatos, sin conocimientos paleográficos, confundieron la «s» alargada como si fuera una «i» alargada o una «r», y es concluyente en cuanto al empleo de la «s», como fonema integrador: «(T)odas esas grafías —al igual que los valores fonéticos— se mezclan desde muy temprano, utilizándose las unas por las 3 http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/092540675224710 95432268/p0000001.htm © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 505 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 23 otras sin concierto (...). Forzosamente hemos de emplear para todas estas escrituras de la z, ç y s, sencillamente una s como fonema agrupador en las reconstrucciones fonéticas, pues la mayor parte de las veces no podremos determinar con exactitud el valor fonético de las palabras aborígenes canarias»4. Como ya indicamos, el filólogo Reyes García ha planteado la posibilidad de que Tasarte tuviera en sus orígenes una pronun-ciación faringalizada tanto de la sibilante s como de la vibrante r ; aunque como este autor reconoce aún es problemático alegar filiaciones concretas desde el punto de vista fonológico para algunos vocablos canarios-amazighes y, en este caso el de las sibilantes (s, ss, z y c) en un único fonema de timbre dental s (Reyes, 2008: 6). Frente esta divergencia de los cronistas y compiladores anti-guos con respecto a la escritura de los antropónimos y topóni-mos Tasarte y Tasartico, los historiadores modernos de los siglos XVIII y XIX, tomando como referencia las primeras crónicas y relaciones históricas anteriores, reelaboran nuevos textos donde vuelven a crear confusión, incluso dentro de sus mismas obras, con las mismas diferencias ahora en cuanto a la «s» y la «z». De las referencias de los cronistas del siglo XV, con sus va-riantes ya estudiadas de Tazarte, Tafarte, Tasartico... o el térmi-no empleado únicamente por Andrés Bernáldez en su Memoria del Reinado de los Reyes Católicos como Atasarti, pasando por las historias posteriores de Abreu Galindo, Marín de Cubas o fray José de Sosa (siglo XVII), llegamos a la centuria de los ilus-trados con la excepcional figura de José Viera y Clavijo, quien en su Historia General emplea el antropónimo Tazarte, de la misma forma que el nombre común tasarte en su Historia Na-tural para el pez común de esta zona. Téngase en cuenta que estas dos obras citadas fueron escritas en el último cuarto del siglo XVIII. Un siglo después, otro historiador, Millares Torres, que recopila y reescribe sobre los datos de Viera y Clavijo y so-bre crónicas antiguas, menciona los nombres propios Tazarte y Tasartico. Concretamente, en su lista de nombres canarios, al 4 Monumenta Linguae Canariae (1996, II: 812-813). Sobre el problema de la s, z, x… y la necesidad de un fonema integrador (1996, I: p. 85). © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 506 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 24 insertar los topónimos de Gran Canaria, emplea Tazarte y Tazartico con las variantes de Tasarte y Tasartico. Víctor Grau Bassas, que conocía muy bien esta zona porque poseía un gran cortijo en Linagua (luego lo vendería a la fami-lia de los Medina), menciona en su obra manuscrita Viajes de Exploración a diversos sitios y localidades de Gran Canaria, ha-cia 1888, estos nombres y localiza el punto de Andén de Tasar-te en Tejeda, en el llamado hoy Lomo de los Marrubios, cerca del Bentaiga y El Juncal, del que realiza un dibujo con una perspec-tiva desde el Bentaiga que adjuntamos (1980: 70). Desconoce-mos de qué fuente se valió Grau Bassas para localizar otro Ta-sarte más en el interior de la Isla, ya que la gente del lugar no lo identifica así; aunque bien es cierto que muchos topónimos con el tiempo desaparecen, sobre todo espacios reducidos como un andén o paso de montaña. Dibujo de Grau Bassas (1880) «Andén de Tasarte-visto de Bentaiga» © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 507 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 25 Aparte de los textos históricos mencionados, existen otras fuentes documentales escritas donde aparecen los topónimos que estudiamos. Una de las referencias notariales más antiguas que conocemos data del año 1670, cuando varios vecinos de este lugar otorgan poderes notariales para gestionar la creación de la parroquia de San Nicolás. Se menciona el lugar Tasarte como parte integrante de la futura jurisdicción parroquial5. A partir de este momento nos vamos a encontrar con grafías diferentes. Los curas que se van sucediendo en la Parroquia de San Nicolás, sin una norma ortográfica definida, escriben tanto Tasarte como Tasartico unas veces con «s» y otras con «z», a lo largo del siglo XVIII. En la segunda mitad de aquella centuria, dentro de los proyectos de desarrollo económico y social promovidos por los ilustrados, aparecen varios informes oficiales y mapas con la toponimia local. Así, tenemos el caso de los trabajos del repre-sentante real, el Corregidor Eguiluz, que en 1785 visita nuestra comarca para informar del proyecto de repoblación que se pro-yectaba, y en el que se pretendían crear nuevos municipios des-de Tasarte hasta Mogán. Estamos ante documentos oficiales de modernización, bajo la autoridad real, en los que cuando hacen referencia a los dos valles hermanos se escriben como Tasarte y Tasartico. En cambio, otra estadística oficial, la de Escolar y Serrano, 1796-1805, emplea la grafía Tazarte y Tazartico. Tam-bién lo hace el censo parroquial de 1820, escrito de puño y le-tra por el cura del momento, con Tazarte y Tasartico, como también, en 1848, el Diccionario Estadístico de Madoz emplea para este lugar la grafía Tazarte. Pero el siguiente trabajo ofi-cial, de 1869, más completo, el Diccionario Estadístico... de Pe-dro de Olive, establece la grafía moderna y definitiva del lugar: Tasarte. Es a partir de este momento cuando se generaliza en todos los documentos oficiales el nombre de este lugar con «s». En efecto, de 1880 hasta la actualidad, los criterios ortográficos se homogenizan. Las estadísticas oficiales y censos de población solo mencionan estos dos topónimos con la variante Tasarte y Tasartico. 5 ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE LAS PALMAS. Protocolos Notariales, leg. 1.386, fol. 123 vº. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 508 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 26 Muchos topónimos quedan regularizados atendiendo a crite-rios muy diferentes, aunque siempre teniendo en cuenta la con-solidación según la expresión oral del castellano hablado en Canarias. Por ejemplo, los lugares que llevaban la denominación de rozas (‘rozamiento de la vegetación de un terreno para uso agrícola’), adquieren la «s» en sustitución de la más etimológica «z». En este municipio tenemos La Rosa, Las Rosas, La Rosilla, La Roseta..., que debieran haberse escrito como La Roza, Las Rozas, La Rocilla, La Roceta... Pero, en concreto con el lugar de Tasarte, encontramos, hacia 1959, que algún lector local de tex-tos antiguos, sobre todo cuando se popularizó por la Imprenta del Norte (Gáldar) la crónica de Pedro Gómez Escudero, debió influir para que la cooperativa de este lugar se denominara Cooperativa de Tazarte, de lo que surgen opiniones, de muy buena fe y respetables, de que Tasarte debiera escribirse con «z». En tiempos recientes, tanto en la administración pública como en casi todos los trabajos de investigación histórico-geo-gráfica y toponímica, la inmensa mayoría de los autores se in-clinan por la «s» al escribir los topónimos Tasarte y Tasartico, aunque unos pocos prefieren utilizar ambas consonantes indis-tintamente o la «z» (Navarro, 1981: 242 y 244; González y del Arco, 2007: 69; Díaz y Castillo, 2008: 89 y 123...). 8. ¿TASARTE O TAZARTE? A MODO DE CONCLUSIÓN Los topónimos evolucionan con el tiempo, sus raíces semán-ticas muchas veces desconocidas pueden variar. La transcrip-ción de la antigua lengua canaria (con sus variantes insulares) a la castellana por los primeros cronistas nunca fue precisa ni homogénea, por sus limitaciones literarias y porque las reglas gramaticales no estaban definidas, amén de otras dificultades evidentes. Ocurrió lo mismo con las lenguas bereberes moder-nas al pasar al francés o al árabe en la zona del Magreb-Sahara, donde encontramos decenas de variaciones del tassart, tazart, tazait, tazarte, tasarte... en las que cada una de ellas se identi-fica con puntos toponímicos concretos de Marruecos, Argelia, Níger... © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 509 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 27 Es nuestra opinión, según lo ya argumentado, que la topo-nimia debe prevalecer siempre en la expresión más popular con-jugada con la regla gramatical, frente a imposiciones anteriores de grafías en muchos casos ilógicas. Un caso como La Inagua, que la gente del lugar dice Linagua, como en muchos textos del siglo XIX o en el propio mapa de Grau Bassas de 1888 (cuando él era propietario del cortijo), pudiera reescribirse, o no, Lina-gua; o Güi-Güi, así escrito pero nunca pronunciado de esa for-ma, sino Guguy, debiera reconsiderarse y, de hecho, nos hemos atrevido a escribirlo así en nuestros textos. Y... ¿Tasarte o Tazarte? Pues, a pesar de todas las variantes ortográficas que hemos reflejado y las similitudes geomorfoló-gicas de su paisaje con el Tazart amazighe del Continente, en-tendemos que debe seguir escribiéndose Tasarte, que es la for-ma integradora, como bien señala Wölfel, la que se corresponde con la fonética del castellano hablado en Canarias y la que, des-de hace más de un siglo, se ha generalizado ortográficamente ante variantes diversas de siglos atrás. No está reñida, en este caso, la expresión popular del habla canaria ni con la regla gra-matical ni con los antecedentes históricos. La defensa a ultranza de la escritura Tazarte, por su más que evidente origen bereber, sería como pretender, por poner algunos casos de islas distintas, que los topónimos canarios de Tazacorte (La Palma), Fasnia (Tenerife) o Veneguera (Gran Canaria), en consonancia con su origen, se reescribiesen de nuevo como los actuales topónimos del Atlas Tassakourte, Faznia y Beneguerir, respectivamente. La grafía correcta del topónimo canario sería, pues, Tasarte, y la de su derivado, Tasartico. De tener que decantarnos por una explicación etimológica, comparada con los vocablos pare-cidos de origen amazighe, nuestra palabra la relacionaríamos con el significado ‘agreste espacio montañoso’. Otro tema es el análisis filológico de este vocablo en relación con sus orígenes en la lengua amazighe, en el que ojalá se vayan aportando con-clusiones más precisas que las de este ensayo, que no ha tenido otro objetivo que el de participar al menos en un debate sobre un tema de tanta actualidad y controversia como lo es la topo-nimia y los vocablos originarios de la antigua lengua hablada en Canarias. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 Barrancos de Tasartico y Tasarte, en perspectiva virtual dada por el Google Earth. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 511 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 GLOSARIO AJÓDAR-AXÓDAR-ARJODA Fortaleza natural ubicada entre Tasarte y Tasartico. Es des-crita por los cronistas como una gran montaña tronco piramidal con extensa cima, autosuficiente de recursos hídricos para so-portar un largo asedio, donde se refugió, en 1483, la resistencia canaria en torno a la legitimidad de los guanartemes. En su intento de asalto, marzo de 1483, pereció el capitán Miguel de Mújica y su compañía de ballesteros. Wölfel relaciona este vocablo con argodey = ‘fortaleza’ (La Gomera), siguiendo a Torriani, pero a su vez lo enraiza con el bereber igudar-agudar, basándose en Marcy. Álvarez Delgado hace un detallado estudio comparativo (1955: 71-79) con voces semíticas similares (púnicas y hebreas) de gadir y gader, respec-tivamente, traducidas por muro, castillo y con las variantes de bereberes de igudar-agudar-agadir con la explicación semántica de ‘muro’, ‘castillo’, ‘fortaleza’, ‘fortín’, etc., y plantea sobre agadir una posible «contaminación del púnico»; pero se inclina porque tanto el argodey gomero como el ajódar grancanario sig-nifican ‘fortaleza’, y ambas formas derivan de radicales camitas. En cambio, Cubillo (1980: 34) encuentra simili-tud con el vocablo amazhig ahôd-dar [ahôden (‘viento caliente’) + dar (‘lugar’)] = ‘lugar del viento caliente’. Montaña de Adlobas desde la cima de Los Hogarzos 29 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 FRANCISCO SUÁREZ MORENO Anuario de Estudios Atlánticos 512 ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 AMAZIGHE-TAMAZIGHT Idioma de los bereberes, que pertenece a la rama camita. Abarca unos 14 millones de hablantes por la región de la Tamazgha*. Tiene su propio alfabeto, el tifinagh moderno, que debió de empezarse a escribir a mediados del primer milenio antes de nuestra era. Desde el inicio del siglo XX se escribe pre-ferentemente, en La Cabilia, con el alfabeto latino (con algunas letras griegas) y en Marruecos con el alfabeto árabe. De esta lengua derivan todos los dialectos que se hablaban en cada una de las Islas Canarias antes de su conquista en el siglo XV por los europeos. MONUMENTA LINGUAE CANARIAE Es, hasta ahora, la obra más documentada sobre vocablos y frases del lenguaje de los antiguos canarios, obra del investiga-dor austriaco Dominik J. Wölfel, que se publicó en alemán, en Graz, Austria, en 1965, tras el fallecimiento de su autor en Viena, en 1963. Es una obra monumental, fruto del trabajo de muchos años, publicada en dos tomos. En 1996 se traduce al castellano por el especialista y lingüista canario Marcos Sar-miento Pérez, siendo publicada por la Dirección General del Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias. TAMAZGHA Nombre que, en la lengua amazighe (bereber), se le da al conjunto de diferentes pueblos que habitan en el área del Magreb y el Sahara, entre el Atlántico, Mediterráneo y Egipto, hasta la cuenca del Níger, los cuales se consideran herederos de una misma cultura milenaria. 30 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2011 513 TASARTE, TOPÓNIMO CANARIO DE ORIGEN AMAZIGHE Anuario de Estudios Atlánticos ISSN 0570-4065, Las Palmas de Gran Canaria (2010), núm. 56, pp. 483-518 FUENTES Y REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Archivos ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL JOAQUÍN BLANCO. Las Palmas de Gran Canaria. Sección Protocolos Notariales. Legajo 1386, fol. 123vº-126vº (escribano Melchor Gumiel, año 1679). Obras Impresas ABREU GALINDO, fray Juan (1977): Historia de la conquista de las siete Islas de Canaria. Goya Ediciones, S/C de Tenerife. ÁLVAREZ DELGADO, Juan (1948): «Nuevos canarismos». Revista de dialectología y tradiciones populares, vol. IV, pp. 434-453. — (1955): «¿Semitismos en el «guanche» de Canarias?», Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 1, pp. 53-89. — (1956): «Antropónimos de Canarias», Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 2, pp. 311-456. — (1964): Inscripciones líbicas en Canarias. Ensayo de interpretación. 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