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Núm. 50 (2004) 853 68 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA EN LA HISTORIOGRAFÍA CANARIA P O R ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU En 1994 la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria me encargó, con alguna urgencia, un prólogo introductorio para la edición facsímil de la Conquista y Antigüedades de las Islas de Gran Canaria del lagunero Juan Núñez de la Peña, obra que vio primera luz en la madrileña Imprenta Real1. Era el primer libro de un acertado proyecto. Consistía en el número inicial de una colección de fuentes sobre el pasado de las Islas. Sin embargo, como tantas ideas felices, fue el único de la soñada colección. A pesar del fracaso, los artesanos de la historia no podemos quejarnos. Raro es el año que no prolife-ran las ediciones dedicadas a fuentes: Cabildo de Gran Canaria, Instituto de Estudios Canarios, Económicas de Tenerife y Gran Canaria, así como en empresas e instituciones insulares. La Conquista y Antigüedades era una más, pero imprescindible, por no encontrarse en el mercado la aparecida en 1847. 1 JUAN NÚÑEZ DE LA PEÑA, Conquista y Antigüedades de las Islas de la Gran Canaria y su descripción. Compuesta por el licenciado Dn. ————, natural de la dicha Isla de Thenerife en la ciudad de La Laguna. Año de 1676. En Madrid, en la Imprenta Real. Edición facsímil, con prólogo de A. de BÉTHENCOURT MASSIEU. ULPGC, Servicio de Publicaciones, Las Palmas de Gran Canaria, 1994. 854 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 2 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Durante la preparación y redacción del prólogo me asaltó un problema ¿cómo incluir en una edición facsimilar un texto manuscrito2 o transcrito del propio autor en 1679, en que en-mendaba, añadía y mejoraba la primera parte de su obra publi-cada con tres años de anterioridad? Los impedimentos resulta-ron variados: urgencia, así como razones técnicas y estéticas, que obligarían a variar un diseño cuidadoso3. No era mi intención silenciar el interés perfeccionista de un historiador —cronista en opinión de don Elías Serra—, a quien no escapó ni un solo papel de su interés. Si además añadimos, los vapuleos, a pesar de algún elogio de pasada, que padeció de historiadores insulares de la talla de Viera4 o Millares Torres5. Y aún si tenemos en cuenta que Núñez de la Peña fue el autor más citado por Viera en su Noticia precediendo incluso a Abreu Galindo6. Decidido a saldar, aunque tarde, mi deuda con Núñez de la Peña, en esta aportación procedo a publicar la transcripción de las novedades introducidas por don Juan, del original que con-servaba don Antonio Lope de la Guerra, que hoy afortunada-mente se conserva en El Museo Canario7, así como una biogra- 2 Idea de la Conquista de estas Islas de Canarias últimamente añadidas y enmendadas, año de 1679 por Dn. Juan Núñez de la Peña. Mns. El Museo Canario. AGUSTÍN MILLARES CARLO y MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ, Biobi-bliografía de Escritores Canarios (siglos XVI, XVII y XVIII), El Museo Canario, Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas y Cabildo de Gran Canaria, 1975-1992, 6 vols., t. V, 1987, 277. 3 Vid. supra, nota 1. 4 JOSÉ VIERA Y CLAVIJO, Noticias de la Historia General de las Islas Cana-rias, ed. de ALEJANDRO CIORANESCU, Goya Ediciones, Santa Cruz de Tenerife, 1971, 6.ª ed., t. II, 1141. 5 AGUSTÍN MILLARES TORRES, «Juan Núñez de la Peña», en Biografía de Canarios Célebres, EDIRCA, Las Palmas de G.C., 1982, 2 vols., t. I, 185- 190. Como dice Cioranescu con acierto, Millares no hace otra cosa que seguir a Viera. Cfr. según tesis valorativa en su «Juan Núñez de la Peña», ob. cit., pp. 191-196. 6 En el «Índice General» del t. II de las Noticias, en ed. de Cioranescu, las cits. págs. dedicadas a Núñez de la Peña, abarcan 27 líneas (p. 1441), Abreu Galindo 26 (pp. 1027-8), Pedro Agustín del Castillo 13 (p. 1066) y Espinosa 10 (p. 1085). 7 Idea de la Conquista, cit. Mns. 25 fols. en 8.º, t. III, doc. V en la Co- Núm. 50 (2004) 855 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 3 fía de la pluma de Lope8, y fue enviada a Viera y Clavijo. Esta ha sido de suma utilidad para la generalidad de los historiado-res que nos hemos acercado al estudio de la personalidad de nuestro autor. Estimo conveniente hacer preceder la Idea de la Conquista con la Noticia de don Lope sobre su biografiado. Un documen-to más de los muchos que copió o escribió, suministró a su amigo el arcediano, no demasiado entusiasta con las duras ta-reas archivísticas. Otra razón es porque nos aclara la antipatía visceral de Viera por Núñez, que don Lope trató de amortiguar con su trabajo biográfico. Finalmente, creo oportuno hacer preceder ambos textos aún inéditos, de una introducción en la que tocaré tres temas aclaratorios: la recia personalidad de don Lope Antonio de la Guerra; la polémica historiográfica sobre el valor de la Conquis-ta y Antigüedades; y, finalmente, cuáles son los rasgos de nues-tra aportación, que permitirá conocer cuáles fueron las concep-ciones de Núñez de la Peña. I. DON LOPE ANTONIO DE LA GUERRA Y PEÑA Y SU «NOTICIA» Me parece innecesario presentar un esbozo biográfico de don Lope, así como del ambiente y problemas de La Laguna, ciudad de sus amores. La reciente edición de sus Memorias9, van prece-lección de Documentos para la historia de las Islas Canarias de AGUSTÍN MI-LLARES TORRES. Cfr. MILLARES CARLO, 1987, t. V, p. 287, IV. 8 Noticia de Dn. Juan Núñez de la Peña, Cronista de los Reinos de Castilla y León, familiar del Santo Oficio, historiador de Canarias, escritos por don Lope de la Guerra Peña para don José Viera y Clavijo. Colección MILLARES TORRES, cit., t. III, 22 vº-25 vto. 9 LOPE ANTONIO DE LA GUERRA PEÑA, Memorias. Tenerife en la segunda mitad del siglo XVIII. «Estudio y notas» de ENRIQUE ROMEU PALAZUELOS. Ed. Cabildo de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 2002. El «estudio» lleva por título: «Lope Antonio de la Guerra y Peña. La vida, la ciudad, los hombres, sus trabajos, las Memorias», pp. 9-64. Esta edición había sido precedida por la de El Museo Canario en cua-tro cuadernos entre 1951-1959, edición a cargo de SIMÓN BENÍTEZ PADILLA, 856 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 4 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU didas de un atildado y precioso estudio, de quien tan bien cono-cía ambos aspectos. Se trata del inolvidable amigo Enrique Romeu Palazuelos, quien nos abandonó sin poder contemplar su obra. Don Lope y La Laguna Por lo que toca a su biografía y situación y estado de La Laguna, basta observar el título que Romeu pone a su estudio: «Lope Antonio de la Guerra: su vida, la ciudad, los hombres, los trabajos, las Memorias»10. De otro lado, don Lope fue tan meti-culoso que con ir el lector a compás de la lectura de sus memo-rias, si tomara las notas de lo referente a su persona, al final tendría su autobiografía11. Minuciosidad que no escatima en cuanto tenga la menor referencia a su entrañable ciudad. Sin embargo, hemos de re-conocer que lo sobrepasa el profundo y reciente estudio que sobre la misma ha publicado Núñez Pestano, precediendo a la edición de La Nivaria Triunfante12. A la vista de lo anterior sólo me resta que desbrozar algún aspecto de su tranquila, ocupada y dilatada vida de la biografía de este prócer lagunero. Sus Memorias es obra no sólo magistral entre el número no escaso de diarios que se redactaron por aquellas décadas, sino fuente de extraordinaria utilidad para los estudiosos de las men-talidades y comportamientos de las gentes de su ciudad. que ya había dado a conocer las del primer tomo en la revista El Museo Canario, núms. 25-26 (1948) al 49-52 (1954), que dieron lugar a una tirada aparte. Para más detalles, MILLARES CARLO y HERNÁNDEZ SUÁREZ (cit. 1997, pp. 207-250) y FRANCISCO FERNÁNDEZ BÉTHENCOURT, Nobiliario y Blasón de Canarias, 8 tomos, III, Valencia, Vda. De Aycalde, 1879, 25-28. 10 Cit. supra. 11 Como ejemplo, Memorias cits., año 1760, pp. 76, 79, 80, 81, 82, 83, 85 y 87. Para 1762, 123-24, y así hasta el final. 12 JUAN RAMÓN NÚÑEZ PESTANO, «Nivaria triunfante y su capital glorio-sa » o los orígenes del pleito insular, Universidad de La Laguna, La Lagu-na, 2002. Núm. 50 (2004) 857 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 5 La Laguna contaba con una no muy numerosa minoría de personas bien dotadas, los ilustrados, progresistas hasta ciertos límites, que lucharon por rescatar su antigua grandeza. Sin embargo, la vieron abocada a una irremediable decadencia. Pro-ceso analizado con extremado acierto por Núñez Pestano13. Sin embargo, la valoración por don Lope de sus problemas, los ve complementados con los políticos, militares, sociales y un largo etcétera, son válidas y atinadas. De su personalidad y preparación ilustrada, destacó la devo-ción de don Lope por los papeles. El ingente número de manus-critos que pasaron ante sus ojos, no sólo fueron los localizados por Millares Carlo14, sino otros muchos como los tres volúme-nes reunidos por don Tomás Tabares, que por su contenido merecían ser publicados, según opina el experto Romeu Pala-zuelos15 o, al menos, una selección de los más interesantes como fuentes históricas. Los papeles y La Laguna fueron sus grandes preferencias y fuente de preocupación. Le acompañaron hasta la muerte, tras una dilatada vida. Romeu Palazuelos refleja ambos a la per-fección. Respecto a los primeros nos dice que en sus últimos años «se rodeó de fantasmas de papel. Su cuarto de trabajo fue un cementerio de lápidas mortuorias en tamaño de folio16; pues lo suyo fue escribir y escribir mucho, un castigo o una manía necesaria»17. Lo que expresó con acierto el propio don Lope: escribir era «la manera de combatir la ociosidad, disfrutando»18. Con respecto a su amor e interés por su ciudad, nada mejor que el inicio de una carta al marqués de Villanueva del Prado, dos años antes de su óbito: 13 Ob. cit. 14 A. MILLARES CARLO, ob. cit., t. III, 280-213. En total, 18. 15 Ob. cit., 15. Los dos primeros llevan por título: El Antiguo Cabildo y Regidores Perpetuos de Tenerife, y el III: Antigüedades de Tenerife y Juntas de Propios. 16 Ob. cit., 26. 17 Loc. cit. 18 Ob. cit., 31. 858 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 6 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU «Muy estimado Sr. mío y amigo: yo siempre he soñado con cosas del público y principalmente de la isla de Tenerife y de su capital; en este supuesto no es de extrañar que yo sea algo incómodo, como lo soy para Bencomo por sólo procurar que entienda mi modo de pensar...»19. Aunque, quizá este amor desmedido lo expresara mejor Vie-ra. Cuando le cuenta sus impresiones de la visita que le hizo en Las Palmas el marqués don Alonso en 1803, dice: «hemos ha-blado de La Laguna, y casi no hemos hablado de Vm., ya que para mí es todo La Laguna»20. Las relaciones entre don Lope y Viera Pues bien, dejando ahora a un lado los avatares y obras de Guerra y Peña, tan variadas y positivas desde su pertenencia a la Tertulia de Nava21, hasta que abandonara este mundo, me ceñiré a una somera aproximación a las relaciones entre Viera y don Lope, para desembocar sobre la remisión por éste del es-crito sobre la vida de Núñez de la Peña. No cabe duda que la amistad y admiración mutua fue gran-de y duradera entrambos. Es más, de agradecimiento, pues la desmesurada afición de don Lope por los papeles se compensa-ba por la escasa del arcediano por los archivos. Las colabora-ciones de aquel en la elaboración de las Noticias fue trascen-dental y copiosa, como la reconoce su autor, cuando en el prólogo al tomo III, reconoce: «De tan inusitado trabajo al celo, amistad y singular apli-cación de los ilustres Caballeros Regidores de la Ciudad de La Laguna, amantes de la Patria y de las Letras... Don Lope de la Guerra y Peña... ha contribuido con diferentes 19 Carta del 6-VIII-822. Más adelante remata: «La ciudad está llena de enemigos y hasta ponen pasquines a Rvdo. Sr. Obispo». Loc. cit. 20 Ob. cit., 61. 21 C. ROMEU PALAZUELOS, La Tertulia de Nava, Aula de Cultura, Santa Cruz de Tenerife, 1977. Núm. 50 (2004) 859 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 7 apuntes, epítomes, cuadernos, índices cronológicos, diarios, cartas y análisis»22. Elogio de tal calibre lleva a Fernández Béthencourt a excla-mar: «nada menos ha inmortalizado su nombre»23. La amistad profunda y duradera. Sin embargo, en tan dila-tada relación no faltaron desavenencias provocadas por diferen-tes criterios sobre aspectos puntuales. Estos no faltaron sobre la obra magna de Viera. Cuando a éste llegaron a sus oídos algu-na crítica de su amigo, hirieron de tal forma al arcediano, que reaccionó no sin un dejo de amargura punzante. Escribió: «Le aseguro a Vm. que nunca me han parecido las Cana-rias tan chicas, don Lope tan pequeño, sus repertorios des-preciables y mis libros tan ridículos»24. La noticia de don Juan Núñez de la Peña Más factible que una conjetura fue una realidad el hecho de qué, dada la intimidad entre Viera y Guerra, éste advirtiera el escasísimo aprecio de su amigo por Núñez de la Peña, que se convertía en desprecio cuando de su Conquista y Antigüedades se tratara. Alguna razón es fácil de entender sobre el tema. Frente a su espléndida prosa neoclásica, la barroca de don Juan; de su con-cepción crítica de la historia, la credibilidad sentimental en milagrerías y supercherías sin fin, etc. Por tanto, don José sen-tía un absoluto desprecio por la obra magna de don Juan, mien-tras don Lope encontraba en la misma no sólo aciertos, sino una aportación ingente de documentación y una insospechada capacidad de rectificación. Presumía posiblemente don Lope que el centro de los posi-bles ataques del arcediano procedieran del desconocimiento por parte de Núñez de la Peña del manuscrito de Abreu Galindo y 22 J. VIERA Y CLAVIJO, Noticias, t. II, 28. Lo escrito corresponde al t. III de la versión original. 23 Ob. cit., t. III, 23. 24 Apud ROMEU PALAZUELOS, Memorias, 17. 860 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 8 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU de la versión traducida del francés de Le Canarien25. Pretendió, si no desterrarlos, al menos atenuarlos. Como hombre de pape-les, tenía entre los suyos el original de las enmendaciones de don Juan sobre las que volveremos, lo que le llevó a la tarea de re-dactar la Noticia de Dn Juan Núñez de la Peña. Una auténtica biografía de dicho autor26. El mérito de la misma así como de la copia del propio Núñez, que las conservaba don Lope pasaron con el tiempo a don José Vicente del Burgo. Han sido consultadas por los historiadores laguneros de la pasada centuria. Una copia de puño de su au-tor la pudo rescatar Millares Torres, quien tuvo la posibilidad de hacer la copia que utilizamos de don Juan. El caso es que todos los historiadores que se han acercado a Núñez de la Peña y su obra han bebido directa o indirectamen-te en la Noticia de don Lope, desde el propio Viera27. Le siguie-ron en el tono negativo, Millares Torres, los doctores Vernau y Chil y Naranjo28, así como cuantos fueron atraídos por su per-sonalidad, incluso los que trataron de reivindicarlo29, hasta que 25 Vio luz en Francia en 1630. En Canarias fue conocida gracias a la traducción que realizó durante los años de su destino en las Islas el ge-neral Luis Fernando de Córdoba y Arce (1636-1643). A. MILLARES CARLO, ob. cit., t. V, 77. 26 Noticia de Dn Juan Núñez de la Peña, cronista de los Reinos de Castilla y León... escrita por Dn Lope de la Guerra y Peña para don José Viera y Clavijo. Colección de Documentos de las Islas Canarias. Recogidos por Agustín Millares, t. III, fols. 22 vº-25 vto. Mns. en El Museo Canario. 27 Ob. cit., 899-902. 28 MILLARES TORRES, ob. cit., t. I, 269-270. RENÉ VERNAU, Etnografía y anales de la Conquista de las Islas Canarias, apud DACIO V. PADRÓN, «Del pasado tinerfeño. El historiador Núñez de la Peña y su tiempo», RH, 69 (1945), 3-25; 70 (1946), 210-222, 220; 71 (1946), 285-89; 72 (1948), 462- 464, y 3 (1926), 26-34, y CHIL Y NARANJO, Estudios históricos, climatológi-cos y patológicos de las Islas Canarias, t. IV, inédito. El Museo Canario. Cfr. A. BÉTHENCOURT MASSIEU, «Una visión lacónica del siglo XVIII», en El Museo Canario (Homenaje al Dr. D. Gregorio Chil y Naranjo (1831-1908), p. 88. 29 GUILLERMO CAMACHO Y PÉREZ GALDÓS, «Una carta del historiador Núñez de la Peña», en Revista de Historia (RH), 45 (1939), 139-142; RA-MÓN FERNÁNDEZ POUSA, «La historia del Cristo de La Laguna según uno de los capítulos inéditos de Juan Núñez de la Peña», en RH, 65 (1944), 51-62; D. V. DARÍAS PADRÓN, art. cit. BUENAVENTURA BONNET REVERÓN, «Nuevas in- Núm. 50 (2004) 861 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 9 Cioranescu y Romeu Palazuelos han considerado sus méritos como autor de su época30 y de la que dejaron opinión encontra-da en la edición crítica. Tales méritos es lo que nos lleva a incluir en primer lugar el texto de la Noticia redactada por don Lope, pues encierra méri-tos suficientes de conocerla tal como salió de su aguda pluma. II. LA CONQUISTA Y ANTIGÜEDADES Pretendo en este apartado aproximarme al fondo de una cuestión historiográfica de Canarias en el siglo XVII. Radica la misma en tratar de entender la valoración que de la Conquista y Antigüedades de las Islas de Gran Canaria se ha realizado a lo largo de estos tres siglos, así como la calidad que ha recibido su autor Juan Núñez de la Peña como historiador. Para ello trataré en una breve aproximación situar la obra en su tiempo, analizar el esfuerzo de su autor y calibrar la ca-pacidad del mismo. Explicar la favorable acogida de ella por parte de sus contemporáneos, así como las razones de la crítica por parte de Viera y Clavijo, a pesar de los esfuerzos mode-radores de Lope de la Guerra. La pervivencia del menosprecio entre los autores liberales del siglo XIX y el intento de restable-cer su prestigio a mediados de la pasada centuria. La obra en su contexto Impresa en 1676, la Conquista y Antigüedades se produce en la plenitud del Barroco. Predominaba por entonces el sentimien-to sobre la razón y la medida. Por tanto, tenía cabida todo lo extraordinario, lo maravilloso y muy especial lo milagrero. He-cho este último potenciado por las polémicas religiosas, reforza-vestigaciones. El cronista don Juan Núñez de la Peña», en RH, 79 (1947), 297-318; 81 (1948), 12-32; 82-83 (1949), 217-236. Este es el más acertado, con una novedosa visión del historiador. 30 ALEJANDRO CIORANESCU, «Juan Núñez de la Peña», en A. MILLARES TORRES, Biografías, t. I, 191-196. 862 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 10 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU das desde el lado católico por algún canon tridentino referente a los misterios de la fe, intervención salvífica por el culto a los Santos, probados por sus milagros, las reliquias y la redención de las almas del purgatorio. Sólo desde esta perspectiva enten-deremos la inusitada credibilidad incluso de los más excelsos historiadores, todavía acientíficios del Seiscientos31. Los excesos consiguientes, acentuados hasta límites irra-cionales, acentuada a consecuencia de los horrores de las Gue-rras de Religión, condujeron a una imperiosa necesidad de renovar los métodos de la historia. Reacción debida a los bene-dictinos de la abadía de Saint Mur. Fue aquí donde Dom Jean Marbillon estableció los principios de la crítica interna y ex-terna frente al documento en su De Re Diplomatica publicada en 168132. El nacimiento de la crítica histórica como método científico tiene su fundamento en la razón, basada en los principios cartesianos y newtonianos que dieron lugar a la Revolución Científica. Si la obra de Marbillon es de 1681 y la de Núñez de la Peña apareció en 1676, es imposible que hubiera alcanzado ni siquie-ra los primeros intentos de movimiento renovador a estos peñas-cos atlánticos. Hubo que esperar a las primeras décadas del si-glo XVIII33. Gestación de las «enmendaciones» Ya vimos como aseveraba, con sumo acierto don Lope, que a pesar de los muchos inconvenientes que contiene la obra de Núñez de la Peña, encierra méritos incontables. Entre los mis-mos se encuentran por vez primera una ingente aportación de fuentes documentales. Pero quizás, considera superior el ánimo perfeccionista del autor, consciente de sus yerros, que procuró enmendar. En otras palabras, el poner al día su libro de 167634. 31 A. BÉTHENCOURT MASSIEU, Prólogo cit., VII. 32 Loc. cit. 33 Ob. cit., VIII. 34 Cfr. en lo expresado acerca de su Informe a Viera. Núm. 50 (2004) 863 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 11 Millares Carlo lo prueba en 1932, cuando sobre la Conquis-ta y Antigüedades establece tres fases en su elaboración. Dos de las mismas han permanecido inéditas. La de 1669, manuscrito titulado Libro de las Antigüedades, un mero boceto, la primera en orden cronológico35. La otra, Idea de la Conquista de estas Islas Canarias, ultimamente añadidas y enmendadas, año de 1679 por Dn Juan Núñez de la Peña36. La intermedia, 1676, fue Conquista y Antigüedades. El «Libro de las Antigüedades» En 1669 con solo 28 años remata su primer proyecto. Plani-ficado para imprimirlo, lo dedicó incluso a don Alonso de Nava, marqués de Villanueva del Prado, precedido de dos décimas y dos sonetos de alabanza como era uso en la época. Su manus-crito se conserva en la Biblioteca Nacional (Madrid), como con-firman numerosos autores37. La Conquista y Antigüedades Hay que pensar que el propio autor estimó que no era obra madura. La lectura de los documentos del viejo Cabildo tiner-feño, lo pusieron de manifiesto, lo que le obligó a introducir sustanciales modificaciones. También introdujo lo que respecta a la isla en la antigüedad. Según Bonnet, la nueva revisión la dio por terminada en 177438. Dos años más tarde aparecen en 35 Libro de las Antigüedades y Conquista de las Islas de Canarias, sv autor el Ldo D. Johan Nvñez de la Peña.. año de 1669, en AGUSTÍN MILLARES CARLO, Ensayo de una Bio-bibliografía de escritores naturales de las Islas Canarias (siglos XVI, XVII y XVIII), Tipografía de Archivos, Madrid, 1932, 272. 36 Ob. cit., 383. 37 Amén de MILLARES CARLO, ob. cit., 318, y BONNET REVERÓN, RH (1947), 209. El manuscrito fue descubierto por LUIS MAFFIOTE-LA ROCHE y la noticia publicada en el Diario de Tenerife, 30-XII-1874. Un estudio sobre el mismo, RAMÓN FERNÁNDEZ POUSA, «La historia del Cristo de La Laguna según unos capítulos inéditos de Juan Núñez de la Peña», en RH (1944), 51-62. 38 B. BONNET REVERÓN, art. cit., RH, 79 (1948), 314. MAFFIOTE conside- 864 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 12 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Madrid, editado en la Imprenta Real, «a costa de Florian Anisson, Impresor de Libros». Apareció con el título de Conquista y Antigüedades de las Is-las de Gran Canaria39. Fue muy bien acogido en las Islas y en la Península. Carlos II tuvo a bien conceder al autor el título de Cronista General de los reinos de Castilla y León, siendo gratifi-cado con una pensión de doscientos ducados. Sin embargo, a pesar del éxito inicial, no ha tenido excesi-vas ediciones. Sólo dos: en 1847 por la Imprenta Isleña en San-ta Cruz de Tenerife y en 1994, con un prólogo introductorio de quien suscribe, la facsimilar, por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. La explicación del escaso interés prestado a este libro obedece como veremos a los ataques, más que críticas que sufrió a partir de los de Viera y Clavijo. Margino entrar ahora en un análisis crítico y valoración de su contenido. De una parte por ser bien conocido de los espe-cialistas y porque el interesado puede encontrar un resumen de los mismos en la bibliografía de las notas anteriores. Las pro-pias mías se encuentran en el prólogo a la edición de 199440. raba que el mns. se conservó en el Círculo de la Amistad de Santa Cruz de Tenerife hasta 1892, en que ardió la biblioteca. Loc. cit. 39 Título completo: Conquista y Antigüedades de las Islas de Gran Cana-ria y su descripción con muchas advertencias de sus privilegios, conquista-dores, pobladores, y otras particularidades, en la mayor poderosa Isla de Tenerife, dirigida a la milagrosa imagen de Nuestra Señora de Candela-ria. Compuesta por el Licenciado don Juan Núñez de la Peña, natural de dicha Isla de Tenerife en la ciudad de La Laguna. Año 1676. Con Privilegio. En Madrid: en la Imprenta Real. A costa de Florián Anisson, Mercader de Libros. Va precedida amén de las licencias, por prólogo del autor, cinco sonetos, una décima y una octava latina anacreóntica. 40 Al título general en la portada es añadido: Reimpreso en Santa Criz de Tenerife, 1847, Imprenta Isleña, Miguel Miranda. Cfr. A. VIZCAYA CAR-PENTER, Tipografía canaria, Instituto de Estudios Canarios, 1964, 181, y MILLARES CANTERO y HERNÁNDEZ SUÁREZ, ob. cit., t. 276-77 y la edición fac-símil cit. Núm. 50 (2004) 865 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 13 La «idea de la conquista», 1679 El deseo de perfección de don Juan, su desbocado interés por los documentos y su afición por estar al día le llevaron a reco-pilar las aportaciones de los escritores de la Antigüedad sobre las Islas y sobre todo una versión manuscrita de la obra de Abreu Galindo y el conocimiento de la primera traducción de Le Canarien. Esta fue publicada por Bergueron. Pero, la que llegó a manos de nuestro autor «acaso [fuera] en la versión inédita del General Luis Fernández de Córdoba, que debió ejecutar durante su mando en Canarias (1638-1643)»41, así como otros papeles. Este conjunto llevole a preparar una nueva edición de la Conquista y Antigüedades. Labor que le ocupó los tres años entre 1676 y 1769, en que redactó su Idea de la Conquista de estas Islas de Canarias ultimamente añadidas y enmedada, año de 1679, por Dn Juan Núñez de la Peña. Aparte de las meras noticias de la historia mítica o de auto-res de la Antigüedad que va encajando a su manera en el texto impreso, como cuñas, más tarde procede a introducir textos más extensos, que puedan abarcar un antiguo capítulo. Y ello por confiar plenamente bien en Abreu Galindo para la época prehispánica, Le Canarien para la conquista normanda —aun-que en algún momento puntual permanezca dubitativo si la fecha correcta es la de los capellanes, 1402 o 1417, dada la au-toridad de Antonio de Nebrija—, bien que para el periodo seño-rial aporte una serie de documentos importantes, casi todos per-tenecientes a los pleitos de Quintos, conservados en el Archivo de Simancas42. En el resto —los libros II y III— no retoca ni siquiera un nombre o una fecha, y menos el estilo literario. Estimo que se-mejante actitud obedece a la certeza de que cada línea o párrafo estaba fundamentado en documentos del archivo del Concejo, 41 Ob. cit., fols. XVIII-XXI. 42 Las aseveraciones anteriores se desprenden de una lectura de la Idea de la Conquista, aunque alguna fue ya identificada por los historiadores laguneros de mediados de la pasada centuria. 866 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 14 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU negándose a perder el tiempo en comprobaciones o someter sus afirmaciones a dudas críticas. Y más aún, cuando trata el si-glo XVII en que las Descripciones observadas por el propio autor, o conocidas a través de lo que hoy denominamos historia oral. III. LA CONQUISTA EN LA HISTORIOGRAFÍA Crítica acerba de Viera Como señalábamos la Conquista y Antigüedades fue recibi-do con el beneplácito general antes de Viera. Sólo en la Topo-grafía del P. Sosa43, Darias Padrón la estima como una respues-ta a la magnificación que don Juan hace de Tenerife44. El comentario de Pedro Agustín del Castillo reduce su juicio a manifestar que Viana y Núñez, «como naturales y vecinos de Tenerife, esmeránse en la de su Patria dejando las demás muy desnudas»45. Ante tanta bonanza, llegamos a Viera y Clavijo. Ante la im-posibilidad de realizar un estudio exhaustivo, diré que el choque es reflejo de toda la inquina de un Ilustrado ante un portaes-tandarte de la sensibilidad y credibilidad del Barroco. Quien lo ha visto con más claridad ha sido el profesor Cioranescu: 43 JOSÉ DE SOSA, Topografía de la Isla de la Fortuna de Gran Canaria... 1678, Imprenta Isleña, Santa Cruz de Tenerife, 1874. Hay edición de 1941 y 1994. 44 D. V. DACIO Y PADRÓN, art. cit., en HC, 70 (1945-46), 214. BONNET REVERÓN va más allá, advirtiendo que la Topografía es una respuesta historiográfica que refleja ya la existencia de un enfrentamiento entre Gran Canaria y Tenerife, que después encontraremos acentuada en la Historia Ge-neral de MILLARES TORRES. 45 P. H. CASTILLO Y DÍAZ DE VERGARA, Descripción histórica y geográfica de las Islas de Canarias (1737) [Prólogo y edición de Antonio de BÉTHEN-COURT MASSIEU], Las Palmas de G.C., 2002, 11. Sin embargo, el autor en páginas anteriores lamentando los fondos documentales perdidos en todas las islas, excepto en Tenerife, explica las diferencias. Aunque Castillo recu-peró muchos documentos del resto de las islas, incluso de Tenerife, no fue capaz de viajar a la misma para visitar los archivos, cosa que sí realizó en Gran Canaria, Núñez de la Peña, aunque en una visita fugaz. BONNET, art. cit. en RH, 81 (1948), 16. Núm. 50 (2004) 867 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 15 «Núñez de la Peña parece haber irritado más de una vez y provocado a responder. Muchos de los párrafos en los primeros libros son una discusión cerrada con Núñez de la Peña, para rebatir su edificio histórico y derribarlo, para mofarse discretamente alguna vez de su credibilidad y de su falta de criterio; y todo ello no es porque se encuentra con un escritor rutinario, sino porque siente verdaderas ganas de rebatirle»46. Efectivamente, en un rápido repaso a las Noticias de Viera, aunque alguna vez se apoye en don Juan, en más de una cincuentena de ocasiones, no sólo disiente, sino que procura desautorizarle con algún grado más de acidez que de ironía, sin que falten exageraciones47. ¿Para qué traer a cuento tantos tex-tos conocidos de todos? La mayor acritud la muestra en el contenido del primer li-bro, que es justamente la que Núñez de la Peña trató de en-mendar. Viera, por tanto, ignora conscientemente el trabajo que se tomará su amigo y colaborador don Lope, no solo con la biografía del citado autor, sino con la copia de la Idea de la Conquista que conservaba en su biblioteca. Y prueba de que tuvo ambos textos, la tenemos en que la biografía de Núñez de la Peña, es incluida en el capítulo XIX del tomo VIII de las Noticias, es una simple reproducción del trabajo de don Lope48. La crítica tuvo tal éxito que las han venido reiterando la casi totalidad de los historiadores que se han acercado al cronista, si se aceptara el calificativo de Serra Rafols para todos los autores que han tratado el pasado de las listas anteriores a Viera, «pri-mer historiador de Canarias». Curioso es señalar y creo que de algún interés para evaluar el respeto científico que Viera sentía por las opiniones de sus íntimos colaboradores. No hizo el menos caso de la labor meri-toria de don Lope, quien le advirtió sobre Núñez de la Peña: «No he visto cosa que no haya sido reformada en su manuscrito, a excepción de los milagros y otras cosas que parecían piedad». 46 Apud A. BÉTHENCOURT, «Prólogo y estudio de la Conquista y Antigüe-dades », 1994, XVIII. 47 BÉTHENCOURT, loc. cit. 48 Noticias cit., t. II, 899-902. 868 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 16 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Núñez de la Peña ante la historiografía del siglo XIX La valoración negativa arrastró sobre todo a los historiado-res de la citada centuria. En casi todos los casos, a las razones de los ilustrados, añadimos el anticlericalismo que entre ellos predominaba. Caso sobresaliente es el de don Agustín Millares Torres. Caso paradigmático, pues como Viera no sólo conocía la Idea de la Conquista y en algo la valoró, pues tuvo con su pa-ciencia benedictina el trabajo de incorporar el manuscrito a su Colección de Documentos para la Historia de Canarias. Sin em-bargo, sí utilizó la biografía de don Lope, al igual que Viera, para las páginas que le dedica a don Juan en su Biografía de canarios célebres49. Abierta la senda, las valoraciones y críticas negativas no fal-taron en la Etnografía y Anales de la Conquista de las Islas Ca-narias de René Berthelot; el más duro, paradójicamente, fue Menéndez Pelayo50, e incluso alcanza ya en el XIX a el sacerdote Rodríguez Moure. Todavía más paradójico es el caso del Dr. Chil y Naranjo, quien a pesar de su acerbado anticlericalismo, aun-que para el siglo XVII todos los piropos los dedica al P. Sosa, la obra de Núñez de la Peña la califica de «una joya»51. Reivindicación en el siglo XX Hubo que esperar a la década de los cuarenta de la pasada centuria, cuando alguno de los historiadores del círculo de la Revista de Historia trataron de reivindicar a nuestro autor. Don Dacio V. Darias llevado por el entusiasmo y don Buenaventura 49 «Don Juan Núñez de la Peña» en Biografía de canarios célebres, EDIRCA, Las Palmas de G.C., 1982, 2 t., I, 183-190. 50 Los mismos señalando excesivas críticas, DARÍAS PADRÓN, art. cit., en HC, 70 (1945), 220, y BONNET, en el caso de Berthelot, en RH, 76 (1947), 318, respectivamente. 51 A. BÉTHENCOURT MASSIEU, «Una visión lacónica del siglo XVIII», en revista El Museo Canario, LVI (2001), 85-102. Número dedicado como Ho-menaje al Dr. Gregorio Chil y Naranjo (1831-1901). Núm. 50 (2004) 869 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 17 Bonnet en un tono más mesurado, trató éste de situar la obra en su justo mérito52. El primero no sólo acusa a Viera de manipulador e injusto porque, conociendo el texto de la Idea de la Conquista, no rectifi-ca sino que afirma que si el arcediano era «bastante más ilustra-do », con respecto a Núñez, «era mucho, pero que mucho menos investigador». Dejó, para él, llevarse de «su inclinación crítica». La opinión de don Dacio es superada por Bonnet en su ex-tenso y metódico trabajo, donde reivindica a Núñez, pero sin pasión. En su ponderado análisis señala sus muchos defectos, que no oscurecen lo mucho de positivo, no sólo de la Conquista sino a lo largo de su extensa obra. Reconoce que su redacción es «insípida» y no acepta sus beaterias, pero al otro lado de la balanza pone las noticias que obtiene de la masa de documen-tos conservados en el Concejo, aunque «inserte muchos anacro-nismos, errores y equivocaciones53». Justifica don Buenaventura su escaso espíritu crítico y filo-sofía, la carencia en su época de «librerías», salvo libros ecle-siásticos, así como el estilo del escolasticismo, etc., lo que no le impidió «emprender un trabajo inmenso en medio del mayor desamparo y oscuridad54». Finalmente, aprovecha la «permanente ironía» del arcedia-no ante el genealogista, cuando evoca la prédica del obispo como prolegómenos de la batalla que acarrea la rendición de los grancanarios, «de cierto sermón muy enérgico del obispo, etc.», «y hace constar las huestes enemigas de sesenta mil bárbaros, cuando los cristianos no llegaban a ocho mil hombres», y trae a cuenta el que Viera pone en boca de Fernando Guanarteme, «pues no es más seguro —asevera— que el de Núñez de la 52 DARÍAS, HC, 70 (1945), 210. Es más, afirma que don Juan conoció el texto de Abreu Galindo antes de publicar la Conquista (1676), en la pág. 119 y estima que no es posible silenciar su mucho amor a su patria e Isla, así como muchas de las novedades que aportó. 53 DARÍAS, ob. cit., 70 (1945), 216. Afirma, incluso reitera, que Núñez tuvo en sus manos el manuscrito de Abreu Galindo con anterioridad a la aparición de su Conquista. 54 BONNET, ob. cit., 76 (1947), p. 317. 870 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 18 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Peña55». De lo que Bonnet deduce que el Ilustrado «demuestra una enemistad detestable contra nuestro autor, no obstante se-guir las muchas, como fuera indubitable56». ¿El juicio definitivo? Hay que alabar en justicia el logro de Bonnet al centrar la polémica sobre la Conquista y Antigüedades y su autor en un equilibrado y sopesado valor como fuente e historiador, colocán-dolo en su momento histórico. Sin embargo, el inestimable Alejandro Cioranescu profundi-za aún sobre el problema con la agudeza que le caracteriza. En un pequeño ensayo, tan solo cuatro páginas, se permite el lujo de aportar algunos documentos inéditos para la biografía del personaje y valorarlo con mayor acierto. Aún reconociendo, no sin tristeza, todas las tachas ya enumeradas, reconoce como injusto negarle dos de sus preciadas virtudes: «Núñez de la Peña es el primer historiador de Canarias que utiliza sistemáticamente fondos documentales allí don-de los demás no solían sino fuentes narrativas. Además, no se ha notado que sabe más observar y narrar cosas vistas que leer e interpretar. Es lástima que el compilador haya ahogado en él al narrador»57. Como quiera que no este lugar adecuado para un análi-sis pormenorizado de sus aciertos como narrador a lo largo de los dos últimos libros de su Conquista, parece oportuno traer al menos algunos ejemplos. El constante intercambio de ideas con el profesor Antonio Macías hizo alumbrar algunas de las que introduje en el prólogo facsimiliar58. Veamos algunos ejemplos. 55 Loc. cit. 56 Art. cit., 24-25. 57 «Juan Núñez de la Peña», en Biografía de canarios célebres de AGUSTÍN MILLARES TORRES, EDIRCA, Las Palmas de G.C., 1992. t. II, 191-194. 58 «Prólogo» cit., XXI y XXII. Núm. 50 (2004) 871 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 19 Es muy estimable esta colección diplomática que encierra su segundo libro. Con su aportación, aunque reducida a mera transcripción de documentos, nos demuestra Núñez de la Peña que fue consciente de una parcela de nuestra historia tan liga-da a la identidad del canario. En efecto, sabido es que la posi-ción en el océano, su estructura geográfica, hacen indispensa-ble para su devenir el reconocimiento de unas especificidades. De ahí la imperiosa necesidad de tener las concesiones y privile-gios a mano, pues su vigencia no sólo depende del isleño frente al poder central, sino del juego de intereses y presiones de ter-ceros a veces con peso definitorio. El capítulo IX del libro I es de gran interés porque a pesar de colocar los hechos que considera interesantes siguiendo un estricto orden cronológico, nos muestra sobre qué temas recaía el interés del autor y qué actualidad pueden disfrutar hoy como fuente. En esta línea, comencemos por destacar dos textos. Tenerife, «la mayor y más poblada de las Canarias y más rica por las muchas viñas y heredamientos de vinos de malvasía y vidueños, que es la principal mercancía que de ella sale para otros Reynos, y por ello tanta cantidad de dinero y hacienda reciben sus dueños». Ello ha permitido la constitución de dos-cientos cincuenta mayorazgos, «los más de cien mil ducados de principal y los menos de cincuenta mil ducados, y muchos vín-culos de a veinte y doce mil ducados de principal, que rentan muy bien». El segundo: «La moneda que en ella [Tenerife] co-rre es de plata y no ay vellón, excepto algunos quartos de los grandes». Como complemento señala el contraste entre los módicos precios de los productos de la centuria anterior con la carestía de los que consumían por aquellas fechas. Seña-la como causa el aumento demográfíco —tema de su preferen-cia—, aunque la producción de los de autoconsumo no ha de-jado de crecer. A los anteriores podrían añadirse una nueva adscripción que el mencionado profesor ve implícita en Núñez de la Peña; coin-cidente con lo que expuse en el prólogo a Manuel Ramírez, el predominio de la concepción regionalista en el siglo XVII. El mercado del Archipiélago funcionaba a nivel interinsular sobre la base de la compleja complementariedad de los productos insu- 872 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 20 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU lares. Complementariedad que contaba con una fácil y barata red de comunicaciones, pues nuestro mar, al decir del marqués de Villanueva del Prado jugaba como el de los canales en Flandes. El producto del vino tinerfeño llegaba a todos los rin-cones. Finalmente, planteo si la obra magna de don Juan es una historia de Canarias o una historia canaria y pienso que su vi-sión de aspectos exclusivos del Archipiélago y más específi-camente de su Isla, la aserción más a la segunda concepción que a la primera59. PALABRAS FINALES A estas alturas, reconociendo que el historiador tinerfeño fuera mejor observador que crítico ante la masa documental y los nuevos libros que llegaban a sus manos y que, por lo tanto, interesan hoy más como fuente los libros II y III de su Conquis-ta y Antigüedades que el primero, que fue el único que trató de enmendar, más que ampliar, con la Idea de la Conquista, texto que a continuación damos a conocer. Es de justicia darlo a luz, como homenaje a su personalidad como investigador de amplio abanico, dentro de la historiografía insular. Desde otra óptica yo me libero de la deuda de no haberlo publicado junto con la edición facsímil, por las razones ya ex-puestas. Y al tiempo cumplo, como historiador respetuoso con los colegas que son y fueron, de cumplir recomendaciones que en alguna medida obligan, como historiadores de la talla de Millares Torres y Bonnet Reverón60. 59 Ibídem, XXII. 60 De MILLARES: «Es de lamentar que los editores que en 1847 publica-ron en Santa Cruz de Tenerife la nueva edición de esta obra no hubieran tenido copia de aquellas correcciones, depurando con ellas el texto y am-pliando así la voluntad de su autor». De BONNET: «La tercera y última producción histórica de Núñez de la Peña será conveniente publicarla, pues completa la edición de 1676, cree-mos que este sea el mejor homenaje que podía rendírsele». Núm. 50 (2004) 873 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA NOTICIA DE Dn. JUAN NUÑEZ DE LA PEÑA, CRONISTA DE LOS REINOS DE CASTILLA Y LEON, FAMILIAR DEL SANTO OFICIO, HISTORIADOR DE CANARIAS, ESCRITO POR D. LOPE DE LA GUERRA Y PEÑA PARA Dn. JOSE VIERA Y CLAVIJO* Dn. Juan Nuñez de la Peña nacio en la Ciudad de la Lagª de Tenerife y fue bautizado en la parroquia de los Remedios en 31 de mayo de 1641. Fueron sus padres el Capitan Juan Nuñez de la Peña y su mujer Maria de Sales, veca de dicha Ciudad. De su infancia solo tengo la noticia que el mismo refiere, pag. 316, que se reduce a que cayo en un charco y lo sacaron sin ahogarse por milagro de las Mercedes de la Hermita de dicha Ciu-dad y que seria de 8 años, el Domingo de la Ascension de 1649 en que fue este suceso y que se hacia la fiesta de las Mercedes. Parece que su primer destino fue el estudio eclesiastico y que recibio las primeras ordenes pr lo que se llamo iniciado y en un libro del licenciadoA. Dicen algunos que fue notario y que habiendo ido con el Obispo / 22vo. Ximenes a la visita empezo a hacer el cau-dal de noticias por los testamentos, capellanias, protocolos de Iglª., etc., con que hizo sus primeros ensayos de Genealogia. Imprimio su Descripcion de las Islas Canarias o Conquista y Antigüedades de las Islas Canarias, año 1676, y la escribio en los años de 1666 hasta 1674, segun se colige de las fechas, hablando del Obispo Ximenes, pag. 351, y de los Regs, pag. 450. Pero no se puede ocultar que cuando Dn. Juan escribio la descripcion, no te-nia toda la extension de noticias que eran convenientes. Esta fue * Colección de Documentos para la Historia de las Islas Canarias. Recopilados por Agustín Millares, tomo 3.º, 22ro-25vº, El Museo Canario, Mns. 1176. A Existe con titulo de Ordenes y su libr, pág. 35, hablando de Dn. Fray Juan de Toledo dice: llego a Tenerife pr el mes de Nobe del año 1668, y con las pri-meras ordenes que dio en las Temporas de Dice de dicho año me ordeno este santo prelado de ordenes menores, habiendome examinado personalmente. 874 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 22 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU una obra precipitada. El no habia visto la obra de Abreu Galindo y la que se ha tenido presente era toda copiada de puño y letra. El vio despues a Bontier y Le Verrier y otros muchos libros y papeles. El equivoco algunas genealogias y aventuro algunas especies genealogicas no bien averiguadas, que despues enmendo y averiguo mejorar. El tenia 33 años cuando salio su libro de las manos para qe se imprimiera. Ninguno conocio mejor que Nuñez de la Peña sus erratas. No he visto cosa que no se le nota en cuanto a la verdad de los he-chos que no la haya visto reformada en sus manuscritos a ecepcion de los Milagros y otras cosas que parecian piedad en aquellos tiem-pos. La Conquista la volvio a reprender de todo punto y el año 1679 ya tenia mamotretos pa sacarla corregida y añadida en otra impresion. Ya tenia un cuaderno abultado (que no se donde para) que solo contenia enmendaciones y adiciones a las genealogias de impreso. Cuando se habla mal de tal libro es necesario hacer su elogio del autor que ha dado material para reformarlo y de que con un trabajo inmenso nos ha conservado muchas noticias que con la esperiencia se ve que ningun otro se tomo la tarea de escribirlas ni bien, ni mal. El no tuvo criticas, que no se usaba entonces / 23ro., ni hubo estension de conocimientos en otras facultades, no hubo libreria, ni tubo amigos que le ayudasen y le corrigiesen con inte-ligencia; y la falta de dineros pa amanuenses y aun pa si. Pero tan-to mayor celo por su patria, tanto mayor a la literatura, tanto mayor trabajo y tanto mayor debe ser su reconocimiento de los que hemos venido despues al advertir las equivocaciones de este insig-ne trabajador, aumento de la verdad y de las antigüedades de su patria a hacer utiles sus trabajos y hacer qe el intento y no pudo publicar. Don Juan repaso todos los papeles del Ayuntamiento, el crecido numero de los libros de acuerdo, las datas, los libros de Cedulas Rs, los protocolos de escribanos, los legajos sueltos, los procesos, etc., que todos se hallan con notas de su puño a los margenes. Formo un indice alfabetico de todos los acuerdo y otro de las Cedulas Rs. Se han consumido o estan guardados y ocultos en casaB. Yo he visto un fragmento de su borrador del indice de Cedulas Rs qe es de mucho trabajo y lo he hallado exacto en sus remisiones. El formo el libro de Ordenanzas de la isla, sacado por su orden todos los acuerdos qe no estaban revocados y conducian hacer un cuerpo de obras que concluyo el año de 1670. Este libro subsiste B De seguro que el indice de acuerdos lo recogio el essº Dn. Jose de Uque, que lo tenía su antecesor. Uque lo tubo en misterio por hacer estimable sus noticias. Murio Uque y se ignora el paradero de este libro [Esta nota está al pie del folio 23 rº]. Núm. 50 (2004) 875 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 23 aun y hubiera sido muy util que lo hubiesen impreso, porque pue-de desaparecer, como han desaparecido otros libros mas utiles del Ayuntamiento. La Ciudad lo remunero pr estos trabajos con algunos centena-res de ducados y le dio las gracias, cuyos acuerdos qe he visto, / 23ro. los habra apuntado Molina. Dn. Juan paso todos los oficios de escribanos publicos e hizo apuntar de todos los instrumentos, cuyos cuadernos andan hoy esparcidosA. El ordeno todos los protocolos de casi todas las Igle-sias y casas particulares. De los libros de bautismo y confirmacion hizo extractos. No hay casa en la isla de Tenerife, donde no se halla una porcion de papeles de puño de D. Juan Nuñez de la Peña y en muchas, cofres enteros. Mayorazgos, Capellanias, sucesiones, Etc., todo paso por su mano. El Marques de Villanueva del Prado, Dn. Alonso de Nava, pro-tector de Dn. Juan Nuñez de la Peña, era Cabro de Calatrava y voto diferentes comisiones pa habitos de las Ordenes militares, en todas estas pruebas trabajo Dn. Juan y en cada una reservo cuadernos con noticia de los instrumentos qe los componia. Sus otras Genealogias o Arboles hechos de su mano es posible que paren en tantos tomos como los del Cardenal de Luca. Por su muerte dejo la mayor parte de estos originales en el Convento de San Agustin de la Ciudad de la Laga pr qe el que necesitase algu-na cosa o noticia, diese limosna pra una misa; po un fraile procura-dor, que llamaban Fray Agustin de Torres, que abuso de estos papeles pa hacer genealogias y nobles pro el corrido de los apellidos a cuantos le pagaban, vendio tambien mucha parte de esos cua-dernos y consumio otros. Pero aun obran muchos en dicho con-vento. / 24ro. Dn. Juan nunca tuvo caudal pa tener libros impresos; pro con un trabajo continuo e imponderable apuntaba cuanto le llega-ba a la mano de curioso: menciones Reales, de medicina, astrologia y geografia. Yo he visto de su puño una gran porcion de adagios españoles medicos, que despues he visto el libro impreso donde hubo la flema de copiarlos. De cuantas desgracia, de secretos de la naturaleza, de historietas, de antigüedades, de todo se hallan catalogos en sus manuscritos. Para que se dieran a luz y poder levantar las genealogias hasta de las gentes mas oscuras, copiaba los padrones de las particiones, libros de cofradias y cuanto podria conducir al conocimiento de las A Vean esta nota a la vuelta bajo esta letra: El Dr. Dn. Fernando de la Gue-rra y Ayala tenía algunos de estos cuadernos y un muchacho que le servia y quiso hacer un nacimiento, pareciendole los papeles mas inutiles por viejos, lo empleo en carbones [Denota que es nota, a la añadida anteriormente]. 876 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 24 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU personas que habian vivido de la parroquia en que habian habitado y de los años en que otorgaron instrumentos. De las obras mas formales que trabajo, solo he sabido que im-primieron la Conquista y Antigüedades de las Islas de Canaria. Una relacion del volcan de Güimar, se que se imprimio esta relacion pro no la he visto, tengo el diario de este suceso de letra del mismo. Y una hoja volante de enmendacion a las Genealogias de un libro de la Conquista. De esta hoja ya se embio copia. Quedaron ineditos un libro de marca mayor en que habia dibu-jado de su mano los escudos de armas de las familias de islas con algunas breves notas o explicacion. Este libro lo tenia el Dr. Dn. Fernando de la Guerra y Ayala, Beneficiado de los Remedios, exa-minador sinodal, etc., que murio el 7 de junio de 1756, lo presto y no ha vuelto parecer. Un libro de las Capellanias de Tenerife, con sus fundaciones y arboles correspondientes pa saber los llamados a ellos. He oido ha-blar de este libro, del que solo he visto algunos borradores qe pa-recen aparato pa dicha obra, que no vi, ni existe. / 24vo. Un opusculo de las funciones reales que se habian cele-brado en la Parroquia de los Remedios de la Lagna. He visto frag-mentos de esta obra y pienso tuvo su origen cuando los altercados sobre la funcion de los agravios. Parece trabajaba en hacer una edicion de las principales Cedulas que estavan en los libros del Ayuntamiento, como le ofrecio, pag. 316. Obra que hubiera sido muy util. Tengo un frag-mento de esta obra. Un libro en folio de instrucciones, formularios pa hacer prue-bas pr las ordenes militares. Para en poder de Dn. Agustin de Bethen-court y Castro, Cabo de Calatrava. No hago mencion de otros cuadernos en que se trata tanta va-riedad de apuntes que no es facil reducirlos a un genero. El siste-ma del Infierno entra en una de estas compilaciones. Por una carta que escribio al Mariscal de Campo D. Gaspar del Hoyo, Cabo de Calatrava (qe fue el primer Marques de la Villa de San Andres) se sabe qe Dn. Juan estubo en España, especialmente en Cordova y Toledo; porqe pide al dicho Maestre de Campo unas estampas de la Imagen de .... a que tenia mucha devocion, desde que habia estado en Toledo. El Dr. D. Franco Nuñez de la Peña, su hermano mayor, fue cura de Burguillos, junto a Toledo. Donde murio en 29 de junio de 1662 y sus abuelos maternos Cristobal de Solis y Leonor de la Cruz Muñoz eran tambien de Cordova. En consideracion a su libro de la Conquista le concedio el Rey una pension de 200 pesos y el titulo de Cronista Gral de los Reynos de Castilla y Leon: titulo que hizo valer no tanto por ser llamado el Núm. 50 (2004) 877 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 25 Sor. Cronista, sino pr qe, persuadido, o se persuadieron sus contem-poraneos, de que era un / 25ro. Titulo del Rey de Armas o Heraldo, y que sus certificaciones hacian tanta fe como ejecutoria. Y en efec-to, las daba con todo su encabezamiento y se guardan hasta el presente y muchas estan protocoladas en oficios publicos. Del trabajo continuo de leer letras antiguas y en escribir los manuscritos qe admiran, se resulto la falta de vista que, como el mismo dice en algunas declaraciones suyas que tengo en la informacion del año 1718, ya habia algunos años que padecia de este defecto, pro no obstante firmaba. Las genealogias fueron su inclinacion favorita. Ellas lo alimen-taron, ellas lo cegaron y ellas han hecho permanecer su memoria. Las que elogian eran una[s] pa manifestar un agradecimiento y en armonia pa sus desagravios. Con ellas se hacia respetable y toda gente nueva lo temia. A veces unia en una pieza lo favorable y dañoso. Yo he visto en un mismo pliego de su puño y de una mis-ma persona pr un lado las alianzas brillantes y los empleos hono-rificos y por el reverso las alianzas oscuras y los afanes y borrones de los aliados y ascendientes. El vivio manteista y celibato hasta su muerte, que tubo presen-te tiempo antes de que llegase. Eligio sepulcro en el claustro del convento de S. Agustin de la Laga, donde queda el paso pa entrar en el Refectorio. Su entorno esta de madera y en el se lee lo si-guiente, que el hizo poner en letras mayusculas Hi est requiem mea Peña Año1707 Piadoso cristiano amigo, Un pecador que aqui yace Te ruega pr caridad Digas: requiescat in pace / 25vo. Se dice que visitaba con frecuencia su sepulcro y repetia: Hi est requies mea. Al fin lo ocupo el 3 de enero de 1721, de edad de sesenta y nueve años y meses. Otorgo su testamento el 20 de noviembre de 1720, que esta al fol. 57 de registro de Dn. Juan Antonio Sanchez. Los religiosos del convento de S. Agustin dicen algunos dias del año un responso sobre el sepulcro del Cronista D. Juan Nuñez de la Peña. ————— Fin 878 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Idea de la Conquista destas Islas de Canaria ultimamente añadida y enmendada, año de 1675 por Dn. Juan Nuñez de la Peña* Capo 1º, de Numero, nombre, sitio, region y Origen de las Islas En este Capto dice como el numero y nombre de las Islas han sido de diferentes pareceres que uno contaron 6, otros 7, otros 8, trae las curiosidades de Plinio, cap. 3, lib. 6, cita el Dr. Xpto, fol. 18, a Jacobo philipo Bergoman en el lib. 6, hablando de lo acontecido en el año de 1490, en el suplemto a las Chronicas, a Antonio de Nebrixa palabra fortunate. Tholomeo, Fortunatorum Insula, nume-ro sex, Ecta. Que aprositus es una Isla encubierta que llamaron Sn Borondon, cita su Libro, fol. 3 el Libro antiguo de la Cathedral, que se perdio, traia la historia de Sn Blondon, que Salino y Capela nom-bran solo 6 Islas. Refiere lo que dice Plutarco en la vida de Sertorio, sobre contar algunos no mas de seis Islas, dice que pu-dieron en algun tpo unidas la de Lanzarote y Fuerteventura y las dividiese el mar como el Faro de Mecina. Dice un autor de otros tpos estraña qe la Cosperia de Tholomeo sea Thenerife, afirmandose en lo que / 1vo. dice Niger, citado por Côdolo Stephano en su Diccionario, verbo Capraria, que la esperia de Ptolomeo, la Capraria de Plinio (que es Lanzarote) son una mis-ma cosa, pero no es de creer dixera de hacer mo de Tenerife, sien-do de las Islas mayores. Que los entonces andan encontrados en aplicar los nombres a las Islas. Siete son las Islas, su libr., fol. 4, como se ve y dice Escio Martino y Nebrixa, Lib. 2, Dec. 2, cap. 1. Abrahan Ortelio, Lib. de la Sinonimia Geographica, Ambrosio Calepino y otros modernos, que estan pobladas de catholicos, sin * [Colección de Documentos para la Historia de las Islas Canarias. Recopilados por Agustín Millares. Tomo 3º,Manuscritos varios. = O sea 6, 25 hojas en 8º. El Museo Canario, Mns., 1174 de la Colección Roja]. Núm. 50 (2004) 879 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 27 la Isla Aprosit, que no ha podido conseguir, 5 las despobladas pe-queñas situadas en el mas occidental Atlantico, como dice Plinio, Siculo, Bergano y otros, pertenecen al Africa. El Pe fr. Balthasar de Victoria en el Theatro de los Dioses de la Gentilidad, lib. 7, cap. 16, fol. 569, tratando de Africa, dice tiene Africa muy buenas y famo-sas Islas, como lo pueden ver los curiosos en el Tholomeo, en las Tablas de Africa, y mucho mejor en el Theatro del Mundo que escribio Juan Flavio Galacio Salonense; pero las mas notables son las Canarias 200 leguas de España: la prima es Lanzarote, etc., dice su colocacion, que la de Tene es la mayor; que esta en medio de las otras, que las otras como hijas se socorren con sus frutos, que es triangular. Los cosmografos tuvieron entendido que este, como en su lib., fol. 5, y añade en lo que nos dice el Pe fr. Julian del Castillo en la hista de los Reyes Godos, que escribio el año 1624, lib. 2, die. 2, con estas palabras: y navegando el / 2ro. estrecho de Gibraltar por oceano al poniente esta la Isla de la Madera, 70 leguas de Canaria y muy lejos de ella se ve, en un Tholomeo dirigido al Papa Urbino, antes señalada la Antilla, o no hallada, que otro tpo fue vista y entrada por los Lusitanos y ahora no se halla; y aunque segun Medina en las Gran-dezas de Espa en estos tpos, los navegantes de lexos la han visto, y lle-gado cerca, desaparece; y dice Tholomeo que hay en ella gentes que hablan la lengua que hablan los Godos en Espa qdo fue destruida por los Moros en tpo del Rey Dn. Rodrigo y que tiene un Arzobpo, 6 Obis-pos, Etc. dice como algunas Islas han estado sin descubrirse algu-nos años, y por fin afirma que la hay por las razones que llevo re-feridas. Prosiguese desde el fol. 13 hasta acabar el Cap. 1. Capo 2 de la Descripcion y origen de los naturales de estas Islas Canarias. Como el Lib. hasta el fol. 22. Fueron conocidas con el nombre de afortunadas desde la navegacion de Hannon, cartagines, 445 años de la encarnacion del Verbo. Como dice Florian de Ocampo, Lib. 3, Cap. 9, que cita a muchos, asi griegos como latinos, y muchos de ellos fueron llamados Campos eliseos, huertas de Esperides. No hay duda que fueron conocidas por los antiguos y no hay duda que desde la encarnacion hay habitadores en ellas. Sn Bartholome pre-dicando cita sus palabras y desps murio en la Armenia mayor, y que no hay duda fueron los Indios fortunados los de estas Islas, porque los escritos antiguos les diesen este nombre y en muchas partes las llaman Indias de Canaria / 2vo y en muchos libros se ha-lla asi escrito, pues el Pe fr. Gregorio Garcia, en el Lib. 5 de la predicacion del Evango en el nuevo mundo y el Pe Levron de Vasconcelos en la vida del vene Pe Jph. de Anchieta disen que perte-necen a la America, en qe el Sto. les dio el nombre, de que tuvo noticia. 880 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 28 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Dice Primo, obpo Calibonense, qe Sn Avito murio martir en la Isla de Canaria con estas palabras: Canaria Insula in oceano atlan-tico: hic se data est crissa fides, hic Avitas martir. Y Flavio Lucio Dextro, que fue en tpo de Sn Geronimo por los años de C. de 105, dice qe uno de los varones ilustres con quien confirmo algunas cosas Sn Marco Marcelo, siendo Arzobo de Toledo (que fue por los años de 120) que fue Sn Avito y que este moria martir en Isla fortunadas: Avitus qui profectas postad insula fortunatas, Martyr fuit, y constata lo mismo Tamayo Salazar en su Martirologio Español, en el 4.3 de hersi 55: In Canaria ex insulis fortunates; partibus sanctus Avitas, presbiter, discipulies Beato Mario Marceli, Etc. Tambien estuvieron en estas Islas Sn Blandamo y Sn Macario, 500 años despues del nacimiento de Xpto., segun el Martirologio Agustiniano predicaron la fe en ellas, no padecieron martirio. Quando los naturales fueron conquistados no los hallaron con co-nocimiento de fe catolica, pero con algunas ceremonias confusas parecidas a los de la Igla Romana generalmte en Tenerife. Capº 3. de la fertilidad de las Islas y costum / 3vo bres de sus natu-rales y sus Leyes = fol. 23 del Lib. I. Las I. son fertiles en todo genero de mantenimientos, de nada tienen falta, y qdo por nrs cul-pas la esterilidad hacen en ellas asiento, Dios como Pe de miseri-cordia permita no comprehender a todos las carestia, y que en lo que en mas falta se halla en otras, y qdo en todas hay falta, inspira en los Reynos mas retirados para qe traigan mantenimientos. La Isla de Tene es la mas abundante, crecen sus empinados Montes todo genero de arboles Laureles, Robles, Pinos, etc. Prosi-gue en el Lib. Desde fol. 23 hasta 26, qe acaba no le admira del que refiere. Aqui se pondra el Castaño viejo de la Orotava que se vio oculto que tuvo de grueso…… La viga del Lagar de Dn Franco Bautista, que tenia de grueso por la cabeza 13 palmos de alto = La higuera que esta en unas tierras de Franco de Soria en bajamar, que coge tres almudes de tierra. El racimo de uvas de Benigno, que se trajo al gral. Dn. Pedro Carrillo que peso 25 librasA. La patata de cuyo peso dira Franco Samvia. En las demas Islas se han visto tambien cosas notables, que mas son por crecidas vistas que con-tadas. En Lanzarote no hay bosques, sino espinales pequeños. En Fuertevra hay bosques de menos arboles que llaman Tarbais, que dan una goma blanca medicinal. Dan leche de gran utilidad a manera de balsamo, hay muchas palmas datileras. A «De viña de Taganana. El viejo Dn. Jph de Mesa se acuerda de otro raci-mo monstruoso, presentado a otra gral». [Texto al margen] Núm. 50 (2004) 881 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 29 Hay en estas Islas 3 fuentes que sus aguas obran maravillosos efectos, las dos de agua, una en Teror en Cana y otra en Chasna de Tene. Otra en la Palma, en el termino / 3vo deA que tapo el volcan que rebento y corrio al mar el año de 1677, que se puede volver a descubrir. En Tenerife hay dos fuentes en el camino de Chasna, en un paraje que llaman Guajara, de poca diferencia la una de la otra: de una beben los caminantes, y dan de beber a los ganados; la otra esta cubierta para qe no beban de ella, porqe hay experiencia que los que han bebido de ella viven poco. E pensado si con estas, aque-llas dos fuentes qe dice Pomponio Mela en el Lib. 3 de situ orbis, Cap. II, que havia dos en estas Islas que los que bebian de una tomaban tanto placer que del morian, y los que bebiendo luego de la otra templaban los placeres, y que si bebian presto de esta sentian gran melancolia y que si no bebian luego de la otra, y aunqe este autor con Florian de Ocampo dicen estar en Canarias, no es mucho que siendo todas Islas de Canaria, se equivoquen. Otra fuen-te agria que observa maravillosos efectos en Teror de Canaria se seco, porqe sus vecos daban en venderlas y asi lo permitio el Señor. Fol. 26 del Lib. Los naturales de estas Islas no tuvieron Idolos, ni adoraron al Sol, Luna, etc., un solo Dios adoraban. Los de Tenerife lo llamaban de diferentes nombres Achuhazahar, Acunu-dareb, Achiguahurmar, Achahundaret, Hueanech, Masceite, Aioran, Azanen, que queria decir grande, sublime, el que todo lo sustenta, Autor de lo criado, sin principio ni fin, causa de las causas. No conocieron la inmortalidad de las almas, confesaban que habia in-fierno solo para uno que estaba padeciendo, llamaban al infier / 4ro no Echeyde y creian estaba en el Pico. Quando no llovia separaban las ovejas de los cabritillos en un lugar destinado, hincaban una lanza y ponido las ovejas junto a ella, las que por el amor de sus hijos, que se los tenian apartados, da-ban muchos validos, andando alrededor de la Lanza, y los hijuelos por otra parte balaban, y con esto decian que Dios se apiadaba de ellos. En Canaria pa pedir este socorro hacian en los Lugares altos, señalados para ello, que subiesen unas personas de buena vida que guardaban castidad y con las manos, levantando los ojos al Cielo pedian a Dios el rocio y de los frutos que se cogian se les daba cierta parte para su sustento, y si les sobraba algo del año antecedte lo daban a los pobres. Los de Tenerife tenian unas Mugeres que cuando una criatura nacia le echaban agua i le ponian nombre, y contrahian parentes-co, que aunqe se pregunto a los guanches del principio de esto, no supieron dar noticia, i que pudo ser desde el tpo de Sn Bartholome, Sn Avito y Sn Blandano. Los Padres enseñaban a sus hijos que havia A «Llaman del Charco Verde». [Al margen] 882 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 30 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU un Dios que todo lo criaba, que era muy poderoso, que les susten-taba, que honrasen a sus Padres y hermanos mayores, que no agra-viasen de obra, ni de palabra, que fuesen honestos, que no quita-sen lo ageno, que no fuesen falsarios, amonestabanles las leyes establecidas entre ellos, al hijo inobediente mataban a pedradas, al homicida mataban colgado de un palo con un lazo a la garganta, al deshonesto daban rigurosamente, y asi se apartaban del trato con las mujeres en los Caminos / 4vo. La mujer que era descompuesta y havia caido en la vanidad tenia carcel perpetua en una cuevaA, i al Adultero enterraban vivo, al que hurtaba tenia pena de la vida, al que debia cabras, cebada, o otras cosas, se lo hazian pagar cumpli-do el plazo, a los escandalosos se les castigaba con azotes, y si el delito era grave tenia pena de muerte, ninguno rogaba por otro, ni el Rey se apiadaba por regalos, ruego o llantos, antes luego ejecu-taba su sentencia, aunque todos vivian con amor y lealtad unos con otros, observando inevitablemte estas Leyes en TenE. Tambien en las demas Islas tenian sus leyes, y por azotes usaban de palos y para quitarles la vida les ponian de pechos sobre unas piedras y con otra grande que le arrojaba el verdugo sobre las Espaldas, moria. A los hidalgos y villanos castigaban de diferente modo. En Tenerife qdo un varon agradaba una mujer, el la pedia a su Padre y sin mas ceremonia quedaban casados y si algun tpo se dis-gustaba, la volvia [a] casa de sus Pes y se podian volver a casar, en Lanzarote casaban las mujeres con tres maridos. En Tenerife contaban los meses por lunas, y a tpo sembraban y cogian, por 12 lunas reputaban el año, que llamaban achano. Eran estos naturales habiles en contar y por junto que saliesen de donde guardaban el ganado contaban sin errarse en una oveja, qdo querian ahijar su ganado, por muchas reses que fuesen paridas, conocen la cria de cada una y la aplican a su Me sin que la desconociese / 5ro. / 5ro. Cap. 4. De la naturaleza de las Islas y como se trataban en vestiduras, comidas, estimacion de personas y como se entronaban. Fueron los naturales de estas 7 Islas por la mayor parte more-nos, amorosos, de agudo entendimto, por una estrella de quanta magnitud de la naturaleza de Marte, que pasa apartada del Zenit y clima de estas Islas, 10 minutos azia la parte Septentrional, qe se llama el hombre derecho de Geminis, la que por ser de naturaleza de fuego haze los cuerpos en que predomina aficionados y amoro-sos, y agudos, de cuyas partes gozan los que nacen en estas Islas. Algunos eran de cuerpos agigantados, pero proporcionados en sus miembros, de rostros alegres, apacibles, de agradable y honestos. Hubo entre ellos hombres de increible estatura, cuentase de uno A «Y si el ofensor se casaba con ella, le daban libertad» [Al margen]. Núm. 50 (2004) 883 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 31 en Tene de 14 pies de alto y entre dientes y muelas tenia 80, y que su cadaver estuvo años desps de conquistada la Isla en una cueva donde decia Guardamoxete, donde sepultaban los Reyes de Güimar, de quienes este guanche era sobrino. Dice otra de Fuertevra de 9 pies de alto y cita la historia francesa que no se debe extrañar estas estaturas bien diferentes porque el Pe Calancha dice qe el gral Pe-dro Sarmto peleo con muchos gigantes en el estrecho de Ma-gallanes. En Arico esta una piedra mayor que una perulera qe un Guanche de mediano cuerpo, echando las manos atras la lebantaba y ponia sobre su cabeza, sin mas movimto que bajarse encorbando el cuer-po azia atras, y otras cosas semejantes de valor y fuerza. Los vestidos eran de pieles, refierese como se cocian / 5vo., lla-maban etc. Sus manjares, carnes de carnero, cabra, etc. asadas y bien tos-tadas, miel de mocanes, gofio, en Canaria se cogio algun trigo y harina de frangollo cocido con leche, frutas y estimaban mas las silvestres. Habia diferencia de Nobles, Escuderos y villanos: al noble lla-maban Achimencey, que quiere decir cercanos y descendientes del Rey, a los Escuderos, cichiquicos, y al villano, achicama, y decian como Dios havia creado del agua y de la tierra tanto hombres como mujeres y que repartio a uno los ganados, etc. En las Islas no tuvieron hierro y asi trabajaban la tierra con cuernos puntiagudos y largos puestas en un palo, con punzones y palos de tea. El trato y comercio era de los Ganados, cebada, gofio, mante-ca, etc. que trocaban por otras cosas. Los de Tenerife no tenian tierras propias si no del Rey, este repartia a sus vasallos para qe sembraran, etc. Sus moradas eran cuevas y algunas puestas por la naturaleza en tierras tajadas y de tan peligrosa cortada, que para entrar hoy es necesario guindarse con sogas y bajaban a ellas con facilidad; porque tenian facilidad de arrojarse hasta lo mas hondo de un ba-rranco donde havia muchas cuevas. El que no tenia cueva hacia su casa de piedra cubierta de madera, paja y tierra amasada; en Ca-naria tenian casas y las mejores eran las de Galdar, cruzaban la puerta con un madero que corria por la concavidad de la puerta con una industria como llave de palo recio, que hacia pasar de una parte a otra la tranca, aunque una vez cerrada no se podia abrir sin la llave. Conservase la casa del Rey de Galdar, pintados los tablones qe sirven de aforro a las vigas con diferentes colores que pare / 6ro. ce todo una pieza. Solo esta casa tenia las vigas aforradas, y otra casa fuerte sobre que los Christianos hizieron su torrejon al 884 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 32 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU tpo de la conqta. En Canaria tenian muchas casas. Hacian sus retra-tos en la tabla, seis colores eran el almagre, carbon, leche de hi-guera y de cardon y zumo de yervas. Los de Tenerife hacian grandes fiestas al tpo de la recoleccion de sus frutos y pasaban de unos Reynos a otros a darse parabie-nes, aunque hubiese entre ellos guerra. Todos los años en los pri-meros dias del quarto mes, qe es Abril, celebraban fiestas por es-pacio de 9 dias. Invitabanse los de cada Reyno en el Palacio del Rey y alli se regocijaban con juegos, danzas, vayles, correr, saltos. Vaylar el canario, luchas y costeaba el Rey grandes convites. Los instrumentos eran calabasas secas con piedrecillas dentro y tam-boril de Drago y pieles. Flautas de caña y Gaytas de cañuelas de paja de cebada. Entre los diversos juegos que tuvieron era en hazer un Torrejon y danzaban en torno y procuraban ganarlo y el que se apoderaba primo de el ganaba la victoria y todos le acompaña-ban delante del Rey, bailandole delante y el Rey les regalaba con cabras. Quando alguno estaba enfermo le curaban zumo de yervas, para una purga usaban miel de mocanes y suero de leche. La sangria con una tabona en el brazo o frente, y tambien con estas tabonas se hacian la barba. A los que morian les ponian en cueros, que estaban en riscos tajados, y al preste se hallan en ellas cantidad de huesos. Para mirlarlos lavaban el cadaver con ojas de granadas y otras yervas, y con unas confecciones de manteca de Ganado y cascara de Pino, polvos de brezo y tosca y / 6vo., sumo de yervas con que le llenaban el vientre, entrandolos por la boca esta confecciones, y lo ponian al sol por espacio de 15 dias que duraban los funerales. A los hi-dalgos ponian en ataud de tea de una pieza y a los villanos sobre pieles. En Canaria hazian los sepulcros a manera de torres de pie-dra para los nobles. El noble tenia por afrenta hallarse presente ver matar reses, y este oficio era el mas vil. Tenian baños a la orilla del mar y quando se bañaba algua mu-jer en el lugar señalado pa ellas, tenia pena de vida el hombre que se llegaba. Habia mujeres para doctrinar las niñas acostumbrandolas a co-ser tamarcos y no las azotaban, sino ponianles unas varillas en la mano, y decia la Maestra, si yo fuera hija de fulano y hiciera tan mal lo que esta a mi cuidado mereceria que me azotaran asi y daba con la mano en el suelo, y con esto se enmendaban, para este ministerio havia cuevas señaladas y en Canaria una casa grande de piedra. A los naturales de Canaria llamaban canarios, a los de Lanzarote Núm. 50 (2004) 885 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 33 y Fuertevra Mahoreros, y a los otros Palmenses, Gomeros y He-rreños, a los de Tenerife Guanchines, eran los mas osados de todas las islas. Cap. 5 de los Reyes que huvo en estas Islas y en particular en Tenerife y sus coronaciones y guerras. Quando las Islas se conquistaron en todas se hallaron Reyes que las governasen, todo segun en su Libro y les añadia pr la mayor parte pasaba todo esto en las demas Islas qdo el Rey pasaba de un lugar a otro, el dueño de la casa o cueva donde se hospedaba si querian dormir con su Mujer o hija, y dormia con la que escogia, y si de esta compa resultaba algun hijo era teni / 7ro. do por bastardo del Rey, y por tal era estimado: de este modo tuvo Guanarteme de Galdar 42 hijos e hijas en diferentes mujeres ademas de la propia. Los Isleños fueron muy valientes y diestros en las armas, gran-des hazañas se cuentan de algunos canarios: de Adargoma que con tal maña tiraba una piedra que con ella derribaba una piedra, una rama, o palma. Un Bentaguayre y Doramas opuestos en el valor y fuerzas, teniendo aquel noticia de que Doramas con 50 mancebos se habia hecho fuerte en la espesa Montaña que llaman Doramas, contra la voluntad del rey le fue a salir al encuentro en un camino por donde habia de passar a ver sus ganados y habiendose infor-mado de las señas pa conocerle, que era una rodela o tarja quadrada de blanco y colorado, viendole venir y ya cerca de el se levanta Bentaguayre y arrojandose a el dixo en su lengua, aqui somos, y arrojandole a la cara un puño de arena. Doramas le reparo en su rodilla y a este tpo Bentayre juntandose a el y entrandole el mazo por entre las piernas dio con Doramas en el suelo y con tan gran golpe que le hizo por un rato perder el sentido y puesto sobre el lo tenia tan sujeto que no podia desasirse ni bullir una mano. Doramas jusgando que otra le igualaba en sus fuerzas no viviera, dixo, quien eres que me tienes como el Gavilan al pajarillo, y el Bentaguayre le respondio, conocerte quien eres tu y luego conoceras quien soy yo. Yo no conozco, dise Doramas, con esto fue suelto, quitandole las armas y diciendole: sabe que soy Bentaguayre, que solo ha venido aqui para que conozcas que no te has igualado conmigo. Antonio de Nebrija, Lib. 2, Decada 2, Cap. 1 habla / 7vo de la destreza que tenian, como esta en el Lib. de Dr. Xpto, fol. 121, y concluye el Capo con lo que Lucio Mariro dice hablando de estas Islas, su conqta, etc., y dice que hasta es lo que ha descubierto en las antigüedades de estas Islas, segun las tradiciones que hay en ellas y lo que ha visto en los authores citados. Capº 6 De la Aparicion de la devota y milagrosa Imagen de Candelaria, primra conquistadora de las Islas. 886 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 34 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Antes de dar principio a la Conqta de las Islas, seria razon dar noticia de la aparicion de Candelaria, como en el Libº, fol. 38 hasta 46, y se añadiria que el Pe Alonso de Andrade, jesuita, que por los años 1633 estuvo en Islas haciendo mision, por la mucha devocion a la Imagen, llevo su retrato de como fue aparecida que hizo im-primir estampas que se han repartido por todo el mundo y hizo junta de hombres doctos para que aclarasen lo que queria decir las letras, y las embio a Roma al Pe Athanasio Chizker, persona qe Urbano 8º lo habia llamado a Roma para qe declarara las cifras y escrituras de Roma y lo que alcanzo de la interpretacion segun el otro Pe Andrade refiere en el Patrocinio Universal de la Sma Virgen Maria Me de Dios, Sra nra, en el tit. 17, tratando de esta Soberana Imagen, que el Pe Athanasio le respondio que las direcciones de las letras estaban en abreviaturas y lengua arabiga y que el estar es-critas con letras goticas es porque junto de la Arabia, donde se havia esta Sta Imagen fue de los Godos. La interpretacion que hize es asi: los del cuello dicen Insignes matris, Imagen de la Madre; las / 8ro de la orla por delante y detras, dice: hic est, pacifica Maria que fuit Anti partus vel protes, esto es la Reyna pacifica Maria que fue parto e hija de Ana; la de la vocamanga de la mano que tiene la vela: Purificatio et presentatis Infantes: la Purificacion y presentacion del Infante. En el angulo o pretina: Pro nobis ora, vel advocatio: ruega y sea abogada por nosotros = La de la orla del manto del lado de-recho: hic est infans qui genitus fuit. Sene principio ad omnipotente creatore. Esto es, el Infante que fue engendrado sin principio del Ha-cedor eterno = La de la orla del lado izquierdo: Incorrupto despensate Imperatricis coeli et terrae spansea creatori eterno, Virgen y despues emperatriz del cielo y de la tierra, esposa del Creador eterno= Buscarase la interpretacion de Dn Antonio SalinasA y podrase añadir aqui, que los guanches sahumaron a nra (sic) Señora de Candelaria con lino aloel y que le hacian fiestas a 15 de Agosto. Cap. 7 del descubrimto de las Islas y mrcd que S.M. hizo de ellas y traspasos y conquista de Lanzarote, Fuertra, Gomera y Hierro. Lo que dudo de la noticia que he podido alcanzar de la des-cripcion y antigüedad de estas Islas, prosigue desde el fol. 47 has-ta el 49 del Lib., hasta donde dice de 1344 y añade: Tuvo en este tpo noticia de ellas Clemente 6, frances, que dio su conqta al Principe Cerda, y pone las palabras de la Bula: queriendo Dn Luis poner en execucuion su investidura pidio ayuda a Dn Pedro 4º de Aragon y al Arzobispo de Neopatria y a Rodolpho Lofeblae / 8ro. y se la die- A «Nota. El Norte de la contastación parece nombrada de Dn. Antonio de Salinas, que vino a visitar la Audiencia de Canarias, Lib. 1, Cap. 37» [Al margen]. Núm. 50 (2004) 887 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 35 ron con que hizo una buena Armada. Y previno los peltrechos ne-cesarios pa ella. No passo el Principe a executar su intento porque Dn Alonso 11 [sic] de Castilla, teniendo noticia del Principe la contradixo, como refiere Salazar Mendoza, por comprehender en el obispado de Rubicon, que fue sufraganeo de Sevilla, de cuya contradiccion, declaro el Papa la conqta por el Rey de Castilla, es-tas contastaciones estan en la continuacion de Baronio, año 1344, a quien sigue Rosello, Thomas Wondengan, Garibay, Zurita, Mariana, Petrarcha y otros. Los Reyes de Castilla no pudieron atender luego su conqta por las Guerras con los MorosA. En el año 1393 se juntaron unos Sevillanos, Vizcaynos y Gui-puzcoanos, mercaderes y con lizencia de Enrique 3º hicieron arma-da de 4 a 5 navios para pasar a estas Islas, algunos AA, dicen que la hicieron para otro fin, para la Africa, pero que por un temporal arribaron a estas Islas, surgieron en Lanzarote, saltaron a tierra, alborotaronse sus naturales armaron batalla y ventajosos los catholicos aprisionaron al Rey y la Reyna y algs vasallos y tomaron algunos frutos y se volvieron a España y hicieron un presente al Rey. Desde entonces la Corona de Castilla tomo posesion de la Conqta de Canarias. Zurita, lib. 20, Cap. 33. Tambien se dice en la Goma y cautivaron algs naturales. El Rey Dn Enrique con deseo de plantar en las Islas la Fe Catholica, por no poder S. Magd hacerlo por otras ocupaciones, hizo a mrd a Mosen Ruben de Bracamonte de Francia, por lo mucho que le / 9ro. habia servido año de 1405. Dicen algs historiadores que paso el Almirante con una Armada a ellas, y que estuvo en Lanzarote, o que por celo embio a un criado suyo llamado Lanzarote, de quien la Isla tomo el nombre y que se volvio a España con toda su gente. Lo mas cierto es que no paso a ellas. Dio cuenta el Almirante a Benedicto 13 de como estaba por suya la conqta por merced del Rey de Castilla, y el Papa nombro por obispo a fr. Alonzo Barrameda, Franciscano, y que por su muerte a fr. Alonso de las Casas, no se sabe de que orden como dice Merga y Pellicer, estos solo tuvieron Titulo; pero no pasaron a ellas porqe en su tpo no se conquistaron. El año 1417 el Almirante hizo donacion de su dro a la conqta a Monsieur Jean de Betancor, su deudo Frances de Gramville, para esto solicito a la Reyna Da Cathalina, qe governaba a Castilla por muerte del Rey, qe en ne del Rey Dn Juan su hijo confirmase esta donacion, y confirmo otra donacion con titulo de Rey de ella, con tal que sus sucesores fueran vasallos de la Corona de Castilla, de 3 «Las Noticias dicen que en el año de 1.399, en el fol. 279 lo que es equi-vocado, ps en las mismas Noticias al fol. 191, dice que fue el 93, pero este error de imprenta en la epoca son notables» [Al margen]. 888 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 36 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU esta donacion hace relacion la Chronica del Rey Dn Jn el 2o, año de 1417, Cap. 263 refiere las palabras y dice que lo mismo con el mismo titulo y año dicen Zurita y GomaraA. Juan de Betancurt que se hallaba en Normandia era natural y Sr de Granville de tinconesa de Soncereso en el Paix - de cour, castilnovo de Lincourt y otras Villas, tuvo aviso del Almirante y disponiendose para la Conqta, por no hallarse con bastantes medios hizo empeño de una de sus Villas a su Tio, que le dio cantidad de dinero con qe apresto un navio con soldados y con ellos muchos hidalgos y deu y / 9vo dos suyos y nombro por cabo y Capn a Bertan de Berneval, persona gral de nombre y armas. Salieron de Norman-dia y se trajo en su compañia a Madama Maria de Betancourt, lle-go a La Rochele y alli hizo compn con Gadifer de la Salle, que apresto otro Navio con gente y ambas y ambos prosiguieron el via-je pa Canaria, pero llegando a la vista de Bel se les puso tpo contra-rio y arribaron el Puerto de Ribadeo donde estuvieron 8 dias, pa-saron a la Coruña, donde hallaron al conde Escocia, al Sr de Hell y al Sr de Rent con su Armada. El conde dio a Betancourt una nave que havian aparejado, una chalupa y ancla y otras cosas de que tenian falta para el viaje, aunque los Sres de Hell y Race de Rent no llevaron a bien la dadiva. De alli salieron Betancourt y Gadifer por el cabo de Finisterre y costa de Portugal hasta llegar a Cadiz, donde se detuvieron algunos dias, porque unos mercantes geno-veses, placentinos, yngleses, que estaban en Sevilla presumiendo qe tres Navios que llebaban cargados de Hacienda, que se habia[n] perdido, los habian cogido los de Betancourt y Gadifer, les pusie-ron demanda en el Conso del rey de Castilla diciendo que eran corsarios que les havian robado, habiendo hechado a pique los Navios, lo que resulto ir Batancourt preso a Sevilla y se defendio de la calumnia y salio bien y volvio a Cadiz. En el tpo que estuvo en Sevilla, los soldados franceses huvieron algunas pesadumbres con Bernaval porqe los trataba mal, los apaciguo y de 80 que salie-ron, solo havian quedado 53 pero se le junto buen numero de sol-dados Españoles que era mayor qe / 10ro el de los Franceses. Salie-ron las dos Fragatas de Cadiz y en 8 dias llegaron a la Graciosa, de donde pasaron a Lanzarote, a un Puerto que se decia Foiese y en lo demas casi lo mismo que en ss 32 del Lib. 3 de noticias. Batancr tenia paces con el rey de Lanzarote para asegurar bien la tierra, mando a Gadifer y Remon que se internaron o fueron en 4 «Nota: Que un lib. de la Conqta hecha por Betancor, hecho por los cape-llanes Bontier y Berriel dice que fue desde el año de 1402 hasta 1406, o que en cosas antiguas es menester conocer los mejores fundamentos y que poco impor-ta que haya equivocación como no se haga en el hilo de la Historia, qe lo que los capellanes refieren es lo mas sustancial de esta manera». [Al margen]. Núm. 50 (2004) 889 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 37 una Nao por otro lado, los naturales se alborotaron, y aunqe Gadifer iba camino de dar batalla, no salieron y pasados ocho dias embar-co a la isla de Lobos. Quando Gadifer quiso pasar de alli a Lanzarote, el que go-vernaba el Navio no quiso llevarlo, pero haviendole hecho algas pro-mesas lo lleva. Los marineros intentaran levantarse, Betancr los sosego, y por falta de mantenimtos paso a España, dejando a Gadifer y su Capellan Berriel y Losertois encargados de la paz. Bernebal enbidioso de que Betancourt huviesse hecho compa con Gadifer. Embia Gadifer a la Isla de Lobos, donde havia llegado un Navio que creyeron ser de Ferndo de Ordeñana pero era de Calvo y le dixo si lo queria llevaran 30 compañeros a Espa, que cogeria 40 barbaros y los llevarian a vender. Calvo no quiso. Bertin encargo el secreto reservado su intencion pa mejor coyuntura. Por falta de calzado de los soldados los mando y fue Gadifer y Remon a la Isla de Lobos a coger algunos Lobos Marinos, fueles faltando alli mantenimientos. Gadifer embio a Lanzarote a Lenedon pa llevarles socorro / 10vo qdo llego habia ido Bertin a la Graciosa a disponer su maldad con Ferndo Ordeñana y le persuadio a llevar a vender los 40 naturales, qdo Bertin estaba en el ajuste embio al bastardo Blesi al Castillo de Rubicon, que quando hallaron la lan-cha de Gadifer y se la cogieron. Sabido por Remon fue a tomar su lancha, pero el bastardo lo defendio con espada en la mano y aun-que les profirieron la necesidad en que se hallaban en la Isla de Lobos no tuvo remedio para qe se les bolviese. Al otro dia llego Bertin al Puerto de Rubicon con 40 hombres y les comenzo a repartir el pan i vino y carne que tenian en el Cas-tillo, diciendoles que comiesen que le havia costado mas que a Betancourt y Gadifer y cogio a algunas mujeres Francesas y las entrego a los Españoles para qe usasen de ellas, y prorrumpio Bertin en muchas blasfemias contra Gadifer. Havia llegado por la otra parte de Lanzarote la lancha de la Nao a coger ganado y los naturales dijeron a Bertin que los Españoles havian desembarcado pa cautivarles, respondioles qe el los de-fenderia y para ello les dixo llamasen al Rey y los suyos, y quando estaban descuidados se hallaron prisioneros, el rey le hizo cara, dio a uno tan cruel golpe qe los otros no se le atrevieron, cautivaron a 22 y los embio a la Nao y hizo pasar a todo lo que estaba en Rubicon. Los dos Capellanes y los soldados que habian en el Castillo lea-les a Betancourt y Gadifer, por ser pocos no pudieron resistir la fuerza de Bertin y considerando la necesidad de Gadifer, teniendo noticia de que nao ¿morela? qe estaba / 11ro de la otra parte de la Isla, fueron a ella y llegando a la nao rogaron a Calvo que fuera a 890 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 38 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU socorrer a los que estaban en la Isla de Lobos. Calvo embio a Ximenez con algunos bastimentos qe qdo llegaron los hallaron con gran necesidad. Sabido por Gadifer la traicion se embarco en la lancha a Lanzarote. Los Capellanes que estaban en la Nao de Calvo le rogaron passase a la Nao en que estaba Bertin, que este dixo que todo lo que llevaba era suyo, tuvo varias contestaciones con los capellanes y por fin les mando dar la chalupa y la canaria qe seria interprete, etc. Betancourt paso algos infortunios en el viaje a España porqe lle-gando a Cadiz los marineros quisieron levantarse, diciendo qe el Navio era de Gadifer, hizo poner algunos presos, querian algunos mercaderes comprarle el Navio, pero no lo hizo pensando bolver a la Isla. Passo Betancourt a Sevilla por tierra, dexando orden para qe el Navio solo fuera a otra ciudad, pero en este viaje se perdio con muchas cosas de valor. En Sevilla tuvo noticia de la traicion de Bertin, cuya nueva lle-vo Calvo y se le ofrecio pa bolverle a Lanzarote, pero Batancourt le respondio que antes era preciso besar la mano del rey de Castilla. A este tpo llego la Nao con Bertin: dio queja a la justicia y le pren-dieron y dio qta a Batancr para qe pasase a poner en libertad los cautivos, pero no pudiendo pasar con breve a Cadiz por tener que hablar con el Rey, Ordoñez tuvo tpo pa embarcarles al Reyno de Aragon y venderlos con toda la demas presa. Amotinanse por estas cosas los de Lanzarote y el barbaro Ache trama una traicion contra su Rey y desps contra Gadifer, pero desps de varias cosas el Rey pudo y le mando / 11vo apedrear y quemar. Tenida noticia por los Catholicos de lo hecho por Ache tomaron venganza en un Barbaro que tenian consigo y armar en guerra con los Isleños. Pudo Gadifer mandar a venderlos muchos, pero no quiso porqe el destino de Betancourt no era otro que reducirlos a la fe y sujetarlos a Castilla, y asi con los buenos tratamientos los retuvo. Interin sucede a estas cosas, Betancourt hablo con la Reyna Dª Cathalina Govra, le dio qta del estado de la Conqta y de pedir soco-rro pa continuarla y la Reyna en ne del Rey su hijo le confirmo la mrd de que le habia hecho del Rey y Sor de ellas con reconocimien-to de vasallo de Castilla y Betancourt hizo pleyto omenaje i se le dio Cedula-Rl, haziendole mrd de los Quintos de frutos, mercaderia y otros qualesquiera especiesA. Le mando dar mantenimtos para qe embiase a Gadifer y 20.000 mars de oro en Sevilla que cobro y en-trego a Erguerran con qe se fue con ellos a Francia y con el mas dinero qe se hizo del equipaje del Navio qe se perdio. Bolvio Betancr A «Nota que el Lib. francés dice que fue el rey Dn. Enrique, año de 1403» [Nota al margen]. Núm. 50 (2004) 891 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 39 a hablar con el Rey de Castilla que le mando dar una nave con buena artilleria, 80 hombres españoles, harina, etc. y licencia para batir moneda. Paso a Cadiz donde estaba su muger y la embio a Francia y despacho el Navio a Canarias noticiando a Gadifer las mrds del Rey, encargandolo prosiguiese la Conqta. Llegado a Lanzarote fue bien recibido y desps de 8 dias paso Gadifer a visitar las Islas, saltaron en Fuertevenra y se internaron con animo de dar batalla. Entra con dificultad en un valle en que havia mas de / 12ro cien palmeras y algunas Fuentes, haviendo descansado y comido alli, subieron una cuesta, disponiendo qe tres soldados fueran delante para qe si vie-sen a los naturales diesen aviso, encontrando algunos y les dieron caza, aprisionando unas Mugeres. Algunos soldados que no siguieron a Gadifer los encontraron, 50 naturales se embistieron y por fin se separaron pa poner en seguro tres mujeres e hijos que venian con ellos a la grita acudio Gadifer, pero la division que se hallaron solo les dexo por presa quatro mugeres, y se embarcaron. Llego la Fragata a Canaria, azia Telde, acudieron a la marina como 500, ya Gadifer habia desembarcado como de paz, y 22 canarios fueron a bordo y les regalaron. Los Canarios traian higos, sangre de Drago, etc. y las trocaban por anzuelos y herramientas viejas, y la sangre importaba mas de 200 escudos, y lo de la recompensa no valia 8 rs. Tambien estuvieron con el Rey de Telde y les dio palabra de bolver a verles dentro de 5 dias. Hallaron en poder de los Canarios un testamento que se decia de los hermanos Christianos que en aquella Isla havian mata-do por los años de 1392, por los Vizcaynos y Guipuzcoanos, que decian haverlos muerto, porque estando de paz embiaron cartas a tierras de Christianos contra ellos, y enseñaban los articulos de nra fe, y el testamento decia que ninguno se debe fiar de los Isleños Canarios y buen semblante que hazen, porqe eran traidores de na-turaleza, y se decia entre ellos haber 6000 hidalgos. Dejo de los Isleños, armar Gadifer alga escaramuza, pero sin hacer presa y viendo que el Rey se / 12vo detenia, se embarcaron. Tomaron la derrota al Hierro, la costearon, pasaron a la Gomera, llegando de noche, saltando algs a tierra, y cogieron un hombre y tres mujeres, quisieron coger agua pero no pudieron. De alli bolvieron al Hierro, tomaron tierra y estuvieron 22 dias y aprisionaron quatro mujeres y un niño y cogieron gran cantidad de ganado y los naturales estaban amedrentados porque decian que otra ocasion havian cautivado 400. Prosiguieron a la Palma, tomaron Puerto, previnieron agua y determinaron bolverse a Lanzarote. Fueron Gadifer y los suyos al Castillo de Rubicon, hallaron los compañeros adelantados en la 892 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 40 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU conquista y mas de 100 prisioneros en el castillo, y pocos queda-ban por obedecer de 300 barbaros que habian qdo entro Betancourt, y serian muchos mas qdo los vizcaynos y guipuzcoanos entraron, que llevaron muchos a España con el Rey. Llegada la Fragata a Rubicon dispuso Gadifer embarcarlos a España a noticiarse a Betancr lo que pasaba, pero antes de llegar a Cadiz y Betancr estaba en Lanzarote con una Compa de Españoles, y fue bien recibido de Gadifer y compañeros y los Isleños bautiza-dos se ponian a su obeda tendiendose al suelo. Desps de dos dias de su llegada en una entrada que hicieron en la Isla fue preso el Rey y 18 compañeros, con cantidad de sevada y carne. Quando los naturales vieron a su Rey preso, cada dia venian a pedir la / 13ro paz de Betancourt, el Rey se abraso ante su presencia diciendo le tenia vencido y que queria ser bautizado con toda su familia, dice la Historia que fue el jueves de carnes-tolendas, 15 de Febo de 1404 y que luego el Miercoles de ceniza bautizado por Verrier, y se llamo Luis y pocos dias desps fueron bautizados los demas y puestos a la obeda del Rey de Castilla, de lo que Betancr y Gadifer tuvieron gozo dando gracs a Dios. Abra-zando la fe con facilidad y fueron buenos, como si de niños se hubiesen criado en ella. Cap. [8º] Puesta en paz Lanzarote trato Betancourt de proseguir la Conqta de las demas Islas, yendo a hablar con Gadifer en el asiento le hallo pensativo, le respondio que consideraba que habiendo estado tanto tpo en su servicio se le premiaria mal y le propuso le cediese algu-nas Islas. Betancourt le respondio que se le remuneraria. Passan Betancr y Gadifer a Fuertevra donde estuvieron 3 meses hasiendo escaramuzas con sus naturales y hisieron una gran presa de ellos que embiaron a Lanzarote, comenzose a fabricar el fuerte Richiso, fortificandose no solo contra los naturales, sino contra el Rey de Fez qe se decia hazia armada contra el por pertenecer es-tas Islas a su Corona y entre Betancr y Gadifer huvo alguna carta en que se conocia su displicencia, pero dejando algunos en la Isla pasaron ambos a Canaria en 2 de junio de 1404, segun los Capella-nes, saltaron a tierra, les fue a ver el Rey de la Isla y siendo que eran pocos dispusieron los canarios matarlos a traicion y para lo-grarlo un canario le dixo les darian / 13vo agua y reses, llego la cha-lupa a tpo qe los canarios estaban emboscados, dieron caza a los Xptianos con piedras que les hizieron echar a nado al baxel maltrata-dos y les quitaron lo que pudieron y los huvieran apresado la cha-lupa a no haber largado el bastardo de Gadifer y Betancourt lo hubieran passado muy mal a no resguardarse con su rodela de las Núm. 50 (2004) 893 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 41 piedras. Hizo Betancourt desps saltar a tierra soldados de refresco pa escaramusas con los canarios y Xptianos salian heridos de las pie-dras y viendo Betancr el poco fruto bolvieron a la Fragata y pasa-ron a Telde. Bolvieron a Fuertevra y estando cerca se les puso contrario el tpo no pudo llegar la Fragata al Puerto, Gadifer y otros saltaron a tierra por otros parajes y caminando asia la parte donde quedaron los otros españoles vieron unos Capellanes, que hacia poco havia llegado con su fragata de España con bastimentos para Betancr qe embiaba el Rey de Castilla y estaban aguardando unos 42 Isleños que habian dado caza dos de sus compañeros. Gadifer poco gustoso de estar en las Islas y sentido de Betancr con quien tuvo algunas palabras de quexa y por fin Betancr le dixo: ya he dicho que tengo hecho pleyto omenaje de ellas al Rey de Castilla y no os tengo de dar ninguna. Esta resolucion les enemisto y pasaron a España, aun que Gadifer decia haber gastado muchos ducados en este negocio. / 14ro Llegaron a Sevilla pusose en justicia su pretension, pero no haviendo sido favorable a Gadifer la resolucion, se bolvio a Fran-cia. Betancr pidio sobre cedulas de la merced de la Conqta de las Islas que havia hecho el Rey, que se las confirmo conce-diendole el quinto de lo que se embarcase por sus Puertos y batir moneda, inserto en el pleyto homenaje hecho por Betancr y algs cavos de Sevilla le socorrieron con armas y otras cosas para qe volviendo a las Islas continuara la Conqta. Salio de Sevilla pa Cadiz, y de alli vino en la Fragata a Fuertevra, llego al Puerto de las Sardinas, fueronle a recibir alguno y el bas-tardo Anibal, que le pregunto por Gadifer, Betancr le respondio, fue a Francia su Patria; replicole Anibal que quisiera estar alli con el, Betancr le respondio, yo os llevare acabada esta empresa. Paso Betancr al Castillo de Riqueyo, donde hallo parte de su gente, salieron sus gentes en busca de sus enemigos, encontraron una Esquadra de ellos y los Isleños les acometieron con tal impetu qe 6 fueron muer-tos y 9 mal parados, se retiraron al Castillo. Viendo Betancr lo su-cedido hizo pasar los soldados que estaban en Riqueroque, a la Fortaleza de Baltani, desamparado Riqueroque, los Isleños derriba-ron la mayor parte de el, pasaron al puerto de las Sardinas; los Isleños hizieron un destrozo y llevaron varias cosas. Quando Betancr tuvo noticia de estos destrozos junto su gente y se introduxo en busca de los enemigos y por varias ocasiones les dio batalla y mato muchos, aprisiono cientos que hizo pasar / 14vo a Lanzarote para que les hiciesen trabajar. Los de Fuertevra pa su defensa juntaron a todos los hombres que llegaban a 18 años, animandolos a pelear hasta morir, pues se halla-ban sitiados y faltos de mantenimientos. Betancr bolvio a Rique- 894 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 42 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU roque y la hizo reedificar y mando a buscar gente a Lanzarote. A este tpo J. Cortes y Geronimo Andrade con algs soldados que vinie-ron de Lanzarote fueron por las costas en busca de los naturales, pero 20 Isleños les dieron tal caza que los obligaron a bolverse al Castillo Baltares, que distaba casi dos leguas. Al 3º dia salieron los Españoles y los de Lanzarote y pelearon con una Esquadra de Isle-ños y los arruinaron y presionaron en la huida. Cortes y Anibal se entraron tan adentro y en una aldea hallaron gentes muchos natu-rales y los destrozaron y pusieron en huida quedando muertos 10 de los naturales y entre ellos uno de 9 pies de largo que Betancr tenia mucho encargado se lo mataran. Bolvieron al Castillo maltra-tados y con algunos prisioneros. Mal contentos Anibal y Andrade murmuraban de Betancourt y diciendo que les daria el mismo pago que a Gadifer. Llego a noticia de Betancr y que havian roto unas cartas en que les decia lo que havian de hacer: les mando a decir que deven fidelidad y que como le habian roto sus cartas? Respondieron haver sido por Consejo de Alonso Martin. Cortes embio a buscar unos prisioneros y se los traxo al Castillo de Riquiroqe sintierenlo Anibal y / 15vo Andrade y habiendo mandado desps Betancr a buscar las Mugeres prisioneras, se quexaron Anibal y Andrade de que les querian quitar la parte que les tocaba de los prisioneros. Viendose los Reyes de Fuertevra aflixidos y que los mataban y aprisionaban muchos de los suyos, hicieron consulta y determinaron mandar a decir a Betancr querian ser christianos y hablarle. Betancr dixo que le alegraba y los recibiria. Vino primero un Rey de media Isla acompañado de sus parientes y vasallos, fue bien recibido y prometio ser Xptiano y po-nerse a la obediencia del Rey de Castilla, y asi se hizo, y se le puso Luis a 18 de Enero de 1405. A 25 de Enº llego el otro Rey con 46 vasallos y al 3º dia fueron todos bautizados. Al Rey se le puso Alonso y a todos los demas dias iban llegando los demas Barbaros i dieronse gracs a nro Señor en una corta Iglesia que Betancr havia mandado hacer. Llamose esta Isla antes Planaria y por los natura-les Ervaria y los Españoles pusieron Fuertevra. Sosegada la Isla determino Betancr bolver a Francia a ver su Esposa Madama Maria, como lo executo, dejando por su lugarte-niente a Juan Cortes y encargado a Berrier y Leverrier qe doctri-nasen a los naturales. Embarcose Betancr llevando consigo algunos Franceses y Españoles y naturales y una Isleña para que viese el modo de resar en Francia y a la buelta diese noticia. Salio de la Isla a fin de Enº y en 24 dias llego a Francia. Alli se le hizo re- / 15vo cibimto pr el Sr. Hector y otros hidalgos, passo a su casa de Granville donde tuvo buen recibto de sus Parientes y vasallos, y despues de haber estado en su casa de Granville 8 dias, y habien- Núm. 50 (2004) 895 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 43 doles ponderado que las Islas eran tierras deleitosas y fructiferas se despidio y embarco para el Puerto de Arfleur en 9 de mayo de 1405, trayendo consejo varios hidalgos y prevencion de armas y bastimentos, en pocos dias llegaron a Lanzarote y fue recibido con gusto de los Españoles y naturales que dieron noticia de la paz, que se havia conservado. Los nuevamte venido se holgaron de ver la tie-rra. Fueronle a visitar los Reyes, que viendo los vestidos bordados de oro y plata con que venian algunos del acompañamto de Betancr, pues que Dios ha hecho merced de que hayamos sugetado estas dos Islas sera razon continuar ver si conquistamos las demas y comen-zaremos por la Gran Canaria, pues aunqe sus naturales son 10.000 hidalgos segun noticia, al menos conocemos sus Puertos y con el tpo algun gran Principe los conquistaran. Embarcaronse quedando Maciot en Fuerteventura, a quien Betancr tenia intencion de dexar en las Islas para qe su apellido no faltase y por cura de la Iga de Sta. Maria de Betancourt, en que pucieron campanas, ornamen-tos, etc., Le Berrier. Iban en 3 fragatas y por una tormenta arribaron a la costa de Berberia, donde cautivaron algunas mugeres y cogieron unos 30 camellos, que por si no podian los / 16ro llevaron todos a bordo, ma-taron algunos, embarcados para proseguir su viaje tuvieron tpo con-trario y asi una fragata se fue a Fuertevra, otra a la Palma, en la que iba Betancr llego a Canaria donde desembarcaron, los canarios le salieron pronto al encuentro y les dieron batalla, y los Xpnos se vieron en gran aprieto porqe eran muchos menos y para escapar con la vida se bolvieron a la Fragata. Al otro dia que los canarios habian dejado libre el Puerto bolvio a desembarcar Betancr y su gente y embio un interprete a los canarios que llegase de paz y hablase al Rey, pasado 4 dias llego la fragata que havia arribado a Fuertevra, en que venia Cortes, Andrade, Anibal y otros, y consul-tandoles Betancr el combate, dixo Andrade qe con 20 hombres se atreve a atravesar toda la Isla. Fueron Cortes y 45 para la Aldea de Arguineguin, dieron combate a una Escuadra de canarios, que hicieron retirar la tierra adentro, viendose vencedores los Xptianos se separaron, pero los canarios cargaron sobre ellos y mataron a Cor-tes, Anibal, Auber, etc., les cogieron una chalupa y la rompieron y los que escaparon se fueron donde estaban las Fragatas con la mala noticia. Un Autor que escribio la Conquista Canaria y las entradas que en ella hicieron los Españoles, cuya historia manuscrita tuve a mi mano, dice que Betancr paso a Canaria con su armada y tomo el Puerto por la Vanda del Sur donde dice el Ganisi, qe es abajo de Telde y que teniendo ya los Canarios mas de 40 años, ante noticia de Navios por dos de Mallorquines que havia estado y con / 16vo tra- 896 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 44 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU tados mantenimtos de tierra por ropa y herramientas dexando fa-bricadas dos Iglesias, una de Sta. Cathalina, media legua de donde es oy Ciudad de Palmas, y otra en Sn. Nicolas, donde dicen la Al-dea y pusieron en ellas tres imagenes de bulto de Sta. Cathalina, Sn Nicolas y Sn Antonio, y que qdo se despidieron de los canarios les dieron palabra de bolverlos a traer mas cosas. Los canarios juzgando que los Navios de Betancr fueran los de los Mayorquines, fueron contentos a recibirlos con refrescos de los regalos de la Tierra, y viniendo cerca Betancr pusose gente en or-den y descuidados los canarios les dieron batalla, aunque juzgando ser traicion se recogieron y dieron sobre ellos con tal pujança que a no embarcarse a toda prisa ninguno hubiera quedado vivo y les quedaron muchas armas a los canarios. Visto por Betancr el mal suceso y que no se podia sacar prove-cho, trato de irse a la Palma donde hallo la tercera Fragata y los suyos en tierra, haciendo guerras a los naturales y incorporados se introduxeron la tierra adentro y deps de 6 semanas peleando los mas de los dias, como se sacaban pocas ventajas acordaron pasar-se al Hierro. Embarcados todos cogieron la buelta del Hierro, y Betancr que llevaba un interprete hermo del Rey de otra Isla, que havian cap-turado los Sevillanos y Vizcaynos año 1392, y presentado al Rey de Castilla que lo dio a Betancr y este lo embio por emisario para qe por bien se entregase con sus vasallos al Rey de Castilla, y en efecto con III[3] naturales se vino / 17ro a presentarse a Betancr y de ellos hizieron presa, haziendo repartimto y Betancr se aplico asi al Rey y 3 naturales y se vendieron algunos. El Rey y los suyos sintieron la traicion y algunos Xptianos lo llevaron a mal. Betancr se disculpo con sus gastos y la necesidad de dineros pa bastimentos. Los demas naturales que eran pocos, se fueron entregando y quando la Isla sugeta a Betancr. Estuvo en ella tres meses y queriendo bolverse a Fuertevra quedandose alli 120 soldados para pobladores, pa lo que quedaron los mas inteligentes de la labranza, señalandoles tierras que cultivar. Señalose tierra para Villa y la Parroquia con el titulo de Concepcion y Cura. Embarcaronse y al pasar por Tenerife hisieron consejo si salta-ban en ella y acordaron qe no por ser los guanches muchos y asi continuaron a Fuertevra donde se alojaron en el Castillo de Baltharais, hizo Betancr repartimto de tierra, asi en esta Isla como en Lanzarote concediendola por 9 años no pagaron el 5º y un qto de la orchilla, que es una yerva con que se tiñen los paños de gra-na, ninguna la pudieron coxer sin voluntad de sus superiores, pues se la aplico a si con muchas tierras para dehesas. Llamo a su sobrino Maciot de Betancr dixiendole como tenia qe pasar a su Casa de Normandia a acabar alli sus dias, qe no se Núm. 50 (2004) 897 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 45 hallaba con fuerzas pa la conqta de otras Islas y qe las governase y que no queria / 17vo salirse de ellas, porque no faltase alli su ape-llido y que obrase justicia con acuerdo de hombres sabios, que dos veces al año le diese noticia del estado de las Islas, que de la renta que le tocaba destinara pa la fabrica de dos Iglesias, dandole poder amplio para todas las demas cosas y encargo a to-dos la paz. Anduvo Betancr las dos Islas que el Rey de España le havia enviado, acompañandole Maciot, llevase consigo cautivos, carpinte-ros, etc., dandoles orden de lo que havian de hazer, y estando en Lanzarote mando echar pregon de como dentro de un mes, que se-ria a 15 de Dize havia de hazer viaje pa Normandia, y que dexaba por su lugar Thente a Maciot, que si alga persona tenia que pedirle ocurriese a hablarle. El Rey de Lanzarote pidiole cierta cantidad de tierras y le dio casi 300 fans y una casa con condicion del 5º y contento a todos los naturales y soldados que le pidieron tierras, a cada uno de los Reyes de Fuertevra dio 400 fans de tierra. Havia Betancr dado orden que dos dia antes de su partida se hallasen en su presencia en el Castillo de Rubicon todos los hidalgos Españoles como Franceses. El Rey de Lanzarote y los de Fuertevra y fueron juntos mas de 200, les hizo un esplendido convite, y sentado en una silla en lugar alto les hizo una platica despidiendose y encar-gandoles obedecieran a Maciot, que iba a Roma a suplicar al Papa le diese un Prelado, hizoles un largo razonamiento que hizo a los oyentes derramar lagri / 18ro mas. Llegado el dia 15 de Dize se em-barco, sintiendolo los de las Islas. En 7 dias llego a Sevilla, donde estuvo 3 o 4 dias, de alli paso a Valladolid, donde estaba el Rey de Castilla, dandole cuenta del estado de las Islas y estuvo 15 dias en Palacio, diole tambien cuenta de como pasaba a Roma a pedir al Papa nombrase prelado pa las Islas, y pidio carta al Rey a este fin, al Rey le parecio bien la pretension y le dixo que eligiese al que gustase para ponerlo, pero que no teniendo Betancr conocimto de ninguno, el Rey propuso a Dn. Alverto de las Casas, por ser gran letrado y que entendia la lengua canaria, dio la carta para el Papa y dos hermosos caballos y una mula y dinero. Despidiose para ir a Roma, a donde luego que llego se presento al Papa, le dio las car-tas del Rey, y visto su contenido, dixo a Betancr: sois uno de mis hijos y como tal haveis hecho una gran hazaña. Concedio la pre-tension del Obispado en Casas, de lo que dio gracias. El Papa le mando aposentar en su Palacio y hazer algunos regalos y despacha las Bulas al Obpo de todas las Islas con el titulo de Sn Marcial de Rubicon, comprehenderse en la diocesis antigua de San Marcial que cogieron los Moros. Dn. Alberto fue consagrado Obpo en Roma y teniendo licencia del Papa Betancr pa ir a Normandia, y el Obpo pa 898 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 46 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU España y de alli a las Islas, se despidieron trayendo cartas el Obpo al Rey y pa Maciot. El Obpo llego a Valladolid, donde estaba el Rey, diole las cartas del Papa i de Betancr y las gracias de haberle propuesto pa Obpo. Alli estuvo algunos dias previniendose de / 18vo las cosas necesarias, hasta que paso a Cadiz y de alli en breve a Fuertevra, con cuya noticia Maciot y los demas se alegraron. Tomo posesion de su Obpado dando sanctas doctrinas a sus ovejas, visito las de Lanzarote y Fuertevra y Hierro y no la de la Gomera, ps aunqe estaba conquista-da, no havia havido españoles bastantes para predicarlas, y encar-go el Obpo a Maciot procurase sugetarlos de todo punto, y le prometio hacerlo mas adelante. Las Iglesias que dexo Betancr se fabricaron a cuenta de su Hacienda, se trabajo en ellas ayudando todos a llevar piedras a sus hombros y en breve se acabaron uni-dos amigablemte Maciot y Obpo. No dudamos del viaje de Betancr de Roma a su Patria acompa-ñado de su capellan Juan Berrier. Llego a Florencia donde fue visi-tado y regalado de su cabildo, desps de haver descansado alli 4 dias, paso a Paris, donde estuvo 8 dias y de alli a su casa de Granville, alojandose en su Castillo, huvo grandes fiestas con su llegada y vivio algunos años con su Esposa, hizo su testamto y dexo por here-deros de sus estados de Granville, etc., a su hermo Rynaldo de Betancr. De las Canarias no tuvo que testar porqe havia hecho due-ño de ellas a su señor, como se dira. De todo lo referido desde qe Betancr salio de su casa hasta qe paso a las Islas el Obpo Dn. Alberto y muerte de Betancr es de la Historia de Bontier y Berriel, capellanes del dho que dicen se halla-ron presentes, y al tpo dicen que fue de Abril de 1402 hasta el 19 de Abril de 1406, son 4 años y en tpo del rey don Enrique / 19ro Al-gunos autores escriben fue año 1417, en el Reynado del Sr. Don Juan 2o, siendo govra la Reyna Da Cathalina. Esta opinion es la que tengo seguida en el otro Libro contesta con la que Anto de Nebrija escri-be en el lugar citado. Vease el Libro nuevo de Dn. Xpto, fol. 120. Otros AA. hablan de la Conqta de estas Islas y convienen en lo gral, con lo que otros españoles escriben. Por muerte del Obpo Dn. Fr. Alberto el Papa Martino 5º nombro por Obpo a fr. Mendo, que era de Maciot y paso a su Obpdo ce-loso del bien de sus ovejas. Tuvo algunos disgustos con Maciot porqe con la autoridad del Rey y Sr de la tierra, que su tio le havia sus-tituido qdo le dexo, vendio los naturales. El Obpo sentia este proce-der, pues estaban ya reducidos a la fe. Muchas razones le dio el Prelado que podian moverle a que no prosiguiese, y asi obligo al Obpo a amonestarselo con espresa, reprehendiendole publicamente; pero no bastando esto, dio quenta el Obpo a Don Juan 2o de Castilla, Núm. 50 (2004) 899 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 47 que escribio una carta a Maciot reprehendiendole, pero no tenien-do enmienda, dio seguida queja el Obpo, y S.M. para el remedio mando que Pedro Barba de Campos, Sr de Castro fuerte, con tres navios passase por Gral de ellas como parece de la Chronica de Dn. Juan 2o, cap. 25, y que prendiese a Maciot, despojandole del Go-bierno y echandole fuera de las Islas. Paso a ellas dho Gral, llego a Lanzarote y sabido por Maciot le fue a dar la bienvenida y le suplico no executase la orden que lle-vaba porque su / 19vo voluntad era salirse de aquella tierra y tras-pasar el dro que a aquellas Islas tenia en el Gral. Si lo quisiese por el poder que su tio Juan de Betancr le habia dexado (no teniendole mas qe pa el gobierno y pr su Lugar Thente) y que le conceda este termino para pedir a S.M. licencia para el traspaso de las conquis-tadas y el dro de las por conquistar. Suspendio el Gral la prision, y despacho luego Navios a España con persona qe en [nombre] de Maciot hiciese la suplica a S. M. y hecha la diligencia S.M. concedio lo que pedia. Con brevedad volvio el mensagero a Lanzarote y en voluntad de otra licencia vendio al Gral Barba las Islas conquista-das y el dro a las por conquistar. Desde que Pedro Barba las poseyo con titulo de Rey lo refiere Dn Antonio Suarez de [Blanco?] de la Autoridad del Archipreste de Viena en sus relaciones genea-logicas de la casa de Alarcon, Lib. 6, Cap. 3º, fol. 290 que hablando de este Cavo dice: Encargandose de la Conqta de las Islas de Cana-ria, como lo escribe el Arcipreste de Cuenca y tuvo titulo de Rey de ellas. Maciot viendose sin arbitrio y por no estar a la obediencia de nuevo Sr se paso a España y dio quenta a Betancr, que estaba en Francia de lo que pasaba, callando venta que havia hecho, y que por ser ya viejo no podia pasar a ellas sin tener hijo heredero for-zoso, mejor le era venderlas embiando el Poder pa hazerlo. Llegada esta noticia Betancr le embio Poder otorgado en Gran-ville en 17 de Octe de 1418 para que las tras / 20ro pasase, donase o cambiase en quien le pareciesse. Maciot hablo con el Conde de Niebla para si se las queria comprar y en virtud del Poder de su Tio se las vendio y traspaso por cierta cantidad de mrs en 3 de Nove de dho año de 18, con las mismas condiciones de Señorio, mixto imperio, Quintos. Y el Conde como señor de ellas, aprobo el Privi-legio de franqueza de los vezos de las conquistadas sin pagar otro tributo qe el 5º. Despachando en su Villa de Almonte en 8 de junio de 1420. Algunos dicen que fue el año 1422 y por otra Provision que despacho el Conde en Sn Lucar en 18 de marzo de 1423, aprue-ba y conforma el mismo. El Poder Escra y Provisiones refrendadas estan en el Archivo de Simancas en el Memorial del Pleyto sobre los Quintos. 900 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 48 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Desps que Maciot hizo el traspaso al Conde de Niebla se passo a la Madera y trato de volver a vender al Infante Don Enrique que se las compro, ignorando la venta hecha, por cierta cantidad de mrs. De que le hizo Escra año de 1422, segun el Memorial citado. En pacifica posesion estuvo Pedro Barba en el Señorio de sus Islas, como en mi libro desde fol. 54 hasta el 56, donde dice domi-nio de la Corona de Castilla. Pedro Barba trato de vender estas Islas con lizencia qe tuvo del Rey y las traspaso a un cavro llamado Fernan Perez, el que con facultad Rl las cedio al Conde de Niebla al mismo que las habia vendido Maciot. Pidio / 20vo el Conde facultad Rl pa poderlas traspa-sar y concede de pr Rl Provn en Medina del Campo 3 de Febrero de 1430, las vendio a Guillen de las Casas, por Escra celebrada en S. Lucar 25 de Mayo de 1430. Se ha de poner todo el pasaje en mi Libro, fol. 57 como un Memorial de Servicios de Dn. Pedro de Alarcon, cavo de Sn Thiago. Maciot, que sin embargo de haver vendido 3 veces las Islas, deseaba tener parte en ellas, puso pleyto a Guillen, pretendiendo el termino de Aria en Lanzarote, todo Andia en Fuertevra y la Conqta de la Palma, siguiendose Pleyto y Guillen por escusarse de el hizo tranzacion con Maciot y le dio la dha de Lanzarote con la condicion de no venderla a persona que no fuera de Castilla y que de lo con-trario seria nula la transacion y recaera en Guillen o sus heredos. La Escra de esta condicion en Sevilla 14 de Ago de 1432 y Maciot fue dueño de ella hasta el año de 1454 que bolvio a los heredos de Guillen porque no guardo Maciot las condiciones. Por la demanda de Maciot havia suplicado Guillen al Rey le confirmase la venta, como se la confirmo en Avila a 25 de Agto de dho año de 32, desps el mismo Rey pa mas abundancia hizo nueva mrd en Ocaña en 23 de Junio de 1433 pa que a Guillen de las Casas, su hijo le guarde la misma merced. Estando Guillen de las Casas en posesion de las Islas, poniendo justicias y gozando de los Quintos, pidio al Sr. Dn Juan 2º le com-prase dha mrd de Quintos, como / 21ro se la compro en Tordesillas a 4 de Junio de 1443. Dos años desps Guillen de las Casas teniendo casada a su hija Da Ines de las Casas con Fernan Peraza, qe ya te-nia un hijo llamado Guillen Peraza, hizo permuta con su yerno y nieto de las Islas por la Hazda que tenia en el Lugar de Guevar por Escra de 28 de Junio de 1445 ante Andres Gonzalez, Escno de Sevi-lla, y dho dia Guillen de las Casas dio Poder a Juan Gutierrez, vº de Fuertevra pa qe diesse posesion al dho Hernan Peraza, el que tam-bien la dio a Alonso de Cabrera y Juan Alvz, para qe en su ne la aprehendiesen. El Rey confirmo esta permuta en Arevalo en 22 de Agto de 1445 y desps por dos veces Guillen y Fernan ratificaron esta permuta en Núm. 50 (2004) 901 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 49 13 de Julio de 1447 y por otra Escra ante Andres Gonzz en 15 de Abril de 1448, con que Fernan Peraza fue el Rey y Pr de las Islas como lo escribio Gomara, part. 1. Pellicer de Tobar dice qe este Guillen de las Casas qe hizo la permuta fue cuñado de Hernan Peraza y no suegro. Y no se falta en esto a la verdad de la Histo-ria. Todos los Instrumtos citados estan en el Archivo de Simancas y consta en el Pleyto de los 5os. Hernan Peraza paso a Lanzarote y Fuertevra, tomo possesion de su Señorio, trajo en su compa un hijo y una hija llamados Don Guillen y Dª Ines, fue bien recibido. Solicitaba Hernan Peraza la conversion de estas Islas qe esta-ban por conquistar, ayudandole mucho el Obpo Dn. Diego de Illescas, tuvo pa su instruccion algs religiosos de Sn Franco, qe ya havia en ellas algs, pero no conventos. Previno tres Navios bien peltrechados pa proseguir la Conqta, paso a la Gomera, armo batalla con sus na-turales y haviendo peleado un dia y procurando aquellos barbaros defenderse al fin / 21vo se rindieron, porqe tenia pocos habitadores, y su Rey prometio obeda al de Castilla. Al segdo dia hizo la ceremo-nia segun uso de vasallos y Hernan Peraza le abrazo y prometio a todos libertad si se bolvian Christianos, asi lo ofrecieron, los Reli-giosos trabajasen en catequizarlos y a todos bautizaron; dieronse luego forma de Leyes, Iglesia con el Titulo de Nta. Sra. de la Asuncion y señalando sitio pa la Villa, nombrando por Patrono titular de ella a Sn Sebastian, se puso porqe en este dia se conquisto o por devocion de Hernan Peraza, y dexando en ella españoles pa la poblacion passo al Hierro. Algunos escriben qe Peraza conquisto el Hierro y otros como los de la Historia francesa qe la sugeta Betancr y la poblo de Españo-les, bien pudo ser asi, y qe los Españoles por ver la cortedad de la Isla y como estaban las cosas en tpo del Gobierno de Maciot, la desamparan y se fueron a Lanzarote y Fuertevra y dexaron en ella a los naturales, que viendose libres bolvieron a su antiguo estado. Pero damos que Peraza la sugeto y que con ello tuvo pelea y valerosamte se defendieron, aunqe pocos, y qe desps de quatro o cin-co horas de pelea, segun tengo dicho en mi Libro, el Rey que seria Barbaro y no el qe se bautizo en tpo de Betancr que a este lo llevo Betancr consigo con otros naturales, viendose perdido mando a los suyos suspender la batalla y fue a Peraza y hincando la rodilla le dixo qe no queria pelear, que la tierra estaba por suya y todos se pusieron en obeda. Peraza lo abrazo, prometio libertad a todos los que fueron bautizados y doctrinados por los Religiosos, quedaron en ella Españoles pa poblacion de la Villa y en / 22vo ella se fabrico Parroquia con titulo de Nta. Sra. de la Concepcion. 902 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 50 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Dejo conquistadas estas dos Islas de Gomera y Hierro, poco mas de 20 dias Hernan paso con su Armada a la Palma, llevando consi-go a su hijo Guillen, saltaron a tierra a poner en execucion su de-manda; los Palmeros que estaban avisados por las escaramusas que hisieron con Betancr, les salieron al encuentro y armada batalla se defendieron valerosamte y mostraron tanto animo que huvo muchos muertos de una y otra parte, y entre ellos Guillen Peraza que le atravesaron con un dardo, el qe Hernan, su Pe recibio gran pena, y se bolvio a embarcar con los suyos, tomo el viaje a la Goma y de alli a Fuertevra y Lanzarote. Poblacion de las Islas de Lanzarote y Fuertevra En breve se poblaron estas Islas de nobles e ilustres familias de Españoles, Franceses, Genoveses, asi de los qe pasaron con Betancr como otros qe vinieron despues a la fama de su Conqta con Peraza y en diversos tpos al comercio y trato de ellas, qe algunos de los nobilisimos apellidos que las ilustran y enoblecen son los si-guientes. Aqui la relacion de apellidos por Abecedario Lanzarote, su Villa, Lugar, hermitas, Aldeas, etc. Fuertevra, idem. Poblacion de la Gomera y Hierro Asi mismo en estas dos Islas poblaron muchas nobles familias, y en la Gomera han afijado los Condes y Sres de ellas y tienen alli su poblacion los apellidos de los qe las habitan, son los siguientes. Aqui los apellidos. / 21vo. Poblacion de la Gomera. Aqui su villa, lugares, Iglesias, hermitas y numero de casas de ella y segun la de la Isla de Hie-rro, del mismo tenor. Cap. 8º De la prima entrada que Hernan Peraza hizo en Tenerife qdo aprisiona a Anton guanches, etc. Se ha de poner todo el Capitulo como esta en mi Libro. Cap. 9º Como Diego Ga de Herrera sucesor en estas Islas restau-ra la de Fuertevra, paso a Tenere con Armada hizo pazes con sus 9 Reyes y contradiccion de dho Hera al Infante Dn. Fernando de Por-tugal. Por muerte de Hernan Peraza sucedio en el Señorio Dª Ines de las Casas Peraza, su hija, muger de Diego de Herrera y Ayala, por este dho Diego se intitulo Rey, deste casamto hazen memoria mu-chos Authores como Gomara y Mariana. Quiso proseguir la Conqta Núm. 50 (2004) 903 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 51 y estando casi perdida Fuertevra, antes que los naturales se revela-sen, se restauro poniendoles guarnicion de Españoles, y fundo el Convto de Sn Franco con el titulo de Sn Buenaventura, como lo es-cribe el Pe fr. Franco Gonzaga, qe fue el 1º que se fundo en estas Islas, en el que fue guardian Sn Diego, que paso de compañero del Pe fr. Juan Torcaz. Religioso de santa vida como se escribe en la vida de este Sto en el flos sanctorum de Villegas y en leccions de rezo qe relata dho Pe Gonzaga. Algunos AA. modernos quieren decir que prosiguiendo Diego Ga Herrera la Conqta desps de la restauracion de Fuertevra conquisto la Goma y Hierro. Lo mas cierto es las sugeto Peraza y qe Herrera paso a tomar posesion y qe / 22ro sus vasallos le reconocieron por Señor, qe puso algunas cosas en orden, jusgando los AA. este viaje por conquista. Tuvo en este tpo Herrera noticia como Maciot tenia hecha ven-ta al Infante Dn Enrique, hijo del Rey Dn Juan de Portugal, el qe antiguamte le havia hecho compra de todas; pero como la condicion de la concordia qe Maciot havia hecho con Guillen de las Casas, fue qe siendo la venta en persona de Castilla fuese nula, puso pleyto al Infante, anulando la venta y se sentencio a favor de Herrera en Cuellar a 7 de Septe de 1454, y pusieron por Govor a Adrian de Benavente, y el Rey de Castilla despacho Zedula para qe Alonso de Cabrera fuese Alcde Mor y desps por nueva Zedula se le bolvio la vara de gobierno al dho Benavente y se le encargo a Herrera en 24 de Agto de 1455 y la vara de Alce Mor bolvio a Pedro de Aday, qe lo era en tpo de Maciot, asi consta del Mema de Gomera sobre pleyto de Quintos y en una Informacion que Diego de Cabrera, vezo de Canaria hizo de la posesion de su hidalguia año de 1508 ante Diego San Clemente, Escno de Camara y original esta puesto en el Regis-tro de Oficio de [blanco] Betancurt en la Orotava año 1681, dispo-ne Bernardo Davila, tgo de 88 años y dice en la 4 pregunta que en aquel tpo que esta dha Isla de Lanzarote havia dado Mosen Maciot, Señor de ella al Infante Dn. Enrique de Portugal que los Principales desta Isla embiaron a Fuertevra por el dho Alonso de Cabrera, como a hombre hidalgo e honrado, e bueno, e bien informado que vinia / 22vo a esta Isla a ser Capn el Alcalde pr el Rey sobre Pedro de Alday qe era Alde ordinario, estuviese en la Isla por el Rey. No le faltaron pleytos a Herrera y su Muger; pues haviendose acabado el que tenia con el Infante le salio otro sobre el dro a las tres Islas por conquistar, y fue el motivo qe el Rey Dn Enrique de Castilla, hijo de Juan 2º, qdo caso con la Reyna Da Juana, Infanta de Portugal, año de 1455, hizo donacion de la Conqta
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Título y subtítulo | Idea de la conquista de estas islas (1679) : Núñez de la Peña en la historiografía canaria |
Autor principal | Béthencourt Massieu, Antonio de |
Publicación fuente | Anuario de estudios atlánticos |
Numeración | Número 50. Tomo 2 |
Sección | Historiografía |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Madrid ; Las Palmas |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 2004 |
Páginas | p. 0853-0904 |
Materias | Núñez de la Peña, Juan ; Fuentes |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 233799 Bytes |
Texto | Núm. 50 (2004) 853 68 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA EN LA HISTORIOGRAFÍA CANARIA P O R ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU En 1994 la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria me encargó, con alguna urgencia, un prólogo introductorio para la edición facsímil de la Conquista y Antigüedades de las Islas de Gran Canaria del lagunero Juan Núñez de la Peña, obra que vio primera luz en la madrileña Imprenta Real1. Era el primer libro de un acertado proyecto. Consistía en el número inicial de una colección de fuentes sobre el pasado de las Islas. Sin embargo, como tantas ideas felices, fue el único de la soñada colección. A pesar del fracaso, los artesanos de la historia no podemos quejarnos. Raro es el año que no prolife-ran las ediciones dedicadas a fuentes: Cabildo de Gran Canaria, Instituto de Estudios Canarios, Económicas de Tenerife y Gran Canaria, así como en empresas e instituciones insulares. La Conquista y Antigüedades era una más, pero imprescindible, por no encontrarse en el mercado la aparecida en 1847. 1 JUAN NÚÑEZ DE LA PEÑA, Conquista y Antigüedades de las Islas de la Gran Canaria y su descripción. Compuesta por el licenciado Dn. ————, natural de la dicha Isla de Thenerife en la ciudad de La Laguna. Año de 1676. En Madrid, en la Imprenta Real. Edición facsímil, con prólogo de A. de BÉTHENCOURT MASSIEU. ULPGC, Servicio de Publicaciones, Las Palmas de Gran Canaria, 1994. 854 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 2 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Durante la preparación y redacción del prólogo me asaltó un problema ¿cómo incluir en una edición facsimilar un texto manuscrito2 o transcrito del propio autor en 1679, en que en-mendaba, añadía y mejoraba la primera parte de su obra publi-cada con tres años de anterioridad? Los impedimentos resulta-ron variados: urgencia, así como razones técnicas y estéticas, que obligarían a variar un diseño cuidadoso3. No era mi intención silenciar el interés perfeccionista de un historiador —cronista en opinión de don Elías Serra—, a quien no escapó ni un solo papel de su interés. Si además añadimos, los vapuleos, a pesar de algún elogio de pasada, que padeció de historiadores insulares de la talla de Viera4 o Millares Torres5. Y aún si tenemos en cuenta que Núñez de la Peña fue el autor más citado por Viera en su Noticia precediendo incluso a Abreu Galindo6. Decidido a saldar, aunque tarde, mi deuda con Núñez de la Peña, en esta aportación procedo a publicar la transcripción de las novedades introducidas por don Juan, del original que con-servaba don Antonio Lope de la Guerra, que hoy afortunada-mente se conserva en El Museo Canario7, así como una biogra- 2 Idea de la Conquista de estas Islas de Canarias últimamente añadidas y enmendadas, año de 1679 por Dn. Juan Núñez de la Peña. Mns. El Museo Canario. AGUSTÍN MILLARES CARLO y MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ, Biobi-bliografía de Escritores Canarios (siglos XVI, XVII y XVIII), El Museo Canario, Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas y Cabildo de Gran Canaria, 1975-1992, 6 vols., t. V, 1987, 277. 3 Vid. supra, nota 1. 4 JOSÉ VIERA Y CLAVIJO, Noticias de la Historia General de las Islas Cana-rias, ed. de ALEJANDRO CIORANESCU, Goya Ediciones, Santa Cruz de Tenerife, 1971, 6.ª ed., t. II, 1141. 5 AGUSTÍN MILLARES TORRES, «Juan Núñez de la Peña», en Biografía de Canarios Célebres, EDIRCA, Las Palmas de G.C., 1982, 2 vols., t. I, 185- 190. Como dice Cioranescu con acierto, Millares no hace otra cosa que seguir a Viera. Cfr. según tesis valorativa en su «Juan Núñez de la Peña», ob. cit., pp. 191-196. 6 En el «Índice General» del t. II de las Noticias, en ed. de Cioranescu, las cits. págs. dedicadas a Núñez de la Peña, abarcan 27 líneas (p. 1441), Abreu Galindo 26 (pp. 1027-8), Pedro Agustín del Castillo 13 (p. 1066) y Espinosa 10 (p. 1085). 7 Idea de la Conquista, cit. Mns. 25 fols. en 8.º, t. III, doc. V en la Co- Núm. 50 (2004) 855 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 3 fía de la pluma de Lope8, y fue enviada a Viera y Clavijo. Esta ha sido de suma utilidad para la generalidad de los historiado-res que nos hemos acercado al estudio de la personalidad de nuestro autor. Estimo conveniente hacer preceder la Idea de la Conquista con la Noticia de don Lope sobre su biografiado. Un documen-to más de los muchos que copió o escribió, suministró a su amigo el arcediano, no demasiado entusiasta con las duras ta-reas archivísticas. Otra razón es porque nos aclara la antipatía visceral de Viera por Núñez, que don Lope trató de amortiguar con su trabajo biográfico. Finalmente, creo oportuno hacer preceder ambos textos aún inéditos, de una introducción en la que tocaré tres temas aclaratorios: la recia personalidad de don Lope Antonio de la Guerra; la polémica historiográfica sobre el valor de la Conquis-ta y Antigüedades; y, finalmente, cuáles son los rasgos de nues-tra aportación, que permitirá conocer cuáles fueron las concep-ciones de Núñez de la Peña. I. DON LOPE ANTONIO DE LA GUERRA Y PEÑA Y SU «NOTICIA» Me parece innecesario presentar un esbozo biográfico de don Lope, así como del ambiente y problemas de La Laguna, ciudad de sus amores. La reciente edición de sus Memorias9, van prece-lección de Documentos para la historia de las Islas Canarias de AGUSTÍN MI-LLARES TORRES. Cfr. MILLARES CARLO, 1987, t. V, p. 287, IV. 8 Noticia de Dn. Juan Núñez de la Peña, Cronista de los Reinos de Castilla y León, familiar del Santo Oficio, historiador de Canarias, escritos por don Lope de la Guerra Peña para don José Viera y Clavijo. Colección MILLARES TORRES, cit., t. III, 22 vº-25 vto. 9 LOPE ANTONIO DE LA GUERRA PEÑA, Memorias. Tenerife en la segunda mitad del siglo XVIII. «Estudio y notas» de ENRIQUE ROMEU PALAZUELOS. Ed. Cabildo de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 2002. El «estudio» lleva por título: «Lope Antonio de la Guerra y Peña. La vida, la ciudad, los hombres, sus trabajos, las Memorias», pp. 9-64. Esta edición había sido precedida por la de El Museo Canario en cua-tro cuadernos entre 1951-1959, edición a cargo de SIMÓN BENÍTEZ PADILLA, 856 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 4 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU didas de un atildado y precioso estudio, de quien tan bien cono-cía ambos aspectos. Se trata del inolvidable amigo Enrique Romeu Palazuelos, quien nos abandonó sin poder contemplar su obra. Don Lope y La Laguna Por lo que toca a su biografía y situación y estado de La Laguna, basta observar el título que Romeu pone a su estudio: «Lope Antonio de la Guerra: su vida, la ciudad, los hombres, los trabajos, las Memorias»10. De otro lado, don Lope fue tan meti-culoso que con ir el lector a compás de la lectura de sus memo-rias, si tomara las notas de lo referente a su persona, al final tendría su autobiografía11. Minuciosidad que no escatima en cuanto tenga la menor referencia a su entrañable ciudad. Sin embargo, hemos de re-conocer que lo sobrepasa el profundo y reciente estudio que sobre la misma ha publicado Núñez Pestano, precediendo a la edición de La Nivaria Triunfante12. A la vista de lo anterior sólo me resta que desbrozar algún aspecto de su tranquila, ocupada y dilatada vida de la biografía de este prócer lagunero. Sus Memorias es obra no sólo magistral entre el número no escaso de diarios que se redactaron por aquellas décadas, sino fuente de extraordinaria utilidad para los estudiosos de las men-talidades y comportamientos de las gentes de su ciudad. que ya había dado a conocer las del primer tomo en la revista El Museo Canario, núms. 25-26 (1948) al 49-52 (1954), que dieron lugar a una tirada aparte. Para más detalles, MILLARES CARLO y HERNÁNDEZ SUÁREZ (cit. 1997, pp. 207-250) y FRANCISCO FERNÁNDEZ BÉTHENCOURT, Nobiliario y Blasón de Canarias, 8 tomos, III, Valencia, Vda. De Aycalde, 1879, 25-28. 10 Cit. supra. 11 Como ejemplo, Memorias cits., año 1760, pp. 76, 79, 80, 81, 82, 83, 85 y 87. Para 1762, 123-24, y así hasta el final. 12 JUAN RAMÓN NÚÑEZ PESTANO, «Nivaria triunfante y su capital glorio-sa » o los orígenes del pleito insular, Universidad de La Laguna, La Lagu-na, 2002. Núm. 50 (2004) 857 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 5 La Laguna contaba con una no muy numerosa minoría de personas bien dotadas, los ilustrados, progresistas hasta ciertos límites, que lucharon por rescatar su antigua grandeza. Sin embargo, la vieron abocada a una irremediable decadencia. Pro-ceso analizado con extremado acierto por Núñez Pestano13. Sin embargo, la valoración por don Lope de sus problemas, los ve complementados con los políticos, militares, sociales y un largo etcétera, son válidas y atinadas. De su personalidad y preparación ilustrada, destacó la devo-ción de don Lope por los papeles. El ingente número de manus-critos que pasaron ante sus ojos, no sólo fueron los localizados por Millares Carlo14, sino otros muchos como los tres volúme-nes reunidos por don Tomás Tabares, que por su contenido merecían ser publicados, según opina el experto Romeu Pala-zuelos15 o, al menos, una selección de los más interesantes como fuentes históricas. Los papeles y La Laguna fueron sus grandes preferencias y fuente de preocupación. Le acompañaron hasta la muerte, tras una dilatada vida. Romeu Palazuelos refleja ambos a la per-fección. Respecto a los primeros nos dice que en sus últimos años «se rodeó de fantasmas de papel. Su cuarto de trabajo fue un cementerio de lápidas mortuorias en tamaño de folio16; pues lo suyo fue escribir y escribir mucho, un castigo o una manía necesaria»17. Lo que expresó con acierto el propio don Lope: escribir era «la manera de combatir la ociosidad, disfrutando»18. Con respecto a su amor e interés por su ciudad, nada mejor que el inicio de una carta al marqués de Villanueva del Prado, dos años antes de su óbito: 13 Ob. cit. 14 A. MILLARES CARLO, ob. cit., t. III, 280-213. En total, 18. 15 Ob. cit., 15. Los dos primeros llevan por título: El Antiguo Cabildo y Regidores Perpetuos de Tenerife, y el III: Antigüedades de Tenerife y Juntas de Propios. 16 Ob. cit., 26. 17 Loc. cit. 18 Ob. cit., 31. 858 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 6 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU «Muy estimado Sr. mío y amigo: yo siempre he soñado con cosas del público y principalmente de la isla de Tenerife y de su capital; en este supuesto no es de extrañar que yo sea algo incómodo, como lo soy para Bencomo por sólo procurar que entienda mi modo de pensar...»19. Aunque, quizá este amor desmedido lo expresara mejor Vie-ra. Cuando le cuenta sus impresiones de la visita que le hizo en Las Palmas el marqués don Alonso en 1803, dice: «hemos ha-blado de La Laguna, y casi no hemos hablado de Vm., ya que para mí es todo La Laguna»20. Las relaciones entre don Lope y Viera Pues bien, dejando ahora a un lado los avatares y obras de Guerra y Peña, tan variadas y positivas desde su pertenencia a la Tertulia de Nava21, hasta que abandonara este mundo, me ceñiré a una somera aproximación a las relaciones entre Viera y don Lope, para desembocar sobre la remisión por éste del es-crito sobre la vida de Núñez de la Peña. No cabe duda que la amistad y admiración mutua fue gran-de y duradera entrambos. Es más, de agradecimiento, pues la desmesurada afición de don Lope por los papeles se compensa-ba por la escasa del arcediano por los archivos. Las colabora-ciones de aquel en la elaboración de las Noticias fue trascen-dental y copiosa, como la reconoce su autor, cuando en el prólogo al tomo III, reconoce: «De tan inusitado trabajo al celo, amistad y singular apli-cación de los ilustres Caballeros Regidores de la Ciudad de La Laguna, amantes de la Patria y de las Letras... Don Lope de la Guerra y Peña... ha contribuido con diferentes 19 Carta del 6-VIII-822. Más adelante remata: «La ciudad está llena de enemigos y hasta ponen pasquines a Rvdo. Sr. Obispo». Loc. cit. 20 Ob. cit., 61. 21 C. ROMEU PALAZUELOS, La Tertulia de Nava, Aula de Cultura, Santa Cruz de Tenerife, 1977. Núm. 50 (2004) 859 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 7 apuntes, epítomes, cuadernos, índices cronológicos, diarios, cartas y análisis»22. Elogio de tal calibre lleva a Fernández Béthencourt a excla-mar: «nada menos ha inmortalizado su nombre»23. La amistad profunda y duradera. Sin embargo, en tan dila-tada relación no faltaron desavenencias provocadas por diferen-tes criterios sobre aspectos puntuales. Estos no faltaron sobre la obra magna de Viera. Cuando a éste llegaron a sus oídos algu-na crítica de su amigo, hirieron de tal forma al arcediano, que reaccionó no sin un dejo de amargura punzante. Escribió: «Le aseguro a Vm. que nunca me han parecido las Cana-rias tan chicas, don Lope tan pequeño, sus repertorios des-preciables y mis libros tan ridículos»24. La noticia de don Juan Núñez de la Peña Más factible que una conjetura fue una realidad el hecho de qué, dada la intimidad entre Viera y Guerra, éste advirtiera el escasísimo aprecio de su amigo por Núñez de la Peña, que se convertía en desprecio cuando de su Conquista y Antigüedades se tratara. Alguna razón es fácil de entender sobre el tema. Frente a su espléndida prosa neoclásica, la barroca de don Juan; de su con-cepción crítica de la historia, la credibilidad sentimental en milagrerías y supercherías sin fin, etc. Por tanto, don José sen-tía un absoluto desprecio por la obra magna de don Juan, mien-tras don Lope encontraba en la misma no sólo aciertos, sino una aportación ingente de documentación y una insospechada capacidad de rectificación. Presumía posiblemente don Lope que el centro de los posi-bles ataques del arcediano procedieran del desconocimiento por parte de Núñez de la Peña del manuscrito de Abreu Galindo y 22 J. VIERA Y CLAVIJO, Noticias, t. II, 28. Lo escrito corresponde al t. III de la versión original. 23 Ob. cit., t. III, 23. 24 Apud ROMEU PALAZUELOS, Memorias, 17. 860 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 8 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU de la versión traducida del francés de Le Canarien25. Pretendió, si no desterrarlos, al menos atenuarlos. Como hombre de pape-les, tenía entre los suyos el original de las enmendaciones de don Juan sobre las que volveremos, lo que le llevó a la tarea de re-dactar la Noticia de Dn Juan Núñez de la Peña. Una auténtica biografía de dicho autor26. El mérito de la misma así como de la copia del propio Núñez, que las conservaba don Lope pasaron con el tiempo a don José Vicente del Burgo. Han sido consultadas por los historiadores laguneros de la pasada centuria. Una copia de puño de su au-tor la pudo rescatar Millares Torres, quien tuvo la posibilidad de hacer la copia que utilizamos de don Juan. El caso es que todos los historiadores que se han acercado a Núñez de la Peña y su obra han bebido directa o indirectamen-te en la Noticia de don Lope, desde el propio Viera27. Le siguie-ron en el tono negativo, Millares Torres, los doctores Vernau y Chil y Naranjo28, así como cuantos fueron atraídos por su per-sonalidad, incluso los que trataron de reivindicarlo29, hasta que 25 Vio luz en Francia en 1630. En Canarias fue conocida gracias a la traducción que realizó durante los años de su destino en las Islas el ge-neral Luis Fernando de Córdoba y Arce (1636-1643). A. MILLARES CARLO, ob. cit., t. V, 77. 26 Noticia de Dn Juan Núñez de la Peña, cronista de los Reinos de Castilla y León... escrita por Dn Lope de la Guerra y Peña para don José Viera y Clavijo. Colección de Documentos de las Islas Canarias. Recogidos por Agustín Millares, t. III, fols. 22 vº-25 vto. Mns. en El Museo Canario. 27 Ob. cit., 899-902. 28 MILLARES TORRES, ob. cit., t. I, 269-270. RENÉ VERNAU, Etnografía y anales de la Conquista de las Islas Canarias, apud DACIO V. PADRÓN, «Del pasado tinerfeño. El historiador Núñez de la Peña y su tiempo», RH, 69 (1945), 3-25; 70 (1946), 210-222, 220; 71 (1946), 285-89; 72 (1948), 462- 464, y 3 (1926), 26-34, y CHIL Y NARANJO, Estudios históricos, climatológi-cos y patológicos de las Islas Canarias, t. IV, inédito. El Museo Canario. Cfr. A. BÉTHENCOURT MASSIEU, «Una visión lacónica del siglo XVIII», en El Museo Canario (Homenaje al Dr. D. Gregorio Chil y Naranjo (1831-1908), p. 88. 29 GUILLERMO CAMACHO Y PÉREZ GALDÓS, «Una carta del historiador Núñez de la Peña», en Revista de Historia (RH), 45 (1939), 139-142; RA-MÓN FERNÁNDEZ POUSA, «La historia del Cristo de La Laguna según uno de los capítulos inéditos de Juan Núñez de la Peña», en RH, 65 (1944), 51-62; D. V. DARÍAS PADRÓN, art. cit. BUENAVENTURA BONNET REVERÓN, «Nuevas in- Núm. 50 (2004) 861 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 9 Cioranescu y Romeu Palazuelos han considerado sus méritos como autor de su época30 y de la que dejaron opinión encontra-da en la edición crítica. Tales méritos es lo que nos lleva a incluir en primer lugar el texto de la Noticia redactada por don Lope, pues encierra méri-tos suficientes de conocerla tal como salió de su aguda pluma. II. LA CONQUISTA Y ANTIGÜEDADES Pretendo en este apartado aproximarme al fondo de una cuestión historiográfica de Canarias en el siglo XVII. Radica la misma en tratar de entender la valoración que de la Conquista y Antigüedades de las Islas de Gran Canaria se ha realizado a lo largo de estos tres siglos, así como la calidad que ha recibido su autor Juan Núñez de la Peña como historiador. Para ello trataré en una breve aproximación situar la obra en su tiempo, analizar el esfuerzo de su autor y calibrar la ca-pacidad del mismo. Explicar la favorable acogida de ella por parte de sus contemporáneos, así como las razones de la crítica por parte de Viera y Clavijo, a pesar de los esfuerzos mode-radores de Lope de la Guerra. La pervivencia del menosprecio entre los autores liberales del siglo XIX y el intento de restable-cer su prestigio a mediados de la pasada centuria. La obra en su contexto Impresa en 1676, la Conquista y Antigüedades se produce en la plenitud del Barroco. Predominaba por entonces el sentimien-to sobre la razón y la medida. Por tanto, tenía cabida todo lo extraordinario, lo maravilloso y muy especial lo milagrero. He-cho este último potenciado por las polémicas religiosas, reforza-vestigaciones. El cronista don Juan Núñez de la Peña», en RH, 79 (1947), 297-318; 81 (1948), 12-32; 82-83 (1949), 217-236. Este es el más acertado, con una novedosa visión del historiador. 30 ALEJANDRO CIORANESCU, «Juan Núñez de la Peña», en A. MILLARES TORRES, Biografías, t. I, 191-196. 862 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 10 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU das desde el lado católico por algún canon tridentino referente a los misterios de la fe, intervención salvífica por el culto a los Santos, probados por sus milagros, las reliquias y la redención de las almas del purgatorio. Sólo desde esta perspectiva enten-deremos la inusitada credibilidad incluso de los más excelsos historiadores, todavía acientíficios del Seiscientos31. Los excesos consiguientes, acentuados hasta límites irra-cionales, acentuada a consecuencia de los horrores de las Gue-rras de Religión, condujeron a una imperiosa necesidad de renovar los métodos de la historia. Reacción debida a los bene-dictinos de la abadía de Saint Mur. Fue aquí donde Dom Jean Marbillon estableció los principios de la crítica interna y ex-terna frente al documento en su De Re Diplomatica publicada en 168132. El nacimiento de la crítica histórica como método científico tiene su fundamento en la razón, basada en los principios cartesianos y newtonianos que dieron lugar a la Revolución Científica. Si la obra de Marbillon es de 1681 y la de Núñez de la Peña apareció en 1676, es imposible que hubiera alcanzado ni siquie-ra los primeros intentos de movimiento renovador a estos peñas-cos atlánticos. Hubo que esperar a las primeras décadas del si-glo XVIII33. Gestación de las «enmendaciones» Ya vimos como aseveraba, con sumo acierto don Lope, que a pesar de los muchos inconvenientes que contiene la obra de Núñez de la Peña, encierra méritos incontables. Entre los mis-mos se encuentran por vez primera una ingente aportación de fuentes documentales. Pero quizás, considera superior el ánimo perfeccionista del autor, consciente de sus yerros, que procuró enmendar. En otras palabras, el poner al día su libro de 167634. 31 A. BÉTHENCOURT MASSIEU, Prólogo cit., VII. 32 Loc. cit. 33 Ob. cit., VIII. 34 Cfr. en lo expresado acerca de su Informe a Viera. Núm. 50 (2004) 863 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 11 Millares Carlo lo prueba en 1932, cuando sobre la Conquis-ta y Antigüedades establece tres fases en su elaboración. Dos de las mismas han permanecido inéditas. La de 1669, manuscrito titulado Libro de las Antigüedades, un mero boceto, la primera en orden cronológico35. La otra, Idea de la Conquista de estas Islas Canarias, ultimamente añadidas y enmendadas, año de 1679 por Dn Juan Núñez de la Peña36. La intermedia, 1676, fue Conquista y Antigüedades. El «Libro de las Antigüedades» En 1669 con solo 28 años remata su primer proyecto. Plani-ficado para imprimirlo, lo dedicó incluso a don Alonso de Nava, marqués de Villanueva del Prado, precedido de dos décimas y dos sonetos de alabanza como era uso en la época. Su manus-crito se conserva en la Biblioteca Nacional (Madrid), como con-firman numerosos autores37. La Conquista y Antigüedades Hay que pensar que el propio autor estimó que no era obra madura. La lectura de los documentos del viejo Cabildo tiner-feño, lo pusieron de manifiesto, lo que le obligó a introducir sustanciales modificaciones. También introdujo lo que respecta a la isla en la antigüedad. Según Bonnet, la nueva revisión la dio por terminada en 177438. Dos años más tarde aparecen en 35 Libro de las Antigüedades y Conquista de las Islas de Canarias, sv autor el Ldo D. Johan Nvñez de la Peña.. año de 1669, en AGUSTÍN MILLARES CARLO, Ensayo de una Bio-bibliografía de escritores naturales de las Islas Canarias (siglos XVI, XVII y XVIII), Tipografía de Archivos, Madrid, 1932, 272. 36 Ob. cit., 383. 37 Amén de MILLARES CARLO, ob. cit., 318, y BONNET REVERÓN, RH (1947), 209. El manuscrito fue descubierto por LUIS MAFFIOTE-LA ROCHE y la noticia publicada en el Diario de Tenerife, 30-XII-1874. Un estudio sobre el mismo, RAMÓN FERNÁNDEZ POUSA, «La historia del Cristo de La Laguna según unos capítulos inéditos de Juan Núñez de la Peña», en RH (1944), 51-62. 38 B. BONNET REVERÓN, art. cit., RH, 79 (1948), 314. MAFFIOTE conside- 864 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 12 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Madrid, editado en la Imprenta Real, «a costa de Florian Anisson, Impresor de Libros». Apareció con el título de Conquista y Antigüedades de las Is-las de Gran Canaria39. Fue muy bien acogido en las Islas y en la Península. Carlos II tuvo a bien conceder al autor el título de Cronista General de los reinos de Castilla y León, siendo gratifi-cado con una pensión de doscientos ducados. Sin embargo, a pesar del éxito inicial, no ha tenido excesi-vas ediciones. Sólo dos: en 1847 por la Imprenta Isleña en San-ta Cruz de Tenerife y en 1994, con un prólogo introductorio de quien suscribe, la facsimilar, por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. La explicación del escaso interés prestado a este libro obedece como veremos a los ataques, más que críticas que sufrió a partir de los de Viera y Clavijo. Margino entrar ahora en un análisis crítico y valoración de su contenido. De una parte por ser bien conocido de los espe-cialistas y porque el interesado puede encontrar un resumen de los mismos en la bibliografía de las notas anteriores. Las pro-pias mías se encuentran en el prólogo a la edición de 199440. raba que el mns. se conservó en el Círculo de la Amistad de Santa Cruz de Tenerife hasta 1892, en que ardió la biblioteca. Loc. cit. 39 Título completo: Conquista y Antigüedades de las Islas de Gran Cana-ria y su descripción con muchas advertencias de sus privilegios, conquista-dores, pobladores, y otras particularidades, en la mayor poderosa Isla de Tenerife, dirigida a la milagrosa imagen de Nuestra Señora de Candela-ria. Compuesta por el Licenciado don Juan Núñez de la Peña, natural de dicha Isla de Tenerife en la ciudad de La Laguna. Año 1676. Con Privilegio. En Madrid: en la Imprenta Real. A costa de Florián Anisson, Mercader de Libros. Va precedida amén de las licencias, por prólogo del autor, cinco sonetos, una décima y una octava latina anacreóntica. 40 Al título general en la portada es añadido: Reimpreso en Santa Criz de Tenerife, 1847, Imprenta Isleña, Miguel Miranda. Cfr. A. VIZCAYA CAR-PENTER, Tipografía canaria, Instituto de Estudios Canarios, 1964, 181, y MILLARES CANTERO y HERNÁNDEZ SUÁREZ, ob. cit., t. 276-77 y la edición fac-símil cit. Núm. 50 (2004) 865 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 13 La «idea de la conquista», 1679 El deseo de perfección de don Juan, su desbocado interés por los documentos y su afición por estar al día le llevaron a reco-pilar las aportaciones de los escritores de la Antigüedad sobre las Islas y sobre todo una versión manuscrita de la obra de Abreu Galindo y el conocimiento de la primera traducción de Le Canarien. Esta fue publicada por Bergueron. Pero, la que llegó a manos de nuestro autor «acaso [fuera] en la versión inédita del General Luis Fernández de Córdoba, que debió ejecutar durante su mando en Canarias (1638-1643)»41, así como otros papeles. Este conjunto llevole a preparar una nueva edición de la Conquista y Antigüedades. Labor que le ocupó los tres años entre 1676 y 1769, en que redactó su Idea de la Conquista de estas Islas de Canarias ultimamente añadidas y enmedada, año de 1679, por Dn Juan Núñez de la Peña. Aparte de las meras noticias de la historia mítica o de auto-res de la Antigüedad que va encajando a su manera en el texto impreso, como cuñas, más tarde procede a introducir textos más extensos, que puedan abarcar un antiguo capítulo. Y ello por confiar plenamente bien en Abreu Galindo para la época prehispánica, Le Canarien para la conquista normanda —aun-que en algún momento puntual permanezca dubitativo si la fecha correcta es la de los capellanes, 1402 o 1417, dada la au-toridad de Antonio de Nebrija—, bien que para el periodo seño-rial aporte una serie de documentos importantes, casi todos per-tenecientes a los pleitos de Quintos, conservados en el Archivo de Simancas42. En el resto —los libros II y III— no retoca ni siquiera un nombre o una fecha, y menos el estilo literario. Estimo que se-mejante actitud obedece a la certeza de que cada línea o párrafo estaba fundamentado en documentos del archivo del Concejo, 41 Ob. cit., fols. XVIII-XXI. 42 Las aseveraciones anteriores se desprenden de una lectura de la Idea de la Conquista, aunque alguna fue ya identificada por los historiadores laguneros de mediados de la pasada centuria. 866 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 14 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU negándose a perder el tiempo en comprobaciones o someter sus afirmaciones a dudas críticas. Y más aún, cuando trata el si-glo XVII en que las Descripciones observadas por el propio autor, o conocidas a través de lo que hoy denominamos historia oral. III. LA CONQUISTA EN LA HISTORIOGRAFÍA Crítica acerba de Viera Como señalábamos la Conquista y Antigüedades fue recibi-do con el beneplácito general antes de Viera. Sólo en la Topo-grafía del P. Sosa43, Darias Padrón la estima como una respues-ta a la magnificación que don Juan hace de Tenerife44. El comentario de Pedro Agustín del Castillo reduce su juicio a manifestar que Viana y Núñez, «como naturales y vecinos de Tenerife, esmeránse en la de su Patria dejando las demás muy desnudas»45. Ante tanta bonanza, llegamos a Viera y Clavijo. Ante la im-posibilidad de realizar un estudio exhaustivo, diré que el choque es reflejo de toda la inquina de un Ilustrado ante un portaes-tandarte de la sensibilidad y credibilidad del Barroco. Quien lo ha visto con más claridad ha sido el profesor Cioranescu: 43 JOSÉ DE SOSA, Topografía de la Isla de la Fortuna de Gran Canaria... 1678, Imprenta Isleña, Santa Cruz de Tenerife, 1874. Hay edición de 1941 y 1994. 44 D. V. DACIO Y PADRÓN, art. cit., en HC, 70 (1945-46), 214. BONNET REVERÓN va más allá, advirtiendo que la Topografía es una respuesta historiográfica que refleja ya la existencia de un enfrentamiento entre Gran Canaria y Tenerife, que después encontraremos acentuada en la Historia Ge-neral de MILLARES TORRES. 45 P. H. CASTILLO Y DÍAZ DE VERGARA, Descripción histórica y geográfica de las Islas de Canarias (1737) [Prólogo y edición de Antonio de BÉTHEN-COURT MASSIEU], Las Palmas de G.C., 2002, 11. Sin embargo, el autor en páginas anteriores lamentando los fondos documentales perdidos en todas las islas, excepto en Tenerife, explica las diferencias. Aunque Castillo recu-peró muchos documentos del resto de las islas, incluso de Tenerife, no fue capaz de viajar a la misma para visitar los archivos, cosa que sí realizó en Gran Canaria, Núñez de la Peña, aunque en una visita fugaz. BONNET, art. cit. en RH, 81 (1948), 16. Núm. 50 (2004) 867 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 15 «Núñez de la Peña parece haber irritado más de una vez y provocado a responder. Muchos de los párrafos en los primeros libros son una discusión cerrada con Núñez de la Peña, para rebatir su edificio histórico y derribarlo, para mofarse discretamente alguna vez de su credibilidad y de su falta de criterio; y todo ello no es porque se encuentra con un escritor rutinario, sino porque siente verdaderas ganas de rebatirle»46. Efectivamente, en un rápido repaso a las Noticias de Viera, aunque alguna vez se apoye en don Juan, en más de una cincuentena de ocasiones, no sólo disiente, sino que procura desautorizarle con algún grado más de acidez que de ironía, sin que falten exageraciones47. ¿Para qué traer a cuento tantos tex-tos conocidos de todos? La mayor acritud la muestra en el contenido del primer li-bro, que es justamente la que Núñez de la Peña trató de en-mendar. Viera, por tanto, ignora conscientemente el trabajo que se tomará su amigo y colaborador don Lope, no solo con la biografía del citado autor, sino con la copia de la Idea de la Conquista que conservaba en su biblioteca. Y prueba de que tuvo ambos textos, la tenemos en que la biografía de Núñez de la Peña, es incluida en el capítulo XIX del tomo VIII de las Noticias, es una simple reproducción del trabajo de don Lope48. La crítica tuvo tal éxito que las han venido reiterando la casi totalidad de los historiadores que se han acercado al cronista, si se aceptara el calificativo de Serra Rafols para todos los autores que han tratado el pasado de las listas anteriores a Viera, «pri-mer historiador de Canarias». Curioso es señalar y creo que de algún interés para evaluar el respeto científico que Viera sentía por las opiniones de sus íntimos colaboradores. No hizo el menos caso de la labor meri-toria de don Lope, quien le advirtió sobre Núñez de la Peña: «No he visto cosa que no haya sido reformada en su manuscrito, a excepción de los milagros y otras cosas que parecían piedad». 46 Apud A. BÉTHENCOURT, «Prólogo y estudio de la Conquista y Antigüe-dades », 1994, XVIII. 47 BÉTHENCOURT, loc. cit. 48 Noticias cit., t. II, 899-902. 868 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 16 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Núñez de la Peña ante la historiografía del siglo XIX La valoración negativa arrastró sobre todo a los historiado-res de la citada centuria. En casi todos los casos, a las razones de los ilustrados, añadimos el anticlericalismo que entre ellos predominaba. Caso sobresaliente es el de don Agustín Millares Torres. Caso paradigmático, pues como Viera no sólo conocía la Idea de la Conquista y en algo la valoró, pues tuvo con su pa-ciencia benedictina el trabajo de incorporar el manuscrito a su Colección de Documentos para la Historia de Canarias. Sin em-bargo, sí utilizó la biografía de don Lope, al igual que Viera, para las páginas que le dedica a don Juan en su Biografía de canarios célebres49. Abierta la senda, las valoraciones y críticas negativas no fal-taron en la Etnografía y Anales de la Conquista de las Islas Ca-narias de René Berthelot; el más duro, paradójicamente, fue Menéndez Pelayo50, e incluso alcanza ya en el XIX a el sacerdote Rodríguez Moure. Todavía más paradójico es el caso del Dr. Chil y Naranjo, quien a pesar de su acerbado anticlericalismo, aun-que para el siglo XVII todos los piropos los dedica al P. Sosa, la obra de Núñez de la Peña la califica de «una joya»51. Reivindicación en el siglo XX Hubo que esperar a la década de los cuarenta de la pasada centuria, cuando alguno de los historiadores del círculo de la Revista de Historia trataron de reivindicar a nuestro autor. Don Dacio V. Darias llevado por el entusiasmo y don Buenaventura 49 «Don Juan Núñez de la Peña» en Biografía de canarios célebres, EDIRCA, Las Palmas de G.C., 1982, 2 t., I, 183-190. 50 Los mismos señalando excesivas críticas, DARÍAS PADRÓN, art. cit., en HC, 70 (1945), 220, y BONNET, en el caso de Berthelot, en RH, 76 (1947), 318, respectivamente. 51 A. BÉTHENCOURT MASSIEU, «Una visión lacónica del siglo XVIII», en revista El Museo Canario, LVI (2001), 85-102. Número dedicado como Ho-menaje al Dr. Gregorio Chil y Naranjo (1831-1901). Núm. 50 (2004) 869 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 17 Bonnet en un tono más mesurado, trató éste de situar la obra en su justo mérito52. El primero no sólo acusa a Viera de manipulador e injusto porque, conociendo el texto de la Idea de la Conquista, no rectifi-ca sino que afirma que si el arcediano era «bastante más ilustra-do », con respecto a Núñez, «era mucho, pero que mucho menos investigador». Dejó, para él, llevarse de «su inclinación crítica». La opinión de don Dacio es superada por Bonnet en su ex-tenso y metódico trabajo, donde reivindica a Núñez, pero sin pasión. En su ponderado análisis señala sus muchos defectos, que no oscurecen lo mucho de positivo, no sólo de la Conquista sino a lo largo de su extensa obra. Reconoce que su redacción es «insípida» y no acepta sus beaterias, pero al otro lado de la balanza pone las noticias que obtiene de la masa de documen-tos conservados en el Concejo, aunque «inserte muchos anacro-nismos, errores y equivocaciones53». Justifica don Buenaventura su escaso espíritu crítico y filo-sofía, la carencia en su época de «librerías», salvo libros ecle-siásticos, así como el estilo del escolasticismo, etc., lo que no le impidió «emprender un trabajo inmenso en medio del mayor desamparo y oscuridad54». Finalmente, aprovecha la «permanente ironía» del arcedia-no ante el genealogista, cuando evoca la prédica del obispo como prolegómenos de la batalla que acarrea la rendición de los grancanarios, «de cierto sermón muy enérgico del obispo, etc.», «y hace constar las huestes enemigas de sesenta mil bárbaros, cuando los cristianos no llegaban a ocho mil hombres», y trae a cuenta el que Viera pone en boca de Fernando Guanarteme, «pues no es más seguro —asevera— que el de Núñez de la 52 DARÍAS, HC, 70 (1945), 210. Es más, afirma que don Juan conoció el texto de Abreu Galindo antes de publicar la Conquista (1676), en la pág. 119 y estima que no es posible silenciar su mucho amor a su patria e Isla, así como muchas de las novedades que aportó. 53 DARÍAS, ob. cit., 70 (1945), 216. Afirma, incluso reitera, que Núñez tuvo en sus manos el manuscrito de Abreu Galindo con anterioridad a la aparición de su Conquista. 54 BONNET, ob. cit., 76 (1947), p. 317. 870 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 18 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Peña55». De lo que Bonnet deduce que el Ilustrado «demuestra una enemistad detestable contra nuestro autor, no obstante se-guir las muchas, como fuera indubitable56». ¿El juicio definitivo? Hay que alabar en justicia el logro de Bonnet al centrar la polémica sobre la Conquista y Antigüedades y su autor en un equilibrado y sopesado valor como fuente e historiador, colocán-dolo en su momento histórico. Sin embargo, el inestimable Alejandro Cioranescu profundi-za aún sobre el problema con la agudeza que le caracteriza. En un pequeño ensayo, tan solo cuatro páginas, se permite el lujo de aportar algunos documentos inéditos para la biografía del personaje y valorarlo con mayor acierto. Aún reconociendo, no sin tristeza, todas las tachas ya enumeradas, reconoce como injusto negarle dos de sus preciadas virtudes: «Núñez de la Peña es el primer historiador de Canarias que utiliza sistemáticamente fondos documentales allí don-de los demás no solían sino fuentes narrativas. Además, no se ha notado que sabe más observar y narrar cosas vistas que leer e interpretar. Es lástima que el compilador haya ahogado en él al narrador»57. Como quiera que no este lugar adecuado para un análi-sis pormenorizado de sus aciertos como narrador a lo largo de los dos últimos libros de su Conquista, parece oportuno traer al menos algunos ejemplos. El constante intercambio de ideas con el profesor Antonio Macías hizo alumbrar algunas de las que introduje en el prólogo facsimiliar58. Veamos algunos ejemplos. 55 Loc. cit. 56 Art. cit., 24-25. 57 «Juan Núñez de la Peña», en Biografía de canarios célebres de AGUSTÍN MILLARES TORRES, EDIRCA, Las Palmas de G.C., 1992. t. II, 191-194. 58 «Prólogo» cit., XXI y XXII. Núm. 50 (2004) 871 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 19 Es muy estimable esta colección diplomática que encierra su segundo libro. Con su aportación, aunque reducida a mera transcripción de documentos, nos demuestra Núñez de la Peña que fue consciente de una parcela de nuestra historia tan liga-da a la identidad del canario. En efecto, sabido es que la posi-ción en el océano, su estructura geográfica, hacen indispensa-ble para su devenir el reconocimiento de unas especificidades. De ahí la imperiosa necesidad de tener las concesiones y privile-gios a mano, pues su vigencia no sólo depende del isleño frente al poder central, sino del juego de intereses y presiones de ter-ceros a veces con peso definitorio. El capítulo IX del libro I es de gran interés porque a pesar de colocar los hechos que considera interesantes siguiendo un estricto orden cronológico, nos muestra sobre qué temas recaía el interés del autor y qué actualidad pueden disfrutar hoy como fuente. En esta línea, comencemos por destacar dos textos. Tenerife, «la mayor y más poblada de las Canarias y más rica por las muchas viñas y heredamientos de vinos de malvasía y vidueños, que es la principal mercancía que de ella sale para otros Reynos, y por ello tanta cantidad de dinero y hacienda reciben sus dueños». Ello ha permitido la constitución de dos-cientos cincuenta mayorazgos, «los más de cien mil ducados de principal y los menos de cincuenta mil ducados, y muchos vín-culos de a veinte y doce mil ducados de principal, que rentan muy bien». El segundo: «La moneda que en ella [Tenerife] co-rre es de plata y no ay vellón, excepto algunos quartos de los grandes». Como complemento señala el contraste entre los módicos precios de los productos de la centuria anterior con la carestía de los que consumían por aquellas fechas. Seña-la como causa el aumento demográfíco —tema de su preferen-cia—, aunque la producción de los de autoconsumo no ha de-jado de crecer. A los anteriores podrían añadirse una nueva adscripción que el mencionado profesor ve implícita en Núñez de la Peña; coin-cidente con lo que expuse en el prólogo a Manuel Ramírez, el predominio de la concepción regionalista en el siglo XVII. El mercado del Archipiélago funcionaba a nivel interinsular sobre la base de la compleja complementariedad de los productos insu- 872 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 20 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU lares. Complementariedad que contaba con una fácil y barata red de comunicaciones, pues nuestro mar, al decir del marqués de Villanueva del Prado jugaba como el de los canales en Flandes. El producto del vino tinerfeño llegaba a todos los rin-cones. Finalmente, planteo si la obra magna de don Juan es una historia de Canarias o una historia canaria y pienso que su vi-sión de aspectos exclusivos del Archipiélago y más específi-camente de su Isla, la aserción más a la segunda concepción que a la primera59. PALABRAS FINALES A estas alturas, reconociendo que el historiador tinerfeño fuera mejor observador que crítico ante la masa documental y los nuevos libros que llegaban a sus manos y que, por lo tanto, interesan hoy más como fuente los libros II y III de su Conquis-ta y Antigüedades que el primero, que fue el único que trató de enmendar, más que ampliar, con la Idea de la Conquista, texto que a continuación damos a conocer. Es de justicia darlo a luz, como homenaje a su personalidad como investigador de amplio abanico, dentro de la historiografía insular. Desde otra óptica yo me libero de la deuda de no haberlo publicado junto con la edición facsímil, por las razones ya ex-puestas. Y al tiempo cumplo, como historiador respetuoso con los colegas que son y fueron, de cumplir recomendaciones que en alguna medida obligan, como historiadores de la talla de Millares Torres y Bonnet Reverón60. 59 Ibídem, XXII. 60 De MILLARES: «Es de lamentar que los editores que en 1847 publica-ron en Santa Cruz de Tenerife la nueva edición de esta obra no hubieran tenido copia de aquellas correcciones, depurando con ellas el texto y am-pliando así la voluntad de su autor». De BONNET: «La tercera y última producción histórica de Núñez de la Peña será conveniente publicarla, pues completa la edición de 1676, cree-mos que este sea el mejor homenaje que podía rendírsele». Núm. 50 (2004) 873 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA NOTICIA DE Dn. JUAN NUÑEZ DE LA PEÑA, CRONISTA DE LOS REINOS DE CASTILLA Y LEON, FAMILIAR DEL SANTO OFICIO, HISTORIADOR DE CANARIAS, ESCRITO POR D. LOPE DE LA GUERRA Y PEÑA PARA Dn. JOSE VIERA Y CLAVIJO* Dn. Juan Nuñez de la Peña nacio en la Ciudad de la Lagª de Tenerife y fue bautizado en la parroquia de los Remedios en 31 de mayo de 1641. Fueron sus padres el Capitan Juan Nuñez de la Peña y su mujer Maria de Sales, veca de dicha Ciudad. De su infancia solo tengo la noticia que el mismo refiere, pag. 316, que se reduce a que cayo en un charco y lo sacaron sin ahogarse por milagro de las Mercedes de la Hermita de dicha Ciu-dad y que seria de 8 años, el Domingo de la Ascension de 1649 en que fue este suceso y que se hacia la fiesta de las Mercedes. Parece que su primer destino fue el estudio eclesiastico y que recibio las primeras ordenes pr lo que se llamo iniciado y en un libro del licenciadoA. Dicen algunos que fue notario y que habiendo ido con el Obispo / 22vo. Ximenes a la visita empezo a hacer el cau-dal de noticias por los testamentos, capellanias, protocolos de Iglª., etc., con que hizo sus primeros ensayos de Genealogia. Imprimio su Descripcion de las Islas Canarias o Conquista y Antigüedades de las Islas Canarias, año 1676, y la escribio en los años de 1666 hasta 1674, segun se colige de las fechas, hablando del Obispo Ximenes, pag. 351, y de los Regs, pag. 450. Pero no se puede ocultar que cuando Dn. Juan escribio la descripcion, no te-nia toda la extension de noticias que eran convenientes. Esta fue * Colección de Documentos para la Historia de las Islas Canarias. Recopilados por Agustín Millares, tomo 3.º, 22ro-25vº, El Museo Canario, Mns. 1176. A Existe con titulo de Ordenes y su libr, pág. 35, hablando de Dn. Fray Juan de Toledo dice: llego a Tenerife pr el mes de Nobe del año 1668, y con las pri-meras ordenes que dio en las Temporas de Dice de dicho año me ordeno este santo prelado de ordenes menores, habiendome examinado personalmente. 874 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 22 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU una obra precipitada. El no habia visto la obra de Abreu Galindo y la que se ha tenido presente era toda copiada de puño y letra. El vio despues a Bontier y Le Verrier y otros muchos libros y papeles. El equivoco algunas genealogias y aventuro algunas especies genealogicas no bien averiguadas, que despues enmendo y averiguo mejorar. El tenia 33 años cuando salio su libro de las manos para qe se imprimiera. Ninguno conocio mejor que Nuñez de la Peña sus erratas. No he visto cosa que no se le nota en cuanto a la verdad de los he-chos que no la haya visto reformada en sus manuscritos a ecepcion de los Milagros y otras cosas que parecian piedad en aquellos tiem-pos. La Conquista la volvio a reprender de todo punto y el año 1679 ya tenia mamotretos pa sacarla corregida y añadida en otra impresion. Ya tenia un cuaderno abultado (que no se donde para) que solo contenia enmendaciones y adiciones a las genealogias de impreso. Cuando se habla mal de tal libro es necesario hacer su elogio del autor que ha dado material para reformarlo y de que con un trabajo inmenso nos ha conservado muchas noticias que con la esperiencia se ve que ningun otro se tomo la tarea de escribirlas ni bien, ni mal. El no tuvo criticas, que no se usaba entonces / 23ro., ni hubo estension de conocimientos en otras facultades, no hubo libreria, ni tubo amigos que le ayudasen y le corrigiesen con inte-ligencia; y la falta de dineros pa amanuenses y aun pa si. Pero tan-to mayor celo por su patria, tanto mayor a la literatura, tanto mayor trabajo y tanto mayor debe ser su reconocimiento de los que hemos venido despues al advertir las equivocaciones de este insig-ne trabajador, aumento de la verdad y de las antigüedades de su patria a hacer utiles sus trabajos y hacer qe el intento y no pudo publicar. Don Juan repaso todos los papeles del Ayuntamiento, el crecido numero de los libros de acuerdo, las datas, los libros de Cedulas Rs, los protocolos de escribanos, los legajos sueltos, los procesos, etc., que todos se hallan con notas de su puño a los margenes. Formo un indice alfabetico de todos los acuerdo y otro de las Cedulas Rs. Se han consumido o estan guardados y ocultos en casaB. Yo he visto un fragmento de su borrador del indice de Cedulas Rs qe es de mucho trabajo y lo he hallado exacto en sus remisiones. El formo el libro de Ordenanzas de la isla, sacado por su orden todos los acuerdos qe no estaban revocados y conducian hacer un cuerpo de obras que concluyo el año de 1670. Este libro subsiste B De seguro que el indice de acuerdos lo recogio el essº Dn. Jose de Uque, que lo tenía su antecesor. Uque lo tubo en misterio por hacer estimable sus noticias. Murio Uque y se ignora el paradero de este libro [Esta nota está al pie del folio 23 rº]. Núm. 50 (2004) 875 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 23 aun y hubiera sido muy util que lo hubiesen impreso, porque pue-de desaparecer, como han desaparecido otros libros mas utiles del Ayuntamiento. La Ciudad lo remunero pr estos trabajos con algunos centena-res de ducados y le dio las gracias, cuyos acuerdos qe he visto, / 23ro. los habra apuntado Molina. Dn. Juan paso todos los oficios de escribanos publicos e hizo apuntar de todos los instrumentos, cuyos cuadernos andan hoy esparcidosA. El ordeno todos los protocolos de casi todas las Igle-sias y casas particulares. De los libros de bautismo y confirmacion hizo extractos. No hay casa en la isla de Tenerife, donde no se halla una porcion de papeles de puño de D. Juan Nuñez de la Peña y en muchas, cofres enteros. Mayorazgos, Capellanias, sucesiones, Etc., todo paso por su mano. El Marques de Villanueva del Prado, Dn. Alonso de Nava, pro-tector de Dn. Juan Nuñez de la Peña, era Cabro de Calatrava y voto diferentes comisiones pa habitos de las Ordenes militares, en todas estas pruebas trabajo Dn. Juan y en cada una reservo cuadernos con noticia de los instrumentos qe los componia. Sus otras Genealogias o Arboles hechos de su mano es posible que paren en tantos tomos como los del Cardenal de Luca. Por su muerte dejo la mayor parte de estos originales en el Convento de San Agustin de la Ciudad de la Laga pr qe el que necesitase algu-na cosa o noticia, diese limosna pra una misa; po un fraile procura-dor, que llamaban Fray Agustin de Torres, que abuso de estos papeles pa hacer genealogias y nobles pro el corrido de los apellidos a cuantos le pagaban, vendio tambien mucha parte de esos cua-dernos y consumio otros. Pero aun obran muchos en dicho con-vento. / 24ro. Dn. Juan nunca tuvo caudal pa tener libros impresos; pro con un trabajo continuo e imponderable apuntaba cuanto le llega-ba a la mano de curioso: menciones Reales, de medicina, astrologia y geografia. Yo he visto de su puño una gran porcion de adagios españoles medicos, que despues he visto el libro impreso donde hubo la flema de copiarlos. De cuantas desgracia, de secretos de la naturaleza, de historietas, de antigüedades, de todo se hallan catalogos en sus manuscritos. Para que se dieran a luz y poder levantar las genealogias hasta de las gentes mas oscuras, copiaba los padrones de las particiones, libros de cofradias y cuanto podria conducir al conocimiento de las A Vean esta nota a la vuelta bajo esta letra: El Dr. Dn. Fernando de la Gue-rra y Ayala tenía algunos de estos cuadernos y un muchacho que le servia y quiso hacer un nacimiento, pareciendole los papeles mas inutiles por viejos, lo empleo en carbones [Denota que es nota, a la añadida anteriormente]. 876 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 24 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU personas que habian vivido de la parroquia en que habian habitado y de los años en que otorgaron instrumentos. De las obras mas formales que trabajo, solo he sabido que im-primieron la Conquista y Antigüedades de las Islas de Canaria. Una relacion del volcan de Güimar, se que se imprimio esta relacion pro no la he visto, tengo el diario de este suceso de letra del mismo. Y una hoja volante de enmendacion a las Genealogias de un libro de la Conquista. De esta hoja ya se embio copia. Quedaron ineditos un libro de marca mayor en que habia dibu-jado de su mano los escudos de armas de las familias de islas con algunas breves notas o explicacion. Este libro lo tenia el Dr. Dn. Fernando de la Guerra y Ayala, Beneficiado de los Remedios, exa-minador sinodal, etc., que murio el 7 de junio de 1756, lo presto y no ha vuelto parecer. Un libro de las Capellanias de Tenerife, con sus fundaciones y arboles correspondientes pa saber los llamados a ellos. He oido ha-blar de este libro, del que solo he visto algunos borradores qe pa-recen aparato pa dicha obra, que no vi, ni existe. / 24vo. Un opusculo de las funciones reales que se habian cele-brado en la Parroquia de los Remedios de la Lagna. He visto frag-mentos de esta obra y pienso tuvo su origen cuando los altercados sobre la funcion de los agravios. Parece trabajaba en hacer una edicion de las principales Cedulas que estavan en los libros del Ayuntamiento, como le ofrecio, pag. 316. Obra que hubiera sido muy util. Tengo un frag-mento de esta obra. Un libro en folio de instrucciones, formularios pa hacer prue-bas pr las ordenes militares. Para en poder de Dn. Agustin de Bethen-court y Castro, Cabo de Calatrava. No hago mencion de otros cuadernos en que se trata tanta va-riedad de apuntes que no es facil reducirlos a un genero. El siste-ma del Infierno entra en una de estas compilaciones. Por una carta que escribio al Mariscal de Campo D. Gaspar del Hoyo, Cabo de Calatrava (qe fue el primer Marques de la Villa de San Andres) se sabe qe Dn. Juan estubo en España, especialmente en Cordova y Toledo; porqe pide al dicho Maestre de Campo unas estampas de la Imagen de .... a que tenia mucha devocion, desde que habia estado en Toledo. El Dr. D. Franco Nuñez de la Peña, su hermano mayor, fue cura de Burguillos, junto a Toledo. Donde murio en 29 de junio de 1662 y sus abuelos maternos Cristobal de Solis y Leonor de la Cruz Muñoz eran tambien de Cordova. En consideracion a su libro de la Conquista le concedio el Rey una pension de 200 pesos y el titulo de Cronista Gral de los Reynos de Castilla y Leon: titulo que hizo valer no tanto por ser llamado el Núm. 50 (2004) 877 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 25 Sor. Cronista, sino pr qe, persuadido, o se persuadieron sus contem-poraneos, de que era un / 25ro. Titulo del Rey de Armas o Heraldo, y que sus certificaciones hacian tanta fe como ejecutoria. Y en efec-to, las daba con todo su encabezamiento y se guardan hasta el presente y muchas estan protocoladas en oficios publicos. Del trabajo continuo de leer letras antiguas y en escribir los manuscritos qe admiran, se resulto la falta de vista que, como el mismo dice en algunas declaraciones suyas que tengo en la informacion del año 1718, ya habia algunos años que padecia de este defecto, pro no obstante firmaba. Las genealogias fueron su inclinacion favorita. Ellas lo alimen-taron, ellas lo cegaron y ellas han hecho permanecer su memoria. Las que elogian eran una[s] pa manifestar un agradecimiento y en armonia pa sus desagravios. Con ellas se hacia respetable y toda gente nueva lo temia. A veces unia en una pieza lo favorable y dañoso. Yo he visto en un mismo pliego de su puño y de una mis-ma persona pr un lado las alianzas brillantes y los empleos hono-rificos y por el reverso las alianzas oscuras y los afanes y borrones de los aliados y ascendientes. El vivio manteista y celibato hasta su muerte, que tubo presen-te tiempo antes de que llegase. Eligio sepulcro en el claustro del convento de S. Agustin de la Laga, donde queda el paso pa entrar en el Refectorio. Su entorno esta de madera y en el se lee lo si-guiente, que el hizo poner en letras mayusculas Hi est requiem mea Peña Año1707 Piadoso cristiano amigo, Un pecador que aqui yace Te ruega pr caridad Digas: requiescat in pace / 25vo. Se dice que visitaba con frecuencia su sepulcro y repetia: Hi est requies mea. Al fin lo ocupo el 3 de enero de 1721, de edad de sesenta y nueve años y meses. Otorgo su testamento el 20 de noviembre de 1720, que esta al fol. 57 de registro de Dn. Juan Antonio Sanchez. Los religiosos del convento de S. Agustin dicen algunos dias del año un responso sobre el sepulcro del Cronista D. Juan Nuñez de la Peña. ————— Fin 878 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Idea de la Conquista destas Islas de Canaria ultimamente añadida y enmendada, año de 1675 por Dn. Juan Nuñez de la Peña* Capo 1º, de Numero, nombre, sitio, region y Origen de las Islas En este Capto dice como el numero y nombre de las Islas han sido de diferentes pareceres que uno contaron 6, otros 7, otros 8, trae las curiosidades de Plinio, cap. 3, lib. 6, cita el Dr. Xpto, fol. 18, a Jacobo philipo Bergoman en el lib. 6, hablando de lo acontecido en el año de 1490, en el suplemto a las Chronicas, a Antonio de Nebrixa palabra fortunate. Tholomeo, Fortunatorum Insula, nume-ro sex, Ecta. Que aprositus es una Isla encubierta que llamaron Sn Borondon, cita su Libro, fol. 3 el Libro antiguo de la Cathedral, que se perdio, traia la historia de Sn Blondon, que Salino y Capela nom-bran solo 6 Islas. Refiere lo que dice Plutarco en la vida de Sertorio, sobre contar algunos no mas de seis Islas, dice que pu-dieron en algun tpo unidas la de Lanzarote y Fuerteventura y las dividiese el mar como el Faro de Mecina. Dice un autor de otros tpos estraña qe la Cosperia de Tholomeo sea Thenerife, afirmandose en lo que / 1vo. dice Niger, citado por Côdolo Stephano en su Diccionario, verbo Capraria, que la esperia de Ptolomeo, la Capraria de Plinio (que es Lanzarote) son una mis-ma cosa, pero no es de creer dixera de hacer mo de Tenerife, sien-do de las Islas mayores. Que los entonces andan encontrados en aplicar los nombres a las Islas. Siete son las Islas, su libr., fol. 4, como se ve y dice Escio Martino y Nebrixa, Lib. 2, Dec. 2, cap. 1. Abrahan Ortelio, Lib. de la Sinonimia Geographica, Ambrosio Calepino y otros modernos, que estan pobladas de catholicos, sin * [Colección de Documentos para la Historia de las Islas Canarias. Recopilados por Agustín Millares. Tomo 3º,Manuscritos varios. = O sea 6, 25 hojas en 8º. El Museo Canario, Mns., 1174 de la Colección Roja]. Núm. 50 (2004) 879 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 27 la Isla Aprosit, que no ha podido conseguir, 5 las despobladas pe-queñas situadas en el mas occidental Atlantico, como dice Plinio, Siculo, Bergano y otros, pertenecen al Africa. El Pe fr. Balthasar de Victoria en el Theatro de los Dioses de la Gentilidad, lib. 7, cap. 16, fol. 569, tratando de Africa, dice tiene Africa muy buenas y famo-sas Islas, como lo pueden ver los curiosos en el Tholomeo, en las Tablas de Africa, y mucho mejor en el Theatro del Mundo que escribio Juan Flavio Galacio Salonense; pero las mas notables son las Canarias 200 leguas de España: la prima es Lanzarote, etc., dice su colocacion, que la de Tene es la mayor; que esta en medio de las otras, que las otras como hijas se socorren con sus frutos, que es triangular. Los cosmografos tuvieron entendido que este, como en su lib., fol. 5, y añade en lo que nos dice el Pe fr. Julian del Castillo en la hista de los Reyes Godos, que escribio el año 1624, lib. 2, die. 2, con estas palabras: y navegando el / 2ro. estrecho de Gibraltar por oceano al poniente esta la Isla de la Madera, 70 leguas de Canaria y muy lejos de ella se ve, en un Tholomeo dirigido al Papa Urbino, antes señalada la Antilla, o no hallada, que otro tpo fue vista y entrada por los Lusitanos y ahora no se halla; y aunque segun Medina en las Gran-dezas de Espa en estos tpos, los navegantes de lexos la han visto, y lle-gado cerca, desaparece; y dice Tholomeo que hay en ella gentes que hablan la lengua que hablan los Godos en Espa qdo fue destruida por los Moros en tpo del Rey Dn. Rodrigo y que tiene un Arzobpo, 6 Obis-pos, Etc. dice como algunas Islas han estado sin descubrirse algu-nos años, y por fin afirma que la hay por las razones que llevo re-feridas. Prosiguese desde el fol. 13 hasta acabar el Cap. 1. Capo 2 de la Descripcion y origen de los naturales de estas Islas Canarias. Como el Lib. hasta el fol. 22. Fueron conocidas con el nombre de afortunadas desde la navegacion de Hannon, cartagines, 445 años de la encarnacion del Verbo. Como dice Florian de Ocampo, Lib. 3, Cap. 9, que cita a muchos, asi griegos como latinos, y muchos de ellos fueron llamados Campos eliseos, huertas de Esperides. No hay duda que fueron conocidas por los antiguos y no hay duda que desde la encarnacion hay habitadores en ellas. Sn Bartholome pre-dicando cita sus palabras y desps murio en la Armenia mayor, y que no hay duda fueron los Indios fortunados los de estas Islas, porque los escritos antiguos les diesen este nombre y en muchas partes las llaman Indias de Canaria / 2vo y en muchos libros se ha-lla asi escrito, pues el Pe fr. Gregorio Garcia, en el Lib. 5 de la predicacion del Evango en el nuevo mundo y el Pe Levron de Vasconcelos en la vida del vene Pe Jph. de Anchieta disen que perte-necen a la America, en qe el Sto. les dio el nombre, de que tuvo noticia. 880 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 28 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Dice Primo, obpo Calibonense, qe Sn Avito murio martir en la Isla de Canaria con estas palabras: Canaria Insula in oceano atlan-tico: hic se data est crissa fides, hic Avitas martir. Y Flavio Lucio Dextro, que fue en tpo de Sn Geronimo por los años de C. de 105, dice qe uno de los varones ilustres con quien confirmo algunas cosas Sn Marco Marcelo, siendo Arzobo de Toledo (que fue por los años de 120) que fue Sn Avito y que este moria martir en Isla fortunadas: Avitus qui profectas postad insula fortunatas, Martyr fuit, y constata lo mismo Tamayo Salazar en su Martirologio Español, en el 4.3 de hersi 55: In Canaria ex insulis fortunates; partibus sanctus Avitas, presbiter, discipulies Beato Mario Marceli, Etc. Tambien estuvieron en estas Islas Sn Blandamo y Sn Macario, 500 años despues del nacimiento de Xpto., segun el Martirologio Agustiniano predicaron la fe en ellas, no padecieron martirio. Quando los naturales fueron conquistados no los hallaron con co-nocimiento de fe catolica, pero con algunas ceremonias confusas parecidas a los de la Igla Romana generalmte en Tenerife. Capº 3. de la fertilidad de las Islas y costum / 3vo bres de sus natu-rales y sus Leyes = fol. 23 del Lib. I. Las I. son fertiles en todo genero de mantenimientos, de nada tienen falta, y qdo por nrs cul-pas la esterilidad hacen en ellas asiento, Dios como Pe de miseri-cordia permita no comprehender a todos las carestia, y que en lo que en mas falta se halla en otras, y qdo en todas hay falta, inspira en los Reynos mas retirados para qe traigan mantenimientos. La Isla de Tene es la mas abundante, crecen sus empinados Montes todo genero de arboles Laureles, Robles, Pinos, etc. Prosi-gue en el Lib. Desde fol. 23 hasta 26, qe acaba no le admira del que refiere. Aqui se pondra el Castaño viejo de la Orotava que se vio oculto que tuvo de grueso…… La viga del Lagar de Dn Franco Bautista, que tenia de grueso por la cabeza 13 palmos de alto = La higuera que esta en unas tierras de Franco de Soria en bajamar, que coge tres almudes de tierra. El racimo de uvas de Benigno, que se trajo al gral. Dn. Pedro Carrillo que peso 25 librasA. La patata de cuyo peso dira Franco Samvia. En las demas Islas se han visto tambien cosas notables, que mas son por crecidas vistas que con-tadas. En Lanzarote no hay bosques, sino espinales pequeños. En Fuertevra hay bosques de menos arboles que llaman Tarbais, que dan una goma blanca medicinal. Dan leche de gran utilidad a manera de balsamo, hay muchas palmas datileras. A «De viña de Taganana. El viejo Dn. Jph de Mesa se acuerda de otro raci-mo monstruoso, presentado a otra gral». [Texto al margen] Núm. 50 (2004) 881 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 29 Hay en estas Islas 3 fuentes que sus aguas obran maravillosos efectos, las dos de agua, una en Teror en Cana y otra en Chasna de Tene. Otra en la Palma, en el termino / 3vo deA que tapo el volcan que rebento y corrio al mar el año de 1677, que se puede volver a descubrir. En Tenerife hay dos fuentes en el camino de Chasna, en un paraje que llaman Guajara, de poca diferencia la una de la otra: de una beben los caminantes, y dan de beber a los ganados; la otra esta cubierta para qe no beban de ella, porqe hay experiencia que los que han bebido de ella viven poco. E pensado si con estas, aque-llas dos fuentes qe dice Pomponio Mela en el Lib. 3 de situ orbis, Cap. II, que havia dos en estas Islas que los que bebian de una tomaban tanto placer que del morian, y los que bebiendo luego de la otra templaban los placeres, y que si bebian presto de esta sentian gran melancolia y que si no bebian luego de la otra, y aunqe este autor con Florian de Ocampo dicen estar en Canarias, no es mucho que siendo todas Islas de Canaria, se equivoquen. Otra fuen-te agria que observa maravillosos efectos en Teror de Canaria se seco, porqe sus vecos daban en venderlas y asi lo permitio el Señor. Fol. 26 del Lib. Los naturales de estas Islas no tuvieron Idolos, ni adoraron al Sol, Luna, etc., un solo Dios adoraban. Los de Tenerife lo llamaban de diferentes nombres Achuhazahar, Acunu-dareb, Achiguahurmar, Achahundaret, Hueanech, Masceite, Aioran, Azanen, que queria decir grande, sublime, el que todo lo sustenta, Autor de lo criado, sin principio ni fin, causa de las causas. No conocieron la inmortalidad de las almas, confesaban que habia in-fierno solo para uno que estaba padeciendo, llamaban al infier / 4ro no Echeyde y creian estaba en el Pico. Quando no llovia separaban las ovejas de los cabritillos en un lugar destinado, hincaban una lanza y ponido las ovejas junto a ella, las que por el amor de sus hijos, que se los tenian apartados, da-ban muchos validos, andando alrededor de la Lanza, y los hijuelos por otra parte balaban, y con esto decian que Dios se apiadaba de ellos. En Canaria pa pedir este socorro hacian en los Lugares altos, señalados para ello, que subiesen unas personas de buena vida que guardaban castidad y con las manos, levantando los ojos al Cielo pedian a Dios el rocio y de los frutos que se cogian se les daba cierta parte para su sustento, y si les sobraba algo del año antecedte lo daban a los pobres. Los de Tenerife tenian unas Mugeres que cuando una criatura nacia le echaban agua i le ponian nombre, y contrahian parentes-co, que aunqe se pregunto a los guanches del principio de esto, no supieron dar noticia, i que pudo ser desde el tpo de Sn Bartholome, Sn Avito y Sn Blandano. Los Padres enseñaban a sus hijos que havia A «Llaman del Charco Verde». [Al margen] 882 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 30 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU un Dios que todo lo criaba, que era muy poderoso, que les susten-taba, que honrasen a sus Padres y hermanos mayores, que no agra-viasen de obra, ni de palabra, que fuesen honestos, que no quita-sen lo ageno, que no fuesen falsarios, amonestabanles las leyes establecidas entre ellos, al hijo inobediente mataban a pedradas, al homicida mataban colgado de un palo con un lazo a la garganta, al deshonesto daban rigurosamente, y asi se apartaban del trato con las mujeres en los Caminos / 4vo. La mujer que era descompuesta y havia caido en la vanidad tenia carcel perpetua en una cuevaA, i al Adultero enterraban vivo, al que hurtaba tenia pena de la vida, al que debia cabras, cebada, o otras cosas, se lo hazian pagar cumpli-do el plazo, a los escandalosos se les castigaba con azotes, y si el delito era grave tenia pena de muerte, ninguno rogaba por otro, ni el Rey se apiadaba por regalos, ruego o llantos, antes luego ejecu-taba su sentencia, aunque todos vivian con amor y lealtad unos con otros, observando inevitablemte estas Leyes en TenE. Tambien en las demas Islas tenian sus leyes, y por azotes usaban de palos y para quitarles la vida les ponian de pechos sobre unas piedras y con otra grande que le arrojaba el verdugo sobre las Espaldas, moria. A los hidalgos y villanos castigaban de diferente modo. En Tenerife qdo un varon agradaba una mujer, el la pedia a su Padre y sin mas ceremonia quedaban casados y si algun tpo se dis-gustaba, la volvia [a] casa de sus Pes y se podian volver a casar, en Lanzarote casaban las mujeres con tres maridos. En Tenerife contaban los meses por lunas, y a tpo sembraban y cogian, por 12 lunas reputaban el año, que llamaban achano. Eran estos naturales habiles en contar y por junto que saliesen de donde guardaban el ganado contaban sin errarse en una oveja, qdo querian ahijar su ganado, por muchas reses que fuesen paridas, conocen la cria de cada una y la aplican a su Me sin que la desconociese / 5ro. / 5ro. Cap. 4. De la naturaleza de las Islas y como se trataban en vestiduras, comidas, estimacion de personas y como se entronaban. Fueron los naturales de estas 7 Islas por la mayor parte more-nos, amorosos, de agudo entendimto, por una estrella de quanta magnitud de la naturaleza de Marte, que pasa apartada del Zenit y clima de estas Islas, 10 minutos azia la parte Septentrional, qe se llama el hombre derecho de Geminis, la que por ser de naturaleza de fuego haze los cuerpos en que predomina aficionados y amoro-sos, y agudos, de cuyas partes gozan los que nacen en estas Islas. Algunos eran de cuerpos agigantados, pero proporcionados en sus miembros, de rostros alegres, apacibles, de agradable y honestos. Hubo entre ellos hombres de increible estatura, cuentase de uno A «Y si el ofensor se casaba con ella, le daban libertad» [Al margen]. Núm. 50 (2004) 883 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 31 en Tene de 14 pies de alto y entre dientes y muelas tenia 80, y que su cadaver estuvo años desps de conquistada la Isla en una cueva donde decia Guardamoxete, donde sepultaban los Reyes de Güimar, de quienes este guanche era sobrino. Dice otra de Fuertevra de 9 pies de alto y cita la historia francesa que no se debe extrañar estas estaturas bien diferentes porque el Pe Calancha dice qe el gral Pe-dro Sarmto peleo con muchos gigantes en el estrecho de Ma-gallanes. En Arico esta una piedra mayor que una perulera qe un Guanche de mediano cuerpo, echando las manos atras la lebantaba y ponia sobre su cabeza, sin mas movimto que bajarse encorbando el cuer-po azia atras, y otras cosas semejantes de valor y fuerza. Los vestidos eran de pieles, refierese como se cocian / 5vo., lla-maban etc. Sus manjares, carnes de carnero, cabra, etc. asadas y bien tos-tadas, miel de mocanes, gofio, en Canaria se cogio algun trigo y harina de frangollo cocido con leche, frutas y estimaban mas las silvestres. Habia diferencia de Nobles, Escuderos y villanos: al noble lla-maban Achimencey, que quiere decir cercanos y descendientes del Rey, a los Escuderos, cichiquicos, y al villano, achicama, y decian como Dios havia creado del agua y de la tierra tanto hombres como mujeres y que repartio a uno los ganados, etc. En las Islas no tuvieron hierro y asi trabajaban la tierra con cuernos puntiagudos y largos puestas en un palo, con punzones y palos de tea. El trato y comercio era de los Ganados, cebada, gofio, mante-ca, etc. que trocaban por otras cosas. Los de Tenerife no tenian tierras propias si no del Rey, este repartia a sus vasallos para qe sembraran, etc. Sus moradas eran cuevas y algunas puestas por la naturaleza en tierras tajadas y de tan peligrosa cortada, que para entrar hoy es necesario guindarse con sogas y bajaban a ellas con facilidad; porque tenian facilidad de arrojarse hasta lo mas hondo de un ba-rranco donde havia muchas cuevas. El que no tenia cueva hacia su casa de piedra cubierta de madera, paja y tierra amasada; en Ca-naria tenian casas y las mejores eran las de Galdar, cruzaban la puerta con un madero que corria por la concavidad de la puerta con una industria como llave de palo recio, que hacia pasar de una parte a otra la tranca, aunque una vez cerrada no se podia abrir sin la llave. Conservase la casa del Rey de Galdar, pintados los tablones qe sirven de aforro a las vigas con diferentes colores que pare / 6ro. ce todo una pieza. Solo esta casa tenia las vigas aforradas, y otra casa fuerte sobre que los Christianos hizieron su torrejon al 884 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 32 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU tpo de la conqta. En Canaria tenian muchas casas. Hacian sus retra-tos en la tabla, seis colores eran el almagre, carbon, leche de hi-guera y de cardon y zumo de yervas. Los de Tenerife hacian grandes fiestas al tpo de la recoleccion de sus frutos y pasaban de unos Reynos a otros a darse parabie-nes, aunque hubiese entre ellos guerra. Todos los años en los pri-meros dias del quarto mes, qe es Abril, celebraban fiestas por es-pacio de 9 dias. Invitabanse los de cada Reyno en el Palacio del Rey y alli se regocijaban con juegos, danzas, vayles, correr, saltos. Vaylar el canario, luchas y costeaba el Rey grandes convites. Los instrumentos eran calabasas secas con piedrecillas dentro y tam-boril de Drago y pieles. Flautas de caña y Gaytas de cañuelas de paja de cebada. Entre los diversos juegos que tuvieron era en hazer un Torrejon y danzaban en torno y procuraban ganarlo y el que se apoderaba primo de el ganaba la victoria y todos le acompaña-ban delante del Rey, bailandole delante y el Rey les regalaba con cabras. Quando alguno estaba enfermo le curaban zumo de yervas, para una purga usaban miel de mocanes y suero de leche. La sangria con una tabona en el brazo o frente, y tambien con estas tabonas se hacian la barba. A los que morian les ponian en cueros, que estaban en riscos tajados, y al preste se hallan en ellas cantidad de huesos. Para mirlarlos lavaban el cadaver con ojas de granadas y otras yervas, y con unas confecciones de manteca de Ganado y cascara de Pino, polvos de brezo y tosca y / 6vo., sumo de yervas con que le llenaban el vientre, entrandolos por la boca esta confecciones, y lo ponian al sol por espacio de 15 dias que duraban los funerales. A los hi-dalgos ponian en ataud de tea de una pieza y a los villanos sobre pieles. En Canaria hazian los sepulcros a manera de torres de pie-dra para los nobles. El noble tenia por afrenta hallarse presente ver matar reses, y este oficio era el mas vil. Tenian baños a la orilla del mar y quando se bañaba algua mu-jer en el lugar señalado pa ellas, tenia pena de vida el hombre que se llegaba. Habia mujeres para doctrinar las niñas acostumbrandolas a co-ser tamarcos y no las azotaban, sino ponianles unas varillas en la mano, y decia la Maestra, si yo fuera hija de fulano y hiciera tan mal lo que esta a mi cuidado mereceria que me azotaran asi y daba con la mano en el suelo, y con esto se enmendaban, para este ministerio havia cuevas señaladas y en Canaria una casa grande de piedra. A los naturales de Canaria llamaban canarios, a los de Lanzarote Núm. 50 (2004) 885 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 33 y Fuertevra Mahoreros, y a los otros Palmenses, Gomeros y He-rreños, a los de Tenerife Guanchines, eran los mas osados de todas las islas. Cap. 5 de los Reyes que huvo en estas Islas y en particular en Tenerife y sus coronaciones y guerras. Quando las Islas se conquistaron en todas se hallaron Reyes que las governasen, todo segun en su Libro y les añadia pr la mayor parte pasaba todo esto en las demas Islas qdo el Rey pasaba de un lugar a otro, el dueño de la casa o cueva donde se hospedaba si querian dormir con su Mujer o hija, y dormia con la que escogia, y si de esta compa resultaba algun hijo era teni / 7ro. do por bastardo del Rey, y por tal era estimado: de este modo tuvo Guanarteme de Galdar 42 hijos e hijas en diferentes mujeres ademas de la propia. Los Isleños fueron muy valientes y diestros en las armas, gran-des hazañas se cuentan de algunos canarios: de Adargoma que con tal maña tiraba una piedra que con ella derribaba una piedra, una rama, o palma. Un Bentaguayre y Doramas opuestos en el valor y fuerzas, teniendo aquel noticia de que Doramas con 50 mancebos se habia hecho fuerte en la espesa Montaña que llaman Doramas, contra la voluntad del rey le fue a salir al encuentro en un camino por donde habia de passar a ver sus ganados y habiendose infor-mado de las señas pa conocerle, que era una rodela o tarja quadrada de blanco y colorado, viendole venir y ya cerca de el se levanta Bentaguayre y arrojandose a el dixo en su lengua, aqui somos, y arrojandole a la cara un puño de arena. Doramas le reparo en su rodilla y a este tpo Bentayre juntandose a el y entrandole el mazo por entre las piernas dio con Doramas en el suelo y con tan gran golpe que le hizo por un rato perder el sentido y puesto sobre el lo tenia tan sujeto que no podia desasirse ni bullir una mano. Doramas jusgando que otra le igualaba en sus fuerzas no viviera, dixo, quien eres que me tienes como el Gavilan al pajarillo, y el Bentaguayre le respondio, conocerte quien eres tu y luego conoceras quien soy yo. Yo no conozco, dise Doramas, con esto fue suelto, quitandole las armas y diciendole: sabe que soy Bentaguayre, que solo ha venido aqui para que conozcas que no te has igualado conmigo. Antonio de Nebrija, Lib. 2, Decada 2, Cap. 1 habla / 7vo de la destreza que tenian, como esta en el Lib. de Dr. Xpto, fol. 121, y concluye el Capo con lo que Lucio Mariro dice hablando de estas Islas, su conqta, etc., y dice que hasta es lo que ha descubierto en las antigüedades de estas Islas, segun las tradiciones que hay en ellas y lo que ha visto en los authores citados. Capº 6 De la Aparicion de la devota y milagrosa Imagen de Candelaria, primra conquistadora de las Islas. 886 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 34 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Antes de dar principio a la Conqta de las Islas, seria razon dar noticia de la aparicion de Candelaria, como en el Libº, fol. 38 hasta 46, y se añadiria que el Pe Alonso de Andrade, jesuita, que por los años 1633 estuvo en Islas haciendo mision, por la mucha devocion a la Imagen, llevo su retrato de como fue aparecida que hizo im-primir estampas que se han repartido por todo el mundo y hizo junta de hombres doctos para que aclarasen lo que queria decir las letras, y las embio a Roma al Pe Athanasio Chizker, persona qe Urbano 8º lo habia llamado a Roma para qe declarara las cifras y escrituras de Roma y lo que alcanzo de la interpretacion segun el otro Pe Andrade refiere en el Patrocinio Universal de la Sma Virgen Maria Me de Dios, Sra nra, en el tit. 17, tratando de esta Soberana Imagen, que el Pe Athanasio le respondio que las direcciones de las letras estaban en abreviaturas y lengua arabiga y que el estar es-critas con letras goticas es porque junto de la Arabia, donde se havia esta Sta Imagen fue de los Godos. La interpretacion que hize es asi: los del cuello dicen Insignes matris, Imagen de la Madre; las / 8ro de la orla por delante y detras, dice: hic est, pacifica Maria que fuit Anti partus vel protes, esto es la Reyna pacifica Maria que fue parto e hija de Ana; la de la vocamanga de la mano que tiene la vela: Purificatio et presentatis Infantes: la Purificacion y presentacion del Infante. En el angulo o pretina: Pro nobis ora, vel advocatio: ruega y sea abogada por nosotros = La de la orla del manto del lado de-recho: hic est infans qui genitus fuit. Sene principio ad omnipotente creatore. Esto es, el Infante que fue engendrado sin principio del Ha-cedor eterno = La de la orla del lado izquierdo: Incorrupto despensate Imperatricis coeli et terrae spansea creatori eterno, Virgen y despues emperatriz del cielo y de la tierra, esposa del Creador eterno= Buscarase la interpretacion de Dn Antonio SalinasA y podrase añadir aqui, que los guanches sahumaron a nra (sic) Señora de Candelaria con lino aloel y que le hacian fiestas a 15 de Agosto. Cap. 7 del descubrimto de las Islas y mrcd que S.M. hizo de ellas y traspasos y conquista de Lanzarote, Fuertra, Gomera y Hierro. Lo que dudo de la noticia que he podido alcanzar de la des-cripcion y antigüedad de estas Islas, prosigue desde el fol. 47 has-ta el 49 del Lib., hasta donde dice de 1344 y añade: Tuvo en este tpo noticia de ellas Clemente 6, frances, que dio su conqta al Principe Cerda, y pone las palabras de la Bula: queriendo Dn Luis poner en execucuion su investidura pidio ayuda a Dn Pedro 4º de Aragon y al Arzobispo de Neopatria y a Rodolpho Lofeblae / 8ro. y se la die- A «Nota. El Norte de la contastación parece nombrada de Dn. Antonio de Salinas, que vino a visitar la Audiencia de Canarias, Lib. 1, Cap. 37» [Al margen]. Núm. 50 (2004) 887 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 35 ron con que hizo una buena Armada. Y previno los peltrechos ne-cesarios pa ella. No passo el Principe a executar su intento porque Dn Alonso 11 [sic] de Castilla, teniendo noticia del Principe la contradixo, como refiere Salazar Mendoza, por comprehender en el obispado de Rubicon, que fue sufraganeo de Sevilla, de cuya contradiccion, declaro el Papa la conqta por el Rey de Castilla, es-tas contastaciones estan en la continuacion de Baronio, año 1344, a quien sigue Rosello, Thomas Wondengan, Garibay, Zurita, Mariana, Petrarcha y otros. Los Reyes de Castilla no pudieron atender luego su conqta por las Guerras con los MorosA. En el año 1393 se juntaron unos Sevillanos, Vizcaynos y Gui-puzcoanos, mercaderes y con lizencia de Enrique 3º hicieron arma-da de 4 a 5 navios para pasar a estas Islas, algunos AA, dicen que la hicieron para otro fin, para la Africa, pero que por un temporal arribaron a estas Islas, surgieron en Lanzarote, saltaron a tierra, alborotaronse sus naturales armaron batalla y ventajosos los catholicos aprisionaron al Rey y la Reyna y algs vasallos y tomaron algunos frutos y se volvieron a España y hicieron un presente al Rey. Desde entonces la Corona de Castilla tomo posesion de la Conqta de Canarias. Zurita, lib. 20, Cap. 33. Tambien se dice en la Goma y cautivaron algs naturales. El Rey Dn Enrique con deseo de plantar en las Islas la Fe Catholica, por no poder S. Magd hacerlo por otras ocupaciones, hizo a mrd a Mosen Ruben de Bracamonte de Francia, por lo mucho que le / 9ro. habia servido año de 1405. Dicen algs historiadores que paso el Almirante con una Armada a ellas, y que estuvo en Lanzarote, o que por celo embio a un criado suyo llamado Lanzarote, de quien la Isla tomo el nombre y que se volvio a España con toda su gente. Lo mas cierto es que no paso a ellas. Dio cuenta el Almirante a Benedicto 13 de como estaba por suya la conqta por merced del Rey de Castilla, y el Papa nombro por obispo a fr. Alonzo Barrameda, Franciscano, y que por su muerte a fr. Alonso de las Casas, no se sabe de que orden como dice Merga y Pellicer, estos solo tuvieron Titulo; pero no pasaron a ellas porqe en su tpo no se conquistaron. El año 1417 el Almirante hizo donacion de su dro a la conqta a Monsieur Jean de Betancor, su deudo Frances de Gramville, para esto solicito a la Reyna Da Cathalina, qe governaba a Castilla por muerte del Rey, qe en ne del Rey Dn Juan su hijo confirmase esta donacion, y confirmo otra donacion con titulo de Rey de ella, con tal que sus sucesores fueran vasallos de la Corona de Castilla, de 3 «Las Noticias dicen que en el año de 1.399, en el fol. 279 lo que es equi-vocado, ps en las mismas Noticias al fol. 191, dice que fue el 93, pero este error de imprenta en la epoca son notables» [Al margen]. 888 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 36 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU esta donacion hace relacion la Chronica del Rey Dn Jn el 2o, año de 1417, Cap. 263 refiere las palabras y dice que lo mismo con el mismo titulo y año dicen Zurita y GomaraA. Juan de Betancurt que se hallaba en Normandia era natural y Sr de Granville de tinconesa de Soncereso en el Paix - de cour, castilnovo de Lincourt y otras Villas, tuvo aviso del Almirante y disponiendose para la Conqta, por no hallarse con bastantes medios hizo empeño de una de sus Villas a su Tio, que le dio cantidad de dinero con qe apresto un navio con soldados y con ellos muchos hidalgos y deu y / 9vo dos suyos y nombro por cabo y Capn a Bertan de Berneval, persona gral de nombre y armas. Salieron de Norman-dia y se trajo en su compañia a Madama Maria de Betancourt, lle-go a La Rochele y alli hizo compn con Gadifer de la Salle, que apresto otro Navio con gente y ambas y ambos prosiguieron el via-je pa Canaria, pero llegando a la vista de Bel se les puso tpo contra-rio y arribaron el Puerto de Ribadeo donde estuvieron 8 dias, pa-saron a la Coruña, donde hallaron al conde Escocia, al Sr de Hell y al Sr de Rent con su Armada. El conde dio a Betancourt una nave que havian aparejado, una chalupa y ancla y otras cosas de que tenian falta para el viaje, aunque los Sres de Hell y Race de Rent no llevaron a bien la dadiva. De alli salieron Betancourt y Gadifer por el cabo de Finisterre y costa de Portugal hasta llegar a Cadiz, donde se detuvieron algunos dias, porque unos mercantes geno-veses, placentinos, yngleses, que estaban en Sevilla presumiendo qe tres Navios que llebaban cargados de Hacienda, que se habia[n] perdido, los habian cogido los de Betancourt y Gadifer, les pusie-ron demanda en el Conso del rey de Castilla diciendo que eran corsarios que les havian robado, habiendo hechado a pique los Navios, lo que resulto ir Batancourt preso a Sevilla y se defendio de la calumnia y salio bien y volvio a Cadiz. En el tpo que estuvo en Sevilla, los soldados franceses huvieron algunas pesadumbres con Bernaval porqe los trataba mal, los apaciguo y de 80 que salie-ron, solo havian quedado 53 pero se le junto buen numero de sol-dados Españoles que era mayor qe / 10ro el de los Franceses. Salie-ron las dos Fragatas de Cadiz y en 8 dias llegaron a la Graciosa, de donde pasaron a Lanzarote, a un Puerto que se decia Foiese y en lo demas casi lo mismo que en ss 32 del Lib. 3 de noticias. Batancr tenia paces con el rey de Lanzarote para asegurar bien la tierra, mando a Gadifer y Remon que se internaron o fueron en 4 «Nota: Que un lib. de la Conqta hecha por Betancor, hecho por los cape-llanes Bontier y Berriel dice que fue desde el año de 1402 hasta 1406, o que en cosas antiguas es menester conocer los mejores fundamentos y que poco impor-ta que haya equivocación como no se haga en el hilo de la Historia, qe lo que los capellanes refieren es lo mas sustancial de esta manera». [Al margen]. Núm. 50 (2004) 889 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 37 una Nao por otro lado, los naturales se alborotaron, y aunqe Gadifer iba camino de dar batalla, no salieron y pasados ocho dias embar-co a la isla de Lobos. Quando Gadifer quiso pasar de alli a Lanzarote, el que go-vernaba el Navio no quiso llevarlo, pero haviendole hecho algas pro-mesas lo lleva. Los marineros intentaran levantarse, Betancr los sosego, y por falta de mantenimtos paso a España, dejando a Gadifer y su Capellan Berriel y Losertois encargados de la paz. Bernebal enbidioso de que Betancourt huviesse hecho compa con Gadifer. Embia Gadifer a la Isla de Lobos, donde havia llegado un Navio que creyeron ser de Ferndo de Ordeñana pero era de Calvo y le dixo si lo queria llevaran 30 compañeros a Espa, que cogeria 40 barbaros y los llevarian a vender. Calvo no quiso. Bertin encargo el secreto reservado su intencion pa mejor coyuntura. Por falta de calzado de los soldados los mando y fue Gadifer y Remon a la Isla de Lobos a coger algunos Lobos Marinos, fueles faltando alli mantenimientos. Gadifer embio a Lanzarote a Lenedon pa llevarles socorro / 10vo qdo llego habia ido Bertin a la Graciosa a disponer su maldad con Ferndo Ordeñana y le persuadio a llevar a vender los 40 naturales, qdo Bertin estaba en el ajuste embio al bastardo Blesi al Castillo de Rubicon, que quando hallaron la lan-cha de Gadifer y se la cogieron. Sabido por Remon fue a tomar su lancha, pero el bastardo lo defendio con espada en la mano y aun-que les profirieron la necesidad en que se hallaban en la Isla de Lobos no tuvo remedio para qe se les bolviese. Al otro dia llego Bertin al Puerto de Rubicon con 40 hombres y les comenzo a repartir el pan i vino y carne que tenian en el Cas-tillo, diciendoles que comiesen que le havia costado mas que a Betancourt y Gadifer y cogio a algunas mujeres Francesas y las entrego a los Españoles para qe usasen de ellas, y prorrumpio Bertin en muchas blasfemias contra Gadifer. Havia llegado por la otra parte de Lanzarote la lancha de la Nao a coger ganado y los naturales dijeron a Bertin que los Españoles havian desembarcado pa cautivarles, respondioles qe el los de-fenderia y para ello les dixo llamasen al Rey y los suyos, y quando estaban descuidados se hallaron prisioneros, el rey le hizo cara, dio a uno tan cruel golpe qe los otros no se le atrevieron, cautivaron a 22 y los embio a la Nao y hizo pasar a todo lo que estaba en Rubicon. Los dos Capellanes y los soldados que habian en el Castillo lea-les a Betancourt y Gadifer, por ser pocos no pudieron resistir la fuerza de Bertin y considerando la necesidad de Gadifer, teniendo noticia de que nao ¿morela? qe estaba / 11ro de la otra parte de la Isla, fueron a ella y llegando a la nao rogaron a Calvo que fuera a 890 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 38 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU socorrer a los que estaban en la Isla de Lobos. Calvo embio a Ximenez con algunos bastimentos qe qdo llegaron los hallaron con gran necesidad. Sabido por Gadifer la traicion se embarco en la lancha a Lanzarote. Los Capellanes que estaban en la Nao de Calvo le rogaron passase a la Nao en que estaba Bertin, que este dixo que todo lo que llevaba era suyo, tuvo varias contestaciones con los capellanes y por fin les mando dar la chalupa y la canaria qe seria interprete, etc. Betancourt paso algos infortunios en el viaje a España porqe lle-gando a Cadiz los marineros quisieron levantarse, diciendo qe el Navio era de Gadifer, hizo poner algunos presos, querian algunos mercaderes comprarle el Navio, pero no lo hizo pensando bolver a la Isla. Passo Betancourt a Sevilla por tierra, dexando orden para qe el Navio solo fuera a otra ciudad, pero en este viaje se perdio con muchas cosas de valor. En Sevilla tuvo noticia de la traicion de Bertin, cuya nueva lle-vo Calvo y se le ofrecio pa bolverle a Lanzarote, pero Batancourt le respondio que antes era preciso besar la mano del rey de Castilla. A este tpo llego la Nao con Bertin: dio queja a la justicia y le pren-dieron y dio qta a Batancr para qe pasase a poner en libertad los cautivos, pero no pudiendo pasar con breve a Cadiz por tener que hablar con el Rey, Ordoñez tuvo tpo pa embarcarles al Reyno de Aragon y venderlos con toda la demas presa. Amotinanse por estas cosas los de Lanzarote y el barbaro Ache trama una traicion contra su Rey y desps contra Gadifer, pero desps de varias cosas el Rey pudo y le mando / 11vo apedrear y quemar. Tenida noticia por los Catholicos de lo hecho por Ache tomaron venganza en un Barbaro que tenian consigo y armar en guerra con los Isleños. Pudo Gadifer mandar a venderlos muchos, pero no quiso porqe el destino de Betancourt no era otro que reducirlos a la fe y sujetarlos a Castilla, y asi con los buenos tratamientos los retuvo. Interin sucede a estas cosas, Betancourt hablo con la Reyna Dª Cathalina Govra, le dio qta del estado de la Conqta y de pedir soco-rro pa continuarla y la Reyna en ne del Rey su hijo le confirmo la mrd de que le habia hecho del Rey y Sor de ellas con reconocimien-to de vasallo de Castilla y Betancourt hizo pleyto omenaje i se le dio Cedula-Rl, haziendole mrd de los Quintos de frutos, mercaderia y otros qualesquiera especiesA. Le mando dar mantenimtos para qe embiase a Gadifer y 20.000 mars de oro en Sevilla que cobro y en-trego a Erguerran con qe se fue con ellos a Francia y con el mas dinero qe se hizo del equipaje del Navio qe se perdio. Bolvio Betancr A «Nota que el Lib. francés dice que fue el rey Dn. Enrique, año de 1403» [Nota al margen]. Núm. 50 (2004) 891 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 39 a hablar con el Rey de Castilla que le mando dar una nave con buena artilleria, 80 hombres españoles, harina, etc. y licencia para batir moneda. Paso a Cadiz donde estaba su muger y la embio a Francia y despacho el Navio a Canarias noticiando a Gadifer las mrds del Rey, encargandolo prosiguiese la Conqta. Llegado a Lanzarote fue bien recibido y desps de 8 dias paso Gadifer a visitar las Islas, saltaron en Fuertevenra y se internaron con animo de dar batalla. Entra con dificultad en un valle en que havia mas de / 12ro cien palmeras y algunas Fuentes, haviendo descansado y comido alli, subieron una cuesta, disponiendo qe tres soldados fueran delante para qe si vie-sen a los naturales diesen aviso, encontrando algunos y les dieron caza, aprisionando unas Mugeres. Algunos soldados que no siguieron a Gadifer los encontraron, 50 naturales se embistieron y por fin se separaron pa poner en seguro tres mujeres e hijos que venian con ellos a la grita acudio Gadifer, pero la division que se hallaron solo les dexo por presa quatro mugeres, y se embarcaron. Llego la Fragata a Canaria, azia Telde, acudieron a la marina como 500, ya Gadifer habia desembarcado como de paz, y 22 canarios fueron a bordo y les regalaron. Los Canarios traian higos, sangre de Drago, etc. y las trocaban por anzuelos y herramientas viejas, y la sangre importaba mas de 200 escudos, y lo de la recompensa no valia 8 rs. Tambien estuvieron con el Rey de Telde y les dio palabra de bolver a verles dentro de 5 dias. Hallaron en poder de los Canarios un testamento que se decia de los hermanos Christianos que en aquella Isla havian mata-do por los años de 1392, por los Vizcaynos y Guipuzcoanos, que decian haverlos muerto, porque estando de paz embiaron cartas a tierras de Christianos contra ellos, y enseñaban los articulos de nra fe, y el testamento decia que ninguno se debe fiar de los Isleños Canarios y buen semblante que hazen, porqe eran traidores de na-turaleza, y se decia entre ellos haber 6000 hidalgos. Dejo de los Isleños, armar Gadifer alga escaramuza, pero sin hacer presa y viendo que el Rey se / 12vo detenia, se embarcaron. Tomaron la derrota al Hierro, la costearon, pasaron a la Gomera, llegando de noche, saltando algs a tierra, y cogieron un hombre y tres mujeres, quisieron coger agua pero no pudieron. De alli bolvieron al Hierro, tomaron tierra y estuvieron 22 dias y aprisionaron quatro mujeres y un niño y cogieron gran cantidad de ganado y los naturales estaban amedrentados porque decian que otra ocasion havian cautivado 400. Prosiguieron a la Palma, tomaron Puerto, previnieron agua y determinaron bolverse a Lanzarote. Fueron Gadifer y los suyos al Castillo de Rubicon, hallaron los compañeros adelantados en la 892 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 40 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU conquista y mas de 100 prisioneros en el castillo, y pocos queda-ban por obedecer de 300 barbaros que habian qdo entro Betancourt, y serian muchos mas qdo los vizcaynos y guipuzcoanos entraron, que llevaron muchos a España con el Rey. Llegada la Fragata a Rubicon dispuso Gadifer embarcarlos a España a noticiarse a Betancr lo que pasaba, pero antes de llegar a Cadiz y Betancr estaba en Lanzarote con una Compa de Españoles, y fue bien recibido de Gadifer y compañeros y los Isleños bautiza-dos se ponian a su obeda tendiendose al suelo. Desps de dos dias de su llegada en una entrada que hicieron en la Isla fue preso el Rey y 18 compañeros, con cantidad de sevada y carne. Quando los naturales vieron a su Rey preso, cada dia venian a pedir la / 13ro paz de Betancourt, el Rey se abraso ante su presencia diciendo le tenia vencido y que queria ser bautizado con toda su familia, dice la Historia que fue el jueves de carnes-tolendas, 15 de Febo de 1404 y que luego el Miercoles de ceniza bautizado por Verrier, y se llamo Luis y pocos dias desps fueron bautizados los demas y puestos a la obeda del Rey de Castilla, de lo que Betancr y Gadifer tuvieron gozo dando gracs a Dios. Abra-zando la fe con facilidad y fueron buenos, como si de niños se hubiesen criado en ella. Cap. [8º] Puesta en paz Lanzarote trato Betancourt de proseguir la Conqta de las demas Islas, yendo a hablar con Gadifer en el asiento le hallo pensativo, le respondio que consideraba que habiendo estado tanto tpo en su servicio se le premiaria mal y le propuso le cediese algu-nas Islas. Betancourt le respondio que se le remuneraria. Passan Betancr y Gadifer a Fuertevra donde estuvieron 3 meses hasiendo escaramuzas con sus naturales y hisieron una gran presa de ellos que embiaron a Lanzarote, comenzose a fabricar el fuerte Richiso, fortificandose no solo contra los naturales, sino contra el Rey de Fez qe se decia hazia armada contra el por pertenecer es-tas Islas a su Corona y entre Betancr y Gadifer huvo alguna carta en que se conocia su displicencia, pero dejando algunos en la Isla pasaron ambos a Canaria en 2 de junio de 1404, segun los Capella-nes, saltaron a tierra, les fue a ver el Rey de la Isla y siendo que eran pocos dispusieron los canarios matarlos a traicion y para lo-grarlo un canario le dixo les darian / 13vo agua y reses, llego la cha-lupa a tpo qe los canarios estaban emboscados, dieron caza a los Xptianos con piedras que les hizieron echar a nado al baxel maltrata-dos y les quitaron lo que pudieron y los huvieran apresado la cha-lupa a no haber largado el bastardo de Gadifer y Betancourt lo hubieran passado muy mal a no resguardarse con su rodela de las Núm. 50 (2004) 893 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 41 piedras. Hizo Betancourt desps saltar a tierra soldados de refresco pa escaramusas con los canarios y Xptianos salian heridos de las pie-dras y viendo Betancr el poco fruto bolvieron a la Fragata y pasa-ron a Telde. Bolvieron a Fuertevra y estando cerca se les puso contrario el tpo no pudo llegar la Fragata al Puerto, Gadifer y otros saltaron a tierra por otros parajes y caminando asia la parte donde quedaron los otros españoles vieron unos Capellanes, que hacia poco havia llegado con su fragata de España con bastimentos para Betancr qe embiaba el Rey de Castilla y estaban aguardando unos 42 Isleños que habian dado caza dos de sus compañeros. Gadifer poco gustoso de estar en las Islas y sentido de Betancr con quien tuvo algunas palabras de quexa y por fin Betancr le dixo: ya he dicho que tengo hecho pleyto omenaje de ellas al Rey de Castilla y no os tengo de dar ninguna. Esta resolucion les enemisto y pasaron a España, aun que Gadifer decia haber gastado muchos ducados en este negocio. / 14ro Llegaron a Sevilla pusose en justicia su pretension, pero no haviendo sido favorable a Gadifer la resolucion, se bolvio a Fran-cia. Betancr pidio sobre cedulas de la merced de la Conqta de las Islas que havia hecho el Rey, que se las confirmo conce-diendole el quinto de lo que se embarcase por sus Puertos y batir moneda, inserto en el pleyto homenaje hecho por Betancr y algs cavos de Sevilla le socorrieron con armas y otras cosas para qe volviendo a las Islas continuara la Conqta. Salio de Sevilla pa Cadiz, y de alli vino en la Fragata a Fuertevra, llego al Puerto de las Sardinas, fueronle a recibir alguno y el bas-tardo Anibal, que le pregunto por Gadifer, Betancr le respondio, fue a Francia su Patria; replicole Anibal que quisiera estar alli con el, Betancr le respondio, yo os llevare acabada esta empresa. Paso Betancr al Castillo de Riqueyo, donde hallo parte de su gente, salieron sus gentes en busca de sus enemigos, encontraron una Esquadra de ellos y los Isleños les acometieron con tal impetu qe 6 fueron muer-tos y 9 mal parados, se retiraron al Castillo. Viendo Betancr lo su-cedido hizo pasar los soldados que estaban en Riqueroque, a la Fortaleza de Baltani, desamparado Riqueroque, los Isleños derriba-ron la mayor parte de el, pasaron al puerto de las Sardinas; los Isleños hizieron un destrozo y llevaron varias cosas. Quando Betancr tuvo noticia de estos destrozos junto su gente y se introduxo en busca de los enemigos y por varias ocasiones les dio batalla y mato muchos, aprisiono cientos que hizo pasar / 14vo a Lanzarote para que les hiciesen trabajar. Los de Fuertevra pa su defensa juntaron a todos los hombres que llegaban a 18 años, animandolos a pelear hasta morir, pues se halla-ban sitiados y faltos de mantenimientos. Betancr bolvio a Rique- 894 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 42 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU roque y la hizo reedificar y mando a buscar gente a Lanzarote. A este tpo J. Cortes y Geronimo Andrade con algs soldados que vinie-ron de Lanzarote fueron por las costas en busca de los naturales, pero 20 Isleños les dieron tal caza que los obligaron a bolverse al Castillo Baltares, que distaba casi dos leguas. Al 3º dia salieron los Españoles y los de Lanzarote y pelearon con una Esquadra de Isle-ños y los arruinaron y presionaron en la huida. Cortes y Anibal se entraron tan adentro y en una aldea hallaron gentes muchos natu-rales y los destrozaron y pusieron en huida quedando muertos 10 de los naturales y entre ellos uno de 9 pies de largo que Betancr tenia mucho encargado se lo mataran. Bolvieron al Castillo maltra-tados y con algunos prisioneros. Mal contentos Anibal y Andrade murmuraban de Betancourt y diciendo que les daria el mismo pago que a Gadifer. Llego a noticia de Betancr y que havian roto unas cartas en que les decia lo que havian de hacer: les mando a decir que deven fidelidad y que como le habian roto sus cartas? Respondieron haver sido por Consejo de Alonso Martin. Cortes embio a buscar unos prisioneros y se los traxo al Castillo de Riquiroqe sintierenlo Anibal y / 15vo Andrade y habiendo mandado desps Betancr a buscar las Mugeres prisioneras, se quexaron Anibal y Andrade de que les querian quitar la parte que les tocaba de los prisioneros. Viendose los Reyes de Fuertevra aflixidos y que los mataban y aprisionaban muchos de los suyos, hicieron consulta y determinaron mandar a decir a Betancr querian ser christianos y hablarle. Betancr dixo que le alegraba y los recibiria. Vino primero un Rey de media Isla acompañado de sus parientes y vasallos, fue bien recibido y prometio ser Xptiano y po-nerse a la obediencia del Rey de Castilla, y asi se hizo, y se le puso Luis a 18 de Enero de 1405. A 25 de Enº llego el otro Rey con 46 vasallos y al 3º dia fueron todos bautizados. Al Rey se le puso Alonso y a todos los demas dias iban llegando los demas Barbaros i dieronse gracs a nro Señor en una corta Iglesia que Betancr havia mandado hacer. Llamose esta Isla antes Planaria y por los natura-les Ervaria y los Españoles pusieron Fuertevra. Sosegada la Isla determino Betancr bolver a Francia a ver su Esposa Madama Maria, como lo executo, dejando por su lugarte-niente a Juan Cortes y encargado a Berrier y Leverrier qe doctri-nasen a los naturales. Embarcose Betancr llevando consigo algunos Franceses y Españoles y naturales y una Isleña para que viese el modo de resar en Francia y a la buelta diese noticia. Salio de la Isla a fin de Enº y en 24 dias llego a Francia. Alli se le hizo re- / 15vo cibimto pr el Sr. Hector y otros hidalgos, passo a su casa de Granville donde tuvo buen recibto de sus Parientes y vasallos, y despues de haber estado en su casa de Granville 8 dias, y habien- Núm. 50 (2004) 895 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 43 doles ponderado que las Islas eran tierras deleitosas y fructiferas se despidio y embarco para el Puerto de Arfleur en 9 de mayo de 1405, trayendo consejo varios hidalgos y prevencion de armas y bastimentos, en pocos dias llegaron a Lanzarote y fue recibido con gusto de los Españoles y naturales que dieron noticia de la paz, que se havia conservado. Los nuevamte venido se holgaron de ver la tie-rra. Fueronle a visitar los Reyes, que viendo los vestidos bordados de oro y plata con que venian algunos del acompañamto de Betancr, pues que Dios ha hecho merced de que hayamos sugetado estas dos Islas sera razon continuar ver si conquistamos las demas y comen-zaremos por la Gran Canaria, pues aunqe sus naturales son 10.000 hidalgos segun noticia, al menos conocemos sus Puertos y con el tpo algun gran Principe los conquistaran. Embarcaronse quedando Maciot en Fuerteventura, a quien Betancr tenia intencion de dexar en las Islas para qe su apellido no faltase y por cura de la Iga de Sta. Maria de Betancourt, en que pucieron campanas, ornamen-tos, etc., Le Berrier. Iban en 3 fragatas y por una tormenta arribaron a la costa de Berberia, donde cautivaron algunas mugeres y cogieron unos 30 camellos, que por si no podian los / 16ro llevaron todos a bordo, ma-taron algunos, embarcados para proseguir su viaje tuvieron tpo con-trario y asi una fragata se fue a Fuertevra, otra a la Palma, en la que iba Betancr llego a Canaria donde desembarcaron, los canarios le salieron pronto al encuentro y les dieron batalla, y los Xpnos se vieron en gran aprieto porqe eran muchos menos y para escapar con la vida se bolvieron a la Fragata. Al otro dia que los canarios habian dejado libre el Puerto bolvio a desembarcar Betancr y su gente y embio un interprete a los canarios que llegase de paz y hablase al Rey, pasado 4 dias llego la fragata que havia arribado a Fuertevra, en que venia Cortes, Andrade, Anibal y otros, y consul-tandoles Betancr el combate, dixo Andrade qe con 20 hombres se atreve a atravesar toda la Isla. Fueron Cortes y 45 para la Aldea de Arguineguin, dieron combate a una Escuadra de canarios, que hicieron retirar la tierra adentro, viendose vencedores los Xptianos se separaron, pero los canarios cargaron sobre ellos y mataron a Cor-tes, Anibal, Auber, etc., les cogieron una chalupa y la rompieron y los que escaparon se fueron donde estaban las Fragatas con la mala noticia. Un Autor que escribio la Conquista Canaria y las entradas que en ella hicieron los Españoles, cuya historia manuscrita tuve a mi mano, dice que Betancr paso a Canaria con su armada y tomo el Puerto por la Vanda del Sur donde dice el Ganisi, qe es abajo de Telde y que teniendo ya los Canarios mas de 40 años, ante noticia de Navios por dos de Mallorquines que havia estado y con / 16vo tra- 896 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 44 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU tados mantenimtos de tierra por ropa y herramientas dexando fa-bricadas dos Iglesias, una de Sta. Cathalina, media legua de donde es oy Ciudad de Palmas, y otra en Sn. Nicolas, donde dicen la Al-dea y pusieron en ellas tres imagenes de bulto de Sta. Cathalina, Sn Nicolas y Sn Antonio, y que qdo se despidieron de los canarios les dieron palabra de bolverlos a traer mas cosas. Los canarios juzgando que los Navios de Betancr fueran los de los Mayorquines, fueron contentos a recibirlos con refrescos de los regalos de la Tierra, y viniendo cerca Betancr pusose gente en or-den y descuidados los canarios les dieron batalla, aunque juzgando ser traicion se recogieron y dieron sobre ellos con tal pujança que a no embarcarse a toda prisa ninguno hubiera quedado vivo y les quedaron muchas armas a los canarios. Visto por Betancr el mal suceso y que no se podia sacar prove-cho, trato de irse a la Palma donde hallo la tercera Fragata y los suyos en tierra, haciendo guerras a los naturales y incorporados se introduxeron la tierra adentro y deps de 6 semanas peleando los mas de los dias, como se sacaban pocas ventajas acordaron pasar-se al Hierro. Embarcados todos cogieron la buelta del Hierro, y Betancr que llevaba un interprete hermo del Rey de otra Isla, que havian cap-turado los Sevillanos y Vizcaynos año 1392, y presentado al Rey de Castilla que lo dio a Betancr y este lo embio por emisario para qe por bien se entregase con sus vasallos al Rey de Castilla, y en efecto con III[3] naturales se vino / 17ro a presentarse a Betancr y de ellos hizieron presa, haziendo repartimto y Betancr se aplico asi al Rey y 3 naturales y se vendieron algunos. El Rey y los suyos sintieron la traicion y algunos Xptianos lo llevaron a mal. Betancr se disculpo con sus gastos y la necesidad de dineros pa bastimentos. Los demas naturales que eran pocos, se fueron entregando y quando la Isla sugeta a Betancr. Estuvo en ella tres meses y queriendo bolverse a Fuertevra quedandose alli 120 soldados para pobladores, pa lo que quedaron los mas inteligentes de la labranza, señalandoles tierras que cultivar. Señalose tierra para Villa y la Parroquia con el titulo de Concepcion y Cura. Embarcaronse y al pasar por Tenerife hisieron consejo si salta-ban en ella y acordaron qe no por ser los guanches muchos y asi continuaron a Fuertevra donde se alojaron en el Castillo de Baltharais, hizo Betancr repartimto de tierra, asi en esta Isla como en Lanzarote concediendola por 9 años no pagaron el 5º y un qto de la orchilla, que es una yerva con que se tiñen los paños de gra-na, ninguna la pudieron coxer sin voluntad de sus superiores, pues se la aplico a si con muchas tierras para dehesas. Llamo a su sobrino Maciot de Betancr dixiendole como tenia qe pasar a su Casa de Normandia a acabar alli sus dias, qe no se Núm. 50 (2004) 897 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 45 hallaba con fuerzas pa la conqta de otras Islas y qe las governase y que no queria / 17vo salirse de ellas, porque no faltase alli su ape-llido y que obrase justicia con acuerdo de hombres sabios, que dos veces al año le diese noticia del estado de las Islas, que de la renta que le tocaba destinara pa la fabrica de dos Iglesias, dandole poder amplio para todas las demas cosas y encargo a to-dos la paz. Anduvo Betancr las dos Islas que el Rey de España le havia enviado, acompañandole Maciot, llevase consigo cautivos, carpinte-ros, etc., dandoles orden de lo que havian de hazer, y estando en Lanzarote mando echar pregon de como dentro de un mes, que se-ria a 15 de Dize havia de hazer viaje pa Normandia, y que dexaba por su lugar Thente a Maciot, que si alga persona tenia que pedirle ocurriese a hablarle. El Rey de Lanzarote pidiole cierta cantidad de tierras y le dio casi 300 fans y una casa con condicion del 5º y contento a todos los naturales y soldados que le pidieron tierras, a cada uno de los Reyes de Fuertevra dio 400 fans de tierra. Havia Betancr dado orden que dos dia antes de su partida se hallasen en su presencia en el Castillo de Rubicon todos los hidalgos Españoles como Franceses. El Rey de Lanzarote y los de Fuertevra y fueron juntos mas de 200, les hizo un esplendido convite, y sentado en una silla en lugar alto les hizo una platica despidiendose y encar-gandoles obedecieran a Maciot, que iba a Roma a suplicar al Papa le diese un Prelado, hizoles un largo razonamiento que hizo a los oyentes derramar lagri / 18ro mas. Llegado el dia 15 de Dize se em-barco, sintiendolo los de las Islas. En 7 dias llego a Sevilla, donde estuvo 3 o 4 dias, de alli paso a Valladolid, donde estaba el Rey de Castilla, dandole cuenta del estado de las Islas y estuvo 15 dias en Palacio, diole tambien cuenta de como pasaba a Roma a pedir al Papa nombrase prelado pa las Islas, y pidio carta al Rey a este fin, al Rey le parecio bien la pretension y le dixo que eligiese al que gustase para ponerlo, pero que no teniendo Betancr conocimto de ninguno, el Rey propuso a Dn. Alverto de las Casas, por ser gran letrado y que entendia la lengua canaria, dio la carta para el Papa y dos hermosos caballos y una mula y dinero. Despidiose para ir a Roma, a donde luego que llego se presento al Papa, le dio las car-tas del Rey, y visto su contenido, dixo a Betancr: sois uno de mis hijos y como tal haveis hecho una gran hazaña. Concedio la pre-tension del Obispado en Casas, de lo que dio gracias. El Papa le mando aposentar en su Palacio y hazer algunos regalos y despacha las Bulas al Obpo de todas las Islas con el titulo de Sn Marcial de Rubicon, comprehenderse en la diocesis antigua de San Marcial que cogieron los Moros. Dn. Alberto fue consagrado Obpo en Roma y teniendo licencia del Papa Betancr pa ir a Normandia, y el Obpo pa 898 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 46 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU España y de alli a las Islas, se despidieron trayendo cartas el Obpo al Rey y pa Maciot. El Obpo llego a Valladolid, donde estaba el Rey, diole las cartas del Papa i de Betancr y las gracias de haberle propuesto pa Obpo. Alli estuvo algunos dias previniendose de / 18vo las cosas necesarias, hasta que paso a Cadiz y de alli en breve a Fuertevra, con cuya noticia Maciot y los demas se alegraron. Tomo posesion de su Obpado dando sanctas doctrinas a sus ovejas, visito las de Lanzarote y Fuertevra y Hierro y no la de la Gomera, ps aunqe estaba conquista-da, no havia havido españoles bastantes para predicarlas, y encar-go el Obpo a Maciot procurase sugetarlos de todo punto, y le prometio hacerlo mas adelante. Las Iglesias que dexo Betancr se fabricaron a cuenta de su Hacienda, se trabajo en ellas ayudando todos a llevar piedras a sus hombros y en breve se acabaron uni-dos amigablemte Maciot y Obpo. No dudamos del viaje de Betancr de Roma a su Patria acompa-ñado de su capellan Juan Berrier. Llego a Florencia donde fue visi-tado y regalado de su cabildo, desps de haver descansado alli 4 dias, paso a Paris, donde estuvo 8 dias y de alli a su casa de Granville, alojandose en su Castillo, huvo grandes fiestas con su llegada y vivio algunos años con su Esposa, hizo su testamto y dexo por here-deros de sus estados de Granville, etc., a su hermo Rynaldo de Betancr. De las Canarias no tuvo que testar porqe havia hecho due-ño de ellas a su señor, como se dira. De todo lo referido desde qe Betancr salio de su casa hasta qe paso a las Islas el Obpo Dn. Alberto y muerte de Betancr es de la Historia de Bontier y Berriel, capellanes del dho que dicen se halla-ron presentes, y al tpo dicen que fue de Abril de 1402 hasta el 19 de Abril de 1406, son 4 años y en tpo del rey don Enrique / 19ro Al-gunos autores escriben fue año 1417, en el Reynado del Sr. Don Juan 2o, siendo govra la Reyna Da Cathalina. Esta opinion es la que tengo seguida en el otro Libro contesta con la que Anto de Nebrija escri-be en el lugar citado. Vease el Libro nuevo de Dn. Xpto, fol. 120. Otros AA. hablan de la Conqta de estas Islas y convienen en lo gral, con lo que otros españoles escriben. Por muerte del Obpo Dn. Fr. Alberto el Papa Martino 5º nombro por Obpo a fr. Mendo, que era de Maciot y paso a su Obpdo ce-loso del bien de sus ovejas. Tuvo algunos disgustos con Maciot porqe con la autoridad del Rey y Sr de la tierra, que su tio le havia sus-tituido qdo le dexo, vendio los naturales. El Obpo sentia este proce-der, pues estaban ya reducidos a la fe. Muchas razones le dio el Prelado que podian moverle a que no prosiguiese, y asi obligo al Obpo a amonestarselo con espresa, reprehendiendole publicamente; pero no bastando esto, dio quenta el Obpo a Don Juan 2o de Castilla, Núm. 50 (2004) 899 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 47 que escribio una carta a Maciot reprehendiendole, pero no tenien-do enmienda, dio seguida queja el Obpo, y S.M. para el remedio mando que Pedro Barba de Campos, Sr de Castro fuerte, con tres navios passase por Gral de ellas como parece de la Chronica de Dn. Juan 2o, cap. 25, y que prendiese a Maciot, despojandole del Go-bierno y echandole fuera de las Islas. Paso a ellas dho Gral, llego a Lanzarote y sabido por Maciot le fue a dar la bienvenida y le suplico no executase la orden que lle-vaba porque su / 19vo voluntad era salirse de aquella tierra y tras-pasar el dro que a aquellas Islas tenia en el Gral. Si lo quisiese por el poder que su tio Juan de Betancr le habia dexado (no teniendole mas qe pa el gobierno y pr su Lugar Thente) y que le conceda este termino para pedir a S.M. licencia para el traspaso de las conquis-tadas y el dro de las por conquistar. Suspendio el Gral la prision, y despacho luego Navios a España con persona qe en [nombre] de Maciot hiciese la suplica a S. M. y hecha la diligencia S.M. concedio lo que pedia. Con brevedad volvio el mensagero a Lanzarote y en voluntad de otra licencia vendio al Gral Barba las Islas conquista-das y el dro a las por conquistar. Desde que Pedro Barba las poseyo con titulo de Rey lo refiere Dn Antonio Suarez de [Blanco?] de la Autoridad del Archipreste de Viena en sus relaciones genea-logicas de la casa de Alarcon, Lib. 6, Cap. 3º, fol. 290 que hablando de este Cavo dice: Encargandose de la Conqta de las Islas de Cana-ria, como lo escribe el Arcipreste de Cuenca y tuvo titulo de Rey de ellas. Maciot viendose sin arbitrio y por no estar a la obediencia de nuevo Sr se paso a España y dio quenta a Betancr, que estaba en Francia de lo que pasaba, callando venta que havia hecho, y que por ser ya viejo no podia pasar a ellas sin tener hijo heredero for-zoso, mejor le era venderlas embiando el Poder pa hazerlo. Llegada esta noticia Betancr le embio Poder otorgado en Gran-ville en 17 de Octe de 1418 para que las tras / 20ro pasase, donase o cambiase en quien le pareciesse. Maciot hablo con el Conde de Niebla para si se las queria comprar y en virtud del Poder de su Tio se las vendio y traspaso por cierta cantidad de mrs en 3 de Nove de dho año de 18, con las mismas condiciones de Señorio, mixto imperio, Quintos. Y el Conde como señor de ellas, aprobo el Privi-legio de franqueza de los vezos de las conquistadas sin pagar otro tributo qe el 5º. Despachando en su Villa de Almonte en 8 de junio de 1420. Algunos dicen que fue el año 1422 y por otra Provision que despacho el Conde en Sn Lucar en 18 de marzo de 1423, aprue-ba y conforma el mismo. El Poder Escra y Provisiones refrendadas estan en el Archivo de Simancas en el Memorial del Pleyto sobre los Quintos. 900 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 48 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Desps que Maciot hizo el traspaso al Conde de Niebla se passo a la Madera y trato de volver a vender al Infante Don Enrique que se las compro, ignorando la venta hecha, por cierta cantidad de mrs. De que le hizo Escra año de 1422, segun el Memorial citado. En pacifica posesion estuvo Pedro Barba en el Señorio de sus Islas, como en mi libro desde fol. 54 hasta el 56, donde dice domi-nio de la Corona de Castilla. Pedro Barba trato de vender estas Islas con lizencia qe tuvo del Rey y las traspaso a un cavro llamado Fernan Perez, el que con facultad Rl las cedio al Conde de Niebla al mismo que las habia vendido Maciot. Pidio / 20vo el Conde facultad Rl pa poderlas traspa-sar y concede de pr Rl Provn en Medina del Campo 3 de Febrero de 1430, las vendio a Guillen de las Casas, por Escra celebrada en S. Lucar 25 de Mayo de 1430. Se ha de poner todo el pasaje en mi Libro, fol. 57 como un Memorial de Servicios de Dn. Pedro de Alarcon, cavo de Sn Thiago. Maciot, que sin embargo de haver vendido 3 veces las Islas, deseaba tener parte en ellas, puso pleyto a Guillen, pretendiendo el termino de Aria en Lanzarote, todo Andia en Fuertevra y la Conqta de la Palma, siguiendose Pleyto y Guillen por escusarse de el hizo tranzacion con Maciot y le dio la dha de Lanzarote con la condicion de no venderla a persona que no fuera de Castilla y que de lo con-trario seria nula la transacion y recaera en Guillen o sus heredos. La Escra de esta condicion en Sevilla 14 de Ago de 1432 y Maciot fue dueño de ella hasta el año de 1454 que bolvio a los heredos de Guillen porque no guardo Maciot las condiciones. Por la demanda de Maciot havia suplicado Guillen al Rey le confirmase la venta, como se la confirmo en Avila a 25 de Agto de dho año de 32, desps el mismo Rey pa mas abundancia hizo nueva mrd en Ocaña en 23 de Junio de 1433 pa que a Guillen de las Casas, su hijo le guarde la misma merced. Estando Guillen de las Casas en posesion de las Islas, poniendo justicias y gozando de los Quintos, pidio al Sr. Dn Juan 2º le com-prase dha mrd de Quintos, como / 21ro se la compro en Tordesillas a 4 de Junio de 1443. Dos años desps Guillen de las Casas teniendo casada a su hija Da Ines de las Casas con Fernan Peraza, qe ya te-nia un hijo llamado Guillen Peraza, hizo permuta con su yerno y nieto de las Islas por la Hazda que tenia en el Lugar de Guevar por Escra de 28 de Junio de 1445 ante Andres Gonzalez, Escno de Sevi-lla, y dho dia Guillen de las Casas dio Poder a Juan Gutierrez, vº de Fuertevra pa qe diesse posesion al dho Hernan Peraza, el que tam-bien la dio a Alonso de Cabrera y Juan Alvz, para qe en su ne la aprehendiesen. El Rey confirmo esta permuta en Arevalo en 22 de Agto de 1445 y desps por dos veces Guillen y Fernan ratificaron esta permuta en Núm. 50 (2004) 901 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 49 13 de Julio de 1447 y por otra Escra ante Andres Gonzz en 15 de Abril de 1448, con que Fernan Peraza fue el Rey y Pr de las Islas como lo escribio Gomara, part. 1. Pellicer de Tobar dice qe este Guillen de las Casas qe hizo la permuta fue cuñado de Hernan Peraza y no suegro. Y no se falta en esto a la verdad de la Histo-ria. Todos los Instrumtos citados estan en el Archivo de Simancas y consta en el Pleyto de los 5os. Hernan Peraza paso a Lanzarote y Fuertevra, tomo possesion de su Señorio, trajo en su compa un hijo y una hija llamados Don Guillen y Dª Ines, fue bien recibido. Solicitaba Hernan Peraza la conversion de estas Islas qe esta-ban por conquistar, ayudandole mucho el Obpo Dn. Diego de Illescas, tuvo pa su instruccion algs religiosos de Sn Franco, qe ya havia en ellas algs, pero no conventos. Previno tres Navios bien peltrechados pa proseguir la Conqta, paso a la Gomera, armo batalla con sus na-turales y haviendo peleado un dia y procurando aquellos barbaros defenderse al fin / 21vo se rindieron, porqe tenia pocos habitadores, y su Rey prometio obeda al de Castilla. Al segdo dia hizo la ceremo-nia segun uso de vasallos y Hernan Peraza le abrazo y prometio a todos libertad si se bolvian Christianos, asi lo ofrecieron, los Reli-giosos trabajasen en catequizarlos y a todos bautizaron; dieronse luego forma de Leyes, Iglesia con el Titulo de Nta. Sra. de la Asuncion y señalando sitio pa la Villa, nombrando por Patrono titular de ella a Sn Sebastian, se puso porqe en este dia se conquisto o por devocion de Hernan Peraza, y dexando en ella españoles pa la poblacion passo al Hierro. Algunos escriben qe Peraza conquisto el Hierro y otros como los de la Historia francesa qe la sugeta Betancr y la poblo de Españo-les, bien pudo ser asi, y qe los Españoles por ver la cortedad de la Isla y como estaban las cosas en tpo del Gobierno de Maciot, la desamparan y se fueron a Lanzarote y Fuertevra y dexaron en ella a los naturales, que viendose libres bolvieron a su antiguo estado. Pero damos que Peraza la sugeto y que con ello tuvo pelea y valerosamte se defendieron, aunqe pocos, y qe desps de quatro o cin-co horas de pelea, segun tengo dicho en mi Libro, el Rey que seria Barbaro y no el qe se bautizo en tpo de Betancr que a este lo llevo Betancr consigo con otros naturales, viendose perdido mando a los suyos suspender la batalla y fue a Peraza y hincando la rodilla le dixo qe no queria pelear, que la tierra estaba por suya y todos se pusieron en obeda. Peraza lo abrazo, prometio libertad a todos los que fueron bautizados y doctrinados por los Religiosos, quedaron en ella Españoles pa poblacion de la Villa y en / 22vo ella se fabrico Parroquia con titulo de Nta. Sra. de la Concepcion. 902 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 50 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Dejo conquistadas estas dos Islas de Gomera y Hierro, poco mas de 20 dias Hernan paso con su Armada a la Palma, llevando consi-go a su hijo Guillen, saltaron a tierra a poner en execucion su de-manda; los Palmeros que estaban avisados por las escaramusas que hisieron con Betancr, les salieron al encuentro y armada batalla se defendieron valerosamte y mostraron tanto animo que huvo muchos muertos de una y otra parte, y entre ellos Guillen Peraza que le atravesaron con un dardo, el qe Hernan, su Pe recibio gran pena, y se bolvio a embarcar con los suyos, tomo el viaje a la Goma y de alli a Fuertevra y Lanzarote. Poblacion de las Islas de Lanzarote y Fuertevra En breve se poblaron estas Islas de nobles e ilustres familias de Españoles, Franceses, Genoveses, asi de los qe pasaron con Betancr como otros qe vinieron despues a la fama de su Conqta con Peraza y en diversos tpos al comercio y trato de ellas, qe algunos de los nobilisimos apellidos que las ilustran y enoblecen son los si-guientes. Aqui la relacion de apellidos por Abecedario Lanzarote, su Villa, Lugar, hermitas, Aldeas, etc. Fuertevra, idem. Poblacion de la Gomera y Hierro Asi mismo en estas dos Islas poblaron muchas nobles familias, y en la Gomera han afijado los Condes y Sres de ellas y tienen alli su poblacion los apellidos de los qe las habitan, son los siguientes. Aqui los apellidos. / 21vo. Poblacion de la Gomera. Aqui su villa, lugares, Iglesias, hermitas y numero de casas de ella y segun la de la Isla de Hie-rro, del mismo tenor. Cap. 8º De la prima entrada que Hernan Peraza hizo en Tenerife qdo aprisiona a Anton guanches, etc. Se ha de poner todo el Capitulo como esta en mi Libro. Cap. 9º Como Diego Ga de Herrera sucesor en estas Islas restau-ra la de Fuertevra, paso a Tenere con Armada hizo pazes con sus 9 Reyes y contradiccion de dho Hera al Infante Dn. Fernando de Por-tugal. Por muerte de Hernan Peraza sucedio en el Señorio Dª Ines de las Casas Peraza, su hija, muger de Diego de Herrera y Ayala, por este dho Diego se intitulo Rey, deste casamto hazen memoria mu-chos Authores como Gomara y Mariana. Quiso proseguir la Conqta Núm. 50 (2004) 903 «IDEA DE LA CONQUISTA DE ESTAS ISLAS (1679)». NÚÑEZ DE LA PEÑA 51 y estando casi perdida Fuertevra, antes que los naturales se revela-sen, se restauro poniendoles guarnicion de Españoles, y fundo el Convto de Sn Franco con el titulo de Sn Buenaventura, como lo es-cribe el Pe fr. Franco Gonzaga, qe fue el 1º que se fundo en estas Islas, en el que fue guardian Sn Diego, que paso de compañero del Pe fr. Juan Torcaz. Religioso de santa vida como se escribe en la vida de este Sto en el flos sanctorum de Villegas y en leccions de rezo qe relata dho Pe Gonzaga. Algunos AA. modernos quieren decir que prosiguiendo Diego Ga Herrera la Conqta desps de la restauracion de Fuertevra conquisto la Goma y Hierro. Lo mas cierto es las sugeto Peraza y qe Herrera paso a tomar posesion y qe / 22ro sus vasallos le reconocieron por Señor, qe puso algunas cosas en orden, jusgando los AA. este viaje por conquista. Tuvo en este tpo Herrera noticia como Maciot tenia hecha ven-ta al Infante Dn Enrique, hijo del Rey Dn Juan de Portugal, el qe antiguamte le havia hecho compra de todas; pero como la condicion de la concordia qe Maciot havia hecho con Guillen de las Casas, fue qe siendo la venta en persona de Castilla fuese nula, puso pleyto al Infante, anulando la venta y se sentencio a favor de Herrera en Cuellar a 7 de Septe de 1454, y pusieron por Govor a Adrian de Benavente, y el Rey de Castilla despacho Zedula para qe Alonso de Cabrera fuese Alcde Mor y desps por nueva Zedula se le bolvio la vara de gobierno al dho Benavente y se le encargo a Herrera en 24 de Agto de 1455 y la vara de Alce Mor bolvio a Pedro de Aday, qe lo era en tpo de Maciot, asi consta del Mema de Gomera sobre pleyto de Quintos y en una Informacion que Diego de Cabrera, vezo de Canaria hizo de la posesion de su hidalguia año de 1508 ante Diego San Clemente, Escno de Camara y original esta puesto en el Regis-tro de Oficio de [blanco] Betancurt en la Orotava año 1681, dispo-ne Bernardo Davila, tgo de 88 años y dice en la 4 pregunta que en aquel tpo que esta dha Isla de Lanzarote havia dado Mosen Maciot, Señor de ella al Infante Dn. Enrique de Portugal que los Principales desta Isla embiaron a Fuertevra por el dho Alonso de Cabrera, como a hombre hidalgo e honrado, e bueno, e bien informado que vinia / 22vo a esta Isla a ser Capn el Alcalde pr el Rey sobre Pedro de Alday qe era Alde ordinario, estuviese en la Isla por el Rey. No le faltaron pleytos a Herrera y su Muger; pues haviendose acabado el que tenia con el Infante le salio otro sobre el dro a las tres Islas por conquistar, y fue el motivo qe el Rey Dn Enrique de Castilla, hijo de Juan 2º, qdo caso con la Reyna Da Juana, Infanta de Portugal, año de 1455, hizo donacion de la Conqta |
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