SOCIOLOG~A MINISTERIAL CANARIA
POR
JOSÉ MANUEL CUENCA TORIBIO
Y
GARCíA
Dentro del conjunto nacional la aportación canaria a la nó-mina
ministerial aparece reducida. Hasta el reinado de Carlos IV,
Antonio Porlier marqués de Bajamar, no figuró en los Consejos
de la Corona ninguna personalidad del archipiélago. Etapas tan
prolongadas o decisivas como el reinado de Fernando VI1 o la
primera dictadura del siglo xx no contaron en su elenco diri-gente
a hombres nacidos en las Afortunadas, y el muy dilatado
-y poblado, ministerialmente hablando- período isabelino sólo
contabilizó uno. El Sexenio democrático y los reinados de Alfon-
-9n- ;XI y & SE h+ sentnrnn en s i i Consejos a dos ministros -a-narios
al igual que la segunda dictadura del siglo xx.
Esta reducida presencia se confirma en un somero análisis
cuantitativo al compararla con el panorama nacional. Su mayor
porcentaje de participación fue del 4 por 100, en la segunda
experiencia repl~blicanaj alcanzando apenas el 0,35 por 100 en
el reinado de Isabel 11. Idéntica afirmación cabe hacer al refe-rirnos
al índice de representatividad salvo en el Sexenio de-mocrático
y la etapa iniciada en 1931, las Afortunadas han te-
nido siempre una participación ministerial por debajo de su
peso demográfico, en progresivo crecimiento, en el total nacional.
La presencia canaria en la cúpula del poder político ha sido
muy desigual en el tiempo. Después de los dos años de Antonio
Porlier en el cargo, desde 1792 a la llegada de O'Donnell al
de la Guerra en 1854, no constatamos ningún oriundo de las
Islas en los gabinetes de Corona, de la misma forma que en
los años que van de 1886 a 1906 y de 1969 a 1986; por el
contrario, en los meses de septiembre de 1933 a marzo de 1934
coincidirán en el Consejo el tinerfeño Lara Zárate y el gran-canario
Guerra del Río.
No obstante, la escasez señalada se encuentra compensada
por el papel crucial ejercido al frente de los destinos de la na- a N
ción por un tinerfeño, Leopoldo OJDonnell, y un grancanario, E
Juan Negrín. Sin ocupar la presidencia de! gobierno tuvieron O n
un protagonismo muy descollante en sus etapas respectivas el -- m
O
que fuera Fiscal General de la segunda República José Franchy EE
y el ministro de Gobernación durante un quindecenio franquista SE
Blas Pérez González; a los que sin violencia mayor pueden -
añadírseles el primer marqués de Muni o el asendereado e in- 3
quieto Nicolás Estévanez *. - -
0
m
E
* Con el fin de reducir el amarato critico nos ~ermitimos remitir a nues- O
tros trabajos ya aparecidos en torno a la sociología ministerial española. o
n
CUENCTAO RIBIOJ,. M. y MIRANDAG ARCÍAS.,: ((Notas para una sociología de la E
élite del poder ministerial en la transición (1975-86))) en Homenaje al Profesor a
Sampedro, Madrid, 1987, 81-114. «La élite ministerial franquista)), Rev. de Es- -
tudios Políticos, 57 (1987), 107-148; ((Sociología ministerial de los gobiernos n
n
frentepopulistas)), ibíd, 69 (1990), 43-59; ((Sociología de los ministros de la Se- =
gunda República)), iba, 71 (1991), 53-87; ((Sociología de los ministros de la O
Restauración (1902-1931)», ibiá, 75 (1992) 87-130; ((Sociología de los ministros
de la. RestaUrac.ól? cal?ouis;a (:875-:702),,, 17-2
fl ^"- e----'- -- 3 - 1 - - rutu., r 1 ( 1 9 7 ~«)iw~~ iuiugídu t: 103
ministros del Sexenio democrático)).d e inminente a~aricióne n Estudios v Do-cumentos;
((Sociología ministerial del reinado isabelino)), próximo a aparecer
en la Rev. de Estudios Políticos. En todos ellos encontrará el amable lector.
junto con el enmarcamiento general, la bibliografía y documentación perti-nente
al análisis de los ministros canarios. Aauí únicamente citaremos obras
incIUidas en e s ~ & G sqU e acabamss de kL,?Uicar.h e d e ser talmbiéii de
alguna utilidad al lector curioso la lectura de CUENCAT ORIBIOJ, . M.: Sociedad
y clero en Za España del siglo XIX, Córdoba, 1980, en el que se incluye un
estudio sociológico del episcopado canario desde el setecientos a la actualidad.
566 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
SOCIOLOGÍA MINISTERIAL CANARIA 3
De manera sintomática, según anotamos ya en el estudio
que consagramos a la sociología ministerial de la segunda Re-pública,
el mayor caudal en la contribución canaria se produ-cirá
en los días del mencionado régimen cuando nada menos
que cinco políticos provenientes de las islas se sentarán en va-rios
de los muchos gabinetes de la época, casi todos en la eta-pa
radicalcedista, alineándose en ésta con exclusividad en las
filas lerrouxistas. Conforme indicábamos en el citado trabajo,
el fenómeno se explica por la sensibilidad republicana que ca-racterizó
siempre a las élites culturales y sociales de los archi-piélagos,
pero muy en particular a las canarias. Inclinación ideo-lógica
comprensible a su vez por una serie de razones, entre
las que se cuenta su actitud ante el hecho religioso y una for-mación
liberal oreada por los vientos de otras costumbres y
países.
El abrumador porcentaje de abogados en los rangos minis-teriales
de las islas es una prueba concluyente de lo acabado
de decir. Junto a él el castrense no resulta en modo alguno
despreciable; pero, salvo el caso de Estévanez, ningun otro de
los militares y marinos venidos al mundo en las Afortunadas
se educaron en ellas o prolongaron su existencia en territorio
insular más allá de la estricta niñez. Rasgo, por lo demás,
muy semejante al de la biografía de los restantes ministros
canarios, pero muy peraltado en el caso que acabamos de
glosar.
Pese a todo lo explanado, los elementos azarosos o las pe-queñas
.causas intervienen, a las veces, muy directamente en
el desarrollo de la dinámica de la vida política. Así, en el caso
que nos ocupa resulta asaz probable que sin el destacado in-flüjG
cai,aric ei, ciertos aspectos de existencia de A!ejan&u
Lerroux, hombres públicos de alcance muy local como Lara y
Z��rate o Andrés Orozco no se hubieran sentado en los Consejos
de Ministros. Las «anomalías» que presenta el expediente político
de algunos ministros canarios o, en cierta medida, su novedad
se deben 2 ests I I ? ~ S ~k~vU2 rep~?bkc?rrrzid, errtr~d e ür, régkmer,
necesitado de cuadros que si no los improvisó siempre, sí «ace-leraría))
su curriculum. Desde este punto de vista, insistiremos,
nada más expresivo que lo sucedido con algunos dirigentes ca-
Núm 38 (1 992) 567
4 JOSÉ MANUEL CCENCA TORIBIO Y SOLEDAD MIRANDA GARCÍA
narios!. Con auténtica reluctancia no podemos, sin embargo, de-jar
en este punto de adentrarnos en el tópico y socorrido te-rreno
masónico para ahondar en la verdadera interpretación
de la cuantiosa, en términos relativos, incorporación canaria a
las tareas gobernantes republicanas. En efecto, parece compro-bado
que todos sus integrantes estaban afiliados de longue date
a la famosa organización, tan enraizada desde el comienzo del
ochocientos en los dos archipiélagos hispanos, a causa funda-mentalmente
del gran influjo en ellos del elemento británico2.
DEMOGRAFÍAM INISTERIAL CANARIA
Breve referencia merece la edad de. ac. ceso al despacho del m,..,, ,-,I:,,A, E,,,,,, ,,,,l..,:,-,, ,.",.$:,,+:.,,, -,A,-, a" 51u p u aiiauLauu. ~ 3 ~ 1 a 3 aC -aU ~ L L I U ~ L V L ~ L~~ I ~ ; L I L L I L ~ L ~I UV U~ L~L L L U ~ LA-traer
de ella dado lo dilatado del tiempo acotado y lo reducido
del grupo. Tal vez lo más sobresaliente sea precisamente que
repite e'l esquema observado a nivel nacional: amplitud del aba-nico
de edades -treinta y tres años entre los 35 de Croissier
y EL,3+ /,L,., ,.,,vaL,,L y !os 68 de PorEer-; designacivnes zn plena ma-durez
-el 50% del elenco entre los 40 y los 50 años-, y una
edad media -48 años, 2 meses y 13 días (48)- que no difiere
notoriamente de la nacional, aunque la corrige hacia la baja por
la presencia de tres ministros elegidos con menos de 40 años.
Idénticas razones, ahora más peraltadas, que las esgrimidas
en el punto anterior, nos eximen de un análisis demográfico
' «La im~ortancia de la representación radical por Tenerife también
responde a una larga tradición política del partido de aquella isla -un
índice la influencia de los radicales en aquella provincia podna ser el que
consiguieran hacer a Hiejandro Lerroux iicenciado en Derecho en un solo
día del mes de septiembre de 1923- y la figura más relevante que en-viaron
a aquellas Cortes [las primeras de la segunda República] fue An-tonio
de Lara y Zárate)). RUIZ MANÓN, O.: El partido republicano-radical
1908-1936, Madrid, 1976, 199. Es curioso que otro canario trasplantado a
Cataluña debiera también su preeminencia en el partido a la sintonía con
ierruux, según bjIíLLARw CXiiTERLi S.: Rafael Gzierru Rb
De 'loven bárbaroJ'a Ministro de Obras públicas, Las Palmas, 1987, 39.
Vid. CUENCAT ORIBIOJ., M.: Estudios sobre el catolicismo español con-temporáneo,
Córdoba, II, 1992.
568 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
de las fechas obituarias del grupo. Casi a título anecdótico,
apuntaremos que su edad media de muerte roza los 70 años
-69 años, 9 meses y 18 días- y que las extremas son los 58
de O'DonneU y Matos -éste por fusilamiento durante la guerra
civil de 1936- y los 80 de Blas Pérez.
Si de la duración de la existencia biológica pasamos a la
ministerial, la nota más sobresaliente es la de su brevedad. La
media no alcanza los tres años y aún se rebaja a un año y
ocho meses si prescindimos de 10s casos -cabe afirmar que
excepcionales- de O'Donnell -más de 8 años- y de Blas Pé-rez
González -13 años y 6 meses-. Por su fugacidad ocupa
el primer puesto del ranking Estévanez que sólo se sentó en
la poltrona diecisiete días; aunque tal vez sea más sorprendente
y e n p r e s i ~&~ la. inzct&$&&& ra&c&~,&rtz e! C Z ~ Q&
y Zárate que, con seis designaciones para tres ministerios
distintos, no llegó en total a contabilizar ocho meses en el
cargo.
ORIUNDEGZEO GR��FICA Y EXTRACCIÓNS OCIAL
Nacidos todos en los dos ejes del archipiélago -seis en Te-nerife,
ocho en Gran Canaria y tan sólo Pérez González en La
Palma-, su extracción social se caracteriza por la ausencia de
extremos. Opulencia y pobreza estuvieron excluidas de la cuna
de los quince ministros canarios. La burguesía acomodada o
media fue el clima más generalizado en los hogares de los fu-turos
miembros de la cúpula dirigente del país. Cónsul general
de Francia en Canarias desde 1709 fue Esteban Porlier, proge-nitor
del futuro marqués de Bajamar, el menor de sus hijos.
Comerciante con recursos sería el padre de Negrín; abogado
zdimradn, e! de Lenpoldo Matos; magistrado el de Guerra del
Río; propietario rural el de José Franchy; médico el de Blas
Pérez, que, huérfano desde muy joven, vería como su madre,
hija única y acomodada, atendería con solicitud a su esplen-
Núm 38 (1 992) 569
dente carrera universitaria3. La mansión paterna de Nicolás Es-tévariez
figuraba entre las acomodadas de Las Palmas, como
también discretamente holgada fuera la fortuna de la familia
de León y Castillo, de nobleza rural media, en tanto que los
ministros castrenses se situaban igualmente en una posición en-vidiable
para los niveles medios de la época. General fue el
padre de O'Donnell y categona de jefe alcanzaría el progenitor
de Camilo Menéndez Tolosa. Únicamente con el último -en el
tiempo- ministro canario, Juan Carlos Croissier, veremos apa-recer
una situación económica menos relevante -en ocasio-nes.
..- en el trabajo y condición paternas que fueron los de
Maestro relojero.
El origen urbano de la mayor parte del elenco ministerial
canario reforzará la nota ilustrada y burguesa que estimamos
característica dominante de todo e1 grupo. Las Pdmrs c m cin-co
y Santa Cruz de Tenerife con cuatro señorean este pano-rama
urbano; aún más alzaprimado si tenemos en cuenta que
algún que otro futuro integrante de la cúpula del poder nacerá
en las proximidades de las dos centralidades urbanas por ex-celencia
de las islas.
Pese a la fortuna materna y al haber gestionado antes de la guerra
civil alguno de los múltiples asuntos de Juan March y Ordinez, Pérez Gon-zález
terminó su vida política con muy escasos medios de fortuna según
se desprende del testimonio expresado un tanto sub specie aeternitatis y
con innegable sans facon por el famoso urólogo catalán PUIGVERTA, .: «A
raíz de su cese ministerial, Blas Pérez se reintegró a su cátedra en la
lacühad de Derecho y abrió de nuevo su bufete de abogado. No soiicito,
ni recibió, ninguna de las habituales prebendas con las que se agradecían,
y así sigue, a los ex ministros los servicios prestados.
Que su situación económica no era muy boyante, me consta; lo que
demuestra su honradez. Tuve incluso que prestarle un dinero que necesi-taba
para la compra de un piso en el que vivió hasta su fallecimiento y
,üe me devolvió piíitüa!iiieíite en tres plazos, que él mismo había fijado.
Y esto, por desgracia, no era cosa frecuente entre quienes durante años
gozaron de la sinecura de una poltrona ministerial. Su honestidad fue ejem-plar)).
Mi vida.. y otras más, Barcelona, 1981, 105-6.
570 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
SOCIOLOGÍAM INISTERIAL CANARIA 7
FORMACIOY NC ENTROS DE ESTUDIO
No andamos muy sobrados de noticias acerca del cursus hono-vum
académico de la élite analizada. Sobre su andadura primaria
la ignorancia usufructuada es casi completa si exceptuamos los ca-sos
de Porlier, Estévanez, Croissier y algún que otro futuro minis-tro4.
Tampoco sobre su bachillerato atesoramos más información.
Ello no obstante, sí podemos subrayar el destacado papel jugado
por el famoso colegio privado de S. Agustín de Las Palmas de
Gran Canaria, cuya orientación guiara la andadura bachilleril de
Franchy Roca y de Juan Negrín, quien demostrará ya en la adoles-cencia
sus grandes capacidades y talentos para el estudio.
La diáspora experimentada por una porción considerable de
las familias de los futuros ministros canarios, asentadas en la
Península en la mocedad de éstos, junto con el poco rodaje
de la flamante universidad de La Laguna, hacen hasta cierto
punto lógico el último tramo de la formación de Negrín, Pérez
González, Alvarado del Sas, Matos, o Croissier, el único que,
junto con su coterráneo Negrín, ampliara estudios superiores
en el extranjero -París y Leipzig, respectivamente-. Obviamen-te,
los ministros castrenses hicieron todos ellos su carrera de
soldado en la Península, mereciendo destacarse que, tras su es-tancia
en la Academia toledana, Menéndez Tolosa completó sus
estudios en la aún más famosa de Saint-Cyr5.
Vid. el circunstanciado relato que de su vida escolar y universitaria
hace el ministro dieciochesco en la muy curiosa «Vida de don Antonio
Aniceto Porlier, actual Marqués de Bajamar, escrita por el mismo para
instrucción de sus hijos», Revista de Historia, t. XIII (1947), 153-177, con
notas muy atinadas y eruditas del Dr. Bonnet y Reverón. Cfr. etiam la
magnífica biografía que del personaje escribiera hace unos años GUIMERÁ
PERAZAM, .: «Don Antonio Porlier, marqués de Bajamar (1722-1813)», ANUA-RIO
DE ESTUDIOAST LÁNTICOS, 27 (1981), 113-207. Será también interesante
la consulta del documentado libro Un ilustrado cristiano en ia magistratura
indiana Antonio Porlier, marqués de Bajamar. Viaje de Cádiz a Posoti (1758-
1759), de RÍPODASA RDANAZ,D ., Buenos Aires, 1992, en especial 7- 18.
ES curioso que otro diplomado parisino, ARMADA, A., estrecho colabora-dor
de Menéndez Tolosa, no mencione este dato en su extensa semblanza del
que fuera su jefe. Al servicio de la Corona, Barcelona, 1983, 75-78.
8 JOSÉ MANUEL CUENCA TORIBIO Y SOLEDAD MIRANDA GARCÍA
Según observábamos más arriba, Derecho será la carrera
más seguida por los componentes de nuestro grupo -nueve-,
de los cuales dos alcanzarán, al doctorarse, la cumbre acadé-mica.
Conforme se infiere fácilmente de lo expuesto, la aboga-cía
será la profesión predominante en el elenco ministerial aquí
estudiado; sirviendo igualmente la toga para el desempeño de
la Fiscalía del Estado en el ejemplo susomentado de Franchy
Roca y de la diplomacia en el también ya mencionado de León
y Castillo y, con menor brillo, en el de Antonio Lara Zárate,
si bien en la misma embajada parisina, tan dilatadamente ocu-pada
por el marqués de Muni. El ejercicio descollante de la
profesión llevaría a Lara Zárate y a Orozco Batista al decanato
del Colegio de Abogados tinerfeño y a Matos a su elección
como abogado de Palacio. También de la carrera aludida parte
el camino que llevará a PPrez González 11 Ctierpo Jtiridice Mi-litar,
primero, y luego a la cátedra de Derecho Civil en Barce-lona
y, más tarde, a la de Madrid. El primer ministro, por la
cronología, canario sería de igual modo un sobresaliente jurista,
según lo demuestra el competente desempeño de altas funcio-nes
en varias Audiencias del Virreinato del Perú y en los Con-sejos
de Indias y de Estado.
-
Muy cuajado se ofrece el curstls honorum político de la ma- A n
yoría de los ministros canarios. Una porción muy estimable de n
n
ellos presenta una hoja de servicios bien repleta, con puestos 3
y cargos por lo común de notable responsabilidad en el ámbito O
local, a menudo, el tinerfeño. Nueve conocieron a fondo la vida
parlamentaria por su, en general, breve pero intensa participa-ción
en ella como diputados -nueve- o senadores -dos-,
alcanzando tres de ellos la vicepresidencia del Congreso: Lara
Zárate, Alvarado del Sas y Matos. Los gobiernos civiles de Bar-celona
y Madrid fueron regidos, respectivamente, por el último
mencionado y por Nicolás Estévanez al proclamarse la primera
República. Andrés Orozco sería alcalde de su ciudad natal, al
paso que Croissier desempeñana la Subsecretaría del Ministerio
572 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
SOCIOLOGÍMAI MSTERIAL CANARIA 9
de Industria y la dirección del INI antes de acceder a la pol-trona
ministerial. Pero quizás fuera la vida política de Rafael
Guerra del Río la más rica y azacaneada de la élite ministerial
canaria, con experiencia de ayuntamientos, diputaciones provin-ciales,
salas de redacción, cárceles y destierros ...
En general, no se trata de un grupo «nómada»: nueve de ellos
desempeñaron una única cartera, si bien Pérez González vena con-firmado
su cargo con tres nombramientos consecutivos; al tiempo
que Juan Antequera fue designado en tres ocasiones, muy espacia-das
entre sí, para el ministerio de Marina, y Guerra del Río se en-cargará
del despacho de Obras Públicas en seis gabinetes, cinco
consecutivos y el postrero con un interregno de seis meses.
Un solo ministro -León y Castillo- desempeñaría dos carteras;
cuatro se encargan'an de tres, aunque eii hs rjei-iipkx dc O'D~i"il"reG
y Negrín serían dos junto con la presidencia del Consejo, simulta-neada
en ambos casos con la rectoría de dos y un ministerio, res-pectivamente.
Finalmente, el político alfonsino Alvarado del Sas se
dibujará como el más errático del grupo con su paso veloz por pol-tronas
tan distintas como Marina, Hacieiida, Gracia y JUsiicia y Es-tado,
recibiendo para ello seis nombramientos -dos en el último
ministerio- con solución de continuidad entre todos ellos 6.
Los ministerios ocupados con mayor asiduidad por las per-sonalidades
isleñas son los de Gracia y Justicia, Guerra, Go-bernación
y Hacienda -tres cada uno-, en tanto que los de
Marina, Ultramar, Obras Públicas e Industria y Comercio esta-rían
pilotados por prohombres canarios en dos ocasiones, apa-reciendo
los de Educación y los de Cultura -éste, como es
bien sabido el más bisoño y el más diversamente intitulado de
nuestra tradición administrativa- sin ningún tituiar canario7.
Cfr. la despiadada crítica que de este nomadismo ministerial realiza FER-NÁNDEZ
FLÓRU, W.: Acotaciones de un oyente., 0. C., Madrid, 1956, 5 14- 15. ' En su pequeño libro Maura y Galdós, GUIMEFLP~E RAZAM, . proporciona da-tos,
de interés sobre los trabajos y 10s días Iiterarios de León y Castillo íntimo
amigo de Gaidos. Las Pa-has, 1967. De manera injusta este Voi-o 'esüka desca-lificado
por FERNÁNDEZ MONTESINOS, J. en su Galdós, Madrid, 111, 1972, 16, en
una de aquellas destemplanzas propias de uno de los más descollantes criticos
literarios del siglo xx, aunque no por ello de una cultura histonográfica discre-tamente
actualizada.
10 JOSÉ MANUEL CUENCA TORIBIO Y SOLEDAD MIRANDA GARCÍA
INQUIETUD Y ACTIVIDADES LITERARIAS
Contra lo que podría deducirse de alguno de los rasgos de-finidores
de la personalidad de la élite ministerial canaria, sus
afanes culturales no fueron, en conjunto, excesivos o al menos,
no cuajaron en frutos serondos y tangibles. La labor memo-riográfica
es tal vez la más destacada si bien reducida a dos
miembros de todo el elenco. Los recuerdos de Nicolás Estéva-nez
(Madrid, 1975, 328 pp.) constituyen, innegablemente, una
contribución destacada a la historia de la guadiánica y cuando
no espasmódica historia del republicanismo español en su pe-ríodo
cenital decimonónico y en los emotivos años de luchas,
discordias y esperanzas que le siguieron hasta casi el orto de
la ceiiiui'ia actual. Muy avezado, en ocasiones pro pane iucran-do,
en las lides periodísticas, la pluma de aquel noble quijote
tiene ciertas características de la agilidad y emoción propias
del género en su mejor expresión. Muy diferente en casi todo
vienen a ser Mis tiempos, de León y Castillo (Las Palmas, 1978,
2 vGls., 372 y 322 p~gk,as, respec~vaírlen~eL~-~. llIIeas
constituye una apología de su actuación política, obligándole tal
finalidad a la enojosa inserción ad integrum casi siempre de
sus grandes discursos parlamentarios, convirtiendo sus páginas
en ejemplo de la literatura política menos atrayente. Sin em-bargo,
tanto las viñetas y cuadros de época como la recons-trucción
de sus trabajos en torno a la tramitación del tema
guineano, así como noticias políticas espaciadas aquí y allá, son
del más alto interés historiográfico y a veces también literario8.
La prensa fue el vehículo por antonomasia del comercio con
las m ~ s r cde l1 m~ v n r J "A ny-aL r-Ut ~ -JuP 'l.Vn.c, p!itiCOS ~ ~ f i ~ y~i eq~ ~, ~ j ~ d ~ j
de una fuerte agrafía, al igual que la de sus colegas peninsulares
de todos los tiempos. En este esfuerzo publicístico menor destaca
muy especialmente José Franchy y Roca, con una labor de pri-mer
orden en los periódicos isleños El Tribuno y La Mañana ejer-cida
sin desmayn hasta siu marcha de las islas en 1914.
Cfr. HURTADDOE MENDOZAA, .: Franchy y Roca, Las Palmas, 1980, 18 y SS.
574 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
Nombre Nacimiento y muerte Extracción social Titulación académica Carrera profesional
Porlier Sopranis, Antonio, La Laguna, 16-IV-1722 Padre, consul de Francia Dr. Leyes (U. Alcalá) Abogado.
Marqués de Bajamar Madrid, 9-U-1813. en Tenerife. (U. Salamanca) Fiscal de la Au. de Lima
(1790). (U. hviia). (1787)
Del C. de Indias; de la C.
de Indias.
0,Donnell y Joms, Leopol- Sta. Cruz de Tenerife, 12- Padre, teniente general. Militar.
do, Conde Lucena 1.1809 Abuelo, coronel briga-
(1847), Duque de Te- Biamtz (Francia) 1867. dier.
tuán (1860).
Capitán General (Valencia,
Aragón, Murcia)
Gral. en jefe del Ejtrcito
en la guerra de Marrue-cos.
Estévanez Murphy, Nico. Las Palma. de C. C.. 17-U- Padre, militar progresista. Militar. Academii de Man- Guerra de África. Escritor
Iás. 1838 Familia acomodada. teria (Toledo). y traductor.
París (Francia), 19-VII-
1914.
Antequera Bobadila, Juan Tenerife, 1824
Bta. Alhama de Murcia, 1890.
Marino. Contraalmirante. Coman-dante
Gral. del aposta-dero
de Filipinas.
León y Castillo, Feinando, Telde (G. Canaria) 30-M- Familia de la nobleza ru- Ldo. Derecho Abogado. Diplomático. Em-
Marqués de Muni 1824 ral, de mediana fortu- bajador (París). Intensa
(1900) Biarriz (Francia) 1918 na. actividad periodistica.
Alvarado del Saz, Juan. Agüimes (Las Palmas)
Madrid, 1923
Ldo. Derecho
(U. Madrid).
Abogado
dias.
Consejero de E.
Unión Liberal.
Carrera política Cargos ministeriales
Min. de Gracia y J. de In- - Gracia y Justicia 25-IV-
1790 al 10-VII-1792.
- Guerra 28-Vm-1854 al
14-VU-1856.
- Presidencia-Guerra 14-
W al 12-X-1856.
Diputado (Madrid).
Gobernador (Madrid)
Senador (Canarias).
- Presidencia-Guerra-
Ultramar 30-1-1858 al
2.III.1Rfí1
- Presidente-Guerra 21-
VI-1865 al 2-VII-1866.
- Marina 27-XU-187 al 4-
1-1871
- Marina 1-1V-1876 al
22-IX-1877.
- Marina 18-1-1884 al 12-
VD- 1885.
Diputado (1869). Scnador - Ultramar 8-U-1881 al
(Canarias, 1882) 9-1-1883,
- Gobernación 9-X-1886.
Diputado (Sarifiena) Vice- - Marina 6-VU-1906 al
presidente del Congreso 30-XI-1906.
(1901). - Hacienda 21-X-1909 al
9-U-1910.
- Gracia y Justicia 7-X.
1916 al 20-IV-1917.
- Estado 20-IV-1916 al
11-VI-1917.
- Estado (interino; no
juró) 1-XI-1917 al 21-
11I.1918.
poldo.
Franchy Roca. José.
Nombre Nacimienlo y inucric Extracción social Titulación acu,d��mica Carrera profesional Carrera política Cargos minisieriales
Matos y Massieu, Leo- Las Palmas, 6-V111-1878. Padre, abogado rico. Ldo. Derecho (U. Madrid). Abogado. Abogado de Pa- P. Conservador. Diputado - Trabajo 13-VIII-1921 al
Fuenteriabía 4-M-1936 (fu- (Inst. S. Isidoro, Ma- lacio. (Canarias 1910.1923). Vi- 8-111-1922.
silado). drid). ceprcsidente del Cange- - Gobernación 25-XI-so.
Gobernador (Barna). 1930 al 14-11.1931.
- Fomento 30-1-1930
Las Palmas, 24-IV-1871. Padre, propietario en Fuer. Ldo. Derecho (Col. San Abogado. Periodista Sec. P. Republicano Fedeid. Di. - Industria y Comercio
Méjico, 7-XI.1944. teventura. Agustin, Las Palmas). de Gob. de la Audiencia putado (Las Palmas, 12-VI-1933 al 25-IX-
(Sevilla, 1915). Cáceres 1931) 1933.
y La Coruiia (1924-
1931). Fiscal Gral. de la
República.
Guerra del Rio. Ralael.
Laza Zárate, Antonio.
Orozco Batista, Andrés
Ncgrín Lópei. Juan
Las Palmas, 27-IV-1885. Padre, magistrado. Ldo. Derecho (U. Barce- Abogado. Periodista P. Rep. Radical. Diputado - Obras Públicas 12-XI-Madrid,
4-XI.1955. lona). provincial (Barcelona, 1933 al 4.X-1934 y 2-
1916). Diputado (Gran IV-1935 al 6-V-1935.
Canaria, 1931, 1933,
1936).
Sta. Cruz de Tenerife, 18- Padre, Comisario de gue- Ldo. Derecho (U. Ijevilla). Abogado. Decano del C. P. Radical. U. Republica- - Hacienda 12-1X-1933 al
XII-1881. rra en Tcnerife. de Abogados. Sec. del na. Diputado (1931, 3-111.1934.
M+), 24.11.1956. Cabildo Insular de Tene. 1933 y 1936). Vicepresi- - Justicia 19-11.1936 al
rife. Agregado embaja- dcnte de las Cortes, 13-V-1936.
da (París). 1931. Presidente de la - Obras Públicas 19.VII-Comisión
Permanente 1936 (gabinete relám-de
las Cortes. Goberna- pago).
dor civil de Sta. Cruz
de Tenerife.
Sta. Cruz de Tenerife, Ldo. Derecho. Abogado. Prof. de ña Sec. P. Radical. Diputado (Sta. - Industria y comercio 4-
1888. Universitaria de La La- Cruz de Ten., 1931, X-1934 al 3-1V-1935.
Londres (C. Bretafia), 1 1- guna. Decano del Col. 1933). Alcalde (Sta.
XU.1961. de Abogados. Cruz de Ten., 1922-3).
Las Palmas, 13,U-1892. Padre, comerciante adine- Dr. Medicina (U. La La- Catedrático Fisiologia (U. P. Socialista O.E. Diputado - Hacienda 5-IX-1936 al
Paris (Francia). 16-XI- rado. guna), (U. Madrid), Madrid). (Las Palmas, 1931, 1933 18-V-1937.
1956. (U. Leipzig). y 1936). - Presidencia. Economia
y Hacienda 18-V-1937
al 5-IV-1938.
- Presidencia. Defensa
Nac. 5-IV.1938.
Nombre Nacimiento y muerte Entracción social -Titulación ac-adémica C arrera profesional Carrera política Cargos ministeriales
Pkrez González, Blas. Sta. Cruz de la Palma, 13- Padre, médico. Madre, aco. Dr. Derecho'(U. Madrid). Coronel Auditor del Ej. Asesoría política del Cuar- - Gobernación 1-K-1942
VIU-1898. modada. del Aire. Catedrático de te1 General de Franco a1 16-11.1956.
Madrid, 7-U-1978. Derecho Cid (U. Barce- (1937). Delegado Nacio-lona).
nal de Justicia y dere-cho
de FET (1939).
Menéndez Tolosa, Camilo. Sta. Cruz de Tenenfe, Padre, archivero del Cuer- Militar Academia de lnfan- Gob. Mil. (Santander. Pam- Dtor. Gral. de Previsión. - Ejército 8-VII-1965 al
1899. po de Oficinas Milita- teria (Toledo). Ac. de plona y Campo de Gi- Procurador en C. 29-X-1969.
Madrid, 8-U-1971. res. Saint-Cyr (Francia). braltar). Tte. gral
(1959). Cap. gral. de la
VIU y VI Región Mili-tar.
Jefe de la Casa M.
de Franco (1962). Dtor.
Gral. dcl Servicio del
M. del Ejército.
Croissier, Juan Pablo. Arucas (Las Palmas), 1951. Padre, Técnico relojero. Ldo. CC. Ecorióniicas (U. Economista. Subsecietaiio de Industria - Industria y Energía 25-
Madrid), (U. Sorbona, (1982). Director del INI VU-1986.
Paris). (1984).