H I S T O R I A
INSTITUCIONES POLITICAS INDIGENAS DE LA ISLA
DE GRAN CANARIA
GUAIRES Y CANTONES. GUANARTEMES Y REINOS
POR
JUAN ALVAREZ DEM=ADO
En el número anterior de este ANUARIDOE ESTUDIOAS TLÁN-TICOS
estudié «El Sáborx, la más sugestiva y sorprendente de
las instituciones indígenas de la isla de Gran Canaria, corres-pondiente
a la legislación y la religión indígenas.
Quedó para esta segunda parte el estudio de otras dos insti-tuciones
grancanarias: la división de 1.a isla en doce ((cantones,
o distritos de población, con sus gestores o guaires, y otra insti-tución,
de creación muy reciente en ella, los Reyes o GuananFe-mes
y los meinosn establecidos en esta isla sólo en el ÚItimo si-glo
de su vida indígena: de 1375 a 1483, año en que termina la
conquista castellana de Gran Canaria.
Trataré separadamente de ambos temas, para poder estudiar
inc',ependieritemerte vudu cm de sm proh!e=uu, t u r ; t ~ rrmo!S-gicos,
los más oscuros por la escasa documentación conocida,
como lingüísticos, que ayudan mucho a comprender el carácter
real de esas instituciones y sus hechos, en estrecha comparación
con las del mundo berber.
Núm. 28 (1982) 265
JUAN ALVABEZ DELGADO
TRATADO PRIMERO
CANTONES Y GAYRES
Sabemos por Abréu, Torriani y Viera l, aunque con erratas
y confusiones, que los Gayres o Guayres eran los doce «jefes
cantonales)) de toda la isla de Gran Canaria, pero ese nombre
cgaire)) se aplicó también a los «capitanes de guerra)), sentido
que tiene esa voz (amiar) en algunos dialectos berberes, así
como para indicar un «valiente», «consejero» o «jefe de poblado)),
junto al de «viejo», y «marido».
Ningún autor nos ha explicado qué eran en realidad para
los graiicaiiafios iiidjgerias esos c<caiiioiies)), Kdis¿i?itosjj,c i¿érmi-nos
», «cuadrillas», «farniíia» o «poMación», de que nuestras fuen-tes
hablan confusamente.
La comparación guanche-berber nos permite igual.ar el «can-tón
» o «distrito» con el «aduar» b.erber, o con el español ((publa-do
» o ((municipio)). Pues no es preciso que las viviendas del
poblado estén de hecho juntas, sino «agregadas» en algún con-cepto,
aunque no estén físicamente agrupadas.
Lo dicho nos lleva a dos puntos: explicar la voz grancanaria
Gáyre, gaire o Guayre con sus valores primarios y deducidos, te-niendo
en cuenta las dudas formuladas al respecto; y explicar
el proceso de división cantonal de la isla, al menos al llegar la
división al siglo XIV. Para fechas anteriores no hay ni datos ni
indicio alguno.
1. Estudio de la voz gayre
Esta forma grancanaria falta en Torriani y sólo aparece re-cogida
en Abréu Galindo y fuentes de él derivadas: Escudero,
Glas, Marín, Viera y Clavijo y Chil Naranjo 2. La voz no se re-
1 AB&U GALINDOe,d . Cioranescu, Santa Cruz de Tenerife, 1955, 11,
7, 172. TORRIANeId,. Cioranescu, Santa Cruz de Tenerife, 1959, c. 30, pA-gina
96. VIERA: Noticias, lib. 11, cap. 20, núms. 2 y 6,
2 WOLFELM: onumenta Linguae Camriae, ed. Graz, 1965, IV, núme
ro 143. ABRÉU, 11, 7, 171 y 10, 181.
,266 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
gistra fuera de Gran Canaria, con sólo dos excepciones: el pro-pio
Abréu habla con error de que «Ico no era noble Gayre», que
considero personal invención suya o de su copista, y pairo, to-mado
por Wolfel a fuente muy insegura 3.
Me parece que gayre o guayre es voz recogida directamente
a la tradición oral grancanaria, pues su doble fonetismo gaire y
guaire la tienen otras voces indígenas usuales, originariamente
con velar enfática; como el nombre del roque de Agiiimes:
Agayro, Aguagro, y por errata Acayro y Acuario; y el vacagwtré
palmero (= ubak &x guare; = «quiero morir))), cuyo segundo
componente es el verbo guanche-berber ber, bar, gkar, «secar»,
«matar» y {{morir)). Etimologia. La voz gáire = guáire está sa-cada
del plural m&ren, plural primario de m&-, variante del:
panberber amgar, «grande», ((viejo)), ((notabien, «jefe», «capitán
de guerra)), pues con todos estos significados aparece en los dis-tintos
dialectos berberes '.
Dos particulares tiene esta etimología: el vocalismo ai de la
forma grancanaria; y los cambios semánticos indicados, que es-tudio.
a) El vocalismo ai por 2 primaria está comprobado por la
forma citada de Agairo, derivado de igir, «roque», pl. igariun,
del primario igairun. También Laoust explica la evolución de
2 = éi = di, como variante normal también en berber 5. Por otra
parte, la voz usual en berber amgar no explica, ni el vocalismo 4-
sugerido para el guanche, ni el diptongo grancanario; es obli-gado,
pues, admitir una alternancia vocálica en el guanche: pri-maria
m&, como tiene el verbo meger, imgar, meqor, y mekkar,
que tienen también otros nombres derivados de igual raíz:
A;izqvru7%i, tDius>j = u;.Tiiqlíjíi y ajjieYrLLi-ia S-uai* Ml-ber,Y - A,rnek-kar,
«Dios» en tuareg; y anemgur, «notable» en chelja.
b} Para los cambios semánticos me parece instructiva esta
glosa de Nehlil al registrar amgar: «La voz am&r significa 'vie-jo'
y por extensión toma el valor de 'jefe', puesto que en sus
3 ABRESU, 1, 11, 62. WOLFELI, V, n a . 6 7.
4 FOUCAULDDI CT., p. 1751-55 y 1237. NEHLIL:G Wt, p. 141. DESTAINQ
CHELJA, p. 61, y SEGRUCHEpN. ,X XXVIII a XL. LAOUSTM: awcain, p. 293.
5 LAOUST: Tuponymie, núm. 43. Sous, p. 153. Siwa, núm. 15-19.
6 NEHLIL: Gñat, p. 141.
4 JUAN ALVAREZ DELGADO
orígenes, entre los berberes y los árabes, cuando sobrevenía una
discrepancia, era 'el de más edad' o el más 'viejo' de la tribu el
llamado a arreglarla, y en consecuencia a actuar como jefe.»
Mas conviene subrayar que en los textos de Gran Canaria
la voz gayre o guai~e suele tener tres valores distintos, con fre-cuencia
confundidos entre sí, por lo que conviene mantenerse
alerta. Estos son: ((jefe cantonal», una especie de jefe político,
que suele ser de hecho ((capitán de guerra)) y «el notable de la
tribu o la demarcación. Sólo en el caso de Doramas, que estudio
al final de este trabajo, éste es ((capitán de la guerra)) en expre-si6n
de Abreu Galindo7, que no es jefe político. Aparece a veces
((gayren como «notable» o ((nuble», lo que tal vez es una confu-sión
de nuestros historiadores, ignorantes del valor preciso de
r~ry U-L L L~ ;.=~z. ny lpe~r ú~ltim e, gc~~sejrre:e> m iembr~& l. gghierne
de los Guanartemes, que es sólo particular uso correspondiente
a los Últimos decenios de la vida política grancanaria desde 1460
a 1483.
Confirma esto el estudio antes citado de Destaing sobre los
Segmhen, donde el insigne berberista destaca el uso peculiar
de am&zr, «jefe» en general, aplicado precisamente al «jefe de
guerra)), designado por elección en cada aduar o poblado. Luego
todos los irniaren reunidos eligen entre ellos al amgar en tuya
(o amiar en tuga en otros dialectos menos paladiales), que es el
((capitán de guerra» de toda la tribu. Este fue el caso particular
de Doramas, mientras los otros jefes cantonales sólo capitanea-ban
a sus guerreros. Tal fue el caso de Maninidra en la opera-ción
contra Pedro Chemida, y el del mismo Maninidra cuando
don Fernando Guanarteme lo coloca al frente de los sesenta gue-rreros
de su familia, que Viana cita en su poema (canto XI,
PP. 261-262).
2. La incógnita
2En qué momento se establecieron los DOCE CANTONES en
Gran Canaria? He ahí un problema insoluble, por falta de indi-cios.
Personalmente sospecho que la repartición surgió paulati-
268 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES WLÍTICAS INDÍGENAS DE GRAN CANARIA 5
namente desde el siglo 1 a.c., fecha de su población inicial por
Juba 11, hasta el siglo XIV, pues- en 1341 ya hay pruebas de
cantones separados. A largo de ese período cada «jefe de fa-mil,
ia» pasó a ser jefe cantonal de su «aduar» o poblado, y a ser
de hecho (te1 jefe», como apuntó Nehlil.
Las noticias del Obispado de Telde (1351 a 1393), del Canarien
sobre el testamento de los trece frailes martirizados en Telde,
y de la expedición portuguesa de 1341, que indican la presencia
de «jefes» o personajes distinguidos hasta en su vestuario y por
el respeto que les demuestran los indígenas, parece absoluta-mente
seguro que existían ya los cantones de Telde y de Gáldar,
visitados en esta expedición 8. Pues los navegantes abordan la
isla por un importante poblado del Sur, evidentemente Telde
por el martirio de los mallorquines, y luego por el Norte, evi-dentemente
Gáldar, porque rompen las puertas de las casas, que
según noticias de Abréu, Sedeño, Sosa y Marín visitaron allí.
El Canarien y Chil subrayan la existencia antes de 1400 del po-blado
de Arguineguín, residencia del rey en 1404. Como las noti-cias
de imágenes de los mallorquines en San Nicolás o la Al-dea
= Artebirgo, y en Tamaraceite. Las noticias que tenemos
de Gumidafe nos dan a conocer que antes de hacerse rey era
jefe cantonal de Tejeda, cuya existencia hay que reconocer ha-cia
1375.
Con ello tenemos seguramente documentados antes del si-glo
XV la mitad de los doce cantones señalados por Abréu.
De los demás parece inútil buscar antecedentes, pero no es
probable ni parece razonable creer que fueran creados en fecha
posterior, cuando el Canarien habla de una gran población de la
isla, superior a la que tendrá al mediar el sigIo XV, a causa de
las guerras y la epidemia.
8 RUMÉU DE ARMAS: El ObiSpudo de Telde, 1960, p. 149, 151, 155 y 167.
Can&rZq ed. Lagunense: 111, p. 73. Be Bnm-m: Lw ~qpdf&mes !gs
Canarias en el siglo XIV (19461, p. 30-32 y 119.
JUAN ALVAREZ DELGADO
Esta acta de 1476, que Abréu Galindo resumió en el capítu-lo
29 del libro I de su Historia, tiene escaso valor jurídico, pero
es muy importante como documento geográfico, lingüístico y de
historia local, y para el. estudio de los cantones o distritos gran-canarios
gobernados por los gayres, la más valiosa y segura apor-tación.
1) Probbernas de autenticidad
a} Esta acta puede significar simplemente el interés de Die-go
de Herrera por aportar una ((certificación en pergamino)) más,
como dijo Viera, en prueba de su derecho al dominio real y se-ñorial
sobre la isla de Gran Canaria.
b) Pero es posible considerarla conc un ((amaño)) de Pedro
Chimida o una ficción jurídica. Ya que si el acta de 1476 habla
de «un consenso de los guanartemes, los faycanes. los gayres y
los principales de los pueblos)) de la isla de acatar el dominio
de Herrera, no consta que el escribano Ruiz de Zumeta presen-ciara
esa reunión o se le presentase acta acreditativa de ello.
Mientras en las tomas de posesión anteriores de Gran Canaria
en 1461 y de Tenerife en 1464 el escribano presencia la reunión
de Herrera con los reyes de cada una de las islas, aquí se fía de
lo dicho por Chemida lo. En las páginas finales del estudio de
los guanartemes agrego otra sugerencia.
C) Se dice en el acta, además, que se juntaron «en Gran
Canaria los guanartemes de los dos reinos)), y no están separa-dos
en el acta por reinos los firmantes; y ni siquiera parece
cierto que estuviese el guanarteme de Telde, quien o estaba muy
enfermo entonces o había muerto ya, segh dice el propio Abréu "
en PI mpítulo anterior al actaj cuando todavía Pedro Chemida
estaba preso en la torre de Telde y antes de redactarse el acta.
d) Entre los emisarios o embajadores del acta de 1476 no
270 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
figura ninguno de Tirahana (o Tunte), ni de Arguineguín, que
sabemos eran distritos o cantones con su propio gayre, según
noticias de Abréu y Sedeño; por lo cual sólo asistieron diez de
los doce gayres de la isla 12.
Pero aquí hay que dar la razón al acta, porque en Tirajana
debía de vivir entonces Doramas, sublevado ya contra el rey de
Telde. Porque si Doramas era sin duda del reino de Telde, no
debió de vivir en ese cantón, ni en el de Agüimes, cuyos gayres
eran, como se ha indicado, los hermanos o primos hermanos
Maninidra y Autindana, enemigos irreconciliables de Doramas,
pretendiente a la mano de una hija de Maninidra, quien la vigi-laba
desde sus cuevas de Tufía, cuando la puso en Gando para
evitar que se entrevistara con Doramas 13.
V +.-,mnnn,-, ri.r,4r. r.ritnn nl nrir\nnmnn+r....+ri A - - 3 . - - e . . - ---u-.-
& LCllllrVLV ruUV cULCII l;l 'c plc 3 c l I L d l l ~ ~ ue Al g ~ ; U ~~U ,p~ ul ~queg:
además de su lejanía de Telde, su jefe cantonal Bentagaire an-daba
por entonces en desafíos con Doramas o se había retirado
allá tras su conocido desafío con él 14.
2. YroMemas geográficos, históricos y linguisticos
a) Esta acta es el único documento conocido que nos ase-gura
la localización real de la mayoria de los doce cantones o
distritos de Gran Canaria, gobernados por sus gayres; a veces
en discrepancia, otras con ayuda de las noticias de Abréu Ga-lindo.
De ello nada sabemos por Torriani o por las Crónicas de
Canaria.
b} Y esta acta resuelve el problema especial de los nombres
de dos cantones: Agaete y Tejeda, nombres de los que se ha du-dado
de su carácter guanche, dándoles erróneas explicaciones
europeístas, mientras su presencia en el acta prueba que eran
conocidos antes de la conquista. Y lo mismo ocurre con el su-puesto
arabismo asignado a Tamaraceite.
C) Y Artebirgo, asegurado sólo por el acta de 1476, comprue-ba
por su etimología y su versión en el topónimo español «La
Aldea» que fue conocido por los mallorquines, que colocaron allí
12 ABRÉU, 11, 8, 176. SEDENO, ed. Darias, p. 57.
13 CHIL NARANJOE: studios, 1, 566.
14 CHIL NARANJO, 1, 568-569.
Núm. 28 (1982)
8 JUAN ALVAREZ DELGADO
la imagen de San Nicolás de que hablan nuestras historias de
Gran Canaria, antes de 1393 E.
d) Mi identificación de las noticias cantonales del acta de
1476 no siempre coinciden con Abreu GaIindo, por lo que ha
sido preciso contrastarlas seguidamente.
e) Y si uno luego el estudio lingüístico de los nombres de
los emisarios, sin otras resonancias históricas, lo hago para ga-rantizar
aún más la autenticidad y verosimilitud de las noticias
del acta de 1476 y de su informador Pedro Chemida.
3. Algunos errores de Viera y otros
a
La lectiira apresurada del acta de 1476 provocó el error de
Viera y Clavijo16 de reducir a diez, en vez de doce, los cantones O
o distritos de Gran Canaria. n-- m También provocaron dudas algunos topónimos indígenas des- O E
conocidos del acta de 1476, o no identificados por nuestras fuen- E
2
tes, y que ni Akréu, ni Viera, ni Chil. Naranjo dejaron claros en E
sus textos. Así Artebirgo = ((La Aldea)) o San Nicolás, ni Agraga 3
o Arequerata, que veremos corresponde efectivamente a Aguj- -
raga o Ayraga de nuestros textos, ni siquiera por Wolfel en su 0
m
E
Monurnenta 17, han sido reunidos como un solo topónimo con mu- O
chas variantes. 5
Sólo Arguineguín, bien conocido por las noticias del CanarZen, n
E
es citado por Sedeño aunque solamente Chil identificó la ver- a
dadera capital cantonal, situada no en el puerto de Arguineguín n
o El Perchel, ya distinguido de aquélla en el Canarien 19, sino en n
la altura, entre el. barranco y el actual puerto, y no marcada en 3
O
el mapa militar. Porque Ar -bi -neguin vale como diré «lugar en
los altos)), y ninguno de los cantones inicialmente, salvo quizá
Agaete, estaba muy a la orilla del mar, sino todos situados hacia
el interior.
15 Canarien, 111, 73. ABR$x1~, ,1 7, 41. TORRIANC.I 3,8 , p. 118.
16 VIERA Y CLAVIJON:o ticias, 11, 21 y VI , 24; inspirado en &&u, 1,
29, p. 135, y en oposición con ABRÉU, 11, 7, 172.
17 W o m : Monumenta, V, núms. 223 y 244.
18 Canarim, 111, 121 y 133. SEDE~p.O 5,7 .
19 Cmz: Estuáios, 2, 587.
272 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLÍTICAS INDÍGENAS DE GRAN CANARIA 9
DETEF~IVIINADCEI ~LONS CANTONES O DISTRITOS DE LA ISLA DE GRAN
CANARIAF,I JAXX~N DE SUS NOMBRES CON DETALLES TOPONÍMICOS
Y LOCA;LIZACDEI ~LNAS CABEZAS DE DISTRITO
Aunque en el acta de 1476 sólo aparecen los nombres de diez
cantones o distritos, causa del error de Viera, según testimonio
expreso de Abréu Galindo, éstos eran doce, seis en cada reino,
pero sdo a partir de 1430-40, como probaré en el estudio de los
reyes o guanartemesa3. Ni Abréu, ni Torriani, ni Viera consig-nan
los nombres de los doce cantones en ningún pasaje determi-nado;
mas al tratar de algunos gayres, capitanes o valientes,
como Abréu en los capítulos 7 y 8 de su libro 11, da a.l gu.n, as mticias apr~wxhabks, aUnqUe inse-ras, para sü ! u d i ~ ~ ~ i u i i .
Ordeno seguidamente en dos columnas, una para cada reino,
la lista de esos doce cantones, cuya seguridad va luego estudiada
en sus diversos aspectos, nombres originales y actual, en los si-guientes
apartados, sus problemas y características toponímicas.
1." Gáldar o Agáldar. 1 .O
2: Arucas o Arehúcad. 2."
3." Ayraga o Agirawan 3."
( = ((Fontanales)). Moya).
4." Agaete (= agahet o 4."
agahgt).
5." Teheda o Tejeda (= tehe- 5.0
dad = {{garganta de los de-do&
o agujas).
6." Artebirgo (ar-tebirgun = 6."
= «lugar de tiendas))).
Tebde o Tildet.
Tumaraceite o Ad-tamara-
&t.
Utiaca = ar-utihakkan (en
San Mateo).
Agüimes.
Tirahana o Tirajanrr. (= at-ddzr
-ahannaga = «riscos
impresionantes)).
Arguineguin (= «lugar en
los al tos^).
m ABXU~U1,, 29, 135; 11, 2, 151 y 7, 172. VIma: Noticias, 11, 21, 6 y
VI, 24.
13 JUAN ALVAREZ DELGADO
1. La división de La isla en dos reinos: linea diwisona
Habla confusamente AbréuZLd e una línea divisoria entre los
dos reinos de Gran Canaria, naturalmente para la etapa 1440-
1480, que debo fijar aquí con más precisión.
Empezando por la zona de Las Palmas y marchando de Norte
a Sur y de Este a Poniente, esa divisoria entre ambos reinos em-pezaba
en la desembocadura del barranco de Tenoya y subía por
61. hasta las Lagunetas y el Roque Nublo, quedando para el reino
de Gáldar: Arucas y Teror y Valleseco, y para el de Telde: Ta-maraceite
y San Mateo o Utiaca. Esa Iínea continúa al este de
Tejeda, que es cantón de Gáldar, y desde el. Roque Nublo pasa
por el monte de Pajonales; bajando hasta el mar al oeste de la
isla, bien por el barranco de Tasarte, bien por el de Mogán; no
hay dato preciso. Porque Tasartico está muy cerca de San Nico-lás
(= Artebirgo), del reino de Gáldar, y Tauro y Taurito quedan
demasiado próximos a A r g ~ i n e ~ ídne,l reino de Telde. Así que-dan
al reino de Gáldar, además de San Nicolás y los ya citados
Arucas, Gáldar y Tejeda, Agaete, inmediato a Gáldar, y Ayraga
o Aguiraga, en el sector de Moya y Fontanales. Y al reino de Tel-de,
además de los citados Tamaraceite y San Mateo o Utiaca, los
cantones de Telde, Tirahana (Tunte), Agüimes y Arguineguín.
Esta Iínea divisoria coincide con una noticia de Abréu Galin-do
n, sorprendente pero real, de que el reino de Telde tenía mu--
cho más territorio y mucha más gente que el reino de Gáldar,
ya que la línea divisoria que acabo de señalar asigna al reino de
Gáldar poco más de un tercio del territorio de la isla y algo más de
la mitad de la isla para e1 reino de Telde.
Dije sorprendentemente porque la isla no se dividió al morir
Gumidafe, como creyeron Abréu Galindo y Torriani 23, sino hacia
1440, como explicaré, al morir Asemmidan, segundo hijo de Gu-midafe
y tercer rey indígena de toda la isla de Gran Canaria.
Yo explico esta extraña partición por motivos de la partición
política preexistente al instituirse la monarquía. Siendo doce
21 ABR~u, 11, 7, 172.
P AB-, TI, 7, 172.
a ABRÉu, IOC.c itado. TORRIANcIap,. 30, p. 97. SEDENOe,d . Darias, p. 57.
274 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES WL~TICAS IND~GENAS DE GRAN CANARIA 11
los cantones al dividir el reino, el Sábor único para toda la isIa
entonces, y los doce gayres habían de preferir asignar la mitad
de los cantones a cada reino, sin atender a cantidad de tierra
y de habitantes. Porque si una de los reyes tenía más gaires que
el otro, no estaría de acuerdo el de menor número y ningún gayre
aceptaría repartir su cantón entre dos reyes.
2. Pruebas de los nombres de los doce cantones
El acta de 1476 en el aludido pasaje de Abréu Galindo cita
diez nombres cantonales: siete de ellos corresponden a topóni-mes
~ i v n sh ey y bien c~n o~i d nens Gran Canaria: Tdde, _A_@-
mes, Tejeda, Agaete, Gáldar, Tamaraseite y Arucas. Quedan por
identificar con topónimos actuales sólo tres: Aquerata o A p g a ,
Artebirgo, nunca citado en otra fuente, y Artiacar o Atiacar, de
aproximación más fácil. Y omite el acta dos cantones, Tirajana
y Arguineguin, cuya ausencia del acta yo explico, porque los emi-sarios
escogidos por Pedro Chemida, a mi juicio, no podían per-tenecer
a Tirajana, donde entonces dominaba con su rebeldía el
valeroso Doramas, hostil.izando a Bentagoyhe de Telde y a sus
familiares Maninidra y Autindana, gayres de Telde y Agüimes.
ni de Arguineguín, que estaba muy lejos, y quizá su gayre Ben-tagaire
andaba en su desafío con el mismo Doramas, como sa-bemos
por Sedeño U.
3. Etimolo@as de estos topónimos y su identidad
a) Al Aqueruta de Abréu corresponden en otras fuentes sus
variantes Agmga, Aeragraca, Airaga, Layraga, Iraga e Izaga,
etcétera 25. La voz Falairaga, literalmente fa& agiraga = «sobre
nAyk~w. rmu~yn~,l r lrfr.n dri-nnn rr T'_r.:n nn I n r i nltrin Cr innt , -1 r<nntrin rlr\ m-n ~ Z L L G L L G ~ GP u u ~ ac r x LUD a L L w o , r r c u i c al w a , L u r uc L' vu-tanales-
Moya, que no se fija en el mapa militar, pero sí en Olive
y Chil 26. El nombre Ayraga o Airaga (como El Airaga y Lairaga)
SDEÑO, ed. Darlas, p. 57.
25 Wim: Monumenta, V, nfuns. 223 y 254.
OLIVE, p. 330, y CHIL: Estzdios, 1, 543.
12 JK4N MS'AREZ DELGADO
son atenuación de agiragn o aguiraga, por agirawan, «las aguas)),
o das Madres)) (del agua), o das fuentes)) = ((Fontanales)). Agf-rawan
es el plural del g-uanche-berber presente en el tuareg ege-rm
O igeriu, daga, laguna, nar, río, aguan, presente en el tiner-feño
Aguere = &a Lagunan de Abréu Galindo, así como en los
nombres norteafricanos de los 130s Ger o Gir en Marruecos y Ni-ger
(= i-n-iger = ((el del ríonj. El topónimo grancanario me pa-rece
alude expresamente a «Fontanaks», cuyo ((barranco de Mo-ya
» actualmente desemboca cerca de Airaga, o Lairaga, o Costa
de Lairaga, que determina bien el «cantón» indígena, escrito por
errata Agraga o Agiraga n.
b) Artebirgo, errata de ar-tebirgun, literalmente «lugar de
tiendas» o «casas» = «Aldea», que literalmente corresponde a a
«LA ALDEA)), como se llamó usualmente hasta comienzos de
este siglo: recuérdese el famoso «pleito de la Aldea», e1 actual O
d ((San Nicolás» y ({San Nicolás de Tolentino)}. El nombre del Acta -
m
O
E de 1476 se compone de ar (variantes al y un), «lugar», seguido E
2 del plural femenino tebirgun, correspondiente al singular taber- E
gen, tibergen y abergen, abirgm y abergan masculinos, de valor
«tienda», «choza», «casa» 18.
3
c) Artiacar y sus variantes, en vez de Utiaca usual, por e1 -
0
m
primario utihúkkan, corresponde a alguno concreto de los diver- E
sos parajes de nombre parecido en la vega de San Mateo, que O
citan Viera y Olive: Utiaca, Lomo de Utinca, Sorana de Utiaca,
E Umbría de Utiaca, algunas veces escrito por errata Utica. Aunque a
por su sentido etimológico, quizá corresponde a «Lugarejo» o 2
d
aLas Cuevas)) de Viera. A mi juicio, la voz original. era a-hu- ti- -
Ttdkkan, literalmente «éste tiene chozas)) o das casitas)). siendo 3
O tihdkkan plural de tahcikka, «casa pequeña)), según Foucauld,
y también «escondite» y «abrigo». La nasal final del plural está
apuntada en esa -r o-tu final de algunas variantes 29.
? Para la forma egerew y tegert, véase Fouc~mn, p. 486 y 472, y
LAOUSTT:o pcmymie, núm. 604.
a UOUSTS: iwa, p. 300. NEHLILG: hat, p. 210. FOUCACLp.D 8, 9. Y para
sus variantes graficas sorprendentes, vkase WOLF~: Mommenta, V, nú-meros
165 y 224.
29 VIERA: Noticias, XV, 87. Wom: Mmumenta, V, núms. 166 y 235.
FOULCAUpL. D6,7 1, y para el verbo, p. 6'75-76.
276 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Seguiré con los dos topónimos: Tirajana y Arguineguin, omi-tidos
en el Acta de 1476.
d} Tirahana es la forma de escribir este nombre preferida
por Abréu y Sorriani, probando que su -h- es etimológica y la -j-usual
en nuestras historias y en los mapas, confusión de la orto-grafía
usual. Lo cita Abréu a propósito de su gayre Guanhaben,
a quien coloca en el pueblo de Tunte, que por errata escribe Trim
te, poniéndolo «en el término de Gáldar)) ! ? Error evidente, pues
el propio Abréu pone entre los Gayres de Telde a GuanJzaben,
y Tunte, «El Sitio», está en Tirajana, según Viera y Clavijo y el
mapa militar de Gran Canaria de 1942. Y la crónica de Escudero,
interpelada por Marín y Cubas, como es sabido, sobre el texto de
Abréu, dice que el luchador Guanhaben era de Tunte, enmen-dando
de pasu ia errata Trinie de Xaréuu.
Debo de señalar aquí noticias que corrigen ideas erróneas fre-cuentes
en nuestros textos. Tunte = «sitio» es expresión guan-che-
berber, que Laoust y W~l felre cogen en varios sitios3=.P ues,
además del citado Tinte = tunte, hay Tinte en Lanzarote, con el
-:m-* 77*n.,1:"-- A-1 L-..l.-.. 4:- -44: -1
lllLOlllV VVLCIllulLLV Ut;l IJcLUcl bCIbT;eLiL pl. b L , ( Iy~ la~s ~m~x~v a, s Ue
Tunte)) en Abona, según las Datas, como Inta en la Gomera.
Tampoco quiero dejar de advertir su coincidencia semántica
con ansa, «lugar, sitio)). presente en la fórmula de Espinosa: Al-sawiquian,
errata de ama-n-xiqquian, ((lugar del. ayuntamien-to
» = «tribu», cuyo plural arcaico ansit (= ansite) vale exacta-mente
«los sitios)) y no «el sitio», como suelen decir nuestros tex-tos
históricos al señalar el lugar de la rendición en 1483. Pues se
refiere concretamente a «Los Sitios del Bajo)), citado así en el
mapa militar de Canaria de 1942 y en 01ive3. Este y no otro
(miichns se hm sefia!~d~e)8 e! kgar de !a G!timc, batalla yue !v
gr6 la rendición de Gran Canaria. No el «Sitio» del casco de Ti-rajana,
ni las fantásticas identificaciones de Marín o de la mo-derna
edición de Viera, que lleva al i supuesto! «Llano de la Paz»,
3 &?;.v, 11, 8, 176. ? V ~ L ~.V:m zrneztu, V, mh. 215.
31 VIERA:No tfcias,X VI, 87, 4. ESCUDEReOd., Darias, p. 89.
32 FOUCAULpD., 1420-22. UOUSTTo:p ongmie, núm. 609. WOLFEL: Mo-numenta,
V, núm. 248 y 578. VIERA: Noticias, X, 17, 325.
33 ESPINOS1,A 4,, 33, y pam el plural en -it y -a-&.U OUSTTo:p onymie,
pSgina 9. OLIVE, p. 1066.
Núm. 28 (1982) 277
14 JUAN ALVAREZ DELGADO
que en verdad era «Llano de la Pez)), como bien sabía Chil Na-r
a n j ~ p~o~r ,lo s pegueros o quemadores de pinos para obtener
pez para calafatear barcos, culpables de la deforestación de Gran
Canaria.
Falta sólo explicar !a formación de Tirahana y su curiosa va-riante
atrahanaca, entre las muchas citadas por W~l fe3l5. Sin va-lor
el citado por Chil y el plural «Los Tirajanas)), indudablemen-te
correspondientes a S. Bartolomé y Santa Lucía, pero creo que
se trata de un plural: at - ddira -ahannagga, compuesto, además
del demostrativo at, «he ahí», por ddira, plural de &dar, aüdir,
base del nombre del Atlas Dyrin en Herodoto, con valor ccmon-te
», ttmontafia)), seguido de un adjetivo verbal derivado del ver-bo
tuareg hunneg, henneg, hannag, «turbar la visión)), c<deslum-brarn,
«hacer perder 1.a cabeza)). Tirahana, pues, vale ({riscos im-presionantes)),
como dijo Chil al describir su ingente Caldera.
e) El otro cantón olvidado por el Acta de 1476, Arguineguin,
con muchas variantes, nada tiene que ver con «mar quieto)), como
sospechó Wdfel. Su composición @anche-berber es evidente por
ar - Qi -neguin, o mejor nneggin = lugar en los altos)). EI compo-nente
ar, «lugar», señalado ya varias veces; la preposición pan-berber
6 var. ger y gur vale «en)) y «cobre». Y neguin o nneggin,
«altos», procede, según teoría de A. Basset, de un verbo primario
caído en desuso, neg, de valor «alto» o ((estar encima)).
Por lo que afecta a su carácter de residencia de gayre, está
asegurado como tal por Sedeño al decir que «vivía en Arguine-guím
(por errata, Larganigui), cuando vino a desafiar a Dora-mas,
Ventagaire, como yo prefiero escribir, en vez de Bentagaira
y Bentagache, erratas de Abréu y otros. Explico este nombre por
estructura verbal o participial : wen- tagh-et o wen-tagiren, «el
lucha)) o «el que es luchante)) o «luchador», con el verbo tuareg
guret y variantes agaru y dret, «luchar», «pelear», y para el vo-
3 CHIL NARANJO, 1, p. 624.
3 WOLFEL: Monumenta, V, nilm. 215. CFIIL, 1, p. 507-8. LAOUST: Tope
n p i e , núm. 47. FOUCAULpD. ,6 15-616, pafa los componentes berberes y el
verbo hunneg.
278 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLÍTICAS IND~GENAS DE GR.N CANARIA 15
calismo la conocida refracción vocalica: i = di = di ya seña-lada
*.
4. Estudio de los otros siete nombres cantonales
Empiezo por los dos de Agaete y Tejeda, que varios estudio-sos
habían considerado definitivamente como nombres románicos
y no guanches. Porque cómo pudieron Pedro Chemida y los res-pectivos
emisarios de tales cantones indígenas, Isaco y Vildc~
cane, cuyos nombres no están traducidos en el Acta de 1476, lla-mar
con nombres europeos a sus dos cantones grancanarios an-tes
que la isla fuese conquistada, sobre todo en los Altos de Te-jeda.
Y en tal caso, jcómo los llamaban ellos en su lengua indí-gena?
f) Agaete. El siempre sorprendente Marín y Cubas pens6
que Agaete fue fundación de los Mallorquines, sugiriendo que ese
nombre derivó del puerto italiano de Gaeta, traído por ellos de
Italia 37. Otros, basados en las usuales expresiones El Agaete, Al-gehete,
La Gaete, Gayerte y simiiares, soñaron en el nispano ¿&
guete, diminutivo de «lago». Y recuerdo la sorpresa de un lector
de Torriani, recién descubierto por Wolfel, al ver en su mapa
(páginas 88-89 de la edición Cioranescu) el charco o «ensenada»
que el ingeniero italiano dibujó en la desembocadura del río o ba-rranco
de Agaete. Tampoco quiero olvidar una nota virgiliana
sobre el citado Gaeta: en la «Eneida» explica ese curioso norn-bre
sobre el personal Caieta de la madre o nodriza de Eneas,
allí sepultada antes que llegara a Roma. jMa10s hados cercaron
siempre a ese nombre!
Tr7o- t txp1' ~-c- ue l g~ancheA yiiete por mjgehit, íiemenadag, por
el citado «charco de Torriani)), y nombre sólo vulgarizado entre
los conquistadores castellanos, tras la «torre» erigida por Pedro
de Vera y Lugo antes del cautiverio del Guanarteme. El citado
agehhit o agemit lo explico sobre el verbo tuareg eggeh, «en-
36 WOLFELLVo:n ummta, IV, núm. 432, y V. núm. 124. FOUCAULMD-,
ginas 1324-5 y 475-477. BASSET-PICARDn, úms. 142 y 150. SEDENOed, . Darias,
página 57.
37 WOLFEL: Monumentu, V, núm. 162. CHIL, 111, p. 111. FOUCAULD, p6-
giria 410, y LAOUST: Toponymie, núm. 60.
Num. 28 (1982) 279
16 JUAN ALVAREZ DELGADO
trarn, «penetrar%, «lugar secreton. Me parece mejor que ligarlo
al chelja i e z o beh, «cavar», y el nombre tagzut y ta'gehit, ctcu-vetan
y «lecho de valle», en que también pensé, pero este último
radical tiene -S y no -h- en el tinerfeño tagaceite, de análogo
valor.
g) Tejerla o T e x e h , así escrito en el mapa de Torriani an-tes
citado, o Teheda, como debería escribirse según mi etimolo-gía,
porque no es nombre español ni tiene relación con el árbol
tejo ni con teja. Lo considero nombre guanche, compuesto de
la voz tehe, alternancia dialectal de tizi, más frecuente en los
dialectos no tuaregs, con valor «desfiladero» o «garganta», «paso»,
regido por la forma de anexión edad, de adad, plural idudan, a
«dedo», alusiva a rnonolitos rocosos rectos hacia el cielo, como N
E
el iiamado «Dedo de Dios», en el puerto de Agaete, o las rocas de O
figuras curiosas como las que emergen del roque de la Cruz de n-- m Tejeda, bajo cuya base pasa el desfiladero que del Roque Kublo O E
va hacia el Roque Bentaiga, o al revés. A uno de ellos designan SE
los vecinos de Tejeda «E1 Fraile)), por e: aspecto de capucha de -E
su cima. Teheda = tehe -edad; vale, por tanto, el paso o el «des- =
filadero del dedo», designación toponímica registrada por Laoust --
también entre los berberes 0
m
E
h) Agüimes. Parece evidente la relación formal y semántica O
entre el Afiimes (por errata, Argomes y Argonnez del Canarien)
n en Gran Canaria con el G i m e de Lanzarote, citado por Viera -E
y Cíavijo y el mapa de Torriani, al poniente de Guacimeta, y el a
2
GÜZmar, variantes Goymad e Igoymad, de Tenerife, y cuya signi- n
n ficación conocemos gracias al Acta de Bufadero, en Espinosa
y otras fuentes: «el rey de Las Lanzadas o de Güimar)). 3
O
Con esto su expIicación por el conocido verbo tuareg egmed,
francés ctsortir)), español «saltar», «lanzar», «sobresalir», «ser en-grandecido~,
hace evidente considerar: agüimes por agGímecE,
como Gime con apofonia inicial, como singular; pero Ygüimad
y @Üfrnar como plural: «lanzadas». La caída de -d o la metátesis
41 -6 nnv -S O -y es feriómeri= frecuelite e? ctrw top6?irnm. .Y"*
Lo difícil de decidir es si el particular sentido semántica alu-
38 WoLFn: V, núm. 160. LAOC'ST:T oponymie, niíms. 41 y 91. Sous,
p&ginas 40 y 286. FOUCAULpD. , 255 y 500.
280 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
de a caídas o (<resbalas)d) el terreno o a ((corrientes de aguan per-manentes.
Esta segunda idea se aviene tanto a mimar como a
Agriimes, que las tenían en la época de la conquista en abundan-cia:
en sus Barrancos del Río y Badajoz y otros, el primero, y en
los de Guayadeque y Agüimes este segundo. La interpretacion
por «resbala» en Güime parece preferible, ya que el próximo Gua-cimeta
claramente se refiere a depósitos de agua de lluvia39.
i) Arucas. Topónimo aparentemente difícil, a juzgar por las
vacilaciones y errores de Wdfel y otros. Entre sus numerosas
variantes hallo registrada por Bernáldez su forma primaria ar-ehucas
por ar- ehukkad, literalmente «el lugar de la cresta)) o da
trenza)). El primer componente ar, «lugar», ha sido citado mu-chas
veces y largamente reiterado en los topónimos grancanarios
de Bernáldez. El segundo componente, citado por Foucauld y
Laoust, es la forma tuareg ahekkbd, plural ihekktid, cuyas va-riantes
fáciles ahekkud, plural ehukkad, son el segundo compo-nente:
«crestas o trenzas)). Arucas, contracción de arehúcad,
vale, pues, ((el lugar de las crestas)) o de la (cresta)), aludiendo
claramente a la ((Montaña de Arucam, el más notable y destaca-do
accidente topográfico del sector y en cuya falda se asienta el
poblado. Porque en la toponimia guanche-berber los nombres
como «cresta» y «trenza» se aplican con frecuencia, como cca-beza)),
«cima», «cuerno». para designar «montaña» "O.
j) Gáldar o Agáldar; esta última grafía parece preferible por
su etimología y por usarse de preferencia en documentos relati-vos
a Fernando Guanarteme, aún vivo; desde luego, el usual
Galda es puro vulgarismo, y los compuestos de Bernáldez are-galdar
y aregaldan, simples prefijados del determinante móvil
ar, ((lugar de».
No creo- en la hipótesis de G. Marcy, insertada en su estudio
sobre Imcripciones lZEncas con carácter ocasional, donde, par-tiendo
de la variante de Bernáldez aregaldan, explícalo por ar-egaldan
= «lugar (o ciudad) de los Reyes)), sugestionado por las
39 WOLFEL: Monummta, V, 159, 31, a, y 315. VIERA: Noticias, X, 49.
ESPINOS1A11,, 1, 88. TORRIANIp, . 66-67. Camrien, 111, p. 260. F~~CAULD,
p¿iginas 444-47.
40 WOLFEL:M onumnta, V, núms. 167 y 213. FOUCAULDp, . 550-551.
LAOUST: Topmymie, niun. 38.
Núm. 28 (1982) 281
18 JUAN ALVAREZ DELGADO
ideas de Abréu de que los reyes grancanarios, desde Gumidafe,
residieron en Gáldar. Marcy supone que la forma egaldan es plu-ral
de ageliid, plural igeldan, variante egaidan en anexión. Pero
no hay ningún indicio en toda la documentación guanche de que
en Gran Canaria o en otra isla se conociera el nombre ageliid,
«rey», pues si la hubieran tenido no hubieran empleado Artemis
ni GuacEnarteme para desi,gnar al «rey».
A mi juicio, Gáldar o, mejor, Agáldar significa ((trasmonta-fía
» o «en torno a la montaña)), por alusión precisa a la ((Montaña
de Gáldarn, bajo cuyas faldas está colocada la ciudad. El nombre
Agáldar se compone de agella, agalad o agai, «entorno» o «en-cierro)),
tomada del ~ e r b oeg li, «rodear» o ((desaparecer tras una
a
cresta)), o quizá de gelellet, «rodear», «ir en torno)) y ((anudar)), N
,.:+nA*" ".,-.* l 7 1A T L m1 ----- 2- ---- --..--A- E
L I L a u v a yui r VULCILLICC y I _ ~ ~ u&u1~ ~L~ .~ U I I GUUU~ L ~ ~ O I ~ C&I I iL ~O,,
mejor, ddm o addar, «montaña», es la forma berber correspon- O
n--
diente al nombre del Atlas, según Herodoto Dyrin, estudiado por m
O
E Laoust 41. E 2
k) Tamrmeite. Entre sus diversas grafías, ésta con s o ce- -E
dilla es la etimológicamente preferible, pues el Tumaraceite de
Olive indudablemente está sugerido por el nombre español de 3
-
acetXe, aunque Tamaraseite o Tamaraxayte vale realmente «pal- -
0
m
E mital)), por estar derivado del nombre manche-berber amers. id. , O
alusivo a ((palmera macho», y no a {(palmeras datileras)).
La estructura de la base original @anche-berber tumarasSt, n
E
además de la final paragógica -e, indica que se trata de un co!& -
a
tivo mejor que de un femenino o diminutivo, que tiene también 2
n
en berber el esquema t - X - t, o sea, t - amersid -t, de valor «pal- n
mital)), en vez de «la palma)) o «el palmito».*H ermano del topó- =O
nirno grancanario Tamaraseite, con paladial final dialectal, es el
tinerfeño Tumaraseche, topónimo de Guía, ya registrado por CM.
La variante Atarnaraseite tiene prefijado el demostrativo ad o at,
&%te es» o «he aquí», innecesario pero frecuente para los infor-madores
de Bernáldez.
El componente hase es tnmnrsSd o 1Femnrs6iJ con la citada dip-tongación
S = éi, tomado a las formas cheljes amersz"d o imer-
41 WOLFZL: Monumenta, V, núm. 163. ABRÉU, 11, 7, 171. FOUCAULp6D- ,
ginas 433 y 1723-1727. UOUSTTo:p mymie, núms. 32, 47, 356 y 516 bis.
282 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLÍTICAS INDÍGENAs DE GRAN CANARIA 19
sdd, que alcanzan dos valores dialectamente distintos: ccpalmero
hacha)) y también ((higuera salvaje)).
Su valoración «palmital» está asegurada por un pasaje de Es-cudero
que habla de las ((infinitas palmas destruidas en el pago
de Tamaraseite)) 42.
b) Telde. Es nombre antiguo documentado ya desde la mi-tad
del siglo XIV, durante el Obispado de Telde, al menos desde
1369 y probablemente conocido ya por los mallorquines desde
1354 o antes. En 1393 y 1403, o referido a esos años, lo cita tam-bién
el Canarien como uno de sus más importantes poblados.
Y por 1440-1448 lo conoce Diogo Gomes de Cintra, escribiendo su
nombre Telli y Telle, sugiriendo su etimología, con asimilación
del grupo -Id- en -1.1-, no la paladial española, sino una I doble 43.
Marín y Cubas conoce ia forma original en guanche de este
nombre Telde, que escribe Tyldet, mejor Tildet, probablemente
sugerida por aquel ((docto prebendado)) de Las Palmas, que él
cita y le facilitó la frase pastoril guanche y alguna otra noticia
indígena peculiar suya.
La variante de ivíarín tiidei vale «la früc¿üüsa» o «la pi=oduc-tiva
», con estructura de participio singular guanche-berber, tipo
t - X - t, del verbo radical Ced, sólo registrado en su forma redu-plicada
por el verbo tuareg iudled, ((producir, fructificar» y ((dar
flores y frutos» un árbol o un'te&eno, como subraya Foucauld 44
Advierto que tanto Wolfel como el doctor Hernández Benítez,
párroco de Telde y autor de una larga Historia de esa ciudad, se
inclinaron por aplicar a la etimología de Telde uno de los pasa-jes
de Díogo Gomes, aquel que dice: ((higos que se producen en
un lugar lIamado Telli)), entendiendo con error que los higos
se ;jaiiiClii íiTeldeii. Ir:--&--- . ,
l v u c r l u a s SE i i ~ t azi ese pasaje Bonmt reeogio
otro texto de Diogo tomado a otra narración suya que dice:
42 WOLFEL: Monumenta, V , núm. 154. CHILN ARANJO1,1 , 81. OLIVE,p &
gina 1080. DESTAING:C izelja, p. 128. LAOUST: SOUSp, . 132. E S C U D ~e,d. Da-ri,,
p. 25-26.
43 R ~ DE uARMA S: Obispado de Telde, p. 159. Canarien, 111, p. 73,
121, 133. BONNET: Estudio sobre mogo Gomes, en ((Revista de Historia»,
números 51-52, 1940, p. 98.
44 WOLFEL: Monumenta, V, niun. 158. MARÍN Y CUBAS, citado por CHIL,
1, 554. Doctor m A N D ~ BENÍTEZ: TELDE, p. 8. FOUCAULD,p . 997.
20 JUAN ALVAREZ DELGADO
«(Juan de Trasto = Castro) ocupó una parte de una isla (que)
se llamaba en su lengua Telli (= Telde), fructuosa)), donde evi-dentemente
falta en su copia la fórmula latina: i.e. = «esto es»,
da fructuosa».
IV. Los DIEZ NOMBRES DE LOS ENISARIOS O EMBAJADORES A DIEGO
DE HERRERASE, GÚN EL ACTAD E 1476
Su interés es muy limitado para la historia de Canarias, por-que
esos personajes no vuelven a figurar en otra ocasión. Mas
su autenticidad induce a dar una etimología razonable, basada
en las estructuras normales de los nombres personales en guan-ch~
herher~, sxa!ese n este g u p d~e lerig~as.
Vaya desde luego la advertencia de que son muchas las erra-tas
de transcripción de ellos en nuestras fuentes, y que recoge
W6lfel en el mismo orden que el acta en Abréu Galindo, segui-do
aquí 45.
1. Acosayda o Acoraida, variantes de Abréu y Viera, respon-den
a un primario adjetivo (tipo a-X-un), o a un nombre (tipo
a-X-t), derivados de verbos de calidad o estado; sacados del ver-bo
conocido en tuareg kered, wiolentar o constreñir)). Se trata,
pues, de akuddan o akuddát = acoráiclan o acoráida, que equi-vaIe
a «hombre que hace violencias injustas)), con un cambio
fonético, ya señalado, de O = éi = ái: v. gr., i@r, «roque» =
= Agáiro
2. Egenenacar o Ehenenaca no me parece explicable por el
nombre del rey Egonayga, como sospechó Bertheht, sobre un
supuesto Egmainacar. Pienso, por el contrario, en el verbo tua-reg
gen.unu, «canturrear» o ({emitir repetidamente un sonido
i,gual y prolongado)) pues sobre el agnunu, pl. igenuniwan, de
Foucauld cabe suponer un adjetivo (tipo a-X-un), que daría con
alternancias vocálicas normales interdialectales, agenenawan,
base fácil para las erratas agenenaca o egerzenagan, del que sería
6 WOLF~: Mmumenta, V, núms. 148-157; aquí se citan todas las va-riantes
aducidas a continuaciOn.
46 FOUCApC. 8~5,2 -854.
47 FOUCA~W, p. 463.
284 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POL~TICAS IND~GENAS DE GW- CANARIA 21
mera errata agenenaca, con valor de ({hombre que canturrea
continuamente)).
3. Vildacane, como sus variantes más erróneas Bildacame
y Vilcane, parece una formación demostrativa con participio,
que sigue al demostrativo win o vin, «este que», por errata vil,
pues la consonante -2- es rara e infrecuente en los dialectos guan-ches,
salvo el gomero. El participio primario es iddukanen, por
errata de iddakalen (en guanche probablemente sólo dakíZen),
masculino singular, conforme al tipo guanche-berber bien cono-cido
(tipo i-X-en). El verbo base del participio ofrece en tuareg
estructura factitiva: seddfikel, sobre diikel, dakal, d%el, cuyo
valor es, como en aseddakal, «camello que marcha a paso ligero)),
o «andarín», «el que marcha a paso ligero))
4. Aridani por el primario Aridmzin es la forma base de las
erratas Aridanni, Aridanny y Aridañi, registradas en los textos
de Abréu, Viera, Glas y Berthelot. No tiene relación formal, ni
semántica, con el topónimo palmero Aridane, «Los Llanos)), que
también es errata, vulgarizada por Viera y los escritores palme-ros,
de la forma preferida por Abréu y realmente original: Adi-ráne
por azrirán = adirdne, plural de mrir (variante axrar).,
«llano», registrado por Laoust en chelja 49, con permutación de
-m-e n -6-,fá cil por tratarse de fonemas fricativos alveolares y
palatales, difícilmente agrupados en guanche-berber.
El Aridani antropórmimo debe de explicarse por ar-idanin:
pronombre relativo guanche-berber (ar = eye = ir, variantes re-gistradas
en marroquí, kabilio y tuareg), seguido del participio
idanin o idanen, sacado del verbo tuareg aden o de ittan, regis-trado
por Foucauld con los valores «notar las faltas)) o ((calcular
y contar)) y «vigilar los pastos)). Vale, pues, Aridunin o Aridanen,
«el que cuentan o «el que vigilan
5. Ysaco o Isaco, no HZsaco de Chil, ni Saco, como escribió
la edición de Abréu, dejando en el renglón anterior como con-junción
la Y inicial de la voz. Pienso que corresponde a Isákul,
«hombre perdido física o moralmente)) o aextraviado~, nombre
Núm. 28 (1882)
22 JUAN ALVAREZ DELGADO
que deriva del verbo tuareg akel, akul, agil, ukaL, «perderse»,
que en forma factitiva &kel, sakul, sakai es la base de is2kul.
Esta forma original perdió en Gran Canaria el fonema final, poco
propio y casi desusado en guanche, quedando Ia%u = Isaco 51.
6. Achutindac es la más dudosa grafia y el más difícil nom-bre
de esta serie, por admitir varias valoraciones. Prefiero entre
todas las variantes ahutindan o ahutindad, ya que el dialecto de
Gran Canaria no parece haber usado el fonema paladial ch, fre-cuente
en Tenerife, Gomera y Fuerteventura.
Pero Ahudindan o ahutindad, forma más probable, puede ex-plicarse
por dos componentes: a) a-hu, «éste o él es» o «él tie-ne
» ; y b) tinddd o tindan puede tener varios valores: ({felici-dad
» o ((bienestar)); sobre el verbo tended ; «obstinación» o «pe-reza)),
sobre el verbo encied; o «decisión>) sobre la voz ranat 52
Y así Ahudindad o ahudindcin valdría «el decidido)), «el feliz)),
({el. perezoso)) o «el obstinado)), sin poder dirimir el problema
por dudas en la verdadera transcripción de la voz.
7. Adeun erróneo, como el traspuesto Aduen y Adeuna o
Adeona, debe escribirse adehun, no sólo porque el diptongo eu
no es guanche, ni castellano, sino por su relación evidente con
el nombre adhan y el verbo tuareg dehunet, ({hombre muy fuer-te
», y «ser muy fuerte)) U. Y quiero señalar a propósito de esa d
(enf��tica) que si adehun existiera en el dialecto de Tenerife se
pronunciaría achehfin, porque tal es el sonido propio en el dia-lecto
tinerfeño: v. gr., irden = irichen, «trigo», y U@ = oche,
<manteca», lo que no ocurre en Gran Canaria.
8. Artenteifac, como Artendeifa, son erratas del primario
bien asegurado ar-teteifan por artetttfan, «el vigilante)) o «el que
vigila continuamente)) o aguarda y sostiene)), con el cambio ya
señalado 2 = éi = ái, y el relativo ar, «el que», seguido del par-ticipio
del verbo teg2f o tattef o tuttaf, forma de hábito del sim-ple
ettef, ((tener)), «agarrar», «sostener», ({cager)) y «vigilar»,
conocidos en berber s4. La nasal -n- interpoIada erradamente por
51 FOUCAULDp,. 783-785.
52 FOUCAULDp,. 1905 (endeti, «bienestar))),p . 1294 (mded, ser ((obsti-nado))
o «perezoso») y p. 1301 (tamt, «decisidn>), «disponer»).
53 F~UCAULDp., 266.
3 FOUCAULDp., 256-261. DESTAINGC: helja, p. 139 y 276-277.
286 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLITICAS INDÍGENAS DE GRAN CANARIA 23
el copista debe obedecer a la geminada original o a descuido del
intérprete: es teteifan, no tenteifac, con errata al final también.
La estructura es como la del numero 5: Aridanin,.
9. Achuteiga y Ahuteiga tiene el mismo problema del nú-mero
6, Achutindac, y por tanto hay que preferir el segundo.
Y conocido su primer componente a-hu, «él es o tiene)), y la al-ternancia
2 = ei en varios nombres anteriores a éste, su valor
a-hu- tgggan (o t5ggat) vale «él está por encima)) o «es elevadou,
sobre los verbos tuaregs agg o iggat 55, «estar por encima o ele-vado
», y {{ser grande o numeroson.
10. Guriruguian y Gariruguan son erratas de un primario
a~eriruwan, nombre del tipo a-X-un, o participio guanche &ri-man,
sacados del verbo tuareg beriru, ({moverse rodando)), ((dar
vueltas)) ", y por tanto el grancanario Guriruwan significa «hom-bre
que da vueltas)) o «que va y viene rodando».
La concordancia lingüística guanche-berber de estos nom-bres
no es una garantía del acta de 1476, sino de la información
de la lengua guanche en Pedro Chemida, real promotor de ese
uocumento. A un ignorante üei guanche le hubiera sido fácii
ofrecer ficciones de nombres indígenas, como se hizo después
en muchos textos.
V. ADSCRIPCIA~ NSU S CANTONES RESPECTIVOS DE LOS DOCE GAYRES
CON NOMBRES: CONOCIDOS DE GRAN CANARIA
Sólo me resta comentar una breve noticia de tres cortas 1í-mas
de Abréu Galindo9, que con referencia más o menos clara
al afio 146: aeñ;i:;i los duce ípyres, yüe adscribe 2 los caiitmes
de los dos reinos de Telde y Gáldar. Dice así «Los gayres de
Telde se Llamaban Mananidra, Nenedán, Bentohey, Ventagayre,
Gwmhaben, Autindanu; los gayres del reino de Gáldar se Ila-maban
Adargoma, Tazarte, Doramas, Texama, Da?lfu, Cuytufa.))
A A ~ r i o vrf\ n 7 r a rif r.ns tnvfnci oanrihnn I fnmi imo'Awn T7om+nhoo>
-u v 1c.s t,v y uc. v i s ve c ~ n i v o Lubrrubss rrsruroviuuwr w, r v i u v v v r v u ~ >
24 JUAN ALVAREZ DELGADO
Abréu escribió Ventagay, o Taxarte y Tijandarte, y Tixama, y
Cataifa, en vez de las consignadas antes.
Me parece seguro asignar individualmente los seis gayres de
Telde a los seis cantones bien conocidos de aquel reino. Pero el
problema es más oscuro y difícil para los de Gáldar.
Así: a) Maninidra fue el gayre de Telde, pues por tradición
local recogida por Chil, residía permanentemente en Tufía.
b) Nenedán, por referencias de Abréu y lo que consignaré
a propósito del acta de las isletas, era el gayre de Tamaraceite.
C) Ventagayre fue el gayre de Arguineguin, según referen-cia
ya advertida de Sedeño, al fijar ese cantón.
d) Guanhaben, radicado en Tunte, según referencia confun-dida
de Abréu (pág. 176), señalada al tratar de Tircchana, era a
N
gzyre de ese cmtdii.
e) Autindana, vinculado a la familia real de Telde, debía de O
n ser gayre de ANimes, inmediato a la capital del reino.
-
m
O
E f) Ventohey o Ventahey será obligadamente el jefe del can- £
2 ton de Utiaca (o Ahutihakkat) o San Mateo. -E
Los gayres asignados al reino de Gáldar tropiezan con más
dificultades. Hay que eliminar de la lista a Doramas. 3
-
a) Porque Doramas no fue ni rey, como se dijo, ni «gayre» -
0
m
E o jefe cantonal, sino «capitán de guerra)) para todo el reino de O
Gáldar entre 1478-1480. Entonces residió en la ((Montaña de Do-ramas))
del cantón de Ayraga o Agirawan, motivo del error de n
E
Abréu, para separarlo de sus adversarios irreductibles de Telde: -
a
Maninidra, Ventagayre y Autindana. Hasta entonces Doramas 2
n
debió de vivir en Tirajana, sin categoría de «jefe», ni de «gayre», n
ni siquiera de «noble», pues él mismo confesó a Ventagayre que O3
no lo era: «Digo que soy trasquilado.))
b) Adargoma me parece seguro que fue gayre de Arucas (o
Ar-ehucad), porque al discutir primero y luchar después con
Guariragua o Guanariragua de Telde sobre lindes de tierras, am-bos
eligen como lugar de lucha, según Abréu (p. 173), el barran-co
& ' & n - ~ p , !ínljf,e & Iris ~ ~ t o n eac q. u e amhm pr t ene~í an~
y por tanto Arucas debía ser el. cantón del «gayre» Adargoma:
({espaldas de piedran.
c) Caytafa o Cataifa, según Abréu (p. 176), luchó en desafío
con el antes citado Guanhaben de Tirahana (en el reino de Tel-
288 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
de), desriscándose ambos por desafío entonces, lo que indica que
Caytafa vivía en cantón limítrofe con Tirahana, y por tanto era
el gagre de Tejeda.
d) Taxarte, también escrito en los textos Tasarte, y Tkan-darte
y Tdjarte. Por razón de la similitud con el conocido topó-nimo
grancanario, junto a Artebirgo o San Nicolás ; así como por-que
un personaje de nombre parecido aparece en la época de la
rendición, como asiduo acompañante del hijo de Ventagoyhe, pre-tendiente
al trono, parece obligado asignarlo a Artebirqo o «La
Aldea», o San Nicolás.
Y de la adscripción a sus cantones de Garfa, Dayfa, T i x a m y
Naba, nombres posibles de los jefes cantonales de Agraga, Gál-dar
y Agaete, es mejor no decir nada, pues ni siquiera suposi-ciones
razonables cabe hacer.
Un pro bíema comparativo
Las noticias al respecto entre los berberes, como las de Des-taing
entre los SegruchenS8, indican que el amgar o «gayre» era
elegido entre ellos anualmente, aunque con frecuencia reelegi-dos
los mismos cesantes, y que éstos se elegían a veces en dis-tinta
familia, aduar o tribu, con unas u otras precisiones.
Entre los grancanarios, como entre las demás islas, no cono-cemos
norma alguna precisa al respecto. Parece que por esa fe-cha
de 1461 ya la realeza había impuesto su voluntad a veces.
Y así lo indican casos como el curioso de Pedro Maninidra, desig-nado
por don Fernando Guanarteme para «capitán» o ((gayren
de los sesenta parientes grancanarios llevados por él a la con-quista
de Tenerife, incluidos entre las listas de Viana.
58 DESTAINOD: klecte Berbkre des Ait Seghrouchen, París, 1920, pá-ginas
XXXV a XLI.
Núm. 28 (1982)
19
JUAN ALVAREZ DELGADO
TRATADO 11
REYES Y REINOS DE GRAN CANARIA
LA INSTITUCI~N MON~RQUTCAI NDÍGENEAX L..4 ISLA DE GRANC ANARIA
A) Introducción
Ofrezco al lector como guía, en cuadro sinóptico muy suma-rio,
un breve índice de este tratado.
1." En Gran Canaria no hubo reyes indígenas ni institución
similar hasta el año 1373 aproximadamente, en que Gumidafe,
en üna acclSn bS!iza, somete a !os doce ,u?ires a jefe:: caritma-les
de la isla y se instituye «rey». Ignoramos si hubo asentimien-to
del Sábor, pero es posible. Muere Gumidafe en 1403.
2." Su primer hijo, Artemís, le sucede en 1404 y muere en
lucha con Juan de Béthencourt en 1414, no en 1405, fecha vul-garizada
en nuestras fuentes.
3." El segundo hijo de Gumidafe, llamado Asemidan, total-mente
ignorado de nuestras fuentes, reina en Gran Canaria de
1415 a 1433-1440, probablemente.
4.0 Le suceden sus dos hijos, de nombre desconocido (que
yo llamo aquí ~GUAYASEK? ache-Semidán de Gáldar y ~TAGOTEN?
achr-Semidán de Telde). quienes por indicación o deseo de su
padre, o por propia voluntad, partieron la isla antes de 1440 en
dos reinos, uno para cada uno: Gáldar y Telde. Pero mantienen
un único Sábor en Gáldar. Mueren poco antes de 1460. sin sa-berse
!a fecha exacta de ia muerte de cada uno.
5." Entran a reinar poco antes de 1460 los dos hijos, cada
uno de uno de esos dos reyes desconocidos, que son primos her-manos,
hijos de hermanos, llamados Egonayga ache-Semidán, rey
de Gáldar, y Ventagoyhe (también ache-Semidán, filiación para
61 omitida en nuestras fuentes), rey de Telde. Entonces ambos
deciden dividir el único Sábor en dos: uno en Gáldar y otro en
Telde. Dura la vida de Ventagoyhe hasta 1476 y continúa como
rey único de toda la isla Egonaiga, por haber dejado Ventagoyhe
sólo dos hijos menores. Muere Egonaiga hacia 1479-80.
290 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
6." Pero tanto él corno su sobrino y sucesor Fernando Gua-narteme
son reyes de toda la isla, gobernando con sus dos fáyaks
o Faycanes hasta la rendición, en 1483, o hasta la prisión de don
Fernando, en 1481.
B) Reyes y reinos de Gran Canaria
La institución de la monarquía en la isla de Gran Canaria,
según consignan las noticias de Abréu Galindo y Torriani 59, por
el curioso episodio de Gurnidafe y Attidamana, es un hecho sin-gular
y del que no hay similar en las otras islas: una acción
bélica para imponer por la fuerza la monarquía.
El primer rey de la isla de Gran Canaria se instala en ella
casi a los cuarenta años después de la expedición portuguesa
de 1341, poco antes de la primera llegada a la isla de los mallor-quines,
Francisco des Valers en 1343. Y ese primer rey de Gran
Canaria, Gumidafe, nace probablemente un decenio después, ha-cia
1350.
No creo que en la instauración de la monarquía en Canaria
hayan tenido intervención los mallorquines, ni que la tradición
grancanaria del episodio de Gumidafe y ese cambio político se
deba a la entrada de forasteros.
En el habla de Gran Canaria no hay huella de nombres indí-genas,
como los 1íMcos agellid y minkediy, de valor «rey)), ni del
palrnero amankad, relacionado con minkediy, y tinerfeño mencm
( = ménche y), que indiquen institución política real anterior. Y
esto a pesar de la afirmación, evidentemente errónea, de Casti-llo
de que los grancanarios tenían menceyes, invención no acep-tada
por ningún otro historiador de Gran Canaria. Tampoco vale
la idea de Georges Marcy, que explicó el nombre de Gáldar sobre
Ar-Egaidan = ar - egaldan, «el lugar (o ciudad) de los reyes»,
sobre el plural de agellid pl. igeldan, «rey». Pues tal suposición
se basa en dos errores. 1." Aregaldan es una mala grafía de Ber-náldez,
por Aregáldar o AgáLdar, su verdadera forma, que vale
3 ABRÉU, 11, 7, 171. TORRIANI, C. 30, p. 96: ediciones de Cioranescu,
ediciones 1955 y 1959, respectivamente
CASTILLOp, . 134 y 136. WOLFEL: Monumenta, IV, 136.
Núm. 28 (19821 29 1
28 JUAN ALVAREZ DELGADO
«tras la montaña)) o «en torno a la montaña)), por agall-eddar.
Y 2.", la falsa noticia de Abréu (loc. cit.) de que los reyes residían
en Gáldar, tema luego estudiado ampliamente. Ver págs. 33 y 57.
El cambio de régimen en Gran Canaria se explica por el man-tenimiento
largo tiempo de una institución popular viva y muy
activa durante siglos, como el Sábor". Por ello la monarquía,
necesaria por el. gran desarrollo dei número de habitantes, hubo
de instaurarse por la fuerza, e ir asociando al rey muchos pode-res
primeramente del Sábor. En las demás islas la institución
monárquica, establecida de antiguo y con afanes cesaristas, como
apunté en el antes citado estudio, logró mantenerse muchos si-glos.
a
Diferencia en las otras islas nO
=m
O
Es obvio que el lector se pre,%nte sobre las noticias de las EE
otras islas, por si hay objeciones que poner a mi tesis. Y suma- 2
E
riamente debo apuntarlo, por orden de mayor a menor tamaño
de cada isla. 3
l." Tenerife.-Existió la monarquía única desde su pobla-miento
por Juba 11, hacia el primer siglo de nuestra era. Su rey
residió siempre en Adeje, porque el Puerto de los Cristianos fue
lugar de abordaje a la isla para los navegantes gaditanos que
vinieron con Sertorio, Estacio y los emisarios de Juba, según
Plinio; y por los navíos de Peraza y Herrera, en 1440-1450. Du-rante
este último decenio la isla se dividió en nueve reinos, por
la rebeldía de los hijos del rey único de Adeje, como dice Espi-nosa,
lo que perjudicaría en primer lugar los derechos del. hijo
mayor, según él, el primer rebelde. Pienso que el propio rey fue
instalando a sus nueve hijos como restes o «protectores» de cada
uno de los nueve cantones para defender la isla de los ataques . , -p*lnlanL+I;LnVnn3 AA IlVnn cIuI<L~AA ~ ~ ~ ~ L~ A-uUD uO eVn ~ eW! @Q ! e XTT, c;iiedande !W~C
como reyes autónomos.
La gran antigüedad de la monarquía en Tenerife está garan-
61 Véase nuestro anterior estudio sobre el Sábor en «Anuario de Es-tudios
Atlánticos», núm. 27, año 1981, págs. 28 sgts.
292 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLÍTICAS IND~GENAS DE GRAN CANARIA 29
tizada, porque el nombre del monarca, mencey por minkediy,
mediante ménchmj, es un nombre asegurado en el siglo 11 a.c. en
el tempo de Masinisa, y el de Augusto en Leptis del siglo 1 a.c. ",
y d2saparecido hoy en los dialectos berberes.
2." Fuerteventura.-Los nombres Tamonante y Tibiabln re-presentan
mujeres asociadas a los dos jefes políticos: el gayre
o rey y el faican, fúya o sacerdote; quizá sus propias esposas.
Según los textos de Torriani y Abréu, la isla se dividió en dos
reinos, ignoramos el motivo. Y la documentación sobre los nom-bres
Ayose y Guize se cruza entre nombres personales o desig-naciones
topónimas difíciles de precisar. ¿Separación de funcio-nes
político-sacerdota1.e~o luchas fratricidas?
3.' Lamarote.-Fue reino Único desde el principio y había
sacerdocio y culto, por el Fiquinico, nombre de «templo» desde
la inscripción de Masinisa en Thugga, lo que garantiza para esta
isla la institución real y religiosa, como en Gran Canaria y Te-nerife.
Pero ignoramos el nombre en Lanzarote empleado para
«rey,. Sabemos que existía uno solo en 1375 por el episodio de
A~ e n d a ñ o ~Y~ l.o mismo consta por el Canarien y Abréu para
Guadafrá.
4." La Palma.-Aquí parece que a ~ n . k a d(,( capitán)) o <el
que va delante)), designaba tanto al «capitán» o jefe cantonal
como al «rey», fuesen o no distintos, nombre derivado del verbo
tuareg enked, base del líbico rninkediy y el tinerfeño méncey,
aunque su vocalismo sea más moderno. También parece que
hubo un solo rey en La Palma hasta 1350-1400. A ese único rey
sucedieron sus cuatro hijos, que reinaron en los cuatro reinos
citados por Gaspar Fructuoso, por el estilo a lo ocurrido en Te-nerife.
Y luego, ya por el año 3.480-1490, los cuatro reinos se sub-dividieron
en los doce cantones, cada uno con su «capitán», que
conocieron los conquistadores de Alonso de Lugo y las noticias
62 Ver mis Inscripciones Iibicas de Canarias, Laguna, 1965, núme-ros
250 y 251.
63 Véase mi Episodio de Acendafiq La Laguna, 1957, p. 12, 21, 23, 54
y 72. ABRÉU, cit. p. 61 y 62. Canarien, ed. Lagunense, 111, p. 59-63.
30 JUAN ALVAREZ DELGADO
de Abréu Galindo 64. Estos doce capitanes son entre sí parientes
muy próximos: primos hermanos y tío y sobrinos, justificando
la sucesión explicada aquí.
5." Gomera.-En 1424 conocemos un ataque de Fernando
de Castro a un «duque», conductor o rey llamado Amaluige, «con-ductor));
luego Azurara, en 1148, habla de :<un duque y cuatro
cabeceiras~ = un rey y cuatro capitanes; Chimboyo es designa-
'do también «dux» en latín; y a partir de 1431 sólo se habla de
los cuatro capitanes y bandos, que son simples gayres sin digni-dad
real, aunque no empleen este nombre.
6." Hierro.-En esta isla pequeña el problema es más difí- a
cil, pues los nombres no son seguros y las noticias son escasas.
Sólo Añofo, evidente derivado del berber aniuffu, equivale a «el O
superior)) o el grande, y tal. vez fuese el equivalente de «el gran- -
=m
de» o «el jefe», sin precisión de «rey». O
E
E
2
E
C) Pautas cronológicas 3
- 0
La dificultad más importante de este estudro sobre los reyes m
E
indígenas de Gran Canaria es la falta de datos cronológicos en O
nuestras fuentes y noticias, precisos para establecer con garan-tía
sus diversos reinados. -E
Algunos de ellos solo se conocen por una tradición muy su- a
maria y sin datos cronológicos, por ejemplo para todo el episo-dio
de Gumidafe y Atidámana.
De algunos reyes, tres al menos, nuestra documentación his- 3
O
tórica ignora hasta sus nombres, y apenas conoce datos seguros
de algún otro.
En los más conocidos, como Egonaiga y Ventagoyhe, su cro-nología
y sus relaciones familiares aparecen equivocadas o tras-trocadas
en Abréu y Torriani.
XT ---- A a--:- -----:A-
1 I J ~ LI I L~LC L I I L J , LUILVLLUU del Canür-leiz y citado en la Cui-iu
de 1501, y largamente citado en Abréu Galindo y en Viera, hay
enormes dudas y contradicciones sobre su cronología, su situa-
,294 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLÍTICAS INDÍGENAS DE GRAN CAN.4BIA 31
ción política real y las circunstancias de su elevación al trono
y su muerte.
Para salvar, al menos en parte, este escollo cronológico ha
sido preciso buscar dos pautas seguras, cuyo juego haga posible
fijar ciertos datos de cronología, al menos aproximados, para
encajar en nuestros cuadros sinópticos a los ocho reyes indíge-nas
de Gran Canaria en el largo siglo que alcanza la monarquía
indígena : ~1375-1483?
A) La primera de esas dos pautas establece que la biogra-fía
de todos esos monarcas grancanarios no puede rebasar para
cada uno los cincuenta a sesenta años de vida. Porque no creo
en absoluto la evidentemente exagerada afirmación de Torriani 65,
para quien dos canarios vivieron sin sentir ni conocer la enfer-medad
sino a ios 120 y 140 años)).
Y en garantía de mi afirmación sobre su «media de vida de
cincuenta a sesenta años» aporto el siguiente dato : Cioranescu,
en su excelente estudio del Poema de Viana 'j6, señala las fechas
de muerte de varios personajes notables, como Maninidra, Autin-daiia,
Dome a Dios, lo Periiaiido Guaiiarieiiie
mueren hacia 1500, con poco más de cincuenta años de edad, y
siendo miembros de la familia real grancanaria, habían interve-nido
en la conquista de las dos islas, Tenerife y Gran Canaria.
Por ello tuvieron que nacer hacia 1440, ya que en 1461 son
gayres y primos hermanos de los reyes Ventagoyhe y Egonayga,
firmantes del acta de posesión en las isletas. en la última fecha 67.
Y lo mismo cabe decir de Bentagayre, su contemporáneo.
Y a igual conclusión nos lleva la noticia de Abréu sobre el
episodio de los cautivos de Tirajana en 1480, liberados por con-cnin
An 1- ~viqArn dn d.?tmdr?n.?,nnnninm n ,,nnmn r, nir\c.\ ~r ;o$,-,
UL r a r r r c c u r b UL r r y i , í .=w- yu- v iu~u~ \\UULIIL-Q-UIVOII J JLLG
«madre de las Harimaguadas)), ya vieja de unos sesenta años,
que para poder procrear a su hijo, fáyak o faicán de Telde en
1461, y nacido en 1440; como sus parientes Autindana y Mani-nidra
y Ventagoyhe, había de tener en esa última fecha al me-
65 TORRIANI, C. 30, p. 98.
6 ANTONIO DE VIANA: La conquista de Tenerife, ed. Cioranescu, en el
tomo Vidna 11, 1971, p. 293, 244 y 246.
67 Mu, ed. citada, 1, 24, 115 y 11, 7, 172.
68 ABRÉU, 11, 16, 204205.
Núm. 28 (1982) 295
32 JUAN ALVAREZ DELGADO
nos veinte años de edad, y sesenta años en 1480, fecha del epi-sodio
de los cautivos.
B) La segunda de estas pautas es que ningún indígena gran-canario
podía tomar un cargo, como guayre o rey, con menos de
veinte años de edad. Ignoro si la ley del Sábor establecía, al
menos para los maridos, una edad mínima para casarse. Nada
puedo decir acerca de las mujeres, porque ni la Crónica de Azu-rara,
muy noticiosa respecto de los casamientos y las harima-guadas,
nada señala al respecto; ni la palabra citada, harima-guadas,
compuesta de tamhguat, pl. tenu?wGden, ((joven casade-ra
» o «mujer que llegó a la pubertad)}, según F o ~ c a u l dc~o~m,-
prendía el período de catorce a veinticinco años, harto largo para
servir de pauta precisa. La misma duda nos queda para los dos
actos: cortar cabello y barba los jóvenes y declarar los nobles,
que consigna sin fijar edad Abréu 'O.
En cambio, para los dos casos señalados: ser electo gayre
y ocupar el trono por herencia o elección, la edad mínima debía
ser los veinte años de edad, como prueban los siguientes datos.
1) Designación como gayre. Tanto las noticias para los ber-beres
en Laoust como para los guanches en Azuraraíl, la elec-ción
del gayre o el amgar y los miembros del Sábor, elegidos en
asamblea de notables, obligaría a elegir personas apropiadas para
dirimir los conflictos y capitanear a los guerreros de edad apro-piada,
lo que excluye que se pudiera pensar en un mozalbete de
quince o diecisiete años, del todo inexperto para el cargo. Asi
parece claro que Gumidafe no pudo ser elegido gayre de Tejeda,
como se dirá, sin que tuviese de veinte a veinticinco anos de
edad.
2) Mayoría de edad del Rey. Ninguno de los reyes grancana-rios
pudo llegar a ese puesto sin haber cumplido los veinte años.
De ello tenemos prueba segura. Cuando murió el Guanarteme de
Telde Ventagoyhe, dejó dos hijos menores: uno varón y otra
hembra, teniendo el varón once años y la hembra sólo nue17e,
@ FOUCAULD: Dictionaire Touareg-Fra?t@s, ed. París, 1952, p. 1464.
70 ABRÉU, cit. 11, 2, 149.
71 LAOUST: SOUS, p. 240. AZURARA, ed. Serra Ráfols, p. 64, renglones
16 a 23.
296 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
por lo que a la rendición de la isla en 1483, el varón llamado en
nuestras historias Bentago y Bentehuy o B e n t e j ~ ísó~lo~ tenía
dieciocho años.
Por tal razón, al morir Ventagoyhe de Telde tuvo que ocupar
el trono su primo hermano Egoinaga de Gáldar, y éste pudo ele-gir
como su sucesor en el trono único de la isla en 1479-1480 a
don Fernando Guanarteme, porque ni Egonaiga tenía hijo varón,
sino sólo una hembra de su legítima esposa 73, ni podía ceder el
trono a su sobrino el hijo de Ventagoyhe, todavía menor de edad.
Y ésa es la razón por la que los grancanarios en la batalla de An-site
querían que don Fernando Guanarteme se uniera a ellos para
casarlo con la prima, hija de Egonaiga, o con la otra prima, la
hija menor de Ventagoyhe 74.
Excepciones: Aigunas habrá que estabiecer en ios iimites ex-tremos
de esas pautas establecidas, entre las que habrá que tener
en cuenta las dos siguientes.
En el caso de Artemís, su muerte, provocada por una acción
de guerra, no permite extender su período de vida total hasta
ios cincuenta años, quedando reducida a los treinta y cinco o
cuarenta años. Igualmente, Ventagoyhe muere en acción de gue-rra
con Doramas o por virtud de epidemia, según propone Abréu
Galindo, resultando que hay que fijar su muerte algunos años an-tes
que su primo hermano, también muerto a consecuencia del
disgusto por la fuga de su hija y su sobrina.
La síntesis cronológica y acciones políticas de Gumidafe que-dan
reducidas a lo siguiente:
n G~MEEZS CLTEReOd., Darias, p. 56. ABR~U,1 1, 25, 233, nota sobre
Tazartico y Bentejuf.
n SEDENOe,d . Darias, p. 70.
74 Informcidn Trejo-Carvajal, apud CHIL: Estudios, 111, p. 217, 228-
229 y 231.
Núm. 28 (1982) 297
34 JUAN ALVAREZ DELGADO
a) Gumidafe hubo de nacer hacia 1350, pues muere en 1403,
de unos cincuenta y tres aíios.
b) Es gayre de Tejeda, no de Gáldar, como dice Abréu y ex-plico
luego, hacia 1375, cuando tiene unos veinticinco años.
c) Se promueve su episodio y matrimonio con Attidamana
entre 1373-1380.
d) Nace su primer hijo, Artemís, citado por Abréu, antes de
1380, para poder éste suceder a su padre en 1403, con más de
veinte años de edad, según explico en la biografía de Artemís.
e) Se ignora el. tiempo transcurrido y los episodios reales de
su guerra con los demás jefes cantonales para imponer su sobe-ranía
política sobre los doce cantones. Tai vez en 1393, en Telde,
a
y en 1403, en Arguineguín. aún está apagando rescoldos de aque- N
iia contienda. E
f ) Nace su segundo hijo, Asemidan, rey ignorado de nues- O ---
tras fuentes, en 1385-1390, para poder ser rey en 1415. con vein- m
O
E ticinco años al menos, y morir con más de cincuenta y cinco de E
2
edad entre 1435-1440, como Iuego se explica al tratar de este - E
rey.
Ya habrá advertido el lector que he tenido en cuenta para es- 3
-
tas cifras las pautas cronológicas establecidas en epígrafe ante- -
0
m
E rior por la falta absoluta de noticias concretas en nuestras fuen-
O
tes. E
Porque las noticias de Gumidafe se conocen primordialmente -
E
por una tradición grancanaria que normalmente no tiene noticias -
a
claras y bien fijadas. Esa tradición, recogida por Abréu Galindo. 2-
y más sumariamente por Torriani, con escasas precisiones y al- -
gunas discrepancias. me parece derivada de la historia del doctor O3
Troya Entre estas discrepancias se advierten cambios en los
nombres : Torriani escribe Gomidafe y Attidamana, mientras
Abréu consigna Gzmidafe o Gornedafa; prefiero Gu,midafe y At-tidamana,
más conformes con su explicación etimológica.
Errores y erratas de Abréu. Más importantes que esas va-y
i a ~ t e&~ . cepista s o &~as &ras e q ~ ~ f ~ ~ ~ Ac hi rn&n e ~ .q ijp
Attidamana vivía «en el término de Gáldar)), pero si ella tenía
75 ABRÉu, 111, 7, 171. TORRIANCI., 30, p. 96, y para el doctor TRCWA,
p. XXXVI.
298 BNVARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
esa función prevalente de ((sacerdotisa, harimaguada o conseje-ra
» a que aluden los expresiones de Torriani y Abréu habría de
residir necesariamente en el cantón de Agaete. Bien en el templo
de Amagro (por errata escrito Almagro en el mapa y Umiaga por
disparate en nuestras fuentes, copiado a Marín), a medio camino
entre Gáldar y Agaete, pero perteneciente a este cantón, según
el mapa militar 1942. Y lo mismo sería si estuviese como hari-maguacEa
en el templo de Tirma, también en el cantón de Agaete.
Otros errores de este tipo no son raros en Abréu por su ten-dencia
galdarista. Pues también dice que «Tunte» = ((El Sitio)),
en el mismo casco de San Bartolomé de Tirajana, según el mapa
militar citado, Viera y Clavijo y Chil Naranjo, «está en el térmi-no
de Gáldar)) 76.
E iguai errónea afirmación tiene para ia residencia de Gu-midafe
n, que dice «vivía en unas cuevas que al presente llaman
la Casa del Caballero de Faracas, junto a Gáldar)). Pero es claro
que Facaracas o Faracas, como dice Escudero, es errata de Ti-faracús,
como pronuncian los vecinos de Tejeda y Artenara, y que
LL an llU- >lLe- r-l con eliOr Arieriara 6iive íp. iig), escr&
biendo Tijarucas. Tifuracús, variante de tifarakkat, «zona desvia-da
» o {(pedregal, que produce ruido», es claro topónimo guanche-berber
78, y Chil cita la «Cueva del Caballero)) en eí contorno de
Tejeda j9.
El episodio de Gumidafe y Attidamanu
A pocas palabras lo reducen Abréu y Torriani, quien suma-riamente
consigna: «una mujer de noble estirpe ... fue insultada
poi- jefe faiiiiija... ailtes acOS~ui-&i~aa~ Sa er hoiii-ada
por todos ... y enamorándose de un fuerte y valiente capitán, se
casó con él.. . y vino a ser príncipe de ellos y de la isla».
No creo en absoluto en la idea que subyace en las noticias de
Abréu, como en Torriani, de que Attidamana se sintiera ofendi-
" ABRÉu, 11, 8, 176. CHILN ARANJO1,, p. 354; el mapa, p. 354-355 y 554.
VIERA Y CLAVIJO: Noticias, libro XV, c. 87. " As&, 11, 7, p. 171. " FOUCAULDci,t ., p. 347 y 356, y en Dictiimaire Abrégé, ed. 1940, p. 53.
m CHIL NARANJO1,, p. 363.
Núm. 28 (1982) 299
36 JUAN ALVAREZ DELGADO
da y despreciada porque desoyeran sus consejos «políticos» o so-licitudes
de tipo análogo. Porque pienso con Horacio que desde
Troya la «pasión» fue siempre la causa más terrible de todas las
guerras (Iam inde a Troia cunnus taetemima belli causa fuit). Y,
como en el caso de Elena de Troya, Attidarnana se molestó por-que
no quisiera tomarla en matrimonio cierto noble, su elegido,
que sería bien el jefe cantonal de Gáldar o Agaete, o el Faya
o faicán de Gáldar, o algún miembro notable de familia desta-cada.
Y ella se vengó de él cansándose con Gumidafe de Tejeda,
como acabamos de leer en Torriani, menos notable quizá, pero
más capaz de tomar venganza de aquellos que la habían des-preciado
y ahora iban a ser sus súbditos. Subrayo que tanto
Ábréu como Torriani dicen que eila fue ia que eligió eí esposo
y no Gumidafe. como era lo legal, a ella.
Por otra parte, Attidamana no podía ser, al casarse en 1375-80,
una mujer vieja, como la madre de Aymedeyacorán, y «madre»
y jefe de las Hadmaguadas, con atribuciones de consejera polí-tica,
como consigna Abréu (11, 16, p. 204-205). Attidamana era
sólo una joven «doncella casadera)), de familia noble y (ceneerra-dan
en un tamogant en Acoran o «casa de Dios» por haber al-canzado
la pubertad, y que se preparaba para su propio rnatrimo-nio
conforme a las reglas que conocemos en la información de
Azurara, tras las prácticas conocidas: prelibación, oferta de ma-trimonio
por su padre y elección por un joven noblem.
Estudio de los nombres Gumidafe y Attidamana
Hace años interpreté esos nombres así: G u m m f e , «el petu-do
», o «espalda levantada)), y Atidamana, «la gorda)) o ((grasien-ta
», como si fuesen dos «apodos» impuestos por los otros gayres,
disconformes con ellos al hacerles la guerra.
-- noy pienso que me equivoqué, y creo que esos iros nombres
deben explicarse como epítetos o nombres personales dados al
AZURARA, ed. Serra, p. 64.
300 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLÍTICASI ND~GENASDE GRAN CANARIA 37
alcanzar su nueva situación política, y antes llamados quizá de
otro modo.
Así, los verbos berheres egmed, ({sobresalir, engrandecerse))
(presente en la fórmula de juramento menceyal en Tenerife: cha-coñamet
= chakún - nagmédt, «tu te engrandeciste))), y af o if o
uf (variantes dialectales del mismo verbo), ((ser superior en cali-dad
», explican el nombre compuesto Gumidafe = gumid - afe (o
afel), significa «exal.tado a lo más alto)) o «engrandecido en sumo
grado)). Y el nombre Atidamana = at - ti - darnan-at está com-puesto
de partícula demostrativa at (ata o ati), «he aquí)), y ti -
daman-at, participio femenino determinado con demostrativo fe-menino,
del radical del verbo tuareg reduplicado demendemet,
utener ansia)), o «ser apresurado)), o ({precipitarse)) Por tanto,
A i i t h i izc,i & vdlfjlfd <<Id aiwiosdii ({la precipitada;;.
La noticias más importante-, sobre é! son éstas:
1 . O Artamy, Artemi, Artemis o Arternin nació entre 1375-
1380, porque sucede, como rey de Canaria, a su padre, Gumida-fe,
en 1403-1404, debiendo contar entonces al menos veinte años
de edad.
2." Abréu reconoce terminantemente que Artemís fue hijo
y sucesor como rey de Gumidafe, aunque otras noticias suyas
sobre él resulten contrarias a lo que voy a decir =.
3." Esta noticia debió de recogerse de labios de guanarte-mes
y notables de la ida hacia 1480-1483, al acabarse su con-quista.
para entrar en la tradición grancanaria relativa a estos
personajes.
4." Ya señalé que Asemidan, ignorado de nuestra historio-grafía,
fue también hijo de Gumidafe y sólo hermano de Arte-mís.
Y otro error de Abréu fue consignar que Artemís fuese pa-dre
de Egonayga y Ventagoyhe, siendo éstos sólo bisnietos de
Gumidafe y no descendientes del mismo Artemís. Pero tales fa-
81 FOUCAULcDi,t., p. 444, 294, 201. HUYGHEII:ic t. Kaüylie, p. 153, 183
y 70. LAOUSTS:O US,p . 286 y 189.
82 ABRÉW, cit., 11, 7, 171 y 1, 14, 71.
Núm. 28 (1982) 301
38 JUAN ALVAREZ DELGADO
110s se deben a la escasa información que tenían nuestras fuen-tes.
5. Ignoramos si Artemís se casó y con quién, ni si tuvo
descendencia directa, pero el hecho de que lo sucediese su her-mano,
y a éste sus hijos, parece obedecer a que Artemís no tuvo
descendencia directa. Tal vez convenga retrasar su nacimiento
a 1380.
6." Me fue preciso fijar en un epígrafe especial siguiente su
cronología sobre datos del Canamen para establecer bien su muer-te
y su acceso al trono a la muerte de Gumidafe, punto clave de
todo este estudio.
7." Artemis ofrecía en nuestros textos un conjunto de enig-mas
o dudas que fue preciso aclarar y subrayar para cerrar el
camin~ a nbjeciones.
8." La fecha de la muerte de Artemís, punto muy discuti-do
y controvertido del tema, fija un hecho importante de la his-toria
de Gran Canaria. Porque Artemís no pudo morir en 1405,
sino después de 1412 y antes de 1415, cuando Juan de Béthencourt,
también fracasado, pero no muerto, se alejó a Francia sin poder
conquistar la isla de Gran Canaria.
A. Enigmas de Artemis
Son muchos los problemas que plantea este nombre: su sig-nificación,
la realidad e identificación del personaje, su oscura
cronología, etc., enigmas que intento explicar aquí con bastan-tes
detalles y no pocas dificultades.
a) El nombre de Artemís. El Canarien lo escribe Artamy,
y los textos españoles suelen consignar Artemy o Artemi, con
atenuación gráfica normal de su vocal central por la mayor cla-ridad
o abertura del vocalismo españols3. Las fuentes granca-narias
escriben con frecuencia Artenzis, forma tradicional en aque-
17- :-lo m-,A m m w - ~ m + i v o o J n - 4 ~ o1 0 n a - t ~ q m ~ , A n nvimiti~7n An l-
UQ I U L ~ , YUC f;alalluna a u L u t u i 3 LA ~LLIILV afiuuu ~ L U U ~ L L Y V UL la
voz, que en su forma original era Artemin. Esa nasal final la
suprimió ya el Camrien, lo mismo que en Arginiguy por Argui-
83 Canarien, ed. La,gunense, 111, 121 y 133, y 11, 221 y 315.
302 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLÍTICAS INDIGENAS DE GRAN CANARIA 39
neguin, por 10 que es erróneo escribir Artemi sin acento, como
suele hacerse.
b) Estructura original de ese nombre. Artemin = ar - temin
vale literalmente «el que siendo rey = «el que es rey» = ((el
rey)), y pertenece al grupo tercero, de los tipos de nombres per-sonales
usuales en guanche y berber y de igual estructura que
Aridani por Ar-idanin de la lista del Acta de 1476 &.
Para los Iectores no lingüistas debo aclarar este particular
de los cinco tipos m& frecuentes en guanche y berber de for-mar
nombres personales: 1.' Equivale a un nombre sustantivo
expresivo de cualidad o defecto físico o moral, oficio, etc.; ver-vigracia,
Epnaiga por IgunZgun, ({hombre lento o pausado)).
2." Un adjetivo deverbativo rnmn nmbnr ugayreo o Acornn por
amqoran, «Dios» o «el grande)). 3.0 Un participio (estructura
i - ,Y -en fem. t-X-t), sólo o precedido de pronombre relativo, con
o sin expresión demostrativa antepuesta: rgr., el citado Brida-nin
o Attidmnana = at - ti - Samanat, «he aquí la ansiosa o pre-cipitada)).
4." Un nombre o un demostrativo seguido de un ver-bo
concertado con él, con régimen o sin él: vgr., Ventagoyhe =
win- tag.üihet = «éste o él grita)}. 5." Un compuesto de varios
elementos verbales. nominales o mezclados: vgr., Doramas =
d-uhraw - qmas, «es ancho de narices)), o Atazapcate = at -tasa
- ikaten, «he aquí el hígado que es valiente)).
c) Artemín = Artemis = Artemí vale, pues, simplemente, «e1
rey». Y no «hijo del rey», como yo mismo dije erróneamente hace
años, sugestionado por el texto del Canarien y explicándolo por
ar-temit, Iiteralmente «hijo de la matriz, el parentesco de alian-za
o ia transmisión del derecho hereditario», valores que tienen
en tuareg las voces ara, «hijo». y temit Mientras, el valor de
tewbh, «rey» o «regente» o «jefe supremo)), está asegurado por la
concordancia del tuareg enf, «ser jefe supremo)). «estar encima)),
y sus relacionados amenukal, plural imencin, «rey del país», y el
majorero Turr~or~wrp~oire i-amenan-i, «la regente o gobernante))% .
84 ABRÉU, cit., 1, 29, 135, y ver este estudio, pag. 21.
85 FOUCAULD, p. 1649 y 1164.
86 FOUCAULD, p. 1361 y 1207.
40 JUAN ALVAREZ DELGAM)
Esto permite explicar también la forma Arminda, dada a la prin-cesa
rendida en 1483 a Pedro de Vera, si se piensa en la posible
forma femenina: ar - temin-et(a), «la reina o princesa)) o ccgober-nantan.
d) Pero la frase del Cana?ien, luego comentada, «El hijo del
rey que se llamaba Artemísn puede no referirse a la persona ni
al significado de su nombre, en boca de Pedro el Canario, intér-prete
de Gadifer, y que indujo a error. Pues era efectivamente Ar-temís,
un «hijo del rey» anterior, el que se llamaba Artemís, por-que
entonces entraba a ser rey, por muerte de su padre en aquel
mismo año 1404, según luego exp1,ico.
e) Guanarteme tampoco significa «hijo de Artemísn. Lo con-sigxi
terminunterriente 12 infermacibn Trejo-Carvajal, que siete
veces declara que «Guadnarterne en lengua de canarios significa
"reyw». Se trata, efectivamente, de un compuesto de ewdd n-arté-min,
por trasposición obligada del acento a la penúltima silaba
del segundo elemento del compuesto, como explica Prasse en su
Grammaire Touareg. De ella luego salieron, por inducción espa-ñola
en su pronunciación, la más usual, Guanarteme; la menos
usada, Guadarteme, y la de más prurito falsamente erudito, Gua-narthemy
=. Es errónea la explicación de Wolfel por wa -n-artemi,
la -d-radical garantizada por la información Trejo y por la forma
tuareg ewad, «garcon», no deja dudas
Esta estructura ewad -n- artérnin, que equivale a «el mozo
éste de rey>, es la que los berberistas llaman ({determinación re-forzada
de un nombre» por medio de demostrativo seguido del
nombre en anexión tras partícula de genitivo @.
Citaré dos ejemplos tomados a Hanoteau, que aclaran el tema
para los no especializados: amenukal wa n- messi, «el rey mi se-ñor)),
que literalmente corresponde a «el rey éste de señor de mí»,
87 WOLFEL: Monumenta, IV, núm. 132, una variada documentacíon,
y en VIERAY CLA~JONo:tZ CZaS, 11, 21, 6 (nota), la hip6tesis vuigarizacia
que rechazo.
88 HANOTEATUa:m acheq (Essai de Grammaire de Ea Langue Turna-cheq),
ed. Argel, 1896, reproducción mejorada de la de 1859, p. 250. Otra
idea en FOUCAULcDit., p. 1461. " Tamacheq, cit., p. 28-29.
304 AXUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
y ayis wa imellen, «el caballo que siendo blanco» o «el caballo
blanco)).
f) La expresiones del Canarz'en: «rey de la isla», «el hijo del
rey» y «el hijo de Artemísn. KO creo en la hipótesis de Serra Rá-fols,
que él mismo da sólo como posible, de que la expresión del
Canarien «fiix Artamys y sus variantes sean equivalentes a Gua-narteme.
Porque, como acabo de decir, Guanarteme o Guadnar-teme
no significa ((hijo de Arternís)), sino simplemente «rey».
Además, en la expresión del Canarien (111, 133) ((y vino a
hablarle el hijo del rey de aquella isla, que se llama Artemy)),
luego se repite la misma frase, con un recorte que marco entre
paréntesis cuadrado para indicar la errata del copista, «y se vol-
& hije & re; que so Artar,y. Pury'de evidente-mente
se trata de la misma persona anterior.
Después, el. Canarien, en sus dos versiones o textos II y III,
usa la sola expresión ((filx Artamy~ como primaria y como error
de la precedente, salvo en 11, 315. que dice ya «el rey Artamyn,
según piensan Abréu y Torriani.
Ese cambio de las dos expresiones: l.", el «rey de la isla» (Ca-narien,
111, p. 73, y 11, p. 151), y 2.a7 (<el hijo del rey)), según se-ñalaré
en el epígrafe siguiente sobre Pedro el Canario, nos faci-lita
la fecha exacta de la muerte de Gumidafe y el comienzo del
reinado de Artemís: 1404.
B. Artemis, interlocutor de Gadifer y su cronolog4a
Creo firmemente que el interlocutor de Gadifer, en agosto de
1404, en Arguineguín, fue el llamado Artemís, hijo de Gumidafe,
según Abréu Galindo: {(Gumidafe y Atidamana tuvieron un hijo,
que se decía Artemís, que después reinó» gl.
La expresión del Canarien de filx du roy qui s'appelle Ar-tamy',
cpe !es editeres de! trate traduce:: Vi e ~~ G S::e1 hijo del
reg», cque se llama Artemísn, debe de entenderse que Artemís
m Canarien, 111, 245, y 11, p. 223 y 314.
91 ABRÉU, 11, 7, 171.
9* Canarien, 111, 121.
Núm. 28 (1982)
20
42 JUAN ALVAREZ DELGADO
es «el hijo del rey», y no era el rey «quien se- llamaba Artemísx,
aunque iba a serlo enseguida.
Fechas de Gadifer en Gran Canaria. El viaje de Gadifer a Ca-naria
en 1403 se produjo a principios de septiembre de 1403, más
o menos, porque el Canarien 111 lo sitúa entre julio y agosto de
1403, en que Gadifer está en la Graciosa, y el mes de octubre de
1403, en que salen de nuevo de la Graciosa y Arrecife, en espera
de los víveres para Navidad 93. Al llegar a Canaria, Gadifer en-carga
a Pedro el Canario que vaya a parlamentar con ((el rey de
la isla» (sin dar nombre) a cinco leguas de allíM: en Arguine-guín
( jno en Gáldar!), donde piensan los editores del Canaden
lagunense, a cinco leguas de allí, y de donde bajan Artemis y
Pedro el Canario el año siguiente. Porque, además, Gáldar está
a más distancia que Arguineguin.
Pedro el Canario no regresó de Arguineguín cuando lo espera-ban
Gadifer y los marinos españoles que conducían a Gadifer.
¿Por qué? Además de la distancia, pudo ocurrir que «el rey de
la isla» no quisiera acudir o que no pudiera acudir por estar en-fermo,
moribundo o herido. Cosa clara al ver que el año siguien-te
tampoco acude y, en cambio, baja su hijo. Pues el mismo re-dactor
del Canarien 111 dice en 1403 que Pedro el Canario fue
a ver «al rey de la islan ; y en 1404, que Pedro el Canario vino con
«el hijo del rey de la isla».
Y esta circunstancia nos va a servir para fijar la cronología
de Artemís.
PEDRO EL CANARIO
Aparece como intérprete de Gadifer en Lanzarote y Gran Ca-naria
por agosto de 1403, y también en agosto de 140495, en sus-titución
del lanzaroteño Alfonso, sobrino de Afche, traído por
Bethencourt en 1402 y desaparecido meses después. Seguramen-te
a Pedro el Canario lo trajo el barco de Las Casas en junio de
1403 %.
306 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLÍTICAS INDÍGENAS DE GRAN CANARIA 43
Pedro el Canario me parece un indígena de Gran Canaria
cautivado entre la expedición de 1392-93 y la de 1402, de la que
dice el propio Canarien (111, p. 77) que dejó casi desierta la isla
del Hierro. Esta segunda parece poco probable, fuera del hecho
de que Pedro el Canario participara en ella y a él se deba la no-ticia
de Gadifer.
Pero tampoco es probable fuese la expedición de 1393, que no
sabemos cargara gente en Gran Canaria, sino sólo en Lanzaro-te97.
Además, los cautivos de la isla de Gran Canaria en 1392-3 se
habían sacado de ella en 1392 o principios de 1393, y Pedro el
Canario no podía conocer las noticias posteriores a ese año : muer-te
y testamento de los trece frailes eremitas. Pudo ser cautivado
por el. año 1398.
Xas sdo Pedru el Canario, hdbitalk de Gran Canaria, pudo
informar a Gadifer de estas noticias: que los indígenas granca-narios
habían dado muerte a los frailes por haberse carteado con
los invasores, conocer el contenido del testamento y el hallazgo
de tal documento, con el dato de que desconfíen de los canarios,
p-q&,usea l traidores, =&cia que tambiéE cor,sigfia Azzrara ma-renta
años después y que tanto molestó a Chil Naranjoga. Tam-bién
a él debe Gadifer la idea, en que no cree, que hubiera 6.000
guerreros de casta noble en Gran Canaria y quién era el rey de
la isla, al que va a visitar Pedro el Canario por orden de Ga-difer
99.
Todo esto sólo lo podía saber Pedro el Canario si residió en
Gran Canaria pocos años antes de 1402 o tuvieron que enterarlo
de todo ello sus familiares o paisanos de Telde en los escasos
días que allí estuvieron en agosto de 1403, antes de Pedro diri-girse
a Arguineguín a ver al rey de 12 Isla. u
Y este dato nos interesa aquí particularmente. Si Pedro va a
Arguineguín (no a Gáldar, como apuntan las notas de los edito-res
del CanurGen lagunense) a ver al «rey de la isla» y allí está
hasta el. año siguiente, 1404, cuando baja con «el hijo del rey de
la isla, que se llama Artemísn, es porque él sabía en 1403 que el.
rey de la isla era Gumidafe, al que encuentra enfermo o mori-
97 Ver mi Episodio de Avendaño, ed. Laguna, 1957, p. 50 y 54.
98 CHIL NARANJOE:s tudios, 1, 516.
9 Canarien, 111, p. 73.
Núm. 28 (1982) 307
44 JUAN ALVAREZ DELGADO
bundo en Arguineguín, por lo que hace que venga con él en 1404
a parlamentar con Gadifer su hijo Artemís e inmediato sucesor.
Y así se aclara el abstruso problema, hasta ahora sin solución:
la cronología de Artemís.
Y porque Pedro el Canario murió en 1404 en la pelea de Ar-guineguín
(a manos de Aníbal o atacado por sus paisanos gran-canarios
a las órdenes de Arternís) es por lo que la refundición
del capítulo 63 del Canarien (111, 121) en el ulterior capítulo 68
(Canarien, 111, 131-133) reproduce todos los datos del primero,
menos la fecha y la presencia de Pedro el Canario. Se advierte
que ese nuevo capítulo no refleja un suceso real, posterior a agos-to
de 1404, sino un entretenimiento del continuador de la crónica
en meses de ocio a finales de 1404 o principios de 1405, sin rea-lidad
histbricu a!gdfia, sa!;~~ 12s interp&ci=ces toma&s al rv-ter0
andaluz, de que hablé en el Anuario de Estudios Atlánti-cos
'Oo.
Conclusión. Estimo, pues, que las noticias de Gadifer-Pedro
el Canario nos aseguran que la sucesión de Gumidafe, no citado
por el Canarien, pero asegurado por la tradición grancanaria del
«Episodio de Gumidafe y Atidamana)), como primer rey de Gran
Canaria, siguió con Artemís? su hijo, según asegura expresamen-te
Abréu GalindolO1. Y que lo aquí reseñado fija la fecha de su-cesión
en 1404: muerte de Gumidafe y comienzo del reinado de
Artemís.
Asegura Abréu Galindo 'O2 que el rey Artemís murió en Argui-neguín
en 1405 en combate con las huestes de Juan de Bethen-court,
donde éste sufrió también un descalabro.
La noticia me parece cierta y recogida por tradición popular
entre los indígenas desde 1.a conquista de la isla, pero la conside-
((Anuario de Estudios Atlánticos)}, núm. 23, 1977, p. 60-63.
101 ABRÉu: 11, 7, 171. Este Gumidafe y Atidamana tuvieron un hijo,
que se decía Artemís, que después reinó, en cuyo tiempo vino el capitán
Juan de Betancur.
ABRÉU, 1, 14, 71.
308 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
ro insegura en cuanto al lugar y errónea en su datación, que
pienso hay que fecharla en 1414.
Informaciones de la noticia
Aparece consignada por primera vez en la Carta de 1501, que
dice: «y habló (Betancur) al rey que se llamaba Artamis en el
lugar o villa de Arganigi. Y allí mató muchos enemigos y murió
el rey Artamis 'O3.
Este inciso me parece una adición en la Carta citada a las no-ticias
del Canarien 11 (cap. 80, p. 315): donde no se consigna la
muerte de Artemís, si bien se habla de una pelea de Juan de Be-
ALLI I-e-II-C VUL L i-y- ji,,-iiinry { aieiiciCii a la vai-iaiiie del nOiIi'i>I'e
en los dos pasajes!), pues esa discrepancia entre las dos varian-tes
del mismo nombre en ambas fuentes indica que la informa-ción
oral de los Betancores grancanarios sobre la muerte de Ar-temís
la ignoraba Juan V de Bethencourt al terminar su crónica
I nnn ,:, ,+;,;A, ,,,,,+, A, ri:,. IM
cu L-LUW, n c ~ u ucn uulaLiuu C A ~ L L u~ c ~ L U L ~ L L C ~ L U .
Repite la misma noticia Abréu Galindu cinco capítulos des-pués,
y de nuevo vuelve a hablar de ella en el libro 11, pero aquí
localizada en Agüimes los. En cambio, Torriani, conocedor del epi-sodio
de Gumidafe y Atidamana y de su exaltación como primer
rey de Canaria, al hablar de éste ignora que es padre de Artemís,
pero luego, en el diálogo entre Silva y el Guanarteme Egonaiga
de Gáldar, Torriani consigna «la muerte dolorosa de nuestro rey
Artemís)) en lucha con Juan de Betancor, sin determinar el si-tio
'O6.
dije qi~ee $ di_?d~re 11~ggd e! ~ p i r ~ d i e , oe.-
la elección de Arguineguín obedece a la preferencia de ambas ver-siones
del Canarien por ligarlo a los viajes de Gadifer a Arguine-guín,
como si aquélla fuese la residencia real.
Canarien, 1, 49.
lar Canarien, 1, 296.
la ABRÉU, 1, 19, 95, y 11, 7, 171.
106 TORRIANcaIp., 30, p. 96.
Núm. 28 (1982)
48 JUAN ALVAREZ DELGAEJ
La fecha
No creo posible fechar la muerte de Artemís en 1405, porque
al estudiar en otro lugar lo7 el episodio de Gadifer y Pedro el Ca-nario
en Arguineguín quedó establecido que Artemís empezó a
reinar en 1404, sucediendo a Gumidafe, rey hasta 1403.
Por otra parte, Béthencourt llega a Canarias en 1404 y Gadi-fer
se marcha después de agosto de ese mismo año, y tras él mar-chará
Bethencourt, hasta asegurarse de que aquél no puede in-terferir
su gestión y dominio real.
Juan de Bethencourt no tenía medios económicos, ni recur-sos
materiales para continuar la guerra, ni capacidad y voluntad
ors-ii-p-rr-e ra c i i nmim a &difer de Ir, S&e para p r ~ s e g ~liar con- --- U Y y ' L A V L
quista en los años 1403 a 1410.
Por otra parte, como ha reconocido Cioranescu lo8, resulta im-posible
reunir en un solo año todos los acontecimientos del Ca-narien
11 (capítulos 63 al 81), en que supone que Bethencourt se
marchó de Gran Canaria, y recorre las islas antes de marcharse
definitivamente.
Por último, tres documentos relativos 3 Bethencourt, fecha-dos
entre 1410 y 1412 'O9, pudieron facilitar a Juan de Bethencourt
medios económicos para realizar en 1414 Ia oprración de asalto
a Gran Canaria, en la que murió Artemís, y cuyo fracaso movió
a Juan de Bethencourt a abandonar definitivamente la empresa.
El primero, enfeudamiento a Roberto de Bracamonte de los
bienes de Bethencourt en Korrnandía, lo que le facilitó el dine-ro;
el segundo, el homenaje a Juan 11 de Castilla, a cuya madre
alude el capítulo 81 del Canarien 11 (p. 3181, que le dio prestigio,
y de seguro ayudas militares y náuticas para la empresa; y el ter-cero,
su derecho de acuñar moneda, que le sirvió de seguro para
lograr anticipas monetarios de banqueros y proveedores de bar-cos
a cambio de promesas de grandes beneficios.
Pero todo esto indica que la empresa de su viaje g combate
en Gran Canaria se realizó después de 1412, es decir, en 1413 ó
107 «Anuario de Estudios Atlánticos)), núm. 23, 1977, p. 60 sgtes.
10s Canal-ien, 1, p. 291. ABRI~, 11, 7, 171.
'09 Cana'rien, 1, documento núms. 94, 100 y 101, p. 432 y 440442.
310 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLÍTICAS INDÍGENAS DE GRAN CANARIA 47
1414, antes de que Juan de Bethencourt se marchase definitiva-mente
a Francia al comenzar el año 1415 'lo
Tres guanartemes o reyes ignorados de Gran Canaria
La gran sorpresa histórica de este estudio sobre la monarquía
de la isla de Gran Canaria es asegurar el desconocimiento total
y ausencia de tres reyes, de sus nombres y de sus hechos en nues-tras
fuentes históricas de Canarias.
Del primero trataré aquí; de sus dos hijos trataré en el epí-grafe
siguiente, número IV.
Hace muchos años que mis estudios lingüísticos del guanche
me aseguraron la realidad histórica y el nombre de este monarca,
Asemidún. Pero había muchas incógnitas e hipótesis aceptadas
que no dejaban ver claro todos los particulares del tema. Luego
descubrí a través de Azurara la existencia de sus dos hijos, aun-que
todavía en una penumbra y con interrogantes que exigían
nuevos hallazgos, hasta que se hizo la luz descubriendo confu-siones
de Abréu que ligaban a esos dos hijos con los últimos re-yes
o guanartemes Egonaiga y Ventagoyhe, que el lector hallará
explicados en el epígrafe siguiente.
Aquí me limito a lo conocido hasta ahora sobre Asemidán.
Su etapa: 1." Al rey Asemidún corresponde sólo la etapa de
1415, año siguiente a la muerte de Artemís, hasta el año 1435-
1440?, cuando él o sus hijos y sucesores parten en dos: Telde y
Gáldar, el único reino de Gran Canaria existente hasta enton-ces.
2.0 Es preciso garantizar la realidad del nombre y el perso-naje
íjüe l~ !!,om, trastecudc gr5ficamente y en su use en la do-cumentación
grancanaria, que consigno luego. 3.0 No puedo me-nos
de apuntar esta sorpresa. Me extraña que las historias de
Gran Canaria, que nos hablan de las luchas en esta etapa de Ma-
"0 Camrien, 1, p. 443, documento 104.
48 JUAN ALVAREZ DELGADO
ciot con el conde de Niebla, los portugueses y Guillén de las Ca-sas,
nada digan de Asemidán, rey de Canaria, ni de la vida po-lítica
indígena de esta isla durante ese largo cuarto de siglo. Ni
siquiera sabemos cierto, aunque lo sospechamos, si Hernán Pe-raza
el Viejo, que reconquistó el Hierro y la Gomera con la co-laboración
de Juan Machín, intentó entrar en Gran Canaria du-rante
este reinado, lo que justificaría los primeros intentos de
Diego de Herrera, desde Gomera, contra Tenerife y Gran Cana-ria
desde su llegada a Lanzarote, como indican Diogo, Azurara
y Cadamosto, que saben había cristianos en la isla de Gran Ca-naria.
Pero esa falta de noticias limita nuestro actual estudio a ase- a
güixr noul"rri;e y, consiguientemente, ia persona dei rey Ase-
E
midán. O
n -
=m
O
E
El nombre Asemidán 2E
La noticia más sorprendente y novedosa de este estudio sobre 3
la monarquía indígena de Gran Canaria es, en efecto, el descu- -
brimiento del nombre, etapa vital y realidad del rey Asemidán, 0m
E
escrito, con más precisión fonética, Asemmidan. O
Absolutamente desconocido de nuestra documentación histó-rica
desde la muerte de su hermano Artemís en 1414, como probé n
-E
en el apartado precedente, gobernó la isla como último rey único a
entre 1415 y 1435-1440? aproximadamente. Pero ignoramos toda n
acción concreta suya.
No es posible suponer que Asemidán fuese hijo de Artemís, 3
O
ni tampoco que un hijo de Artemís entrara a reinar, al cumplir
los veinte años de edad, la mitad de la ida, junto con la otra mi-tad
gobernada por Asemidán. Es posibilidad que me cuidé de
comprobar, como salida a la necesidad de justificar la existencia
del reino único de Asemidán. Porque Asernidán es el padre de
sus dos hijos, sus sucesores después de 1440, y abuelo de los re-yes
de Gáldar y Telde: Egonaiga y Ventagoyhe, dato asegurado
por la propia filiación ache-Semidán, que estos últimos compor-tan,
como diré en su estudio.
312 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLÍTICAS INDÍGENAs DE GRAN CANSIA 49
La filiación .ache-Semidán
La prueba de la existencia del nombre de persona Asemidan
e Asemmidhn se saca por la estructura lingüística guanche-berber
de la filiakión presente en los nombres Egonaiga ache-SemidXn
(por Iguni?gan aqchich - Smmidan = Egonaigan ache-esemmi-dan
= ((Egonaiga hijo (descendiente) de Asemidán)), rey de Gá1-
dar. También está en el nombre del cuñado de Egonaiga, nom-brado
fdyak o faicán de Gáldar por don Fernando Guanarteme,
a petición de su prima, la hija de Egonaiga, al suceder a su tío
en el. trono de Gran Canaria '11, llamado por Sedeño Guunache Se-midán,
mal escrito (por Awan aq-chich-Semmidan) = «el pudo-roso)),
((descendiente de Asemidán)), probablemente.
La voz aqchich vale en varios dialectos kabilios ((hijo, mozo,
niño pequeño)). Y Semidán o Semmidan es la forma de «anexión»,
obligada en beber, líbico y guanch;, cuando un nombre está en
dependencia de otro nombre, y fonéticamente está constituida por
una atenuación de la vocal inicial (bien reducida a vocal ultra-breve
o a vocal cero) reclamada por la gramática guanche y ber-ber
112, lo que prueba cumplidamente en este caso que la regis-trada
Sernidán corresponde en estado absoluto a Asmmidan.
Este Asemmidíin tiene una estructura adjetiva (del. tipo ber-ber
a-X-un), como amexzian, «pequeño», del verbo mezzZ, «ser
pequeño)). Y si bien no lo hallo documentado en berber, es más
que probable que se forjara sobre el sustantivo tuareg asemmad,
«honor», ((hacer lo que es honorable)) '13, y si asemmad vale «ho-nor
», el adjetivo asemrnidan valdrá «el honorable)).
Salgo al paso de una posible objeción. El primer componente
ache no puede explicarse, como ocurre en Tenerife, donde abun-dan
las paladiales, por el plural panberber ait, ((hijos, genten, plu-
11: "--L. rT, r&l,n, 38. SZ=~:%Ce,d . D~.ri,uop, . 23.
112 La registra BOULIFAL:a ngue Kabgle, Argel, 1913, p. 393 y 394, y
NUYGHpE. ,5 4, y Beni Snous, p. 113. Para el estado de an'exión, ver LAOUST:
Marwain, 44 a 51, y Sous, núm. 33; CORTADE: TOuareg, p. 25, y BASSET-PICARDn,
úm s. 85 a 109.
113 FOUCAULpD. , 1836.
50 JUAN ALVAREZ DELGADO
ral de au, u, «hijo», porque en el dialecto de Gran Canaria no hay
esa palatalización. Así lo prueban las frases aitu catanajú, cthom-bres,
haced como buenos)), por ait, hud katan ahat, literalmente
u j hombres, como valientes sed o haced! n, y la expresión aititú,
«gente forastera)), de la endecha grancanaria de Torriani, por ait
-ittud, literalmente ((gente del pacto de colactaciónn, conocido
timbién en Gomera y en berber Il4.
Ventagoyhe ache-Semidán. Aunque luego trataremos de él y
Abréu nunca aplica, como ninguna otra fuente, la filiaci6n ache-
Semidán al nombre de Ventagoyhe de Telde, es evidente que le
corresponde a ambos reyes, por el supuesto de Abréu de que am-bos
son hermanos, aunque sólo eran primos hermanos, hijos de N::
herEams, y rnrrespnde también la filiacibn a ambos reyes y a
sus padres y otros miembros de la familia. Por ello pongo esa fi- U
d -
liación también a Ventagoyhe y sus hermanos. 8'
Un error extrañamente vulgarizado. Nuestros tratadistas de I
historia grancanaria, empezando por Castillo (p. 61 de su antigua e
edición), para quien «la sucesión del reino era de la antigua fami- 5
Y
I.ia de SemicFánn, como luego Viera y Clavijo 115, impusieron a Arte- E
=n
mís y otros miembros figurados en las famosas filiaciones reales 6
este nombre en anexión: Semidán, reducido como apellido al estilo UE
español. Esa costumbre de Viera escribiendo Artemy Senzidán es i
disparate histórico seguido por otros textos, con la honrosa excep- a1
ción, me parece, de Chil Naranjo. Ese tipo fue seguido o quizá to- A
d mado a los genealogistas del siglo xvn y siguientes, citados por
Chil y Wolfel, cuyas listas carecen de valor científico y de exac-i
titud histórica por tan evidente error lingüístico l16.
0
Pero ese mismo error de tales textos demuestra que la filia-ción
ache-Semidán había llegado hasta el siglo XVII por las re-ferencias
familiares de los guanartemes al acabarse la conquista
de Gran Ganaria y a las fuentes como Abréu y Sedeño, que la
citan para Egonaiga y Guanache. Todos ellos comprendieron mal
114 W~ L F ~M:o numentd, IV, núrns. 3 y 14, con incorrectas explica-ciones
gramaticales.
115 VIERA: Noticias, IV, 16.
116 CHIL, 111, p. 194197. Wom: Monumenta, V, 125 a 136.
314 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
la denominación por haber olvidado el idioma indígena y su es-tructura
gramatical; pero ese sustrato vivo conservó el recuer-do
de la filiación citada, que ellos convirtieron en un tipo de
apellido, al uso español, sin darse cuenta del erróneo cambio.
DOS REYES GRANCANARIOS ABSOLUTAMENTE IGNORADOS HASTA
DE NOMBRE ENTRE 1435 y 1460
Señalo sumariamente los particulares que serán objeto de es-tudio
en este apartado.
i . ~E mpiezo por ponerles nombres personales, imaginarios
pero probables o posibles. Llamando a uno
a) iGuayasen? ache-Semidán, rey de Gáldar, y al otro
b) iTaqoten.? ache-Semidán, rey de Telde u7.
Como simple curiosidad, aunque posible recuerdo familiar,
e-xp picaré los sUpUeUtus y prucedencia de i-ius
genealogías, quizá auténticos en parte.
2." Eran hermanos entre sí, hijos de Asemidán, estudiado
en el apartado anterior, y a su vez padres de los reyes posteriw
res y sucesores respectivos suyos, Egonaiga de Gáldar y Ven-tagoyhe
de Telde, puntos históricos y cronológicos señalados
luego.
3." La cronología de estos dos reyes empieza en ei ano im-preciso
de la muerte de Asemidán, pero simultáneo para ambos
sucesores; mas termina en fecha próxima poco anterior a 1460,
pero distinta para ia fecha de muerte de cada rey, en que 10s
suceden Egonaiga y Ventagoyhe, respectivamente.
4." Debo establecer la gran confusión de Abréu Galindo al
asignar a Egoinaga y Ventagoyhe la partición del reino único
de Gran Canaria en los dos reinos de Gáldar y Telde, que se
había hecho por estos dos reyes a ia muerte de Asemidán ha-cia
1440, según Azurara. Mientras atribuye a la acción de Ven-tagoyhe
la partición del único Sábor y único Faya o Faicán, que
'17 CKIL, 111, p. 196. WOLFEMLm:u menta, V, númc. 130 y 131.
Núm. 28 (19821 315
52 JUAN ALVAREZ DELGADO
los dos hijos de Asemidán habían dejado subsistente durante su
reinado.
5." Fue preciso añadir por ello, para acallar la controversia
de las Crónicas de Canaria, el número de reinos y faicanes y el
problema de sus capitalidades, tan oscuro en nuestra historio-grafía
grancanaria.
A) Los dos nombres
Tomé esos dos nombres personales: Guayasen y Tagoten
a las inseguras listas genealógicas conocidas y publicadas por
Chil y Wolfel. Pero escogí los dos que me parecieron mejor do-c~
r~eatzduyu rL& pr&ab!e~ por í=sti-;lctUr~a ra s~ i~t s r -
pretación lingüística guanche-berber.
Pues cabe explicar Guayasen por wa-ayasen = «éste o el que es
hombre que camina a paso de lobo)). Tras el demostrativo o re-lativo
inicial sigue un nombre o un participio derivado del ver-bo
tuareg ais o &i?s o ayas, «ir a paso de lobo)), «caminar ace-chando)).
El otro nombre, Tagoten, se explica también, como nombre
o como participio de forma de hábito y calidad, sobre el verbo
tuareg eku, o eghtu, o e&, «ser recto o derecho)), caminar de-rechamente
Así, ambos nombres y sus etimologías se asemejan por sus
calificaciones onomásticas a los de sus respectivos hijos: Ven-tagoyhe,
«el que grita)), y Egonaiga = ígunf6an, «hombre que
es lento)).
Ambos nombres llevan la filiación ache-Semidun, estudiada
al tratar de Asemrnidan, por lo allí dicho y por tenerla después
sus respectivos hijos Egonaiga, Ventagoyhe y el cuñado del pri-mero
Guanache Semidán, sobre el primario aqchich-Semmidan.
118 FOUCAULpD. ,7 06-707 y 1787-1788.
316 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
B) Errores de Abréu
Siendo Abréu la fuente más valiosa para la historia de Gran
Canaria, me parece conveniente llamar la atención del lector
sobre algunos errores suyos que empañan la seguridad que to-dos
hemos tenido en él y resultaron enigmas que me costó mu-cho
descubrir, pues Abréu tiene hasta seis errores al tratar de
los reyes Egonaiga y Ventagoyhe.
1." Afirmar que estos dos reyes eran hijos de Artemís y sus
sucesores y hermanos entre sí cuando sólo eran primos herma-nos,
como ya advirtiera Cioranescu en notas a Abréu (pági-nas
205 y 235): tres fallos juntos.
2." Ignorar que la fiiiacióii & Egoiiaiga a ~ h eS eliziddn d e
nunciaba la existencia del rey Asemidán, ignorado de Abréu, lo
mismo que la de estos hijos suyos de que venimos tratando,
padres respectivos de Egonaiga y Ventagoyhe; dos fallos juntos
nuevamente.
3." Atribuir a Egonaiga y a Ventagoyhe la partición de la
isla de Gran Canaria en los dos ~ e i n o sd e Gáldar y Telde por ig-norar
la noticia de Azurara, según la cual los reinos estaban di-vididos,
conservando su unidad el Súbor en Gáldar desde antes
de 1448, más de un decenio antes de acceder a ambos tronos
Egonaiga y Ventagoyhe n9.
4." Atribuir al mal genio de Ventagoyhe, quien de hecho
podía ser muy susceptible, la partición en dos del único Sdbor
y Fáyak o faicán de la isla: el uno en Telde y el otro en Gáldar.
Porque es más probable que se trate no de un pueril afán de
Ventagoyhe: sino de reales dificultades para resolver los asun-tos
legales, competencia del Sábor, si los tefdenses tenían que
trasladarse con frecuencia a Gáldar. Mientras en este otro reino,
residentes en una misma ciudad el Rey. el Faicán y el Sábor,
no se tropezaba con igual problema.
j.* p iatiipOCijeoii e ieazen Aloi3&j Galin& el an-tagonismo
y lucha sin cuartel entre los reinos de Gáldar y Tel-de
por unas pueriles prioridades aludidas por Abréu de tipo
119 AZURARA, ed. Serra, p. 64, renglón 13: «tienen entre eIlos dos que
llaman reyes y un duque» (= yáya o faicán).
54 JUAN ALVAREZ DELGADO
localistas, como «más gente)), ((más valentía)) o ({más nobleza)),
que no se componen bien con la caballerosidad de ambos reyes,
primos hermanos que se consideran como hermanos, al decir de
Sedeño, ni con la serena actitud de Egonaiga con los hijos de
Ventagoyhe, menores de edad y dejados a su muerte, por sus
gestos con Doramas el rebelde, al suceder a su primo como rey
Único, ni por sus disgustos en las conocidas fugas de sus so-brinas
IM.
C) Cronología de Guayasen y Tagoten
y la partición del reino
a
La cronoiogía siempre resuita probiematica en este terreno E
sin documentación precisa. O n
l." Al acceder al trono Asemidán, su padre, en 1415, como - m
O
E Artemís entró a reinar en 1404 debía tener al menos veinte E
2 años de edad, por lo que nació antes de 1385, quizá en 1380. E
Si suponemos que su hermano Asemidán nació cinco o diez años
después, habrá que poner su nacimiento hacia 1390 para que 3
rebasara los veinte años al suceder a Artemís en 1415. -
0
m
E 2." Si Asemidán nació en 1390, sólo tenía trece años a: mo- O
rir su padre, Gumidafe, y sólo veinticinco al suceder a su her-mano
Artemís en 1415. n
-E
Asemidán pudo alcanzar, pero no es seguro ni probable, en a
1440 la edad de cincuenta años. n
n
3." Mas no consta quién ni por qué decidió partir el reino
finico gobernado por Asemidán hasta 1335, muy probablemente 3
O
en los dos reinos de Telde y Gáldar, regidos por Tagoten? y
Guayasen? antes de 1448, cuando lo escribió Azurara en su Cró-nica.
Pudo ser por decisión de los dos hermanos, tras morir su
padre entre 1433 y 1440, límites posibles de su muerte. O tam-bién
pm vnhntac! de Aemidán en e1 mnment~ de su muerte
o por abdicación anterior, por ejemplo, en 1435, al ceder el go-bierno
de la isla, mermada en su población y rebelada tal vez
por dos sucesos desagradables: a) el ((estatuto de matar las ni-
ABRÉu, p. 172 y 181. SEDEÑOed,. Darias, p. 22 y 23.
318 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
ñas», estudiago por mí en otro lugar l2I, hasta entonces vigente,
y b) la nueva «ley de poliandria~t,a mbién hasta entonces vigente,
produciría protestas e inestabilidad y causa tal vez de su deci-sión
de abandonar el trono.
Todo ello había de producir una inestabilidad y peligros para
los gobernantes, que tal. vez aconsejaron partir el reino para ami-norar
las consecuencias ingratas.
D) Puntos claros y dudosos
Sólo dos puntos claros conocemos de estos dos reyes gran-canarios,
de los que casi nada se sabe cierto.
Ninguna noticia documentada segura ofrecen las fuentes his-tóricas
de Gran Canaria ni las fuentes forasteras, salvo la de
Azurara, de la división de la isla en dos reinos. Su vida es cro-nológicamente
posterior a las luchas entre Maciot y Guillén de
las Casas. Su contemporáneo Hernán Peraza el Viejo quizá no
había intentado abordar 1.a isla de Gran Canaria, ocupado como
estuvo entonces en la reconquista de Gornera y Hierro 123. Y la
llegada a Canarias de Diego de Herrera en 1453-56 está próxima
a la muerte de ambos Guanartemes.
Su existencia real está garantizada por las concordancia de
tres noticias seguras. Los reyes Egonaiga y Ventagoyhe no son
entre sí hermanos, como creyó Abréu Galindo, y con menos cla-ridad
Torriani Iz4, sino primos hermanos hijos de hermanos, como
luego explico. Por consiguiente, sus padres respectivos son her-manos
entre sí e hijos de Asemidán, por la filiación mhe-Semi-dán
con que son conocidos sus sucesores: Egonaiga, Ventagoyhe
y Guanache-Semidán.
121 uAnuario de Estudios Atlánticos)), núm. 27, 1981, p. 45 y 54: El
Súbor.
m VVéase mi estudio sobre Juan MachZn de Arteaga en el citado
«ANUARIO», núm. 7, 1961, p. 177 a 179.
324 ABRÉU, 11, 7, 171. TORRIANC.I 3,0 , p. 96.
56 JUAN ALVXREZ DELGADO
E) Un quinquenio dudoso
Conviene aclarar esta vacilación, que tiene análoga repercu-sión
en otros dos momentos y para otros reyes indígenas gran-canarios
de este mismo siglo xv.
Al fijar la fecha de terminación del. reinado de Asemidán,
antes del comienzo de sus hijos (iTagoten y Guayasen?) suelo
escribir 1435-1440, por no tener medio seguro o probable de
elegir con más exactitud uno de esos cinco años, ya que al acce-der
al trono Asernidán en 1414-15, a la muerte de Arternís, aquél
tendría al menos veinte años de edad, pero pudo nacer en 1395
o hacerlo diez años antes, en 1385. En esta segunda hipótesis,
Asemidán alcanzaría la menos probable edad de cincuenta y cin-co
años en 1440, pero es menos probable que sólo alcanzase en
1435 cuarenta años, si nació en 1395.
Aquí está la duda, por parecer menos razoname que los dos
hijos de Asernidán (LGuayasen y Tagoten?) llevaran su reino
desde 1440 a 1460, ya que pudieron haber nacido entre 1415-1420,
al comenzar a reinar su padre en 1415, con veinte años de edad
justos y un máximo de vida al morir de cuarenta años.
Paréceme que este reinado debe situarse desde 1435 a 1458-
1460 para los dos hijos de Asemidán, al menos un año antes de
que sus respectivos hijos (Egonaiga y Ventagoyhe) aceptasen
el acta de posesión de Gran Canaria por Diego de Herrera en
las Isletas: el 12 de agosto de 1461
Esos tres años de oscilación en su entrada a reinar para Ego-naiga
y Ventagoyhe están justificados porque (~Tagoteny Gua-yasen?}
pudieron morir en fechas distintas, aunque próximas,
por las dificultades cronológicas que vengo apuntando.
Por último, otra variación similar se produjo al terminar los
reinados de Egonaiga y Ventagoyhe, aquí por motivos de guerra
y enfermedad. Pues Egonaiga llega con veinte años de reinado
hasta 1479, mientras Ventagoyhe muere en 1476, con poco más
de afiOs, c o f i c e c ~ ~d~e ~s-iua p ies coi1 Doramas y por
la epidemia causa de su muerte, según Abréu Galindo Iz6.
1 3 ABRÉU, 1, 24, 115.
'26 ABRÉU, 1, 28, 133, y 11, 10, 181.
320 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
E) Capitalidad de Los reinos de G.ran Canaria
Es un problema confuso en nuestras fuentes históricas, que
ofrecen distintas y contrapuestas aseveraciones. Mas creo indis-pensable
reseñarlo por su oscuridad y para justificar mis noti-cias
en otros lugares de este estudio. Cinco puntos concretos voy
a examinar.
1." Una noticia de Abréu Galindo es errónea al asignar a
Gáldar la capitalidad del reino de Gumidafe, por creer que ((allí
vivían él y su mujer Atidamana)}, y también la del reino de Ar-temís,
({porque allí habían residido sus padres)). Paréceme otra
muy distinta la solución evidente al problema.
Dianco al larrtnr an al nqcn rln lnn ??nwno PcifAlinnc nn W c n o ñ ~
l lLlLDL Ll I L b b V I LLL LI bUUU UL LUU L L b J Li) V U b Y I L b V U bII. YUrUIIU
era ((capital del reino» la ciudad donde de hecho estaban, pero
la Cancillería Regia era siempre una ciudad determinada, inde-pendiente
de si estaban o no los Reyes. Mientras los Reyes pos-teriores
fijaron una capital del reino)), independientemente de
sii presencia actual.
Estoy persuadido de que durante los tres primeros reinados:
Gumidafe, creador de la institución; su hijo Artemís y su suce-sor
y hermano de Artemís, Asemidán, Gáldar no fue la ((capital
residencial)) de los reyes ni fija o permanente ni móvil, sino la
({capital legal)) o «formal», porque allí (más precisamente en
Támara-GáLdar o Cercado de Gáldar))) se reunía el Sáhor, orga-nismo
legislativo, judicial y religioso, con igual. jurisdicción te-rritorial
sobre toda la isla que los Reyes y con obligada asisten-cia
de éstos, como dice Abréu i28. Antes expliqué que esta situa-ción
cambia a la muerte de Asemidán, cuando se divide la isla
en los dos reinos de Telde y Gáldar.
2." La tenaz aunque infundada postura de SedeñolW de que
en Gran Canaria sólo hubo un reino, con capitalidad en Gáldar,
sin que hubiese rey en TeIde, sino sólo Faycán, además del de
Gáldar, se basa sólo en su limitado conocimiento de la historia
* ABRÉu, 11, 7, 171.
ABRÉU, 11, 7, 171 (renglones 1, 15 y 27, y mi estudio sobre el Sáóor
en el ((ANUARIO)), núm. 27, 1981, p. 32.
1W SEDENOe,d . Darias, p. 15 y 52.
58 JUAN ALVAREZ DELGADO
insular. Porque Sedeño era uno de los «Pardil.losa 13, venidos
a la conquista de Gran Canaria con Juan Rejón en 1478 (Abréu
dice 1477). Y en ese momento había muerto ya en 1476 el ÚI-timo
rey de Telde, Ventagoyhe, quedando en la isla sólo un rey:
Egonaiga de Gáldar, con dominio sobre toda la isla, pero con sus
dos Faycanes: uno en Telde y otro en Gáldar, que es la tesis
de Sedeño, asumida por su continuador Sosa y extendida por
ambos a toda la historia de la isla, con evidente error.
3." Las dudas de Marín y Cubas131, tanto en su Historia
como en su refundición de la crónica de Escudero, que éI inter-poló
con noticias suyas y otras tomadas a Abréu, y sin ideas cla-ras
sobre el particular se planteó el problema de si hubo prime-a
ro un rey en Arguineguín y luego otro en Telde y un tercero
en Gáiciar o si hubo sólo dos: uiio t.i;i Tdde y otro en Gdldai-. E
Sospecho que esa duda personal de Marín, a pesar de su O
n--
«otros dicen)), le surgió al hallar en el Canarien, que éI debió de m
O
E conocer a través de la versión de Servan Grave o de la edición ;
de Bergeron '> la entrevista de Artemís con Gadifer en Argui- E
neguín. Y siguiendo su infundada tesis de que donde vivía e1
rey allí estaba la capital del reino, pensó en un «reino de Ar- 3
guineguín», que no podía armonizar con las noticias sobre Gál- -
0
m
E dar de Abréu, su fuente habitual.
O A pesar de todas las dudas sugeridas a los estudiosos del Ca- E
narien y de Abréu, esa doble personalidad de Artemís como n
E «hijo de Gumidafen, por un lado, y como «rey de la &lar>, muer- a
to en lucha con los Betancurianos en fecha próxima a 1405; pa- n
n
rece fácil establecer que Gumidafe primer rey lo era desde antes n
de 1400, y su hijo Artemís le sucedió hacia 1404-1405 Y, con- = o
siguientemente, que ambos estaban en Arguineguín entre 1403-
1404 por un motivo «accidental», que sólo podemos sospechar.
O bien practicaban los grancanarios el crveraneon de que habla
Espinosa IS1: en e1 verano. en los altos; en invierno, en la costa.
1% CEE. NAXAN.TTOII, j p. 218. W~LFEMLm:um enta: 1, núm. 138. p. 63.
131 CEIL: Estudios, 1, 527 y 561-562. ESCUDEROe, d. Darias, p. 8, 78, 85
y 87.
132 Canarie?z, 11, p. 223, y 1, p. 259-261.
133 ABRÉU, 11, 7, 171.
134 ESPINOSA, ed. Cioranescu, 1, 8, 42.
, .
-322 A-VUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLÍTICAS INDÍGENAS DE GRAN CANARIA 53
O bien por haber sido herido Gumidafe en lucha o estar enfer-mo
y morir a consecuencia de ella, dada su edad: más de cin-cuenta
años. Esto justificaría la sucesión tan próxima de Arte-temís
(1405) y el que fuese él y no su padre el encargado de
acudir a la playa a parlamentar con Gadifer.
4." Compendio en cuatro puntos la real ctcapitalidadn de los
reinos en Gran Canaria:
a) Los tres primeros reyes: Gumidafe, Artemís y Asrmi-dán
(de 2.1375 a 1435-40?), no tienen ((capital residencial», sino
({capital oficial)) o «formal», por ser Gáldar la residencia del Sá-bor
en las reuniones periódicas de obligada asistencia regia.
b) Los hijos de Asemidán, de nombres desconocidos, según
dije, dividen la isla en dos reinos, pero queda un solo Sdbor, y
posiblemente en su época (de ~1435-40a 1458-60?) se inicia la
«residencia habitual)) de cada uno de los dos reyes en Telde
y en Gáldar.
c} Los reyes Ventagoyhe de Telde y Egonaiga de Gáldar
(desde 1459-60 a 1476) mantienen dividida la isla en dos reinos:
uno en Telde y otro en Gáldar, pero dividen también el Sábor
en dos, cada uno con su fáyak o faicán en su reino respectivo.
d) Desde 1467 a 1483, fecha de rendición de la isla a Cas-tilla,
los dos reyes de ese período: primero, Egonaiga; luego: su
sobrino, conocido como Fernando Guanarteme, reinan solos so-bre
toda la isla, manteniendo los dos faicanes y dos Sábor, en
Telde y en Gáldar, pero bajo el mandato del único rey, con re-sidencia
oficial y real en Gáldar.
Los TRES ÚLTIRIOS GUANARTEXIENSD ÍGENAS DE LA GRANC ANARIA.
DESDE 1456-60 A 1483
Las distintas y singulares circunstancias concurrentes en es-tos
tres reyes indígenas de Gran Canaria fuerzan a presentar sus
hechos con método distinto al hasta aquí seguido para estudiar
los temas más interesantes. Por ello divido este estudio en cua-tro
etapas, aunque podrían reunirse en un solo reinado:
Primera etapa.-Reinado de Egonuiga de Gcíldar y Venta-
Núm. 28 (1982) 323
60 JUAN ALVAREZ DELGADO
goyhe de Telde, desde 1436-1460 hasta 1475, fecha de la rnuer-te
de Ventagoyhe.
Sobre la filiación de Egonaiga ache-Semidún de Gáldar y
Yentagoyhe ache-Semidán de Telde, nietos de Asemmid¿%, así
como de su erróneo parentesco de «hermanos>) en vez de ((primos
hermanos)), ya traté en el apartado anterior, relativo a sus pa-dres,
hijos de Asemidán. Y allí mismo señalé que el. comienzo de
los dos reinados se inició para Ventagoyhe cerca del año 1436,
mientras para Egonaiga fue posterior, hacia 1460, pues tal vez
la más pronta muerte de Ventagoyhe se debería a su mayor
edad o a heridas recibidas en lucha combatiendo a Doramas,
mejor que a esa cacareada ((epidemia por el estatuto de matar las a
niñas)). N
E
Dentro de esta primera etapa, me pareció importante estu- O
diar cuatro puntos interesantes a los que van dedicados los cua- n-- m tro primeros temas: O
E
a) La división del Sábor único en Gáldar en dos, uno en E
2
E Telde, además del de Gáldar. -
b) L.os nombres de los faicanes conocidos con más o menos 3
seguridad, noticia no recogida por nin,gÚn historiador y que me - -
0
m pareció de interés. E
C) La cronología de Gran Canaria en esta etapa, y particu- O
larmente para el período episcopal de Illescas -1460 a 1468- n
y Silva. a-E
d) Los particulares de interés del acta de posesión por He- A
rrera de la isla de Gran Canaria en 1461. n
n
Etapa segunda y tercera.-Bastará una breve nota final para O3
cada una de ellas al referirse a sólo tres años de vida política.
A) La división del Sábor único en Gáldar 3 los fáyak o fayca-nes
grancanarios conocidos en esta etapa fina8 de íos reyes in-digenas
grancanarios (1455 a 1483)
El hecho más importante de la política interna de los Gua-nartemes
Egonaiga de Gáldar y Ventagoyhe de Telde es la par-tición
en dos del único Sábor de Gáldar hasta entonces, suceso
324 AXUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
INSTITUCIONES POLETICAS IND~GENAS DE GRAN CANARIA 6 1.
posterior en muchos años al 1448, en que Azurara ya conoce
dos reyes y un «duque» o faicán y Sábor, punto ya señalado
a propósito de los hijos de Asemidán.
1) Fecha de partición del Sábor
La ausencia de los faicanes en el acta de 1461, comentada en
otro lugar, nos deja sin seguridad de que ya a la entrada de
Ventagoyhe a reinar hacia 1460 o pocos años antes procurase,
como sugiere Abréu 135, dividir el Sábor en dos: uno en Telde,
además del de Gáldar, ahora limitado a aquel reino.
Aunque ello fuese posible, personalmente no creo que esa
partición ciei Sábor fuese sugerida por los paares de Zgonaiga
y Ventagoyhe poco antes de morir, hacia 1456-1460? Ni tampo-co
que la hiciera este último con violencia al acceder al trono,
como parece creer Abréu (loc. cit.).
Los indicios luego reseñados (no hay pruebas seguras al res-pecto)
apurltaii a ia priici&-,, del Sá"uur -&Iiicü se realizb
después, hacia 1464-65, aunque fuera su promotor principal Ven-tagoyhe,
como dice Abréu.
Consecuencias inmediatas de la partición
Para tenerlas en cuenta al estudiar los indicios citados, voy
a señalarlas. Al. adoptarse la decisión de dividir el Sábor de Gál-dar
en dos hubo que adoptar estas decisiones necesarias.
En el estudio del Sábor dije que sus cargos eran electivos
y vitalicios, conforme los datos de Azurara. Mas como el Sábor
único contaba con 190 a 200 miembros elegidos y renovados a
la muerte de cinco o seis, para que siempre su número estu-viese
completo, había que hacer dos Sábor, cada uno con 95
a 100 miembros electivos, renovables en forma análoga. Mas al
coincidir cada Sábor con un reino, los «notables» elegidos en
u5 ABRÉU, 11, 7, 172.
1% ((Anuario de Estudios Atlánticos)), núm. 27, 1981, p. 30 a 35. Ver
AZURARAe,d . Serra, p. 64.
62 JUAN ALVAREZ DELGADO
cada Sábor-reino tenían que ser, en cada uno, de los sei'S can-tones
que componían cada reino y no podían estar mezclados
los del otro reino. Y lo mismo era para sus jefes, fáyak o apresi-dentea
del Sábor.
En consecuencia, era obligado cesar al que era hasta enton-ces
«fáyak» o faycán de Gáldar, elegido entre los 200 miembros
de toda la isla, y proceder a elegir dos fkyak o faicanes, uno en
cada reino y por su propio Sábor, con entera independencia del
otro. Este es el caso luego apuntado sobre el cese hacia 1464
del faicán Atazaicate de Gáldar, único cm derecho sobre toda
la isla hasta ese momento.
Advertí también en mi citado estudio la tendencia cesarista
de los Guanartemes al asociar a los faicanes a su gobierno re-gio,
procUran~o illterYenir en su elecci&i y de
propia familia. Y eso señala en nuestro presente caso, según
Abréu '", el que Chambeneder y Guanariragua, los primeros fai-canes
de los dos Sáhor ya divididos, eran hermanos de los men-ceyes
Egonaiga y Ventagoyhe, que sabemos eran sólo primos
hermanos entre sí y, por tanto, con dichos faicanes, pero en
cualquier caso de una misma familia regia.
Indicios para la fecha de partición del Subor
Esos indicios antes aludidos son primordialmente dos.
El primero, la fecha de 1465, en que Abréu habla de la erec-ción
de la «casa de oración)) en Telde, en que da los nombres
de los dos reyes y de sus dos respectivos faicanes 138. Allí hay re-ferencias
simultáneas a Herrera y a Illescas, y en su capítulo
anterior (XXV) a Diego de Siha, llegado a Canarias en 1465,
y dos capítulos antes a los viajes de Illescas a Gran Canaria y a
Tenerife, este último en 1464.
El otro indicio, menos claro pero sugestivo, es la noticia de
Abréu sobre Atazaicate, que fue, según creo y trato de probar
en su siguiente estudio, el. último faicán de Gáldar en el Sábor
19 ABRÉu, 1, 27, 128, dice: «y estos cuatro eran hermanos)), pero sdlo
eran primos.
133 BR%,ed . 1955, 1,