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L I T E R A T U R A Núm. 49 (2003) 19 68 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ. NUEVAS APORTACIONES A SU ENSAYO NE HAULT, NE BAS...MÈDIOCREMENT1 P O R MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ INTRODUCCIÓN Aunque de carácter fragmentario, debido a la azarosa vida de Millares —treinta años de exilio forzoso y traslados a los que se vio obligado por las duras circunstancias que rodearon su vida—, el Seminario de Humanidades Agustín Millares Carlo se enorgullece de poseer una colección importante de sus documen-tos, testimonio fehaciente del rigor metodológico empleado por 1 En un artículo publicado en 1994 se reseñó el estado y las vicisitu-des de este trabajo, añadiéndose, de forma incompleta, una exposición de la bibliografía de Sor Juana elaborada por don Agustín. Para la realización de este artículo se han tomado algunos pasajes de aquél, por considerarlos de gran valor ilustrativo, al tiempo que ofrecemos la transcripción íntegra del trabajo de Millares. Cfr. MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ, «Ne hault, ne bas...mèdiocrement (Millares Carlo y la ‘Décima Musa’. Un trabajo inédito sobre Sor Juana Inés de la Cruz)», en Espacio, Tiempo y Forma, Madrid, UNED, Serie IV, Historia Moderna, t. II, 1994, pp. 175-198, y AGUSTÍN MILLARES CARLO, «Ensayo de una bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz (Ne hault, ne bas...mèdiocrement)», comentario y transcripción de Manuel Ramírez Muñoz, en Boletín Millares Carlo, 16 (1997), pp. 21-45. 20 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 2 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ don Agustín hasta en sus más pequeños trabajos. Entre los pa-peles conservados hay valiosísimos estudios de casi todos los campos científicos en los que don Agustín fue una autoridad reconocida: archivística, paleografía, historia del libro y biblio-grafías referentes a Feijóo, Cervantes de Salazar, Rafael María Baralt y Sor Juana Inés de la Cruz, entre otros2. Los papeles dedicados a Sor Juana Inés de la Cruz comprenden los trabajos realizados por Millares entre los años 1946 y 19583, entre los que tienen especial relieve aquellos que hizo con motivo de celebrar-se el Tercer Centenario del nacimiento de Sor Juana4. La labor llevada a cabo por don Agustín en torno a la obra escrita de Sor Juana Inés, merece una mención especial, pues se trata de una «labor de acumulación de datos y material gráfico», sistema-tizados bajo el lema «Ne hault, ne bas...mèdiocremente» y que como tantos otros quedó inédito, ya que como apunta su bió-grafo José A. Moreiro, sus intentos de publicación se malogra-ron siempre5, debido a una serie de problemas profesionales y familiares que le abrumaron constantemente, y a los que se enfrentó con su espíritu eternamente joven. Estos problemas, estas frustraciones, las fue desgranando Millares en una apre-tada colección de cartas6 —afortunadamente conservadas en el Seminario—, dirigidas a su sobrino Agustín Millares Sall y a su amigo y discípulo Manuel Hernández Suárez. En ellas el Maes-tro cuenta las peripecias que interfirieron su cotidiano queha-cer, aunque no influyeron negativamente en su obra. 2 BLANCA LÓPEZ NIETO, «Breve avance descriptivo del depósito Millares Carlo», en Boletín Millares Carlo, vol. I, núm. 1, junio 1980, pp. 227-233. 3 A. JOSÉ MOREIRO GONZÁLEZ, Agustín Millares Carlo: el hombre y el sa-bio, Gobierno de Canarias, Islas Canarias, 1989, pp. 175-176 [Clavijo y Fajardo: 5]. 4 Sobre esta documentación, Blanca López Nieto realizó la Memoria de su Licenciatura, leída en la Universidad de Granada en 1983 (inédita). 5 J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, op. cit., p. 175. 6 El Profesor-Tutor del Centro Asociado de la U.N.E.D. de Las Palmas, Antonio Henríquez Jiménez, lleva varios años realizando un estudio siste-mático del epistolario de don Agustín. Núm. 49 (2003) 21 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 3 Retrato de la décima musa que figura en la carta laudatoria de Francisco Álvarez de Velasco (incluido por Millares en su Ensayo de una bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz). 22 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 4 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ JUANA RAMÍREZ Para Octavio Paz7, el enigma de Sor Juana Inés de la Cruz está formado por muchos misterios: los de su vida y los de su obra8. En 16519 y a poca distancia de la capital del virreinato de Nueva España, en San Miguel de Nepantla, nació Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana, hija natural de Pedro Manuel de Asbaje y Vargas Machuca y la criolla Isabel Ramírez. Hasta su entrada en el convento se hizo llamar Juana Ramírez, ante-poniendo el apellido maternal al de su padre, pues ella misma explica en su testamento, que en su tiempo la llamaban doña Juana Ramírez de Asbaje10. Y la razón es que su vida secular transcurrió dentro del círculo familiar materno, e incluso su duro aprendizaje de autodidacta —no era fácil ser mujer culta en la sociedad virreinal del siglo XVII—, se tradujo en una in-contenible pasión por leer los muchos y variados libros varios que tenía su abuelo, sin que bastasen castigos ni reprensiones a estorbar11. Juana Inés apenas si menciona el nombre de su pa-dre y desde muy niña dejó de verlo, existiendo la duda —lícita duda—, de la paternidad del caballero de origen vizcaíno12. Para Germán Arciniegas, fue una suerte que naciera en una alque-ría «donde los testigos no son sino el lucero de la mañana y los 7 OCTAVIO PAZ, Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe. Barce-lona, Seix Barral, 1982. 8 Ibíd., p. 13. 9 El primer biógrafo de Sor Juana, el jesuita Diego Calleja, fijó el 1651 como año de su nacimiento y tradicionalmente se ha admitido esta fecha, celebrándose en 1951 el tercer centenario. Posteriormente, Guillermo Ramirez y Alberto G. Salceda, descubrieron en la parroquia de Chimalhua-cán, a cuya jurisdicción pertenecía Nepantla, una partida de bautismo, fir-mada por Fr. Po. Monasterio que dice: «El 2 de diciembre de 1648 años baptizé a Inés, hija de la Iglesia. Fueron sus padrinos Miguel Ramirez y Beatriz Ramirez». Cfr. JUAN M. GALAVIZ, Juana Inés de la Cruz, Madrid, His-toria 16-Quórum, 1987, p. 10. 10 Ibíd., p. 99. 11 SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ, Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, Bar-celona, Laertes, S.A. de Ediciones, 1979, p. 33. 12 Cfr. OCTAVIO PAZ, op. cit., p. 98. Núm. 49 (2003) 23 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 5 gañanes de pocas palabras»13, pues si en 1651 hubiera venido al mundo en una ciudad o en una aldea grande, «las comadres», viéndola crecer tan despierta y vivaracha hubieran dicho que tenía el demonio en el cuerpo. En torno al apellido Asbaje se ha suscitado la polémica —difícil de resolver— de su origen, ya que la dudosa ortografía: Asbaje, Asuaje, Azvaje... da pie a distintas hipótesis, siendo una de ellas la de la posibilidad de su procedencia canaria. Para Unamuno, Asbaje podía traducirse por Asuaje14, y en la isla de Gran Canaria existe el topónimo Azuaje15, por el que se conoce a un barranco, rico en aguas minerales, situado entre los pue-blos de Firgas y Moya. Probablemente Azuaje proviene de una familia genovesa16 —en los primeros años del siglo XVI se asen-taron centenares de genoveses en el Archipiélago—, de apellido Suaggi o Zoagli, que como resultado de alguna corrupción lo-cal se transformó en Azuaje17. Fueron varias las familias, de apellido Azuaje, que pasaron de Canarias a México a principios de siglo XVII, tema éste estudiado por Alejandro Cioranescu, Elías Serra Rafols y Dorothy Schons18. 13 GERMÁN ARCINIEGAS, «Travesuras de Juana La Monja», en México en la Cultura», 1-3-1958. 14 Miguel de Unamuno a Alfonso Reyes —Salamanca, 7 de julio, 1920—, dice: «no conocía casi a Juana de Asbaje (se me figura, no sé por qué, que debe ser ASUAJE). Ha sido para mí un descubrimiento». Cfr. ALFONSO REYES, Obras Completas, México, Fondo de Cultura Económica, 1958 [Letras Me-xicanas], vol. XII, p. 150. 15 Según el historiador Manuel Lobo Cabrera, en el lugar conocido en la actualidad como Barranco de Azuaje, en Gran Canaria, existió en el si-glo XVI un ingenio de azúcar, propiedad de Damián Azuaje. Agradezco al profesor Lobo Cabrera esta información. 16 En el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, inventario «Alonso de Balboa», núm. 775, hay varios documentos relativos a Pedro de Azuaje, regidor y capitán de la nao «Nuestra Señora de la Consolación». Estos papeles se refieren a contratos de enrolamiento, y de aderezo y prepara-ción de la nave, en el Puerto de las Isletas y en el Puerto de Gando, con objeto de realizar viaje a las Indias. Cfr. MANUEL LOBO CABRERA, Gran Ca-naria e Indias durante los primeros Austrias. Documentos para su historia, Gobierno de Canarias, 1990, pp. 120-157. 17 ALEJANDRO CIORANESCU, «Cairasco de Figueroa. Su vida. Su familia. Sus amigos», en Anuario de Estudios Atlánticos, Madrid-Las Palmas, Pa-tronato de la Casa de Colón, año 1957, núm. 3, p. 278. 18 ROBERT RICARD, «L’apellido paternel de Sor Juana Inés de la Cruz», 24 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 6 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ Entre los tres Juanes de América: Juana de Ibarbourou, Juan Ruiz de Alarcón y Juana Inés, la mexicana aun se nos presenta bajo tal capa de viveza e inquietud, que atrae como imán vivifi-cador a cuantos se acercan a su enigmática personalidad. Dice Alfonso Reyes, que «se escudriña su existencia, se depuran sus textos, se regis-tra su iconografía, se levanta el inventario de su bibliogra-fía [...] por ella se rompen lanzas todavía. Es popular y actual. Hasta el cine ha ido en su busca. Y como se ha dicho sutilmente, no es fácil estudiarla sin enamorarse de ella»19. Alfonso Junco20, refiriéndose a Ezequiel A. Chávez21 y su de-dicación a Sor Juana, dice que éste se ha enamorado de ella, cosa nada extraña, pues algo así nos pasa a cuantos nos acer-camos a esta mujer encantadora y excepcional. En algunos, la devoción puede llegar casi a la obsesión. Porque Sor Juana, no sólo es una de las mayores aportacio-nes de México a la cultura universal, sino la primera voz que se levanta en el mundo novohispano en defensa de la dignidad femenina, y el derecho a la educación de todas las capas de la sociedad. Nadie en su tiempo, como Sor Juana Inés de la Cruz, tuvo la conciencia tan clara de la realidad social: «América ante el mundo, la esencia de lo mexicano, el con-traste del criollo y el peninsular, la incorporación del indio, la libertad del negro...»22. Esta conciencia nace de la unión entre su simpatía por las clases populares y el afán de saber y entenderlo todo, y amalga-mar sorprendentemente amor y teología, poesía y religión, sen-en Bulletin Hispanique, Annales de la Faculté des Lettres de Bordeaux, t. LXII, núm. 3, Juillet-Septembre 1960, pp. 333-335. 19 A. REYES, op. cit., XII, 363. 20 ALFONSO JUNCO, Gente de México, México, Ediciones Botas, 1937, p. 153. 21 En 1970, EZEQUIEL A. CHAVEZ ha publicado: Sor Juana Inés de la Cruz. Ensayo psicológico, México, Asociación Civil E. A. Chávez. 22 A. REYES, op. cit., XII, 371. Núm. 49 (2003) 25 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 7 26 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 8 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ timiento y ciencia. Y lo que verdaderamente sorprende es —como escribe Alfonso Reyes—, la originalidad que trasciende más allá de las modas con que se ha vestido. Un hecho que ilustra el profundo conocimiento que po-seía Juana Inés en las más variadas materias, fue el ocurrido en la corte virreinal de don Antonio Sebastián de Toledo, Mar-qués de Mancera, el cual decidió someter a la poetisa a una prueba convocando a un jurado compuesto por unos cuarenta entre profesores e intelectuales de la Universidad y la ciudad de México, y entre los que se contaban matemáticos, teólogos, hu-manistas, filósofos y poetas. De las preguntas y argumentos que el jurado le propuso, dice el padre Calleja que Juana Inés se defendió, a la manera que un galeón real lo hiciera frente a algunas chalupas que la embistieran, desembarazándose Sor Juana Inés de cuantas preguntas, argumentos y réplicas le plan-tearon cada uno en su materia23. Sobre este pasaje, Germán Arciniegas ofrece una preciosa y emotiva referencia al decir de Sor Juana: «la niña entre los doctores, se vio más fresca y despreveni-da que nunca. Ellos más maliciosos que de costumbre. Se cruzaban las manos sobre el abdomen y jugaban con los pulgares haciéndolos girar ahora en un sentido, luego en otro. Iniciaron las preguntas con paternal benevolencia, como para no darle muy duro al niño en la cabeza. Sor Juana Inés contestaba un tantico con ingenio, como si ellos fueran los niños. Esto hizo que las preguntas pasaran de las aguas mansas a las crespas olas. Juana Inés siguió con la misma gracia y los fue pulverizando a todos sin herir a nadie». En un mundo inhóspito, donde la mujer de letras no tiene sitio y donde la cultura está monopolizada por el varón, parece ser que el único camino que le quedó a Sor Juana, con el cual dar rienda suelta a su ansia de conocimiento, fue refugiarse en el claustro. Todo ello en una época del mayor esplendor intelec-tual autóctono, en el cual, sin duda alguna, Sor Juana Inés de la Cruz brilló con luz propia. Fue de tal modo tan grande auto- 23 GERMÁN ARCINIEGAS, op. cit., 32. Núm. 49 (2003) 27 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 9 «Del 2.º volumen de las obras de Sor Juana. Sevilla, 1692. Retrato de Valdez» (Millares Carlo). 28 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 10 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ ridad en el campo del conocimiento24, que su personalidad se impuso y la admiración que le tributaron sus contemporáneos, no encuentra paralelo fácil en la historia de la literatura caste-llana. Como denominador común, la sociedad de su siglo fue pródiga en frases de elogio, y esta admiración, apenas reticente, se tradujo en los prólogos, consideraciones críticas y poemas laudatorios que acompañaron a las primeras ediciones de sus obras25. MILLARES, SON JUANA EN MÉXICO No es difícil hacer una aproximación al impacto emocional que una persona de la talla intelectual de Juana Inés causara en don Agustín. Al margen de esta intensa emoción, latente o manifiesta en cualquiera que se aproxime a la monja mexica-na, don Agustín se sentiría pronto conquistado por ella por va-rias razones: 1.ª Para un canario, la pasada historia de América ha dis-currido por unos caminos muy familiares para los isleños, y de tal forma, que aquella es un reflejo en cierto modo de la histo-ria canaria26. La marcada predilección del canario por la histo-ria de América, es resultado del gran paralelismo que existe entre el acontecer de Canarias y América, que hace que la his-toria del Nuevo Continente no pueda concebirse, si no es en relación con la del Archipiélago canario27. 2.ª Los materiales referentes a Sor Juana Inés, le ofrecen una magnífica ocasión de enfrentarse con el reto de su voca-ción frustrada en la Universidad española, por causa de la Gue-rra Civil, y de desarrollar no obstante su forzoso exilio, y en un 24 A. REYES, op. cit., XV, 112. 25 Cfr. La Nación, año XI, núm. 521, 8 octubre 1951. 26 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ, «El americanismo historiográfico en la obra de Agustín Millares Carlo», en Boletín Millares Carlo, Las Palmas, UNED, núm. 11, 1990, p. 105. 27 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ, «Agustín Millares Carlo, lascasista», en Boletín Millares Carlo, Las Palmas, UNED, núm. 9-10, 1987, p. 94. Núm. 49 (2003) 29 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 11 campo propio de su actividad, una labor, humilde para él, pero de un gran valor para las generaciones futuras, en el campo de la historiografía americanista28. Agustín Millares sublima su se-paración de España en un americanismo extraordinario, incan-sable y, como buen canario, pacienzudo29. El resultado de la obra americanista de don Agustín, que ya se empieza a valorar en su justa dimensión, es gigantesco, aunque la valoración es en ex-tremo difícil cuando se tienen en cuenta las condiciones adver-sas en que fue realizada. Una constante que acompaña a don Agustín, en su deambular constante por las Universidades de México y Venezuela, es la humildad, el no darle excesiva impor-tancia a su obra, a la que califica de simple acarreo de mate-riales, sin otros méritos que el de la tesonera constancia puesta en su realización y haberla llevado a cabo con entusiasmo e interés30. Y acumulación de datos y «acarreo de materiales», es lo que hace don Agustín de la obra de Sor Juana, poniendo en ello sus profundos conocimientos científicos y la calidad huma-na de su sencilla personalidad. 3.ª La preferencia de los historiadores exiliados en México por la época colonial, debido a que como apunta Javier Ma-lagón, el país donde éstos han de vivir, era semejante a España tanto en virtudes como en limitaciones, asimilándose rápidamen-te a él, aunque con una experiencia previa mucho más amplia que la de los historiadores mexicanos. Los historiadores exiliados aplicaron su mayor conocimiento de la Historia de España pe-ninsular o europea, al estudio de la de la Nueva España, espe-cialmente en los siglos XVI al XIX. La historia colonial fue uno de los temas principales a los que se dedicó gran parte de los historiadores españoles en México31. El hecho de dedicar una 28 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE, «La vida y la obra de Agustín Millares Carlo», en El Museo Canario, Las Palmas, vol. XXXI-XXXII, 1970-1971, p. 20. 29 O. FALCÓN CEBALLOS, «Don Agustín Millares Carlo, nuevamente en Las Palmas», en Diario de Las Palmas, 21 abril 1970, p. 44. 30 AGUSTÍN MILLARES CARLO, «Pregón de San Pedro Mártir de 1970», en El Museo Canario, Las Palmas, vol. XXXI-XXXII, p. 11. 31 JAVIER MALAGÓN BARCELÓ, «El historiador español exiliado en Mé-xico », en Historia Mexicana, México, El Colegio de México, vol. XXII, núm. 1 [s.a], p. 102. 30 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 12 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ parte de su actividad a la historia colonial, lo entendió don Agustín, como la mayoría de los transterrados españoles, en que era obligación ineludible la de contribuir cada cual en la medi-da de sus fuerzas a la cultura del país que en unos momentos difíciles, les abrió perspectivas de paz y de trabajo32. El mayor logro, tanto de don Agustín como del resto de sus colegas espa-ñoles, fue que con su actividad docente y con sus publicaciones, alejados en la medida de lo posible de actitudes de filias o de fobias españolas, consiguieron que gran parte del acogedor pue-blo mexicano comprendiera —como dice Javier Malagón—, «que hay toda una serie de aspectos comunes en la vida de la península y de los pueblos hispanoamericanos, y que, querramos o no, es la herencia que unos y otros hemos re-cibido, y para que sea productiva debemos reconocerlo y trabajar en el futuro en armonía, sin más afán de domi-nar ni tampoco resignándonos a ser dominados»33. MILLARES CARLO, O LA PASIÓN BIBLIOGRÁFICA Aunque el núcleo principal de la actividad profesional de don Agustín fue la paleografía y la diplomática, campos en los cua-les su obra podrá difícilmente ser superada, el libro y la biblio-grafía fueron desde muy niño su gran pasión, fruto tal vez de haber dado sus primeros pasos delante de la riquísima colección de la biblioteca familiar. Juan A. Martínez de la Fe, al estudiar las publicaciones de don Agustín, observó que un elevado por-centaje de las mismas, incluso las de carácter monográfico, ver-san sobre el tema34. Como coleccionista bibliográfico llegó a poseer ejemplares valiosísimos por su antigüedad y rareza, y a causa del dramático discurrir de su azarosa vida, los ocho mil 32 A. MILLARES CARLO, «Pregón de...», op. cit., p. 20. 33 J. MALAGÓN BARCELÓ, «El historiador...», op. cit., p. 110. 34 JUAN A. MARTÍNEZ DE LA FE, «Anotaciones a la vida de un bibliógrafo: don Agustín Millares Carlo», en Boletín Millares Carlo, Las Palmas, UNED, núm. 1, 1980, 107-114. 35 J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, Agustín Millares Carlo: el Hombre..., op. cit., 87-88. Núm. 49 (2003) 31 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 13 volúmenes de su biblioteca se dispersaron en el exilio, per-diéndose para siempre la mayor parte de sus libros más va-liosos35. Esa afición a los libros, ese constante deambular por las li-brerías de viejo de las que —no por casualidad—, salía siempre con una reliquia bibliográfica, no se quedó estancada en un mero coleccionismo, o en una simple acumulación libresca. Su pasión por el libro se plasmó en una serie de obras de conteni-do doctrinal, pues junto a las historias del libro, de las bibliote-cas, de la imprenta y de la escritura, dejó estudios imperecederos acerca de los valores técnicos, conceptuales e históricos de la Bibliografía36, hasta tal punto importantes, que sus manuales constituyen en la actualidad una base insustituible para la pre-paración de oposiciones a bibliotecarios y archiveros, así como para los estudiantes de Biblioteconomía. Para su biógrafo, Moreiro González, el número y calidad de sus labores bibliográficas es asombroso, siendo algunas de ellas trascendentales en el campo de la bibliografía37. Un hito impor-tante en esta disciplina fue el «Premio Nacional de Bibliografía», convocado por la Biblioteca Nacional en 1929, que obtuvo Mi-llares con su Ensayo de bibliografía de escritores naturales de las Islas Canarias (siglos XVI, XVII y XVIII)38, que fue el resultado de las investigaciones realizadas hasta aquella fecha y de las que se ocupó de forma continuada a pesar de las enormes dificul- 36 J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, «Agustín Millares Carlo, precursor en Es-paña de las Ciencias de la Documentación», en La Provincia, 31 mayo 1990, pp. 26-27. Cfr. del mismo autor, «Vigencia de Agustín Millares Carlo. Reco-nocimiento hispanoamericano a su obra bibliográfica», en La Provincia, 9 enero 1992, p. 28. 37 J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, «El número y calidad de sus labores bi-bliográficas causa asombro. Sólo sus aportaciones en esta materia habrían bastado para llevarle alto en el mundo intelectual. Algunas han sido tras-cendentales. Todas, obras de indudable rango, bien documentadas y con rigor técnico, lo cual no impidió nunca una lectura amena de sus conteni-dos ». Vid. «Don Agustín Millares Carlo: la profesión bibliográfica (Aporta-ciones a la historia de la bibliografía española)», en Documentación de las Ciencias de la Información. Madrid, Univ. Complutense, X, 1986, p. 89. 38 AGUSTÍN MILLARES CARLO, Ensayo de una Bibliografía de Escrito-res Canarios (siglos XVI, XVII y XVIII), Madrid, Tipografía de Archivos, 1932, 716 pp. + 1 h. 32 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 14 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ tades que le acompañaron durante sus treinta años de exilio. La monumental obra, Biobibliografía de escritores canarios (si-glos XVI, XVII y XVIII)39, que aumenta y corrige el libro anterior describe las obras impresas o manuscritas de los autores isleños con un excepcional rigor metodológico. En sus cuatro moradas: Canarias, Madrid, México y Venezue-la, este «español de dos mundos»40 tuvo siempre como objetivo de sus clases y publicaciones dar a conocer «el valor del libro como manantial de sabiduría»41, siendo en México donde Agus-tín Millares desarrolló la Bibliografía como profesión. La labor técnico-catalográfica de los fondos de la Biblioteca Nacional, la docencia y la investigación en el Instituto Bibliográfico Mexica-no, en el Colegio de México y en la Escuela de Biblioteconomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), son sólo muestras de su amor por lo teórico y explicativo sobre el tema del libro42. Para quien ha hecho del libro objeto de profesión o de vene-ración, la obra de Millares Carlo Introducción a la historia del libro y de las bibliotecas43 es un manual de imprescindible uso, pues a su interés técnico y científico, une una enorme claridad expositiva que lo convierte en la más palpable materialización del viejo aforismo «enseñar deleitando». Esta obra, que desde su 39 AGUSTÍN MILLARES CARLO y MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ, Biobiblio-grafía de Escritores Canarios (siglos XVI, XVII y XVIII) [con la colaboración de Antonio Vizcaya Carpenter y Agustín Millares Sall], Las Palmas de G. C., Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas, Plan Cultural. I. A (1975), II. B-C (1977), III. D-H (1979), IV. Iriarte (1980), V. J-P (1987). El volumen VI, que comprende los apellidos Q-Z, ha sido editado en 1992 por el Cabildo Insular de Gran Canaria, gracias al denodado esfuerzo de Juan A. Martinez de la Fe, a cuyo cuidado ha estado encomendada la primorosa edición del mismo. 40 ASCENSIÓN HERNÁNDEZ DE LEÓN PORTILLA, «Agustín Millares Carlo, polígrafo de España y de América», en Cuadernos Americanos, México, UNAM, 47 (1994), p. 97. 41 J. A. JOSÉ MOREIRO GONZÁLEZ, Agustín Millares Carlo: el Hombre..., op. cit. 42 J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, «Agustín Millares Carlo: precursor...», op. cit., p. 26. 43 AGUSTÍN MILLARES CARLO, Introducción a la historia del libro y de las bibliotecas, México, Fondo de Cultura Económica, 1971 (primera edición). Núm. 49 (2003) 33 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 15 primera edición en 1971 ha conocido cinco reimpresiones pos-teriores, contiene la historia y evolución de las artes del libro, desde la imprenta a la ornamentación, pasando por los ex-libris y la encuadernación, temas que encuentran un magistral aco-modo, a pesar de que Millares, con su habitual sencillez, diga que sólo intenta ofrecer una especie de prontuario o resumen de una materia que, por su interés y trascendencia, «ha sido objeto de los desvelos de incontables especialistas e investiga-dores ». LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA Con estos antecedentes, es fácil aventurar que Sor Juana Inés de la Cruz, por su apasionante biografía —más intuida que demostrada—, y por su abundante bibliografía, no sólo por el número de ediciones de su propia obra, sino también las reali-zadas sobre ella, llamara la atención de Millares y le incitara a acometer la empresa —siempre laboriosa—, de poner al dia una bibliografía de Sor Juana, obra que de haberse publicado en su tiempo, hubiera sido sin duda un monumento bibliográfico, hi-pótesis avalada por los trabajos preparatorios que hizo don Agustín, y que se reflejan en los centenares de fichas, analiza-das y comentadas, que se conservan actualmente en el Semina-rio Millares Carlo, y que son pruebas fehacientes de un trabajo riguroso que realizó enmarcándolo, con un campo conceptual y teorético, y poniendo en juego su profundo conocimiento de la ciencia bibliográfica, y el apasionado amor que siempre pro-fesó al documento, tanto de naturaleza escrita, como de tipo impreso. En 1946, y como se hizo mención anteriormente, don Agustín revisó en la UNAM la transcripción paleográfica de la documentación relativa a Sor Juana, con un breve estudio de la señora Spell44. La primera fase de esta labor, la constituye el trabajo que en Septiembre de 1951 y con motivo de celebrarse el tercer centenario del nacimiento de la poetisa mexicana, pre- 44 J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, Agustín Millares Carlo: el Hombre..., op. cit., p. 175. 34 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 16 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ Núm. 49 (2003) 35 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 17 sentó a concurso en Estados Unidos, resultando premiado, aun-que el galardón no incluía la publicación de dicho trabajo45. La segunda fase, ampliando la anterior con la aportación de nue-vas fichas bibliográficas, comprende hasta 195846, año en el que teniendo ya formado un «corpus» en condiciones de salir a la luz, se lo ofreció a José Simón Díaz para su publicación por el Instituto Nebrija47. El trabajo —según don Agustín—, daría un volumen —del formato de los Clásicos de la Lectura—, de unas 400 a 500 páginas con profusión de grabados curiosos, inéditos en aquél momento48. Debido a que el Instituto Nebrija sólo se ocupaba de Filología clásica, se intentó gestionar la propuesta de publicación por el Instituto Cervantes, en cuanto don Agustín remitiese a Simón Díaz el original listo para la imprenta, «cosa que no llegó a hacer nunca»49. Millares Carlo reunió una am-plia colección de fotografías de las obras de Sor Juana para el libro en preparación sobre su bibliografía, tras una laboriosa 45 Hasta el momento, y a pesar de la intensa búsqueda de datos sobre la Institución que convocó el premio y la cuantía del mismo, no me ha sido posible aportar más información que la proporcionada por el propio don Agustín, en su correspondencia con José Simón Díaz, y en lo que pa-rece ser un preámbulo al trabajo que presentó al concurso. Queda abierta pues, la posibilidad de encontrar más datos en el futuro, sobre dicho tema. 46 En 1957 se le encargó a Millares Carlo la 2.ª edición corregida y puesta al dia de la Bibliografía de Sor Juana, obra de PEDRO HENRIQUEZ UREÑA. Cfr. MOREIRO, Agustín Millares Carlo: el Hombre..., op. cit., p. 176. 47 El 20 de marzo 1958, don Agustín escribe a José Simón Diaz: «Hace algunos años, una institución cultural de los Estados Unidos me premió un trabajo bibliográfico sobre Sor Juana Inés de la Cruz; el premio, desgracia-damente, no llevaba aparejada la publicación del trabajo. De entonces acá, encariñado con el tema, he seguido trabajando en él, y acumulando datos y material gráfico en gran cantidad. El trabajo parece hallarse en condicio-nes de salir a la luz. ¿Interesaría y en qué condiciones, al Instituto Nebrija su publicación?» (FÉLIX SAGREDO, «Cartas de D. Agustín Millares Carlo a D. José Simón Díaz», en Boletín Millares Carlo, Las Palmas, UNED, II,1, 1981, p. 125). 48 F. SAGREDO, op. cit., p. 126. 49 Carta de José Simón Díaz a Blanca López Nieto, de 11 febrero 1982. Agradezco la gentileza de su destinataria al proporcionarme fotocopia de dicha carta, y de otra de Lino Vaz Araujo, dirigida a la misma, de 14 agos-to 1981, que aportan datos muy valiosos referentes al trabajo de don Agustín sobre Sor Juana. 36 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 18 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ búsqueda cuyas vicisitudes, agravadas por la forzosa lejanía que supuso su exilio mexicano, registró minuciosamente en la nu-trida correspondencia que mantuvo con sus sobrinos José Ma-ría y Agustín Millares Sall, quienes trataron de hacerle más lle-vadero su trabajo proporcionándole los materiales que allí no disponía50. Queda en el aire la incógnita —difícil de resolver—, del por-qué don Agustín no llegó a culminar este trabajo. Tal vez no quiso elaborarlo en tanto no tuviera asegurada la impresión, ya que un trabajo de esta naturaleza no se acaba nunca, por las nuevas apariciones que hacen que una vez redactado, sea muy laborioso incorporar una posterior aportación. Don Agustín, con su dilatada experiencia y su rigurosa metodología, al fracasar en su intento con Simón Díaz y movido por la inseguridad de su publicación —aunque no es aventurado suponer que también por razones de tipo económico, dificultad añadida y eterna com-pañera de don Agustín—, no acabó de plasmar el libro. Esta obra, hasta ahora inédita, necesitaría una conveniente puesta al día, y siguiendo las directrices del maestro y la impronta cientí-fica que marcó en su trabajo, daría como resultado, no sólo una extraordinaria aportación a la ciencia de la Bibliografía y un enriquecimiento de los repertorios bibliográficos sobre Sor Juana Inés de la Cruz, sino también un merecido homenaje y reconocimiento a la figura de don Agustín51. 50 Agradecemos a José María Millares Sall su generosa donación al Seminario de Humanidades Agustín Millares Carlo, de una abultada carpe-ta negra que contiene varias cartas de don Agustín en las que expone las grandes dificultades que encuentra para sus trabajos de investigación, así como sus constantes apuros económicos, y una colección de fotografías y fotocopias de las obras de Sor Juana, correspondientes a los siglos XVII al XX. 51 En el año 2000 hubo un proyecto para poner al día dicho trabajo por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y coeditarlo con la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Sobre una copia del mismo, el Departamento de Literatura Novohispana de la UNAM inició la realización de un trabajo muy meritorio, pero hasta la fecha se ignora la situación en que se encuentra. Núm. 49 (2003) 37 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 19 38 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 20 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ «NE HAULT, NE BAS...MÈDIOCREMENT» Bajo este lema, y con el título de Ensayo de una Bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz, existe en el Seminario Millares Carlo una copia de lo que se deduce fue un segundo trabajo que don Agustín realizó para el concurso de 1951, y que finalmente fue el que presentó. La convocatoria exigía que el trabajo no sobrepasara en extensión la cantidad de 50 cuartillas, y compi-lar en ese espacio, un tema de tan amplio contenido como una Bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz, constituía una enor-me dificultad debido al gran número de ediciones y la variedad de su producción. Según el propio Millares, la necesidad de in-dividualizar cada una de aquellas mediante comparación con las demás, y la conveniencia de que las descripciones fuesen acom-pañadas de los comentarios y referencias exigibles en trabajos de esta índole, exigían a todas luces un número de páginas muy superior al indicado52. Después de una lectura atenta de las lí-neas preliminares del «Ensayo de una bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz», subtitulado «Ne hault, ne bas... mèdiocrement», parece ser que don Agustín presentó al concurso dos trabajos, el I y el II. El trabajo I era una monografía extensa53, ilustrada con reproducciones de las portadas más interesantes y con ella —dice Millares—, «hemos pretendido acercarnos en lo posible a lo que cree-mos debe ser una bibliografía de Sor Juana. Ruégase en- 52 AGUSTÍN MILLARES CARLO, «Ensayo de una bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz» (mecanografiado), Seminario Millares Carlo, UNED, Las Palmas. 53 En el Seminario Millares Carlo se conserva una carpeta con 25 re-producciones (fotocopias y fotografías) de portadas de ediciones de Sor Juana, y 362 fichas bibliográficas comentadas, que suponemos que gran parte de ellas pertenecían a esta monografía extensa, siendo el resto aporta-ciones posteriores, pues sus anotaciones de fechas comprenden hasta 1957. Refiriéndose a dicha monografía, dice don Agustín que «en dos cuadernos manuscritos, incluidos en el sobre número I se ha intentado una bibliogra-fía acerca de Sor Juana que, con todos sus defectos y omisiones podría quizá prestar algún servicio a quienes se preocupen por estudiar la perso-nalidad ilustre de la Monja de México». Cfr. MILLARES CARLO, «Ensayo...», op. cit. Núm. 49 (2003) 39 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 21 carecidamente se la tenga en cuenta, a título de amplia-ción, en el fallo que ha de recaer»54. De esta monografía, Millares extractó lo que parecía funda-mental, aunque ello equivaliera a suprimir comentarios, noticias eruditas y detalles de importancia. Y este segundo trabajo —dice don Agustín—, es el que en doble copia y en el sobre señalado con el número II, «se presenta a la docta consideración del ju-rado »55. El estudio bibliográfico —señalado con el número II—, se divide en dos partes: la primera —que creo es la que aparece con el título de «Ensayo de una bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz—, es «una descripción razonada y crítica de las obras salidas de la Décima Musa», y la segunda, que se ofrecía como complemento de la primera y no como objeto del concurso, enumera los trabajos conocidos que acerca de la vida y la obra de Sor Juana, se habían publicado en libros, revistas, periódicos y folletos56. Esta segunda parte aparece con el título de «Mate-riales para una bibliografía acerca de Sor Juana Inés de la Cruz (México, Septiembre de 1951)»57, y parece existir una cierta con-tradicción entre mi tesis y la del Profesor Moreiro González, quien sostiene que don Agustín presentó al concurso los «Mate-riales... », siendo el «Ensayo...» un trabajo posterior58. Mi opinión es contraria a la de Moreiro, creyendo que los dos títulos se corresponden con las dos partes de un mismo trabajo que fue el presentado a la convocatoria del concurso. De todas formas, 54 A. MILLARES CARLO, «Ensayo...», op. cit. 55 Ibíd. 56 Don Agustín llama la atención acerca de la circunstancia de que cada ficha bibliográfica se presenta acompañada de un comentario, extracto lite-ral por lo común de lo más interesante del escrito registrado, «lo cual podrá constituir una masa no despreciable de documentación, en torno a diveros aspectos de la insigne escritora, que el investigador podrá aprovechar en su dia con comodidad» (A. MILLARES CARLO, «Ensayo...», op. cit.). 57 Esta, que suponemos la segunda parte, está compuesta por 132 fi-chas descriptivas y bibliográficas, en dos libretas manuscritas y titulada «Materiales para una bibliografía acerca de Sor Juana Inés de la Cruz». Estas libretas se conservan en el Seminario Millares Carlo. 58 Cfr. J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, Agustín Millares Carlo: el Hombre..., op. cit. p. 176. 40 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 22 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ y a la espera de nuevos datos —cuya búsqueda hasta ahora ha sido infructuosa—, que confirmen alguna de las tesis, sigue abierta una línea de investigación, que tal vez contribuya a un mayor conocimiento de la dedicación millariana a la obra de Sor Juana Inés de la Cruz. Asimismo, y en las citadas líneas preliminares, don Agustín habla de las limitaciones de su trabajo, como el no acompañar más portadas, ya que las pedidas a bibliotecas situadas fuera de México, no le habían llegado aun. Tampoco estuvieron a su al-cance todas las fuentes, como el catálogo de Autos Sacramen-tales de Alenda y Mira, «en el que de seguro podrá rastrearse alguna noticia sobre los salidos de la pluma de nuestra escrito-ra »59. Por otra parte, las piezas teatrales impresas en el siglo XVII localizadas en la Biblioteca Nacional de Madrid, exigían mayo-res detalles en su descripción, y «ello será fácil así que reciba-mos las fotografías y noticias que tenemos solicitados». CONCLUSIONES Relacionar someramente los documentos impresos que acer-ca de Sor Juana coleccionó don Agustín, y los elaborados por él, mecanografiados o manuscritos, constituye un emotivo ejer-cicio de admiración, pues no es posible manipularlos sin perci-bir el respetuoso temor que siente el espectador al contemplar con unción una obra de arte. Porque obra de arte, única e irre-petible, son las páginas de papel envejecido por el tiempo, que corregidas una y otra vez, pregonan el rigor y el cariño con los que Millares Carlo realizó su trabajo, tantas veces frustrado. Obra de arte, y no otra cosa es la bibliografía «de» Sor Juana y «sobre» Sor Juana, de la que el propio don Agustín decía que «si se la compara con las existentes, se observará en ésta mayor suma de datos», puesto que le incorporó los resultados de todas las investigaciones realizadas hasta el momento, y procurando que las descripciones estuvieran presididas por un criterio rigu-rosamente bibliográfico»60. 59 A. MILLARES CARLO, «Ensayo...», op. cit. 60 Ibíd. Núm. 49 (2003) 41 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 23 Este criterio lo sistematizaría posteriormente en dos manua-les, señeros en el campo de la metodología bibliográfica: Pron-tuario de Bibliografía General61 y Técnica de la investigación bi-bliográfica62, que a pesar de su brevedad, la riqueza de su contenido los hacen imprescindibles para elaborar un trabajo bibliográfico. Y de ellos se trasluce una constante en la vida de don Agustín, la sencillez que imprimía a toda su obra y el sen-tido pragmático de la misma, sin adornos que la realcen y sin ropajes que desvíen la atención de los aspectos principales. En estos dos manuales, sin prólogo, con sólo una «Advertencia pre-liminar »63 que ocupa apenas 20 líneas en cada una de ellas, el autor nos introduce, sin concesiones a lo que no sea rigurosa metodología, en un sugestivo mundo científico, pero teniendo siempre presente el aforismo de «enseñar deleitando». Y ello es posible porque ante todo, sus manuales —como dice don Agus-tín en la «Advertencia» al segundo de los citados—, son «fruto antes que nada de una experiencia personal de muchos años»64. Y experiencia también, que pone de relieve en el trabajo biblio-gráfico inédito sobre Sor Juana Inés de la Cruz —el «Ensayo...» y los «Materiales...»—, y que son producto de una estrecha sim-biosis de rigor y amenidad, característica de toda la obra de don Agustín. 61 AGUSTÍN MILLARES CARLO, Prontuario de Bibliografía General, Mara-caibo, Universidad del Zulia, 1966, 133 pp. 62 AGUSTÍN MILLARES CARLO, Técnica de la Investigación Bibliográfica, Caracas, Universidad Católica «Andrés Bello», 1973, 95 pp. 63 En la «Advertencia» al Prontuario, dice don Agustín que «no preten-de ni con mucho presentar un cuadro completo de una materia de suyo muy vasta, sino tan sólo ofrecer al lector un panorama de la evolución de la bibliografía general, y dejar constancia dentro de las diversas categorías que en ésta es dable reconocer sobre todo en su estado actual, de las obras que pueden considerarse como fundamentales» (p. 7). 64 A. MILLARES CARLO, Técnicas..., op. cit., p. 5. Nota y plica autógrafas de Agustín Millares Carlo. Núm. 49 (2003) 43 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ ENSAYO DE UNA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ Ne hault, ne bas...mèdiocrement AGUSTÍN MILLARES CARLO «El presente estudio bibliográfico acerca de Sor Juana Inés de la Cruz se divide en dos partes: contiene la primera una des-cripción razonada y crítica de las obras salidas de la docta plu-ma de la Décima Musa; enumera la segunda los trabajos cono-cidos que acerca de la vida, y producción de Sor Juana han visto la luz en libros, folletos, revistas y periódicos». «Esta segunda parte sólo se ofrece aquí como complemento de la primera y no como objeto del concurso. Llamamos la aten-ción acerca de la circunstancia de que cada ficha bibliográfica se presenta acompañada de un comentario, extracto literal por lo común de lo más interesante del escrito registrado, lo cual podrá constituir una masa no despreciable de documentación en torno a diversos aspectos de la insigne escritora, que el investi-gador podrá aprovechar en su día con comodidad». «En cuanto a la Bibliografía de Sor Juana se ha adoptado en lo posible el orden cronológico. Si se la compara con las existentes, se observará en ésta mayor suma de datos, ya que se le han incorporado los resultados de todas las investigaciones más recientes de que hemos alcanzado noticia, procurando que presida a las descripciones un criterio rigurosamente bibliográ-fico ». 44 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ OBRAS BIBLIOGRÁFICAS GENERALES ABREU GÓMEZ, EMILIO: Sor Juana Inés de la Cruz. Bibliografía y biblio-teca. México, Imp. de la Secretaría de Relaciones Exteriores, 1934. 2, XVIII, 456 4 pp., ils., facs. (Monografías Bibliográficas Mexicanas, núm.20). BARRERA Y LEIRADO, CAYETANO ALBERTO DE LA: Catálogo bibliográfico y bio-gráfico del antiguo teatro español. Madrid, 1860, pp. 59, 107-112 y 181. BERISTÁIN DE SOUZA, JOSÉ MARIANO: Biblioteca hispanoamericana septen-trional. México, 1816-1821. 3 vols. (Reediciones: Amecameca, 1883; México, 1948). HENRÍQUEZ UREÑA, PEDRO: «Bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz», en Revue Hispanique (París), t. XL (1917), pp. 161-214. Reproduc-ción anotada por E. Abreu Gómez, en El Libro y el Pueblo (Méxi-co), t. XII, núm. 2 (febrero de 1934), pp. 72-78; núm. 3 (marzo de 1934), pp. 137-143; núm. 4 (abril de 1934), pp. 175-179; núm. 5 (mayo de 1934), pp. 229-235; núm. 7 (junio de 1934), pp. 290- 298; núm. 7 (julio de 1934), pp. 336-344; núm. 8 (agosto de 1934), pp. 386-393), y núm. 9 (septiembre de 1934), pás. 436-441. IGUÍNIZ, JUAN B.: Bibliografía biografía mexicana. Tomo I. Repertorios biográficos. México, Impr. de la Secretaría de Relaciones Exte-riores, 1930. XI, 346 pp. (Monografías Bibliográficas Mexicanas, núm. 18). MEDINA, JOSÉ TORIBIO: Biblioteca hispano-americana (1423-1818). San-tiago de Chile, Impreso en casa del autor, 1898-1907. 7 vols. — La imprenta en México (1539-1821). Santiago de Chile, Impreso en casa del autor, 1907-1912. 8 vols. — La imprenta en Puebla de los Angeles (1640-1821). MONTERDE, FRANCISCO: Bibliografía del teatro en México. México, Imp. de la Secretaría de Relaciones Exteriores, 1933. 650 pp. (Mono-grafías Bibliográficas Mexicanas, núm. 28). SCHONS, DOROTHY: Bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz. México, Imprenta de la Secretaría de Relaciones Exteriores, 1927. 67 pp. (Monografías Bibliográficas Mexicanas, núm. 7). SERRANO Y SANZ, MANUEL: Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas. Madrid, 1893. 2 vols. Núm. 49 (2003) 45 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 27 46 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ INDICE DE LAS OBRAS DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ Los escritos que actualmente se conservan de la «Décima Musa» comprenden: A) En prosa: I. Carta atenagórica o crítica del Sermón del Mandato del jesuíta portugués Antonio Vieira. Escrita probablemente en el mismo año 1690 en que se impri-mió en Puebla por vez primera, de orden del obispo de dicha ciu-dad don Manuel Fernández Santa Cruz (núm. 27). Otras edicio-nes: 1692 (núm. 37); 1731 (núm. 62, pp. 65-124).-1930 (núm. 112); 1934 (núm. 116). En las Obras: 1692, II, 1 (núm. 38): 1693, II, 2 y (núm. 43); 1715, II, 1 (núm. 56). II. Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (el obispo de Puebla don Manuel Fernández Santa Cruz). Firmada en el Convento de San Jerónimo de México el 1 de mar-zo 1691. Ediciones: 1873 (núm. 83); 1928 (núm. 110); 1928 (núm. 111); 1934 (núm. 116); 1938 (núm. 118); 1939 (núm. 119); 1941 (núm. 123); 1943 (núm. 129); 1943 (núm. 130); 1944 (núm. 131); 1946 (núm. 134). En las Obras: 1700, III, 8 (núm. 47); 1714, III, Madrid, 114 (núm. 54). III. Ejercicios para los nueve días antes del de la Purísima En-carnación del Hijo de Dios, Jesucristo Señor nuestro. Anteriores a 1691, pues al final de la Respuesta a Sor Filotea, que es de ese año, escribe: «Y así, en lo poco que se ha impreso mío, no sólo mi nombre, pero ni el consentimiento de la impresión, ha sido dictamen propio, sino la libertad ajena, que no cae bajo mi dominio: como lo fué la impresión de la Carta atenagórica: de suerte que solamente unos Exercicios de la Encarnación y unos ofrecimientos de los Dolores se imprimieron con gusto mío, por la pública devo-ción, pero sin mi nombre: de los cuales remito algunas copias». Ediciones: Debió de existir una anterior a 1.º de marzo de 1691 (núm. 34). En las Obras: 1700, III, 61 (núm. 47); 1714, III, 167 (núm. 54). Núm. 49 (2003) 47 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 29 48 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 30 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ IV. Ofrecimientos para el Santo Rosario de quince misterios, que se ha de rezar el día de los Dolores de Nuestra Señora la Virgen María. Ediciones: Debió de existir una anterior a 1691, según se des-prende de las palabras de la autora transcritas a propósito del número anterior (núm. 35); sin fecha (núm. 45); sin fecha (núm. 46); 1709, cuarta impresión (núm. 63); 1735 (núm. 63); 1736 (núm. 64); 1755 (núm 71); 1767 (núm. 74); 1804 (núm. 75); 1912 (núm. 100). En las Obras: 1700, III, 109 (núm. 47); 1714, III, 215 (núm. 54). V. Docta explicación del misterio y voto que hizo de defender la Purísima Concepción de Nuestra Señora. Sin fecha. Corresponde probablemente a 1694. Ediciones: Sólo en las Obras: 1700, III, 127 (núm. 47); 1701, III, 127 (núm. 48); 1714, III, 233 (núm. 54). VI. Protesta que rubricada con su sangre hizo de su fe y amor a Dios, al tiempo de abandonar los estudios humanos, para proseguir, desembarazada de este afecto, en el camino de la perfección. Firmada el 5 de marzo de 1694. Ediciones: Sin fecha, desconocida, anterior a 1763 (núm. 72); 1763 (núm. 73). En las Obras: 1700, III, 124 (núm. 47); 1714, III, 230 (núm. 54). VII. Petición que en forma casuídica presentó al Tribunal Divino para impetrar perdón de sus culpas. Sin fecha. Corresponde casi seguramente a 1694. Ediciones: Sólo en las Obras: 1700, III, 128 (núm. 47); 1701, III, 128 (núm. 48); 1714, III, 235 (núm. 54). B) En prosa y verso VIII. Neptuno alegórico y Explicación del arco triunfal a la entra-da del Virrey Paredes. Ediciones: Sin año. 1680 ó 1681 (núm. 8). En las Obras: 1689, I, 267 (núm. 16); 1709, I, 5.ª, 227; (núm. 51) 1709, I, 6.ª, 268 (núm. 52); 1714, I, 273 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 245 (núm. 57). C) Teatro IX. Comedias: a) Amor es más laberinto. 1688. El acto segundo es de Juan de Guevara. Núm. 49 (2003) 49 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 31 50 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 32 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ Ediciones: sin año, siglo XVIII (núm. 69); sin año, siglo XVIII (núm. 70); [1901], núm. 98. En las Obras: 1692, II, 389 (núm. 38); 1693, II, 313 (núm. 43); 1715, II, 313 (núm. 56). b) Los empeños de una casa. En tres jornadas. ¿1684? Ediciones: 1730 (núm. 61); sin año, siglo XVIII (núm 65); sin año, siglo XVIII (núm. 66); sin año, siglo XVIII (núm. 67); sin año, siglo XVIII (núm. 68); 1859 (núm. 82); 1873 (núm. 83); [1901] (núm. 98); 1940 (núm. 122); 1942 (núm. 128); 1946 (núm. 136). En las Obras: 1692, II, 461 (núm. 38); 1693, II, 385 (núm. 43); 1715, II, 385 (núm. 56). X. Loas para las «Comedias». a) Para Amor es más laberinto. 1688. Comienza: A la entrada dichosa. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 378 (núm. 38); 1693, II, 302 (núm. 43); 1715, II, 302 (núm. 56). b) Para Los empeños de una casa. ¿1684? Comienza: Para celebrar cual es. Ediciones: en las Obras: 1692, II, 450 (núm. 38); 1693, II, 374 (núm. 43); 1715, II, 374 (núm. 56). XI. Autos sacramentales. a) El cetro de José (el de Egipto, no «San José»). Ediciones: En las Obras: 1692, II, 166 (núm. 38); 1693, II, 139 (núm. 43); 1715, II, 139 (núm. 56). De esta obra se conserva en la Biblioteca de la Universidad de Austin (Texas) una copia manuscrita del siglo XVIII, que fue propie-dad del historiador mexicano don Genaro García: El Septro// de Joseph // Autto historial // Alegorico. Cfr. Schons, Bibliografía, p. 31. Sus páginas primera y segunda fueron reproducidas en facsímil por Abreu Gómez, Bibliografía, láms. [22 y 23]. b) El mártir del Sacramento San Hermenegildo. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 121 (núm. 38); 1693, II, 94 (núm. 43); 1715, 94 (núm. 56). Existe un manuscrito (4º 32 hojs., letra de fines del siglo XVII) en la Sección de Manuscritos de la Biblioteca Nacional de Madrid. Cfr. Catálogo de las piezas de teatro que se conservan en el Depar-tamento de manuscritos de la Biblioteca Nacional. Madrid, 1899, núm. 160, y Schons, Bibliografía, p. 31. Núm. 49 (2003) 51 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 33 52 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 34 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ c) El divino Narciso. Ediciones: 1690 (núm. 25 y 26); sin año, siglo XVIII (núm. 50); 1924 (núm. 105). En las Obras: 1691, I, 3.ª, 357 (núm. 29); 1692, II, 207 (núm.38); 1709, I, 5.ª, 317 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 367 (núm. 52); 1725, I, 8.ª, 337 (núm. 57). XII. Loas para los «Autos». a) Para El cetro de José. Comienza: Al nuevo Sol de la fe. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 158 (núm. 38); 1693, II, 131 (núm. 43); 1715, II, 131 (núm. 56). b) Para El mártir del Sacramento San Hermenegildo. Comienza: que niega la mayor diga. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 113 (núm. 38); 1693, II, 86 (núm. 43); 1715, II, 86 (núm. 56). c) Para El divino Narciso. Comienza: Nobles mexicanos. Ediciones: En las Obras: 1691, I, 3.ª, 358 (núm. 29); 1692, II, 198 (núm. 38); 1709, I, 5.ª, 309 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 358 (núm. 52); 1725, I, 8.ª, 329 (núm. 57). XIII. Sainetes (Representados con Los empeños de una casa). a) Primero de Palacio. ¿1684? Ediciones: 1945 (núm. 133). En las Obras: 1693, II, 403 (núm. 43); 1715, II, 403 (núm. 56). b) Segundo de Palacio. ¿1684? Ediciones: 1945 (núm. 133). En las Obras: 1693, II, 424 (núm. 43); 1715, II, 424 (núm. 56). XIV. Sarao de cuatro naciones que son españoles, negros, italia-nos y mexicanos. (Representado con Los empeños de una casa). ¿1684? Ediciones: En las Obras: 1693, II, 449 (núm. 43); 1715, II, 450 (núm. 56). Núm. 49 (2003) 53 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 35 XV. Loas independientes, en número de trece, incluyendo el Encomiástico poema a la Condesa de Galve (l). a) Al feliz natalicio. 1665-1667 Ediciones: En las Obras: 1692, II, 361 (núm. 38); 1963, II, 285 (núm. 43); 1715, II, 285 (núm. 56). b) A los años alegres y festivos. 1665. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 87 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 97 (núm. 28); 1709, I, 6.ª, 93 (núm. 52); 1714, I, 94 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 83 (núm. 57). c) Al luminoso natal. 1680-1686. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 143 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 150 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 121 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 146 (núm. 52); 1714, I, 147 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 131 (núm. 57). d) Aunque la vida son. 1665. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 150 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 104 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 89 (núm. 51); 1709, I, 8.ª, 100 (núm. 52); 1714, I, 101 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 90 (núm. 57). e) Escuche mi voz el orbe. 1665. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 351 (núm. 38); 1693, II, 275 (núm. 43); 1715, II, 275 (núm. 56). f) Hoy el clarín de mi voz. 1665. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 86 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 90 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 76 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 86 (núm. 52); 1714, I, 87 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 77 (núm. 57). g) Hoy es el feliz natalicio de Adonis. 1680-1686. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 50 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 54 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 45 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 50 (núm. 52); 1714, I, 51 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 45 (núm. 57). h) Hoy es la reina de las luces. 1680-1686. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 25 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 25 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 21 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 23 (núm. 52; 1714, I, 24 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 21 (núm. 57). 54 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 36 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ Núm. 49 (2003) 55 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 37 i) Para celebrar los años. 1665. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 65 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 69 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 58 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 65 (núm. 52); 1714, I, 66 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 58 (núm. 57). j) Pues como reina absoluta. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 157 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 166 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 135 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 162 (núm. 52); 1714, I, 163 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 146 (núm. 57). k) Sagrado asunto en mi voz. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 105 (núm. 38); 1693, II, 78 (núm. 43); 1715, II, 78 (núm. 56). l) Si en proporciones de parte. 1688. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 368 (núm. 38); 1693, II, 292 (núm. 43); 1715, II, 292 (núm. 56). m) Si la tórrida hasta aquí. 1680-1686. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 122 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 129 (núm. 28); 1709, 5.ª, 104 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 125 (núm. 52); 1714, I, 126 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 112 (núm. 57). XVI. Villancicos. «Las Catedrales de Mexico, Puebla y Oaxaca, de 1677 a 1691, le encargan Villancicos a su ‘erudición sin segunda y siempre acertado entendimiento’» (Poetas novohispanos, núm. 134, p. XX). «Esta parte del Oficio Divino [«Maitines» litúrgicos], cuya pompa solemnizada en nuestras Catedrales la víspera de los máxi-mos días, consta de tres «Nocturnos», cada uno de tres Salmos y tres Lecciones, con sendos «Responsorios» que eran sus cúspides polifónicas. Y así, los Villancicos de cada fiesta son 8 ó 9, de a tres por cada Nocturno»: variaciones poéticas y musicales de su tema sagrado, y «entreactos» para el pueblo» (ibíd., p. XXXVII). El mis-mo erudito autor escribe (Obras completas, núm. 140, p.): «De los Villancicos anónimos que, o por constancia documental o por fun-dados indicios, pueden restituirse a Sor Juana, ya adelantamos algo en nuestros Poetas Novohispanos, III, 1945, pp. XXXIX-XLI, y 106- 122; pero desde hoy podemos remitirnos al volumen II de estas Obras, que se enriquecerá con muchas «novedades» a tal res-pecto ». Sobre el villancico en general, véase: Sister Mary Pauli-na St. Amour, A. M., A study of the Villancicos up to Lope de Vega: its evolution from profane to sacred themes, and specifically to 56 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 38 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ Núm. 49 (2003) 57 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 39 the christmas carol. Washington, D.C., 1940. Los dividimos en tres grupos: 1. SUELTOS Y EN LAS OBRAS. a) 1677. San Pedro. México. Serafines alados, celestes jilgueros. Ediciones: 1677 (núm. 5). En las Obras: 1689, I, 213 (núm. 16); 1691, I, 3.ª Dedicatoria, en prosa, suprimida (núm. 29); 1714, I, 219 (núm. 55); 1709, I, 5.ª, 217 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 181 (núm. 52); 1725, I, 8.ª, 196 (núm. 57). b) 1677. San Pedro Nolasco. México. En la mansión inmortal. Ediciones: 1677 (núm. 6). En las Obras: 1689, 249 (núm. 16); 1691, I, 3.ª (núm. 29). Dedicatoria, en verso, suprimida; 1709, I, 5.ª, 211 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 250 (núm. 52); 1714, I, 255 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 228 (núm. 57). c) 1679. Asunción. México. De tu ligera planta. Ediciones: 1679 (núm. 7). En las Obras: 1689, I, 240 (núm. 16); 1691, I, 3.ª. Dedicatoria, en verso, suprimida (núm. 29); 1709, I, 5.ª, 203 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 241 (núm. 52); 1714, I, 246 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 220 (núm. 57). d) 1683. San Pedro. México. Examinar de prelado. Ediciones: 1683 (núm. 11). En las Obras: 1689, I, 225 (núm. 16); 1709, I, 190 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 227 (núm. 52); 1714, I, 197 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 206 (núm. 57). e) 1685. Asunción. México. Al tránsito de María. Ediciones: 1685 (núm. 14). En las Obras: I, 1689, 259 (núm. 16); 1709, I, 5.ª, 196 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 233 (núm. 52); 1714, I, 237 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 212 (núm. 57). 58 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 40 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ f) 1687. Asunción. México. Vengan a ver una apuesta. Ediciones: 1687 (núm. 15). En las Obras: I, 1689, 259 (núm. 16); 1709, I, 5.ª, 220 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 260 (núm. 52); 1714, I, 265 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 238 (núm. 57). g) 1689. Maitines de la Concepción. Puebla. Oigan un misterio que. Ediciones: 1689 (núms. 17 y 18). En las Obras: 1691, I, 327 (núm. 29); 1692, II, 37. Como Letras Sagradas (núm. 38); 1709, I, 5.ª, 281 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 327 (núm. 52); 1725, I, 8.ª, 299 (núm. 57). h) Navidad. Puebla. Por celebrar del infante. Ediciones: 1689 (núm. 19). En las Obras: 1691, I, 3.ª, 334 (núm. 29); 1692, II, 48. Como Letras sagradas (núm. 38); 1709, I, 5.ª, 288 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 334 (núm. 52); 1725, I, 8.ª, 305 (núm. 57). i) Asunción. México. Sin subir María al cielo. Ediciones: 1690 (núm. 21). En las Obras: 1690, I, 235 (núm. 28); 1692, II, 533. Como Letras sagradas (núm. 38); 1715, II, 457. Como Letras sagradas (núm. 56). j) 1690. San José. Puebla. Ay, ay, ay, cómo se alegra. Ediciones: 1690 (núm. 24). En las Obras: 1690, I, 344 (núm. 28); 1622, II, 62. Como Letras sagradas (núm. 38);, 1709, I, 5.ª, 297 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 344 (núm. 52); 1725, I, 8.ª, 316 (núm. 57). k) 1691. Santa Catalina. Oaxaca. Aguas del Nilo. Ediciones: 1691 (núm. 33). En las Obras: 1693, II, 65 (núm. 43); 1715, II, 65 (núm. 56). Núm. 49 (2003) 59 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 41 2. SOLAMENTE EN LAS OBRAS. l) Encarnación. Hoy en el divino amor. [Ediciones]: 1689, I, 205 (núm. 16); 1709, I, 5.ª, 174 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 209 (núm. 52); 1714, I, 211 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 189 (núm. 57). m) Encarnación. Oigan una palabra, señores, oigan. [Ediciones]: 1689, I,206 (núm. 16); 1709, I, 5.ª, 174 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 210 (núm. 52); 1714, I, 212 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 190 (57). n) A la Virgen María. O Domina CaPli. [Ediciones]: 1689, I, 207 (núm. 16); 1709, I, 5.ª, 211 (núm. 51); 1714, I, 113 (núm. 55). 3. ATRIBUIBLES. ñ) 1676. Asunción. México. Vengan a ver una apuesta. Ediciones: 1676 (núm. 3). o) Concepción. México. A la fiesta del cielo las voces claras. Ediciones: 1676 (núm. 4). p) 1689. Corpus. Puebla. Ediciones: 1689 (núm. 20). q) 1690. San Pedro. Puebla. Ediciones: 1690 (núm. 22). r) 1691. Asunción. Puebla. Ediciones: 1691 (núm. 30). s) 1691. Navidad. México. Ediciones: 1691 (núm. 31). 60 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 42 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ t) 1691. San Pedro. México. A las glorias de Pedro divino. Ediciones: 1691 (núm. 32). u) 1693. San Antonio. Puebla. Ediciones: 1693 (núm. 41). v) 1693. Navidad. Puebla. Ediciones: 1693 (núm. 42). XVII. Letras sagradas. En forma dramática y en número de nueve. a) ¿Cómo será esto mi Dios? En las Obras: 1692, II, 46 (núm. 38). b) Entre la antigua cizaña. En las Obras: 1692, II, 44 (núm. 38). c), d), e) Pues hoy se celebra la presentación. Ay, ay, ay niña bella. Con los pies sube al templo. En las Obras: 1692, II, 542, 543 (núm. 38); 1715, II, 467 (núm. 56). f) Si es María el mejor templo. En las Obras: 1692, II, 81 (núm. 38); 1715, II, 41 (núm. 56). g) Un día que amaneció. En las Obras: 1692, II, 46 (núm. 38). h) Un herbolario extranjero. En las Obras: 1692, II, 45 (núm. 38). i) Zagalejos de la aldea. En las Obras: 1692, II, 77 (núm. 38); 1715, II, 37 (núm. 56). XVIII. Letras profanas para cantar. Son en número de cuatro. a) Afuera, afuera ansias mías. En las Obras: 1692, II, 257 (núm. 38); 1715, II, 333 (núm. 56). Núm. 49 (2003) 61 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 43 b) A la deidad más hermosa. En las Obras: 1715, II, 239 (núm. 56). c) Bellísima María. 1680-1686. En las Obras: 1692, II, 402 (núm. 38); 1715, II, 402 (núm. 56). d) Divina Lysi permite. 1680-1686. En las Obras: 1715, II, 387 (núm. 56). e) Hirió blandamente el aire. En las Obras: 1692, II, 333 (núm. 38); 1715, II, 256 (núm. 56). f) Seguro me juzga Gila. En las Obras: 1692, II, 334 (núm. 38); 1715, II, 258 (núm. 56). g) Tierno pimpollo hermoso. En las Obras: 1692, II, 423 (núm. 38); 1715, II, 423 (núm. 56). XIX. Primero sueño. Silva extensa, imitación de las Soledades de Góngora. Piramidal funesta de la tierra. Ediciones: 1928 (núm.109); 1941 (núm. 127); 1951 (núm. 139). En las Obras: 1692, II, 247 (núm. 38); 1715, 171 (núm. 56). XX. Poesías líricas. Distribúyense así: Sesenta y tres Sonetos (1931, núm. 114; 1941, núm. 125; 1950, núm. 138); cincuenta y nueve romances (cincuenta y cinco en octosílabos), una silva ti-tulada «ovi llejos», nueve glosas, diecisiete composiciones en redondillas (dos no lo son estrictamente), una en quintillas y redondillas, treinta y cuatro en décimas, diez en endechas (1940, núm. 121; 1941, núm. 125), tres en liras (1931, núm. 113; 1933, núm. 115; 1934, núm. 117), y un Laberinto endecasílabo, unos Anagramas a la Concepción y unos romances, bailes y tonos provin-ciales a los virreyes. La producción anterior, con excepción de los Villancicos atri-buibles, se halla incluida en los tres tomos de las Obras de Sor Juana, publicadas varias veces de 1689 a 1700. La parte poética figura o figurará en las ediciones modernas (1940, núm. 120; 1941, núm. 126; 1948, núm. 137; 1951, núm. 140). He aquí el cuadro de las ediciones del siglo XVIII: 62 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 44 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ Núm. 49 (2003) 63 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 45 Tomo I: a) 1.ª edición (Inundación Castálida): Madrid, 1689. b) 2.ª edición (Poemas, etc.): Madrid, 1690. c) 3.ª edición ( ): Barcelona, 1691. d) 4.ª edición ( ): Zaragoza, 1692. e) 5.ª edición ( ): Valencia, 1709. f) 6.ª edición ( ): Valencia, 1709. g) 7.ª edición ( ): Madrid, 1714. h) 8.ª edición ( ): Madrid, 1725. i) 9.ª edición ( ): Madrid, 1725. Tomo II: j) 1.ª edición (Segundo volumen de las otras...): Sevilla, 1692. k) 2.ª edición ( tomo ): Barcelona, 1693. l) 3.ª edición ( tomo ): Barcelona, 1693. m) 4.ª edición (Obras poéticas...): Madrid, 1715, como tomo 2.º de g). n) 5.ª edición (Poemas de la única...): Madrid, 1725, haciendo juego con h) y r). Tomo III: ñ) 1.ª edición (Fama y obras póstumas): Madrid, 1700. o) 2.ª edición ( ): Barcelona, 1701. p) 3.ª edición ( ): Lisboa, 1701. q) 4.ª edición ( ): Madrid, 1714. r) 5.ª edición ( ): Madrid, 1725, formando juego con h) y n). Modernamente se ha encontrado uno que otro escrito breve (núms. 10, 12, 36, 108). XXI. Obras perdidas. Bajo la rúbrica «Lo inédito y acaso perdido», escribe Méndez Plancarte, Obras completas (núm. 140, pp. XLIV-XLV): «Respecto a las inéditas y al menos hoy por hoy plenamente ignotas, sabemos, 64 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 46 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ ante todo, de dos piezas a que alude el P. Calleja: una muy de la infancia y otra de plenitud». 1. «No llegaba a ocho años cuando, porque le ofrecieron por premio un libro..., compuso para una fiesta del Smo. Sacramento una Loa, con todas las calidades que requiere un cabal poema: tes-tigo es el M. R. P. M.º Fr. Francisco Muñiz, Dominicano, Vicario entonces de Mecameca»... 2. Y en cuanto a El Caracol, o sea el «Tratado de Música» a que se refiere su romance «Después de estimar mi amor»... —dis-culpándose de no enviarlo a la Marquesa de la Laguna por «estar aún tan informe»—, de él nota su citado protobiógrafo: «Obra, de los que esto entienden, tan alabada, que bastaba ella sola, dicen, para hacerla famosa en el Mundo»...(34) Mucho más, por su parte, son los «otros Manuscritos de la Poe-tisa » que —en el «Prólogo a quien leyere» de su «Fama y Obras Póstumas» (Madrid, 1700)— recordó el Ilmo. Dr. Castorena, que bien «quedáronsele en la América», o bien ya no lograron recabarse en la propia España, o hubieron de omitirse por uno u otro motivo: 3. «El equilibrio moral, Direcciones Prácticas morales en la se-gura probabilidad de las acciones humanas», del que «los borrado-res me dijo tener D. Carlos de Sigüenza y Góngora»...; 4. «Las Súmulas», o sea una Lógica Menor, «que de su letra tenía el R.P.M.º Joseph de Porras, de la Compañía de Jesús, en el Colegio Máximo de S. Pedro y S. Pablo de Méjico»... 5. «Otros Discursos a las Finezas de Cristo Señor Nuestro, que, sobre los que escribió [o sea, además del la Crisis del P. Vieyra], ofrece la Poetisa en su Respuesta a Sor Filotea»...; 6. «Otro papel sobre el siervo de Dios, Carlos de Santa María» —un santo hijo de espiritual de P. Núñez—, de quien «era su cama un ataúd» y que amaneció difunto «con la pluma en la mano, es-cribiendo unos versos a la Muerte, con tal serenidad... que parecía viva estatua de su contemplación», tal como lo admiró «todo el concurso de la piedad mejicana», encabezado por el Arzobispo-Vi-rrey D. Fr. Payo...; 7. «Una Glosa en Décimas a la ínclita religiosa acción de nuestro Católico Monarca (que Dios guarde) en haber cedido el trono a la Divina Majestad Sacramentada»..., [otra pieza, por tanto, con idén-tico tema que su Soneto «Altísimo Señor»...]; 8. El final del «Romance gratulatorio a los cisnes de la Europa», [o sea el «¿Cuándo, Númenes divinos...?»], que sólo «va truncado» en el Tomo III y en todas sus reimpresiones, [aunque debe dudarse si jamás se finalizó, ya que al dar tal fragmento explica el propio editor que «se halló así después de su muerte, en borrador y sin mano última»...]; Núm. 49 (2003) 65 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 47 9. «Un Poema [dramático] que dejó sin acabar Don Agustín de Salazar [y Torres], y que perfeccionó [o sea, acabaló] con graciosa propiedad la Poetisa, cuyo original guarda...D. Francisco de las Heras..., Regidor de esta Villa [de Madrid] ..., y está imprimiendo para representarse a sus Majestades...: [edición ésa, suelta —al parecer, española—, y que nadie ha visto y que probablemente quedó en proyecto]; y 10. «Otros muchos discretos Papeles y Cartas», algunos en po-der de D. Juan de Orve —a más de lo impreso en el «Segundo Volumen»—, y que «este caballero me afirmó tenerlos en la Anda-lucía »... XXII. Obras existentes, pero cuyo paradero se ignora. He aquí lo que escribe Méndez Plancarte (Obras completas, núm. 140, pp. XLV-XLVI): Párrafo aparte exigen otras dos cosas —éstas, impresas—, que a Sor Juana se le atribuyen, y que hasta hoy se conservan cierta-mente, pero que han escapado a nuestras pesquisas. De la primera, copia esta portada don Manuel Toussaint (que la poseyó, aunque luego se le ha extraviado): El oráculo de los preguntones, atribuido a la célebre Monja Mexi-cana Sor Juana Inés de la Cruz: juego de 24 preguntas y doce res-puestas para cada pregunta, puestas en verso para diversión de las tertulias» (5.ª ed., Méj., Imprenta de Aguilar e Hijos Esquina de S. Catrina de Sena y Encarnación, 1894, en 8). El mismo explica que es un «juego de salón», a base de dos dados cuyo número marca la respuesta para la pregunta escogida; y después agrega: «Ignoro los motivos de su atribución y sus ante-cedentes bibliográficos. No es empero imposible que sea de Sor Juana, si se atiene a la ligereza e ingenio de algunas de las redondillas... Mas su extensión y el hecho de que exista edición aislada, nos impide publicarlo»... Abreu, catalogando el dicho Oráculo entre sus obras «Atribui-das », pudo añadir: «He visto otro ejemplar en la biblioteca de don Federico Gómez de Orozco» (ejemplar que nosotros ya no encon-tramos); y copió una «respuesta» a la pregunta «¿Si tendré tales o cuales percances?», o cosa por el estilo: Mucho tendrás que tenerlos pero sufre, y considera que tu mala calavera es quien te hace padecerlos, 66 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 48 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ y esta otra, relativa a «¿Si recobraré el bien que perdí?, o algo semejante: Aunque el Sol claro y lucido sea tu guía y farol, de nada servirá el Sol para hallar lo que has perdido... (96). Queden ahí esas muestras —las únicas, por hoy, a nuestro al-cance—, ínterin conseguimos ver el opúsculo y formarnos sobre él alguna propia opinión. La otra obra (¿o bien la misma, en edición bastante anterior?) la vimos anunciada por la «Librería para Bibliófilos Luis Bardón López», de Madrid, en su «Catálogo 4 de 1948», n. 55: «Libro de suertes o Adivinanzas, discurrido por la R.M. Soror Juana Inés de la Cruz..., Religiosa de... San Jerónimo en la gran Ciudad de México. J.M.I.D. Fecit. 1746. En 4º...» («Acompañan a este original librito, formado por 30 hojas que contienen Sonetos, Poesías y Alegorías..., cuatro soberbios graba-dos... sobre pergamino, por Villa-franca. Encuadernación en marroquín color avellana», etc.). Aunque su adquisición (en 1.500 pesetas) era —para nosotros— una locura, lo pedimos al punto, y aun giramos tal importe; mas se nos contestó que ya había volado. Preguntamos, entonces, su para-dero, y aun don Alfonso Reyes insistió —a nuestro ruego— en ello: mas «fue vendido a un cliente de Barcelona, del cual no se tenía autorización para dar el nombre»... Así tornó al secuestro «bibliofílico» la aludida pieza invisible (no sabemos qué tan auténtica); y sólo recordamos su vislumbre meteó-rico, para anotar el pequeño enigma —en leve expectación de mejor fortuna—, y para evidenciar lo concienzudo de nuestro empeño. XIII. Obras apócrifas. Además del Soneto «Cítara de carmín que amaneciste» (véase el núm. 108), téngase en cuenta lo que escribe Méndez Plancarte (Obras completas, núm. 140, pp. XLVII-XLVIII). Todavía más incierta, por otro lado, resulta una mención del P. Mariano Cuevas, S.J., sobre «los amorosos Villancicos Gua-dalupanos que a tan docta pluma se atribuyen» (97), sin que halle-mos el más ligero rastro ni de su texto, ni del vago rumor al que aquí se alude. Eso mismo digamos, y mucho más, de aquel inverosímil «tomo de 31 Cantatas (con letra y música de Sor Juana), de las que 19 Núm. 49 (2003) 67 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 49 están dedicadas a la adoración del Sdo. Corazón de Jesús», que —sin fuente ninguna y entre continuos colmos fantasmagóricos— mencionaba un Mr. Harold Dijou en «The New York Messenger» de septiembre de 1893 (98). E infundado, también, es el catalogar como piezas nuevas e ignotas —aunque «dudosas»— las Odas de Sor Juana ilustradas con notas del P. Agustín de Castro (Abréu, B. y B., p. 284), pues el P. Maneiro, cuyo claro latín resultó así obscuro, únicamente dice que aquel otro sabio Jesuita «ilustró con eruditas observaciones el ad-mirable ritmo de una oda hispana que la sagrada virgen y celebé-rrima poetisa había cantado en un metro nuevo»... (De vitis..., III, 203): «una oda», pues, tan sólo; y ésa, seguramente, el romance decasílabo «Lámina sirva al Cielo al retrato»..., o su gemelo «Vís-peras son felices del día»... (99) Y no menos apócrifas —si bien incorporadas a su Obras desde el principio— son las dos letras finales de sus Villancicos... de San Pedro Nolasco (Méj., 1677), así en la «Inundación Castálida», 1689, p. 249 (y en los sucesivos Tomos Primeros), como en su edición suelta y anónima de 1677. Porque, de ésta, hemos visto un ejem-plar con forma y correcciones autógrafas de Sor Juana; y allí, fren-te a esos Villancicos que se cantaron en la misa (I: «¡Ay zagales, zagales...!», y II: «¡A la casa, a la casa! ¡ah de los pobres»...), esta anotación de su puño y letra: «Estos de la Misa no son míos».
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Título y subtítulo | Agustín Millares Carlo y la bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz : nuevas aportaciones a su ensayo Ne hault, ne bas...mèdiocrement |
Autor principal | Ramírez Muñoz, Manuel |
Publicación fuente | Anuario de estudios atlánticos |
Numeración | Número 49 |
Sección | Literatura |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Madrid ; Las Palmas |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 2003 |
Páginas | p. 019-067 |
Materias | Millares Carlo, Agustín (1893-1980). Ensayo de una bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz ; Crítica e interpretación ; Juana Inés de la Cruz (Jer.) (1651-1695) ; Bibliografía |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | TIFF ; PDF |
Tamaño de archivo | 1987489 Bytes |
Texto | L I T E R A T U R A Núm. 49 (2003) 19 68 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ. NUEVAS APORTACIONES A SU ENSAYO NE HAULT, NE BAS...MÈDIOCREMENT1 P O R MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ INTRODUCCIÓN Aunque de carácter fragmentario, debido a la azarosa vida de Millares —treinta años de exilio forzoso y traslados a los que se vio obligado por las duras circunstancias que rodearon su vida—, el Seminario de Humanidades Agustín Millares Carlo se enorgullece de poseer una colección importante de sus documen-tos, testimonio fehaciente del rigor metodológico empleado por 1 En un artículo publicado en 1994 se reseñó el estado y las vicisitu-des de este trabajo, añadiéndose, de forma incompleta, una exposición de la bibliografía de Sor Juana elaborada por don Agustín. Para la realización de este artículo se han tomado algunos pasajes de aquél, por considerarlos de gran valor ilustrativo, al tiempo que ofrecemos la transcripción íntegra del trabajo de Millares. Cfr. MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ, «Ne hault, ne bas...mèdiocrement (Millares Carlo y la ‘Décima Musa’. Un trabajo inédito sobre Sor Juana Inés de la Cruz)», en Espacio, Tiempo y Forma, Madrid, UNED, Serie IV, Historia Moderna, t. II, 1994, pp. 175-198, y AGUSTÍN MILLARES CARLO, «Ensayo de una bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz (Ne hault, ne bas...mèdiocrement)», comentario y transcripción de Manuel Ramírez Muñoz, en Boletín Millares Carlo, 16 (1997), pp. 21-45. 20 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 2 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ don Agustín hasta en sus más pequeños trabajos. Entre los pa-peles conservados hay valiosísimos estudios de casi todos los campos científicos en los que don Agustín fue una autoridad reconocida: archivística, paleografía, historia del libro y biblio-grafías referentes a Feijóo, Cervantes de Salazar, Rafael María Baralt y Sor Juana Inés de la Cruz, entre otros2. Los papeles dedicados a Sor Juana Inés de la Cruz comprenden los trabajos realizados por Millares entre los años 1946 y 19583, entre los que tienen especial relieve aquellos que hizo con motivo de celebrar-se el Tercer Centenario del nacimiento de Sor Juana4. La labor llevada a cabo por don Agustín en torno a la obra escrita de Sor Juana Inés, merece una mención especial, pues se trata de una «labor de acumulación de datos y material gráfico», sistema-tizados bajo el lema «Ne hault, ne bas...mèdiocremente» y que como tantos otros quedó inédito, ya que como apunta su bió-grafo José A. Moreiro, sus intentos de publicación se malogra-ron siempre5, debido a una serie de problemas profesionales y familiares que le abrumaron constantemente, y a los que se enfrentó con su espíritu eternamente joven. Estos problemas, estas frustraciones, las fue desgranando Millares en una apre-tada colección de cartas6 —afortunadamente conservadas en el Seminario—, dirigidas a su sobrino Agustín Millares Sall y a su amigo y discípulo Manuel Hernández Suárez. En ellas el Maes-tro cuenta las peripecias que interfirieron su cotidiano queha-cer, aunque no influyeron negativamente en su obra. 2 BLANCA LÓPEZ NIETO, «Breve avance descriptivo del depósito Millares Carlo», en Boletín Millares Carlo, vol. I, núm. 1, junio 1980, pp. 227-233. 3 A. JOSÉ MOREIRO GONZÁLEZ, Agustín Millares Carlo: el hombre y el sa-bio, Gobierno de Canarias, Islas Canarias, 1989, pp. 175-176 [Clavijo y Fajardo: 5]. 4 Sobre esta documentación, Blanca López Nieto realizó la Memoria de su Licenciatura, leída en la Universidad de Granada en 1983 (inédita). 5 J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, op. cit., p. 175. 6 El Profesor-Tutor del Centro Asociado de la U.N.E.D. de Las Palmas, Antonio Henríquez Jiménez, lleva varios años realizando un estudio siste-mático del epistolario de don Agustín. Núm. 49 (2003) 21 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 3 Retrato de la décima musa que figura en la carta laudatoria de Francisco Álvarez de Velasco (incluido por Millares en su Ensayo de una bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz). 22 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 4 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ JUANA RAMÍREZ Para Octavio Paz7, el enigma de Sor Juana Inés de la Cruz está formado por muchos misterios: los de su vida y los de su obra8. En 16519 y a poca distancia de la capital del virreinato de Nueva España, en San Miguel de Nepantla, nació Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana, hija natural de Pedro Manuel de Asbaje y Vargas Machuca y la criolla Isabel Ramírez. Hasta su entrada en el convento se hizo llamar Juana Ramírez, ante-poniendo el apellido maternal al de su padre, pues ella misma explica en su testamento, que en su tiempo la llamaban doña Juana Ramírez de Asbaje10. Y la razón es que su vida secular transcurrió dentro del círculo familiar materno, e incluso su duro aprendizaje de autodidacta —no era fácil ser mujer culta en la sociedad virreinal del siglo XVII—, se tradujo en una in-contenible pasión por leer los muchos y variados libros varios que tenía su abuelo, sin que bastasen castigos ni reprensiones a estorbar11. Juana Inés apenas si menciona el nombre de su pa-dre y desde muy niña dejó de verlo, existiendo la duda —lícita duda—, de la paternidad del caballero de origen vizcaíno12. Para Germán Arciniegas, fue una suerte que naciera en una alque-ría «donde los testigos no son sino el lucero de la mañana y los 7 OCTAVIO PAZ, Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe. Barce-lona, Seix Barral, 1982. 8 Ibíd., p. 13. 9 El primer biógrafo de Sor Juana, el jesuita Diego Calleja, fijó el 1651 como año de su nacimiento y tradicionalmente se ha admitido esta fecha, celebrándose en 1951 el tercer centenario. Posteriormente, Guillermo Ramirez y Alberto G. Salceda, descubrieron en la parroquia de Chimalhua-cán, a cuya jurisdicción pertenecía Nepantla, una partida de bautismo, fir-mada por Fr. Po. Monasterio que dice: «El 2 de diciembre de 1648 años baptizé a Inés, hija de la Iglesia. Fueron sus padrinos Miguel Ramirez y Beatriz Ramirez». Cfr. JUAN M. GALAVIZ, Juana Inés de la Cruz, Madrid, His-toria 16-Quórum, 1987, p. 10. 10 Ibíd., p. 99. 11 SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ, Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, Bar-celona, Laertes, S.A. de Ediciones, 1979, p. 33. 12 Cfr. OCTAVIO PAZ, op. cit., p. 98. Núm. 49 (2003) 23 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 5 gañanes de pocas palabras»13, pues si en 1651 hubiera venido al mundo en una ciudad o en una aldea grande, «las comadres», viéndola crecer tan despierta y vivaracha hubieran dicho que tenía el demonio en el cuerpo. En torno al apellido Asbaje se ha suscitado la polémica —difícil de resolver— de su origen, ya que la dudosa ortografía: Asbaje, Asuaje, Azvaje... da pie a distintas hipótesis, siendo una de ellas la de la posibilidad de su procedencia canaria. Para Unamuno, Asbaje podía traducirse por Asuaje14, y en la isla de Gran Canaria existe el topónimo Azuaje15, por el que se conoce a un barranco, rico en aguas minerales, situado entre los pue-blos de Firgas y Moya. Probablemente Azuaje proviene de una familia genovesa16 —en los primeros años del siglo XVI se asen-taron centenares de genoveses en el Archipiélago—, de apellido Suaggi o Zoagli, que como resultado de alguna corrupción lo-cal se transformó en Azuaje17. Fueron varias las familias, de apellido Azuaje, que pasaron de Canarias a México a principios de siglo XVII, tema éste estudiado por Alejandro Cioranescu, Elías Serra Rafols y Dorothy Schons18. 13 GERMÁN ARCINIEGAS, «Travesuras de Juana La Monja», en México en la Cultura», 1-3-1958. 14 Miguel de Unamuno a Alfonso Reyes —Salamanca, 7 de julio, 1920—, dice: «no conocía casi a Juana de Asbaje (se me figura, no sé por qué, que debe ser ASUAJE). Ha sido para mí un descubrimiento». Cfr. ALFONSO REYES, Obras Completas, México, Fondo de Cultura Económica, 1958 [Letras Me-xicanas], vol. XII, p. 150. 15 Según el historiador Manuel Lobo Cabrera, en el lugar conocido en la actualidad como Barranco de Azuaje, en Gran Canaria, existió en el si-glo XVI un ingenio de azúcar, propiedad de Damián Azuaje. Agradezco al profesor Lobo Cabrera esta información. 16 En el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, inventario «Alonso de Balboa», núm. 775, hay varios documentos relativos a Pedro de Azuaje, regidor y capitán de la nao «Nuestra Señora de la Consolación». Estos papeles se refieren a contratos de enrolamiento, y de aderezo y prepara-ción de la nave, en el Puerto de las Isletas y en el Puerto de Gando, con objeto de realizar viaje a las Indias. Cfr. MANUEL LOBO CABRERA, Gran Ca-naria e Indias durante los primeros Austrias. Documentos para su historia, Gobierno de Canarias, 1990, pp. 120-157. 17 ALEJANDRO CIORANESCU, «Cairasco de Figueroa. Su vida. Su familia. Sus amigos», en Anuario de Estudios Atlánticos, Madrid-Las Palmas, Pa-tronato de la Casa de Colón, año 1957, núm. 3, p. 278. 18 ROBERT RICARD, «L’apellido paternel de Sor Juana Inés de la Cruz», 24 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 6 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ Entre los tres Juanes de América: Juana de Ibarbourou, Juan Ruiz de Alarcón y Juana Inés, la mexicana aun se nos presenta bajo tal capa de viveza e inquietud, que atrae como imán vivifi-cador a cuantos se acercan a su enigmática personalidad. Dice Alfonso Reyes, que «se escudriña su existencia, se depuran sus textos, se regis-tra su iconografía, se levanta el inventario de su bibliogra-fía [...] por ella se rompen lanzas todavía. Es popular y actual. Hasta el cine ha ido en su busca. Y como se ha dicho sutilmente, no es fácil estudiarla sin enamorarse de ella»19. Alfonso Junco20, refiriéndose a Ezequiel A. Chávez21 y su de-dicación a Sor Juana, dice que éste se ha enamorado de ella, cosa nada extraña, pues algo así nos pasa a cuantos nos acer-camos a esta mujer encantadora y excepcional. En algunos, la devoción puede llegar casi a la obsesión. Porque Sor Juana, no sólo es una de las mayores aportacio-nes de México a la cultura universal, sino la primera voz que se levanta en el mundo novohispano en defensa de la dignidad femenina, y el derecho a la educación de todas las capas de la sociedad. Nadie en su tiempo, como Sor Juana Inés de la Cruz, tuvo la conciencia tan clara de la realidad social: «América ante el mundo, la esencia de lo mexicano, el con-traste del criollo y el peninsular, la incorporación del indio, la libertad del negro...»22. Esta conciencia nace de la unión entre su simpatía por las clases populares y el afán de saber y entenderlo todo, y amalga-mar sorprendentemente amor y teología, poesía y religión, sen-en Bulletin Hispanique, Annales de la Faculté des Lettres de Bordeaux, t. LXII, núm. 3, Juillet-Septembre 1960, pp. 333-335. 19 A. REYES, op. cit., XII, 363. 20 ALFONSO JUNCO, Gente de México, México, Ediciones Botas, 1937, p. 153. 21 En 1970, EZEQUIEL A. CHAVEZ ha publicado: Sor Juana Inés de la Cruz. Ensayo psicológico, México, Asociación Civil E. A. Chávez. 22 A. REYES, op. cit., XII, 371. Núm. 49 (2003) 25 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 7 26 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 8 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ timiento y ciencia. Y lo que verdaderamente sorprende es —como escribe Alfonso Reyes—, la originalidad que trasciende más allá de las modas con que se ha vestido. Un hecho que ilustra el profundo conocimiento que po-seía Juana Inés en las más variadas materias, fue el ocurrido en la corte virreinal de don Antonio Sebastián de Toledo, Mar-qués de Mancera, el cual decidió someter a la poetisa a una prueba convocando a un jurado compuesto por unos cuarenta entre profesores e intelectuales de la Universidad y la ciudad de México, y entre los que se contaban matemáticos, teólogos, hu-manistas, filósofos y poetas. De las preguntas y argumentos que el jurado le propuso, dice el padre Calleja que Juana Inés se defendió, a la manera que un galeón real lo hiciera frente a algunas chalupas que la embistieran, desembarazándose Sor Juana Inés de cuantas preguntas, argumentos y réplicas le plan-tearon cada uno en su materia23. Sobre este pasaje, Germán Arciniegas ofrece una preciosa y emotiva referencia al decir de Sor Juana: «la niña entre los doctores, se vio más fresca y despreveni-da que nunca. Ellos más maliciosos que de costumbre. Se cruzaban las manos sobre el abdomen y jugaban con los pulgares haciéndolos girar ahora en un sentido, luego en otro. Iniciaron las preguntas con paternal benevolencia, como para no darle muy duro al niño en la cabeza. Sor Juana Inés contestaba un tantico con ingenio, como si ellos fueran los niños. Esto hizo que las preguntas pasaran de las aguas mansas a las crespas olas. Juana Inés siguió con la misma gracia y los fue pulverizando a todos sin herir a nadie». En un mundo inhóspito, donde la mujer de letras no tiene sitio y donde la cultura está monopolizada por el varón, parece ser que el único camino que le quedó a Sor Juana, con el cual dar rienda suelta a su ansia de conocimiento, fue refugiarse en el claustro. Todo ello en una época del mayor esplendor intelec-tual autóctono, en el cual, sin duda alguna, Sor Juana Inés de la Cruz brilló con luz propia. Fue de tal modo tan grande auto- 23 GERMÁN ARCINIEGAS, op. cit., 32. Núm. 49 (2003) 27 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 9 «Del 2.º volumen de las obras de Sor Juana. Sevilla, 1692. Retrato de Valdez» (Millares Carlo). 28 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 10 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ ridad en el campo del conocimiento24, que su personalidad se impuso y la admiración que le tributaron sus contemporáneos, no encuentra paralelo fácil en la historia de la literatura caste-llana. Como denominador común, la sociedad de su siglo fue pródiga en frases de elogio, y esta admiración, apenas reticente, se tradujo en los prólogos, consideraciones críticas y poemas laudatorios que acompañaron a las primeras ediciones de sus obras25. MILLARES, SON JUANA EN MÉXICO No es difícil hacer una aproximación al impacto emocional que una persona de la talla intelectual de Juana Inés causara en don Agustín. Al margen de esta intensa emoción, latente o manifiesta en cualquiera que se aproxime a la monja mexica-na, don Agustín se sentiría pronto conquistado por ella por va-rias razones: 1.ª Para un canario, la pasada historia de América ha dis-currido por unos caminos muy familiares para los isleños, y de tal forma, que aquella es un reflejo en cierto modo de la histo-ria canaria26. La marcada predilección del canario por la histo-ria de América, es resultado del gran paralelismo que existe entre el acontecer de Canarias y América, que hace que la his-toria del Nuevo Continente no pueda concebirse, si no es en relación con la del Archipiélago canario27. 2.ª Los materiales referentes a Sor Juana Inés, le ofrecen una magnífica ocasión de enfrentarse con el reto de su voca-ción frustrada en la Universidad española, por causa de la Gue-rra Civil, y de desarrollar no obstante su forzoso exilio, y en un 24 A. REYES, op. cit., XV, 112. 25 Cfr. La Nación, año XI, núm. 521, 8 octubre 1951. 26 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ, «El americanismo historiográfico en la obra de Agustín Millares Carlo», en Boletín Millares Carlo, Las Palmas, UNED, núm. 11, 1990, p. 105. 27 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ, «Agustín Millares Carlo, lascasista», en Boletín Millares Carlo, Las Palmas, UNED, núm. 9-10, 1987, p. 94. Núm. 49 (2003) 29 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 11 campo propio de su actividad, una labor, humilde para él, pero de un gran valor para las generaciones futuras, en el campo de la historiografía americanista28. Agustín Millares sublima su se-paración de España en un americanismo extraordinario, incan-sable y, como buen canario, pacienzudo29. El resultado de la obra americanista de don Agustín, que ya se empieza a valorar en su justa dimensión, es gigantesco, aunque la valoración es en ex-tremo difícil cuando se tienen en cuenta las condiciones adver-sas en que fue realizada. Una constante que acompaña a don Agustín, en su deambular constante por las Universidades de México y Venezuela, es la humildad, el no darle excesiva impor-tancia a su obra, a la que califica de simple acarreo de mate-riales, sin otros méritos que el de la tesonera constancia puesta en su realización y haberla llevado a cabo con entusiasmo e interés30. Y acumulación de datos y «acarreo de materiales», es lo que hace don Agustín de la obra de Sor Juana, poniendo en ello sus profundos conocimientos científicos y la calidad huma-na de su sencilla personalidad. 3.ª La preferencia de los historiadores exiliados en México por la época colonial, debido a que como apunta Javier Ma-lagón, el país donde éstos han de vivir, era semejante a España tanto en virtudes como en limitaciones, asimilándose rápidamen-te a él, aunque con una experiencia previa mucho más amplia que la de los historiadores mexicanos. Los historiadores exiliados aplicaron su mayor conocimiento de la Historia de España pe-ninsular o europea, al estudio de la de la Nueva España, espe-cialmente en los siglos XVI al XIX. La historia colonial fue uno de los temas principales a los que se dedicó gran parte de los historiadores españoles en México31. El hecho de dedicar una 28 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE, «La vida y la obra de Agustín Millares Carlo», en El Museo Canario, Las Palmas, vol. XXXI-XXXII, 1970-1971, p. 20. 29 O. FALCÓN CEBALLOS, «Don Agustín Millares Carlo, nuevamente en Las Palmas», en Diario de Las Palmas, 21 abril 1970, p. 44. 30 AGUSTÍN MILLARES CARLO, «Pregón de San Pedro Mártir de 1970», en El Museo Canario, Las Palmas, vol. XXXI-XXXII, p. 11. 31 JAVIER MALAGÓN BARCELÓ, «El historiador español exiliado en Mé-xico », en Historia Mexicana, México, El Colegio de México, vol. XXII, núm. 1 [s.a], p. 102. 30 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 12 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ parte de su actividad a la historia colonial, lo entendió don Agustín, como la mayoría de los transterrados españoles, en que era obligación ineludible la de contribuir cada cual en la medi-da de sus fuerzas a la cultura del país que en unos momentos difíciles, les abrió perspectivas de paz y de trabajo32. El mayor logro, tanto de don Agustín como del resto de sus colegas espa-ñoles, fue que con su actividad docente y con sus publicaciones, alejados en la medida de lo posible de actitudes de filias o de fobias españolas, consiguieron que gran parte del acogedor pue-blo mexicano comprendiera —como dice Javier Malagón—, «que hay toda una serie de aspectos comunes en la vida de la península y de los pueblos hispanoamericanos, y que, querramos o no, es la herencia que unos y otros hemos re-cibido, y para que sea productiva debemos reconocerlo y trabajar en el futuro en armonía, sin más afán de domi-nar ni tampoco resignándonos a ser dominados»33. MILLARES CARLO, O LA PASIÓN BIBLIOGRÁFICA Aunque el núcleo principal de la actividad profesional de don Agustín fue la paleografía y la diplomática, campos en los cua-les su obra podrá difícilmente ser superada, el libro y la biblio-grafía fueron desde muy niño su gran pasión, fruto tal vez de haber dado sus primeros pasos delante de la riquísima colección de la biblioteca familiar. Juan A. Martínez de la Fe, al estudiar las publicaciones de don Agustín, observó que un elevado por-centaje de las mismas, incluso las de carácter monográfico, ver-san sobre el tema34. Como coleccionista bibliográfico llegó a poseer ejemplares valiosísimos por su antigüedad y rareza, y a causa del dramático discurrir de su azarosa vida, los ocho mil 32 A. MILLARES CARLO, «Pregón de...», op. cit., p. 20. 33 J. MALAGÓN BARCELÓ, «El historiador...», op. cit., p. 110. 34 JUAN A. MARTÍNEZ DE LA FE, «Anotaciones a la vida de un bibliógrafo: don Agustín Millares Carlo», en Boletín Millares Carlo, Las Palmas, UNED, núm. 1, 1980, 107-114. 35 J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, Agustín Millares Carlo: el Hombre..., op. cit., 87-88. Núm. 49 (2003) 31 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 13 volúmenes de su biblioteca se dispersaron en el exilio, per-diéndose para siempre la mayor parte de sus libros más va-liosos35. Esa afición a los libros, ese constante deambular por las li-brerías de viejo de las que —no por casualidad—, salía siempre con una reliquia bibliográfica, no se quedó estancada en un mero coleccionismo, o en una simple acumulación libresca. Su pasión por el libro se plasmó en una serie de obras de conteni-do doctrinal, pues junto a las historias del libro, de las bibliote-cas, de la imprenta y de la escritura, dejó estudios imperecederos acerca de los valores técnicos, conceptuales e históricos de la Bibliografía36, hasta tal punto importantes, que sus manuales constituyen en la actualidad una base insustituible para la pre-paración de oposiciones a bibliotecarios y archiveros, así como para los estudiantes de Biblioteconomía. Para su biógrafo, Moreiro González, el número y calidad de sus labores bibliográficas es asombroso, siendo algunas de ellas trascendentales en el campo de la bibliografía37. Un hito impor-tante en esta disciplina fue el «Premio Nacional de Bibliografía», convocado por la Biblioteca Nacional en 1929, que obtuvo Mi-llares con su Ensayo de bibliografía de escritores naturales de las Islas Canarias (siglos XVI, XVII y XVIII)38, que fue el resultado de las investigaciones realizadas hasta aquella fecha y de las que se ocupó de forma continuada a pesar de las enormes dificul- 36 J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, «Agustín Millares Carlo, precursor en Es-paña de las Ciencias de la Documentación», en La Provincia, 31 mayo 1990, pp. 26-27. Cfr. del mismo autor, «Vigencia de Agustín Millares Carlo. Reco-nocimiento hispanoamericano a su obra bibliográfica», en La Provincia, 9 enero 1992, p. 28. 37 J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, «El número y calidad de sus labores bi-bliográficas causa asombro. Sólo sus aportaciones en esta materia habrían bastado para llevarle alto en el mundo intelectual. Algunas han sido tras-cendentales. Todas, obras de indudable rango, bien documentadas y con rigor técnico, lo cual no impidió nunca una lectura amena de sus conteni-dos ». Vid. «Don Agustín Millares Carlo: la profesión bibliográfica (Aporta-ciones a la historia de la bibliografía española)», en Documentación de las Ciencias de la Información. Madrid, Univ. Complutense, X, 1986, p. 89. 38 AGUSTÍN MILLARES CARLO, Ensayo de una Bibliografía de Escrito-res Canarios (siglos XVI, XVII y XVIII), Madrid, Tipografía de Archivos, 1932, 716 pp. + 1 h. 32 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 14 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ tades que le acompañaron durante sus treinta años de exilio. La monumental obra, Biobibliografía de escritores canarios (si-glos XVI, XVII y XVIII)39, que aumenta y corrige el libro anterior describe las obras impresas o manuscritas de los autores isleños con un excepcional rigor metodológico. En sus cuatro moradas: Canarias, Madrid, México y Venezue-la, este «español de dos mundos»40 tuvo siempre como objetivo de sus clases y publicaciones dar a conocer «el valor del libro como manantial de sabiduría»41, siendo en México donde Agus-tín Millares desarrolló la Bibliografía como profesión. La labor técnico-catalográfica de los fondos de la Biblioteca Nacional, la docencia y la investigación en el Instituto Bibliográfico Mexica-no, en el Colegio de México y en la Escuela de Biblioteconomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), son sólo muestras de su amor por lo teórico y explicativo sobre el tema del libro42. Para quien ha hecho del libro objeto de profesión o de vene-ración, la obra de Millares Carlo Introducción a la historia del libro y de las bibliotecas43 es un manual de imprescindible uso, pues a su interés técnico y científico, une una enorme claridad expositiva que lo convierte en la más palpable materialización del viejo aforismo «enseñar deleitando». Esta obra, que desde su 39 AGUSTÍN MILLARES CARLO y MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ, Biobiblio-grafía de Escritores Canarios (siglos XVI, XVII y XVIII) [con la colaboración de Antonio Vizcaya Carpenter y Agustín Millares Sall], Las Palmas de G. C., Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas, Plan Cultural. I. A (1975), II. B-C (1977), III. D-H (1979), IV. Iriarte (1980), V. J-P (1987). El volumen VI, que comprende los apellidos Q-Z, ha sido editado en 1992 por el Cabildo Insular de Gran Canaria, gracias al denodado esfuerzo de Juan A. Martinez de la Fe, a cuyo cuidado ha estado encomendada la primorosa edición del mismo. 40 ASCENSIÓN HERNÁNDEZ DE LEÓN PORTILLA, «Agustín Millares Carlo, polígrafo de España y de América», en Cuadernos Americanos, México, UNAM, 47 (1994), p. 97. 41 J. A. JOSÉ MOREIRO GONZÁLEZ, Agustín Millares Carlo: el Hombre..., op. cit. 42 J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, «Agustín Millares Carlo: precursor...», op. cit., p. 26. 43 AGUSTÍN MILLARES CARLO, Introducción a la historia del libro y de las bibliotecas, México, Fondo de Cultura Económica, 1971 (primera edición). Núm. 49 (2003) 33 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 15 primera edición en 1971 ha conocido cinco reimpresiones pos-teriores, contiene la historia y evolución de las artes del libro, desde la imprenta a la ornamentación, pasando por los ex-libris y la encuadernación, temas que encuentran un magistral aco-modo, a pesar de que Millares, con su habitual sencillez, diga que sólo intenta ofrecer una especie de prontuario o resumen de una materia que, por su interés y trascendencia, «ha sido objeto de los desvelos de incontables especialistas e investiga-dores ». LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA Con estos antecedentes, es fácil aventurar que Sor Juana Inés de la Cruz, por su apasionante biografía —más intuida que demostrada—, y por su abundante bibliografía, no sólo por el número de ediciones de su propia obra, sino también las reali-zadas sobre ella, llamara la atención de Millares y le incitara a acometer la empresa —siempre laboriosa—, de poner al dia una bibliografía de Sor Juana, obra que de haberse publicado en su tiempo, hubiera sido sin duda un monumento bibliográfico, hi-pótesis avalada por los trabajos preparatorios que hizo don Agustín, y que se reflejan en los centenares de fichas, analiza-das y comentadas, que se conservan actualmente en el Semina-rio Millares Carlo, y que son pruebas fehacientes de un trabajo riguroso que realizó enmarcándolo, con un campo conceptual y teorético, y poniendo en juego su profundo conocimiento de la ciencia bibliográfica, y el apasionado amor que siempre pro-fesó al documento, tanto de naturaleza escrita, como de tipo impreso. En 1946, y como se hizo mención anteriormente, don Agustín revisó en la UNAM la transcripción paleográfica de la documentación relativa a Sor Juana, con un breve estudio de la señora Spell44. La primera fase de esta labor, la constituye el trabajo que en Septiembre de 1951 y con motivo de celebrarse el tercer centenario del nacimiento de la poetisa mexicana, pre- 44 J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, Agustín Millares Carlo: el Hombre..., op. cit., p. 175. 34 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 16 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ Núm. 49 (2003) 35 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 17 sentó a concurso en Estados Unidos, resultando premiado, aun-que el galardón no incluía la publicación de dicho trabajo45. La segunda fase, ampliando la anterior con la aportación de nue-vas fichas bibliográficas, comprende hasta 195846, año en el que teniendo ya formado un «corpus» en condiciones de salir a la luz, se lo ofreció a José Simón Díaz para su publicación por el Instituto Nebrija47. El trabajo —según don Agustín—, daría un volumen —del formato de los Clásicos de la Lectura—, de unas 400 a 500 páginas con profusión de grabados curiosos, inéditos en aquél momento48. Debido a que el Instituto Nebrija sólo se ocupaba de Filología clásica, se intentó gestionar la propuesta de publicación por el Instituto Cervantes, en cuanto don Agustín remitiese a Simón Díaz el original listo para la imprenta, «cosa que no llegó a hacer nunca»49. Millares Carlo reunió una am-plia colección de fotografías de las obras de Sor Juana para el libro en preparación sobre su bibliografía, tras una laboriosa 45 Hasta el momento, y a pesar de la intensa búsqueda de datos sobre la Institución que convocó el premio y la cuantía del mismo, no me ha sido posible aportar más información que la proporcionada por el propio don Agustín, en su correspondencia con José Simón Díaz, y en lo que pa-rece ser un preámbulo al trabajo que presentó al concurso. Queda abierta pues, la posibilidad de encontrar más datos en el futuro, sobre dicho tema. 46 En 1957 se le encargó a Millares Carlo la 2.ª edición corregida y puesta al dia de la Bibliografía de Sor Juana, obra de PEDRO HENRIQUEZ UREÑA. Cfr. MOREIRO, Agustín Millares Carlo: el Hombre..., op. cit., p. 176. 47 El 20 de marzo 1958, don Agustín escribe a José Simón Diaz: «Hace algunos años, una institución cultural de los Estados Unidos me premió un trabajo bibliográfico sobre Sor Juana Inés de la Cruz; el premio, desgracia-damente, no llevaba aparejada la publicación del trabajo. De entonces acá, encariñado con el tema, he seguido trabajando en él, y acumulando datos y material gráfico en gran cantidad. El trabajo parece hallarse en condicio-nes de salir a la luz. ¿Interesaría y en qué condiciones, al Instituto Nebrija su publicación?» (FÉLIX SAGREDO, «Cartas de D. Agustín Millares Carlo a D. José Simón Díaz», en Boletín Millares Carlo, Las Palmas, UNED, II,1, 1981, p. 125). 48 F. SAGREDO, op. cit., p. 126. 49 Carta de José Simón Díaz a Blanca López Nieto, de 11 febrero 1982. Agradezco la gentileza de su destinataria al proporcionarme fotocopia de dicha carta, y de otra de Lino Vaz Araujo, dirigida a la misma, de 14 agos-to 1981, que aportan datos muy valiosos referentes al trabajo de don Agustín sobre Sor Juana. 36 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 18 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ búsqueda cuyas vicisitudes, agravadas por la forzosa lejanía que supuso su exilio mexicano, registró minuciosamente en la nu-trida correspondencia que mantuvo con sus sobrinos José Ma-ría y Agustín Millares Sall, quienes trataron de hacerle más lle-vadero su trabajo proporcionándole los materiales que allí no disponía50. Queda en el aire la incógnita —difícil de resolver—, del por-qué don Agustín no llegó a culminar este trabajo. Tal vez no quiso elaborarlo en tanto no tuviera asegurada la impresión, ya que un trabajo de esta naturaleza no se acaba nunca, por las nuevas apariciones que hacen que una vez redactado, sea muy laborioso incorporar una posterior aportación. Don Agustín, con su dilatada experiencia y su rigurosa metodología, al fracasar en su intento con Simón Díaz y movido por la inseguridad de su publicación —aunque no es aventurado suponer que también por razones de tipo económico, dificultad añadida y eterna com-pañera de don Agustín—, no acabó de plasmar el libro. Esta obra, hasta ahora inédita, necesitaría una conveniente puesta al día, y siguiendo las directrices del maestro y la impronta cientí-fica que marcó en su trabajo, daría como resultado, no sólo una extraordinaria aportación a la ciencia de la Bibliografía y un enriquecimiento de los repertorios bibliográficos sobre Sor Juana Inés de la Cruz, sino también un merecido homenaje y reconocimiento a la figura de don Agustín51. 50 Agradecemos a José María Millares Sall su generosa donación al Seminario de Humanidades Agustín Millares Carlo, de una abultada carpe-ta negra que contiene varias cartas de don Agustín en las que expone las grandes dificultades que encuentra para sus trabajos de investigación, así como sus constantes apuros económicos, y una colección de fotografías y fotocopias de las obras de Sor Juana, correspondientes a los siglos XVII al XX. 51 En el año 2000 hubo un proyecto para poner al día dicho trabajo por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y coeditarlo con la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Sobre una copia del mismo, el Departamento de Literatura Novohispana de la UNAM inició la realización de un trabajo muy meritorio, pero hasta la fecha se ignora la situación en que se encuentra. Núm. 49 (2003) 37 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 19 38 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 20 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ «NE HAULT, NE BAS...MÈDIOCREMENT» Bajo este lema, y con el título de Ensayo de una Bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz, existe en el Seminario Millares Carlo una copia de lo que se deduce fue un segundo trabajo que don Agustín realizó para el concurso de 1951, y que finalmente fue el que presentó. La convocatoria exigía que el trabajo no sobrepasara en extensión la cantidad de 50 cuartillas, y compi-lar en ese espacio, un tema de tan amplio contenido como una Bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz, constituía una enor-me dificultad debido al gran número de ediciones y la variedad de su producción. Según el propio Millares, la necesidad de in-dividualizar cada una de aquellas mediante comparación con las demás, y la conveniencia de que las descripciones fuesen acom-pañadas de los comentarios y referencias exigibles en trabajos de esta índole, exigían a todas luces un número de páginas muy superior al indicado52. Después de una lectura atenta de las lí-neas preliminares del «Ensayo de una bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz», subtitulado «Ne hault, ne bas... mèdiocrement», parece ser que don Agustín presentó al concurso dos trabajos, el I y el II. El trabajo I era una monografía extensa53, ilustrada con reproducciones de las portadas más interesantes y con ella —dice Millares—, «hemos pretendido acercarnos en lo posible a lo que cree-mos debe ser una bibliografía de Sor Juana. Ruégase en- 52 AGUSTÍN MILLARES CARLO, «Ensayo de una bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz» (mecanografiado), Seminario Millares Carlo, UNED, Las Palmas. 53 En el Seminario Millares Carlo se conserva una carpeta con 25 re-producciones (fotocopias y fotografías) de portadas de ediciones de Sor Juana, y 362 fichas bibliográficas comentadas, que suponemos que gran parte de ellas pertenecían a esta monografía extensa, siendo el resto aporta-ciones posteriores, pues sus anotaciones de fechas comprenden hasta 1957. Refiriéndose a dicha monografía, dice don Agustín que «en dos cuadernos manuscritos, incluidos en el sobre número I se ha intentado una bibliogra-fía acerca de Sor Juana que, con todos sus defectos y omisiones podría quizá prestar algún servicio a quienes se preocupen por estudiar la perso-nalidad ilustre de la Monja de México». Cfr. MILLARES CARLO, «Ensayo...», op. cit. Núm. 49 (2003) 39 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 21 carecidamente se la tenga en cuenta, a título de amplia-ción, en el fallo que ha de recaer»54. De esta monografía, Millares extractó lo que parecía funda-mental, aunque ello equivaliera a suprimir comentarios, noticias eruditas y detalles de importancia. Y este segundo trabajo —dice don Agustín—, es el que en doble copia y en el sobre señalado con el número II, «se presenta a la docta consideración del ju-rado »55. El estudio bibliográfico —señalado con el número II—, se divide en dos partes: la primera —que creo es la que aparece con el título de «Ensayo de una bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz—, es «una descripción razonada y crítica de las obras salidas de la Décima Musa», y la segunda, que se ofrecía como complemento de la primera y no como objeto del concurso, enumera los trabajos conocidos que acerca de la vida y la obra de Sor Juana, se habían publicado en libros, revistas, periódicos y folletos56. Esta segunda parte aparece con el título de «Mate-riales para una bibliografía acerca de Sor Juana Inés de la Cruz (México, Septiembre de 1951)»57, y parece existir una cierta con-tradicción entre mi tesis y la del Profesor Moreiro González, quien sostiene que don Agustín presentó al concurso los «Mate-riales... », siendo el «Ensayo...» un trabajo posterior58. Mi opinión es contraria a la de Moreiro, creyendo que los dos títulos se corresponden con las dos partes de un mismo trabajo que fue el presentado a la convocatoria del concurso. De todas formas, 54 A. MILLARES CARLO, «Ensayo...», op. cit. 55 Ibíd. 56 Don Agustín llama la atención acerca de la circunstancia de que cada ficha bibliográfica se presenta acompañada de un comentario, extracto lite-ral por lo común de lo más interesante del escrito registrado, «lo cual podrá constituir una masa no despreciable de documentación, en torno a diveros aspectos de la insigne escritora, que el investigador podrá aprovechar en su dia con comodidad» (A. MILLARES CARLO, «Ensayo...», op. cit.). 57 Esta, que suponemos la segunda parte, está compuesta por 132 fi-chas descriptivas y bibliográficas, en dos libretas manuscritas y titulada «Materiales para una bibliografía acerca de Sor Juana Inés de la Cruz». Estas libretas se conservan en el Seminario Millares Carlo. 58 Cfr. J. A. MOREIRO GONZÁLEZ, Agustín Millares Carlo: el Hombre..., op. cit. p. 176. 40 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 22 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ y a la espera de nuevos datos —cuya búsqueda hasta ahora ha sido infructuosa—, que confirmen alguna de las tesis, sigue abierta una línea de investigación, que tal vez contribuya a un mayor conocimiento de la dedicación millariana a la obra de Sor Juana Inés de la Cruz. Asimismo, y en las citadas líneas preliminares, don Agustín habla de las limitaciones de su trabajo, como el no acompañar más portadas, ya que las pedidas a bibliotecas situadas fuera de México, no le habían llegado aun. Tampoco estuvieron a su al-cance todas las fuentes, como el catálogo de Autos Sacramen-tales de Alenda y Mira, «en el que de seguro podrá rastrearse alguna noticia sobre los salidos de la pluma de nuestra escrito-ra »59. Por otra parte, las piezas teatrales impresas en el siglo XVII localizadas en la Biblioteca Nacional de Madrid, exigían mayo-res detalles en su descripción, y «ello será fácil así que reciba-mos las fotografías y noticias que tenemos solicitados». CONCLUSIONES Relacionar someramente los documentos impresos que acer-ca de Sor Juana coleccionó don Agustín, y los elaborados por él, mecanografiados o manuscritos, constituye un emotivo ejer-cicio de admiración, pues no es posible manipularlos sin perci-bir el respetuoso temor que siente el espectador al contemplar con unción una obra de arte. Porque obra de arte, única e irre-petible, son las páginas de papel envejecido por el tiempo, que corregidas una y otra vez, pregonan el rigor y el cariño con los que Millares Carlo realizó su trabajo, tantas veces frustrado. Obra de arte, y no otra cosa es la bibliografía «de» Sor Juana y «sobre» Sor Juana, de la que el propio don Agustín decía que «si se la compara con las existentes, se observará en ésta mayor suma de datos», puesto que le incorporó los resultados de todas las investigaciones realizadas hasta el momento, y procurando que las descripciones estuvieran presididas por un criterio rigu-rosamente bibliográfico»60. 59 A. MILLARES CARLO, «Ensayo...», op. cit. 60 Ibíd. Núm. 49 (2003) 41 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 23 Este criterio lo sistematizaría posteriormente en dos manua-les, señeros en el campo de la metodología bibliográfica: Pron-tuario de Bibliografía General61 y Técnica de la investigación bi-bliográfica62, que a pesar de su brevedad, la riqueza de su contenido los hacen imprescindibles para elaborar un trabajo bibliográfico. Y de ellos se trasluce una constante en la vida de don Agustín, la sencillez que imprimía a toda su obra y el sen-tido pragmático de la misma, sin adornos que la realcen y sin ropajes que desvíen la atención de los aspectos principales. En estos dos manuales, sin prólogo, con sólo una «Advertencia pre-liminar »63 que ocupa apenas 20 líneas en cada una de ellas, el autor nos introduce, sin concesiones a lo que no sea rigurosa metodología, en un sugestivo mundo científico, pero teniendo siempre presente el aforismo de «enseñar deleitando». Y ello es posible porque ante todo, sus manuales —como dice don Agus-tín en la «Advertencia» al segundo de los citados—, son «fruto antes que nada de una experiencia personal de muchos años»64. Y experiencia también, que pone de relieve en el trabajo biblio-gráfico inédito sobre Sor Juana Inés de la Cruz —el «Ensayo...» y los «Materiales...»—, y que son producto de una estrecha sim-biosis de rigor y amenidad, característica de toda la obra de don Agustín. 61 AGUSTÍN MILLARES CARLO, Prontuario de Bibliografía General, Mara-caibo, Universidad del Zulia, 1966, 133 pp. 62 AGUSTÍN MILLARES CARLO, Técnica de la Investigación Bibliográfica, Caracas, Universidad Católica «Andrés Bello», 1973, 95 pp. 63 En la «Advertencia» al Prontuario, dice don Agustín que «no preten-de ni con mucho presentar un cuadro completo de una materia de suyo muy vasta, sino tan sólo ofrecer al lector un panorama de la evolución de la bibliografía general, y dejar constancia dentro de las diversas categorías que en ésta es dable reconocer sobre todo en su estado actual, de las obras que pueden considerarse como fundamentales» (p. 7). 64 A. MILLARES CARLO, Técnicas..., op. cit., p. 5. Nota y plica autógrafas de Agustín Millares Carlo. Núm. 49 (2003) 43 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ ENSAYO DE UNA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ Ne hault, ne bas...mèdiocrement AGUSTÍN MILLARES CARLO «El presente estudio bibliográfico acerca de Sor Juana Inés de la Cruz se divide en dos partes: contiene la primera una des-cripción razonada y crítica de las obras salidas de la docta plu-ma de la Décima Musa; enumera la segunda los trabajos cono-cidos que acerca de la vida, y producción de Sor Juana han visto la luz en libros, folletos, revistas y periódicos». «Esta segunda parte sólo se ofrece aquí como complemento de la primera y no como objeto del concurso. Llamamos la aten-ción acerca de la circunstancia de que cada ficha bibliográfica se presenta acompañada de un comentario, extracto literal por lo común de lo más interesante del escrito registrado, lo cual podrá constituir una masa no despreciable de documentación en torno a diversos aspectos de la insigne escritora, que el investi-gador podrá aprovechar en su día con comodidad». «En cuanto a la Bibliografía de Sor Juana se ha adoptado en lo posible el orden cronológico. Si se la compara con las existentes, se observará en ésta mayor suma de datos, ya que se le han incorporado los resultados de todas las investigaciones más recientes de que hemos alcanzado noticia, procurando que presida a las descripciones un criterio rigurosamente bibliográ-fico ». 44 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ OBRAS BIBLIOGRÁFICAS GENERALES ABREU GÓMEZ, EMILIO: Sor Juana Inés de la Cruz. Bibliografía y biblio-teca. México, Imp. de la Secretaría de Relaciones Exteriores, 1934. 2, XVIII, 456 4 pp., ils., facs. (Monografías Bibliográficas Mexicanas, núm.20). BARRERA Y LEIRADO, CAYETANO ALBERTO DE LA: Catálogo bibliográfico y bio-gráfico del antiguo teatro español. Madrid, 1860, pp. 59, 107-112 y 181. BERISTÁIN DE SOUZA, JOSÉ MARIANO: Biblioteca hispanoamericana septen-trional. México, 1816-1821. 3 vols. (Reediciones: Amecameca, 1883; México, 1948). HENRÍQUEZ UREÑA, PEDRO: «Bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz», en Revue Hispanique (París), t. XL (1917), pp. 161-214. Reproduc-ción anotada por E. Abreu Gómez, en El Libro y el Pueblo (Méxi-co), t. XII, núm. 2 (febrero de 1934), pp. 72-78; núm. 3 (marzo de 1934), pp. 137-143; núm. 4 (abril de 1934), pp. 175-179; núm. 5 (mayo de 1934), pp. 229-235; núm. 7 (junio de 1934), pp. 290- 298; núm. 7 (julio de 1934), pp. 336-344; núm. 8 (agosto de 1934), pp. 386-393), y núm. 9 (septiembre de 1934), pás. 436-441. IGUÍNIZ, JUAN B.: Bibliografía biografía mexicana. Tomo I. Repertorios biográficos. México, Impr. de la Secretaría de Relaciones Exte-riores, 1930. XI, 346 pp. (Monografías Bibliográficas Mexicanas, núm. 18). MEDINA, JOSÉ TORIBIO: Biblioteca hispano-americana (1423-1818). San-tiago de Chile, Impreso en casa del autor, 1898-1907. 7 vols. — La imprenta en México (1539-1821). Santiago de Chile, Impreso en casa del autor, 1907-1912. 8 vols. — La imprenta en Puebla de los Angeles (1640-1821). MONTERDE, FRANCISCO: Bibliografía del teatro en México. México, Imp. de la Secretaría de Relaciones Exteriores, 1933. 650 pp. (Mono-grafías Bibliográficas Mexicanas, núm. 28). SCHONS, DOROTHY: Bibliografía de Sor Juana Inés de la Cruz. México, Imprenta de la Secretaría de Relaciones Exteriores, 1927. 67 pp. (Monografías Bibliográficas Mexicanas, núm. 7). SERRANO Y SANZ, MANUEL: Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas. Madrid, 1893. 2 vols. Núm. 49 (2003) 45 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 27 46 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ INDICE DE LAS OBRAS DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ Los escritos que actualmente se conservan de la «Décima Musa» comprenden: A) En prosa: I. Carta atenagórica o crítica del Sermón del Mandato del jesuíta portugués Antonio Vieira. Escrita probablemente en el mismo año 1690 en que se impri-mió en Puebla por vez primera, de orden del obispo de dicha ciu-dad don Manuel Fernández Santa Cruz (núm. 27). Otras edicio-nes: 1692 (núm. 37); 1731 (núm. 62, pp. 65-124).-1930 (núm. 112); 1934 (núm. 116). En las Obras: 1692, II, 1 (núm. 38): 1693, II, 2 y (núm. 43); 1715, II, 1 (núm. 56). II. Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (el obispo de Puebla don Manuel Fernández Santa Cruz). Firmada en el Convento de San Jerónimo de México el 1 de mar-zo 1691. Ediciones: 1873 (núm. 83); 1928 (núm. 110); 1928 (núm. 111); 1934 (núm. 116); 1938 (núm. 118); 1939 (núm. 119); 1941 (núm. 123); 1943 (núm. 129); 1943 (núm. 130); 1944 (núm. 131); 1946 (núm. 134). En las Obras: 1700, III, 8 (núm. 47); 1714, III, Madrid, 114 (núm. 54). III. Ejercicios para los nueve días antes del de la Purísima En-carnación del Hijo de Dios, Jesucristo Señor nuestro. Anteriores a 1691, pues al final de la Respuesta a Sor Filotea, que es de ese año, escribe: «Y así, en lo poco que se ha impreso mío, no sólo mi nombre, pero ni el consentimiento de la impresión, ha sido dictamen propio, sino la libertad ajena, que no cae bajo mi dominio: como lo fué la impresión de la Carta atenagórica: de suerte que solamente unos Exercicios de la Encarnación y unos ofrecimientos de los Dolores se imprimieron con gusto mío, por la pública devo-ción, pero sin mi nombre: de los cuales remito algunas copias». Ediciones: Debió de existir una anterior a 1.º de marzo de 1691 (núm. 34). En las Obras: 1700, III, 61 (núm. 47); 1714, III, 167 (núm. 54). Núm. 49 (2003) 47 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 29 48 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 30 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ IV. Ofrecimientos para el Santo Rosario de quince misterios, que se ha de rezar el día de los Dolores de Nuestra Señora la Virgen María. Ediciones: Debió de existir una anterior a 1691, según se des-prende de las palabras de la autora transcritas a propósito del número anterior (núm. 35); sin fecha (núm. 45); sin fecha (núm. 46); 1709, cuarta impresión (núm. 63); 1735 (núm. 63); 1736 (núm. 64); 1755 (núm 71); 1767 (núm. 74); 1804 (núm. 75); 1912 (núm. 100). En las Obras: 1700, III, 109 (núm. 47); 1714, III, 215 (núm. 54). V. Docta explicación del misterio y voto que hizo de defender la Purísima Concepción de Nuestra Señora. Sin fecha. Corresponde probablemente a 1694. Ediciones: Sólo en las Obras: 1700, III, 127 (núm. 47); 1701, III, 127 (núm. 48); 1714, III, 233 (núm. 54). VI. Protesta que rubricada con su sangre hizo de su fe y amor a Dios, al tiempo de abandonar los estudios humanos, para proseguir, desembarazada de este afecto, en el camino de la perfección. Firmada el 5 de marzo de 1694. Ediciones: Sin fecha, desconocida, anterior a 1763 (núm. 72); 1763 (núm. 73). En las Obras: 1700, III, 124 (núm. 47); 1714, III, 230 (núm. 54). VII. Petición que en forma casuídica presentó al Tribunal Divino para impetrar perdón de sus culpas. Sin fecha. Corresponde casi seguramente a 1694. Ediciones: Sólo en las Obras: 1700, III, 128 (núm. 47); 1701, III, 128 (núm. 48); 1714, III, 235 (núm. 54). B) En prosa y verso VIII. Neptuno alegórico y Explicación del arco triunfal a la entra-da del Virrey Paredes. Ediciones: Sin año. 1680 ó 1681 (núm. 8). En las Obras: 1689, I, 267 (núm. 16); 1709, I, 5.ª, 227; (núm. 51) 1709, I, 6.ª, 268 (núm. 52); 1714, I, 273 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 245 (núm. 57). C) Teatro IX. Comedias: a) Amor es más laberinto. 1688. El acto segundo es de Juan de Guevara. Núm. 49 (2003) 49 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 31 50 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 32 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ Ediciones: sin año, siglo XVIII (núm. 69); sin año, siglo XVIII (núm. 70); [1901], núm. 98. En las Obras: 1692, II, 389 (núm. 38); 1693, II, 313 (núm. 43); 1715, II, 313 (núm. 56). b) Los empeños de una casa. En tres jornadas. ¿1684? Ediciones: 1730 (núm. 61); sin año, siglo XVIII (núm 65); sin año, siglo XVIII (núm. 66); sin año, siglo XVIII (núm. 67); sin año, siglo XVIII (núm. 68); 1859 (núm. 82); 1873 (núm. 83); [1901] (núm. 98); 1940 (núm. 122); 1942 (núm. 128); 1946 (núm. 136). En las Obras: 1692, II, 461 (núm. 38); 1693, II, 385 (núm. 43); 1715, II, 385 (núm. 56). X. Loas para las «Comedias». a) Para Amor es más laberinto. 1688. Comienza: A la entrada dichosa. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 378 (núm. 38); 1693, II, 302 (núm. 43); 1715, II, 302 (núm. 56). b) Para Los empeños de una casa. ¿1684? Comienza: Para celebrar cual es. Ediciones: en las Obras: 1692, II, 450 (núm. 38); 1693, II, 374 (núm. 43); 1715, II, 374 (núm. 56). XI. Autos sacramentales. a) El cetro de José (el de Egipto, no «San José»). Ediciones: En las Obras: 1692, II, 166 (núm. 38); 1693, II, 139 (núm. 43); 1715, II, 139 (núm. 56). De esta obra se conserva en la Biblioteca de la Universidad de Austin (Texas) una copia manuscrita del siglo XVIII, que fue propie-dad del historiador mexicano don Genaro García: El Septro// de Joseph // Autto historial // Alegorico. Cfr. Schons, Bibliografía, p. 31. Sus páginas primera y segunda fueron reproducidas en facsímil por Abreu Gómez, Bibliografía, láms. [22 y 23]. b) El mártir del Sacramento San Hermenegildo. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 121 (núm. 38); 1693, II, 94 (núm. 43); 1715, 94 (núm. 56). Existe un manuscrito (4º 32 hojs., letra de fines del siglo XVII) en la Sección de Manuscritos de la Biblioteca Nacional de Madrid. Cfr. Catálogo de las piezas de teatro que se conservan en el Depar-tamento de manuscritos de la Biblioteca Nacional. Madrid, 1899, núm. 160, y Schons, Bibliografía, p. 31. Núm. 49 (2003) 51 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 33 52 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 34 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ c) El divino Narciso. Ediciones: 1690 (núm. 25 y 26); sin año, siglo XVIII (núm. 50); 1924 (núm. 105). En las Obras: 1691, I, 3.ª, 357 (núm. 29); 1692, II, 207 (núm.38); 1709, I, 5.ª, 317 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 367 (núm. 52); 1725, I, 8.ª, 337 (núm. 57). XII. Loas para los «Autos». a) Para El cetro de José. Comienza: Al nuevo Sol de la fe. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 158 (núm. 38); 1693, II, 131 (núm. 43); 1715, II, 131 (núm. 56). b) Para El mártir del Sacramento San Hermenegildo. Comienza: que niega la mayor diga. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 113 (núm. 38); 1693, II, 86 (núm. 43); 1715, II, 86 (núm. 56). c) Para El divino Narciso. Comienza: Nobles mexicanos. Ediciones: En las Obras: 1691, I, 3.ª, 358 (núm. 29); 1692, II, 198 (núm. 38); 1709, I, 5.ª, 309 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 358 (núm. 52); 1725, I, 8.ª, 329 (núm. 57). XIII. Sainetes (Representados con Los empeños de una casa). a) Primero de Palacio. ¿1684? Ediciones: 1945 (núm. 133). En las Obras: 1693, II, 403 (núm. 43); 1715, II, 403 (núm. 56). b) Segundo de Palacio. ¿1684? Ediciones: 1945 (núm. 133). En las Obras: 1693, II, 424 (núm. 43); 1715, II, 424 (núm. 56). XIV. Sarao de cuatro naciones que son españoles, negros, italia-nos y mexicanos. (Representado con Los empeños de una casa). ¿1684? Ediciones: En las Obras: 1693, II, 449 (núm. 43); 1715, II, 450 (núm. 56). Núm. 49 (2003) 53 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 35 XV. Loas independientes, en número de trece, incluyendo el Encomiástico poema a la Condesa de Galve (l). a) Al feliz natalicio. 1665-1667 Ediciones: En las Obras: 1692, II, 361 (núm. 38); 1963, II, 285 (núm. 43); 1715, II, 285 (núm. 56). b) A los años alegres y festivos. 1665. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 87 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 97 (núm. 28); 1709, I, 6.ª, 93 (núm. 52); 1714, I, 94 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 83 (núm. 57). c) Al luminoso natal. 1680-1686. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 143 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 150 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 121 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 146 (núm. 52); 1714, I, 147 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 131 (núm. 57). d) Aunque la vida son. 1665. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 150 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 104 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 89 (núm. 51); 1709, I, 8.ª, 100 (núm. 52); 1714, I, 101 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 90 (núm. 57). e) Escuche mi voz el orbe. 1665. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 351 (núm. 38); 1693, II, 275 (núm. 43); 1715, II, 275 (núm. 56). f) Hoy el clarín de mi voz. 1665. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 86 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 90 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 76 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 86 (núm. 52); 1714, I, 87 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 77 (núm. 57). g) Hoy es el feliz natalicio de Adonis. 1680-1686. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 50 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 54 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 45 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 50 (núm. 52); 1714, I, 51 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 45 (núm. 57). h) Hoy es la reina de las luces. 1680-1686. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 25 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 25 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 21 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 23 (núm. 52; 1714, I, 24 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 21 (núm. 57). 54 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 36 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ Núm. 49 (2003) 55 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 37 i) Para celebrar los años. 1665. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 65 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 69 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 58 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 65 (núm. 52); 1714, I, 66 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 58 (núm. 57). j) Pues como reina absoluta. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 157 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 166 (núm. 28); 1709, I, 5.ª, 135 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 162 (núm. 52); 1714, I, 163 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 146 (núm. 57). k) Sagrado asunto en mi voz. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 105 (núm. 38); 1693, II, 78 (núm. 43); 1715, II, 78 (núm. 56). l) Si en proporciones de parte. 1688. Ediciones: En las Obras: 1692, II, 368 (núm. 38); 1693, II, 292 (núm. 43); 1715, II, 292 (núm. 56). m) Si la tórrida hasta aquí. 1680-1686. Ediciones: En las Obras: 1689, I, 122 (núm. 16); 1690, I, 2.ª, 129 (núm. 28); 1709, 5.ª, 104 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 125 (núm. 52); 1714, I, 126 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 112 (núm. 57). XVI. Villancicos. «Las Catedrales de Mexico, Puebla y Oaxaca, de 1677 a 1691, le encargan Villancicos a su ‘erudición sin segunda y siempre acertado entendimiento’» (Poetas novohispanos, núm. 134, p. XX). «Esta parte del Oficio Divino [«Maitines» litúrgicos], cuya pompa solemnizada en nuestras Catedrales la víspera de los máxi-mos días, consta de tres «Nocturnos», cada uno de tres Salmos y tres Lecciones, con sendos «Responsorios» que eran sus cúspides polifónicas. Y así, los Villancicos de cada fiesta son 8 ó 9, de a tres por cada Nocturno»: variaciones poéticas y musicales de su tema sagrado, y «entreactos» para el pueblo» (ibíd., p. XXXVII). El mis-mo erudito autor escribe (Obras completas, núm. 140, p.): «De los Villancicos anónimos que, o por constancia documental o por fun-dados indicios, pueden restituirse a Sor Juana, ya adelantamos algo en nuestros Poetas Novohispanos, III, 1945, pp. XXXIX-XLI, y 106- 122; pero desde hoy podemos remitirnos al volumen II de estas Obras, que se enriquecerá con muchas «novedades» a tal res-pecto ». Sobre el villancico en general, véase: Sister Mary Pauli-na St. Amour, A. M., A study of the Villancicos up to Lope de Vega: its evolution from profane to sacred themes, and specifically to 56 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 38 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ Núm. 49 (2003) 57 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 39 the christmas carol. Washington, D.C., 1940. Los dividimos en tres grupos: 1. SUELTOS Y EN LAS OBRAS. a) 1677. San Pedro. México. Serafines alados, celestes jilgueros. Ediciones: 1677 (núm. 5). En las Obras: 1689, I, 213 (núm. 16); 1691, I, 3.ª Dedicatoria, en prosa, suprimida (núm. 29); 1714, I, 219 (núm. 55); 1709, I, 5.ª, 217 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 181 (núm. 52); 1725, I, 8.ª, 196 (núm. 57). b) 1677. San Pedro Nolasco. México. En la mansión inmortal. Ediciones: 1677 (núm. 6). En las Obras: 1689, 249 (núm. 16); 1691, I, 3.ª (núm. 29). Dedicatoria, en verso, suprimida; 1709, I, 5.ª, 211 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 250 (núm. 52); 1714, I, 255 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 228 (núm. 57). c) 1679. Asunción. México. De tu ligera planta. Ediciones: 1679 (núm. 7). En las Obras: 1689, I, 240 (núm. 16); 1691, I, 3.ª. Dedicatoria, en verso, suprimida (núm. 29); 1709, I, 5.ª, 203 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 241 (núm. 52); 1714, I, 246 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 220 (núm. 57). d) 1683. San Pedro. México. Examinar de prelado. Ediciones: 1683 (núm. 11). En las Obras: 1689, I, 225 (núm. 16); 1709, I, 190 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 227 (núm. 52); 1714, I, 197 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 206 (núm. 57). e) 1685. Asunción. México. Al tránsito de María. Ediciones: 1685 (núm. 14). En las Obras: I, 1689, 259 (núm. 16); 1709, I, 5.ª, 196 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 233 (núm. 52); 1714, I, 237 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 212 (núm. 57). 58 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 40 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ f) 1687. Asunción. México. Vengan a ver una apuesta. Ediciones: 1687 (núm. 15). En las Obras: I, 1689, 259 (núm. 16); 1709, I, 5.ª, 220 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 260 (núm. 52); 1714, I, 265 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 238 (núm. 57). g) 1689. Maitines de la Concepción. Puebla. Oigan un misterio que. Ediciones: 1689 (núms. 17 y 18). En las Obras: 1691, I, 327 (núm. 29); 1692, II, 37. Como Letras Sagradas (núm. 38); 1709, I, 5.ª, 281 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 327 (núm. 52); 1725, I, 8.ª, 299 (núm. 57). h) Navidad. Puebla. Por celebrar del infante. Ediciones: 1689 (núm. 19). En las Obras: 1691, I, 3.ª, 334 (núm. 29); 1692, II, 48. Como Letras sagradas (núm. 38); 1709, I, 5.ª, 288 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 334 (núm. 52); 1725, I, 8.ª, 305 (núm. 57). i) Asunción. México. Sin subir María al cielo. Ediciones: 1690 (núm. 21). En las Obras: 1690, I, 235 (núm. 28); 1692, II, 533. Como Letras sagradas (núm. 38); 1715, II, 457. Como Letras sagradas (núm. 56). j) 1690. San José. Puebla. Ay, ay, ay, cómo se alegra. Ediciones: 1690 (núm. 24). En las Obras: 1690, I, 344 (núm. 28); 1622, II, 62. Como Letras sagradas (núm. 38);, 1709, I, 5.ª, 297 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 344 (núm. 52); 1725, I, 8.ª, 316 (núm. 57). k) 1691. Santa Catalina. Oaxaca. Aguas del Nilo. Ediciones: 1691 (núm. 33). En las Obras: 1693, II, 65 (núm. 43); 1715, II, 65 (núm. 56). Núm. 49 (2003) 59 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 41 2. SOLAMENTE EN LAS OBRAS. l) Encarnación. Hoy en el divino amor. [Ediciones]: 1689, I, 205 (núm. 16); 1709, I, 5.ª, 174 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 209 (núm. 52); 1714, I, 211 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 189 (núm. 57). m) Encarnación. Oigan una palabra, señores, oigan. [Ediciones]: 1689, I,206 (núm. 16); 1709, I, 5.ª, 174 (núm. 51); 1709, I, 6.ª, 210 (núm. 52); 1714, I, 212 (núm. 55); 1725, I, 8.ª, 190 (57). n) A la Virgen María. O Domina CaPli. [Ediciones]: 1689, I, 207 (núm. 16); 1709, I, 5.ª, 211 (núm. 51); 1714, I, 113 (núm. 55). 3. ATRIBUIBLES. ñ) 1676. Asunción. México. Vengan a ver una apuesta. Ediciones: 1676 (núm. 3). o) Concepción. México. A la fiesta del cielo las voces claras. Ediciones: 1676 (núm. 4). p) 1689. Corpus. Puebla. Ediciones: 1689 (núm. 20). q) 1690. San Pedro. Puebla. Ediciones: 1690 (núm. 22). r) 1691. Asunción. Puebla. Ediciones: 1691 (núm. 30). s) 1691. Navidad. México. Ediciones: 1691 (núm. 31). 60 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 42 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ t) 1691. San Pedro. México. A las glorias de Pedro divino. Ediciones: 1691 (núm. 32). u) 1693. San Antonio. Puebla. Ediciones: 1693 (núm. 41). v) 1693. Navidad. Puebla. Ediciones: 1693 (núm. 42). XVII. Letras sagradas. En forma dramática y en número de nueve. a) ¿Cómo será esto mi Dios? En las Obras: 1692, II, 46 (núm. 38). b) Entre la antigua cizaña. En las Obras: 1692, II, 44 (núm. 38). c), d), e) Pues hoy se celebra la presentación. Ay, ay, ay niña bella. Con los pies sube al templo. En las Obras: 1692, II, 542, 543 (núm. 38); 1715, II, 467 (núm. 56). f) Si es María el mejor templo. En las Obras: 1692, II, 81 (núm. 38); 1715, II, 41 (núm. 56). g) Un día que amaneció. En las Obras: 1692, II, 46 (núm. 38). h) Un herbolario extranjero. En las Obras: 1692, II, 45 (núm. 38). i) Zagalejos de la aldea. En las Obras: 1692, II, 77 (núm. 38); 1715, II, 37 (núm. 56). XVIII. Letras profanas para cantar. Son en número de cuatro. a) Afuera, afuera ansias mías. En las Obras: 1692, II, 257 (núm. 38); 1715, II, 333 (núm. 56). Núm. 49 (2003) 61 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 43 b) A la deidad más hermosa. En las Obras: 1715, II, 239 (núm. 56). c) Bellísima María. 1680-1686. En las Obras: 1692, II, 402 (núm. 38); 1715, II, 402 (núm. 56). d) Divina Lysi permite. 1680-1686. En las Obras: 1715, II, 387 (núm. 56). e) Hirió blandamente el aire. En las Obras: 1692, II, 333 (núm. 38); 1715, II, 256 (núm. 56). f) Seguro me juzga Gila. En las Obras: 1692, II, 334 (núm. 38); 1715, II, 258 (núm. 56). g) Tierno pimpollo hermoso. En las Obras: 1692, II, 423 (núm. 38); 1715, II, 423 (núm. 56). XIX. Primero sueño. Silva extensa, imitación de las Soledades de Góngora. Piramidal funesta de la tierra. Ediciones: 1928 (núm.109); 1941 (núm. 127); 1951 (núm. 139). En las Obras: 1692, II, 247 (núm. 38); 1715, 171 (núm. 56). XX. Poesías líricas. Distribúyense así: Sesenta y tres Sonetos (1931, núm. 114; 1941, núm. 125; 1950, núm. 138); cincuenta y nueve romances (cincuenta y cinco en octosílabos), una silva ti-tulada «ovi llejos», nueve glosas, diecisiete composiciones en redondillas (dos no lo son estrictamente), una en quintillas y redondillas, treinta y cuatro en décimas, diez en endechas (1940, núm. 121; 1941, núm. 125), tres en liras (1931, núm. 113; 1933, núm. 115; 1934, núm. 117), y un Laberinto endecasílabo, unos Anagramas a la Concepción y unos romances, bailes y tonos provin-ciales a los virreyes. La producción anterior, con excepción de los Villancicos atri-buibles, se halla incluida en los tres tomos de las Obras de Sor Juana, publicadas varias veces de 1689 a 1700. La parte poética figura o figurará en las ediciones modernas (1940, núm. 120; 1941, núm. 126; 1948, núm. 137; 1951, núm. 140). He aquí el cuadro de las ediciones del siglo XVIII: 62 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 44 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ Núm. 49 (2003) 63 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 45 Tomo I: a) 1.ª edición (Inundación Castálida): Madrid, 1689. b) 2.ª edición (Poemas, etc.): Madrid, 1690. c) 3.ª edición ( ): Barcelona, 1691. d) 4.ª edición ( ): Zaragoza, 1692. e) 5.ª edición ( ): Valencia, 1709. f) 6.ª edición ( ): Valencia, 1709. g) 7.ª edición ( ): Madrid, 1714. h) 8.ª edición ( ): Madrid, 1725. i) 9.ª edición ( ): Madrid, 1725. Tomo II: j) 1.ª edición (Segundo volumen de las otras...): Sevilla, 1692. k) 2.ª edición ( tomo ): Barcelona, 1693. l) 3.ª edición ( tomo ): Barcelona, 1693. m) 4.ª edición (Obras poéticas...): Madrid, 1715, como tomo 2.º de g). n) 5.ª edición (Poemas de la única...): Madrid, 1725, haciendo juego con h) y r). Tomo III: ñ) 1.ª edición (Fama y obras póstumas): Madrid, 1700. o) 2.ª edición ( ): Barcelona, 1701. p) 3.ª edición ( ): Lisboa, 1701. q) 4.ª edición ( ): Madrid, 1714. r) 5.ª edición ( ): Madrid, 1725, formando juego con h) y n). Modernamente se ha encontrado uno que otro escrito breve (núms. 10, 12, 36, 108). XXI. Obras perdidas. Bajo la rúbrica «Lo inédito y acaso perdido», escribe Méndez Plancarte, Obras completas (núm. 140, pp. XLIV-XLV): «Respecto a las inéditas y al menos hoy por hoy plenamente ignotas, sabemos, 64 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 46 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ ante todo, de dos piezas a que alude el P. Calleja: una muy de la infancia y otra de plenitud». 1. «No llegaba a ocho años cuando, porque le ofrecieron por premio un libro..., compuso para una fiesta del Smo. Sacramento una Loa, con todas las calidades que requiere un cabal poema: tes-tigo es el M. R. P. M.º Fr. Francisco Muñiz, Dominicano, Vicario entonces de Mecameca»... 2. Y en cuanto a El Caracol, o sea el «Tratado de Música» a que se refiere su romance «Después de estimar mi amor»... —dis-culpándose de no enviarlo a la Marquesa de la Laguna por «estar aún tan informe»—, de él nota su citado protobiógrafo: «Obra, de los que esto entienden, tan alabada, que bastaba ella sola, dicen, para hacerla famosa en el Mundo»...(34) Mucho más, por su parte, son los «otros Manuscritos de la Poe-tisa » que —en el «Prólogo a quien leyere» de su «Fama y Obras Póstumas» (Madrid, 1700)— recordó el Ilmo. Dr. Castorena, que bien «quedáronsele en la América», o bien ya no lograron recabarse en la propia España, o hubieron de omitirse por uno u otro motivo: 3. «El equilibrio moral, Direcciones Prácticas morales en la se-gura probabilidad de las acciones humanas», del que «los borrado-res me dijo tener D. Carlos de Sigüenza y Góngora»...; 4. «Las Súmulas», o sea una Lógica Menor, «que de su letra tenía el R.P.M.º Joseph de Porras, de la Compañía de Jesús, en el Colegio Máximo de S. Pedro y S. Pablo de Méjico»... 5. «Otros Discursos a las Finezas de Cristo Señor Nuestro, que, sobre los que escribió [o sea, además del la Crisis del P. Vieyra], ofrece la Poetisa en su Respuesta a Sor Filotea»...; 6. «Otro papel sobre el siervo de Dios, Carlos de Santa María» —un santo hijo de espiritual de P. Núñez—, de quien «era su cama un ataúd» y que amaneció difunto «con la pluma en la mano, es-cribiendo unos versos a la Muerte, con tal serenidad... que parecía viva estatua de su contemplación», tal como lo admiró «todo el concurso de la piedad mejicana», encabezado por el Arzobispo-Vi-rrey D. Fr. Payo...; 7. «Una Glosa en Décimas a la ínclita religiosa acción de nuestro Católico Monarca (que Dios guarde) en haber cedido el trono a la Divina Majestad Sacramentada»..., [otra pieza, por tanto, con idén-tico tema que su Soneto «Altísimo Señor»...]; 8. El final del «Romance gratulatorio a los cisnes de la Europa», [o sea el «¿Cuándo, Númenes divinos...?»], que sólo «va truncado» en el Tomo III y en todas sus reimpresiones, [aunque debe dudarse si jamás se finalizó, ya que al dar tal fragmento explica el propio editor que «se halló así después de su muerte, en borrador y sin mano última»...]; Núm. 49 (2003) 65 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 47 9. «Un Poema [dramático] que dejó sin acabar Don Agustín de Salazar [y Torres], y que perfeccionó [o sea, acabaló] con graciosa propiedad la Poetisa, cuyo original guarda...D. Francisco de las Heras..., Regidor de esta Villa [de Madrid] ..., y está imprimiendo para representarse a sus Majestades...: [edición ésa, suelta —al parecer, española—, y que nadie ha visto y que probablemente quedó en proyecto]; y 10. «Otros muchos discretos Papeles y Cartas», algunos en po-der de D. Juan de Orve —a más de lo impreso en el «Segundo Volumen»—, y que «este caballero me afirmó tenerlos en la Anda-lucía »... XXII. Obras existentes, pero cuyo paradero se ignora. He aquí lo que escribe Méndez Plancarte (Obras completas, núm. 140, pp. XLV-XLVI): Párrafo aparte exigen otras dos cosas —éstas, impresas—, que a Sor Juana se le atribuyen, y que hasta hoy se conservan cierta-mente, pero que han escapado a nuestras pesquisas. De la primera, copia esta portada don Manuel Toussaint (que la poseyó, aunque luego se le ha extraviado): El oráculo de los preguntones, atribuido a la célebre Monja Mexi-cana Sor Juana Inés de la Cruz: juego de 24 preguntas y doce res-puestas para cada pregunta, puestas en verso para diversión de las tertulias» (5.ª ed., Méj., Imprenta de Aguilar e Hijos Esquina de S. Catrina de Sena y Encarnación, 1894, en 8). El mismo explica que es un «juego de salón», a base de dos dados cuyo número marca la respuesta para la pregunta escogida; y después agrega: «Ignoro los motivos de su atribución y sus ante-cedentes bibliográficos. No es empero imposible que sea de Sor Juana, si se atiene a la ligereza e ingenio de algunas de las redondillas... Mas su extensión y el hecho de que exista edición aislada, nos impide publicarlo»... Abreu, catalogando el dicho Oráculo entre sus obras «Atribui-das », pudo añadir: «He visto otro ejemplar en la biblioteca de don Federico Gómez de Orozco» (ejemplar que nosotros ya no encon-tramos); y copió una «respuesta» a la pregunta «¿Si tendré tales o cuales percances?», o cosa por el estilo: Mucho tendrás que tenerlos pero sufre, y considera que tu mala calavera es quien te hace padecerlos, 66 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS 48 MANUEL RAMÍREZ MUÑOZ y esta otra, relativa a «¿Si recobraré el bien que perdí?, o algo semejante: Aunque el Sol claro y lucido sea tu guía y farol, de nada servirá el Sol para hallar lo que has perdido... (96). Queden ahí esas muestras —las únicas, por hoy, a nuestro al-cance—, ínterin conseguimos ver el opúsculo y formarnos sobre él alguna propia opinión. La otra obra (¿o bien la misma, en edición bastante anterior?) la vimos anunciada por la «Librería para Bibliófilos Luis Bardón López», de Madrid, en su «Catálogo 4 de 1948», n. 55: «Libro de suertes o Adivinanzas, discurrido por la R.M. Soror Juana Inés de la Cruz..., Religiosa de... San Jerónimo en la gran Ciudad de México. J.M.I.D. Fecit. 1746. En 4º...» («Acompañan a este original librito, formado por 30 hojas que contienen Sonetos, Poesías y Alegorías..., cuatro soberbios graba-dos... sobre pergamino, por Villa-franca. Encuadernación en marroquín color avellana», etc.). Aunque su adquisición (en 1.500 pesetas) era —para nosotros— una locura, lo pedimos al punto, y aun giramos tal importe; mas se nos contestó que ya había volado. Preguntamos, entonces, su para-dero, y aun don Alfonso Reyes insistió —a nuestro ruego— en ello: mas «fue vendido a un cliente de Barcelona, del cual no se tenía autorización para dar el nombre»... Así tornó al secuestro «bibliofílico» la aludida pieza invisible (no sabemos qué tan auténtica); y sólo recordamos su vislumbre meteó-rico, para anotar el pequeño enigma —en leve expectación de mejor fortuna—, y para evidenciar lo concienzudo de nuestro empeño. XIII. Obras apócrifas. Además del Soneto «Cítara de carmín que amaneciste» (véase el núm. 108), téngase en cuenta lo que escribe Méndez Plancarte (Obras completas, núm. 140, pp. XLVII-XLVIII). Todavía más incierta, por otro lado, resulta una mención del P. Mariano Cuevas, S.J., sobre «los amorosos Villancicos Gua-dalupanos que a tan docta pluma se atribuyen» (97), sin que halle-mos el más ligero rastro ni de su texto, ni del vago rumor al que aquí se alude. Eso mismo digamos, y mucho más, de aquel inverosímil «tomo de 31 Cantatas (con letra y música de Sor Juana), de las que 19 Núm. 49 (2003) 67 AGUSTÍN MILLARES CARLO Y LA BIBLIOGRAFÍA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 49 están dedicadas a la adoración del Sdo. Corazón de Jesús», que —sin fuente ninguna y entre continuos colmos fantasmagóricos— mencionaba un Mr. Harold Dijou en «The New York Messenger» de septiembre de 1893 (98). E infundado, también, es el catalogar como piezas nuevas e ignotas —aunque «dudosas»— las Odas de Sor Juana ilustradas con notas del P. Agustín de Castro (Abréu, B. y B., p. 284), pues el P. Maneiro, cuyo claro latín resultó así obscuro, únicamente dice que aquel otro sabio Jesuita «ilustró con eruditas observaciones el ad-mirable ritmo de una oda hispana que la sagrada virgen y celebé-rrima poetisa había cantado en un metro nuevo»... (De vitis..., III, 203): «una oda», pues, tan sólo; y ésa, seguramente, el romance decasílabo «Lámina sirva al Cielo al retrato»..., o su gemelo «Vís-peras son felices del día»... (99) Y no menos apócrifas —si bien incorporadas a su Obras desde el principio— son las dos letras finales de sus Villancicos... de San Pedro Nolasco (Méj., 1677), así en la «Inundación Castálida», 1689, p. 249 (y en los sucesivos Tomos Primeros), como en su edición suelta y anónima de 1677. Porque, de ésta, hemos visto un ejem-plar con forma y correcciones autógrafas de Sor Juana; y allí, fren-te a esos Villancicos que se cantaron en la misa (I: «¡Ay zagales, zagales...!», y II: «¡A la casa, a la casa! ¡ah de los pobres»...), esta anotación de su puño y letra: «Estos de la Misa no son míos». |
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