VIERA Y CLAVIJO, CENSOR EN MADRID
P O R
ENRIQUE ROMEU PALAZUELOS
El historiador canario aparece citado someramente en el
tomo IV, páginas 153 a 158, del Ensayo para una biblioteca es-pañola
de los mejores escritores del reinado de Carlos III que
don Juan Sempere y Guarinos publicó desde 1785 a 1789:
El doctor Sempere y Guarinos nació en Elda (Alicante)
en 1754 y murió en la misma población en 1830. Juriscon-sulto,
fiscal de la Cancillería de Granada de 1788 a 1810.
F'ue reformista moderado cercano a las ideas de Campo-manes.
Estudió el desarrollo económico de España en
Historia del lujo y de las leyes suntuarias en España, 1788,
y Memoria sobre la renta de poblaci6n del Reino de Gra-nada,
1799. Afrancesado, José Bonaparte le nombró miem-bro
del Tribunal Supremo. Luego se exilió en Francia, don-
& írisioire Ues mites de i'Espugne, i8ij, e jy&
toria del Derecho español, 1822.
Su obra más conocida es la Biblioteca española, que
así se conoce el Ensago ... y que es un diccionario des-igual
de los escritores más relevantes de los años de Car-los
111, obra que si es interesante como compilación de
,...&A-** *A*l*-,. A* n;a..t#. "....'.A;&nl:A..a
~UL>ULGDa, uuimc UG u ~ l ( r aU U ~ G ~ A L C I ~ . L I ~ ~ U .
En las tres hojas del libro en 4.O, hecho en la Imprenta
Real, se citan la Historia de Canarias, cuyo largo título ocupa
casi una carilla; el poema «Los Ayres Fixosn, con hoja y media
2 ENRIQUE ROMEU PALAZUELOS
de versos del canto 1, y en lo poco que queda, hay unas no-ticias
biográficas, entre las que se incluyen algunas del mar-qués
de Santa Cruz y en nota del hermano de este don Pedro
de Silva.
Para una nueva edición de la Biblioteca española, que Sem-pere
pensaba hacer y no hizo, se le pidió a Viera la relación
de su vida y obras, que él, con ochenta años a sus espaldas,
redactó en tercera persona y sin humildad y no acabó, pues
faileció cuando había anotado lo correspondiente al año 1812.
No hay comparación entre las pocas páginas del libro de
Sempere g las 77 de las Nemorh en relación con su vida Eite-ra&
de Viera, según la edición de 1927 hecha en La Orotava,
dnnrie c m envidiable mernmia relatí> siis hechos y escritos.
Sobre el tema al que se ciñen estas notas hay en las Me-morias
los siguientes apuntes:
«Entre los regocijos públicos que dispuso la Villa de Ma-para
la c ~ ~ &&! n ur. ~ i ~~~ i e~n t c19 ~s D ~~J ~ T J~iGn~
fantes gemelos fue un premio al autor que presentase la
mejor tragedia y la mejor comedia, a la aprobación de
personas peritas nombradas por el Gobernador, del Con-sejo
de Castilia, lo era entonces el Sr. Conde de Campo-manes
y éste nombró a don José de Viera para uno de los
Censores de las piezas dramáticas, en el papel que le pasó
el 2 de abril, firmado de su puño.))
Los infantes gemelos Carlos y Felipe nacieron a finales del
año 1783. Murieron pronto. Viera compuso el soneto de oca-sión
que comienza: «Dos veces justo y compasivo el cielo.. .».
En 1784 nació el que sería Fernando VII.
El Consejo de Castilla fue creado por los Reyes Católicos
en 1480. Fue por antonomasia el Consejo. Su gobernador o pre-sidente
era como un primer ministro de hoy. Desde 1700, y a
pesar de !U prntestas de la Inquisición; intervenía en la cen-sura
de libros.
Don Pedro Rodríguez de Campomanes, primer conde de
Campomanes, fue asturiano, 1723-1802. Político y escritor. Des-tacado
helenista que protegió a don Agustín Madan, catedrático
196 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
VIERA Y CLAVIJO, CENSOR 3
de hebreo en .los Estudios de San Isidro. Presidente del Con-sejo
de Castilla en 1783. Autor de obras de temas económicos
y políticos, como Discurso sobre el fomento de la industria po-pular,
1774; Tratado de Regalía de España, 1753; Discurso so-bre
el mejoramiento de los terrenos, 1774, etc. Coautor de la
expulsión de los jesuitas, con Aranda y Roda. Murió en desgra-cia,
y ciego.
«Las juntas se tuvieron (prosigue Viera) en la posada
del Sr. Don Gaspar Melchor de Jovellanos, Ministro en-tonces
de]. Consejo de Ordenes y Viera analizó y formó
por escrito el juicio que se debia hacer de la mayor par-te
de las muchas piezas que concurrieron, a que accedie-mn
19s &res censeres, siemh !E Comedisi de Las hndas
de Camacho una de las dos a que por su clictamm se nd-judicó
el premio.»
Las juntas a que se refiere el historiador tuvieron que ha-cerse
en la plazuela o callejón del Gato (de Juan Alvarez Gato,
poeta madrileño del siglo xv), cerca de la Puerta del Sol, por la
actual de Espoz y Mina a la plaza de Santa Ana; una corta pla-zuela
y un más corto callejón. Jovellanos también fue natural
de Asturias, 1744-181 1. Político y literato «ilustrado», pero anti-francés.
Ministro de Gracia y Justicia en 1797. Estuvo deste-rrado
en Palma de Mallorca de 1801 a 1805.
E1 Consejo de Ordenes regía a los caballeros de las órdenes
militares, tanto en sus personas como en los bienes de aqué-llas,
que eran muy crecidos, con gran n6mero de propiedades
por villas y pueblos de España. Fue creado en 1495.
«Ya desde que se recibió por individuo de la Academia
de la Historia le había cometido este Cuerpo la censura
de diferentes obras literarias que para poder dar a luz le
remitió el Consejo, pero en los años de 1783 y 84, le re-mitió
este directamente al misma Viera, diversas obras,
libros y sermones por medio de papel, y de orden de
aquel Supremo Tribunal, le dirigió su Secretario D. Pedro
Escolano de Arrieta, accediendo en todo a su dictamen.
De estas censuras, las más curiosas, formó Viera un cua-derno
que consemá entre sus manuscritos.»
Núm. 29 (1983) 197
4 ENRIQUE ROMEU PALAZUELOS
Este cuaderno se halla actualmente en la biblioteca de la
Universidad de Canarias en La Laguna, signatura 83.3.23. Todo
él autógrafo del escritor, que lo tituló:
CENSURAS Y DICTAMENES / sobre diferentes obras /
y tratados / dados de orden del Supremo / Consejo de Cas-tiZk
y de la / Real Academia de la / Historia de Madrid / Por
Don Jph. de Viera y Ciuvijo.
Está formado por 64 hojas en octavo, algo oxidadas por la
tinta. En la página 27 está la firma completa de Viera. La de
Alejo de Ara y el sello, ((Biblioteca del Instituto de Canarias)),
señalan las andanzas del manuscrito hasta su actual paradero.
Ser censor puede ser agradable para el que hace la censura a
y generalmente no es para el censurado. Creo que a Viera no
le desagradó el cargo, pues le iba bien con su espíritu crítico. o
Ya lo había ejercido en las Gacetas de Daute y en otros papeles n - m de la tertulia de Nava, y reincidió en él, más tarde, pues en Las O E
Palmas aceptó el encargo del general Gutiérrez para revisar E
2
publicaciones que pudieran entrar por su puerto. En 15 de fe- E
brero de 1793 escribió al general aceptando el ser revisor real 3
y comisario. A fines del año se recibió en Santa Cruz de Tene- -
rife una real orden en la que se prohibía la entrada de El Mo- 0
m
E
nitor y de la obra Avis aux EspugnoEs, del revolucionario Con- o
corcet.
n
Este folleto del fiIósofo francés dio ocasión a una real or- E
den especial de noviembre de 1792 eii la que se prohibía espe- a
cialmente su entrada en España. Viera manifestó ai general en n
n
noviembre de 1793 que intentará ejecutar la orden que ha re-cibido,
3
O
({acerca de impedir, sin ocasionar ruido ni publicidad, la
introducción de la consabida obra política, salida a la luz
en Francia y de recoger con la misma prudencia, los
ejemplares que encontrase ya introducidos.. . »
Don Joseph ingresó en la Real Academia de la Historia
en 1774. La Real Academia nació de reuniones mantenidas por
algunos eruditos el ano de 1735 y Fernando VI la aprobó por
real cédula dada en Aranjuez e1 18 de abril de 1738. Su primer
198 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
VIERA Y CLAYIJO, CENSOR 5
director fue don Agustín de Montiano y Luyando. El segundo,
el conde de Torrepalma, pero el rey designó en 1764 a Montiano
como director perpetuo. A éste sucedió Campomanes. En 1775
se instaló en la Casa de la Panadería, en la plaza Mayor. Poste-riormente
pasó a la calle del León, número 11, que fue Casa del
Nuevo Rezado, y donde continúa.
Viera anotó en sus Memorias:
«Con efecto en papel el secretario Don José Miguel de Flo-res
(le comunicó) haberle admitido la Real Academia en
Junta celebrada el dia 11 del mismo mes por uno de los
académicos en la clase de correspondiente.
En 7 de marzo de 1777 acordó la misma Academia a
proptivstu de SLI Dirvcter CmUe de Cc?mpum.,n,es, puszrk
a la clase de Académico supernumerario en consideración
a su aisistencia y gran mérito.))
Campomanes debió de estimar a Viera; lo patentiza el que
lo designara para intervenir en una fecha importante; precisa-mente
cuando la Real Academia ofreció el día 5 de enero de 1784
al rey Carlos 111 su homenaje y la enhorabuena por el naci-miento
de los infantes gemelos mencionado. El discurso de
salutación, la «Oración gratulatorian, es original de Viera, que
formó en el Cuerpo de la entidad con el vicedirector, duque de
Almodóvar, exembajador en Francia y Portugal; el secretario,
Flores, y don Gaspar Melchor de Jovellanos.
La reforma que sobre censura de publicaciones se hizo
en 1757 motivó el nombramiento de cuarenta oficiales-censores
dependientes del Consejo de Castilla. Casi todos los designa-dos
fueron religiosos, lo que produjo protestas, por lo que pos-teriormente
se eligieron seglares capacitados. No sé cuándo
fue Viera nombrado censor; su primer dictamen es del año 1776;
sí que sabemos que fue cesado a fines de 1781, recién llegado
del viaje a Italia, Austria y Alemania. Este cese, que le debió de
molestar bastante, no lo citó en sus Memorias y lo manifestó
en carta de marzo de 1782 a su amigo de Viena Isidoro Bo-sarte,
que era entonces secretario del embajador, conde de
Aguilar :
Núm. 29 (1983) 199
6 ENRIQUE ROMEU PALXZUELOS
«El Papel de Censor acabó con el año (17811 y parece que
se prohibid su continuación porque no hube de tratar bien
a nuestros Reverendísirnos PPs. y a no sé qué supersti-ciones
no menos reverendas.))
El expediente académico del historiador ha sido práctica-mente
desconocido. Su legajo original esta, naturalmente, en el
archivo de la Real Academia de la Historia. Cuando me decidí
a solicitar fotocopias del mismo -y ahora debo de agradecer
a mi buen amigo don Antonio Rumeu de Armas su interven-ción-
pensaba que habría de ser más voluminoso. No es así.
Lo componen 17 hojas, unas en folio y otras en cuartilla. Su
lectura nos ofrece una sorpresa inicial que revela la vanidad
del escritor, quien, atento a escalar alturas sociales, pidió con
insistencia ser académico:
« 186. N. 45 Correspondiente 1774. Supernumerario. Viera.
Oracion gratulatoria de don Jph. Viera y Clavijo, Pres-bítero,
admitido individuo correspondiente en 25 de Fe-brero
de 1774.
En 7 de Marzo de 1777 pasó a la clase de Supernu-merario.
Oracion gratulatoria del Sr. D. Jph. Viera y Clavijo
Académico correspondiente. Leida en la Academia a 25
de Febrero de 1774.
Don Joseph de Viera, Presbítero, a V. S. Y. suplica.. . »
Estas anotaciones hacen referencia al escrito o discurso con
el cual don José dio las gracias por su nombramiento, pero
antes habían ocurrido otras cosas; el proceso deducido de los
documentos pudo ser el siguiente.
Viera, que en 1773 ha publicado el primer tomo de sus No-ticias
históricas.. . , quiere ser académico, acaso por deseo pro-pio
o por indicaciones del marqués de Santa Cruz, y lo soli-cita.
El secretario, don José Miguel de Flores, le pide que vaya
a la Academia. Viera le contesta:
«Muy Sr. mio: A la muy atenta de V. S. con que se sirve
honrarme de parte de la Real Academia de la Historia,
digo, que mañana entre once y doce del día pasaré a reci-bir
las órdenes de V. S. con la mayor satisfaccion.
200 AA'UARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
VIERA Y CLAVIJO, CENSOR 7
Quedo a la obediencia de V. cuya vida--guarde Dios
muchos años. Madrid 4 de Diciembre de--1 773. B.L.M.
de V. S. su más seguro servidor y capellán. Jph. de Viera.
Sr. Don José Miguel de Flores.))
Allá fue el 5 de diciembre don José y no sabemos qué le
diría Flores. Sin embargo, se deduce, según el escrito que si-gue,
que se le pidió que solicitara por instancia el ingreso.. .
Y Viera lo hizo aprovechando una coyuntura que entonces es-taba
muy en uso. Esperó al ministro Campomanes al paso en
una antesala y puso la petición en sus manos.. . Pero no recibe
noticias y tiene prisa por saber qu6 ha sucedido. Probablemen-te,
joh desgracia!, se habrá extraviado el papel ... Viera se
preocupa.. . y escribe:
«Muy Sr. mio: A no ser mis precisas ocupaciones pasaría
personalmente a saber de¡ favor de V. cual es el estado
de nuestra pretension; pero me prometo de las anticipa-das
finezas que a V. debo, se servirá avisarme si el Señor
Director se ha dado por entendido en la Academia del Me-morial
que desde 13 del corriente, tuve la honra de poner
en sus manos.
Como este Ministro salía muy deprisa de la Cámara
al tiempo que lo pu- en sus manos, tengo ,motivo, de du-dar
si acaso se enteraría después de su contenido. Ruego
a V. me haga el gusto de decirmelo, si es posible, para
repetir la diligencia en caso que parezca conveniente:
dándome asimismo las demás luces, advertencias y órde-nes
de su agrado que obedeceré prontamente.
Muestro Señor guarde a V. los muchos años que dese.
Madrid 20 de Diciembre de 1773. B. L. M, de V. su más
atento seguro servidor. Jph. de Viera.))
Flores le diría que hiciese una nueva solicitud, y pasaría
un mes antes de que el peticionario insistiera. Esta vez si que
habrá de ser atendido:
((Iltmo. Sr.: Dn. Joseph de Viera y Clavijo, Presbítero del
Obispado de las Islas de Canaria y residente en esta Cor-te,
a V. S. 1. con el mayor respeto dice: Que habiendo he-cho
entre sus estudios uno más particular y serio de la
Historia, no solo Eclesiastica y Sagrada propia de su ins-
Núm. 29 (1963) a01
ENRIQUE ROM?XU PALAZUELOS
tituto, sino tambien de la profana y civil, señaladamente
la de su patria, tan conexa con la del Reyno, de cuya apli-cacion
ha dado pruebas en los dos tomos que tiene publi-cados
con aprobación de V. S. 1.: Y deseando perficio-narse
en dicho estudio bajo el apoyo y acreditado magis-terio
de este 5teal Cuerpo, consagrarle sus cortos talentos,
tener la fortuna de trabajar a su vista, y tomar m& de
cerca sus luces para regla de sus tareas. Por tanto a V.S.I.
suplica que por un efecto de su protección, se digne tener
en consideración el mérito de sus buenas intenciones, y
honrarle con plaza de Académico en la clase que V. S. 1.
tuviera por mas conveniente, pues en ello recibirá mer-ced.
Madrid 20 de Enero de 1774.
Jph. de Viera y Clavijo.
Al margen hay una nota:
({Academia, de 4 de Febrero de 1774. Pase al Censor.))
«El Censor: Informado de las buenas circunstancias
del pretendiente y su aplicacion al estudio de la Historia
de que ha dado suficientes muestras en los tomos de Ca-narias.
Dice que no halla reparo que le impida la admi-sión
de individuo de este Real Cuerpo. Madrid y Febrero
10 de 1774. Antonio Hilarion Dominguez de Riesa.))
Con este informe (me atrevo a decir que de circunstancias,
y sobre el que opino que el señor censor no había leído ningún
«tomo de Canarias))), la Academia admitió a Viera. Y el 25 de
febrero éste leyó ante sus consocios la ((oración gratulatoria)),
su acción de gracias, cuyo original está en el expediente, hecho
con la mejor de la caligrafía de Viera, lo que es ponderación.
Consta de seis cuartillas y media y ha sido publicada por don
Agustín Millares en la BibliografZa de autores canarios.. .
No es ocasión, por lo tanto, de reproducirlo, aunque sí y
sólo un párrafo para muestra de su prosa, en este caso prag-mática,
oficial y agradecida:
«De manera que a beneficio de las acreditadas plumas de
los sabios Inglés, autores de la grande Historia Universal,
del admirable Robertson, del Publicista Luffendorf, de los
PP. Orleans y Duchesne, del Abad de Vayrac, del Presiden-te
Hainaut, de Monsieur Dessormeaux, del célebre Voí-
202 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
VIERA Y CLAVIJO, CENSOR 9
taire, y otros: se halla toda la Europa inundada de bri-llantas
Historias de España, que no son Españolas; así
como los Egipcios, Siros, Caldeos, y Persas no vieron co-rrer
otras Hi'storias suyas por el mundo que aquellas que
les quisieron dar Griegos y Romanos.))
Ya es valentía el citar en un acto protocolario al célebre
Voltaire.. . Por otra parte, el discurso es meditado y bien cons-truido,
con alabanzas normales al director Campomanes.
Hay en ,el expediente, y a continuación, dos oficios de Viera
solicitando.. .
({Iltmo. Sr.: Dn. Joseph de Viera y Clavijo, Presbítero, a
V. S. f. dice: Que estando para publicarse el tercer tomo
cie ia Eistoria Generai de ias isias de Canaria, aprobado
por V. S. Iltma.; y seguro el autor de que la honra de in-dividuo
de esta Real Academia que disfruta, habrá de ser-vir
de recomendación a la obra; SUPLICA a V. S. Iltma.
con todo respeto, se digne concederle el permiso que ne-cesita
para usar de dicho titulo Académico, en que reci-birá
merced. 3ph. de Viera.»
~I l tmoS. or.: Dn. Joseph de Viera y Clavijo hace presente
a V. S. f. que está para publicar el tomo cuarto de su His-toria
de las Canarias que comprehende las Noticias Ecle-siasticas
de aquel Obispado: y como esta obra ha sido
examinada y aprobada por la Academia.
A V. S. 1. suplica se sirva concederle la honra de usar
del título de individuo suyo, en que recibirá merced. Ma-drid
18 de Julio de 1783. Jph. de Viera.»
Los permisos solicitados le fueron concedidos, pues en los
tomos correspondientes figura la mención de ser Viera aca-démico
de la Historia.
Finalmente hay en el legajo una carta desde Las Palmas:
{{Recibida a 14 de en0 de 1784 Canaria. (El receptor se
equivocó de año; ha de ser 1785.)
Muy Sr. mio y mi Dueño: En prueba del especial afec-to
que profeso a V. S. tengo la confianza de participarle
mi feliz arribo a esta Isla y Sta. Iglesia de Canaria, el día
12 del próximo pasado Noviembre, donde puede V. S.
mandarme cuanto sea de su obsequio.
Núm. 29 (1983) 203
10 ENRIQGE ROMEU PALAZUELOS
Y deseando yo, en fuerza de mi reconocimiento y bue-na
fe, hacer igual cumplimiento a toda nuestra. Real Aca-demia,
a su Iltmo. Dirsctor, y a cada uno de sus indivi-duos,
tan de mi respeto y estimación; me valgo del favor
de V. S. a fin de merecer sus órdenes en común y en par-ticular,
que ejecutaré muy gustoso.
Nuestro Señor guarde a V. S. los muchos años que de
seo. Gran Canaria 3 de Diciembre de 1784. B. L. M. de
V. S. Su mas atento servidor y Capellán. D. Jph. de Viera.
Sr. Dn. José Miguel de Flores.))
En este breve pero jugoso expediente nos encontramos con
las cualidades que distinguirán a Viera. Además del buen esti-lo,
la cortesía, el halago, la subordinación, etc.. . Se aprecia, sin
embargo, lo incompleto del legajo; faltan las copias de los ofi-cios
y comunicaciones que probablemente se enviaron a Viera;
por ejemplo, el encargo del discurso para la enhorabuena al
rey, los encargos de censuras y los permisos para citar la con-dición
de académico en los tomos de la Historia de Canarias.. .
En cuanto a las censuras, Viera no concretó mucho los mo-tivos
de su cese, ni tampoco el porqué, precisamente cuando
lo cesaron es cuando le hacen más encargos de censuras. Pero
la breve mención a los reverendos, o sea, a la Inquisición, es
suficiente. El Santo Tribunal habría de considerar con recelo
a un individuo tan afrancesado y admirador de Voltaire, al cual
ya había perseguido muchos años antes en el Puerto de la
Cruz por un sermón en el que estableció comparaciones peli-grosas.
De lo que no cabe duda es de que él, tanto como su
hermano Nicolás, detestaba a la Inquisición y que el cese, vi-niendo
de quienes venía, le hubo de molestar mucho, de aquí
tal vez la escasez de datos que nos da.
El historiador sacó generalmente copias de sus escritos. Los
dictámenes los hubo de hacer naturalmente en hojas sueltas.. .
¿Cuándo y dónde llevó sus duplicados al cuaderno actual? La
censura número 17 está fechada a 9 de septiembre de 1784
y Viera salió de Madrid dieciocho días después. ¿Hizo las co-pias
durante ellos? El desorden en que están nos hará creer
que sí, aunque con reticencias.
Las censuras aparecen en el cuaderno en el orden siguiente:
204 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
VIERA Y CLAVIJO, CENSOR 11
Historia Santa, traducida del Italiano al Castellano. 12
de mayo de 1776.
Historia general de la Iglesia, por el Abate Choisi. 1 de
octubre de 1779.
Censura sobre la Disertacion legal sobre las sepulturas
dentro de las Iglesias. 6 de junio de 1777.
Censura de la obra Idea del Universo, por el Abate ex
jesuita Dn. Lorenzo Hervás. 11 de agosto de 1779.
Censura del libro titulado: Dichos y hechos del Señor
Rey Don Felipe II e2 Prudente. 11 de junio de 1784.
Ultimos instantes de Maria Teresa de Austria, Empera-triz
de Alemania y Reina de Hangria. 15 de octubre
de 1781.
Breve resumen de ¡u vida y hechos de Maria Teresa de
Austria, Emperatriz viuda de Alemania, Reina de Hun-grZa
y de Bohemia. 8 de agosto de 1781.
DZccionurio abreviado de la Fábula. 12 de septiembre
de 1'333.
Historia de la Jamaica y demcis Islas que poseían los
Ingleses en el Archipiéhgo de la América al principio
de la guerra actual. 17 de enero de 1783.
Apologia del Rey Don Pedro de Castilla, escrita con-forme
a la misma historia verdadera de Dn. Pedro de
Ayala. 9 de septiembre de 1783.
Historiu admirable cie la fiesta del Corpus Chnsti y de
la vida y muerte de la gloriosa Virgen Sta. Juliana,
Priora del Monasterio de Sn. Cornelio de la Orden Cis-fn*
n.inrnoo n a i o kiá 7 n &nofif.ii;r7n.rn do ocfn Cnnvnrín Cn-ccr
vrciroo, yruo 1 - e uiw riuuvuuruuruviru ruu v o u u u u y r rvwu uv
lemnidad. 30 de diciembre de 1783.
Tratado de la accion del Orador. 29 de agosto de 1784.
Historia de la invencion y milagros de Nuestra Señora
de la Peiia de FrancZa. 30 de julio de 1784.
T&a& de Iti RelfTLoZ .p TT&fe#Jno
v i r ~ ~ A Gcyi Jn , n Anhn tnmnir 4 r . w WG WGUG rcríci wrc
Principe Chrktiuno para gobernar y conservar los Es-tados,
contra lo que Nicolás Machiavelo, y los Politicos
de este tiempo enseñan. 10 de julio de 1784.
Sermon de accion de gracias, que predicó el P. Maestro
ENRIQUE ROMEU PXLAZUELOS
Fr. Joseph de Manxanares, Catedrático de Visperas, que
por el felix alumbramiento de la Princesa N. Sra. tri-butó
en el Real Monasterio de Sn. Lorenzo del Escorial.
2 de diciembre de 1783.
Elogio histórico de Madama Le Prince de Beaumont.
29 de abril de 1784.
Observaciones del Abate Cavanilles sobre el articulo
España de la Nueva Enciclopedia. 9 de septiembre
de 1784.
Hermenegildo. 3 de mayo de 1784.
El sacrificio de Osiris. 4 de mayo de 1784.
La Virtud consigue el premio. 8 de mayo de 1784.
La Maya, drama histórico español. 10 de mayo de 1784.
Las Bodas de Carnacho el rico. 11 de mayo de 1784.
Castor y Pólux. 14 de mayo de 1784.
El delincuente felix. 17 de mayo de 1784.
Las tres maravillas de España. 20 de mayo de 1784.
Clasificzindolas por fechas de dictamen, tendremos este re-sultado:
Número
A 6 o s de
censuras
El número mayor corresponde a 1784, con un apresura-miento
comprensible por la necesidad de otorgar el premio
206 rLVUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
VIERA Y CLAVIJO, CENSOR 13
del concurso; hay ocho en el mes de mayo. No hay ninguna
en 1777, cuando estuvo en París; ni en 1780, en que marchó a
Viena, y tampoco en 1782, año en que fue cesado.
Por la procedencia de los textos, hay siete traducciones del
francés y dieciocho obras escritas en castellano. Y finalmente,
según los temas, hay:
Historia de España, biografías, etc. ... 3
Historia universal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Historia sagrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
Asuntos religiosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Asuntosdidácticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Obras teatrales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Algunos dictámenes resultan minuciosos y a veces con de-talles
casuísticos, pero en todos hay atisbos del saber de Viera
y su agudo concepto de la crítica.
En la imposibilidad de incluir en estas notas la totalidad
de las censuras, pongo a continuación dos ejemplos: el dic-tamen
sobre una obra de teatro de un escritor célebre en la
literatura española y el juicio, muy personal, de Viera acerca
de la biografía de un rey famoso también en la historia del
mundo, Felipe 11. Ambos van precedidos de unos comentarios.
CENSURANÚ MERO 22
Las bodas de Camacho el riico
Esta obra, de ambiente pastoril y quijotesco, fue una de 1 .as
premiadas en el concurso que organizá la villa de Madrid
en 1784, ya mencionado.
El voto de Viera le fue decididamente favorable, frente a .~.-..... -I:A---- r .. nfln,...--4--7~.-. ...- +--%.:,L. e..,. --..-:-A- u uu a que t - s ~ puzrs~ u v a LVI GIGG~II W G ~ , yuc bauiucu IUG pstxi~iau-a.
Esta era original del beneficiado de Carmona don Cándido Ma-ría
Trigueros, llamado el poeta filósofo, nacido en Orgaz
en 1736 y autor de numerosas obras teatrales y poéticas, «escri-tas
generalmente de ocasión, de prisa y sin la lima necesaria)).
14 ENRIQUE FlOMEU PALAZGELOS
Los Menestrales, comedia de costumbres, con moraleja, no tuvo
éxito en su estreno; tampoco gustó la de don Juan Meléndez
Valdés, que fue el autor de Las bodas de Camacho el rico. Me-jor
memoria ha quedado de él como poeta lírico, pues fue el
dulce BatiEo de la poesía bucólica, sensual y suave, y casi por
ella se ha olvidado su profesión de jurista, carrera en la que
alcanzó ser fiscal de la Sala de Alcaldes de Madrid.
Leandro Fernandez de Moratín, amigo suyo, anotó en su Dia-rio,
con fecha 23 de abril de 1798: ~Mulier Castillo and com-plice
ajustiziados», cita de María Vicenta Mendieta y su amante
Santiago de San Juan, que asesinaron a Francisco Castillo, rna-rido
de Vicenta, y en cuyo juicio actuó de acusador Meléndez
Valdés, que consiguió llevarlos al patíbulo.
El poeta, perseguido después de 1808 por afrancesado, huyó
a Francia. Había nacido en Ribera del Fresno en 1754; murió
en Montpellier en 1817.
Viera cita en su escrito a don Ignacio de Ayala; se trata de
don Ignacio López de Ayala, autor de una tragedia al uso, Nu-mancia
destruida, catedrático de Poética en los Reales Estudios
de San Isidro, censor y académico de la Historia.
"M. P. S.
He examinado la Pieza Num" 10, titulada Las Bodas de Camacho
el Rico (Fábula Pastorol, esto es, Drama Pastoral) en cinco actos
con el Epígrafe Emmdaturus si licuisset, Ovid. y aunque tengo pre-sentes
las bien fundadas reflexiones que hizo don Ignacio de Ayala
en su juicio sobre otra obra, que ha concurrido sobre el mismo
título a este certamen, observando la dificultad que hay en com-poner
un buen Drama sacado de la Historia de b. Quijote, cual
corresponda a las ideas y expectacion del publico; sin embargo pue-do,
y debo recomendar el presente a que pase a examen ulterior, y
por consiguiente a la oposicion al premio.
Lo primero con que este Drama se grangea la atencion, es la ele-gancia,
dulzura, y delicadeza de su verso, fácil y bien rimado. El
estilo es el legítimo de la Egloga, y la frase castellana tan p m , que
ci ncfa onmnncirinn tiano alcnin A e f w t n es 11 &m~&& ~ f & l ~ i ~ f i "* vw"- --m--
en repetir los símiles mas comunes de la Poesia Pastoral, y el so-brado
uso de las voces antiguadas de nuestro idioma, por lo cual no
sobresale como debiera, aquel lenguaje extraño de Dn. Quijote, to-mado
de los libros de Caballería, que el Poeta pone en su boca con
bastante facilidad.
En la trama de la acción reinan la ilusion y la verosimilitud. Las
21% ANuAEiO DE ESTUDIOS A.TLANTICOS
escenas estan bien ordenadas, los caracteres bien sosten.idos, con
especialidad el de Sancho Pama y el de Dn. Quijote. No hay ningun
persomje su'pérfluo. Camilo y Petronila son papeles muy impor-tantes
para formar el nudo de la fábula. Basilio y Quiteria intere-san;
las Bodas suministran motivo de pompa al 'teatro, y la Música
y la danza lo animan. Este es mi sentir, salvo. .. Madrid 11 de Mayo
de 1784."
Censura del libro intitulado: Dichos y hechos
del Sor. Rey D. Felipe Segundo el Prudente
Don Baltasar Porreño fue un modesto cura de aldea, cerca-no
al que conoció a don Manso Quijano. Nació en Cuenca
en 1565 y tuvo su curato por tierras de Guadalajara, en la Al-carria,
compartiéndola entre los pueblos de Sacedón y Córco-les,
donde murió en 1639.
Se debía de aburrir en la tranquilidad de aquéllas y se de-dicó
a escribir historias biográficas, las de Felipe 11 y Fe-lipe
111.
¡Qué más podía haber deseado Viera sino que le pusieran
al alcance de su ácida pluma un libro tan fácil de analizar
como el que el buen cura de Sacedón con mejor fe que sentido
histórico escribió en honor del rey prudente!
En el Elogio de Felipe V ya había Viera lanzado sus saume-rios
alabanciosos a los Borbones frente a los Austrias; las
águilas austríacas cediendo su trono a las lises borbónicas; y
antes, en una de sus cartas a La Laguna, había dicho que es-taba
en El Escorial, el gran monumento del gran miedo de
Felipe 11, donde se habla enterrado con la grandeza de Es-paña..
.
No hay, pues, la menor misericordia en el dictamen de don
José de Viera. La crítica es concreta, casuística, apasionada y
a veces pueril, digna de haber sido escrita por el más acérrimo
enemigo üei monarca.
"iitmo. Sor.
Habiendo leido con la debida atención el antiguo libro intitulado:
Dichos y hechos del Sor. Rey Dn. Felipe IZ el Prudente, etc ... por
el Licdo Baltasar Porreño, conforme a la edición de 1748; debo acor-dar
a la. Academia que esta obra hija de la adulacion de un cura de
Sacedón y Córcoles, quien cita a cada paso a su Tio, Aparejador del
mismo Monarca, o que a lo menos tomó la pluma aIucinado todavía
con el aparente resplandor de un reinado midoso; es por consi-
@ente una obra escrita sin critica, ni buena moral, y solo muy a
propósito para mantener la misma alucinacion en los incautos que
ignoran el concepto que la posteridad imparcia1 tiene formado de
semejantes Dichos y Hechos.
Sin embargo, como ha estado tan acreditado este libro, en que
se juzga interesado nuestro amar propio nacional, y no deja por
otra parte de encerrar algunas noticias apreciables; antes que se
conceda licencia para la nueva impresión que se solicita, creo se debe
representar al Supremo Consejo, que el autor empeñado en canoni-zar
todas las acciones en su Héroe y calificar por virtudes los que
son vicios, y por cuajlidades recomendables, los defectos, además a
N
de haber incurrido en diferentes errores, y equivocaciones, que de-ben
enmendarse. O
En el Cap.* 1.0 se dice que fué Hijo Único: pero todos saben que d--
nuestro Carlos V, tuvo otros hijos varones, y hembras. m
O
Se añade: Que este Sol en Géminis nos mch trayendo la Pax E
E
y la Concordia que tan unidas estuvieron en este reinado. Pero 2
quien no ve, que no hubo tal Paz ni tal Concordia. -E
Dice, que le pusieron por nombre Philipo (No fué sino Felipe)
que quiere decir: Os lampadis, u Os martirum. Etimologla descui- 3
dada; pues Philipos significa a la letra, Amante de Caballos. - -
0
Que fué en la Prudencia un Justiniano. Pero porqué o como? m
E
Que apenas se le conociun pasiones de hombre. ¿Pero quien las O
tuvo mas exaltadas?
Que tuvo gran mansedzlmbre con todos. Ya luego veremos cuan n
mansito fxé S.M. -E
Que tenia buen oido, y no sabia Música. Grande elogio. a
2 Que alcanxó grado de Filosofia. Ni el olor. n:
En este mismo Capítulo, se llama Monachio la ciudad de Munich: n
Antona, e1 Puerto de Soutampton en Inglaterra: Otruque, el Obis- 3 pado de Utrech: Agramon, al Conde de Egmont: Arembuque al O
Duque de Aremberg: etc.
Pag. 8 dice, que en el año de 1550, estuvo lloviendo trigo por es
pacio de dos horas, y un distrito de dos leguas, hasta cubrirse la
tierra dos paIrmos, cuyo prodigio anunciaba la felicidad de Fe-lipe
11.
Pa-. 11 dice, que había muerto la Santa Reina Doña Maria de
Inglaterra. Santa sanguinaria y cruel.
Pag. 13, dice, que el Monarca murió día de Sn. Felipe Martir,
Padre de Sta. Eugenia Virgen y Martir; y que el Rey tenía aquel
nombre y una hija, llamada CIara Eugenia. Pero ni Felipe Segundo
fué Martir, ni su hija, Virgen.
Tambien añade, que había nacido en el Pontificado de un Cle-mente,
y que murió en el de otro Clemente. Pero quid inde?
210 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Dice: que se cansaba el Atlante Felipe II de sustentar el peso
de la MmrquZa, y que tuvo Dios prevenido un poderoso Alcides.
Pero este Alcides poderoso fue Felipe Tercero.
Dice: que pronosticó el Cielo la muerte de Felipe II con tres
aclipses, y Ea Tierra, quebrando como mal mercader, alxandose con
los mas necesarios mantenimientos, y rompiendo banca de Salud
con Ea pena. Se puede leer esto con paciencia?
Añade, pag. 18: Cuando la Muerte se careó con S. M. estaba me-drosa
y desarmada. Vítor!
Pag. 22. Pone una revelación de cierto lego de Sn. Francisco, de
que a los tres años salió el alma de Felipe 11, del Purgatorio, a las
nueve de la noche, apareciendo en el cielo dos nubes coloradas, la
una al Oriente, y la otra al Occidente, que se incorporaron en señal
de que entraba en el Cielo. Este fenómeno, si lo hubiera, sería al-guna
Aurora Boreal.
Trae tambien otras revelaciones de Frayles sobre la salvación
& 12 RL-,- ceca, J.u~J.-~y~ &, C = !G~T vT mYU3.Gn -GcU- tL. .I~Uv nV U 4-11r5nL.LnInIVaO nñnri 411UU
en el Purgatorio.
En el CapitP 2.0 empiem nuestro autor, a tratar de las virtudes
de su héroe, calificando, por tales sus mismas malas cualidades, o
defectos. En primer lugar coloca su Gravedad, Severidad, y Mesura.
Que no permitió siendo niño, que el Cardenal de Tavera se pu-siese
el bonete en su Cámara, hasta que él no se puso su capa, y su
gorra. Lo que parece orgullo.
Que en tuüa su vida no se le vio reir. Esto mas sería prueba de
ferocidad, que de humanidad, y de virtud.
Que no mostraba inclinacion a honrarse con los Grandes. Lo que
inciica soberbia.
Que cuando le anunciaron la victoria de Lepanto, no hizo mu-dama,
ni sentimiento más que si fuera de piedra. Esto parece insen-sibilidad.
Que solo mirando um ira (como cree el vulgo del Basilisco) mató
a un Presidente de Ordenes: y no sé con qué palabra (acaso por
ensalmo) a ~ u Vz i rrey de Perú: y a otro gran Ministro suyo: y a
otro, y a otro etc. De cuya virtud libre Dios al género humano.
Que no se oomunimba facilmente, ni hablaba a ninguno, por
principal y poderoso que fuese. Lo que prueba falta de afabilidad,
y de bondad.
Pag. 34: añade: Qué Leon ha habido en el mundo tan feroz como
lo fue S. M. contra los enemigos de su República. No sabemos qué
República era esta; mas si fué la. de Holanb, claro está, que este
Leon feroz fué causa de que se formase aquella República, des-
~ ~ ~ t ? r m d&c !s Le. ?perk Espaiin!.
Dice: que era tan severo, que temblaban todos en su presencia,
aún los más validos: que los valientes se turbaban, que los doctos
enmudecían, que se perdían los Predicadores en sus sermones. Esto
sí que es ferocidad.
Que era poco afecto a Poetas, y a hombres que no vestían calza
justa. Efecto de falta de imaginación y de buen gusto.
Núm. 29 (1983) 211
Que habiendole presentado un Azor, el cual había vencido a un
Aguila en la pelea, lo mando Felipe descabezar, diciendo: que na-die
contra su cabeza. Esto era crueldad.
Que hallandose en Bruselas, siendo todavía Príncipe, al verle ve-nir
desde una ventana el Duque de Sajonia, tuvo la atención de des-cubrirse
la cabeza, quitandose la gorra; pero que Felipe ni le co-rrespondió,
ni quiso mirarle, aunque le habia conocido desde lejos.
Eso era incivilidad.
En el Capit-O 3.0 no recela recomendar como virtud de su magna-nimidad
la prision y muerte de su hijo el Príncipe Dn. Carlos, por-que
comiu fruta con exceso, y bebia agua de nieve en ayunas. Tam-bien
hace entrar en esta virtud la invasión del Reino de Portugal.
En el Capit.O 4.O trata de la Clemencia de FeLipe; y aunque pa-rece
que esta sena una materia abundantísima en elogio de un Rey
Cristiano, que reinó 42 años; solo se hace mencion de haber perdo-nado
la vida a un asesino, cuando era Príncipe de Asturias; de
haber desterrado, y no degollado, a un hermano del Conde de Mon-talván;
a quien habían encontrado con una dama: de no haber he-cho
mal a un Frayle que lo ocultó, de haber conservado sus Fueros
a Portugal; de haber pagzdo a un que le había hecho unos
escarpines: de haber perdonado a un extranjero; qué abominubles
todos los Reyes Filipos: que dió Limosna a un NLarmonita peregrino:
y que abrigó a su hijo en el frio de una terciaria.
En el CapitP 5 destinado a ponderar la humildad y devocidn de1
Rey, solo se nos pintan sus pequeñeces, y sus ridioulas confianzas
en el hermano Fr. Francisco del Niño Jesús; en la correspondencia
epistolar que tarnbien tuvo con otro Frayle lego descalzo, llamado
Fr. Juan de Czbrera: y con otros diversos Religiosos, igualmente
Legos.
En el Capit.0 6: se pone, para prueba de su Fé, la soberbia fábri-ca
del Escorial; el haber mandado que no se abriese nunca el Mau-soleo
del Cuerpo de Santiago: el haber besado la mano a un Misa-cantano:
el haber hecho guerra en Flandes, Francia, Alemania, e
In~laterra: el haber hecho que el Príncipe de Asturias se descu-briese
la cabeza para ayudar a revestir a un sacerdote: y el haber
pedido Licencia al Cura de Tarancón para herrar un caballo en día
Domingo.
En el Capit.0 7.0 que es el de su Modestia, cuenta por tal, el ha-ber
sido Protector de la Liga de Francia, en tiempo de ias Guerras
Civiles.
En el CapitP - sobre Ia Prudencia, es ridicula la noticia de
que Su Magd. se preció siempre de tres cosas: esto es, de no haber
usado Gregüescos, Balunas, ni calzones; ni haber montado en mula;
ni haber nunca bailado. Pase lo del baile y de la mula; pero sin cal-zones?
Iguaimente a la página 142, es ridicula y susceptible de crí-tica
la especie de que si los reinos se hubiesen de dar por oposición,
como Cmonicatos, leyendo todos los Reyes y los Sabios del mundo,
Felipe II se hubiera llevado la Prebenda con , y ventuja
grande.
Es tambien indecente, pág. 147, el cuento del Eclesiástiw, de cuya
212 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
VIERA Y CLAVIJO, CENSOR 19
mucha Prudencia tenía el Rey noticia, porque estaba amancebado
con una Doña Prudencia.
Pag. 163, es demasiada absoluta, fuerte y adulatoria la proposi-ción
de que: Desde Salmón acú, no tuvo el Mundo Rey tan sabio:
y en prueba de esta sabiduría se dice, que leía los libros de Ray-mundo
LuUo aún en sus viajes.
Por prueba de su Justicia se pone en el Capit." 10, el: suceso y
causa del célebre Antonio Pera, que los más tendrán por argumen-to
en contra: y la muerte del mencionado Príncipe Dn. Carlos, eje-cutada
con arreglo al ejemplar de la del desgraciado Príncipe Dn. Car-los
de Viana, cuyo proceso mandó Felipe traducir del Catalán.
En el Capit.0 11 hablando de la armada y expedición famosa con-
.tra Inglaterra, se dice: que la disposición de los medios no fué me-nos
prudente, que la intención piadosa. Pero todos los Historiado-res
juiciosos convienen, en que la desgracia de aquella expedición
se originó de la im-prudencia con que se dispuso, al paso que tam-poco
elogian la intención.
m- ..Y r L - : L C 3" .--- <,,A zi---l- -- L--- 2z-- -1- UL GI UCLLJIL.1. 1, yag. l a r uuilue se lrace irieiltilurl ue uri -r-a-y--u- q- -u-e-cayó
en el Escorial, año de 1577, se aiíade: «que aquel suceso lo
había pronosticado un Astrólogo Judiciario Catalán llamado Micon;
y que aquel año era prodigioso, por ser septenario, y encerrar once
veces siete, por lo que se verificó la caida de dicho rayo en Septiem-bre
que es mes Septenario; y el día 21, que son tres sietes; y el día
séptimo de la Luna; y cuando el Sol había entrado en el S6ptimo
grado del signo de León». Este análisis Judiciario solo puede servir
para embaucar a necios e incautos con perjudiciales sandeces.
En el Capit.0 13, pag. 196 hay una exageración capaz de hacer
reir al mas circunspecto, pues sienta que Alejandro no fué Magno
cmpurado con Felipe II.
Pag. 196 dice que la Reina de Cándia, edificó el Mausoleo. Y de-bía
decir la Reina de Cária.
Pag. 204, que se hicieron Fortificaciones en Manillas. Debía decir
en Malinus.
En el Capite0 15 pag. 153, dice: que el templo de el Escorial, uc-hva
maravilla, es el primero en dignidad en el mundo. ¿Pero que
dirá a esto de ser el primero en dignidad, el de Sn. Juan de Letrán,
como lo han declarado los Papas; y por lo que hace a maravilla, es
-1 A* e- rb.A...- A* u--,.
EL UG UII. CGULW UG muula.
Pag. 272, en donde se refiere el cuento de un mercader de Uni-cornio~,
a ñadiendo que Felipe 11, dejó algunos vinoulados a la Co-rona
Real, los que dice que valían mas de un millón, etc. Se debiera
poner una Nota para advertir, que pocos ignoran ya, que el Uni-cornio,
pasa por un animal fabuloso; y que las muchas astas que
se muestran con este nombre, pertenecen a un pez Cetáceo, llama-do
Narval.
Pag. 305, dice «que la Holanda es una pequeña Provincia, vecina
al; mar de Brabante, que time ai mediodía la Africa, al Oriente el
Océano, y por todas partes el mar Br?tánico, y al Occidente la Flan-des
». Los desatinus de esta descripcion saltan a la vista, porque
Holanda es la mas considerable de las Siete Provincias unidas; por
20 ENRIQUE ROMEU PALAZUELOS
el Oriente confina con las de Gueldres y Utrech; y por el Poniente
y el Norte con el Mar; y por el Mediodia con los Estados de Bra-bante.
Estos son los principales reparos que puedo exponer a V. S. 1.
sobre esta decantada obra.
Madrid 11 de Junio de 1784."
Las dos censuras expuestas son de los meses de mayo y ju-nio
de 1784 y en este año S2o algunas más, lo cual demuestra
la capacidad de trabajo de don José de Viera, quien estaba cer-ca
de abandonar Madrid para ocupar su cargo de arcediano en
Fuerteventura en la catedral de Las Palmas y habría de estar
ocupándose de varias cosas: liquidar con Blas Roman las cuen-tas
de impresión de la Historia de Canarias, almacenar los to-mos
de ella que no se vendían, recoger papeles y hacer las
protocolarias despedidas.. .
;Gran trabajador intelectual fue el académico censor!
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLAA'TICOS